HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO ELIZABETH SANTANA HERNÁNDEZ
ELEMENTOS PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA MARGIL DE JESUS RIVERA ROMO
Para una investigación histórica implica, tener principalmente un modelo de cognición histórica sólido y basado en el empleo de conceptos organizativos, así como las formas de investigación propias de la disciplina. Este tiene que ser claro y comunicable, al igual que debe tener abiertos los caminos hacia la complejidad. Conceptos de primer orden: son también llamados sustanciales y se refiere a ¿Qué paso y cuando ocurrió?, significados específicos que adquieren algunos términos convencionales, en contextos específicos o por lo tanto diferenciados. Conceptos de segundo orden: se refieren a las categorías analíticas que permiten la compresión de estos eventos. Se definen como nociones que proveen las herramientas de comprensión de la historia como una disciplina o forma de conocimientos especifica. Estos también son conocidos como procedimentales y dentro de estos se encuentran los siguientes conceptos: 1. Tiempo histórico: implica una relación entre el espacio y el tiempo pues ambas dimensiones son indisociables. Es la que nos permite situar un proceso determinado en la historia. 2. Cambio y continuidad: es importante saber y realizar cuestiones como, ¿Qué cambia? ¿Cómo? ¿los cambios fueron leves o muy profundos? ¿Cómo lo podemos saber? Entre otras cosas que nos hacer ver si cambio y como es que continua. 3. Empatía: es la capacidad de comprender ideas totalmente distintas a las de las nuestras. Un ejercicio empático nos permite inferir los puntos de vista de los actores involucrados, y a partir de este conocimiento explicar lo que ellos hicieron. 4. Causalidad: es el cambio en la medida en que se identifica con procesos que rompen con lo cotidiano de la vida. “Nosotros seleccionamos como
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causas aquellos eventos que, ausentes en otros, desencadenan ciertos procesos” (Lee P., 2005). 5. Evidencias: estas pueden ser de fuentes históricas y secundarias, involucra a como conocer el pasado a partir de evidencias materiales y registros de diversos tipos de fuentes históricas. Las evidencias nos permiten formular preguntas e intentar elaborar respuestas autónomas, así como debatir sobre la validez de algunas fuentes secundarias o interpretaciones ya realizadas. 6. Relevancia histórica: implica preguntarnos ¿Qué y quien del pasado vale la pena ser recordado y estudiado tomando en cuenta que no podemos estudiar ni todo ni a todos? El punto de partida para establecer la relevancia histórica son las fuentes primarias. Estos conceptos de segundo orden son necesarias para hacer historia, para pensar históricamente ya que nos permiten organizar la información disponible en términos explicativos y no únicamente descriptivos.