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GARCÍA LUNA: EL EXPEDIENTE DE LA CORRUPCIÓN

Ricardo Ravelo/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

Ciudad de México.- Los cómplices de Genaro García Luna en el andamiaje de protección que construyeron en el sexenio de Felipe Calderón para brindar protección al Cártel de Sinaloa, empezaron a caer prisioneros en México, pero no se les acusa de narcotráfico, lavado de dinero y ligas con el Cártel de Sinaloa, por el contrario, lo que impera en sus expedientes es haber incurrido en prácticas de tortura.

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Es el caso, por ejemplo, de Luis Cárdenas Palomino, exmando de la Policía Federal, detenido en el Estado de México en 2021 tras varios meses de persecución.

A pesar de que como funcionario público fue acusado de proteger los intereses del Cártel de Sinaloa –particularmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México– al exfuncionario federal se le encarceló bajo la acusación de haber ordenado la tortura de los hermanos Vallarta, implicados en el caso de Florence Cassez, quien fue encarcelada, primero, y liberada, después, tras acreditarse que nada tenía que ver en la organización criminal “Los Zodiacos”.

La misma suerte corrió Facundo Rosas, otro de los hombres de confianza que trabajó cerca de García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Rosas fue secretario de Seguridad Pública en Puebla. El pasado 27 de enero fue detenido por atropellar y matar a una mujer en calles de la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

Director de la extinta Policía Federal en el sexenio de Felipe Calderón, Facundo Rosas formó parte del estrecho equipo de García Luna del que también formaba parte Ramón Eduardo Pequeño, exjefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal por el delito de tortura en agravio de Mario Vallarta, hermano de Israel Vallarta, todos ellos implicados en el caso Florence Cassez.

Ramón Pequeño se había incorporado como asesor de la Secretaría de Seguridad

Pública al inicio del gobierno de Andrés Manuel López

Obrador, precisamente en la Secretaría de Seguridad Pú-

*Mientras sus principales cómplices están encarcelados en México, aunque no acusados de narcotráfico, el policía estelar del sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, sigue esperando fecha para enfrentar a la justicia norteamericana

*Su juicio se ha pospuesto en tres ocasiones. La nueva fecha está programada para el mes de octubre de este año

*Además de las pruebas de que disponen las autoridades norteamericanas, García Luna enfrentará a dos testigos de cargo que pueden hundirlo: Iván Reyes Arzate, uno de sus cercanos colaboradores, quien ya se declaró culpable en Estados Unidos de proteger al Cártel de Sinaloa, y el “Rey” Zambada, hermano de Ismael Zambada, quien confesó que en varias ocasiones sobornó con sumas millonarias al policía consentido de Felipe Calderón blica encabezada por Alfonso Durazo Montaño, actual gobernador de Sonora. Hasta ahora, el exfuncionario sigue prófugo de la justicia.

Sin embargo, en Estados Unidos otro hombre de confianza de García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública –Iván Reyes Arzate– se declaró culpable en octubre de 2021 de haber colaborado con el narcotráfico, en particular con el Cártel de Sinaloa, y aceptó que como funcionario público simulaba llevar a cabo un combate frontal contra el crimen organizado.

Con base en esta autoinculpación –un recurso bastante socorrido por los criminales para obtener reducciones de penas– un juez federal de Estados Unidos condenó a diez años de cárcel al excomandante de la Policía Federal, quien en el mundo policíaco y del hampa es conocido como “La Reina”.

Lo que quedó al descubierto en su juicio es que al mismo tiempo que brindaba protección al crimen organizado Reyes Arzate recibía condecoraciones dentro y fuera de México –entre otras agencias, de la DEA– por su labor policíaca aparentemente honesta.

Reyes Arzate fue hombre de confianza de Genaro García Luna, procesado y pendiente de juicio por corrupción y crimen organizado en Estados Unidos, donde permanece recluido desde diciembre de 2019, cuando fue detenido en Texas bajo cargos diversos, entre otros, brindarle protección al Cártel de Sinaloa.

En el juicio de Reyes Arzate salió a flote parte de la corrupción y los sobornos que recibió del cártel sinaloense a cambio de protección e información. Por ejemplo, se corroboró que el exfuncionario recibió en una ocasión tres millones de dólares a cambio de informar sobre las investigaciones conjuntas estadounidenses y mexicanas a un grupo llamado Seguimiento 39, ligado al Cártel de Sinaloa.

No sólo eso: En octubre de 2021 Reyes Arzate reconoció haber recibido un soborno de 290 mil dólares. Esta confesión abrió la puerta para que los fiscales del caso le abrieran la puerta y se acogiera al programa de testigos protegidos, lo que le valió reducir su condena a sólo diez años de prisión, de los cuales ya compurgó dos en Estados Unidos.

El juicio contra Genaro García Luna se ha pospuesto en tres ocasiones por diversas causas. La última suspensión ocurrió debido al ruido que realizaban los periodistas en la sala del tribunal. Ahora la audiencia para determinar su futuro se programó para el mes de octubre de este año. Entre los testigos de cargo que rendirán testimonio en contra de García Luna, además de Reyes Arzate, está Vicente Zambada Niebla, quien ha dicho que en varias ocasiones sobornó con sumas millonarias al policía consentido de Felipe Calderón.

GARCÍA LUNA: LA RED CRIMINAL

Bajo la acusación de enriquecimiento ilícito, derivada del hallazgo de inversiones por más de 27 millones de pesos en bienes inmuebles, el pasado 25 de noviembre el gobierno mexicano solicitó formalmente la extradición de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón.

Esta decisión, sin embargo, ha desatado polémica, pues se asegura que detrás de este proceso podrían existir oscuras negociaciones para liberar al exfuncionario, quien fue detenido en 2019 en Dallas, Texas, por varios delitos, entre otros, conspiración para traficar cocaína, declaraciones falsas a autoridades judiciales federales, cohecho, coparticipación en diversos delitos contra la salud y haber brindado protección al Cártel de Sinaloa.

A lo largo de un año, García Luna ha solicitado a las autoridades de Estados Unidos su liberación bajo fianza. En el primero ofreció el pago de un millón de dólares y en el segundo intento dobló la suma, pero la petición le fue negada: La razón, según argumentaron las autoridades estadounidenses, es que el exfuncionario mexicano tiene muchas relaciones políticas y en el crimen organizado que lo podían ayudar a evadir la acción de la justicia.

Después de la experiencia por el caso del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto –quien fue detenido en Estados Unidos por tráfico de drogas, lavado de dinero y protección al cártel H-2 y, un mes después, liberado y devuelto a México– el procedimiento copia bastante degradada del FBI. Nadie imaginaba entonces que el funcionario federal ya tenía nexos criminales, de acuerdo con los expedientes consultados. que intenta el gobierno mexicano con García Luna es blanco de muchas sospechas. El canciller Marcelo Ebrard explicó que el objetivo de la extradición es procesar y juzgar a García Luna en México. El delito por el que se le persigue es el de enriquecimiento ilícito y en Estados Unidos lo investigan por fomentar el tráfico de drogas y brindar protección al Cártel de Sinaloa. En realidad, los cargos del expediente estadounidense son más graves. En México, el delito de enriquecimiento ilícito es de los pocos donde se revierte la carga de la prueba: Es el acusado quien debe demostrar el origen lícito de su patrimonio. Por ese delito fue acusado Raúl Salinas de Gortari, uno de los políticos más corruptos, y fue liberado.

Sinaloa, desde el gobierno de Vicente Fox.

Dentro del Cártel que entonces dirigía Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, el funcionario era conocido como “El Licenciado”.

Preso en Estados Unidos por servir a los intereses del Cártel de Sinaloa; acusado de brindar protección a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” –quien compurga una cadena perpetua en Estados Unidos por delincuencia organizada–, Genaro García Luna empezó a ser cuestionado en los primeros dos años del gobierno de Felipe Calderón por sus nexos con el narcotráfico, en particular, con el Cártel de Sinaloa, el más poderoso del mundo, de acuerdo con la DEA.

García Luna ha sido señalado de ser el “policía del panismo”, pues ocupó cargos importantes desde el gobierno de Vicente Fox –fue titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI)– y con Felipe Calderón ocupó el cargo de secretario de Seguridad Pública.

De acuerdo con el periodista Jesús Lemus, autor del libro “El Licenciado” (editorial Harper Collins 2020) García Luna ya servía a los intereses del narcotráfico, y en particular del Cártel de

Después de que Felipe Calderón fue calificado como Presidente Electo, luego de ganar las polémicas elecciones de 2006, miembros del Cártel de Sinaloa, entre ellos Ismael “El Mayo” Zambada, Arturo Beltrán Leyva y Sergio Villarreal Barragán, “El Grande” maquinaron el plan de comprar la Secretaría de Seguridad Pública para que García Luna fuera su protector.

La ejecución del plan, según afirma Jesús Lemus, la llevó a cabo Villarreal Barragán, quien acudió a una fiesta de bautizo organizada por el entonces senador panista Guillermo Anaya Llamas –compadre de Felipe Calderón– en la ciudad de Torreón, Coahuila.

“El Grande” le pidió el favor a Anaya Llamas, a quien conocía desde tiempo atrás porque una hermana del político coahuilense estuvo casada con un hermano del narcotraficante actualmente

Y es que varios de sus colaboradores cercanos en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) fueron acusados de corrupción y de tener ligas con el narco desde el año 2008; sin embargo, García Luna nunca destituyó a ninguno de ellos, por el contrario, los cobijó y los mantuvo en sus respectivos cargos.

Por ejemplo, Mario Velarde Martínez, quien durante el gobierno de Vicente Fox fungió como secretario particular de García Luna en la AFI, tuvo tratos con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva. De acuerdo con las investigaciones de la extinta Procuraduría General de la República, este personaje era parte de la red de funcionarios que colaboraba con el crimen organizado.

En aquel momento, Velarde era el quinto hombre cercano al entonces secretario de Seguridad Pública que era investigado por la PGR. Entonces estaba adscrito a la División Antidrogas de la

Después de la experiencia por el caso del general Salvador Cienfuegos quien fue detenido en Estados Unidos por tráfico de drogas, lavado de dinero y protección al cártel H-2

2007, el licenciado Mario

Arturo Velarde Martínez se desempeñaba como director de área y es amigo cercano de Cueto, de la Dirección General de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol. Me pidió información sobre dos asuntos de los cuales no recuerdo en las oficinas de Interpol, en los que tenía conocimiento Cueto, por los cuales me dio Velarde Martínez la cantidad de 4 mil dólares, de los cuales 2 mil entregué a Cueto”-

El mismo día de esta declaración ministerial, realizada en la Embajada de México en Estados Unidos, la Drug Enforcement Administration (DEA) entregó a la PGR una fotografía del cercano colaborador de García Luna, quien ya formaba parte de las investigaciones y de los expedientes oficiales.

Es el acusado quien debe demostrar el origen lícito de su patrimonio. Por ese delito fue acusado Raúl Salinas de Gortari (gráfica) , uno de los políticos más corruptos, y fue liberado preso en Estados Unidos.

De acuerdo con el libro “El Licenciado”, Anaya Llamas le pidió a “El Grande” que acudiera a la fiesta y que ahí le presentaría al Presidente Electo. Así ocurrió. En ese encuentro, Villarreal Barragán hizo la propuesta a Calderón y éste aceptó. De acuerdo con Lemus, el pago por la Secretaría de Seguridad Pública fue multimillonario y de esa forma el Cártel de Sinaloa se consolidó como el grupo criminal más poderoso del mundo.

Historia Criminal

Policía Federal en la SSP.

En la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/241/2008, integrada durante la llamada “Operación Limpieza” –que permitió la captura de altos funcionarios de la SSP y de la PGR por servir al crimen organizado, en particular al Cártel de Sinaloa– Alberto Pérez Guerrero, identificado como testigo protegido con el nombre de “Felipe”, pormenorizó las complicidades de exfuncionarios policíacos con el narco:

La imagen fue presentada al testigo protegido “Felipe”, quien lo identificó de entre cinco fotografías de otros funcionarios que ya estaban siendo investigados tanto en México como en Estados Unidos por servir al crimen organizado.

El testigo “Felipe” identificó el rostro de Velarde Martínez. El testigo protegido tenía información sensible: Había sido agente de la PGR y su último cargo fue haber sido comisionado de la Interpol en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Por ello, conocía a los colaboradores cercanos a García Luna ligados al narcotráfico, entre otros, a Ricardo Gutiérrez, director de Interpol-México; Ricardo de la Guardia, exdirector de Despliegue Regional e Interpol; Miguel Colorado, excoordinador de Servicios de Servicios Técnicos de la SIEDO. además de Reyes Arzate, está Vicente Zambada Niebla (gráfica), quien ha dicho que en varias ocasiones sobornó con sumas millonarias al policía consentido de Felipe Calderón

Otros fueron arraigados, pues ya se tenía datos y evidencias de sus ligas con el Cártel de Sinaloa y, en particular, con la célula de los hermanos Beltrán Leyva. Sus nombres: Francisco Navarro, jefe de Operaciones Especiales de la SSP; Enrique Bayardo del Villar, inspector adscrito a la Sección de Operaciones de la PFP –éste fue ejecutado durante su etapa como testigo colaborador cuando tomaba café en un Starbucks ubicado en la colonia Del Valle de la Ciudad de México–; Gerardo Garay Cadena, entonces jefe de la Policía Federal Preventiva y Ricardo Gutiérrez Vargas, director de Interpol-México.

Mario Velarde negó los cargos y los nexos que le imputaron con el narcotráfico, pero no fue suficiente: Un testigo protegido de la DEA y de la PGR reveló que servía a los intereses del Cártel de Sinaloa.

A continuación se relatan las acusaciones que en su momento le fueron hechas a García Luna y a varios de sus colaboradores más cercanos que lo acompañaron desde que fue director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), en el gobierno de Vicente Fox, y posteriormente como secretario de Seguridad Pública, en la administración de Felipe Calderón. Tales acusaciones empiezan desde el sexenio de Fox, donde García Luna fue un estratega policíaco. Ocupó la titularidad de la Agencia Federal de Investigaciones, una

Según “Felipe”, Velarde Martínez y Ricardo Gutiérrez –exdirector de la Interpol México y quien fue arraigado durante el gobierno de Calderón por sus presuntos nexos con el narco– tenían en común su amistad y presuntos negocios de venta de información con José Antonio Cueto, señalado en ese tiempo como responsable de reclutar e infiltrar a funcionarios para brindarle información a los hermanos Beltrán Leyva sobre operativos, órdenes de aprehensión, investigaciones y extradiciones.

NARRA

EL TESTIGO “FELIPE”

“A principios del año

Técnicos de la SIEDO –hoy

SEIDO– y al capitán Fernando Rivera, exdirector adjunto

El testigo lo describió tal cual es físicamente. Dijo: “Mario Velarde Martínez es de tez blanca, cabello negro corto y ondulado, mide un metro con 65 centímetros de estatura, tiene entre 38 y 40 años de edad, es de ojos color negro, nariz regular, con frente un poco pronunciada”. Y añadió: “Tiene un tic nervioso de estarse jalando los pellejos de los dedos pulgares y que casi siempre tiene curitas en los dedos por ello y que cuando lo conoció era el secretario particular del entonces titular de la Agencia Federal de Investigación, pero después se fue como director de Enlace Externo en Interpol y más tarde quedó bajo las órdenes de la licenciada Maribel Cervantes, en la Policía Federal”.

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