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DANZANDO EL CORAZÓN
from Revista EÑE 8
by ENSOG
Eugenia Michael Rocha Frías
Leae I
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El baile es una forma de expresión que tienen los seres humanos para mostrar sus sentimientos y emociones. Aunque cada pieza sea predestinada a un momento, uno es capaz de explotarlas a por mayor, además, que genera una tranquilidad satisfactoria al intervenir sentimientos de pasión. También en términos artísticos, el baile es utilizado como forma de expresión inherente en una tradición, inclusive muchas personas piensan que solo puede utilizarse a manera de entretenimiento, el ejemplo más claro es cuando asisten a lugares públicos donde se escucha música y se realiza este acto en pistas destinadas para ello, con el fin de generar movimientos, los géneros son variados, pueden ser: rock, ritmos latinos, música electrónica, etc.
Pero la verdadera cuestión es, ¿bailar son solo vagos movimientos o es una determinada serie de restricciones? existen muchas opiniones, por personas consideradas "capacitadas" o incluso maestrosdedicados aun génerodeterminado,peroen esta ocasión la respuesta será vinculada a la bailarina que yo soy, pues he estado sometida a cambios, opiniones y críticas.
Para generar este proceso desde un inicio tienes pautas a que la gente externa empiece a decidir por ti, ¡A que género debes dedicarte?, ya sea por costumbres o tradiciones, no atentando contra la libertad de decidir lo que realmente te llame la atención.
¡Va!, haces caso a sus propuestas, y te das cuenta de que esto no te genera satisfacción, ahora comienzas a actuar por obligación, por lo tanto, se convierte en una frustración, que probablemente te aleje de esta práctica.
Si tienes fuerza de voluntad, logras afrontarlo y una vez más lo intentas, ya sin hacer caso a opiniones, vas a lo que realmente te llama la atención y ¿logras dominarlo? ¿Has desarrollado la capacidad? ¿Lo tienes de nacimiento? Lo he pensado constantemente y es que las personas nacen con esta habilidad, de identificar los sonidos de las melodías y transmitirlos a través de su cuerpo, sin embargo, existen personas que son inteligentes para aprender a gestionar y trabajar dichas descripciones, así como el ritmo y la técnica, por lo tanto, confirmo, todos los seres humanos tenemos la capacidad de bailar. Entonces si es así, ¿Por qué carajos no hacerlo? Si en realidad te trae grandes beneficios como brindarte coordinación cerebral, e incluso ejercita el corazón
El punto es que no se trata de que alguien externo te diga qué es en lo que debes de enfocar, sino solo dejarte llevar por tus gustos, si te atrae la música inconscientemente tendrás un dominio básico para apropiarte de un baile improvisado, así que, date el tiempo y demuéstrales a todos que no le tienes miedo a revelarle al mundo lo que puedes dar.
Paramuchas personas el bailees unaformamagistral de encontrarse con abismales lugares tras el vibrante ritmo de la música. Esto te ayudará a desvanecer los problemas de la vida, y a gozar del presente.
"Baila sin pensar, sin miedo y sin saber, solo vive el momento."
Michael Rocha
Layla Eugenia López Tinoco Semestre I
Nací en la ciudad de Uriangato, Guanajuato aproximadamenteadoshorasdelacapitaldelestado, crecí a orillas de la ciudad. Actualmente es una zona muy comercial y llena de fraccionamientos, es increíble pensar la manera en la que el mundo va creciendo y extendiéndose; siempre he pensado que mi experiencia lectora comenzó por no leer, escuchar mal y a la par (aunque suene raro) con la ciudad.
Todo fue gracias a mis papás y a una experiencia graciosa e inocente en el Preescolar “Montes de Oca”.
Mi maestra Rocío era una mujer que vestía muy elegante a pesar de dar clases a niños que a cada minuto sacaban sus mocos y los pegaban en las bancas, sillas, paredes y en el lugar que sea, también tenía los labios color rubí, ojos verdes tirándole al azul claro, en fin, la maestra Rocío era el ser humano más tierno y bondadoso del Preescolar “Montes de Oca”.Undía,avísperasdenavidad,lamaestraRocío asignó el papel que cada quién iba a actuar para la famosapastorela navideña,todos levantaban lamano luchando por el papel, ya sea de la virgen María, los reyes magos, el niño Dios, etc. ¿Saben cuál escogí yo? La estrella, pero en mi sana inocencia pensaba que yo iba a ser la estrella del “show”, la protagonista, la grande, la estelar, la persona más destacada de la pastorela, pero… ¡no! Fui la estrella de Belén, bárbara fue mi decepción al enterarme de eso, nunca asistí a los ensayos porque no tenía que ir, ya que mi papel era estar parada en el auditorio y listo. Pero me enteré hasta el día en el que mi mamá Janet Tinoco Pantoja me alzó los brazos y me puso mi traje de estrella. Esa fue la primera señal (en mi corta vida hasta ese momento) de leer las letras chiquitas de absolutamente TODO.
Entrando a nivel primaria mi experiencia lectora siguió fortaleciéndose tanto a lo malo como a lo bueno, recuerdo muy bien que en un examen diagnóstico la maestra Rita Domínguez revisó mi lectura regañándome por no saber pronunciar bien la letra “x” (iba en segundo de primaria y era un cuento náhuatl), ese día la pequeña Layla lloró, pero solo un poco.
Los años de primaria fueron fundamentales para mi experiencia, entre los 7 u 8 años mi padre solía recogerme a la salida, hacíamos competencias de quién leía primero los anuncios espectaculares de la ciudad, mientras más tiempo pasaba más aumentaban los anuncios, (por el crecimiento de esta) entonces, el juego se hacía interminable, era mi fascinación jugar con él.
En esos mismos años de primaria entré a clases de ballet clásico, ese donde tienes que hacer: Retiré, soubresaut, Grand Jeté, Grand Plié (Posiciones básicas). Reiter, que siempre mi gran error es no leer las letras chiquitas de la vida, en mi primera clase de ballet, las demás niñas ya estaban desde antes, y la maestra les había dejado una tarea, pero nadie la hizo y como castigo dejó hacer una plana así:
Debo hacer la tarea de balet.
Debo hacer la tarea de balet.
(Lo sé, manera muy tradicionalista de enseñanza).
Al día siguiente llevé mi tarea, la maestra lo único que me dijo fue que la palabra ballet es con doble “ll”,sinsiquieradecirmequenolatuveporquéhacer ya que había llegado un día después de dejar la tarea y no tenía culpa de absolutamente nada, pero no, una vez más mi experiencia lectora se ve expresada en no leer las letras chiquitas.
Un día en una salida familiar, iba con mis papás en el carro rumbo a la casa, recuerdo que pasó un camión de los que se usan en las construcciones y dije en voz alta: ¡Miren una GOLFA!
Mis papás eran los papás más asustados en ese momento corrigiéndome que era una TOLBA, no una golfa… una vez más destacando mi fama por no escuchar bien las palabras…
Entrando a secundaria, descubrí el hermoso mundo de la música clásica, este hecho me hizo aprender a leerpartituras,eldirector deorquestameexigíasaber tocar la nota “Do” en mis lecturas, que en el ámbito de la música se le dice “solfear” que es igual a leer música, dediqué mucho tiempo de mi adolescencia a leer música para entender aún más cualquier concepto y poder poner emoción a los conciertos.
Debo hacer mi tarea de ballet.
Debo hacer mi tarea de ballet.
Debo hacer mi tarea de ballet.
Yo no sabía cómo se escribía la palabra ballet y lo que hice fue escribirla con solo una “l”:
Y es así como mi experiencia lectora ha ido creciendo, gracias a mis profesoras y a mis papás, que han intervenido en mi vida para empezar a leer las letras chiquitas, al igual que el maestro Samaguey, quienme está enseñando aencontrarle un sentido apasionado a la lectura, un verdadero sentido con mucho valor el cual quisiera descubrir aún más.