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CONTENIDO EN PORTADA 24 30
Daños por radiación sobre las plantas. Abonos orgánicos y fertilización química en la producción de chile poblano.
40
Las ventajas de no mover el suelo.
50
TEMA DE PORTADA
EN CONTRA DEL VIRUS RUGOSO DEL TOMATE (ToBRFV).
Agradecemos al Ing. José Luis Noris, Gerente de Entomología, quien nos recibió en Agrícola El Chaparral, y nos habló del virus rugoso del tomate (ToBRFV).
56 116
Respuesta del cultivo de la piña al riego. Ventajas de la producción de arándano en contenedores.
CONTENIDO 6
EN PORTADA
Edición Número 102
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2020. 08
El Agro en la red.
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Entérate.
24
Daños por radiación sobre las plantas.
30 Plántula de chile poblano.
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Crecimiento y rendimiento del pepino holandés en ambiente protegido y con sustratos orgánicos alternativos.
90 Inoculación de hongos
solubilizadores de fósforo y micorrizas arbusculares en plantas de tomate.
40 Las ventajas de no mover el suelo.
44
Primer registro de acalitus orthomera (keifer) asociado al cultivo de la zarzamora en michoacán, méxico.
50 Monitoreo, control y
102
capacitación, herramientas contra el virus rugoso del tomate (ToBRFV).
56
102 Langosta voladora una
Evaluación económica de la respuesta del cultivo de la piña al riego.
plaga con historia.
110 62
116 Ventajas de la producción
de arándano en contenedores.
120 Tiempo Libre.
62 Zanahoria problemas en la raíz.
64
Manejo agroecológico para la restauración de la calidad del suelo.
Mejora de la fotosíntesis con ondas de radio de baja frecuencia a través del riego.
110 CONTENIDO 7
101
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Darlene Valdez Muñoz
ASISTENTE DE DIRECCIÓN GENERAL
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Dr. Leopoldo Partida Ruvalcaba Dr. José Antonio Garzón Tiznado.Dra. Teresa de Jesús Velázquez Alcaraz Dr. Alejandro Manelik García López Dr. Juan Francisco Ponce Medina Dr. Edgar Omar Rueda Puente Dr. Manuel Cruz Villegas Dr. Tomas Díaz Valdez Dr. Miguel López Meza Dr. Roberto Gastelum Luque Dr. Tirzo Paul Godoy Angulo Dr. Ovidio Salazar Salazar Dr. Otilio Vásquez Martínez
Arnulfo Zatarain Alvarado publicidad@eljornalero.com.mx, Tel. (694) 108.00.25 Revista El Jornalero: José Lopéz Portillo No. 2 Col. Genaro Estrada, C.P. 82800 El Rosario, Sinaloa. TEL. (694) 952.11.83 Oficina Culiacán: Palma Areca 5056 Privada Palmas Premier, C.P. 80159 TEL. (667) 721.51.28 Comentarios y sugerencias editor@eljornalero.com.mx
El Jornalero: Revista Mayo-Junio 2020. Editor Responsable Jesús del Carmen Rendón Campillo. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2011-010617041700-102. Número de Certificado de Licitud de Titulo y Contenido: 15127. Domicilio de la publicidad: José López Portillo S/N esquina con República. Col. Genaro Estrada. C.P. 82800. El Rosario, Sinaloa, México. Distribuidor, Correos de México. Suc. Rosario. Ángela Peralta No. 17. Col. Centro. C.P.82800. El Rosario Sinaloa.
EL JORNALERO, Revista mensual de circulación Nacional. Se envía a productores agrícolas, investigadores, distribuidores de insumos, agroindustrias, universidades e instituciones de enseñanza superior, servicios públicos del área agrícola. Todos los derechos Reservados. Se prohíbe la reproducción parcial y/o total del contenido de esta publicación. El contenido intelectual de las columnas es responsabilidad de sus autores, al igual que las promociones de sus anunciantes. Suscripciones: suscripciones@eljornalero.com.mx
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F/EL VALLE.
Avanza siembra de fresa en San Quintín. Un total de 2 mil 522 hectáreas de fresa se sembraron durante el presente ciclo en la zona sur, lo que representa un avance del 85 por ciento en donde se sembraron 2 mil 967.50 hectáreas del fruto, es decir, un incremento de 10.85 por ciento. El encargado del Despacho de la Secretaría de Agricultura del Estado (Sader), Juan Manuel Martínez Núñez, informó que la cosecha ya se ha generalizado en todos los cultivos establecidos en este ciclo, como es la calabacita, chícharo, col de Bruselas, fresa, tomate y otros cultivos varios. La Sader reporta que en los campos agrícolas del Municipio de Ensenada se han cosechado un total de 3 mil 101 hectáreas, lo que
representa un avance del 69 por ciento, con respecto de las 4 mil 475 hectáreas sembradas durante el ciclo agrícola Otoño-Invierno 2019-2020. OTROS CULTIVOS A la fresa, le sigue la col de Bruselas con la cosecha de 247 hectáreas; en este ciclo se sembraron un total de 294 hectáreas de col de Bruselas en todo el Distrito de Desarrollo Rural 001, Zona Costa, que incluye los campos agrícolas de Ensenada, Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito. Esta superficie representa un incremento del 94.70 por ciento en relación con lo programado a principios de ciclo, era de 151 hectáreas.
F/ Milenio
EN CRISIS PRODUCTORES DE PIÑA POR BAJAS VENTAS. Debido a la pandemia del covid-19, a los productores de piña se les complica vender su mercancía ante las restricciones en los tianguis sobre ruedas y mercados en Tampico, Tamaulipas. Juan Antonio Cesáreo González, productor de Chinampa de Gorostiza, manifestó que se han dado a la tarea de salir a las calles para tratar de venderla hasta la comodidad de los hogares. Dijo que desafortunadamente han logrado vender una tonelada y dos toneladas prácticamente ya se les quedó, lo que representa graves pérdidas económicas. “Estamos batallando para sacar la producción, mucha piña se nos está echando a perder porque no hay probabilidad de sacarla a los tianguis, la estamos ofreciendo en las casas para ver si podemos venderla, estamos sa-
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cando muy poca, la piña se nos está echando a perder ya ahorita tenemos dos toneladas que se nos está marchitando ya se nos quedó en la huerta”, exaltó. El señor Luis, otro de los productores de Cabo Rojo , platicó que la trae a la zona norte de Veracruz y sur de Tamaulipas para tratar de comercializarla, ya
que la situación económica es bastante complicada. “Estamos en desventaja por el hecho de cruzar la laguna nos representa más gasto, la llevamos al sur Tamaulipas, Poza Rica, Altamira y hasta Valles” La piña se vende en 25 pesos la de 1.4 kilogramos, 30 pesos la de 2.8 kilogramos y en 35 pesos la de 4 kilogramos.
A la baja producción de arroz.
Deja Covid sin empleo a jóvenes campesinos
TRABAJAR LA TIERRA Una situación similar es la que se vive en Notillas y en ejidos de Saltillo, desde Derramadero hasta General Cepeda, ya los jóvenes están en casa pero desconocen cuando volverán, otros tienen la esperanza, sin embargo hay quienes luego de tres meses de inactividad, están de nuevo pensando en volver a los jornales y atender la tierra. José, está consciente que no son los mismos ingresos que hay en las empresas, pero hay la oportunidad de que de nuevo se apliquen al campo para darle vida. Quienes se fueron a la ciudad, luego de acomodarse en las empresas, también están retornando con sus padres.
Disminuye la siembra del grano hasta 90% ante alta de apoyos a productores además del crecimiento urbano. La falta de apoyo a productores, desestabilidad económica en el cultivo, cambio climático y crecimiento de la urbe ha generado que la producción de arroz en Morelos disminuya hasta 90% y que productores se inclinen por sembrar otro tipo de cultivos; incluso, vender sus tierras.
F/ELSOLDECUERNAVACA
F/www.inforural.com.mx
Con el cierre temporal de diversas áreas de la industria automotriz, debido a la pandemia del coronavirus en comunidades de la Región Sureste, desde Saltillo a General Cepeda y hasta Parras, jóvenes campesinos que laboraban en las fábricas ahora están desempleados, dice José de Jesús García. Asegura que antes de que empezara la enfermedad, a las comunidades rurales entraban los camiones de las empresas para trasladar a los trabajadores a las fábricas, ahora envían solo unidades cortas y de poco personal. Los salarios más bajos que percibían en las empresas motrices eran de entre los cuatro mil a siete mil pesos, dependiendo el área, explicó el campesino, más aparte prestaciones y tener derecho al Instituto Mexicano del Seguro Social.
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El arroz morelense por muchos años ha sido reconocido a nivel mundial por su calidad y rendimiento; de hecho, desde 2012 cuenta con la denominación de origen. El grano es considerado gurmet gracias a la calidad de las tierras en la entidad y sus nutrientes, así como el clima y el trabajo artesanal que se realiza. Sin embargo estos últimos años no han sido los mejores para la producción del grano, pues la falta de apoyo a los campesinos ha generado que el número de hectáreas disminuya hasta 90%. El presidente de la Sociedad de Producción Rural Arroceros, José
Candanosa Figueroa, señaló que la producción por hectárea de arroz sigue siendo buena, pues en promedio una hectáreas genera 10 toneladas del alimento y en algunos casos hasta 14 toneladas, sin embargo muchos productores han optado por dejar de producir arroz e irse a cultivos de hortalizas y cañas por la desestabilidad económica que el cultivo presenta. Ante un cultivo que va a la baja en producción el número de personas desempleadas va a la alta; a lo largo de los últimos 10 años más de 200 mil personas dependían directa e indirectamente de los cultivos de arroz, mismas que se han quedado sin empleo o han tenido que cambiar de giro. A nombre de sus compañeros pidió a las autoridades poner atención a este cultivo el cual es característico en la entidad pero ha sido abandonado por los gobernantes.
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F/TRIBUNA DE SAN LUIS. F/LAJORNADA.
La pandemia empeora la crisis de los caficultores.
El café mexicano es uno de los más reconocidos del mundo y su sabor es degustado en lugares tan lejanos como Japón. Sin embargo, las comunidades vinculadas con su producción viven en la pobreza, pues la falta de apoyo gubernamental, las plagas, los bajos precios y la incursión de conglomerados las han sumergido en una profunda crisis, misma que se ha intensificado con la pandemia de Covid-19. Arturo García Jiménez, vicepresidente del Sistema de Producto Café en Guerrero (estado donde habitan 10 mil productores), describe la situación de los caficultores mexicanos: pese a ser una actividad esencial para el país, lleva años en crisis y enfrenta un panorama aún más triste por la situación actual. El Covid-19 es la nueva roya del café, subraya. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa), en 2012 la producción de café en México era de 1.3 millones de toneladas anuales y ahora ronda 600 mil. No es posible que estemos en niveles por debajo de los de hace casi una década, enfatiza el productor guerrerense. La crisis del sector no es casualidad, apunta García Jiménez, pues gobiernos van y vienen sin implementar una verdadera política pública.
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En su Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, López Obrador dedica dos páginas al Programa de Rescate del Sector Cafetalero, en el cual admite el desplome de la producción y la marginación en que viven las poblaciones dedicadas a ese cultivo, debido al abandono del gobierno. Posteriormente describe un plan de 11 pasos para que rescatar el sector, con el cual se pretende incrementar la producción e impulsar el crecimiento de las comunidades. Pero hasta el momento, afirma García Jiménez, todo lo que hay son unas cuantas pláticas sin rumbo y un subsidio de 5 mil pesos anuales por productor, lo cual, si bien es un apoyo, está lejos de ser una política pública que involucre financiamiento, asistencia técnica, logística de mercados e incentivos nacionales al consumo de la bebida.
“
No hay una política pública adecuada. Requerimos la producción de planta y el financiamiento con créditos refaccionarios –préstamo para la construcción, reparación o conservación de un inmueble– a mediano plazo para que se renueven las plantaciones, de modo que la gente pueda vivir del café”, enfatiza.
Adoptan productores cultivos alternativos en Pénjamo.
Con esto, se dijo, en el Municipio, se están diversificando los cultivos, a fin de que los productores agrícolas, cuenten con otras opciones. / Foto: Cortesía | SDAyR PÉNJAMO, Gto; Al contarse con el apoyo del Gobierno del Estado a través de la SDAyR, este año, se tiene contemplado hacer el plantado de más de 6 mil plantas de limón persa, en 15.5 hectáreas en diversas comunidades rurales, en apoyo de 15 productores agrícolas en el Municipio, se informó en Desarrollo Agropecuario y Rural. Al respecto, se indicó que aunado a estas 6 mil plantas de limón, más de 30 mil más ya se encuentran en etapa de crecimiento en 50 comunidades rurales, donde a través del programa “Mi Fruto Gto.”, se logró beneficiar a otros 70 productores agrícolas. Con esto, se dijo, en el Municipio, se están diversificando los cultivos, a fin de que los productores agrícolas, cuenten con otras opciones, para mantener activa la productividad del campo penjamense. “La fruticultura se está impulsando y por ello, este año, se continuarán cumpliendo las proyecciones que se tienen, al contemplarse la plantación de estas 6 mil plantas de limón persa”, se reiteró.
F/LAVOZDELAFRONTERA.
Levantan datileros más de 2 mil toneladas de producción. Dos mil 985 toneladas de dátil fue la producción generada en el valle de Mexicali en el 2019, misma que en su mayoría fue exportada a Estados Unidos, lo que generó buenos réditos a los datileros de la localidad. Juan Manuel Martínez Núñez, encargado del Despacho de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en Baja California, informó que se dio a conocer el total de la superficie generada el año pasado de este fruto, mismo que se encuentra en el cuarto lugar de los cultivos perennes de la zona valle del municipio con mayor superficie establecida. La alfalfa, el espárrago y el zacate bermuda son los cultivos que le siguen al dátil con mayor superficie sembrada en el área rural de Mexicali. Destacó que de la superficie establecida en el 2019 que fue de mil 370 hectáreas con palma datilera, se destacaron los campos agrícolas del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader)
Hechicera y Benito Juárez con el 26.94% y 25.37%, respectivamente, de la superficie sembrada en todo el valle de Mexicali. “Del total de la superficie establecida, se cosecharon 442 hectáreas, mismas que presentaron un rendimiento promedio de 6.8 toneladas por hectárea y generaron un valor de la producción que superó los 198.9 millones de pesos, aproximadamente”.
Existen muchas variedades, entre ellas: Zahid, Medjool, Kadrawi y Sukkari, de las cuales la más socorrida por el productor mexicalense es el Medjool, misma a la que se le da, en muchas ocasiones un valor agregado al presentarlo cubierto con chocolate, en tiras cubiertas con chile de polvo y para la elaboración de vino y licor de dátil, pan, mermeladas y salsas, entre otras.
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“El 40% de la producción de trigo del mundo usa semillas mexicanas” Desde 1944 hasta 2020 México ha realizado 110 ciclos de recombinación y selección para mejorar variedades de trigo. Eduardo Villaseñor, en su trayectoria como genetista, ha liberado 49 variedades: 40 de trigo, 8 de avena y una de triticale. México es un país considerado centro de origen y domesticación del maíz, pero casi nadie sabe que el alrededor del 40 por ciento de la producción de trigo del mundo usa semillas desarrolladas en México por décadas a través del mejoramiento genético, actividad que han desarrollado conjuntamente el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Ese proceso de mejora continua ayudó a que la producción se incrementara de 800 a 5 mil 500 kilogramos por hectárea de 1950 al 2018, como explica a los lectores de Crónica el doctor en ciencias Héctor Eduardo Villaseñor Mir, investigador del INIFAP. El olvido es un agente corrosivo. En México pocos recuerdan que en 1970 el Premio Nobel de la Paz fue otorgado al doctor Norman Borlaug, que coordinó el mejoramiento genético de trigo en México a su llegada de Estados Unidos en 1946 y que generó variedades que resistían la roya del tallo, eran de porte bajo o enanas y eran más productivas. Esas semillas pusieron en marcha la “Revolución Verde” con la que se combatió el hambre en diferentes países de África, así como en India y Pakistán. Desde 1944 hasta 2020 el mejoramiento del trigo en México se ha trabajado continuamente durante dos ciclos al año y ha realizado 110 ciclos de recombinación y selección. Podemos decir que el trigo mexicano es importantísimo para la alimentación de la humanidad. Muchos trigos que actualmente se siembra en China, Australia, India y África, se han hecho en México, con el sudor de mexicanos y científicos extranjeros. Por eso tenemos que verlo como un cultivo propio, como si fuera nuestro de México”, dice el doctor Villaseñor Mir.
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El investigador mexicano precisa que las variedades mejoradas de trigo son metas alcanzadas en equipo y que en diferentes proyectos han laborado científicos del INIFAP, CIMMyT, la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) y el Colegio de Posgraduados (CP). Aunque el experto ha desarrollado variedades de trigo mejoradas para siembras de riego, dice que hay una obligación ética en apoyar con tecnología a los productores que lo siembran en la temporada de lluvias en el verano. En temporales de baja precipitación, el trigo es mejor opción que el maíz, porque es de ciclo más corto y requiere menos agua, pero actualmente muchos prefieren sembrar maíz porque ahí se concentran muchos apoyos del gobierno. El doctor Villaseñor Mir indica, que “las siembras de trigo de temporal se podrán incrementar”, si se les brinda a los productores el apoyo necesario, como nuevas variedades, semillas certificadas, asesoría técnica, precios accesibles en los insumos, organizarlos, impulsar los precios de garantía y agricultura por contrato, como ya ocurrió en Tlaxcala en las décadas de los 90´s y en la década pasada, cuando se sembraron entre 60 a 70 mil hectáreas que fueron comercializadas en la industria molinera de Puebla. Hijo de un ingeniero agrónomo egresado de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), en Texcoco, Estado de México, Héctor Eduardo Villaseñor vivió su infancia en un rancho en donde tuvo sus primeros acercamientos con el campo; ahí nació su interés por la agronomía y su decisión de entrar a estudiar a la ENA, ahora Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), de donde egresó como Ingeniero Agrónomo, especialista en Filotecnia en 1980, año en el que se inició como investigador en el Campo Experimental Valle del Yaqui, en Ciudad Obregón, Sonora, perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), actual INIFAP.
Realizó Maestría (1984) y Doctorado (1996) en el Colegio de Postgraduados. Desde 1985 realiza mejoramiento genético de trigo y desde 1990 mejoramiento genético de avena, y a partir del 2003 es el Titular de los Programas Nacionales de Trigo y Avena del INIFAP, con sede en el Campo Experimental Valle de México (CEVAMEX), en donde su principal actividad es coordinar los ensayos nacionales de rendimiento, acción estratégica para liberar nuevas variedades. En su trayectoria como genetista, ha liberado 49 variedades: 40 de trigo, 8 de avena y una de triticale. Es pionero en México del uso y aplicación de la androesterilidad en trigo para facilitar la selección recurrente, técnica que reduce en 80 por ciento el tiempo requerido para cumplir con un ciclo de selección; Valles F2015 es la primera variedad mexicana generada con esta metodología. También ha trabajado intensamente para mitigar los efectos de la sequía, realizando mejoramiento genético bajo condiciones de Humedad Residual, Temporales Erráticos y Riego Restringido. Para ser investigador en mejoramiento genético, tiene que gustarte el campo y el cultivo con el que trabajes, no debe molestarte levantarte temprano, andar entre la lluvia y las parcelas o llegar tarde a casa, y sobre todo tener la virtud de realizar el mejoramiento para generar mejores variedades. Si no es así, es mejor dedicarse a otra cosa”, porque tristemente el tiempo te va a juzgar, concluye el doctor Villaseñor Mir, cuando hace una recapitulación breve de su recorrido académico.
En UNAM estudian el metabolismo del chile para aprovechar su potencial farmacológico.
F/DGCS UNAM.
Debido a las propiedades antiinflamatorias y analgésicas de este alimento, expertos de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM estudian los procesos metabólicos de la planta de chile, a fin de desarrollar potenciales aplicaciones en las industrias alimenticia y farmacológica. Rogelio Rodríguez Sotres, del Departamento de Bioquímica y quien encabeza el grupo de investigación, señaló que además los chiles son ricos en vitaminas C y E, y sus pigmentos pueden sustituir a los colorantes químicos. Los universitarios se enfocan a los chiles serrano y habanero, para entender el papel del grupo de enzimas pirofosfatasa en el metabolismo de estas plantas. “Investigamos la producción de las sustancias que les dan su sabor característico; por ejemplo, los capsaicinoides, que los hacen picantes, tienen aplicaciones farmacológicas, pues poseen propiedades antiinflamatorias y analgésicas”, reiteró Rodríguez Sotres. Manipulación no transgénica. La planta del chile no permite su manipulación genética, por lo que esta línea de investigación busca romper esa barrera y lograr, al menos en laboratorio, chiles que produzcan más capsaicinoides. “Pretendemos modificar este organismo, pero con el acervo genético propio de la planta; es decir, evadir los transgenes (genes tomados de otras especies). Con ello se podrían obtener variedades con propiedades benéficas de manera más rápida, con aplicaciones en la industria de los alimentos, colorantes y saborizantes, y en farmacia, principalmente como antiinflamatorios y analgésicos”. El chile tiene mecanismos para evitar los procedimientos normales de alteración genética. Uno de los más tradicionales consiste en tomar la planta, hacerla crecer en un cultivo de laboratorio para que se forme lo que se llama “callo”. Transformar el callo, seleccionarlo y regenerar la planta es un proceso que no se ha logrado de manera consistente, y seguimos trabajando en ello para entender dónde están las barreras y, en algún momento, manipularlas para producir variedades agrícolas que sin ser transgénicas, puedan tener características deseables y novedosas. Los científicos de la UNAM han trabajado con los chiles serrano y habanero, y han hecho pruebas con el jalapeño y los pimientos dulces.
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Fuerte la producción de pepino persa en los campos agrícolas en BC.
NUEVO IDEAL, Dgo. (OEM). – Cuando todo parecía que pintaba bien el ciclo de producción de cebolla, aparece la pandemia del Covid-19 y acaba con las esperanzas de los productores de cebolla, pues cerraron en la Ciudad de México las bodegas de acopio. Productores de cebolla de este municipio acudieron a esta corresponsalía de El Sol de Durango para dar a conocer su lamentable situación, que por ahora no les dejará recursos ni siquiera para sacar la inversión que realizaron. Al respecto, con desánimo por lo sucedido, los productores realizaron pública la petición al Gobierno del Estado para que los apoyen y así logren aminorar la problemática económica que enfrentan, pues la cebolla ya no lograron comercializarla. “Generamos empleos para la plantación y proceso del ciclo hasta la cosecha de cebolla y ahora no tenemos ni un ingreso; en bodega y en la parcela tenemos ya la cebolla echada a perder, ojalá el gobierno nos apoye con un estímulo económico o bien con un paquete tecnológico que nos permita reanudar el presente ciclo productivo donde tenemos proyectada la siembra de chile”, expresaron los productores Los productores afirmaron que algunos han optado por vender la cebolla al menudeo, pero ni así han tenido resultados favorables pues tampoco compra la gente, pues no hay circulante. Cabe señalar que aproximadamente en este ciclo se sembraron 40 hectáreas de cebolla y los productores absorbieron el total de la inversión. “Generamos empleos para la plantación y proceso del ciclo hasta la cosecha de cebolla y ahora no tenemos ni un ingreso”.
F/EL MEXICANO.
F/www.inforural.com.mx
Peligra producción de cebolla, en N.L.
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Además de las berries y vid, en los campos agrícolas de la zona costa de Baja California también se cultiva el pepino persa, producto que en el 2019 arrojó una producción de 24,500 toneladas, así lo dio a conocer la Representación Estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en el Estado. El año pasado, en el Distrito de Desarrollo Rural 001, Zona Costa (DDR 001), que contempla los campos agrícolas de los Municipios de Tecate, Tijuana, Playas de Rosarito, Ensenada y la zona productiva de San Quintín, se sembraron un total de 587 hectáreas, informó Juan Manuel Martínez Núñez, Encargado del Despacho de la Representación Estatal. Comentó que el 90% de la superficie se estableció con la variedad persa, mientras que el restante 10% de la superficie se sembró con la variedad slice; que a diferencia del persa, es mucho más grande y con un aspecto más liso. El funcionario precisó que dicha producción, dejo una derrama económica por el orden de los $245 millones de pesos; de acuerdo a datos del DDR 001 Zona Costa, que repre-
senta el Ing. Fernando Sánchez Galicia. Las zonas mayormente productoras de pepino son San Quintín, Ojos Negros, Maneadero y el Valle de la Trinidad, en donde anualmente, se generan alrededor de 115 mil jornales, que le dan empleo a la población de las zonas rurales de Ensenada y trabajadores de otros Estados de la República Mexicana. Martínez Núñez agregó que el 80 por ciento de la producción es destinada a los mercados internacionales, específicamente, Estados Unidos. El resto de la producción se comercializa en algunos estados de la República Mexicana, sobresaliendo la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León. Por último, agregó que en la zona costa de Baja California hay un padrón de 42 productores, que se esfuerzan por modernizar sus unidades de producción y sistemas de siembra a través de la implementación de nuevas tecnologías, que les permitan abaratar sus costos de producción, incrementar sus rendimientos y lograr mayores niveles de rentabilidad económica.
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DAÑOS POR RADIACIÓN SOBRE LAS PLANTAS.
Luz ultra violeta (UV) sobre las plantas.
La luz UV se divide en tres tipos, según su longitud de onda y efectos sobre los seres vivos. La luz UV-A (320 a 400 nm), es poco absorbida por el ozono (O3) de la atmósfera y llega en mayor cantidad a la super-
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F/SuperGrowLed.com
a radiación solar sin duda es uno de los recursos más valiosos en la producción agrícola, pues de ella dependen muchos procesos fisiológicos de las plantas; el más importante sin duda la fotosíntesis. En este sentido, cabe aclarar que la luz que conocemos es también llamada radiación fotosintéticamente activa (RFA) o radiación visible y es solo el 40% de la radiación total que incide sobre el planeta. La luz visible comprende longitudes de onda que van desde los 400 a 700 nm (nanómetros) del espectro de radiación. Sin embargo, las longitudes de onda por encima o por debajo del rango anterior en grandes intensidades, suelen afectar importantes procesos en las plantas.
100
Sensibilidad relativa (%)
L
Figura 1. Sensibilidad relativa de las plantas a diferentes longitudes de onda dentro del rango de la RFA.
90 80 70 60 50 40 30 20 10
400
450
500
550
600
650
700
750
Longitud de onda (nm) ficie terrestre, constituyendo una importante señal fotomorfogénica en las plantas y es la menos dañina de las tres. La luz UV más enérgica y dañina es la UV-C (100 y 280 nm); la cual es la más absorbida por el oxígeno (O2) y O3, prácticamente no llega a la superficie de la Tierra. La luz UV-B (280 a 320 nm), es media-
namente absorbida por el O2 y O3, permitiendo que parte de ella llegue a la superficie terrestre, y tiene ciertos efectos negativos sobre la fisiología de las plantas en grandes intensidades. Ante la destrucción gradual de la capa de O3, la cantidad de luz UV-B que incide sobre la tierra ha incrementado.
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La luz UV-B absorbida por las plantas en grandes cantidades causa efectos negativos, que pueden manifestarse en cambios morfológicos. Uno ellos es la reducción en la altura de las plantas, lo que ha sugerido que la luz UV-B oxida fitohormonas como el ácido indolacético (AIA). Otro efecto tiene que ver con la inhibición en la expansión de las hojas, que resulta en menor desarrollo del área foliar de las plantas. Asimismo, se sabe que altas intensidades de luz UV-B afectan el ADN de las plantas, llegando a causar mutaciones o alteraciones en el funcionamiento normal de la planta, pues es a partir del material genético que se señalizan las funciones metabólicas y fisiológicas de la misma. La luz UV-B, ocasiona un
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aumento de las especies reactivas a oxígeno (ROS) en la planta, las cuales causan daños a las células, conduciéndola a un envejecimiento prematuro. El efecto negativo más significativo de la luz UV-B está relacionado con el aparato fotosintético, pues grandes intensidades provocan la destrucción de las membranas de los cloroplastos y la reducción del área foliar y número de estomas. La luz UV-B es muy efectiva para destruir o alterar proteínas, pigmentos (clorofila) y enzimas mediante la oxidación de estas moléculas alterando la trasferencia de energía en el proceso fotosintético y por consecuencia reduce la fijación de CO2.
Efectos de la radiación infrarroja sobre las plantas.
La radiación infrarroja cercana, con longitudes de onda por encima de los 700 nm, suele tener algunos efectos sobre el crecimiento vegetativo; no obstante, su mayor efecto está relacionado con la temperatura, pues estas longitudes de onda son caloríficas. Es así que, la radiación infrarroja en grandes intensidades ocasiona que se tenga un incremento en la temperatura ambiental e interna de la planta. En este sentido, los efectos negativos de la radiación infrarroja están muy ligados a los daños por elevadas temperaturas, que se pueden presentar a nivel fisiológico con la desnaturalización de enzimas, pro-
La radiación solar
sin duda es uno de los recursos más valiosos en la producción agrícola.
teínas y otras macromoléculas que intervienen en el metabolismo vegetal; lo cual afecta significativamente procesos, como la fotosíntesis y respiración; procesos más que indispensables para el crecimiento y desarrollo de las plantas. Las altas temperaturas suelen provocar también la producción de ROS, que como ya se ha mencionado afectan significativamente a la planta. También el exceso de temperaturas por una alta intensidad de luz infrarroja suelen causar fisiopatías en los frutos como quemaduras o rajados por el sobre calentamiento de las células insoladas. También suele apreciarse un aspecto de marchitez en la planta y hasta quemaduras en hojas y tallos por la elevada incidencia de radiación infrarroja.
La luz visible y sus efectos negativos.
Los efectos negativos de la luz visible o RFA están relacionados con la intensidad con la cual inciden sobre las plantas. Cada especie vegetal tiene un punto de saturación lumínica, según su evolución, para procesar la luz visible. Una vez que las clorofilas absorben más luz de la que se puede procesar mediante el proceso de fotosíntesis, se genera una foto-inhibición de este proceso. Aunque esta foto-inhibición de la fotosíntesis por saturación lumínica también puede deberse a la disminución de la tasa fotosintética por situaciones como la sequía, salinidad, temperaturas extremas o deficiencias nutricionales.
Otro efecto negativo, está relacionado con hortalizas cuyo órgano de cosecha es subterráneo, donde estos productos necesitan desarrollarse en ausencia de luz y en caso de ser expuestos sintetizan clorofila, lo cual es indeseable en el producto desde el punto de vista comercial. Por otro lado, niveles insuficientes de luz producen plantas con un pobre desarrollo radical y hojas grandes, pero delgadas; además de tener tallos largos y delgados, así como frutos pequeños.
Mecanismos de protección.
Las plantas desde siempre han estado sometidas a la luz UV e infrarroja, lo cual a lo largo de su evolución les ha provisto de mecanismos de defensa ante altas intensidades de estos tipos de radiación. Uno de estos mecanismos es la disposición de las hojas, en este sentido tenemos que las plantas monocotiledóneas son más tolerantes que las dicotiledóneas, precisamente porque las primeras tienen sus hojas dispuestas de forma más vertical, que ayuda a reducir la intercepción de radiación UV e infrarroja.
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F/Miguel Valenzuela, 2015.
Otros mecanismos de defensa son las ceras y tricomas sobre la superficie foliar, que permiten reflejar la luz UV e infrarroja. También se ha documentado que uno de los mecanismos desarrollados por las plantas contra la luz UV-B es el aumento de metabolitos secundarios como fenoles o flavonoides que absorben longitudes de onda de 280 a 360 nm, los cuales son acumulados en las células epidérmicas de algunas plantas para reducir el efecto deletéreo de la luz UV-B.
Figura 2. Daño ocasionado en fruta de manzana a consecuencia de un sobrecalentamiento de las células.
F/Joe Funderburk, 2018.
Por otra parte, en la agricultura se han desarrollado mecanismos de protección para las plantas, con el propósito de proporcionar las mejores condiciones, que permitan expresar su potencial productivo; sobre todo, en regiones con altas intensidades de radiación. Dentro de estos podemos enunciar el sombreo con cubiertas plásticas o malla sombra, pantallas térmicas y el uso de protectores o filtros solares, bolsas plásticas o de papel y ceras, que permiten reducir la intensidad de la luz sobre las plantas y frutos, mejorando su capacidad productiva y la calidad de los frutos.
Figura 3. El uso de protectores o filtros solares es recomendable en zonas con una elevada radiación o en aquellas donde la intensidad de luz UV e infrarroja son elevadas.
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En el caso de los filtros o protectores solares, son productos que se aplican directamente a la planta con la intensión de reflejar, absorber o transmitir eficazmente la luz dentro de la planta o frutos, reduciendo con ellos posibles daños que afecten la productividad de los cultivos o la calidad de la cosecha.
F/ INTAGRI. 2020. Daños por Radiación sobre las Plantas. Serie Horticultura Protegida, Núm. 38. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.
Las plantas han desarrollado mecanismos que les permiten regenerar muchas de las macromoléculas (ADN, proteínas, etc.) dañadas o alteradas por la luz UV e infrarroja. Además, tienen la capacidad de señalizar la formación de moléculas antioxidantes para mitigar el daño por las ROS producidas por altas intensidades de luz UV e infrarroja.
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PLÁNTULA DE CHILE POBLANO. ABONOS ORGÁNICOS COMERCIALES, ESTIÉRCOLES LOCALES Y FERTILIZACIÓN QUÍMICA EN SU PRODUCCIÓN. Patricia Acevedo-Alcalá, Javier Cruz-Hernández y Oswaldo R. Taboada-Gaytán* 1Colegio de Postgraduados, Campus Puebla, Santiago Momoxpan, Municipio de San Pedro Cholula, Puebla, México. *Autor de correspondencia (toswaldo@colpos.mx)
L
a producción de plántula de buena calidad es importante para los productores de diversas hortalizas o viveristas, pues esto mejora el establecimiento del cultivo en campo. Entre los factores que determinan la producción de plántulas de buena calidad están el mantener un estado nutricional apropiado por medio de la fertilización, proporcionar niveles adecuados de humedad a través del riego y mantener la sanidad mediante el control de plagas y prevención de enfermedades (Guzmán y Sánchez, 2003; Tuzel y Oztekin 2017), lo que permite obtener plántulas vigorosas y sanas. Un factor fundamental en la producción de plántula de calidad aceptable es el tipo de sustrato y las características propias del material que se utiliza con este propósito (García et al., 2011; Ortega-Martínez et al., 2010). En la producción de plántulas se utilizan comúnmente sustratos comerciales debido a sus características fisicoquímicas; no obstante, la disponibilidad de las turbas en la actualidad cada vez es menor debido a que es un recurso natural no renovable (Tuzel et al., 2014, Tuzel y Oztekin, 2017), son de importación y con precios que se incrementan constantemente (Brito et al., 2015). Como alternativa a los sustratos comerciales existen diversos tipos de materiales orgánicos que se pueden utilizar para este fin y promover el crecimiento de las plántulas (González et al., 2014); para ello, es esencial que sean un medio de cultivo apropiado y que proporcionen los nutrientes necesarios para el buen desarrollo de éstas (Abid et al., 2018).
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Las funciones de un buen sustrato para la producción de plántulas son proveer y mantener niveles adecuados de humedad para la semilla y posteriormente para la plántula, suministrar los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plántulas, tener un buen intercambio gaseoso entre la atmósfera y el sustrato y actuar como soporte físico para la plántula (Rodríguez et al., 2010).
Entre los tipos de sustrato que se pueden utilizar se encuentran los inertes como agrolitas o perlitas y materiales orgánicos como biosólidos (lodos de aguas residuales tratadas), residuos de cosecha, lombricompostas, compostas, estiércol de ganado y aves, abonos orgánicos y suelo, entre otros, en diferentes proporciones (García et al., 2011); adicionalmente, se pueden usar residuos de papel y sustratos agotados
La producción de plántula de buena calidad es importante para los productores de diversas hortalizas, pues esto mejora el establecimiento del cultivo en campo.
del cultivo de hongos, ya que después de un proceso de compostaje y maduración representan una alternativa al uso de los musgos comerciales (Jayasinghe et al., 2010). Estos materiales pueden ser de menor costo y de mayor disponibilidad para los productores de plántula en el ámbito local (Abid et al., 2018); por esta razón, la búsqueda de alternativas para utilizar diversos materiales orgánicos locales como sustratos o componentes de sustratos ha tenido un auge importante en las investigaciones a nivel mundial (Cruz-Crespo et al., 2013). Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue determinar la mejor combinación de abono orgánico comercial (Solep y Fernatol), estiércol local (vacuno y ovino) y fertilización química (0.5, 1.0 y 1.5 g L-1 de la fórmula 20-18-20) para producir plántulas de chile pobla-
no de buena calidad en la región de la Sierra Nevada de Puebla, bajo la premisa de que al menos una combinación de los factores bajo estudio permitirá formular un sustrato apropiado.
MATERIALES Y MÉTODOS.
Sitio experimental y material genético. El experimento se realizó del 16 de marzo al 6 de mayo de 2017 bajo invernadero en las instalaciones de la Unidad Académica Regional Huejotzingo del Campus Puebla del Colegio de Postgraduados, en Huejotzingo, Puebla. El invernadero estuvo cubierto con plástico blanco Calibre 720 con 70 % de transmisión de luz. Se utilizó semilla de chile Poblano de una variedad criolla local (TECALCP-16) cosechada en San Buenaventura Tecaltzingo, San Martín Texmelucan, Puebla en el ciclo 2016.
Sustratos utilizados. Los materiales utilizados como sustratos fueron: a) Solep, abono orgánico comercial de la empresa Soluciones Ecológicas de Puebla, Puebla, México; b) Fernatol, abono orgánico comercial de la empresa Fertilizante Natural obtenido por lombricomposteo, Puebla, México; c) estiércol vacuno, d) estiércol ovino disponibles localmente y colectados de pequeñas unidades de producción ganadera de San Nicolás de los Ranchos, Puebla; e) peat moss a base de musgo de origen canadiense, Sunshine Mezcla 3 grado profesional y f) vermiculita; los dos últimos se utilizan de manera comercial en la producción de plántulas.
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La siembra se llevó a cabo el 16 de marzo de 2017 en charolas de poliestireno de 200 cavidades, en las que se depositaron dos semillas por cavidad. Inmediatamente después de la siembra y antes de cubrir la semilla con una ligera capa de sustrato se aplicó el fungicida Previcur® 1 mL L-1 para prevenir posibles daños por hongos fitopatógenos; posteriormente, las charolas se apilaron y cubrieron con plástico transparente para mantener buenos niveles de humedad y temperatura. Dentro de las charolas cubiertas con plástico se colocó un datalogger (LogTag HAXO-8, Karlsruhe, Alemania) para registrar la temperatura y la humedad relativa durante la germinación y emergencia. La temperatura promedio dentro de las charolas cubiertas fue de 25.9ºC y un promedio de 53 % de humedad relativa. A los 15 días después de la siembra las charolas se extrajeron de su envoltura plástica y se registraron las variables en las plántulas dentro del invernadero. A los 24 días después de la siembra se comenzó a aplicar el fertilizante Technigro® con la fórmula 20N-18P20K tres veces por semana hasta el final del ciclo de la plántula; la concentración de la solución fue de 0.5, 1.0 y 1.5 g L-1 y el volumen aplicado fue hasta el límite de no ocasionar encharcamientos en las charolas. El Technigro® es un fertilizante químico soluble en agua disponible de manera comercial, que además aporta microelementos necesarios para el desarrollo de las plántulas.
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Con el fin de evitar daños ocasionados por hongos fitopatógenos, se hicieron aplicaciones de los fungicidas Previcur® o Prozycar® a concentración de 1 mL L-1 y 2 g L-1, respectivamente cada 15 días. La temperatura dentro del invernadero osciló entre 4.6 y 39.8°C y la humedad relativa de 5.9 a 100 % durante el ciclo de la plántula.
Tratamientos, diseño y unidad experimental. El diseño experimental utilizado fue en bloques completos al azar con arreglo en parcelas divididas con cuatro repeticiones. La parcela grande consistió en la fertilización química (0.5, 1.0 y 1.5 g L-1 del fertilizante 20-18-20) con siete charolas
de poliestireno; la parcela chica fue un grupo de 90 cavidades donde se incluyeron las proporciones de 20, 40 y 60 % de los materiales orgánicos evaluados en términos de volumen. Para los contenidos de clorofila se utilizó un diseño completamente al azar con tres repeticiones y como unidad experimental un grupo de cuatro plantas con competencia completa. En el Cuadro 1 se muestra la descripción, pH, conductividad eléctrica, densidad aparente y porcentaje de humedad de las mezclas evaluadas como sustratos. La aleatorización de bloques (repeticiones), parcelas grandes y parcelas chicas se realizó en el programa Statistical Analysis System 9.4 (SAS Institute, 2013).
Los factores que determinan la producción de plántulas de buena calidad están el mantener un estado nutricional apropiado, proporcionar niveles adecuados de humedad y mantener la sanidad lo que permite obtener plántulas vigorosas y sanas.
Variables de calidad. Para el registro de estas variables se seleccionaron 10 plantas por unidad experimental con competencia completa. Las variables registradas fueron el porcentaje de emergencia (% PE), que se obtuvo por conteo de las plantas emergidas cada tercer día; altura de planta final (AP), que se midió en cm con una regla cada 5 d, AP corresponde a la última lectura registrada a los 52 días después de la siembra; longitud de raíz (LR), se midió en cm a los 52 días después de la siembra; diámetro de tallo final (Di), se midió en mm con un vernier digital Truper Stainless Steel cada 5 d, a los 52 días después de la siembra; número final de hojas verdaderas; lecturas SPAD con medidor SPAD-502 (Tokio, Japón) (Konica Minolta, 1989) en dos hojas, una superior y una inferior y contrarias a su posición, para estimar la cantidad relativa de clorofila presente en las hojas; se determinó el contenido de clorofila a, b y total por extracción con acetona (Aguilar y Peña, 2006), para la determinación y lectura se utilizó
una centrífuga (Hermle modelo Z 326 K, Gosheim, Alemania) y un espectrofotómetro (Thermo- Electron UV/V15, Waltham, Massachusetts, EUA) una semana antes de la cosecha de la plántula.
Variables de acumulación de materia seca. Se determinó el peso seco de brote (PSB) y peso seco de raíz (PSR) en g en una balanza analítica (Explorer® Pro Ohaus, Parsippany, New Jersey, EUA) después de secar las plántulas en un horno de Shel Lab modelo FX28 (Sheldon Manufacturing, Cornelius, Oregon, EUA). Adicionalmente, se calcularon el índice de esbeltez (IE) como la relación entre la altura y el diámetro del tallo, índice de calidad de Dickson (ICD) mediante la fórmula:
ICD = PST/(AP/Di + PSB/PSR) donde: PST es el peso seco total de la planta (g), PSB es el peso seco de la parte aérea (g), PSR
es el peso seco de la raíz (g), AP es la altura de la planta (cm) y Di el diámetro de la misma (mm); se calculó también la relación del peso seco de la parte aérea y peso seco de la raíz (RPAR) (Piña y Arboleda, 2010), estabilidad del sustrato (Es) consiste en la retención del cepellón, clasificada como alta: 100 % (3), media: más del 50 % (2) y baja: menos del 50 % (1) y la facilidad de extracción (Ex) es el desprendimiento de la plántula de la bandeja clasificada como fácil (1), media (2) y difícil de extraer (3) (González et al., 2014).
Análisis estadístico. La información se analizó estadísticamente por medio de análisis de varianza y comparación de medias de Tukey (P ≤ 0.05) con el programa Statistical Analysis System 9.4 (SAS Institute, 2013).
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN. En el Cuadro 2 se muestran los cuadrados medios de las variables de calidad en plántulas de chile Poblano. Se presentaron diferencias estadísticas significativas (P ≤ 0.001) en el 75 % de las variables al considerar el efecto de la fertilización química (F); en los sustratos (S) se observaron diferencias en todas las variables evaluadas y en la interacción de F × S sólo en el 37.5 % de las mismas. De manera general, las diferencias significativas se presentaron principalmente en las variables de altura, diámetro, número de hojas y peso seco de raíz. Ortega- Martínez et al. (2010) mencionan que el efecto de los sustratos en el desarrollo de las plántulas ocasiona diferencias estadísticas significativas en las variables relacionadas con el crecimiento y acumulación de materia seca, lo cual coincide con lo obtenido en esta investigación. Los cuadrados medios de los índices de calidad en plántulas de chile Poblano se muestran en el Cuadro 3. Se observó que para repeticiones (R) hubo diferencias significativas en todas las variables, con excepción de la estabilidad del sustrato, mientras que para fertilización química (F) sólo hubo diferencias estadísticas en tres variables (IE, RPAR y Ex). Los sustratos (S) fueron estadísticamente diferentes (P ≤ 0.001) para todos los índices calculados y variables registradas; para la interacción de F × S sólo la estabilidad del sustrato fue estadísticamente diferente (P ≤ 0.001). Se observaron
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Se utilizan comúnmente sustratos comerciales debido a sus características fisicoquímicas; no obstante, la disponibilidad de las turbas en la actualidad cada vez es menor debido a que es un recurso natural no renovable. diferencias significativas en el índice de esbeltez, relación del peso seco de la parte aérea/raíz y en la estabilidad del sustrato. La calidad de la plántula está asociada a la combinación de sustratos y la aplicación de fertilización química (García et al., 2011), tal como ocurrió en el presente estudio. La interacción de F × S presentó diferencias significativas en la variable estabilidad del sustrato, lo que indica que la combinación de sustratos y la fertilización química influyen en esta variable, que causó en algunos casos el desprendimiento de la raíz y a su vez problemas al momento del transplante (González et al., 2014). Los dos índices de calidad evaluados no fueron afectados por la interacción de F × S. En el Cuadro 4 se presenta la comparación de medias de las variables de calidad en plántulas para las fuentes de variación de fertilización (F) y sustratos (S). El testigo (turba) y los tratamientos al 20 y 40 % de los abonos o estiércoles alcanzaron resultados seme-
jantes en las variables de altura de planta y longitud de raíz; esto significa que en estos indicadores no es necesario utilizar materiales orgánicos importados y que éstos se pueden substituir por abonos orgánicos de origen nacional o, inclusive, por estiércoles disponibles localmente para obtener plántulas de calidad. En las variables de PE, Di y número de hojas se observaron resultados similares entre el testigo y los porcentajes al 20, 40 y 60 % del abono Solep y el estiércol ovino. En las variables de PSB y PSR el abono Solep, Fernatol y el estiércol vacuno al 20 % produjeron la mayor acumulación de materia seca, pero con valores similares al testigo. El estiércol de ovino resultó con la menor acumulación de materia seca en brote al 20, 40 y 60 % en comparación con el testigo. Adicionalmente, en todas las variables para los tratamientos que incluyeron una proporción de 60 % del abono Fernatol y del estiércol vacuno se obtuvieron resultados inferiores en comparación con el testigo y los demás tratamientos.
Como alternativa a los sustratos comerciales existen diversos tipos de materiales orgánicos que se pueden utilizar para este fin y promover el crecimiento de las plántulas.
Las mejores características agronómicas en los tratamientos así resultantes podrían deberse a un mejor aporte de nutrientes y a una retención de humedad más apropiada (Berrospe-Ochoa et al., 2012). Al utilizar un sustrato integrado por diferentes componentes es posible que ocurra una mayor disponibilidad de nutrientes, así como sinergismo entre los mismos, lo que provoca mejoras fisiológicas en las plántulas (Gómez-Merino et al., 2013). El mejor desarrollo o crecimiento de las plántulas se atribuye a la presencia de características físicas apropiadas como aireación y absorción (González et al., 2014) y a características químicas adecuadas en términos de pH y CE de los sustratos (López-Baltazar et al., 2013), lo que indica una mayor humificación de los compuestos orgánicos y hace que estos materiales sean apropiados para su uso como sustratos o componentes de sustratos. En la fertilización química no se observaron diferencias en las variables
PE, AP, Di, Ho, ClS, PSB y PSR tras aplicar 1.0 ó 1.5 g L-1 de fertilizante, lo que indica que no es necesario aplicar concentraciones altas de fertilizantes químicos cuando el sustrato a utilizar incluye abonos orgánicos comerciales o estiércoles locales, mismos que aportan nutrientes esenciales para el buen desarrollo de las plántulas en sus primeras etapas. En longitud de raíz no se observaron diferencias estadísticas significativas al aplicar el fertilizante químico a 0.5 o 1.0 g L-1; sin embargo, los tratamientos con 1.5 g L-1 presentaron menor longitud de raíz, lo que indica, nuevamente, que no es estrictamente necesario utilizar altas concentraciones de fertilizantes químicos. Por lo tanto, bajo un buen manejo de la fertilización, incluyendo elementos mayores y algunos microelementos, podrán obtenerse plántulas de buena calidad (Gómez-Merino et al., 2013). Los resultados indican que los abonos o estiércoles se pueden combinar con otros sustratos en proporciones de 20 y 40 % con fertilización de 1.0 ó 1.5 g L-1.
La comparación de medias de los índices de calidad se muestra en el Cuadro 5. Los valores de índice de esbeltez menores de seis se asocian a plantas de buena calidad (Romero-Arenas et al., 2012), mientras que los valores superiores a 8 indican plántula de baja calidad (Sáenz et al., 2010). En el índice de calidad de Dickson, valores mayores a 0.5 indican plántulas de buena calidad, entre 0.5 y 0.2 calidad media, mientras que valores menores a 0.2 se asignan a plántulas de baja calidad (Sáenz et al., 2010). Este tipo de índices pueden variar dependiendo de la especie, el tipo y proporción del sustrato, el volumen del alveolo y principalmente el momento en que se determinan las variables (Faria et al., 2016); valores aceptables de los mismos indican que la plántula tiene un balance en términos de crecimiento de la parte aérea y radicular, lo cual garantiza un buen desarrollo de la planta (Romero- Arenas et al., 2012).
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Los resultados obtenidos en IE indican que todos los tratamientos presentaron buena calidad, con valores menores de 6, mientras que en ICD el mejor resultado se consiguió con el tratamiento Solep 40 %, con un valor cercano al 0.5, indicador de alta o buena calidad; por el contrario, los demás tratamientos se clasifican como plántula de calidad media, con excepción de los tratamientos con abono Fernatol y el estiércol vacuno al 60 %, los cuales presentan una mala o baja calidad, pues los valores obtenidos son menores de 0.2. En la variable de RPAR, el valor superior se observó en el tratamiento con abono Fernatol 60 % y el valor inferior se presentó con el abono Solep 40 %. Las plántulas obtenidas con el abono Solep no excedieron el valor de 2.5 en RPAR, lo que indica que éstas pueden sobrevivir al trasplante en campo, ya que se evita que la traspiración sea menor que la capacidad de absorción de agua, según lo reportado por (Reyes-Reyes et al., 2005). En las variables de estabilidad y extracción de la plántula de la charola se observó que en la mayoría de los tratamientos, con excepción del abono Fernatol y estiércol vacuno al 60 %, al extraer las plántulas del alveolo se retiraba más del 90 % del sustrato, lo cual es considerado como una alta estabilidad y una extracción de fácil a media.
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La facilidad de extracción y la estabilidad de los tratamientos pudo deberse a que presentan mejores características físicas, al no compactarse y teniendo una cohesión suficiente para no desprender la raíz del cepellón y así no causar problemas en la raíz al momento del trasplante (González et al., 2014). En el efecto de la fertilización química, las variables ICD y Ex no presentaron diferencias significativas, mientras que la variable IE no presentó diferencias al aplicar 1.0 o 1.5 g L-1; en la variable RPAR se presentaron diferencias al aplicar alguna de las tres concentraciones de fertilización. Los resultados indicaron que el utilizar el abono orgánico comercial Solep en proporciones de 20 y 40 % en combinación con una concentración de
fertilización intermedia (1 g L-1) es suficiente para la producción de plántulas de buena calidad. Los cuadrados medios de las cantidades de clorofila a, b y total en las plántulas de chile Poblano se presentan en el Cuadro 6. Se obtuvieron diferencias estadísticas significativas (P ≤ 0.001) para los contenidos de clorofila a, b y total entre las dosis aplicadas de fertilización química, los sustratos evaluados y la interacción F × S. Estas diferencias se deben a que el contenido de N en las hojas está directamente relacionado con el contenido de clorofila y la capacidad fotosintética de la planta (Castro y Blanco, 2018); es decir, existe un efecto directo sobre la cantidad de pigmentos fotosintéticos producidos por las plántulas como consecuencia de las dife-
rentes concentraciones de abonos y estiércoles y por las diferentes concentraciones de fertilización química que se aplicaron. El contenido de clorofila está asociado con el color verde de las hojas debido a que el N es necesario para la síntesis de la clorofila (Betancourt-Olvera et al., 2005; Rincón y Ligarreto, 2010); además, se relaciona con el estado nutricional y el establecimiento y sobrevivencia de las plántulas en campo debido a que el potencial del sistema fotosintético empieza a convertir la energía lumínica en energía química, el N excedente formará parte de los compuestos de reserva, lo que ayuda a la supervivencia, establecimiento, aumento de la tasa fotosintética, acumulación de la biomasa y aumento del rendimiento del cultivo (Gómez-Merino et al., 2013; Rincón y Ligarreto, 2010).
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En el Cuadro 7 se muestran las comparaciones de medias para los índices de calidad en plántulas. Se observaron diferencias entre tratamientos para clorofila a, b y total. El tratamiento con abono orgánico comercial Fernatol 20 % presentó un valor superior en contenido de
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clorofila a y total, mientras que el tratamiento con el abono orgánico comercial Solep 20 % tuvo el mayor contenido de clorofila b. Las menores cantidades de clorofila a se obtuvieron con el estiércol ovino 20 %, mientras que la menor cantidad de clorofila b y total resultó al aplicar el
estiércol vacuno 60 %. Este comportamiento, ocasionado por la alta concentración de abonos orgánicos en las mezclas evaluadas se reflejó en la menor altura de planta en aquellos tratamientos que incluyeron 60 % de estos materiales en los sustratos (Cuadro 4).
CONCLUSIONES.
Entre los tipos de sustrato que se pueden utilizar se encuentran los inertes como agrolitas o perlitas y materiales orgánicos como biosólidos, residuos de cosecha, lombricompostas, estiércol de ganado, entre otros. En la fertilización química se observó que el mayor contenido de clorofila se obtuvo con 1.5 g L-1 de fertilizante 20-18-20. Esta dosis provoca que las hojas contengan más N y con ello sean capaces de sintetizar una mayor cantidad de clorofila y aumentar la acumulación de biomasa (Gómez-Merino
et al., 2013), representada por una mayor altura de planta, diámetro de tallo y número de hojas (Cuadro 4). Por lo tanto, los abonos Fernatol y Solep al 20 %, en combinación con 1.5 gL-1 de fertilización, aumentaron el contenido de N y ésto a su vez el contenido de clorofila en las hojas.
El abono orgánico comercial Solep en proporción de 20 % es recomendable como componente del sustrato para producir plántulas de buena calidad. La fertilización química en concentración intermedia (1.0 g L-1) produce plántulas de buena calidad; por lo tanto, no es necesario aplicar altas cantidades de fertilizantes químicos para producir plántulas de calidad cuando se incluyen estiércoles locales o abonos orgánicos comerciales a una proporción no mayor del 40 % como componentes del sustrato.
AGRADECIMIENTOS. Al Colegio de Postgraduados y al CONACYT por el apoyo económico para realizar la investigación. A la unidad de Prestadores de Servicios Profesionales (PSP) de la Unidad Académica Regional Huejotzingo del Campus Puebla.
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LAS VENTAJAS DE NO MOVER EL SUELO. Por Marco Díaz, CIMMYT.
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n el mundo 52% de los suelos cultivables están moderada o severamente afectados por la degradación. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que sistemas como la Agricultura de Conservación ―que potencia la biodiversidad y los procesos biológicos del suelo mediante la mínima labranza, la cobertura con rastrojo y la diversificación de cultivos― contribuyen a prevenir la pérdida de suelos agrícolas y a regenerar los que están degradados. En México la Agricultura de Conservación es un sistema que aún no se adopta totalmente, pero cada vez gana más adeptos y promotores debido a sus notables efectos positivos para el suelo (y también para la economía de los productores). El ingeniero Luis Rodríguez Ruíz es uno de sus impulsores más entusiastas en el Valle del Carrizo, en Sinaloa.
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Luis Rodríguez Ruíz ― impulsor de la Agricultura Sustentable en el Valle del Carrizo, Sinaloa ― platicó sobre las ventajas de hacer mínima labranza.
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En México la Agricultura de Conservación es un sistema que aún no se adopta totalmente, pero cada vez gana más adeptos y promotores debido a sus notables efectos positivos para el suelo.
Empezamos en 2015 con una parcela y un productor. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) nos prestó una máquina para hacer Agricultura de Conservación, y de ahí le seguimos hasta la actualidad. Hace poco traíamos un programa de 990 hectáreas”, comenta el ingeniero. Entrevistado a un costado de una parcela de trigo que asesora actualmente, el agrónomo explica que las fuertes lluvias de finales de
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2019 complicaron los planes del programa que trabajaba, por lo que fue necesario implementar algunas medidas emergentes:
este caso, ayudó a manejar la humedad, incrementando la evaporación y facilitando la absorción de agua], y así pudimos trabajar bien”.
Teníamos contemplado hacer labranza cero [ningún movimiento del suelo], pero se tuvo que hacer labranza reducida porque al momento de pasar con la sembradora batallamos mucho por la humedad, por eso se decidió hacer una escarificada [movimiento ligero y superficial del suelo que, en
El asesor técnico describe cómo mejora la estructura del suelo cuando este se mueve lo menos posible, da ejemplos concretos de los buenos resultados que ha obtenido con esta práctica sustentable y asegura que para el presente ciclo agrícola espera obtener nuevamente buenos resultados:
Agricultura de conservación
Este método de agricultura sustentable se basa en tres principios: diversificación de cultivos, movimiento mínimo del suelo y cobertura permanente del suelo.
El sistema ha sido bueno en cuanto a productividad: en una parcela tuvimos 5.5 toneladas de trigo por hectárea, y en otros casos, 6 o 6.5 toneladas. Lo más importante es que, disminuyendo labores, no hemos reducido la producción”. Para Luis Rodríguez, la Agricultura de Conservación ha sido clave para superar las dificultades que eventualmente causan las condiciones climatológicas, y tam-
bién es el sistema que promueve como parte del movimiento #AgriculturaConCiencia, el cual articula los esfuerzos de productores y diversos actores estratégicos en el norte del país para consolidar una Agricultura Sustentable y de alta productividad. Como él dice: Los productores saben que estamos disponibles para colaborar con ellos, para asesorarlos y que conozcan el sistema”.
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PRIMER REGISTRO DE ACALITUS ORTHOMERA (KEIFER)
ASOCIADO AL CULTIVO DE LA ZARZAMORA EN MICHOACÁN, MÉXICO.
Img/Koppert
JOSÉ DE JESÚS AYALA-ORTEGA1, JESÚS ALBERTO ACUÑA-SOTO2, ANA MABEL MARTÍNEZ-CASTILLO1, M. B. N. LARA-CHÁVEZ3, MARGARITA VARGAS-SANDOVAL4*
Acalitus orthomera (Keifer) provoca en las zarzamoras ampollas dentro de los brotes, agallas en los peciolos que retrasan o limitan el desarrollo de ramas y de los mismos, y generan ampollas en la base de las drupas.
Acalitus orthomera (Keifer)
es registrado por primera vez en el Municipio de Ziracuaretiro, Michoacán, México, asociado a brotes vegetativos en cultivos de zarzamora; se proporciona información sobre su daño y su importancia en este cultivo es discutida.
El 85% de las especies de la superfamilia Eriophyoidea corresponden a la familia Eriophyidae, con más de 4,000 especies descritas (de Lillo & Skoracka, 2010). Dentro de esta familia destaca el género Acalitus con 97 especies descritas en el mundo (Amrine & Stasny, 1994). En 1970, Wilson reportó a A. batissimus en México y más tarde García-Valencia y Hoffmann (1997) describieron a A. santibanezi; sin embargo, en el país los eriofioideos han sido poco estudiados y por el momento se desconoce el número total de especies presentes (Acuña-Soto et al., 2010).
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Acalitus orthomera (Keifer) ha sido registrada en Estados Unidos de América, Nueva Zelanda y Polonia (Amrine & Stasny, 1994) asociada con zarzamoras cultivadas; en estas plantas provoca ampollas dentro de los brotes, agallas en los peciolos que retrasan o limitan el desarrollo de ramas y de los mismos, y generan ampollas en la base de las drupas (Baker et al., 1996); sin embargo, a pesar de estos daños, este eriófido no ha sido considerado de importancia económica para el
cultivo. Recientemente en Brasil fue asociado a los frutos, pero su relación con el descoloramiento de las drupas no es clara (Trinidad et al., 2108). Por otra parte, las especies A. essigi (Hassan) y Phyllocoptes gracilis (Nalepa) si están directamente relacionadas con el daño en el fruto y en infestaciones severas lo secan, mermando su calidad, lo que ocasiona pérdidas en su comercialización (Davies et al., 2001; Pye & de Llilo, 2010).
Las especies A. essigi (Hassan) y Phyllocoptes gracilis (Nalepa) sestán directamente relacionadas con el daño en el fruto y en infestaciones severas lo secan, mermando su calidad, lo que ocasiona pérdidas en su comercialización. En el mes de mayo del 2016, en el huerto denominado “Santa Marcela” ubicado en el municipio de Ziracuaretiro, fueron recolectados brotes tiernos y frutos de zarzamora Rubus fruticosus var. tupy, los cuales se colocaron en bolsas de polietileno con cierre hermético. Se llevaron al laboratorio de Acarología de la Facultad de Agrobiología “Presidente Juárez” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Los ácaros se extrajeron, preservaron y montaron de acuerdo con lo propuesto por Amrine y Manson (1996). La determinación taxonómica a nivel de género se basó en Amrine et al. (2003). La confirmación específica del eriófido encontrado se realizó empleando la descripción original realizada por Keifer (1951). Las imágenes de los especímenes fueron tomadas con microscopía diferencial de contraste de interferencia (DIC) y los trabajos morfométricos fueron realizados tomando fotografías en microscopía de contraste de fases. Las imágenes se analizaron mediante el programa Image Tool 3,0 (Wilcox et al., 2002). Las medidas se presentan en
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μm y son el promedio del total de ejemplares; las máximas y mínimas están entre paréntesis. Los ejemplares obtenidos fueron depositados en la colección de referencia de plagas agrícolas de la Facultad de Agrobiología “Presidente Juárez”.
Material examinado: Acalitus orthomera (n = 15), Michoacán, Ziracuaretiro, huerto “Santa Marcela”; 19° 24’ 50.22’’ N, -101° 55’ 12.60’’ O; 1,317 msnm; VI-2016; 15♀ ex Rubus fruticosus var. tupy, (brotes vegetativos); Col. Ayala-Ortega.
Acalitus orthomera (Keifer, 1951) Diagnosis: Hembra. Cuerpo. Vermiforme de 192 (180–200) de largo por 37 (35–40) de ancho. Gnatosoma. Pequeño y curveado hacia debajo, de 20 (18–21) de largo. Escudo prodorsal (Fig. 1). Con forma subtriangular, de 29 (27–31) de ancho y 23 (21–25) de largo, con un diseño de líneas distribuidas de la siguiente manera: línea media presente, líneas admedias divergiendo posteriormente, primera línea lateral orientada hacia atrás y bifurcándose delante de los tubérculos dorsales; las líneas se hacen menos evidentes lateralmente debido a numerosas líneas cortas que se intercalan con las líneas centrales; lateralmente presenta una prominente mancha “ocelar”. Tubérculos dorsales en el margen posterior del escudo y separados por 17.5 (15.5–19.5); sedas sc de 20 (18–23) de largo y proyectadas hacia atrás. Patas I. De 23 (23–25) de largo; tibia sin la seda bv, y de 6 (4–8) de largo; solenidio de 6 (4–7); empodio de cuatro ramas. Patas II. De 21 (19–23) de largo; tibia de 2.5 (2–3.5); tarso de 5 (4–7); solenido de 7.5 (5.5–9.5). Región coxigenital. Con uno o dos anillos incompletos y uno a dos anillos completos. Platos coxisternales. Totalmente microtuberculadas, las coxas anteriores unidas hacia el margen anterior. Apodemas prosternal apenas visible. Opistosoma. Con 68 (65–70) anillos completamente microtuberculados, los microtubérculos son pequeños y redondeados; seda lateral c2 de 21 (20–22) de largo, en el anillo 10 (9–11) desde el escudo prodorsal; seda d de 35 (32–36), en el anillo 22 (20–24); seda e de 26 (24–27), en el anillo 41 (39–43); seda f de 12 (11– 14), en el anillo 5 (4–6) desde el final del opistosoma; sedas accesorias h1 aparentemente ausentes. Apodema genital. Son anteriormente acuminados. Genitalia externa. De 18 (17–20) de ancho y de 10 (9–11) de largo, la placa que la cubre, presenta de 10 (9–11) costillas irregulares y longitudinales; seda 3a de 11 (9–12) de largo (Fig. 1). Macho. No encontrado.
Figura 1. Acalitus orthomera (Keifer, 1951), Derecha. Detalle del escudo donde se aprecia el diseño de líneas que lo conforman, así como las prominentes manchas “ocelares”. Izquierda. Detalle de la región coxigenital, donde se aprecia el diseño de la placa que cubre la genitalia. Barra de escala 20 µm. Observaciones de campo: En este estudio las poblaciones de A. orthomera fueron bajas, de entre 10 y 15 ácaros por yema, sin observarse daño como lo reportado en otras partes del mundo (Baker et al., 1996). Por su parte, Rebollar-Alviter et al. (2013) la reportan en yemas vegetativas necrosadas, indicando que no hay una correlación directa entre el daño y la presencia de A. orthomera en Michoacán. Se ha reportado otra especie de Acalitus pero asociada al fruto (Lemus-Soriano et al., 2016); estos autores mencionan que los daños ocasionados pueden causar pérdidas del 60 al 100% en la producción de la frutilla, pero no profundiza en la taxonomía de la especie. Es posible que se trate de A. essigi (Hassan), la cual Lemus-Soriano (2017) menciona que está presente en la región productora de zarzamora en Michoacán desde el 2012. En el presente estudio no se encontraron
eriófidos en el fruto y es probable que A. essigi haya sido determinada erróneamente, cuestión que se hace irresoluble al no tener el material para su corroboración y, por el momento, su presencia en el estado es dudosa. AGRADECIMIENTOS. A Rogelio Rubio Maldonado, propietario de las huertas de Ziracuaretiro, por permitirnos realizar las colectas. A la Coordinación de la Investigación Científica, UMSNH por el apoyo al proyecto “Estudio de los ácaros plaga y depredadores en el cultivo de la zarzamora en los municipios de Taretan y Ziracuaretiro”, a CONACyT por la beca de los estudios de maestría del primer autor. A la Bióloga Guadalupe López Campos y el Dr. Ignacio M. Vázquez Rojas por el apoyo para la toma de las fotografías en el laboratorio de acarología “Anita Hoffman” de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
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Los retos del T-MEC para el agro mexicano en tiempos de COVID.
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Existen algunos retos que pudieran imponer barreras o restricciones a las exportaciones agroalimentarias mexicanas, sobre todo en materia laboral en donde se contempla el trabajo forzoso y el trabajo infantil; ya hay señalamientos que en algunos productos y regiones de nuestro país se llevan a cabo este tipo de prácticas, para ello y con el objetivo de prevenir afectaciones, se ha formado un grupo de trabajo en donde participan la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Secretaría de Economía y el Consejo Nacional Agropecuario, están trabajando para dar a conocer a las empresas del sector agroalimentario las condiciones y el cumplimiento de las obligaciones en materia laboral; asimismo, implementando un mecanismo de autoevaluación denominado Estándar DEAR T-MEC que permitirá a las empresas poder realizar un diagnóstico de su situación con el fin de evitar problemas subsecuentes. Existe una amenaza también para el sector mexicano exportador de alimentos a Estados Unidos que pretende imponer un esquema de estacionalidad que por ciertos periodos de tiempo impidan o establezcan alguna medida
para que no afecten a sus productores nacionales, principalmente de Florida y Georgia, esto va totalmente en contra de lo establecido en el nuevo tratado y viola las reglas establecidas en la Organización Mundial de Comercio. Al respecto se ha realizado un trabajo conjunto y coordinado con el Gobierno Federal, el propio Presidente de la República, Lic. Andres Manuel Lopez Obrador, señaló y se comprometió en la Asamblea del Consejo Nacional Agropecuario celebrada a finales de febrero de este año, que en caso de que Estados Unidos cometa una injusticia y una medida arbitraria el Gobierno de México apoyará a los productores nacionales. El nuevo tratado representa nuevos retos para el sector agroalimentario nacional, sin duda la experiencia de 26 años del TLCAN ha generado empresas y productores más competitivos, inmersos en procesos eficientes y sustentables de producción, así como en procesos de certificaciones de calidad, inocuidad y de responsabilidad social, este tratado modernizado permitirá fortalecer y consolidar esta relación comercial en beneficio de toda la región y de todos los que habitamos en ella.
F/ EL SOL DE MÉXICO/Director General Consejo Nacional Agropecuario
El nuevo tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, el T-MEC, inicia en un momento muy complejo, en el entorno de la pandemia del Covid-19, en medio de una contracción económica mundial e inmerso en un proceso electoral de la presidencia de los Estados Unidos y su crisis comercial con China. Es la modernización del TLCAN, al cual se incorporaron 10 nuevos capítulos y se actualizaron 24. Dentro de los nuevos capítulos están aduanas y facilitación comercial, comercio digital, anexos sectoriales, laboral, medio ambiente, pequeñas y medianas empresas, anticorrupción, competitividad, buenas prácticas regulatorias y política macroeconómica. El principal atributo del T-MEC es la certeza jurídica y la existencia de reglas claras. El libre comercio ha permitido aprovechar las ventajas comparativas de los miembros de la región: granos, algunos cárnicos versus frutas, hortalizas, ciertos productos agroindustriales y también cárnicos. Lo que se maneja como un mercado complementario, en donde exportamos lo que ellos necesitan e importamos productos en donde nuestro país es deficitario; sin duda, el mayor beneficio de la apertura comercial lo es el consumidor.
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MONITOREO, CONTROL Y CAPACITACIÓN, HERRAMIENTAS CONTRA EL VIRUS RUGOSO DEL TOMATE (ToBRFV).
D
esde hace a l g u n o s años, muchos de los agricultores del mundo enfrentaban un enemigo implacable con los cultivos: el virus rugoso del tomate (ToBRFV, por sus siglas en inglés); un tobamovirus que ataca los cultivos hortícolas y ornamentales, siendo altamente transmisible. Su aparición fue reportada por primera vez en 2014 en Israel y en 2016 en Kuwait y Arabia Saudita. Ante las primeras apariciones en México, especialistas, asesores y técnicos de campo establecieron una serie de medidas para evitar o reducir el impacto de este virus en los cultivos. Para conocer una de éstas estrategias de manejo contra el rugoso del tomate, conversamos con el Ing. José Luis Noris Espinoza, Jefe de Entomología de Agrícola Chaparral (Culiacán, Sinaloa), que por su volumen de producción, exportación, superficie y empleos generados, es una de las más importantes de la región.
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REJ. Ingeniero José Luis ¿cuáles son las indicaciones para los técnicos y tener una identificación temprana del rugoso? R. Una de las estrategias principales de la agrícola es formar a técnicos y supervisores de campo para conocer los síntomas de la planta y posteriormente en fruto. Hacer monitoreos constantes, capacitamos a la gente responsable del monitoreo, que tengan siempre a la mano en un dispositivo electrónico imágenes de los síntomas en la planta. Si los síntomas visibles en la planta coinciden con una planta infectada, realizar las medidas fitosanitarias.
Otra estrategia muy importante es la inocuidad, la sanidad en el personal. Hacemos constantemente sanitización en el personal, en herramientas de trabajo, baldes de corte, en la ropa del jornalero (nos aseguramos que se la cambie diariamente, realizando inspecciones de mayordomos cada mañana, al llegar el personal y verificamos que las personas no lleguen con la misma ropa) también, tenemos gente desinfectando a las entradas de las mallas con gel, cuaternarios; con esto, tenemos una buena desinfección de manos, antes de que el personal tenga contacto con la planta.
Ing. José Luis Noris Espinoza, Jefe de Entomología de Agrícola Chaparral.
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REJ. ¿Cuántos años tienen combatiendo este virus? R. Este virus, está presente en Sinaloa desde hace dos temporadas y a base de experiencia en otros estados, en conocerlo e identificarlo, saber que la diseminación es mecánica y que es muy explosiva su propagación nos ayudó a tomar medidas. En los estados donde inició empezamos a ver daños fuertes, entonces, cuando se presentó en los cultivos de Sinaloa, lo primero
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que hicimos fue tener resguardo con sanidad. Cabe mencionar que no teníamos medidas tan estrictas a comparación de este año. Por ejemplo, ese año, se presentó en varias partes del estado y donde el personal que no conocía los síntomas del rugoso tuvo grandes pérdidas; estamos hablando del cincuenta por ciento, pero teniendo un buen manejo, ésta pérdida no llega al veinte por ciento en perdida de frutas.
REJ. ¿Cuándo detectaron el virus rugoso en la agrícola por primera vez, en qué etapa estaba el cultivo y qué porcentaje de perdida tuvieron? R. Detectamos el virus antes del primer corte de la temporada, estamos hablando de 60 días de plantado, no recuerdo exactamente el porcentaje de perdida, pero si fue una grande, ya que el rugoso se empieza a detectar a los 45-60 días los síntomas en el follaje.
+ Contenido
Como agrícola lo hemos estudiado, hemos contabilizado en cuanto tiempo se disemina de una planta a otra. Hicimos una observación que de plantas infectadas a un surco continuo libre del virus; realizamos un desoje y un desenrede para ver en cuanto tiempo el virus se diseminaba a otra planta continua y determinamos que en 5 días ya tenemos los primeros síntomas en una trasmisión mecánicamente. REJ. ¿Este año, qué hicieron en la agrícola para minimizar el impacto del rugoso? R. Para minimizar el impacto de éste virus, implementamos los protocolos de sanidad, no solo entomológicos, tiene que incluir todas las áreas, para tener un trabajo bien hecho; desde como comenzar a hacer las labores, los cortes, hasta las aplicaciones. Un protocolo de sanidad, donde estén relacionados desde administrativo, hasta campo y de ahí, ver las experiencias de un año a otro, lo que ha estado funcionando y que no. En verdad, han sido muchos cambios que han surgido para mejorar, afortunadamente, hemos llegado a convivir porque éste es un virus, que va llegando a México y específicamente a Sinaloa, y no nos lo vamos a quitar el día de mañana. Vamos a tener que convivir con el y estar de la mano, pero con la seguridad de que no llegará a atacar tu cultivo, mediante tus procesos de inocuidad. REJ ¿Esta primera experiencia que enseñanza les trajo? R. La primera experiencia fue el conocer bien el virus y los síntomas en la planta, ya que era un virus que no se conocía aquí. Aunque está dentro del grupo de los tobamovirus de los cuales aquí conocemos al mosaico del tabaco, del pepino, etc. Pero éste virus es mucho más rápido, más peligroso.
REJ. ¿En el caso de detectar una planta infectada dentro de la nave, cual es el protocolo a seguir dentro de la agrícola? R. Al detectar un planta con síntomas físicos, se corren inmunotiras para el (ToBRFV), y si da positivo a éste, puede ser que sea rugoso, entonces, si son 10,15, 20 plantas, incluso si son 100 tenemos que arrancarlas no hay que dejar ninguna porque siempre puede haber sin que se haya manifestado, como dice el dicho muerto
el perro se acaba la rabia, hay que eliminar esas primeras matas y así hemos logrado que no se nos contagie mas adelante. REJ. ¿Todas éstas estrategias, qué resultados les han dado? R. Hemos tenido presencia y mínima presencia últimamente, en base a éstas estrategias de sanidad y más que nada, de hacer cultura con la gente cultura de que, de sanidad. A la gente hay que estarle hablando, dándole platicas, capacitarlas con imágenes a la entrada de las mallas. Hacerles conciencia de que es un virus y que se trasmite mecánicamente y desafortunadamente el principal trasmisor del virus es el jornalero. Así que tenemos que capacitar al jornalero, que anda diario en las plantas; a éstas personas las tenemos que capacitar en la identificación de los síntomas y el trabajo que debe hacer. REJ. Ustedes como responsables del control de enfermedades ¿Se puede decir que ya no hay temor o ya hay un nivel eficiente para controlar este problema? R. Para éste problema el temor nunca se quitará, en verdad no respeta variedades, aunque si hay variedades que resisten un poquito más el daño, por ejemplo, hay variedades que son explosivas en crecimiento, en brotes donde tiene que haber manipulación mecánica más temprana de desoje, pero también hay variedades, donde se manipula menos la planta y por lógica tienes menos posibilidad de trasmitir una enfermedad de manera mecánica, en experiencia, no hay que dejar de tener temor, ni los cuidados. A veces, las confianza nos puede ganar, no hay que decir lo dominé, no, todos los años son diferentes, condiciones climáticas, etc. Es un virus que va llegando y tenemos que aprender a convivir con el.
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El virus rugoso del tomate (ToBRFV) ataca los cultivos hortícolas y ornamentales, siendo altamente transmisible. Su aparición fue reportada por primera vez en 2014 en Israel en 2016 en Kuwait y Arabia Saudita. REJ. En cuanto a la confirmación de las semillas libres de virus del rugoso ¿Ustedes se encargan de esa parte? R. El proveedor tiene que entregar la semilla certificada, incluso ellos mismos mandar a analizar para descartar contaminación; tenerlas en cuarentena antes de llegar a México, pero si la agrícola quiere aumentar el nivel de seguridad, se mandan las semillas a laboratorios para confirmar sanidad. REJ. ¿Qué recomendaciones haría a sus compañeros, encargados de otras agrícolas, sobre el manejo de este virus?
Para conocer una de éstas estrategias de manejo contra el rugoso del tomate, conversamos con el Ing. José Luis Noris Espinoza, Jefe de Entomología de Agrícola Chaparral.
R. En base a mi experiencia, podría decir siempre que no hay que confiarnos, aunque digamos “ya lo dominé”; es muy importante capacitar al personal, mayordomos, monitoreadores; pero la persona que trasmitirá el virus es la persona que está diario en la planta que es el jornalero, entonces, es la persona que debemos capacitar principalmente, hacer conciencia de que si no se hace el uso adecuado de desinfecciones, ya sea en ropa, herramienta de trabajo, en manos, vamos a tener problemas fuertes. Al final, lo que nos hace daño en destino es el fruto, entonces, si tiene que haber una supervisión muy estricta en el empaque, para que no se nos vaya en una caja ya sea una o dos frutas a destino. Es así, como el Ing. Noris compartió la estrategia de Agrícola El Chaparral para mantener los cultivos de tomate libres o dentro de los márgenes permisibles al virus rugoso del tomate, un virus que tiene en alerta a los agricultores del mundo.
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Evaluación económica de la respuesta del
CULTIVO DE LA PIÑA AL RIEGO. Dr.C. Camilo Bonet Pérez1, MSc. Pedro Guerrero Posada, MSc. Dania Rodríguez Correa, Téc. Gerónimo Avilés Martínez MSc. Bárbara Mola Fines. Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola (IAgric), Filial Camagüey, Cuba.
E
s conocido que las características morfológicas y fisiológicas del cultivo de la piña le permiten bajo las condiciones climáticas características de Cuba garantizar determinados niveles de producción sin el empleo del riego o con la aplicación de niveles limitados de agua. Los principales países productores de esta fruta utilizan el riego como vía para suplir el déficit de humedad cuando las lluvias no son suficientes o están mal repartidas, lo cual es característico de las zonas tropicales y sub tropicales en las que se concentra la producción. En Cuba durante muchos años la actividad de riego no estuvo contemplada en los programas de producción de este cultivo, en estudios realizados durante la década del 80 se demostró que a pesar de su alta resistencia a la sequía responde positivamente al riego según Bonet et al. (2015) y Bonet (2016); de estos resultados se derivaron las posteriores inversiones en tecnología de riego en las grandes áreas dedicadas a su producción en la provincia Ciego de Ávila. A partir de ese momento el riego se ha aplicado en las plantaciones de piña de esta provincia de forma inestable empleando diversas tecnologías. Según estudio realizado con el cultivar Española Roja en Ciego de Ávila por Bonet (2016), se demostró que la evapotranspiración del cultivo fue menor de 3 mm d-1, alcan-
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zando el máximo valor durante la etapa fisiológica de floración y desarrollo del fruto. El efecto del agua sobre el cultivo se refleja no solo en el desarrollo de la plantación sino también en el rendimiento del cultivo según Bonet y Guerrero (2012); obteniendo una alta relación del rendimiento con la evapotranspiración y el agua aplicada por riego (Bonet et al., 2010, 2014). A pesar de estos resultados, en diversos escenarios se ha mantenido el criterio de que dada la baja evapotranspiración del cultivo de la piña y su alta resistencia a la sequía,
no se justifica económicamente la aplicación del riego; durante el estudio del efecto del agua en el rendimiento del cultivo quedó demostrada la relación existente entre ambos parámetros, interesa entonces valorar los criterios económicos sobre la producción de piña con diferentes alternativas de manejo del agua de riego e incluso sin empleo del riego aprovechando las características climáticas de Cuba que garantizan un nivel medio de precipitaciones superior a los 1200 mm anuales. El objetivo de este trabajo es valorar el efecto económico del riego en el cultivo de la piña.
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MÉTODOS. Con vistas a tener un criterio económico sobre la factibilidad del riego en este cultivo se determinan la rentabilidad y el tiempo de recuperación de la inversión, se comparan diferentes variantes de manejo del agua, incluyendo la producción en condiciones de secano, para ello se utiliza la información de partida disponible respecto al agua consumida y la producción obtenida durante la fase experimental de estudio de la ETc de la piña en la provincia Ciego de Ávila (Bonet, 2016). La evaluación se realiza según los criterios de Baca (1993) citado por Brown (2000). Para la realización de los cálculos se utilizan las siguientes ecuaciones:
donde: Cr-Costo del riego ($/ha); Csr-Costo del sistema de riego ($/ha); Ci-Costo de instalación del sistema de riego ($/ha); Co-Costo de operación del sistema de riego ($/ha); Cm-Costo de mantenimiento del sistema de riego ($/ha); Ca-Costo de amortización del sistema de riego ($/ha); Bb-Beneficio bruto marginal ($ ha-1); Re-Rendimiento esperado (t/ha); Pe-Precio esperado ($/t); In-Ingreso neto anual ($ ha-1); CT-Costo total anual ($ ha-1); Cc-Costo de producción anual del cultivo sin riego ($ ha-1); TRI-Tiempo de recuperación de la inversión (años); RF-Rentabilidad financiera; UNDI-Utilidades netas después de impuestos ($ ha-1); I-Inversión inicial ($ ha-1); RI-Rendimiento de la inversión; Iu-Impuesto sobre utilidades (%); B/C-Relación beneficio costo.
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Se utilizó como información base los resultados sobre el rendimiento del cultivo ante diferentes condiciones de aseguramiento de agua, así como su composición por calidades según la norma NC 7726:12 (2012), obtenidos en condiciones experimentales (Bonet, 2016). En las Tablas 1 y 2 se reflejan los resultados.
Para el cálculo del costo total del riego se dispone de la siguiente información:
• Costos de producción, calculados para tres ciclos de producción considerando que los aspectos referidos a la semilla y la siembra sólo se efectúan al inicio del proceso productivo
• Costos de operación, determinados a partir del régimen de riego calculado para los suelos predominantes en las áreas de piña en la provincia. • Eficiencia del sistema de riego: 80%
• Costo del sistema de riego (IAgric, 2009a, 2009b).
• Intensidad de lluvia del sistema de riego por aspersión empleado: 5,0 mm·h-1
•Costos de instalación (trazado, excavación, montaje, prueba hidráulica y rehincho).
• Tarifa de cobro de electricidad y costo del agua (Cuba-Ministerio de Finanzas y Precios, 2012).
Con el precio de venta establecido para las distintas categorías según la Gaceta Oficial de la República de Cuba (2016), se calcula el precio esperado de la producción y considerando el rendimiento potencial según Bonet (2016), se obtiene el valor de la producción. Los cálculos han sido elaborados en base a una programación de riego para un año medio en las condiciones de la provincia Ciego de Ávila. Para el desarrollo del trabajo se utilizan los siguientes Software: Microsoft Office Word 2007, Microsoft Office Excel 2007, Corel Graphics Suite 11, Map Info Professional 9.0 y Auto CAD 2007, así como el programa estadístico Visor SPSS (11.5).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN. En la Tabla 3 se refleja el Beneficio bruto marginal en diferentes alternativas de manejo del riego.
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Estos resultados indican que en un ciclo del cultivo (3 cosechas) se recupera la inversión de riego, con los valores más favorables en la variante de total satisfacción de la demanda hídrica del cultivo. Al comparar los criterios de manejo del agua se obtienen los resultados mostrados en la Tabla 5. Para la determinación del impuesto sobre utilidades se utilizó un índice de 0,75 (ONAT (Oficina Nacional Administración Tributaria), 2012). Los resultados confirman la efectividad económica de la respuesta del cultivo al riego; en las dos Con la información disponible se determinó el número de horas de riego durante los tres ciclos, con lo cual se calcularon los gastos por el consumo de agua, electricidad y salarios. Considerando las características del sistema de riego y las normas del Minag (2006), se asumió el periodo de vida útil, con lo cual resultan índices de 6,7% para la amortización y del 1% para el mantenimiento respectivamente (Tabla 4). La Figura 1 refleja el ingreso neto resultante de la aplicación del riego. Se observa que al garantizar la máxima demanda hídrica del cultivo
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durante todo su ciclo se obtiene el mayor beneficio económico lo cual está dado tanto por el incremento de los rendimientos como por una mejor composición de calidades, sin embargo, la aplicación del riego limitado e incluso la producción en condiciones de secano produce también resultados satisfactorios, resultado que se justifica por la capacidad de este cultivo de resistir períodos de sequía y su baja evapotranspiración, así como por las condiciones climáticas del país que garantizan un alto régimen de precipitaciones durante varios meses del año (Bonet y Guerrero, 2016).
alternativas de manejo del agua los resultados son satisfactorios, pero se observa que al garantizar la máxima demanda hídrica del cultivo durante todo su ciclo se obtiene el mayor beneficio económico. Estos resultados se reflejan en una mayor productividad del agua, reflejo de la efectiva relación agua rendimiento en este cultivo, resultado que coincide con otros cultivos estudiados en las condiciones de Cuba según (González et al., 2013), sin embargo, la aplicación del riego limitado e incluso la producción en condiciones de secano produce también resultados satisfactorios, resultado que se justifica por la capacidad
Beneficio económico Costo total 300 250
251.9
Valor de la producción 223.8
200 150
168.4 202.5
175.9
100
134.8
50 0
49.4
47.9
33.6
80% W máx
70% W máx
Secano
FIGURA 1. Ingreso neto en diferentes alternativas de manejo del agua ($ ha -1).
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de limitaciones en el suministro de agua como las que se pueden pronosticar para el futuro por los efectos esperados del cambio climático según Planos, 2014 y Duarte et al., 2017), en la medida en que el año sea más seco mayor será la diferencia entre un régimen de riego óptimo y un riego limitado. Debe considerarse además el beneficio económico adicional que representa para el productor nacional el hecho de que la disponibilidad de sistemas de riego le permite, aprovechando la compatibilidad del clima con las exigencias del cultivo, efectuar siembras durante todo el año sin depender de la lluvia. Los resultados justifican la aplicación de una programación de riego deficitario controlado en el cultivo de la piña a partir de: Durante las etapas de desarrollo vegetativo y cosecha puede adecuarse la programación del riego, procurando mantener el balance de humedad sobre el 70% CC, para lo cual debe hacerse una utilización eficiente de la lluvia. Una práctica recomendable durante el riego de la piña es la utilización del mulch con vistas a reducir los índices de evaporación desde la superficie del suelo.
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CONCLUSIONES.
de este cultivo de resistir períodos de sequía y su baja evapotranspiración según Segura (2008), así como por las condiciones climáticas del país que garantizan un alto régimen de precipitaciones durante varios meses del año. El número de riegos calculado para la garantía de la demanda de agua de la piña en los tres ciclos osciló entre 89 y 95 para los tres tipos de suelos predominantes en las áreas dedicadas al cultivo (Figura 2). Con el valor medio de una serie de 20 años de precipitaciones en las áreas de estudio se calculó la lluvia aprovechable, obteniéndose un valor anual de 725,6 mm, lo cual justifica el criterio de su utilización para la evaluación de las necesidades de riego en el cultivo de la piña; esto confirma las posibilida-
des de este cultivo de garantizar determinados niveles de producción aún en condiciones de sequía si se logra un manejo adecuado del agua según Bonet et al. (2013); en este sentido tiene especial significación el tratamiento a las plántulas de piña obtenidas mediante reproducción in vitro, por cuanto se ha demostrado que mediante una efectiva preparación durante la fase de aclimatización, las plantas logran adaptarse mejor a condiciones de sequía una vez trasladadas a plantación (Rodríguez et al., 2016a, 2016b). Reportes presentados por los autores Bonet et al. (2014), manifiestan la eficiencia de uso del agua de este cultivo, lo cual unido a los resultados de la evaluación económica permiten diagnosticar variantes de manejo del riego en condiciones
N° Riegos
1° Ciclo 2° Ciclo 3° Ciclo
50 40 30
0
II - A
II - W
IV - B
FIGURA 2. Número de riegos aplicados al cultivo durante los tres ciclos. IIA. Suelo Ferralítico Rojo Típico; II W. Suelo Ferralítico Rojo Compactado; IV B. Suelo Ferralítico Amarillento Concrecionario
El riego de la piña en las condiciones de la provincia Ciego de Ávila resulta económicamente apropiado, obteniendo los mejores resultados cuando se garantiza el 100% de la demanda hídrica del cultivo.
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ZANAHORIA PROBLEMAS EN LA RAÍZ.
Zanahorias con huecos en su interior. Causas: Deficiencia de calcio, exceso de potasio, otros. La deficiencia de calcio, el exceso de potasio y posiblemente alguna enfermedad, son los causantes de este tipo de problemas en las zanahorias. Para prevenir, lo mejor es mantener el suelo húmedo pero no encharcado, añadir yeso o un poco de cal si el pH de nuestra parcela se encuentra por debajo de 6,2, y como último consejo evitar fertilizantes con gran cantidad de potasio.
Zanahorias agrietadas. Causas: Daños por heladas, riego irregular. Las temperaturas inferiores a -1 grado centígrado producen estas grietas en el fruto. Una buena forma de aminorar el efecto de las temperaturas es utilizar un acolchado que nos ayude a mantener estable la temperatura del suelo, además un acolchado también nos ayudará a mantener la humedad del suelo y ahorrar agua reduciendo la frecuencia de riego. El riego irregular también provoca estas grietas, mantén el suelo húmedo y no dejes que se seque. Una combinación de acolchado, riego por exudación y un programador de riego será nuestro mejor as bajo la manga.
Zanahorias son deformes y bifurcadas en varias raíces. Causas: Compactación del suelo. El suelo de tu parcela está compactado y necesita ser trabajado. Si quieres seguir cultivando zanahorias deberás labrar el suelo y añadir una buena cantidad de compost para dejarlo poroso.
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Zanahorias son verdosas en su parte superior. Causas: Exposición a la luz. Si las raíces de tus zanahorias son de color verde, es por que la luz del sol está incidiendo sobre ellas. La solución es de lo más sencilla, añade compost y asegúrate de que se queden bien cubiertas.
La zanahoria se cultiva por su raíz, que normalmente es de color naranja, aunque existe una gran variedad de colores, tamaños y formas. ... A continuación algunas enfermedades que afectan el cultivo de zanahoria.
Las raíces apenas se han desarrollado. Las zanahorias están deformes y además está cubierta por un montón de hilos que tienen la apariencia de raíces. Causas: Nematodos Evita futuros problemas con los nematodos aplicando quitina al suelo. También puedes plantar entres tus zanahorias caléndulas y mezclas de flores para cultivo ecológico (preparados de semillas de diferentes tipos flores) que ahuyentan a los nematodos del suelo y nos sirve como tratamiento preventivo.
Las zanahorias o su corona se pudren. Causas: Hongos y bacterias. La putrefacción de las zanahorias o de alguna de sus partes están íntimamente relacionadas con los suelos encharcados y a la proliferación de hongos y bacterias a causa del encharcamiento. Evita los suelos con mal drenaje. En el caso que no tengas otra alternativa, utiliza el cultivo en camas elevadas para mejorar el drenaje.
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F/- Escrito por Marta Rosique - Planeta en verde.
Causas: Deficiencia de nutrientes, temperaturas extremas. Una zanahorias pequeñas son causa de una deficiencia de potasio o un exceso de calor. Un color pálido y un sabor pobre son debidos a una deficiencia de magnesio, fósforo y a temperaturas muy bajas o muy altas. Si tus problemas son las temperaturas altas procura cultivar en una zona de sombra, en el caso de que ya las hayas cultivado proporcionales una zona de sombra. Con las temperaturas bajas el acolchado nos ayudará a mantener la temperatura de suelo. Para la deficiencia de nutrientes nada mejor que un fertilizante 100% ecológico con todos los nutrientes necesarios.
Manejo agroecológico para la restauración de la calidad del suelo.
E
n la Región de Huatusco, se cultiva predominantemente café bajo sombra y se practica la ganadería extensiva con doble propósito, actividades que a lo largo del tiempo han desplazado a la vegetación del bosque de niebla, reduciendo el espacio para la flora y fauna endémicas, y de la calidad de los servicios ambientales que proporcionan estos sistemas naturales. Los sistemas diversificados de producción como alternativa al cultivo convencional buscan lograr la resilencia del sistema; es decir, que se recupere el socioecosistema de las perturbaciones causadas por las prácticas agrícolas convencionales y la cosecha. En el Centro Agroecológico ‘Las Cañadas’ localizado en Huatusco, Veracruz, se implementó el manejo agroecológico de los sistemas de producción desde hace aproximadamente 25 años, como alternativa a los efectos negativos ocasionados por la agricultura convencional. Esta transformación se sustentó en los principios de los sistemas cerrados, es decir, lo que se extrae del suelo a través de la producción, se devuelve a través del uso de desechos orgánicos producidos en el mismo sistema. Además, también consideran los pilares agroecológicos (Gliessman, 1998, 2002; Altieri y Nicholls, 2007), esto es, sistemas diversificados de bajos insumos y el manejo orgánico del suelo. Las Cañadas pueden considerarse casi orgánico, conformando un sistema de reciclaje de nutrientes con mínimas pérdidas. La producción de alimentos y satisfacción de necesidades humanas manteniendo la salud de los recursos naturales es el principal objetivo del Centro Agroecológico.
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La Cañada, por lo cual, han implementado diversas técnicas de producción: sistemas silvopastoriles para cubrir las necesidades de lácteos, cultivo en callejones y con poca labranza del suelo para la producción de maíz, frijol
y tubérculos, así como de leña; método biointensivo (John et al., 2006) para la producción de hortalizas y carbono, bosque comestible para la producción de frutos, semillas, especias y plantas medicinales.
Maestría en Ciencias en Agroforestería para el Desarrollo Sostenible-Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco km 38.5, Chapingo, Texcoco, Estado de México. CP. 56230. (ranferimt@yahoo.com.mx; cristobalacevdo@yahoo.com.mx).
Ma. Edna Álvarez-Sánchez§ , Ranferi Maldonado-Torres, Cinthia Nájera-Rosas ,David Cristóbal-Acevedo
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Los sistemas ecológicos de producción a través de la adición de materia orgánica local, labranza mínima del suelo y adiciones complementarias de insumos han contribuido a la regeneración de la calidad natural del suelo. Estas técnicas de cultivo basadas en los principios de recirculación de nutrientes y en la conservación de los recursos naturales (Gliessman, 1998, 2002). Sin embargo, se desconoce el efecto benéfico y la magnitud con la que cada uno de estos sistemas ha contribuido a la restauración de la calidad del suelo a lo largo de 20 años de implementación. El objetivo de este trabajo consistió en valorar el estado actual de la calidad del suelo de los diferentes sistemas agroecológicos de producción, así como del bosque natural; a través, de sus propiedades químicas y físicas y diagnosticar el estado de la fertilidad del suelo para la producción de cultivos. La importancia de evaluar el impacto de las tecnologías mencionadas no sólo arrojará información sobre la efectividad de las prácticas agrícolas en la calidad del suelo, también permitirá aplicar medidas correctivas para mejorar la productividad de los cultivos. Con el propósito de contribuir al bienestar del sistema ecológico desde el punto de vista de producción de alimentos y para cubrir necesidades humanas de nutrición. También
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será ejemplo de una nueva forma de producción con baja aplicación de energías externas desechables que puede replicarse en otras regiones de México con fines de restauración y bienestar social.
Materiales y métodos. Descripción del sitio. El Centro Agroecológico Las Cañadas se encuentra en el municipio de Huatusco, Veracruz, ubicado en la zona centro del estado sobre la Sierra Madre oriental, en las coordenadas geográficas 19° 09’ latitud norte y 96° 58’ longitud oeste, a una altura entre los 1 300 y 1 500 msnm. Comprende una superficie de 306 ha, de las cuales 265 ha se destinan para uso forestal, el resto para agropecuario, espacio en el cual se encuentran desarrollados los sistemas agroforestales de estudio. Los suelos son de origen volcánico clasificados como Andosól mólico + Luvisol crómico, con textura franca, color oscuro, poco pedregosos y ácidos. El relieve es escarpado, accidentado y de laderas (Rey y Bustamante, 1982; Cisneros, 2000).
El clima de la región de estudio es semicálido húmedo con temperatura promedio de 19.1 °C, precipitación pluvial media anual de 1 763 mm (Hernández, 2006).
Descripción de los sistemas ecológicos. La producción de alimentos y satisfacción de necesidades humanas manteniendo la salud de los recursos naturales es el principal objetivo del Centro Agroecológico, por lo cual han implementado diversas técnicas de producción: los sistemas silvopastoriles para cubrir las necesidades de lácteos, cultivo en callejones y con poca labranza del suelo para la producción de maíz, frijol y tubérculos. Así como de leña, método biointensivo (John et al., 2006) para la obtención de hortalizas y carbono; bosque comestible para frutos, semillas, especias y plantas medicinales. En el Cuadro 1 se describen los sistemas ecológicos de cultivo que se practican en el Centro Agroecológico. Asimismo, se registró el historial de manejo de cada sistema de producción (Cuadro 2).
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En 2015 se colectaron muestras compuestas de suelo (15 a 20 submuestras), de los diez sistemas de producción; así como, de dos áreas de vegetación, acahual y natural, para determinar sus propiedades químicas y físicas. Los suelos fueron analizados en las propiedades químicas: materia orgánica (Walkley y Black), P extractable Olsen; K, Ca y Mg intercambiables en acetato de amonio 1N pH neutro; S extrac-
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table con acetato de amonio 0.05 M NH4O y determinación por turbidimetría; Zn, Cu, Fe y Mn extraídos con DTPA, B extraído con CaCl2 1.0 M, según las metodologías descritas en Álvarez y Marín (2015). También se determinaron las siguientes propiedades físicas: textura (higrómetro de Bouyoucos), densidad aparente (método de la probeta), porosidad total, macro y microporosidad (Flores, 2010), retención de hu-
medad (método de la membrana); gregados estables al agua (método del tamiz), conductividad hidráulica (método del permeámetro) según las metodologías indicadas por Elrick y Reynolds (1992); USDA (1999). Los insumos locales utilizados en el abonado de los cultivos fueron caracterizados químicamente de acuerdo con las metodologías para análisis de material vegetal (Álvarez y Marín, 2015).
Enza Zaden tambiĂŠn mostrĂł el gran portafolio de productos a campo abierto. 69
Resultados y discusión. Características químicas de los insumos agrícolas utilizados en Las Cañadas. En el Cuadro 3 se muestran las concentraciones de los elementos considerados como esenciales para el desarrollo de las plantas en los insumos agrícolas que se emplean en La Cañada para fertilizar a los cultivos. Como puede apreciarse en el Cuadro 3, las concentraciones de N, P, Ca, Mg y en general de micronutrientes en los insumos agrícolas que se emplean en La Cañada para fertilizar a los cultivos, en general, son muy bajas y se requerirían enormes cantidades de composta para cubrir las necesidades de los cultivos. Además, nutrimentos como Ca y P, no podrían cubrirse puesto que éstos de por sí se encuentran deficitarios en el sistema debido a la génesis del suelo y condiciones de clima.
Manejo agroecológico y cambios en las propiedades químicas del suelo. En el Cuadro 4 se muestra que con la mayoría de los tipos de manejo agroecológico, no sólo se ha logrado la resiliencia del suelo, también se han sobrepasado los niveles
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originales de las propiedades químicas suelo indicado en el bosque de niebla. Puede apreciarse que el pH de ser moderadamente ácido en bosque maduro y acahual pasó a ser neutro en el sistema biointensivo, cama de King Grass y cama de gigantón. Esto debido a la adición continua de composta preparada a partir de residuos de cocina y cenizas de hueso molido que resulta en un pH de 7, la aplicación de roca fosfórica en estos sistemas también genera un efecto alcalino (Chien, 2003) con el paso del tiempo. En ninguno de los sistemas se presentó proble-
mas de sales, misma que varió en el rango de 80.9 μS en bosque maduro a 142.3 μS en el biointensivo. El contenido de MO es un indicador que refleja contundentemente los efectos del manejo en los distintos sistemas. El bosque maduro que puede considerarse como el testigo de las condiciones naturales originales en equilibrio (suelo-climavegetación), muestra un contenido de materia orgánica de 7.42%, con los distintos manejos a lo largo de aproximadamente 20 años de su instauración, se ha superado sustancialmente este contenido.
Los sistemas ecológicos de producción; a través, de la adición de materia orgánica local, labranza mínima del suelo han contribuido a la regeneración de la calidad natural del suelo.
Esto no ocurrió en la cama de gigantón, manejo con el cual se ha contribuido a acelerar la oxidación de la materia orgánica nativa; estas camas están destinadas únicamente a la producción de carbono y continuamente se está extrayendo la biomasa aérea para su uso como fuente de carbono en la preparación de compostas, sin haber casi ningún retorno; este sistema puede ser ilustrativo de lo que ocurre en la producción de un monocultivo en un sistema convencional, con las consecuencias de agotar las reservas de materia orgánica aún por debajo del bosque maduro. Los niveles de nitrógeno inorgánico fueron de medios a bajos. Esto es de esperarse por la precipitación pluvial de la zona que es alta (1763
mm al año), lo que promueve la lixiviación de nitrógeno inorgánico (NH4+NO3) aun cuando se realizan buenas prácticas de manejo (Stopes et al., 2002). En cuanto a la disponibilidad de fósforo, con excepción del bosque acahual, H. biointensivo y cama de gigantón, los niveles de fósforo en el suelo son bajos (<5.5-11 ppm). Según los valores de hierro disponible en el suelo, que superan por mucho el valor considerado como adecuado (>4.5 ppm), podría ser éste el factor causal de la fijación de P (Jensen et al., 1992). Este factor limitante pudo superarse a un nivel medio de P con el manejo y la adición de roca fosfórica más hueso molido en el sistema biointensivo;
en la cama de gigantón puede estar ocurriendo un proceso de disponibilidad gracias a la relación del gigantón (Thitonia diversifolia) con las fracciones del fósforo fijado (Eckert, 1987; Jama et al., 2000). Aquellos nutrientes identificados como deficientes, en parte debido a las condiciones de clima y génesis del suelo, se han introducido esporádicamente y en cantidades insuficientes para cubrir dicha necesidad (Cuadro 2). Por ejemplo, en el sistema maíz-araucaria, (Cuadro 2) con la composta humana sólo se estarían aplicando 5.8 kg ha-1 de MgO de una necesidad de fertilización del maíz de 29 kg ha-1 MgO, en cuanto a nitrógeno el déficit sería de 65 kg ha-1.
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Las recomendaciones de fertilización que se estimaron para cada sistema de producción (no presentadas en este escrito), indican que además de los insumos locales, debe complementarse con productos externos para un mejor rendimiento de los cultivos.
Manejo agroecológico y cambios en las propiedades físicas del suelo.
La composta también ha favorecido la microporosidad del suelo, responsable del agua capilar, lo que se confirma por un incremento en la estabilidad de agregados.
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A diferencia de las propiedades químicas, los distintos manejos agroecológicos han sido menos consistentes en la restauración de las propiedades físicas del suelo al nivel de equilibrio representado por el bosque maduro. Este sistema presentó el mayor porcentaje de porosidad, (66.87%) y si bien, es menor en el resto de los sistemas incluyendo el acahual, hay una relación entre el contenido de materia orgánica derivada del manejo y la porosidad total como se muestra en la Figura 1a. En promedio, a partir de aproximadamente 7% de MO, la porosidad se incrementa conforma aumenta el contenido de ésta en los sistemas de producción, producto de la adición continua de abonos orgánicos, lo que confirma que un manejo agroecológico tiende a reducir el efecto negativo por cambio de uso de suelo de bosque a agrícola (Chauveau et al., 2015). El espacio poroso total, se compone de macroporos (Macroƒ) y microporos (Microƒ). Los primeros son los responsables del drenaje y la aireación del suelo, constituyendo el principal espacio en el que se desarrollan las raíces (Prasad y Power, 1997). El bosque maduro presenta la mayor macroporosidad con un porcentaje de 21.3 y ninguna de las condiciones de manejo ha restablecido esta propiedad (Figura 1b). Este efecto también se refleja en la conductividad hidráulica, en donde el bosque maduro y el acahual mantienen los valores más altos con 25.7 y 25.1 cm h-1, respectivamente. Estudios realizados en sistemas con labranza y sin laboreo, muestran que la macroporosidad es la propiedad más afectada por las condiciones de cultivo y con ello la conducción de agua (Soracco et al., 2012; Dal Ferro et al., 2014).
De acuerdo con Dexter (1987, 2004) el volumen que ocupa una raíz corresponde a una disminución de igual magnitud en el volumen del espacio poroso que rodea a la raíz, el suelo adyacente a ésta es comprimido hasta la mínima porosidad posible, la cual es una constante para un suelo determinado, entre esta zona de mínima porosidad y el cuerpo del suelo, la porosidad aumenta exponencialmente, la distancia desde la raíz a la cual la densidad del suelo es afectada es proporcional al diámetro de ésta. En consecuencia, puede decirse que el cultivo continuo promueve el crecimiento de las raíces que conlleva a la compresión del suelo (Dexter, 2004) favoreciendo la microporosidad en detrimento de la macroporosidad, como se observa en todos los sistemas de cultivo. Los microporos (Microƒ) son los responsables de la retención de agua, parte de la cual es disponible para las plantas. Con excepción del H. biointensivo y del silvopastoril, todos los sistemas han contribuido a aumentar la capacidad de retención de agua del suelo en términos de CC y HA (Figura 1c y 1d). Este efecto es atribuido en gran parte a los considerables aportes de materia orgánica.
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Figura 1. Relación entre el contenido de materia orgánica (MO) y a) porosidad total; b) macroporosidad f; d) capacidad de campo y microporosidad f; d) MO y humedad aprovechable en distintos sistemas agroecológicos de producción.
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(Sánchez et al., 1989) que por tractores; sin embargo, el efecto entre sistemas ha resultado similar. El porcentaje de agregados estables fue mayor en el sistema H. biointensivo (82.08%) respecto al bosque maduro (70.03%) y menor en cama King Grass (62.55%). La MO participa en la formación y estabilidad de los distintos tamaños de agregados, proceso donde el mantenimiento del nivel de agregación depende del modo y la frecuencia con que la MO es incorporada, aunado a esto, la dimensión de los agregados del suelo sería una función del tamaño, la
geometría y el modo de deposición de esta (Golchin et al., 1998; Dexter, 2004).
Conclusiones. En general, los sistemas ecológicos de producción a través de la adición de materia orgánica local, labranza mínima del suelo y adiciones complementarias de insumos han contribuido a la regeneración de la calidad natural del suelo, pero, el reciclaje de nutrientes a partir de los insumos locales es insuficiente para cubrir las necesidades nutrimentales de los cultivos para una óptima producción.
Autora para correspondencia: edna-alvarez30@yahoo.com.mx.
Cultivo continuo promueve el crecimiento de las raíces que conlleva a la compresión del suelo favoreciendo la microporosidad en detrimento de la macroporosidad, como se observa en todos los sistemas de cultivo.
§
En forma de composta que también han favorecido la microporosidad del suelo (Prasad y Power, 1997), responsable del agua capilar (Salcedo-Pérez et al., 2007), lo que se confirma por un incremento en la estabilidad de agregados aún por encima del bosque maduro (Cuadro 5). El manejo agroecológico de los sistemas de producción no ha logrado restaurar la densidad aparente a su nivel original (0.79 g cm3) del bosque maduro. Es importante observar que los sistemas de silvopastoreo 1 y 2 presentan densidades similares a los del cultivo de maíz (0.91 g cm-3), en los cuales el laboreo del suelo es muy reducido de acuerdo con Touchton et al. (1989); Dal Ferro et al. (2014). A partir, de datos de área basal y peso corporal, es posible estimar que los animales en pastoreo aplican presiones sobre el suelo en el rango entre 150 (novillo de 300 kg) y 350 kPa (oveja adulta), valores notoriamente mayores que los correspondientes a tractores agrícolas, que ejercen presiones del orden de 80 (cubiertas de alta flotación) a 160 kPa (cubiertas radiales simples) (Wood et al., 1991). En consecuencia, el grado y la extensión de la densificación del suelo es de esperar que sea mayor cuando es causada por animales
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en ambiente protegido y con sustratos orgánicos alternativos. Meneses-Fernández, Cinthya; Quesada-Roldán, Gustavo.
E
l cultivo en sustratos o cultivo sin suelo, ha cumplido un papel determinante en la mejora del rendimiento y la calidad de la producción hortícola, principalmente cuando se realiza en ambiente protegido. Debido a las propiedades fisicoquímicas de la turba de Sphagnum, esta se tornó el principal componente de muchos de los sustratos, es usada como padrón de comparación de los nuevos materiales alternativos que van surgiendo. Sin embargo, el costo de la turba es alto y se cuestiona el perjuicio ambiental derivado de su extracción al ser un recurso natural no renovable (Fermino, 2014). Como la demanda por sustratos y la diversificación de cultivos producidos bajo ambiente protegido está en crecimiento continuo, es necesario buscar otras opciones de materiales que cumplan con un mínimo de calidad sin dejar de lado las consideraciones ambientales y económicas (Hernández-Apaolaza et al., 2005; Acosta, 2012). Una alternativa de sustratos es el aprovechamiento a partir de desechos agrícolas como el mesocarpio del coco, las hojas de la palma aceitera y diversos tipos de compostajes. Con esos materiales se puede agregar valor a productos que, en otra circunstancia, serían simplemente desechos. Tienen además la ventaja de ser, la mayoría de las veces, productos de bajo costo. La fibra de coco es el material más estudiado y utilizado con frecuencia como sustituto del musgo Sphagnum o musgo de turbera (peat moss), debido a sus similitudes (Abad et al., 2002; Hernández-Apaolaza et al., 2005).
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Agronomía Mesoamericana, vol. 29, núm. 2, 2018. Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=43755165001. DOI: https://doi.org/10.15517/ma.v29i2.28738 © 2018 Agronomía Mesoamericana es desarrollada en la Universidad de Costa Rica y se encuentra licenciada con Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Costa Rica. Para más información escríbanos a pccmca@ucr.ac.cr Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional
Crecimiento y rendimiento del pepino holandés
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Esta fibra se caracteriza por la capacidad de retener de tres a cuatro veces su propio peso en agua, presenta alta porosidad, es leve, estable y con valores de pH y conductividad eléctrica dentro de los parámetros indicados para la mayoría de cultivos (Nelson, 2003; Takane et al., 2013). La fibra resultante de las hojas de la palma aceitera (Elaeis guineensis Jacq) es un residuo orgánico de interés por ser un producto de desecho de fácil disponibilidad en Costa Rica. En los últimos años, se han realizado investigaciones para su posible uso en mezclas de sustratos (Méndez, 2007; Meneses-Fernández y Quesada- Roldán, 2015). Es un medio que puede contribuir con la aireación de un sustrato, pues posee partículas grandes de más de 2 mm y una porosidad mayor al 90%. Sin embargo, a su vez tiene una capacidad de retención de agua limitada de alrededor del 30% (Méndez, 2007). Los diversos tipos de compostajes también son fuente común de sustratos. Estos materiales cuando son sometidos a procesos de aireación, temperatura, humedad y pasado el tiempo para completar su madu-
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ración, contribuyen con nutrientes y aumentan el contenido de agua disponible en mezcla de sustratos; su capacidad de intercambio catiónico también es alta (Handreck y Black, 2002). Sin embargo, debe tenerse cuidado al usarlos, pues si no se han producido adecuadamente se corre el riesgo de que contengan patógenos o favorezca el propágulo de malezas. Un compost que no esté totalmente terminado presenta también valores elevados de tasa de reducción de nitrógeno, concentración de amonio, pH y conductividad eléctrica (CE), además de elevar la temperatura del sustrato (Alvarado y Solano, 2002; Handreck y Black, 2002). La idea de revalorizar materiales considerados como subproductos agrícolas, ha demostrado ser efectiva en la producción en sustratos y ha favorecido una demanda creciente por potencial materia prima que anteriormente llegaba a considerarse como desecho (Quintero et al., 2011). Sin embargo, al momento de realizar una mezcla de materiales para conformar un nuevo sustrato, debe considerarse la interacción de las materias primas que resulta en la generación de un medio con propiedades físicas y químicas di-
ferentes a las de sus componentes originales. Esta propiedad de la no aditividad de los sustratos descrita por Fonteno (1996), es la que hace necesario estudiar las características fisicoquímicas que resultan de una mezcla elaborada y la consecuente respuesta en el crecimiento y rendimiento de las plantas que se establecen en esos medios de crecimiento. La capacidad de retener humedad de los sustratos es uno de los criterios de selección cuando se evalúan diversos materiales para componer una mezcla que pueda ser usada como sustrato, dado que esa retención define en gran medida la disponibilidad de agua para los cultivos (Acosta, 2012). Un adecuado suministro de agua define en buena medida el crecimiento, desarrollo y producción de las plantas, al ser el agua el vehículo que permite la incorporación de los nutrimentos presentes en la solución que será absorbida por las raíces de la planta (Handreck y Black, 2002). El uso de estructuras de ambientes protegidos en la producción de hortalizas como pepino, ofrece un potencial valioso para los productores, pues existen mercados internacionales en crecimiento que
El cultivo en sustratos ha cumplido un papel determinante en la mejora del rendimiento y la calidad de la producción hortícola.
tienen interés por este producto, y que son a la vez exigentes en aspectos sanitarios y de calidad (Quirós, 2015). En los últimos años, se ha incrementado la importancia del pepino como una opción altamente rentable, al ser un cultivo de ciclo corto, muy productivo y de relativo fácil manejo. En México, este cultivo se encuentra entre los cinco de mayor importancia en ambientes protegidos (Hernández-González et al., 2014), mientras que en Estados Unidos es el segundo (Shaw et al., 2007); en Costa Rica se ha intentado impulsar la producción del pepino holandés para exportación, específicamente las variedades Roxinante y Fuerte, principalmente por la posibilidad de acceder al mercado estadounidense y canadiense, aprovechando las ventanas de mercado (Mora et al., 2007). Mejoras en la tecnificación de los procesos productivos en este cultivo son requeridos, y definir un sustrato local ayudaría en ese mejoramiento y contribuiría a reducir la dependencia por sustratos importados. El objetivo de este trabajo fue validar los efectos de diferentes sustratos en el crecimiento y productividad de plantas de pepino holandés establecidas en condiciones de invernadero.
MATERIALES Y MÉTODO. La validación de sustratos se hizo en el invernadero multicapilla de la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEAFBM), de la Universidad de Costa Rica, ubicado en el Barrio San José de Alajuela, a 840 msnm, y a 10°00’396” de latitud norte y 84°15’970” de longitud oeste. El invernadero es semiclimatizado, con cuatro módulos de 9,6 m de ancho, 4 m de altura a la canoa y abertura cenital automatizada para regular la temperatura interna. El experimento se llevó a cabo entre octubre de 2012 y enero de 2013. Se evaluaron cuatro sustratos en mezcla y un sustrato comercial de tabletas de fibra de coco de un metro de largo por 18 cm de alto, usado como tratamiento testigo (Tableta FC). Las cuatro mezclas usadas fueron las siguientes: fibra de coco con fibra de palma y abono orgánico comercial, este abono elaborado a base de bagazo de caña de azúcar y broza de café (FC 40% + FP 40% + ABO 20%); fibra de coco con abono orgánico comercial (FC 70% + ABO 30%); fibra de coco con fibra de palma (FC 50% + FP 50%); fibra de palma con aserrín de melina (FP 70% + AS 30%). El porcentaje indicado
entre paréntesis en cada tratamiento, se refiere al volumen proporcional en base v/v en el que determinado componente se encontraba en la mezcla. Las cuatro mezclas se seleccionaron previamente, por presentar características fisicoquímicas de potencial interés para uso como sustrato hortícola (las propiedades de los sustratos pueden consultarse en Meneses-Fernández y QuesadaRoldán (2015)). Se utilizaron plantas de pepino tipo holandés (Cucumis sativus L.) variedad Fuerte, debido a experiencias previas positivas del mismo genotipo en ciclos de producción en invernaderos del cantón de Zarcero, Alajuela, Costa Rica (Mora et al., 2007). El material es partenocárpico y no requiere de agentes polinizadores para la formación de frutos. El almácigo se hizo en las propias instalaciones de la EEFBM, con musgo Sphagnum o musgo de turbera (peat moss), como medio de crecimiento. A partir del momento que empezó el desarrollo de la segunda hoja verdadera (aproximadamente doce días después de la siembra), las plántulas se trasplantaron en contenedores plásticos de 7 l, excepto el tratamiento testigo que se trasplantó en la tableta comercial de fibra de coco.
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CUADRO 1 Programa de fertirriego (macroelementos en mg/l) empleado para la producción de pepino holandés variedad Fuerte, en condiciones de invernadero. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013.
Nutrimento Nitrógeno Fósforo Potasio Calcio Magnesio pH: C.E:
Etapa fenológica Fase vegetativa Floración 1-20 DDT 21-33 DDT 150 160 55 50 220 260 160 165 40 50 6,2 6,3 1,5 1,8
Se trabajó en una área de 252 m2 aproximadamente, conformada por doce hileras de 14 m de longitud cada una. Las hileras de los extremos, así como las dos primeras y dos últimas plantas de cada hilera, constituyeron el área de borde del experimento. Cada hilera estaba conformada por los cinco tratamientos y diez plantas por tratamiento. Cada unidad experimental contempló dos hileras, por tanto, veinte plantas por unidad experimental por tratamiento, para un total de cien plantas por tratamiento. Para garantizar condiciones representativas, se implementó como diseño experimental un cuadrado latino con cinco repeticiones (5 x 5) y se aleatorizaron los cinco tratamientos. La distancia de siembra entre plantas fue de 0,25 m y entre hileras de 1,6 m, para una densidad de 2,5 plantas/m2. La temperatura y humedad relativa dentro del invernadero se obtuvieron mediante sensores digitales automatizados e integrados que, registraron las condiciones climáti-
Fructificación 34-92 DDT 175 50 290 175 55 6,3 2,0
cas diarias promedio a cada hora. El promedio de temperatura y humedad relativa del ciclo entero fue respectivamente de 23,8 °C (máx. 38,6 – min. 15,5 °C) y 72,6 % (máx. 98,5 – min. 34,8 %). Para el manejo agronómico del cultivo se siguieron estrategias de manejo integrado de plagas (MIP) para el control de patógenos (principalmente mildiú polvoso) y plagas (con destaque para mosca blanca y ácaros), y deshijas semanales como poda de formación para mantener una única guía principal de crecimiento. El riego y la nutrición de las plantas se hizo a través de programas de fertirriego diario (Cuadro 1), mediante sistemas presurizados de riego por goteo, fraccionando la dosificación en tres fases fenológicas distintas: desarrollo vegetativo, floración y producción de frutos. En promedio a lo largo del experimento, se suministró 1,2 l de solución nutritiva. Todas las anteriores variables se manejaron por igual para todos los tratamientos.
Para comprobar la retención de agua de los sustratos y la capacidad que poseen de hacer asequible la solución con el agua y nutrientes requeridos por las plantas, se determinó el contenido de humedad (% de agua) en tiempo real de los sustratos, con el empleo de un sensor de tecnología TDR (Time Domain Reflectometry), que se basa en la determinación de humedad del medio, mediante impulsos eléctricos. Las mediciones se realizaron a los 23 y a los 53 días después del trasplante, y se determinaron en dos horarios del día, a las 8:00 am y a las 12:00 md. Las lecturas se tomaron en momentos anteriores a la irrigación, para evitar la influencia de eventos de riego cercanos a las mediciones. Las evaluaciones de crecimiento se hicieron a los 10, 19 y 25 días después del trasplante, dado que la fase vegetativa en cultivos anuales como el pepino corresponde al periodo de mayor crecimiento de la planta (Larcher, 2000). Se evaluó la altura de la planta (en cm desde la base hasta el meristema apical), el número y tamaño de las hojas completamente desarrolladas (medido según el largo en cm desde la inserción del peciolo en la lámina foliar hasta el ápice de la hoja) y la cantidad de flores y frutos. Además, se realizó un análisis foliar a los cuarenta días después del trasplante (Cuadro 2), que mostró que las plantas no presentaban problemas nutricionales estando los valores dentro del rango óptimo para pepino. Eso se hizo para comprobar el adecuado suministro de nutrientes
Una alternativa de sustratos es el aprovechamiento a partir de desechos agrícolas como el mesocarpio del coco, las hojas de la palma aceitera y diversos tipos de compostajes. 80
CUADRO 2 y que la respuesta de la planta de pepino se debiere a los sustratos y no a un posible efecto de la solución nutritiva. Se tomó como muestra la hoja número cinco (desde el meristema hasta la base de la planta) en plantas al azar de cada unidad experimental y se llevaron para análisis al Laboratorio de Suelos y Foliares del Centro de Investigaciones Agronómicas de la Universidad de Costa Rica. El fruto de pepino holandés producido, se caracterizó por la ausencia de semillas, tamaño alargado y cáscara delgada, lisa y brillante. La productividad se evaluó a partir de la clasificación de los frutos para exportación en categorías comerciales: S, M, L, XL y rechazo (Quesada et al., 2008). Los tamaños de cada categoría, considerando largo de la fruta y criterios de tamaño definidos por el mercado, fueron: S= 28,5 a 30,5 cm (mínimo aceptado por los mercados internacionales para exportación); M = 30,6 a 33 cm; L = 33,1 a 35,5 cm; XL= más
Porcentaje de macronutrimentos y concentración de micronutrimentos (mg/kg) a los cuarenta días después del trasplante, en hojas de plantas de pepino holandés variedad Fuerte, establecidas en diferentes sustratos, en condiciones de invernadero. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013. Sustrato FC 40% + FP 40% + ABO 20% FC 50% + FP 50% FC 70% + ABO 30% FP 70% + AS 30% Tableta FC
N 6,51 6,29 6,39 6,08 5,92
P 0,73 0,86 0,76 0,74 0,89
% Ca Mg 0,92 0,40 0,70 0,36 0,89 0,41 0,72 0,36 0,56 0,41
K 4,06 5,02 3,98 3,98 4,79
S 0,58 0,62 0,62 0,64 0,57
mg/kg Fe Cu Zn Mn B 91 7 53 74 29 83 5 47 43 29 97 7 39 64 31 86 6 45 45 29 78 5 47 50 29
FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono organico comercial al 20%. FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%. FP 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%. FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%. Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco. de 35,5 cm. Frutos en la categoría rechazo fueron aquellos con deformaciones, curvaturas o problemas en el cierre apical o fitosanitarios, aspectos que ocasionan la pérdida de su valor comercial. El tratamiento estadístico de la información, se realizó a partir de un análisis de varianza y pruebas de separación de medias por LSD Fisher, empleando como paquete estadístico el programa InfoStat (InfoStat Profesional v.1.1. Fa-
cultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina).
RESULTADOS. Contenido de humedad del sustrato. Tanto en los días evaluados como en los horarios definidos, se encontraron diferencias significativas debido al contenido de humedad del sustrato (Cuadro 3).
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CUADRO 3 Porcentaje de humedad (%) en sustratos con plantas de pepino holandés variedad Fuerte en invernadero, a los 23 y 53 días después del trasplante (DDT), en dos horarios del día. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno. Alajuela, Costa Rica. 2013.
Tratamiento FC 40% + FP 40% + ABO 20% FC 50% + FP 50% FC 70% + ABO 30% FP 70% + AS 30% Tableta FC
Periodo de medición 23 DDT 53 DDT 8:00 am 12:00 md 8:00 am 12:00 md 27,47 b1
27,61 b
26,15 a
24,26 b
21,05 c
19,32 c
21,4 b
20,42 c
31,05 a
31,14 a
28,56 a
29,49 a
8,57 d
8,91 d
6,56 c
8,9 d
32,22 a
29,15 a
25,89 a
27,04 a
Medias con igual letra en la misma columna, no difieren estadisticamente según prueba de separación de rasgos LSD Fisher (p<0,05). FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono organico comercial al 20%. FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%. FC 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%. FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%. Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco.
1
El tratamiento de FP70% + AS30% fue el que tuvo significativamente el menor porcentaje de humedad en el sustrato, menos de 10% en todas las mediciones, diferenciándose de todos los otros tratamientos. Otro tratamiento donde se reflejó poca retención de humedad y también con significancia estadística fue el de FC50% + FP50%, siempre con valores cercanos al 20%. La presencia de fibra de palma en al menos 50% de la mezcla resultó determinante para observar poca retención de humedad en los sustratos.
Crecimiento. La evolución en el crecimiento de las plantas de pepino en el primer mes de establecido, según las variables de altura de planta y tamaño y número de hojas, se presenta en la Figura 1. A los 10 DDT hubo diferencias estadísticas en el desarrollo de las plantas, debido al tipo de sustrato usado, pero es a partir de los 19 DDT que estas diferencias fueron más marcadas. Los sustratos FC40% + FP40% + ABO20% y FC70% + ABO30%, con un promedio de 105 y 110 cm de altura a los 25 días después de trasplante, fueron los de mejor desempeño en las tres variables citadas, similares estadísticamente entre sí, pero distintos significativamente de los otros tres tratamientos.
82
El sustrato donde fue registrado el menor crecimiento de las plantas en las fechas evaluadas, fue FP70% + AS30%. El sustrato FC50% + FP50% y el tratamiento testigo (tabletas comerciales de fibra de coco) tuvieron resultados intermedios; es decir, fueron similares entre sí, pero inferiores estadísticamente a los mejores sustratos evaluados y superiores cuando fueron comparados contra el tratamiento donde se registró menor crecimiento. El inicio de floración se registró a partir de los 19 DDT en los tratamientos que tenían abono orgáni-
co en la mezcla como el FC 40% + FP 40% + 20% ABO, con un promedio de dos flores por planta, y el FC 70% + ABO 30%, con 1,2 flores por planta, mismos sustratos donde se presentó mayor crecimiento vegetativo (Cuadro 4). El tratamiento testigo (tableta de fibra de coco), también resultó similar estadísticamente que el anterior. Sustratos con predominancia de fibra de palma, no reportaron ninguna flor a ese momento. Para la evaluación a los 25 DDT, la mayoría de tratamientos se igualaron, con un promedio de alrededor de tres flores por planta, excepto para FP 70% + AS 30% que fue el único estadísticamente distinto a los demás con solo 1,7 flores por planta. Respecto al número de frutos formados a los 25 DDT, los sustratos FC 40% + FP 40% + 20% ABO y FC 70% + ABO 30%, fueron los mejores, ya que cada planta tuvo en promedio alrededor de tres frutos, mostrando alta precocidad, lo que concuerda con los resultados anteriores de crecimiento y desarrollo del cultivo en esos sustratos. El tratamiento FP 70% + AS 30% fue el único que no presentó frutos a ese momento, pero aun así no se diferenció estadísticamente de los tratamientos de FC 50% + FP 50% y tableta comercial (testigo).
CUADRO 4 Número de flores y frutos al inicio de la fase reproductiva, en plantas de pepino holandés variedad Fuerte establecidas en diferentes sustratos. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno. Alajuela, Costa Rica. 2013. Tratamiento Variable Número de flores Número de flores
DDT
FC 40% + FP 40% FC 50% + FC 70% + FP 70% + Tableta + ABO 20% FP 50% ABO 30% ABO 30% FC
19
2 a1
0b
1,2 b
0b
1b
25
3,2 a
3,3 a
2,6 ab
1,7 b
2,7 a
25
2,9 a
0,0 b
3,4 a
0b
1b
Medias con igual letra en la misma línea, no difieren estadisticamente según prueba de separación de rasgos LSD Fisher (p<0,05). FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono organico comercial al 20%. FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%. FC 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%. FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%. Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco.
1
FIGURA 1 Altura (A), número de hojas (B) y tamaño de hojas (C) en plantas de pepino holandés variedad Fuerte, establecidas en diferentes sustratos en invernadero en tres momentos del ciclo de cultivo. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013. A 120,0
FC 40% + FP 40% + ABO 20% FP 70% + AS 30%
FC 50% + FP 50%
a a
100,0 Altura (cm)
FC 70% + ABO 30%
Tableta FC
b
80,0
b
a
60,0
a
40,0 a a
20,0
c
b b b
0,0
c
b b
B 14,0
Número de hojas
12,0 10,0
a
8,0
2,0
a b
6,0 4,0
a a b b c
b
a a
c
ab b b
0,0 C
Tamaño de hojas (cm)
25,0 20,0 15,0 10,0 5,0 0,0
10 DDT
19 DDT
25 DDT
Días después del trasplante
Medias con igual letra no difieren estadísticamente entre si, según prueba de separación de rangos LSD Fisher (p≤0,05). FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono orgánico comercial al 20%; FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%; FP 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%; FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%; Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco.
Producción. El periodo de cosecha se extendió de los 42 hasta los 99 DDT y se caracterizó por una gran producción de frutos tamaño S, principalmente en las tres primeras semanas de cosecha. Frutos de tamaño L y XL, de mayor valor comercial, solo se observaron en un pico de producción a los 67 DDT y posteriormente, hacia el final del ciclo productivo, en las últimas tres semanas de cosecha, ya con la planta iniciando su proceso de senescencia. La anterior distri-
bución en el tiempo de la cosecha por categorías (datos no presentados), fue muy similar para todos los tratamientos evaluados y no hubo significancia estadística (Cuadro 5). Los tratamientos con mayor número de frutos categoría S fueron FC 40% + FP 40% + ABO 20% y FC 70% + ABO 30%, similares estadísticamente entre sí, pero diferentes significativamente de los demás. En ambos tratamientos el porcentaje total de frutos categoría S fue cercano al 50%. Los tratamientos de Tableta FC
y FP 70% + AS 30% tuvieron estadísticamente el menor número de frutos S, correspondiente a un porcentaje entre 35 y 38% del total de frutos. En el caso de los frutos categoría M, el comportamiento en número de frutos entre los tratamientos fue muy semejante, únicamente el sustrato FP 70% + AS 30% mostró estadísticamente menor número de frutos, con el 14% de los frutos totales. En la categoría tamaño L, la mayor produción se dio en los sustratos Tableta FC y FC 70% + ABO 30%, iguales entre sí, aunque FC 40% + FP 40% + ABO 20% y FC 50% + FP 50% no se diferenciaron estadísticamente; estos dos últimos sustratos tampoco se diferenciaron significativamente del tratamiento FP 70% + AS 30%, que mostró el menor número de frutos. Considerando la distribución porcentual, esta fue la categoría con menor representación, únicamente entre 10 y 13% del total de frutos. Para el tamaño de frutos XL tres sustratos sobresalieron: Tableta FC, FC 40% + FP 40% + ABO 20% y FC 50% + FP 50%, con una distribución porcentual entre 18 y 21% del total de frutos. Estos últimos dos tampoco difirieron estadísticamente de los tratamientos con menor número de frutos de esta categoría. Frutos con curvatura acentuada fue en su mayoría la principal causa de deformación encontrada y es lo que ocasiona el rechazo comercial, sin embargo, fue un problema poco frecuente en este experimento. El menor número de frutos rechazados se dio con el sustrato FC 40% + FP 40% + ABO 20% (7% de los frutos totales), diferenciándose estadísticamente de los demás. Ese último sustrato por lo tanto, se mostró como el de mayor prolificidad en todas las categorías exceptuando la de rechazo, siendo esto altamente conveniente desde el punto de vista comercial.
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CUADRO 5 Número promedio de frutos por categoría comercial en plantas de pepino holandés variedad Fuerte, establecidas en diferentes sustratos en condiciones de invernadero. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013. Categoría Comercial Tratamiento
S
M
L
XL
Rechazo
FC 40% + FP 40% + ABO 20%
126,0 a
1
38,6 a
24,4 ab
45,4 ab
17,6 b
FC 70% + ABO 30%
116,4 a
38,0 a
27,8 a
33,4 b
26,4 a
Tableta FC
82,6 bc
36,2 a
30,4 a
49,6 a
31,2 a
FC 50% + FP 50%
96,0 b
30,2 ab
25,6 ab
38,6 ab
28,0 a
FP 70% + AS 30%
67,4 c
24,6 b
18,8 b
33,8 b
29,4 a
Medias con igual letra en la misma columna, no difieren estadisticamente según prueba de separación de rasgos LSD Fisher (p<0,05). FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono organico comercial al 20%. FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%. FP 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%. FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%.
1
El Cuadro 6 muestra los parámetros de productividad total registrados en el ciclo completo del cultivo. Siendo congruente con el número de frutos producidos, al valorar los rendimientos totales al final del ciclo del cultivo para cada sustrato evaluado, el tratamiento FC 40% + FP 40% + ABO 20% fue el que obtuvo una producción de 598,63 kg, muy similar a la producción total del sustrato FC 70% + ABO 30%. Seguido a los anteriores y sin diferencia estadística está el tratamiento testigo en tabletas de fibra de coco. La tendencia observada para esos tres sustratos fue mantenida en los otros parámetros de rendimiento como número total de frutos por planta, kilos de fruto por planta y kilos por metro cuadrado. La tableta de fibra de coco es comparable estadísticamente también con la mezcla FC 50% + FP 50%, en las variables de productividad total y rendimiento de frutos (kg/planta y kg/m2). El sustrato FP 70% + AS 30% obtuvo el menor rendimiento de todos los sustratos evaluados, 44% inferior cuando se compara con la mezcla de mayor productividad. Sobre la distribución porcentual por categoría comercial del rendimiento (variable peso), se observó en todos los sustratos predominancia del tamaño S y un porcentaje de rechazo que no superó el 10% en todos los casos (Figura 2).
84
Al unir el peso de los frutos de tamaño L y XL (de mayor valor comercial), no se superó el 50% de todos los frutos cosechados en estas categorías en ninguno de los sustratos evaluados.
DISCUSIÓN. Retención de humedad. Los sustratos donde se observó mayor retención de humedad, tienen en común la presencia de la fibra de coco, que tiene entre sus características físicas la capacidad de retener de tres a cuatro veces su propia peso en agua, debido a la estructura de sus finos poros (Abad et al., 2002), tal y como ocurrió con la mezcla de sustrato con 70%
de fibra de coco. En el caso de la tableta comercial de fibra de coco, además de la propia fibra, una ventaja adicional de ese tratamiento es que ese material está protegido por el plástico que envuelve la tableta, por lo que, la superficie expuesta del sustrato es mínima, limitándose al orificio donde se coloca la plántula al inicio del ciclo; así, la pérdida de agua en el sustrato por evaporación es muy reducida. Lo contrario sucede cuando se siembra en maceteros donde el área expuesta del sustrato es mayor. Esto es más perjudicial en las primeras semanas del cultivo, cuando el dosel de la planta aún es pequeño y la biomasa de la planta no es suficiente para ofrecer sombreo y reducir la evaporación de la superficie expuesta del sustrato. Ese problema se intensifica más si se presentan altas temperaturas en el invernadero.
La fibra de coco es el material más estudiado, esta fibra se caracteriza por la capacidad de retener de tres a cuatro veces su propio peso en agua, presenta alta porosidad, es estable y con valores de pH y conductividad eléctrica dentro de los parámetros indicados para la mayoría de cultivos.
85
El uso de estructuras de ambientes protegidos en la producción de hortalizas como pepino, ofrece un potencial valioso para los productores.
CUADRO 6
Crecimiento.
Productividad total por área, número de frutos por planta y rendimiento (kg) en frutos por planta y por metro cuadrado, en plantas de pepino holandés variedad Fuerte establecidas en diferentes sustratos en condiciones de invernadero. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013. Tratamiento
Productividad Número de Rendimiento Rendimiento total (kg) en el frutos por frutos por kg/m2 área evaluada planta planta (kg) 598,63 a1
12,6 a
FC 70% + ABO 30%
594,08 a
12,1 a
5,94 a
15,44 a
Tableta FC
567,55 ab
11,5 a
5,68 ab
14,77 ab
FC 50% + FP 50%
510,66 b
10,9 b
5,11 b
13,29 b
FP 70% + AS 30%
398,7 c
8,7 c
3,99 c
10,37 c
FC 40% + FP 40% + ABO 20%
5,99 a
15,57 a
Medias con igual letra en la misma columna, no difieren estadisticamente según prueba de separación de rasgos LSD Fisher (p<0,05). FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono organico comercial al 20%. FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%. FP 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%. FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%. Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco.
1
El problema de baja retención de humedad de los sustratos con 70 y 50% de fibra de hoja de palma aceitera en la mezcla, se puede relacionar con la presencia de partículas de tamaño mayor en ese tipo de fibra. Se han indicado alrededor de 82% de partículas con tamaño superior a 2 mm en fibra de hojas de palma aceitera, lo que se considera alto (Meneses-Fernández y Quesada-Roldán, 2015). Un comportamiento muy similar al evaluar otra fibra de la palma Archontophoenix alexandrae, para extracción de
86
palmito, lo reportaron también Fermino et al. (2014), quienes encontraron alta porosidad total y espacio aéreo, pero poca retención de agua. Partículas grandes estimulan la presencia de macroporos y la aireación, pero tienen poca retención favoreciendo el drenaje. En esas mezclas de sustratos, la presencia de aserrín de melina y fibra de coco, ambos materiales caracterizados por ofrecer buena retención de humedad, no fue en la cantidad suficiente para garantizar mayor retención de humedad.
El aporte nutricional del abono orgánico utilizado debido a la formación y presencia en el medio de sustancias húmicas, y el alto contenido en bases (Ca, Mg y K), aunado a la retención de agua y aireación que le brindaron los otros componentes de la mezcla (fibra de coco y fibra de palma, respectivamente) podrían explicar por qué en los sustratos fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono orgánico comercial al 20%, y fibra de coco al 70% + abono orgánico comercial al 30%, se observó mayor crecimiento en las variables de altura de planta y tamaño y número de hojas. Otros estudios han demostrado efectos benéficos de la combinación de sustratos con buen aporte nutricional y materiales que aseguran oxigenación y aporte de agua que garantizan la debida proporción de macro y microporos del sustrato. Lo anterior fue demostrado por Choi et al. (2012) al evaluar diversos sustratos con fórmulas nutritivas de base ya incorporadas en el medio, en almácigos injertados de varios tipos de hortalizas. Debido a la dificultad de la fibra de palma para retener la humedad, fue notorio como el sustrato compuesto en un 70% por ese material se secaba más rápido que los otros tratamientos, principalmente en los días que se registraron las tempe-
FIGURA 2 Distribución porcentual del peso de la producción por categoría comercial, en plantas de pepino holandés variedad Fuerte establecidas en diferentes sustratos en condiciones de invernadero. Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno, Alajuela, Costa Rica. 2013.
Los sustratos tienen la ventaja de ser, la mayoría de las veces, productos de bajo costo.
S 100
La precocidad en la producción es una característica importante para el productor, dado que disminuye el tiempo para empezar a cosechar y obtener retorno económico con la producción. Cuanto mejor la proporción de partículas grandes y pequeñas del medio, se tiene un sustrato más balanceado que ofrece buena retención de humedad pero a la vez aireación, consecuentemente, se mejora la disponibilidad de nutrientes para la planta y se obtiene un crecimiento más equilibrado entre las fases fenológicas (Cruz et al., 2010). Al carecer el tratamiento fibra de palma al 70% + aserrín al 30% de una capacidad de retención de agua adecuada, aunado a posibles limitantes nutricionales por la falta de otros componentes de mayor contenido orgánico y menor lignificación en esa
27
80 %
raturas más altas dentro del invernadero. Como consecuencia hubo rezago en el crecimiento de las plantas cultivadas en este sustrato. Para esa fibra, Meneses-Fernández y Quesada-Roldán (2015) reportaron una baja capacidad de retención de agua, cercana al 31%, cuando lo ideal es de al menos 50% (Fonteno, 1996). Ese sustrato, ofrece alta concentración de P y K (Meneses-Fernández y Quesada-Roldán, 2015) y tiene predominantemente en su composición los macroporos (aquellos con diámetro superior a 30 μm) que, permiten el intercambio gaseoso del sustrato y no los microporos que, son los responsables por la retención de la humedad. Respuestas como la anterior ejemplifican como en la selección de un sustrato deben prevalecer criterios físicos por sobre aspectos químicos (Fermino, 2014).
4
60 40 20
12 17 39
M
L
XL
8
6
27
21 14
15
22
16
Rechazo
10
7
32
32
14
16
15
34
37
0
29
FC 40% + FP FC 50% + FP 40% + ABO FC 70% + 50% FP 70% + AS 20% ABO 30% 30%
16 28
Tableta FC
Sustratos FC 40% + FP 40% + ABO 20%= fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono orgánico comercial al 20%; FC 50% + FP 50%= fibra de coco al 50% + fibra de palma al 50%; FP 70% + ABO 30%= fibra de palma al 70% + abono orgánico comercial al 30%; FP 70% + AS 30%= fibra de palma al 70% + aserrín al 30%; Tableta FC= tableta comercial de fibra de coco.
mezcla, desfavoreció el proceso de floración en las dos fechas evaluadas (19 y 25 DDT), y por ende, afecto también la productividad. En los tratamientos con menos agua disponible, los resultados en la floración y fructificación fueron opuestos a lo encontrado por Quesada (2015), quien reportó cómo la falta de humedad en sustratos de fibra de coco aceleró la floración y fructificación como estrategia de reproducción y sobrevivencia ante el estrés hídrico en plantas de chile dulce. Se desprende por tanto, de estos resultados, que la planta de pepino es muy sensible a condiciones de poca humedad en el medio, reflejado en el menor crecimiento vegetativo y la capacidad reproductiva de la planta.
Producción. La predominancia de frutos tamaño S en todos los sustratos, pudo deberse a aspectos de adaptación del genotipo en su relación con las condiciones del ambiente y no al sustrato, puesto que, aún en los sus-
tratos que ofrecieron mejores condiciones de desarrollo para la planta, predominó la categoría de tamaño menor de la fruta. Pocos frutos fueron categorizados como rechazo en cualquiera de los sustratos evaluados. La deformación en esos casos se asocia, principalmente en materiales partenocárpicos como el utilizado, a problemas por polinización cruzada causada por la presencia de agentes polinizadores que ingresan polen de otras fuentes (Hochmuth, 2012). El invernadero en el que se trabajó no estaba sembrado exclusivamente con plantas de pepino, pues en el mismo sitio se tenían plantadas otras especies de la familia Cucurbitaceae, caso del melón y el ayote, siendo factible que hubiese ocurrido algún pequeño porcentaje de cruzamiento y contaminación de polen. Los valores de rendimiento obtenidos en los mejores tratamientos de esta investigación, fueron similares a la producción de pepino que se reporta en la literatura, entorno de 15 y 16 kg/m2 (López-Elías et al., 2011; Reche, 2011).
87
La capacidad de retener humedad de los sustratos es uno de los criterios de selección, dado que esa retención define en gran medida la disponibilidad de agua para los cultivos.
Se informó de una productividad de alrededor de 5 a 7 kg por planta, semejante a la obtenida (Quesada et al., 2008), sin embargo, los valores de rendimiento alcanzados fueron inferiores a los informados por Chacón-Padilla y Monge-Pérez (2016), quienes reportaron una producción entre 6,9 y 9,9 kg/planta y entre 18 y 25 kg/m2. Factores como precocidad de la cosecha, genotipo escogido, tipos de podas, condiciones de clima (temperatura principalmente) y aspectos fitosanitarios y nutricionales, inciden directamente en la variación de la productividad del pepino en invernadero, que del mismo modo es muy superior a la que puede ser obtenida cultivando al aire libre (Hochmuth, 2012). En el caso de las mezclas de sustrato fibra de palma + fibra de coco + abono orgánico y fibra de coco + abono orgánico, el buen balance físico y químico de los aportes de cada uno de los componentes se reflejó en el resultado obtenido en productividad. Con las fibras se brinda volumen y porosidad al medio (macroporos con la fibra de palma y microporos con la fibra de coco), mientras que el compost
88
ayuda también con la retención de humedad y brinda además un aporte nutricional orgánico que favorece el desarrollo de la planta y la hace menos dependiente a la solución nutritiva (Acosta, 2012). Las referidas mezclas de sustratos resultaron tan productivas como el testigo comercial, lo que demuestra la opción alternativa que estos sustratos pueden representar en la producción comercial de pepino holandés. La mezcla en la que se usó la mayor proporción de fibra de hoja de palma (70%) tuvo el peor comportamiento entre los sustratos, en todos los parámetros de rendimiento total, lo cual se relacionó con la dificultad de retención de agua de este material. Además del aserrín, el otro componente de la mezcla, pese a tener una retención de humedad cercana al 57% (Quesada y Méndez, 2005), no fue lo suficiente para compensar y llenar el espacio poroso vacío presente por la fibra de palma. El bajo contenido de humedad de esos sustratos afectó el rendimiento del cultivo, tal y como Quesada (2015) encontró en chile dulce.
En esa ocasión se observó una reducción de aproximadamente 18% en el rendimiento comercial cuando las plantas se sometían a un estrés hídrico, consecuentemente, disminuyó el agua y nutrimentos disponibles en sustratos de fibra de coco. El limitado desarrollo vegetativo de las plantas en el sustrato de fibra de palma al 70% + aserrín al 30%, especialmente en las primeras etapas de crecimiento, influyó en la producción de fotoasimilados producidos y se reflejó posteriormente en la producción alcanzada. La mezcla de palma y fibra de coco (50% de cada componente) tuvo el segundo peor rendimiento, aunque estadísticamente no difirió de la tableta de fibra de coco en las variables de productividad total y rendimiento en kilogramos por planta y por metro cuadrado. De estos resultados, se desprende la importancia de validar las mezclas propuestas al momento de conformar un sustrato, pues la fibra de palma al 70% o al 50%, no dio la respuesta adecuada en productividad que sí se observó en esa misma fibra de palma al 40% en combinación con los otros materiales componentes del sustrato.
En los últimos años, se ha incrementado la importancia del pepino como una opción altamente rentable, al ser un cultivo de ciclo corto, muy productivo y de relativo fácil manejo.
Conclusiones.
Los frutos de tamaño S predominaron en la producción. Si bien esos frutos son exportables, es poco deseable que prevalezca ese tamaño de fruta. En producciones comerciales deben prevalecer frutos tamaño L y XL, que son los de mayor importancia por su retorno económico en la mayoría de los mercados donde este tipo de pepino se comercializa (Mora et al., 2007). Además, la distribución por tamaño atiende criterios de exportación para el mercado norteamericano, y lo esperado en condiciones normales son frutos entre 32 y 38 cm (Mora et al., 2007), lo que abarcaría en esta clasificación las categorías M, L y XL. Mientras que el porcentaje de peso de frutos tamaños S o M varió entre 44 y 59% (el sustrato FC 70% + ABO 30% fue el que registró más peso de frutos en esas dos categorías), únicamente se obtuvo entre 35 y 48% de frutos sumando las categorías L y XL. En ese último caso, fue en la Tableta FC que se cosechó el mayor porcentaje de frutos de esos tamaños. Probablemente la interacción genotipo-ambiente fue el principal motivo para este comportamiento (Chacón-Padilla y
Monge-Pérez, 2016). Las propiedades fisicoquímicas de los sustratos modifican la capacidad de absorción de N de la planta, siendo que ese elemento es determinante en la relación fuente-sumidero de la planta de pepino y consecuentemente, en la respuesta en la formación de los frutos y la productividad total (Dai et al., 2011). Temperaturas altas (superiores a 34 °C), conforme lo registrado algunos días, pudieron contribuir también a esa respuesta que perjudicó la formación de frutos de mayor tamaño, pues Guo et al. (2008), reportaron también influencia directa de la temperatura en la producción, incluso por sobre factores como la fertilización nitrogenada. Finalmente, debe destacarse el bajo porcentaje de frutos en la categoría de rechazo, 10% o menos en todos los sustratos evaluados, indicador de buen manejo del cultivo. En ese particular resultó notorio nuevamente el sustrato FC 40% + FP 40% + ABO 20%, ya identificado entre los de mayor productividad y solo con 4% del peso de los frutos totales con la inconveniencia de rechazo.
El crecimiento y la productividad de plantas de pepino holandés variedad Fuerte, fue de similar comportamiento en sustrato con fibra de coco al 40% + fibra de palma al 40% + abono orgánico comercial al 20%, y fibra de coco al 70% + abono orgánico al 30%, en relación con el sustrato comercial de fibra de coco empacada en tabletas, atribuido al aporte nutricional del abono orgánico junto con la aireación y retención de humedad de las fibras. La fibra de coco y el abono orgánico confirmaron su valía como sustratos alternativos. Por su parte, sustratos con alta proporción de fibra de palma en su composición, presentaron problemas para retener humedad en el sustrato y consecuentemente, se reflejó bajo desarrollo de la planta y un rendimiento limitado. La proporción correcta en la que deben combinarse los materiales constituye el factor clave en la respuesta de la planta, pues los resultados reflejaron un comportamiento positivo y otro negativo para un mismo elemento componente de las mezclas, como fue el caso de la fibra de hoja de palma, siendo que ese material debe ser cuidadosamente combinado para obtener un buen resultado.
89
Inoculación de hongos
solubilizadores de fósforo y micorrizas arbusculares en plantas de tomate. Rosa María Arias Mota1§ , Abraham de Jesús Romero Fernández2 , Jacob Bañuelos Trejo2 , Yadeneyro de la Cruz Elizondo3
E
n el suelo, la cantidad de P disponible para las plantas depende de la modificación del equilibrio dinámico que mantiene la disolución de los compuestos inorgánicos insolubles y de la descomposición de la materia orgánica (Navarro, 2003). Estos procesos los llevan a cabo microrganismos del suelo, a través de una serie de reacciones físicas-químicas y biológicas. Aproximadamente, 10% de la comunidad microbiana del suelo transforma activamente el P mediante los procesos de mineralización, solubilización, inmovilización y oxidación (Alexander, 1980; Coyne, 2000; Reyes, 2011). Los microorganismos rizosféricos como los hongos micorrícicos arbusculares (HMA) y hongos solubilizadores de fósforo (HSF) son de particular importancia para las plantas, la fertilidad del suelo y los HSF promueven la disponibilidad del fósforo (Jeffries y Barea 2001), mientras que los HMA facilitan su transporte a la planta (Ferrol et al., 2002). La inoculación de hongos solubilizadores es una técnica prometedora, ya que se han reportado incrementos en el rendimiento de trigo (Whitelaw et al., 1997), cebolla (Vassilev et al., 1997) y soya (ElAzouni, 2008).
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Img/ideagro
nuevos métodos de cultivo y la creciente demanda de hortalizas han incentivado la producción mundial de tomate rojo.
La inoculación de hongos solubilizadores es una técnica prometedora, ya que se han reportado incrementos en el rendimiento de trigo, cebolla y soya.
Adicionalmente, otros estudios muestran un mejor desarrollo y productividad de las plantas utilizando mezclas o consorcios de hongos solubilizadores de fósforo (Shin et al., 2006; Mittal et al., 2008). Estudios sobre HMA, han mostrado que estos hongos no solo actúan en el desarrollo y crecimiento de la planta, sino que contribuyen a la protección contra los patógenos (Bañuelos et al., 2014). Diversas investigaciones (Fernández et al., 2006; Mujica, 2012; Mujica y Batlle, 2013; Velázquez et al., 2017) han descrito que el sinergismo entre estos dos grupos de hongos (HSF y HMA),
pueden repercutir en un mejor desarrollo de las plantas que cuando se inoculan solos. El cultivo del tomate en México es uno de los más importantes, durante 2015, el tomate fue el producto más importante en el valor de las exportaciones agropecuarias mexicanas, con una participación de 13%, al ubicarse en 1 665.8 millones de dólares y 1.43 millones de toneladas. El volumen exportado durante ese año fue equivalente al 53.3 por ciento de la producción nacional de esta hortaliza. La disponibilidad de nuevos tipos y variedades,
El volumen cosechado a nivel mundial, el consumo total, así como el consumo promedio per cápita registran tendencia al alza durante la década reciente. China se mantiene como el principal productor y consumidor. Estados Unidos de América es el principal importador mundial, mientras que México es el principal proveedor externo (SAGARPA, 2018). Esta hortaliza demanda grandes cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio; estos fertilizantes, al aplicarlos en dosis superiores a los requerimientos de los cultivos, conducen a un bajo aprovechamiento (Peña-Cabriales et al., 2001), contaminación de los suelos (Castellanos y Peña-Cabriales, 1990) y de los mantos acuíferos, así como la eutrofización de aguas superficiales (Nebel y Wright, 1996). En este contexto, el uso de microorganismos debidamente seleccionados por su eficiencia y generados a partir de recursos locales, constituye una alternativa ecológicamente aceptable para reducir los insumos externos y mejorar la cantidad y calidad de los recursos internos. Este estudio surge por el interés de investigar a nivel de invernadero las interacciones de HSF y HMA nativos para el planteamiento de biofertilizantes; a partir, de consorcios fúngicos que promuevan la disponibilidad y transporte del fósforo insoluble hacia las plantas de tomate.
La necesidad de reducir el uso de fertilizantes químicos demanda la creación de estrategias alternativas que mantengan una producción vegetal competitiva sin deterioro del ambiente. 92
En el suelo, la cantidad de fosforo (P) disponible para las plantas depende de la modificación del equilibrio dinámico que mantiene la disolución de los compuestos inorgánicos insolubles y de la descomposición de la materia orgánica.
Materiales y métodos. Las semillas de tomate (Lycopersicon esculentum Mill.) previo a la germinación se desinfectaron con Cloralex® comercial al 50% (15 min). Las plántulas se trasladaron a macetas de 250 g con arena y perlita estéril 1:1 (v/v), a cada una se le agregó fosfato tricálcico como fuente insoluble de fósforo (0.125 g), el inoculo de HMA (10 g) y el inóculo de cada una de las cepas de HSF (1 x 108 UFC mL-1) tal y como lo propone Souchie et al. (2010). La aplicación de los inoculantes se realizó directamente al sustrato y sobre el sistema radicular de la planta. Se estableció un diseño experimental de dos factores con cinco niveles, en total 10 tratamientos con tres repeticiones, esto es 30 unidades experimentales. Los tratamientos incluyeron: un consorcio de HMA, tres cepas de HSF (Aspergillus niger Tiegh, Penicillium brevicompactum Dierckx y Penicillium waksmanii K. W. Zaleski) y todas las posibles combinaciones incluyendo un testigo (sin hongos).
Las cepas de HSF empleadas: A. niger (An), P. brevicompactum (Pb) y P. waksmanii (Pw) pertenecen a la colección del Laboratorio de micromicetos del Instituto de Ecología, las cuales fueron aisladas de suelos de la región del centro del estado de Veracruz, México y se seleccionaron por su alta capacidad para solubilizar fosfato tricálcico. El consorcio de HMA pertenece a la colección del laboratorio de organismos benéficos de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana. Las especies que conforman este consorcio fueron aisladas de suelos de la región de Xalapa y sus alrededores en el estado de Veracruz. El inóculo HMA contenía 60 esporas g-1 de sustrato integrado con fragmentos de raíz con 79% de colonización, compuesto por las especies de Acaulospora morrowiae (Spain y N. C. Schenck), A. spinosa (C. Walker y Trappe), A. scrobiculata (Trappe), Gigaspora rosea (T. H. Nicolson y N. C. Schenck), Scutellospora pellucida (T. H. Nicolson y N. C. Schenck) C. Walker y F. E. Sanders, Glomus macrocarpum (Tul. y C. Tul.), Funneliformis mosseae (T. H. Nicolson y Gerd.) C. Walker y A. Schüßler, F. geosporum (T. H. Nicol-
son y Gerd.) C. Walker y A. Schüßler y Rhizophagus aggregatus (N. C. Schenck y G. S. Sm.) C. Walker. El experimento se mantuvo durante cuatro meses (mayo-agosto de 2015) en un invernadero en el Instituto de Ecología, AC. El riego se realizó por capilaridad y se le adicionaron semanalmente 25 mL de solución nutritiva de Hewitt (Hewitt 1969) sin fósforo. Transcurrido ese tiempo, se procedió a cosechar las plantas, para medir la altura y longitud de raíz, porcentaje de colonización micorrícica y fósforo total de la parte área de las plantas. Colonización micorrícica. El clareo y tinción de raíces, se realizó mediante la técnica de Phillips y Hayman (1970). Para ello, las raíces se lavaron con abundante agua, posteriormente se cortaron en pedazos pequeños y se colocaron en tubos con KOH al 10%, inmediatamente se sometieron a baño maría durante 15 min. Transcurrido ese tiempo se retiró el KOH y se lavaron con agua. Enseguida se les adicionó HCl al 10% y se mantuvieron en ese reactivo durante 10 min. Enseguida, se lavaron con agua y se les agregó azul de tripano al 0.05% y se dejaron a baño maría por 10 min.
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tración de fósforo se determinó a través del método del azul de molibdato (Murphy y Riley 1962). Las muestras El se tomate midieron en un demanda espectrofotómetro a 660 nm de absorbancia. grandes
cantidades
nitrógeno, Variables de de crecimiento de las fósforo y potasio; plantas. La altura se midió a partir estos fertilizantes, del cuello de la raíz hasta el meal aplicarlos en dosis ristemo apicalsuperiores y la longitud a los de la raíz desde el cuello de la raíz hasrequerimientos ta el meristemo deradicular. los cultivos, conducen a un bajo aprovechamiento. Análisis estadísticos.
Medición de fósforo total foliar. Con 0.25 g de material vegetal foliar seco, se llevó a calcinación en una mufla a 500 °C durante 2 h (Mckean, 1993). Las cenizas se disolvieron en agua destilada y la concen-
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80 Colonización micorrícica (%)
Se eliminó el exceso de azul de tripano y se colocaron en tubos con ácido láctico hasta su observación. Para determinar el porcentaje de colonización de las raíces de las plantas, se utilizó la técnica descrita por Giovannetti y Mosse (1980), que consistió en colocar las raíces teñidas con azul de tripano en una caja Petri cuadriculada (1 cm x 1 cm) con ácido láctico y se observaron las estructuras fúngicas bajo el microscopio estereoscópico. El porcentaje de colonización micorrícica se calculó dividiendo el número total de interacciones de raíces micorrizadas, sobre el número total de intersecciones, multiplicando el resultado por 100.
ab
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Primeramente, se comprobó el supuesto de distribución normal y homogeneidad de varianza de los datos mediante pruebas de KolmogorovSmirnov y Bartlet. Para detectar diferencias en la micorrización entre los tratamientos, se utilizó un análisis de varianza de una vía y pruebas de medias de Tukey. Además, con el fin de detectar una interacción significativa entre el factor hongos solubilizadores de fósforo y el factor micorriza se realizaron análisis de varianza factorial. Cuando los datos de las interacciones fueron significativos, se realizaron pruebas de medias de Tukey. Todos los análisis se realizaron en el programa Statistica versión 10.0 para Windows.
Resultados y discusión. Los resultados de la colonización micorrícica en este estudio muestran una variación significativa entre los diferentes tratamientos evaluados (p= 0.000) (Figura 1). La colonización micorrícica en las plantas de tomate inoculadas con los hongos micorrícicos y solubilizadores de fósforo estuvo en el rango de 48-66% de colonización, lo cual confirma la alta micotrofía de la planta, como se ha demostrado en otros estudios.
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60
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40 30 20 10 0
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HMA
An+HMA
Pb+HMA
Pw+HMA HSF+HMA
Tratamientos
Figura 1. Porcentaje de colonización micorrícica de las plantas de jitomate después de cuatro meses de inoculados con los tratamientos. T= testigo; HMA= hongos micorrícicos arbusculares; An= Aspergillus niger; Pb= Penicillium brevicompactum; Pw= Penicillium waksmanii; y HSF= hongos solubilizadores de fósforo. n= 3; ±desviación estándar. Letras idénticas entre las columnas no existen diferencias significativas entre los tratamientos (Tukey LSD, p≤ 0.05).
En comparación con otras investigaciones en las que se evaluó la colonización micorrícica en plantas de tomate inoculadas con HMA, en este trabajo se encontró mayor colonización a la reportada por Velázquez et al. (2005), quienes detectaron de 30-50% colonización micorrícica; Mujica y Fuentes (2012) de 40-47%; Mujica y Batlle (2013) 58% de colonización. La colonización micorrícica en este estudio fue analizada por la presencia de arbúsculos, vesículas y esporas; es importante señalar que se observó una alta esporulación dentro y fuera de las raíces (Figura 2).
Figura 2. Raíces micorrizadas de jitomate a cuatro meses después de su inoculación. A) esporas germinadas dentro y fuera de las raíces; B) esporas; C) vesícula; y D) arbúsculos.
Las plantas de tomate inoculadas con los tratamientos HMA + An fueron significativamente mayores que los tratamientos Pw (t= 0.006), Pb (t= 0.0002) y con HSF+HMA (t= 0.002) (Figura 1), sugiere un sinergismo entre el consorcio de HMA y la cepa solubilizadora de fósforo A. niger.
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Fósforo total foliar (mg/kg)
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a b
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Pb
Pb+HMA
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200 100 0
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HMA
An An+HMA
Pw
Pw+HMA
HSF HSF+HMA
Tratamientos
Figura 3. Fósforo total foliar de la parte aérea de las plantas de jitomate después de cuatro meses de inoculadas con los tratamientos. T= testigo; HMA= hongos micorrícicos arbusculares; An= Aspergillus niger; Pb= Penicillium brevicompactum; Pw= Penicillium waksmanii; y HSF= hongos solubilizadores de fósforo. n=3; ±desviación estándar. Letras idénticas entre las columnas no existen diferencias significativas entre los tratamientos (Tukey LSD, p≤ 0.05). 95
La disponibilidad de nuevos tipos y variedades, nuevos métodos de cultivo y la creciente demanda de hortalizas han incentivado la producción mundial de tomate rojo.
Existen estudios que confirman que la inoculación de hongos saprobios favorece la colonización de HMA en cultivos como chile con Claroideoglomus claroideum con Penicillium albidum y Penicillium frequentans (Castillo et al., 2013), en tomate con Glomus mosseae (Funneliformis mosseae) y A. niger (Velázquez et al., 2005), en trébol con Glomus clarum (Rhizophagus clarus) y Glomus geosporum (Funneliformis geosporum) con A. niger (Souchie et al., 2010); en bambú con Glomus spp. Aspergillus tubingensis (Babu y Reddy, 2011). En este trabajo con tomate, no se observó un incremento de la colonización micorrícica en presencia A. niger, P. brevicompactum y P. waksamnii de manera que se recomienda continuar evaluando la efectividad de otras cepas de HSF con el propósito de detectar alguna que favorezca una mayor colonización micorrícica.
Fósforo total foliar. Para el fósforo total foliar de las plantas de jitomate, se detectó una interacción significativa entre los factores HSF y HMA (p= 0.000).
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Todos los tratamientos presentaron una mayor concentración de fósforo total con respecto al testigo (t< 0.05). El tratamiento HSF fue significativamente mayor que el resto de los tratamientos (t< 0.05) (Figura 3). La concentración de fósforo total en la parte aérea en las plantas de tomate osciló de 450 a 700 mg kg-1. Los tratamientos consorcios (HSF y HSF+ HMA) exhibieron los mayores incrementos (191%) de fósforo respecto al testigo. Este incremento resulto superior a los reportados en otros estudios similares bajo condiciones de invernadero. Souchie et al. (2006) no detectaron incrementos del P foliar en Trifolium después de inocular G. mossae (Funneliformes mosseae) y Aspergillus niger. Por otra parte, Rodríguez-Cabral et al. (2012) encontraron 20% de incremento en esta variable en anacardo, también inoculado con estos hongos, Velázquez et al. (2005). Reportan un incremento de 78% en el fósforo total foliar en tomate inoculado con G. mosseae (Funneliformes mosseae) y A. niger; Zhang et al. (2014) obtuvieron incrementos de 100% en una planta herbácea
(Kosteletzkya virginica) inoculada con G. mosseae (F. mosseae) y Mortierella sp., Babu y Reddy (2011) detectaron 115% de incremento del fósforo foliar en plantas de bambú después de la co-inoculación de un consorcio de HMA y Aspergillus tubingensis, Zhang et al. (2014) por otro lado, detectaron un mayor incremento (300%) en fósforo foliar en plantas de ricino inoculadas con G. mosseae (F. mosseae) y Mortierella sp. La combinación de la inoculación estos dos grupos de hongos (HMA y HSF) puede producir una mayor absorción de fósforo (Barea et al., 2008) e incrementar el desarrollo de las plantas principalmente por el efecto nutricional que esta combinación aporta, sin embargo existen otros mecanismos por los cuales los hongos pudieron afectar el desarrollo vegetal, tal es el caso de una mejora en la estructura del suelo (Khan, 1993), incremento en la humedad del suelo (CamargoRicalde, 2002), inducción de tolerancia al estrés ambiental (Cantrell y Linderman, 2001), mayor tasa fotosintética (Finlay, 1992), entre otros efectos distintos a los nutricionales reportados.
Variables de crecimiento de las plantas. Para la variable altura, se detectó una interacción significativa entre los factores HSF y HMA (p= 0.01) y un efecto significativo del factor HSF (p= 0.004). Sin embargo, el efecto del factor HMA no fue significativo (p= 0.35). La altura fue significativamente mayor en todos los tratamientos con hongos con respecto al testigo (Figura 4). El rango de valores promedios de las alturas (5181cm) son superiores a los reportados por Velázquez et al., 2005 en plantas de jitomate (42.3 cm) con inoculaciones dobles de G mossae (Funneliformes mosseae) y una cepa de A. niger. En otros estudios, también se ha observado que las inoculaciones dobles de HMA y HSF favorecen la altura de las plantas (Babu y Reddy,
2011; Castillo et al., 2013). Para la longitud de raíz de las plantas de tomate, se detectó una interacción significativa entre los factores HSF y HMA (p= 0.03). No se observó un efecto significativo del factor HMA (p= 0.93); sin embargo, si lo hay con el factor HSF (p= 0.000). Las plantas con los tratamientos HMA y el testigo mostraron raíces significativamente más largas que con Pb +HMA, Pw +HMA y HSF (t< 0.05) (Figura 5). Los valores altos de longitud de raíces de las plantas testigos pudiera ser debido a las condiciones de poca disponibilidad de nutrientes en que se encontraban las plantas, las raíces se extendieron en busca de nutrientes (Barea et al., 2008). La longitud de raíz de las plantas inoculadas con el consorcio de HSF (mejor tratamiento en la disponibilidad de fósforo en la parte aérea)
presentaron los valores menores, probablemente se debió a que la inoculación con el consorcio de HSF al proporcionar una mayor concentración de nutrientes a la planta, no fue necesario la elongación de la raíz ya que los nutrientes se encontraban de manera directa para las plantas (Barea et al., 2008). Las cepas utilizadas son nativas de la región, el consorcio de HMA ya había sido probado y demostrado su eficiencia en otros cultivos (Ferrera et al., 2007; Sangabriel-Conde et al., 2010; Bañuelos et al., 2012; Zulueta- Rodríguez et al., 2013; Bañuelos et al., 2014). Por su parte, las cepas A. niger, P. brevicompactum y P. waksmanii también son nativas de la región centro de Veracruz, ya se había demostrado su capacidad como solubilizadoras de fosfato de calcio en condiciones in vitro (Perea, 2019).
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T
HMA
An An+HMA
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HSF HSF+HMA
Tratamientos
Figura 4. Altura de las plantas de jitomate después de cuatro meses de inoculadas con los tratamientos. T= testigo, HMA= hongos micorrícicos arbusculares, An= Aspergillus niger; Pb= Penicillium brevicompactum; Pw= Penicillium waksmanii; y HSF= hongos solubilizadores de fósforo. n= 3; ±, desviación estándar. Letras idénticas entre las columnas indican que no existen diferencias significativas entre los tratamientos (Tukey LSD, p≤ 0.05).
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An An+HMA
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Pb+HMA
Pw
Pw+HMA
HSF HSF+HMA
Tratamientos
Figura 5. Longitud de raíz de las plantas de jitomate después de 4 meses de inoculadas con los tratamientos. T= testigo, HMA= hongos micorrícicos arbusculares, An= Aspergillus niger; Pb= Penicillium brevicompactum; Pw= Penicillium waksmanii; y HSF= hongos solubilizadores de fósforo. n= 3; ± desviación estándar. Letras idénticas entre las columnas indican que no existen diferencias significativas entre los tratamientos (Tukey LSD, p≤ 0.05). Es importante, incidir en los productores sobre el uso de estos hongos nativos como una alternativa para la aplicación de los biofertilizantes, adoptando de esta manera nuevas estrategias que vayan en aumento en la concientización sobre el cuidado del ambiente, una reducción en los costos de producción, la conservación y recuperación de los suelos, así como mantener la biodiversidad (Fernández y Rodríguez, 2005).
China se mantiene como el principal productor y consumidor de tomate, mientras que Estados Unidos de América es el principal importador mundial, mientras que México es el principal proveedor externo.
Conclusiones. Las inoculaciones de los consorcios de HSF y HMA funcionaron de manera sinérgica, la relación HMA y HMA + An propició un alto porcentaje de micorrización, la interacción de HSF y HMA una mayor disponibilidad y transporte del fósforo en las plantas de jitomate y las alturas de las plantas se incrementó con todos tratamientos con hongos.
Agradecimientos. Este estudio fue financiado por CONACYT (C01-0194) Proyecto CONACYT ‘Aplicación de las interacciones fúngicas en la restauración y fertilización del suelo’ (2011/169124) desarrollado en el Instituto de Ecología, AC. Los autores agradecen a la MC Yamel del Carmen Perea Rojas y a la Ingeniera Noemi Orozco Domínguez por su ayuda en el procesamiento de las muestras.
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Instituto Tecnológico Superior de Xalapa. Reserva Territorial s/n, Col. Santa Bárbara, Xalapa, Veracruz, México. 2Facultad de Ciencias Agrícolas-Universidad Veracruzana-Campus Xalapa. Circuito Gonzalo Aguirre Beltrán s/n, Zona Universitaria, Xalapa, Veracruz, México. CP. 91090. 3Facultad de Biología-Universidad Veracruzana-Campus Xalapa. Circuito Gonzalo Aguirre Beltrán s/n, Zona Universitaria, Xalapa, Veracruz, México. CP. 91090. §Autora para correspondencia: rosa.arias@itsx.edu.mx.
Longitud de raíz (cm)
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Agricultura 4.0 generará productos más sanos, innovación y desarrollo: experto Sin los biólogos y agrónomos no se podrá acelerar la transformación digital en la agricultura; “la tecnología no es el reto, sino generar equipos de profesionales a través de empresas y la academia, que participen además en una estrecha relación con los centros de investigación, las escuelas y sus estudiantes. Solo así podrán generarse las oportunidades para el mejoramiento de procesos, empleo y negocios”, dijo Héctor Manuel Aceves Ortega en su charla “Ventajas de la agricultura de precisión o de 4.0”. Manuel Aceves, director general en Clúster de TI Colima, fue uno de los invitados a las conferencias de la Primera Semana Digital de la Agronomía y la Biología organizada por la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima. En su videoconferencia, comentó que las fusiones extremas entre las corporaciones de la cadena agroindustrial y el avance vertiginoso de la digitalización de los procesos agrícolas están afectando la agricultura y la alimentación en todo el mundo; “este fenómeno se conoce como Agricultura 4.0, y trabaja con el control mediante plataformas de datos masivos y automatización”. El tema de la pandemia actual, dijo, “viene a darle un mayor impulso a conceptos como bioenergía, volver sustentable todas las actividades, la generación de biomateriales y el procesamiento de material vegetal no comestible. La idea, que ya es una tendencia, es convertirse en una economía circular; es decir, que desaparecerá el término ‘empresa socialmente responsable’ para ser reemplazado por el de ‘empresa social’, lo que significa que con su proceso de negocio le genera valor a la sociedad logrando una reconversión y la adquisición del nuevo modelo corporativo”. Los productores y empresas agrícolas exportadoras, explicó, deberán generar un proceso de economía circular y la agricultura tendrá que transformarse. Este cambio, que es
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Manuel Aceves, Director General en Clúster de TI Colima.
también cultural y que implica el uso de las tecnologías en el campo, lo llamó Agricultura 4.0. Según sus cálculos, se prevé que sea una realidad en tres o cinco años. La Agricultura 4.0, añadió, “va de la mano con la agricultura protegida y no al aire libre, generando productos con mayor intensidad en sus componentes vitamínicos, que son paliativos principales ante las pandemias; es decir, se va a producir con mayor cantidad de proteína, pero también atenderá la huella ecológica”.
Esta nueva agricultura, señaló, “involucra soluciones agroalimentarias a partir de nuevas tecnologías, de la economía circular, la agricultura de precisión, mapeo de campos y de recursos basados en sensores, el monitoreo y pronóstico de clima, así como la analítica predictiva para cultivos, monitoreo de cultivos, gestión del riesgo, logística y almacenaje inteligente y monitoreo de equipos remotos”.
VENTAJAS DE LA AGRICULTURA 4.0 OPORTUNIDADES DE CRECIMIENTOS
Bioenergía
Bioenergía y biomateriales: Procesamiento de material vegetal no comestible.
Agro negocios
Agro negocios: Plataforma de comercio y adquisición de insumos
Agricultura novedosa
Sistema de agricultura novedosa Agricultura “indoor” acuicultura, insectos, algas, microbios, entre otros.
Tecnología “midstream” Tecnologías para seguridad alimentaría y trazabilidad, transporte, tecnologías de procesamiento y mayor vida de anaquel.
CII Agroalimentario
Desafíos que ofrecen oportunidades de crecimiento
Oportunidad de crecimeinto No.1
La alimentación de una población creciente y cada vez más urbanizada, de la que alrededor del 10% sigue siendo desnutrida, hay una urgencia severa para aumentar el valor nutricional de los alimentos.
Oportunidad de crecimeinto No.2
Aunque la tecnología ya ha reducido las pérdidas de la cadena de suministro, la pérdida media sigue siendo del 35% de la producción inicial, lo cual significan que se pierde una gran cantidad de dinero.
Oportunidad de crecimeinto No.3
Si el agricultor de hoy ya se enfrenta a una alta complejidad, el agricultor de mañana se ocuparáaún más de los compeidores disruptivos, los agricultores pueden estar abiertos a soluciones integradas y de ecosistemas.
Aceves Ortega comentó que aún hay muchos retos en campo, sobre todo para el cambio cultural que se requiere, como confiar más en la tecnología y delegarle funciones. Los productores cada vez están más presionados por los costos y la competitividad, dijo, y es importante que vean a la tecnología como una herramienta para descansar tomar mejores decisiones. Ya hay productores trabajando con nueva tecnología, pero falta acostumbrarse a ella, sobre todo en el caso de los que exportan.
El ponente concluyó diciendo que, al sumar la innovación al sector agroalimentario, los beneficios se multiplicarán y habrá “un ecosistema de innovación, que tanto nos urge desarrollar alrededor de la industria, pero esto implica a estudiantes, innovadores, empresas de software y la nutrida participación de biólogos y agrónomos”.
F/elcomentario.ucol.mx
Otro reto es la falta de infraestructura, “pues ya es necesario entrar a la red 5G, lo que ayudaría a resolver los problemas técnicos de plataformas con esta conectividad”
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LANGOSTA VOLADORA
UNA PLAGA CON HISTORIA. Por Jorgelina Lezaún, Ingeniera Agrónoma Agribusiness; Marketing Consultant.
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a plaga de la “langosta” ha ocasionado graves daños económicos debido a sus invasiones desde hace siglos. Por esta razón algunos países han declarado a la langosta como plaga nacional, ejemplo, México en 1924-1926 y Centro América en 1955. El término “langosta” se aplica a ciertos acridoideos migratorios, los cuales debido a un incremento en la densidad poblacional cambian de comportamiento, pasando de la fase solitaria a una fase gregaria, alterándose posteriormente su color y forma. Si los grupos están compuestos por adultos alados se llaman “mangas”, si sus miembros son ninfas se denominan “bandos”. La transformación fásica –polimorfismo- de las langostas ha dificultado su taxonomía ocasionando problemas en su identificación, especialmente dentro del género Schistocerca, del cual existen numerosas especies en el Continente Americano. La plaga de la “langosta” ha ocasionado graves daños económicos debido a sus invasiones desde hace siglos. Por esta razón algunos países han declarado a la langosta como plaga nacional, ejemplo, México en 1924-1926 y Centro América en 1955. La invasión de la especie “Schistocerca cancellata” fue de gravedad para la producción agrícola hasta principios de 1960, afectando zonas de cultivo en la región.
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Dentro de este género, la especie “Schistocerca cancellata”, ha sido la responsable de la destrucción total de diversos cultivos y pasturas en vastas extensiones de nuestra región. Son insectos desfoliadores que en altas densidades pueden afectar negativamente la productividad. También para identificarla se utilizan los nombres previos que esta especie ha tenido: S. paranaenses, S. americana cancellata y S. americana (Shannon y Alboleda-Sepúlveda, 1998). Du-
rante los estadíos iniciales de los cultivos de soja, maíz o girasol producen la disminución del número de plantas y en general de la implantación de los cultivos, las langostas se presentan en estado de desarrollo inicial (mosquita) e intermedio (saltona). En función de la mayor densidad de siembra, el cultivo de soja puede tolerar mayor nivel de daño en la etapa de postemergencia, mientras que girasol, maíz y sorgo tienen mayores riesgos de daño. (Martínez Crosa y Zerbino, 2008). F/Universidad de Florida.
Esta plaga provoca daños en todos sus estadios de crecimiento, poseen aparato bucal masticador típico, atacan la parte aérea de vegetales silvestres y cultivados, gramíneas, leguminosas en plántulas y plantas jóvenes impidiendo el rebrote. Hacia fines de julio de 2015, en Argentina –cerca de la capital de Santiago del Estero y en el sudeste de la provincia de Tucumán- nuevamente se registraron ataques importantes de esta langosta indicando la reaparición de una plaga poco conocida en la actualidad. El monitoreo y detección precoz por parte de los diferentes actores del medio es fundamental para tomar medidas a tiempo.
¿Cuál es el impacto económico de invasiones de la especie “Schistocerca cancellata” - Langosta voladora? Se conocen alrededor de 5.000 especies de langosta en todo el mundo. Algunas seleccionan su comida y otras son polífagas, tal es el caso del género Schistocerca, que puede llegar a devorar más de 400 especies vegetales (Perez Romagnoli, 2011).
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Fig. 1. Características morfológicas del adulto de langosta americana, Schistocerca americana (Drury).
F/Juan L. Capinera (Universidad de Florida).
Fig. 2. Adulto de Schistocerca americana (Drury). Huevos agrupados en espiga (izquierda).
Poseen cabeza de gran tamaño, ubicada en posición hipognata, cuerpo cilíndrico comprimido lateralmente, dos ojos compuestos con tres ocelos. Aparato bucal tipo masticador, 1° y 2° par de patas caminador y 3° de tipo saltador con un gran desarrollo de los fémures (Fig. 1). La reproducción es sexual anfigónica (machos y hembras) (Barriento Lozano, 1992; Bar, 2010).
tege a los huevos del ataque de otros artrópodos (Bar, 2010). Producida la eclosión las ninfas neonatas de 8 mm, semejantes al adulto pero sin alas, atraviesan la espuma protectora, salen al exterior se dispersan buscando protección en la vegetación circundante. Los primeros estadios son de color verde pálido con un medio-dorsal negro franja que recorre el largo del cuerpo. Los individuos del primer estadio miden de 6 a 9 mm y
cuentan con 13 segmentos antenales. Son gregarias, se reúnen de noche en arbustos y allí permanecen hasta que calienta el sol y se dispersan nuevamente para alimentarse. A los 4-8 días, según temperatura y alimentación, se produce la primera muda, dando lugar al segundo estadio, que es más activo y también gregario, durante este estadio se observan los esbozos alares así como cuatro segmentos más en la antena, los individuos llegan a medir 12 a 16 mm. F/Universidad de Florida.
¿Cómo se identifican las langostas “Schistocerca cancellata”?
¿Cuáles son las etapas de su ciclo biológico? Los adultos llegan en primavera a regiones agrícolas en grandes mangas aladas, en sus vuelos de invasión. Se aparean durante los descansos y a los 10 días las hembras desovan. Perforan un orificio de hasta 8 cm de profundidad en el suelo, donde depositan 50-120 huevos agrupados en forma de espiga, que ocupan más de la mitad de la perforación, y el resto lo llenan con una secreción aglutinante que pro-
Fig. 3. Adulto de Schistocerca americana (Drury). Hembra inmadura (izquierda). Hembra madura sexualmente (derecha).
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F/Universidad de Florida.
Fig. 3. Estadios ninfales de langosta americana. A. Primer estadio ninfal. B. Segundo estadio ninfal.
F/Lyle J. Buss y Juan L. Capinera.
C. Tercer estadio ninfal. D. Cuarto estadio ninfal.
E. Quinto estadio ninfal. F. Sexto estadio ninfal.
Saltonas: A los 15 días se hacen visibles los rudimentos alares que caracterizan al tercer estadio ninfal, miden 16 a 20 mm, tienen 21 a 22 segmentos antenales. Son activas, pierden la conducta gregaria, abarcan zonas más extensas, se alimentan día y noche sin descanso y su voracidad hace estragos en campos cultivados. Saltonas II: A los 10 días experimentan otra muda, que da lugar al cuarto estadio ninfal, midiendo de 20 a 26 mm, antenas de 22 a 24 segmentos y alas con venación.
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Saltonas III: Luego sufren la última muda de ese estado, dando lugar a la quinta ninfa (saltona III), que mide 26 a 35 mm y con 24 a 25 segmentos antenales. Es más activa y destructora, con alas bastante desarrolladas, pero no funcionales. A veces puede darse un sexto estadio ninfal en el que los individuos miden 35 a 45 mm y tienen 25 a 26 segmentos antenales. Las alas se extienden hacia atrás para cubrir varios segmentos abdominales (Capinera y Squitier, 2014.) (Fig. 3).
Seis estadios son normales, pero si las densidades son bajas se completarán sólo cinco estadios. Si hay bajas densidades, las ninfas pueden ser en su mayoría de color verde. En cambio, en alta densidad de ninfas, en los últimos estadios los insectos serán más amarillos, anaranjados y negros. En altas densidades, las ninfas tienden a agruparse en “bandas” y trasladarse a través de la vegetación, caminos y rutas (de Wysiecki & Lange, 2005). Los estados (saltona N4,N5 y adulto) son los peligrosos, ya que incrementan notoriamente los niveles de consumo.
Esta plaga provoca daños en todos sus estadios de crecimiento, poseen aparato bucal masticador típico, atacan la parte aérea de vegetales silvestres y cultivados, gramíneas, leguminosas en plántulas y plantas jóvenes impidiendo el rebrote.
Cuando ocurre la muda del quinto y/o sexto estadio ninfal emerge la voladora. Son adultos con alas completas y funcionales. Las hembras miden 5,5 cm y los machos 4,5 cm. Los individuos que nacen en primavera completan su madurez sexual en 10 días, se aparean y la hembra desova durante 15 o más días, dando lugar a otra generación en un término de 44 a 58 días (Capinera & Squitier, 2014). La langosta voladora se desplaza en enjambres recorriendo largas distancias es difícil de combatir
cuando se trata de millones de insectos. Cuando vuela en mangas, comiendo y desovando se llama langosta voladora pesada (Bar, 2010). Si la emergencia del adulto ocurre en otoño, no madura sexualmente y las mangas migran en busca de climas benignos, ahorrando movilidad, comiendo poco y permaneciendo agrupados, sin aparearse, hasta cuatro meses. Estas mangas de otoño-invierno son denominadas voladoras livianas. Llegada la primavera se reinicia el ciclo. Según la estación en que se produzcan invasiones a la zona
agrícola, la región puede sufrir los daños de una a dos generaciones de langostas sobre cultivos o campos de pastoreo (Bar, 2010). Ciclo biológico
¿Qué factores biológicos, físicos y ambientales facilitan la aparición y evolución de la plaga? En las “zonas de cría permanente” la langosta permanece y se reproduce mientras las condiciones del suelo, clima y flora les sean favorables.
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Si estas condiciones cambian y no le son propicias, el número de individuos de la población crece pero migra formando “mangas”, invadiendo las zonas de cultivo con los consiguientes daños (Universidad Nacional de Córdoba). La langosta “Schistocerca cancellata” tiene la característica que forma mangas, -uniones de millones de langostas que pueden alcanzar 100 km. de longitud y 10 km. de ancho- trasladándose en busca de alimento. Este proceso migratorio está
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influenciado por las condiciones climáticas y la disponibilidad de alimento. La langosta invasora se mantiene en forma solitaria cuando hay cuidadosos controles que tratan de evitar la formación de estas mangas. En las zonas de cría las lluvias normalmente ocurren de noviembre a marzo-abril, permitiendo el desarrollo de dos generaciones anuales de S. cancellata, una primaveral, corta y rápida, y una estival más larga, en la cual los adultos pasan la temporada seca en diapausa reproductiva hasta las primeras lluvias primaverales.
Si las lluvias primaverales son suficientes se puede presentar una tercera generación (Barrera y Turk, 1983; Hunter y Cosenzo, 1990). Las condiciones climáticas invernales registradas en Argentina, especialmente las temperaturas elevadas en julio (>30°C), ocasionaron la aparición de mangas de S. cancellata de grandes dimensiones en la zona hortícola de Santiago del Estero, provocando daños en cultivos y causando alarma en la población rural.
¿Cuáles son las alternativas del control y manejo de esta plaga? El control de la langosta se basa en 2 aspectos importantes:
A) Monitoreo: Se deben realizar monitoreos
periódicos determinándose la presencia de ninfas y adultos. Esta plaga es de hábito crepuscular, cuando las temperaturas comienzan a descender, al atardecer, noche y primeras horas de la mañana, permanecen asentadas en el suelo (éste es el momento oportuno para control, cuando las densidades así lo indiquen). Mientras que al aumentar la temperatura se vuelven muy movedizas. El momento “oportuno” de control es cuando la langosta está en estadio ninfal I o II y en bandas (De Wysiecki, comunicación personal). La combinación de monitoreo regular y alerta, permite disponer de un amplio conocimiento de la plaga y su dinámica poblacional.
B) Control químico: El control químico se
debe realizar para bajar la densidad poblacional de la langosta. La efectividad del mismo dependerá de la forma de aplicación y el tipo de producto a utilizar. Con respecto a las formas de aplicación, las aplicaciones terrestres son las más eficientes porque se puede emplear en terrenos poco accesibles o con pendientes pronunciadas donde las aplicaciones aéreas presentan inconvenientes y permite colocar el producto debajo de un follaje denso.
Fig. 4. Adulto de Schistocerca americana (Drury).
Además las aplicaciones en “bandas” reducen costos, residuos, contaminación y permiten realizar aplicaciones en manchones o dirigidos en cultivos susceptibles. No obstante, se debe considerar como una alternativa válida a la aplica-
ción aérea cuando se presentan altas densidades poblacionales de langostas, formando mangas de grandes dimensiones. En cuanto al tipo de producto a utilizar, se debe emplear insecticidas permitidos o registrados para el cultivo a
Es de gran importancia la época del año y hora del día en que se realiza el tratamiento. Dentro del Control biológico como enemigos naturales de las langostas se puede mencionar: - Parásitos y predadores de ninfas y adultos. Moscas parasitoides (Sarcophagidae), nematodos, arácnidos (varias especies), aves (aguiluchos, gaviotas, garzas, etc.), roedores y otros mamíferos. - Predadores y parasitoides de huevos. Larvas de “bicho moro” (Epicauta spp.), larvas de moscas (Bombyliidae y Asilidae), avispas parasitoides de huevos (Scelio scyllinopsi). - Patógenos de ninfas y adultos. Fúngicos: Nosema locustae, Entomophthora grylli y Beauveria bassiana; bacterianos: Bacillus thurigiensis, Coccobacilus acridiorum; virus: Entomox vírus.
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F/ croplifela.org . jorgelina.lezaun@gmail.com
tratar, considerar el modo de acción (ingestión, contacto o inhalación) y la peligrosidad frente a las personas, los enemigos naturales y las abejas. Los productos de peligrosidad alta son recomendados para aplicaciones en zonas alejadas de centros urbanos y producciones orgánicas.
Mejora de la fotosíntesis
con ondas de radio de baja frecuencia a través del riego. Por Fernando Huerta, CEO Organiko Latam
l desarrollo de tecnología presenta ser clave para las relaciones entre personas y los quehaceres laborales que se desempeñan dentro de una empresa. Lo estamos viviendo en carne y hueso en la actualidad, en donde la pandemia mundial, nos ha tenido alejados presencialmente, pero muy cercanos a través de las redes y las aplicaciones móviles. Esto sin la tecnología no podría ser posible. Del mismo modo, ha ocurrido con la agricultura, tanto a nivel personal como de campo y en nuestros cultivos. El introducir tecnología para lograr mayor eficiencia en la producción es un hecho y los podemos ver en las grandes compañías que han preferido este medio para destacar por sobre el resto.
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Ahora bien, el agua como elemento esencial en el crecimiento de una planta suena como algo obvio. Sin embargo, el poder introducir tecnología a través de ella suena algo distinto y un poco atrevido, pero es real. Si consideramos que los electrones que mantienen unida toda la mate-
ria se mueven y dichos movimientos crean vibraciones. En cualquier estructura, estas vibraciones se combinan para formar una frecuencia compuesta, la cual se conoce como su frecuencia natural. Tales frecuencias entre átomos pueden ser identificadas con la ayuda de tecnologías tales como la espectroscopía infrarroja.
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De la misma manera que un equipo de sonido utiliza una pequeña corriente eléctrica para transportar frecuencias, el agua actúa como una onda portadora para llevarles a las plantas la información.
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Existe la teoría de que, al exponer las plantas a las frecuencias ideales naturales para ciertas funciones, las moléculas de las plantas se armonizarán con las frecuencias vibratorias mejorando la salud de la planta. Las frecuencias naturales de los enlaces vibratorios entre los átomos de una planta pueden afectar la química y la salud de la misma. Se teoriza además que las condiciones ambientales adversas pueden alterar las frecuencias normales de una planta y afectar negativamente su salud. Finalmente, existe la teoría de que, al exponer las plantas a las frecuencias ideales naturales para ciertas funciones, las moléculas de las plantas se armonizarán con las frecuencias vibratorias normales e ideales, mejorando así la salud de la planta. En esta idea se basa la nueva tecnologia Crop Booster, utilizando el agua de regadío de una explotación agrícola, como medio de transporte para las frecuencias ideales que necesita la planta para su óptimo funcionamiento.
Debido a la naturaleza polar del agua (una ligera carga positiva en un lado y una ligera carga negativa en el otro), mostró ser muy eficiente para dicha función.
Todo objeto cargado en movimiento crea un campo magnético. Cuando los microtransmisores de Crop Booster se montan en la tubería de metal de un sistema de riego, el pequeño campo magnético creado por el flujo de agua extrae pasivamente la información almacenada en los microtransmisores y la lleva a las plantas. De la misma manera que un equipo de sonido utiliza una pequeña corriente eléctrica para transportar frecuencias específicas a los altavoces, el agua actúa como una
onda portadora para llevarles a las plantas la información almacenada en los microtransmisores. Es como Organiko Latam, a través Crop Booster ha podido introducir a través de tecnología estas ideas científicas en los cultivos agrícolas, sin necesidad de interrumpir el ciclo normal de ellos y logrando una optimización y una mejor captación de nutrientes lo que se traduce en mayores kilos y plantas más sanas. La tecnología Crop Booster ya se encuentra instalada en muchos países de Suramérica demostrando resultados impresionantes, desde aumento de la producción, optimización de grados Brix, hasta optimización del consumo de agua.
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F/DEBATE.
Segalmex paga los primeros 15 mdp a productores de maíz de Sinaloa. Con una derrama inicial superior a los 15 millones de pesos, Segalmex inició la dispersión de los apoyos a la comercialización del maíz correspondientes a la cosecha otoño invierno 2019-2020. Sergio Roberto Márquez Berber, gerente de estudios y proyectos de esta institución federal, dio conocer que dentro de esta primera etapa, los recursos liberados beneficiaron a un total de 374 productores del estado de Sinaloa. Ratificó que el apoyo comprende un pago de 359.69 pesos por tonelada y será para todos aquellos productores que siembren hasta un máximo de 50 hectáreas y aporten una producción máxima de 600 toneladas de maíz ya sea de color blanco o amarillo.
Señaló que el primer etapa de recursos liberados corresponde a la validación de las primeras 42 mil toneladas de la gramínea. Precisó que por municipio los recursos beneficiaron a 155 productores de Navolato, 82 a guasave, 23 a Ahome, 20 a Culiacán y 22 angostura, 11 a mocorito y 12 a Sinaloa, 18 a Mazatlán y 9 al Fuerte, 8 a elota y 13 Salvador Alvarado. Para cualquier duda en torno a este programa, se sugiere al productor acercarse a las líneas de atención de Segalmex para saber acerca de su pago, en el entendido que en lo sucesivo se seguirán realizando los pagos a todos aquellos productores de maíz que cumplen con lo establecido.
Campos veracruzanos devorados por langostas.
F/ Milenio
La plaga de la langosta centroamericana avanza paulatinamente por la entidad y a la fecha se tienen reportes de su presencia en Pánuco, Tempoal, Omealca, Zentla, Tierra Blanca, Huatusco, Camarón de Tejeda y Paso del Macho, dijo el gerente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Veracruz, de la Sader, Guillermo Jerónimo Reyes. En entrevista, precisó que desde 2007 no se presentaba en el país y que la situación se encuentra bajo control y que en la huasteca veracruzana, en la colindancia con San Luis Potosí y Tamaulipas; principalmente en una parte de Pánuco y de Tempoal se han realizado acciones para la ubicación espacial y geográfica de la plaga, para medir su distribución y presencia que va en densidades bajas, medias y altas.
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Además, abundó, se han fumigado 2 mil hectáreas de cultivos agrícolas en los municipios del norte y centro del estado, con aeronaves, además de que se han utilizado drones para rociar insecticidas autorizados por la Cofepris.
La plaga es invasiva y devastadora. Los productores pueden colaborar a través de un reporte a las autoridades de Sanidad Vegetal; pidió ser observadores y respaldarse con fotografías al pedir el apoyo, pues en ocasiones se puede confundir con chapulines que no pertenecen a la langosta centroamericana.
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VENTAJAS DE LA PRODUCCIÓN DE
ARÁNDANO EN CONTENEDORES.
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xisten diversas alternativas en la producción de arándanos en sustrato, tales como corteza de pino, fibra de coco, perlita, e incluso arena, pueden ser utilizados en distintas proporciones dentro de un contenedor y aunque pareciera que las macetas y bolsas no influyen en la producción,
estas están directamente relacionadas con el desarrollo de las raíces. Un buen contenedor debe permitir el desarrollo del sistema radicular, cuando el agua de riego tiene un alto contenido de sales, para desplazarse es importante la condición de permeabilidad del contenedor.
La planta del arándano desarrolla su parte aérea de forma proporcional a las raíces, cuando estas son fuertes, se desarrollará con más porte y puede influir en la cantidad y calidad de los frutos. Ventajas del uso de contenedores. • Puede aumentar los rendimientos. La densidad de las plantas por hectárea se puede incrementar notablemente, sobre todo con el sistema oscilante de hileras de plantación. • La personalización del sustrato da lugar a un mayor control sobre el cultivo, por tanto una fruta de mejor calidad. • Reducción del consumo de agua. • Optimización de los fertilizantes, que se aplican simultáneamente con el riego. • Al estar cultivadas en sustrato y no en suelo directo los frutos sufren de menos problemas de enraizamiento, que pueden provocar sensibilidad a enfermedades.
Un buen contenedor debe permitir el desarrollo del sistema radicula.
• En el caso de cultivos como el arándano la cosecha suele ser de manera más cómoda al poder adaptar la altura de las plantas.
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Las bolsas de fibra de coco son una opción duradera y de fácil instalación.
¿Pero qué tipos de contenedores se pueden usar? Los más comunes son en maceta o bolsa. A los dos sistemas se les ha nombrado como altamente productivos, pero hay que brindar un drenaje óptimo, si la base tiene suficientes agujeros y buena elevación se conseguirá que las raíces tengan aireación y que no se produzcan encharcamiento. Hay que evitar las macetas con patas porque suelen dañar las raíces, una mejor opción será la base de la maceta con escalones elevados. Con un buen plan de fertirrigación el coco es un excelente medio de cultivo.
¿Y son altamente productivos? Ambos contenedores presentan una importante ventaja en la producción; la gestión de plagas o enfermedades. Hay mucha más seguridad considerando que las plantas están de manera individual y aisladas, si existiera algún problema sanitario, resulta más sencillo retirar las plantas afectadas evitando problemas mayores.
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Pero en cuestión de rendimiento, el utilizar bolsas o macetas permite doblar producción, plantando inicialmente en un marco de plantación de espacio reducido y posteriormente desplazando macetas a otra extensión, dejando marcos de plantación más amplios cuando la planta lo necesita por el tamaño de la parte aérea. La planta del arándano desarrolla su parte aérea de forma proporcional a las raíces, cuando estas son fuertes y bien extendidas, la planta se desarrollará con más porte y puede influir directamente en la cantidad y calidad de los frutos. Cuando se cultiva en sustrato las raíces se expanden con mayor facilidad por el contenedor,
pues el sustrato es un material que opone menos resistencia que al suelo, además permite que estas se desarrollen con mayor rapidez, haciendo que la etapa reproductiva se presente antes, además de que suele ser más homogénea.
Eficiencia en el uso del agua. Se puede hacer la adaptación de regar por goteos frecuentes y con volúmenes pequeños, se logra una alta eficiencia en el aprovechamiento del agua, llegando a bajar los consumos totales anuales hasta de 7,000 m3/ha sobre la base de fibra de coco y una buena mezcla de sustrato.
INTAGRI. 2020. Ventajas de la Producción de Arándano en Contenedor. Serie Frutillas, Núm. 29. Artículos técnicos de INTAGRI. México. 3 p.
Literatura consultada -Bugarin, M. R. 2018. Producción de arándano hidropónico en sustrato orgánico e inorgánico. Universidad Autónoma de Nayarit. México. 63 p. - Vence, L. B. 2008. Disponibilidad de agua-aire en sustratos para plantas. Ciencia del suelo. 26: 105-114. - Undurraga, D. 2013. Manual de arándano. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Chile. 34 p. - Soto, R. 19993. Efecto de las características físicas y químicas de diferentes mezclas de sustratos en el crecimiento de arándano en maceta. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Agrarias. 153-155.
Plántulas de arándanos en maceta.
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