1.3. Ocupación de las víctimas

1.2. Perfil demográfico

Para la obtención de la información de sexo y edad se utilizaron 3 fuentes de información. Por un lado, la necropsia como documento principal; por otro lado, los documentos de identidad y finalmente, las denuncias de los familiares.

Con respecto al sexo de quienes suelen participar en combates, algunas investigaciones cientificas indican que la población fallecida en confrontaciones armadas corresponde mayoritariamente a personas de sexo masculino, superando en todos los casos el 90% de fatalidades (Howart et al, 2017; Purcell et al, 2017; Laughlin, 2017; Lanigan eet al, 2017; Benov et all, 2016 entre otros). Así mismo, según Hylden, Johnson y Rivera (2015) con base en sus análisis sobre el rol de la mujer soldado en escenarios bélicos, relacionaron que el 2,75% de la muestra total (15.407) de muertes en la guerra de Irak entre 2003 y 2012, corresponde a mujeres.

En la muestra analizada el 93,8% de los registros corresponden a individuos de sexo masculino (542 hombres), y el 6,2% a personas se sexo femenino (36 mujeres). Las cifras reportadas en contextos fuera de Colombia y la distribución de la muestra analizada son similares, aunque la participación de mujeres dentro de la muestra analizada es ligeramente superior a lo reportado en dichas investigaciones. Al revisar los documentos militares de planeación del combate (órdenes de operaciones o labores de inteligencia), sólo se encontró un reporte relacionado con una mujer, lo que significa que la información consignada en esos documentos tampoco incluye a las mujeres como integrantes mayoritarias de grupos armados. El único caso en el que las labores de inteligencia militar incluyeron datos de mujeres, estos hacían referencia a mujeres distintas a las que fueron presentadas como muertas en combate.

Además, los dos casos en los que la víctima era una mujer que hacía parte de algún grupo armado3 (MEC340-615 Y MEC161-270)4 presentan serias irregularidades; en el primer caso la víctima recibió un único disparo que le causa la muerte, y la segunda, presenta anomalías en la las prendas que portaba; además de alteraciones en la cadena de custodia, pues el cuerpo estaba desnudo cuando fue entregado al médico para hacer la necropsia.

Para el análisis de edad, la información fue clasificada en 7 grupos etarios5. Al distribuir la población en estos grupos se encontró que el 34,6% de las víctimas (200 personas) eran jóvenes, y el 37,5% (217 personas) adultos jóvenes; esto quiere decir que casi la totalidad de la población analizada corresponde a personas entre los 18 y los 40 años(ver gráfica 2). 55 registros no tienen datos sobre la edad, por lo que los datos generales de los distintos grupos podrían cambiar.

3 De acuerdo a los relatos de sus familiares 4 Código asignado en la base de datos de EQUITAS y se rescata a modo de ejemplificación para mantener la reserva.

5 Los rangos para los grupos etáreos son los siguientes: primera infancia (0-6 años); infantes (7-12 años); adolescentes (13-17 años); joven (1825 años); adulto joven (26 -40 años); adulto (41-60 años); adulto mayor (mayor de 60 años).