Unidad VI. Ordenación territorial romana

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LENGUA LATINA La lengua del imperio modelo Ender Sánchez, compilador (2015) Abreviaturas Unidad VI. Ordenación territorial romana Tema 1. Inicios de la ordenación territorial 1.1. Concepto de ordenación territorial 1.2. Guerras samnitas 1.2.1. Primera guerra samnita 1.2.2. Segunda guerra samnita 1.2.3. Tercera guerra samnita 1.3. Guerras púnicas 1.3.1. Primera guerra púnica 1.3.1. Segunda guerra púnica


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1.3.1. Tercera guerra púnica 1.4. Ley de provincias Tema 2. La colonia romana 2.1. Concepto de colonia romana 2.2. Colonia latina y colonia romana 2.3. Evolución de la colonia 2.4. Colonias registradas en la historia de Hispania Tema 3. Las provincias romanas en los distintos períodos de la historia de Roma 3.1. Concepto de provincia romana 3.2. La administración provincial romana 3.2.1. Provincia senatorial 3.2.2. Provincia imperial 3.3. Reformas de Diocleciano 3.4. Reformas de Constantino Tema 4. El municipio romano 4.1. Concepto de municipio romano 4.2. Posturas sobre municipio latino y municipio romano Tema 5. El urbanismo romano 5.1. Principios del urbanismo en Roma 5.2. El urbanismo en Roma 5.2.1. Construcciones públicas de uso público y de uso privado 5.2.2. Construcciones privadas o del pueblo Tema 6. Complementos circunstanciales de lugar en latín 6.1. Complementos circunstanciales de lugar en latín


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ABREVIATURAS Abl. Abl. A. c. Acus. Adj. C. c. l. C. d. C. t. Dat. Decli. Demos. Fem. Futu. Gen. Géne. Imper. Inde. Indic. Interro. Llam. Masc. Neu. Nomb. Nom. Núm. Per. Pers. Pose. Perf. Plur. Pluscua. Pred. Predic. Prp. Pres. Preté.

> ablativo (caso). > ablativo (caso). > antes de Cristo. > acusativo (caso). > adjetivo. > complemento circunstancial de lugar. > complemento directo. > complemento de tiempo. > dativo (caso). > declinación. > demostrativo. > femenino (género). > futuro (tiempo). > genitivo (caso). > género. > imperativo (modo). > indefinido. > indicativo (modo). > interrogativo. > llamado, -a. > masculino (género). > neutro (género). > nombre. > nominativo (caso). > número. > persona. > personal. > posesivo. > perfecto (tiempo). > plural (número). > pluscuamperfecto (tiempo). > predicado. > predicativo. > preposición. > presente (tiempo). > pretérito (tiempo).


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Pron. Refl. Rela. Sign. Sing. Subjun. Suj. Sust. Tamb. Trans. Termi. Véa. nue. Verb. Voc.

> pronombre. > reflexivo. > relativo. > significa. > singular (número). > subjuntivo (modo). > sujeto. > sustantivo. > también. > transitivo (verbo). > terminación. > véase nuevamente. > verbo. > vocativo (caso).


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UNIDAD VI. ORDENACIÓN TERRITORIAL ROMANA TEMA 1. INICIOS DE LA ORDENACIÓN TERRITORIAL ROMANA Antes de su etapa republicana, Roma fue una monarquía gobernada por reyes. Todos los reyes, excepto Rómulo (por haber sido el fundador de la ciudad), fueron elegidos por la gente de Roma para gobernar de forma vitalicia, y ninguno de ellos usó la fuerza militar para acceder al trono. Tras la expulsión de Tarquinio, el Senado decidió abolir la monarquía, convirtiendo a Roma en una República en el año 509 a.C. Lucio Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, sobrino de Tarquinio y viudo de Lucrecia, se convirtieron en los primeros cónsules del nuevo gobierno de Roma, el que a la larga lograría la conquista de casi todo el mundo mediterráneo, y que perduró durante casi quinientos años hasta la ascensión de Julio César y César Augusto. Con el tiempo, los romanos quisieron extenderse más allá del Palatino, organizando guerras que les proporcionaría el territorio deseado para su gran Nación. Esas guerras constituyen el primer paso a la ordenación territorial que emplearon los romanos, aunque algo lenta y de tracto sucesivo. Es importante explicar que el Estado romano en los distintos períodos de su historia y gobierno se dividió por provincias, luego en diócesis, y dentro de ellas por: colonias, municipios, ciudades aliadas y ciudades sometidas; todas estas, en ese mismo orden, concretan la jerarquía de importancia, valor cultural y jurídico que le dieron los romanos. 1.1. Concepto de ordenación territorial La ordenación territorial es un proceso técnico administrativo que orienta la regulación y promoción de la localización y desarrollo de los asentamientos humanos, de las actividades económicas, sociales y el desarrollo físico espacial, sobre la base de la identificación de potencialidades y limitaciones considerando criterios ambientales, económicos, socioculturales, institucionales y geopolíticos. 1.2. Guerras samnitas Las guerras samnitas fueron una serie de conflictos armados de la Antigüedad que enfrentaron principalmente al pueblo itálico de los samnitas, que dominaban los Apeninos al sur del Lacio, contra la incipiente República Romana por el control de la Italia central. En el intervalo entre el año 343 y el año 290 a. C. hubo tres guerras entre ambos contendientes, que propiciaron el completo sometimiento de los samnitas al poderío romano.


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1.2.1. Primera guerra samnita Durante años, los pueblos montañeses de los Apeninos habían luchado por expandirse hacia las tierras bajas de Campania y la costa tirrena, pero tanto etruscos como latinos habían impedido estos movimientos. Los samnitas eran una de estas rudas tribus apeninas que se habían expandido hacia la costa campana, donde habían tomado contacto con la más avanzada civilización griega, y que suponía su salida natural al mar para dominar así los mercados tirrenos. Por su parte, los brutios y los lucanos presionaban a las colonias griegas de la Magna Grecia, de las que Tarento era la principal de ellas. La primera guerra samnita tuvo lugar entre el año 343 y el año 341 a. C.; tras el sometimiento de los auruncos por Roma, ésta fijó como siguiente objetivo la Campania, consolidando la frontera oriental que, mediante el río Liris, ponía en contacto a la República con el Samnio. Por su parte, los samnitas comenzaron a presionar a los sidicinos de la ciudad de Calès, quienes buscaron la ayuda de Capua. No obstante, Capua fue derrotada por los samnitas, y apeló entonces a Roma mediante la fórmula de la deditio: una fórmula legal que suponía la entrega de la ciudad en lugar de un simple pacto, y por tanto un lazo legal más fuerte que el reciente foedus entre romanos y samnitas. De esta forma, Roma tuvo la excusa idónea para atacar a sus antiguos aliados, debido al creciente interés que suponían para la República expandir sus redes comerciales fuera del Lacio y acaparar los centros comerciales para así paliar su excesiva dependencia de la agricultura. La deditio de Capua supuso así el casus belli que llevó a samnitas y romanos a la guerra. Los romanos, dirigidos por Marco Valerio Corvo, obtuvieron algunas victorias en Campania y el propio Samnio; no obstante, la guerra fue impopular en algunos sectores de la sociedad romana. Incluso algunas guarniciones romanas en Campania se rebelaron, motines que fueron reprimidos por Valerio Corvo con comprensión hacia sus soldados. De esta forma, la guerra finalizó solo dos años después de iniciarse, con una paz de compromiso en la cual los samnitas reconocieron la adhesión de Capua a Roma y los intereses romanos en Campania, y los romanos entregaron los territorios sidicinos


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al ámbito samnita. Inmediatamente, los aliados latinos de Roma se rebelaron contra ésta, puesto que la urbe había obligado a los miembros de la Liga Latina a luchar contra los samnitas sin consultarles, y se sintieron oprimidos por el control que Roma ejercía sobre ellos, razón por la que estalló la Segunda Guerra Latina. 1.2.2. Segunda guerra samnita La segunda guerra samnita tuvo lugar entre el año 327 y el año 304 a. C., tras la Segunda Guerra Latina, en la cual los samnitas apoyaron a Roma. Los samnitas interpretaron como casus belli tanto el apoyo que Roma brindó a la ciudad de Nápoles, amenazada por los samnitas, como la fortificación de Fregelas (328 a. C.), situada en la margen opuesta del río Liris que hasta ese momento había supuesto la frontera entre ambos pueblos. Se distinguen dos fases en el enfrentamiento: una primera fase (327-321 a. C.) en la cual los romanos trataron de cercar el territorio samnita. Sin embargo, en el año 321 a. C. los samnitas cercaron al ejército romano en las Horcas Caudinas, permitiendo su retirada en condiciones humillantes, y suponiendo el fin de la contienda hasta ese momento. En elaño 316 a. C. Roma reanudó las hostilidades, pero fue de nuevo derrotada en la batalla de Lautulae (315 a. C.). ¿ Su siguiente estrategia fue la construcción de la Vía Apia que la comunicaba con Capua, fundando colonias a lo largo de su recorrido para encerrar a los samnitas dentro de su territorio. En el año 310 a. C. los romanos vencieron a los etruscos (aliados samnitas desde


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el año 311 a. C.) en la batalla del Lago Vadimo, a orillas del Tíber. Tras un avance sobre la Apulia, los romanos tomaron Boviano (Bovaiamom, llamada Bovianum Undecumanorum por los latinos, actual Bojano), la capital samnita.El fin de la guerra en el año 304 a. C. supuso el sometimiento de la Campania por Roma, y la renuncia a toda expansión por parte de la Liga samnita. 1.2.3. Tercera guerra samnita La tercera guerra samnita tuvo lugar entre el año 298 y el año 290 a. C. Los samnitas organizaron una coalición antirromana con los etruscos, sabinos, lucanos, umbros y celtas del Norte de Italia. Roma obtuvo victorias por separado frente a todos ellos y reocupó Boviano (298 a. C.). Las tropas samnitas huyeron hacia el Norte en pos de etruscos y celtas, y en el año 295 a. C. la alianza luchó contra los romanos en la batalla de Sentino, en la que fueron derrotados. Tras firmar la paz con los etruscos, Roma fundó la colonia Venusia en Apulia para frenar a los samnitas, quienes finalmente se rindieron en el año 290 a. C. Desde ese momento, los samnitas se vieran obligados a ceder a Roma tropas auxiliares en caso de contienda, siendo así paulatinamente asimilados por la cultura romana. 1.3. Guerras púnicas Se conoce con el nombre de las guerras púnicas a los tres conflictos armados que enfrentaron entre los años 264 a. C. y 146 a. C. a las dos principales potencias del Mediterráneo occidental de la época: Roma y Cartago. Reciben su nombre del etnónimo latino pūnicī usado por los romanos para referirse a los cartagineses y a sus ancestros fenicios (de la forma más antiguas latín arcaico: pœnicī > del griego phoinicoi). Por su parte, los cartagineses llamaron a estos conflictos «guerras romanas». En el estallido del conflicto influyó de gran manera la anexión por parte de Roma de la Magna Grecia, en el sur de la península itálica, pero la causa principal del enfrentamiento entre ambas fue el conflicto de intereses entre las colonias de Cartago y la expansión de la República de Roma. 1.3.1. Primera guerra púnica La primera guerra púnica (264-241 a. C.) fue la primera de tres grandes guerras libradas entre el Imperio de Cartago y la República Romana. Durante 23 años, las dos potencias luchaban por la supremacía en el oeste Mediterráneo. Cartago, ubicada en lo que hoy es Túnez, África fue la potencia dominante del Mediterráneo occidental a comienzos de los conflictos. Finalmente, Roma emergió victorioso, la imposición de


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condiciones estrictas en virtud de tratados y pesadas sanciones económicas contra Cartago. En muchos aspectos, las guerras púnicas se parecían a la Guerra del Peloponeso. Ya que ambos conflictos incluyó una potencia militar con base en tierra (Roma en las Guerras Púnicas y Esparta en la Guerra del Peloponeso). Derrotando a un Estado de ricos comerciantes basado en la Talasocracia (Cartago en las Guerras Púnicas y Atenas en el Guerra del Peloponeso). En el año 275 a. C., Roma derrotó a los griegos en la Italia continental y ahora controla toda la parte sur de la península italiana. Roma era ahora una gran potencia en el Mediterráneo y no perdió el tiempo en la planificación de su conquista militar siguiente, se volvieron sus ojos a la isla de Sicilia. En ese momento Sicilia era una isla rica en recursos que era controlada por Cartago, en el oeste, y la ciudad-estado griegas (polis) en el este, siendo la más grande de la ciudad de Siracusa.

En el 264 a. C., Roma invadió la isla de Sicilia, a instancias de la mamertinos, un grupo de merodeadores ex mercenarios cuyas hazañas de saqueo había sido recientemente puesto a su fin por Cartago que cada vez tenía mayor control de la isla. Siracusa (colonia griega ubicada en lo que hoy es Italia) fue tradicionalmente un


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enemigo de Cartago, pero no podía tolerar la continuación de las incursiones de rebeldes mamertinos en su territorio, o la posibilidad de que Roma se apoderase de la isla, por lo que se aliaron con Cartago. Para proteger sus líneas de abastecimiento a la isla, Roma se vio obligado a embarcarse en un ambicioso proyecto de construcción naval. Roma había sido hasta entonces un país basado en el poder militar en tierra y no pudo igualar la superioridad naval de Cartago, perdieron una serie de combates navales contra Cartago al comienzo de la guerra. Sin embargo, Roma finalmente logró capturar a un cartaginés Quinquerreme (barco de guerra propulsado por remos, desarrollado a partir del trirreme) y copiar el diseño. Una vez que la tecnología naval de los romanos coincidía con la de Cartago, las cosas cambiaron, como Cartago no pudo igualar los niveles de producción de Roma. La Primera Guerra Púnica terminó con Roma como el vencedor y nuevo amo de la isla de Sicilia. Inmediatamente después de la guerra, los mercenarios de Cartago se rebelaron por un conflicto salarial y ocuparon una serie de importantes ciudades púnicas (ciudades cartagineses) en el norte de África y Cerdeña, a partir de la guerra de los mercenarios. Milagrosamente, Cartago fue capaz de derrotar a los mercenarios en África del Norte, por su parte Roma utilizó la revuelta de los mercenarios como una excusa para invadir y conquistar las islas de Cerdeña y Córcega. Así, alrededor del año 238 a. C., Cartago había perdido todas sus islas en el Mediterráneo central, pero tal vez su mayor pérdida fue perder el Mar Mediterráneo en sí; Cartago ya no controlaba los mares, lo que lo obligaría en la Segunda Guerra Púnica, invadir Italia entrando por los Alpes. Tal vez la consecuencia política más inmediata de la Primera Guerra Púnica fue la caída del poder naval de Cartago. Condiciones firmado en el tratado de paz tenían la intención de comprometer la situación económica de Cartago y de impedir la recuperación de la ciudad. La indemnización exigida por los romanos causado tensión en las finanzas de la ciudad y obligaron a Cartago a buscar a otras áreas de influencia para el dinero que le pagarían a Roma. En cuanto a Roma, al final de la Primera Guerra Púnica marcó el inicio de la expansión más allá de la península italiana. Sicilia se convirtió en la primera Provincia romana (Sicilia), gobernada por un ex pretor, en lugar de un aliado. Sicilia sería muy importante para Roma como fuente de granos. 1.3.1. Segunda guerra púnica Cartago había sufrido enormemente durante la primera guerra púnica, no sólo había perdido la isla de Sicilia, sino que también perdió su superioridad naval en el mediterráneo cediéndoselo a la Republica de Roma. Además, la indemnización de guerra impuesta a Cartago por Roma provocó una quiebra económica en el imperio


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cartaginés. Pocos años después de la Primera Guerra Púnica, mientras que Cartago se ocupo de sofocar una rebelión encendida por los mercenarios no remunerados, Roma se apoderó de las islas cartaginesas de Cerdeña y Córcega. No obstante Cartago logró recuperarse y comenzó a expandir su influencia sobre la Península Ibérica (Hispania). La segunda guerra púnica, también conocida como La Guerra de Aníbal, y por los romanos de esos tiempos como La guerra contra Aníbal, se prolongó desde el año 218 hasta el año 201 a. C. y participaron combatientes en el Mediterráneo occidental y oriental. Esta fue la segunda gran guerra entre la Cartago y la República Romana, con la participación de la Bereberes en el lado de Cartago. La segunda guerra púnica comenzó cuando Cartago capturó la ciudad ibérica de Sagunto, un aliado nominal de Roma. El famoso general cartaginés Aníbal estaba decidido a aniquilar a Roma. A falta de un poder naval, Aníbal tuvo un gran ejército, incluido elefantes a través de Francia y sobre los Alpes en Italia. La llegada del ejército de Aníbal en Italia desencadenó numerosas rebeliones contra el dominio romano y Aníbal derrotó decisivamente a Roma en una serie de batallas aplastantes sobre los ejércitos romanos como la batalla de la Trebia y la emboscada en el Lago de Trasimeno donde las tropas romanas fueron cercadas y destrozadas. Roma se basó en el empleo de la estrategia de Fabián Máximo (dictador romano) quien decidió evitar el conflicto directo con Aníbal en Italia, sino mantenerlo ocupado mientras que los romanos fueron capaces de conquistar con éxito la región de Iberia. Aníbal no tenía equipo de asedio adecuados para tomar Roma y no podía llamar a los refuerzos de Cartago por falta de poder naval. El general Asdrúbal proveería a


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Aníbal en los Alpes con un segundo ejército, pero fue derrotado antes de llegar a Aníbal. Quizás la principal debilidad de los cartagineses fue su incapacidad para incorporar a los pueblos locales de Túnez a su cultura, esto trajo como consecuencia que esas personas permanecieran como extranjeros en las costas de África, teniendo que depender de mercenarios en lugar de una gran población local. Roma, por el contrario, era un pueblo local con un fuerte sentido de identidad en una zona agrícola interior.

1.3.1. Tercera guerra púnica Con la derrota en la primera guerra púnica, Cartago había perdido parte de Sicilia que había ganado laboriosamente y que mantuvo durante las guerras griegas-púnicas. Los romanos invadieron en el año 258 a. C. la isla de Córcega y Cerdeña durante la revuelta de los mercenarios que había contratado Cartago para luchar contra los romanos.


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Luego de concluido el primer conflicto entre romanos y cartagineses la ciudad de Cartago obtuvo rentables conquistas en Hispánica (península Ibérica) que habían apoyado financieramente tanto para el pago de indemnizaciones tras la primera guerra púnica, y tanto para entablar una guerra con Roma en la península itálica. Durante la segunda guerra púnica las aventuras del general cartaginés Aníbal, cuyas hazañas fueron la base para el mantenimiento de la segunda guerra púnica, pero que terminaron en fracaso cuando los romanos invadieron las ciudades de Hispania y Cartago obligando a los cartagineses a firmar la paz.

La tercera guerra púnica fue la última de las guerras entre Roma y Cartago (149 a. C. - 146 a. C.) culminaría con la derrota y destrucción de la ciudad de Cartago a manos de los romanos liderados por Publio Cornelio Escipión Emiliano, nieto de Escipión el africano. Los historiadores dicen que la guerra fue causada por las reiteradas declaraciones de Catón el Viejo en el Senado. Catón el Viejo decía que si dejaban que Cartago se recuperase, volvería a entablar una guerra contra Roma, y que por razones de seguridad, Cartago debe ser destruida: "Ceterum censeo Carthaginem esse delendam".


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Aunque las dos partes estaban en paz desde el final de la segunda guerra púnica, Roma no podía permanecer apacible con el rival, porque incluso con todos los embargos e impuestos que el tratado de Paz que habían impuesto los romanos a los cartagineses en la última guerra (Segunda guerra Púnica), Cartago había superado todas las la adversidad y volvía a prosperar. Ante esto, Roma no podía permitir que su viejo rival volviese a resurgir, y a continuación, utilizo una artimaña de uso frecuente en la antigüedad. Como Cartago estaba prohibido hacer la guerra contra cualquier pueblo, sin el consentimiento del Senado romano, según el Tratado de Paz, Roma envío órdenes en secreto a sus nuevos aliados, los numidias (en África), para atacar el territorio cartaginés y provocar un enfrentamiento. 1.4. Ley de provincias Tras la conquista militar y la sumisión correspondiente, Roma ordenaba jurídicamente el territorio mediante una ley de la provincia en la que contemplaba tanto las atribuciones del magistrado de gobierno como el status legal del territorio y la organización de las ciudades. A este fin, el Senado enviaba una comisión de diez miembros (senadores) para con la autoridad militar establecer mediante esa ley el régimen jurídico de la circunscripción. Nos encontramos así con la ley provincial de Pompeia. En Hispania, al año siguiente a la rendición de Numancia, vinieron los diez senadores para organizar los pueblos que Bruto y Escipión habían ya conquistado. El texto de esta ley provincial no es conocido pero para entonces los territorios peninsulares ya estaban divididos en dos provincias (Citerior y Ulterior) por lo que el texto posiblemente fuera para delimitar las fronteras entre las dos provincias o incluso para dictar leyes distintas para esas dos provincias ya diferenciadas. En la división de Hispania, período republicano, el mismo año en que se expulsa definitivamente a los cartagineses de la península (205 a. C.) los romanos consideraron a la península territorio provincial sujeto a los procónsules designados por el Senado. Este era un territorio muy fragmentado desde el punto de vista geográfico, político y social. La duplicidad de ejércitos que habían empleado en la empresa indujo a Escipión a la división de la Península en dos circunscripciones independientes: la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior, cuya línea de demarcación era la frontera natural del Ebro. Esta división fue respetada hasta el año 197 a. C. en que el Senado reguló definitivamente la frontera que dividía ambas provincias.


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TEMA 2. LA COLONIA ROMANA Las primeras colonias romanas se establecieron en Ostia, Antium y Terracina al final del siglo IV a. C., momento en que se llevó a cabo la conquista de la península italiana. Se establecieron ahí por ser lugares que gracias a su posición estratégica permitían controlar a los pueblos sometidos. La fundación de una colonia se llevaba a cabo mediante una dēductiō colōniā, es decir, por la transposición de una población foránea que se aloja en el nuevo territorio, colonias de nueva fundación (ēx novō) o asentamientos indígenas. Los colonos eran habitantes de pleno derecho y de acuerdo al tipo de colonia varía el estatuto jurídico. Si era de latinos el estatuto era latino y si era de romanos el estatuto era romano. Se envían a los agrimensores, encargados de la distribución de tierra, que no será igualitaria, diferenciación social que motiva una sociedad jerarquizada. 2.1. Concepto de colonia romana Una colōnia rōmāna es una delimitación geográfica creada bajo el estatuto político romano del que disponían diferentes cīvitātēs (ciudades) de Italia y algunas ciudades ubicadas en las primeras provincias. Es como decir ciudades ordenadas y reglamentadas. Su organización se caracterizaba por estar reglamentadas por una carta de fundación legislativa y por las instituciones del pueblo romano. Esta particularidad le da a la colonia un aspecto más dependiente, menos libre en su relación con Roma, que la que tenía el mūnicipium. Sin embargo, la colonia era considerada con una categoría política más favorable a Roma y de mayor prestigio por contar con la māiestās (majestad/dignidiad), como supremacía religiosa. Las colonias eran una analogía de la ciudad de Roma. El sustantivo colōnia se relaciona con dos palabras: verbo colō (cultivar) o la locución ēx cultō agrī (desde el cultivo del campo). 2.2. Colonia latina y colonia romana Existían colonias de latinos o Derecho latino y las colonias de ciudadanos romanos o de Derecho romano, las cuales diferían en tamaño, formación y localización. 1. La colonia de Derecho latino o colōniæ latīnæ se desarrollaron en Italia entre el año 334 y el año 114 a. C., años del proceso de expansión romana por Italia y antes de la Guerra Social (año 91 a. C. hasta el año 88 a. C.) también conocida como Guerra Mársica y más correctamente Guerra de los aliados la cual inició con un conflicto armado entre la República romana y sus aliados italianos que deseaban que


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se les concediera la ciudadanía romana. Se establecen primero en zonas del interior de Italia bajo una fundación con poblamiento de 50% romanos y 50% sociī e indígenas. El estatuto latino no tiene relación ni geográfica ni de poblamiento con el Lacio, sino que se refiere al estatuto político-jurídico que caracterizó a las antiguas colonias que Roma y que la liga latina fundó con finalidades estratégicas en el año 493 a. C. merced al tratado Fœdus Cassiānum. Más tarde estas fundaciones solo las llevaría a cabo Roma. Estas colonias sirven de modelo para las colonias latinas que funda Roma en el año 334 a. C. Los lazos colonia-metrópolis son vínculos muy estrechos ya que a los colonos se les daban derechos civiles y la posibilidad de domiciliarse en Roma. A estos romanos en función del iūs migrandī se les permitía domiciliarse aún viviendo en Roma. Si eran itálicos también se les concedía la ciudadanía romana. Tenían derechos pero también obligaciones. Los aliados debían ayudar militarmente, contribuyendo con levas de infantería; también debían disponer de un potencial militar propio al servicio de Roma. Otros deberes son las contribuciones, una serie de impuestos exigidos como ciudadanos romanos. La primera colonia que funda Roma fuera de suelo italiano será la de Itálica (en la actual Santiponce, entre Hispalis e Ilipa Magna). Tras la batalla de Ilipa en el 206 a.C., con la derrota cartaginesa, los legionarios heridos fueron acomodados en el territorio cercano, sobre un primitivo asentamiento turdetano, fundándose dicha ciudad con el estatuto de colonia latina. Carteia (Guadarranque, San Roque) se funda en el año 171 a. C. En esta colonia es muy probable que el iūs migrandī fuera reemplazado porque solo se adquiere la ciudadanía desempeñando una magistratura en la colonia. No solo el magistrado sino toda la familia recibe este reconocimiento como ciudadano. Este último estatuto lo concedió Cneo Pompeyo Estrabón en el año 89 a. C., después de la Guerra Social. Se conserva en el Bronce de Ascoli, a los colonos establecidos más allá del río Po, donde ya existían colonias de derecho romano y latino. Esta concesión ha sido considerada como un primer tipo de colonia, las honorarias o titulares. Estas colonias se observan en el Imperio en las Galias, ciudades como Nemausus (Nimes), Lusdunum Convenārum (St. Bertrand de Cominges). De estas colonias titulares u honoríficas no hay constancia en Hispānia. En la siguiente imagen se muestra el mapa de la confederación romana en el año 100 a. C., en la víspera de la Guerra Social. Tenga en cuenta la configuración política de retazos. Las posesiones romanas (en gris-azul) se sitúan en el centro estratégico de la península italiana y la llanura costera del Mar Tirreno. Colonias latinas (rojo oscuro) se encuentran dispersos en lugares estratégicos. Otras ciudades como las de sociī (color rosa) se concentran en el interior montañoso.


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2. La colonia de Derecho romano o colōniæ cīvium rōmānōrum es la colonia de poblamiento con características militares o civiles. Las colonias de ciudadanos romanos se establecían en la costa, por lo que también eran conocidas como colōniæ maritimæ. Eran pequeñas (300 familias de ciudadanos romanos y un número mayor de latinos) y quedaban cerca de Roma. Se documentan a partir del año 338 a. C., la liga latina se había disuelto y Roma unificó el Lacio. Los primeros ejemplos de Italia son Antium (Ancio) o Terracina. Se fundan en lugares estratégicos: zona costera del Lacio y Campania. En el siglo II a. C. se establecen en el interior de Italia, en la costa meridional y el Adriático. Estas colonias también se desarrollan en las provincias a partir del intento de controlar el Mediterráneo con las Guerras Púnicas. Suelen durar bastante, hasta el siglo II d. C. bajo el reinado de Trajano y Adriano, cuando se testimonian las últimas fundaciones basadas en un componente foráneo, generalizándose otro tipo, las titulares. Se concede a núcleos preexistentes el rango de colonias. En las colonias de poblamiento y en las honorarias a diferencia de las latinas, los colonos conforman una comunidad homogénea de ciudadanos. Fuera de Italia la colonia se desarrolla bien documentada en las provincias occidentales, zona del Danubio y el oriente romano. En el oriente romano tenemos testimonios de Julio César y Augusto (Acaya, Anatolia, Siria y Macedonia) y con Claudio (Tracia, Capadocia, Fenicia). El estatuto de colonia fuera de Italia no implica privilegios fiscales con respecto a otros estatutos, ya que las exenciones fiscales (immūnitas) dependían a finales de la República del Estado y en el Imperio del emperador. En el Principado de Caracalla, principios del siglo III d. C., con la difusión de la ciudadanía en las provincias dejan de ser relevantes las promociones a estatutos políticos romanos. NOTA. El Principado de Roma es el período de la Historia de Alto Imperio romano que va desde el ascenso de Octavio Augusto (año 27 a. C.) a la llegada de Diocleciano (año 284 d. C.). 2.3. Evolución de la colonia En la primera etapa del proceso colonizador, que duró hasta el final de las guerras púnicas, las colonias tenían sobre todo fines militares, siendo concebidas para la defensa del territorio romano. Las colonias se fundaban por Roma para alojar a ciudadanos romanos, habitualmente legionarios que habían cumplido su servicio militar a los que el Estado les concedía la propiedad de alguna tierra en los territorios recién conquistados. La tercera parte de territorio conquistado se entregaba a los colonos. Ya durante los consulados de los Graco, las colonias perdieron su carácter militar.


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La colonización se convirtió en un medio de proveer tierras a las clases desfavorecidas del pueblo romano, y durante la dictadura de Sila fue un medio de garantizar tierras a los soldados veteranos. Julio César se arrogó el derecho exclusivo de fundar colonias y éste pasó a manos de los emperadores romanos durante el Principado, quienes lo usaron casi exclusivamente con el fin de asegurar posiciones militares, volviendo a su origen de avanzadilla militar. Solo excepcionalmente a las colonias de las provincias se les concedió la exención de impuestos de que disfrutaban las colonias en territorio italiano. 2.4. Colonias registradas en la historia de Hispania Las primeras colonias documentadas en Hispānia, tanto de ēmeritī (de ganado) como de población civil corresponde al programa urbano desarrollado por Julio César una vez concluidas las guerras con Pompeyo y sus hijos en el año 49 hasta el año 45 a. C. y por Augusto. En ocasiones se promocionan los poblados indígenas y en otras es producto de un castigo por una actitud punitiva. Estas colonias se sitúan en zonas de relaciones comerciales o áreas de colonizaciones (áreas fenicias, griegas o punas). Estas áreas son las siguientes: Levante y Valle del Guadalquivir: Tarraco (Colōnia Iulia Urbs Triumphālis Tarraconensis) en el año 45 a. C. Carthago Nova (Colōnia Urbs Iulia Nova Carthago) en el año 44 a. C., Colōnia Hasta Regia o Asta Regia Hispalis (Colōnia Iulia Rōmula Hispalis), en el año 45 a. C.,1 Urso (Colōnia Genetīva Iulia Urso), Colōnia Salaria Corduba (Colōnia Patricia Corduba) en el año 46 a. C., Ucubi, Veubi o Attubi (Cōlonia Clāritās Iulia Ucubi) en el año 45 a. C., Barcino (Colōnia Iulia Augusta Paterna Barcino) Illicī (Colōnia Iulia Augusta Ilicī) y Astigi (Colōnia Augusta Firma Astigi) en el año 14 a. C., Tucci (Colōnia Gemella Augusta Tuccitana) entre el año 15 y el año 14 a. C., Accī (Colōnia Iulia Gemella Accī) en el año 43 a. C. Extremadura: Colōnia Metellinum, aproximadamente entre los años 79 al 78 a. C. Colōnia Norba Cæsarina, fundada en épóca del Segundo Triunvirato en el año 34 a. C. Augusta Ēmerita (Colōnia Iulia Augusta Ēmerita) en el año 25 a. C. Valle del Ebro: Celsa (Colōnia Iulia Lepida Celsa) en el año 35 a. C., Cæsaraugusta (Colōnia Cæsar Augusta) en el año 14 a. C. Valle del Duero: Clunia (Colōnia Clunia Sulpicia) en el año 70 d. C.


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Cantabria: Flaviobriga en el año 74 d. C. Sur de Portugal: Beja Cīvitās Pācensis o Pāx Iulia. Scalabis (Colōnia Scalabis Iulia).

Algunas de estas colonias como Celsa, Augusta Ēmerita o Cæsar Augusta, aparecen en los reversos de las monedas, o como Urso, conservamos su carta de municipalidad ―la Lex Ursonensis―, estas colonias nos ponen de relieve que su fundación se siguió por las mismas tradiciones que se atribuyen a Roma, apareciendo en los reversos de las monedas una yunta de bueyes conducidos por un augur marcando el perímetro del pomerium del oppidum de esas colonias. También tenemos testimonio más tarde de Augusto. En la época postaugustea (después de Augusto) no tenemos mucha información precisa. El mūnicipium de Clunia fue ascendido al rango colonial como Colonia Clunia Sulpicia durante el corto gobierno de Galba en el año 68, Portus Amanum (Castro Urdiales, Cantabria) fue transformada por Vespasiano en la Colonia Flaviobriga, y el mūnicipium Ītalica paso a ser la Colonia Ælia Augusta Ītalica durante el mandato de Adriano.

TEMA 3. LAS PROVINCIAS ROMANAS EN LOS DISTINTOS PERÍODOS DE LA HISTORIA DE ROMA En principio, los romanos de los primeros años de la época republicana no buscaban precisamente ordenar una Nación o Estado, tan solo querían ganar territorio para la potencia que iba creciendo en la región del Lacio. Con el tiempo, los soberanos romanos se fueron preocupando cada vez más por las ciudades estratégicas para las batallas con otros imperios y potencias, dividiendo así el territorio para delegar a más magistrados como gobernadores y conseguir un mejor manejo del ejército. Conoceremos la denominación de todas las demarcaciones político-territorial fundadas por los romanos en los dos períodos históricos más importantes de Roma, como es la era republicana e imperial. 3.1. Concepto de provincia romana De acuerdo con el concepto de Guillermo Cabanellas de las Cuevas: “La provincia romana es una de las grandes divisiones del Imperio Romano, correspondiente a


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países conquistados, situados fuera de Italia y cuyo gobierno casi absoluto se entregaba a un pretor”. Aún podemos profundizar más el concepto de provincia romana diciendo que es esa demarcación o delimitación geográfica adquirida por conquista, o por otros medios, ubicada más allá de la península itálica y que rodea el mar mediterráneo, pudiera tratarse de una isla, cuya administración y gobierno casi absoluto le corresponde a un servidor público romano denominado pretor (en un principio fue así). 3.2. La administración provincial romana La administración provincial romana es el conjunto de organismos estatales creados para las finanzas de un espacio geográfico conquistado y nombrado prōvincia, el que administrado por un servidor del cursus honōrum, denominado en la República Romana quæstor ærāriī (cuestor de tesorería), está subordinado a dos cónsules que gobiernan la República desde la capital. Sin embargo, también existió un cuestor militar para la función de gobernar, que antes de llamarse así los nombraron prōcōnsul de esa provincia. En un principio, la responsabilidad de la administración provincial la tenían los dos cónsules de la capital, pero luego delegaron esa responsabilidad a dos cuestores para que velaran por los fondos públicos provenientes de los impuestos y tasas y por la defensa de la provincia. En teoría, la recaudación de impuestos y tasas era para satisfacer los gastos de la administración y la defensa de la provincia. La administración provincial romana surgió cuando la primera guerra púnica trajo consigo la expansión del territorio de Roma, básicamente a las islas mediterráneas. La pertenencia a un territorio, en este caso una provincia, no constituía ninguna situación jurídica, pues la condición de la persona en el Derecho romano, no estaba ligada al territorio, sino a la ciudad. En efecto, el Derecho romano efectúa los “contratos” o pactos, con ciudades o bien con grupos asimilables a una ciudad. Este contrato, conocido por fœdus, establecía la autonomía local y las prestaciones a las que estaba sometida la ciudad. Se sabe que el establecimiento romano en provincias conllevó la creación de un ager pūblicus (territorio público), que constituía una pequeña parte de la tierra conquistada y llamada provincia. Sobre este ager provincial se establecerán más tarde las nuevas colonias. Ahora, en el período imperial todo esto no continuó así. La administración provincial en el período imperial se la debemos a César Augusto, quien creó las bases de una nueva administración para la península itálica.


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En este período encontramos una división administrativa del territorio: provincias senatoriales y provincias imperiales. El Senado le propuso a César Augusto, vencedor de las guerras civiles romanas, que asumiera una vez más el control de las provincias. A través del Senado, Augusto era capaz de mantener la apariencia de la vigencia de la antigua constitución republicana. Aceptó, reacio en apariencia, una responsabilidad de diez años de duración sobre la supervisión de determinadas provincias cuyo estado en aquel momento se consideraba caótico. Las provincias que le fueron cedidas, y que él debería pacificar en el periodo de diez años, abarcaban la mayor parte del mundo romano conquistado, incluyendo Hispania, Galia, Siria, Silicia, Chipre y Egipto. Mientras ostentaba el cargo de cónsul en Roma, Augusto consignó senadores a las provincias de su dominio a manera de representantes, con la finalidad de gestionar los asuntos de cada provincia y asegurarse de que sus órdenes se llevaran a cabo. Por otra parte, las provincias que no eran controladas por Augusto se encontraban supervisadas por gobernadores que eran elegidos por el Senado. 3.2.1. Provincia senatorial La provincia senatorial o provincia populī rōmānī es esa provincia romana gobernada por un procónsul en los asuntos administrativos y militares, dentro de los límites de su magistratura. Las provincias senatoriales conservaron inicialmente las formas administrativas de época republicana pero fueron paulatinamente sufriendo interferencias de la administración imperial. En el año 14 a. C. existieron catorce provincias senatoriales, y eran las siguientes: 1. Achæa, fue una provincia anexionada durante la República Romana, después de una campaña en la que la ciudad de Corinto fue arrastrada por el general Cneo Lucio Mummio. El gentilicio de sus habitantes fue achaicus y su ciudad capital fue Corinthus. Nótese que Corinthus se declina como si fuese de la segunda declinación de género masculino, pero no es así, realmente es de género femenino según la regla general de género sobre nombres de ciudades. 1ª DECLINACIÓN

2ª DECLINACIÓN: FEM.

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Achæa (Acaya) Achæā (en/de/por/desde Acaya) -

Corinthus (Corinto) Corinthō (de/por/desde Corinto) Corinthī (en Corinto)


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2. Āfrica fue una provincia anexionada durante la República Romana tras la derrota de la República de Cartago en la tercera guerra púnica. El gentilicio de sus habitantes es āfricānus y su capital es Carthāgō. 1ª DECLINACIÓN

3ª DECLINACIÓN: FEM.

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Āfrica (África) Āfricā (de/por/desde África) Āfricæ (en África)

Carthāgō (Cartago) Carthāgine (de/por/desde Cartago) Carthāgine (en Cartago)

3. Āsia fue una provincia anexionada durante la República romana sobre un territorio helenizado y rodeado de Estados creados tras las desaparición del Imperio seléucida. El gentilicio de sus habitantes es āsiānus y su capital es Ēphesus. 1ª DECLINACIÓN

2ª DECLINACIÓN: MASC.

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Āsia (Asia) Āsiā (de/por/desde Asia) Āsiæ (en Asia)

Ēphesus (Éfeso) Ēphesō (de/por/desde Éfeso) Ēphesī (en Éfeso)

4. Creta et Cyrenaica fue una provincia anexionada durante los primeros años del Imperio romano compuesta por la isla de Crēta y la región de Cyrenāica. Su capital es Gortyn/Gortyna. 1ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Provincia

Ciudad

Nom. Abl.

Crēta īnsula (isla Creta) Crētā īnsulā (de/por/desde la isla Creta)

Loc.

Crētæ īnsulæ (en la isla Creta)

Gortyna (Gortina) Gortynā (de/por/desde Gortina) Gortynæ (en Gortina)

1ª DECLINACIÓN

Singular Provincia Nom. Abl. Loc.

Cyrenāica (Cirenaica) Cyrenāicā (de/por/desde Cirenaica) Cyrenāicæ (en Cirenaica)


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5. Cyprus fue una provincia anexionada durante la República romana. El gentilicio de sus habitantes es cyprius y su capital es Salamis/Salamina. Nótese que Cyprus se declina como si fuese de género masculino de la segunda declinación, pero verdaderamente es una excepción a la regla general de que todos los sustantivos acabados en –us son de la segunda declinación. 2ª DECLINACIÓN: FEM.

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Cyprus (Chipre) Cyprō (de/por/desde Chipre) Cyprī (en Chipre)

Salamis (Salamina) Salamitā (de/por/desde Salamina) Salamitæ (en Salamina)

6. Gallia Narbōnensis fue una provincia anexionada durante la República romana. Se le conocía solo como Narbōnensis, pues Gallia se le llamaba al junto de provincias que están en lo que hoy conocemos como Francia. El gentilicio de sus habitantes es gallus para generalizar a todas tribus de las distintas provincias de allí, o narbōnicus, y su capital es la colonia Narbō Martius. 3ª DECLINACIÓN: MASC./FEM.

DECLINACIÓN DESCONOCIDA

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Narbōnensis (Narbonensis) Narbōnensī (de/por/desde Narbonensis) Narbōnensis (en Narbonensis)

Narbō (Narbona)

7. Hispānia bætica fue una provincia anexionada durante la República romana que se extendió en la península ibérica. Aunque se le conoció más como bætica, pues su nombre deriva del río bætis que se encuentra allí en la región, ese río que conocemos es el actual Guadalquivir. El gentilicio de sus habitantes es hispānus y su capital es la colonia patricia Corduba. 1ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Hispānia (España) Hispāniā (de/por/desde España) Hispāniæ (en España)

Corduba (Córdoba) Cordubā (de/por/desde Córdoba) Cordubæ (en Córdoba)


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1ª DECLINACIÓN

Singular Provincia Bætica (Bética) Bæticā (de/por/desde Bética) Bæticæ (en Bética)

Nom. Abl. Loc.

8. Macedonia fue una provincia anexionada durante la República después de que el general romano Quinto Cecilio Metelo derrotara a Andrisco de Macedonia en 148 a. C. El gentilicio de sus habitantes es macedōnus y su capital es la ciudad Thessalōnica. 1ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Macedonia (Macedonia) Macedoniā (de/por/desde Macedonia) Macedoniæ (en Macedonia)

Thessalōnica (Salónica) Thessalōnicā (de/por/desde Salónica) Thessalōnicæ (en Salónica)

9. Pontus et Bithynia fue una doble provincia anexionada durante el Imperio romano, compuesta por el antiguo Reino de Ponto y Reino de Bitinia que corresponden al noroeste de la península Āsia Minor. La región de Pontus le llamaban ōra Pontica (región/frontera Pontica), mientras que a la de Bithynia ōra Bithynia (región/frontera Bitinia). Su capital es la ciudad Nīcæa. 2ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Pontus (Ponto) Pontō (de/por/desde Ponto) Pontī (en Ponto)

Nīcæa (Nicea) Nīcæā (en/de/por/desde Nicea) -

1ª DECLINACIÓN

Singular Provincia Nom. Abl. Loc.

Bithynia (Bitinia) Bithyniā (de/por/desde Bitinia) Bithyniæ (en Bitinia)


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10. Sicilia fue la primera provincia constituida durante la República romana tras la victoria de la Primera Guerra Púnica. Su capital es la ciudad Syracusæ. 1ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Sicilia (Sicilia) Siciliā (de/por/desde Sicilia) Siciliæ (en Sicilia)

Syracusæ (Siracusa) Syracusæ (de/por/desde Siracusa) Syracusīs (en Siracusa)

11. Ītalia fue la provincia romana que corresponde a todo el territorio central de la República e Imperio romano, asentamiento de la capital del Estado llamada Rōma. 1ª DECLINACIÓN

1ª DECLINACIÓN

Singular Nom. Abl. Loc.

Provincia

Ciudad

Ītalia (Italia) Ītaliā (de/por/desde Italia) Ītaliæ (en Italia)

Rōma (Roma) Rōmā (de/por/desde Roma) Rōmæ (en Roma)

3.2.2. Provincia imperial La provincia imperial o provincia imperiālis es esa provincia romana gobernada por un cónsul en los asuntos administrativos y militares, nombrado directamente por el emperador, obviamente un cargo de libre nombramiento y remoción. Estas provincias generalmente se hallaban en las fronteras del imperio, eran importantes estratégica y militarmente para la seguridad o eran inestables socialmente (en guerra o con tendencia a rebelarse contra el imperio). La subdivisión en provincia senatorial e imperial la efectúo César Augusto en el 27 a. C. Todas las nuevas provincias constituidas desde entonces fueron incluidas entre las provincias imperiales. Al tiempo de César Augusto las provincias imperiales eran: Gallia Aquitānia y su capital Burdigala (Burdeos), Galatia y su capital Ancȳra (Ankara/Angora) o Sebaste Tectosagum, Gallia Belgica y su capital Durocortōrum (Reims), Gallia Lugdunensis (Galia céltica) y su capital Lugdunum (Lion), Germania Magna (Germania Inferior y Superior) y su capital Aliso (Haltern), Pannonia (actualmente en la parte occidental de Hungría y la oriental de Austria) y su capital Carnuntum (Petronell-Carnuntum), Dalmatia (Dalmacia) y su capital Salonæ (Croacia), Lycia et Pamphylia (Licia y Panfilia), Lusitania y su capital Emerita Augusta (Mérida), Mœsia (Mesia), Numidia


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y su capital Cirta (Constantina), Syria y su capital Emesa (Homs), e Hispānia Tarraconensis y su capital Tarraco (Tarragona). Posteriormente se añadieron las siguientes provincias: Ægyptus (Egipto), Alpes Cottiæ (Alpes Cotios), Alpes Maritimæ (Alpes Marítimos), Alpes Pœnninæ (Alpes Pepinos), Armenia (Armenia), Assyria (Asiria), Britannia (Britania), Cilicia (Cilicia), Dācia (Dacia), Iudæa (Judea), Noricum (Nórico), Rætia o Rhætia (Recia), Corsica et Sardinia (Córcega y Cerdeña), y Thracia (Tracia). 2.3. Reformas de Diocleciano Reformas de Diocleciano es la denominación que ha dado la historiografía a un proceso reformista acometido por el emperador Diocleciano, que abre el periodo del Bajo Imperio Romano que se conoce con el nombre de Dominado, tras la anarquía militar y el inicio de la crisis del siglo III. Se prolongaron durante todo su mandato (284-305) y continuaron bajo el emperador Constantino (reformas de Constantino). La reforma administrativa continuaba la tendencia de Aureliano hacia la racionalización de la división provincial, suprimiendo los últimos vestigios de la dependencia al Senado romano de las llamadas provincias senatoriales, con la pretensión de que el gobierno imperial llegara a cada rincón del territorio, sin que fuera ya necesaria ninguna consideración a la ficción del mantenimiento de la antigua institucionalidad republicana. Diocleciano, una vez eliminado el Emperador Carino en Julio de 285, estableció la capital en Nicomedia (Izmit -Turquía-) y asoció como co-Emperador a Maximiano, Marzo de 286, que fijó la residencia en Milán; de esta


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forma, el vasto Imperio quedaba partido en dos grandes bloques: Oriente y Occidente. La imagen anterior muestra el mapa que corresponde a este período. Las provincias se agruparon en dioecēsis (diócesis), a cargo de un vicario, seis en Oriente (Oriente, Ponto, Asia, Tracia, Mesia y Panonia) y seis en Occidente (Britania, Italia, Galia, Hispania, Vienense y África); decisión de gran trascendencia, pues está en la base de la formación de las naciones modernas de Europa Occidental (proceso secular que no culminará hasta la Edad Contemporánea).Los vicarios, de rango ecuestre, controlaban a los gobernadores provinciales, pero no a los procónsules ni al prefecto de Roma. Sus poderes eran exclusivamente civiles, no militares. Las competencias militares las ejercían los duces. En el año 305 se crearon las prefecturas, administradas por dos prefectos del Pretorio (uno para Oriente y otro para Occidente), que posteriormente se duplicaron. Sus competencias eran tanto civiles como militares (éstas últimas les fueron retiradas en las reformas de Constantino). En 287 amplió, Diocleciano, la reforma política asignando dos nuevos gobernantes para el Imperio, dos césares (herederos), uno por cada Emperador; césares que en sus demarcaciones, uno en el Oeste con sede en Tréveris y Eboracum y otro en el este con base en Tesalónica y Sirmium, ejercían con el poder de un Emperador, incluida su propia Guardia Pretoriana y su Prefecto. Así fue como nació la Tetrarquía: dos Augustos, Diocleciano y Maximiano, y dos Césares: Galerio y Constancio Cloro. 2.4. Reformas de Constantino Al principio del siglo IV, el imperio estaba gobernado por una tetrarquía: dos augustos, Diocleciano y Maximiano, y dos césares, Constancio Cloro y Galerio, que compartían el poder. El joven Constantino sirvió en la corte de Diocleciano en Nicomedia tras el nombramiento de su padre como uno de los dos césares de la Tetrarquía en el año 293 d. C. (Primera Tetrarquía). El año 305 d. C. marcó el final de la primera tetrarquía con la renuncia de los dos augustos Diocleciano y Maximiano. De esta forma los dos césares accedieron a la categoría de augusto y dos oficiales ilirios fueron nombrados los nuevos césares. La segunda tetrarquía quedaba así formada: Constancio Cloro y Severo II, como augusto y césar respectivamente en occidente, y Galerio y Maximino Daya en la parte oriental del imperio (Segunda Tetrarquía). Pero no nos vayamos a esa parte de la historia, mejor continuemos con Constantino. Constantino completó las reformas administrativas de Diocleciano, que significaron la separación definitiva del poder civil y militar. El número de cargos siguió en aumento, y se multiplicaron las funciones en una corte de rígido ceremonial. Pese a ello, el gobierno central romano no difería en su época en gran medida del


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correspondiente a la época de Diocleciano, salvo en lo concerniente al quæstor sacrī palātiī (cuestor de palacio) y al magister officiōrum (jefe de oficios). El consistorio ejercía el cargo de consejero del príncipe; de esta institución formaban parte, entre otros, cuatro altos personajes, a quienes puede considerarse, salvando las distancias, como verdaderos ministros: el jefe de la cancillería imperial, que tenía bajo sus órdenes diversos negociados dirigidos por un magister, pero también a la policía secreta o agentēs in rēbus y a la guardia personal del emperador o schola; el cuestor de palacio, cuyas funciones consistían en preparar los discursos imperiales, hacer cumplir sus decisiones y presidir el consistorio en ausencia del emperador; y los dos ministros de finanzas: el comes rēī prīvātæ (asistente de las cosas privadas), que se ocupaba de la administración de los bienes del emperador, y el comes sacrārum largītiōnum (asistente de las sagradas distribuciones), que dirigía la administración financiera.

La prefectura del pretorio experimentó profundos cambios en tiempos de Constantino como consecuencia del licenciamiento de las cohortes pretorianas, llegando a convertirse en una magistratura puramente civil. En su conjunto, el siglo IV conocería tres grandes prefecturas del pretorio: la de la Galia, la de Italia y la de Oriente. Entre el prefecto del pretorio y los gobernadores se hallaban los vicarios del prefecto del pretorio, situados al frente de las diócesis, en las mismas condiciones que en tiempos de Diocleciano: dependían del emperador y sus poderes se reducían al plano financiero, concretamente a la supervisión del cobro de impuestos. La diócesis


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de Oriente constituía un caso particular, pues al frente de ella se hallaba el comes Orientis (asistente de oriente), funcionario civil cuya autoridad sobre las provincias egipcias se veía limitada por la presencia en Alejandría del prefecto augustal. Las provincias estaban regidas por gobernadores clasificados en un orden jerárquico estricto: los procónsules, consulares, correctores y simples præsidēs; sus funciones esenciales eran de carácter judicial. Junto a los prefectos del pretorio, vicarios y gobernadores, había servicios administrativos, que formaban un officium, integrado por miembros nombrados por el Estado. Solamente algunas provincias lograrían escapar de manera ocasional al principio de separación de los poderes civiles y militares que imperó durante todo el siglo IV después de Cristo; debido a cuestiones de defensa cada una de ellas contaba con un jefe militar (dux o comes rēī mīlitāris), que reunía los cargos civiles de gobernador y los militares de mandatarios de las tropas. Todavía en el ámbito de las reformas administrativas, no hay que olvidar que, en el 330, el emperador inauguró la nueva capital Constantinopla, construida en el emplazamiento de la antigua colonia griega de Bizancio, sobre el Bósforo. Tenía una estratégica ubicación, y desde ella podían atenderse mejor los asuntos del este. Se dieron facilidades de instalación a gentes de la más diversa condición social y se concedieron especiales derechos a sus habitantes. La ciudad prosperó económicamente y tuvo una acusada impronta cristiana frente a la vieja Roma, cuna del paganismo.


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Constantino creó en Constantinopla unas instituciones muy similares a las romanas, aunque la nueva ciudad no alcanzaría el prestigio de la antigua capital del Imperio. La administración de Roma, cuya población debió disminuir de manera considerable, quedaba como tarea en manos de la aristocracia senatorial: a su frente se hallaba el prefecto de la ciudad con funciones judiciales, quien era igualmente el responsable del orden público y del avituallamiento, siendo además presidente del senado, tarea en la que estaba asistido por el prefecto de la annōna (suministro) y por el prefecto de la vigilancia nocturna, cuya importancia había ido en disminución. A pesar de que los comicios habían desaparecido por completo, las magistraturas y el senado continuaban en vigor, si bien sus funciones eran ya simples restos del pasado. El nombramiento de dichos magistrados (pretores, cuestores, etcétera) lo hacía en un principio el emperador a propuesta del senado y, posteriormente, el senado mismo. Para formar parte del senado de Roma era preciso haber desempeñado la pretura o ser designado por un codicilo imperial ratificado por el senado. Esta antigua asamblea llegó a convertirse en una especie de consejo municipal de la ciudad, lo que explica que su presidencia corriese a cargo del prefecto; en contraste con su escaso poder, su prestigio y el de sus miembros continuaba siendo grande, de lo que es un buen exponente el hecho de que el emperador escogiera a los gobernadores provinciales entre ellos.

TEMA 4. EL MUNICIPIO ROMANO Roma había concedido determinados derechos a las comunidades itálicas que fueron sometidas. En algunas ocasiones estas recibieron la ciudadanía romana, otras veces una alianza, ante todo, muchas obligaciones y pocos derechos; y a las comunidades del Lacio se les concedió el iūs Latiī, que otorgaba la mayor parte de los derechos de los romanos, con la posibilidad de convertirse en un ciudadano de pleno derecho (suī iūris). Este último estatuto jurídico fue el que Roma concedió (extensamente a partir de la época imperial) a comunidades extraitálicas, cuando estas se encontraban los suficientemente romanizadas e integradas en el Imperio. Una vez que este derecho era entregado, la comunidad quedaba constituida en municipio latino. El municipio fue la fórmula que Roma difundió por las provincias occidentales, en donde un gran número de comunidades desconocían el desarrollo urbano hasta la llegada de los romanos, y que raramente se encuentra en el Oriente romano, en donde es inusual que las ciudades se constituyan como municipios.


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4.1. Concepto de municipio romano Un mūnicipium rōmānum o municipio romano es esa delimitación geográfica amurallada y gobernadas por un consejo de oficiales elegidos anualmente que tienen la función de atender conflictos locales en los límites de la demarcación a cargo. Dentro de la jerarquía de importancia, valor jurídico y cultural está de tercer lugar. 4.2. Posturas sobre municipio latino y municipio romano El término mūnicipium aparece en los testimonios en lengua latina, mientras que en la lengua griega, para referirse a esta delimitación de autonomía local, se utiliza el término genérico polis. Pero, desde la época republicana de Roma, hasta el principado de Caracalla, las fuentes literarias tan solo hablan del municipio romano, teniéndose únicamente información epigráfica del municipio latino en época imperial. Pese a ello, algunos historiadores consideran que la primera mención al municipio latino sería de época de Augusto, en la Tabula Siarensis, mientras que para otros autores sería en época de Claudio o Vespasiano, en la Lex Irnitana, en donde por primera vez se documenta la expresión mūnicipium latīnum. Si bien, antes de empezar con las características del municipio de Derecho latino (mūnicipium iūris latīnī) habría que hacer una diferencia entre una colonia latina y la concesión del Derecho latino a una comunidad ya existente. Diferenciación que, por otra parte, ya hace Aulo Gelio. Ambos tienen una condición jurídica similar. La única diferencia existente está en el nacimiento de cada una de ellas. En el primer caso, este tipo de colonias se habían originado en el contexto de la alianza que Roma había establecido con las ciudades del Lacio (la arcaica liga latina). Pero Roma, más allá de esta región y de esta época, continuará usando la fórmula de colonia latina. Dichas colonias se ubicaron originalmente en territorios no anexionados, a gran distancia de Roma, ocupando una posición estratégica para el control de un determinado territorio. Ello explica que estas colonias contaran con poblaciones entre los 4.000 y 6.000 habitantes (estos incluso podían ser ciudadanos romanos que perdían la ciudadanía para adquirir el estatuto latino). En el segundo de los casos, el que se trata aquí, supone otorgar el Derecho latino a una comunidad que posee un iūs cīvitātis propio, con una organización política, social y territorial ya establecida. Se producía entonces un cambio jurídico en el estatus de la ciudad, por el cual dejaría de ser una ciudad peregrina (extranjera), pero que tampoco se convertiría en una ciudad romana. El esfuerzo organizativo, de esta forma, se reduciría considerablemente si se compara con la fundación de una colonia, en el que la organización había que realizarla desde cero. El entregar el Derecho latino a ciudades ya existente no vendrá hasta el año 89 a. C. tras las guerras de los sociī. Se realizó el acuerdo a la Lex Pompeia de Traspadamnis, dando así lugar a una


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categoría administrativa nueva, aunque en un primer momento parece que se continuó utilizando la denominación colonial. Una tesis de 1965, perteneciente a Saumagne, afirmaba que todos los municipios creados fuera de Italia eran latinos, pero ha evidenciado que ello no era así. Por el contrario, la mayoría de las comunidades, que fueron promocionadas por Roma en territorio provincial, recibieron este tipo de estatuto como sucedió en Hispānia. En cualquier caso, el elevar a una comunidad a rango de municipio no conllevaba, en principio, el asentamiento de población exterior, ni redistribución de tierras. Aunque, por regla general, la ciudad iniciaba una ampliación del urbanismo con el fin de imitar a los municipios romanos. Pero, ante todo, implicaba un cambio en el carácter del territorio en el que se ubican, pues este pasaba a estar organizado en torno al municipio.

TEMA 5. EL URBANISMO ROMANO En los primeros años del Reino romano, el Latium estaba dividido en una serie de campiñas o agrī latī (suelo o campo latino) dispersas en toda la llanura (a toda juntas les llamó ager pūblicus). En estos agrī latī habían vīcus de cada una de las gēns o tribus. En la época republicana la ciudad de Roma se dividió en cuarto vīcus, los cuales eran barrios o pequeñas aglomeraciones urbanas. Mientras que a las afuera de la ciudad algunas gēns decidieron agruparse en vīllæ con el fin de unir familias y abandonar el estado rural en que vivían en esos primeros años. Estas vīllæ son pequeñas haciendas dependientes del trabajo familiar o son solo grande propiedades. En los siglos II y I a. C. se produce un crecimiento económico y la paulatina desaparición de los pequeños agricultores paralela a un significativo aumento de los latifundios. Esto repercute positivamente en las vīllæ, cuya parte residencial pasa a ser cada vez más sofisticada y elegante constituyéndose en magníficas domus. Construidas frecuentemente en torno a un jardín, comenzaban a ser edificadas como casas de campo para los ricos, siendo cultivadas por arrendatarios y supervisadas por un administrador denominado vīlicus (mayordomo de una hacienda). La mayoría de estas villas son abandonadas a finales del siglo II d. C. y las que perduran son transformadas de forma radical. Las causas son, fundamentalmente, un reestructuramiento de la producción motivado por la concentración de tierras y la competencia con la producción africana. A partir del siglo IV muchas se transforman en lugares de culto y algunas compaginan ambas funciones, constituyéndose en un factor importante de la cristianización del mundo rural. En valle del Guadalquivir perduran algunas villas


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hasta el siglo VII transformadas en iglesias cristianas. Las invasiones bárbaras unidas a un cambio en la cultura y en la propiedad acaban con las últimas villas. Veamos cómo está conformado o compuesto el urbanismo romano y el nombre de los edificios, calles, casas, calles y cualquier otra construcción hecha en la romanización. 5.1. Principios del urbanismo en Roma Los orígenes de la ciudad de Roma, a pesar de toda la información histórica, la falta de restos consistentes permanece envuelta en leyenda, no podemos saber cómo el pueblo latino dio origen a la ciudad de Roma, pues son los pobres hallazgos en la colina del Palatino que pueden dar testimonio de la primera fase del desarrollo de la ciudad de Roma, y lo que no podemos determinar con exactitud es el perímetro de las paredes y las puertas que se abrían aquí en el recinto defensivo de la primera plaza de Roma (Rōma quadrāta). Restos en Palatinus (Palatino) nos han permitido dar una buena aproximación de la fecha de la fundación de la ciudad de Roma, pero son insuficientes para permitirnos comprender las circunstancias que favorecieron el aumento de la subida de los latinos. Los más importantes hallazgos arqueológicos consisten en el descubrimiento de tres chozas hechas de rocas en la base de toba, una tumba debajo de la Casa de Livia, una choza llamada "la casa de Rómulo", y tres tanques arcaicos bien conservado. La datación de estos hallazgos que datan del IX-VIII siglo antes de Cristo, lo que confirma la fecha de la fundación de Roma, alrededor del siglo VIII a. C. Los latinos se asentaron en el Palatino en la organización de una ciudad-estado como las ciudades-estado griegas. La colina del Palatino, con sus empinadas laderas y un pico estaba rodeado por la pantanosa planicie velabrum que se extendía por toda la base de la colina del Palatino, también en la base de la colina del Quirinal y la colina Capitolina, hasta el valle del Foro y el lacus Curtius (lago Curcio). El Palatino dominaba las llanuras que con el tiempo se convirtió en el Forum Boārium (Foro Boario), donde se llevó a cabo el comercio y el paso sobre el río Tíber en la īnsula Tiberina (isla


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Tiberina), y por lo tanto se convirtió en el lugar ideal para el tráfico fluvial y el comercio entre Etruria y el sur. El Palatino por su conformación era fácilmente defendible contra los ataques enemigos. Rómulo fundó Roma, de acuerdo con un antiguo ritual de los etruscos, en la que fundar una ciudad se trazó un surco por señalar los límites, levantando el arado cuando se quiere dejar una puerta, luego poner en el suelo dentro del área un pozo y luego una pared. Alrededor de las paredes corrían el pomerium que originalmente era una línea sagrada que marcó la construcción de la ciudad, más allá de donde se inició el ager pūblicus. Es importante saber, antes de empezar a estudiar el urbanismo romano, que antes de existir la Roma que todos conocemos existían las siete colinas o montes del Latium vetus (antiguo llano). Esas siete colinas eran las siguientes: a) Collis Aventinus o monte Aventino de 47 metros de alto. b) Collis Capitolinus o monte Capitolino de 50 metros de alto, que además tenía dos crestas: el Arx y el Capitolium. c) Collis Cæius o monte Celio de 50 metros de alto cuya extensión oriental se llamaba Cæliolus. d) Collis Esquilinus o monte Esquilino de 64 metros de alto que tenía tres cimas: el Cispius, el Fagutalis y el Oppius. e) Collis Palatinus o monte Palatino de 51 metros de alto cuyas tres cimas eran: el Cermalus o Germalus, el Palatium y el Velia. f) Collis Quirinalis o monte Quirinal de 61 metros de alto que tenía tres picos: el Latiaris, el Mucialis o Sanqualis, y el Salutaris. g) Collis Viminalis o monte Viminal de 60 metros de alto.


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Estas siete colinas figuran de forma prominente en la mitología romana, su religión y su política. Las primitivas siete colinas eran: Cermalus, Palatium, Velia, picos del Collis Palatinus, Cispius, Fagutalis, Oppius, picos del Collis Esquilino, y Collis Sucusa. La historia nos señala que el urbanismo comenzó en la Rōma quadrāta del monte Palatino a la orilla del río Tíber, donde se asentaron Rómulo y Remo, el cual estaba rodeado de una tierra pantanosa que llamaron velabrum. Posteriormente se extendió la ciudad al resto de los montes cuando esta tierra pantanosa es drenada. 5.2. El urbanismo en Roma El reino de la Roma primitiva empezó a expandirse por todas las colinas, construyéndose, para aquel entonces, cloaca máxima, circo máximo, anfiteatro, foros, basílicas, templos, mercados, barrios, viviendas, acueductos, teatros, vías, calzadas, arcos, columnas, termas o baños, entre otras. 5.2.1. Construcciones públicas de uso público y de uso privado 1. La cloāca maxima, cloaca máxima o alcantarilla mayor es una gran red de alcantarillado construida alrededor del año 600 a.C. por órdenes del último rey de Roma Lucio Tarquino Prisco con el fin de drenar los pantanos locales del velabrum y eliminar los desperdicios de la ciudad. Esta obra pública fue mayormente lograda gracias a la dirección de ingenieros etruscos y al trabajo semiforzoso de grandes cantidades de obreros provenientes de las clases más pobres de la ciudadanía romana. A pesar de ser descrita por Tito Livio como excavada en el subsuelo de la ciudad, otras fuentes (y el propio trazado del alcantarillado) indican que el sistema original se trataba de un canal a cielo abierto que recogía las aguas de los cursos naturales descendentes de las colinas, drenando también la planicie donde está Forum Rōmānum; este canal, algunas veces excavado por debajo del nivel del suelo, fue cubierto progresivamente debido a las exigencias de espacio del centro de la ciudad. Posiblemente, ambas teorías sean correctas, y, ciertamente, algunas de las partes más bajas de la Cloaca Máxima parecen haber sido construidas originalmente bajo el suelo. La existencia de la cloaca máxima permitió que los pequeños asentamientos o reinos ubicados en las siete colinas se empezaran a agrupar. Los ciudadanos de las siete colinas comenzaron a participar en una serie de juegos religiosos que comenzaron a unir a los grupos en el Capitolium, creándose también foros y mercados.


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2. El forum magnum, forum rōmānum o simplemente foro, es la zona central donde se desarrolló la Roma primitiva, es un recinto de diferentes edificaciones destinadas a la administración de justicia, legislación, gobierno, negocios (basilica), plaza de los comicios, prostitución (tabernas) y devoción a dioses o deidades (templos). Veamos cada una de estas edificaciones y para qué fueron utilizadas. a) La cūria o curia, en esta cámara se reunía el Senado cuando deliberaba, tanto en el periodo de monarquía en el que solo era un pequeño grupo de consejeros y asesores del monarca, como en tiempos de la República en la que el Senado era el mayor poder legislativo a pesar de la progresiva pérdida del poder senatorial desde tiempos de Tiberio Sempronio Graco y Cayo Sempronio Graco. La primera curia fue la Cūria Hostīlia, la cual fue restaurada por Sila en los años 80 a. C. bajo el nombre Cūria Cornelia. Esta última la sustituyó la Cūria Iūlia construida posteriormente por Julio César. b) La basilica o basílica realmente tuvo varios usos dependiendo del tiempo que tratemos. Pero en un sentido general podemos decir que fue destinado al mercado, sirvió de lugar para transacciones financieras, al culto, aunque más ordinariamente a la administración de justicia; también se utilizaba como lugar de reunión de los ciudadanos para tratar asuntos comunes. Así tenemos: 1) Basilica Æmilia et Fulvia, tuvo como fin ofrecer a los que asistían al foro un acogedor lugar cubierto, capaz de alojar durante la estación invernal, vinculada a la administración de la justicia y negocios, lugar de puestos de comerciantes. Detrás del pórtico una serie de tabernæ dan tres entradas al interior del aula; 2) Basilica Iūlia, tuvo como fin ser la sede de tribunales locales sumado a otras actividades públicas que no podían ser al aire libre. La nave central probablemente estaba dividida en 4 secciones por estructuras removibles de madera. También albergaba oficinas administrativas de la ciudad; 3) Basilica Maxentius, tuvo como función albergar la prefectura judicial que administraba la ciudad de Roma. Se levantó sobre unos antiguos mercados de época Flavia, los Horrea Piperataria, donde se almacenaba y vendía especias, pimientas y hierbas medicinales. 4) Basilica Ulpia también fue destinada a la administración de justicia, creación de leyes y al comercio. Estaba anexionada al forum Traianī (foro de Trajano). c) rōstra, espolones o simplemente tribuna, era aquel espacio pequeño en la plaza del forum magnum destinado a dar discursos de interés público. Sin embargo, existió otra tribuna llamada la rōstra dīvī Iūlī frente a la Basilica Æmilia et Fulvia. d) El tabulārium o tabulario estaba destinado al almacenamiento de documentos. Este edificio custodiaba las leyes y actas oficiales del estado romano escritas en tablas de bronce. e) El arcus o arco tenía fines conmemorativos para adornar la plaza. Los arcos que están en el forum magnum son los siguientes: 1) arcus Septimiī Severī fue un arco


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dedicado al emperador Septimio Severo; 2) arcus Titī fue un arco dedicado al emperador Tito; 3) arcus Augustī fue un arco dedicado al emperador César Augusto. f) La rēgia estaba destinada, en la época monárquica de Roma, a ser la casa del Rey. En la época republicana pasó a ser sede del Colegio de pontífices, que eran las autoridades religiosas. Dentro de la rēgia estaba el sacrārium Mārtis, que era un pequeño templo dedicado al dios Marte. g) La domus pūblica o casa pública era la vivienda o casa del Pontifex Maximus: máxima autoridad de la religión romana. h) El carcer Mamertina, Tullianum o cárcel era el lugar donde algunas personas estaban privadas de su libertad porque tenía un juicio pendiente o porque debían cumplir la condena de prisión por haber cometido un crimen. i) El templum, ædēs o templo era una casa de culto y de actividades espirituales dedicadas a una deidad o dios de la religión romana. Así tenemos: 1) templum castōrum fue un templo dedicado a los Dioscuros o Castores, que eran dos famosos héroes mellizos; 2) templum Rōmulī fue un templo construido por el emperador Majencio, el cual dedicó a su hijo Valerio Rómulo; 3) templum Saturnī fue dedicado al dio agrícola Saturno; 4) templum Vestæ fue un templo en el que se custodiaba el fuego sagrado en honor a la diosa Vesta; 5) templum Vēneris et Rōmæ fue un templo dedicado a la diosa Venus y a la diosa Roma; 6) templum Antoninī et Faustinæ fue un templo dedicado al emperador Antonino Pío y a su esposa Faustina; 7) templum dīvī Vespāsianī fue un templo dedicado al emperador Vespasiano y a su hijo Tito; 8) templum Concordiæ fue un templo dedicado a la diosa Concordia; 9) templum Iānī fue un templo dedicado al dios Jano; 10) templum dīvī Iūlī fue un templo dedicado al emperador Julio César. La siguiente imagen muestra el mapa del forum magnum en la siguiente numeración: 1) Niger lapis; 15) Ātrium vestæ; 2) Rōstra; 16) Basilica Iūlia; 3) Templum Saturnī; 17) Basilica Æmilia et Fulvia; 4) Templum castōrum; 18) Basilica Maxentius; 5) Porticus deī consentium; 19) Templum Concordiæ; 6) Cūria Iūlia; 20) Columna de Focas; 7) Templum dīvī Iūlī; 21) Templum Rōmulī; 8) Rōstra dīvī Iūlī; 22) Arcus Titī; 9) Arcus Augustī; 23) Rēgia; 10) Tabernæ novæ; 24) Templum Saturnī; 11) Templo templum dīvī Vespāsianī; 25) Templum Vēneris et Rōmæ; 12) Templum Antoninī et Faustinæ; 26) Carcer Mamertina; 13) Arcus Septimiī Severī; 27) Tabularium. 14) Templum Vestæ;


3. Los foros imperiales corresponden al complejo de foros construidos por distintos emperadores del Imperio romano. El complejo consta de cuatro foros imperiales: Foro de César, Foro de Augusto, Foro de Nerva y Foro de Trajano, realizados debido a la creciente demanda de centros políticos y administrativos tanto para el Estado como para la ciudad, y también por deseo de contar con centros representativos más solemnes. Este complejo de foros es distinto al forum magnum. La siguiente imagen muestra el mapa de los foros imperiales junto al mērcatus Traianī.


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a) El forum Iūlium o forum cæsaris fue el primer foro construido por Julio César sin ninguna función más que monumental y administrativa. b) El forum Augustum fue un foro construido por César Augusto con fines administrativos, de tipo procedimientos legales, puesto que el forum magnum y el forum Iūlium estaban saturados. Incluye también el templum Mārtis en honor al dios Marte. c) El forum Nervæ o forum transitōrium fue el foro construido el emperador Nerva sin ninguna función más que monumental. d) El forum pacis o templum pacis fue un foro construido por el emperador Vespasiano, dedicado a la pax rōmāma para conmemorar su victoria en la primera guerra judeo-romana. También se le ha llamado foro de Vespasiano. e) El forum Traianī fue el último foro del complejo construido por el emperador Trajano. En él habían más que solo pilares, pues en su interior se encontraba: 1) Basilica Ulpia, destinada a la administración de justicia, creación de leyes y comercio; 2) Templum divī Traianī fue un templo construido por el emperador Adriano en honor a Trajano; 3) Bibliothēcæ son las dos bibliotecas que conservaban los archivos privados del emperador Trajano y una colección de decretos de los pretores. En una de las bibliotecas estaban los textos en latín y en la otra los textos en griego. 4) Columna Traianī es una columna con fines más conmemorativos que decorativos. 4. El mērcatus Traianī o mercado de Trajano es un complejo de tiendas o centro comercial construido, principalmente, para sostener la colina adyacente al foro de Trajano y que había sido derrumbada parcialmente para poder construir el mismo foro. 5. Las thermæ o termas son los recintos destinados a baños. Tenía también estancias reservadas para actividades gimnásticas. En casi todas las edificaciones públicas había termas. La más famosa es la thermæ Antonina construida por el emperador Lucio Septimio Basiano, mejor conocido como Caracalla. 6. La domus imperiālis, casa imperial o palacio imperial, es la residencia privada del emperador de Roma. Así tenemos: 1) domus Flavia, era la residencia pública y oficial de los emperadores entre la domus Tiberiāna y la domus Livæ et Ausgustī; 2) domus Tiberiāna; 3) domus Augustana era la residencia privada únicamente para el emperador Augusto; 4) domus Livæ et Ausgustī o domus Augustī era la residencia del emperador César Augusto y su esposa Liva situada en la colina del Palatino. Ésta contenía el templum Apollonis. La siguiente imagen ilustra esta explicación.


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7. El aquæductus o acueducto era un sistema o conjunto de sistemas de irrigación que permite transportar agua en forma de flujo continuo desde un lugar en el que está accesible en la naturaleza hasta un punto de consumo distante, generalmente una ciudad o poblado. 8. El theātrum o teatro tenía como finalidad la interpretación de obras dramáticas griegas y latinas. La mayor parte de los teatros romanos conservados siguen el modelo arquitectónico propuesto por Vitrubio, constando de: a) scænæ frōns o frente escénico, normalmente compuesto de un doble orden de columnas; 2) orchēstra, que es un semicírculo o un poco más de un semicírculo frente a la escena en el que se sentaban las autoridades, actuaba el coro y se alzaba un altar en honor a Dionisio; 3) adītus, un pasillos laterales de entrada a la orchēstra; 4) cavea, una estructura semicircular en la que, según el rango social, se situaban los espectadores. Se dividía en ima cavea, media cavea y summa cavea, divididos por pasillos horizontales. Se divide en sectores circulares denominados cuneī; 5) vomitōria, unas entradas abovedadas por las que se accedía a la cavea; 6) proscænium o proscenio, que es un espacio delante de la escena en el que se desarrollaba la acción dramática; 7) y porticus post scænam o pórtico detrás de la escena, es un patio porticado con columnas detrás de la escena.


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9. El circus o circo era un estadio o espacio público para espectáculos variados en la época clásica, en particular para carreras de carros. El más reconocido circus maximus fue construido en el reinado Lucio Tarquinio Prisco. El Circo Máximo retuvo el honor de ser el primer y mayor circo de Roma, pero no fue el único: otros circos romanos eran el circus flāminius, en el que se celebraban los lūdī plēbēiī (juegos plebeyos), y el circus Maxentius. 10. El amphitheatrum o anfiteatro es un espacio público que sirvió de escenario para espectáculos muy populares: los juegos de gladiadores, las cacerías de fieras y la lucha entre animales salvajes en escenarios artifíciales que recreaban bosques, selvas con lagunas o desiertos, todo ello sobre las grandes tarimas de madera que formaban la arena. En la Roma imperial había un montón de anfiteatros de distintos en cuanto a tamaño, materiales y formas. El más reconocido es el amphitheatrum Flavium cerca del monte Palatino y el forum magnum o forum rōmānum. El anfiteatro de Flavio tenía: a) hypogæum utilizado para encerrar a los animales y prisioneros que luego lucharían como gladiadores; b) arena, la cual estaba tres metros más baja que las gradas para evitar que los animales alcancen a los espectadores; d) la cavea, que era el amplio graderío interior diferenciado en gradus (pisos reservados paras las distintas clases sociales). 1. El podium, primero de ellos, se sentaban los romanos más ilustres: senadores, magistrados, sacerdotes y quizá las vestales. En ambos extremos del eje menor había sendos palcos: la tribuna imperial o pulvīnar, y otra reservada para el magistrado que en ocasiones presidía los juegos. Dado que este piso era el más próximo a las fieras, había una red metálica de protección y arqueros apostados regularmente. 2. El mænianum prīmum, para los aristócratas que no pertenecían al senado. 3. El mænianum secundum, dividido en el imum para los ciudadanos ricos y el summum para los pobres. 4. En lo más alto estaba el mænianum summum in ligneīs, hecho de madera, probablemente sin asientos y reservado para mujeres pobres. 5. Además, algunos órdenes sociales, como los tribunos, sacerdotes o la milicia, tenían sectores reservados. Pero viéndolo desde otra perspectiva las gradas se dividían en cuatro partes: podium para los senadores y magistrados, imma cavea para los aristócratas no pertenecientes al senado, media cavea para los ciudadanos ricos, suma cavea para los esclavos y las mujeres pobres; e) El vomitōrium era el complejo de pasillos y escaleras que permitía que el Anfiteatro fuera desalojado en breve tiempo; f) El vēlārium consistió en 250 mástiles y sogas que permitían extender paños sobre las tribunas para así proteger a los espectadores de la lluvia o del sol.


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11. Las viæ, vías o calzadas eran las redes viarias utilizadas por el ejército romano en la conquista de territorios y gracias a ella se podían movilizar grandes efectivos con una rapidez nunca vista hasta entonces. Éstas estaban compuestas de varias capas: a) solum o suelo nivelado y apisonado; b) statumen, que eran piedras del tamaño de un puño; c) petra o piedra cantera, cemento y loam; d) nūcleus, que eran guijarros en tamaños de una nuez, ladrillos de cemento, piezas de piedra y arcilla; e) dorsum o agger viæ, que era la suficiente curvada (media stratæ ēminentia) hacia la piedra, sílex o de piedra de basalto bloques de cantería, dependiendo del área; f) crepīdō, margo o semita, que era el camino elevado en cada lado de la carretera; g) piedra angular.

Las viæ se clasifican en tres: viæ pūblicæ, viæ vīcīnālēs, y viæ prīvātæ. A) Las viæ pūblicæ son las principales vías del Imperio, las principales arterias de la red de rutas que unen las ciudades más importantes del Estado. También son llamadas viæ prætōriæ (vías pretorianas), viæ mīlitārēs (vías militares) o viæ cōnsulārēs (vías consulares). Era el Estado quien podía hacerse cargo de la financiación de su construcción, pero se requería una contribución de las ciudades y de los propietarios de las zonas atravesadas por estas vías que debían garantizar su mantenimiento. El promedio constatado del ancho de estas vías era de 6 a 12 m. Así tenemos: via Agrippa (Roma Boulogne-sur-Mer), via Appia (Roma Brindisi), via Domitia (de Italia a España por Narbonense), via Egbatia (de Dyrrachium [Durrës] a Bizancio); B) Las viæ vīcīnālēs partían de las vías públicas y permitían unir entre ellas varias vīcī o aldeas en la misma región. Estas eran, evidentemente, la mayoría de las vías de la red. La anchura media de una vía vecinal era alrededor de 4 m; C) Las viæ prīvātæ unían las principales propiedades, las vīllæ y las domī, con las viæ vīcīnālēs y las viæ pūblicæ. Eran privadas, reservadas para uso exclusivo del propietario que la financiaba en su totalidad. La anchura media de una vía privada era de 2,50 a 4 m.


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12. El miliārium, miliario o piedra miliar fue un invento de los ingenieros romanos que incluyeron en los bordes de las viæ pūblicæ y viæ vīcīnālēs las piedras miliares. Estas son altas columnas cilíndricas de 2 a 4 m de altura y de 50 a 80 cm de diámetro, con una base cúbica y clavada en el terreno unos 80 cm. Los hitos no fueron colocados cada milla, como en la actualidad los hitos kilométricos. Son más bien signos regularmente colocados en las calzadas para indicar la distancia al siguiente paso. En cada miliar, estaban colocadas a la altura de los viajeros (los usuarios van montados, son militares: jinetes, cocheros etc.) varias inscripciones como: 1. El nombre del emperador que ordenó la construcción o renovación de la vía; 2. Sus títulos; 3. El origen de la milia (en caso de que se colocara allí después del trabajo o después de una reparación) y las distancias entre su ubicación y las ciudades próximas; 4) Los principales cruces de carreteras o las fronteras. Estas distancias se expresan en millas. La milla romana (mīlia passuum) corresponde a 1.000 pasos (en realidad, dobles pasos) de 1,48 m, así pues, 1.480 km. 13. El cunīculus o túnel fue construido con una utilidad igual a la actual, ya que estas galerías fueron excavadas para permitir el paso de una calzada a través de una montaña. Pueden encontrarse en varias provincias del antiguo Imperio romano. 14. El castrum o campamento militar era una fortificación o campamento militar. Los campamentos del ejército romano siempre fueron edificados conforme a un cierto modelo, de planta rectangular y con dos pasos principales que se cruzaban: el cardō maximus, que se extendía al norte y al sur, y el decumānus maximus al este y al oeste, lo que dividía el campo en cuatro partes iguales. Las avenidas acababan en cuatro portales. El foro se ubicaba en la intersección del cardō maximus y el decumānus maximus. El resto de las calles y construcciones se hallaban paralelas a las principales, las cuales formaban un patrón de cuadrícula que se utiliza mucho en las ciudades. Los romanos también denominaban castrum a los poblados o fortificaciones de otras culturas como los celtas: rodeadas de una muralla circular en la cima de una colina. 15. El pōns o puente es una construcción totalmente de piedra que permite unir calzadas desde un extremo a otro sobre un cuerpo de agua, llamase ríos o quebradas. Un ejemplo de pōns es el pōns Milvius/Mulvius o puente Milvio situado en el norte de Roma. 5.2.2. Construcciones privadas 1. La domus o casa era un tipo de vivienda que pertenecía a una familia romana con un nivel económico superior, y que era propiedad del dominus. Las medidas de una domus de gran tamaño podían llegar a 120 metros de largo por 30 metros de ancho. El modelo habitual constaba de una sola planta. En el ōstium o entrada de la


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casa había una iānua o puerta doble, vigilada por una cella ostiāriī o iānitor (esclavo portero). Esta puerta no daba directamente a la calle, sino que se encontraba al medio de un vestibulum o vestíbulo, de reducidas proporciones. Tras acceder a la casa por el vestíbulo se llegaba, a través de las fauces, al atrium o atrio, elemento característico de la domus, un patio cubierto y con una abertura central, denominada compluvium, por la que entraba el agua de lluvia (que se recogía en el impluvium). El atrio constituía el centro de la vida doméstica, en él se exhibían las estatuas de los antepasados o māiōrum imāginēs y se hacían en el larārium las ofrendas a los dioses protectores de la domus. También tenía lugar en el atrio la salūtātiō mātūtīna de los clientes vinculados al dominus de la casa. El tablīnum (anexo al atrio) fue inicialmente la pieza donde dormía el dominus, pero se terminó convirtiendo en su despacho, lo que incluía la función de archivo. El triclīnium o triclinio era estancia donde se celebraba la cēna (la comida vespertina, que se celebraba como reunión familiar o con los amigos, aunque si era en compañía de los amigos era un convīvium), y disponía de tres klynai (diván característico de la casa griega) para que los comensales se recostaran; si se disponía de dos klynai entonces se le llama biclīnium. Los cubiculum servían de dormitorios. Otras estancias eran la culina o cocina y los baños. También existían bodegas subterráneas. A partir del siglo II a. C. comienzan a construirse peristylium o peristilos por influencia griega; eran patios ajardinados rodeados de columnas, que irán ganado protagonismo en detrimento del atrio, que pierde su función hacia el siglo I d. C. Las ālæ eran porches secundarios, mientras que la piscīna era un estanque, el postīcum era una puerta trasera, y la exedra una construcción descubierta en forma circular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva. Las tabernæ son simples locales arrendados por el dominus. 2. La vīlla o villa es una casa de campo que se convirtió en una residencia aristocrática que mezclaba funciones, además de residenciales, productivas.


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Normalmente estaban rodeadas por grandes jardines, siendo cultivados partes de estos por los arrendatarios y supervisadas por un villicus o administrador. Una villa típica constaría de los elementos siguientes: 1. Pars urbāna, pars dominica o área de vivienda del dominus, es el área desde donde se dirigía la vīlla y se organizaban todos los aspectos de la explotación. La conformaba: a) Las dependencias del dueño, constituidas por las cubicula en torno al atrium, pero se extendió su significado para designar también las cámaras funerarias de las catacumbas romanas, por otra parte, estaban los triclīnium o comedores, el jardín señorial que, por excelencia, es el gymnasium o palaestra con decoración estatuaria destinados al ocio filosófico, e incluso, se ampliaron dotándose de estadios e hipódromos en miniatura; b) Un peristylium o gran patio central, alrededor del cual se levantaba la construcción que comunica, mediante el tablīnum, al atrium y de allí al vestibulum o facēs; b) Las dependencias del encargado de la villa; c) Thermæ, en villas especialmente ricas. 2. Pars rustica o vivienda de esclavos, cocina y establos. Compuesta de: a) Alcobas de los esclavos. Si los esclavos estaban enfermos se alojaban en el valētūdinārium; para los esclavos castigados se disponía del ergastulum; b) Una espaciosa cocina, que servía de lugar de reunión y de trabajo. En otras ocasiones podemos reconocer un gran salón de recepción y un comedor; c) Los establos de bueyes, caballos, ovejas, cabras, cerdos, vacas, asnos, mulas, perros y pastores, denominado pastiō villāticō. Por otro lado, tenemos pastiō agreste para gallinas, palomas, tórtolas, patos, pavos, etcétera… Y las piscīnæ para la fauna lacustre y marina. Parte del personal encargado de su cuidado podía alojarse cerca de estos establos, que, como muestra la documentación arqueológica, se encuentran, unas veces aislados y separados del cuerpo central, otras, ajenos al granero. El pozo de agua, la cocina y el baño anexo, ambas con una estancia superior denominada apothēca para secar la leña y envejecer el vino... Las letrinas y los basureros son llamados en forma genérica como purgāmentum. 3. Pars fructuāria o área dedicada al almacenamiento y transformación, consta de: a) Una cella vīnāria o bodega; b) Los horrea grānāria o graneros; c) Alejados un poco de la construcción (pars fructuāria) estaban los graneros más expuestos al fuego y los pajares. Junto a la villa estaba el plaustrum (cobertizos para los carros). Asimismo, existieron dos clases de villas, tales son las villas suburbanas y las villas imperialis: a) La vīlla suburbānæ, villa suburbana o villa cercana a la ciudad es la residencia de la aristocracia romana, tiene su origen en el palacio helenístico. A partir del siglo I a.C. el peristylium es el espacio dominante, desplazando al atrium. La villa mejor conservada es la villa de los misterios en Pompeya del siglo II a.C. La vīlla


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suburbānæ pueden ser de varias clases: con atrio; con atrium y peristylium; con solo peristylium, con pabellones en forma de hemiciclo o de “U”. b) Las vīllas imperiālis o villas imperiales son edificaciones donde residía el emperador, por ello están bien protegidas y su grandiosidad y exquisita decoración dan muestra del poder imperial. Comienzan a construirse a partir del siglo I d.C. con la llegada del nuevo régimen. La más antigua de las conocidas es la del emperador Tiberio en Capri, construida en una isla. La villa de Adriano en Tívoli es una de las más impresionantes y en ella se dan cabida los monumentos más representativos del imperio. 3. La caupōna o caupona era algo así como un hotel, un sitio destinado al alojamiento de viajeros, aunque también puede referirse este término a las tiendas donde servían vino y comida ya lista para servir o a lugares de entretenimiento. Al encargado de este tipo de establecimiento se le llamaba caupō. Es otra clase de establecimiento comercial como la taberna. Se utilizaron otros términos para referirse a los lugares de entretenimiento, entre ellos, taberna dīversōria o solo dīversōrium. 4. La tabernæ o taberna era una parada en una calzada romana donde descansar o pasar la noche, para viajeros algo más pudientes que requerían algo más refinado que las caupōnæ. En los primeros tiempos de las calzadas, las casas situadas cerca de alguna calzada eran obligadas por ley a ofrecer hospitalidad al que lo requiriera, incluso, en las domus se exhiben algunos locales alrededor o cercanos al ostium (entrada). Al encargado de una taberna era llamado tabernārius. 5. La mansiō era una parada oficial en la calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. A lo largo del tiempo fueron adaptadas para acomodar a viajeros de toda condición, incluso al emperador. Estaban bajo la gerencia y supervisión de un oficial denominado mansiōnārius. 6. La mūtātiō era una parada o establecimiento en una calzada romana, para descansar y dar servicio a los animales que se utilizan como transporte. Las mūtātiōnēs eran el lugar para cambiar de caballos y tomar otros de refresco, así como para efectuar las reparaciones necesarias en el vehículo. 7. El fundus o fundo era en sí el alrededor de las vīllæ. 8. Las īnsulæ, islas o apartamentos eran bloques de viviendas —normalmente en régimen de alquiler— de varios pisos en el periodo imperial romano. Eran utilizadas por los ciudadanos que no podían permitirse tener domūs/domī. En la parte inferior se


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instalaban tiendas y talleres (las tabernæ). Las īnsulæ se construían de ladrillo y argamasa, similares a los edificios de apartamentos actuales.

TEMA 6. COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES DE LUGAR EN LATÍN Según el Diccionario de la Lengua Española: “1. m. Gram. Complemento que expresa circunstancias de la acción verbal, como lugar, tiempo, modo, instrumento, etc”. Su función sintáctica es desempeñada por un sintagma adverbial, por un sintagma nominal, por un sintagma preposicional o por una oración subordinada, que señale alguna circunstancia semántica de lugar. En latín, los complementos circunstanciales de lugar se indican principalmente por adverbios de lugar interrogativos que veremos a continuación, pero para responder ante esas preguntas con c. c. l. existen reglas en cuanto al caso gramatical de sustantivos y adjetivos. 6.1. Complementos circunstanciales de lugar en latín El complemento circunstancial de lugar es ese complemento que indica el lugar o la dirección de lo que se habla en la oración. El complemento de lugar responde al lugar adónde se va: quō? (¿adónde?); responde al lugar en donde se encuentra algo: ubi? (¿dónde?); responde al lugar de donde se viene: unde? (¿de dónde?); responde al lugar por donde se pasa: quā? (¿por dónde?). Veamos cada uno de estos complementos con sus aspectos más resaltantes e importantes para su comprensión y utilización. 1. Quō? (¿adónde?). El sustantivo que responde a esa pregunta se pone en caso acusativo con o sin preposición, es decir, lleva preposiciones in o ad los nombres comunes y los nombres propios del "lugar mayor". El lugar mayor es una provincia, una región, un Estado, a una isla grande. Verbigracia: Cæsar ad Galliart redibat (César volvía a la Galliart). Vemos que Galliart es una región. OBSERVACIÓN. No llevan preposición los nombres propios de "lugar menor". Lugar menor es un pueblo, una ciudad, una isla pequeña. Tampoco los nombres comunes: rūs (campo), domus (casa), humus (tierra). Verbigracia: puellæ rūs ībant mane (las niñas iban al campo por la mañana). 2. Ubi? (¿dónde?). El sustantivo que responde a la pregunta se pone en caso ablativo, puede ser con o sin preposición. OBSERVACIÓN. a) Ablativo + proposición. La preposición va antes de la palabra en caso ablativo, y la preposición será in para nombres comunes y los


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nombres propios de lugar mayor. Verbigracia: in Hispania (en España); in oppidō (en la ciudad); in monte (en la montaña). b) Se pone en ablativo sin preposición los nombres propios de lugar menor que se declinan en singular y plural los que sean de la 1ª y 2ª declinación y las demás declinaciones. Verbigracia: Athenīs (Athenas); Babylone (Babilonia). PARTICULARIDAD. El caso locativo es una antigua categoría gramatical que se dejó de usar, y que permaneció en algunas escrituras. Es un caso indoeuropeo, prácticamente desaparecido en latín, salvo en los nombres que señalaremos en el siguiente párrafo, pero que en las épocas más arcaicas tuvo cierta vigencia, donde se indicaba el lugar, en dónde, y el tiempo en que ocurría algo. Digamos que tiene la misma terminación que un dativo de la declinación que le corresponda. Entonces en locativo sería: para la 1ª declinación -æ, 2ª declinación -ī, y sería los nombres de lugar menor de 1ª y 2ª declinación. Verbigracia: Romæ (en Roma); Corinthī (en Corinto); domī (en casa); rūrī (en el campo). OBSERVACIÓN. Si se llegase a ver un caso dativo que tiene nombre de lugar, podría ser un locativo. ¿Qué sustantivos pueden ir en caso locativo? Los sustantivos que indican lugar menor (vea. nue. la observación de quō?). 3. Unde? (¿de dónde?). El sustantivo que responde a esa pregunta se pone en caso ablativo con o sin preposición. a) Si llevara preposiciones estas fueran e, ex, ā, ab, y dē los nombres comunes y los nombres propios que sean de lugar mayor. Verbigracia: ex Hispania (de Hispania); dē montĭbus (de lo alto de las montañas). Vemos que dē montĭbus es un nombre común, por eso lleva preposición dē, e Hispania es un lugar mayor. b) Si no llevara preposición los nombres propios de lugar menor y los comunes rūs, domus y humus. Verbigracia: veniō Rōmā (vengo de Roma); puer domō exit (el niño sale de casa). Vemos Rōmā como un nombre propio de lugar menor (una ciudad), y una de las excepciones de nombre comunes: domus. 4. Quā? (¿por dónde?). El sustantivo que responde a esa pregunta se pone en caso acusativo o en ablativo. a) Van en caso acusativo los sustantivos con la preposición per los nombres comunes y los nombres propios de lugar mayor. Verbigracia: lupī per silvās currebant (los lobos corrían por los bosques). Vemos que el silvās es un nombre común y por eso va con la preposición per. b) Van en caso ablativo sin preposición los nombres de lugar menor y los nombres comunes: rūs, domus (sin humus), vĭa, iter, pōns (los medios de comunicación fabricados por el hombre), terra y mare. Verbigracia: iter Laodiceā facieban (viajaba por Laodicea). Vemos que Laodicea va sin preposición y es un lugar menor.


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NOTA. Si hay alguna otra palabra que sea un medio de comunicación creado por el hombre, pues también entra a esta lista de nombres comunes. Las palabras terra y mare provienen de la expresión terra et marique (por tierra y por mar).

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