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Diagrama 4 Distribución anatómica basada en la publicación de Baraybar (2015

Diagrama 2 . Distribución diferencial de lesiones por región anatómica de acuerdo con 3 mecanismos lesionales. La intensidad del color refleja mayor concentración de las lesiones en la región correspondiente. Realizado en el software FARO 2D.

REALIZADO POR: PAULA CÉSPEDES MORALES REVISADO POR: EILEEN BUITRAGO PÉREZ

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Por otro lado, si se analizan otros contextos fuera de Colombia, se evidencia que el mayor número de lesiones por PAF o NO-PAF, se ubican en extremidades superiores e inferiores. Por ejemplo, el estudio de Laughlin et al. (2017) que contiene una de las muestras de referencia más amplias para lesiones PAF para la guerra en Irak y Afganistán, establece que de las 1.416 lesiones reportadas en efectivos de las fuerzas militares estadounidenses, la mayoría se concentró en las extremidades (diagrama 3 ).

Diagrama 3: Distribución anatómica basada en la publicación de Laughlin et al (2017). Realizado en el software FARO 2D.

REALIZADO POR: PAULA CÉSPEDES MORALES REVISADO POR: EILEEN BUITRAGO PÉREZ

Finalmente, el estudio de Baraybar (2015) sobre lesiones dentro y fuera de combate, concluye que las ejecuciones extrajudiciales se caracterizan por un número elevado de lesiones por PAF concentradas en la región del tórax y cabeza.

Diagrama 4: Distribución anatómica basada en la publicación de Baraybar (2015). Realizado en el software FARO 2D.

REALIZADO POR: PAULA CÉSPEDES MORALES REVISADO POR: EILEEN BUITRAGO PÉREZ

En el caso de la muestra estudiada, de las 2.201 lesiones por PAF descritas en las 496 necropsias, 6 no tenían información de su localización en el cuerpo. Como se observa en el diagrama 4, las regiones que presentan más concentración de lesiones son, en orden descendente, tórax, extremidades superiores y cabeza cuello. Este es un hallazgo relevante en tanto dos de estas tres regiones (tórax y cabeza-cuello) se consideran vitales y no suelen ser las regiones más frecuentes de ubicación de las lesiones de acuerdo con los estudios revisados; y que además, coinciden en mayor medida con lo presentado por Baraybar (2015) en su estudio sobre ejecuciones extrajudiciales.

En investigaciones previas, EQUITAS (2015) identificó esta misma situación pero planteó la posibilidad de que la diferencia en la distribución de las lesiones en comparación con contextos internacionales de guerra, obedeciera a que en los conflictos documentados en otras partes del mundo predominan mecanismos de lesiones distintos, como el explosivo. Sin embargo, como se evidenció aquí, incluso en aquellos casos en los que prevalece el mecanismo PAF, la distribución descrita en contextos de combate sigue siendo mayoritariamente en

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