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3.4. Mecanismo de muerte
from Investigación Forense de 578 casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales y desapariciones en Col
extremidades. Esto sugiere que en la muestra analizada, las lesiones infligidas tuvieron mayor letalidad en la medida en que cerca de la mitad de las lesiones (49.3%) se ubican en las regiones de tórax (32,0%) y cabeza-cuello (17,25%), con lesiones letales que suman cerca del 70% en las mismas regiones (ver diagrama 5). En el caso de la revisión de las lesiones por la afectación de tejido vital (ver diagrama 5 cuerpo humano derecho), es relevante aclarar que la clasificación de las lesiones se selecciona en función de la zona más afectada por la trayectoría del proyectil dentro del cuerpo. Por ejemplo, en una lesión con orificio de entrada en el hombro y orificio de salida en el tórax, se califica la afectación de tejido vital por la gravedad teniendo en cuenta en este caso el tórax ,al tener mayor peso en la calificación y en la posibilidad de sobrevivencia de la persona.
Diagrama 5. Distribución de lesiones por proyectil de arma de fuego y de lesiones con afectación de tejido vital y óseo para 496 víctimas con información de necropsia. Realizado en el software FARO 2D.
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REALIZADO POR: PAULA CÉSPEDES MORALES REVISADO POR: EILEEN BUITRAGO PÉREZ
Los tres tipos de lesiones NO-PAF más frecuentes fueron las abrasiones (89 lesiones), las lesiones contundentes (49) y por explosivo (48). Las abrasiones se reportaron en 48 personas, con una predominancia de localización en las extremidades, y correspondientes en su mayoría a arrastre o raspaduras que suelen ser típicas de un escenario de confrontación. Las lesiones contundentes se presentaron en 15 personas y se encuentran distribuidas de manera casi equitativa en las regiones de cabeza, extremidades y tórax; estas lesiones se pueden asociar a dos escenarios posibles: a fragmentos por explosivo o de proyectiles de arma de fuego que se convierten en objetos contundentes que impactan el cuerpo, o
a lesiones asociadas con golpes que podrían correlacionarse con tortura. Para distinguir entre estos dos escenarios se hace necesario ahondar en los casos específicos e identificar la necesidad de ampliación en los dictámenes médico-legales. Finalmente, las lesiones por explosivo se documentaron en solo 13 personas y se concentran fundamentalmente en extremidades inferiores y superiores (52%) y están relacionadas con granadas, artefactos de fragmentación o como producto de la onda explosiva (ver diagrama 6 cuerpo humano derecho), lo cual corresponde con lo reportado ampliamente en la literatura F (Baraybar & Gasior, 2006; Belmont, Schoenfeld, & Goodman, 2010; Champion, Bellamy, Roberts, & Leppaniemi, 2003; Coupland, 1997; Roberts, 2002). Sin embargo, el número de víctimas afectadas en los casos analizados aquí, es proporcionalmente menor en comparación con las muestras analizadas de los estudios científicos.
Diagrama 6: Distribución de lesiones por mecanismo diferente a NO-PAF. Realizado en el software FARO 2D.
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