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DOMINGO 30 DE AGOSTO DE 2015 - IBAGUÉ
FACETAS Un impulsor del desarrollo en el Tolima
Roberto Mejía Caicedo: “Un ser humano íntegro y un hombre entrañable” Amigos, familiares y allegados, tanto personales como profesionales, recuerdan a Roberto Mejía Caicedo como un hombre íntegro, soñador y lleno de virtudes; impulsor del desarrollo del Tolima por los diferentes proyectos que lideró, que dejó un gran legado tanto a su familia como al Departamento.
Su vida Roberto Mejía Caicedo, de ascendencia antioqueña y de familia de tradición en el Tolima, nació el 23 de abril de 1926 en Ibagué; fueron sus padres Enrique Mejía Henao, oriundo de Sonsón, Antioquia, odontólogo de profesión, agricultor y ganadero de oficio, e Inés Caicedo Carvajal, ibaguereña, dedicada a la familia y el hogar. El matrimonio Mejía Caicedo tuvo cuatro hijos: Fernando, Alicia, Álvaro y Roberto, quienes desde 1924 vivieron en una finca llamada Tolima en la vereda Pastales, cerca de esta capital; luego de un tiempo, por causa de la depresión económica de 1929, la familia se trasladó a Ibagué.
Fue allí donde Roberto y su hermano Álvaro ingresaron al colegio de la señorita Islena Vela, donde aprendieron a leer, escribir, sumar y restar; luego continuaron sus estudios de primaria en la Escuela Pública para Varones Número Uno de Ibagué y el bachillerato lo hicieron en el colegio Tolimense. Don Roberto descubrió en el colegio su interés por la química y fue un profesor quien le despertó
interés por esta disciplina. Fue así como decidió irse en 1943 a estudiar Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Bogotá.
En 1948, terminando sus estudios en la universidad pero sin graduarse aún, regresó a Ibagué y se vinculó a las actividades agrícolas junto a Félix Restrepo Isaza, tío suyo; fue cuando descubrió que lo suyo eran la agricultura y la ganadería. “Él fue ingeniero químico y
realmente jamás ejerció su profesión; fue un enamorado de la agricultura y siempre tuvo la actitud típica del agricultor de estar pendiente de la próxima cosecha y cómo iban a ser los resultados económicos, las producciones que había hecho en el campo”, expresa su amigo personal Manuel José Álvarez. Gracias a estos conocimientos y a su amor por la agricultura, don Roberto logró desempeñarse como Ministro de Agricultura del gobierno de Belisario Betancur, donde conoció a Thomas Preston, quien trabajaba en la Fundación Centro para la In-
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FACETAS conservar el medio ambiente, por “Don Roberto me enseñó ese amor por y hacer prácticas amigables con el ica lóg eco , pia lim ría ade gan una er hac y abierta a todos los procesos de inmedio ambiente; fue una persona mu nejo ganadero; entonces tuve la ma el en n ció iza ual act de y n ció tiga ves tir con él”: Juan Carlos Arcos Dorado. oportunidad muchas veces de compar
vestigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria (Cipav), en el Valle del Cauca. Fue Preston quien asesoró a don Roberto en el inicio de un proyecto silvopastoril, en la hacienda de su propiedad, El Chaco, que ha sido merecedora de elogios de propios y extraños. “Don Roberto fue uno de los pioneros en Colombia en manejar su ganadería bajo un enfoque de sistemas silvopastoriles, que consiste en incluir en el manejo del ganado árboles forrajeros que le proporcionan alimentación de mejor calidad; además, es una actividad amigable con el medio ambiente”, recuerda Juan Carlos Arcos Dorado, profesional de Gestión Productiva y Salud Animal en Fedegán.
Su casa La Hacienda El Chaco, en Piedras, ha sido merecedora de numerosas distinciones a raíz de su novedoso sistema silvopastoril; entre ellas se destacan la del Mérito Agroecológico Pecuario, Doctor Francisco Segura Cañizales, otorgada por la Universidad del Tolima, y la José Raimundo Sojo Zambrano, concedida por Fedegán. Incluso, actualmente El Chaco recibe apoyo y asesoría del Cipav para desarrollar investigación aplicada. “El Chaco se convirtió para nosotros realmente en una universidad, tuve la oportunidad de visitarla en varias ocasiones cuando trabajaba con Corpoica y ahora con Fedegán; asistíamos para hacer una cantidad de ensayos de investigación para el mejoramiento de la ganadería regional”, narra Juan Carlos Arcos.
Su matrimonio y familia
Como relata Enrique Mejía Fortich, hijo de don Roberto, sus padres se conocieron en un baile de gala en honor a Darío Echandía en el club Círculo de Ibagué. Su madre, Niza Fortich, barranquillera de nacimiento, había venido de visita a la ciudad. El noviazgo duró dos años y el 30 de marzo de 1951 don Roberto decidió regresar a Barranquilla para contraer nupcias con su eterno amor, Niza. De dicha unión nacieron cuatro hijos: Enrique, Elena, Alberto y Ricardo. “Mi padre fue un hombre íntegro, entregado a su familia; se caracterizó por su don de gentes, su afecto, cariño y entrega hacía nosotros sus hijos, nietos y bisnietos. Fue una persona muy especial, siempre fue el centro y motor de nuestra familia, un gran ejemplo como padre y abuelo”, recordó Mejía Fortich.
“Con él nos unió un lazo familiar, me abrió mucho las puertas y en todo lo que proponía. Siempre encontraba en Roberto y su familia apoyo, para sacar adelante empresas, iniciativas de toda índole, siempre generosos y solidarios, no buscando el beneficio personal sino el bienestar colectivo”. Antonio Melo Salazar
FOTO TOMADA BIBLIOTECA DEPARTAMENTAL JORGE GÁRCES BORRERO, VALLE DEL CAUCA - INTERNET
a Su incursión en la políticMejí a Caicedo
El 28 de agosto de 1985, Roberto cultura, tras el se posesionó como Ministro de Agri Betancur. ofrecimiento del presidente Belisario Roberto don utó Fueron varios proyectos que ejec refinanla acan dest se como Ministro. Entre ellos liaamp la ria, Agra Caja la de y a ciación del Idem ro ncie Fina o ción de las líneas de crédito del Fond de o Fond del ción Agropecuario (Finagro), la crea os cerealista y Desarrollo Rural Integrado y los fond cacaotero. todo un toliEnrique, su hijo, destaca: “Fue ante o a los tetorn en mense íntegro, su vida toda giró imiento crec el y o rroll desa mas de la ciudad, del n”. regió la empresarial de
io Su faceta como empresar tes cargos en el
Don Roberto desempeñó importan arroz y presisector gremial: fue gerente de Fede edad de Agridente de la Junta Directiva de la Soci idente de pres o cultores de Colombia (SAC). Com Sena. del ctiva Dire a Junt esta, hizo parte de la enos JueNov los ué Ibag en on brar En 1970 se cele o Manuel amig gos Atléticos Nacionales; de ello, su que Roayer a fuer si José Álvarez recuerda como justas, las de te iden pres o berto Mejía fungió com on fuer ión gest su a ias grac y , peso sin recibir un exitosas y admiradas en el país.
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FACETAS Sus mayores orgullos
ria Kairuz, amiga y compañera del la que tenemos”; así lo definió Victo de r mejo ad ciud una con soñó “Él ello fue un impulsor del desarrollo de Ibagué, quien añadió que “por Consejo Superior de la Universidad del Tolima”. arrollo Humano del Tolima, la a (ADT), la Corporación para el Des Tolim del llo arro Des el para n La Asociació Roberto Mejía fue fundador y miem DÍA, son entidades de las que don VO NUE EL y ué Ibag de ad ersid Univ bro activo. institución de educación superior ó a participar en la fundación de una En 1979, Santiago Meñaca lo invit ué, Coruniversitaria. Ibag 1980: Corporación Universitaria de en Ibagué, que nació en agosto de o a la universidad, dando el junt vo estu de Ibagué y durante 35 años ad ersid Univ la de dor nda cofu “Fue to en todas las actividades instiativas, entregando su palabra de alien consejo y las ideas, dirigiendo inici tucionales”, expresó Victoria Kairuz.
“Pienso que la vida de Roberto Mejía fue muy completa en todos los órdenes: en el personal y el profesional, como empresario, como dirigente académico, como dirigente cívico, un ser excepcional y único. No importaban las diferencias de edades, el diálogo era fluido con él, como amigo una persona confiable y leal, un ser humano íntegro y un hombre entrañable”. Victoria Kairuz EL NUEVO DÍA
“A pesar de la diferencia de edades, Roberto siempre fue un hombre muy cordial, muy cercano. Siempre gocé el privilegio de su amistad; siempre fue un hombre muy deferente, muy querido. Era un hombre muy familiar, muy apegado, afectuoso a su familia y con sus hijos era casi un compañero”. Manuel José Álvarez.
Según recuerda su amigo Manuel José Álvarez, “Roberto siempre fue un hombre al que le gustó enterarse de la realidad nacional e internacional; por ello siempre le interesaron los medios de comunicación”. Enrique, su hijo, cuenta que él (Roberto) fue un gran entusiasta de la idea de crear un diario en la ciudad y uniendo esfuerzos con Santiago Meñaca y Antonio Melo hicieron que fuera una realidad. Desde el principio se vinculó con la idea y ayudó a conformar un grupo de personas para invitar a Alejandro Galvis, del diario Vanguardia Liberal de Bucaramanga, y Gerardo Araújo, de El Universal de Cartagena, a que se vincularan con este periódico”, acotó Antonio Melo. Como recuerda Melo, la primera edición del periódico no se pudo hacer en Ibagué, por ello fue necesario imprimir en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. “Era una edición de más de 30 mil ejemplares, que eso era una monstruosidad en esa época y que además iba a repartirse gratuitamente, entonces estuvimos expectantes a la llegada de los periódicos”, expresó. Don Roberto, como exalta su hijo, siempre estuvo muy pendiente del periódico, y desde el primer momento se puso la
Roberto Mejía Caicedo fue el primer presidente de la Junta directiva de EL NUEVO DÍA y de manera permanente acudía los lunes a una reunión de proyección del diario con la Junta Directiva.
camiseta y ayudó a armar la primera edición, con los hijos de los fundadores del diario, la cual se repartió un domingo: el 29 de noviembre 1992. “EL NUEVO DÍA para él era uno de sus grandes proyectos y logros, pues a través del periódico se han gestado actividades para el desarrollo regional y la generación de empleo”, añade Enrique Mejía Fortich. AGRADECIMIENTOS UNIVERSIDAD DE IBAGUÉ, GLADYS MEÑACA SABOGAL Y ENRIQUE MEJÍA FORTICH