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La estética y sentir urbano
El arte popular como una muestra del ser Cindy Milena Serrato B.
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DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE DE 2014 - IBAGUÉ
FACETAS Libro histórico que será presentado este 5 de noviembre
Río y Pampa. Cuadros de costumbres tolimenses
El autor del Bunde Tolimense quiso plasmar las tradiciones más arraigadas del campesino tolimense en las que se cuentan historias de pesca, vaquería, la fiesta de San Juan y los mitos y leyendas del Departamento. Nicanor Velásquez Ortiz Capítulo 1
-Los linderos de nosotros son los de la pampa y el río-, dijo Marcelo a su hijo Maxo, teniéndole acaballado en sus piernas y mirando la resolana que ardía en los ojos del muchacho. Marcelo era un viejo hombre tolimense. Vaquero de oficio, sus manos se habían connaturalizado con el rejo y la silla; tenían ese olor de los corrales recién humedecidos, y eran como el espinazo de los terneros: nudosas y suaves a la vez. Todo su cuerpo mostraba la fortaleza de los guayacanes, el cumulá o los caracolíes. Había que contemplarle de pies. Entonces la piel y los músculos daban el color y la voz del bronce. Y las piernas cascorvas de dominar muletos y caballos, cerraban el paréntesis de los abuelos al disparar sus flechas de chonta. Su conversación era severa y recortada. Hombre persuasivo y de penetración aguda para ir al fondo de las cosas, no dijo la palabra indiscreta ni zalamera. Untaba la expresión de una realidad mortificante pero consoladora, porque si las palabras de su boca eran casi siempre una derrota, en cambio, quienes las oían, poseían la verdad. -Los linderos de nosotros, son los de la pampa y el río. El Tolima no sencarama a los riscos y las cordilleras como las cabras y los bueyes. Lo que yo le dejo de herencia, es lo mesmo que a mi taita le dejaron mis abuelos: el río y la llanura. Lo que no conoce y quero señalarle de rincón a rincón antes quiapague el ojo. Si por desgracia lo cierro sin mostrárselos, búsqueme en su sangre y si usté sencuentra en élla, no tiene necesidá de trepar a la serranía pa divisarlos, y en cambio gozará de la tranquilidá de los remansos y diarto sol. Marcelo abandonó a Maxo, para salir al patio del rancho y gritarle a Manuel: -Soguéle al rejo porquel muleto se nos muere y es el único hijo de la yegua “Mariposa”. Déjelo resollar, porque si nó, tiene que resollar puel culo. Ya se le alisó el diente destar conmigo y a duras penas puede volear la nalga pa caer sobre la silla. -Bueno, taita, pero no senfade. Usté es como la cascabel, que senrosca con cualquier ruidito.... -No la conoce ni puel chirrido y el dotorcito mestá comparando. Deje que lo lleve al potrero de “Las Palmas” pa que
siorine sin desabotonarse. Bájese, es lo quia diacer, pa yo coger el rejo, y déle con mañita unos capotazos. Pero ábrale ojo a las patas porque lo santiguan. Manuel cedió caballo y faena al taita. Como se lo había indicado, se arrimó cauteloso y le pegó el primer capotazo con la ruana de hilo. El muleto mandó las patas con tal rapidez, que Manuel no tuvo tiempo de verlas por el aire y avanzó tres o cuatro metros hacia el botalón, con la cabeza entre las manos, resollando como un borracho caído en un lodazal.
Poco a poco el animal fue vencido por la pericia del taita Marcelo y así llegó hasta el bramadero entre patadas inútiles y saltos inverosímiles. Entonces el viejo se bajó del caballo para atreverse a la obra más difícil. Con gran recelo y ojo vivo fue deslizándose por el rejo que vibraba como contrabajo punteado, hasta cogerlo con la potencia de sus manos. La lucha era desigual: se enfrentaban la fuerza bruta a la fuerza técnicamente dirigida. El muleto cayó al suelo
dominado por el taita. En seguida Manuel y ayudantes botaron las maneas a las patas y manos hasta inmovilizarlo totalmente. Ahora sí podían ponerle con tranquilidad la cabezada de rejo crudo y dejarlo parar. El animal repartía manotones y patadas peligrosas. El taita Marcelo exclamó: -Ora déjenlo que se despercuda y amarren alto el pisador pa que no se enriede. Ya lo pondremos a trochar. En tanto, Maxo, encaramado en la cerca del corral, miraba complacido la faena que se había desarrollado, y
sus pequeñas manos le sudaban como si él mismo hubiera cogido las orejas del muleto. Siempre que su padre había entrado al corral para tumbar un toro o ponerle la silla a un potro por primera vez, él se subía a la cerca para copiar en sus ojos hasta el último de los corcovos que daba la bestia con su padre. Y ya, ya casi, sentía el deseo irresistible de ser él, bien sentado en la silla, el que le dijera a los vaqueros: -¡Levántenle el tapaojo y déjenme sin madrino!
Pero no, todavía estaba pequeño, tan pequeño, que no sabía los linderos de su alma y de su carne. El taita Marcelo entró a la cocina del rancho y pidió guarapo, que le sirvieron en una totuma grande. Bebió el necesario para calmar la fatiga que le ocasionó el cerrero. Luego, limpiándose con la manga del saco los rabos del bigote, le pasó a Manuel el resto soltándole una frasecilla chancera que encerraba el disimulado afecto que le tenía al ahijado: -Tome, pa que me sepa los secretos. -Con la mitá de los suyos nomás tengo, taita-, le respondió Manuel, apagando uno de sus ojos como si le hubiera caído un cisco. El taita lo miró de soslayo y le sorprendió el gesto. Entonces le dijo: -Cuidao vay se queda bizcorneto. -El fregao sería el padrino porque tenía que llevarme onde Santa Lucía. -En tal caso se lofrecería a San Roque. Dicen ques el abogao de los perros. La chanzoneta terminó cuando Marcelo le dio la espalda a Manuel, como mujer airada. Pero el taita quería al ahijado silenciosamente. Era el menor de los hijos del compadre Jesús, y bien recordaba el encargo de aquél dos horas después de haberlo mordido una cascabel en el potrero de “Las Palmas”, cuando se entró sin zamarros al rastrojo para arriarle el toro que tenían a dos rejos: -Vea, compadre Marcelo: mientras llegamos al rancho por la curarina, ya es tarde. Ese animal tenía catorce nudos en la punta y no me salvo. Ai quedan mis barrigones, pero por sobre todo le recomiendo el zarquito, su ahijao. No me lo abandone, es suyo y déle la crianza que se le antoje. Es la voluntá del muerto, compadre. Afuera en el patio hacía una resolana que obligó al taita Marcelo a echarse el sombrero de caña hasta las cejas, como quien está aburrido. Debajo de las matas de badea las gallinas no podían cerrar los picos. Era esa hora de las tres de la tarde, cuando la perdiz no canta y el perro busca el tinajero para echarse debajo con la barriga al suelo y las patas hacia atrás. El taita Marcelo, recostado a una columna del corredor, hizo pata de gallina para quitarse unos cadillos que tenía en la manga del pantalón y luego se tendió en la hamaca mientras caía la pestaña del sol. Maxo, burlando el medio sueño de su padre, se fue en puntillas, templada la cauchera, hacia el tamarindo del corral, donde una tortolita había metido la cabeza debajo de su ala como quien oculta la cara avergonzada. Manuel le rascaba con el dedo gordo del pie la barriga a la marrana. Y observando que el taita se había tumbado en la hamaca, exclamó quitándole el sonido a las palabras: El padrino está achajuanao…
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DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE DE 2014 - IBAGUE
FACETAS
terizan el salón BAT
La estética y el sentir urbano carac
o m o c r a l u p o p e El art r e s l e d a r t s e u una m La creatividad y la demostración del ser son las principales características de la exposición del salón BAT de arte popular - Identidad Regional, que por estos días es el centro de atenciones en el Museo de Arte del Tolima.
CINDY MILENA SERRATO B.
El arte popular evidencia la creatividad de aquel artista empírico en el que se refleja el diario vivir de los colombianos de diferentes partes del país. “Esta exposición es el cúmulo de obras creativas de gran estética que busca producir sensaciones y emociones al ser humano. Este es un concepto espiritual muy positivo”, describe la exministra de Cultura Elvira Cuervo. La exfuncionaria también indica al respecto que esta versión muestra una evolución magnífica de los artistas, ya que manejan técnicas contemporáneas que permiten mostrar la personalidad de cada uno. En el nuevo milenio, el arte popular
en conjunto con el contemporáneo son las expresiones que mandan la parada; “para nosotros es motivo de orgullo que esta exposición lle-
gue al Museo de Arte del Tolima, pues, de esa manera podemos ver que es una expresión que está siendo reconocida”, dice, por su parte, Ana María Delgado. Esta muestra es una forma de leer la indentidad a partir de la reflexión de los artistas empíricos, por lo que entonces “vemos cómo ellos se identifican con lo que están haciendo”, aseguró Delgado. No solamente la obra define el entorno o el lugar que se quiere mostrar, sino también los materiales que se usan, “si uno ve obras del Caribe, entonces aparecen las obras con arena, como por ejemplo”, explica. Por eso es muy común encontrar en las obras materiales naturales, ya que los artistas buscan lo que les provee el entorno; “en esta muestra contamos con trabajos de jóvenes muy recursivos y
creativos a la hora de manejar técnicas y materiales”, anota Delgado. Según refiere Ana María, el trabajo artístico que está expuesto en el MAT va acompañado de conversatorios, “porque la misión es motivar a los niños desde los cuatro años a que se interesen por el arte, para que empiecen a crear sus propias obras”, dijo. Y agrega que “el arte popular demuestra en realidad qué es la ciudad y qué es lo que realmente se vive dentro de las dinámicas sociales, y finalmente es una lectura de país vista desde los ojos del artista”.
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DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE DE 2014 - IBAGUÉ
FACETAS Palabra del día
Héroe
La veneración y el respeto a los héroes se cuentan entre las tradiciones más antiguas de la humanidad. Los primeros ejemplares del homo sapiens temían y respetaban a los más fuertes y a los más ancianos, que en aquella época podían llegar a los treinta años. Los pueblos prehistóricos indoeuropeos llamaban seros a aquellos que les daban protección. Mil años después, surgió entre los aedos griegos – los cantores de hazañas épicas, como tal vez fuera Homero– la figura mítica del héroe, un personaje generalmente emparentado con los dioses, como Aquiles o Eneas, al que llamaron heros. La palabra fue adoptada en latín
AVENTURAS DENTRO Y FUERA DEL LIBRO
por Virgilio como heros, con la denotación de ‘semidiós, hijo de un mortal con una diosa’, pero Cicerón aplicó el vocablo a los ‘hombres célebres’ de su tiempo. El español heredó la palabra latina, que aparece por primera vez en nuestra lengua en el Vocabulario de Alonso de Palencia, como heroes, definidos como ‘fuertes varones o heroas’. Durante mucho tiempo, la tilde recayó en la o, heróe, incluso en la primera edición del diccionario de la Academia, pero la acentuación actual fue seguida por Góngora y Lope de Vega. Este último fue el primero que habló en castellano de heroína, una palabra que ya
había sido empleada en latín por Ovidio, aunque referida apenas a la mujer o la hija de un héroe. La primera heroína de la historia, por sus propios méritos, tal vez haya sido Juana de Arco, aunque los ingleses no lo crean así (V. heroína). Hoy en día las cosas han cambiado. Los héroes del siglo XXI son más bien los jugadores de fútbol –seguidos por miles de personas en las canchas de fútbol y por millones en la televisión–, los actores y actrices de cine, y algunos líderes políticos. O los superhéroes, personajes de ficción de poderes sobrenaturales, divulgados por las tiras cómicas y la televisión.
UNA MUJER POR CONOCER
COLPRENSA, BOGOTÁ En tiempos de las sagas juveniles, Colin Meloy, vocalista y compositor del grupo de indie ‘The Decemberists’, se lanza a este tipo de escritura literaria, acompañado de su esposa, Carson Ellis, quien se encargada de ilustrarla. Ellos han logrado una excelente mezcla entre la leyenda popular y la novela fantástica que iniciaron en 2000, en la que un niño iba en busca de un familiar perdido, en mitad de un mundo que fue muy devastado por la guerra. Todo transcurría muy bien, pero llegó el éxito de ‘The Decemberists’, por lo que sólo años después retomaron el proyecto cuando todo en sus vidas volvió a la calma y tuvieron el dinero para cumplir el sueño de vivir en el campo.
COLPRENSA, BOGOTÁ Se trata de una de las más aclamadas biografías que se han publicado en los últimos tiempos, en torno de la vida de unas de las mujeres más poderosas y transgresoras de todos los tiempos. Todo gracias a la pluma de la autora que cautivó a los lectores con ‘Cisnes salvajes’. No importa el lugar o las leyes para el amor. A los 16 años, Cixí fue elegida una de las numerosas concubinas del emperador, y viviendo en la Ciudad Prohibida de Pekín, se enamoró de uno de los eunucos que la atendía, lo cual solía ser casi un pecado que se pagaba con la vida. Sin embargo, su astucia le permitió no sólo sobrevivir en la corte sino también escalar posiciones hasta convertirse, tras el nacimiento de su hijo, en segunda consorte.
Editorial: Alfaguara Título: Las crónicas de Wildwood Autor: Colin Meloy Páginas: 568
Editorial: Taurus Título: Cixí, la Emperatriz Autor: Jung Chang Páginas: 632
TODO POR AMOR
ANÁLISIS DE HITLER COLPRENSA, BOGOTÁ Esta novela narra los aspectos sociales y psicológicos de Hitler, el hombre que conmocionó al mundo con su crueldad, investigados y analizados por el médico psiquiatra y psicoterapeuta Augusto Cury, quien lo lleva investigando durante décadas. Según Cury, Adolf Hitler nunca recibió estímulos negativos en su hogar, su padre era un funcionario público y su madre una ama de casa encargada de sus cuidados, por lo que busca las razones de este comportamiento en la educación. Este es el aspecto que más le interesa al autor, lograr reflexionar entorno al valor de la educación temprana e inicial de las personas y como influyen en sus decisiones en el futuro.
Editorial: Diana Título: El coleccionista de lágrimas Autor: Augusto Cury Páginas: 360
COLPRENSA, BOGOTÁ Relata la vida de Travis Maddox, quien aprendió dos cosas de su madre, el amar con fuerza y luchar siempre con mucha fuerza, pero que en algún momento lo olvidó, entregado a una serie de relaciones sin sentido, en medio del mundo del juego y la violencia. En medio de este caos conoce a una mujer diferente, quien quiere ser su amiga, lo que tanta falta le ha hecho en la vida de este personaje, lo que hace que todo en su vida entre en el caos necesario para el cambio, con el pánico a enamorarse de verdad. Esta es una nueva serie en torno del amor, pero distinta a las sagas que hoy por hoy son las más vendidas en el mundo, con un protagonista real, humano, que realmente el lector puede identificarse.
Editorial: Suma Título: ‘Inevitable desastre’ Autor: Jamie McGuire Páginas: 472
GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Redacción Facetas EDITOR: Óscar A. Varón B. DISEÑO: Néstor Iván Pérez FOTOS: Jorge Cuéllar. Colprensa. Internet TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: Cultura El Nuevo Día - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.