Facetas febrero 25 de 2018

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DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2018 - IBAGUÉ

FACETAS EL POEMA

ARTE VAGO Autor: Carlos Stivens Parra Gámez.(Q.E.P.D.) Cajamarca 1986 - Ibagué 2018.

Hay días en que somos tan fértiles, pero tan fértiles... Porfirio Barba Jacob

Hállenlo sentado en la esquina del arte, de curvas serpentinas y en afanes florecido. Acaso, tiempo perdido. Seguro tiempo ganado. Allí el poeta andariego. La pierna atleta soltada, la cabeza pensante, maña y risa protuberantes: Gestos ilustres acuñados por laaurora que es siempre. Se sienta en ella una amistad de seculares pasos: Amigos en las buenas, en la lucha todos juntos. Es un arte en un conjunto; vago al fin, de todos. Nuestro. Abunda allí el ansia de volar. Y detrás de arte un sueño. La espuma del pensamiento de súbito se alborota, Y vuela al compás del tiempo, en su afán de llegar pronto, El orbe al instante borda la cárcel de la melancolía, Las penas de aquellos días, se agolpan y huyen con a los ultrajes del pasado. Allí es rio, y nosotros peces. Indolente, querendones. A la inversa en la corriente, subiendo entre lo que cae, Haciendo de hogar la calle, Sobreviviendo entre el formol de lo muerto. Un retorno nos espera, un largo y trascurrido camino: A veces un laberinto, que solo cruza el instinto. A veces amplio vergel sembrado de primavera. Elogiado y criticado, Como dicen los insurgentes, vagas horas de ocio, OH! Mozuelos sin vergüenza. No hay profesión ni títulos, No hay tintas falsas en mercados mármol, ni firmas clonadas, Ni hojas elaboradas o impresiones voluptuosas. Ah! Que grande será este arte, si conserva su valor: sediento detrás del sol. Sin dolor en romería. Vive en la poesía, En la sonrisa incesante, En la codicia elegante, En la lid del deporte, En la tienda del comercio, En la arrogancia pasajera, En la trastienda, hecha amistad en los brazos. En la altivez del sueño, En los perfumes femeninos, Hasta en las efímeras pretensiones. Vive en ellos y en canciones, En la esquina más preciada donde se pierde la vanidad, Y el egoísmo calla, Y se desvanece como la tierra en los brazos del mar hambriento. Arte vago se empuja en los remos de algún terco, Sumido en la calina de agua, y a las virtudes entregado. En Manuel, hombre calado, por el vicio de los juegos. Es amigo, inquieto y lerdo. ¡Vive el arte, vive! Se esculpe en la risa, de bronce apuntalada, De acelerado mozuelo que dentea con la broma, Que solo sabe hablar riendo, Que nos envuelve en su contento y en su alborotado espíritu. Es payaso, saben decir los artistas, ¡Vive el arte, vive! En la mano imanada de sobriedad, Trenzando la amistad en la llegada, En la escasez de la palabra, Un arte de pensamiento, porque su decir parece un milagro. Y si es caballero, digo: la celada atravesada tiene, Por qué al hablar designa escuchar, como el poeta. De político se anda, y sin ofensa es debido, calcular que su sigilo, es su baluarte y su riqueza. Arte vago, como todos: De las cartas son tahúres, De pasiones, compañeros, De la vida son amigos, Y del arte viven presos. Arte en los gestos de Stuart, Resuelto a codiciar amores. En la esquina del arte vago, su tumbado se asoma, pero es mozo bien parado, Se ríe en ancha nave, abierta a sus mofadas… ¡Vive el arte, vive! En los poemas no encallan, los buques de las mujeres,

Pero caen en las redes de unos ojos finos, Que miran lo verde de los tiempos que corren, Y alumbran la huella de la esperanza… Y es noble como la guitarra, en la serena canción... Mas, no dicen los artistas que alguno en la postre queda. Pues hablo con su elocuencia, trepándose en la mirada, Ay, mujeres que se atengan, es un artista del engaño. Pero no es malo, es sagaz, vale por ser amigo, por ser amigo, que más. Es un hombre en la batalla, y un caballero moderno en la conquista. Si no es filo de la espada, lo es del filo en la cortada. Y artista como este, jamás pudo verse. ¡Vive el arte, vive! En la esquina del arte es fácil ser mentiroso. Se va repentino y vuelve cansado. Se llega de ponderados, rico de las labores. No somos muchachos de hoy, somos muchachos de siempre. Aunque al norte el viento agreste, y nos divida el camino. Aunque hemos de migrar hacia donde están nuestros sueños, Arte vago no muere, detesta las aciagas flores y las tumbas comerciales. Es de todos, numeral, casi otro mandamiento. Labriego es otro vaguillo, mar lerdo que el magno, pero asiste al encuentro. Su paciencia es de admirar, de murmurar, lo es su malicia, hombre de gran cordura, puesta lleva la camisa, de ingenioso pedestal, adulando un equipo. Tienen que ver la faena, De unión: pelota y cuerpo, para aseverar que existe, En Felipe cual talento. Con su cabello acusándole las sienes y su botín acelerado, es ágil en la jugada. Tengan de él, Al atacarlo, algún cuidado. Su mudez casi perpetua se agrupa en el festín, Donde pulula el contento. Renuncia a ser un perfil, y se convierte en cuerpo… ¡Vive el arte, vive! El arte vago no conoce los horarios, Es tan libre como el heno mientras se extiende en el cielo. Y cual amapola exhala, bálsamos de éxtasis aligerado y lozano. Dale igual llegar sonoro en la mañana, O díscolo en la tarde acongojada por la noche. Allí demanda el derroche de todos los corazones. Mas, débase ser truhan, a la donairosa compañía, Pues en la solania, arte vago gime y muere. En la tienda, sin embargo, vaya y venga la quietud, Donde leo se ostenta, Ser del sitio, dueño y señor. Así es de todos, tesoro De viernes, juego entre juegos: Se acaso, risa entre risas. Arte vago es un intento de brindar por la vida. Por ganarle al tiempo su afrenta, embustera y dañina, Que algún día nos tira, cual objeto desdeñado en uso. Por doblegar ese tiempo impreciso, Cuyo único destino es hacernos naufragar: Cada uno, cada cual, por un sendero distinto. Por eso, arte vago es amistad. Y sin más, algo nos queda, un recuerdo de laurel, una alegría pegada, algún verso, algún tropel… Y todo un campo lidiador y fértil. Esperando está el cenit. Una lejanía perdida. Quizás lleguemos sonámbulos. Más locos, más ricos, más tristes, o en el evento triunfantes. Sombra del ocio imprudente, Esencia de la amistad, es el arte de verdad, que poseemos. Que, más da ser aproximados. Arte vago está conmigo, contigo, y una parte del otro tenemos. No olvidéis, legión de hoy, La redondez de la tierra, aprended que como hay florestas, también hay rastrojos. El mal, nos venda los ojos, el bien, se asemeja al arte: Virtud de todos, es No morirlo, ni matarlo, en la vida cultivarlo, conforme sois labriegos.


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Quizá sea la nostalgia la que enciende las cenizas. Quizá sean las letras las que pueden describir una mirada. Quizá sean las incontables horas de la madrugada las que cuenten cada palabra realizada. Un poeta, un niño que fue estudiante y cambió de “bando” para convertirse en profesor, cuenta como si se tratara de una obra de esas inconclusas, lo que le ha deparado la vida. Algunos de esos capítulos nada más lo ha leído él, mientras que otros han sido expuestos para controvertir los días. Omar Alejandro González Villamarín. Bogotano, un habitante de Ciudad Bolívar que llegó a Ibagué para recorrer sus calles y atreverse a narrar las inacabadas cotidianidades de la vida. Cotidianidades que toma, analiza y esculpe como si fuera una fina pieza de arte. Lo hace a través de incontables líneas que en primera instancia, llamaron a la narrativa y luego, aterrizaron en la poesía. Omar, curioso por lo extraño, por lo particular, arribó a la literatura en un acto de rebeldía. Característica que hasta el momento lo ha hecho reconocer en espacios académicos y artísticos de la ciudad, pues para él, fue importante desde un principio darle sentido a las causas pequeñas y el mismo valor a quienes deciden perder el miedo y enfrentarse a

Nadie es profeta en su tierra, dice el adagio popular. Se entregó a la palabra y el silencio para beberse a sí mismo, lo hace a través de la obra más importante: su vida. sus miedos. Afirma que a través de la literatura ha contado historias, en especial la suya; ha entretejido sus pensamientos, deseos y abandonos con las influencias que personajes dentro de esa corta vida de lector aparecieron para dejar huella. “Si hay algo que ofrece la literatura, son esos pequeños detalles que a uno le van saciando su curiosidad”, asegura. Lleva más de dos décadas conociendo, explorando, encontrando realidades, temas de los cuales escribe. Llegó a la narrativa pero

prefirió a la poesía, “por la expresión del ser”. Con una sonrisa constante, cuenta con decoro la manera en que fluctuó por la música y los distintos géneros del momento: “Cuando era pelado entre los 10 y los 13 años, con mi hermano y mi amigo Camilo tuvimos una colección de vallenato increíble. En casete, porque no teníamos para los originales”, dijo. Luego el rumbo cambió hacia los ‘riffs’ de las guitarras y el rock en español, para chocar como las corrientes del mar con lo denso del metal. De esta manera, en su amplio recurso musical y literario atribuye de manera especial que destina algunos momentos para acariciar el cuerpo de un guitarra y llenar de aires sonoros su hogar. Interpreta la quena (flauta de caña), y hasta construyó una luego de ver una pieza recorrer las aguas de un río. En su amplio recurso musical, y literario, se las ha ingeniado para crear camaradería con sus estudiantes. Le es más relevante impartir una clase en escenarios distintos a la escuela. Un bar, un parque o para no irse tan lejos, los campos abiertos de la Universidad del Tolima donde desarrolla talleres de escritura creativa. Allí, un semillero, una base espacial para aquellos astronautas que describen el uni-

” FOTOS: XXXX - EL NUEVO DÍA

verso y otras latitudes a través de las letras. “Si usted no es más gamín que el estudiante, no tiene nada que enseñar”. De esta manera siente que en ciertos escenarios se puede ser mejor docente., es decir, considera que no todo es academia.

Lo correcto

ro’ que González dio. Luego, fueron arribando como anotaciones importantes, alcances como el taller de escrituras creativas ‘Hugo Ruiz Rojas’, todos con muy buenos resultados y otros no tantos, pues colisionar de frente con las negativas de la academia, son golpes bajos que he venido superando. ‘Palabra realizada’, revista del Centro Cultural al que pertenece de tiempo atrás, ya no está, pero sigue existiendo en la memoria colectiva no solo de la comunidad universitaria sino desde otros puntos cardinales. Un trabajo serio que le ha quitado el miedo que él una vez sintió a nuevos y soñadores escritores. “Uno cree que lo que está escribiendo no es en realidad algo valioso, otros lo hacen al revés”. Lo descubrió cuando iba en sexto semestre y se atrevió a concursar con un poema y luego con un cuento de los que se destacó en los primeros puestos.

En complicidad de sus docentes, entre ellos Libardo Vargas Celemín, consolidó su mirada estética que va más allá de la teoría vista en el aula. Tiempo después aparecieron ‘Música de parcas’ y ‘Sorbos de bilis’, ambas formas de arrojar el veneno que se lleva dentro.

Como si fuera un “desacierto poético”, Un salto Omar desde muy pequeño presenció actos Las particularidades de Omar son inheque no son los que un niño de ocho años rentes en cada paso que da. Llegar a la poeacostumbra atesorar. La desigualdad de su sía fue alcanzar un cambio interior mental, localidad no le permitió conocer más allá emocional, tanto así como de índole confede dos barrios en los que se desplazaba y, se sional. Con ella ha quedado expuesto, aundio cuenta que si seguía allí, la historia huque creó un personaje en el que muchos se biera sido otra. sienten reflejados. Aún así, recuerda con cariño los juegos y Le escribe a la vida, le escribe a la muerel primer amor que tuvo que dejar para te, le escribe a la cotidianidad del amor inacertar con un nuevo capítulo. dolente, el amor frustrado, el que pocos enIbagué, 2003. Junto a su hermano mayor, tienden. ingresó a la Universidad del Tolima para esEso sí, no cae en cursilerías, no concibe tudiar Licenciatura en redundar en lo visceral que Lengua Castellana sin teresulta describirla a ella. ner la mínima idea de una “Soy un despertador” mirada estética. Por fortuNo impone miradas, no na, amigos –que son poimpone lecturas, escribe cos, pero de importanciaAntes que todo se descomponga, corto, por eso no llega a la lo acogieron en una ciunovela. dad de gente frentera antes que la sombra se pose sobre las cosas Recorre la noche, trabaja (dice él), en la que enconde día. Disfruta los días. El tró no solo aceptación y en los ojos haya muertos y solo polvo en la memoria, bagaje luego de tanto tiemsino historias que posteantes que griten los niños y sean huérfanos los hombres, po lo tiene aquí, luchando riormente se plasmaron contra lo que considera inen sus obras. antes que sea tarde para la risa justo. De aprendiz a Refiere a Borges: “Ser coy solo existan gestos de podredumbre y odio, profesor lombiano es un acto de fe. antes de todo eso, Sin haber terminado el Yo digo que es masoquispregrado, ya adelantaba mo’”. Así concluye esa otra bésame mujer de viento, y elevemos nuestro amor actividades en la Universiforma de hacer historia, con dad. Un taller de literatura la “tranquilidad de hacer lo a la misma altura de los aviones asesinos. fue el primer ‘paso seguque le gusta”.

PETICIÓN

La poesía fue una búsqueda personal

En mi propia vida estaba la literatura que yo debía contar.

“Mi vida es toda una obra”

FACETAS

POESÍA, BÚSQUEDA PERSONAL No se considera ejemplo, en especial para su familia. Aunque existe el más sincero cariño y respeto, la rebeldía de aquel poeta lo llevó a enfrentar a sus padres, cristianos Luteranos, y afrontar una de las más grandes contiendas. Una detracción. Ya no está su hermano mayor, le dejó la misión de seguir viviendo por los dos y registrando a través de páginas, cada nueva aventura de quienes conocía. Omar sabe que de esquina a esquina hay cientos de historias por contar.


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DOMINGO 25 DE FEBRERO DE 2018 - IBAGUÉ

FACETAS Muerte del cabo Cheo López

El poema

qué importa eso… ¡Salvarse! Le digo que la muerte se ríe…

Perdóneme, don Pedro… Claro que esta no es manera de presentarme… Pero, le diré… ¿Cómo podría explicarle?… Ha muerto Eusebio López… Ya sé que usted no lo conoce y muy pocos lo conocían… ¿Quién se va a fijar en un hombre que vive entre tablas viejas? Por eso no fui a traer los ladrillos… Éramos amigos, ¿me entiende?

Yo fui herido tres veces, pero no de cuidado. Las balas pasaban zumbando, pasaban aullando, tronaban como truenos, y nunca tocaron a Cheo López… Una vez, me acuerdo, él iba adelante, con bayoneta calada y ramas en el casco… Siempre iba adelante el cabo Cheo López… Cuando viene una ráfaga de ametralladora, el casco le sonó como una campana y se cayó… Todos nos tendimos y corría la sangre entre nosotros… No sabíamos quién estaba vivo y quizá muerto… Al rato, el cabo Cheo López comenzó a arrastrarse, tiró una granada y el nido de ametralladoras voló allá lejos… Entonces hizo una señal con el brazo y seguimos avanzando… Los que pudimos, claro. Muchos se quedaron allí en el suelo… Algunos se quejaban… Otros estaban ya callados…

Yo estaba pasando en el camión y me crucé con Pancho Torres. Él me gritó: “¡Ha muerto Cheo López!”. Entonces enderezo para la casa de Cheo y ahí me encuentro con la mujer, llorando como es natural; el hijito de dos años junto a la madre, y a Cheo López tendido entre cuatro velas… Comenzaba a oler a muerto Cheo López, y eso me hizo recordar más, eso me hizo pensar más en Cheo López. Entonces me fui a comprar dos botellas de ron, para ayudar con algo, y también porque necesitaba beber.

Habíamos peleado día y medio y comenzamos a encontrar muertos viejos… ¡El olor, ese olor del muerto!… Igual que ahora ha comenzado a oler Cheo López.

¡Ese olor! Usted comprende, don Pedro… Lo olíamos allá en el Pacífico…, el olor de los muertos, los boricuas, los japoneses… Los muertos son lo mismo… Sólo que como nosotros, allá, íbamos avanzando…, a nuestros heridos y muertos los recogían, y encontrábamos muertos japoneses de días, pudriéndose… Ahora Cheo López comenzaba a oler así… Con los ojos fijos miraba Cheo López. No sé por qué no se los habían cerrado bien… Miraba con una raya de brillo, muerta… Se veía que en su frente ya no había pensamiento. Así miraban allá en el Pacífico… Todos lo mismo… Y yo me he puesto a beber el ron, durante un buen rato, y han llegado tres o cuatro al velorio… Entonces su mujer ha contado… Que Cheo estaba tranquilo, sentado, como si nada le pasara, y de repente algo se le ha roto adentro, aquí en la cabeza… Y se ha caído… Eso fue un derrame en el cerebro, dijeron… Yo no he querido saber más, y me puse a beber duro. Yo estaba pensando, recordando. Porque es cosa de pensar… La muerte se ríe.

Autor: Ciro Alegría - Perú (1963).

Luego vine a buscar a mi mujer para llevarla al velorio y creí que debía pasar a explicarle a usted, don Pedro… Yo no volví con los ladrillos por eso. Mañana será. Ahora que si usted quiere ir al velorio, entrada por salida aunque sea… Usted era capitán, ¿no es eso?, y no se acuerda de Cheo López… Pero si usted viene a hacerle nada más que un saludo, yo le diré: “Es un capitán”… ¿Quién se va a acordar de Cheo López? No recibió ninguna medalla, aunque merecía… Nunca fue herido, que de ser así le habrían dado algo que ponerse en el pecho… Pero

Las voces que resuenan en esta antología son francamente diversas. Podemos dar cuenta de la aparición de un nuevo realismo más descarnado, más afilado, que aborda lo social y lo doméstico sin ningún tabú, y con un lenguaje que no teme ser caústico, implacable, duro; del ingreso de lo virtual a la literatura y de la desaparición de la escritura como preocupación de los escritores; de la franca desintegración de las fronteras entre la ficción, y de la osada exploración de nuevas formas de escribir que se acogen a las formas tradicionales o las subvierten con la misma pericia.

Allá en el Pacífico, yo me decía: “Quién sabe, de valiente que es, la muerte lo respeta.” Es un decir de soldados. Pero ahora, viendo la forma en que cayó, como alcanzado por una bala que estaba suspendida en el aire, o en sus venas, o en sus sesos, creo que la muerte nos acompaña siempre. Está a nuestro lado y cuando pensamos que va a llegar, se ríe…Y ella dice: “Espera”. Por eso el aguacero de balas lo respetó. Parecía que no iba a morir nunca Cheo López, Pero ya está entre cuatro velas, muerto… Es como si lo oliera desde aquí… ¿No será que yo tengo en la cabeza el olor de la muerte? ¿No huele así el mundo?.. Vamos, don Pedro, acompáñeme al velorio… Cheo era pobre y no hay casi gente… Vamos, capitán… Hágale siquiera un saludo…

En una localidad de la costa de Italia, durante la década de los ochenta, la familia de Elio instauró la tradición de recibir en el verano a sus estudiantes o creadores jóvenes que, a cambio de alojamiento, ayudaran al cabeza de familia, catedrático, en sus compromisos culturales. Oliver es el elegido este verano, un joven escritor norteamericano que pronto excita la imaginación de Elio. Durante las siguientes semanas, los impulsos ocultos de obsesión y miedo, fascinación y deseo intensificarán su pasión.

Título: Llámame por tu nombre

Editorial: Alfaguara

Autor: André Aciman

Título: 39 Jóvenes Escritores Latinoamericanos

NOVEDADES LITERARIAS

Autor: Hay Festival Editorial: Tragaluz

Irene Damián, una enigmática actriz de teatro y traductora que se resiste a cualquier tipo de atadura sentimental, irrumpe en la vida de un escritor que está en el incierto limbo entre el reconocimiento y el fracaso. Después de varios desplantes de Irene y atormentado por la idea de no poder retenerla a su lado, el hombre traza un plan para matarla. Arrepentido tras la infamia cometida, se condena a escribir un libro sobre su historia con la víctima. El manuscrito es un testimonio intrigante, apasionado e intenso, que revela las trampas que tienden el deseo y la mente a los enamorados.

Título: Amor ciego Autor: Miguel Torres

Editorial: Tusquets

Los hallazgos científicos de Rodolfo Llinás son fascinantes y de una importancia capital para el estudio del cerebro a escala mundial. Muchos de sus descubrimientos, como el de los canales de calcio P, las propiedades intrínsecas de las neuronas, sus patrones de oscilación y resonancia, ya hacen parte del canon de la ciencia. Después de cientos de horas de entrevistas con Llinás, con sus familiares, amigos y colegas, y de otras tantas en la búsqueda de archivos y álbumes familiares. Pablo Correa desmenuza para la buena comprensión de cualquier lector los hallazgos del neurocientífico colombiano más importante de todos los tiempos. Título: Rodolfo Llinás. La pregunta difícil Autor: Pablo Correa Editorial: Aguilar

La palabra de la semana

Faetón Faetonte es un personaje de la mitología griega, hijo del Sol y de la oceánide Clímene, procreando su madre sin conocer la identidad de su progenitor. Pero al igual que todos los hijos de celebridades que se enteran tardíamente de su ascendencia, Faetonte pidió una prueba de paternidad: que su padre lo dejara conducir el carro con que se desplazaba por la bóveda celeste. El nombre de nuestro malogrado héroe celestial fue tomado por Jean de la Fontaine en sus Fables (1668) para designar a un cochero, y por Jean Savary des Bruslons, cincuenta años más tarde, en su ‘Dictionnaire du Commerce’, para denominar un carro de caballos. La palabra faetón aparece por primera vez en castellano con su forma actual en el ‘Diccionario castellano’, de Esteban de Terreros, aludiendo a un carro abierto de cuatro ruedas. Hace algunos años, el fabricante alemán Volkswagen lanzó al mercado un modelo de lujo con el nombre Phaeton, del cual una unidad fue destinada al papa Benedicto XVI.

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Suministradas. Internet. Colprensa. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: El Nuevo Día - Colombia - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


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