BENDITA IGNORANCIA
¡Bendita la ignorancia, Que de tu vista me aparta!, ¡Maldito el día, Que yo supe que existías! ¿Qué propósito tiene Ésta condenada agonía? ¿Para qué escuché tu voz y, Descubrí tu risa? Si estás tan lejos de mí…, Y yo aquí, palidezco fría.
No me perteneces, Y eso me duele. ¡Te detesto! Porque no te tengo, Y, te amo… Aunque sé que es en vano.
¡Ojalá no te hubiera conocido! ¡Ojalá y mis ojos nunca te hubiesen visto! Porque ahora sé, Que el anhelo de mi corazón Y el poder de mi mente, Te han creado a la perfección
Para enloquecerme.
Yo te soñé, Exacto como eres. No hay algo que te quitara, No hay nada que te añadiera. Eres la respuesta cumplida A mis muchas plegarias, Eres el dulce amor Que mi boca siempre llama, Sin embargo, Es otra la que se lleva los besos Que mis labios reclaman.
¿Qué clase de burla es ésta, A mi pobre alma enamorada? ¿Qué crueldad sin corazón Te diseñó a la viva imagen De mis esperanzas, Y te puso tan lejos de mi alcance, Que sólo me queda mirarte?
¿Por qué me enteré que vivías? ¿Por qué supe que existías? Era mejor para mí, Cuando te soñaba en secreto,
Cuando te pensaba en silencio, Porque eras mío del todo, Porque eras mi amor eterno, Mi amante compañero, Y ahora hasta mi nombre te es ajeno.
¿Cómo es posible que lo dulce de tu nombre Se haga hiel en mi boca, Que el amor que regué con pasión, Sea hoy una daga en mi corazón, Y que el hombre que amo exista, Sólo para amar a otra que no soy yo?
Debería reclamarle a mi corazón, Porque en teoría, diseñó A un hombre tal que no habría jamás en la Tierra, Y aun así, He aquí mi penosa evidencia: Tú en la vieja tierra, Y yo, en la pequeña Venecia. Debería terminar con la insensatez de esta pasión, Porque sólo me ha añadido dolor. Debería terminar con la ilusión que te fabricó, Pues tal vez recuperé nuestra relación. De tiempo atrás cuando éramos dos, Solo tú y yo.
¿Será que soñarte fue mi error? ¡Oh, bendita ignorancia! ¡Ojalá de mi mente lo borraras! ¡Ojalá de mi corazón lo quitaras, Y fuese yo, Quien de su nombre ni se acordara! ¡En mala hora te conocí! ¡En mala hora te vi! Y, ¡Bendito el día en que sepas de mí, Pero yo ya no me acuerde de ti!
Emily Sánchez 01/09/2014