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Embarazo con un enfoque distinto

Embarazo con un enfoque distinto

Lcda. Maricelys Nieves Nutricionista de Hatimedik

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Durante el paso de los años escuchamos sobre la alimentación adecuada para la madre embarazada y su bebé. Existen varios argumentos sobre qué debe consumir la mamá en el proceso, los cuales suelen causar mucha confusión. Uno de los comentarios más frecuentes es que la “madre tiene que comer por dos” lo que hace que esto lleve a una conducta de alimentación inadecuada o en exceso que puede ser perjudicial tanto para la madre, como para el bebé a corto o largo plazo. Sí, es cierto que la madre requiere un consumo mayor de calorías diarias, pero en el embarazo se mantienen los mismos principios de alimentación saludable que debemos llevar en nuestra vida cotidiana. Solo debemos prestar mayor atención a esos nutrientes esenciales para que el proceso de gestación sea el adecuado. A continuación, algunos de los nutrientes más importantes para que puedan mantenerse saludables en esta etapa.

Una de las vitaminas más escuchadas durante el embarazo es el ácido fólico. Esta ayudará a prevenir defectos congénitos que aparecen normalmente en los primeros meses de gestación y que afectan el cerebro y el tubo neural del bebé. La suplementación con ácido fólico es vital para evitar nacimientos prematuros. En los alimentos también podemos encontrar esta vitamina si consumimos productos fortificados con ácido fólico como el cereal cocido. Vegetales de hojas verdes como la espinaca y los espárragos, los granos y lentejas, frutas como la china y en el maní también obtenemos ácido fólico de manera natural.

Por otra parte, el calcio y la vitamina D son importantes en el embarazo debido a que se encargaran de mantener los dientes y huesos fuertes tanto de la madre como del bebé. La principal fuente de calcio son los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur. Otros productos que pueden aportar este mineral son el brócoli, col rizada, espinaca, jugos, salmón y cereales fortificados con calcio. Podemos obtener vitamina D por parte de leche fortificada, huevo, jugo de china y el salmón. La exposición al sol puede ayudar a que el cuerpo produzca vitamina D de manera natural.

El hierro está encargado de crear la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos que lleva el oxígeno por los tejidos. Es vital un consumo de excelentes fuentes de hierro ya que una mujer embarazada necesita una cantidad doble de hierro para una producción mayor de sangre y así poder enviar mayor oxígeno al bebé. Si las reservas de hierro son bajas, la mujer embarazada puede desarrollar anemia y esto pone en riesgo a la madre creando fatiga y puede provocar un nacimiento prematuro del bebé o un bebé con bajo peso al nacer. Las fuentes de hierro principales son las carnes rojas magras, pollo, pescado, hígado, ternera, cereales fortificados, vegetales como la espinaca y los granos. Debido a que el hierro que proviene de fuente vegetal, no se absorbe tan fácilmente como el de origen animal. Se recomienda combinarlos con alimentos altos en vitamina C como la china, tomate y las fresas.

Por último, no olvides que el uso de la vitamina prenatal es importante para suplir el aporte completo de todos los nutrientes esenciales.

Referencias: MayoClinic Medicadet Middlesex Health

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