Escalando #22

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/ Roc`trip Cocham贸 2010 / Into Huinay / Meteora: Entre mito y realidad / Euro trip / Chalt茅n: B煤lder en el coraz贸n de la Patagonia / Portafolio: Reinhard Fichtinger

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encuentro de dos mundos Englestead Canyon, Parque Nacional Zion

Erik Kelly encuentra en el desierto lo mejor de dos mundos, la roca y el hielo. ANDREW BURR

patagonia.com 2

Tienda Patagonia Santiago: Av. La Dehesa 1445 Local 2074, Mall Portal La Dehesa, Lo Barnechea, Santiago. Tel. 216 8420.


Š 2009 Patagonia, Inc.


5 Editorial 8 In-box La voz de nuestros lectores. Notas de la vida en la montaña. 12 Nuevos Productos Material, fetiches y los más reciente en juguetes para la montaña. 14 Recuento del Anticristo ¡Sálvese quien pueda! Vuelve la tenaz revisión de la actividad de montaña nacional para la temporada que se acaba. Por El Anticristo 20 Roc`trip Cochamó 2010 Una mirada analítica para el encuentro de nuestra comunidad y el futuro de este hermoso Valle. 26 Into Huinay Relato de la primera exploración de las paredes de este Valle de la Patagonia verde. Por Erick Vigouroux 36 Meteora: Entre mito y realidad Dos compatriotas descubren las místicas paredes de este sorprendente sector de Grecia. Por Darío Arancibia 42 Euro trip Acabada bitácora de un viaje de escalada por el viejo continente. Por Nicolás Palma 48 Chaltén: Búlder en el corazón de la Patagonia La elite del búlder nacional pone a prueba sus habilidades en los bloques de un sector tradicionialmente alpino. 54 Portafolio: Reinhard Fichtinger El fotógrafo austríaco comparte con nostros cinco imágenes y sus refelxiones sobre el mundo de la imágen. 60 Ciencia de escalar: Ritmos Conocer tus ciclos internos ayuda a progresar en la montaña. Por Paula Gálvez 62 Comparativa de mochilas Una mirada analítica de los mejores modelos del mercado. Por Armando Moraga

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Contenidos

Portada: Francisco Herrera empotrando fino en Apnea (5.10c), Cochamó. Claudio Vicuña. Esta página: Otro día de escalada e impresionantes paisajes durante la aproximación a las paredes de Batalogiannifels y las Echofels, flanqueados a la derecha por el Doupiani. Las fantásticas y singulares formaciones hacen de Meteora un lugar especial y único para la escalada. Darío Arancibia

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Editorial Para este primer número del año, quisimos hacer un pequeño resumen de la actividad del verano. Un período bastante intenso que concluyó en acontecimientos que, querámoslo o no, afectará nuestras vidas y el rumbo que tomen las actividades de montaña en nuestro país. Hemos sido testigos de uno de los mayores terremotos de la historia, un movimiento de una magnitud tal que quizas nos obligue a confirmar posiciones y altitudes de las cumbre andinas. Y, por otro lado, un cambio político que ofrece redirigir la mirada, veamos de que se trata. Cada edición de escalando presenta lugares y personas en actividades que sugieren un alto grado de compromiso y seriedad. Sin embargo en su mayoría son relatos que excluyen sucesos que dejen en evidencia temas contingentes, donde el derecho ciudadano y el aparato público parecen ser asuntos paralelos y desconocidos. Esta distancia relativa ayuda a desvincularnos totalmente de decisiones que tarde o temprano terminarán afectándonos directamente. Sin ir más lejos este verano se desarrolló el Roc’trip 2010 en Cochamó, con el fin de celebrar y hacer pública la decisión de protección de la cuenca del río Cochamó como reserva de agua mediante un decreto de ley. Lo que, un mes mas tarde, es cuestionado por la nueva directiva de la DGA, que representa hoy los intereses del nuevo gobierno con respecto al uso de las aguas, fundados en su aporte como un activo de mercado más que en un bien nacional de uso público. Es nuestro deber hacernos cargo de lo que nos importa, si bien la opinión de una persona podría resultar insignificante en este inmenso campo vacío, valorar lo que tenemos para proyectar un poco el futuro es un punto de partida, lo siguiente será aprovechar las herramientas y ordenar las ideas. Durante los últimos años hemos visto crecer a la comunidad escaladora y moverse en torno a su actividad e intereses particulares, los que no trascienden necesariamente de su círculo más cercano, pero que involucran procesos en los que avanzamos en creatividad y oficio, trabajando en torno a temas simples y acordes a los recursos disponible. . Constituirse como parte de una comunidad sirve, además de hablar de los últimos gadgets, para hacerse participes activos de los eventos relevantes, con el valor que aporta el número de voces y la calidad del argumento y trabajo dedicado. Profundizar y tomar posiciones en cuanto a la forma en que percibimos y actuamos en el presente será lo que nos valide socialmente frente a temas como el acceso y la conservación. Sin el afán de tomar una posición antagónica frente a empresas o autoridades, sino mas bien compartir inquietudes que promuevan la discusión, nos tomamos la libertad de exponer temáticas que creemos son imprescindibles para mejorar la calidad de las acciones y proyectos que definen las relaciones público-privadas. Relaciones de las que, querámoslo o no, depende la calidad de vida de todos nosotros.

Erick Vigouroux Director

Cada día de descanso regala un nuevo espectáculo de colores y calma en las paredes de Huinay. Claudio Vicuña.

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Sergio Quiroga. Fue, vio y apretó. Este clásico del búlder complementa el relato de los chilenos en Chaltén, al tiempo que se anotaba el encadenamiento más duro en la historia del bloque nacional.

Mateo Barrenengoa. Es fotógrafo, escalador y estudiante de ecoturismo. En este número comparte sus experiencia e imágenes de un viaje de escalada al lejano pueblo de El Chaltén.

Fernando Quevedo. Profesor de educación física y abridor de rutas para las principales competencias del país. Trae a nuestras páginas el reporte de encadenamientos en bloque de los chilenos en Chaltén, Argentina.

Reinhard fichtinger. Este fotógrafo austríaco es, además, escalador y abridor internacional de vías para competencias. Comparte con nostros cinco de sus mejores instantáneas de escalada.

Darío Arancibia. Un veterano de la roca experimenta, junto a sus compañeros de viaje, las bondades de los misteriosas torres de Meteora, Grecia.

Nicolás Palma. Este guía de montaña, oriundo de Pucón, nos lleva de paseo por las cumbres de las montañas europeas.

Erick Vigouroux. Nuestro director si que sabe aprovechar el verano. Entre terremoto y Roc`trip, lideró la primera aventura de escalada en las paredes de Huinay.

Rodrigo Celis. Es ingeniero, escalador y futuro padre de familia. El presidente de Acceso Sur hace un resumen de lo que fue el Roc`trip de Cochamó y deja abierta la discusión sobre el futuro de este Valle.

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No. 22 Mayo 2010

Director Erick Vigouroux erick@escalando.cl

Edición Fotografica Claudio Vicuña

la vida en la montaña

Periodista Rafael Olavarría rafael@escalando.org Director de Arte Erick Vigouroux erick@escalando.cl Diseño Francisca Villalón Natalia Correa

Fotografía Claudio Vicuña Javier Echecopar Nualik Burucker Ventas / Suscripciones contacto@escalando.cl Contacto / Colaboración contacto@escalando.cl Web www.escalando.org

Columnistas Guilhierme Zavaschi Rodrigo fica Diego Tapia Paula Gálvez Armando Moraga

Agradecimientos: Daniel Seeliger, Luis Molina, María de los Ángeles Medina, Jorge Soto, Christian Moscoso, Daniel Castro, Fernando Fainberg, Gonzalo Encina, Cristián Donoso, Equipo R&R, y a todos los que hicieron posible la realización de este número. Esta edición de 1.500 ejemplares se imprimió en los talleres de R y R Impresores. Ediciones de Montaña Limitada. Representante Legal: Erick Vigouroux. Dr. Manuel Barros Borgoño 384, of. 21, Providencia, Santiago. Escalando es una marca registrada. Prohibido cualquier uso o reproducción total o parcial de la marca o de esta revista sin consentimiento previo. Las opiniones y publicidad contenidos en esta revista son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten o publican. La escalada es un deporte de alto riesgo que requiere instrucción especializada. Es tu responsabilidad conocer tus límites y escalar con seguridad.


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in-box Punta Tehuelche, primera ascensión en la Patagonia Chilena.

Primeras competencias del 2010 Lippi Boulder 2010 Con un muy buen marco de público y una locación poco habitual para un torneo de búlder, el mall Alto Las Condes fue el escenario para Lippi Boulder 2010, un certamen que ya va en su segunda edición y que al mismo tiempo dio el vamos para el Campeonato Nacional de Escalada 2010, siendo esta su primera fecha.

En enero del 2010 hicimos la primera ascensión a una torre de granito en la zona norte de la región de Aysén. El proyecto nace el año 2008 cuando Klaus Hopperdietzel, veterano montañista y explorador de Puyuhuapi, con varias primeras ascensiones en la zona, me comentó de un cerro virgen, visible desde sólo un punto de la carretera austral los pocos días del año que hay buen clima. Días después siguiendo las indicaciones de Klaus pude ver que el simple “cerro” del que me hablaba era una torre de granito que me impresionó bastante. Esta se ubica 120 kms al norte de Coyhaique, en el sector de la Reserva Nacional Lago las Torres, al sur oeste del lago. En febrero del 2009 Joos Ilsborux (Bélgica), Franco Cayupi y Armando Montero (Chile), hicimos el primer intento. Tuvimos que cruzar una densa y vertical selva. Luego de un largo día llegamos al final de la vegetación. El segundo día entramos por el valle y nos dimos cuenta de que había que cruzar un glaciar para acceder a la torre. Durante el cruce del glaciar el mal clima patagónico nos arruinó la fiesta y tuvimos que bajar. Un año después en enero del 2010 los tres volvimos a intentar el cerro, esta vez se nos sumó J.B Haab (USA). Repetimos el cruce de la selva con pesadas mochilas que se enganchaban en cada una de la miles de quilas que cruzamos. Armamos campamento al final de la selva y despertamos la mañana siguiente con un día perfecto, sin nubes ni viento. Rápidamente partimos y luego de un par de horas avanzando por el cajón llegamos al glaciar que estaba mas cubierto de nieve que el año anterior, lo cruzamos sin problemas y continuamos el ascenso por el filo norte del cerro, cada vez más vertical a medida que nos acercábamos a la torre final.

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La necesaria foto de cumbre para celebrar la primera ascensión de Punta Tehuelche, Aysén. Colección Armando Montero.

Iniciamos la escalada con un largo de nieve de 65º, luego hicimos 2 largos en mala roca con pasos de IVº que nos llevaron a la parte alta de la torre. Tuvimos que hacer una travesía para llagar al inicio del último largo, Vº en buen granito que nos dejó en la antecumbre. Desde ahí cruzamos el filo cumbrero y escalamos al último bloque de unos 5mts llegando a la cumbre (1.800 m.s.n.m. aprox). Ahí, con absoluta felicidad nos abrazamos y tuvimos como regalo el vuelo de 3 tres cóndores muy cerca nuestro por bastante rato. Contemplamos la enorme cantidad de torres y montañas que hay en la zona esperando por un ascenso. Proyectos para muchos y muchas vidas. Dejamos un viejo mosquetón como testimonio e iniciamos un descenso sin inconvenientes. La bautizamos Punta Tehuelche en tributo a los ancestrales pobladores de estas tierras, quienes sin duda respetaron su entorno y vivieron en armonía con éste, cosa que no está sucediendo hoy en la Patagonia con el desarrollo de invasivos proyectos de Mega Represas. Armando Montero Coyhaique – Stgo

Entre el 8 y el 10 de abril, alrededor de 40 escaladores intentaron, una y otra vez, resolver los apretados problemas propuestos por los abridores del team El Muro. Con categorías para avanzados y expertos, Lippi Boulder no se caracterizó por los encadenamientos, aunque sería injusto decir que no hubo emoción y adrenalina. Con cada movimiento, bloqueo o caída, el público se hacía sentir y los compradores curiosos se asomaban por las escaleras mecánicas del Mall para ver los exigidos movimientos de nuestros ya conocidos trepadores. Todos intentaron, muchos quedaron sobre la colchoneta y pocos lo lograron. La raya para la suma nos deja el siguiente cuadro de ganadores para esta primera fecha de Campeonato Nacional: Avanzados Varones 1. Juan Bravo 2. Agustín Cabrera 3. Arnaldo López Experto Damas 1. Soho Langbehn 2. María Pinto 3. Sara Aylwin

Experto Varones 1. Jesús González 2. Tomas Ravanal 3.Sergio Quiroga

Esta segunda versión de Lippi Boulder cumplió con las expectativas que dejó su debut en diciembre de 2009, con lo que ya se perfila como un encuentro de alta exigencia que será esperado por la comunidad año a año. 3ra Ronda de Bloque Pucón Queremos recordar y compartir la alegría que sentimos todos los escaladores de Pucón al


nuestro país sea asociado con el tema drogas es más que un insulto. Este comentario no viene solo de parte mía, varios amigos colombianos lo han leido y han reaccionado igual. El estigma de la droga es un tema muy doloroso para la mayoría de nosotros, por esta razón me decidí a escribirles. Dicho esto, los invito a escalar a mi país, aparte de Suesca y La Mojarra hay otros muchos lugares muy bacanes y muy buena onda. Abrazos. Lina Torres Londoño H Armenia, Colombia.

Bajo la atenta mirada del público Ane-Rose Welsh confía en su talón para progresar en el Lippi Boulder 2010 Claudio Vicuña ver la participación que hubo en la 3ra ronda de bloque Pucón. Además, queremos transmitir a todos nuestro aprecio y contarles que nos sentimos muy orgullosos de haber realizado esta fecha. Todos los competidores y sus respectivas categorías mostraron un muy buen nivel en la zona SUR, demostrando que existe potencial y que la motivación los hará cada vez mejores escaladores y personas. Queremos festejar junto a los ganadores de la 3ra Ronda de Bloque y enviar nuestras felicitaciones a aquellos que dieron todo en el muro para completar los excelentes problemas propuestos por Cristián Carreras y Yuri Cubillos, del Staff de abridores de la comisión técnica de escalada.

Expertos Varones 1. Daniel Herrera 2. Cristián Negront 3. Rodrigo Muñoz Esperamos que la motivación se mantenga en pie, pues se nos viene la 4ta Ronda de Bloque Pucón a realizarse los días 26 y 27 de junio. Pueden obtener más información sobre las inscripciones y otros detalles en rondadebloquepucon@gmail.com y en el sitio web de Escalando (www.escalando.org). Esperamos contar con su presencia. Atte, Organización Galpón Chucao, Pucón

Los resultados fueron los siguientes:

Las hojitas de la discordia

Novicios Varones: 1. Eduardo Flandez 2. Román Hernández 3. Rafael Cuevas y Cristián Duffourc

Novicios Damas: 1. Maria Luisa Arratia 2. Heidi Duartes 3. Valeria Jerez

Avanzados Varones: 1. Daniel Arredondo 2. Felipe Guerra 3. Luis Brikner

Avanzados Damas: 1. Ximena Vera

En Escalando #21, particularmente en el artículo de La Mojarra, me gustaron muchas cosas: Que hayan escogido mi país -ese sitio en particular es bellísimo- y los muy buenos comentarios que hacen sobre la gente, entre otros. Pero, en el título del artículo, aparece la palabra “LA MOJARRA” con hojitas de marihuana pintadas. Estoy casi segura de que no hubo mala intención en esto, pero para muchísimos colombianos el hecho de que

Estimada Lina, La verdad es que como dices no hay mala intención en lo que hacemos, simplemente nos gustó esa tipografía que viene de origen decorada con esas hojitas las que, si bien reconocemos sus formas, no significan un problema para nosotros. Es por esto que decidimos no limpiarla y la publicamos tal cual viene. Aunque estamos convencidos que el tono de la nota se aleja mucho de todo tipo de violencia o estigmatización lamentamos profundamente si hemos ofendido a alguno de nuestros lectores y al pueblo colombiano que, sin duda, vive realidades muy diferentes a la nuestra. Aparte de lo ya mencionado esperamos haber sido justos con la zona de escalada citada en el artículo y que la gente se motive a visitarlo tanto como nosotros. Atentamente. Equipo Revista Escalando.

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In Memoriam Sergio Kunstmann Zolezzi (1928-2010) En el primer día de este año 2010 don Sergio Kunstmann emprende su última gran expedición, su partida constituye la perdida de uno de los más grandes montañistas de nuestra historia. Su forma de ver la vida y disfrutarla más allá de los horizontes establecidos nos deja un ramillete enseñanzas profundamente enriquecedoras. La exploración, las nuevas ascensiones, pero siempre de la mano de la prudencia, la cordura y la amistad desinteresada. Cuando hace algunos meses le consulté si era posible ir a visitarlo, me respondió lo siguiente: “te voy a contar algo, pero no le cuentes a nadie…. tengo cáncer y me voy a morir pronto, tengo que terminar dos libros, uno ya esta listo, pero el otro aun no lo termino y estoy contra el tiempo”, aquella trivialidad con la que se refirió a la muerte como parte de la vida, en primera instancia me dejo algo aturdido, pero luego me hizo entender como este gran hombre vivió y enfrento cada uno de sus desafíos, sin miedos, pero a la vez majaderamente amante de la vida. Y clarísimo me quedo cuando enfático y enérgico me regaño por el estilo en el cual subimos por segunda vez su amado cerro Castillo, “es bonito llegar a viejo”, concluyo en aquel entonces. Su amor por las montañas lo llevo no solo a realizar muchas primeras ascensiones, sino también a desarrollar aficiones complementaria al montañismo, como; la ornitología, y la arqueología de montaña, realizando importantes hallazgos incaicos en las cumbres del Tórtolas, Pili y Plomo, pasando muchos días cavando sobre los 6000 metros, haciendo excavaciones de hasta 3 metros de profundidad. En estos tiempos donde a veces nos atrapamos en nuestros desafíos, luchando en contra del cerro o en contra del reloj o por el contrario caer en la mediocridad de subir una y otra vez las mismas cimas, el señor Kunstmann nos muestra una linda senda, la de escalar montañas disfrutando con los amigos y llegar a viejo para contarlo. Desde el cerro Gloria seguramente nos estará mirando don Sergio (lugar donde se lanzaron sus cenizas), ansioso por que las futura generaciones compartan la misma visión que él y puedan ver hacia abajo por primera vez desde un punto culmine jamás antes alcanzado. Afectuosamente, Felipe González Donoso Santiago

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Un pionero del granito, Sergio Kunstmann equilibrándose sobre los estribos en alguna ruta de El Alfalfal Colección Ludwig Krhal.



Nuevos Productos Baruntse La Sportiva

Cuando las condiciones son de altura y frío extremo los pies lo notan rápidamente. En esas condiciones es necesario un ambiente que le ofrezca a tus dedos hospitalidad y abrigo. Una vez más, la solución a esta necesidad viene de Italia, de la mano de La Sportiva y su modelo Baruntse. La Baruntse es la combinación de una bota técnica construida en PU Tech –un tejido sintético de cinco capas que aísla al pie de las bajas temperaturas- y un botín interior de material termoformable, y muy respirable, que cuenta con el sistema de lazado rápido patentado por La Sportiva. Por si esto fuera poco, la Baruntse presenta refuerzos hidrorrepelentes para la parte exterior y el tobillo, que garantizan movilidad y dan gran precisión en el apoyo. Esto se suma a la doble capa de poliuretano que se acopla al tejido de PU Tech.

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Tech Top Icebreaker

A mediados de los 90´s, cuando los materiales sintéticos se apoderaban del mercado outdoor, una pequeña compañía neozelandesa apostaba por volver a lo natural, innovando a través de uno de los materiales más antiguos que existen: la lana. Una década más tarde ya no existen dudas, la lana merino es reconocida por sus impresionantes cualidades térmicas, férrea resistencia a los malos olores y sensual conexión con el cuerpo. Estas características, sumadas a una producción con altos estándares medioambientales y comerciales –como los exigidos por Icebreaker en cada uno de sus procesos-, entregan un producto difícil de superar. La Tech Top es piedra angular de la línea Bodyfit de Icebreaker, una colección de primeras capas que destacan por su abrigo, respirabilidad y calce perfecto.

La suela de Vibram es cramponeable (especial para crampones de cierre automático) y particularmente fuerte gracias a la media suela de espesor diferenciado.

Construida 100% en lana merino de 260grs, se ubica en el rango alto en cuanto a temperatura y será tu segunda piel en cualquier actividad invernal, ya que te mantendrá cómodo y seco cuando estás exigido al máximo, pero abrigado a la hora de comer, dormir o asegurando en la pared.

Todo lo anterior entrega un tremendo pedazo de calzado ideal para altitudes sobre los 6 mil metros o rudos ascensos invernales. Todo en un conjunto que no supera los 2.400 grs. el par.

Existen modelos para hombres y mujeres, ambos con cierre al pecho, cuello alto y ojales para el pulgar, lo que agrega extra calidez en las manos.

La Sportiva -una marca con más de 80 años de tradición alpina- es distribuida en nuestro mercado por Chile Montaña, donde podrás encontrar la Baruntse y una completa línea de zapatos, botas y zapatillas de escalada.

Icebreaker es pionero y líder mundial en lana merino. Con operaciones en los principales mercados outdoor, llega a Chile de la mano de OUT! con una completa línea de primeras capas y calcetines.

lasportiva.it chilemontana.cl

icebreaker.com outchile.com/icebreaker



Período Octubre 2009 – Marzo 2010 Versión resumida de la recopilación publicada en “La Columna del Anticristo” (www.aruficax.cl)

Si antes habíamos visto los accidentes ocurridos a la comunidad de montañistas nacionales, ahora debemos poner el foco en la parte positiva: los principales ascensos o intentos que representaron algún grado de desarrollo deportivo, entre octubre del 2009 y marzo del 2010, inclusive. Recuento hecho gracias a la ayuda de Elvis Acevedo, Marco Rojas, Damien Gildea, Armando Montero, Fernando Zemelman, Nicolás Gutiérrez, Cristian Donoso y Fernando Fainberg. De Lado a Lado y Vuelta a Vuelta Partamos por el extremo sur del mundo, donde se llevó a cabo una interesante actividad: el intento de travesía oeste-este de la Península Antártica, algo que, según yo tengo entendido, nunca antes había sido realizado. Me refiero por supuesto al esfuerzo de Cristián Donoso y Sebastián Roca, chilenos que con mucho esfuerzo organizaron el proyecto Andes Antárticos, cuyo objetivo era partir desde la costa occidental de la Península (en un lugar situado unos 130 kilómetros hacia el sur de su punta) y que intentaría alcanzar la ribera oriental enlazando varias mesetas de nieve y hielo. Luego de terminada la travesía, además, intentarían circunnavegar la Península por el norte hasta llegar de nuevo al mismo punto de partida. O sea, 500 kilómetros por “tierra” y 450 por mar. Duro. Notable. Creativo. No hay misterio que tal proyecto sólo pudo llevarse a cabo gracias a la gestión y experiencia de Donoso, quien ya había el

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Cristián Donoso en uno de los hitos decisivos de su travesìa por la Península Antártica. A su espalda, El Plateau Detroit. Sebastián Roca

año anterior realizado un viaje en káyac en la zona, entre el 25 de diciembre y el 23 de febrero, historia que no había sido reportado antes en estos recuentos por tratarse de una actividad esencialmente acuática (aunque esto no es cierto del todo; al final ese año también subirían una de las cumbres del Cordón Troyano, una que al parecer estaba sin ascensos). Pero ahora, al adentrarse en un ambiente de montaña, su accionar derechamente entró en nuestro ámbito y, por ende, a su crítica feroz. Remitiéndonos a los hechos, Donoso y Roca usaron avión a Punta Arenas, bus a Ushuaia y barco hasta la Punta Portal, el lugar de inicio de la travesía. El 11 de diciembre comenzaron

a moverse. El 27, tras múltiples porteos, tormentas y enormes grietas, pudieron instalarse en el campo I; y luego, el II, el III y así sucesivamente. El 7 de enero ascendieron el monte Harris; el 30 estuvieron en el plateau Foster; el 4 de febrero en la meseta Herbert y el 16, tras terminar de cruzarla y cuando estaban por iniciar la travesía por Detroit (y esto no es chiste), tuvieron que tomar la decisión de si continuar o no. Esto dado que la cantidad de comida que les iba quedando sólo les daba un estrecho margen de maniobra. Si proseguían, y los agarraba un par de tormentas, rip. Ante la disyuntiva, optaron por bajar al Pacífico por otra ruta, hacia la costa de Danco, algo que nunca antes había sido realizado y que era un objetivo complejo pero abordable.


Sebastián Roca arrastra su kayak por el Plateau Detroit, el tercero de los tres plateau exoplorados durante la travesía. Cristián Donoso.

Dicho y hecho. Sorteando pésimo clima y un terreno accidentado, el 26 de diciembre cruzaron el glaciar Bleriot y luego el Calley hasta alcanzar, el 4 de marzo, el océano. Desde ahí, vía káyac, nuevamente el punto de partida, Punta Portal. Poco después serían evacuados hacia el mundo nuestro de todos los días por el barco Antarctic Dream. Los logros de esta expedición son varios, pero debo partir diciendo que no tengo idea de káyac, así es que sólo me remito a lo mío, el montañismo. En ese contexto, opino que lo que se plantearon era un objetivo de primer nivel y que fue acometido con una ética impecable. La línea que trazaron en la Península, además, nunca antes había sido realizada y/o enlazada de manera alguna, cruzando sin soporte sectores que sólo habían sido recorridos con tractores o motos de nieve (que, créanme, es bastante más fácil). De esta forma, obtuvieron varios éxitos parciales (por ejemplo, haber realizado la primera travesía a pie del plateau Foster) y efectivamente fueron los primeros seres humanos en abrir una nueva ruta de comunicación entre el mar y el plateau Herbert. Por eso, su rendimiento, visto como un todo, representa un aporte real en la exploración deportiva de la Península Antártica. Dicho eso, también es justo aclarar que el objetivo inicial no se cumplió (no se hizo lo que se dijo que se iba a hacer), que el ascenso al monte Harris no fue el primero (al menos hubo 4 previos: FIDS ‘57, Gambo ‘02, Militares Británicos ‘02, Spirit Crew ‘03) y que totalizando los kilómetros de zonas realmente vírgenes que atravesaron, al final sólo fueron 20 (el sector del Bleriot al Calley).

Ahora, como es de esperarse de un verdadero explorador polar, Donoso promete regresar nuevamente para terminar la tarea inconclusa... Dimosbote El mítico Chimbote, quizás la más alta montaña inescalada de Chile (¿5.498?), localizada en el valle del río Colorado al oeste del Tupungato, en la frontera con Argentina, vio al menos dos nuevos intentos este año. Primero Felipe González Donoso y Claudio Carozzi, luego Waldo Farías y Fernando Fainberg. En realidad, desde el año 1942, que se produjo el primer acoso del que se tenga registro, la montaña ha resistido aproximadamente caletazillones de intentos. Es más, la lista de los que la han pretendido es prácticamente un verdadero quién es quién en el montañismo nacional: Tille, Tangol, Zegers, Ambrus, Buracchio... O sea, si no has intentado el Chimbote, eres nadie. Las 2 F (Farías y Fainberg) se prepararon a conciencia. Primero realizaron una variante a la Pared Sur del Arenas en la segunda quincena de diciembre (que salió un poco por error al meterse más a la izquierda en la sección inferior de la pared) y después, el 9 y 10 de enero, cuando partiendo por el valle del Marmolejo, abrieron en 17 horas una nueva ruta al Freile (4.598 m) una que sube por el filo y pared oeste (Iniciación, 5.8, 1.000 metros). Después de eso, se enfocaron en el Chimbote, realizándole un intento entre el 23 y el 31 de enero, uno que transcurrió en el valle del Perdido, la ruta de la tentativa original del DAV

Waldo Farías camino al Chimbote, la cumbre más alta de la foto. Fernando Fainberg

de aquella época (a diferencia de la mayoría de los esfuerzos actuales que esencialmente lo hacen por la vertiente sur, la típica que se ve en las fotos). A nuestros héroes les tomarías 5 días salir de Santiago, remontar el río Colorado y rodear el macizo del Pollera y Polleritas (incluyendo el paso de dos portezuelos, a 4.800 y 5.400 metros de altitud). El 28 estuvieron en posición de hacer un intento de cumbre, uno que se revelaría bastante enredado. Partiendo a las 7:30 de la mañana de un campamento a 5.200 metros, tuvieron que bajar 60.000 centímetros y luego remontar los mismos 60.000 por un acarreo y nieve

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La zona en cuestión está localizada a unos 120 kilómetros al norte de Coyhaique, en el sector de la Reserva Nacional Lago Las Torres. Incluso Montero mismo tuvo que ir personalmente para asegurarse que lo que le habían dicho no era el cuento del tío. Y no lo era, pues se encontró con una torre de granito bien enhiesta que bien valía la pena intentar.

La Patagonia nunca deja de sorprender y esta temporada entregó una nueva cumbre para la escalada nacional: Punta Tehuelche. Colección Armando Montero. catalogada por ellos como “asquerosa”. Pronto estuvieron en la base de torreones y filos somitales de la roca de más alta alcurnia que existe en los andes centrales (fecalita). Partió Fainberg en punta, pero tras un vuelo de 5 metros en el que terminó algo golpeado, dijo “dale tú mejor”, y Farías lo reemplazó. Después vendrían dos largos cortos, con 60 a 70 metros de escalada neta, luego de lo cual llegaron a una serie de filos y extraplomos imposibles de escalar. Como era tarde, game over y para la casa. Infortunadamente para Fainberg la historia no terminaría ahí. El último día, cuando ya salían de la cordillera, el caballo en el cual viajaba hizo una maniobra repentina, tipo MEO, y lo botó al suelo, quebrándole la clavícula y la escápula. Aparte del detalle que tuvo que seguir igual en el mismo caballo por varias horas más, tendría que dejar inmovilizado su hombro por los siguientes 45 días. El Cuento del Tío En la XI región, tuvo desenlace la historia que Armando Montero comenzó a hilar en el 2008, acerca de una aguja de granito desconocida que sólo se podía ver vagamente desde la Carretera Austral, al norte de Coyhaique. Información proporcionada a él por Klaus Hopperdietzel, un chileno descendiente de los primeros colonos suizo-alemanes que llegaron a Puyuhuapi en la década del 50. Un personaje inmerecidamente poco conocida por nosotros con varias primeras ascensiones en el sur de Chile (Picacho, Yelcho Chico, Serrano).

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En febrero del año siguiente Montero regresaría acompañado por Franco Cayupi (también chileno) y el belga Joos Ilsborux. Sin saber mucho que iban a encontrar, les tomó un día cruzar una zona boscosa horriblemente cerrada (aka, la Selva) y luego, en la segunda jornada, pudieron acceder a un glaciar que necesitaban cruzar para llegar al pie de la montaña misma. En esos afanes estaban cuando el mal tiempo los obligó a retirarse. Pero, como bien sabemos, escape obligado, regreso mandatorio. Lo que ocurrió el 23 de enero de este año cuando los mismo tres testarudos insistieron en su escalada, esta vez con la compañía del estadounidense J.B. Haab. El esfuerzo comenzó el 23 de enero, cuando volvieron a cruzar la densa vegetación y establecieron campamento al inicio del valle. Luego cruzaron el glaciar sin problemas, empalmaron una rampa de nieve (de 60-65 grados) y más tarde 3 largos de roca de IV a V grado para acceder a una antecumbre. De ahí recorrieron un filo hasta escalar el último bloque somital de 5 metros de alto para convertirse en los primeros seres humanos en contemplar la vida desde tal punto. La bajada la harían con un rapel largo y mucho de destrepe. La cumbre “conquistada” la bautizaron como Punta Tehuelche, a la cual le asignan aproximadamente unos 1.800 metros de altitud. Casi Casi Vámonos ahora a Torres del Paine, donde el sin lugar a dudas mejor andinista chileno de los últimos tiempos sigue dando que hablar. El 13 de febrero, Nicolás Gutiérrez (sí-él), junto al también mutante Antonio Haselbauer (heman) estaban haciendo un vívac en el bloque

gigante localizado en la base de las Torres, por el valle del Ascencio. ¿Su intención? Escalar la Torre Sur del Paine. Al día siguiente, y como es habitual, partieron de noche y remontaron la canaleta que baja de la unión entre las torres Central y Sur. Al llegar vieron que las condiciones de ésta no eran las mejores, con demasiada nieve y hielo, así es que estaban en el proceso de cambiarse de ruta, a la Kerney-Knight en la Torre Central, cuando se toparon sorpresivamente con una cordada que venía subiendo por el otro valle, el de Las Torres. Eran el norteamericano Walker Mackey y el colombiano Sebastián Muñoz, quienes también querían intentar la misma ruta. Ahora, tal propósito era ambicioso, pues la Kerney-Knight tiene estatus mítico, pues tras su apertura, realizada el 2 de enero de 1982, nunca había sido repetida. Una línea de 850 metros que va esencialmente por la arista sur de la Torre Central y que tenía reportado dificultades de 5.10 y A3 (¿A2?). Las dos cordadas partieron escalando independientemente, en medio de un día despejado y sin viento, pero con frío pues esa vía recibe poco o nada de sol. El primero calzando zapatillas de escalada, el segundo con zapatos plásticos. Aproximadamente en la mitad de la ruta, donde comenzaban los 3 largos de artificial, los cuatro unieron fuerzas: uno punteaba, el segundo limpiaba, el resto jumareando; todos tratando de combatir las heladas temperaturas. Terminado ese segmento, volvieron a progresar en dos grupos, avanzando en simultáneo por sobre las pendientes “fáciles” del sector somital (IVº-Vº grado). A las 11:10 de la noche estaban en la cumbre. Cumbre-cumbre. O sea, la cumbre. O sea, la cumbre-cumbrecumbre-cumbre. Como siempre debiera ser. Como siempre ha de celebrarse. La bajada fue épica. En el esfuerzo de toparse con los rapeles de la Bonington, fue imposible no perder la línea varias veces, maniobras que hacían más insoportable el espantoso frío que los acechaba. El amanecer los pilló en el Col Bich. Y la hora 40 en el vívac de regreso. Y..., bravo. Bravo, bravo, bravo. Decir que también después abrirían una pequeña aguja de 120 metros en el valle del


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Salón de la Fama

Bueno, vamos a lo que están esperando. El galardón más importante en la historia del mundo: los Premios del Anticristo. Incorruptibles, independientes, insoportables, indesmentibles, insuperables e incontenibles. El Ama Dablam y su característico Serac, un objetivo pendiente para Chile hasta la llegada de Fernando Zemelman. Fernando Zemelman

Ascencio (Guantes de Mono, 5.11c) y que más tarde Nicolás Gutiérrez realizaría con Benjamín Lira (chileno también) el encadenamiento en 20 horas de la Guilloumet y la Mermoz en el área del Fitz Roy (espolón Von Rouge, 600 metros, 5.11d, e Hiper Mermoz, 1.200 metros, 5.11d), casi está de más y casi no sorprende.

Primero, una fácil. La Brújula de Uranio por Mejor Expedición para..., sin lugar a duda alguna, Cristián Donoso y Sebastián Roca por su expedición Andes Antárticos. Cumpliendo a cabalidad con las cuatro características de la PAPA más el logro parcial de su objetivo, no dejan más que espacio para la alabanza y la imitación. Niños, recuerden, no es lo mismo ir lejos que ir cerca (brillante).

Casi. Zama Zablam Finalmente para este recuento, recordar el accionar de un compatriota en los Himalaya, Fernando Zemelman. Él ya llevaba cierto tiempo en España cuando pudo organizar un viaje al campamento base del Everest que incluía ascender el Island Peak (6.189 m). Proyecto que además, le permitiría a Zemelman dirigir su atención al Ama Dablam (6.812 m) una vez concluido el circuito comercial que dirigía. Esto ocurría en noviembre del 2009. El programa se llevó sin incidencias, aunque no pudieron hacer cumbre en el Island Peak debido al mal tiempo. Luego de eso Zemelman llegó al campo base del Ama Dablam con carpa, comida y solo, debiendo adecuar su estrategia de ascenso a las particulares características que tiene el Ama Dablam. Esto es pues los espacios para acampar son muy limitados (especialmente en el campo II y III) y típicamente están en poder de las agencias comerciales, dejando a los particulares, como Zemelman en desmedrada posición.

Y mucho más no hay. Pues la Jeringa de Plutonio (por mejor ascenso técnico) queda vacante pues no hubo expresiones de pericia extrema o innovación, pasando lo mismo con la Colchoneta de Tungsteno (por mejor iniciativa), dado que, no lo olviden, una cosa es proponerse cosas (por ejemplo, luchar por los accesos, la libertad y el sexo) y otra distinta es conseguir logros reales. En cuanto al Ajo de Molibdeno (para Mejor Deportista) es tan obvio como repetitivo. Va para Nicolás Gutiérrez, lo cual ni siquiera amerita que lo comente, así es que no lo comento. Y, por favor, qué alguien le diga que se aburra, ¿ya?

El Anticristo anticristo@aruficax.cl

Pero éste se las arreglaría para poder utilizar el espacio que unos escaladores vascos que se retiraban estaban dejando y alcanzaría la cumbre de esta montaña en un tirón desde el campamento II, convirtiéndose con ello en el primer chileno en hacerlo. Luego de lo cual se retiraría de la montaña y Nepal. Todo esto en 25 días.

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Esta columna es posible gracias a Lippi, siempre apoyando el deporte nacional.


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La preparación del Roc`trip empezó en noviembre de 2009. Motivados por la reciente formación de Acceso Sur y por el tremenda noticia que significaba la declaración del Valle como Reserva de Aguas por parte del gobierno de Chile, aprovechamos la acumulación de puntos y kilómetros, más un feriado y mucho entusiasmo, para partir en dirección a Puerto Varas, lugar desde donde emprenderíamos el rumbo a ese lugar soñado, ese paraíso de rocas del que todos nos hablaban y que muchos –y esto queda para la interpretación de cada uno- han llamado “el Yosemite de Sudamérica”

El Roc`trip es mucho más que equipar nuevas rutas, es una fiesta de la comunidad y una instancia para reflexionar sobre nuestra relación con el medio. Un grupo de escaladores juega con la luz y la oscuridad del Valle de Cochamó. Claudio Vicuña

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El Roc`trip es un esfuerzo conjunto de la comunidad escaladora y los representantes de la industria outdoor. Arriba: La organización contó con dos domos. Uno sirvió como centro de operaciones, el otro fue la necesaria enferRafael Olavarría mería. A la izquierda: El equipo de Acceso Sur durante el montaje de la carpa estrella que albergó las actividades nocturnas. Claudio Vicuña

Por Rodrigo Celis Ya desde el sendero que sube junto al río, con el bosque y el canto de los pájaros carpinteros como infaltable compañía, el valle te seduce. No hizo falta mucho análisis, este es el lugar donde están sucediendo las cosas más importantes en todo sentido y las posibilidades para la escalada son casi infinitas. El Roc`trip 2010 debía ser en Cochamó.

de turismo sustentable por sobre la instalación de centrales hidroeléctricas.

Y nuestra decisión fue ratificada mientras observábamos por primera vez una pared bautizada como “La Proa”, el sector que originalmente habíamos elegido para realizar la actividad, y que luego nos dimos cuenta era sólo una muestra más de la gran cantidad de aperturas que quedan aún por realizar.

Acceso Sur y revista Escalando habían sido colaboradores de Conservación Cochamó en el trabajo de difusión para la campaña de protección del Valle. Es por eso que cuando recibimos la noticia de que el ministro de Obras Públicas firmaría por fin el decreto, la sensación fue de una alegría enorme. Pero fue cuando nos dimos cuenta de que en el documento de la Dirección General de Aguas que justifica la decisión se reconoce a la escalada en roca como una de las actividades que le dan interés particular al Valle, sentimos que esta era nuestra obligación celebrar. Y qué mejor forma de hacerlo que escalando hasta que los dedos no dieran más.

Por supuesto, la recepción que tuvimos en el Refugio Cochamó por parte de Daniel, Silvina y su hijo Zenón, fueron un incentivo extra para no querer irnos más...era mejor mandar un mail desde ahí y que todos vinieran a disfrutar con nosotros. Trabajo de hormiga La declaración de Reserva de Agua para las cuencas de los ríos Cochamó y Petrohué no tiene precedentes en la historia chilena y sin duda fue recibida como un éxito para toda la comunidad de la Región de los Lagos que luchó silenciosa pero extenuantemente por proteger este destino, privilegiando el desarrollo de un polo

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Este logro se debe en gran parte al trabajo de Conservación Cochamó (www.cochamo.org), una organización sin fines de lucro formada por emprendedores locales que viven y trabajan en este sector.

Fueron varias semanas de trabajo intensivo. Había que conseguir auspiciadores, chapas, equipos para emergencia y, por supuesto, lo necesario para hacernos bailar con la infaltable fiesta…¡pero además había que subir todo esto hasta el camping del Valle! Estuvimos haciendo trámites hasta el último día que se pudo, pero por fin el 12 de febrero,

con cerca de 350 kilos de equipo y más de mil kilómetros por delante, salimos de Santiago para materializar este hermoso proyecto. Al día siguiente pudimos dejar las cargas para los pilcheros de Fabian y Jordan…era hora de “ponerle patas al asunto”. ¿Esto es trabajo?... ¡yo le llamo pasión! Una vez en el camping empezó el trabajo de verdad. La preparación de todo para recibir a la gente y minimzar el impacto sobre el sector se tradujo en montar domos de organización, carpas para el evento, construir más baños para el camping, trasladar equipos y, por supuesto, lo más duro de todo: equipar rutas nuevas. Aun cuando el impredecible clima sureño casi – y esto es literal- nos agua la fiesta, se pudieron equipar 12 rutas en el sector de Matelandia y Pared Seca. El plan original era habilitar el sector de La Proa como una nueva zona de escalada deportiva para el Valle de Cochamó, pero dadas las condiciones se decidió cambiar el objetivo y concentrarse en Matelandia (un sector que recibe más sol los días posteriores a la lluvia) debido a que la primera estaba muy mojada y era más inaccesible debido al mal tiempo que se acercaba. Finalmente Pared Seca también fue incluida


Abraham Navia emplaza el Ăşltimo seguro antes de lanzarse fisura arriba en Apnea (5.10c), una ruta indispensable del Valle. Claudio VicuĂąa

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Lucas Dahir -“El turco”- se luce para las cámaras durante la competencia de slackline. Claudio Vicuña. Al frente: La comido y lo bailado quedará en la memoria de los asistentes del Roc´trip. El ambiente estuvo cargado de alegría y festejo. Claudio Vicuña.

dentro del programa, en una decisión que se agradeció ya que la lluvia se extendió bastante más de lo pronosticado. Algunos ingeniosos concursos sorpresa amenizaron las tardes en el camping durante los días en que no se podía hacer mucho más que ver el agua correr por las paredes. Y es que además de la escalada, un Roc`trip es más bien una instancia de encuentro para nuestra comunidad. Un momento del año que nos sirve para conocernos, intercambiar experiencias, motivarnos con las historias de los nuevos amigos y, por qué no, armar una cordada para proyectos durante el año. Así, cuando la lluvia nos daba un respiro se veía un peregrinar de mochilas y petates rumbo a las paredes y las nuevas rutas equipadas por el staff del Roc`trip. Pero también aprovechábamos para realizar actividades de una índole más lúdica. El segundo día tuvimos una entretenida competencia de slackline y, por las noches, la gran carpa estrella se convertía en nuestro punto de encuentro para compartir, bailar y estrenar algunas de las películas del Adventure Film Festival 2010. El escenario era inimaginable, teníamos en medio del camping prácticamente un cine bajo la lluvia con algunas de las mejores imágenes de aventura de la temporada. La segunda noche se realizó la celebración.

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Acceso Sur, después de varias gestiones y superando la escasez de cordero, finalmente logró tener un rico asado gracias a la cooperación de los vecinos del camping y al maestro parrillero, arriero y connotado escalador, Favian Sandoval. Una vez con el estomago relativamente lleno nos volcamos de lleno a la fiesta. Nuestro DJ de cabecera hizo mover los pies a todos los escaladores en lo que fue un carrete mítico y de ambiente festivo total. Al día siguiente no hubo tiempo para dormir de más. La mañana vino acompañada de un increíble sol que se dio la tarea de secar varias rutas. Había vuelto el calor y escalar fue el panorama del día…¡ya era hora! La última noche se realizó la premiación según las distintas categorías. Básicamente la idea fue, en un ambiente de total confianza, premiar a los que más habían escalado y superado su nivel, sin importar la dificultad de las rutas escaladas. Cabe destacar la impresión de todos por la calidad de los premios entregados en todas las competencias y concursos. Raya para la suma En síntesis, para quienes estuvimos en la organización el Roc`trip 2010 fue un éxito y un

aprendizaje enorme. Esperamos que este sea el estándar para los próximos y que cada ves podamos contar más con el apoyo de auspiciadores y autoridades. Ahora, en lo que se refiere al Valle de Cochamó propiamente tal, es necesario destacar que no está todo hecho. Además del agua, la tierra también debe ser protegida, y esto no está garantizado aún. El gran trabajo que ha realizado y sigue realizando Conservación Cochamó es invaluable y merece mucho más que un reconocimiento. Es necesario que la comunidad escaladora sea proactiva y conciente. El Valle es un ecosistema hermoso, apasionante pero a la vez frágil, y depende de todos que se mantenga lo más parecido posible a como está en este momento. En lo que respecta a las decisiones políticas que significaron la protección del Valle. En nombre de Acceso Sur y revista Escalando queremos agradecer el reconocimiento que se le ha dado a nuestro deporte y ponemos nuestro trabajo a disposición para ampliar y profundizar este acuerdo que convierte al Valle en un foco de turismo sustentable donde conviven las tradiciones de nuestros pueblo con el espíritu de una actividad cada vez más arraigada en la identidad nacional como es la escalada en roca.


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Into Huinay Por Erick Vigouroux

Todo comenzó con la edición de Escalando #13, del año 2007. Un ejemplar dedicado a la fatalidad aun no siendo superticiosos. Una seguidilla de malos ratos se potenciaron con aquel cabalístico número y nos llevó a blanquear nuestra clásica portada negra. Sin embargo, no todo fue malo. En aquella ocasión invitamos a participar de la sección Portafolio a Guy Wenborne, a quien hasta ese momento conociamos sólo a través de su excelente trabajo de fotografía aérea. Entre las fotos que publicamos hubo una que nos llamó particularmente la atención. Una enorme pared de granito de la cual no se tenía más información que su ubicación geográfica. Eran las paredes de Huinay.

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Desde aquel entonces, la amistad con Guy compartía el íntimo deseo de visitar y explorar estas hermosas paredes. Lo que se transformó en una posibilidad real cuando recibí un llamado de él comentandome que preparaba un libro para la Fundación San Ignacio de Huinay y su propuesta incluía fotografiar alerces que crecen en las paredes de granito donde sólo se podría acceder escalando, uno de los pocos lugares donde no fueron alcanzados por la explotación humana. Sólo había que organizarse y aunar esfuerzos para que todo resultara perfecto. Guy necesitaba ser asistido en la pared por dos escaladores y un fotógrafo escalador que pudiesen tener la situación controlada. Debía conformar una cordada que pudiera hacerse cargo de poco más de mil metros de pared inescalada y contar con un fotógrafo que estuviera a la altura de la escena. Así, casi sin pesarlo, los nombres surgieron rápidamente: Pancho Herrera, un joven y fuerte escalador hambriento de roca y experiencias, paro sobre todo capaz de levantar la moral de un regimiento entero y Claudio Vicuña, sin duda uno de los mejores fotógrafos de escalada de nuestro país. Huinay.

Doble página anterior: Francisco Herrera y Erick Vigouroux disfrutan del paisaje con lectura y mate durante una tarde de descanso en Huinay. Claudio Vicuña. A la izquierda: Fotografiar los imponentes alerces del Valle fue el objetivo que impulsó esta aventura. Guy Wenborne. Arriba: Guy Wenborne y Juan Francisco Palma, su asistente, sorprendidos en pleno trabajo por el lente de los escaladores. Claudio Vicuña.

Hornopirén

Huinay

San Ignacio de Huinay se ubica en el paralelo 42, y recorre un área de 34.000 hectáreas entre el fiordo de Cumau y la frontera con Argentina. Administrado por la Fundación San Ignacio de Huinay, desde 1998, el fundo opera con el propósito de facilitar la investigación científica y de técnicas de desarrollo sustentable. Además de preservar su particular flora y fauna. Sus valles albergan bosques, lagos y grandes paredes de granito nunca antes escaladas y que en algunos casos sobrepasan los 1.000 metros de desnivel. En este contexto organizamos la expedición exploratoria junto al fotógrafo Guy Wenborne con dos propósitos: escalar por vez primera estas paredes y participar en el desarrollo de un registro visual para la Fundación acerca de los milenarios alerces que habitan en pequeñas terrazas en la verticalidad de las paredes. Todo esto procurando no alterar el entorno mediante la práctica responsable de técnicas de mínimo impacto y escalada limpia . Al principio del viaje nos dedicamos a explorar y trabajar con Guy buscando una buena locación para fotografiar los alerces más lindos de las paredes. Esto fue un trabajo rudo, pero que la hacíamos al tiempo que sonreíamos con cada respiro y momento contemplativo. No nos cansábamos de mirar lo que sucedía a la distancia, espectáculos de color y forma, la naturaleza nos regalaba cada día un nuevo atardecer y un nuevo cielo estrellado.

Chaitén

Y aunque todo parecía perfecto, el buen tiempo nos abandono, se acercaba un temporal y nos evacuaron a la estación. Si bien la lluvia y el viento hacían que el lugar se tornada inhabitable, a la vista la escena solo se transformaba en una postal diferente, caían cascadas y se for-

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maban ríos por donde antes caminábamos y los colores se saturaban. En la estación nos coordinamos con Guy para ver la posibilidad de cumplir con nuestro objetivo personal en la expedición, sin embargo el tiempo escaseaba y sólo dispondríamos de una jornada para intentar escalar algo. De vuelta a lo salvaje observamos la pared por un buen rato intentando decifrar, desde un mirador distante, lo que podría ser una línea de ascenso para atacar la pared durante la mañana siguiente. Dadas las condiciones, nuestra idea fué -mandarnos- una ascención rápida y con lo puesto, partiendo desde donde nos encontró la noche, justo a medio camino de la pared. Así, lo que a primera vista se veía muy amigable, pronto nos mostraría su otra cara.

Seis horas más tarde, habíamos estrujado hasta la última molécula de energía, prácticamente a ciegas y sin saber con certeza nuestra ubicación, decidimos esperar la luz del sol para continuar. Sin pensarlo dos veces, nos dejamos caer sobre nuestros petates y en cuestión de segundos entramos en un coma profundo del que solo el frío pudo sacarnos. Una hora después los tiritones nos despertaron y los primeros rayos iluminaron el col frente a nuestros ojos, no podíamos creerlo ¡20 metros de vegetación nos separaban del camino abierto hacia nuestros mullidos sacos y colchonetas! Ese día rondaba el recuerdo de la experiencia reciente y una frustración totalmente justificada. Desde ese momento renunciabamos a nuestra soberbia y las paredes de Huinay se ganaban nuestro respeto más profundo.

A ver chiquillos, bájenme las luces! El despertador suena activando todos los mecanismos compensatorios de mi cuerpo y un latido constante disparaba a cada segundo descargas eléctricas desde mis yemas y uñas, serían horas de esfuerzo, pero no sabíamos cuanto. A media mañana ya estábamos cargados como nunca y listos para enfrentar lo que hasta ese momento, creímos sería un pasadizo ideal para el transito constante, sin embargo, este resultó ser un bosque vertical casi infranqueable, lo más duro de la jornada -el infierno vegetal- que sumado a los petates llenos de metal y cuerdas mojadas eran un karma que pisoteaba sin tregua nuestras reservas de energía y planes de empezar a escalar temprano. Finalmente, frente a una de las posibles líneas a la cumbre ¡y de roca sólida! Esta primera aproximación pone sobre el tapete lo que sería de ahora en más el estilo de escalda de esta pared y otros sectores de Huinay. Las fisuras nos recordaron mucho a Cochamó, abundaban los potos de muñeca y el jardineo se convertía en una actividad importante en la apertura. Al completar el tercer largo de escalada acordamos la retirada. Tres rapeles nocturnos sobre cuerdas mojadas anunciaban que esa sería una noche difícil, y aun faltaba lo peor, nuestro campamento estaba al otro lado del infierno vegetal. De noche y con un cansancio enorme, nos abrimos paso a través de esta desbordante vegetación compuesta de fuertes especies, supervivientes del hostil y cambiante clima patagónico. Los añosos alerces, coigües, helechos y quilas eran los únicos puntos de apoyo, a veces en escaladas sostenidas de paredes vegetadas e incluso el trepe en libre de un alerce, que conectaba con la rama de un coigüe, que se extendía colgante desde una terraza y que luego del jumareo de los segundos, por fin izaríamos los petates hasta nosotros. Exhaustos nos lanzabamos a la deriva, sin grandes cuestionamientos entre la caprichosa distribución botánica y siempre hacia adelante, hacia lo que cada vez parecía más cerca, pero que sin poder evitarlo, consumía nuestras últimas reservas.

Lo siguiente sería un par de días más de trabajo fotográfico y un paréntesis que nos dejaría un par de semanas en Cochamó en la celebración del roc’trip 2010. Reencuentro con Huinay ¡oootra oportunidad! Cochamó fue un regalo, un descanso impagable para el cuerpo y el espíritu. Nos reunimos en un escenario perfecto, lindos días de sol, escalada, amigos y amigas conectados en el paraíso. Justo lo que necesitábamos para volver totalmente renovados de aquella novata experiencia semanas antes. Pasamos una noche muy movida en Puerto Varas, aunque estábamos muy lejos del epicentro supimos en el instante que se trataba de un terremoto. Desconociendo sus repercusiones y luego de los respectivos llamados a nuestras familias, nos embarcamos nuevamente rumbo a los ocultos valles de Huinay. Esta vez fue todo más corto, nos fuimos directamente a otro valle, la cara noreste de la misma pared que intentamos anteriormente. Ahora con un sólo propósito: abrir la primera ruta de Huinay. El Helicóptero nos dejó dentro de un hermoso anfiteatro de granito al límite de la vegetación. De pie, rodeados de torres y paredes vimos el heli perderse entre las montañas mientras el zumbido de sus aspas hacía eco rebotando a destiempo entre los rincones y valles. Una rápida vista a nuestro alrededor nos planteaba una tarea urgente: estábamos en medio de un embudo y había que encontrar un lugar donde las réplicas no sacudieran los bloques sueltos sobre nuestras cabezas. Tras una rápida exploración valle abajo decidimos volver al punto de partida. Casi en el acto Pancho comienza a construir una terraza para nuestro vivac. El lugar resultó ser bastante cómodo y protegido al menos del material pequeño que pudiese desprenderse de las paredes cercanas, era el primer acierto de esos días.

Una expedición tiene múltiples facetas que toman lugar entre días de descanso y arduo Claudio Vicuña. trabajo.

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Lo que quedó del topo luego de las lluvias. La sección muestra el quinto largo de la ruta, más abajo cinco estrellas para la fisura de manos del curto largo. A la Izquierda, Erick Vigouroux escalando el cuarto largo de la ruta en una sección de perfectos empotres de manos. Claudio Vicuña. Al Frente, al final de un prolongado diedro es posible conectar con un flake delgado y profundo que permitió progresar rápido y seguro hacia la sexta reunión. Claudio Vicuña.

Nuestra estadía estaba restringida a muy pocos días y aun no teníamos oportunidad observar esta cara con detención. En términos generales sabíamos que era una pared muy amplia donde abundaban sistemas de fisuras aparentemente limpios que recorrían la pared diagonalmente. La primera mañana nos arrojamos a la búsqueda de nuestra línea de ascenso. La aproximación nos dio algo de trabajo pero luego de definir el camino conectando dos ríos pedregosos ya teníamos una vía de comunicación entre el campamento y la pared. A la distancia de veían tres sectores bien importantes dentro de la ruta con hitos muy claros, desde arriba dos techos, luego dos pilares de marcadas terrazas y finalmente una fisura perfecta que conectaba con un diedro muy claro. Al llegar a la pared el punto de partida sería inconfundible, era el único nevero en la base de toda la pared, que aportó frescura durante los días de sol. La escasez de tiempo no permitía descanso. Cada día escalábamos con la lectura que nos permitía el alcance de la vista y entregados a la orientación de las fisuras abríamos nuevos largos con mucho trabajo de limpieza y uno que otro desconcierto al sellarse la senda vertical. El sentimiento de logro y admiración nos abordaba cada vez que alcanzábamos los hitos vistos previamente, todos muy interesantes. La primera fisura resultó ser una larga línea de perfectos empotres de mano, el siguiente largo era el diedro, gobernado por una fisura ancha que se comía todo mi hombro y que de a poco se cerraba, humedecía y redondeaba; pero que permitía escalar hasta alcanzar un flake paralelo a la izquierda. Para pillarlo era cosa de pisar un cristalito, e s t i r a r s e por completo desde el romo y meterse de a poco: primero dos dedos, luego tres, luego toda la mano, nuevamente el agarre era perfecto!. Muy

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simple!. La tónica se mantendría durante los siguientes cinco largos, siempre se dejaba escalar: fisuras de manos y puños, offwidths, algunas fisuras con bloques y movimientos de placa. A veces, sin embargo, se imponía el trabajo duro, la escalada sobre mojado, en fisuras selladas, en artificial o el jardineo del bueno, lo que implicaba cavar con herramientas de escalada. Todo esto implicó que los largos 6 y 11 se llevarán la mitad de sus respectivas jornadas. Finalmente los techos eran enormes, sobre todo el segundo que fácilmente podría haber albergado una casa. En ambos casos nos dirigimos al único acceso posible, lo que no quiere decir que haya sido fácil. Ya no nos quedaban cuerdas fijas, ni días, lo siguiente era escalar lo más posible. Con la certeza de que no alcanzaríamos el trepe cumbrero que esperabamos, decidimos tomarlo con calma y disfrutar. Pancho escala el largo doce luego de sufrir el embate de jumarear el techo entre péndulos y cargado como bestia. Al llegar a una terraza muy cómoda para la reunión me grita: “Erick, esta fisura es para ti!!!” El entusiasmo en su voz me apuraba para llegar pronto, pero el peso de la mochila de Pancho más una cuerda y el taladro convirtieron un largo 5.9, en un 5.12. Al llegar Pancho me dice “mira” señalando con un gesto facial la fisura que salía a la derecha de la reunión ¡era como un sueño, 70 metros de manos perfectas! Los movimientos repetitivos, subiendo los únicos tres seguros que admitía esa constante y paralela fisura conducían a una terraza al límite de nuestra cuerda. Desde acá comenzábamos la retirada, sólo faltaban unos 200 mts. para


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Las siempre deseadas Torres del Paine no tuvieron buen tiempo esta temporada, pero de todas formas los chilenos hicieron patria con nuevas rutas y ascensiones. Ignacio Morales

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Arriba a la izquierda: Imágen aerea de la paerd seleccionada para la primera ruta de Huinay. Guy Wenborne. Derecha, detalle de los últimos largos de la vía. El gran techo fue un hito decisivo en la elección de la línea a seguir. Claudio Vicuña. Página anterior: Francisco Herrera avanza rápidamente por el octavo largo de la ruta en dirección a las secciones más complejas de la vía. Claudio Vicuña.

llegar al hombro que conducía a lo que parecía un trepe fácil a la cumbre. Era de noche y los rapeles cada vez más cargados, la idea era bajar todas las cuerdas y dejar la pared limpia salvo por las reuniones equipadas con inox. Llegamos a las 4.30 am con piloto automático. Comimos y dormimos como reyes. Lo que sigue fue un lindo día de Sol para el descanso y uno de lluvia en la angustiante espera del helicóptero que nos llevaría de regreso a Puerto Montt. La zona de catástrofe mantenía ocupado al piloto y el clima amenazaba con empeorar limitando la visibilidad. Nos quedaba poca comida y el que antes era un pequeño arroyo, se convertía en algo lo suficientemente amenazante para obligarnos a construir el rústico puente que nos mantuvo unidos a nuestro equipo, brillantemente ubicado a unos 50 metros de nuestro toldo, junto a un improvisado helipuerto. Varias horas más tarde, casi resignados a pasar una noche muy húmeda y confundidos por nuestra propia imaginación, se oye a lo lejos un grave repique inconfundible, ¡por fin nos montaríamos en el helicóptero!

Deliberadamente habíamos dejado nuestro equipo de escalada a pie de vía, pues luego de cargar vendría algo indescriptible, el heli estaba obligado a despegar verticalmente recorriendo la ruta escalada. Por un momento la imagen fue perfecta, el sol se asomaba con certeros rayos sobre Huinay. De este último vuelo no recuerdo sonido alguno, desaparecieron los demás estímulos y todo parecía en cámara lenta, sólo retengo la imagen centímetro a centímetro de cada largo de escalada, de principio a fin desde una vista privilegiada. Fue un mes “into the wild”. Sin micros, sin bocinas, sin paranoia, sin comercio y sin rejas. Todo era muy simple, junto a Pancho y Claudio, escalando cada día guiados por la intuición para abrir una nueva línea, para regresar acalorados y hechos pedazos a revivir con un buen baño de río al merecido descanso entre el bosque y las cascadas, disfrutando del cielo estrellado o los últimos rayos de sol. Esto simplemente fue vivir silenciosamente en uno de los lugares más vivos y silenciosos del mundo. Cuidémoslo. AGRADECIMIENTOS: Agradecemos enormemente a quienes hicieron posible esta actividad: la Fundación San Ignacio de Huinay, The North Face, Julbo, Tesacom, Tatoo y Red Bull por su entuciasmo y el apoyo brindado.

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El místico e impresionante paisaje de Meteora con sus particulares formaciones y los “Monasterios suspendidos en el Aire”. Los 300 metros de la torre del Agio Pnevma (Espíritu Santo) y el Doupiani -que marca la entrada al pueblo de Kastraki- durante un frío atardecer de invierno en la llanura de Tesalia, Grecia. Darío Arancibia

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METEORA

Entre Mito y Realidad Por Darío Arancibia

Estoy en Europa gracias a responsabilidades con la Federación Chilena de Andinismo y, después de una activa y oficial pasada en los Pirineos españoles y visita a la Federación Española de Montaña, me reuno con mi amigo Rodrigo Fica para un viaje de escalada rumbo a Grecia. País de ancestral mitología, desarrollo del arte, las ciencias y la filosofía. El lugar de inicio de nuestra cultura occidental.

Es el 20 de diciembre del 2009 y vamos manejando hacia nuestro destino cuando al dar una curva nos encontramos con un surrealista paisaje nocturno. Sublimes formaciones verticales iluminadas, con sombras y luces hacia el cielo oscuro que me hacen sentir el espíritu de la antigua Grecia y sus dioses. Habíamos llegado por fin a Meteora, los “Monasterios Suspendidos en el Aire”. Hace ya mucho tiempo que sabía de esta zona pero nunca imagine poder visitarla. El amanecer después de un apurado vivac en una curva del camino a los monasterios me presenta un paisaje que me deja perplejo y que supera cualquier idea preconcebida de este lugar. Estamos en la región de Tesalia en el valle del río Pinios. El viaje en el automóvil ha sido largo desde Sofía, la capital de Bulgaria, en donde me reuní con quien seria mi compañero de aventuras. Los Monasterios de Meteora están clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988 y están construidos en las

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cumbres de impresionantes torres y montículos de un conglomerado gris tallado por la erosión. Se encuentran habitados desde el siglo XV y es uno de los centros importantes del monacato ortodoxo griego. En sus inícios, los monjes que aquí habitaban eran subidos envueltos en una malla a través de sistema de poleas. Entre los monasterios mas famosos se encuentran los de Roussanou y el Gran Meteoron. Nadie sabe exactamente como llego la primera persona. Ya en el siglo XI se realizaron construcciones por los eremitas y una cruz encontrada en la cumbre del Espíritu Santo y que fue erigida en 1348, demuestra que ya en esos tiempos se escalaba por lo menos un V y sin cuerda!

Nuestra primera ruta es la Südwestkante, un V de 4 largos abierta ya en el año 1976 y que se encuentra en la formación del Ambaria, a orillas del camino entre Kastraki y Kalambaka. Durante la aproximación me impresiona ver una tortuga caminando al lado del corto sendero que nos lleva a la pared. Encabezo el primer largo y recién puedo comprender todos los comentarios y advertencias que había escuchado. Seguros muy lejos y un conglomerado con agarres que parecieran salirse en cualquier momento, hacen que la escalada sea con mucha precaución. El resto de la ruta fue aun peor, aunque la dificultad no pasaba de un IV grado, había momentos en que solo una chapa protegía los 45 metros del largo.

Encuentro con la realidad Nos instalamos en el pueblo de Kastraki por un costo 7 euros diarios en el camping Vrachos, popular lugar en donde se alojan la mayoría de los escaladores durante la temporada alta de trepa en los meses de abril y mayo. Estamos en invierno y el camping está prácticamente vacío, los días son cortos y en las noches hace un frío húmedo que me recuerda a Chiloé o Patagonia.

El autor escalando en Himmelsleiter, un VI en la pared Ypsilotera. La escalada en Meteora transcurre por roca conglomerada y seguros alejados. Rodrigo Fica

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En la cumbre el panorama es lo contrario, y la belleza sublime del lugar nos deja maravillados. En el libro de cumbre registramos nuestra ascensión entre medio de notas en griego de los escaladores locales. La vista y la cercanía de los pueblos le dan un toque surrealista al paisaje mientras rapeleamos con el sol del atardecer.

En la mañana, mientras Rodrigo prepara el desayuno yo me ocupo de ver las posibilidades de escalar revisando la guía de escalada de la zona. La escalada en Meteora es casi infinita y existen más de 600 rutas de hasta 300 metros. El equipamiento necesario consiste en cuerdas dobles, varias cintas express, empotradotes y friends. Existen dos guías de Meteora; Meteora Climbing and Hiking 1986 y Meteora Climbing Band II 2000, ambas escritas por Heinz Lothaz Stutte y Dietrich Hassee. Dietrich es el pionero de la escalada en esta zona y el autor de muchas de las vías también. Este alemán de la región de Sajonia, desde donde trajo una estricta ética a la zona y que expresa en las reglas publicadas en su guía; las rutas deben abrirse solamente desde abajo, nuevas rutas deben asegurarse con adecuado numero de bolts y clavos, equipo mecanizado como friends y ganchos deben ser evitados, solo debe usarse empotradotes y excéntricos, no usar magnesio y no escalar en las formaciones en donde se encuentra los monasterios. Esta última regla es la más importante ya que afecta más allá de la comunidad de escaladores.


Ortodoxia Vertical Terminamos el desayuno y nos dirigimos a otra clásica de la zona en la pared del Doupiani. Oskante es la ruta elegida, una linda arista que promete un poco mas de verticalidad y lo mejor, belleza estética por una linda arista. Tomo la punta en el primer largo y nuevamente el expuesto estilo se hace notar, tres chapas en 40 metros es para encomendarse a los monjes de los monasterios, aunque la escalada es de IIIº una caída puede ser seria. Rodrigo continua por el resto de la ruta y la arista gana verticalidad y dificultad. El ultimo largo es el más bonito y difícil un VIº, con bellos movimientos técnicos de equilibrio en los pequeños cantos del conglomerado.

Las rocas de Meteora comenzaron a ser habitadas durante el siglo IX por monjes eremitas que deseaban una vida dedicada a la oración y la reflexión alejados del mundo. En sus inicios, al monasterio de Roussanou, fundado en 1545, sólo se podía acceder a través de sistemas de poleas que se controlaban desde las alturas de los edificaciones. Las cuerdas se reemplazaban cuando Dios lo decidía, ósea cuando se rompían. Darío Arancibia

Al llegar a la cumbre nuevamente quedo maravillado, y empiezo a pensar que es más bonita la vista desde estas torres que la escalada misma. Al dia siguiente nuestra nueva ruta del día seria la Sudostwand, nuevamente en el Doupiani. Escalamos los primeros largos mientras nos toma unas fotografías Callie, una viajera canadiense que conocimos la noche anterior y con quien compartiríamos unos días en el camping y en las aproximaciones a las paredes.

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Arriba, Darío Arancibia leyendo el libro de cumbre en el Ambaria luego de escalar la Südwestkante, su primera ruta en Meteora. El pueblo de Kalambaka contrasta con las formaciones del Aghia y el Pixari. Rodrigo Fica Izquierda, Rodrigo Fica en el segundo largo de la Ostkante en el Doupiani, una de las rutas más clásicas de la zona. Darío Arancibia

Al llegar el crux de la ruta, un A0 seguido de un expuesto runout de varios metros, no pudimos pasar, así que decidimos bajar en medio de un frío y ventoso atardecer. Después de las escaladas las tardes la pasamos en el pueblo recorriéndolo, comiendo o simplemente comprando las cosas para el próximo día, que incluía el infaltable queso de Feta griego. Llega la noche de navidad y el amanecer del 25 es especial, con unas madrugadoras campanas de los monasterios que inundan el ambiente de una espiritual y armónica música, provenientes de esas ancestrales campanas. Es turno de la pared Ypsilotera, en donde elegimos una ruta un poco mas sostenida, pero cuando ya estábamos en el tercer largo, ya de menor dificultad, apareció el nuevamente la realidad de Meteora, un largo vertical de 40 metros sin ninguna chapa hasta el anclaje. Finalmente decidimos hacer un travers a otra ruta y seguimos por lo menos protegido por un par de chapas hasta la cumbre que queda justo al frente del monasterio del Gran Meteoron en

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donde teníamos unos especiales espectadores. Los siguientes días pasaron entre la espera del termino de la lluvia, degustación de los tradicionales y contundentes Gyros, trekking por las paredes y una visita a las rutas cortas y mejor equipadas del Batalogianni. Se nos acaba el tiempo de estadía, por lo que decidimos intentar nuevamente la Sudostwand (VIº A0) en el Doupiani. Esta ruta tiene 6 largos y figura con 3 estrellas en la guía de Meteora por lo que promete una linda escalada. Rodrigo nuevamente encabeza el primer largo y luego yo continúo por dos mas, ya estamos acostumbrados a la escalada y condiciones del lugar. El día es soleado y agradable. Rodrigo encabeza la travesía del largo clave y logra llegar a la reunión. Un largo más y mi compañero se aprontan a escalar la chimenea final, que la supera con una estética escalada de extensión protegiéndose entre alejadas chapas y algunos friends que logra colocar. Cuando nos reunimos en el anclaje, estamos muy con-

tentos y un poco nostálgicos, sabemos que es nuestra última vista desde esos lugares. Es hora de partir así que abordamos el vehiculo. Una ultima mirada hacia el pueblo de Kalambaka y las formaciones de Meteora, es la despedida y el comienzo de nuevos rumbos, aventuras, descubrimientos y aprendizajes. Esta tierra mágica me deja grabado algo especial y muy profundo. A veces los mitos y las realidades pueden ser una misma cosa, solo que tenemos que saber descubrirlas y apreciarlas, al igual que nuestros sueños de aventura y escalada. AGRADECIMIENTOS: Agradezco a la FEDERACIÓN DE ANDINISMO DE CHILE, el auspicio y la ayuda de LIPPI, BEAL, ZAMBERLAN y la tienda JUST CLIMB por su visión en el apoyo al deporte de montaña. También quiero agradecer al colectivo “Abriendo Huella” y de manera muy especial a mis amigos y compañeros de escalada y aventuras, Rodrigo Fica y Sandra Arias.



EURO TRIP Por Nicolás Palma

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Bitácora exhaustiva de un viaje de aplinismo Era un 4 de Junio de 2009 cuando me bajé del avión en

el aeropuerto de Paris y mi amigo deportista Didier (de sólo 62 años) ya me estaba esperando. Recorrimos la

capital francesa y luego tomamos un tren en dirección a Annecy, pasamos a buscar su auto y nos dirigimos rumbo a Chamonix, el corazón de los Alpes franceses.


Una mirada panorámica al Oberland suizo desde la afilada arista del Nicolás Palma. Mönch.

Escalada en Chamonix e Italia Durante los primeros días en Chamonix, logramos la ascensión a la Aiguille du Tour y un par de escaladas en roca. A mediados de Junio el clima empeoró por lo que decidimos irnos al sur de los Alpes, en Italia, donde disfrutamos de la abundante nieve que todavía quedaba y que nos permitió subir con esquíes en randonee a la cima del Ghilie (2.998 msnm), desde donde se puede observar el mar mediterráneo.

Después de una semana en el sector decidimos volver a Chamonix. De vuelta en el Valle y con mejor clima, un amigo de Didier me invito a escalar el Pilier rouge de Blaitiere. La escalada comienza en el teleférico Plan de L’Aiguille y después de 40 minutos de aproximación se llega a la base del pilar, donde comienza la ruta Nabot León (TD). Rodeados por glaciares y gigantescas paredes de grani-

to, escalamos los 200 metros de la vía sin mayor dificultad. Bajamos en rápel hasta el comienzo de la vía y volvimos caminando al teleférico que nos llevó de vuelta a Chamonix. Al siguiente día, tomé el primer teleférico hasta la cumbre de la Aiguille du Midi, donde en solitario disfruté de la hermosa travesía hasta la Aiguille du Plan. Me tomó 2,5 horas llegar a esta pequeña y bonita

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Cada día, desde el amanecer, decenas de escaladores buscan la cumbre del Mont Blanc por la arista de Gouter. Al frente: Didier subiendo por el corredor Whymper de la Aiguille Verte. Nicolás Palma

aguja de granito, donde se puede disfrutar del hermoso paisaje… Al regreso, cronometré el mismo tiempo y por idéntica ruta, hasta el teleférico para volver a Chamonix. Mont Blanc. Luego de dos días de mal tiempo, que sirvieron para organizar el equipo de montaña, nos dirigimos rumbo a la cima del Mont Blanc. Tomamos el tren que nos dejó a los pies de la Aiguille du Goûter y después de algunas horas logramos subir y llegar al refugio. Esa tarde fue lluviosa, pero cuando nos levantamos a las 4 a.m. del siguiente día, el cielo estaba completamente despejado y estrellado. Después del desayuno comenzamos a caminar con Didier, quién continuaba liderando (al igual que en las demás ascensiones) por la arista de Goûter. Nos demoramos cuatro horas en llegar al techo de los Alpes, el

Mont Blanc (4.807 msnm). Después de las respectivas fotos y de disfrutar de la hermosa vista, comenzamos a bajar por la arista de los Tres Montes hacia el teleférico de la Aiguille du Midi. A mitad del descenso me di el tiempo para subir el Mont Maudit (en solitario), el cual queda muy cerca de la ruta, para después continuar descendiendo junto a Didier que me estaba esperando. Un par de días de descanso en el Chalet de Argentiere y nos dirigimos rumbo al refugio de Couvercle, en el corazón del macizo del Mont Blanc y frente a la famosa cara norte de Les Grandes Jorasses. Ahí estuvimos tres días, dentro de los cuales aprovechamos de escalar parte del corredor Whymper de la Aiguille Verte y la arista sur de la Aiguille du Moine. Cuando regre-

samos a Chamonix, pasamos a almorzar al pequeño refugio Leschaux, donde se puede observar -aún más de cerca- la imponente cara norte de Les Grandes Jorasses. Chapelle de la Gliere De vuelta en Chamonix, Didier, un amigo suyo y yo, fuimos a escalar la Chapelle de la Gliere, en el sector de las Aiguille Rouges, frente al macizo del Mont Blanc. Ahí hicimos siete horas de variada y entretenida escalada en roca por fisuras, placas y diedros que nos llevó a la pequeña cumbre de la Chapelle. Bajamos en rápel y seguimos un sendero que nos llevó de vuelta a Chamonix Los siguientes días fueron de escaladas en roca, hasta que con Didier decidimos dirigirnos al norte de Italia, al macizo del Monte Rosa.

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Los montes Eiger y Mönch, dos clásicos alpinos, mirados desde el oeste. Oberland, Suiza. A la derecha El cara norte del eiger desde el pueblo de La Kleine Scheidegg. Oberland, Suiza. Página siguiente: El autor rumbo a la cumbre del Matterhorn por la Arista del Leon. Italia. Colección Nicolás Palma

Al llegar nos recibió el mal clima por lo que sólo logramos subir al Breithorn por la ruta normal y luego nos dirigimos al sur, a la zona de Cuneo, donde el clima es mejor. Fue así como llegamos a Valdieri, un pequeño pueblo al sur de la ciudad de Cuneo, en medio de los Alpes. Argentera Ya habíamos pensado subir la Argentera (3.287 msnm), la cumbre más alta del fin de los Alpes, por lo que nos dirigimos al bivouac Varrone, a los pies del canalón de Lourouza, el cual ascendimos en la madrugada siguiente para llegar a la cumbre norte de la Argentera. Desde ésta hicimos una expuesta travesía hacia la cumbre sur que es la más alta. Diez horas en total desde el bivouac. El regreso fue por la ruta normal, mucho más fácil, hasta el auto que habíamos dejado en el valle. Corno Stella Muy temprano al día siguiente, me pasaron a buscar para ir a escalar el Corno Stella (3.050 msnm), una mítica montaña de altas y verticales paredes, que fue la última en ser escalada en el sur de los Alpes. Mi cordada era un Italiano amigo de Didier, quién decidió combinar dos rutas para llegar a

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la cumbre. Comenzamos con Adrenaline (TD+), una vertical pared lisa que llega a la verdadera pared del Corno. Desde ahí seguimos por Campia (TD), una bonita ruta de escalada tradicional que seguimos hasta la cumbre de esta grandiosa montaña. Una vez en la parte más alta pude observar todo el macizo de la Argentera y lo que había escalado con Didier el día anterior. Antes de volver a Francia con Didier, subimos al Monviso (3.841 msnm) que se encuentra hacia el Noroeste de Cuneo y que se dice que es una de las montañas más bellas de los Alpes. Luego de disfrutar de unos días de sol y playa en Annecy, nos dirigimos a Grindelwald, una ciudad en medio de las montañas del Oberland Suizo. Desde esta ciudad tomamos el famoso tren que pasa por dentro de la cara norte del Eiger y que llega a la estación de trenes más alta de Europa: Jungfraujoch (3.454 msnm). Desde la estación nos dirigimos al refugio a los pies del Mönch (3.650 msnm) y como estaba pronosticado mal tiempo sólo teníamos dos días para intentar subir y fue así que el miércoles 5 de Agosto de 2009 lográbamos hacer cumbre en el gigantesco Jungfrau (4158 msnm), una de las

montañas más famosas del Oberland. El siguiente día, lo aprovechamos para subir al Fiescherhorn, otro cuatro mil del sector, pero como regresamos temprano al refugio y ese era el último día de buen tiempo, decidí tomar rumbo hacia el Mönch (en solitario). Me tomó 52 minutos, por la arista de la ruta normal, llegar hasta la cumbre (4.107 msnm), donde pude ver muy de cerca el Eiger. Finalmente regresé al refugio, donde Didier me estaba esperando. De bajada en el tren, paramos en el pequeño pueblo “Kleine Scheidegg”, donde pudimos ver los más de 1500 metros de la impresionante cara norte del Eiger. Más tarde continuamos bajando hasta “Grindelwald”, donde tomamos el auto y volvimos a Annecy. Matterhorn Sólo nos estaba faltando el famoso Matterhorn (Cervino), así que nos dirigimos rumbo a Cervinia -en Italia- a los pies del Matterhorn por el lado Italiano. Dormimos en la bella Cervinia y temprano por la mañana nos dirigimos hacia el refugio de Carrel en la Arista del León, la arista Italiana al Matterhorn. Más de seis horas por


terreno delicado nos tomó llegar al refugio. Sabía que el siguiente día sería aún más exigente por lo que fuimos a dormir temprano. A las 4:00 a.m. empezábamos a caminar. Mucha gente ya había partido y otros recién comenzaban a despertar. La ascensión fue muy larga. La mayor parte de la ruta transcurrió sobre roca a excepción de algunos tramos nevados. Y así fue como tras largas once horas de escalada lográbamos llegar con Didier a la cumbre de esta mítica y famosa montaña. Un par de fotos con la característica cruz y comenzamos el descenso por la arista de Hörnli hacia Suiza. Más de seis horas bajando por la arista y lográbamos llegar al refugio de emergencia, llamado Solvey que se encuentra a los 4.000 msnm en medio de la arista. La larga noche pasó lentamente, dormimos en el suelo y sin nada para abrigarnos mas que nuestras mochilas, ya que las pocas camas que había estaban ocupadas. Al fin, los primeros rayos del sol comenzaban a calentar y rápidamente nos levantamos para continuar bajando por la arista. Mientras nosotros descendíamos, cientos de personas comenzaban a subir… Luego de cuatro horas llegamos al refugio Hörnli a los pies de la arista, donde comimos un rico almuer-

zo para luego ir a tomar el teleférico que nos llevó hasta la ciudad de Zermatt. Luego de casi una semana de permanencia en la moderna y turística ciudad, disfrutando de la comida Suiza y de toda la historia ligada al alpinismo, dejamos Zermatt tomando el tren del Gornergrat, el cual nos dejó al comienzo del trekking que hicimos para llegar al refugio del Monte Rosa, Suiza.

ciudad tuvimos que ascender hasta una cumbre llamada Castor (4.228 msnm), pudiendo así salir del macizo del Monte Rosa. Finalmente llegamos de noche a nuestro auto y nos fuimos directamente a Annecy, en Francia. Ya se había acabado el tiempo y era fines de agosto. La última semana la aproveché al máximo conociendo los Pirineos, viajando entre Andorra y el País Vasco. Y fue así que logré descubrir gran parte de esta hermosa y diferente cadena montañosa.

Monte Rosa De madrugada comenzó la jornada. Al comienzo seguimos una morrena hasta el principio del glaciar, ingresar a éste fue difícil ya que tuvimos que atravesar un gigantesco campo de grietas el cual se acabó al llegar al Plateau. Ocho horas desde el refugio nos tomó llegar a la Dufourspitze (4.634 msnm), la cumbre del Monte Rosa. La típica cruz metálica y una placa nos recibían en la rocosa cima. El descenso lo hicimos hacia Italia pasando por la Zumsteinspitze (4.563 msnm), para luego subir a la cumbre de la Signalkuppe, donde se encuentra el refugio Regina Margherita, el más alto de Europa (4.554 msnm).

AGRADECIMIENTOS: Para cerrar, deseo agradecer el constante apoyo que he recibo de parte de mis amigos de la Asociación de Guías de Turismo Aventura de Pucón (AGTA) y a José Ignacio Morales -y la marca Patagonia- quienes me han ayudado a equiparme para éste y otros viajes.

Castor La siguiente mañana dejamos el refugio en dirección a Cervinia. Para llegar a la

En el siguiente link pueden encontrar más fotos y detalles de ésta y otras salidas: www.palma-meyer.blogspot.com

Finalmente, y un día antes de dejar Francia, pude pasar por Fontainebleau para conocer uno de los lugares más famosos del mundo para practicar Búlder.

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Fernando Quevedo controla el pataleo sobre dos regletas en el crux de Wasabi (8b). Mateo Barrenengoa 48


El Chaltén

Búlder en el Corazón de la Patagonia Por Sergio Quiroga y Fernando Quevedo

En marzo del 2009 don Mateo Barrenengoa comenzó a correr el rumor en Santiago de lo grosa que es la zona de búlder en el Chaltén. Luego sólo bastaría que publicara sus fotos en facebook para que un grupo de santiaguinos fanáticos de los bloques comenzamos a manejar un nuevo destino para las vacaciones de 2010. Los primeros en concretar dicho proyecto fueron el Feña Quevedo, Raúl Ravanal y Elisa Peraldi. La fecha, los primeros días de febrero, aseguraba buen tiempo, asique de a poco se fueron sumando más bloqueros a este destino para escalar entre amigos y aprovechar un encuentro de búlder en roca todos juntos. Al final, fuimos catorce escaladores santiaguinos gozando de los búlders, caminatas y paisajes inigualables del escondido pueblo del Chaltén. La delegación contaba también con Mateo Barrenengoa, Sergio “keko” Quiroga, Laura Ferro, Soho y Facundo Langbehn, Lucas Gaona, Cristóbal Vidal, Benjamín Lira, Daniela Acosta, Agustín Cabrera y Nicolás Zambrano. Un poco de historia. El Chaltén fue fundado en 1985, en terrenos donados por el Parque Nacional Los Glaciares, con el objetivo de marcar soberanía política debido a los desacuerdos limítrofes entre Chile y Argentina por el sector de Campos de Hielo Sur. Lejos de ese tenso período, hoy el Chaltén goza de una tranquilidad única y de un entorno privilegiado para la practica de todas las disciplinas de la escalada. La amabilidad de sus habitantes y buena onda de los turistas genera una extraña sensación de relajo-activo. Escalas, caminas, miras, comes y duermes…esa es la rutina, aunque es difícil repetir algo ya que hay mucho de todo como para quedarse pegado en una sola atracción.

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Arriba: El Chaltén no es sólo grandes paredes, cada año recibe a cientos de escaladores de todas las latitudes en busca del búlder patagónico. A la derecha desde arriba: Facundo Langbehn en El péndulo (7c+/8a), en el sector Rombos. Lucas Gaona en la partida de una travesía sin nombre (8a). Cristóbal Vidal en Un regletón (7a+). Mateo Barrenengoa

El lugar es sencillamente espectacular, un Parque Nacional muy bien cuidado en la Patagonia Argentina, un pueblo completamente abastecido de todo lo que uno puede querer y, lo más importante, una infinidad de bloques con búlders de distintas dificultades y estilos, la mayoría bastante cerca del pueblo. ¡A morir! Con más de 24 horas de viaje cada uno, a medida que el grupo se completaba empezában a caer los bloques más cercanos al pueblo, algunos más exigentes de entre V8 y V9 y los más ambiciosos empezarían a trabajar duros proyectos, algunos con éxito y otros que se quedarán esperando para otra visita. Todo esto nos serviría, además, para confirmar el grado de los búlders en zonas chilenas, ya que en Chaltén casi todos los búlders más duros son abiertos y graduados por fuertes escaladores extranjeros. Ya el primer día en el pueblo estableció la rutina: agarrar los crash pads y seguir los caminos para encontrar y probar la mayor cantidad de búlders posible. Afortunadamente, pudimos repetir este proceso casi to todos los días, ya que que tuvimos suerte y el clima nos lo permitió. En total diez de doce días de escalada, nada mal ¿verdad?. Avanzaban las vacaciones y no era mucho lo que se había encadenado de los proyectos más

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duros, pero estaba claro que alguno de ellos debía irse con nosotros a Santiago y no descansaríamos hasta que así fuera. Y lo fue. De a poco empezaron a caer los V8 como La Nerca, encadenado por Lucas Gaona, Facundo Langbehn, Soho Langbehn, Sergio Quiroga, Cristóbal Vidal, Benjamín Lira y Fernando Quevedo. También Osama encadenado por Fernando, Mateo Barrenengoa, Raúl Ravanal y Cristóbal Vidal. Con esto, la comitiva chilena dio comienzo a una serie de encadenamientos bien interesantes entre los que podemos nombrar una travesía sin nombre, encadenada por Facundo Langbehn y Fernando Quevedo, y Wasabi, donde mandaron Lucas Gaona, Facundo Langbehn, Sergio Quiroga y el mismo Feña. Los buenos resultados de los primeros días nos habían despertado la inquietud de pasar al siguiente nivel y encadenar algún búlder muy duro. Fue entonces cuando Sergio Quiroga encadena una chacalidad llamada Gillette, que sólo había sido encadenada por su abridor Iker Pou y que estaba graduada en V13. Esta hazaña se convertía en el búlder más duro encadenado por un chileno y nos dejaba a todos muy motivados para terminar todo lo que se estaba trabajando. Con todo el ímpetu, al otro día Fernando se fue directo a su objetivo, el que después de varios intentos y en un pegue lleno de inspiración se convirtió en su primer V10: Gato Negro.


Sergio “Keko� Quiroda apretando todas las partes de su cuerpo en El pendulo (7c+/8a). Mateo Barrenengoa

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Facundo Langbehn , en un duro 8a en el sector de La Vaca Muerta. Mateo Barrenengoa. Abajo, Soho Langbehn y Lucas Gaona, en la salida de un 7a+ en el sector de El Diedro. Sergio Quiroga. Al Frente: Amanece en el Parque Nacional Los Glaciares. Mateo Barrenengoa

Después de eso, Lucas Gaona encadena un búlder sin grado definido, pero luego de discutirlo con otros escaladores decidimos que no podía ser menos que un V11 (otros intentaron y no pudieron ni con el primer paso, era muy duro). Eran los últimos días y las fuerzas empezaban a disminuir, no así las ganas de escalar, pero las heridas y la piel desgastada de nuestras manos nos daban cuenta de que nos quedaban muy pocos intentos. Todos seguíamos escalando, pero muy atentos a lo que estaba realizando Facundo en un búlder que más parecía una ruta por la cantidad de movimientos. Era difícil de principio a fin, lo tuvo casi, pero para esta vez no sería. Un V13 que no se dejó, pero todos sabemos que es sólo cosa de tiempo, porque de los que estábamos, él era el mas capacitado para lograrlo. La calidad de la escalada, la hospitalidad del puebo y el ambiente que se generó entre los

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escaladores fue increíble. Sin duda, El Chaltén es uno de los mejores destinos para la escalada en verano. Otra cosa linda de mencionar fue encontrar a muchos escaladores deportivos chilenos y argentinos de los 80s y 90s que aún siguen muy ligados a la vida en la montaña. El Capi, Milena Gómez, Lucas Kopke, Seba y Manu de Buenos Aires, Andrés Labarca, María Paz Tapia, son sólo algunos. Ellos siguen ligados desde distintos planos con esta disciplina y siempre tienen las ganas de ponerse las zapas de escalada y mandarse algún búlder o una ruta tradicional, muchas veces nada fácil y, por si fuera poco, llevan a sus hijos por este hermoso camino. Un especial saludo a esas personas con las que compartimos tantas veces y con los que la escalada siempre te vuelve a juntar. También gracias a todos los chilenos que estuvimos en este viaje, en el que además de pasar buenos momentos logramos encadenar


Algo más… Por Mateo Barrenengoa 22:30 horas, bajamos del bus.Ya era demasiado tarde para ver las paredes. Mirar hacia el Torre, el Fitz, la Poincenot y otras agujas es para mi lo primero y más urgente cuando llego al pueblo. El Torre es esquivo hasta para poder mirarlo. Pasaron alrededor de cuatro días antes de que se dejara ver entremedio de un mar de nubes. A pesar de este increíble panorama de kilómetros de altura y granito perfecto, nuestras cumbres no superaban los cinco metros y los 20 minutos caminando desde cualquier bar –todos muy bien abastecidos de cerveza y pizza artesanal- a los que asistíamos con bastante responsabilidad y frecuencia después de cada sesión de búlder (aunque a veces antes y durante). Es la dura realidad de la escalada patagónica, aquel que planee un viaje a esas latitudes piénselo dos veces, las condiciones son adversas. Fuimos testigos de la mejor ventana del verano en mitad de febrero. Muy temprano veíamos cordadas con grandes petates, piolets y todo el equipo necesario para escalar las paredes que este año presentaban más nieve de lo normal. Al mismo tiempo,

nosotros emprendíamos una dura travesía de 20 minutos por un sendero -en el que extrañamente la mayoría de sus transeúntes superaban con creces los 70 años- hasta Matzen, uno de los sectores de búlder que rodean al pueblo. El buen tiempo no hacía más que darnos la oportunidad de escalar hasta que la piel manifestara de manera muy explícita que debíamos parar. A veces le hacíamos caso… otras, reprimíamos sus sangrientas protestas con un poco de cinta para dedos. Muchos pensarán que búlder en roca es sinónimo de imposible o muy duro, pero la verdad es que el panorama es distinto. Basta decir que con el correr de los días ya no nos sorprendía ver niños de tres años escalando a cuatro metros de los hermanos Huber. La variedad de grados y estilos es una de las características más representativas del sector -no olvidemos que también hay más de 200 rutas equipadas alrededor del pueblo para el que quiera subir un poquito más. Llegar a Chaltén es en sí una travesía desde nuestro querido Santiago, por lo que a continuación van los datos prácticos para organizar el viaje.

Volar hasta Punta Arenas tiene un valor de entre 60 y 100 mil pesos si se compra con relativa anticipación. Una vez ahí, lo ideal es tomar un bus a Puerto Natales ($5000 aprox.), para luego emprender rumbo a Calafate, Argentina ($10.000 sólo ida). Este tramo parte muy temprano y se tarda unas cinco o seis horas en hacer destino. Para terminar, el viaje Calafate – Chaltén ($13.000 sólo ida) tarda alrededor de tres a cuatro horas. En Chaltén hay bastantes hostales y hoteles, pero muchos escaladores optamos por los camping ubicados en el centro que cuentan con lo necesario para una agradable estadía. Para comer, la calle principal alberga un montón de sitios que ofrecen pizzas artesanales, pastas frescas o muy buenas carnes. También está la opción de acudir a uno de los tres supermercados para comprar alimentos y cocinar uno mismo. Eso sí, quien visite el pueblo de Chaltén no puede pasar por alto la panadería Lo de Aydee. Sus facturas pasaron a ser protagonistas de nuestro viaje tanto como lo fueron los búlders, la diferenta es que éstas se pueden acompañar de un chocolate caliente en un día de lluvia.

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Portafolio/

Reinhard Fichtinger Tengo 35 años y vivo en Innsbruck (Austria). En este momento trabajo como fotógrafo y abridor internacional de rutas. Empecé a escalar hace alrededor de 20 años y desde entonces siempre he tratado de capturar mis experiencias con la cámara. Aunque en ese entonces tomaba la escalada mucho más en serio que la fotografía y las fotos no eran tan buenas, en los últimos años las cosas han cambiado un poco y me he metido mucho más en serio en la fotografía. Hoy le dedico más tiempo a tomar fotos en los días de escalada y trato de tener una división clara entre los días de escalar y los días de fotografiar. Es mejor concentrarse en una cosa, por lo que no llevo la cámara cuando voy a la roca y no llevo las zapatillas cuando voy a tomar fotos.

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Creo que muchas cosas han cambiado en la fotografía de escalada (y en la fotografía en general) en los últimos años. Estoy contento de haber empezado con la fotografía antes de la revolución digital. Aprendí un montón en la era análoga, ya que cuando usas película, el proceso de planificar la imágen en tu mente es mucho más fuerte que en la fotografía digital. No ves el resultado en la pantalla, por lo que la foto existe en tu cabeza como la idealizaste, hasta que la revelas. Aunque uso mucho lo digital, todavía hago muchos de mis proyectos en formato análogo y cámaras de gran formato. No se si los resultados son mejores o no y se que casi siempre puedes lograr el mismo resultado con la digital, pero me gusta el trabajo con estas cámaras viejas y siempre tienes una aproximación distinta a la fotografía cuando sabes que cada disparo te costará 5 Euros…no te pones a apretar el botón como loco y empiezas a pensar un poco más. De todos modos, tenemos muchos otros beneficios gracias a la fotografía digital y las nuevas tecnologías, como por ejemplo los sistemas ultraligeros y portátiles de iluminación. Al final, lo importante es que el resultado coincida con tus expectativas. Cuando era joven, las fotos de escalada eran mi mayor fuente de inspiración y motivación para escalar. Mi meta ahora es lograr lo mismo en otras personas, para que se motiven a salir y escalar. Creo que la fotografía es un buen medio para lograr ese efecto. A veces puedes lograr, con un cuadro, lo mismo que con una película de 90 minutos.

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1 Jakob Schubert intentando un proyecto en Martinswand, cerca de Innsbruck, Austria. 2 El autor, Reinhard Fichtinger. 3 Berni Fiedler descansa en Hole in one, rocklands, Sudáfrica. 4 Tomas Mrazek escala un estadio de fútbol, Innsbruck, Austria. 5 Berni Fiedler nos inspira en Shoshaloza, rocklands de Sudáfrica. 6 Mark Amann en un proyecto de Zillertal, Austria.



Ciencia de Escalar

RITMOS Por Paula Gálvez • Ilustración por Francisca Villalón

Bajo la mayoría de lo que suponemos constante en nosotros y en el mundo que nos rodea, subyacen ritmos invisibles. La vida es un flujo continuo, pero el cambio no es caótico. La naturaleza rítmica de la vida en la tierra es, quizá, su propiedad más normal, a pesar de pasarse por alto. Aunque no podamos verlos o sentirlos, estamos rodeados de ritmos en la gravedad, los campos electromagnéticos, las ondas de luz, la presión del aire y del sonido. Todos los días, a medida que la tierra gira sobre su eje, vivimos el cambio de la luz y la oscuridad. El giro de la luna también mete a nuestra atmósfera en un ciclo de cambio. La noche sigue al día. Las estaciones cambian. Las mareas suben y bajan. Todos estos ritmos se observan en los animales y en las personas. También nosotros cambiamos, entrándonos sueño por la noche y estando activos durante el día. También nosotros exhibimos las rítmicas ondulaciones de nuestro planeta. Gay Gaer Luce, 1971 (1)

Pareciera que venimos programados para tener días buenos y días malos y que finalmente el cuerpo obedece por completo a los ritmos biológicos. En parte es cierto, pero lo que hacemos también afecta. Tal como cuando uno sale a bailar, conviene seguir el ritmo. Hay ciclos biológicos que duran más y otros menos. Los ritmos circadianos duran aproximadamente 24 horas, lo que coincide con un día. Entre ellos está la temperatura corporal, la respiración, frecuencia cardiaca, capacidad de reacción, coordinación, flexibilidad y capacidad física en general. Cuando nos despertamos en la mañana, sin ayuda del despertador, es porque la luz dio la señal de que un nuevo día comenzó. Pero hay otros factores que cambian los ciclos del día mismo, como la hora en que nos acostamos, la hora en que comemos, las actividades que realizamos y el ejercicio que hacemos. Cuando se hacen viajes con bruscos cambios de horario, se produce una desadaptación del cuerpo que se conoce como jet-lag y que puede tardar varios días en compensarse. Tal como el cuerpo tiene su hora preferida para cada función, rinde más en el deporte en ciertos periodos del año, del mes y del día. Supuestamente, en condiciones normales, el cuerpo rinde más durante la tarde, pero depende más del estado de ánimo, de la actividad y de cada perso-

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na. Hay quienes rinden más en las mañanas y otros en las tardes, incluso algunos en la noche (estoy hablando de rendimiento deportivo). Cuando hacemos deporte, estamos llevando al máximo nuestras capacidades físicas, es muy importante que el cuerpo y la mente estén en las mejores condiciones para rendir. Las actividades que requieren mucha resistencia física como el montañismo, se ven perjudicadas por biorritmos alterados. Lo complicado es que la mayoría de las ascensiones son de madrugada, quitando horas de sueño imprescindibles para el rendimiento. Hay que hacer todos los intentos por acostarse y levantarse más temprano los días previos para dar tiempo al cuerpo de que se adapte. Los ritmos son sincronizados en el cerebro, a través de los mismos mecanismos, pero cada persona tiene su propio ritmo. Uno de los principios básicos del entrenamiento, habla de la individualidad, lo que significa que los sistemas de cada cual tienen diferentes posibilidades, velocidades y adaptaciones, no todos tienen el mismo metabolismo, regulación nerviosa, endocrina ni capacidad muscular, como tampoco todos tienen el mismo temperamento. Venimos bastante condicionados de fábrica a pesar de que muchas veces luchemos contra nuestra propia naturaleza. Hablando de ritmos


realmente hay personas que son más lentas y otras más rápidas en todos los aspectos. Físicamente, no todos están hechos para ser buenos en todos los deportes, por las diferentes características propias de cada uno. Quienes se manejan bien en deportes de velocidad que contienen un movimiento rápido o una secuencia de ellos, tienen más fibras musculares rápidas que los que su fuerte es la resistencia. Por suerte, el montañismo y escalda nos da a todos la pòsibilidad, a diferencia de la mayoría de los deportes, dellevar su propio ritmo y lograr sus objetivos. La excepción a esto es la escalda de velocidad, en la que se compite contra el tiempo, y contra el que está al lado. En las largas aproximaciones o cuando se realizan expediciones con mucho peso, el ritmo es fundamental. Llevar un ritmo más rápido por ir siguiendo a alguien puede funcionar para rendir mejor, pero lo más probable es que te venga la “chiflota” y no puedas seguir. Ir demasiado lento, haciendo muchas paradas y no llegar nunca, es agotador sicológicamente. Tener horas encima una pesada mochila es un desgaste que tal vez se pueda minimizar con un mejor ritmo. Escalando, a pesar de que contemos con un asegurador de mucha paciencia, el pasar demasiado tiempo metido en una ruta, también es un desgaste físico. El ritmo propio de la escalada es pasar rápido los pasos difíciles y aprovechar los más fáciles para descansar. El descanso es parte del ritmo, pero para que realmente lo sea hay que posicionarse bien, tener buenos pies, soltar los brazos sacudiendo las manos para relajar los antebrazos, respirar, mirar lo que viene y no quedarse eternamente. Antes de retomar la ruta o en las pausas, hacer que baje la frecuencia cardiaca mejorará el rendimiento, se logra calmándonos, a través de respiraciones profundas y soltando la musculatura. No vayas en contra de tu propia naturaleza, descansa siempre que no te canses más, encuentra tu estilo en el deporte y acuérdate que siempre se puede mejorar la técnica, lo que te hará más económico.

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Consejos para seguir el ritmo: Cada deporte tiene su “timing”, lo que significa hacer cada movimiento en el momento preciso. La escalda también tiene su “timing” y hay que conocerlo.

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Aprende de los ciclos de tu cuerpo y trata de identificar las horas en las que rinde mejor. Seguir un ritmo relativamente normal de sueño te hace más eficaz, le permite al cuerpo tener mecanismos y adaptaciones para rendir mejor física y mentalmente. Intenta dormir 7 u 8 horas diarias, pero ¡de noche! La cafeína es de gran ayuda para mantenerte despierto y alerta durante el día. No agonices en la montaña, entrena y todo se te hará más fácil. (1) Amstrong L. 2000. Rendimiento en Ambientes Extremos, Ediciones Desnivel, pp 265.

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Comparativa:

Mochilas Por Armando M oraga

Oye!, escalamos el finde? wena choro!, donde vamos, vamos por el día?, su chilcazo, su Sn. Gabriel, a la engorda o a la mina?. Puchas, es que no tengo una mochila adecuada, o tengo una que no cabe todo o tengo una gigante, filo nomás, llevo todo colgando nomás, si total siempre llevo las cosas colgando no?!. En esta comparativa resolveremos muchas dudas referentes a las mochilas ideales para cada actividad que realicemos. No pretendemos que coleccionen mochilas, pero trataremos de entregarles una idea al respecto de lo que pueden elegir o tomar en cuenta para su próxima compra. Orientaremos esta comparativa según la capacidad, en litros. Material de construcción, específicamente referente a su resistencia. Acceso a los materiales y distribución de estos.

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Axios 35

Arc´teryx Canadá

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ochila liviana y respirable para actividaM des diarias como trekking. Pros: Capacidad adecuada para actividades de larga duración. Gracias a su sistema de suspensión provee gran ventilación. Aunque el fabricante no especifica su uso para escalada, es una buena opción por tamaño y comodidad al estar cargada. Los sectores de mayor desgaste son de materiales más resistentes y los otros tienen telas livianas. La tapa es removible y presenta acceso lateral por medio de un cierre (ziper) resistente y cómodo de traccionar. Observaciones: Ojo con petatearla o meter los camalots sin tener el cuidado correspondiente ya que no está diseñada para esos fines. Peso : 1220 gr Capacidad: 35 l Acceso: Superior y lateral

Prophet The North Face USA

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Mochila ligera de uso técnico para escalada de roca o hielo. Acceso rápido al equipo. Construida de Dyneema Uberfabric y Cordura de distintas densidades. Pros: Es cómoda cuando se le carga con todo o nada de equipo. Es una buena opción para personas que les guste la comodidad al cargar. Observaciones: El peso es elevado para su capacidad.

Cierzo 35

Arc´teryx Canadá

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Diseñada como mochila ultra ligera para ataque de cumbre o como mochila secundaria. Puede guardarse en su propia tapa y tiene respaldo de espuma removible. Pros: Capacidad adecuada para actividades de larga duración. Por su peso es la compañera ideal para escaladas con aproximación y alojada, donde no quieres cargar la mochila de expedición a la pared. Es una buena opción por tamaño. Presenta cintas laterales y una pieza de Hypalon que permite colocar materiales de escalada en el exterior, como el casco por ejemplo, que siempre es difícil cargar de buena manera en la mochila. La riñonera (cinta de la cadera) no interfiere con el arnés y es fácil de comprimir. Observaciones: Generalmente lo ultraligero no es ultra resistente, aunque esta mochila está bastante bien balanceada no tiene la resistencia de un petate. Por eso, hay que tener cuidado al usarla de esa forma o al meter los camalots sin tener el cuidado correspondiente.

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Crag Station Metolius USA

Galardonada por la revista Climbing, es lo último en mochilas para escalada. Diseñada como duffle para permitir un fácil acceso al equipo, las hombreras y riñonera se guardan para petatearla o transportarlo durante los viajes. Las hebillas de compresión laterofrontales son de aluminio y están garantizadas de por vida. Pros: Capacidad adecuada para actividades de larga duración. Por su resistencia y peso es la compañera ideal para escaladas donde tengamos que petatear o cargar una mochila. Es lo que necesitas si eres lo que llamamos un “manitos de hacha”. Presenta materiales y cintas de compresión con hebillas a prueba de todo. Aunque es transformable en petate, la sección de la cadera es más angosta que la de los hombros, por lo que se carga más cómodamente que uno de ellos. La riñonera no interfiere con el arnés. El material de construcción es muy resistente (nylon ballistic y Durathane™).

Aunque no las necesita -por su diseño y tamaño- no presenta cintas de ajuste en los hombros.

Observaciones: No hay, a menos que busques la comodidad de una mochila de expedición, que obviamente será más cómoda.

Peso: 580 gr.

Peso: 1200 gr.

Capacidad de carga: 35L.

Capacidad de carga: 41L.

Acceso: Superior

Acceso: Frontal

Ascent Marmot USA

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Mochila para actividades técnicas. Construida en Nylon Ballistic y PVC (el material de los petates). Pros: Materiales muy durables, para su uso y abuso. Cierre frontal de largo completo que permite fácil acceso. La riñonera es removible y trae loop porta materiales, lo que hace que sea cómoda para su uso en escalada y con arnés. Observaciones: No hay

Peso: 1775 gr.

Peso: 1588 gr.

Capacidad de carga: 45L.

Capacidad de carga: 40L.

Acceso: Superior

Acceso: Superior y frontal

Eiger Marmot USA

6

Mochila multipropósito, ideal para excursiones o salidas de esquí de montaña por el día. Pros: Panel frontal para guardar artículos que necesiten rápido acceso. Espaldar con buena ventilación para deportes aeróbicos o aproximaciones larguillas. Observaciones: La riñonera tiene bolsillos, que para escalada no son tan útiles, aunque para otras actividades va bien. Peso: 1332 gr. Capacidad de carga: 35L. Acceso: Superior.

(escalando)

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Guide 35+ Deuter Alemania

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Montbell Japón

Mutant 38 Osprey USA

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Esta mochila está construida para soportar encuentros con rocas y hielo. Tiene forma aerodinámica. Fabricada en Ballistic Duratex

Utilizable para cualquier tipo de actividad. Es

Esta mochila es una solución simple, fuerte

compatible con sistemas de hidratación. El respaldo de la mochila permite la libre circulación de aire.

y liviana para las aventuras alpinas cortas, o salidas de montaña de pocos días.

Pros: Es una buena opción por tamaño. Presenta cintas laterales y tapa desmontable. Permite colocar materiales de escalada en el exterior. La riñonera se puede remover, disminuyendo su peso drásticamente. El material es súper resistente, como los de antaño.

Pros: Protege la manguera del sistema de hidratación en un compartimiento especialmente diseñado para este fin.

Observaciones: Su diseño es un poco angosto, lo que puede jugar en contra de optimizar el espacio. Peso: 1650 gr.

Material resistente apto para escalada en roca. Observaciones: No hay Peso: 1500 gr.

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Chaltén

Pros: Súper liviana. El diseño permite un uso cómodo incluso con arnés puesto. Como parte de su estructura incluye una colchoneta plegable que sirve tanto para vivacs improvisado, como para sentarte en el suelo frío y duro. Observaciones:Todo lo que sube, tiene que bajar…esa es la ley de Newton. . Pero también todo lo que es liviano, tiende a ser más delicado. Pero debemos poner las prioridades primero. Peso: 950 gr.

Acceso: superior, por medio de cierre con doble carro

Acceso: Superior

Sphynx

El acceso al equipo se realiza fácilmente por la gran apertura que presenta.

Capacidad de carga: 41L.

Capacidad de carga: 35L.

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Black Diamond USA

Lippi Chile

Mochila liviana, sencilla, pero durable.

Mochila pequeña y versátil para escalada y

Capacidad de carga: 38L. Acceso: Superior

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Mountain Attack PRO 35+10 Low Alpine USA

siendo liviana. Posee una colchoneta interna removible para uso en vivacs. A la riñonera se le pueden poner mosquetones porta equipo.

salidas por el día. El gorro es incorporado y con bolsillos. Tiene un compartimiento central en malla con cierre y mallas laterales.

Mochila para alpinismo, escalada y activida-

Pros: Buena resistencia de sus materiales.

Pros: Material muy durable, construida en

Presenta refuerzos de Nylon Ballistic

Observaciones:La tapa es fija a la mochila, lo

nylon ballistic. La riñonera principal es remobile y la secundaria es una cinta de 20mm. para su uso con arnés.

Pros: Buena resistencia de sus materiales aún

Observaciones: Los mosquetones porta materiales pueden estorbar al momento de la escalada.

que no nos da alternativas al momento de querer fijar la cuerda por fuera. Las mallas laterales que presenta serán lo primero en dañarse en caso que la utilicemos para escalar.

des de montaña.

Es expandible, lo que permite cargar todo el equipo de escalada tradicional.

El acceso es angosto, lo que no nos hará más fácil la vida al momento de organizar el rack de escalada.

El acceso superior es muy angosto y el frontal no permite extraer material fácilmente desde el interior.

Observaciones: Puede costar un poquito relle-

El material sigue la regla de lo liviano.

Peso: No especificado por el fabricante.

El peso es elevado para su capacidad.

Peso: 1510 gr.

Capacidad de carga: 20L.

Peso: 1660 gr.

Capacidad de carga: 32L.

Acceso: Superior y frontal.

Capacidad de carga: 35L.

Acceso: Superior

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Rurui 45

nar bien todos los espacios, ya que su acceso puede ser más angosto de lo que uno quisiera.

Acceso: Superior


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(escalando)

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ALEX HONNOLD, BORNEO BIG WALL Foto: Jimmy Chin

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