Facetas 22 de marzo de 2015

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rte e a o d m i r t p o ra Sé ñ se uercardon l E a g s Ri incó l ndréue R A uq D

Beatriz Arellano

Latinoamérica es su folclor

Hernán Camilo Yepes Vásquez


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FACETAS

DOMINGO 22 DE MARZO DE 2015 - IBAGUÉ

El señor de la

guerra

ANDRÉS RICARDO DUQUE RINCÓN “El señor de la guerra” es el tercer filme de Andrew Niccol, “cuyos mejores trabajos a día de hoy siguen siendo ‘Gattaca’, su ópera prima; y el guión de ‘El Show de Truman’ ( Abuin , 2006). Andrew Niccol se inspiró en hechos verídicos y construyó el personaje de Yuri Orlov basándose en una serie de traficantes de armas de la vida real, según comenta Niccol “helicópteros militares fueron vendidos como helicópteros de salvamento, traficantes de armas cambiaron los nombres y registros de sus barcos en alta mar, un conocido traficante de

ar mas fue liberado de una cárcel americana en extrañas circunstancias, los hechos del saqueo de los arsenales militares soviéticos tras el derrumbamiento de la U.R.S.S., todo eso es cierto” (citado por la higuera.net, 2013 ). Una propuesta cinematográfica tan polémica donde se muestra descarnadamente el papel de los Estados Unidos en los suministros de armas para los diferentes conflictos en el mundo, dificultó la financiación de la película “el señor de la guerra” y el tesón del productor Philippe Rousselet fue fundamental en la consecución de recursos que permitieran costear la producción del filme. Según recuerda Rousselet “cuando tratas de vender una película que cuenta la historia de un traficante de armas en un mundo que trafica con armas, una semana antes de que comience la guerra de Iraq, te haces una idea de lo difícil que resultará poner el proyecto en marcha. En realidad tardé un año y medio” (2013). El comienzo del filme “el señor de la guerra” muestra al protagonista lanzando la siguiente disertación al espectador; “en el mundo hay un arma por cada 12 personas, ¿cómo se arman las otras 11?”, a manera de justificación de la razón de ser de su labor de traficante de armas. Acto seguido Yuri Orlov realiza una breve repaso de su origen y relata cómo su familia emigró a los EEUU, “pero no a cualquier parte como la mayoría de los ucranianos nos concentramos en Briton Brech, nos recordaba el mar negro”. Los padres de Yuri salen huyendo del régimen comunista hacia los Estados Unidos y para evitar ser perseguidos por los soviéticos se hacen pasar por judíos. La familia Orlov establece un restaurante de comida judía para poder subsistir en tierra extraña y lograr de manera humilde cierta estabilidad, pero que para Yuri no es suficiente. De manera casual el protagonista es testigo de un enfrentamiento armado entre mafiosos rusos y nota en el carácter violento de la naturaleza humana una oportunidad que debe aprovechar hacia su favor. Si el negocio de los restaurantes se basa en el principio básico de satisfacer el deseo de comer, Yuri se dio cuenta ese día que podía satisfacer otra necesidad y que no era otra que la de ser un facilitador para aquellos que requieran un arma, pero no en el mercado limitado de la mafia si no en el lucrativo espectro de las guerras. Deseando que su hermano Vitali sea su socio de tráfico de armas, Yuri lo convence para que lo acompañe en sus negociaciones y no tarda en amasar una gran fortuna debido al talento natural para este tipo de labor que le permite alcanzar lucrativos tratos con dictadores, milicias, narcotraficantes y guerrillas. Lamentablemente para Yuri dicho trabajo no se encuentra exento de algunos contratiempos y no todos los pagos se dan en efectivo, en cierta ocasión debe recibir unos paquetes de cocaína a cambio de las armas: Si bien es renuente recibir este cargamento de drogas, Yuri, no ve otra opción y debe venderla en los Estados Unidos , infortunadamente su hermano se hace adicto. Ahora Yuri tiene que cuidar a su hermano y remitirlo constantemente a instituciones de rehabilitaciones de las cuales saldrá para volver a consumir. Por otra parte gracias a la fortuna que ha conseguido Yuri logra conquistar con costosos regalos a la mujer que siempre ha amado, Ava Fontaine, una hermosa modelo y a quien le oculta su verdadero trabajo aduciendo que es un próspero empresario del transporte. Si bien Yuri se jacta de tener controlada su operación de tráfico de armas, no todas las personas se

“El largometraje deviene todo un hallazgo y una sorpresa, más por el carácter de denuncia que esconden sus imágenes aniquilando la civilización moderna a base de hirientes verdades lanzadas como puños, o mejor dicho, como granadas que explotan en la conciencia de cualquier espectador inteligente y mínimamente sensible.” Emilio Martínez

pueden sobornar y debe enfrentar la férrea persecución del agente de la Interpol, Valentine. Por más que ha tratado el agente de la Interpol de encarcelar a Yuri no lo ha logrado y como última medida se acerca a la esposa del traficante para que lo ayude, pero él traficante es más astuto. Trágicamente en una las negociaciones de venta de armas en África, Vitali en un intento por destruir las armas que se iban a negociar es asesinado violentamente y Yuri regresa a los Estados Unidos con el cuerpo de su hermano en un ataúd. Si bien el traficante había falsificado el acta de defunción y supuestamente Vitali había muerto de una falla cardiaca, se le halló una bala en su cuerpo. Proyectil que es usado como elemento incriminatorio por parte del agente Valantine para llevar a Yuri a la justicia como traficante de armas y que no causa ni el más mínimo asomo de preocupación al detenido, Yuri mantiene una desesperante calma. El traficante sabe que es un elemento esencial en la política de los Estados Unidos y que él debe hacer el trabajo que es mal visto por la opinión pública local, armar a ciertas facciones que son convenientes para los intereses estadounidenses. Según Yuri el gobierno estadounidense es quien más se lucra con el negocio de las armas y en algunas ocasiones su presidente necesita “a un privado como yo, para suplir a las fuerzas con las cuales él no puede ser visto”. Sorprendentemente el agente más se demora en encarcelar a Yuri que éste en ser liberado por un oficial de alto rango estadounidense. Si bien es cierto que el tipo de personas que se dedican al tráfico de armas no manejan ningún reparo moral en realizar dicha labor y que solo los motivan las grandes ganancias económicas que les proporciona el negocio, Yuri parece haber nacido para vender armas. Ya que a pesar de ser abandonado por su esposa, ser repudiado por sus padres y haber perdido a su hermano, comprende en el caso personal que el tráfico de armas no fue una labor guiada en una razón netamente monetaria, es el trabajo que mejor sabe hacer y lo disfruta, está en sus genes. El filme “el señor de la guerra” es una comedia negra que linda con la sátira ( Juanjo, 2013 ) donde se describe de manera lapidaria la hipocresía humana y que muestra una desagradable verdad. Echa por tierra la concepción elaborada por las grandes potencias de defender la paz y la solidaridad mundial, cuando en realidad lo que les mueve son los intereses económicos. Públicamente los países más poderosos facilitan armamento a aquellos regímenes que defienden los ideales de libertad e igualdad, solo si se encuentran alineados con sus intereses y financian de manera oculta a grupos armados censurables que les son útiles a sus objetivos económicos. Docente en lengua castellana REFERENCIAS Abuin, A. (2006). El Señor de la Guerra y la duda moral superficial Recuperado de; http://www.blogdecine.com/criticas/el-senor-de-la-guerra-y-la-duda-moral-superficial Juanjo. ( 2013) . El señor de la guerra (Lord of war, Andrew Niccol, 2005). Recuperado de; http://movieallure.blogspot.com/2013/06/el-senor-de-la-guerralord-of-war.html La higuera.net ( 2013) . El señor de la guerra. Recuperado de : http://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/1419/comentario.php


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DOMINGO 22 DE MARZO DE 2015 - IBAGUE

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Beatriz Arellano

canta a la

Es solo vallecaucana de nacimiento, pero toda colombiana de vivencia, amor y pasión, por lo que en su veintena de discos ha reflejado ese amor por lo tradicional. HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ No es gratuito que Beatriz Arellano se califique a sí misma como una adoradora de la música andina colombiana, cuando nació en una tierra que se lo ha dado todo en ese aspecto: una familia musical, una voz melodiosa y una capacidad invaluable de amar su tierra. Son 34 años de carrera artística de esta intérprete vallecaucana, que ha sabido valorar uno a uno desde que empezó muy joven, de 16 años, con el grupo Los Maestros, para seguir con los Hermanos Martínez y Alfredo Henao, así como con el gran organista Jaime Llano González, como solista. Fue precisamente por él que comenzó este trasegar por el bambuco, el pasillo, el vals y el sanjuanero, después de que la viera actuar en un concurso de la OTI, recuerda ella, en 1974: ahí “se le metió en la cabeza que tenía que rescatarme para la música colombiana”. En su experiencia considera que “lo más lindo que cada país puede tener es su folclor, y me gusta lo colombiano en vivo porque es cuando más la gente la siente suya y uno aprecia que el trabajo ha sido bueno en el sentido de que la gente lo ha disfrutado y no se aró en el

Como siguiente proyecto está grabar un disco de 12 obras: de ellas seis serán en español, dos en inglés, dos en francés y dos en italiano, esto con el fin de “refrescar mi repertorio y mostrar a la gente otro trabajo”.

paz

desierto”. Beatriz es muy consciente de haber grabado ya 26 discos, en los que se ha podido desplazar por la melodía andina colombiana y, con la misma versatilidad, por algo de lo autóctono latinoamericano, del huapango al tango, así como el bolero, al que se ha dedicado desde hace unos 15 años. Al contar uno a uno esos peldaños exitosos que ha tenido durante su vida, aclara que “no me estoy tratando de echar flores, sino que antes agradezco a todos esos maestros y a la vida por la oportunidad que me dio de conocerlos y cantar con ellos”.

raciones y conservarla, porque si fuera solo por los medios, prácticamente la música no existiría de la forma como lo hace ahora, ya que se encargan de que la gente por sus ganas de darse a conocer se prepare, aprenda, y se preocupe por tener obras antiguas y modernas. “Conservan viva la música colombiana y la expectativa de la gente que quiere hacer folclor”, sostiene. Y confiesa, por ende, que para ella es una dicha encontrarse, por ejemplo a partir de su experiencia como jurado en concursos como ‘Príncipes de la Canción’, con un dueto muy tradicional y otro muy vanguardista, “porque ambos están aportando, haciendo que la música pase de año en año”.

Su vida musical

Para la artista, su capacidad de ser “emocional y dramática”, como se describe, le ha ayudado a formar su propio estilo de interpretar, que considera es tangible, porque con su propuesta busca romper ese paradigma de que estos aires hay que cantarlos de una forma acartonada, sin muchos sentimientos. Y eso lo ha aplicado desde sus comienzos, en sus primeros 15 discos, cuando grababa repertorio que era más bien escogido por maestros como Llano González, León San Gil y Luis Uribe Bueno, entre otros. “Grabé cosas muy antiguas, como ‘Reproche’ o ‘Pueblito viejo’, pero empecé a combinar lo muy viejo con lo muy vanguardista y que me daban compositores nuevos, y creo que eso realmente le gustó a la gente y empecé a crear un estilo muy propio”, afirma. Y esa transición la ha vivido, por ejemplo, con el bambuco, que en su concepto salió del campo y empezó a volverse muy citadino. “Ese tema me ha ocupado toda mi vida, entonces ahí empezó el nuevo bambuco, y con los compositores noveles de hace 30 años, como Gustavo Renjifo, Lucho Vergara y Eugenio Arellano”, cuenta. Ellos, agrega, pusieron “ese nuevo ingrediente al bambuco que ha sido muy exitoso” y que se sigue proponiendo en los festivales para los nuevos talentos.

Artista de paz

Por eso atina a asegurar que “en definitiva me fascinan los bambucos nuevos y los viejos, de todas las épocas. Además, en mi casa tuve que aprenderlos desde que nací, porque venían de generación en generación, tuve que aprender mucha música y eso me fascina. Beatriz ha tenido la fortuna de contar con la generosidad de maestros y compositores reconocidos como John Jairo Torres de la Pava, Héctor Ochoa, Ancízar Castrillón y Lucho Vergara, “de que me hayan entregado sus obras para que yo las grabe y haga mías estas versiones”. De hecho, en sus recitales también hay música de Jaime

R. Echavarría, José A. Morales, Jorge Villamil, Luis Carlos González y Arnulfo Briceño, así como del ‘Mariscal’ Rodrigo Silva, quienes “escribieron muy bonito y lograron hacer algo muy afortunado para el corazón de los colombianos. “Todo el mundo adora sus canciones. Hay unas canciones que no he podido dejar de cantar, tengo que seguir cantando lo tradicional porque la gente lo pide; de lo viejo siempre tengo algo. “Por ejemplo, ‘Pueblito viejo’, del santandereano José A. Morales. Trato de sentirme de la tierra en la que estoy y eso encanta a la gente”, considera Beatriz.

Otras que siempre le piden en sus presentaciones son ‘El regreso’, o ‘La potra zaina’, del venezolano Juan Vicente Torrealba, “pero que en todas partes me la piden”; así también, ‘Hay que sacar al diablo’ y ‘Esta es mi tierra’, de su hermano, que grabó en muchísimas versiones.

Festivales que aportan

Participar de un festival como el Nacional de la Música Colombiana, en su edición 29, le ha hecho reflexionar en la nueva vida que estos certámenes confieren a la melodía tradicional del país. “Los festivales hacen una labor inmensa en hacer pasar la música a las nuevas gene-

Por eso, piensa que estos festivales aportan tanto a la paz que ha coincidido con la frase bastión de su carrera artística de más de 30 años por escenarios tanto del país como del extranjero. “Siempre que estoy en mis conciertos, tengo mi frase: ‘Canto siempre por la paz y creo que con mi canto algo tengo que aportar a ella’. Esa es la manera de dar gracias al público, para que sepa que con mi canto busco trascender de lo que hago”.

ALGO DE SU VIDA Beatriz Arellano nació en Buga, Valle del Cauca, pero desde hace 30 años está radicada en Cali. Es integrante de una familia de 10 hermanos, con los que en su infancia conformó un coro denominado Los cantorcitos de Buga. “Lo dirigía mi papá, y cuando él faltó lo tuvo al frente mi mamá”. De sus hermanos, los más destacados han sido Gerardo (q.e.p.d.) y Eugenio, como compositores y gestores culturales reconocidos en su Departamento y en el país. Beatriz ha sido invitada a Norte, Centro y Suramérica, ha recorrido Europa y Sudáfrica, invitada por los embajadores del Gobierno nacional en dichos continentes. También, según da cuenta su historia, ha participado con gran éxito en festivales de bolero efectuados en Bucaramanga, Cali, Manizales, Pereira y La Habana. “A través de la música he tenido el privilegio de conocer muchísimo mi país y la idiosincrasia de la gente”, asegura Beatriz, por lo que ha llevado esa identidad al exterior.


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FACETAS El poema

Al borde del principio FEDORVELT* En un principio; les confieso, que este joven siempre estuvo metido en otro mundo. Allá su ser permanecía en paz. Pablo, tenía especialmente la capacidad de ver lo fantástico. Por tal motivo, buscaba más lo interior que lo exterior. Desde el albor de la tarde hasta la noche, dibujaba sus quimeras a solas en medio del sortilegio. Como rutina, bebía algo de café antes de comenzar el trabajo creativo. Procuraba relajar los sentidos suyos. Una vez preparado, pasaba del comedor al segundo piso. Subía las escaleras, sin prisa, recorría los ámbitos penumbrosos. Entraba al cuarto donde más habitaba; volvía a cerrar la puerta para distanciarse del bu-

llicio, luego tomaba un lápiz con diferentes cartulinas y de repente se ponía a realizar las invenciones. Lentamente, las precisaba hasta refinarlas sorprendentes. Esa era por cierto su pasión. Lo suyo lo hacía con maestría. Del arte vivía y por eso creaba, por lo trascendental. Sentado de cara al lienzo, trazaba líneas de muchas dimensiones que acababan definidas en formas abstractas y ciudades. Todas y cada una de estas concepciones, poseían un estilo vanguardista. En esencia trasmitían satisfacción. Por lo general, las grafías simbolizaban los deseos de Pablo. Con lo claro y oscuro, libertaba soles de cristal y propagaba las sustan-

cias que flotaban adentro de su ser etéreo. A causa de estas experiencias, un día decidió pintar el mundo más hermoso que nunca antes había visto. Sin desesperarse, lo fue figurando a modo de mural en su habitación. Primeramente, plasmó un firmamento como de nevados. De secuencia, coloreó varios ciclones con nebulosas. Sobre lo estable fusionó estos elementos etéreos. Y por último, creó una tierra rocosa, llena de pirámides entre fulgores. Era única, la obra reflejada en la pared. Los matices a él lo impresionaron. De hecho, cuando terminó la composición, se puso a contemplarla por largo tiempo. Cada detalle ilustrativo, lo embulló

en unas sensaciones inexplicables. Concibió ese espacio como sobrenatural. El ordenamiento de las cosas, lo puso a reflexionar hasta lo profundo. Por tal motivo, creyó que allá estaba su perfección idolatrada. Quedó entonces encandilado, se dejó abarcar por ese horizonte majestuoso. De una manera distinta, fue percibiendo lo exterior. Pensaba que el mural, se venía encima de toda su realidad. Según su parecer, se creía entrando a esa nueva dimensión. De un momento a otro, llegó a tocar las cosas que había fijado. Y en verdad; así pasó; Pablo al poco tiempo, se supo existiendo allá, haciendo parte de la misma creación. *Rusvelt Nivia

ENTRE CUENTOS

OBSESIÓN LITERARIA BOGOTÁ, COLPRENSA Son 11 cuentos donde parece que soltaron al diablo en Medellín, quien seduce a todas y suele bailar ‘pegadito’ a toda mujer que encuentra, así como un hombre que cae desde siete pisos por un disparo imaginario y un Papá Noel que no deja de tomar licor. En este libro, Luis Miguel Rivas utiliza una especie de oscuridad luminosa para mostrar el mundo paradojal de personajes que se debaten permanentemente entre la destrucción y la vida, entre las balas y el amor. Lo que a primera vista parecerían historias marginales es, en realidad, una mirada única a la vida completa. En 2011 fue reconocido por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara como de ‘Los 25 secretos mejor guardados de América Latina’.

Editorial: Seix Barral Título: ¿Nos vamos a ir como estamos pasando de bueno?

Autor: Luis Miguel Rivas Páginas: 246

BOGOTÁ, COLPRENSA Una novela apasionante centrada en la obsesión del autor por James Earl Ray, el asesino de Martin Luther King, desconocido, extraño y fascinante. El 4 de abril de 1968 Martin Luther King fue asesinado. Durante el tiempo en que permaneció en fuga, su asesino, James Earl Ray, pasó 10 días en Lisboa tratando de conseguir un visado para Angola. Obsesionado por este hombre y gracias a la apertura reciente de los archivos del FBI sobre el caso, Antonio Muñoz Molina reconstruye su crimen, su huida y su captura, y sus pasos por la ciudad. Lisboa es paisaje y protagonista esencial en esta novela, pues acoge tres viajes que se alternan en la mirada del escritor: el del prófugo Earl Ray en 1968.

Editorial: Seix Barral Título: Como la sombra que va

Autor: Antonio Muñoz Molina Páginas: 320

La palabra del día

Hostia

La hostia representa los sacrificios rituales de los antiguos

Los ritos cristianos no nacieron con el cristianismo, sino que provienen de antiguas tradiciones paganas (v. pagano), que fueron recogidas por los cristianos y adaptadas a la nueva religión. Un ejemplo de estos ritos es el de los sacrificios de seres humanos o de animales, que el cristianismo adoptó y adaptó median-

te la hostia, que representa a Cristo como cordero ritual. Para los católicos, la hostia no representa apenas a Cristo, sino que es él mismo en cuerpo, sangre, alma y divinidad. La palabra viene del latín hostia ‘víctima de un sacrificio ritual’, que se derivó, a su vez, de hostire ‘herir’, ‘golpear’, ‘hostilizar’.

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITOR GENERAL: Edwin Ballesteros Vásquez COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Ximena Andrea Villalba C. EDITOR: Óscar A. Varón B. DISEÑO: Néstor Iván Pérez FOTOS: Colprensa. Internet. Suministradas. TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co FACEBOOK: Cultura El Nuevo Día - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.


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