IBAGUÉ, FEBRERO 13 DE 2011
FA CE
TAS CULTURA AL DÍA La crítica
Darren Aronofsky y El Cisne Negro Jorge Ladino Gaitán Bayona
Un escenario, un sueño: Auditorio Mayor de la Música Hernán Camilo Yepes La reflexión
¿Sabemos educar e informar sobre cultura? Rubén Darío Mejía Sánchez
FACETAS Por Marisol Cabrera Sosa* A las palabras han seguido los hechos. Esquilo.
Cuando Prometeo se rebela ante la voluntad del poderoso Zeus a través de la acción (roba el fuego sagrado para dárselos a los hombres), la rebeldía del titán se manifiesta: sufre el castigo de la inmovilidad y el sufrimiento antes que ceder a su espíritu de libertad y rebeldía y le espeta con dureza a Hermes: “Por nada del mundo trocaría mi dolor por tu servilismo. ¡Mejor quiero verme sujeto a esta roca que ser dócil mensajero de Zeus, padre de los dioses!” (Esquilo: 2001:20). Hermes, que aparece en la tragedia esquiliana como un ser despreciable, servil de los poderosos, pero, a la vez, despótico frente a los vencidos, al comprender que no puede doblegar la voluntad ni la palabra del Titán, expresa: “Antes mordiendo el freno, como un potro recién sujeto al yugo, resistes y te revuelves contra las riendas” (Esquilo: 2001:21). Es interesante observar la crítica a un orden impuesto de servilismo frente al poder supremo, y cómo la convicción de Prometeo en sus acciones y palabras contribuye a que Esquilo elabore un texto para ser escuchado y actuado en uno de los medios más importantes en la educación griega: el teatro. Actualmente nuestro teatro se crea y recrea a través de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y así como en los tiempos de la Grecia antigua, la palabra se transformaba en inductora de conductas.
Enciclopedia A lo largo de la historia, hubo diversas iniciativas para crear obras que reunieran todo el conocimiento humano alcanzado hasta el momento de su ejecución. Aristóteles entre los griegos y Varrón en Roma produjeron algunas que pueden
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Las palabras como inductoras de conductas
Si escuchamos las palabras con atención, suenan por doquier gritos que no promueven el cuidado de sí, el Epimeleia heautou, es decir, la “serie de acciones que uno ejerce sobre sí mismo (...) por las cuales se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma, se transfigura” (Foucault: 26). Las acciones que continúan a las palabras permanentemente martillean induciendo al hedonismo, como un verdadero proyecto tiránico que promueve el servilismo, la docilidad y el acatamiento a los mensajes del poder hegemónico. Lo interesante es que esa violencia, desplegada en todos los ámbitos posibles, incluye desde una alienación tiránica, aun a los que se creen “progresistas”. Una conducta reprobable como la violencia desplegada en tiempos
de la dictadura, se grita como válida para eliminar aspectos de “inseguridad” o disconformidad ideológica. Es pertinente interrogarse sobre cuánto de esa matriz dominante ha quedado en nuestra psiquis cuando escuchamos gritos desaforados promovidos desde mensajes que son el medio, en todo su despliegue avasallador y, como dice Esquilo a través de Prometeo: “Antes de llegar él sabía ya el mensaje que me traía”. Foucault integra, como categoría de dominio histórico específico, las tecnologías del yo, que incluyen: “prácticas meditadas y voluntarias mediante las cuales los hombres no sólo fijan reglas de conducta, sino que procuran transformarse a sí mismos, modificarse en su ser singular y hacer de su vida una obra” y que
promueven un proyecto liberador a través de la posibilidad de la transformación. ¿Cuáles reglas de conductas consideramos válidas y valiosas? En el “sálvese quien pueda”, la indiferencia hacia el dolor del otro, al que consideramos culpable de su desventura, tal como hacía Hermes con Prometeo, la ideología y su paradigma dominante se regodea con absoluta impunidad. Rebelarse contra el discurso hegemónico de la violencia en las palabras que inducen conductas violentas, reflexionar sobre un proyecto que encarne la liberación del sujeto histórico, se contrapone al discurso de estar ‘pasado de moda’, de ‘tener ojos en la nuca’ o, incluso, de no ‘pensar con cabeza propia’ por el reconocimiento y reflexión de quie-
nes nos antecedieron desde una línea ontogenética e histórica. La inmediatez en la que nos vemos envueltos pocas veces promueve la reflexión, sino, por el contrario, un permanente conductismo, que ante el estímulo nos convierte en el perro de Pavlov. Y así como escribía Esquilo en la Antigua Grecia, adherimos a su legado: “Para la enfermedad del odio, existe la medicina de las palabras”. El cuidado de sí, el Epimeleia heautou, requiere de que se incluyan acciones de creación o desarrollo de condiciones subjetivas, que posibiliten la transformación de la sociedad —cambiando el modelo opresor, sustentado en el miedo hacia el otro, pensamiento violento si lo hay— generando alternativas desde la palabra y su poder, desde el mensaje que es el medio, y dando intervención a la ley como ordenadora de conductas indeseables. La traición a los principios democráticos desde la promoción de conductas desde los medios, como expresa Bourdieu, es un peligro para la democracia y atenta contra sectores vulnerables para que se constituyan en sujetos protagonistas de un cambio social.
Fuentes citadas
* Esquilo. 2001. Prometeo encadenado. Chile: Pehuén. * Foucault, M. 2005. La hermenéutica del sujeto. Cursos del Collège de France. Madrid: Akal. *Docente uruguaya. Letralia. com, Tierra de letras
Palabra del día ser consideradas de carácter enciclopédico, así como la Historia natural, de Plinio el Viejo. En la Edad Media también se registraron trabajos del mismo tipo, como los Veinte libros de los orígenes, de Isidoro de Sevilla. Sin embargo, la primera obra
de verdadero carácter enciclopédico fue la Enciclopedia francesa, que publicaron en Francia Denis Diderot y Jean le Rond D’Alembert entre 1751 y 1766, formada por veintiocho volúmenes, once de ellos de ilustraciones, más un suplemento de
cinco tomos que aparecieron en 1777. Además de los mencionados, participaron en la obra algunos de los principales ideólogos de la Revolución francesa, tales como Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Quesney y Lamarck, entre otros.
La palabra enciclopedia se formó a partir del latín medieval encyclopaedia ‘curso de educación general’, vocablo construido a partir del griego en- ‘sobre’, ‘acerca de’, kyklos ‘círculo’, ‘ciclo’ y paideía ‘educación’, ‘instrucción’.
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Darren Aronofsky y El Cisne Negro Por Jorge Ladino Gaitán Bayona*
Del cine norteamericano reciente la figura de Darren Aronofsky (Nueva York, 1969) atrae poderosamente la atención por la intensidad y profundidad de sus personajes, en tanto son seres que llevan hasta las últimas consecuencias sus aspiraciones y delirios. La maestría del director está, justamente, en dejar que sus actores y actrices consuman sus papeles de principio a fin; las cámaras están a su servicio, subjetivas a veces, precisas en otras desde primeros y primerísimos planos. La hondura psicológica de sus caracteres y el acertado punto de vista del director para erigir sus historias le dan un carácter inolvidable a cintas como Pi: fe en el caos (1998), Réquiem por un sueño (2000), El luchador (2008) y El cisne negro (2010). Está última (Black Swan, en su título original) es una película de 103 minutos de duración producida por Fox. Cuenta en su elenco con el protagónico de Natalie Portman y con las actuaciones de Mila Kunis, Vincent Cassel, Barbara Hershey y Winona Ryder, entre otras. El guión es de Mark Heyman, Andres Heinz y John J. McLaughlin. Por su papel, Portman ganó el Globo de Oro a mejor actriz de drama en el 2011. Para los Premios Oscar 2011, la cinta de Aronofsky está nominada a mejor película, mejor dirección, mejor actriz, mejor cinematografía y mejor edición. Necesario es recordar que en El luchador (interpretada por Mickey Rourke en su papel de Randy ‘The Ram’ Robinson) se focaliza a un hombre en su deterioro: un héroe de la lucha libre de los ochentas que veinte años después se debate entre la enfermedad y la dignidad de ser coherente con un estilo de vida aún en la pobreza. Pues bien, El cisne negro, como su antecesora, es una película de personaje, sólo que desde una mujer y desde la vía contraria a la de Randy: Nina,
talentosa en el ballet, transita del ostracismo a la gloria. Su consagración como bailarina en su debut de El lago de los cisnes, donde es el cisne blanco y el cisne negro, no obstante, entraña en ella -al igual que en Randy- la renuncia: a la propia supervivencia, al amor y la familia. Tanto El cisne negro como El luchador, aunque aparentemente distintos a nivel de personajes (una, joven; el otro, viejo; la una, en ascenso en su carrera, y el otro, en bajada), apuntan a lo siguiente: ¿qué hay más allá de los seres que son reducidos a un aplauso? ¿Por qué no narrar a quienes fueron o son ce-
lebridades en sus angustias y el precio que pagan por estar en un escenario, sea las cuerdas de la lucha libre o las tablas del ballet clásico? De ahí que en estas dos cintas la psiquis de cada protagonista se revele en su complejidad y hasta en sus estados patológicos. El espectador sigue todo el tiempo las historias desde la percepción aguda de Randy y Nina; las cámaras parecieran instrumentos de sus consciencias y hacen creíbles sus alucinaciones, esperanzas y desajustes existenciales en la peligrosa interacción entre lo privado, lo estético y lo público. En El cisne negro (donde no
existe una sola escena de la película en la que no esté presente Natalie Portman en su tremenda y convincente interpretación de Nina), la paranoia de la bailarina al saber que una integrante de la academia puede tomar su puesto en El lago de los cisnes y su obsesión por la perfección la llevan a ver amenazas y situaciones siniestras en todos lados. La oscuridad deliberada del guión hace que, independientemente de las veces que sea contemplada la película, no se pueda precisar qué escenas hacen parte de la realidad y cuáles de la imaginación perturbada de la protagonista. Ella se ha compenetrado tanto
con el doble rol que debe representar (el cisne blanco, virginal y tierno, y el cisne negro, perverso y seductor) que lentamente va perdiendo su individualidad, su horizonte moral y su percepción sobre la normalidad y la locura. Ha dejado de ser Nina para ser cisne blanco y cisne negro en Nueva York, una suerte de doctor Jekyll y míster Hyde. Es admirable la forma como el ritmo vertiginoso de este thriller psicológico lleva a que espectador sienta el lado doloroso de la belleza. Es una estética baudeleriana en su instancia poética, esa donde la belleza es de difícil asimilación y se nutre del mal, lo abyecto y lo misterioso. Es también la belleza que entraña trabajo riguroso y sacrificio. No en vano el creador de Las flores del mal comparó la labor del poeta a la de quien se desempeña en la danza pues “se ha roto mil veces las piernas antes de exhibirse en público” (citado por Fridrich en La estructura de la lírica moderna, Barcelona, Seix Barral, 1974, p. 55). La máxima anterior es astutamente llevada al extremo en el film de Aronofsky. Nina llega a un punto en que más que ser un actuante al ritmo de la música de Chaikovski, encarna una idea y una verdad estética. Más que un préstamo de su piel y su ser a una ficción, se trata de una ofrenda en aras de la belleza. Todo su cuerpo es inmolado al arte. Se deja poseer por la obra que desde niña la sedujera: El lago de los cisnes hace parte de sus discos, el ringtone de su celular, de los objetos e imágenes de su cuarto. Transita de la disciplina a la desinhibición, de la forma pulida de sus pasos de bailarina a la pasión de un tema, como cumpliendo las palabras de su maestro de coreografía: “la perfección no es sólo control, sino también dejarse llevar”. *Profesor de literatura de la Universidad del Tolima, jlgaitan@ut.edu.co
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FACETAS
Cómplice del desarrollo musical de Ibagué IBAGUÉ, FEBRERO 13 DE 2011
Auditorio Mayor de la Música: un escenario, un sueño cumplido Suele ocurrir que una de esas tantas felicidades y de esos éxtasis que se nos atraviesan durante el ciclo de la vida no se borra, porque trae al recuerdo años de esfuerzo para conseguir un gran logro, por el que, a su vez, se sigue luchando por su vigencia eterna. Esto se podría aplicar, sin objeción alguna, al ejemplo del maestro César Augusto Zambrano Rodríguez, quien por casi toda su existencia ha estado dedicado al aprendizaje y a la enseñanza musical y, ahora, le quedará toda una vida por delante para contemplar y vivir por otra de sus metas conseguidas: el Auditorio Mayor de la Música, ubicado en la Universidad del Tolima. Para llegar a obtener lo que actualmente es uno de los más envidiables, pero, a la vez, generosos escenarios para la buena práctica de la música en la ciudad, no se tuvo el lujo de andar por un camino fácil; más bien,
rán expandir por el aire musical de nuestra ciudad. “Es un auditorio con una sonoridad muy rápida y muy exigente, ya que esta dirección circular que tiene permite que todos estén cerca y que todo se oiga. Eso es exigente también para los músicos. Las cosas fueron quedando. Las exigencias técnicas me sorprendieron”, expresó el maestro Zambrano.
En este lugar, muy seguramente, continuará la tradición que durante más de 30 años ha caracterizado a agrupaciones como el Coro y la Orquesta Sinfónica de la Universidad del Tolima.
varios años pasaron mientras las acciones, cual eslabones de ca-
dena, fueran uniéndose, con tal Lugar musicalmente de alcanzar el sueño. sagrado
Cecilia Acosta y maestros Ricardo León Franco y César Zambrano, tres de los anfitriones de este escenario.
Durante los últimos meses, en la Universidad del Tolima se aloja un rincón especial, un sitio en el que, con regularidad, confluyen aquellas notas musicales que no habían tenido un mejor lugar para hacerse sentir, y por el que el Maestro no oculta una afable sonrisa cada vez que de él se habla. Con una gran cantidad de consideraciones tecnológicas que podrían envidiar sanamente los muchos auditorios musicales que existen en el país, y con un público que ya comienza a forjarse a paso firme, este conglomerado de unas 400 sillas, repartidas en dos pisos, tiene una misión especial: albergar y ser cómplice del constante flujo de armonías, aires, entonaciones y movimientos que luego se deja-
Un día que nunca se borrará de la mente del maestro Zambrano es, con plena seguridad, el pasado 10 de agosto, cuando la comunidad universitaria y parte de la ciudadanía y de los líderes de la región conocieron por primera vez este recinto. Con un repertorio extensivamente colombiano, con letras alusivas al respeto por lo propio, se materializó ese sueño que el maestro Zambrano tenía quería llevar a feliz término. “Ese día pensé en qué más podía pedir a la Universidad, a una institución que me ha dado todo. Para nosotros, para el Coro y la Orquesta, para todos los que tenemos cercanía con la actividad musical, este es un premio mayor y el más grande que se ha podido dar a esa actividad, porque es para la Universidad, para Ibagué, para algo que la Universidad, afortunadamen-
te, ha cumplido desde siempre con ese apoyo y esa comunión permanente con lo musical. Lo más bello es crear un verdadero público”. Algo que también queda muy claro es que un escenario como este, en manos de personas como el maestro Zambrano, quien no ha dejado de asumir una férrea actitud de defensa de la música, siempre tendrán un objetivo moral y sentimental para la ciudad y, de paso, una tarea por cumplir. “Estos espacios eran muy necesarios para podernos encontrar. Es una muestra de las más importantes de cómo se integra la universidad al espíri-
tu de la ciudad y tenemos que pensar que todas las instituciones que van llegando a Ibagué sigan un modelo como el de la Universidad del Tolima y que nos apoyemos unas con otras, porque este es esfuerzo grande una universidad pública que ha tenido el respeto por una tradición. Creo que la Universidad ha sido muy sintonizada con el espíritu de la ciudad”.
A futuro
Tener un auditorio es una motivación más que acertada, además, para que otras mejores inversiones lleguen y fortalezcan la riqueza cultural que por mérito propio se ha sabido ga-
nar este recinto sagrado para la música. “Ya viene el primer aporte que hace la Universidad con el apoyo de la Gobernación del Tolima, que es el piano de media cola, que lo merece el auditorio, con el que podemos venir a escuchar, por qué no, los conciertos que hace el Conservatorio de Música”. No es difícil imaginar que si para el maestro César Zambrano esta adquisición se constituye como un gran salto en la cultura y en el renombre de Ibagué como Capital Musical, para Ricardo León Franco, profesional de la música, quien le ha acompañado en gran cantidad
Los máximos gestores del auditorio: maestros César Augusto Zambrano Rodríguez y Ricardo León Franco, el vicerrector académico y el rector de la Universidad del Tolima, Héctor Villarraga y Jesús Ramón Rivera, respectivamente, y el pintor Carlos Ennio Naranjo. de tiempo, este espacio es algo que la ciudad clamaba a gritos. “Es una distinción al espíritu de la ciudad y al objetivo cultural de la Universidad y es un logro merecido por el medio y por estar vinculados con el desarrollo musical del Tolima; es lo que ganó la ciudad. Va a
Este es un premio mayor y el más grande que se ha podido dar a esa actividad, porque es para la Universidad, y para Ibagué. Maestro César Zambrano
La inauguración ante la comunidad ibaguereña, el pasado 10 de agosto, es un día que nunca olvidará el máximo soñador de este escenario.
dar los mejores frutos: de eso dará cuenta la historia a través de quienes pasen por aquí, que son los herederos del acontecer de este auditorio”, expresó Franco, quien, además, ha sido el productor literario en algunos de los conciertos ofrecidos en el escenario.
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El cuento
Poesía
Jorge
Poeta
Rusvelt Julián Nivia Castellanos Poeta colombiano
Poeta eres una soledad en silencio musical. Eres una noche de puros cantos desaguados. Vives en el sueño de cada musa en el olvido. Poeta eres una voz toda de llena melancolía. Estás en amor cantando al parnaso del más allá. Poeta sufres el llanto de una humanidad inasible. Estás en furor besando las ángelas inmaculadas. Siempre te creas como un mozo de la poesía. Poeta; nunca te quejas con la queja ausente. Siempre te juegas como
Por Gaspar Jover Polo*
En una operación de cabeza, concretamente en el postoperatorio, Jordi, todavía en la camilla, no termina de despertarse. Mientras sus familiares se van colocando junto a él, Jordi les sonríe beatíficamente; por lo que todos piensan que se puede haber quedado tarado, o que, por lo menos, ya no va a pensar nunca con la misma claridad de ideas que demostraba antes de la enfermedad. Jordi sigue sonriendo bobamente, como sucede en aquella película del hospital siquiátrico en la que el protagonista, un rebelde con causa, es cometido a una sesión de electroshock con la que los médicos intentan rebajar
su rebeldía. Al salir de la sesión, todos sus compañeros lo creen definitivamente ido, tarado, perdido sin remedio. Sin embargo, él se está haciendo el tonto para darles la grata sorpresa de que no se le puede doblegar por ningún medio. Así que, en la secuencia siguiente, los ojos del protagonista vuelven a lucir con malicia e inteligencia. Jordi avanza por los pasillos de la gran sala, mirando con cara de ‘memo’. Y en verdad que consigue asustar a los familiares. El médico explica que las consecuencias de la anestesia general que requiere de una operación tan importante son siempre profundas, y que habrá que esperar al menos veinticua-
tro horas. Con lo que parece tranquilizar a los parientes y amigos. Jordi, mientras tanto, sabe que, para dar la gran campanada en el momento menos pensado, para soltar su ocurrencia más ingeniosa cuando nadie lo espere, está imitando al protagonista de la película de los locos. Pasan varias horas después de las veinticuatro y no se producen novedades; pasan algunos días y la preocupación se desencadena en su entorno. Jordi sabe que está jugando con fuego, pero cree que tiene todavía guardada, como un as en la manga, la sorpresa de su recuperación repentina y de forma casi milagrosa. *Escritor español.
un niño de voz serena. Nunca te quedas sin hacer versos a la lluvia. Poeta; siempre estás en cada estrella rota. Nunca te agonizas sin palabras en vida. Estás en oración con la divinidad insondable. Poeta; alegras la pesadilla más luta del corazón. Estás en confianza con las diosas del mar. Poeta eres el fuego del cielo más negro en lejanía. Eres una presencia de fulgor en versos alucinados. Resides en el corazón de cualquier mujer ultrajada. Poeta eres siempre el novio de la lírica poetisa.
IBAGUÉ, FEBRERO 13 DE 2011
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¿Sabemos educar e informar sobre cultura?
Por: Rubén Darío Mejía Sánchez*
Se habla de que los medios de comunicación deben ser los difusores de la cultura y educar a los pueblos, pero últimamente se ha caído en la ramplonería, en el morbo, en el amarillismo y en el ridículo, demostrando que somos los mejores comunicadores y muchos se califican como los mejores periodistas en el ámbito nacional e internacional. Da tristeza que cuando el país produce tantas noticias positivas en el campo de la cultura, de la música, de la literatura y de la ciencia, los grandes medios de comunicación y muchos portales de Internet se dediquen exclusivamente a mostrar lo malo y hacer el ridículo de las cosas buenas. No hay derecho a que un director de un noticiero de gran sintonía le dé bastante espacio a criticar a un grupo de niños que piden que se les respete sus derechos, mientras que habla bellezas de asuntos del sexo mal manejado, de lo que es la última novela de televisión, o qué hace en la vida íntima cualquiera de los artistas, de esos que saben subir y bajar como al personaje de turno le provoque. En muchas ocasiones, no se encuentra programas de televisión que eduquen y que enseñen valores; por lo contrario, se ven cosas en donde se les enseña a los jóvenes a una vida fácil, como la salida más justa a un futuro mejor. Las noticias de carácter judicial ocupan las primeras planas y son las que abren los telenoticieros y radionoticieros, sin dejar de lado que hay periódicos escritos, que se les puede escurrir y salen las gotas de sangre.
No nos preguntamos qué le estamos dando al hombre y a la mujer de mañana, porque no nos interesan las cosas buenas que se está haciendo, sino de destacar los errores y los defectos de unos tantos, esto únicamente para tener sintonía, sintonía que muchos tratan de hacer suya, diciéndole a sus oyentes que fueron los primeros en llegar al lugar de la noticia, cuando otros ya lo hicieron y lo peor del caso, dándose bombo entre ellos mismos y olvidando la labor que deben cumplir que es la enseñanza a todos los niveles para esos miles de oyentes que se ufanan de tener. Muchos dicen que hay que darle al pueblo lo que quiere. ¿No será que le estamos dando lo que nosotros queremos y lo
que nosotros somos? Bien dice el periodista Heriberto Fiorillo, en una de sus columnas, que estamos formando mal y que nos hemos dedicado a dar los últimos lugares a las notas sobre cultura, en un país que no puede llegar a presenciar una buena obra de teatro, una ópera, un concierto culto y una buena película por falta de dinero, porque dígase lo que se diga, la cultura en Colombia es bastante cara y los mejores espectáculos se presentan en escenarios bastante costosos, en donde la persona de clase media-baja no puede darse el lujo de asistir, y lo peor del caso es que no tiene la cultura y el conocimiento que lo atraiga a ver, en muchos casos, esta clase de espectáculos, pero que cuando se presentan aconteci-
mientos como el Hay Festival en la ciudad de Cartagena, los festivales de teatro de Bogotá y Manizales, los conciertos al aire libre en la ciudad de Medellín, es poco el espacio de difusión que se le da en los medios. De verdad que las secciones de farándula se han tomado los noticieros, y las notas de importancia no tienen ni siquiera medio minuto para dárseles a conocer. Sería bueno que a una semana de celebrarse el día tradicional del periodista, los periodistas nos hiciéramos un examen de conciencia y fuéramos sinceros en decir si estamos cumpliendo con la labor que se nos ha encomendado y quienes están en la academia hagan un alto en el camino para saber si están formando a los comuni-
cadores que necesitan el país y el mundo. La televisión está llena de programas basura. Para qué poner censura a las películas que se ven, si en muchas oportunidades no censuramos las notas degradantes que se presentan en malos llamados programas de chismes, en donde no se hace sino acabar con la honra de las personas, y en los noticieros, muchas veces por la sintonía, se dan grandes espacios al morbo, que es lo que vende. Hay cultura, hay cosas buenas, hay entretenimiento sano que debemos mostrar a nuestros lectores y a nuestros televidentes. *Reporteros Asociados Del Mundo. director@gmail.Com
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IBAGUÉ, FEBRERO 13 DE 2011 Editorial: Intermedio Editores Título: Mayúsculas, abreviaturas y siglas Autor: Fernando Ávila Editorial: Debate Título: Los pecados de la Iglesia en Colombia Autor: Álvaro Ponce Muriel
BOGOTÁ, COLPRENSA
Continuando con su colección ‘La vuelta al español en 80 guías’, Fernando Ávila, una de las autoridades en el buen uso del lenguaje en Colombia, presenta su nuevo título: Mayúsculas, abreviaturas y siglas. Según el autor, es un tema que inquieta en el ámbito social, pues toca fibras sensibles de la urbanidad y es un tema de sumo cuidado en el protocolo empresarial. En este libro da todas las claves para su buen uso en cualquier momento, sea una carta personal o un comunicado laboral. La clave de esta colección, es que Fernando Ávila no se queda en la teoría, sino que la alimenta con claros ejemplos y una serie de interesantes talleres que lo dejan todo claro, para el buen manejo del idioma.
BOGOTÁ, COLPRENSA
Dedicado a la historia de Colombia desde hace mucho tiempo, Álvaro Ponce Muriel ya antes ha escrito sobre clérigos, pero ahora, profundiza en el tema colocando sobre las relaciones de la Iglesia y el poder a lo largo de la historia del país, en especial en el siglo XIX. La serie de relatos que conforman este libro presenta la oposición de varios ministros de la Iglesia a los gobiernos de turno a lo largo del siglo XIX, como un intento de organizar un país a tono con su espíritu liberal y democrá tico. Sin tomar bando alguno, presenta una serie de historias de relaciones poco conocidas, exaltando, eso sí, aquellos personajes, en especial dentro de la Iglesia, que hicieron lo posible por aportar desde la fe al desarrollo de la democracia de un país en gestación.
Editorial: Debate Título: Yo maté a Sherezade Autor: Joumana Haddad
Editorial: Planeta Título: Mujeres Liberadoras Autor: Enrique Santos Molano
BOGOTÁ, COLPRENSA
El escritor y periodista Enrique Santos Molano decidió dedicarle este libro a las mujeres de la independencia de Colombia que desempeñaron un papel eficaz y significativo en dicha labor, pero que no tuvieron los homenajes como los atribuidos a Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta. A través de estas entretenidas crónicas, el lector va conociendo las vidas de mujeres de Charalá y El Socorro, como Ana María Argüello, Toribia Verdugo y La Negra Magdalena, entre otras. Es una obra que permite darse una idea amplia sobre cuentos de colombianas a las que el autor bautiza como ‘policarpas’, que con su acción valerosa ayudaron al triunfo de la causa republicana.
BOGOTÁ, COLPRENSA
La visión de Occidente respecto a las mujeres árabes no es muy clara y en ocasiones suele ser errónea, manejando ciertos estereotipos que se alejan de la realidad que a diario ellas viven en medio de sus costumbres culturales, sociales e incluso políticas. A través de este libro, la autora busca romper con el perfil creado de mujer sumisa y tradicional, que la muestra siempre como víctima de las circunstancias y de un machismo supuestamente campante en dicha parte del mundo. Tomando la figura de Sherezade como modelo de liberación femenina, al ser la mujer que gracias a su inteligencia salva la vida de miles de mujeres, Joumana elimina dicha mujer para apropiarse de Lilith, aquella mujer de Adán que abandonó el paraíso por voluntad propia, demostrando un carácter rebelde e inconformista que aún vive en muchas mujeres árabes.
DIRECTOR: Antonio Melo Salazar JEFE DE REDACCIÓN: Martha Myriam Páez Morales COORDINADOR: Benhur Sánchez Suárez, Redacción cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Hernán Camilo Yepes Vásquez EDITOR: Billy Edison Zúñiga Valencia DISEÑO: Katherine Moreno ILUSTRACIONES: Obras del pintor Alejandro Sánchez. Colarte.com. Benhur Sánchez. FOTOS: Internet. Suministradas. Camilo Yepes V. Carrera 6a. No. 12-09 Tels.: 2770050 - 2610966 Ibagué Tolima - Colombia Apartado Aéreo 5476908-K www.elnuevodia.com.co Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.