Facetas 07 de febrero del 2016

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DOMINGO 7 DE FEBRERO DE 2016 - IBAGUÉ

FACETAS EL CUENTO

Las tres recetas C

uenta la historia que Simón, hombre acaudalado de la región, desde hacía un tiempo venía sintiendo nostalgia, el cuerpo adolorido y sin deseo de amar. Entonces sin pensarlo más se armó de coraje, prendió su camioneta y con prisa se dirigió a la casa campestre de su viejo amigo, el médico que ya no ejercía la Profesión de Galeno y ahora se dedica al descanso y a las actividades que le alimentaban el alma. Ese día domingo estaba agradable y Simón al llegar a la finca del viejo “Sabio Médico” lo encontró en el huerto luciendo su habitual bata blanca, cultivando el jardín y retirando de árboles frutales espinas y ramas secas que estorbaban. Los dos hombres al entrar en conversación, hablaron del tiempo de lluvia y verano, turbulencias políticas, económicas; la familia y hasta de los amores que ya parecían olvidados. El huerto era ¡realmente delicioso! Lo arrullaba el sonido de un arroyo de agua cristalina bajaba de la montaña. Revoleteaban por ahí colibríes y mariposas, unas veces recolectando el néctar de las flores y otras disponiéndose para el amor. Pasado un tiempo el Sabio Médico, miró a los ojos a su amigo y le preguntó: ¿Cuál es el motivo de su visita en este día domingo? Son pocas las veces que tú vienes por aquí. Simón respiro profundo, pensó y luego dijo: Doctor: ¿Qué será lo que me está pasando que desde hace meses siento nostalgia, el cuerpo me duele y no me complace el deseo de amar? El Viejo Médico le miró a los ojos, fue a su propio subconsciente y le dijo al que ahora era su paciente. Vuelve mañana lunes a primera hora y te tengo una respuesta. Ambos se despidieron en ese día. El día lunes antes de salir el sol, Simón rápidamente se puso en marcha a casa del Doctor. Con un saludo afectuoso los dos hombres estrecharon sus manos y tomando del brazo el médico al paciente lo llevó hasta la sala donde atendía de vez en cuando alguna consulta y sin esperar más tiempo extrajo de su escritorio tres sobres blancos sellados que los puso en manos de Simón diciéndole: Aquí te tengo tres Recetas para tus males, debes cumplirlas según la orden que contienen. El primero lo abres el día martes antes de despertar el alba, el segundo el miércoles y el tercero el jueves, igualmente antes de salir el sol. Recuerda que debes seguir al pie de la letra las instrucciones, si llegas a cambiar las reglas, habrás perdido el tiempo y con un abrazo y feliz día despidió a Simón. Simón en esa noche le fue casi imposible conciliar el sueño. Los gallos en la madrugada empezaron a cantar y por fin llegó el martes y la hora de abrir el primer sobre, pensando que le había formulado remedios e inyecciones, las cuales detestaba desde que era niño. Pero la sorpresa fue aún mayúscula, pues la hoja blanca que contenía el sobre solo decía en letras grandes: “ANDA AL BOSQUE Y ESCUCHA DESDE TU CONSCIENCIA”. Buena suerte, amigo. Sin aguardar más tiempo Simón fue al bosque y caminó pausadamente entre los árboles y hojas caídas. Luego cerró los ojos, pensó serenamente y empezó a escuchar lo que nunca había oído: el sonido de gotas de agua que caían a ritmo sincronizado, flores que abrían sus pétalos en silencio, el aire que mecía las ramas de los árboles y lo más importante escuchó como cosa extraña la voz de su consciencia decirle: Oí las plegarias de la gente, el llanto y la risa de los niños. Su piel empezó a erizarse, el cuerpo a sentir y sus ojos a ver lo que había pasado mientras él se preocupaba por problemas triviales o banales. Simón volvió a casa ansioso de ver cuál era la Segunda Receta. El día miércoles llegó y diligentemente destapó el sobre blanco que decía: “SUBE A LA CIMA DE LA MONTAÑA Y TIRA AL VIENTO LOS RECUERDOS E INIQUIDADES QUE TE PESAN Y ESTORBAN” Simón corrió y corrió; subió a la cima más alta de la montaña. El viento estaba soberbio y producía ruidos al chocar contra las rocas agrestes. Bien plantado colocó los brazos en alto, puso en orden su consciencia y en un viaje de la mente al corazón decidió arrumar los recuerdos que siempre le habían causado daño, también junto a estos aglomeró las iniquidades o pecados cometidos a lo largo de los años y como en un éxtasis de guerra lanzó un enorme grito arrojando al viento la carga de estorbos que le estaban atormentando el cuerpo, alma y espíritu. Simón regreso a casa muy inquieto y esperó la llegada del jueves. No fue mucho lo que durmió esta noche y a primera luz del día vio que la Tercera Receta decía: “Id a la orilla del mar

cuando sea marea alta y en la arena blanca escribe “LAS ANGUSTIAS Y PECADOS QUE TE AFLIGEN O ATORMENTAN” y cuando baje la marea vuelve y escribe tus “SUEÑOS, PROPÓSITOS Y COMPROMISOS”. Rápido Simón montó en Zaino, su caballo y fue a la playa, cerró los ojos, miró el firmamento, exploró en la memoria y dibujó frases en la arena que decían: “Hoy arrojo al mar todas las angustias. Sano los pecados. Pido perdón y perdono a mis enemigos” Llegó la marea alta y la furia del agua arrastró al fondo del mar las iniquidades y pobrezas espirituales que por tanto tiempo, como una carga pesada había llevado en el Corazón y la Consciencia. Exhausto se tendió boca arriba en la playa, pensó serenamente y en Letras Mayúsculas delineo en su mente: “HOY HE NACIDO DE NUEVO. SOY UN NIÑO. SOÑARÉ Y AMARÉ LA VIDA. AL UNIVERSO Y DIOS RESPETARÉ” El Sol se ponía en el ocaso reflejando una sombra larga. Simón renovado, volvió a casa y sintió por primera vez el amor expresado en cada abrazo de su mujer y los besos cariñosos de los hijos. Simón hoy recuerda después de lo años, que la vida hasta este punto la había pasado sin percatarse que a su alrededor sucedían cosas extraordinarias y gracias al poder misterioso de su “Mente Subconsciente” había logrado ver. Ahora era Feliz; estaba en Paz, obraba con justicia y podía disfrutar a plenitud de muchas noches de alegría y amor. Autor: Germán Varón Cardoso Correo electrónico: germanvaron1942@hotmail.com


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FACETAS Tres jóvenes que han seguido un solo rumbo

A n d e r s o n

HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ BossaNova es tranquilidad, ganas de hacer música, un estilo propio, incluso en lo teórico un reconocido ritmo latinoamericano; pero, más allá, se remite al ideal de tres jóvenes que se unieron para cumplir su sueño mediante la divulgación de los sonidos en su máxima expresión. Por eso, al juntarse Anderson Fabián España Fernández (24 años), Joan Andrés Arias Carrera (22) y Sergio Andrés Camero Tierradentro (22), coincidieron en una sola identidad, esa que les ha permitiro vivir para la música y triunfar mientras la hacen. “Independiente de que cada uno lleve un proceso distinto desde niño, es como un sello, BossaNova es más

La institución donde nos encontramos por cosas del destino es el Conservatorio. Esta es la ciudad donde se formó el trío BossaNova, aún siendo dos de Huila y uno de Caquetá. Joan Andrés Arias

S e r g i o

J o a n

BossaNova:

Aunque sus integrantes sean de otros destinos, esta agrupación ha representado al Tolima en festivales, concursos y los diversos conciertos en sus tres años de trayectoria.

nacer para la música el ideal que tenemos de hacer música”, comenta Anderson Fabián, quien cursa noveno semestre del programa Maestro en Música, del Conservatorio del Tolima.

también huilense, pero egresado de Maestro en Música en diciembre pasado.

Dichas y dificultades

Y como en el arte el recorrido siempre tiene sus bemoles, a ellos no los ha hecho rendir la más mínima derrota o dificultad, porque el mensaje es contundente. “Esto no siempre ha sido color de rosa: hemos tenido discusiones, altibajos y momentos difíciles, pero como nos dijo un músico del maestro Giuseppe, no es pensar en lo individual, sino en lo grupal, por eso siempre pensamos en el futuro del trío y hasta dónde podemos llegar”, apunta Anderson.

No hay casualidades

Las cosas pasan por algo, y en su caso, así fue. En medio de pruebas informales de la canción ‘6 a.m.’ de Santiago Cruz, y de que hubiera gustado en estas tres voces, nació el proyecto que hoy es más que una unión pasajera. “La idea es llegar lo más lejos y lo que más alcancemos a estar. Dejar huella, un buen nombre, trabajo y recorrido, que digan que es tan excelente que dejó frutos”, asegura Sergio, huilense, estudiante de Licenciatura en Música de la misma institución. Y ¿cómo lo han hecho? Ha sido la constancia el sustantivo rector en estos tres años,

con la exploración de ritmos como el bolero, la balada, el pop y la melodía andina colombiana, lo que les ha facilitado construir un juicioso re-

pertorio y ganarse el espacio en muchos lugares de la ciudad e incluso del país. El color particular de BossaNova ya se ha sentido en muchas partes, sobre todo entre los que han confiado en su talento: desde el mismo Conservatorio, donde, cuentan, actuaron por primera vez, hasta el restaurante Mayo Once, donde ahora se presentan a diario. “La gente se fija en lo que estamos haciendo, y esto es un laboratorio, donde exploramos, proponemos y ensayamos, para tener un buen nivel”, considera Joan Andrés, DATO

Entre los proyectos para 2016 están grabar el segundo disco, con obras propias, y participar en festivales y concursos como el Mangostino de Oro, en agosto.

UN TRÍO DE GRANDES LOGROS De hecho, y aunque el trío surgió desde lo académico, ha explorado el otro campo de ‘batalla’, el de los concursos y festivales, de donde los tres integrantes han salido con grandes experiencias: *Ganador: -2as. Olimpiadas, Mejor versión de Obra colombiana. (Ibagué, 2013) -3as. Olimpiadas, Mejor agrupación. (Ibagué, 2014) -2o. Concurso Juvenil Nacional Trío Novel (Cali, 2014) -Festival Onomástico de San Juan de Pasto (2015). Para este festival fue grabado su primer disco, ‘Amor en BossaNova’. *Participaciones destacadas: -Festival Internacional de los Mejores Tríos (como ganador de Trío Novel) -Festival de Música Andina Colombiana (Buga, 2015) -Concurso de Música Latinoamericana (Jamundí, 2014 - finalista) -Festival del Pepino (Mocoa, 2015 - segundo puesto) -10° Concurso Nacional de Tríos en el 20° Festival de Música Mangostino de Oro (Mariquita, finalista)


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FACETAS El cuento

La lagartija

Víctor Montoya*

Recuerdo aún la lagartija que se me metió por el botapié del pantalón y subió por mi pierna con una agilidad que me erizó los pelos. Lancé un grito desesperado y, dándole una palmada que sonó como un sopapo, la aplasté contra mi muslo. Sacudí el pantalón, suponiéndola muerta o herida, pero lo único que cayó al suelo fue un pedazo de su cola. El cuerpo de la lagartija desapareció misteriosamente. No supe dónde se metió, hasta que empezó a salirme una mancha verdosa a la altura de la entrepierna, justo allí donde la piel se levantó en forma de una pequeña salamandra, el cuerpo alargado, la cabeza puntiaguda y las patas extendidas a los costados. Aunque a primera vista parecía un tatuaje chino, me causó una angustia del tamaño de la muerte. Con el transcurso del tiempo, aquella parte del muslo adquirió una tonalidad negruzca y la piel se me puso rechoncha. Lo peor era que la lagartija, cada vez que daba un paso o

como si estuviese viva. No sentía dolor ni escozor, pero experimentaba una sensación sólo conocida por quienes tienen un reptil metido en el cuerpo. Guardé celosamente este secreto, hasta que un día, sobrecogido por el miedo a que la lagartija se me metiera en alguna concavidad oscura, decidí consultar con un zoólogo, quien, sin salir de su asombro, me aconsejó visitar a un médico cirujano, para que me extrajera la lagartija y me injertara otra piel sobre la herida. Así lo hice. El cirujano, muy extrañado por el caso, me operó el muslo injertándome otra piel que, por un error irreversible, resultó ser la piel de otro reptil más escamoso y venenoso. Desde entonces, en lugar de la lagartija, cargo una serpiente enroscada entre las piernas. *Escritor boliviano Ficticia.com

corría, parecía moverse debajo de mi piel El flautista (Remedios Varo)

NOVELA NEGRA DIFERENCIADORA

PANORAMA DE UNA CRISIS PERMANENTE

BOGOTÁ, COLPRENSA Los textos que acompañan la segunda edición de esta obra prometen que “nunca volverás a leer del mismo modo una novela negra”. La expectativa que abre también la justifica el hecho de que el autor ya ganó el Premio Goncourt y el Premio de Novela Negra Europea. Pierre Lemaitre es un parisino veterano del género, tanto que inició una serie de novela policiaca que protagoniza el inspector Camille Verhoeven y tiene, al menos, seis éxitos de ventas, como su anterior texto, ‘Vestido de novia’. Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes. Cada uno de sus crímenes parece rendir homenaje a una novela negra clásica, por lo que los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre: ‘El Novelista’.

Editorial: Alfaguara Negra Título: Irène

Autor: Pierre Lemaitre Páginas: 393

BOGOTÁ, COLPRENSA En este extenso ensayo hace un análisis profundo al sistema de salud en Colombia desde su creación con la famosa Ley 100 y que, desde entonces, ha malvivido entre escándalo y escándalo. El estudio incluye aspectos como la cobertura, la prestación de los servicios básicos, las necesidades que expresan los médicos y otros actores del sistema y la precaria situación económica de las entidades prestadoras de salud. “Los lectores encontrarán un contenido que les permitirá familiarizarse con la estructura y el funcionamiento del sistema, identificar los principales problemas que subyacen, y reconocer los cambios que han introducido las reformas, incluida la Ley Estatutaria de Salud y la derrotada ley ordinaria”.

Editorial: Debate Título: La salud en Colombia

Autor: Marcela Vélez Páginas: 207

La palabra del día

Pantalón Commedia dell’arte fue el nombre que se dio a las incontables compañías teatrales italianas formadas por entre diez y quince actores, que recorrían toda Europa, desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII, representando sus comedias siempre con los mismos personajes: Arlequín, el doctor, el capitán, Polichinela, Pierrot, Colombina y Pantaleón. Actuaban en las plazas de los pueblos y ciudades, sobre una tarima en la que improvisaban sus funciones ante un público que se concentraba espontáneamente. Pantaleón, que apareció en 1565 y fue mencionado por Shakespeare, simbolizaba a los mercaderes venecianos: era un anciano de figura ridícula, con piernas delgadas metidas en una especie de calzones turcos muy largos y estrechos,

algo semejantes a los actuales pantalones. Desde varios siglos antes, se llamaba pantaleoni a los venecianos, por contracción de la expresión pianta-leone ‘planta el león’, en alusión al símbolo de Venecia, el león de san Marcos. El nombre de Pantaleone se usó posteriormente para designar la prenda masculina que, tal como la conocemos hoy, empezó a emplearse en Europa a comienzos del siglo XIX y se extendió rápidamente a América. Los pantaloni italianos dieron lugar al francés pantalon antes de llegar al inglés estadounidense pants y a nuestro pantalón. Sin embargo, los alemanes prefirieron Hose y los británicos se quedaron con trousers para esta vestimenta que, por muchos años, fue solo masculina.

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Hernán Camilo Yepes Vásquez EDITOR: Óscar A. Varón B. DISEÑO: Edison Guarnizo FOTOS: Camilo Yepes. Colprensa. Tomadas de Internet. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: Cultura El Nuevo Día - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


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