Ensayo “Diarios de Violencia en las aulas de Educación Preescolar” Por: Erika Karina García Torres “La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y lo convierte en objeto de consumo” (Eduardo Galeano). Como bien menciona Eduardo Galeano, nos encontramos en una época en la que la violencia presenta una enorme ambigüedad, la primera de ellas es que cualquier actitud de indiferencia, algún grito o algún regaño, puede ser entendido como violencia; y la segunda es que nuestra sociedad está tan inmersa en la violencia, que este campo resulta perfecto para comercializar con él, en el ámbito publicitario, o bien en las instancias gubernamentales en contra de la violencia, en sí, en diversos campos. Sin embargo, en el campo educativo, este tema se ha vuelto de mucha importancia, pues como docentes frente a grupo, debemos cuidar nuestras actitudes ante los alumnos, puesto que se pueden interpretar de manera errónea, así mismo también saber identificar estos comportamientos entre los niños y niñas, así como también entre las familias que integran el grupo. Principalmente me gustaría definir el término de violencia, que es entendido como: “Actitud empleada fuera de un estado natural, situación o modo, que obra con ímpetu y fuerza, que se hace bruscamente con intensidad extraordinaria”. [ CITATION LaV \l 2058 ]. Concepto que puedo entender como las actitudes que desarrollan las personas hacia otras personas de manera brusca, intencionada, y con fuerza para dañarlas, esta se puede presentar en diversas formas: física, psicológica, económica, integral y laboral. Dentro del contexto educativo resulta complejo entender el proceso de la violencia entre preescolares, en mi experiencia como practicante frente a grupo puedo argumentar que, el grupo de 3° “B” está conformado por una gran diversidad de alumnos, desde el primer momento que me encontré con ellos pude identificar diferentes actitudes, la mayoría de ellas con sentido agresivo,
específicamente entre los niños, quienes buscaban dañarse físicamente, (cabe mencionar que esto era realmente a golpes, jaloneos y rasguños) o con insultos y hasta con burlas, además se encuentra la situación de Jesús Manuel, quien al tener una edad mental de 2 años sus actitudes son aún de recelo, egocentrismo y egoísmo, además de presentar arranques de violencia hacia sus compañeros debido a las burlas que estos le hacían, por lo que diariamente los agredía físicamente a todos, en cierta ocasión, también fue hacia la maestra. Entre las niñas, la situación no fue aparente, sino hasta una actividad que realicé donde organicé al grupo por sexos, la organización de las niñas se vio interrumpida por un enfrentamiento entre dos alumnas, quienes discutían por sentirse menos una ante la otra, debo aceptar que tal situación me tomó por sorpresa, porque por una o por otra razón, no me había percatado de tales actitudes; entre niños y niñas no existía una equidad, por más que me esforzaba en revolverlos y hacerlos convivir entre ellos, después de recreo se separaban niños y niñas, y ni siquiera se prestaban a trabajar en equipos donde estuvieran mezclados. Sin duda alguna, este reto parecía grande, porque realmente lo era; los fundamentos teóricos vistos durante el curso fueron de gran ayuda, puesto que aunque uno se considere que puede leer cualquier cosa que nos puede ayudar, sin un diagnóstico lo más acertado, no se podrá encontrar la solución, además del trabajo compartido con la educadora titular, quien me ha brindado de apoyo total en todas las situaciones y circunstancias dadas dentro del grupo. ¿Cómo trabajar en el aula de preescolar para la equidad y la convivencia?, la principal fue descartar las estrategias como actividades para empezar bien el día, puesto que la Ruta de Mejora marcaba trabajar con lenguaje y comunicación y pensamiento matemático, por lo que mi opción fue trabajar el campo formativo de Desarrollo Personal y Social de manera transversal en todas las situaciones de aprendizaje, teniendo como objetivo, el desarrollo de las relaciones sociales, el aumento del autoestima y el respeto hacia el reglamento establecido, sin duda alguna otro reto era trabajar de la mano de los padres de familia, confianza que me costó mucho ganar.
Los aprendizajes esperados que se contemplaron dentro de las situaciones de aprendizaje, fueron los siguientes: ASPECTO
COMPETENCIA Reconoce
sus
cualidades
y
capacidades,
y
desarrolla hacia
cualidades
que lo necesita. Cuida de su persona y se respeta así mismo.
las y
necesidades de otros. Actúa gradualmente con mayor
su
sensibilidad
APRENDIZAJE ESPERADO Apoya a quien percibe
confianza
y
Participa
en
respetando las reglas
Identidad
control de acuerdo con
establecidas
Personal
criterios,
normas
reglas
convenciones
y
externas
que regulan su conducta en
los
ámbitos
que
que
y
las
para
la
convivencia. Controla gradualmente conductas
diferentes en
juegos
impulsivas
afectan
a
los
demás y evita agredir
participa.
verbal o físicamente a sus
compañeras
o
compañeros y a otras Relaciones Interpersonale s
Acepta
a
sus
compañeras
y
personas. Actúa conforme a los valores
de
compañeros como son,
colaboración, respeto,
y aprende a actuar de
honestidad y tolerancia
acuerdo con los valores
que
necesarios para la vida
mejor convivencia.
en
comunidad
ejerce
en
cotidiana.
su
y
los vida
permiten
una
Establece positivas basadas
relaciones con en
entendimiento,
otros,
Muestra disposición a interactuar con niños y
el
niñas
la
características
aceptación y a empatía.
con
intereses,
al
distintas e realizar
actividades diversas. Por lo que dentro del grupo se emplearon las siguientes estrategias, cabe mencionar que fueron aplicadas dentro de todo el grupo, puesto que mi documento recepcional comprende el desarrollo de competencias para la inclusión en preescolar, y he procurado trabajar con todo el grupo de manera heterogénea, y estas funcionaron de la siguiente manera:
Como he mencionado con anterioridad, la principal estrategia fue, trabajar la transversalidad con Desarrollo Personal y Social, esto con la finalidad de fomentar un ambiente de respeto y aprendizaje dentro del aula, específicamente, al inicio de que cada situación de aprendizaje, se les preguntó a los alumnos que reglas debíamos respetar para que todos pudiéramos trabajar tranquilamente y juntos; así mismo, se les invitó a los alumnos a crear su propio reglamento según la situación dada; teniendo como resultado de esto actitudes más tranquilas de los alumnos, así como también la socialización entre los niños, pues ellos mismos se convirtieron
en los encargados de remarcarse las reglas del salón de clase. Incluir niños y niñas en equipos de trabajo. Por acuerdo entre la educadora titular y educadora practicante, se planteó incluir a niños y niñas en los equipos de trabajo, esto para fomentar la equidad y el respeto de sexos, así como también, en el trabajo grupal, se acomodaba al grupo niños y niñas; y se eliminaron las actividades de competitividad entre niños y niñas. Como resultado de ello se obtuvo la creación de una comunicación entre niños y niñas, así como su convivencia en los juegos de recreo, pues los niños empezaron a juntar a las niñas en sus juegos e incluso los modificaban para que todos pudieran jugar juntos, además de que al iniciar
la mañana de trabajo los niños en su mayoría se colocaban entre dos niñas y empezaron a compartir el material, teniendo así un ambiente de mayo
convivencia entre los integrantes del grupo. Dejar de dar quejas a los padres de familia sobre el comportamiento malo de los alumnos. Por experiencia personal, he entendido que a los padres de familia no les gusta que les hablen mal de sus hijos, ni a mí como madre de familia me gusta que me hablen mal de mis hijos, por lo que para que los padres de familia estuvieran al tanto de cómo se comportan sus hijos dentro de la instancia educativa, les encargué a los alumnos que en casa platicaran con sus padres acerca de lo que habían hecho durante de la clase, de la misma manera a los padres de familia les avisaba que el niño o niña platicaría con ellos, que le dedicaran 10 minutos a la plática que mediante su juicio les dijeran sí estuvo bien o mal su comportamiento, al día siguiente se le preguntaba al alumno que le había dicho su mamá o papá y respecto a eso los alumnos modificaron su comportamiento, además los padres de familia recogían a sus hijos con gusto de no recibir quejas y mostrando mayor cariño hacía sus hijos, en cierta ocasión, una madre de familia de un alumno con actitudes extremadamente violentas, me dijo que su relación en casa se había hecho más unida gracias a las pláticas que tenía con el niño, y que ella misma reconocía que el niño había cambiado su comportamiento también en casa y que también se sentía más apegada al niño; sin duda alguna, los hogares de mi grupo son familias participativas y de valores morales y éticos dispuestos a trabajar en pro del desarrollo de cada uno de los niños, y me siento gratificada de poder trabajar con padres de este tipo, porque no en cualquier grupo los puede haber, sin duda alguna esta estrategia fue un factor importante para el aumento del autoestima en
los alumnos y para obtener la atención de sus padres en casa. Dejar en claro que todos los alumnos son iguales sin importar su condición ante los padres de familia. Jesús Manuel es un alumno con NEE, la madre de familia desde el principio me demandó más atención hacia el niño, situación que hasta el momento se le ha negado, puesto que el niño es un alumno como cualquier otro, y se han realizado las
adecuaciones pertinentes en las situaciones de aprendizaje para su inclusión en las actividades para el desarrollo de competencias, además el niño ha mostrado actitudes violentas ante todos sus compañeros sin importar sea niño o niña, a todos les pegaba por igual, se ha hablado con los padres de familia para expresar que el niño no recibe trato especial, y que debían hablar con los alumnos para evitar cualquier comportamiento o actitud discriminativa hacía él, pero sobre todo evitar seguirle el juego ante los golpes. Se ha tratado de canalizar la energía del niño mediante actividades artísticas-plásticas, que es donde ha mostrado mayor interés y concentración mayor a cinco minutos, un logro realmente grande gracias al trabajo conjunto de la educadora titular. Como resultado, los alumnos han entendido que todos son iguales y que ni uno por tener un mayor desarrollo de competencias es más que los niños con NEE o BAP, e integran a Jesús en las actividades en equipo y grupales de la mañana de trabajo, le comparten el material y en ocasiones le explican cómo realizar el trabajo
encomendado. Pláticas directas de alumno a alumno expresando su sentir ante comportamientos violentos entre compañeros. En cierta ocasión, la alumna Monse se molestó gravemente con la alumna Camila, alegaba que Camila era muy mandona y que no le gustaba escuchar lo que las otras niñas tenían que decir, Monse gritaba: “estoy harta, harta”, me sorprendí mucho de la actitud de la niña, puesto que siempre ha sido muy tranquila y es una de las niñas que no había mostrado actitudes violentas y mucho menos agresivas, por lo que mi conclusión fue que la niña realmente estaba harta de recibir un trato malo por parte de su compañera, organicé al grupo en un círculo y los invité a expresar su opinión respecto a la problemática, mucho niños estuvieron a favor de Camila, otros en su contra, pero cada uno entendió que si algo no les parece debe expresarlo de la mejor manera y no a gritos, se tomó esta iniciativa debido a los objetivos de educar para la paz: “Formar personas capaces de resolver los conflictos de una manera pacífica y de trabajar para eliminar la guerra y las causas estructurales que
la originan”[ CITATION Pat \l 2058 ], así mismo, también se platicó con las padres de familia de los alumnos involucrados para que ellos mismo intervinieran en casa y que no tuvieran miedo de expresar su sentir, sino al contrario que vean las ventajas de expresarse ante tus compañeros. Así que, a manera de conclusión, el trabajo constante de un docente es identificar las actitudes violentas entre los alumnos, pues de ello que el ambiente se transforme en uno armónico en donde los niños y las niñas se puedan desarrollar sanamente y aprendan a convivir entre ellos, teniendo como estandarte la convivencia y la socialización, así como los valores cívicos, la tolerancia, el respeto, la equidad, la igualdad. Además de que como docente tenemos la responsabilidad de involucrar a todos los alumnos dentro de todas las actividades a emplear en el salón de clases, esto fomenta el compañerismo y evita los comportamientos de menosprecio o violentas como el bulling. Es por ello que la profesión docente adquiere un mayor grado de importancia y es responsabilidad nuestra evitar las conductas violentas de uno mismo hacia sus alumnos pues un maestro predica con el ejemplo, “Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo porque no es lo que importa llegar solo ni pronto, sino llegar con todos y a tiempo”