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Aulas vacías: impacto de la pandemia en la educación secundaria.
C O R R E S P O N S A L E S EL COMERCIO
A u l a s v a c í a s : i m p a c t o d e l a p a n d e m i a e n l a e d u c a c i ó n s e c u n d a r i a .
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Alumnos y egresados de colegios públicos nos comentan los retos y aprendizajes que han tenido en estos dos años de virtualidad.
El internet y la educación virtual (Ilustración: Expansión)
La crisis sanitaria, ha marcado un hito en la historia de la educación peruana, pues el proceso educativo cambió totalmente, afectando especialmente a los más próximos a graduarse: los estudiantes de secundaria. Conversamos con alumnos de las promociones 2020 y 2021, quiénes nos ayudan a configurar un panorama de estos dos años de aprendizaje remoto.
” L o s p r o f e s m e d e j a n e n v i s t o
“ E s m u c h o m á s f á c i l r e n d i r s e
Desde inicios de la pandemia, alrededor de 337.870 estudiantes migraron de un sistema educativo privado a uno público, conforme a la ONG Plan International. Ante la nueva masa de estudiantes los profesores no se dan abasto, pues como nos señala Diego, alumno de quinto de secundaria en un colegio estatal, algunos solo envían una ficha y desaparecen. “Los profes me dejan en visto. No están ahí para darte retroalimentación o responder mis dudas”, sentencia.
Harold, también estudiante de último año, nos detalla que en su colegio, las clases por zoom y meet, que para él son las plataformas ideales pues se parecen más a un salón, solo suman 4 horas a la semana. Por otra parte, Diego nos comenta que en el plantel al que atiende no hay clases por videoconferencias, todo es por Whatsapp. El problema radica en que la principal fuente de aprendizaje es un frío pdf enviado mediante la aplicación de mensajería; lo que ocasiona que el proceso formativo no se adecúe al ritmo y las necesidades de aprendizaje de cada alumno. “No considero que haya un sistema educativo de calidad”, concluye Harold.
Laura, egresada de la promoción 2020, nos comenta que la mayor dificultad que se le presentó en su último año fue el internet. “Hubo gran saturación de personas usándolo, todas las empresas tenían dificultades. Compañeros que querían aprender perdían la señal. Ese tipo de inconvenientes les afectaba”. De hecho, según la Contraloría, la principal dificultad para para que los estudiantes reciban clases virtuales fueron fallas en la conectividad (72%), seguida por el compartir equipo (59%), no disponer de un plan de datos para celular (59%), falta de servicio de internet (52%) y el no contar con un dispositivo móvil (48%).
Frente a ello, el Ministerio de Educación ha creado el programa denominado “Recarga Minedu” que brinda acceso gratuito a un plan de telefonía y datos al personal educativo. En paralelo ha entregado más de 890,595 tablets a estudiantes y maestros de zonas rurales focalizadas. Pero mientras 102,000 estudiantes del nivel secundario deserten del sistema educativo pues su situación económica no les permite costearse un celular, una radio o un plan de datos; queda mucho por hacer. Como dice Laura “Con los desafíos de la virtualidad es mucho más fácil rendirse, es mucho más fácil no poder levantarse”.
“ F u e c o m o t o m a r m e u n a ñ o s a b á t i c o
‘‘No me siento preparado para la vida universitaria. El año pasado, en el que estuve en colegio público, fue como tomarme un año sabático’’ cuenta Andrés, quien por motivos económicos tuvo que hacer cuarto año de secundaria en una escuela estatal. Esta incertidumbre es compartida por Daniela, quien este año migró al sistema público. “Me gustaría estar en clases presenciales, especialmente antes de un examen de admisión”.
Andrés también nos comenta que ha tenido dificultades para reincorporarse al ritmo de su colegio privado. “En el sistema público, por un bimestre entero de matemática solo tuve que hacer origamis. No creo que eso me sirva mucho en el futuro”. No obstante señala que toda esa experiencia le ha enseñado a ser autodidacta. En ese punto coincide con los otros estudiantes entrevistados, que nos recalcan que sienten que sus clases virtuales son muy básicas y que más han aprendido estudiando por su cuenta y ayudando a otros alumnos. “En cierta medida incentiva a tener curiosidad por investigar, para poder ir más allá”, nos dice Daniela.
De los niños y jóvenes que ahorita están estudiando en sus casas, saldrán los futuros ingenieros que conecten a nuestro país; de aquí, saldrán emprendedores que brinden desarrollo y empleo; de aquí, médicos y profesionales de la salud que velarán por el bienestar de sus compatriotas. Es fundamental la unión del estado, la empresa privada y la sociedad civil para proporcionar una verdadera educación de calidad que permita que los sueños de estos chicos se materialicen y con ellos nuestros sueños de un Perú mejor.
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