REVISTA 180 N48
R E V I S TA 1 8 0
ARQ U ITEC TU R A • ARTE • D I S E Ñ O
ISSN: 0718-2309
NÚMERO 48 Diciembre 2021 ISSN: 0718-669X
7 8 04 6 1 2 1 9 0004
REVISTA 180 N48 ARQ U ITEC TU R A • ARTE • D I S E Ñ O
Revista 180 | año 21 | número 48 Publicación semestral | diciembre 2021 www.revista180.udp.cl Universidad Diego Portales Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño República 180 | Santiago | Chile | Código postal 8370074 Inscripción registro de propiedad intelectual Nº 148.814 ISSN 0718-2309 Director Mathias Klotz Editor Dr. Alberto Sato Coordinación editorial Francisca Apey Ramos Diseño Paola Irazábal Gutiérrez Asistente de diseño Camila Valencia Corrección de estilo Pilar Saavedra Imagen portada Beauty Salon (Salón de belleza) Ines Doujak y Oliver Ressler, obra de Giuseppe Campuzano y Miguel Ángel López, 2014.
Comité Editorial
Acreditaciones e indexaciones
Dr. Pedro Alonso | Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile
Thomson ISI: Arts and Humanities Citation Index.
Fréderic Bonnet | Ecole Nationale Supérieure D’Architecture Marne La Vallée París, Francia
Elsevier | SCOPUS
Dr. Manuel Delgado Ruiz | Universidad de Barcelona, España
ERIH Plus
Dr. Carlos Díaz Comas | Universidade Federal do Rio Grande do Sul Porto Alegre, Brasil Dra. Marina Gravier Garone | Intituto de Investigaciones Bibliográficas Universidad Nacional Autónoma de México, México Dra. Anna María Guasch | Universidad de Barcelona, España Francisco Liernur | Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, Argentina David Manguin | Ecole Nationale Supérieure D’Architecture Marne La Vallée, París, Francia Dr. Josep Muntañola | Universidad Politécnica de Cataluña, España Dr. Rodrigo Vera | Universidad de Chile, Santiago, Chile
Clarivate
Latindex
SciELO Miembro de Red ARLA, Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura. Esta revista recibe el apoyo de la Dirección de Extensión y Publicaciones de la Universidad Diego Portales.
Contacto revista180@udp.cl
REVISTA 180 N48 ARQ U ITEC TU R A • ARTE • D I S E Ñ O
ÍNDICE
Alberto Sato
EDITORIAL Paulina Varas y Francisco Godoy
Tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano.
06 08
[ wefts and murmurs in the stories of latin american art exhibitions ]
Hugo Felipe Idárraga Franco
Discriminación y colonialidad en la visión algorítmica. Abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas.
18
[ discrimination and coloniality in the algorithmic vision. artistic approaches for a critical review of people's classification ]
José de Nordenflycht
Una curadoría resilente: patrimonio ancestral y arte contemporáneo.
32
[ a resilient curatorship: ancestral heritage and contemporary art ]
Francisca García Barriga
Arqueologías de la mirada: reactivación crítica de la videoinstalación La Expulsión de Los Moros (1990) de Raúl Ruiz.
42
[ archaeologies of looking: critical reactivation of the video-installation the expulsion of the moors (1990) by Raúl Ruiz ]
Nicolás Trujillo Osorio y Dusan Cotoras Straub
Técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural. Hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes. [ cultural techniques and aesthetic tactics for a new natural contract. towards a third space from southern sensibilities ]
52
REVISTA 180
Josefina de La Maza
La trama abstracta: Paulina Brugnoli y el tapiz del Museo de Arte Contemporáneo.
66
[ the abstract weft: paulina brugnoli and the museo de arte contemporáneo’s tapestry ]
Sergio Andrés Ramírez Cadena
El experimento doméstico. Domesticidad y experimentación: la casa-laboratorio de Nicanor Parra.
74
[ the domestic experiment. domesticity and experimentation in the Nicanor Parra house-laboratory ]
Pablo Brugnoli, Francisco Díaz y Amarí Peliowski
La pluralidad de un concepto singular. “Casa Chilena: Imágenes domésticas” (2020).
90
[ the plurality of a singular concept. “chilean house: domestic images” (2020). ]
Alejandra Celedón Forster, Javier Correa Vergara y Nicolás Stutzin Donoso
The Plot: Milagro y Espejismo.
100
[ the plot: miracle and mirage ]
Bernardita Croxatto, Elena Blesa, Carolina Chacón, Isabel Ibáñez, Luisa Villegas, Guillermina Mongan, María José Muñoz y Sofía Tasara
Hacer(nos)fuego: una propuesta curatorial en curso. [ hacer(nos)fuego: a curatorial proposal in progress ]
110
EDITORIAL Alberto Sato, arq, MSc. Dr. Editor
de la museología , la museografía , la expografía y afines
El presente número temático obedece al interés por reunir un conjunto de investigaciones, experiencias y reflexiones acerca de un tema, atendiendo a la costumbre de un call of papers que, por una parte, convoca a especialistas de un área del conocimiento; pero también —y de manera temporal—, deja de ser un receptor amplio de la tarea de investigación y producción de saberes de quienes que, si bien no están motivados por la convocatoria, desarrollan con libertad e independencia sus temas de interés en su ritmo y oportunidad y buscan difundir sus trabajos. Esta edición tendrá, además, una versión impresa cuyo destino serán los anaqueles de las bibliotecas universitarias y públicas, con el objeto de fortalecer el significado del recinto de la biblioteca en su dimensión fáctica, olfativa, táctil, material y espacial, activando los sentidos para la experiencia plena del conocimiento.
presentes: “Los participantes han salido de sus salas de conferencias, para conocer algunos aspectos fundamentales dela vida chilena […] visitaron asentamientos campesinos, yacimientos de cobre […] recorrieron la periferia urbana de Santiago y […] centros turísticos” (Mostny, 1972, p. 3). A esta mesa redonda asistió De Varine, quien suscribió a esta visión integradora del papel que debían desempeñar los museos. La misma dirección siguieron la Declaratoria de Oaxtepec de 1984 y la Declaración de Caracas de 1992 en nuestro continente. Como resultado de estos intercambios, discusiones y acuerdos, la nueva museografía propuso modelos de museos comunitarios, vecinales, productivos, economuseos, ecomuseos, expandiendo el campo de la museística hacia una relación cada vez más cercana a la población1. En resumen, las acciones humanas y naturales, pasadas, presentes y futuras fueron objetos museables destinados al conocimiento del mundo y su mejoramiento. Transcurridos cincuenta años de esos primeros acuerdos, se pro-
Creemos que la publicación impresa es necesaria, desestimando la
dujeron los balances necesarios que dieron como resultado algunas
“muerte del libro” declarada con optimismo positivista hace un par
reconsideraciones en el área de la museografía, de las cuales, por
de décadas atrás (Chartier, 2007). De este modo, nuestra novedad
ejemplo, la proliferación o arquitecturización reencantada de la ins-
es: un numero temático y una edición impresa limitada.
titución museística da cuenta de su fortaleza y hegemonía sobre
Para la edición de este número especial, Revista 180 había convocado al curador Ramón Castillo a quien se debe el esfuerzo inicial. Sin embargo, por razones ajenas a la editorial, este no pudo continuar con la tarea y la revista completó su índice con el objeto de realizar un calificado state of the arts sobre el tema museográfico en Iberoamérica. No obstante estas precisiones, la museología, la museografía, la curaduría museográfica y la expografía constituyen términos configuradores de un tema centrado, sin duda, en la institución museística, y cada uno de ellos expone aristas que señalan su complejidad. En el caso de la presente edición, la mayor parte de los contenidos se refieren a investigaciones y experiencias de carácter museográfico y en ocasiones, expográficos.
las propuestas de “museos sin muros” y “salir a la calle”, tendientes a disolver las fronteras de un poder cultural expresado en las edificaciones. Pues bien, en 1977 se inauguró el Centro Pompidou y, a partir de entonces, proliferó la arquitectura de los museos y centros culturales, conformando en muchos casos hitos de la ciudad, uno de los cuales —el museo Guggenheim de Bilbao— modificó la imagen de la ciudad entera. En 2020 el Registro de Museos Iberoamericanos contabilizó 7.048 museos, excluyendo las colecciones museográficas, los museos comunitarios y los museos territoriales2. En el caso chileno, el Registro de Museos de Chile, RMC, hizo lo propio para 1981, llegando a 121 museos; en octubre de 2021 repitió el ejercicio y los resultados fueron: 142 museos públicos y 200 de carácter privado, es decir, 342, excluyendo los museos de sitio y comunitarios3. En cuarenta años,
A fin de contextualizar el tema que nos ocupa, se puede adelantar
el crecimiento se ha triplicado, la nueva museología debe recono-
que la búsqueda de consenso en nociones y conceptos en el campo
cer la preeminencia del edificio, aquel que guarda celosamente los
de los museos fue intentada por ICOM y resumida en el trabajo de compilación desarrollado por André Desvallées y François Mairesse (2010). Del mismo modo, un acercamiento a la llamada nueva museología de los años setenta extendió los alcances del museo hacia la participación más activa del público. Junto con esto, se propuso la desarquitecturización del museo, es decir, trascender el edificio con museos de sitio y acciones performativas en espacios públicos. En 1971, la IX Conferencia Internacional del ICOM, realizada en Grenoble, Francia, dio lugar al concepto de ecomuseo, neologismo propuesto por Hugues de Varine (2020) y daba cuenta del interés por el conocimiento y la divulgación de los recursos naturales y
trofeos, los testimonios y el conocimiento. La exclusividad atribuida a los museos confirma su rol social como agente “civilizador” del público masivo dirigido por las élites que los estudiosos de la nueva museología criticaron (Daston, 2005)4. En la actualidad, esta ambigüedad se manifiesta entre el edificio y la participación de la población en el sentido protagónico formulada en la célebre mesa redonda de 1972, cuyos presupuestos históricos proponían la preminencia de los intereses de la comunidad sobre el interés de las élites expresadas en los edificios. Visualizada actualmente: “la comunidad es una ‘propiedad’ de los sujetos que une: un atributo, una determinación, un predicado que los califica como pertenecientes al mismo conjunto… En todo caso se concibe a la comunidad como
su vinculación con las comunidades; en 1972, la UNESCO organizó
una cualidad que se agrega a su naturaleza de sujetos, haciéndo-
en Santiago de Chile una mesa redonda que constituyó un impor-
los también sujetos de comunidad” (Espósito, 2012, pp. 22-23). Pero
tante punto de partida para la nueva museología. Allí se introdujo
estas mismas razones explican la existencia de grupos, de conjun-
la noción de museo integral, destacada por la directora del Museo
tos identificados respecto de la totalidad, y si bien la inclusividad
Nacional de Historia Natural y pionera en el campo museológico en
es una legítima aspiración, la noción misma de comunidad la hace
Chile, la antropóloga Grete Mostny, que establecía las relaciones ne-
excluyente, así como una “comunidad científica”: “los vínculos entre
cesarias entre sociedad, patrimonio, historia, recursos y condiciones
los miembros de la comunidad científica están estrechamente
establecidos; tan estrechamente, que excluyen cualquier otro
actividades turísticas”. Turistas y comunidad vuelven a reeditarse
vínculo, por lo cual quizás no sea tan inadecuada la palabra ‘comu-
en la nueva museología donde la figura del funcionario, del curador
nidad’” (Daston, 2005, p. 132). De este modo, el interés depositado en
y del gestor cultural se ponen al servicio de la comunidad y, de esta
la comunidad ha llevado a confusiones y exclusiones que disuelven el
manera, el museo se constituye en uno de los dispositivos culturales
intento de universalidad.
más influyentes de la sociedad contemporánea.
Pero de aquella expansión temática, donde todo podía ser musea-
Para completar la escena y desde una perspectiva pragmática de
ble, se extrae la acción pedagógica incisiva que en la experiencia
museografía y expografía, hay aspectos como el embalaje y trans-
museística se internaliza. El aprendizaje logrado por medio de dicha
porte de piezas, la iluminación, la gráfica y señalética, la conservación
experiencia, la cual puede ser conducida por un docente o maestro,
y montaje, que forman parte del andamiaje museístico y permiten
se aproxima a las proposiciones pedagógicas constructivistas de
una buena o insatisfactoria exposición, además de un catálogo que
Lev Vigotski de los años de 1920 (Vigotski, 2019). Al respecto, es suge-
le da permanencia y se constituye en bibliografía referente.
rente que la propuesta consensuada acerca del conocimiento como herramienta de transformación, del aprendizaje como resolución de problemas, se entienda en museología como distintos modos de inclusión. En efecto, el otro, interviniendo con su memoria —individual o colectiva— participa en el relato de la interpretación histórica, patrimonial y tiene la finalidad de estimular la emocionalidad del usuario, en tanto que es partícipe de su construcción, es detonador de iniciativas y se proyecta para la acción. En resumen, resuena lejanamente que el conocimiento es para transformar la realidad. Citando La tesis 11 sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo” (Marx, 1938 [1848], p. 7). La emocionalidad y la sorpresa expográfica son estrategias dirigidas para producir cambios: así, otra vez el protagonismo del público tiende a romper la aparente pasividad de una muestra tradicional, donde se exhibían los trofeos de una conquista, de una usurpación o el recuerdo de una biografía heroica. La historia pública (Navajas Corral, 2020), construida por el usuario, constituye de este modo una de las bases para la transformación.
Quizás innecesario, este itemizado museístico tiene el propósito de señalar una ausencia que recientemente se está cubriendo: se trata de la atención a las emergencias y los siniestros, donde todavía el imaginario supone que uno de los momentos más riesgosos y escalofriantes para el patrimonio museístico es, ante un incendio, ver cuando llegan los bomberos con sus hachas, picotas y mangueras de alta presión. Sin embargo, al menos en Chile, la institución bomberil ya desarrolla protocolos detallados de protección colaborativa de piezas, edificio y personas que permiten salvaguardar el patrimonio en riesgo y también, sofocar el siniestro. Este avance en el campo bomberil no es suficientemente conocido, derriba algunos mitos e incorpora más actores en la tarea museística. Así y, en resumen, el propósito de esta nota editorial fue introducir algunos antecedentes de la museística en Iberoamérica y Chile y sus condiciones actuales, para que el líquido de las curadurías que se verá en este número no se separe del recipiente físico y conceptual que lo aloja.
Recordando una conversación con el docente y teórico del arte Luis Camnizer, al pie del Museo de la Memoria en Santiago, donde está registrada una frase que se grabó en su homenaje sobre una de las fachadas “El Museo es una Escuela”, le pregunté: ¿Pero no estás disolviendo a la institución escuela? No, me respondió: es una nueva escuela. En efecto, el proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentra en todas partes, y la escuela, así como la institución museística —desde la formulación de la New Museology hasta la actualidad—
notas al pie 1.
De Varine había preferido denominar museos comunitarios, más que ecomuseos (2020).
2. Ver más en el Registro de Museos Iberoamericanos: rmiberoamericanos.org 3. Revisar en Registro de Museos de Chile, RMC: registromuseoschile.cl 4. Para ahondar sobre el tema se puede revisar la edición del 24 de enero de 2015 de la revista EVE-Museology-Museum+Innovation
son revisadas en su rol social y político; y la educación es uno de sus propósitos, mucho más cuando los jóvenes son los más asiduos
referencias bibliográficas
visitantes de los museos.
Consejo Internacional de Monumentos y Sitios. (1999). Carta internacional sobre turismo cultural. Adoptada en la 12ª Asamblea General de México. Edición del autor.
La Carta de Principios para el tema “Museo y turismo cultural”, propuesta por ICOMOS en 1999 constituye una dimensión que necesariamente debía atenderse en tanto que el turista conforma otro grupo significativo de visitantes. En efecto, la agenda imprescindible de un turista que visita un país, región o ciudad, incluye la visita a sus museos, como si esta institución fuera capaz de explicar o mostrar el pasado y presente de un país, sus recursos y su cultura, casi prescindiendo de un paseo real. Sea por estas razones o por otras, el turismo merece atención. En su introducción, la Carta de Principios proponía: “En la medida en que el turista llegue a identificarse con el patrimonio, podrá tomar conciencia de su valor y de la importancia que reviste su conservación, convirtiéndose así en un aliado de los
Chartier, R. (2007). ¿La muerte del libro? Revista Co-herencia, 4(7), 119- 129. https://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/co-herencia/article/view/318 Daston, L. (2005). La objetividad y la comunidad cósmica. En G. Schröder y H. Breuninger (Coomp.), Teoría de la cultura (pp. 131-156). Fondo de Cultura Económica. De Varine, H. (2020). El ecomuseo singular y plural. ICOM. Desvallées, A. y Mairesse, F. (Coord). (2010). Conceptos claves de museología. Arman Colin; ICOM. Espósito, R. (2012). Communitas. Amorrortu. Marx, C. (1938). Obras escogidas. Tomo 1. Ediciones Europa-América. Edición original publicada en 1848.
ral, los museos deben promover la participación activa de las comu-
Navajas Corral, Ó. (2020). Historia pública y espacios de memoria traumática. Un análisis desde la experiencia de los museos del Reino Unido. Revista Her&mus, 21, 116-134. https://doi.org/10.34810/hermusn21id378130
nidades locales en el planeamiento de la gestión del patrimonio y las
Vigotski, L (2019). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Austral.
museos”; y el punto 3 señalaba: “En lo que respecta al turismo cultu-
Tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano1 [ wefts and murmurs in the stories of latin american art exhibitions ] paulina varas
·
francisco godoy *
* Paulina Varas2 Universidad Andrés Bello Santiago, Chile
> Cómo citar este artículo: Vargas, P. y Godoy, F. (2021). Tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano. Revista 180, (48), 08-17. http://dx.doi.org/10.32995/
* Francisco Godoy3 España
rev180.Num-47.(2021).art-977 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-977
REVISTA 180
Abstract: This text proposes a review of some land-
algunos hitos expositivos de arte latinoamericano, y
marks exhibitions of Latin American art, and at
a la vez la construcción de categorías identitarias de
the same time the construction of identity cat-
algunas prácticas artísticas de los años sesenta y
egories of some artistic practices of the sixties
setenta. Sobre la base de una revisión de las historias
and seventies. Based on a review of the histories
de exposiciones como “Global Conceptualism” (Nueva
of exhibitions such as “Global Conceptualism” (New
York, 1999) o “Heterotopías. Medio siglo sin-lugar:
York, 1999) or “Heterotopías. Medio siglo sin-lugar:
1918-1968” (Madrid, 2001), y de centros de arte como
1918-1968” (Madrid, 2001), and of art centers such as
el CAYC (Centro de Arte y Comunicación de Buenos
CAYC (Centro de Arte y Comunicación de Buenos
Aires), se reastrean denominaciones que ayudan a
Aires), we follow denominations that map a web of
mapear una trama de relaciones que operan como
relationships that operate as legitimizing marks
marcas legitimadoras de una cuota de diferencia
of a quota of difference from the countries of the
de los países de las experiferias. El texto propone la
former peripheries. The text proposes the impor-
importancia de revisar todos aquellos detalles que
tance of reviewing all those details that shaped,
conformaron, por ejemplo, la noción de conceptua-
for example, the notion of ideological conceptualism
lismo ideológico, los cuales fueron desmarcados de
which were unmarked from its initial logic, dated at
su lógica inicial, fechada en un momento específico
a specific time and continued to operate in expos-
y siguieron operando en lógicas expositivas después
itory logics after more than twenty years. Finally,
de más de veinte años. Finalmente, se propone pres-
it is proposed to pay attention to the wefts and
tar atención a las tramas y los murmullos que han
murmurs that have formed a solid platform for le-
configurado una sólida plataforma de legitimación de
gitimizing some discourses of power in the history
algunos discursos de poder en la historia de las ex-
of Latin American art exhibitions.
posiciones de arte latinoamericano. Palabras clave: arte latinoamericano, curatorial, genealogías
Keywords: curatorial, Latin american art, genealogy
P 09
Resumen: El presente texto propone una revisión de
introducción
el fin de las últimas secuelas del mayo del 68
anglosajón. Esta práctica de integración
Este ensayo propone una revisión de
francés. Se trató de un desencanto europeo
social suave de la diferencia racial y colonial
diversos hitos expositivos del arte latinoa-
respecto de los procesos izquierdistas de
tuvo su explosión institucional, tanto a
mericano para preguntarse, contemporá-
los sesenta y setenta, que también implica-
través de la creación de museos y centros
neamente, por las condiciones genealógicas
ron conflictos como regímenes dictatoriales
de arte, como de exposiciones que dieron un
en que circulan las obras de artistas de
y guerras civiles en países del entonces
giro hacia los márgenes de la producción ar-
América Latina en el escenario internacio-
denominado Tercer Mundo.
tística. En el marco de lo global, las buenas
nal. Desde esta revisión crítica pregunta-
Entre 1983 y 1989 se produjo el aparente
mos, ¿cuál es la relación entre la creación de categorías que designan prácticas y las lógicas de poder, capital y arte en el llamado arte latinoamericano? ¿Cómo han afecta-
mantelamiento de las dictaduras del Cono Sur. Incluso el año 1989 fue “una fecha que
daba al valor económico de las artes consideradas periféricas, su espectacularización y su desvinculación cultural.
marca para algunos analistas no sólo el
En los albores de 1989 en Estados Unidos,
final de la guerra fría sino el del propio siglo
este modelo se iba a transformar, por
XX” (Murría, 2000, p. 9). El llamado fin de la
ejemplo, mediante el ejercicio estratégico de
Guerra Fría —que fue más bien una “gue-
entrenar y contratar a una cadena de “cura-
rra caliente” para el Sur— es el símbolo del
dores latinoamericanos de arte latinoame-
triunfo del capitalismo global con la icónica
ricano” en el sistema del arte estadouniden-
caída del muro de Berlín y la subsiguiente
se, ello ocurrió a partir de la creación este
desintegración del bloque soviético. Este
año del primer puesto en el mundo llamado
trance de desactivación de los procesos
“Curator of Latin American Art” en el Blanton
de lucha de la izquierda histórica resultó
Museum of Art de Austin, que ocupó Mari
Los modelos expositivos que han marcado la
en un desplazamiento hacia una política
Carmen Ramírez.
segunda mitad del siglo XX señalan un siste-
de lo menor, en términos de lo biopolítico,
ma de ciclos, de defensa y alejamiento de “lo
lo cotidiano o lo minoritario, rescatándose
latinoamericano”, con vaivenes de intereses,
otras subjetividades que abrían un campo
poderes y capitales, que no ha finalizado.
de posibles cuando todo parecía imposible.
No es posible ver un nuevo escenario sin
Emergió una mirada hacia la alteridad que
tener a la mano una genealogía crítica de
más que incorporarla como un espacio de
ciertas exposiciones que han impuesto una
disenso frente a las grandes narrativas del
forma de ver las prácticas artísticas de los
poder hegemónico, lo que irá sucediendo
territorios de las denominadas excolonias.
será la irrupción de una nueva subjetividad
Consignar estas líneas de fuerza permitiría
a ser apropiada por las lógicas de la socie-
ver maneras de poner en cuestión las lógi-
dad del control (Deleuze, 2012).
do a las lógicas expositivas las formas de captura del mercado en el arte latinoamericano de los años setenta y ochenta hasta el día de hoy? Sobre este escenario vemos una necesaria revisión crítica que aporte una mirada más compleja de aquello que sigue operando como una noción territorial muchas veces restrictiva y colonial de las diferencias culturales.
REVISTA 180
fin de este invierno con el gradual des-
intenciones encubrían la potencia que se
cas de poder y el capital como un deseo que irrumpa en ese dominio simbólico de orden únicamente mercantil.
El proyecto expositivo y de investigación “Perder la forma humana”, curado por la Red de Conceptualismos del Sur (Amigo et al.,
Proponemos una revisión de diferentes
2012), dejó al descubierto que en América
hitos expositivos fechados en momentos
Latina esta resistencia biopolítica se articu-
específicos, donde podemos identificar el
ló a partir de nodos particulares de colecti-
uso de categorías que sustentan una mi-
vismo frente a los aparatos represores de
rada útil políticamente y mercantil del arte
las dictaduras. Esto fue activando la memo-
latinoamericano. Sobre la base de la revisión
ria de los largos ochenta latinoamericanos
de fuentes documentales e investigacio-
tomando como punto de partida el golpe de
nes previas, nos preguntamos si estas
Estado de Pinochet en Chile en 1973 y como
experiencias dan cuenta de una forma de
referencia de quiebre hacia otro ciclo polí-
operar que esté superada para dar cabida
tico y cultural, la insurgencia zapatista en
a otro escenario o es necesario aún seguir
1994. Fue tal la potencia simbólica del golpe
analizando estas categorizaciones para
militar chileno como cambio de paradigma
enfocarse críticamente en el presente y las
que su resultado desestabilizó lo definido
condiciones actuales de la circulación del
como verdad en la estructura dialéctica de
arte latinoamericano. Este texto pretende
la anterior división del mundo. Su violencia
trazar las condiciones y marcos referen-
sísmica iba a permitir una doble maniobra
ciales para apostar por la emergencia de
macabra al dejar camino libre al capital para
nuevas prácticas de crítica institucional o
subsumir y canalizar gran parte del poten-
crítica al sistema de exposiciones de arte
cial desestabilizador de esas otras subjeti-
latinoamericano, que deberían considerar
vidades. Mientras se diseñaba un proyecto
las tramas y murmullos4 que circulan en sus
global de múltiples minorías, se exacerbaban
historias.
también unos nacionalismos eurocéntricos
la invención y el boom del arte latinoamericano
que sustentaban una xenofobia institucional y cotidiana.
de los ochenta a los cuarenta , de ida y vuelta en el neocolonialismo estadounidense
Es posible proponer que fue el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), en su colección y exposiciones, el que construyó las narrativas y selección de obras que sustentan la noción internacional de arte latinoamericano. Este constructo creado en 1943 por los Estados Unidos respondía a las relaciones que establecía entonces con las repúblicas del Sur. El interés del MoMA por este estuvo presente desde su origen. En 1931, Diego Rivera tuvo una exposición individual en el museo con récord total de público, 57.000 visitantes. En 1933 se presentaron las exposiciones “Color Reproductions of Mexican Frescoes by Diego Rivera” y “American Sources of Modern (Aztec, Mayan, Incan)”. En esta última se presentaron elementos que conformarían las supuestas fuentes precolombinas del arte moderno. Además, es necesario considerar que el Metropolitan Museum ya había realizado en 1930 la exposición “Mexican Art”. Todas estas operaciones fueron ratificadas y potenciadas por la Conferencia Panamericana de 1936 realizada en Buenos Aires. El MoMA, al principio, no tuvo una iniciativa de exhibición temporal, sino que de colección. Abarcando una mayor cantidad de países, el MoMA culminaba este primer momento de apogeo latinoamericano estadounidense en 1943 con la exposición “The Latin American Collection of the Museum of Modern Art”. Con esta colección se abría el período más activo de adquisiciones de arte latinoamericano del museo: se compraron 195 obras contempo-
La década de los años ochenta fue llamada
El sistema regulador de la nueva política
ráneas, a las que se sumaban veintinueve
por Félix Guattari (1998) como los “años de
hegemónica neoliberal resonó fuertemen-
obras modernas de artistas como Torres-
invierno”, al referirse al enfriamiento ideoló-
te en la explosión global de los discursos
García, Figari o Ponce de León donadas por
gico que sufrieron los países europeos con
multiculturales que, por entonces, estaban
particulares y/o gobiernos. Para adquirir
la consolidación global del neoliberalismo y
entrando en crisis a nivel local en el ámbito
las obras, el MoMA contrató a Lincoln
paulina varas
·
francisco godoy
Kirstein como curador y consultor en arte
los ochenta, cuando comenzó a circular
sobre la diferencia y preguntarse por los
latinoamericano del museo entre 1942 y
en ferias y bienales internacionales. Tal
modos de circulación de lo latinoamerica-
1943, aunque este no era un conocedor del
situación fue modificando las ideas precon-
no en el ámbito internacional, el cual había
tema ni hablaba castellano y/o portugués.
cebidas sobre este lugar y, aparentemente,
sido hasta entonces pauteado desde los
Kirstein llegó a ese puesto por interme-
modificando los esencialismos. “Lo artístico
centros; estas iniciativas querían poner en
diación de Nelson Rockefeller, en un esce-
latinoamericano fue (y sigue siendo a veces)
cuestión la imagen de alteridad elaborada
nario donde alternativamente el curador
considerado en términos esencialistas,
por estos sobre la producción artística en
debía ir como militar a la guerra. En 1942,
como designando una realidad homogénea
Latinoamérica. Ejemplos de este interés
Kirstein viajaría por cinco meses y medio a
y compacta expresable en formas parti-
por la circulación de obras de artistas de
Latinoamérica, visitando Argentina, Brasil,
culares” (Escobar, 1997, p. 14), esto es, que el
América Latina son; por un lado, la crea-
Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay y
latinoamericanismo, en tanto proyección
ción de la Bienal de la Habana, que no solo
México. En dichos lugares, Kirstein intentó
regional de los nacionalismos —basados
se ocupó de exhibir las producciones de
alejarse lo máximo posible de las institu-
en las relaciones con un pasado indígena,
artistas latinoamericanos, sino también de
ciones locales, incluso ocultando que sus
conflictos coloniales, mestizajes, procesos
generar mesas de debate con intelectua-
adquisiciones eran para el MoMA.
transculturales, dependencia económi-
les de los distintos países como manera de
En el contexto bélico, el concepto arte
ca y cultural, etc.— construiría imágenes
ir construyendo insumos teóricos para la
identitarias específicas en un territorio
problematización de lo latinoamericano; por
común. Esta mirada es la que finalmente
otro, la realización de exposiciones como
fue aplanando, en numerosas ocasiones, las
“Ante América”, que contó con la curadu-
diferencias o disidencias internas a la hora
ría de Gerardo Mosquera, Carolina Ponce
incluso de hacer circular un tipo de arte
de León y Rachel Weiss y fue realizada en
específico de estos lugares por los centros,
Bogotá con itinerancia a Estados Unidos, y
pues las expectativas sobre la identidad se
“Encounters/Displacements. Luis Camnitzer,
presentaban adelantadas a las mismas pro-
Alfredo Jaar, Cildo Meireles”, curada por
ducciones de los artistas, cuyos resultados
Mari Carmen Ramírez y Beverly Adams en la
esencialistas no lograban cumplir. Escobar
Archer M. Huntington Art Gallery en 1992.
latinoamericano derivó de una utilización política estratégica de Estados Unidos de unificación de América Latina como buen vecino del sur. No se trataba de un invento de Kirstein. El agente curatorial era más bien incidental en relación con las necesidades políticas y económicas de Estados Unidos. De ahí que unos cuantos críticos insistieran en las motivaciones subterráneas existentes en el interés por el arte del Sur. Con sus propias motivaciones políticas, esta serie de exposiciones constituyó un primer momento de densidad en el interés por el arte latinoamericano en Estados consolidaba la idea de un arte propio de América Latina separado del Norte, cuya fuerza en la narración central del museo se vería mermada tras la salida de Barr de la dirección. Si bien Yúdice ha identificado en la década de los ochenta el “momentum muy
férico en grandes mercados y exhibiciones se da como el resultado de su inclusión en el momento global desde la fetichización del término “diferente”. En este encuadre, el “otro” de hoy es el “subalterno” de ayer; el “buen salvaje” de anteayer, quizá. Se ha señalado ya con suficiencia el riesgo multiculturalista de idealizar lo pluridentitario latinoamericano en cuanto versión posmoderna de lo real maravilloso empaquetado
desde el conceptualismo ideológico hasta global conceptualism
En específico, la comercialización del arte conceptual latinoamericano de los años sesenta y setenta ha pasado por un proceso de plusvalía con base en su “diferencia ideológica”, como marcaje geopolítico de una politicidad disidente con el modelo euro-norteamericano. En gran parte, esta diferenciación estratégica va a partir de la noción de conceptualismo ideológico que
particular estadounidense que tiende hacia
(Escobar, 1997).
la absorción globalizante de la diversidad de
De lo curatorial al mercado del arte hay un
español Simón Marchán Fiz (1997). El problema
solo paso. En 1980 y 1981 las casas de arte
que aquí radica es el esencialismo implícito.
Sotheby’s y Christie’s, respectivamente,
¿Podría haber emergido un conceptualismo
comenzaron las subastas de arte latinoa-
tautológico en América Latina que sea mos-
mericano y el mercado general del arte vivió
trado en las exposiciones? Y al revés, ¿es po-
una revitalización especulativa fundamental
sible pensar en reconocer y exhibir concep-
en el período 1987-1989. En 1988 Christie’s
tualismos ideológicos en países del centro? El
realizó una gran subasta de obras lati-
problema a futuro será cómo desmarcar esa
Como una nomenclatura de resistencia en
noamericanas en su sede neoyorkina que
norma y generar una incidencia que interpele
el ámbito artístico, desde los años sesenta
le reportaron 4,4 millones de dólares. Y en
o se desmarque del canon de la historia del
se ha recuperado la noción de arte latinoa-
1989, el Museum of Mankind de Londres,
arte conceptual que fue normalizando una
mericano en América Latina como campo
al igual que Patricia Phelps de Cisneros,
diversidad de prácticas muy disímiles.
de enunciación. Tomando como referentes
participaron como advisors de la mues-
los movimientos libertarios de la filosofía
tra “Arte en Iberoamérica”, 1989. El museo
de la liberación, se comenzaron a proponer
albergó entre 1970 y 2004 las colecciones de
derivas del arte de, desde, contra y poslati-
África, América y Australia cuando la sede
noamericano. Concepciones simplistas de
central del British Museum decía no tener
que este es por “condición” un arte social
espacio suficiente para dichas colecciones.
han sido esgrimidas desde entonces a
Considerando el boom del arte latinoameri-
partir de su valor de contenido en cuanto
cano en el mercado de los Estados Unidos,
representatividad. Este asunto ha sido per-
Christie’s participó también como sponsor
petuado en distintos contextos expositivos
de la exposición.
identidades” (Yúdice, 1994, p. 901), podríamos decir que el mismo modelo se presentaba en los Estados Unidos de los cuarenta, configurando otro punto de inflexión a partir de la construcción de colecciones y la proliferación de exposiciones, tanto latinoamericanas como de otros espacios colonizados.
en Europa y Estados Unidos a lo largo de la
fue acuñada por el historiador del arte
Un antecedente certero para pensar los procesos de internacionalización, difusión y comercialización del arte conceptual producido en América Latina fue el CAYC. de Buenos Aires, liderado por el crítico y empresario argentino Jorge Glusberg5. Sus contenidos estuvieron focalizados en la idea de experimentalidad de las artes visuales en conexión con la ciencia y los estudios sociales, incluyendo un elemento
En los años noventa hubo un intenso inte-
interdisciplinar que se irá redefiniendo en
rés por la circulación del arte latinoameri-
los distintos momentos del centro en cuan-
Es importante destacar el arte latinoame-
cano a nivel internacional. Se realizaron una
to a los vínculos con las instituciones ar-
ricano como un arte de la llamada “expe-
serie de exposiciones y publicaciones que
tísticas, políticas y sociales. Desde el CAYC
riferia” después del denominado boom de
buscaban revertir la mirada esencialista
se realizaron numerosas exposiciones y
segunda mitad del siglo XX.
tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano
P 11
Unidos. Con la exposición del MoMA se
señalaba que la participación del arte peri-
Figura 1 Sección latinoamericana en “Global Conceptualism” Nota: Fotografía de Steven Jo, cortesía del Queens
REVISTA 180
Museum, Nueva York.
conferencias de diversos artistas e intelec-
España en 1972. Esta relación explica la re-
propuesta de Jorge Glusberg. Marchán Fiz
tuales del Norte global, que acudían a este
cepción de Marchán Fiz de todo el material
no conoce otras experiencias en América
centro porque proponía una relación directa
publicado por el CAYC y las ideas que porta-
Latina para la edición de su libro de 1972.
con nuevos lenguajes del arte internacional.
ban, como por ejemplo las relacionadas con
No es casual que esto ocurriese en Buenos
arte de sistemas o arte e ideología (títulos
Aires —una ciudad marcada desde el siglo
de algunas exposiciones del CAYC). Glusberg
XIX, con la llamada Campaña del desierto y
enviaba a Marchán Fiz todas las gacetillas y
la convocada inmigración italiana— que se
publicaciones que producía el CAYC, y desde
ha creído por ciertos grupos de poder como
esos envíos es que este se iba haciendo una
europea o se ha autopropuesto como el
idea de lo que sucedía en Argentina con las
territorio más cercano (racial, intelectual y
prácticas artísticas del momento.
arquitectónicamente) a lo europeo, es decir, a lo internacional (Giunta, 2001).
Marchán Fiz, en su libro identifica tres tendencias en el arte conceptual del mo-
Es importante tomar en cuenta la cronolo-
mento: la lingüística, la empírico-medial y el
gía de las exposiciones del CAYC y las pro-
conceptualismo ideológico. El autor escribe,
blemáticas que derivan de su constitución
a propósito del arte conceptual en socieda-
para fundar una visión crítica de la imagen
des que entiende como periféricas, pero que
que va a representar en el arte internacio-
están marcadas por una historia y relación
nal y que va a colaborar en la conformación
colonial, como España y Argentina, el posible
de la idea sobre los conceptualismos lati-
desborde de las tautologías y la inserción en
noamericanos como enmarcados en esta
sistemas sociales más amplios. Marchán Fiz,
tradición ideológica señalada por Marchán Fiz (1997). Los folletos y gacetillas del CAYC eran escritos en español y traducidos al inglés, dando cuenta del interés de Glusberg de la circulación internacional de esta información. Mediante su difusión allende las fronteras argentinas, Glusberg se encargó personalmente de que las actividades del CAYC obtuvieran desde el inicio resonancia
en su mirada neocolonial de español, se refiere únicamente a las manifestaciones de dos países, España y Argentina. Las referencias son el CAYC y el itinerario que dio como resultado lo que se denominó Tucumán Arde. Simón Marchán Fiz ejemplifica la edición de 1974 de su libro con casos concretos de exposiciones en el CAYC de Buenos Aires:
Así es como el conceptualismo ideológico desde esta mirada neocolonialista de Marchán Fiz se expande como una fuente primordial para la curadora Mari Carmen Ramírez, quien lo menciona de manera programática por primera vez en 1993 en el catálogo de la exposición “Blue Print Circuits: Conceptual Art and Politics in Latin America”. El primer problema es que Ramírez va a emplear conceptualismo ideológico para referirse a artistas de diversos países de América Latina que irá unificando en relación con la adscripción de sus prácticas bajo esta noción. En la propuesta de Ramírez, en primer lugar, se expanden las ideas del conceptualismo ideológico planteadas por Marchán Fiz con los ejemplos de Argentina y España hasta otros ejemplos abarcando más países como Chile, Brasil y Uruguay, donde vuelve a instalar estas prácticas como una “subrama” del conceptualismo canónico, una diferencia esencial determinada por un contexto que las transforma en un vínculo directo y unívoco. Es allí donde aparece la necesidad
las muestras de “Arte e ideología en 1972”;
de pensar la inscripción del conceptualismo
“Homenaje a Salvador Allende”, pensada
ideológico en la problemática de lo global, que
En la ciudad de Madrid en 1972, la editorial
para septiembre de 1973; “Video-alternativo”,
vacía su sentido crítico inicial de esas prác-
Comunicación de Madrid publicó la primera
realizada en 1974 y “Arte de sistemas de
ticas porque deja de lado las especificidades
edición del libro de Simón Marchán Fiz Del
Latinoamérica”, llevada a cabo en Amberes
locales y la resistencia de muchas de tales
arte objetual al arte de concepto. Las artes
el mismo año. El autor deja en claro que los
prácticas artísticas por entrar en los relatos
plásticas desde 1960. El libro recogía una se-
ejemplos están sometidos a la informa-
hegemónicos de arte para convertirse en un
rie de episodios de prácticas artísticas ex-
ción que va recopilando: “En Argentina se
canon. Sin las particularidades locales no se
perimentales que sucedían en el momento.
ha hablado de un conceptualismo ideoló-
puede abordar críticamente ni exhibir con
Simón Marchán Fiz entró en contacto con
gico, aplicado a diversas manifestaciones”
cierta coherencia contextual la producción
Glusberg cuando este hizo su primer viaje a
(1997, p. 326), aseveración que se refiere a la
del conceptualismo en América Latina.
más allá de las fronteras nacionales.
paulina varas
·
francisco godoy
Figura 2 Portada del catálogo de la exposición “Global Conceptualism. Points of Origin, 1950s-1980s” Nota: Fotografía de Steven Jo, cortesía del Queens Museum, Nueva York.
la exposición “global conceptualism ”
En 1999, Mari Carmen Ramírez es invitada por Luis Camnitzer a ser curadora de la sección latinoamericana de la exposición 1950s-1980s” en la cual ella solo exhibió obras de artistas de nacionalidad argentina y brasileña (Figura 1). En esa ocasión Ramírez escribirá un texto para el catálogo que recuperará ideas de otra exposición anterior titulada “Blueprint Circuits: Conceptual Art and Politics in Latin America” (1993), pero lo complejizará en este nuevo escenario de los conceptualismos globales. El anterior texto que evocaba los conceptualismos ideológicos se enraizaba en una exposición de corte colonialista que se valía de las lógicas internacionalistas para validar su repercusión crítica, una inclusión de las diferencias que operaba de manera aséptica con las disidencias en medio de un escenario de celebraciones nacionalistas desde la mirada estadounidense del MoMA. En este caso, la exposición “Global Conceptualism: Points of Origin, 1950s-1980s” fue parte de un proyecto que implicó revisiones de los relatos canónicos y suscitó una serie de críticas externas e internas —a las que nos referiremos en detalle en el siguiente epígrafe—. Del mismo modo, va a ser realizada desde
demarcaciones geográficas ahora
zonas, las cuales a su vez estuvieron a
pueden parecer casuales, pero en el
cargo cada una de un curador (Figura 2). Se
momento que estaban interesados
trató de una revisión del arte conceptual
en poner adelante la información so-
con las propuestas de diversas regiones
bre las actividades conceptualistas
que no fueran solo estadounidenses o
de los cuales éramos conscientes, y
inglesas. Los ensayos fueron realizados por
en invitar a curadores que sabíamos
autores que habían trabajado sobre la pre-
estaban trabajando con este tema
sencia del arte conceptual en sus regiones
(p. 4).
y las obras de los artistas se correspondían al período mencionado en el título de la exposición. La idea para cada curador fue analizar las prácticas del conceptualismo según dos momentos: el primero, desde
En ese sentido Farver recuerda las contradicciones internas del grupo respecto de pensar estos vínculos “entre” los conceptualismos globales, y señala:
fines de los años cincuenta hasta 1973 y, el
Mientras que un número de cura-
segundo, desde mediados de los setenta
dores estaban familiarizados de las
hasta los años ochenta. Según esta división
actividades conceptualistas no solo
cronológica, Camnitzer ha señalado: “Lo
en sus propias áreas, sino también
que importaba era que determinadas crisis
en los EE. UU. y Europa, la mayoría
generaron respuestas que para evitar la represión adoptaron formas desmaterializadas que ayudaban a la comunicación rápida y directa con un mínimo de erosión de la información transmitida” (Camnitzer, 2008, citado en Davis, 2008, p. 31), oponiéndose a la periodificación de los conceptualismos anglonorteamericanos dentro del esquema 1965-1975, y siguiendo las rutas que permitían los relojes locales de las obras incluidas en esta exposición.
el contexto estadounidense, pero en una
La manera de acceder a la información
periferia del centro de poder de Nueva York
sobre los episodios exhibidos chocaba con
como es el Museo de Queens, cuyas ambi-
las alternativas de conocer en profundidad
ciones fueron desmarcarse de lo que hasta
la investigación de estos episodios a nivel
el momento se definía como arte concep-
local, como señala Jane Farver (2015). Para
tual hegemónico.
invitar a los curadores de la exposición:
no podía hablar sobre lo que había ocurrido en las regiones vecinas a la suya (2015, p. 5). Sobre esta cuestión surgen preguntas referidas a las posibilidades de articulación interna de la exposición como un nuevo escenario de incidencia de un discurso que incluya esas historias locales. Entonces, ¿cómo se dieron estas vinculaciones entre las provincias del conceptualismo global? “Global Conceptualism: Points of Origin, 1950s-1980s” fue considerada por algunos críticos como un “acto de piratería histórica”, sobre todo por la reducida representación estadounidense con relación a otras secciones. En todo caso Rachel Weiss propone que el sentido global de la exposi-
La curaduría de la exposición “Global
Nos basamos en exposiciones que
Conceptualism: Points of Origin,
habíamos visto, lo que habíamos
Las secciones estaban articuladas según
1950s-1980s” en Nueva York, estuvo a cargo
leído, y las recomendaciones de cole-
las posibilidades argumentativas para estos
de Luis Camnitzer, Jane Farver y Rachel
gas para armar nuestro equipo. Las
conceptualismos: artistas que trabajaban
ción no estaba pensado como un consenso.
tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano
P 13
“Global Conceptualism: Points of Origin,
Weiss, y dividió el territorio global en once
las dimensiones de clase del arte y su rela-
El proyecto fue financiado en parte por la
este vivía su boom. En 1992, Ramírez pre-
ción con el capital y el mercantilismo; otros
Sociedad Estatal España Nuevo Milenio.
sentó junto a Beverly Adams la exposición
que se centraban en el dinero, presentando
La coordinación general estuvo a cargo
“Encounters- displacements”, con obras de
una corriente marxista; una línea de artis-
de Octavio Zaya y Marta González, jefa
Cildo Meireles, Alfredo Jaar y Luis Camnitzer
tas que trabajaban a través de documentos
de exposiciones. Para el montaje de las
en el Blanton Museum, conmemorando el V
de identidad; y, finalmente, agrupaciones
exposiciones viajaron a Madrid los nueve
Centenario y los treinta años de la colección
basadas en metodologías artísticas como
curadores, dos responsables de la empresa
latinoamericana de la universidad. Dentro
campañas colectivas, procesiones y accio-
BNV desde Sevilla que se hicieron cargo del
de este panorama, colaboró también con el
nes públicas.
diseño de montaje de dos de las exposicio-
texto sobre arte conceptual de la exposi-
nes y veintiocho artistas para quienes se
ción “Artistas latinoamericanos del siglo
habilitaron en el museo tres despachos de
XX” que curó Waldo Rasmussen del MoMA
trabajo. Para “Eztétyka del sueño” viajaron
para la Exposición Universal de Sevilla.
Cildo Meireles, Doris Salcedo, Victor Grippo,
Luis Camnitzer fue crítico con la selección
Luis Camnitzer, Gonzalo Díaz, María Teresa
de obras conceptuales allí presentadas,
Hincapié, Artur Barrio, Meyer Vaisman, José
indicando que funcionaron con el objetivo
Antonio Hernández-Díez y Juan Fernando
de dislocar la historia del arte conceptual
Herrán. Para “No es sólo lo que ves…”, Rivane
latinoamericano una década después. En
Neuschwanger, María Fernanda Cardoso,
los años venideros, Ramírez participó en
Willem Boshoff, Wim Delvoye, Mona Hatum
publicaciones hoy paradigmáticas del arte
y Santiago Sierra. Para “Más allá del docu-
latinoamericano y la historia de las ex-
mento”, Carlos Garaicoa, Alfredo Jaar, Bibi
posiciones como Beyond the Fantastic y
Calderaro, Julio Grinbiatt, Rochelle Costi,
Thinking About Exhibitions, en 1995 y 1996,
Eugenio Dittborn y Miguel Río Branco. Para
respectivamente.
Esta muestra planteaba el desarrollo de formas de conceptualismo en regiones diferentes a las tratadas únicamente por el canon histórico hasta el momento y se propuso dentro de sus objetivos, según palabras de Mari Carmen Ramírez: revitalizar el modelo hegemónico con el cual se había visto el conceptualismo que siempre se planteaba en términos del modelo central, sea estadounidense o inglés. Al demostrar que eso solamente fue una manifestación regional de un fenómeno mucho más amplio y que se dio en un contexto global (citada en Zamudio-
REVISTA 180
Taylor, 1997, p. 31). la exposición
“ versiones del sur”
"Versiones del Sur" ha sido sin lugar a dudas el proyecto expositivo más grande montado en el Estado español en relación con el arte latinoamericano. Involucró a varios equipos curatoriales, movilizó un ingente número de obras, cercano a las setecientas piezas, y utilizó todos los espacios de exposición temporal con los que el Museo Reina Sofía contaba en ese momento, incluidos los dos palacios del parque del Retiro. El proyecto general fue concebido por el curador canario Octavio Zaya, a partir de la invitación de José Guirao, director del museo entonces. Zaya propuso a Guirao la participación de una serie de curadores latinoamericanos para que
“F(r)icciones”, Francis Alÿs, Iran do Espírito Santo, Jac Leirner y Valeska Soarez. Para “Heterotopías…” solo viajaron los curadores y Carlos Cruz-Díez.
selección de obras latinoamericanas, aportó
introdujo otro problema presente en el pro-
para el catálogo un ensayo. Titulado Tactics
yecto en relación con ese presunto mosai-
of Thriving on Adversity: Conceptualism in
co cultural, ya que era conflictivo el cruce
Latin America, 1960-1980, el texto vino a
posible de artistas de renombre entre las
mostrar la existencia de un “Latin American
exposiciones:
model” del conceptualismo heredero de
No creo que se pueda súbitamente conceptuar una exposición de amplitud, como sobre el arte de América Latina, en una reunión de dos días. El problema está en que quizás varios segmentos presenten los mismos artistas, lo que se debería minimizar (Amaral, 1998, s.p.).
yecto contara con cinco exposiciones-ensa-
a González en los siguientes términos: “Yo
yos paralelas, y una adenda.
no sé cómo insistirte y expresarte que, por
tos que ahí se presentaban: “Más allá del documento”, curado por Octavio Zaya y Mónica Amor; “Heteretopías: medio siglo sin-lugar, 1916-1968”, curado por Mari Carmen Ramírez y Héctor Olea; “No es sólo lo que ves. Pervirtiendo el minimalismo”, curado por Gerardo Mosquera y “F(r)icciones”, curado por Ivo Mesquita y Adriano Pedrosa. Se inauguró ese día también el primero de los
que se desarrolló de forma paralela a “Versiones del Sur”. Ramírez, además de la
Por su parte, Amor planteó su preocupación
en el edificio Sabatini los cuatro proyec-
latinoamericana de “Global Conceptualism”
En correspondencia con Guirao, Amaral
colaborasen en la iniciativa. De ahí que el pro-
El 12 de diciembre de 2000 se inauguraron
Recordemos el rol de Ramírez en la sección
el bien del proyecto, su seriedad y prestigio internacional, las muestras no deberían repetir artistas” (Amor, 1999, s.p.) Finalmente se buscó no repetir a los artistas, aunque no se consiguió. Con mucho más humor e ironía, Ivo Mesquita escribió un mensaje a Mari Carmen Ramírez indicando: “Nuestro problema de promiscuidad de obras se ha agravado y el incesto pone en riesgo a nuestros hijos” (Mesquita, 2000). la exposición “heterotopías . medio siglo
los planteamientos ideológicos de Jorge Glusberg y Simón Marchán Fiz. Allí también propuso tres “constelaciones” del arte conceptual: 1960-1974 en Brasil, Argentina y los latinoamericanos en Nueva York; 1975-1980 en Chile, Colombia, Venezuela y México; y otra para los últimos ochenta y comienzos de los noventa. Dicho texto fue ampliado para la constelación conceptual de “Heterotopías…”. De forma paralela al desarrollo de “Heterotopías…” (Figuras 3 y 4) en Madrid se creó en Houston el Departamento de Arte Latinoamericano del Museum of Fine Arts. Ramírez se hizo cargo del mismo al volver a Estados Unidos. Tres años después de haber dejado su antiguo cargo en Austin, el curador Gabriel Pérez-Barreiros fue quien tomó su relevo. Este planteó un giro curatorial a la propuesta de Ramírez, intentando correr el velo de segregación entre arte latinoamericano e internacional. Para ello, integró la colección latinoamericana con
proyectos latinoamericanos del Espacio Uno
sin - lugar: 1918-1968 ”
con Mujeres Creando y el organismo RhR.
La propuesta de Ramírez para el Blanton,
Por motivos presupuestarios, el 23 de enero
tanto con la colección como las exposicio-
de 2001 se inauguró la última de las exposi-
nes temporales, fue trazar espacialmente
ciones, “Eztétyka del sueño”, en los palacios
en el museo una historia del arte latinoame-
de Velázquez y Cristal, curada por Zaya y
ricano paralela a la euro-estadounidense.
Carlos Basualdo. Tras presentarse en Madrid
Al momento de ser invitada a colaborar con
ninguna de las exposiciones itineró, aunque
“Versiones del Sur”, Ramírez había desarro-
El nuevo espacio curatorial de Ramírez fue
sus efectos directos o indirectos en otros
llado una importante trayectoria enfocada
complementado con un centro de investi-
proyectos curatoriales resultan evidentes.
en el problema de lo latinoamericano cuando
gación, según pactó con Peter Marzio. Como
paulina varas
·
francisco godoy
la de arte europeo y estadounidense en el proyecto “American/Americans”. Así daba valor no solo al lugar de origen de los artistas sino también a su trayectoria de vida, indicando los lugares en los cuales estos desarrollaron su producción.
Figura 3 Imagen de la constelación conceptual de la exposición “Heterotopías: medio siglo sin-lugar, 1916-1968" Nota: Se aprecian allí obras de José Balmes, Waldemar Cordeiro y Óscar Bony. Fotografía de Joaquín Cortés/Román Lores, MNCARS. Figura 4 Constelación conceptual con el archivo de Tucumán Arde en la primera imagen y Leche de Ferrari Nota: Fotografías de Joaquín Cortés/Román Lores, MNCARS.
27/12/21 00:22
figura 3.jpg
P 15
https://drive.google.com/file/d/1rHBBCtduWrwaH3aGVYRTSMvSdwSmfRVB/view?ts=61c92029
1/1
tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano
La exposición texana fue dividida en seis
reconocimiento de Ramírez al año siguiente
constelaciones: “Universal y vernácu-
con el premio a la Excelencia en Curaduría del
la”, “Juego y dolor”, “Progresión y ruptura”,
Center for Curatorial Studies del Bard College
“Vibracional y estacionaria”, “Tocar y con-
y, por otro, su selección ese mismo año como
templar” y “Crípticos y comprometidos”. Si
una de las veinticinco personalidades hispa-
bien cambiaban los nombres, las constela-
nas más influyentes de los Estados Unidos
ciones y sus textos fueron prácticamente
según la revista Time.
los mismos que “Heterotopías…”, solo elimi-
conclusiones .
nando la primera constelación “Promotora. Universal y vernácula”; “Juego y dolor” y “Vibracional y estacionaria” contaron en el catálogo con los mismos textos teóricos que las constelaciones “Universalistaautóctona”, “Impugnadora” y “Cinética”, respectivamente. “Progresión y ruptura” se correspondió con la constelación “Constructiva”, ampliada con un texto más de Ramírez. “Tocar y contemplar” se correspondió con la constelación “Óptico-háptica” y fue acompañada por los mismos textos con un cambio: en lugar de Pérez-Oramas sobre Reverón se incluyó un texto de Saúl Yurkiévich sobre Julio Le Parc. Finalmente, “Crípticos y comprometidos” se corres-
REVISTA 180
pondía con la constelación “Conceptual”, Figura 5
contando con los mismos textos teóricos
Portada del catálogo “Heterotopías.
menos el de Fantoni. La selección de obras
Medio siglo sin-lugar: 1918-1968”
fue prácticamente idéntica. Solo se aña-
Nota: Fotografía de Steven Jo, cortesía del Queens
dieron obras que no habían podido incluir
Museum, Nueva York.
en Madrid, como Orozco en la constelación
una trama de complejidades hasta hoy
Como hemos revisando en este artículo hay una cronología de líneas de fuerza que han marcado efectos discursivos, narrativos y formas de poder en relación con algunas exposiciones de arte latinoamericano hasta el día de hoy. Si en los años cuarenta se inventó lo latinoamericano desde EE. UU, en los años sesenta y setenta se creó una reivindicación latinoamericanista. En los ochenta y noventa el mercado hizo lo suyo construyendo una economía menor de la periferia. La pregunta que aparece bajo estas condiciones es ¿qué sucede hoy?, ¿cómo se reproduce o contrapone esta política? En diversos museos del mundo se han realizado exposiciones de archivos de artistas de los denominados conceptualismos, pero llama la atención también cómo algunos museos se han embarcado en proyectos más ambiciosos aún, relativos a estos materiales.
“Impugnadora”. Continuando con el pro-
Ejemplo de ello es el ICAA Documents Project,
ceso iniciado en Madrid de que “cambiaba
del Museo de Houston centrado en la digi-
continuamente de sitio a los artistas”, aquí
talización de documentos o fuentes pri-
se efectuó el paso de algunas obras de una
marias de arte latino y latinoamericano del
constelación a otra, como los “Parangolés”
siglo XX, el cual ha sido una continuación de
de Oiticica de la “Conceptual” a “Tocar y
esta investigación permanente que busca
contemplar”. En cuanto a los documentos
internacionalizar al arte latinoamericano.
ocurrió lo mismo, con la salvedad de que
Sintomáticamente, el proyecto fue definido
Olea mantuvo en los documentos la primera
por Mari Carmen Ramírez como una virtual
constelación “Promotora” que aquí se llamó
constellation (constelación virtual) que, por
mo”. En cierta medida, la exposición fue el
“Dogma y resistencia”.
su carácter selectivo, requería un curatorial
motor del rol prominente que Houston ha
Si el proyecto madrileño original planteaba
approach (enfoque curatorial). Cabe seña-
efecto directo y más evidente de la exposición madrileña, a mediados de 2004 Ramírez y Olea curaron la exposición “Inverted Utopias. Avant-Garde Art in Latin America”, a pesar de que la curadora defina a la muestra texana como una de “un potencial pioneris-
venido a desempeñar en el arte latinoamericano desde entonces. Hay que recordar que Ramírez intentó en variadas ocasiones hacer que “Heterotopías…” itinerase a dicho museo cuando aún ella no era parte del mismo, lo que no fue posible a pesar de que Marzio
nociones vinculadas con la historia del arte (óptico, cinético, conceptual, etc.), esta versión se tornó más poética. Incluso puede ser pensada como una operación lingüística que puso de relieve la contradicción como rasgo inherente tanto de las obras y el fenómeno
lar que en la exposición “Heterotopías…” se expusieron más de cien documentos y el mismo año de la exposición se convocó a la primera reunión de expertos —con cerca de treinta y cinco especialistas de once países— para dar marcha al Documents Project. La iniciativa de búsqueda, selección
visitó la exposición en Madrid en febrero de
vanguardista como de la propia labor cura-
2001. Sin embargo, el Museo de Houston tenía
torial. Paradójicamente, las relaciones de las
disponibilidad para presentar la muestra
constelaciones en la versión texana pro-
solo a partir de febrero de 2002, lo que hizo
movían una lectura más lineal de la historia
imposible organizar una itinerancia.
y, por tanto, de las constelaciones mismas.
De ahí que “Heterotopías…” (Figura 5) fuera
En “Heterotopías…” se enlazaba por ejemplo
en América Latina efectivamente se ha pro-
lo “Cinético” con lo “Promotor”, lo “Concreto-
ducido teoría del arte. Esto a pesar de que
constructivo” y lo “Óptico-háptico”, o lo
la iniciativa se centre de forma clara —como
“Conceptual” con lo “Impugnador” y lo
fuese en “Heterotopías…”— solo en la produc-
“Óptico-háptico”. En cambio, aquí el mapa
ción textual de los artistas y no los críticos,
conceptual planteó una linealidad que co-
historiadores y teóricos. Llama la atención
menzaría en “Universal y vernácula” y termi-
que se plantee en este proyecto web la idea
naría con “Progresión y ruptura”.
de que nunca ha habido diálogos a nivel re-
reorganizada o reciclada de forma específica para el Museum of Fine Arts de Houston unos años después, aunque contase con bastante menos obras: cerca de doscientas cincuenta. El núcleo discursivo aquí fue la noción de inversión de las utopías como matriz para entender el arte latinoamericano
y digitalización comenzó a operar en 2005, primero con tres equipos locales, a los que luego se sumaron finalmente otros siete. El proyecto ha venido a intentar corroborar que
gional. Esto genera un efecto permanente de
de 1920 a 1960. Sin duda esto alude direc-
La exposición fue designada por la
tamente al proyecto madrileño que, en su
Asociación Internacional de Críticos de Arte
documentación interna, hablaba permanen-
(AICA) como la mejor muestra temática en los
temente de nociones de utopías invertidas,
Estados Unidos ese año. Sin lugar a dudas
Lo que ha preocupado a diferentes autores
posibles, reciclables o inversoras.
este fue también el motor, por un lado, del
(Giunta, 2001; Godoy, 2018; Longoni y Mestman,
paulina varas
·
francisco godoy
desmemoria de diferentes iniciativas que han articulado a agentes de la región.
2008; Rolnik, 2008; Varas, 2016) no es solo
conocer estas tramas y murmullos como
cómo han operado las categorías de arte
gestos insistentes que no dejan de operar,
latinoamericano en su mercantilización
pero a la vez, impiden que olvidemos sus orí-
posterior, si no las formas que adquiere esta
genes y dilucidemos sus formas de funcionar
noción mercantilizada para seguir vigente,
como insumo crítico para ser abordado. La
tanto en exposiciones como en proyectos
tarea del porvenir será su interpelación expo-
institucionales enfocados en archivos y
sitiva, la creación de otras formas de mostrar,
documentos de arte latinoamericano. En otro
el cuidado de las memorias como potencia
giro se puede mencionar la interpelación que
para los propios territorios de Abya Yala.
se hace desde la exposición “Radical Women: Latin American Art, 1960-1985” de las curado-
Amaral, A. (9 de junio de 1998). [Carta a José Guirao]. Documentos históricos. Archivo MNCARS. Amor, M. (1999). [Fax a Marta González]. Documentos históricos. Archivo MNCARS. Cordero, K. (2021). Narrando desde nuestras cuerpas: futuros posibles desde una historia del arte feminista en América Latina. En V. Brodsky (Coord.), Mujeres en las artes visuales en Chile 2010-2020 (pp. 12-25). Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio de Chile. Davis, F. (2008). Entrevista a Luis Camnitzer: “Global Conceptualism fue algo intestinal e incontrola-
la invisibilidad de mujeres artistas en el arte
notas al pie 1. Recibido: 1 de junio de 2021. Aceptado: 26 de noviembre de 2021.
latinoamericano. Esta exposición plantea la
2. Contacto: paulinavaras@gmail.com
Davis, F. (2008). El conceptualismo como categoría
ras Cecilia Fajardo-Hill y Andrea Giunta, hacia
inclusión de mujeres de diferentes países de América Latina muchas de las cuales no habían sido agregadas en las grandes exposiciones que hemos señalado anteriormente. Esta exposición se sumó a una serie de otras iniciativas anteriores señaladas en el texto de Fajardo-Hill (2017), entre ellas “Wack! Art and the feminist revolution”, realizada en Los Angeles en el Museum of Contemporary Art en el año 2007, o “Arte =Vida: Actions of artists of the Americas”, que se llevó a cabo en el Museo del Barrio en Nueva York en 2008, entre otras (Fajardo-Hill, 2017). Para la historiadora del arte mexicana Karen Cordero, se trata de varias décadas en que han surgido voces insistentes que han escrito, curado toria del arte, que han insistido en construir elementos para imaginar otras historias que permitan conocer otros pasados, presentes y futuros (Cordero, 2021). Es, sin duda, cuestionar el canon en este caso desde una perspectiva feminista, transformando las relaciones de poder patriarcales. Pensamos que desde esta perspectiva hay muchos elementos que pueden seguir convocándonos a pensar y construir formas de acceso menos estigmatizadas de cómo se debe escribir la historia del arte de nuestras regiones incluyendo una perspectiva anticolonial. La propuesta de pensar las lógicas de poder, nos permite también reconfigurar y reactualizar las preguntas: ¿podríamos decir que el caso de la noción de conceptualismo ideológico ha sido superada por las y los artistas de Latinoamérica? ¿Podríamos decir que ha desaparecido como categoría de identificación del relato curatorial contemporáneo? La cuestión central que planteamos está relacionada con los peligros que corren no solo aquellas prácticas centradas en las nociones de arte y vida de los años sesenta y sententa en cuanto a su fetichización expositiva posterior, si no que hay categorías que atraviesan los marcos temporales y se asientan muy fuertemente en una especie de inconsciente de esas formas de legitimación. El galerismo enfocado en arte latinoamericano sabe muy bien que las categorías trazadas en la historia del arte y en exposiciones canónicas pueden ser rentables mucho más allá de su marco temporal específico. La cuestión sería
4. La utilización que hacemos del término murmullo proviene del uso que se hace en inglés del término whispering (murmullo o susurro) para dar cuenta de un tipo de práctica subjetiva específica en las redes de afectos o amistad intelectual que se han dado en las exposiciones señaladas en el artículo. El murmullo y el susurro pueden entenderse como algo que no es del todo explícito, o por algo que se “da por sabido”. No implica que se trate de un conocimiento menor o un saber de menos importancia, si no que de algo que “solo saben algunos”, que un grupo específico puede practicar debido a diferentes causas (exclusión, privilegio, etc.). Podemos mencionar como un ejemplo, la noción de amistad política que fue desarrollada en un contexto específico entre Europa del Este y América Latina en la exposición “Politicization of Friendship” (Museum of Contemporary Art, Ljubljana, 2014), la muestra trazaba redes de colaboración, solidaridad e interacción entre artistas e intelectuales de diferentes lugares bajo las formas del arte postal, video arte, medios de contrainformación, etc. En otro giro, las políticas de la amistad en el mundo del arte merecen atención en la medida en que pueden dar cuenta de las conveniencias a la hora de trazar formas de colaboración. El enfoque ético sobre estas prácticas podría evitar la repetición de ciertas voces de manera de no perpetuar microhegemonías y, en su caso, la mantención de un sistema de poder. El murmullo y el susurro traídos desde la tradición oral se pueden entender también como espacios de resistencia que permiten habitar otras memorias que no necesariamente entran al canon o, en su caso, les disputan sentidos a las lógicas hegemónicas. 5. El nombre de la empresa de artefactos lumínicos de Jorge Glusberg era Modulor S.A., y estuvo envuelta en intensas controversias por su crecimiento económico en los años de la dictadura argentina, como señalan algunas investigaciones y comunicaciones públicas enmarcadas en las polémicas en que Glusberg estuvo implicado a fines de los años noventa: “El auge de la empresa comenzó en el Mundial de 1978 cuando iluminó todos los estadios, menos el de Vélez Sarfielfd. El planetario, el edificio de la naciente Argentina Televisora Color, las bajadas de las flamantes autopistas, el Aeroparque y el Aeropuerto de Ezeiza, varias cárceles, el Mercado Central y las escuelas de la gestión Cacciatore, fueron iluminados por la empresa de Jorge Glusberg” (Buffone, 2003, p. 58).
Ramona, (86), 24-34. táctica. Ramona, (82), 30-40. Deleuze, G. (2012). Post-scriptum sobre las sociedades de control. Polis, (13). http://polis.revues.org/5509 Escobar, T. (1997). Arte latinoamericano: el deber y el haber de lo global. En T. Escobar (Ed.), El arte en los tiempos globales. Tres textos sobre arte latinoamericano (pp. 19-29). Ediciones Don Bosco; Ñandutí Vive. Fajardo-Hill, C., & Giunta, A. (2017). Radical Women: Latin American Art, 1960-1985. Hammer Museum. Farver, J. (2015). Global Conceptualism: Reflections. Post. Notes on Modern & Contemporary Art Around the Globe. https://post.moma.org/global-conceptualism-reflections/ Ferguson, B. (Ed.). (1996). Thinking About Exhibitions. Routledge. Giunta, A. (2001). Vanguardia, internacionalismo y politica. Arte argentino en los años sesenta. Paidós. Godoy, F. (2018). La exposición como recolonización. Exposiciones de arte latinoamericano en el Estado español (1989-2010). Fundación Academia Europea e Iberoamérica de Yuste. Guattari, F. (1998) El devenir de la Subjetividad. Ediciones Dolmen. Longoni, A. y Mestman, M. (2008). Del “Di Tella” a “Tucumán Arde”. Vanguardia artística y política en el 68 argentino. Eudeba. Marchán Fiz, S. (1997). Del arte objetual al arte de concepto (1960-1974). Akal. Mesquita, I. (2000). Mensaje de Ivo Mesquita [Correo electrónico]. Murría, A. (2000). Nuevos medios, nuevas configuraciones, nuevas respuestas. Lápiz 160, XIX. Ramírez, M. C. (1999). Tactics for Thriving on Adversity: Conceptualism in Latin America, 1960-1980. En L. Camnitzer, J. Farver, & R. Weiss (Eds.), Global Conceptualism: Points of Origin, 1950s-1980s (pp. 53-71). Queens Museum of Art. Mosquera, G. (1995). Beyond the Fantastic: Contemporary Art Criticism from Latin America. Institute of International Visual Arts, London. Rolnik, S. (2008). Furor de archivo. Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, 9, 9-22. Varas, P. (2016). Cartografía crítica del conceptualismo en América Latina: 1960-1980 [Tesis doctoral]. Universidad de Barcelona, Barcelona, España.
referencias bibliográficas Amigo, R., Badawi, H., Biczel, D., Carvajal, F., Colombino, L., Cristi, N., Davis, F., Expósito, M., Gamarnik, C., García F., García Pérez de Arce, I., Gutiérrez Castañeda, D., Henaro, S., Keller, A., La Rocca, M., Longoni, A., López, M.A., Lucena, D., Manzi, J., Mesquita, A. … Weiss, R. (2012). Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina. Museo Reina Sofía.
Yúdice, G. (1994). El multiculturalismo y los nuevos criterios de valoración cultural. En Arte, historia e identidad en América: visiones comparativas. XVIII Coloquio Internacional de Historia del Arte, tomo III (pp. 900-925). UNAM-Instituto de Investigaciones Estéticas. Zamudio-Taylor, V. (1997). Entrevista a Mari Carmen Ramírez. ARCO noticias.
tramas y murmullos en las historias de las exposiciones de arte latinoamericano
P 17
exposiciones e impartido docencia en his-
3. Contacto: francisco.de.godoy@gmail.com
ble, al mismo tiempo que presuntuoso y utópico”.
Discriminación y colonialidad en la visión algorítmica. Abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas1 [ discrimination and coloniality in the algorithmic vision. artistic approaches for a critical review of people's classification ]
hugo felipe idárraga franco *
> Cómo citar este artículo: Idárraga, H. (2021). Discriminación y colonialidad en la visión algorítmica. Abordajes artísticos para una
* Hugo Felipe Idárraga Franco² Universidad de Los Andes Bogotá, Colombia
revisión crítica de la clasificación de personas. Revista 180, (48), 18-31. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-1000 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-1000
REVISTA 180
Abstract: In the light of artistic proposals with
dios digitales y, específicamente, con inteligencia arti-
digital media and, specifically, with artificial intelli-
ficial, en este artículo se analiza críticamente la discri-
gence, this article proposes two perspectives that
minación de personas en modelos de aprendizaje de
will critically analyze the discrimination of people
máquinas; en particular, en aquellos modelos de clasi-
in machine learning models; in particular, in those
ficación diseñados para cumplir tareas de vigilancia y
classification models designed to carry out surveil-
control social. Para ello, se propondrá en primer lugar
lance and social control tasks. On the one hand, it
que, según una versión filosófica del objetivismo, dis-
will be proposed that, according to a philosophical
tintos modelos algorítmicos pretenden clasificar “ob-
version of objectivism, different algorithmic models
jetivamente” a las personas en función de sus rasgos
attempt to "objectively" classify people based on
corporales, vinculándolas con perfiles psicológicos y
their bodily features, linking them with psycholog-
de comportamiento. La dudosa relación que aquí se
ical and behavioural profiles. The dubious relation-
cuestionará es aquella que se basa en rasgos visibles
ship that will be questioned here is that between
y características invisibles de las personas, forjada
visible features and invisible characteristics of
por una mirada colonial que se reproduce actualmen-
people, forged by a colonial gaze that is currently
te en el funcionamiento de la visión algorítmica. En
reproduced in the operation of algorithmic vision.
segundo lugar, se afirmará que esta discriminación se
On the other hand, it will be affirmed that this dis-
materializa en el mismo diseño de los modelos de cla-
crimination is materialized in the same design of
sificación. Por un lado, se abordará la importancia de
the classification models. To do this, in the first
la estadística para el funcionamiento del aprendizaje
place, the importance of statistics for the opera-
de máquinas en la perspectiva de sus relaciones his-
tion of machine learning will be addressed from the
tóricas con prácticas policiales de vigilancia y control
perspective of its historical relationships with po-
social; y, en segundo lugar, se analizará cómo aquella
lice practices; and, secondly, the way in which that
mirada colonial se reproduce en los conjuntos de da-
colonial gaze is reproduced in the data sets and in
tos y en los nombres de las categorías bajo las cuales
the names of the categories under which the imag-
las imágenes son etiquetadas y clasificadas, determi-
es are labelled and classified, thus determining the
nando así la realidad percibida algorítmicamente por
algorithmically perceived reality by these classifi-
estos modelos de clasificación.
cation models.
Palabras clave: algoritmos; discriminación;
Keywords: algorithms; discrimination; objectivism;
estadística;
statistics; surveillance
P 19
Resumen: A la luz de propuestas artísticas con me-
REVISTA 180
Figura 1 Classification Cube Nota: David Pace, 2019.
introducción
con la etiqueta correcta” (Kurenkov, 2015).
se ejercen”, además de las “estrategias (…)
La experiencia artística, como se abordará
Y, gracias a su cada vez mayor exactitud, el
que las tornan efectivas” (Foucault, 2008, p.
en este artículo, es un lugar privilegiado
aprendizaje de máquina se ha convertido
112). Pensar en la acción de categorizar exige
para indagar críticamente en los aspec-
en “el mayor experimento de clasificación
preguntar no solo quién decide y en dónde
tos más perjudiciales de la tecnología. La
en la historia humana” (Nath, 2017, 14m30s).
se deciden las categorías y sus objetos, sino
eficacia y exactitud de las redes neuronales
Las indagaciones perceptivas del artis-
también el tipo de negociaciones que me-
artificiales en la clasificación de los datos
ta Robert Irwin se muestran reveladoras
dian estas decisiones y las infraestructuras
visuales han superado aquellas de las capa-
a este respecto. En la exposición “All the
técnicas que permitirían implementarlas.
cidades humanas (Gershgorn, 2017), apunta-
Rules Will Change”, de 2015, se reúnen sus
¿Cómo se manifiestan estos ejercicios y
lando al mismo tiempo, y con toda exactitud,
obras creadas entre 1958-1971, momento en
relaciones de poder en los actuales modelos
una mirada colonial sobre personas y gru-
el que Irwin reflexionaba sobre la “reduc-
algorítmicos?
pos humanos históricamente discriminados.
ción fenomenológica” (Kino, 2015), es decir,
Algunas obras de arte son especialmen-
sobre aquel impulso a clasificar todo lo que
te oportunas para analizar críticamente
vemos. Sus obras nos retan, tal vez con el
estos aspectos de la inteligencia artificial,
fracaso a cuestas, a liberarnos de todas
permitiéndonos pensar en las “diferentes
nuestras ideas taxonómicas preconcebidas;
posibilidades y futuros” (The Berkman Klein
a percibir, además, un mundo sin categorías,
Center for Internet & Society, 2018, 1m49s.)
sin clasificaciones, con una “pureza de la
que son accesibles en el desvelamiento de
mirada” que Walter Benjamin (2007, p. 472)
su halo mágico.
consideraría imposible.
En 1958, el Perceptron de Frank Rosenblatt
Para Geoffrey Bowker y Susan Leigh Star
instaladas, al tiempo que, en la otra, percibe
se presentó al público como la primera
(2000), toda clasificación implica una seg-
la representación animada de su propia
aplicación de inteligencia artificial basada
mentación del mundo, es decir, un ejercicio
imagen, acompañada de la categorización
en las neuronas de McCulloch-Pitts (Crevier,
de poder. En su Arqueología del saber, Michel
de su cuerpo y movimientos que la máqui-
1993). Desde aquel momento, la “aplicación
Foucault (2010a, p. 215) se pregunta cómo
na ha determinado. El circuito algorítmico
originaria”³ de las redes neuronales ar-
estos enunciados (categorías) emergen en
ha sido diseñado en esta instalación para
tificiales ha sido la clasificación (Joler, &
unas “condiciones de ejercicio de la función
“estimar la información con base en nues-
Pasquinelli, 2020). Los modelos de aprendiza-
enunciativa”; condiciones que son atrave-
tra apariencia” (Meshi, 2019), es decir, para
En su instalación Inside the Classification Cube: An Intimate Interaction With an AI System (Figura 1), la artista Avital Meshi nos invita a reflexionar acerca de la clasificación al interior del aprendizaje de máquinas. En un espacio luminiscente donde se ejecutan diferentes modelos de clasificación, el espectador puede ver sus propios movimientos en una de las dos pantallas allí
je de máquina [machine learning], basados
sadas por relaciones de poder que abarcan
que el cuerpo mismo funcione como input,
en redes neuronales artificiales, se encar-
la “multiplicidad de las relaciones de fuerza
como “pistas” para la clasificación, permi-
garon de “categorizar los datos de entrada
inmanentes y propias del dominio en el que
tiéndonos “aprender cómo nos interpreta
hugo felipe idárraga franco
P 21
Figura 2 Skin Probe Nota: Clive van Heerden, 2006.
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
el sistema” (Meshi, & Forbes, 2020, p. 389). Meshi intenta así develar la arbitrariedad de los modelos algorítmicos, en los cuales “algunas expresiones y poses están categorizadas incorrectamente” debido a su parcialidad (Forbes, 2020, p. 5). La ligereza de estas clasificaciones, así como sus potenciales y recurrentes errores, apuntan sin embargo a algunas de las preguntas más urgentes que surgen con el funcionamiento y despliegue masivo de los modelos de clasificación del aprendizaje de máquina: ¿cómo perciben el mundo? ¿Cuáles son las categorías de esta clasificación? ¿Qué consecuencias políticas, estéticas y epistemológicas emergen con ella? ¿Qué poderes allí se cristalizan? Este artículo aborda, a partir de la propuesta artística de las obras de arte escogidas, el núcleo de estas preguntas, formulando algunas hipótesis que pretenden expliFigura 3
car por qué el funcionamiento de la visión
TSA avatar screen
algorítmica (Celis, 2020) reproduce un tipo
Nota: Cary Gabriel Costello, 2016.
de discriminación –entendida como una vulnerabilidad de las personas a la dominación y opresión por cuestiones de raza, clase, sexo, o etnia (Altman, 2020)–, en aplicacio-
REVISTA 180
nes funcionales destinadas principalmente a la vigilancia y al control social. Para ello se sostendrá que, por un lado, la discriminación algorítmica es impulsada y legitimada por una versión filosófica del objetivismo, según la cual cosas, personas y acciones pueden ser clasificadas según sus rasgos “objetivamente” observables, reproduciendo de esta manera unas prácticas que caracterizan a la colonialidad. El núcleo problemático de esta perspectiva radica en los vínculos que se pretenden establecer entre rasgos observables y perfiles psicológicos y de comportamiento, o entre características visibles e invisibles. Por el otro lado, esta discriminación, y las prácticas de vigilancia y control que en gran parte la originan, se reproducen al interior de los modelos de aprendizaje de máquina en sus relaciones históricas con prácticas policiales, pero también en su diseño mismo, específicamente en la curaduría y etiquetado de los datos empleados para su entrenamiento. el objetivismo en la clasificación y algu nos de sus problemáticos efectos
En sus más remotos orígenes en la cultura occidental, los seres artificiales (autómatas, homúnculos, androides o robots) han sido destinados principalmente al cumplimiento de tareas asociadas con la vigilancia y el control social (Idárraga, 2020). Talos, por ejemplo, cuidador de la isla de Creta según los mitos de la antigüedad griega, debía identificar y clasificar a todos sus visitantes entre amigos o enemigos del rey Minos. Su único instrumento para decidir atacar a Jasón y los Argonautas fue la percepción visual. Para el considerado “primer robot” (McCorduck, 2004, p. 5), ver y clasificar constituían una misma y única tarea, realizable
hugo felipe idárraga franco
a partir de los datos visual y por lo tanto
Para Aníbal Quijano (2000), estas clasifica-
ejemplificada con las figuras del holograma,
‘objetivamente’ observables de sus amigos
ciones sociales ocurren en medio de rela-
ya que “ofrecen una narrativa en la que las
o enemigos.
ciones de dominación y, específicamente, al
profundidades internas del yo se manifies-
interior de prácticas de lo que él denomina
tan y se hacen visibles”. Según esto, enton-
la colonialidad del poder. Desde el nacimien-
ces, pronto “no habrá dónde esconderse”
to de América (Latina), las prácticas de la
(MIT Technology Review, 2015).
Según George Lakoff (1987), una versión filosófica del objetivismo sostiene que la mente es el reflejo del mundo, es decir, espectadora neutral de la realidad, arropada con cierta modestia para descubrir su verdad (Haraway, 2004). Las categorías de la clasificación se definen según esta perspectiva por aquellas propiedades visibles, “naturalizadas”, de los objetos clasificados, de tal manera que “las categorías de la mente se ajustan a las categorías del mundo” (Lakoff, 1987, p. 23).
colonialidad se caracterizan por un ejercicio de poder basado en la “medición, la cuantificación, la externalización (u objetivación) de lo cognoscible” (2000, p. 343), de modo tal que las personas pueden ser clasificadas a partir de sus “pistas” corporales, adecuadas a las categorías mentales y preconcebidas del colonizador, para quien “la población del mundo se diferenciaba en inferiores y superiores, irracionales y racionales, primitivos y
En el trabajo temprano de la investigadora Eleanor Rosch4 se propone una categorización basada en aquellas marcas objetivamente observables: “La validez de la señal es la probabilidad condicional de que un objeto esté en una categoría particular dada su posesión de alguna característica (o ‘pista’)” (Lakoff, 1987, p. 52). El universo de los seres humanos puede ser clasificado “objetivamente” con base en características evidentes y compartidas con grupos de personas visiblemente similares. De esta manera, los rasgos corporales, o “pistas”, se ajustarían “naturalmente” a las categorías mentales son espectadores modestos y, por lo tanto, objetivos de la realidad.
(Daston, & Galison, 2007, p. 17), arropada con
proyecto explora la idea del cuerpo, en este caso la piel, como una interfaz que permite revelar aquello que oculta el ser humano, erigiéndose, libre de ruido, en un modelo ideal de comunicación cibernética. Los trajes de Skin Probe contienen sensores que miden para identificar las emociones del usuario,
der cómo la visión algorítmica reproduce
activando las luces si la persona se siente
estas discriminaciones en categorías como
sonrojada o tiene “piel de gallina”: “Un vestido
clase, género, sexo, raza y etnia. Lo que aquí
de Skin Probe se convierte en una ‘segunda
ocurre, y sobre lo que se profundizará más
piel’ que pretende explícitamente ser una
adelante, es que la medición cuantitativa de estas características “objetivamente” observables legitimará la categoría asignada a las personas clasificadas. Por ello, la estadística, y dentro de ella el concepto de media estadística, será fundamental para legitimar científicamente, es decir, objetivamente, esta clasificación, ya que está acompañada de unas prácticas de la colonialidad que procuran vincular los rasgos calculables científicamente comprobables.
visión “sin inferencias o interpretaciones”
del usuario” (Koefoed Hansen, 2011, p. 77). El
el ritmo cardiaco o la cantidad de sudor
con características que no son ni visible ni
des exige un tipo de ceguera, es decir, una
“expresar las emociones y la personalidad
ticas clasificatorias es clave para enten-
cia independiente de entidades en el mundo humano. El conocimiento de estas entida-
2), se crearon dos trajes que pretenden
El papel de la cuantificación en estas prác-
El objetivismo supone entonces la existenque pueden llegar a ser conocidas por el ser
por el estudio Phillips Design en 2006 (Figura
Aquí podemos preguntar, ¿qué ocurre cuando esta clasificación objetivista y colonial es reproducida por las máquinas de visión algorítmica?
interfaz con la carne ‘cruda’ del cuerpo e implícitamente pretende ser una interfaz para la mente del usuario” (2011, p. 65). El peligro que la clasificación objetivista por medio de algoritmos de aprendizaje de máquina supone para los grupos históricamente discriminados, se acentúa con una renovada fascinación por algunas de las premisas sobre las que se fundaron en el siglo XIX pseudociencias como la fisiognómica (Gutiérrez de Angelis, 2017), la frenología o la morfopsicología (Arcas, 2017). Y aunque el artículo ha sido retirado por objeciones éticas –Mahdi Hashemi y Margeret Hall alcanzaron a publicarlo en el Journal of Big Data–, los autores se preguntan allí, citando directamente a Cesare Lombroso,
una modestia epistemológica que erradique
La clasificación que la misma Eleanor Rosch
cualquier signo de subjetividad. Para Daston
criticará en sus trabajos posteriores, fun-
y Galison (2007), este ideal fue alcanzado
damenta la seguridad epistemológica con
con el automatismo de las máquinas, en
la que toda una comunidad de investigado-
imágenes faciales criminales y no crimina-
una época caracterizada por la “objetividad
res en el campo de la inteligencia artificial
les” (Hashemi, & Hall, 2020, p. 1).
mecánica”. En cuanto a lo que este artículo
pretende, por ejemplo, identificar personas
propone discutir, la clasificación algorítmica
y organizarlas en ciertas categorías a partir
Es ilustrativo también a este respecto el fa-
pretende categorizar, por medio de algo-
de sus rasgos faciales. Wang y Kosinski
ritmos supuestamente neutrales, ciertas
(2018) afirman entonces que el aprendizaje
entidades existentes en el mundo (en este
de máquinas permite determinar con pre-
caso los rasgos corporales que funcionan
cisión la orientación sexual de una persona
como pistas para el sistema de clasifica-
con base en sus rasgos faciales, en su pro-
ción), vinculándolas con prejuicios propios
puesta conocida como gaydar (Levin, 2017a),
de la colonialidad.
con la ayuda de algoritmos denominados
De esta manera, la clasificación, al ser un ejercicio de poder, se legitima por la neutralidad del orden que impone, asentado en una versión objetivista del mundo en donde cada
Automatic Gender Recognition (Scheuerman, & Brubaker, 2018). De la misma manera, pretenden vincular estos rasgos con el nivel de inteligencia (Levin, 2017b).
“si los algoritmos de aprendizaje automático podrían o no aprender a distinguir entre
moso proyecto de Francis Galton, mediante el cual pretendía identificar las “proclividades grupales subyacentes”. Galton buscaba la “media estadística” de los rasgos corporales distintivos, es decir, el “reconocimiento de patrones” comunes a todo delincuente, adelantándose casi un siglo a los actuales modelos de aprendizaje de máquina. Aquí, el aparato fotográfico se impuso gracias a su “precisión mecánica” y su “amalgamación automatizada” (Daston, & Galison, 2007, p. 168), de tal manera que los “asesinos o
rasgo clasificado se corresponde “natural-
Interfaces diáfanas, de este modo, los
ladrones violentos podrían ser puestos bajo
mente” con las categorías mentales de quie-
rasgos corporales observables supues-
el foco para que el asesino arquetípico apa-
nes ejercen el poder de clasificar. La neu-
tamente expondrían un interior históri-
reciera ante nuestros ojos” (2007, p. 169). El
tralidad de estas categorías es asegurada
camente oculto a la desnuda e inocente
evidente racismo de Galton (Challis, 2013) le
por el juzgamiento algorítmico, considerado
visión humana5⁵. Jean Braudrillar, citado por
hizo creer ver unas entidades objetivamen-
especialmente apto debido a su automa-
Catherine Constable (2015, p. 59), afirma
te existentes en las personas discriminadas
tismo. ¿Cómo se vincula esta clasificación
que la transparencia, como característica
por sus rasgos físicos, gracias a la “objetivi-
objetivista con la discriminación colonial?
de la experiencia posmoderna, puede ser
dad mecánica” de la fotografía.
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
P 23
de quienes realizan la clasificación, ya que
civilizados” (2000, p. 344).
Dentro del proyecto Skin Probe, desarrollado
Este intento por vincular las pistas corpo-
La TSA con sus escáneres y el gaydar con
rales con la psicología o el comportamiento
sus predicciones forman parte de una
se legitimará en la idea de que “hay tipos na-
infraestructura técnica que pone en fun-
turales de entidades en el mundo, cada tipo
cionamiento un sistema de clasificación
es una categoría basada en propiedades
gracias a la visión algorítmica. Esto exige
esenciales compartidas, es decir, propie-
pensar en cómo, dentro de estos mode-
dades que tienen las cosas en virtud de su
los de aprendizaje de máquina, “el poder,
propia naturaleza” (Lakoff, 1987, p. 161). Según
la opresión, la resistencia, el privilegio, las
esta clasificación, la raza, por ejemplo, se
penas, los beneficios y los daños se distri-
categorizaría “natural” y “objetivamente” a
buyen sistemáticamente” (Costanza-Chock,
partir de los rasgos físicos. El racismo aquí
2018). Con estos modelos presenciamos que
es evidente, ya que “las categorías raciales
“el cuerpo individual se convierte en la ar-
no son propiedades de personas individua-
quitectura orgánica a la que se enganchan
les, sino que son resultados complejos de
los dispositivos del poder” (Preciado, 2019, p.
procesos sociales que rara vez se capturan
5), recolectando y aprovechando los datos
dentro del paradigma del aprendizaje de
biométricos para reconocer patrones en las
máquina”. La raza, de este modo, termi-
maneras de caminar (MIT Technology Review,
na siendo “la asignación de significados
2020), en el ritmo cardiaco (Hambling, 2019) o
sociales a estos rasgos visibles del cuerpo”
hasta en los rasgos anales (Armitage, 2020)
REVISTA 180
(Benthall, & Haynes, 2019, p. 5).
Al ser desplegada al interior de los modelos
Estas reflexiones son compartidas por Paul
de aprendizaje de máquina, la clasificación
Preciado (2019, p. 19) en su declaración cura-
objetivista, con su naturalización de la re-
torial de la obra de Shu Lea Cheang, 3x3x6,
lación entre “pistas” y “categorías”, refuerza
donde afirma que “si la visión artificial puede
y profundiza una discriminación histórica
adivinar la orientación sexual, no es porque
basada en categorías que se hacen “eviden-
la identidad sexual sea una característica
tes” en el cuerpo y rostro de las personas,
natural para leer”. Esto se debe, según él, a
identificadas con unos roles y comporta-
que la máquina reproduce el “régimen visual
mientos específicos nacidos de estereoti-
y epistemológico”, a partir del cual se deter-
pos coloniales. En esta clasificación objeti-
minan las diferencias entre lo heterosexual
vista, la visión juega un papel fundamental,
y lo homosexual. El naturalismo que supone
pues a través de ella se accede a las “pistas”
la clasificación objetivista entre rasgos cor-
que permiten situar a las personas en una u
porales y presunciones epistemológicas es
otra categoría. La clasificación visual es una
críticamente analizado por Zach Blas en su
tarea que hoy cumple la visión algorítmica,
obra Facial Weaponization Suite (2014). Con la
a la que se la ha querido arropar con la mo-
creación de diferentes máscaras, a partir de
destia de unas prácticas objetivistas.
los datos biométricos de personas históri-
la estadística , la mirada policial y
camente discriminadas por género, raza u origen, Blas logra poner en suspenso la clasificación de la visión algorítmica, al tiempo que convierte estos datos en “herramientas opacas de transformación colectiva” (Blas, 2012), invirtiendo las relaciones de poder al aprovechar los datos para resistir y poner en cuestión esa discriminación.
el aprendizaje de máquina
Como se ha demostrado desde los estudios visuales, la mirada no es un acto neutral; muy al contrario, es una acción cargada de contenido, significaciones e interpretaciones. “La visión del mundo no depende tanto de cómo vemos cuanto de qué hacemos con lo que vemos” (Mirzoeff, 2016, p. 71). Aquellos
La experiencia de la investigadora Sasha
contenidos, significaciones e interpreta-
Costanza-Chock con los escáneres de la
ciones que median la mirada del mundo,
Transportation Security Administration
determinan también la manera en la que lo
(TSA) es esclarecedora, ya que evidencia
clasificamos. Cuando vemos, organizamos
el encaballamiento de la infraestructura
lo que vemos: “Cada vez que vemos algo (...)
técnica sobre la propuesta filosófica del
estamos categorizando” (Lakoff, 1987, p. 5).
objetivismo, aplicada sobre la “arquitectura
La mirada mediada técnicamente no escapa
orgánica del cuerpo” (Figura 3). “Como trans femme no binaria, presento un problema que el algoritmo del protocolo de seguridad no resuelve fácilmente” (Costanza-Chock, 2018, s.p.). La naturaleza binaria de los sistemas digitales reproduce en este caso las encajonadas clasificaciones que se aplican sobre
a estas cargas (Sontag, 2011; Zielinski, 2006). Donna Haraway, por ejemplo, en su trabajo sobre el salón africano de Carl Akeley, demuestra el papel de la cámara fotográfica para clasificar la realidad. Mientras que el hombre blanco occidental poseía el derecho de la mirada, el resto (mujeres, niños, negros,
ciertos seres humanos (Scheuerman, &
inmigrantes) tenía por fuerza que estar
Brubaker, 2018). El escáner de la TSA, de este
frente a la cámara, convirtiéndose en el
modo, impone un sistema de clasificación
objeto “natural” a captar y clasificar según
“predispuesto contra nosotros. Aquellos que
las categorías mentales del colonizador. La
también son personas de color, musulmanes,
cámara era el espejo exacto de la realidad;
inmigrantes y/o personas con discapacida-
por eso, “la ‘ciencia a simple vista’ propug-
des” (Costanza-Chock, 2018).
nada por el Museo Americano era perfecta
hugo felipe idárraga franco
para la cámara y, en definitiva, muy superior
sociedades industriales, “los estados experi-
a la pistola para la posesión, (…) la vigilancia
mentaron la necesidad de reunir y mantener
(...) y el control de la naturaleza” (Haraway,
información sobre sus ciudadanos” (Bowker,
2015, p. 101).
& Star, 2000, p. 110).
La mirada mediada algorítmicamente no
En sus investigaciones, Foucault resalta
necesita del juicio humano para clasificar el
la necesidad del soberano de conocer los
mundo. Su autonomía proviene de complejas
elementos de los que se compone el Estado
técnicas con las cuales identificar estadís-
en plena época de expansión del mercado
ticamente patrones en los datos visuales.
capitalista: “un conocimiento de las cosas
Sin embargo, el ser humano interviene en
más que un conocimiento de la ley, y las
el entrenamiento de aquellos modelos de
cosas que el soberano debe conocer (...) son
clasificación y, por lo tanto, también en sus
precisamente lo que en la época se llama
resultados. Por ahora, es necesario resaltar
‘estadística’” (Foucault, 2006, p. 320). El
que la inferencia estadística es fundamen-
papel de la naciente policía, desde el siglo
tal para el funcionamiento de la visión algo-
XVII, es fundamental a este respecto: “la
rítmica; y que es hoy común escuchar que el
policía será el cálculo y la técnica que van
aprendizaje de máquina es “estadística en
a permitir establecer una relación (...) entre
esteroides” (Press, 2020). George Hinton le
el orden interior del Estado y el crecimien-
concede a la inferencia estadística un papel
to de sus fuerzas” (2006, p. 357). ¿Cómo se
destacado en el desarrollo del aprendiza-
establece la estadística? “Justamente a
je profundo [deep learning], cuya utilidad
través de la policía (…). La policía hace nece-
actual descansa en la cantidad de datos
saria la estadística, pero también la hace
estructurados disponibles y la capacidad
posible” (p. 366). Tanto en la época clásica
informática para procesarlos.
de la modernidad como en nuestros días,
¿Qué relación se establece entre la clasificación y la estadística? Para el famoso epidemiólogo inglés William Farr, la estadística “es inminentemente una ciencia de
Estado, mercado y policía constituyen el entrelazamiento de un esfuerzo conjunto por el mantenimiento del orden a partir de inferencias estadísticas. Estadística y clasificación policial del mundo
Bechmann, & Bowker, 2019, p. 4). ¿Y qué rela-
se aúnan para desplegar masivamente una
ción se puede establecer entre la estadísti-
categorización basada en prejuicios históri-
ca y la clasificación policial de las personas?
cos y coloniales. La estadística “crea cosas”
Figura 4
En pleno nacimiento de los Estados-nación,
(Porter, 1993), y las nuevas cosas que crea
The Library of Missing Datasets
la estadística fue una herramienta funda-
son “nuevos tipos de personas” (Hacking,
mental, entre otras tareas, para el control
2006). La colonialidad implica necesariamen-
social, la vigilancia y la planeación estatal.
te la creación de nuevos tipos de personas
En medio de la complejidad creciente de las
que no existían con anterioridad a la mirada
Nota: Brandon Schulman, 2016.
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
P 25
clasificación’’ (Farr, 1985, p. 252, citado en
de la dominación, pero también requiere de
teoría de Norbert Wiener se esconde ya la
la creación de narrativas que lo legitimen.
semilla de la clasificación, sus potenciales
La imaginería alrededor de los datos y de los
predictivos y la importancia de la media
números aquí cumple un papel fundamental
estadística. El Antiaircraft Predictor (Galison,
en la creación de estas narrativas, ya que
1994), por ejemplo, encarnaba el ideal de un
despliega un halo de objetividad (Kennedy,
sistema que podía clasificar los comporta-
2016; Rettberg, 2019) que cubre los evidentes
mientos del enemigo, orgánico o maquínico,
prejuicios sobre los que se construyen las
a partir de la identificación de un patrón de
categorías de la clasificación algorítmica.
comportamiento estadísticamente compro-
Para Theodore Porter (1993, p. 97), “el poder para crear objetos es solo un aspecto de
REVISTA 180
la política de la objetividad”, que es facili-
bable, prediciendo “las acciones futuras de un organismo (…), estudiando su comportamiento pasado” (Galison, 1994, p. 245).
tada por la estadística. El otro aspecto es
Como se ha demostrado, los sistemas de
“el poder para controlar sujetos”, es decir,
visión algorítmica son herederos directos de
su subjetividad. La clasificación estadísti-
la identificación y la clasificación por medio
ca por parte de la visión algorítmica es, en
de modelos de predicción estadísticos. Así
este sentido, una forma de control de la
como el Antiaircraft Predictor servía a unos
subjetividad y, con ella, de la identidad y su
intereses militares, “el trabajo de clasificar
clasificación según un concepto determina-
y predecir identidades (...) no se hace en un
do de la normalidad. La inferencia esta-
vacío social (...). Es un proceso moldeado ac-
dística, entendida como una herramienta
tivamente por los diseñadores de sistemas
cuantitativa para mecanizar decisiones y
y los datos utilizados para reflejar el mundo”
reducirlas al cálculo, puede ser aprovechada
(Campolo, & Crawford, 2020, p. 15). Por eso,
para determinar moral y estéticamente qué
para Pasquinelli (2019), “los algoritmos y
es lo normal y lo anormal, qué pertenece a
las máquinas no calculan por sí mismos;
una categoría y qué a otra. En su breve libro
siempre computan para otra persona, para
dedicado a la estética de la inteligencia ar-
instituciones y mercados, para industrias y
tificial, Lev Manovich aborda este problema
ejércitos" (s.p.).
desde aquello que la normalidad estadística esconde a la mirada. Si por estadística podemos entender un “resumen de una colección de información” (Manovich, 2018), ¿qué podría quedar por fuera de este resumen? Los modelos estadísticos, tan útiles en el análisis de grandes cantidades de datos, imponen sin embargo un reduccionismo (Manovich, 2009) y, con él, un referente de la normalidad. ¿Qué datos cuentan y cuáles son relegados? ¿Qué consecuencias se desprenden de este rechazo e inobservancia?
Al exponer directamente al usuario frente a estas experiencias clasificatorias, el artista Noah Levenson, en su obra Stealing Ur Feelings, de 2019 (Figura 5), aprovecha los movimientos faciales captados por la cámara web para alertar sobre los peligros que su clasificación entraña, entre ellos, la extracción de datos, la clasificación arbitraria de los mismos y su aprovechamiento comercial y policial. Asimismo, en la obra de Sun Yitong, titulada Yawning Shame y presentada en la bienal “The Eyes of the City”
En el proyecto de Mimi Onuoha The Library
del año 2019 (Figuras 6 y 7), una cámara con
of Missing Datasets,de 2016 (ỌOnuoụọha, 2018), y
reconocimiento de emociones graba las ex-
dentro de él On Missing Data Sets (Figura 4),
presiones de los visitantes a la exposición.
la artista llama espacios en blanco a aque-
Si el espectador se muestra aparentemente
llos datos excluidos en la actividad de reco-
desinteresado, la máquina lo etiqueta como
lección y curación. Como la misma Onuoha
infractor, proyectando su cara en un cuarto
reconoce, los espacios en blanco exigen
oscuro donde se exhiben públicamente las
una mirada dialéctica, que abre simultánea-
imágenes de todos aquellos igualmente
mente una protección ante el perfilamiento
clasificados. Yitong expone la arbitrariedad
y categorización de ciertas identidades
algorítmica ocultando las decisiones que
especialmente susceptibles a la vigilancia
en su obra definen la criminalidad; mos-
y el control; pero también, que profundiza
trando además los peligrosos juzgamientos
aquella discriminación, ya que la normalidad
maquínicos, en una evocación indirecta,
conlleva la "naturalización" de unas catego-
pero al mismo tiempo aterradora de lo que
rías determinadas desde unas relaciones de
en 1984 Orwell llamó la caracrimen, aquel
dominación —aquí coloniales—, que determi-
rostro en el que “una expresión impropia
nan lo bello, lo bueno, y lo justo, por ejemplo.
(por ejemplo, parecer incrédulo ante el
Con todo, las relaciones entre la visión por computador, el papel de la estadística para
anuncio de una victoria) constituía un acto punible” (Orwell, 1980, p. 52)⁶6.
predecir la categoría del objeto percibido
imagenet, el entrenamiento
y la mirada policial que se esconde detrás
y la discriminación
de estos modelos de clasificación son ya
Junto con el surgimiento de los primeros
evidentes en la cibernética, uno de los
Estados-nación analizados por Foucault,
campos del saber más influyentes para el
emergió “el ideal de un gran registro en el
desarrollo de la inteligencia artificial. En la
que estaría consignada la identidad de todo
hugo felipe idárraga franco
el mundo” (About & Denis, 2011, p. 53). La visión algorítmica ha renovado los ánimos por este proyecto totalitario: con el conjunto de datos estructurados en ImageNet, según la profesora y líder del proyecto Fei Fei-li, “vamos a trazar un mapa de todo el mundo de los objetos” (Gershgorn, 2017, s.p.). Lo innovador de esta propuesta reside en la atención prestada a los conjuntos de imágenes con los que son entrenados los modelos de aprendizaje de máquina. Su inspiración provino del proyecto WordNet, desarrollado en los años ochenta por George A. Miller, quien intentaba clasificar todos los “sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios (…) agrupados en conjuntos de sinónimos cognitivos (synsets)” (Princeton University, s. f., s.p.). ImageNet es fundamental para comprender los avances de la visión por computador. El desarrollo de las redes neuronales convolucionales, por ejemplo, así como los algoritmos de aprendizaje profundo, fueron presentados por vez primera en las competencias de ImageNet LSVRC-2010 y ImageNet LSVRC-2012, respectivamente. ImageNet se convirtió así en un caso paradigmático, no solo por apalancar los avances de la visión algorítmica, sino también porque allí se condensan diferentes problemáticas al interior del aprendizaje de máquina. discriminatoria7 al interior de los conjuntos de datos de entrenamiento, expuesta críticamente por Trevor Paglen en su proyecto ImageNet Roulette, o también por él mismo en compañía de Kate Crawford en la exposición “Training Humans”, de 2019 (Figura 8). Segundo, las relaciones económicas que se esconden detrás del entrenamiento de los modelos de aprendizaje de máquina, arraigadas de nuevo “en la explotación de los cuerpos humanos” (Crawford, & Joler, 2018, s.p.). Estas relaciones económicas tienen una relación fundamental con la visión objetivista al interior del campo de la inteligencia artificial, ya que no solo hacen posible la comunicación entre los modelos algorítmicos y el lenguaje humano, sino que establecen también una relación unívoca entre palabra e imagen. Los así llamados Ghost Workers resuelven cientos de veces, diariamente, una disputa milenaria que
Figura 5 Stealing Ur Feelings Nota: Noah Levenson, 2019. Figura 6 Yawning Shame Nota: UABB, 2019. Figura 7 Yawning Shame Nota: UABB, 2019.
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
P 27
En primer lugar, una epistemología visual
REVISTA 180
Platón en el Crátilo (1992) presentará a partir
una cuestión de interpretación, de relato, en
de la polémica entre naturalismo y conven-
tanto que “la palabra y la imagen se entrela-
cionalismo (Blasco et al., 1999).
zan para crear una realidad” (Mitchell, 2019,
Este debate, que aborda la relación entre las palabras y las cosas —tal como lo asume
En los modelos de IA, “¿qué deben recono-
Foucault (2010b)— es uno de los principales
cer (...) en una imagen y qué se reconoce
problemas de la semiología, principalmen-
erróneamente o incluso se vuelve completa-
te bajo la forma en la que Ferdinand de
mente invisible?” (Paglen, & Crawford, 2019).
Saussure lo plantea en su famoso diagra-
La acción de etiquetar una imagen, es decir,
ma del signo lingüístico (Saussure, 1987). La
incluirla en una determinada categoría por
realidad “no puede compartirse con otro
medio de una palabra, crea una realidad
sin recurrir a procedimientos semióticos”,
para el algoritmo, determina su interpreta-
afirma Klinkenberg (2006, p. 48), ya que
ción y “deja otra profunda huella humana
el mundo goza siempre de una polisemia
en el resultado final de la cognición de la
intrínseca que exige una interpretación que
máquina” (Joler, & Pasquinelli, 2020).
brinde anclaje a su significado. En el caso de la imagen, su interpretación posible está anclada a la palabra, al nombre, a la denominación con la que se la relacione, reduciendo su polisemia en favor de la interpretación.
Figura 8 Training Humans Nota: Fondazione Prada, 2019.
p. 49).
Esta es una de las razones del porqué los conjuntos de datos para el entrenamiento algorítmico son construcciones sociales y no simplemente respuestas técnicas a un problema determinado. En el siglo XVIII, en
En su estudio de las similitudes, Foucault
plena emergencia de la frenología, la imagen
afirma que “el mundo de lo similar solo
empezó a ser ligada a una palabra “para
puede ser un mundo marcado” (2010b, p. 35).
distinguir mejor las diferentes categorías de
Esas “similitudes ocultas” entre las cosas
criminales” (About, & Denis, 2011, p. 58). Con la
necesitan entonces una “pista” que nos
fotografía se incluyeron también disidentes
brinde la luz para desnudarlas, descifrarlas
políticos y marginales: gitanos, vagabundos,
y así clasificarlas, como en las primeras teo-
anarquistas y extranjeros (2011, p. 96), hasta
rías de Eleanor Rosch. Conocer esas cosas y
la implantación obligatoria y universal del
sus relaciones ocultas con sus similares es
documento de identidad. De esta manera,
hugo felipe idárraga franco
“nombre e imagen se convirtieron en los dos
el funcionamiento de la visión algorítmi-
elementos clave de las fotografías como
ca, especialmente en aquellos sistemas
medio portador indiscutido de la práctica
destinados a la vigilancia y al control social.
policial” (Gutiérrez de Angelis, 2017, s.p.). En
Categorías de la colonialidad tales como
los modelos de aprendizaje automático, la
raza y etnia se reúnen con las de género,
relación entre etiqueta e imagen determina
sexo y clase para ejercer una nueva domina-
el sentido de la realidad para la máquina.
ción sobre grupos excluidos y discriminados
La propuesta naturalista, defendida por
dados sus rasgos y características físicas.
Crátilo ante Hermógenes, sostendrá que,
Como parte de los resultados de su fun-
así como en el objetivismo las personas se
cionamiento, la clasificación algorítmica,
clasifican “en virtud de su propia naturale-
según la perspectiva objetivista y colonial
za”, la relación entre las palabras y las cosas
aquí expuesta, “extiende la subordinación
se legitima porque los “nombres son por
injusta de un grupo social y el privilegio de
naturaleza adecuados a las cosas” (Blasco
otro” (Mohamed et al., 2020, p. 666). Esta
et al., 1999, p. 16). Las etiquetas, que permi-
subordinación se justifica con la natura-
ten a la máquina identificar y clasificar el
lización de categorías excluyentes, como
mundo, determinan, cerrándolo, el sentido
si fuesen un fiel reflejo del orden de un
potencial de la imagen. Nombres que perte-
mundo que se proyecta en las superficies
necen al ámbito colonial de categorías como
corporales, conectando bajo un manto de
raza, género, sexo, etnia o clase, determi-
neutralidad científica y tecnológica carac-
nan la relación algorítmica entre la imagen
terísticas visibles con rasgos imposibles de
compuesta por “pistas” estadísticamente
determinar visualmente.
perceptibles y el significado social que se les otorga.
La clasificación de personas en función de la clase, etnia, género o sexo requiere vincular los rasgos visiblemente cuantificables a
de que la relación entre las palabras y las
perfiles psicológicos y de comportamiento.
cosas es resultado de un “pacto y consen-
El carácter numérico y matemático de la
so” (Blasco et al., 1999, p. 18); es decir, que “no
operación cubre con un velo de objetividad
hay un vínculo natural entre la palabra y la
a los resultados clasificatorios y, al mis-
imagen” (Didi-Huberman, 2013, p. 454). En este
mo tiempo, legitima los vínculos entre lo
punto de la discusión, Sócrates plantea una
que aquí se ha entendido como lo visible y
pregunta política fundamental "¿[…] quién
lo invisible. Es aquí desde donde se puede
nos proporciona los nombres de los que nos
comprender el revival de pseudociencias
servimos?” (Blasco et al., 1999, p. 16). El artista
como la frenología, así como el papel de la
Memo Akten ha entrenado una red neuronal
estadística: articulando los prejuicios de los
artificial para intentar saber cómo funciona
conjuntos de datos de entrenamiento, los
la visión algorítmica. En su obra Learning to
prejuicios propios del concepto de media
See, de 2017, demuestra que un modelo de
estadística (y del concepto de normalidad
aprendizaje de máquina “solo puede ver lo
a él ligado), y la mirada policial con la que se
que ya sabe, al igual que nosotros” (Atken,
ha relacionado históricamente. ImageNet se
2017). La máquina no puede reconocer nada
presenta en este contexto como un espacio
que no haya sido previamente calculado y
paradigmático para analizar las tensiones
etiquetado. Para Atken, nuestras imágenes
entre los prejuicios de los datos, la explota-
mentales son “una reconstrucción basada
ción laboral exigida para estructurarlos y la
en nuestras expectativas y creencias pre-
relación naturalista entre palabra e imagen.
vias” (2017). Es decir, cuando miramos, recordamos. Y parecido a los humanos, la máquina percibe el mundo tal como la han enseñado a percibirlo. ¿De dónde entonces provienen los nombres con los cuales denomina y domina el mundo? En cuanto a la clasificación de las personas, este artículo ha querido demostrar que estos nombres provienen de una “naturalización” de las “categorías que ordenan las relaciones de poder”, impuestas por los “vencedores/dominadores” (Quijano, 2000, p. 379); categorías que acentúan una discriminación histórica nuevamente reproducida por los modelos de clasificación de la visión algorítmica.
La visión algorítmica propone diferentes formas de ver el mundo. Este artículo ha analizado una de ellas: aquella interesada en la vigilancia y el control, desarrollada como herramienta para asegurar un orden histórico, epistemológico y estéticamente discriminatorio. Ante este panorama, sin embargo, es necesario caer en la cuenta de que, como advierte Foucault, la clasificación no solo se trata de infraestructuras técnicas o de personas e instituciones; también de unas luchas y negociaciones que determinan los medios y fines del sistema de clasificación. En pleno apogeo del aprendizaje de máquina, las propuestas del arte, como altoparlan-
conclusiones
te de las voces excluidas y discriminadas,
Las propuestas de análisis aquí plantea-
deben aportar a la discusión y desarrollo de
das, junto con la experiencia estética de las
modelos algorítmicos basados en nuevas y
obras mencionadas, permiten reflexionar
distintas formas de ver y clasificar el mundo.
sobre la discriminación de personas en
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
P 29
Hermógenes, al contrario, defenderá la idea
notas al pie
referencias bibliográficas
1. Recibido: 12 de junio de 2021.
About, I., & Denis, V. (2011). Historia de la identifica-
Aceptado: 5 de noviembre de 2021. 2. Contacto: h.idarraga@uniandes.edu.co 3. Todas las traducciones del inglés al español son del autor. 4. Lakoff diferenciará tres fases en el trabajo de Rosch. En la fase I (finales de los años sesenta hasta inicios de los setenta), Rosch tendrá una gran confianza en los datos recogidos durante sus experimentos en el campo del color, la forma y las emociones, creyendo que “los prototi-
Altman, A. (2020). Discrimination. En E. N. Zalta (Ed.), The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Winter 2020). Metaphysics Research Lab, Stanford University. https://plato.stanford.edu/archives/ win2020/entries/discrimination/ Arcas, B. A. y. (20 de mayo de 2017). Physiognomy’s New Clothes. Medium. https://medium.com/@blaisea/physiognomys-new-clothes-f2d4b59fdd6a Armitage, H. (6 de abril de 2020). ‘Smart toilet’
Ideas of Francis Galton and Flinders Petrie (1ª edición). Bloomsbury Academic. Constable, C. (2015). Postmodernism and Film. Rethinking Hollywood’s Aesthetics. Columbia University Press. Costanza-Chock, S. (2018). Design Justice, A.I., and Escape from the Matrix of Domination. Journal of Design and Science. https://doi.org/10.21428/96c8d426 Costello, C. (3 de enero de 2016). TSA avatar screen [Imagen]. https://trans-fusion.blogspot. com/2016/01/traveling-while-trans-false-promise-of.html
pos constituyen representaciones de catego-
monitors for signs of disease. Stanford Medicine
rías” (Lakoff, 1987, p. 42). La fase II (desde inicios
News Center. http://med.stanford.edu/news/
de los setenta hasta el final de la década) se ca-
all-news/2020/04/smart-toilet-monitors-for-sig-
System. Anatomy of an AI System. http://www.
racterizará por su creencia en que los “efectos
ns-of-disease.html
anatomyof.ai
prototípicos (…) podrían dar una caracterización
REVISTA 180
ción de las personas (1ª edición). Ariel.
Challis, D. (2013). The Archaeology of Race: The Eugenic
Atken, M. (2017). Learning to See. Memo Akten |
de la estructura interna de la categoría” (1987,
Mehmet Selim Akten | The Mega Super Awesome
p. 43). Y la fase III (desde finales de los setenta),
Visuals Company. https://www.memo.tv/works/
que Lakoff aprovechará para su propia argu-
learning-to-see/
mentación, Rosch afirmará que “los efectos
Bechmann, A., & Bowker, G. C. (2019). Unsupervised
Crawford, K., & Joler, V. (2018). Anatomy of an AI
Crevier, D. (1993). AI: The Tumultuous History of the Search for Artificial Intelligence (1ª edición). Basic Books. Daston, L., & Galison, P. (2007). Objectivity (edición ilustrada). Zone Books.
prototípicos, definidos operacionalmente por
by any other name: Hidden layers of knowledge
experimento, no determinan las representa-
production in artificial intelligence on social
Historia del arte y tiempo de los fantasmas según
ciones mentales” (1987, p. 43). Las referencias a
media. Big Data & Society, 6(1), 2053951718819569.
Aby Warburg (J. C. Escobar, Trad.; 1a edición).
Rosch en este segundo capítulo se limitan a su
https://doi.org/10.1177/2053951718819569
fase I, cuando su postura se encuentra cercana a la clasificación objetivista. 5. En los años treinta del siglo pasado, un movimiento fotográfico liderado por Alfred Stieglitz
Bedoya, A. M. (18 de enero de 2016). The Color of Surveillance. Slate. https://slate.com/technology/2016/01/what-the-fbis-surveillance-of-martin-luther-king-says-about-modern-spying.html
y otros fotógrafos norteamericanos como
Benjamin, W. (2007). Libro de los pasajes. Akal.
Siskind, White, Sommer y Callaha, sostenían
Benthall, S., & Haynes, B. D. (2019). Racial catego-
Didi-Huberman, G. (2013). La imagen superviviente:
Abada Editores. Fondazione Prada. (2019). Training Humans [Imagen]. https://www.fondazioneprada.org/project/training-humans Forbes, A. (2020). Creative AI: From Expressive Mimicry to Critical Inquiry. Artnodes, 26. https://doi. org/10.7238/a.v0i26.3370
que la fotografía debería ser considerada como
ries in machine learning. Proceedings of the
Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio, población.
una ventana hacia algo que está más allá de
Conference on Fairness, Accountability, and
Curso en el Collège de France. Fondo de Cultura
la simple apariencia. Para estos fotógrafos, la
Transparency - FAT* ’19, 289-298. https://doi.
imagen puede descubrir los rasgos psicológicos
org/10.1145/3287560.3287575
de una persona, sus dramas y misterios interio-
Blas, Z. (2012). Facial Weaponization Suite. Zach Blas.
res. Es interesante observar cómo la fotografía,
https://zachblas.info/works/facial-weaponiza-
un signo visual, se convierte en un signo de lo no-visual, idea central a la que apunta la crítica de este apartado. 6. “Los organizadores ya vigilan a sus multitudes. Tomemos, por ejemplo, al ‘chico de la camisa a
tion-suite/ Blasco, J. L., Grimaltos, T. y Sánchez, D. (1999). Signo y pensamiento: una introducción filosófica a los problemas del lenguaje. Ariel. Bi-City Biennale of Urbanism and Architecture
cuadros’ que fue retirado recientemente de un
(UABB 2019). Yawning Shame [Imagen]. https://
mitin de Trump por, como él lo describió, ‘no ser lo
eyesofthecity.net/
suficientemente entusiasta’” (Mui, 2018, s.p.). 7. “Es como si un viejo y racista J. Edgar Hoover hubiera sido reemplazado por una ceguera a la raza por parte de las computadoras, los mate-
Bowker, G. C., & Star, S. L. (2000). Sorting Things Out:
Económica. Foucault, M. (2008). Historia de la sexualidad 1. Siglo XXI. Foucault, M. (2010a). La arqueología del saber (A. G. del Camino, Trad.). Siglo XXI. Foucault, M. (2010b). Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas. Siglo XXI. Galison, P. (1994). The Ontology of the Enemy: Norbert Wiener and the Cybernetic Vision. Critical Inquiry, 21(1), 228-266. Gershgorn, D. (Julio 27 de 2017). The data that transformed AI research—And possibly the world.
Classification and Its Consequences (edición
Quartz. https://qz.com/1034972/the-data-that-
revisada). The MIT Press.
changed-the-direction-of-ai-research-and-pos-
Campolo, A., & Crawford, K. (2020). Enchanted
sibly-the-world/
máticos y el Big Data” (Bedoya, 2018, s.p.). Estos
Determinism: Power without Responsibility in
prejuicios insertados en los sistemas de IA son
Artificial Intelligence. Engaging Science, Techno-
sitivo: De la antropometría a la imagen biométrica.
en parte consecuencia de lo que el historiador
logy, and Society, 6(0), 1-19. https://doi.org/10.17351/
e-imagen Revista 2.0, 4. http://www.e-imagen.net/
David Garrow describe como “una cultura orga-
ests2020.277
el-rostro-como-dispositivo-de-la-antropome-
Gutiérrez de Angelis, M. (2017). El rostro como dispo-
nizacional de hombres blancos con ideas afines”
Celis, C. (2020). La allagmática en cuanto disciplina
(Bedoya, 2018, s.p.), gracias a la cual las poblacio-
poshumanista: nuevas metodologías para el
nes vulnerables son intensamente perseguidas.
estudio de las imágenes en el contexto de las
London Review of Books, 28(16). https://www.
máquinas de visión algorítmica. Revista 180, (46),
lrb.co.uk/the-paper/v28/n16/ian-hacking/ma-
26-37. http://dx.doi.org/10.32995/rev180
king-up-people
hugo felipe idárraga franco
tria-a-la-imagen-biometrica/ Hacking, I. (17 de agosto de 2006). Making Up People.
Hambling, D. (27 de junio de 2019). The Pentagon has
Levin, S. (12 de septiembre de 2017b). Face-reading AI
Pasquinelli, M. (2019). Three Thousand Years of Al-
a laser that can identify people from a distance—
will be able to detect your politics and IQ, profes-
gorithmic Rituals: The Emergence of AI from the
By their heartbeat. MIT Technology Review. https://
sor says. The Guardian. https://www.theguardian.
Computation of Space. E-Flux, 101. https://www.e-
www.technologyreview.com/2019/06/27/238884/
com/technology/2017/sep/12/artificial-intelligen-
flux.com/journal/101/273221/three-thousand-
the-pentagon-has-a-laser-that-can-identify-
ce-face-recognition-michal-kosinski
years-of-algorithmic-rituals-the-emergence-of-
people-from-a-distanceby-their-heartbeat/ Haraway, D. (2004). Testigo_Modesto@Segundo_Milenio.HombreHembra@_Conoce_Oncoratón. Editorial UOC, S.L. Haraway, D. (2015). El patriarcado del osito Teddy: Taxidermia en el jardín del Edén. Sans Soleil Ediciones. Hashemi, M., & Hall, M. (2020). RETRACTED ARTICLE: Criminal tendency detection from facial images and the gender bias effect. Journal of Big Data, 7(1), 2. https://doi.org/10.1186/s40537-019-0282-4 Heerden, C. (2006). Skin Probe [Imagen] https://www. vhmdesignfutures.com/project/224/ Idárraga, H. F. (2020). Identificación, clasificación y
Manovich, L. (2009). Cultural Analytics: Visualizing
Platón. (1992). Diálogos II. Gredos.
Manovich Web Page. http://www.manovich.net
Porter, T. (1993). Statistics and politics of objectivity.
Manovich, L. (2018). AI Aesthetics (1ª edición). Strelka Press. McCorduck, P. (2004). Machines Who Think (2ª edición). Routledge. Meshi, A. (2019). Classification Cube. http://www.avitalmeshi.com/classification-cube-2019.html Meshi, A., & Forbes, A. G. (2020). Stepping Inside the Classification Cube: An Intimate Interaction with an AI System. Leonardo. https://doi.org/10.1162/ leon_a_01924 Mirzoeff, N. (2016). Cómo ver el mundo: Una nueva
control: estrechos vínculos analizados desde las
introducción a la cultura visual (P. H. Lazcano,
prácticas artísticas en el corazón de la inte-
Trad.). Paidós.
ligencia artificial. Artnodes, 26, 1-9. https://doi. Joler, V., & Pasquinelli, M. (2020). The Nooscope Ma-
MIT Technology Review. (13 de noviembre de 2015). Machine Vision Algorithm Learns to Recognize Hidden Facial Expressions. MIT Technology Review.
nifested: AI as Instrument of Knowledge Extracti-
https://www.technologyreview.com/2015/11/13/10130/
vism. The Nooscope Manifested: AI as Instrument
machine-vision-algorithm-learns-to-recogni-
of Knowledge Extractivism. http://nooscope.ai/ Kennedy, H. (2016). Post, Mine, Repeat: Social Media
ze-hidden-facial-expressions/ MIT Technology Review. (27 de febrero de 2020).
Revue de Synthèse, 4(1), 7-101. Preciado, P. B. (2019). Dissident Interfaces: Shu Lea Cheang’s 3x3x6 and the Digital Avant-Garde. https://3x3x6.com/pdfs/paul_b_preciado.pdf Press, G. (29 de enero de 2020). 7 Observations About AI in 2019. Forbes. https://www.forbes. com/sites/gilpress/2020/01/29/7-observations-about-ai-in-2019/ Princeton University. (s. f.). WordNet | A Lexical Database for English. WordNet | A Lexical Database for English. Recuperado 21 de noviembre de 2021, de https://wordnet.princeton.edu/ Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder y clasificación social. Journal of World-Systems Research, 2(4), 342-386. Rettberg, J. W. (2019). Online Diaries and Blogs. https://doi.org/doi:10.33767/osf.io/6rb2k. Saussure, F. de. (1987). Curso de lingüística general (Charles Bally y Albert Sechehaye). Alianza Editorial. Scheuerman, M. K., & Brubaker, J. R. (2018). Gender
Data Mining Becomes Ordinary. Palgrave Macmi-
The Pentagon wants smartphones to track how
is not a Boolean: Towards Designing Algorithms
llan UK. https://doi.org/10.1057/978-1-137-35398-6
you strut. MIT Technology Review. https://www.
to Understand Complex Human Identities. En In
Kino, C. (31 de diciembre de 2015). The Artist’s Artist:
technologyreview.com/2019/02/27/239453/the-
Robert Irwin Continues to Create and Inspire. Wall Street Journal. https://www.wsj.com/articles/theartists-artist-robert-irwin-continues-to-createand-inspire-1451572502 Klinkenberg, J.-M. (2006). Manual de semiótica general. Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
pentagon-wants-smartphones-to-track-howyou-strut/ Mitchell, W. J. T. (2019). La ciencia de la imagen: Iconología, cultura visual y estética de los medios (R. P. Llorente, Trad.; 1ª edición). Ediciones Akal. Mohamed, S., Png, M.-T., & Isaac, W. (2020). Decolonial AI: Decolonial Theory as Sociotechnical Foresight
Koefoed Hansen, L. (2011). The interface at the skin. En C. U. Andersen & S. B. Pold (Eds.), Interface Criticism. Aesthetics Beyond Buttons (pp. 63-90). Aarhus University Press. Kurenkov, A. (2015). A “Brief” History of Neural Nets and Deep Learning. Andrey Kurenkov’s Web World. /writing/ai/a-brief-history-of-neural-nets-anddeep-learning/
in Artificial Intelligence. Philosophy & Technology. https://doi.org/10.1007/s13347-020-00405-8 Mui, C. (15 octubre de 2018). ¿Ha cometido un delito
What Categories Reveal About the Mind. University of Chicago Press. Levenson. N. (2019). Stealing Ur Feelings [Imagen]. https://stealingurfeelin.gs/ Levin, S. (7 de septiembre de 2017a). New AI can work out whether you’re gay or straight from a photograph. The Guardian. http://www.theguardian. com/technology/2017/sep/07/new-artificial-inte-
sets [Imagen] https://mimionuoha.com/the-library-of-missing-datasets SIGGRAPH. (5 de mayo de 2020). Interacting with AI ‘Inside the Classification Cube’. ACM SIGGRAPH Blog. https://blog.siggraph.org/2020/05/interacting-with-ai-inside-the-classification-cube.html/ Sontag, S. (2011). Ante el dolor de los demás. Random House Mondadori. The Berkman Klein Center for Internet & Society.
facial hoy?” Forbes. https://www.forbes.com/sites/
(30 de marzo de 2018). Mimi Onuoha on How the
chunkamui/2018/10/15/have-you-committed-a
Arts Help Us Understand Our Relationship with
facecrime-today/
Technology. [Archivo de video]. Youtube.
Nath, S. (12 de diciembre de 2017). The Trouble with Bias. [Archivo de video]. Youtube. https://www.
Lakoff, G. (1987). Women, Fire and Dangerous Things:
Participation+Algorithms Workshop at CSCW 2018. Schulman, B. (2016). The Library of Missing Data-
youtube.com/watch?v=6Uao14eIyGc On Ọ uoh ụọ a, M. (2018). The Library of Missing Datasets.
https://www.youtube.com/watch?v=JJ6Oj_u-Qw Van Heerden, C. (2006). Skin Probe [Imagen]. https://www.vhmdesignfutures.com/project/224/ Wang, Y., & Kosinski, M. (2018). Deep neural networks
Mimi Mimi O Ọ nuoh ụọ a. https://mimionuoha.com/the-li-
are more accurate than humans at detecting
brary-of-missing-datasets
sexual orientation from facial images. Journal of
Orwell, G. (1980). 1984. Salvat Editores. Pace, D. (2019). Classification Cube [Imagen]. http://www.avitalmeshi.com/classification-cube-2019.html Paglen, T., & Crawford, K. (5 de noviembre de 2019).
lligence-can-tell-whether-youre-gay-or-strai-
Excavating AI.
ght-from-a-photograph
Excavating AI. https://www.excavating.ai
Personality and Social Psychology, 114(2), 246-257. https://doi.org/10.1037/pspa0000098 Zielinski, S. (2006). Deep Time of the Media: Toward an Archaeology of Hearing and Seeing by Technical Means (Trad. G. Custance). MIT Press.
discriminación y colonialidad en la visión algorítmica . abordajes artísticos para una revisión crítica de la clasificación de personas
P 31
org/10.7238/a.v0i26.3361
ai-from-the-computation-of-space/
Cultural Patterns in the Era of “More Media”. Lev
Una curaduría resiliente: Patrimonio ancestral y arte contemporáneo [ a resilient curatorship: ancestral heritage and contemporary art ] josé de nordenflycht *
* José de Nordenflycht2 Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación Valparaíso, Chile
> Cómo citar este artículo: De Nordenflycht, J. (2021). Una curadoría resilente: patrimonio ancestral y arte contemporáneo. Revista 180, (48), 32-41. http://dx.doi. org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-990 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-990
REVISTA 180
Abstract: The show “Qhapac Ñan: Il grande camino
mino delle Ande” propone un partido curatorial que
delle Ande” proposes a curatorial statement that
articula la relación entre el patrimonio cultural an-
articulates the relationship between ancestral cul-
cestral y el arte contemporáneo de seis países an-
tural heritage and contemporary art from six South
dinos sudamericanos. Todo esto en una operación
American Andean countries. This in an operation in
en que los artistas habitualmente no convergen con
which the artists usually do not converge with the
la visibilidad comparada de sus trabajos insertos
comparative visibility of their works inserted in the
en el diagrama de una muestra que incluye material
diagram of a sample that includes archaeological,
arqueológico, etnográfico e histórico. Convocados
ethnographic and historical material. Convened by
por una organización intergubernamental y alber-
an intergovernmental organization and housed by
gados por una institución museal italiana, en el más
an Italian museum institution, in the most unlikely
improbable de los escenarios para levantar un cruce
of scenarios to raise a crossroads of such concep-
de semejante resiliencia conceptual, es que propo-
tual resilience, we propose to analyze the asym-
nemos analizar las asimetrías de esta propuesta
metries of this proposal beyond the exotic and its
más allá de lo exótico y sus imposturas decoloniales,
decolonial impostures, where it appears the use of
donde aparece el uso de vocablos de origen quechua
words of Quechua origin that multiply the allegorical
que multiplican el sentido alegórico y la densidad
meaning and the conceptual density of the forms
conceptual de las formas propuestas por seis artis-
proposed by six artists who appear with works that,
tas, que comparecen con obras que desde sus di-
from their different languages, activates the past
versos lenguajes interpelan el pasado y proyectan el
and project the future, in a demonstration of how
futuro, en una demostración de cómo las prácticas
artistic practices activate the heritage and at the
artísticas activan el patrimonio y a la vez se recono-
same time are recognized in it.
cen en él. Palabras clave: arte contemporáneo; curatoría; patrimonio; Qhapaq Ñan
Keywords: contemporary art; curatorship; heritage; Qhapaq Ñan
P 33
Resumen: La exposición “Qhapac Ñan: Il grande ca-
los hechos :
Sobre este aspecto específico de la muestra nos concentraremos en su análisis, pues
una exposición resiliente
creemos que es un indicador acerca del “¿Cómo imaginar el otro lado del mar? Atahualpa sabía hallar las palabras: ‘Hermana mía, vamos a ver de dónde viene el Sol’” Laurent Binet La ficción que nos propone el escritor francés Laurent Binet en su novela Civilizaciones (Binet, 2020) parte de la hipótesis contrafactual de que el inca Atahualpa viajó a Europa con su corte logrando la conquista de ese “quinto cuarto” del mundo. Un reverso improbable de una historia que se reivindica a través del sometimiento al otro, lo que podría ser una imagen propia de las iconoclasias que hoy resignifican monumentos coloniales por distintos lugares de la región latinoamericana. Esa misma ficción es una alegoría analítica de cómo reconocemos la convocatoria y gestión de varios proyectos curatoriales que, de un
REVISTA 180
tiempo a esta parte, han venido a revisar las lecturas historiográficas que categorizan al arte latinoamericano como algo más que una etiqueta taxonómica al servicio del coleccionismo global, instalando el foco de sus propuestas en una resiliente reivindicación de autonomía basada en las fuentes ances-
trabajo curatorial que ronda los desafíos epistémicos y el sentido de circulación de aspectos pocos relevados por el discurso crítico, como es la relación entre patrimonio ancestral y arte contemporáneo en nuestra región sudamericana. Lo primero entonces es constatar que si todos los caminos llevan a Roma, según el dictum popular, de manera improbable ahora el Qhapaq Ñan llega a un lugar de Roma que es parte de un conjunto de edificios diseñados originalmente para albergar la “Esposizione Universale di Roma” programada para 1942 y que, por el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, no llegó a realizarse, pese a lo cual la decoración interior se terminó de ejecutar con una serie de pinturas murales que desarrollan escenas sobre la vida y costumbres en distintas regiones de Italia, pintadas por los artistas Mario Varagnolo, Domenico Colao, Nino Bertoletti, Garibaldo Guberti, Orazio Amato, Emanuele Cavalli, Tommaso Cascella, Antonio Barrera, Pietro Barillà y Mario Gambetta. Este contexto, que para un observador contemporáneo puede ser considerado en extremo como un “pasado incómodo”, no dista mucho de cómo esos pasados incó-
trales de un conocimiento situado.
modos, representados en edificios de uso
En ese contexto la Organización Italo
y resignificados a partir de sus usos que
Latinoamericana IILA convocó a la exposición “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande”, que fuera inaugurada el 11 de mayo de 2021, aún cuando estuviera originalmente programada para abrir al público un año antes y siendo nuevamente postergada por segunda vez en noviembre de 2020, en medio de días enlutados por la trágica muerte de Filippo Maria Gambari, director del Museo della Civiltà Romana, institución que alberga la muestra en el Palazzo delle Tradizioni Popolari. Finalmente, la exposición estuvo abierta a la visita presencial hasta agosto de 2021, formalmente enmarcada en una acción de colaboración intergubernamental de difusión de los aspectos arqueológicos, etnográficos e históricos de un bien cultural inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de Unesco y que supone el trabajo permanente de la gestión coordinada de los seis países que administran tramos de este itinerario cultural, a saber: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Este proyecto fue concebido por la artista y gestora cultural ecuatoriana Rosa Jijón, quien en su calidad de curadora general, conformó un equipo asesor compuesto por la arqueóloga española Nuriz Sanz, la etnóloga italiana Donatella Saviola y el historiador del arte chileno José de
cultural, han sido asumidos, transformados funcionan como soporte de intervenciones artísticas contemporáneas, en innumerables ejemplos europeos que van desde los recintos de la “Biennale de Venecia” a la “documenta de Kassel”. Por lo que de entrada se detecta en este proyecto curatorial un doble desafío: por un lado, insertar lo contemporáneo en medio de lo ancestral y, por el otro, disponer esta exposición en este lugar. De ahí que la presencia de seis artistas contemporáneos en la muestra “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande”, les propone a los visitantes recorridos alternativos al contenido regulado por el conocimiento científico, técnico y social del mundo andino, a partir de representaciones, interpretaciones y activaciones en una trama que de entrada se nos recuerda como si la forma de su red fuera un khipu (Figura 1). Una red que en esta muestra es la presencia de obras de los artistas Gracia Cutuli (Argentina), Joaquín Sánchez (Bolivia), Estefanía Peñafiel Loaiza (Ecuador), Gabriel Vanegas (Colombia), Mariano León (Perú) y Cecilia Vicuña (Chile), que se disponen para representar las formas posibles de este caminar por las claves que interpretan y eventualmente activan el Qhapac Ñan.
Nordenflycht, siendo este último el curador
Si hay algo que nos guía en este camino
de la sección “arte contemporáneo”.
propuesto por la intervención de trabajos
P 35
artísticos en medio de contenidos discipli-
materiales. Los artistas dan cuenta de él
nares e institucionalizados, es la certeza
como un fenómeno complejo, de integra-
de que no podremos transitarlo como los
ción natural y cultural, en que los hombres
antiguos habitantes andinos, porque los
y mujeres que lo habitan son parte de él.
artistas están lejos de tematizar el patri-
Por ello la figura del khipu, ese sistema
monio como una imagen vacía y exótica.
de cuerdas anudadas utilizado por los
Pero sí podremos valorarlo como un pa-
antiguos pueblos andinos, entendido como
trimonio que se revela en su sentido más
un mapa, posiblemente representaría el
profundo, tal como advierte el curador en
diagrama de esa responsabilidad compar-
sus escritos anteriores (De Nordenflycht,
tida para que las futuras generaciones
2017), donde se validan atributos de un
imaginen cómo caminar en conjunto por el
patrimonio que se reconoce creativo y
Qhapac Ñan.
no reproductivo, porque es un fenómeno
la propuesta : una exposición imaginaria
relacional, al la vez que se instala desde un disenso y no un consenso, porque el conflicto es el primer recurso afectivo de la memoria, y también como un patrimonio intergeneracional que es incierto, porque se construye desde imágenes inestables de un futuro por venir.
El Qhapaq Ñan es una voz quechua que significa el “camino del señor” (Hornberger y Hornberger, 2008) y ha sido reconocido en sus valores patrimoniales por la comunidad internacional a través de su inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial como el “Sistema vial andino”. Es un itinera-
Lo que activa la presencia de artistas
rio cultural que estructuró el poder políti-
contemporáneos en esta exposición pone
co y económico del Imperio Inca autodeno-
en tensión la información técnica, como
minado en quechua como Tahuantinsuyo,
si solo fuera necesario administrar la
a través de una red de caminos de más de
Nota: Primer plano obra de Mariano León “Qipu
inevitable obsolescencia de un momento
30.000 km de largo que conectaba varios
Linaje Inka”, Roma, 2021. Fotografía gentileza IILA.
histórico reconocible en sus componentes
centros de producción administrativos y
Figura 1 Vista general “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande”
ceremoniales, construidos en un horizonte
por su tipo, posición, secuencia y color. Este
temporal de más de 2.000 años de cultura
es más que un sistema contable para una
andina preinca, cubriendo una extensa
ciencia occidental que avanza hipótesis
área geográfica desde el sur occidente
sobre sus más complejos significados. Por
de Colombia, por su extremo norte, hasta
lo que, entre la información de cada uno
el centro oeste de Argentina y Chile, en su
de los datos derivados de la investigación
extremo sur. Entre sus atributos mayores
científica, racional y descriptiva que aquí se
está el hecho histórico de ser un complejo
exponen, las obras apelan metafóricamente
sistema de control territorial, en un medio
a los amarres del sentido.
natural donde las comunidades actuales se reconocen con sus ancestros.
trucción de formas que como una quilca,
Esta condición patrimonial reconoce forta-
palabra quechua que significa “huella”, van
lezas como la gestión tradicional radicada
dejando los sensibles rastros de los cuer-
en la tutela de las comunidades locales. Y
pos sobre el territorio. La promesa que en
también amenazas como la vulnerabilidad
los mapas apenas se avizora, ellos lo dan a
a la que están sometidos los caminos y
ver con la presencia de sus obras. Todos son
sitios producto de la presión del desarrollo
igualmente intérpretes de una red anudada
y de las condiciones medioambientales, por lo que desde el momento de su inscripción por el Comité de Patrimonio Mundial (2014) se recomendó desarrollar un sistema de monitoreo que proporcione la atención adecuada para su seguimiento periódico. Por lo anterior es que la exposición “Qhapac
REVISTA 180
Todos estos artistas trabajan en la cons-
entre un colectivo andino. Ellos son como los khipukamayuq, palabra quechua que significa “intérprete del quipu”. Tensando un cordel infinito que no vemos más que en sus nudos, los que revelan signos a partir de la relación entre sus obras. Y, definitivamente, todos trabajan desde la evocación del ka-
Ñan: Il grande camino delle Ande” recoge las
maq, palabra quechua que significa “el que
propuestas de seis artistas visuales para
anima”. Si la acción empírica de caminar im-
proponer otros modos de caminar por los
plica una transformación del lugar y de sus
diferentes tramos de este itinerario cultu-
significados, como plantea Careri (2002),
ral, permitiéndole al visitante ser parte de
su deriva imaginaria es configurada por
una experiencia sensible que se integre a la
el visitante para que su tránsito por la expo-
completa información científica, basada en
sición lo invite por un momento a sentirse
registros arqueológicos, antropológicos e
un compañero de ruta de tantas mujeres
históricos, que aquí comparecen.
y hombres andinos. Caminante improbable
Sabemos que el comienzo de un viaje se traza en nuestro imaginario desde antes
que se abre al nosotros desde el retorno ancestral de este mundo andino.
de movernos. Incluso el retorno lo intenta-
Con toda seguridad serán escasos los
mos calcular con base en la nostalgia por
visitantes de esta exposición quienes hayan
ese destino posible. Por lo que un sistema vial tan complejo como el Qhapaq Ñan compuesto por múltiples caminos, puede ser recorrido a partir de lo que evocan las formas que son traídas a presencia por estos artistas de seis países que se reconocen en los cuatro puntos cardinales del Tahuantisuyo cuyo centro es Cusco, a saber: el Chinchaysuyu (Colombia, Ecuador y Perú), Cuntisuyo (Perú), Antisuyu (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) y el Collasuyu (Perú, Bolivia, Argentina y Chile). La disposición del conjunto de sus obras recuerda alegóricamente la forma y el sentido del khipu, voz quechua que significa nudo, aludiendo a un sistema de notación y registro cuya forma variable consiste en una serie de cordeles de lana o algodón, atados a un cordel mayor, que presenta una serie de nudos cuyo significado está dado
Figura 2 Vista general “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande” Nota: A la izquierda obras de Gracia Cutuli, Roma, 2021. Fotografía gentileza de IILA.
caminado o podrán hacerlo por Los Andes,
por el artista argentino César Paternosto
quechua; blanda, reluciente e inflada como
pero sin duda la experiencia de visitar esta
(1989), las obras de Cutuli presentes en sala
el orgullo de quien derrota la impostura
exposición será más diversa que solo incor-
dan cuenta de una filiación al paradigma
de un futuro que no respeta su pasado.
porar información y contenidos sobre un
de la contención abstracta, a la vez que
Más allá de las consideraciones forma-
lejano camino en Los Andes. El recorrido pe-
despliegan su identidad desde la propuesta
les, su obra revela que el contacto con
destre que ayer transitaron los ancestrales
del tejido entendido como texto. La artista
las subjetividades colectivas se trama a
hombres y mujeres andinos construyó una
argentina va proponiendo una trama cuyo
partir de unos relatos. Y tramar esa histo-
narrativa social en el espacio, como obser-
pontencial decodificador se ofrenda al es-
ria resiliente de una de las comunidades
va González (2017). Y ese es el mensaje que
pectador de modos alegóricos a la vez que
ágrafas lo convierte en un narrador, como
resuena en el momento en que las obras
literarios (Cutuli, 2012). Mientras su obra
lo ha caracterizado Adriana Almada (2017).
dispuestas en esta sala nos develan que la
Tahuantinsuyu es una pieza textil tejida en
Sánchez es un narrador que sabe ilustrar
ruta comienza cuando nuestros cuerpos se
telar con trama de lana y algodón, las obras
la cultura oral. Esa que hace comunidad
encuentren en movimiento hacia un futuro
¡Kausasiannikun! ¡Kachkaniraokun! (Aún
porque pone al que escucha en el lugar del
anterior, lo que parese ser la eficacia imagi-
somos, Aún todavía estamos) y Tokapus y
hablador y su mensaje inefable que ritma
naria de una exposición eficiente.
el canto de José María de Arguedas están
con el relato de las acciones que no tienen
el recorrido : una exposición virtual
pintadas e intervenidas con medios mixtos
pasado ni futuro, sino un presente eterno.
y contienen transcripciones del poema
Es un artista que no coopta desde el pa-
Tupac Amaru kamaq taytanchisman (A
ternalismo las manifestaciones populares
nuestro padre creador Tupac Amaru), del
del mundo andino, más bien atiende sus
escritor peruano José María Arguedas.
observaciones participantes para la pro-
Los proyectos curatoriales independientes pueden dividirse, en terminos amplios, entre aquellos cuyo origen está construido desde una propuesta desde el curador
puesta de formas, porque como apunta
hacia los mandantes, y otros que respon-
Si la voz quechua quilca es parte de las
den a un encargo específico de estos hacia
huellas que permiten reconocer un camino,
el curador. La exposición que estamos
estas son marcas delimitadas sobre la su-
analizando es un ejemplo de lo último y, por
perficie del territorio, en suma, narraciones
tanto, se debe a las restricciones, expecta-
gráficas. Y es esa vocación de narración
tivas y condiciones del mandante. Más aún
la que encontramos en Joaquín Sánchez,
si consideramos la particularidad de ser
artista nacido en Paraguay y radicado en
una intervención dentro de una exposición
Bolivia, quien trabaja en múltiples soportes,
Los artistas convocados de alguna manera
que, como hemos señalado más arriba, se
formatos y medios, con los cuales aborda
trabajan como una suerte de khipukama-
debe a la difusión general de un contenido
particularmente la relación con las comu-
yuq, una palabra en qechua que significa
distante y anómalo dentro del espacio en
nidades indígenas que habitan el medio
“el especialista que interpreta el khipu”.
que se inscribe. Por lo anterior, es que la
rural desde las tierras calientes de la selva
Cuando el khipu es un nudo de todos, el ar-
selección de los trabajos específicos de
hasta los mundos andinos en las alturas. De
tista como khipukamayuq es quien desata
los artistas que provienen de tramos del
ese interés particular y sus merodeos por
los nudos y también quien tensa la cuerda
Qhapaq Ñan, se pueden reconocer en el
los caminos andinos da cuenta su obra ILLA,
de los nudos. En esa preocupación por el
orden de su precedencia topológica en el
que evoca una voz quechua que se refiere
lenguaje, que no se limita a sus expresiones
espacio de la muestra (Figura 2).
al lugar tocado por la luz del rayo. Lo que
hegemónicas, está la posición que asume el
convierte en un talismán a objetos diver-
artista colombiano Gabriel Vanegas. Desde
sos. Uno de ellos el conocido como Torito de
la sospecha y el desacato al discurso que se
Pukará, figura zoomórfica que usualmente
basa en el modelo de conocimiento occiden-
se coloca encima de las techumbres de
tal, asumiendo la posición de la anarqueo-
las casas en los poblados andinos, con el
logía. Una suerte de anarquía epistémica
objetivo de atraer bienestar y fertilidad a
le convence de suspender las nociones de
sus moradores. A partir de esa iconografía
progreso y los modelos de historia lineales.
tan preganante, la obra de Sánchez des-
Así como de deconstruir las jerarquías de los
contextualiza la materialidad, la escala y
sistemas imperantes en el arte. Todo lo cual
el emplazamiento original de los Toritos. La
se enriquece a partir de su diálogo con el
materialidad en tanto propone un volumen
pensador alemán Siegfried Zielinski (2011), de
inflable en tela dorada con textos bordados
quien toma herramientas desde un contexto
de seda dorada. La escala original de estos
académico, las que le permiten desplazar la
pequeños objetos cerámicos es llevada a
hegemonía tecnócrata occidental y asistir
desde la década del sesenta trabaja sobre la técnica y el soporte del textil incorporado a la construcción formal de obras visuales bidimensionales. En ese contexto investiga tempranamente los saberes ancestrales de los pueblos andinos a partir de su reconocimiento metodológico y simbólico en los tejidos. En sus obras las tramas de los tocapus, un patrón geométrico que en quechua significa “la forma emergente de las montañas sagradas”, nos recuerdan que lo ancestral es contemporáneo, toda vez que esa continuidad es parte de una universalidad cultural y de un sentido de circularidad temporal, en que la experiencia del sujeto se funde con los ciclos mayores de un medio natural que se deja vivir en tanto estamos integrados a él. Tal como apunta el filósofo argentino Rodolfo Kusch: “en ese mundo animal con sus cuatro puntos cardinales como patas, el indio nada tiene. Él no es dueño del mundo, sino que el mundo es dueño de él” (Kusch, 1994, p. 30). De este modo el paradigma textil es un sistema de grilla que permite formalizar unos patrones que indistintamente dialogan con lo ancestral y lo contemporáneo a la vez, en la línea de lo planteado
ajenas con la suficiente convicción como para cambiarlas” (Escobar, 2014, p. 115); pero sí para representarlas, podríamos agregar nosotros, mirando cómo comparece un Torito en esta exposición (Figura 3).
un tamaño monumental. Y también modi-
su búsqueda decolonizadora. Esto lo con-
fica el emplazamiento, pues en su primera
duce a la búsqueda del futuro en el pasado.
versión se coloca en la cumbre del Palacio
Lugar improbable en el cual rápidamente
Consistorial de La Paz. Un edificio historicis-
se encuentra con la cosmovisión andina, la
ta ecléctico, proyectado por el arquitecto
cual remite a un sistema mayor que incluso
Emilio Villanueva quien se había formado en
pone en punto de fuga el Antroponceno y
el acadecismo arquitectónico en Chile. Muy
su voluntad de someter la naturaleza a un
lejos del Hotel de Ville de París, su añorado
tipo de paisaje dominado por el imperio de
modelo para el edificio municipal boliviano.
la mirada. En su trabajo el archivo no es una
Decolonizar esas referencias, a través de la
selección reductiva de la realidad. Es el or-
cita al mundo andino popular y ancestral,
den de la realidad que se comparte a través
es una operación de reconocimiento que de
de la experiencia. Su entendimiento del khi-
alguna manera devuelve el poder del ídolo
pu como una red de notaciones y significa-
tutelar en un lugar sagrado. A la manera
dos posibles lo convierte en un registro en
de una huaca; lugar de objeto sagrado en
tiempo real sobre la conciencia del cuerpo
P 37
Gracia Cutuli es una artista argentina que
Ticio Escobar: “nadie puede soñar historias
REVISTA 180
activado por el recorrido de una red con unos
la artista ecuatoriana Estefanía Peñafiel
otros cuya conciencia radica más allá de el
Loaiza su trabajo refiere precisamente a las
reduccionismo del especismo occidental.
paradojas de la invisibilidad en los signos
Recordemos que era tan importante la red del Qhapaq Ñan que para los incas el control descentralizado era una estrategia de dominio a través del tributo al trabajo. Por lo que no fueron constructores de ciudades en el sentido occidental de concentración de oportunidades, intercambio y protección, pues todo el sistema estaba integrado, demostrando de paso que, sin ciudades complejas —salvo el Cusco— se puede construir el mundo y ser considerados una civilización. De ahí que descentraron las periferias convirtiéndolas en unas ruralidades diseminadas en el territorio natural, el que siempre era cultural. Una artisticidad integral es lo que en torno al ritual plantean Figura 3 “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande” Nota: Primer plano obras de Joaquín Sánchez, serie Canto de la Lluvia e ILLA, y Mariano León con Qipu Linaje Inka, Roma, 2021. Fotografía gentileza IILA. Figura 4 (p. 39) “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande” Nota: Estefanía Peñafiel ejecutando in situ su obra Una cierta idea del paraíso 1. Este oro comemos (según Guamán Poma de Ayala), Roma, 2021. Fotografía gentileza IILA.
los pueblos andinos. Una de cuyas formas está presente en unas particulares pie-
sometidos a la subalternidad del poder. Los documentos borrados. Las desapariciones forzadas. Las cegueras imprevistas. Las ausencias invocadas. Todas situaciones a las que ella propone estrategias visuales que, como señala Lenot, son “fragmentos liminares” (Lenot, 2015) se despliegan delicadamente entre sus vacíos aparentes. Como “el agua que se filtra lenta e imperceptible entre las piedras ancestrales”, descripción que tiene en la palabra quechua ushnu una evocación muy precisa, cuando consideramos que este es solo un sistema de drenaje en que pozos y canales controlan el camino del agua. La obra de Peñafiel está basada en la iconografía del encuentro entre los habitantes andinos y los conquistadores españoles, con una cita de las conocidas
dras como son las apachetas, del quechua
ilustraciones coloniales del cronista Felipe
“las ofrendas que señalan el camino”, las
Guamán Poma de Ayala (1992 [1614]). El dibu-
que sin antropomorfismo mediante logran
jo desplaza su soporte desde la página del
convertir el unísono del paisaje natural en
libro ilustrado para ocupar un muro en una
paisaje cultural. Ver las apachetas, seguir-
escala monumental. Esta operación visual
las si cabe, no es fácil. Se mimetizan en el
además descalza el significante material
paisaje. Se pierden en la mirada de quien
del trazo, utilizando chocolate procesa-
no las reconoce. No existen más que en el
do en Europa con el ingrediente de cacao
retorno de la mirada de quien las sabe como
original cultivado en Ecuador. El grano de
parte de un sistema mayor. En el caso de
cacao es la simiente de la mancha que se
P 39
opone a la superficie, señalando en esa
una larga lista de artistas que hoy trabajan
despliega como ofrenda de su propia an-
difícil permeabilidad la porosidad refracta-
en un contexto metropolitano singular, si
cestralidad (Figura 5).
ria de un muro, en la cual la imagen resul-
recordamos que Lima es, depués de El Cairo,
tante es el fragmento de una cartografía
la ciudad más grande del mundo emplazada
secreta de cuerpos que se confrontan en
en un desierto. León trabaja con la interven-
un gesto de ofrenda y hospitalidad, lo que
ción activadora de la monumentalidad del
matiza la binaria imagen de subalternidad
intihuatana (el lugar donde se amarra el sol),
política, donde el mestizaje opera como la
(Vicuña, 1997), problematiza la condición de
al mismo tiempo que incorpora la danza en
realidad de un nuevo mundo que se reco-
obsolescencia permanente de los objetos
el uso de unos monumentales khipus, donde
y su ciclo de vida ancestral e histórico.
noce en el intercambio de sus preexisten-
el ritual repite todo lo que de creativa
Aquí la obra es siempre imaginada por un
cias (Figura 4).
pueda ser la certeza de su escape, movi-
cuerpo que la antecede. Y el cuerpo es el
Mariano León es un artista peruano que en
miento y fuga. Al cambiar la escala de un
lugar que se define más allá del territorio
objeto que se manipula, el khipu ancestral,
y más acá del sujeto. De este modo, una de
su trabajo ha revisitado elementos de la cultura andina que superan el tópico ilustrativo y analógico, para darles una mirada que activa objetos a través de la interac-
a un objeto que interpela e incluso rodea al cuerpo, el observador se convierte en cómplice de un cálculo que ya no es utilita-
Finalmente, la presencia de la artista chilena Cecilia Vicuña, quien desde la década del sesenta trabaja sobre la base de lo que ella denomina una “poética de lo precario”
sus primeras obras fue imaginada en 1965 y se llamó: Un quipu que no recuerda nada, según apunta Bryan-Wilson (2017). Una acción desmaterializadora, que primero
ción performativa de sujetos colectivos, los
rio y se abre a otras dimensioens sensibles
cuales dan cuenta de ese deseo por un re-
de la medida del cuerpo en relación con el
corrido situado en unos paisajes culturales
lugar. Aquí recordamos como Ticio Escobar
que se originan en el desierto, el altiplano y
aserta cuando escribe que: “El núcleo del
los valles. Sabemos que en la producción ar-
arte indígena —la ceremonia, la danza y la
tística contemporánea peruana los paisajes
representación— coincide con el discurso
culturales y sus referencias arqueológicas
mítico en ese punto oscuro y fecundo en
han sido referidos desde comienzos del si-
torno al cual se procesa la memoria y se
glo XX. Recordemos, por ejemplo, el precur-
traman las imágenes del conjunto social”
sor trabajo de representación del khipu en
(Escobar, 2014, p. 118). En su obra de refe-
la obra del artista peruano Jorge Eduardo
rencia al linaje de los incas, atribuye una
Eielson, quien asiste con esas obras en
imagen genealógica, que desplaza el tradi-
el año 1964 a la "XXXII Biennale di Venezia"
cional esquema arborescente occidental,
la convocatoria de la “documenta 14” y
(Munive, 2011). A lo que podríamos agregar
por un un khipu de fibra vagetal que se
el nombre de Quipu womb (quipu matriz)
aparece en la visión desde un cuerpo mestizo, el que tiempo después comenzará a usar como significante a un hilo de lana, al cual no se le ha sometido al control formal del tejido. Hace más de cinco décadas desde que ese programa se instala en el destino manifiesto de la artista, lo que en años recientes le permitió materializar sus monumentales trabajos que fueron expuestos el año 2017 en la “documenta Halle” de Kassel y en el National Museum of Contemporary Art de Atenas, que bajo
fueron activados con un performance días antes de la inauguración, apelando a la doble metonimia del agua y la sangre (Vicuña, 2017). Más recientemente en su gran muestra antológica que ha sido expuesta en el Museo Witte de With de Rotterdam, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de Ciudad de México y el Centro de Arte Contemporáneo 2 de Mayo de Móstoles, bajo la curatoría e investigación de Miguel López (López, 2019) vuelven a aparecer en toda su monumentalidad el despliegue material de los nudos de enormes vellones de lana sin hilar. Estos “poemas espaciales”, al decir de la artista, son acciones que no solo remiten a las geneaologías formalistas de la performance, sino que, con más fuerza en el sentido activista, de unas formas que emplazan al poder. Es un no-saber ancestral que interroga al no-poder tecnocrático, donde la autoridad de turno es siempre una sombra del poder que está en otra parte (Figura 6). en el camino: conclusiones iniciales
La cultura andina fue forzada a integrar
REVISTA 180
el modelo de los noveles estados nacionales sudamericanos, por lo que de un modo elusivo se resiste a ser colonizada desde sus conocimientos ancestrales. Una tarea en la que hoy esta muestra nos sugiere que son los artistas quienes, como intérpretes de ese conocimiento, ponen en crisis la dictadura del significante y su formalismo hegemónico. Distinciones como la de artes menores, artes populares, artesanías y folklore, solo son las declinaciones de unas taxonomías que no tienen relación alguna con la cosmovisión andina y que solo hacen eco de los estertores de un decimonónico darwinismo cultural. Curioso resulta que siendo el lenguaje alfabético uno de los atributos generalizados para el reconocimiento de una civilización, este sea inexistente al observar el fenómeno histórico de poblamiento del territorio de andino sudamericano. Por lo que claramente esta cultura ágrafa se sirve de otros elementos para configurar representaciones simbólicas.
Figura 5 Vista general “Qhapac Ñan: Il grande camino delle Ande” Nota: Primer plano obra de Gabriel Vanegas Pagamento Sonoro, Roma, 2021. Fotografía gentileza Adams. Figura 6 Cecilia Vicuña “Quipu Mapocho” INVERCINE, Video, 2017 Nota: Fotografía cortesía de la artista.
Donde no hay escritura, pero sí tejido, los
que aprovecharse de lugares desechos, re-
notas al pie
artistas sabrán poner en valor la potencia
cordando permanentemente que las ruinas
1.
de unas inteligencias que se comunican
no son simples escombros. Y si una ruina es
alternativamente en formas refracta-
una huella terminal de la curva de obsoles-
rias de lógicas foráneas. Por lo que los
cencia material de toda obra, los artistas
artistas sudamericanos que provienen
que comparecen en esta exposición son
de la región andina saben que no basta
los encargados de dejar una huella, como
con representar e interpretar, tienen que
hemos dicho la quilca en quechua. Misma
movilizar y activar el sentido colectivo del
manera de entender que tenían los artistas
trabajo artístico. Esto desde lo que implica
andinos, verdaderos productores de rui-
el kamaq, palabra quechua que signfica
nas. Esta práctica será la voluntad de que
“aquel que dota al mundo de ser”, como
aparezca una forma ahí donde el sentido
recuerda el historiador del arte Thomas
reclama una explicación para hombres y
Cummins (Cummins, 2018). Este poder en-
mujeres andinos.
trega la empatía vital que está detrás de una necesidad de entender el arte como la relación que le da sentido a los objetos entre la potencial valoración de los sujetos. Lo que no es una invocación religiosa, ni mágica. Tal vez sí un poco misteriosa, como
La historia nos enseña que los incas fueron el último sistema de organización humana que hubo en Los Andes antes del proceso de colonización europea del siglo XVI. Y con último decimos que hubo otros anteriores
Recibido: 1 de junio de 2021. Aceptado: 21 de noviembre de 2021
2. Contacto: jnorden@upla.cl
referencias bibliográficas Almada, A. (2017). Joaquín Sánchez, el narrador. Tekohá. Binet, L. (2020). Civilizaciones. Planeta. Bryan-Wilson, J. (2017). Fray: Art and Textile Politics. University of Chicago Press. Careri, F. (2002). Walkscapes. El andar como práctica estética. Gustavo Gili. Comité de Patrimonio Mundial. (2014). Inscripción del Qhapaq Ñan en la Lista de Patrimonio Mundial (aprobada por la 38 Reunión del Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO, realizada en Doha entre 15 y 25 junio de 2014). https://whc.unesco.org/ en/list/1459 Cummins, T. (2018). Arte incaico. En I. Shimada (Ed.), El imperio inka (pp. 282-306). Pontificia Universidad Católica del Perú.
punto de inflexión fue la ocupación de un
Cutuli, G. (2012). La forma derivada del Tiempo. Temas, 10. https://www.anba.org.ar/publicaciones/ temas-10-las-formas-del-tiempo/
vasto territorio. En tanto la proyección de
De Nordenflycht, J. (2017). Patrimonial. Altazor.
da curso al deseo.
la cultura andina atraviesa temporalmen-
Mientras para el europeo del siglo XVI
Escobar, T. (2014). El mito del arte y el mito del pueblo. Ariel.
nosotros con la tarea de ser interpretada,
puede ser la energía del voluntarismo en la construcción de una obra situada, en cuyo lugar se instituye esa relación abierta que
las altas montañas de Los Andes son el infierno en la tierra, un territorio hostil que debe ser atravesado con éxito para saciar la codicia. Para los antiguos hombres y mujeres andinos, las mismas montañas los abuelos. Y no hay extractivismo posible, porque devastar a los antepasados es un sinsentido. Es matar el deseo. ¿Cuál es el deseo detrás de un camino, de una montaña o de un río? ¿Si los deseantes somos los sujetos desde nuestras corporalidades, cómo transferimos el sentir a lo que no tiene conciencia? Estas preguntas necesitarían de mucha fe y optimismo para ser resueltas rápidamente, lo cierto es que
te la época Colonial y Republicana, llega a develando su continuidad y vigencia; ya que, si para muchos devotos de la leyenda negra todo estuvo perdido con la Conquista, no es menos cierto que desde el Imperio Romano, dice Teresa Gisbert: el mundo no había conocido una sociedad plural como la que se había conocido en las Indias. Fue uno de los ensayos sociales más arriesgados de la historia, ensayo que logró atar todo un continente al viejo carro de la cultura europea dando un paso decisivo a la universalidad de la cultura (Gisbert, 1999, p. 20). Una universalidad cuyo centro posible hoy
caracterizar un camino sobre la base de los
es la conexión con unas periferias en que
atributos y valores de un monumento puede
las copias son originales, porque todos
ser muy complejo. Antropólogos y etnó-
se consideran iguales entre la naturaleza,
grafos colocarán acá hipótesis animistas,
verdadera resiliencia de este Qhapac Ñan: Il
lo empírico es que mientras las acciones y
grande camino delle Ande.
prácticas asociadas a los monumentos tienen que ver con rituales más bien estáticos,
Gisbert, T. (1999). El paraíso de los pájaros parlantes. La imagen del otro en la cultura andina. Plural. González, C. (2017). Arqueología Vial del Qhapaq Ñan en Sudamérica: Análisis teórico, conceptos y definiciones. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, 22(1), 15-34. http://dx.doi.org/10.4067/ S0718-68942017005000102 Guamán Poma de Ayala, F. (1992). Nueva crónica y buen gobierno. Siglo XXI. Edición original publicada en 1614. Hornberger, E. y Hornberger, N. (2008). Diccionario trilingüe quechua de Cusco: qhiswa, english, castellano. Ariway Kamay Killa. Kusch, R. (1994). Indios, porteños y dioses. Biblos. Lenot, M. (Ed.). (2015). Estefanía Peñafiel Loaiza: fragments liminaires. Les Presses du réel. López, M., (Ed.). (2019). Cecilia Vicuña. Seehearing the Enlightened Failure. Witte de with Center for Contemporary Art. Munive, M. (2011). El paisaje desértico y las huacas. Apuntes para una historia de la instalación en el Perú. Illapa Mana Tukukuq, (8), 85-100. https://doi. org/10.31381/illapa.v0i8.1060 Paternosto, C. (1989). Piedra abstracta. Fondo de Cultura Económica. Vicuña, C. (1997). QUIPOem. University Press of New England.
los caminos solo existen en movimiento.
Vicuña, C. (2017). Read Thread. The Story of the Red Thread. Sternberg Press.
Un movimiento que en el caso del Qhapaq
Zielinski, S. (2011). Arqueología de los medios. Universidad de Los Andes.
Ñan no es solo a través de un dominio militar, sino por el control ejercido por representantes locales, que activa una red de caminos y puentes que comunica, comercia e intercambia. Por lo que ya sea por apropiación o cooptación, ya sea por representación o interpretación, el kamaq del camino nos muestra que debemos convertir el origen en destino. Los cronistas españoles del siglo XVI reconocieron tempranemente el valor preexistente del trazado material y el sentido funcional del Qhapaq Ñan. Los afanes de la conquista política y el dominio territorial del mundo andino los obligan a borrar y olvidar, a la vez
P 41
eran denominadas como los achachilas,
que corresponden a horizontes en el que el
Arqueologías de la mirada: Reactivación crítica de la videoinstalación La expulsión de los moros (1990) de Raúl Ruiz 1,2
[ archaeologies of looking: critical reactivation of the video-installation the expulsion of the moors (1990) by raúl ruiz ] francisca garcía barriga*
* Francisca García Barriga² Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación Santiago, Chile
>Cómo citar este artículo: García, F. (2021). Arqueologías de ficción: reactivación crítica de la video-instalación La expulsión de los moros (1990) de Raúl Ruiz. Revista 180, (48), 42-51. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-900 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-900
REVISTA 180
P 43
Resumen: A partir de un trabajo con archivos y en-
Abstract: Based on documents and interviews,
trevistas, el presente ensayo recupera la instalación
this essay recovers the installation entitled The
titulada La expulsión de los moros (1990) del cineasta
Expulsion of the Moors (1990) by Chilean filmmaker
chileno Raúl Ruiz, que define una política de la repre-
Raúl Ruiz, which defines a politics of representation
sentación y del espectador, desde del cuestionamien-
and the audience based on questioning the experi-
to de la experiencia de la alteridad. Para ello, se co-
ence of the otherness. To achieve that goal, the pa-
menta la operación de la investigación realizada con
per discusses the methodological operation carried
los documentos, la visualidad de la instalación a partir
out with the documents, the visuality of the instal-
de sus imágenes y materialidades, y una teoría del
lation based on its images and materialities, and a
espectador en diálogo con su cine y sus Poéticas del
theory of reception in dialogue with Ruiz’ films and
cine (2013). Finalmente, a modo de conclusión, se pro-
Poéticas (2013). Finally, I forward specific conclusions
ponen algunas consideraciones en torno a las relacio-
regarding the speculative, interdisciplinary and inter-
nes especulativas, interdisciplinarias e intermediales
medial relationships between cinema and visual arts,
entre cine y artes visuales, y respecto de una “arqueo-
and regarding, what I term an "archeology of looking",
logía de la mirada”, que es la que realiza Ruiz mediante
carried out by Ruiz through this exhibition and in
esta exposición y de la que la presente investigación
which this research participates through its docu-
participa por medio de su ejercicio documental.
mentary exercise.
Palabras clave: archivo; exilio; investigación artística;
Keywords: archive; artistic research; exile; participa-
participación; videoinstalación
tion; video-installation
Ya desde las primeras décadas de su existencia, el cinematógrafo estableció lazos con el arte, y entre ambos se fue tejiendo una historia de cruces y fronteras. Jorge La Ferla (2013), Cine de exposición, p. 6. Una exposición no debe tratar de tomar el poder sobre los espectadores, sino proporcionar recursos que incrementen la potencia del pensamiento. Georges Didi-Huberman (2011), La exposición como dispositivo, p. 25.
el campo del arte contemporáneo es menos
asumir una aproximación interdisciplinaria
conocida. Este ensayo intenta, por lo tanto,
e intermedial del conocimiento. Así como el
2011) inició sus viajes a Estados Unidos
presentar una práctica artística en los
propio Ruiz fue un investigador y un invoca-
como profesor universitario en el Carpenter
bordes del cine, que se concretó en un con-
dor de misterios y fantasmas de diferentes
Center de la Universidad de Harvard y luego,
texto de exploración intensa de la relación
tiempos y lugares, el trabajo con su legado
en la Universidad de Duke. Esta prolífica y
entre cine y arte contemporáneo a nivel
se convierte en un ejercicio laberíntico que
aún desconocida actividad pedagógica le
internacional (Bellour, 2009; Bullot, 2020; La
atraviesa geografías y siglos de historia. Los
permitió, entre otras cosas, generar filmes
Ferla, 2013).
rastros fragmentarios de sus instalaciones
operación crítica y deriva documental
REVISTA 180
En 1990, el cineasta chileno Raúl Ruiz (1941-
experimentales con estudiantes, como es el caso de The Suicide Club (1996). Ese mismo año presentó su primera exposición en The Institute of Contemporary Art (ICA) de Boston, titulada originalmente The Expulsion of the Moors (La expulsión de los moros), una videoinstalación que tuvo entre 1990 y 1991 al menos tres reposiciones: ese mismo año en el Contemporary Art Forum de Santa Bárbara, California; y al año siguiente en el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) de Valencia y en la Galerie Nationale du Jeu de Paume en París. Todas estas instituciones operaron en red para financiar y produ-
Variadas preguntas surgen al momento de plantear una reactivación documental de este trabajo histórico. ¿Es la instalación
se hallan en la actualidad esparcidos en distintos lugares del mundo y en las memorias de los testigos internacionales que pudie-
un tipo de película en vivo o una “película
ron visitar sus exposiciones.
performativa” (Bullot, 2019)? ¿Pueden ser
Este ensayo se inicia con el hallazgo de un
acaso las películas del cineasta el registro
texto mecanografiado en papel fino de má-
de instalaciones? ¿Son los espectadores del
quina y redactado en dos páginas, el cual lle-
museo actores de una película aún por fil-
va por título Velázquez (o la expulsión de los
marse? ¿Se trata La expulsión de los moros
moriscos) y que incluye una bajada en la que
de un recorrido por la propia biografía del
se lee: “Una instalación de R. Ruiz” (Figura
cineasta como expulsado y exiliado chileno? Diremos que la investigación de Raúl Ruiz es esencialmente especulativa y los rasgos
1). El documento con algunas tachaduras y palabras agregadas a lápiz no lleva firma, sin embargo, por su estilo de escritura es presumible la autoría del cineasta, pues-
cir la propuesta itinerante del cineasta. El
que definen su especulación se desarrollan
productor catalán Jordi Torrent, residente
aquí en función de un hilo conductor que
en Estados Unidos hasta la actualidad,
vincula la política de la representación y el
junto con la curadora Kathy Rae Huffman
cuestionamiento, en relación con la función
impulsaron la realización de esta exposición
y la experiencia de la alteridad. La instala-
desde el programa The Contemporary Art
ción se comprende aquí como una dimen-
Television Fund (The Cat Fund), que fue una
sión material y procesual de su cine, por eso
alianza entre el ICA Boston y la televisión
se trata de una investigación conectada
visitas— (p. 185).
pública de esa ciudad. Previo al montaje de
con sus películas. Es necesario señalar que
La expulsión de los moros, The Cat Fund ya
el What if… fue para el cineasta un modo de
El documento citado consiste en un tipo de
había levantado exposiciones de artistas
hacer y una figura retórica de la especula-
internacionales como Laurie Anderson o Bill
ción (Ruiz, 2013) que, en este caso es la clave
Viola, este último un referente del cineas-
para comprender el lugar de la instalación
ta, tal como queda manifiesto en distintas
como laboratorio artístico y cinematográ-
entrevistas (Figura 6)4.
fico en donde se intenciona la dimensión
Puede que la posición de Raúl Ruiz como profesor visitante en Estados Unidos, sumado al agitado contexto curatorial y artís-
procesual con la participación directa de los espectadores, que Ruiz no había logrado materializar con su cine.
to que recuerda a las múltiples ficciones breves que el autor relata en su libro teórico Poéticas del cine (2013) para ejemplificar sus postulados —aquí es relevante la historia de la pareja que siempre se pelea delante de las visitas, o bien, se pelea porque “hay”
guion con elementos literarios, que describe tres habitaciones con sus recorridos, imágenes, decorados, aparatos y tecnologías del cine. El guion escenifica una propuesta escenográfica para construir una representación de la pintura desparecida de Diego Velázquez, titulada del mismo modo, La expulsión de los moriscos, de la cual no se conoce ninguna imagen. Su redacción com-
tico contemporáneo en este país, despierte
En términos metodológicos la investiga-
bina el modo impersonal con el “nosotros”
en él la motivación de ocupar el museo, cosa
ción acerca de las instalaciones artísticas
de la primera persona plural, una estrategia
que hasta esa fecha no había realizado en
de Raúl Ruiz ha implicado recopilar docu-
que arrastra juntos al escritor y al lector en
Francia, que era su país de residencia desde
mentos, visionar decenas de sus filmes
el vagabundeo por las habitaciones pobla-
1973. Pese a la recepción crítica creciente
en distintos formatos, vincular sus textos
das por un sinnúmero de objetos, pantallas
de la obra del cineasta en la actualidad y a
teóricos (Ruiz, 1979, 2013) y cierta recepción
y diseños arquitectónicos que juegan con la
la restauración de algunas de sus películas
crítica de su cine (De Los Ríos, 2019; Goddard,
perspectiva del espectador. Este documen-
del llamado “período chileno”, su actividad en
2017 y Pérez Villalón, 2016a). Y, sobre todo,
to se conserva actualmente en el Archivo
francisca garcía barriga
Ruiz-Sarmiento, donde se han detectado
y cristianos, con gráfica y simbologías
hablas aparecen siempre para evidenciar
también otras tres fotografías impresas en
religiosas. Para poder leerlo es necesario
formas de la vida cotidiana desde una pers-
blanco y negro (Figuras 3, 4 y 5) que regis-
utilizar un espejo-plantilla que viene adheri-
pectiva micropolítica, evadiendo las cons-
tran tres de las cuatro salas de la versión
do a cada ejemplar. Tal como la instalación,
trucciones ideológicas y los estereotipos.
de la instalación montada en el ICA. Las
el libro ejercita los intercambios y proble-
En relación con ello, en su primer período
etiquetas en inglés adheridas al reverso de
mas de comunicación entre moros y cristia-
Ruiz nombró a su investigación cinemato-
las fotografías incluyen el título de la sala
nos haciendo cómplice al lector por medio
gráfica como “cine de indagación”, la cual
específica y la fecha de la muestra.
de una práctica de lectura interactiva.
consistía en hacer visible las ambigüedades,
Además de estos materiales, se han recu-
imágenes y objetos
perado los recortes de prensa recopilados por el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM, Valencia), un material que permite a la investigación contextualizar las variaciones de la instalación en su versión española (algunos se citan más adelante). A ello se suman dos videos o episodios de televisión que son parte de la colección personal de Jordi Torrent, que documentan la estadía de Ruiz en Boston en 1990: Paradox Allegory and Miscellanea (20 minutos), una entrevista filmada que Torrent le realiza a Ruiz donde recorre su trayectoria; y el segundo, Raúl Ruiz / La Plaza TV WGBH (29 minutos), un episodio que registra los seminarios de Ruiz en Harvard y el evento de inauguración de la citada exposición. De la colección personal de Torrent se trabaja también con el periódico de difusión que publicó el ICA con motivo de la exposición, encabezado con el título: “Who burned Velázquez’ Allegorical Masterpiece: incluye una segunda entrevista de Torrent a Ruiz enfocada exclusivamente en decisiones y procesos artísticos de La expulsión…
La expulsión de los moros es una instalación que de un modo alegórico reflexiona en torno a la historia de España. La pieza se concibe como un recorrido espacial con escenificaciones que se disponen en distintas salas o “galerías” que están pobladas de objetos, aparatos e imágenes proyectadas para contar esta historia. Según el propio cineasta, su preocupación era trabajar en torno a los esfuerzos que durante muchos siglos las comunidades de moros y cristianos tuvieron que hacer para convivir y entenderse mutuamente en un mismo territorio: “No es sobre la cristiandad o el islam, sino sobre el complejo mecanismo que separó a dos comunidades y el esfuerzo por reunirlas”, señala Ruiz al periódico publicado en el contexto de la exposición del ICA (Figura 6). La problemática de la expulsión de una cultura minoritaria frente a otra dominante se dispone en esta instalación relacionando diferentes situaciones conflictivas: la expulsión histórica de los moros en 1603 durante el reinado Felipe III; la dictadura de Franco durante los
El conjunto de materiales recopilados ha
años cincuenta; el estilo competitivo de los
sido comentado con distintos investiga-
profesores norteamericanos en los años
dores y artistas que conocieron a Raúl
noventa; o también, en el montaje posterior
Ruiz o que visitaron las exposiciones: la cineasta residente en París y viuda de Ruiz, Valeria Sarmiento; el escritor e investigador Bruno Cuneo, director del Archivo RuizSarmiento; la curadora de la exposición Kathy Rae Huffman, residente actualmente en California; y el productor Jordi Torrent (esta última entrevista publicada en García, 2020). A esas conversaciones se suman los diálogos libres que he sostenido durante el último año con Érik Bullot, cineasta y teórico del cine francés, quien experimentó a comienzos de los años noventa en París la apertura histórica de los museos de arte al lenguaje audiovisual de la mano con la experimentación tecnológica. Las reflexiones que plantea este ensayo tomaron su forma
realizado en el IVAM de Valencia, la alusión a la migración marroquí actual en España; y los exilios y la desaparición de cuerpos durante la dictadura de Pinochet. Esta última está en directa relación con la biografía del cineasta, quien opta por salir de Chile y vivir en París a partir de octubre 1973. El estudio acerca de las culturas minoritarias configura un arco amplio de investigación cinematográfica en toda la
gunos documentos. En cambio, Ruiz decidió editar otro tipo de publicación, semejante a un libro de artista, titulado The Book of the Disappearances/The Book of the Tractations
políticas, sino que preservó siempre, como describe Bruno Cuneo, “una autonomía y una eficacia poética que [Ruiz] creía inexistente en el cine latinoamericano del exilio” (2013, p. 16). La selección de imágenes y recursos materiales alusivos a distintas épocas y contextos que se incluyen en La expulsión… generan una visualidad heterodoxa a partir de la combinatoria. En las cuatro salas del montaje en el ICA, la “Alegoría de los sueños” (Figura 3), “Alegoría de la esperanza” (Figura 4), “Alegoría de la memoria” (Figura 5) y “Alegoría de la melancolía” (de la cual no se tiene registro fotográfico), coexisten, por ejemplo, las columnas de una mezquita con el amoblado de la sala de estar personal de Franco en el Palacio de El Pardo; los espejos de gran escala y retratos enmarcados que escenifican el Palacio del Escorial, con una pizarra de aula de clases que tiene incrustado un video que muestra a un profesor de la academia norteamericana repitiendo silogismos (Slavuski, 1991); el repique de una campana islámica que llama a la oración de mediodía, con fragmentos del noticiario histórico del franquismo Nodo, que se transmitía en todas las salas de cine del país y exhibía a la suntuosa Guardia Mora de Franco (Slavuski, 1991); los fragmentos de la película Edipo (1989/2004) que Ruiz filmó con actores de teatro en Italia el año anterior a la exposición, con un cortometraje en video grabado in situ en el ICA, en donde un homtecho de la ballena (1982) se proyectan en el
tensiona los argumentos de películas como
cielo de una de las salas, de forma paralela a
Ahora te vamos a llamar hermano (Chile, 1971),
un video de un monje encapuchado que re-
un mediometraje documental hablado en
cita historias en dialecto aljamiado (Ostria,
mapudungún; Diálogo de exiliados (Francia,
1991; Tena, 1990).
revolucionario; La expropiación (Chile, 1974);
a realizarse, pese a que se consigna en al-
en representaciones didácticas o lecciones
bre duerme en una cama; escenas del film El
municación personal, 2020).
ción La expulsión de los moros nunca llegó
tico en el trabajo del cineasta nunca recayó
sados, dominados o subalternos en su cine
1974), que desacraliza la impronta del héroe
introducción que el catálogo de la exposi-
esta perspectiva, la comprensión de lo polí-
trayectoria de Ruiz. La presencia de expul-
gracias a estos intercambios (E. Bullot, coEs necesario comentar al cierre de esta
(Cuneo, 2013; Pérez Villalón, 2016a). Desde
Utopía o el cuerpo repartido y el mundo al revés (Alemania/Honduras, 1975); o De los acontecimientos importantes y de la gente común (Francia, 1979). La académica chilena Valeria de los Ríos señala que en su cine “los pueblos son expuestos en su diferencia — no en su identidad— de manera liberadora, alejándose de los estereotipos” (2019, p. 53).
Los recursos audiovisuales que acompañaron la instalación corresponden, por lo tanto, a distintos formatos: video, filmes en 16 mm y archivos de televisión de los que Ruiz se apropia, redefine y relocaliza. Al salir de la sala de cine, los fragmentos de sus propias películas, como Edipo y El techo de la ballena, se ajustan a los formatos expositivos de una sala de museo, por medio de proyecciones o transmisión en televisores pantalla
(1990). Este libro laberíntico combina la es-
Tanto en La expulsión… como en el caso de
plana. La sala más relevante en este sentido
critura de ficciones breves entre moros
estas películas, los decorados, objetos o
es la “Alegoría de los sueños”. Si se considera
arqueologías de la mirada : reactivación crítica de la videoinstalación la expulsión de los moros
(1990) de raúl ruiz
P 45
The Expulsion of the Moors” (Figura 6), que
de la expulsión - exclusión
las tramas ocultas del poder y las contradicciones que generan los dogmas políticos
REVISTA 180 que El techo de la ballena fue una película
En “Las relaciones de objetos en el cine”
en donde un equipo de antropólogos en la
(1979), un texto teórico de Ruiz profunda-
Patagonia estudia una lengua en extinción,
mente especulativo, tal como fueron siem-
la que consiste aparentemente en una sola
pre sus reflexiones reunidas en las Poéticas
palabra, pero que significa todo, la película
del cine (Ruiz 2013), el cineasta estudia la
parece ser una parodia del imperialismo
circulación de los objetos: “Sin embargo no
(Pérez Villalón, 2016b). La exhibición de estos
se puede negar la existencia de una tensión
materiales da cuerpo y rostro a la experien-
debida al hecho de que algunos objetos
cia de la expulsión-exclusión desde diferen-
luchan por emerger del telón de fondo” (p. 4).
tes perspectivas, ampliando el contexto es-
Los objetos en el cine ruiciano conforman
pecífico de la expulsión morisca en España.
muchas veces zonas de tensión en el plano
En esta sala se incluye además la doble
y agencian el movimiento de los cuerpos
proyección en el piso del mencionado video
de actores. En el caso de la instalación, los
a escala 1:1, filmado en el ICA (Figura 2), que
objetos organizan el espacio expositivo.
muestra a un hombre durmiendo en una
Estos fueron siempre recopilados en ferias
cama y que el espectador observa desde un
libres de las ciudades de cada montaje, por
balcón. Esta espectral presencia interactúa
lo tanto, recogen en su propia materialidad
con dos objetos, una silla y un crucifijo, ge-
usos y circulaciones cotidianas de distintos
nerando en el espectador que observa una
tiempos y personas. En la sala “Alegoría de la
confusión entre lo visible y lo invisible, lo real
memoria” (Figura 5), tal vez la más relevante
y lo espectral, la realidad y la ficción.
desde el punto de vista de la materialidad,
francisca garcía barriga
Figura 1 (p. 46 y 47) Velázquez (o la expulsión de los moriscos) Nota: Manuscrito de Raúl Ruiz, sin fecha, dos páginas. Cortesía de Archivo Ruiz-Sarmiento.
P 47
se reconstruye una sala de estar típica-
chilenos desaparecidos en el contexto del
mente burguesa de los años cincuenta que
régimen de Pinochet. En la misma sala, tras
corresponde a la residencia del general
la cortina de agua, el espectador observaba
Franco en el Palacio El Pardo. Para Ruiz esta
“el lento movimiento de un personaje velado
sala transmitía el encierro cultural de la
que se proyecta sobre una tela en medio de
época, “la banalidad de su poder absoluto y
una sala” (Aliaga, 1991, s.p.). En la versión que
la apoteosis de la estética pequeño burgués” (Figura 6). En el caso de las exposiciones en Valencia y París se incluyeron nuevas salas y nuevos objetos para las salas prexistentes. En el IVAM se integró la sala “Alegoría de los mártires”, donde se ven figuras negras sin cabezas a modo de cadáveres colgando de sus pies a distintas alturas desde el techo.
se montó en la Galerie Nationale du Jeu de Paume en París en 1991, se incluyó además un elemento sonoro con un altavoz que repetía continuamente la frase: “Mohamed, acuda a la ventanilla número tal”. De esta forma se pretendía recrear la prefectura francesa donde los árabes hacían en ese momento continuas esperas (Obiol, 1991, s.p.). En dicho montaje además se agregan “las cajas negras (que en la instalación son na-
Además “una lluvia que golpea inconsolable
ranjas) de los atentados de avión”, recuerda
sobre los rostros de los desaparecidos bajo
Valeria Sarmiento en una de nuestras con-
la sangrienta dictadura militar chilena” (B., P.,
versaciones, en alusión directa al episodio
1991, p. 140). Así los cuerpos de los moros ex-
ocurrido por esos años de la toma árabe de
pulsados se confunden con los cuerpos de
un avión francés.
arqueologías de la mirada : reactivación crítica de la videoinstalación la expulsión de los moros
(1990) de raúl ruiz
Figura 2 Raúl Ruiz supervisando la filmación de un video en el ICA Boston Nota: Captura de pantalla, episodio de TV, Raúl Ruiz/
REVISTA 180
La Plaza TV WGBH (1990). Cortesía Jordi Torrent.
espectadores como testigos activos
otro que Ruiz practicó de muchas maneras
cuadro”. La sala está vacía, es el minús-
Una dimensión central de esta visualidad
a lo largo de su trayectoria (Pérez Villalón,
culo gabinete de trabajo de Felipe II.
alegórica es el título de la instalación. La
2016b). En este caso, la pintura inexistente
expulsión de los moros que es tomado de la pintura de Diego Velázquez de 1627 desaparecida “misteriosamente” en el incendio del Alcázar de Madrid y de la cual no se tiene hoy ninguna imagen. A Ruiz le inquietaba esta historia, pues se sabe que esta había sido la única pintura alegórica de Velázquez, cuya imagen más que engrandecer la decisión de la Corona, exaltaba el drama colectivo de la expulsión (Calleja, 2010, s.p.). En la citada entrevista en el periódico del ICA, “Who burned Velázquez’ Allegorical Masterpiece: The Expulsion of the Moors” (Figura 6), Ruiz explica que Velázquez representa la España Colonial, la España de las tres culturas, española, americana y mora, es una suerte de “maestro de ceremonias en este proceso de auto-amputación” (Figura 6). Agrega que Velázquez fue un templario, por lo tanto, un caballero de una orden que busca trazar puentes entre religiones distintas, al modo de un diplomático o un místico, más que detenerse en las diferencias y los estereotipos. “El misticismo es un punto de encuentro entre diferentes comunidades”, señala el cineasta (Figura 6). Velázquez
gatilla la performatividad de los cuerpos de los espectadores y, a la vez, los cuerpos accionan juntos para la construcción de la imagen invocada. Este tipo de juegos Ruiz ya los había definido y practicado en su cine. La estrategia del tableau vivant o “cuadro viviente” es una práctica que utiliza actores para recrear de un modo tridimensional pinturas históricas y con ello develar el drama interno de las escenas pictóricas (Pérez Villalón, 2016a). Este es utilizado, por ejemplo, en L’hypothèse du tableau volé (La hipótesis del cuadro robado, 1978) o Klimt (2006). En la primera de estas películas los actores “actúan de actores” y deben recrear una serie de pinturas para resolver el enigma que esconde el cuadro desaparecido de la serie. Tanto en La hipótesis del cuadro robado como en La expulsión… la estrategia del cuadro viviente se pone al centro como recurso y organiza la revelación del misterio oculto. Esta idea de “película performativa” y “tableau vivant” puede leerse con claridad en el guion literario Velázquez (o la expulsión de los moriscos), cuando se describe la tercera y última habitación:
se aparece entonces como el fantasma
La tercera habitación es aún más pe-
invocado a través del nombre de la instala-
queña que la segunda.
ción. ¿Intenta Ruiz escenificar este cuadro
Tras su mesa de trabajo vemos el cuadro que representa a Felipe 4 con su corte. El cuadro se anima y una larga discusión comienza sobre los pro y los contra de la expulsión de los moros. Poco a poco las luces se apagan y el público se ve, semi-reflejado, en el espejo sobre el que reconocemos ahora, el cuadro perdido de Velázquez al cual el público se confunde (Figura 2). El cuestionamiento en relación con la función y la experiencia de la alteridad aparece al momento de la cooperación involuntaria que esta instalación le exige al espectador, quien “pone el cuerpo” durante su recorrido para revivir el drama interno de la expulsión histórica de los moros y experimentar las expulsiones-exclusiones actuales de la cultura contemporánea. La colaboración y participación, en este caso, se entiende con la figura del testigo activo (Ruiz, 2013, p. 186), término que utiliza el cineasta cuando construye una teoría del espectador para designar un elemento indispensable de la acción que actúa sin saberlo o sin decidirlo. A partir de este punto, se puede retomar la ficción breve citada inicialmente en donde se ve a la pareja que siempre se pelea delante de las visitas los días domingo, o
Ahora, finalmente el público se encuen-
bien, se pelea porque hay visitas. Este relato
tra pisando tierra firme. Frente a él,
introduce el ensayo “Fascinación y distan-
una muralla que tiene una abertura de
ciamiento” (2013, p. 185). Para Ruiz, por una
cuatro por tres metros. Es el marco del
parte, la fascinación ante una obra recla-
cuadro encargado a Velázquez por Felipe
ma un “acercamiento poético” que puede
La transmedialidad es un procedimiento de
4: “La expulsión de los moriscos”. El pú-
descifrar la “zona oscura” que se resiste a
traducción intersemiótica de un medio a
blico está por lo tanto “del otro lado del
una analítica experta o a la filosofía de arte
con los espectadores del museo? ¿Se trata esta de un tipo de representación “en vivo” del cuadro perdido? ¿Es la participación una estrategia para romper la representación?
francisca garcía barriga
P 49
Figura 3 Alegoría de los sueños 1620 Nota: Vista de la sala en La expulsión de los moros, Raúl Ruiz, ICA Boston, 1990. Cortesía de Archivo Ruiz-Sarmiento. Figura 4 Alegoría de la esperanza 1966 Nota: Vista de la sala en La expulsión de los moros, Raúl Ruiz, ICA Boston, 1990. Cortesía de Archivo Ruiz-Sarmiento. Figura 5 Alegoría de la memoria 1954 Nota: Vista de la sala en La expulsión de los moros, Raúl Ruiz, ICA Boston, 1990. Cortesía de Archivo Ruiz-Sarmiento.
arqueologías de la mirada : reactivación crítica de la videoinstalación la expulsión de los moros
(1990) de raúl ruiz
REVISTA 180 Figura 6 Who burned Velázquez’ Allegorical Masterpiece: The Expulsion of the Moors Nota: Periódico de dos páginas publicado por The Institute of Contemporary Art (ICA) de Boston con motivo de la exposición La expulsión de los moros (1990) de Raúl Ruiz. Cortesía de Jordi Torrent.
(Ruiz, 2013, p. 153). Por otra parte, el cineasta
sino también, ese otro lugar siempre miste-
defiende también el distanciamiento, que
rioso e imposible, el “otro lado” de la pantalla
implica la racionalidad en la práctica artísti-
del cine, el cual siempre interesó a Ruiz y que
ca, que permitiría conocer una obra en toda
incluso intentó escenificar en su película
su complejidad. “No olvidemos que vivir una
Memoria de apariencias (1987).
obra de arte no consiste solo en estar fas-
palabras de cierre:
cinado por ella, en enamorarse de ella, sino también en el comprender el proceso del enamorarse” (p. 187). La instalación abre un campo de exploración al modo de un laboratorio de investigación artística que hace partícipe al espectador de la intimidad de la dimensión procesual y el funcionamiento interno no solo de la práctica artística sino sobre todo de su cine. De esta manera, se
arqueologías de la mirada
El objetivo de este ensayo ha sido describir los procesos arqueológicos que han orientado esta investigación en la recuperación de la instalación La expulsión de los moros de Raúl Ruiz. ¿Qué puede hacer esta instalación tanto en la trayectoria de Ruiz como en el campo de las artes visuales contemporáneas? Desde el punto de vista de esta
comprende que las instalaciones están es-
investigación, el trabajo con los documen-
trechamente relacionadas con sus películas,
tos se plantea un objetivo también arqueo-
que son parte del mismo proyecto explora-
lógico, desde el cual se instala una relación
torio siempre especulativo. La instalación
de cooperación entre la investigación y
sería el lugar donde se produce el encuentro
el legado del artista, que opera diluyendo
erótico con el espectador. De esta manera, la
o difuminando la tradicional perspectiva
instalación no solo levanta ese lugar “del otro
crítica y científica que separa al sujeto del
lado” del cuadro desconocido de Velázquez,
objeto de estudio. Esta mirada que propicia
francisca garcía barriga
la investigación se basa en la premisa de
geopolíticos asignados desde el centro.
mantener vivo “el espectro” de Ruiz en el
De esta manera, puede afirmarse que Ruiz
presente y permitir que sus potencias esté-
define un espacio emancipatorio en la expe-
ticas y políticas puedan continuar afectan-
riencia del exilio, de no pertenecer cabal-
do las fórmulas curatoriales, del cine y de
mente a una sola cultura, desarrollando la
las artes visuales en la actualidad.
habilidad de transitar entre una y otra, sin
Entre los hallazgos y respondiendo a las preguntas formuladas inicialmente, se afir-
nunca dejar de tomar una posición crítica —e irónica— de las situaciones opresivas.
ma que el tipo de investigación que práctica
El trabajo e interés que Ruiz sostuvo con el
el cineasta es de índole especulativa y en
pintor Velázquez recuerda la famosa confe-
relación con ello, la arqueología —como la
rencia-pregunta de Giorgio Agamben: “¿Qué
estrategia de trabajo con los archivos y los
es lo contemporáneo?” (2006), donde el filó-
rastros de pasado— que él ejerce invo-
sofo escribe aquella afirmación, “pertenece
cando a Velázquez, permite aproximarse a
realmente a su tiempo, es verdaderamente
aquellas zonas misteriosas u ocultas de la
contemporáneo, aquel que no coincide per-
verdad histórica. La arqueología le permitirá
fectamente con este” (p. 1). Ruiz distante o al
cuestionar la política de la representación
menos fuera de la órbita de las pretensio-
propia de las bellas artes y el cine clásico, a
nes de la actualidad o de la moda, y también
su vez, deconstruir las imágenes estereoti-
anacrónico en sus lecturas y referentes ar-
padas de la alteridad cultural.
tísticos, plantea otros modelos posibles de
En el caso de Ruiz, una instalación es equivalente a una exposición, en la medida en que él aborda todas las dimensiones espaciales, visuales y de recepción que se barajan en una exposición. Este dispositivo,
la imagen, de la producción del saber y de las formas de la convivencia. En su escepticismo hacia los discursos establecidos y la habilidad de su práctica artística siempre elusiva, comienza su radicalidad.
comprendido por este autor como un laboratorio de investigación artística colectiva que permitió a esta investigación constatar algunas dimensiones materiales y procesuales de su obra cinematográfica. Por una parte, la visualidad alegórica que combina objetos, imágenes y tecnologías en las distintas habitaciones de La expulsión… cita los esquemas narrativos heredados del barroco que él tanto defendió cuando se distanciaba del modelo simple del “conflicto central”, que para él caracterizaba a los fabricantes de Hollywood. Por otra parte, esta
plice al espectador como testigo activo de las expulsiones-exclusiones culturales. Su experiencia biográfica de exilio y de múltiple pertenencia identitaria fue forjando un tipo de mirada que propone desvíos en la comprensión de los territorios y las identidades. Desde ese lugar la instalación/exposición tiene un potencial pedagógico que instala al espectador occidental en un lugar vulnerado o alterno de forma involuntaria, y que pone en “situación” las tensiones que emergen de los movimientos migratorios hasta hoy. Este entrar y salir de la experiencia de alteridad (en Estados Unidos y Europa) se condice con un deseo de ejercer la libertad del nomadismo y descentrar los lugares
sitivo. Minerva: Evidence-Based Medicine pour la première ligne, 4(16), 24-28. García, F. (invierno 2020). Raúl Ruiz más allá del cine: los viajes a Estados Unidos. Entrevista con Jordi Torrent. Revista La Fuga, (24). https://lafuga.cl/los-viajes-de-raul-ruiz-a-estados-unidos/1013 Goddard, M. (2017). Television, Tractactions, and Folklore. En I. López Vicuña, & A. Marinescu (Eds.). Raúl Ruiz’s Cinema of Inquiry (pp. 49-68). Wayne State UP. La Ferla, J. (2013). Cine de exposición. Instalaciones fílmicas de Andrés Denegri. Fundación OSDE. Obiol, M. J. (27 febrero 1991). Las emociones de los decorados son difíciles de transmitir (entrevista Raúl Ruiz). El País. Ostria, V. (1991). Miroirs en pleine réflexion. Cahiers du Cinéma, (449), 81. Pérez Villalón, F. (2016a). La imagen inquieta. Juan Downey y Raúl Ruiz en contrapunto.
hermano [Película]. Citelco. notas al pie 1. Recibido: 28 de diciembre de 2020. Aceptado: 24 de septiembre de 2021. 2. Este artículo es parte del proyecto de investigación "Cuerpos y tecnologías de la imagen: reactivación de las video-instalaciones de Raúl Ruiz", código 10-2021-PGI, financiado por la Dirección de Investigación de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. 3. Académica del Departamento de Artes Visuales, Facultad de Artes y Educación Física, UMCE. Contacto: mfranciscagarcia@gmail.com 4. La entrevista de Jordi Torrent a Raúl Ruiz (1990) impresa en el documento de dos páginas “Who burned Velázquez’ Allegorical Masterpiece: The Expulsion of the Moors”, se incluye como en el presente ensayo como imagen (Figuras 6). A lo largo del texto, esta se cita directamente en castellano con traducciones mías y se incluye un paréntesis con el número de la figura dependiendo de la página a la que se haga referencia.
visualidad adquiere un estatus de laboratorio en la medida en que activa y hace cóm-
Pesados. Didi-Huberman, G. (2011). La exposición como dispo-
Ruiz, R. (Director). (1973). La expropiación [Película]. Producción independiente. Ruiz, R. (Director). (1974). Diálogo de exiliados [Película]. Producción independiente. Ruiz, R. (Director). (1975). Utopía o el cuerpo repartido y el mundo al revés [Película]. ZDF. Ruiz, R. (Director). (1979). De los acontecimientos importantes y de la gente común [Película]. Instituto Nacional Audiovisual. Ruiz, R. (1979). Las relaciones de objetos en el cine. Revista Ojo. Cine y Comunicación, 4-8. Ruiz, R. (1990). The Book of the Disappearances/The Book of the Tractations. ICA; IVAM; Éditions Dis Voir. Ruiz, R. (2013). Poéticas del cine. Universidad Diego Portales. Slavuski, V. (24 de febrero de 1991). Raúl Ruiz lleva su recreación de Velázquez de Estados Unidos al IVAM de Valencia. La Vanguardia. Tena, A. (11 de abril de 1990). Historias de moros y cristianos (entrevista a Raúl Ruiz). El País.
referencias bibliográficas Agamben, G. (2006) ¿Qué es lo contemporáneo? https://19bienal.fundacionpaiz.org.gt/wpcontent/uploads/2014/02/agamben-que-es-locontemporaneo.pdf Aliaga, J. V. (16 marzo, 1991). La memoria anclada. El País. B., P. (14 marzo, 1991). Raúl Ruiz: Las obviedades de la memoria. Diario ABC. Bellour, R. (2009). Entre imágenes. Foto. Cine. Video. Ediciones Colihue.
https://elpais.com/diario/1990/04/11/cultura/639784807_850215.html Torrent, J. (1990a). Who burned Velázquez’ Allegorical Masterpiece: The Expulsion of the Moors. Interview with Raúl Ruiz, ICA Boston, sin página [Periódico informativo, documento de exposición]. Torrent, J. (Director). (1990b). Paradox Allegory and Miscellanea [Documento audiovisual]. Continental Cablevision/ Duende Pictures/ ICA Boston. Torrent, J. (Director). (1990c). Raúl Ruiz/ La Plaza TV WGBH [Documento audiovisual]. WGBH-Boston.
Bullot, E. (2019). La película performativa. Revista La Fuga, (22). http://2016.lafuga.cl/la-peliculaperformativa/930 Bullot, E. (2020). Salir del cine. Historia virtual de las relaciones entre el arte y el cine. Shangri-la Ediciones. Calleja, J. M. (2010). La expulsión de los moriscos en las artes plásticas. Extractos de una conferencia.
arqueologías de la mirada : reactivación crítica de la videoinstalación la expulsión de los moros
(1990) de raúl ruiz
P 51
El formato de instalación/exposición es
al cine y la poética de Raúl Ruiz. Editorial Metales
Ruiz, R. (Director). (1971). Ahora te vamos a llamar
lación, permiten a su vez comprender sus
les y culturales del espacio expositivo.
Diego Portales. De los Ríos, V. (2019). Metamorfosis. Aproximaciones
ducción de lo real. Revista 180, (37), 12-17.
de los lugares en donde se montó la insta-
siderando los parámetros sociales, materia-
filmografía comentada. Ediciones Universidad
Pérez Villalón, F. (2016b). Raúl Ruiz: el cine como tra-
museográficos y los contextos culturales
Specific): cada pieza se modula in situ con-
pulsionenlapintura.pdf Cuneo, B. (Ed). (2013). Ruiz: entrevistas escogidas,
Editorial Catálogo.
construido siempre acorde a los espacios
instalaciones como “sitios específicos” (Site
http://www.arauco.org/SAPEREAUDE/print/laex-
Técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural. Hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes1,2
[ cultural techniques and aesthetic tactics for a new natural contract. towards a third space from southern sensibilities ] nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub *
* Nicolás Trujillo Osorio3 Universidad Alberto Hurtado Universidad Diego Portales Santiago, Chile
> Cómo citar este artículo: Trujillo, N. y Cotoras, D. (2021). Técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural.
* Dusan Cotoras Straub4 Universidad Diego Portales Santiago, Chile
Hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes. Revista 180, (48), 52-65. http://dx.doi.org/10.32995/rev180. Num-47.(2021).art-965 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-965
REVISTA 180
Abstract: In the current political-environmental
la desconexión entre la representación científica de la
crisis context, the disconnection between the sci-
crisis y su comprensión situada se ha convertido en un
entific representation of the crisis and its situated
problema central, suscitando una reflexión en torno a
understanding becomes a central problem, which
las condiciones socioepistémicas de representación.
has raised reflections on the socio-epistemic con-
Frente a esta desconexión, se ha propuesto desde la
ditions of the representation. Faced with this dis-
sociología y la filosofía de la ciencia pensar un nuevo
connection, sociology and philosophy of science
tipo de acuerdo o “contrato natural” entre el entorno y
have proposed a new type of agreement or "natural
las prácticas humanas para la convivencia en un mun-
contract" between the environment and human
do común. ¿En qué podría consistir un nuevo contrato
practices to coexist in a common world. What could
natural? ¿Qué formas puede adoptar en nuestro esce-
such a new natural contract involve? What forms
nario local? Este artículo describe el problema de la cri-
can it take in our local scenario? This article de-
sis representacional y analiza dos casos situados en la
scribes the problem of the representational crisis
Región de Magallanes y Antártica Chilena, que asumen
and analyses two cases located in Magallanes and
esta tarea desde espacios de conocimiento no-acadé-
the Chilean Antarctica Region, which undertake
micos, que operan desde el cruce entre arte y ciencia:
this problem from non-academic knowledge spac-
el Museo de Historia Natural Río Seco y el Laboratorio
es that operate from the crossroads between art
de arte Liquenlab. La sección 1 introduce el problema
and science: Natural History Museum Río Seco and
de la crisis representacional desde un enfoque medial
the Liquenlab Art Laboratory. Section 1 introduces
y sociotécnico. La sección 2 describe el contexto de la
the problem of the representational crisis from a
Región de Magallanes y Antártica Chilena como un te-
medial and socio-technical approach. Section 2 de-
rritorio geopolíticamente figurado a partir de represen-
scribes the context of the Magallanes and Chilean
taciones científicas. La sección 3 refiere los casos de
Antarctica region as a geopolitically figured terri-
estudio como “técnicas culturales”. Para ello, se analiza
tory based on scientific representations. Section 3
la identidad institucional, las condiciones sociotécni-
describes the case studies as "cultural techniques".
cas, los intereses curatoriales y las técnicas de produc-
To do so, we analyze the institutional identity, the
ción estética de estos nuevos espacios de conocimien-
curatorial interests, the socio-technical conditions
to. En particular, se propone el concepto de táctica
and the aesthetic production techniques of these
estética para interpretar los efectos socioepistémicos
new spaces of knowledge. In particular, we propose
de ambos casos, distinguiendo cuatro componentes
the concept of "aesthetic tactics" to interpret the
estructurales: composición, operación, escala, mate-
socioepistemic effects of both cases, distinguish-
rialidad. La sección 4 concluye que las comprensiones
ing four structural components: composition, oper-
situadas sobre las representaciones y conocimientos
ation, scale, materiality. Section 4 concludes that
científicos de ambos casos contribuyen a generar un
the situated understandings of the representations
nuevo contrato entre naturaleza y sociedad, desde la
and scientific knowledge of both cases contribute
imbricación calculada de técnicas culturales artísticas
to generating a new contract between nature and
y científicas, con las que logran establecer tácticas
society, from the calculated imbrication of artistic
estéticas para volver sobre las condiciones políticas
and scientific cultural techniques, with which they
y sociotécnicas de representación. A esto se le llama
manage to establish aesthetic tactics to return on
un tercer espacio de conocimiento, forjado a partir de
the political and socio-technical conditions of the
sensibilidades australes.
representation.
Palabras clave: condiciones socioepistémicas; crisis re-
Keywords: aesthetic tactics; cultural techniques;
presentacional; tácticas estéticas; técnicas culturales
representation crisis; socio-epistemic conditions
P 53
Resumen: En la actual crisis político-medioambiental,
crisis representacional,
garante histórico estaba reservado para
Un último aspecto relevante en ambos
crisis de conocimiento
las instituciones del arte y la cultura, se
frentes teóricos es que la apertura de un
La situación actual del mundo podría carac-
propone habilitar un “tercer espacio” —ni
tercer espacio ya no depende del ámbito
terizarse como una crisis representacional
meramente natural, ni meramente cultu-
meramente conceptual. Enfrentar la crisis
ral— que redefina las partes y reanude los
representacional demanda considerar
generalizada que afecta a la ecología del planeta —a causa de la carbonización de la atmósfera— y también a la constitución social, política y epistémica de nuestras formas de vida en común (Latour, 2019). Aunque los sistemas modernos de representación son dispositivos técnicos y epistémicos, orientados a la cuantificación y medición estadística y conceptual de fenómenos complejos, ellos también afectan la comprensión social y política de nuestro modo de habitar (Rheinberger 2005). Se trata, entonces, de una crisis sobre nuestra forma de conocer, habitar y relacionarse con un entorno que agota su último suspiro para sobrevivir. Aunque la noción de crisis ha sido consustancial a la modernidad, ahora cuestiona el fundamento mismo de su discurso: el llamado contrato natural, que relaciona y separa a un tiempo el mundo de la naturaleza y el mundo de la cultura y, con ello, el campo
REVISTA 180
de las ciencias de la naturaleza y el de las ciencias humanas (Rheinberger, 2005, 2016; Serres, 1991). Por esto, ya no es posible confiar todas las respuestas a los discursos de la crítica ilustrada. Estos discursos colisionan ante una comunidad cada vez más amplia de afectados —humanos y no-humanos— desprovista de las certidumbres de antaño. Las fronteras conceptuales de la modernidad ya no pueden organizar la marcha del conocimiento. Estamos frente a la emergencia de una “mutación” constante, cuyos efectos erosionan una y otra vez nuestra imagen moderna del mundo (Latour, 2019). Cómo representar la crisis a expensas de los marcos cognitivos habituales que gatillaron la situación actual ha sido un problema central en los estudios mediales (Kittler, 1997; Krämer, & Bredekamp, 2013; Parikka, 2014) y en los estudios sociales de la ciencia y la tecnología (Latour, & Weibel, 2005; Law, 2015; Rheinberger, 2005, 2016). Desde ambos frentes, se ha propuesto pensar un nuevo tipo de “contrato natural” entre el entorno y las prácticas humanas de convivencia (Latour, 2007). La promesa que albergan estos frentes teóricos consiste en representar el mundo más allá de la distinción que enmarca y sustenta a la crisis actual: la naturaleza versus la cultura. ¿En qué podría consistir un nuevo contrato natural? ¿En qué descansa la posibilidad de generar un nuevo tipo de representación, tanto epistémica como política? ¿Qué formas podría adoptar en nuestro escenario local?
protocolos del contrato natural moderno
casos situados, donde la fabricación misma
(Serres, 1991). Un extenso catálogo de experi-
de conocimientos se articula a partir de
mentos artísticos en museos cuestiona hoy
reflexiones sobre el contexto social de pro-
las prácticas de “composición” del entorno
ducción, sus efectos políticos en nuestro
y su representación política (Latour, 2010),
habitar y su configuración representacional
para reunir y articular los intereses no-re-
mediante prácticas y técnicas epistémicas
presentados de diversos agentes humanos
particulares (Haraway, 1988; Law, & Mol, 2001;
y no-humanos (Nolasco-Rozsas, & Hofmann,
Suchman, 1987). Esto permite revelar las
2021). En particular, Weibel y Latour (2008,
condiciones materiales del saber tecno-
2020) han intentado reorientar la demo-
científico (Latour, 2007; Salter et al., 2017),
cracia hacia un “parlamento de las cosas”,
pero también los efectos socioepistémicos
para hacer frente a la desorientación del
de nuestras prácticas de conocimien-
mundo como resultado del cambio climático
to (Rheinberger, 2016). Aquí, la dimensión
a escala planetaria. En el Zentrum für Kunst
estética de las técnicas de conocimiento
und Medien de Karlsruhe se han desarro-
se vuelve un aspecto central, porque no
llado numerosas exhibiciones dedicadas a
solo concierne al diseño de los sistemas
explorar el laboratorio científico y el estudio
de representación epistémica, sino tam-
de artistas desde un vocabulario común (Obrist, & Vanderlinden, 2001). Una experiencia destacada es la plataforma Ensayos, que hace diez años promueve el intercambio sostenido entre científicos y artistas en torno a la situación política y medioambiental de Tierra del Fuego (Molina Vargas et al., 2020). Además, existen distintas indagaciones orientadas a métodos no-representacionales, centrados en los afectos y la materialidad, para sobrellevar los efectos performativos de la teoría sobre las prácti-
bién a la articulación sensible de técnicas y prácticas. Al nivel de la articulación estética, los efectos sociales y epistémicos de los sistemas de conocimiento se tornan evidentes (Flusser, 1998). Prestar atención a estas articulaciones contribuye, entonces, a pensar la pregunta por un nuevo contrato natural, pues nos permite suspender el velo normativo de la representación moderna y comprender el ámbito factual y situado del conocimiento, donde diversas condiciones sociotécnicas y materiales se imbrican en el
cas de observación (Salter et al., 2017; Thrift,
proceso mismo de producción de saber.
2007). Estos experimentos contribuyen a
En esta línea, este artículo analiza dos
conjeturar qué objetos ambiguos o “híbridos” requieren de instrumentos, dispositivos conceptuales y espacios que sean sensibles a la ambigüedad, la incertidumbre y las rela-
espacios de conocimiento situados en la Región de Magallanes y Antártica Chilena: un museo, espacio tradicionalmente reservado para la conservación de objetos de
ciones entre lo objetivo-natural y lo subjeti-
cultura, y un laboratorio, espacio tradicio-
vo-cultural (Rheinberger, 2005, Vannini, 2016).
nalmente reservado para la exhibición de
Desde los estudios mediales, por su parte,
objetos de naturaleza. Ambos espacios son
dichas reflexiones han avanzado en una dirección aún más concreta, al mostrar cómo la separación moderna entre naturaleza y cultura depende de operaciones técnicas específicas, que intervienen en diversos espacios de conocimiento, tales como museos (Sloterdijk, 2017; Weibel, 2006) o archivos (Groys, 2005), afectando así el modo cómo entendemos los testimonios de lo natural y lo cultural (Parikka, 2016). Centrándose en el ámbito técnico de los dispositivos y prácticas epistémicas de representación, los estudios mediales logran evadir la diferencia cuasitrascendental de lo natural y lo cultural, para insistir en que las técnicas y sus instituciones operan como “puertas o umbrales” de orientación en el mundo de la vida (Siegert, 2015a). Esto
excepcionales y han tenido buena difusión en medios especializados, pues producen conocimientos a partir de la historia cultural de la región, tomando en consideración los sistemas geopolíticos y modernos de representación de la zona austral y las maneras locales y habituales de habitar territorios subantárticos (Andaur, 2021; Cáceres, 2018; Domínguez, 2018; Zegers y Arqueros, 2017). Además, ambos espacios dialogan con tendencias artísticas internacionales, porque trabajan desde la relación entre arte y ciencia (Álvarez, & Ulloa, 2018; Álvarez et al., 2018; Cáceres, 2015, 2018; Salter et al., 2017, Weibel, 2007; Weibel, & Latour, 2008; Zegers y Cáceres, 2018), produciendo obras y representaciones epistémicas híbridas, que no responden a los límites disciplinares del discurso moderno.
Desde los estudios sociales de la cien-
obliga a replantear el conocimiento sobre el
cia, la apuesta ha consistido en ensayar
mundo desde las configuraciones técnicas
Se analizan las prácticas epistémicas de
experimentos para simbolizar los vestigios
y representacionales que propician los ac-
representación de cada espacio a partir de
de un mundo en mutación. Apelando a las
tuales espacios de producción de conoci-
la noción teórica de técnica cultural. Para
facultades de la percepción estética, cuyo
miento (Winthrop-Young, 2013).
ello, se propone una interpretación teórica
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
de ambos casos, informada por el análisis
Esperanza, Río Seco, Leñadura y Bahía Inútil, y
“técnicas culturales”. Como es sabido, la
de documentos institucionales y análisis
también en sepulturas y memoriales disper-
noción de técnica cultural define prácticas
estéticos de obras artísticas. Mediante
sos en la región, que recuerdan el infortunio y
u operaciones epistémicas y conceptuales,
entrevistas online semiestructuradas y
el esfuerzo de los científicos que se aventu-
que posibilitan y movilizan la interpreta-
visitas a ambos espacios, se pudo observar
raron en territorios ignotos (Figura 1).
ción de diversas entidades (Macho, 2021;
el contexto y los resultados de sus prácticas y técnicas culturales. La interpretación se dividió en dos momentos relacionados entre sí. El primero reconstruye el contexto geopolítico de la Región de Magallanes y Antártica Chilena (sección 2), para explicar la relación entre sistemas de representación científica y definiciones políticas de la zona. El segundo describe y analiza las condiciones sociotécnicas y el uso de recursos técnico-estéticos de cada espacio. Para ello, se reconstruye la historia institucional de cada espacio y se definen sus prácticas curatoriales y científicas de producción de obra y conocimientos (sección 3). El fin es mostrar cómo las técnicas culturales del la-
Pero estas empresas científicas no solo buscaban describir lo exótico. Su propósito era abrir los primeros caminos para la ocupación y conquista de un territorio, donde el porvenir parecía más una esperanza que una posibilidad (Martinic, 2001). Tal como los sistemas de representación epistémica rigen, enjuician y dirimen sobre objetos de conocimiento, ellos también rigen, enjuician, y dirimen sobre la organización y uso del territorio, mediante prácticas y estrategias tecnológicamente informadas y productivamente orientadas (Rheinberger, 2005). En la actualidad, quien
desarrollo de una comunidad privada de las
representación científica moderna de la re-
huellas culturales autóctonas de la zona.
gión. Finalmente, se concluye que ambos es-
Los mitos e imaginarios locales fueron
pacios son casos ejemplares de reflexiones
reemplazados por historias de hazañas
críticas en torno al conocimiento científico,
modernas, plasmadas en una cultura
su producción y efectos de representación,
material y simbólica diseñada al alero del
pues contribuyen a instalar nuevas formas
descubrimiento y sus consecuentes planes
de contrato natural mediante la configu-
de extracción de gas, petróleo, metanol,
ración simbólica de un “tercer espacio” de
carbón, y de la administración terratenien-
comprensión y sensibilización socioepistémi-
te de la industria ganadera (Martinic, 2001).
ca (sección 4).
A inicios del siglo XXI, se proyecta que los
conocida como la Relación de Pigafetta, fue traducida por José Toribio Medina en 1888 y forma parte de la Colección de documentos inéditos para la historia de Chile (Pigafetta, 1899). Aunque la representación de Pigafetta aspiraba a ser descriptiva y naturalista, instaló un imaginario fantástico en torno a una naturaleza autóctona y recóndita, indomable e inclemente, maravillosa y temible (Rojas Mix, 2015). Siglos después, hacia fines de 1800, los nuevos sistemas de representación científica, más taxonómicos y cuantitativos, relevaron las figuraciones de la observación por sobre las figuraciones propias de la fantasía que persistían hasta entonces. No obstante, en medio de los cálculos de la razón, los elementos fantásticos fueron
Además, la atención en “técnicas culturales” permite abrir nuevos espacios para la percepción y cognición más allá de las separaciones disciplinares del saber, ya que deja al descubierto los procesos operativos que no coinciden con los límites establecidos de antemano por las parcelas disciplinares del conocimiento moderno.
efectos geopolíticos de las actuales representaciones científicas vuelvan a producir nuevas formas de comunidad, alterando las identidades locales de manera inusitada. Es posible reconocer estos cambios a partir de tres hitos geopolíticos que marcan una clara dirección. A cuatro años del inicio de la regionalización del país en 1974, se oficializa el rol geopolítico de la Región de Magallanes como puerta de entrada con la anexión de la Antártica y Cabo de Hornos (Decreto Ley N° 2.339). Luego, en 2019, este rol se fortalece con la definición de la Macrozona austral, que modela al ecosistema subantártico y antártico como un laboratorio natural (Decreto Exento N° 119). Finalmente, a fines de 2020, el Estatuto Antártico Chileno anuncia la implementación de un plan nacional para el desarrollo de la investigación científica nacional e internacional, bajo la regulación del Instituto Antártico Chileno (Ley N° 21.255).
porque visibilizan las zonas de intercambio entre contenidos científicos y disposiciones estéticas de los objetos, mediante el entrecruzamiento de prácticas artísticas y científicas. A diferencia del espacio museal y del laboratorio convencional, el fin que ambos espacios de conocimiento persiguen es complementar la mirada científica con una mirada más sensible sobre el territorio, su ecosistema y ocupación social. En este sentido, estos espacios proponen elementos centrales para reflexionar y producir nuevos tipos de convivencia (Serres, 1991). Con Michel de Certeau (2000) comprenderemos la relación que establecen las técnicas culturales de estos espacios con el territorio como “tácticas” dirigidas a intervenir y complementar las “estrategias” que organizan hoy la zona. Ambos conceptos son “polemológicos”, pues definen dos formas de acción en situaciones de incertidumbre y conflicto. La estrategia es el cálculo premeditado para circunscribir y manipular un lugar con base en un poder o conocimiento específico. Se trata de una administración racional de relaciones de fuerza para transformar un entorno en algo “propio”: “Acción cartesiana, si se quiere: circunscribir lo propio en un mundo hechizado por los poderes invisibles del Otro. Acción de la modernidad científica, política o militar” (De Certeau, 2000, p. 43). Por otra parte, la táctica es un cálculo contingente para responder a una fuerza que se impone como “la ley de una fuer-
reajustados como descripciones subjetivas
En medio de estas figuraciones científicas
za extraña”. La táctica es sensible a la
de los conocedores; las vicisitudes que en-
y sus correlatos geopolíticos, emergieron
ocasión y genera sorpresas en un medio
frentaron los viajeros, los desconciertos ante
durante dos espacios de conocimiento
ajeno a los actores. Por ello, la táctica se
comunidades locales con rasgos orientales
alternativos, donde la pregunta por las
asemeja al chiste; su ocurrencia, aunque
y la fatigosa impredictibilidad del clima se
condiciones de representación y autori-
esporádica, puede desestabilizar la estra-
transformaron en testimonios de las viven-
dad científica es vuelta objeto de estudio
tegia de una ocupación calculada; “las tác-
cias de científicos viajeros (Onetto Pavez,
y experimentación. Se trata del Museo
ticas ponen sus esperanzas en una hábil
2019). Estas impresiones del ojo moderno
de Historia Natural Río Seco (MHNRS) y el
utilización del tiempo, en las ocasiones que
todavía permanecen en los nombres de algu-
Laboratorio de arte Liquenlab. Ambos es-
presenta y también en las sacudidas que
nos lugares, como Puerto de Hambre, Última
pacios de conocimiento ensayan distintas
introduce en los cimientos de un poder”
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
P 55
acerca de los efectos socioepistémicos de la
tación científica. La primera representación,
nes que delimitan la objetividad científica.
laboratorio producen técnicas culturales,
representación científica impulsaron el
ser figurada por los sistemas de represen-
sociotécnico y estético de las operacio-
Veremos que tanto el museo como el
ticas”, orientadas a sensibilizar y reflexionar
fue la primera zona del territorio chileno en
enfatizar y analizar el sustento material,
sistemas de representación. A principios del siglo XX, los sistemas de
La Región de Magallanes y Antártica Chilena
y Bredekamp (2013), esta noción permite
habita la zona, habita los efectos de estos
boratorio y el museo articulan “tácticas esté-
territorio y técnicas culturales
Siegert, 2015b). De acuerdo con Krämer
REVISTA 180 Figura 1 Tumba de Pringle Stokes, comandante del HMS Beagle (1793-1828) Nota: Antiguo cementerio inglés de Puerto de Hambre.
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
(De Certeau 2000, p. 45). Si las definicio-
el lugar. El taller de trabajo, habitado por
del movimiento perpetuo de fotogramas en-
nes geopolíticas son “estrategias” para
fragmentos óseos y especímenes con-
samblados en tiras de celulosa. Por otro lado,
la ocupación, administración y control
servados en líquido, está en una antigua
las imágenes científicas, donde el modelo
del territorio local, es posible interpretar
casa patrimonial. Las salas de exhibición
figurado depende directamente de los cóm-
las prácticas artísticas y curatoriales de
se encuentran en otros dos inmuebles. La
putos simbólicos de máquinas desprovistas
estos espacios como “tácticas estéticas”
primera sala, ubicada en el segundo piso
de sentidos. Así, el énfasis en el carácter
que intervienen el orden moderno del co-
de un edificio remodelado, alberga piezas
técnico del proceso de recomposición de
nocimiento y sus efectos políticos sobre
óseas y cuadros de flores disecadas, cuyos
huesos y vestigios naturales queda impreso
el territorio.
nombres están inscritos en grafito y letra
en la mirada del ojo, como el guion principal
manuscrita. Varias piezas cuelgan de la
del recorrido estético por estas piezas.
tácticas estéticas del museo y el laboratorio
Las técnicas culturales de ambos espacios no preceden sin más su manera de habitar la zona austral. En efecto, los dos funden las técnicas culturales con la identidad de sus instituciones y sus intereses curatoriales. En particular, se muestra cómo sus tácticas estéticas nacen de y plasman dicha conjunción. Para evidenciar cómo estas tácticas estéticas crean objetos híbridos de conocimiento —a medio camino entre arte, ciencia y tecnología, y cuyos efectos se diseminan a niveles epistémicos y políticos—, se atiende a cuatro componentes estéticos de sus producciones: composición perceptiva, operación técnica, escala discursiva y materialida-
estructura de madera —desde los pilares y dinteles, hasta la cercha y los pendolones—. La segunda sala, ubicada en el segundo piso de un galpón ocupado para otros fines, alberga la osamenta de una ballena sei de casi 21 metros de largo (Figura 2). La disposición del museo permite apreciar que su espacio no busca sustraerse del entorno, sino que prefiere establecerse como un espacio híbrido (Kittler, 2017; Rheinberger, 2005); una calculada intervención que conjuga dos épocas distintas: el pasado del frigorífico y el presente del espacio museal. Para guiar la visita, los anfitriones comparten relatos sobre la historia de la región y las piezas en exhibición. Dado que las salas
des empleadas.
son amplias, el ojo puede adelantarse al
identidad , curatoría y
ambiente científico, pero también fantásti-
El museo está ubicado en la avenida Juan Williams de la localidad de Río Seco, a 13,5 kilómetros al norte de la comuna de Punta Arenas. El espacio se encuentra en el antiguo frigorífico The South America Export Syndicat, inaugurado en 1905 y actual símbolo de la industrialización ganadera de la región. Con un equipo de profesionales del área de la biología y las artes visuales, el museo surge en 2013 y al año siguiente se consolida como un espacio de exhibición e investigación, mediante la Asociación de Investigadores del Museo de Historia Natural Río Seco (2015). El museo emplea diversas redes y canales de financiamiento público y privado. Los convenios de cooperación con instituciones y grupos de trabajo son un aspecto fundamental para asegurar la continuidad y divulgación de su labor. Dado el carácter científico de la zona, la presencia de museos no es extraña; el Palacio Braun-Menéndez, el cementerio municipal Sara Braun y el Museo Antropológico Maggiorino Borgatello son parte de la ruta turístico-patrimonial oficial. Pero, a diferencia de estos espacios históricos, el Museo de Historia Natural Río Seco genera experiencias estéticas, a partir de la reflexión sobre las técnicas y prácticas de construcción de los objetos y
co, lleno de referencias históricas y detalles visuales. Conforme nos acercamos a las piezas, la experiencia visual se torna háptica, táctil. La segunda sala, en particular, circunscrita por una estructura de lata y madera, aprovecha su amplio espacio para acentuar la inmensidad de la ballena sei, que se puede recorrer de cabo a rabo, por fuera y por debajo de la osamenta. La curatoría del museo enfatiza las técnicas que configuran el espacio y los objetos que exhibe. El equipo emplea técnicas tradicionales de la anatomía médica, en particular, la osteotecnia y la recombinatoria ósea5. Ellas no solo conservan y restituyen la estructura ósea post mortem. Además, son utilizadas para enseñar al visitante que toda manipulación e intervención de los materiales altera y reforma el vestigio. En aquellas piezas que son más frágiles o cuyas partes están más deterioradas, la impronta técnica revela la importancia del cuidado de los ensambles, las grietas y las recomposiciones. Con ello, este espacio propone enseñar que la forma anatómica resultante no es una imitación del espécimen original. Más bien, las piezas son objetos híbridos, a medio camino entre la escultura y el modelo, porque el ensamble técnico de los sedimentos óseos produce un arquetipo es-
cada pieza más allá de su función individual de arquetipo, pues en su conjunto, estos vestigios se articulan como engranajes alegóricos del proceso general de recolección, preparación y composición de objetos de conocimiento. Al figurar objetos híbridos, ni meramente científicos ni meramente artísticos (Figura 3), el museo hace resonar ambos sistemas de representación, para develar su dependencia de las técnicas culturales que los constituyen. Así, la mirada estético-técnica del museo interroga las condiciones simbólicas del conocimiento y sus efectos de verdad, frente a las maneras tradicionales de representar la naturaleza en espacios destinados al resguardo de la cultura. A partir de la curatoría e identidad institucional del museo, es posible precisar cómo sus tácticas estéticas se encarnan con cuidada sensibilidad en los cuatro componentes estéticos señalados. Por un lado, el museo se compone como un locus, un área arquitectónicamente delimitada y dispuesta a la contemplación de piezas. A su vez, el espacio tiene la particularidad de articularse como la recomposición de un escenario pasado. El lugar donde está emplazado era un antiguo matadero. De las vigas pendían cuerpos de ganado que no estaban dispuestos para su contemplación. La instalación del espacio museal subvierte ese espacio privado, para transformarlo en un espacio público, de exhibición y reflexión. Tal como advierte Sloterdijk (2017), más que como un cementerio, el espacio de exhibición del museo establece una máquina del tiempo, pues el emplazamiento de piezas animales rememora la presencia fantasmal de aquellos cadáveres, pero el reemplazo de la carne por el hueso genera un quiebre estético productivo: no estamos en un espacio de muerte, sino en un espacio de ensamblajes, reflexión y goce estético. Más que un teatro de representaciones, este espacio compone una “máquina” (Guattari, 1976, p. 274) capaz de producir constantemente, a partir de sus engranajes-piezas, la frontera entre naturaleza y cultura.
tético (Figura 4), similar a otras dos produc-
Por otro lado, el museo basa sus operacio-
ciones artísticas donde, el medio determina
nes en métodos científicos, particularmente
En principio, el museo transgrede las con-
la legibilidad e interpretación de sus efectos,
en técnicas tradicionales de anatomía. Sin
venciones espaciales de los espacios desti-
siguiendo la concepción de Kittler (1997). Por
embargo, la mirada del método científico
nados a la contemplación. Las partes que lo
un lado, las primeras imágenes cinematográ-
es subvertida por el diseño estético y la
ensamblan se encuentran diseminadas por
ficas, donde la animación es el reflejo ilusorio
disposición de las piezas en el espacio. Así, el
relatos en exhibición.
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
P 57
tácticas estéticas del museo
cuerpo y sumergirse con rapidez en un
Pero el museo también propone experimentar
REVISTA 180
espacio museal se organiza como un teatro
la cultura lo hace a partir de la manipula-
de las maravillas, que dispone las piezas para
ción de vestigios y restos orgánicos. Tal
una contemplación lúdica y dinámica; el ojo
como nos recuerda la filosofía de Gilbert
del visitante no solo atiende una pieza, sino
Simondon (2017), naturaleza y cultura no
el conjunto que componen y el territorio pa-
existen como regiones aisladas o indife-
trimonial que ocupan. De acuerdo con Kittler:
rentes a las operaciones que las reúnen
“el museo es un medio híbrido que ha aco-
como diferencia conceptual (Hui, 2017). De
plado sus funciones elementales de almace-
tal manera, el énfasis puesto sobre las
namiento a otros medios de procesamiento
técnicas culturales del museo nos permite
y transmisión” (2017, p. 71). En este caso, la
registrar cómo se gesta la significación
operación del museo no estaría contenida en
cultural de la naturaleza en el sitio espe-
piezas singulares, sino en el entrecruzamien-
cífico donde se piensa la naturaleza de la
to “alegórico” (Law, & Singleton, 2003) entre
cultura. En efecto, las piezas-concepto
método científico y prácticas estéticas,
ponen en juego un proceso reflexivo, ante-
textos y piezas, dispositivos técnicos y dise-
rior a toda diferencia ontológica, en el que
ños artísticos. Además, sus obras-alegoría
lo natural y lo cultural se funden; un plano
invitan a reflexionar sobre el propio proceso
que no se ocupa de definir metafísicamen-
de manufactura, los cánones de represen-
te un objeto, sino de exponer y desmontar
tación naturalista y los efectos de verdad
las convenciones discursivas a partir de
que las técnicas pueden introducir con sus
su condición técnica y material.
incisiones, reemplazos y trampantojos.
Finalmente, enfatizando la materia natural,
La escala del museo, por su parte, se pue-
el museo invita a una filiación óptica y
de caracterizar con el par conceptual cul-
háptica con los objetos (Hetherington,
tura-naturaleza. Los procesos operativos
2003). Esta permite enfatizar el carácter
propiciados por este redefinen una y otra
fabril de la empresa científica de repre-
vez la frontera entre la cultura y la natu-
sentación. En cierta forma, las piezas que
raleza. Al hacer esto, ponen a disposición
exhiben nos recuerdan que todo hecho es
un marco conceptual para la regulación
algo hecho por alguien, para alguien y por
de las relaciones recíprocas entre ambas
algo. De este modo, parte de la táctica es-
escalas y la manera en que la naturaleza
tética del museo consiste en invitar al visi-
indómita de la zona austral es figurada al
tante a tomar conciencia de la dimensión
entrar en los archivos de la cultura. Con el
teleológica y contextual de las piezas, para
entrecruzamiento entre método científico
reconocer en ellas el ámbito de las inten-
y prácticas estéticas propuesto por las
ciones, las negociaciones y las limitaciones
piezas museales, se pone en obra la dise-
técnicas y políticas de las representacio-
minación de la diferencia entre lo natural
nes (Weibel, 2006).
y lo cultural. Mientras la naturaleza se revela a partir de su ensamblaje técnico,
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
identidad institucional, curatoría y tácticas estéticas de liquenlab
Punta Arenas, en calle Chiloé, vía principal del tránsito urbano. La creación de este espacio es resultado de un periplo largo, que podríamos dividir en tres etapas. En 2004, los artistas visuales Sandra Ulloa y Nataniel Álvarez formaron el colectivo artístico Última Esperanza. Su objetivo curatorial era producir conocimientos sobre la región a partir de prácticas artísticas basadas en elementos naturales y culturales. Con tecnología audiovisual, el colectivo pudo reunir un amplio acervo de datos, desde testimonios orales y visuales de habitantes hasta registros del paisaje subantártico. De este período, las obras Retratos de recolección (2005) e Intervenciones de luz (2007) ya contenían en germen el proyecto futuro del laboratorio artístico (Figuras 5, 6 y 7). Dado que en la región austral aún no se conformaba una cultura epistémica para el ámbito teórico-visual de las artes contemporáneas, y mucho menos para las artes mediales, estas dos obras mediales pueden recibir una doble lectura. Por un lado, ambas obras plantean una reflexión estética desde el uso de medios
visual en entornos naturales. Por otro lado, ambas obras plantean una fórmula novedosa para generar espacios de encuentro y reflexión estética, basada en la dimensión medial de sus prácticas. Aquí, lo medial no replica el esquema medio/fin, sino que asume un carácter perfomativo (Pfeiffer, 1994): pone en circulación intervenciones artísticas y genera un espacio que profesionaliza y valora estas prácticas artísticas como formas de conocimiento alternativas. Así, fuera de la región, el colectivo comienza a formar parte de la comunidad de las artes mediales. En la región, en cambio, se posiciona desde una doble exigencia: producir obras que proyecten reflexiones estéticas, pero que también sean capaces de componer un espacio donde sus prácticas puedan reconocerse como un tipo de conocimiento sobre la zona. Esta coyuntura motivó al colectivo hacia su segunda etapa. En 2013, el colectivo organizó LUMEN, festival internacional de artes mediales. Con esto, la tarea de construir un espacio se expandió mediante una estrategia de colaboración con artistas de otros países. Además de exhibir obras, uno de los objetivos es intercambiar experiencias locales, pero simbólicamente desterritorializadas, sobre problemáticas
tecnológicos. Retratos de recolección reúne
de interés global como el cambio climático, la
600 imágenes de retratos, recolectadas de
regulación geopolítica de recursos natura-
Estructura ósea de ballena sei (Balaenoptera
álbumes familiares de las ciudades de Punta
les, la contradicción entre la protección del
borealis), MHNRS
Arenas, Puerto Natales y Río Gallegos. La ins-
medioambiente y nuestras prácticas de con-
Nota: Fotografía de Pablo Quezada, 2020.
talación contrasta el retrato como dispositi-
sumo, entre otras. LUMEN posiciona, enton-
vo de conocimiento con el registro sonoro de
ces, al colectivo como una red en constante
frases escritas en el anverso de las fotogra-
crecimiento, reuniendo diversos artistas
(Balaenoptera borealis), MHNRS
fías. Intervenciones de luz, en cambio, con-
mediales situados en contextos afines, pero
Nota: Fotografía de Pablo Quezada, 2020.
trasta representaciones escritas y visuales
geográficamente distantes.
Figura 2 (p. 58)
Figura 3 Detalle de la estructura ósea de ballena sei
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
P 59
Liquenlab está ubicado en la comuna de
del paisaje subantártico con su proyección
En 2017, el colectivo obtuvo un fondo del
observado es más horizontal; aquí, el “artista
programa de Intermediación del antiguo
viajero” busca conjugar su mirada y afinar
Consejo de las Culturas y las Artes, que les
sus prácticas a partir de las posibilidades
permitió montar el Laboratorio artístico
estéticas —sonidos, colores, ambientes,
Liquenlab. Su primer inmueble, ubicado en
sensaciones— dispuestas por el entorno.
calle Körner, a pasos de la Costanera Norte, funcionó como un espacio de operaciones y exposición. El colectivo adoptó la imagen del liquen, un organismo muy presente en la zona, como metáfora del origen situado, colaborativo y simbiótico de sus acciones artísticas y organizacionales. El uso de la noción de “laboratorio” sirve para enfatizar el ímpetu experimental de sus intereses curatoriales y señalar que su trabajo emplea diversos enfoques de reflexión, subversión y reconfiguración del sistema moderno de representación científica. Con ello, la fórmula de sus primeras obras adquiere mayor fuerza, pues permite evidenciar que ya no es la mirada científica la que se antepone y somete al lugar, sino el lugar el
REVISTA 180
que acoge y rediseña la mirada científica.
En general, el espacio de conocimiento de Liquenlab articula cada obra como un montaje experimental de reconstrucción de representaciones y discursos científicos. Sus obras son simbiosis estético-técnicas de una fórmula experimental compuesta de dos elementos principales: prácticas y saberes mediales, y discursos o representaciones disciplinares. El despliegue y la articulación sensorial de cada obra pone en figuración un entorno híbrido, ni meramente científico ni meramente artístico. Sus técnicas culturales producen así una cesura estética y experimental entre diversos sistemas de representación, que contribuye a reflexionar y enjuiciar el discurso moderno que ha conformado unilateralmente la historia local de la región.
Además, esta fórmula se transforma en
Como en el museo, las tácticas estéticas
una especie de “hacer-con” el actual mundo
del laboratorio surgen de la conjunción
en crisis y constante transformación que
entre su identidad e intereses curatoriales,
habitamos (Haraway, 2019). Dos proyectos de
y se manifiestan en cuatro componen-
Liquenlab ilustran la subversión hospitalaria
tes estéticos. Por un lado, el laboratorio
del orden epistémico de la representación:
se compone como una red de relaciones
Hidropoética (2012-2021) y la residencia nave-
cambiantes. Su espacio en calle Bories no
gable Radicantes (Figuras 8 y 9).
es tanto un lugar de exhibición como una
El proyecto sonoro-visual Hidropoética replica la fórmula de sus primeras obras. Se trata de proyecciones sobre el paisaje subantártico y antártico que buscan contrastar el orden de la representación con el orden de lo desconocido. Pero este proyecto también expande la escala discursiva de sus operaciones mediales, al enfocarse ahora en el proceso científico de observación, experimentación y manipulación. La manipulación del agua funciona aquí como la res extensa de una experiencia multimedial que abre un espacio híbrido, de sensaciones, relatos y representaciones que ensayan diversas maneras de relacionarse con el entorno local. Por su parte, la microresiden-
sala de operaciones; un lugar de encuentro, planificación y proyección de acciones. En este sentido, la identificación con el espacio de laboratorio es adecuada, porque se trata de un espacio de reuniones, planificación y ensayo de diversas acciones estéticas. Desde aquí, los integrantes de Liquenlab urden los hilos que los conectan con otros lugares, agrupaciones y contextos (Latour, 1992). Y como su logotipo señala, su espacio se comporta como una especie de “órgano” en constante simbiosis (Canguilhem, 1976; Stiegler, 2020). Esto les permite adecuarse a diversos tipos de discursos y temáticas, siempre desde la experimentación estética con el imaginario austral.
cia navegable Radicantes (Figura 9) lleva su
Por otro lado, el laboratorio basa sus opera-
fórmula de trabajo al nivel de una vivencia
ciones en métodos artísticos, orientados a
comunitaria y situada, basada en el modelo
generar intervenciones en prácticas cientí-
del científico viajero. Dedicado originalmente
ficas y paisajes naturales. Entre estas prác-
a registrar, enjuiciar y dirimir sobre lo propio
ticas, destacan la etnografía, la expedición
y particular de un lugar ajeno, el científico
científica, la bitácora de viajes, la navega-
viajero representa una relación vertical
ción y la reconstrucción de rutas históricas
entre lo local y lo global. Radicantes propone
en el entorno subantártico y antártico. Las
desplazar esta figura desde la sensibilidad
intervenciones que realizan se organizan
artística. En esta residencia, los viajeros son
como símbolos que enfatizan la pregunta
agentes que trabajan a partir del encuen-
por el habitar humano en la zona. En este
tro, la observación y la comprensión de sus
sentido, la operación del laboratorio se reve-
quehaceres con el medio técnico y natural. A
la en cada obra como el entrecruzamiento
diferencia del científico cronista, que inviste
“simbólico” (Siegert, 2015a) entre método
sus hallazgos de un discurso homogéneo y
artístico y prácticas científicas. Además,
articulado en su esqueleto, MHNRS
uniforme, Radicantes propone una platafor-
las obras-símbolo que producen interrogan
Nota: Fotografía de Aymara Zegers.
ma donde la relación entre el observador y lo
el habitar como una instancia posibilitada
Figura 4 Cráneo de orca falsa (Pseudorca crassidens)
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
P 61
Figura 5 Retratos de recolección, Colectivo Última Esperanza 2005 Nota: Fotografía facilitada por los artistas de Liquenlab. Figura 6 Retratos de recolección (detalle), Colectivo Última Esperanza 2005 Nota: Fotografía facilitada por los artistas de Liquenlab. Figura 7 Intervenciones de luz, Colectivo Última Esperanza 2007 Nota: Fotografía facilitada por los artistas de Liquenlab.
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
por el avance de empresas científicas, pero también como una constante postura de resistencia frente a la mirada reduccionista de dichas empresas, que suelen enfocarse en el uso de recursos naturales, en desmedro de la construcción de comunidades locales. La escala discursiva del laboratorio, por su parte, se puede caracterizar con el par conceptual local-global, pues redistribuye la imagen habitual de un centro global que se impone sobre una periferia local (Hardt y Negri, 2002; Jameson, 1995). Con el entrecruzamiento entre métodos artísticos y prácticas científicas que se revela en sus distintas obras artísticas, se tensiona la ocupación modernizadora del espacio y su habitar situado. Esta forma de habitar el espacio les permite, entonces, localizar una variedad de referencias globales de orden conceptual, para evaluar su pertinencia en el entorno próximo. Dicha tensión suele articularse con la experiencia de la distancia y la lejanía del territorio subantártico y antártico. Esto permite contrastar las demandas globales sobre el territorio exploración, conquista y explotación con las demandas locales de la zona,
REVISTA 180
cuidado del ecosistema, experiencias y voces de habitantes y agentes culturales locales. En síntesis, el espacio de laboratorio artístico permite registrar dónde se produce la globalización o localización de un objeto de interés colectivo, sin por ello caer en una definición apresurada de las dimensiones del mundo. Finalmente, el laboratorio invita una filiación más técnica con la materia, que enfatiza el carácter virtual de la empresa científica de representación (Serres, 1995). En este sentido, sus obras siempre acentúan el efecto ficcional y político de las representaciones y prácticas científicas (Latour, & Bastide, 1986). Por esto, el ámbito técnico y tecnológico de sus producciones no solo se entiende desde su capacidad de registro, sino también desde su capacidad de resignificación y rearticulación de la experiencia misma de conocimiento.
Figura 8 Colectivo Últimaesperanza 2016: Hidropoética – Continente Nota: Fotografía facilitada por los artistas de Liquenlab.
Figura 9 Microresidencia Radicantes 2015: Espacio de navegación Nota: Fotografía facilitada por los artistas de Liquenlab.
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
Tabla 1 Elementos estructurales de las tácticas estéticas del Museo de Historia Natural Río Seco y el Laboratorio de arte Liquenlab
Tácticas estéticas
Composición
Operación
Escala
LiquenLab
Locus-Máquina
Red-Órgano
Alegorías a partir de la
Símbolos a partir de la
relación entre método
relación entre métodos
científico y prácticas
artísticos y prácticas
estéticas.
científicas.
Relación entre culturanaturaleza
Relación entre local-global
Ruinas, osamentas, flora,
Voces, rutas arqueológicas,
restos orgánicos, paisaje
nuevos medios, paisaje
subantártico.
subantártico y antártico.
Nota: Cada columna detalla los efectos socioepistémicos presentes en cada espacio de conocimiento.
tácticas estéticas y el surgimiento de un
de reflexión y acción. Por otro lado, el mode-
tercer espacio de conocimiento
lo del organismo, donde se reproducen los
Desde un trabajo institucional y curato-
marcos globales mediante un nuevo trato
rial con las representaciones científicas y
con el entorno local, propone la simbiosis
geopolíticas de la zona austral, el museo y el laboratorio crean tácticas estéticas para conectarse y empatizar con un entorno en constante mutación. Mediante reconfiguraciones estéticas de dispositivos científicos tradicionales, ellos construyen objetos que vuelven más porosas las fronteras que separan a los vestigios no-humanos de la cultura humana, o a los problemas globales de
simbólica de objetos como táctica estética de intervención y subversión. Se trata, en efecto, de dos mundos imposibles de imaginar bajo la forma moderna del museo de arte o del laboratorio de ciencia. Tanto la estructura alegórica del museo como la estructura simbólica del laboratorio ofrecen marcos de referencia para reimaginar las normas —aún por establecer— de nuestro
las prácticas locales. Cada espacio reinsti-
contrato natural.
tuye el conjunto de relaciones cambiantes
La sensibilidad híbrida de ambos espacios,
que hoy llamamos “planeta” (Latour, 2019) y
compuesta de técnicas científicas y modos
propone así un modelo para responder las
de exposición artística, despliega un tercer
preguntas planteadas al comienzo: cómo
espacio que no reduce la identidad de sus
instancias locales han iniciado negociacio-
objetos a una comprensión disciplinar.
nes hacia un nuevo contrato natural. Por
Se enfatiza con esto la interpretación de
un lado, el modelo de la máquina, donde se
los componentes estéticos de cada caso
reproducen constantemente los marcos
(Tabla 1). La composición organiza el espa-
de la naturaleza mediante un nuevo trato
cio representacional como un marco de
con las técnicas, propone la recombinación
orden y juego para los distintos elementos
alegórica de objetos como táctica estética
que compondrán al acto, gesto o táctica
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
P 63
Materiales
Museo
estética (Latour, 2010). La operación, por su parte, define los procesos y uso de técnicas en la elaboración de objetos. En ambos casos, las operaciones no cumplen un fin autorreflexivo (Rojas, 2012), sino más bien figurativo, pues proyectan en imágenes y sonidos la disolución de los pares conceptuales. Las escalas discursivas, la res extensa que generan estos espacios de producción de conocimiento en su relación con la región en tanto contexto en crisis, trama juegos semánticos que permiten elaborar, conectar y adaptar diversos discursos, según las necesidades temáticas de cada caso. Finalmente, ambos espacios
enriquecen las tipologías textuales académicas, mediante sistemas de representación más experimentales y críticos frente a las constricciones de la escritura académica estándar. Aunque este tema excede el marco de este artículo, para una visión crítica sobre las condiciones institucionales de producción académica internacional y sus efectos en la escritura, se sugiere consultar Andersen, & Cox, 2021; Broucker, & DeWitt, 2015; Siegert, 2015b; Slaughter, & Rhoades, 2004. Para una visión crítica desde Chile ver Fardella et al. 2020; Gainza, 2016; Rodríguez, 2018; Santos, 2020. Se agradece esta comparación a uno de los revisores del artículo, quien comentó generosamente esta relevante consonancia entre ambos espacios de producción de conocimientos.
ponen de relieve la vida y el valor de las materias y los medios que emplean, para romper las dicotomías modernas con las que definimos la existencia propia de los objetos de conocimiento. Así, las tácticas estéticas analizadas hilvanan una detallada reconversión de los marcos ontológicos modernos, que permite enfrentar y resignificar la crisis epistémica y política de representación, deudora de una
REVISTA 180
modernidad en declive (Latour 2010, 2019; Rheinberger 2005, 2016). No sería arriesgado
Álvarez, N. y Ulloa, S. (2016). Memoria. Programa Red de Intermediación Cultural Liquenlab 2016-2017. Museo de Arte Contemporáneo. Álvarez, N., Ulloa, S. y Mancilla, R. (2017). Hidropoética: expediciones antárticas. Museo de Arte Contemporáneo.
Art. La prensa austral impresos. Andaur. R. (2021). Hidropoéticas. Enfrentando la sindemia. Artishock. https://artishockrevista. do-la-sindemia/
inestable6. Esta invitación evidencia la necesidad de recomponer nuevos modelos institucionales, más flexibles y menos hostiles a las formas de vida definidas por las recientes condiciones socioambientales del antropoceno.
Andersen, C. U., & Cox, G. (2021). How to Refuse Research from The Ruins of Its Own Production. A Peer-Reviewed Journal About, 10(1), 4-13. https:// doi.org/10.7146/APRJA.V10I1.128183 Asociación de Investigadores del Museo de Historia Natural Río Seco (2015). Portafolio Asociación de Investigadores del Museo de Historia Natural Río Seco (Documento inédito). Broucker, B., & De Wit, K. (2015). New Public Management in Higher Education. En J. Huisman, H. de Boer, D. D. Dill, & M. Souto-Otero (Eds.), The Palgrave
notas al pie 1. Recibido: 4 de mayo de 2021. Aceptado: 24 de noviembre de 2021. 2. Este artículo es resultado de la investigación posdoctoral del primer autor, sobre condiciones sociales y epistémicas de instituciones dedicadas a la producción de conocimientos científicos en Chile, proyecto ANID-PIA [SOC180039], de la Universidad Alberto Hurtado. Agradecemos a las instituciones analizadas, por su disposición a participar en entrevistas online semiestructuradas y visitas presenciales a sus espacios de trabajo, durante la pandemia por COVID-19 en 2020. 3. Contacto: n.trujillo.osorio@gmail.com 4. Contacto: dcotoras@gmail.com 5. La osteotecnia es un conjunto de técnicas para obtener huesos individuales o el conjunto esquelético de un espécimen, para observar y estudiar su anatomía. La recombinatoria ósea es una técnica de restauración de huesos mediante la reutilización de restos óseos de diferentes especímenes para recomponer la forma de una pieza (Zegers, & Arqueros, 2017). 6. Así como ambos espacios subvierten técnicas culturales de la razón moderna e ilustrada, mediante una atención estética y sensible a las condiciones de producción de sus propios medios, existen hoy apuestas similares en materia de escritura académica, que
lo/tras-los-pasos-del-museo-de-historia-natural-rio-seco-y-su-innovadora-propuesta/ Fardella, C.; Carriel, K.; Lazcano, V. y Carvajal, F. (2019). Escribir papers bajo el régimen del management académico: Cuerpo, afectos y estrategias. Athenea Digital, 19(3), e2252. https://doi. org/10.5565/rev/athenea.2252 Flusser, V. (1998). Criação Cientifica e Artística. En Ficções filosoficas (pp. 171–176). Edusp. Gainza, C. (2016). Prácticas académicas de producción y distribución del conocimiento en la era digital (y una reflexión sobre cómo transformarlas desde América latina). Atenea, 514, 263-278. http://dx.doi.org/10.4067/S0718Groys, B. (2005). Sobre lo nuevo: ensayo de una economía cultural. Pre-Textos. Guattari, F. (1976). Máquina y estructura. En Psicoanálisis y transversalidad (pp. 274-283). Siglo XXI. Haraway, D. (1988). Situated Knowledges: The ScienPartial Perspective. Feminist Studies, 14(3), 575.
Colectivo Última Esperanza. Artes mediales/Media
com/2021/04/01/hidropoeticas-enfrentan-
los efectos de un ambiente altamente
puesta. Ladera Sur. https://laderasur.com/articu-
ce Question in Feminism and the Privilege of
Álvarez, N. y Ulloa, S. (2018).
sus prácticas creativas es la invitación del saber, que hoy procesan y uniforman
Historia Natural Río Seco y su innovadora pro-
04622016000200263. referencias bibliográficas
afirmar que la principal consecuencia de a repensar los marcos institucionales
Domínguez, P. (2018). Tras los pasos del Museo de
International Handbook of Higher Education Policy and Governance (pp. 57-75). Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-1-137-45617-5_4 Cáceres, M. (26 octubre de 2015). Sobre procesos: materias y materialidades del Museo de Historia Natural Río Seco [Sesión de conferencia]. Seminario “Pasados, memorias y patrimonios en Chile”, Santiago, Chile.
https://doi.org/10.2307/3178066 Haraway, D. (2019). Seguir con el problema: generar parentesco en el chthuluceno. Consonni. Hardt, M. y Negri, A. (2002). Imperio. Paidós. Hetherington, K. (2003). Spatial Textures: Place, Touch, and Praesentia. Environment and Planning A: Economy and Space, 35(11), 1933-1944. https://doi.org/10.1068/A3583 Hui, Y. (2017). On Cosmotechnics. For a Renewed Relation between Technology and Nature in the Anthropocene. Techné: Research in Philosophy and Technology, 21(2), 319–341. https://doi. org/10.5840/techne201711876 Jameson, F. (1995). La estética geopolítica. Cine y espacio en el sistema mundial. Paidós. Kittler, F. (1997). Literature, Media, Information Systems. G+B Arts. Kittler, F. A. (2017). Museos en la frontera digital. En A. Duque y A. Burbano (Eds.), No hay Software y otros ensayos sobre filosofía de la tecnología (pp. 69-75). Editorial Universidad de Caldas. Krämer, S., & Bredekamp, H. (2013). Culture, Technology, Cultural Techniques-Moving Beyond Text. Theory, Culture & Society, 30(6), 20-29. https://
Cáceres, M. (2018). Las ballenas y sus restos: varamientos de cetáceos y las ruinas de la industria ballenera. Revista Digital Levadura. http://revistalevadura.mx/2018/01/20/las-ballenas-sus-restos-varamientos-cetaceos-las-ruinas-la-indus-
doi.org/10.1177/0263276413496287. Latour, B. (1992). Ciencia en acción: cómo seguir a los científicos e ingenieros a través de la sociedad. Editorial Labor. Latour, B. (2007). Nunca fuimos modernos: ensayo
tria-ballenera/ Canguilhem, G. (1976). Máquina y organismo. En El conocimiento de la vida (pp. 117-149). Anagrama. De Certeau, M. (2000). La invención de lo cotidiano. Artes de hacer. Universidad Iberoamericana. Decreto Exento N° 119. Fija orden de subrogación de la secretaría regional ministerial de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación de la región
de antropología simétrica. Siglo XXI. Latour, B. (2010). An Attempt at a “Compositionist Manifesto”. New Literary History, 41(3), 471–490. https://doi.org/10.1353/nlh.2010.0022 Latour, B. (2019). Cara a cara con el planeta: Una nueva mirada sobre el cambio climático alejada de las posiciones apocalípticas. Siglo XXI.
de Magallanes y de la Antártica chilena. Ministerio
Latour, B., & Bastide, F. (1986). Writing Science-Fact
de Bienes Nacionales. https://www.bcn.cl/leychile/
and Fiction. En M. Callon, J. Law, & A. Rip (Eds.),
navegar?i=1154621
Mapping the Dynamics of Science and Techno-
Decreto Ley N° 2.339. Otorga denominación a la región metropolitana y a las regiones del país, en la forma que indica. Ministerio del Interior.
logy (pp. 51–66). Palgrave Macmillan. https://doi. org/10.1007/978-1-349-07408-2_4 Latour, B., & Weibel, P. (Eds.). (2005). Making things
https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNor-
public: Atmospheres of democracy (pp. 14-41).
ma=6889&idVersion=1978-10-10
The MIT Press.
nicolás trujillo osorio
·
dusan cotoras straub
Latour, B., & Weibel, P. (Eds.). (2020). Critical Zones: The Science and Politics of Landing on Earth. MIT Press. Law, J. (2015). What’s wrong with a one-world world? Distinktion, 16(1), 126-139. https://doi.org/10.1080/1600910X.2015.1020066 Law, J., & Mol, A. (2001). Situating Technoscience: An Inquiry into Spatialities. Environment and Planning D: Society and Space, 19(5), 609-621. https:// doi.org/10.1068/d243t Law, J., & Singleton, V. (2003). Allegory and Its Others. En D. Nicolini, S. Gherardi, & D. Yanow (Eds.), Knowing in Organizations: A Practice Based Approach (pp. 225-54). M. E. Sharpe. Ley N° 21.255. Establece el Estatuto chileno antártico. https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1149631 Macho, T. (2021). Alone with oneself: solitude as cultural technique. Angelaki - Journal of the Theoretical Humanities, 26(1), 9–21. https://doi.org/10.1080/0969725X.2021.1863587 Martinic, M. (2001). La actividad industrial en Magallanes entre 1890 y mediados del siglo XX. Historia, 34. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-71942001003400004 Molina Vargas, H., Marambio, C., & Lykke, N. (2020). Decolonising Mourning: World-Making with the Selk’nam People of Karokynka/Tierra del Fuego. Australian Feminist Studies, 35(104), 186-201. https:// doi.org/10.1080/08164649.2020.1774865
Obrist, H. U., & Vanderlinden, B. (Eds.). (2001). Laboratorium. Dumont. Onetto Pavez, M. (2019). Historia de un Pasaje-Mundo. El Estrecho de Magallanes en el siglo de su descubrimiento. Universidad Autónoma de Chile; Biblioteca nacional de Chile; Centro de Investigaciones Barros Arana.
Serres, M. (1995). Atlas. Cátedra. Siegert, B. (2015a). Door Logic, or, the Materiality of the Symbolic: From Cultural Techniques to Cybernetic Machines. En Cultural Techniques. Grids, Filters, Doors, and Other Articulations of the Real (pp. 192205). Fordham University Press. Siegert, B. (2015b). Cultural Techniques. Grids, Filters, Doors, and Other Articulations of the Real. Fordham University Press. Simondon, G. (2017). Cultura y técnica (1965). En Sobre la técnica: 1953-1983 (pp. 303–317). Cactus. Slaughter, S., & Rhoades, G. (2004). Academic capitalism and the new economy: Markets, state, and higher education. Johns Hopkins University Press. Sloterdijk, P. (2017). The Museum: School of Disconcertment. En The Aesthetic Imperative: Writings on Art (pp. 221–230). Polity. Stiegler, B. (2020). Elements for a General Organology. Derrida Today, 13(1), 72–94. https://doi. org/10.3366/DRT.2020.0220 Suchman, L. A. (1987). Plans and situated actions: The problem of human-machine communication. Cambridge University Press. Thrift, N. (2007). Non-Representational Theory: Space, Politics, Affect. Routledge. Vannini, P. (Ed.). (2016). Non-representational methodologies: re-envisioning research. Routledge. Weibel, P. (2006). The Museum of the Future. En M. Miessen, & S. Basar (Eds.), Did Someone Say Participate? An Atlas of Spatial Practice (pp. 173-186). MIT Press. Weibel, P. (2007). La irrazonable efectividad de la convergencia metodológica entre el arte y la ciencia. En J. La Ferla (Ed.), El medio es el diseño audiovisual (pp. 15-23). Editorial Universidad de Caldas.
Parikka, J. (2014). The Anthrobscene. University of Minnesota Press.
Weibel, P., & Latour, B. (2008). Experimenting with Representation: Iconoclash and Making Things Public. En S. Macdonald, & P. Basu (Eds.), Exhibition Experiments (pp. 94-108). Blackwell Publishing Ltd. https://doi.org/10.1002/9780470696118.ch4
Parikka, J. (2016). Deep Times of Planetary Trouble. Cultural Politics, 12(3), 279-292. https://doi. org/10.1215/17432197-3648846
Winthrop-Young, G. (2013). Cultural Techniques: Preliminary Remarks. Theory, Culture & Society, 30(6), 3-19. https://doi.org/10.1177/0263276413500828
Pfeiffer, L. (1994). The Materiality of Communication. En H. U. Gumbrecht, & L. Pfeiffer (Eds.), Materialities of Communication (pp. 1-12). Stanford University Press.
Zegers, A. y Arqueros, G. (2017). Los cuerpos calzan en el revés de sus partes. Revista Chilena de Antropología, (36), 321-334. https://doi.org/10.5354/07191472.2017.47497
Pigafetta, A. (1899), Primer viaje alrededor del mundo (Trad. Carlos Amoretti). Impr. de Fortanet. http:// www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:7757
Zegers, A. y Cáceres, M. (27 julio de 2018). Restos en movimiento: sobre transformaciones de cadáveres y ruinas [Sesión de conferencia]. Seminario “Jornadas de Zoociología”. Puerto Madryn, Argentina.
Rheinberger, H.-J. (2005). Iterationen. Merve Verlag. Rheinberger, H.-J. (2016). Culture and nature in the prism of knowledge. History of Humanities, 1(1), 155–181. https://doi.org/10.1086/685064 Rodríguez, R. (2018). El valor de la teoría. El intelectual como productor. Acta Poética, 39(1). https://doi. org/10.19130/iifl.ap.2018.1.813 Rojas, S. (2012). El arte agotado. Sangría Editora. Rojas Mix, M. (2015). América imaginaria. Pehuén; Erdosain. Salter, C., Burri, R. V., & Dumit, J. (2017). Art, Design, and Performance. En U. Felt (Ed.) Handbook of Science and Technology Studies (pp. 139-168). The MIT Press. Santos, J. (2020). Universidad y desempeño académico. Distorsiones y anomalías de la cultura evaluativa en Chile. Atenea, 522, 153-169. http://dx.doi. org/10.29393/At522-101UDJS10101
técnicas culturales y tácticas estéticas para un nuevo contrato natural . hacia un tercer espacio de conocimiento desde sensibilidades australes .
P 65
Nolasco-Rozsas, L., & Hofmann, Y. (2021). The Museum as a Cognitive System of Human and Non-Human Actors. The Garage Journal: Studies in Art, Museums & Culture, 3, 1–15. https://doi.org/10.35074/ GJ.2021.87.92.003
Serres, M. (1991). El contrato natural. Pre-Textos.
La trama abstracta: Paulina Brugnoli y el tapiz del Museo de arte Contemporáneo1,2,3
[ the abstract weft: paulina brugnoli and the museo de arte contemporáneo’s tapestry ] josefina de la maza*
* Josefina de La Maza4 Centro de Investigación en Artes y Humanidades, CIAH, Facultad de Artes, Universidad Mayor, Santiago, Chile.
> Cómo citar este artículo: De la Maza, J. (2021). La trama abstracta: Paulina Brugnoli y el tapiz del Museo de Arte Contemporáneo. Revista 180, (48), 66-73. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-912 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-912
REVISTA 180
P 67
Resumen: A principios de 1969, un tapiz tejido por
Abstract: At the beginning of 1969, a tapestry
Paulina Brugnoli fue adquirido por el Museo de Arte
woven by Paulina Brugnoli was acquired by the
Contemporáneo de la Universidad de Chile. La pieza
Museum of Contemporary Art of Universidad de
forma parte de la colección de artes aplicadas, un
Chile. The piece belongs to the applied arts collec-
conjunto de objetos que además de textiles incluye
tion, a group of objects that, besides textiles, in-
metales esmaltados y cerámicas. Los objetos que for-
cludes enameled metals and ceramics. The objects
man parte de esta colección no han sido examinados
that form this collection have not been studied
en profundidad —así como tampoco la colección ha
at length –neither has the collection been exam-
sido estudiada como conjunto—. El objetivo de este
ined as a whole. The aim of this text is to introduce
texto es dar cuenta de algunos aspectos asociados
some elements associated to the category of ap-
a la categoría de artes aplicadas, con el fin de promo-
plied arts, to promote an understanding of the dif-
ver una reflexión sobre las dificultades de investigar
ficulties of doing research of this type of objects
estos objetos desde la perspectiva de la historia del
from an art history perspective. Particularly, this
arte. De modo particular, este artículo revisará, como
article will introduce, as a case study, the defining
estudio de caso, los aspectos formales y técnicos del
formal and technical aspects of Brugnoli’s tap-
tapiz de Brugnoli, tejido poco después de que su au-
estry, woven after its author graduated from the
tora egresara de la Escuela de Artes Aplicadas de la
School of Applied Arts of Universidad de Chile, and
Universidad de Chile, y su historia de exhibición.
its exhibition history.
Palabras clave: artes aplicadas; colección; Paulina
Keywords: applied arts; collection; Paulina Brugnoli;
Brugnoli; tapiz
tapestry
Un conjunto de hilos organiza una urdimbre
occidental (Phipps, 2011) y fueron producidas
que recorre dos metros de largo y uno de
en telares de alto o bajo lizo (con la excep-
ancho. En ella se ha tejido con lana teñida
ción de una de las piezas de Pinedo que
una trama fina, resistente y densa que tiene
corresponde a un bordado en petit point
cuerpo y peso. De modo simple, pero preciso,
realizado en esterilla). Varios aspectos ca-
cuatro matices proyectan una composición
racterizan la producción de estos tejidos: el
geométrica: una serie de franjas atraviesa
primero de ellos es la diferenciación del pro-
un gran rectángulo vertical segmentado en
ceso de trabajo entre el artista que diseña-
tres secciones. Los colores de los hilados
ba la obra en un cartón, o maître cartonnier,
son cálidos e invitan a tocar el tejido y a
y los artesanos tejedores. El segundo alude a
envolverse en él. Visión y tacto son los sen-
la subordinación de la tapicería al medio de la
tidos convocados por esta pieza: el juego
pintura, cuestión asociada a la comprensión
óptico estimulado por la combinación de los
generalizada de estos tapices como pinturas
colores, logrado a través de la abstracción
tejidas5. El tercero refiere a la condición bidi-
de la composición, se entrelaza con lo táctil,
mensional del tapiz, aspecto que se refuerza
una característica intrínseca de los textiles
al observar las fibras sueltas del reverso de
que pone el acento en la capacidad de
los tejidos debido a los saltos de color entre
nuestras manos de identificar y apreciar las
hilado e hilado. Como maître cartonnier
cualidades y comportamientos de distintas
en su taller de Aubusson, Francia, Lurçat
fibras y superficies. El tapiz descrito fue te-
no tejía sus obras. Es probable, también,
jido en 1968 por Paulina Brugnoli (1940) y fue
que los tapices de las chilenas Ana Cortés
adquirido el año siguiente por el Instituto de
y Maruja Pinedo hayan sido tejidos en la
Extensión de Artes Plásticas (IEAP) para el
Escuela de Artes Aplicadas a partir de car-
Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la
tones elaborados por las artistas, si consi-
Universidad de Chile (Figura 1).
deramos los modos de producción del taller
REVISTA 180
Esta pieza forma, junto con otros cinco tapices, el acervo textil del museo (ver Alvarado, 2019, para un primer acercamiento
de textil y las colaboraciones que existían entre profesores de distintos talleres de artes aplicadas y bellas artes.
a la colección de textiles del MAC). Además
La pieza de Brugnoli se distancia del vínculo
del de Brugnoli, dos pertenecen a Jean
técnico y material que agrupa a los tapices
Lurçat (1892-1966), otros dos son de Maruja Pinedo (1907-1995) y el último es de Ana Cortés (1895-1998). Este pequeño conjunto forma parte de la colección de artes aplicadas, la que además agrupa metales esmaltados y cerámicas (ver MAC, colección de artes aplicadas). Este fondo reúne cuarenta y tres piezas de corte utilitario y decorativo producidas durante la primera mitad del siglo XX en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile —con excepciones notables, como los dos tapices del francés Lurçat, entre otros (De Loisy y Arqueros, 2017)—. Una primera puesta en valor de esta colección se realizó a propósito del proyecto de documentación e investigación del catálogo razonado del museo (Museo de Arte Contemporáneo [MAC], 2017). De los tejidos del museo, el tapiz de Brugnoli no solo es el más reciente; también, es el único que tiene una composición geométrica-abstracta en la que predomina el uso del color. Asimismo, es la única pieza de la colección en la que prima un interés por explorar el medio del telar, prestando especial atención a la estructura del tejido. Este último dato es revelador y se asocia a la formación universitaria de Brugnoli. A diferencia de Lurçat, Pinedo y Cortés, artistas cuya formación de base fue la pintura, Brugnoli estudió tejido a telar en la Escuela de Artes Aplicadas durante la primera mitad de la década del sesenta.
de Lurçat, Pinedo y Cortés. En primer lugar, fue tejido en un telar de lizos (un tipo de telar que permite levantar grupos de urdimbres de modo mecánico). Si bien su telar era de seis lizos, en una decisión particular de diseño Brugnoli utilizó cuatro. Además, resolvió que los flotes de la trama fueran de dos hilos contra dos hilos y que los cambios de color se realizaran entrabando o enlazando los hilos de la urdimbre. Por otro lado, el reverso del tejido no presenta las fibras sueltas que corresponden a los saltos de color característicos de los tapices previamente mencionados. Esta decisión —también de diseño — vincula la pieza de Brugnoli más a la tapicería andina que a la tradición europea (ver Albers, 2017, para una completa historia del tejido y el telar). Distinguir los elementos que diferencian a una pieza tejida de otra permite valorar el textil como un medio complejo, que involucra tradiciones y prácticas artesanales y conceptuales de distinta naturaleza. Asimismo, nos invita a repensar el textil como una manifestación que se encuentra a medio camino, sobre todo la producida en Chile durante la primera mitad del siglo XX hasta fines de la década del sesenta, entre el arte, las artes aplicadas, el diseño y la artesanía —cruces que autores como Glen Adamson han reconocido y abordado en sus escritos desde una perspectiva histórica y conceptual para el contexto estadounidense y europeo, y Alissa Auther para las trans-
Las piezas de Lurçat, Pinedo y Cortés se
formaciones del arte textil estadounidense
inscriben en la tradición de la tapicería
de mediados del siglo XX (Adamson, 2007;
josefina de la maza
Auther, 2009)—. Reconocer los elementos formales, materiales y técnicos de un tejido es el modo más elemental y fundamental de acercarse a una obra. Una segunda estrategia posible, enraizada en las metodologías de la historia del arte, y que desplegaremos en este texto, es investigar su historia de exhibición. Desde fines de marzo de 2019 a enero de 2020, este tapiz participó en “Tejido social: arte textil y compromiso político”. La exposición recogió la colección textil del Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA) e incorporó piezas en préstamo —como la de Brugnoli— que acompañaron a los textiles del MSSA. Además de su calidad y belleza, la selección del tapiz de Brugnoli estaba vinculada con un dato no menor asociado a su historia de exhibición. Según el catálogo razonado del MAC, este participó en una exposición paradigmática de 1970: “América no invoco tu nombre en vano” (MAC, 2017). Sin embargo, las entrevistas realizadas a Brugnoli entre 2018 y 2020 y los documentos encontrados en el archivo del MAC cuentan otra historia. El objetivo de este texto es reconstruir parte de la historia de esta obra, en el que se prestará atención tanto a la materialidad y tipología de este tapiz, como a su perte-
P 69
nencia a la colección del MAC y su vínculo con las “artes aplicadas”. un continente contenido en una exposición
“América no invoco tu nombre en vano” fue una muestra que registró el pulso de una época. Su relevancia radica no solo en el carácter experimental del proyecto, sino también en el compromiso social y político de organizadores y artistas con las luchas comunes de los países americanos. El título de esta recordada, pero no lo suficientemente investigada exposición, refiere al sexto canto de una de las principales obras del poeta Pablo Neruda (1904-1973), Canto General (1950). El libro de Neruda fue publicado originalmente en México y circuló en Chile unas semanas después en una edición clandestina. Desde su origen, las artes visuales han estado asociadas a esta obra. La primera edición mexicana fue ilustrada por Diego Rivera (1886-1957) y David Alfaro Siqueiros (1896-1974), mientras que la versión local fue acompañada por obras del artista José Venturelli (1924-1988). El sexto canto ha sido incluso más popular aún. El mismo Venturelli realizó un mural titulado América, no invoco tu nombre en vano en la Universidad de Chile, el mismo año de la publicación del Canto General. Dos décadas después, y probablemente celebrando el vigésimo aniversario del poema, Miguel Rojas Mix (1934) propuso, desde el Centro de Estudios de Arte Latinoamericano (CEAL) de la Universidad de Chile, realizar una exposición con ese título que presentara
Figura 1 Sin título (1969) Nota: Tapicería entrabada, 203 x 103.5 cm. Colección Museo de Arte Contemporáneo, Facultad de Artes, Universidad de Chile. Crédito fotográfico: Jorge Marín. Gentileza MAC.
la trama abstracta : paulina brugnoli y el tapiz del museo de arte contemporáneo
“obras que buscaran la verdadera realidad
el carácter experimental e inclusivo de la
latinoamericana” (2008, p. 4). La exposición
exposición, Brugnoli respondió a la convo-
fue uno de los principales eventos artísticos
catoria por partida triple: en primer lugar, en
y culturales de ese año. Desde un punto de
relación con su filiación a las artes aplica-
vista interno, era una muestra circunscrita
das, su participación contribuía a “descen-
al horizonte político y estudiantil propicia-
trar” las manifestaciones más tradicionales
do por la reforma universitaria de 1968 y
de las artes plásticas y, también, estimulaba
tenía, por lo mismo, una visión experimental,
diálogos conceptuales y materiales con
interdisciplinaria y colaborativa. En relación
prácticas artísticas de carácter objetual. En
con esto último, vale la pena mencionar la
segundo lugar, su dedicación al tejido a telar,
instalación de una carpa (prestada por la
un “arte mayor de Los Andes”, circunscribía
Universidad Católica) afuera del MAC en
material y técnicamente su obra al horizon-
Quinta Normal, para la presentación de
te temático de la exposición9. Y, por último,
espectáculos de danza, cine, recitales de
su apuesta por distanciarse de la figura-
poesía y música7.
ción, vinculada a la tradición de la tapicería
La colaboración entre las artes apuntaba
occidental, revelaba un interés por buscar
a presentar un flanco cultural antiimperialista común, en una época marcada por la presencia de Estados Unidos en la región tratando de contrarrestar la influencia de
los organizadores de la muestra, americano, cuestión que se revelaba en la autonomía de la contribución de Brugnoli con respecto a
la URSS, especialmente tras el inicio de la
un medio dominante como el de la pintura.
Revolución Cubana en 1953. A este pano-
En “América…” Brugnoli presentó dos tapices.
rama regional se sumaba la candidatura de Salvador Allende a la presidencia por la Unidad Popular, anunciada en enero e inscrita en la primera quincena de febrero de
REVISTA 180
un lenguaje personal y, probablemente para
1970. En sintonía con las elecciones de ese año, “América no invoco tu nombre en vano” rápidamente se convirtió en una punta de lanza que desplegaba un programa afín a la izquierda chilena. Este aspecto es el que la prensa privilegió en sus críticas y reseñas. “Propaganda”, “arte para el pueblo” y “arte popular” fueron algunos de los términos utilizados para referirse a las obras y ese léxico se convirtió, con el paso de los meses, en parte fundamental de la crítica de arte del período.
Ambos fueron tejidos en el breve período en el que Paulina compartió un espacio del taller que su hermano Francisco tenía en esa época en el barrio Bellavista en Santiago. Uno de ellos quedó en manos de la familia y el otro fue vendido en CEMA Chile, probablemente a fines de 1970 o 1971. Ninguno de ellos es el tapiz que actualmente se encuentra en la colección del MAC. Sin ir más lejos, en la nómina de los artistas de “América…” sus trabajos aparecen como “tejidos” (en plural), sin título y sin más información relacionada con su materialidad o formato (Nómina de autores y obras seleccionadas para la exposición “América no invoco tu nombre en
La pieza más recordada de esta muestra es
vano, 1970). De hecho, a diferencia del tapiz
un tríptico de gran formato realizado por la
de la colección, el formato de los tejidos
pintora y profesora de la Escuela de Bellas
que participó en la exposición era cuadrado
Artes, Gracia Barrios (1927-2020). Hasta
(P. Brugnoli, comunicación personal, 2018)
el día de hoy, el recuerdo de la exposición
(Figuras 2, 3, 4). A pesar de la buena acogida
sobrevive a través del conjunto de siluetas
de sus piezas, cabe mencionar que la artista
de hombres y mujeres pintado por la artista
sorteó un inconveniente no menor en el
(MAC, 2017)8. Las obras que apuntaban a las
proceso de instalación de sus tejidos: no
diversas manifestaciones de lo político en
sabía cómo montar su trabajo (P. Brugnoli,
el arte obtuvieron más prensa y reconoci-
comunicación personal, 2018). Si considera-
miento (fuera este positivo o negativo), que aquellas que no hacían explícita su filiación política. La propuesta de Paulina Brugnoli se encontraba en este último grupo. La contribución de Brugnoli tuvo una ex-
mos el carácter (preferentemente) utilitario de los objetos que se producían al interior de la Escuela de Artes Aplicadas, no sería equivocado suponer que en los talleres de la escuela no se pensara en el montaje de
celente recepción al interior del CEAL y del
las piezas en una exposición de arte con-
Instituto de Extensión de Artes Plásticas
temporáneo como un problema a resolver
(IEAP), organizadores de la muestra, y obtuvo
(Castillo, 2010). Gracia Barrios la asistió en
una de las cuatro becas de estímulo que
ese proceso y le sugirió montar sobre una
reconocían a los artistas de la exposición
pequeña tarima horizontal, solución que en
(Reunión de jurado de premios, “América no
ese momento la dejó satisfecha (P. Brugnoli,
invoco tu nombre en vano”, 1970). Es proba-
comunicación personal, 2018). Este recurso,
ble que su participación fuese considerada
que privilegiaba la horizontalidad y la cer-
como un excelente ejemplo de la coexis-
canía con el suelo, y que recordaba algunos
tencia entre la especialización de un saber
de los posibles usos de los textiles como
artesanal como el tejido —aprendido, en
alfombras o pieceras, enfatizaba la perte-
este caso, en la Escuela de Artes Aplicadas—
nencia del textil a las artes aplicadas o, en
y su proyección artística. Si consideramos
otras palabras, a lo utilitario.
josefina de la maza
Los tapices cuadrados de Brugnoli expues-
datos presentados en este texto permi-
al arte contemporáneo, permite dar cuenta
tos en “América…” perdieron rápidamente
ten visibilizar retrospectivamente ciertos
de las posibilidades que tenían los estudian-
visibilidad pública10. Décadas después, al
prejuicios que operan de modo solapado al
tes y los egresados de las escuelas de artes
momento de historizar las exposiciones
evaluar piezas que provienen de contextos
aplicadas y de bellas artes para exhibir sus
paradigmáticas realizadas en el museo a
de producción en los que se privilegia lo
trabajos en iniciativas generadas por la
principios de la década del setenta en el
artesanal, lo utilitario y la serialidad. Estos
misma universidad. Si bien existían dife-
contexto de la investigación asociada a la
prejuicios inciden, incluso hoy, en cómo nos
rencias reales entre ambas escuelas —en
elaboración del catálogo razonado del MAC,
relacionamos con objetos que provienen
sus programas, objetivos y métodos de
el tapiz rectangular de Brugnoli de la colec-
del horizonte de las artes aplicadas. En
enseñanza—, el tránsito entre ambas áreas
ción asumió su lugar.
ese sentido, este texto está en línea con
era más fluido de lo que se podría pensar
propuestas similares, que han buscado, por
retrospectivamente hoy.
tejiendo la historia de un tapiz
Las dudas acerca del tapiz de la colección del museo se despejan rápidamente al observar la documentación del Archivo MAC. En enero de 1969, el IEAP adquirió “‘El Comandante R’ de José Balmes en Eº 4.000” y una “obra textil de Paulina Brugnoli en Eº 800" (Acta n. 7, 1969). El tapiz ingresó al museo un año antes de la exposición “América no invoco tu nombre en vano”. A ese dato, podemos sumar un elemento más: en las bases de la exposición se declaraba que las obras serían seleccionadas a partir de las contribuciones de los mismos artistas —de hecho, en ninguna parte de las bases se mencionaba la utilización de la colección del museo para la elaboración
ejemplo, para el caso peruano, revisar otras categorías, como las de “arte popular”:
Uno de los desafíos enfrentados por Brugnoli en la segunda mitad de los sesenta
La opción ha sido historizar las co-
y, de modo particular, entre 1968 y 1969, fue
lecciones recurriendo a lo que quizás
desarrollar tejidos que tuvieran un diseño y
sean los más antiguos recursos de la
una ejecución clara y planificada. Su apro-
historia del arte: seguir la evolución
ximación a la abstracción y a la geometría
de tipologías puntuales, determinar
tenía que ver con la necesidad de estable-
su ubicación en contextos precisos
cer puentes directos entre la preparación
y comprender su relación con otras
de la obra y su posterior producción, la que
tradiciones y lenguajes formales.
era asistida por una tejedora siguiendo las
Aplicados a un universo de objetos
prácticas del taller en la que ella misma se
muchas veces apenas estudiados,
había formado. El diseño de sus tejidos tenía
los métodos de la disciplina sirven
que ver con una solución derivada de un
para devolverle su historia a piezas
proceso de producción artesanal, y si bien
sin historia (Kusunoki y Majluf, 2019,
formaba parte de una serie, era una “obra
p. 152).
única” —Brugnoli no producía el mismo tejido dos veces—. Para su autora, la serie a la
de la muestra (Bases del concurso “América
Hacia la segunda mitad de los sesenta, las
no invoco tu nombre en vano”, 1970)—. Un
artes aplicadas se encontraban en una
inventario administrativo del IEAP de junio
situación particular. En términos genera-
de 1971 indica dónde se encontraba el textil
les, esta situación tenía que ver tanto con
de Brugnoli. Si bien no es posible saber con
el perfil de egreso de los estudiantes de
certeza si el tapiz estuvo en depósito entre
la Escuela de Artes Aplicadas como con la
Brugnoli, comunicación personal, 2018).
1969 y 1970, el inventario de 1971 enseña
aparente incapacidad de los profesores de
que la pieza decoraba, junto a varias otras
La producción artesanal del tapiz, su
la escuela de conectarse de modo pro-
obras, las oficinas del IEAP. En el segundo
condición a medio camino entre lo artísti-
gramático y consistente con la industria
piso del edificio, espacio donde se encontra-
(Álvarez y Morales, 2015; Castillo, 2010). En
co y lo utilitario, su relación oblicua con la
ba la oficina de María Eugenia Zamudio, la
esos mismos años, el diseño se encontra-
coordinadora del instituto, y la oficina de los
ba cada vez más arraigado como campo
profesores, se exhibía el tapiz de Brugnoli
disciplinar y ese nuevo campo generaba
junto al óleo La manzana (1966) de Eduardo
roces con aquellos —tanto profesores
Martínez Bonati y un grabado sin título de
como estudiantes— que se sentían más
Santos Chávez (Inventario Instituto de Arte
cercanos al arte y, también, a la artesanía.
Latinoamericano, 1971).
Uno de los principales esfuerzos institucio-
tanto orales como escritas, permite situar la obra y nos da luces acerca de su discreta exhibición en el espacio de trabajo de los académicos y administrativos de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile. Después de revisar el archivo y constatar tanto el modo en que fue adquirido el tapiz como su presencia en el IEAP surge la siguiente pregunta: ¿por qué se produjo la confusión entre los textiles que participaron en “América no invoco tu nombre en vano” y el de la colección del MAC?
nales de esos años, destinados a repensar las artes aplicadas, fue la creación de un salón independiente para el área en 1964 y la realización, en 1966, del “II Salón de Artes Aplicadas en el Objeto Contemporáneo” (después de esta segunda versión, en donde se intentó situar al “objeto contemporáneo” como un lugar de cruces entre el arte, el diseño, la industria y el trabajo artesanal, no se hicieron más versiones de este salón [De la Maza, 2019]). Brugnoli participó en el salón de 1966 en donde obtuvo una de las cuatro menciones especiales otorgadas por el jurado de la muestra, así como también mostró
al deseo de sentir la tierra y la vida. Desde su conceptualización, sus tapices eran su propio cuerpo abriendo los brazos al sol (P.
serialidad y los títulos genéricos utilizados por Brugnoli para nombrar las piezas son aspectos que incidieron —e influyen aún hoy— en cómo se presentan, discuten e historizan piezas como esta11. En ese sentido, los desafíos asociados a la investigación de un tejido como el de Brugnoli son comunes a los que presentan otras piezas que provienen de la colección de artes aplicadas. De hecho, se podría argumentar que, si uno de los aspectos más relevantes de un objeto producido en la Escuela de Artes Aplicadas era su condición artesanal o semiindustrial, no sería equivocado suponer que, hasta cierto punto, las piezas fuesen consideradas como objetos intercambiables —al asociar la categoría de las artes aplicadas con una disposición hacia la serialidad, no parecería ser un problema reemplazar una obra por otra—. Es esto último lo que puede haber pasado con el tapiz de Brugnoli, décadas después de su elaboración e ingreso
Más allá de intentar establecer una línea
sus textiles —en este caso junto a Walter
de tiempo que asocie “datos duros” con un
Hidalgo— en la “Exposición de arte contem-
afán positivista con el objetivo de recons-
poráneo” de 1968 en el MAC. También exhibió
truir la historia de adquisición y exhibición
su trabajo, como ya sabemos, en “América
La materialidad y la historia de exhibición del
de la obra, lo que mueve a esta pregunta es
no invoco tu nombre en vano” en 1970. La
tapiz de Brugnoli están estrechamente aso-
estimular una reflexión sobre las caracte-
participación de Brugnoli en estas exposi-
ciadas a la categoría en la cual este tapiz se
rísticas que asociamos a ciertas categorías
ciones, cuyas temáticas abarcaban desde la
inscribe, la de artes aplicadas. Caroll Yasky,
como la de artes aplicadas. Las fuentes y
definición disciplinar de las artes aplicadas
quien fuera la encargada de colección del
a la colección del MAC, en el proceso de producción de su catálogo razonado.
la trama abstracta : paulina brugnoli y el tapiz del museo de arte contemporáneo
P 71
Una aproximación general a las fuentes,
cual pertenecía este tapiz estaba asociada
REVISTA 180
Figura 2 Bocetos para “América no invoco tu nombre en vano” Nota: Archivo Paulina Brugnoli Bailoni, PBB-T-U-391970-BOCETO-1, Santiago, Chile. Figura 3 Bocetos para “América no invoco tu nombre en vano” Nota: Archivo Paulina Brugnoli Bailoni, PBB-T-U-391970-BOCETO-5, Santiago, Chile.
junto a nuevas tipologías que se iban
decidor en relación con cómo nos enfren-
sumando con el pasar del tiempo,
tamos a juicios de valor históricamente
como la fotografía y el video arte. El
asociados a ciertos objetos. La observación
inventario se conformó bajo la misma
atenta y detenida de un tapiz como el de
categorización que se les daba a las
Brugnoli, en el que se tejen otras historias,
distintas disciplinas en la Escuela
nos invita a replantear y resituar nuestros
de Arte: pintura, escultura, grabado,
modos de ver.
dibujo. Como no había investigación dentro del museo, lo único que activaba su revisión eran las exposiciones. En este sentido, el fondo de artes aplicadas quedó desatendido durante décadas, al final de la lista, por la falta de circulación que se les dio a sus obras (C. Yasky, comunicación personal, 2019). Junto con el limitado desarrollo de la investi-
MAC en el período 2008-2013, suma un elemento más a esta reflexión:
gación sobre la colección, uno de los problemas que introduce, entonces, este trabajo, tiene que ver con las categorías y jerarquías
otra razón tiene que ver con que el
que utilizamos (a veces, de modo implíci-
registro de las obras de la colección
to) para analizar ciertos objetos como los
del MAC era deficitario. No hay que
que se agrupan bajo la categoría de artes
olvidar que la planilla de inventario
aplicadas. Ella reúne, como comenté ante-
no contenía todos los campos de
riormente, una serie de elementos situados
identificación que ahora conocemos
históricamente. El problema surge cuando
como fundamentales. La falta de un
asumimos esa condición de modo acrítico
documento de registro descriptivo
y sin considerar que esas mismas catego-
que incluya el historial de cada obra
rías fueron porosas y permeables ya en su
genera ese problema. A lo anterior se
momento de uso y de mayor rendimiento
suma una diferenciación jerárquica,
histórico durante la primera mitad del siglo
como bien dices, dentro de la misma
XX. En ese sentido, el equívoco documental
colección, entre el grupo de obras de
con respecto al tapiz de Brugnoli es más
arte y las obras de artes aplicadas,
elocuente con respecto a los lugares de
que estaban al final del inventario
enunciación desde los que se investiga, y es
josefina de la maza
notas al pie 1. Recibido: 22 de enero de 2021. Aceptado: 2 de agosto de 2021. 2. Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Artistas y artesanas: circulación de saberes y prácticas textiles en el siglo XX chileno”, financiado a través del Fondo de Iniciación, convocatoria 2018, de la Universidad Mayor. Asimismo, se enmarca en el proyecto curatorial desarrollado por la autora “Tejido social: arte textil y compromiso político”, Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), marzo 2019-enero 2020 (http://mssa.cl/exposicion/ tejido-social/) y, junto con Carolina Arévalo y Soledad Hoces de la Guardia, del proyecto Fondart (2019) “Juntando hilos: investigación de la obra y formación del archivo textil de Paulina Brugnoli”. 3. La autora agradece los comentarios y sugerencias en el proceso de elaboración de este texto de Paulina Brugnoli, Amarí Peliowski, Caroll Yasky, Carolina Arévalo, Federico Brega e Ignacio Ramos. 4. Centro de Investigación en Artes y Humanidades, CIAH, Facultad de Artes, Universidad Mayor, Santiago, Chile. Contacto: josefina.delamaza@umayor.cl 5. En general, faltan estudios específicos que aborden la historia de estos tapices. Para estudios del textil modernista y de vanguardia en los que se insertan los procesos asociados
a la Escuela de Artes Aplicadas de Santiago, ver Gardner Troy (2016) y Smith (2014). 6. Las entrevistas a Paulina Brugnoli se realizaron en su casa y vía telefónica a través de un largo periodo de tiempo. La mayoría de ellas fueron realizadas en compañía de la investigadora Carolina Arévalo, en el contexto del proyecto de investigación financiado por el Fondart (2019), “Juntando Hilos: investigación de la obra y formación del archivo textil de Paulina Brugnoli”. 7. Si bien el programa cubría el período completo de la exposición, si solo consideramos el día de inauguración, el 9 de mayo de 1970, es posible dar cuenta de la envergadura y extensión del proyecto. Ese día se presentó Caulacán, una coreografía de Patricio Bunster de 1959, uno de los espectáculos más relevantes del Ballet Nacional, basado en el Canto General y concebido por su autor como un “breve poema épico”. Junto con el ballet también actuaron Inti Illimani, Quilapayún, Víctor Jara, Sergio Ortega y los hermanos Ángel e Isabel Parra (Centro de Estudios de Arte Latinoamericano, 1970). 8. La convocatoria a la exposición fue a través de un concurso organizado por el IEAP. Al museo llegaron 300 obras, de las cuales 80 fueron seleccionadas para su exhibición (Zamudio, 1970). 9. Ese es el título de una publicación posterior dedicada al estudio de los textiles andinos de la colección del Museo Chileno de Arte Precolombino, realizada por Brugnoli y Soledad Hoces de la Guardia (Museo Chileno de Arte Precolombino, 1989).
Figura 4 Detalle de textil sobreviviente de “América no invoco tu nombre en vano” Nota: Archivo Paulina Brugnoli Bailoni, Santiago, Chile.
11. A los aspectos ya mencionados, podemos sumar, en el caso de la mayoría de los objetos de la colección de artes aplicadas, la tendencia a mantener el anonimato de los artesanos. Un ejemplo temprano de esto último es el anonimato con el que se presentaban las piezas de la Escuela de Artes Aplicadas en la Revista de Artes de la Universidad de Chile, desde la década del 30 en adelante. Por lo general se nombraba al autor de las fotografías incluidas en la publicación, pero no el nombre de los artesanos que confeccionaban las piezas. Esta situación hace eco, por ejemplo, en la gran cantidad de piezas anónimas que existen en la colección de artes aplicadas del MAC.
referencias bibliográficas Acta n. 7 - Consejo Co-Directivo del Instituto de Extensión de Artes Plásticas, enero de 1969. COR 1969, caja 17, carpeta 01. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Adamson, G. (2007). Thinking Through Craft. Berg. Albers, A. (2017). On Weaving. New Expanded Edition. Princeton University Press.
Centro de Estudios de Arte Latinoamericano. (1970). América no invoco tu nombre en Vano. Centro de Estudios de Arte Latinoamericano - Museo de Arte Contemporáneo, mayo de 1970. A.a1.01.C4. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. De la Maza, J. (2019). Las artes plásticas, las artes aplicadas y el objeto contemporáneo. Aproximaciones a los textiles de Paulina Brugnoli y Virginia Errázuriz en 1966. (Texto inédito, en revisión). De Loisy, F. y Arqueros, G. (2017). Jean Lurçat. Cèst l’aube y Macho cabrío. En Catálogo razonado. Colección Museo de Arte Contemporáneo. Facultad de Artes Universidad de Chile (pp. 378-381). MAC. Gardner Troy, V. (2006). The Modernist Textile. Europe and America 1890 - 1940. Lund Humphries. Inventario Instituto de Arte Latinoamericano, junio 1971. COR 1971, caja I.01, carpeta 01. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Kusunoki, R. y Majluf, N. (2019). Redibujar categorías. La incorporación del ‘arte popular’ a las colecciones del Museo de Arte de Lima. Goya, (367), 140-153. Museo de Arte Contemporáneo. (2017). Catálogo razonado. Colección Museo de Arte Contemporáneo. Facultad de Artes Universidad de Chile. Edición del autor. Museo Chileno de Arte Precolombino (1989). Arte Mayor de los Andes. Contribuciones de J. V. Murra, P. Brugnoli y S. Hoces de la Guardia. Museo Chileno de Arte Precolombino y Banco O’Higgins. Neruda, P. (1950). Canto General. Editorial Océano. Nómina de autores y obras seleccionadas para la exposición “América no invoco tu nombre en vano”. COR 1970, caja 19, carpeta 04. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Phipps, E. (2011). Looking at Textiles. A Guide to Technical Terms. Getty Research Center. Reunión de jurado de premios, “América no invoco tu nombre en vano”, 4 de mayo de 1970. COR 1970, caja 19, carpeta 03. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. Rojas Mix, M. (2008). “América, no invoco tu nombre en vano”. La idea de la América Latina. De Neruda a la geopolítica contemporánea. Revista Casa de Las Américas, (253), 4-19. Smith, T. (2014). Bauhaus Weaving Theory. From Feminine Craft to Mode of Design. University of Minnesota Press. Zamudio, M. E. (1970). Carta difusión América no invoco tu nombre en vano, 7 de mayo de 1970. COR 1970, caja 19, carpeta 03. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile.
Alvarado, M. (2019). La trama del arte. Tapices en el arte chileno contemporáneo. https://www.cronicastextiles.com/colecciontextilmac. Álvarez, P. y Morales, G. (2015). Los inicios de la enseñanza profesional del diseño en Chile. Revista Diseña, (9), 60-65 Auther, E. (2009). String, Felt Thread: The Hierarchy of Art and Craft in American Imagination. University of Minnesota Press. Bases del concurso “América no invoco tu nombre en vano”, 1970. COR 1970, caja 19, carpeta 05. Archivo del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile.
la trama abstracta : paulina brugnoli y el tapiz del museo de arte contemporáneo
P 73
10. A esto se suma la inexistencia de fotografías de los tapices de Brugnoli en la exposición. No existe registro ni en la prensa de la época ni en el archivo del MAC.
Castillo, E. (Ed.) (2010). Artesanos, Artistas, Artífices. La Escuela de Artes Aplicadas de La Universidad de Chile 1928-1968. Ocho Libros.
El experimento doméstico. Domesticidad y experimentación: la casa-laboratorio de Nicanor Parra 1,2 [the domestic experiment. domesticity and experimentation in the nicanor parra house-laboratory] sergio andrés ramírez cadena*
* Sergio Andrés Ramírez Cadena³ Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile.
> Cómo citar este artículo: Ramírez, S. (2021). El experimento doméstico. Domesticidad y experimentación: la casa-laboratorio de Nicanor Parra. Revista 180, (48), 74-89. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-890 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-890
REVISTA 180
P 75
Resumen: La obra escrita de Nicanor Parra ha sido
Abstract: The written work of Nicanor Parra has been
ampliamente abordada desde el campo de la litera-
widely approached from the field of literature, phi-
tura, la filosofía y el arte, en contraste, se ha escrito
losophy and art; in contrast, little has been written
poco respecto del objeto de estudio de este texto,
about the object of study of this text, his House in La
su casa en La Reina y el vínculo con su obra visual y
Reina, and the link with his visual and material work.
material, especialmente, la incidencia de la condición
Mainly the incidence in his creative process of the
doméstica en su proceso creativo.
domestic condition.
A partir del levantamiento que se realizó de la casa,
It is from the survey that was carried out of the house
la recopilación de información escrita y visual —en-
—framed in the Research Workshop—, the compilation
trevistas y documentales—, y los propios escritos de
of written and visual information —interviews and doc-
Parra fue posible enmarcar la casa dentro de una dis-
umentaries—, and Parra's own writings that it was pos-
cusión disciplinar mayor. En consecuencia, se plan-
sible to frame the house inside of a larger disciplinary
tea la hipótesis de que la casa de La Reina se puede
discussion. Consequently, a hypothesis is raised that
entender bajo la figura de una casa-laboratorio, en
La Casa de la Reina can be understood under the fig-
donde Nicanor Parra solía experimentar, tanto con el
ure of a House-Laboratory, where Nicanor Parra used
contenedor —la casa—, como con el contenido —los
to experiment, both with the container —the house—,
objetos y operaciones prácticas—, poniendo en tela
and with the content —the objects. and practical oper-
de juicio la idea de domesticidad.
ations—, questioning the idea of domesticity.
Palabras clave: casa; domesticidad; espacio domésti-
Keywords: domesticity; domestic space; experimenta-
co; experimentación; Nicanor Parra
tion; house; Nicanor Parra
lo doméstico y las vanguardias
Una característica transversal en la obra poética de Nicanor Parra fue la transgresión y posición contestataria ante los cánones mismos del lenguaje, evitando la poesía de “cuello y corbata” (Cahn, 1977). Esta condición se ve reflejada a lo largo de su obra, desde Quebrantahuesos (1952), en el que construye frases a partir de recortes de periódicos a manera de collage lingüístico; en Poemas y antipoemas (1954), donde hace uso de un lenguaje popular en los versos más que una lírica ornamental “evitando la Alquimia verbal Baudelariana” (Cahn, 1977), hasta los Artefactos visuales (1969-2002), en el que a partir de una serie de postales, añade una dimensión gráfica al lenguaje escrito en la que plantea que “la creación del poeta consiste en dar forma a algo que existe fuera de él, algo que marca un espíritu de época, una herencia cultural común” (Gottlieb, 1974, p. 32). En palabras de Leónidas Morales toda su obra “se propone arrancar al espectador de su cómoda posición contemplativa. El método: atacar
REVISTA 180
la ilusión estética” (Morales, 1998, p. 1). Entre los Artefactos visuales, la serie de trabajos prácticos (T.P)⁴ no es ajena a esta condición transgresora de la obra de Parra. Esta consiste en la reinterpretación de objetos cotidianos, en la que —a través del lenguaje, el humor y lo cotidiano, representados en una etiqueta asociada a los objetos— estos últimos adquieren un carácter gestáltico en el sentido de que actúan como figura dentro de un código cultural de fondo; el contexto social y cultural en el cual está inmerso el objeto es fundamental para el mensaje que Parra busca transmitir (Diez et al., 2002). Trabajos como Calcetines huachos, El vaso roto, La Sagrada Familia, Burgueses y proletarios, entre otros, ilustran esta condición en el que el contexto cultural es necesario para su adecuado entendimiento (Figura 1). Nicanor Parra supo diluir el límite entre lo doméstico y lo artístico en su casa de La Reina. La producción de la obra del poeta, principalmente la yuxtaposición entre objetos cotidianos y su obra material, dota al espacio de una cualidad particular. El lugar de la casa se presenta así, como el escenario en donde Parra superpuso su faceta poética, con la científica como físico y matemático (Figuras
Lo que permite una aproximación a la casa como objeto de estudio, parte por la yuxtaposición temporal entre el habitar del poeta y la producción de sus trabajos prácticos. Nicanor Parra habitó su casa de La Reina entre 1958, fecha de la adquisición del inmueble, hasta fines de los años noventa, época en la que se trasladó a su casa en Las Cruces. En paralelo, desarrolló gran parte de sus trabajos prácticos, específicamente en el período comprendido entre 1969 y 2002. La casa se presenta como un dispositivo en el que convergen el habitar con la producción estética del poeta, ya que los trabajos prácticos fueron expuestos y fotografiados, reemplazando su condición doméstica por una artística. A su vez, la casa, en sí misma como objeto, presenta cualidades particulares a partir de su constitución física que reafirma el proceder del poeta. La casa, en este sentido, es abordada bajo dos miradas: desde su condición como contenedor de objetos y operaciones prácticas, y como objeto singular, con cualidades particulares que le dan una doble posición de contenedor y de contenido. Teniendo como referencia el cambio del carácter doméstico de un mismo objeto en la casa, a uno artístico en una exposición, se manifiesta un método de transformación de uno en el otro. Es así, como en el transcurso de la investigación surgieron interrogantes en torno al rol de la casa como escenario de este proceso. Preguntas como: ¿cuál es el modo de producción del trabajo práctico ligado a la casa de Nicanor Parra en La Reina?, o ¿qué tipo de casa es y qué relación tiene con el modo de producción?, si la casa es sí misma un objeto ¿tiene cualidades particulares?, todas ellas marcaron el desarrollo de la investigación. Es necesario precisar ciertos aspectos del contexto cultural y la discusión en la cual se inserta la casa de Nicanor Parra, convirtiéndola en un caso complejo digno de ser problematizado, con el fin de entender el tema de los límites del espacio doméstico. La discusión en torno a “lo doméstico”, y su relación con el ámbito productivo a lo largo del siglo XX ha sido ampliamente abordada. De igual forma, la intromisión y los aportes de las vanguardias artísticas en esta discusión se torna significativo, ya que se establece un vínculo con el caso de estudio que el propio
2, 3 y 4).
Parra reconoce. Al referirse a la creación de
Bajo esta hipótesis, la casa es abordada en-
los trabajos prácticos y al criticar la noción
tendiéndola como el espacio que está definido por toda acción que en él suceda, donde toman protagonismo los objetos y sujetos que en él confluyen. Más que una compren-
del artista tradicional, manifiesta que “hay una relación con el dadaísmo y compañía… Esto no resulta en el aire. Es la culminación de una tradición cultural” (Espina, 1998, p. 41).
sión del espacio como condición geométrica,
El surgimiento de lo doméstico es abordado
es una aproximación a un espacio antropoló-
por Witold Rybczynsci (2009) en su historia
gico. Siguiendo así la idea de “espacio practi-
en torno de la idea de la casa. En esta se
cado” desarrollada por Michel de Certeau en
centra en la casa urbana burguesa del siglo
La invención de lo cotidiano (1979).
XIV, fundamentalmente porque a diferencia
sergio andrés ramírez cadena
P 77
Figura 1: Trabajos prácticos desarrollados por Nicanor Parra entre los años 1969 y 2002 Nota: Cortesía Fundación Nicanor Parra, 2018.
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
del aristócrata establecido en un castillo o el clérigo en un monasterio, la casa era el refugio del burgués. Esta “combinaba la residencia con el trabajo… El piso principal de la casa, o por lo menos la parte que daba a la calle, era una tienda o —si el propietario era un artesano, un lugar de trabajo... La gente cocinaba, comía, residía y dormía en este espacio” (Rybczynsci, 2009, p. 37). No había necesidad de subdividir los espacios, ya que la vida social se desarrollaba en el exterior de la casa. Con la aparición progresiva de las viviendas de alquiler “mucha gente ya no vivía y trabajaba en el mismo edificio” (p. 50). Paulatinamente, la casa se estaba convirtiendo en el lugar exclusivo de la familia, un lugar netamente privado. Rybczynsci identifica que esta se estaba transformando en hogar, y con ello surgieron términos como domesticidad, intimidad y confort. Con el surgimiento de la domesticidad como idea, a lo largo del siglo XX, se han manifestado diferentes interpretaciones y posiciones, en referencia a su vínculo con ámbitos productivos. Walter Benjamin en The Arcades Project
REVISTA 180
(1982) afirma que la aparición del individuo privado en el siglo XIX supuso la separación del trabajo del ámbito del hogar. Refiriéndose al Paris de ese siglo sostuvo que para el individuo privado, el lugar de vivienda es por primera vez opuesto al lugar de trabajo. El primero se constituye como el interior. Su complemento es la oficina. El individuo privado, que en la oficina tiene que lidiar con la realidad, necesita el interior doméstico para sostenerlo en sus ilusiones (p. 8). Esta condición además de reafirmar la separación entre lo doméstico y el trabajo, como ámbitos de lo privado y lo público respectivamente, también transforma el espacio doméstico en el apéndice del espacio de trabajo. De acuerdo con esto, “el reducido papel de la producción en el hogar fue reemplazado gradualmente por el consumo” (Molesworth, 1998, p. 57). En términos generales, la asimilación de la separación entre la vida del hogar y el trabajo es una condición propia de la modernidad, surgida a partir de la Revolución Industrial y que se mantuvo vigente en gran parte del siglo XX. No obstante, ante esta posición surgió la pregunta acerca de ¿cómo debían entenderse las actividades realizadas en el interior del hogar? La visión de Benjamin sería insostenible desde una perspectiva feminista, afirma Helen Molesworth (1998), ya que no se tiene en consideración las acciones en el interior Figura 2: Imágenes interiores y exteriores de la casa de La Reina de Nicanor Parra.
del hogar como productivas, lo que reafirma una división de género. La autora sostiene
Nota: Fotografías tomadas como parte del
que hubo una relectura de las científicas
levantamiento arquitectónico realizado por
domésticas de inicios del siglo XX por parte
el Taller de investigación “Quite The Opposite,
de los grupos feministas de los setenta,
casas y cosas de Nicanor Parra”. (2017-2018)5⁵.
generando otra interpretación de este
proceso. Principalmente, hace referencia a
2016, p. 8). Tomando como referencia a Henri
Christine Frederick autora del libro The New
Lefevre en La Vie Quotidienne Dans le Monde
Housekeeping y editora de la revista Ladies
Moderne (1968), Huyssen afirma que el arte
Home Journal, quien planteó una versión de
debía no solo proyectar una transformación
domesticidad “basada en los principios de
del Estado, la política, la economía y las es-
proceso y trabajo en oposición a la estasis y
tructuras judiciales, sino también la transfor-
el descanso” (Molesworth, 1998, p. 59). Según
mación de la vida cotidiana6.
esto, el trabajo doméstico debía replantearse y recontextualizarse como trabajo científico. A diferencia de la afirmación de Benjamín, el espacio doméstico no es el complemento para el trabajador, por el contrario, dicho espacio justifica la existencia de fábricas y oficinas. Esta posición de Frederick y las científicas domésticas estuvo fuertemente influenciada por las ideas del taylorismo, fundamentalmente en términos de la eficiencia y el monitoreo de los movimientos para mejorar la ganancia que implicaba el trabajo en el hogar. Aun así, y como lo identifica Molesworth, la principal dificultad de este trabajo era la invisibilidad virtual del trabajo doméstico. No había prueba física del producto que surgía de las tareas domésticas, como la limpieza, la cocina o el cuidado de los niños. Ambas posiciones, ejemplifican visiones diametralmente opuestas respecto de la idea de lo doméstico y su relación con el ámbito productivo a lo largo del siglo XX. La intromisión de las vanguardias artísticas en esta del espacio doméstico respecto de temas productivos son atingentes para poder abordar el objeto de estudio. En el libro Después de la gran división (2006), Andreas Huyssen aborda el paradigma de la autonomía de la obra de arte, la
creación de los readymades7⁷ es un caso paradigmático que ilustra esta condición. Su obra opera en las fisuras del discurso en torno a la relación del espacio doméstico como espacio de producción, ya que subvierte tanto la posición planteada por Benjamin (1982), como los planteamientos feministas basados en el trabajo de las científicas domésticas norteamericanas. Retomando las ideas de Molesworth (1998), la autora plantea que el contenido doméstico de las obras de Duchamp ha sido ignorado, principalmente porque se ha visto como un ámbito alejado del factor artístico de sus obras. La rueda de bicicleta sobre un taburete, el primer readymade preparado por Duchamp, surgió como “un objeto que tenía la ‘función’ de no ser funcional. Era un objeto para ser ‘disfrutado’ mientras se miraba, un objeto liberado del trabajo, de la función” (p. 93). De este modo, actúa como un anatema del espacio doméstico taylorizado y sistematizado, desarrollado por las científicas domésticas. De igual forma, al exponer el objeto y firmarlo, está incorporando un objeto doméstico a la esfera artística. Es decir, además de cuestionar la idea de arte elevado, pone en crisis la relación entre lo que es público y lo
idea de “arte elevado”, y la separación entre
privado, entre lo artístico y lo doméstico.
cultura y vida cotidiana a partir de la intro-
Como se mencionó con anterioridad, se pue-
misión de movimientos artísticos como el dadaísmo, el constructivismo o el surrealismo, pertenecientes a la vanguardia histórica de inicios del siglo XX. El proyecto principal de la vanguardia giraba en torno a la reconciliación entre arte y vida, surgida a partir de la fermentación social y política de las décadas del diez y veinte; de igual forma, en referencia al pop art, perteneciente a los grupos de vanguardia surgidos entre los años cincuenta y setenta. Huyssen, afirma que
den establecer paralelismos entre la obra de Parra y el dadaísmo, encarnado en la figura de Marcel Duchamp. Fundamentalmente en la relación trabajo práctico readymade y el espacio doméstico como lugar de producción. Nicanor Parra reconocía la influencia de las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX. En una entrevista, realizada en 2006, afirmaba que “sin dadaísmo no hay surrealismo y sin surrealismo no hay poesía” (García, 2006, citado en Cárdenas 2011, p. 43). Además, en Manuscritos
desde su nacimiento, el pop declaró su in-
(Huneeus, et al., 1972) realiza un dibujo de-
tención de eliminar la separación histórica
nominado “La columna transparente”8⁸, en la
entre lo estético y lo no estético, uniendo
cual, como homenaje a Duchamp, establece
y reconciliando el arte y la realidad (…). El
un vínculo entre la sala del museo de arte
pop art parecía poseer el potencial para
de Nueva York y la alcantarilla.
convertirse en un arte auténticamente ‘popular’ y resolver la crisis del arte burgués, evidente desde el comienzo del siglo veinte (2006, p. 249).
Duchamp desarrolló los readymades entre 1913 y 1925, período en el cual estuvo asentado en Nueva York9⁹. Al igual que Parra, el espacio de trabajo actuó como locus creativo
En ambos casos, las vanguardias no solo
para el artista y la condición doméstica fue
presentaban una transgresión y crítica al
clave en este proceso. Helen Molesworth
arte como institución, también planteaban el
(1998) menciona al respecto:
desarrollo “de una relación alternativa entre arte elevado y (la) cultura de masas” (Heynen,
P 79
disyuntiva, y su posición ante la relación
La figura de Marcel Duchamp y la
REVISTA 180
N 1
2
3
Figura 3: Planta general casa de La Reina de Nicanor Parra, conformación progresiva de la casa (2017-2018). Nota: Plano realizado en el marco del Taller de investigación “Quite The Opposite, casas y cosas de Nicanor Parra”.
sergio andrés ramírez cadena
P 81
Figura 4: Axonometría general casa de La Reina de Nicanor Parra (2017-2018). Nota: Axonometría realizada en el marco del Taller de investigación “Quite The Opposite, casas y cosas de Nicanor Parra”.
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
REVISTA 180 Figura 5: Fragmentos de documentales Nota: Fotogramas de documentales en donde los trabajos prácticos mantienen su condición de uso doméstico en el espacio de la casa, en paralelo los mismos trabajos prácticos fotografiados como obra artística. Camiruaga y Rosenfeld, 1991; Marra, 2001; Jiménez Adkin, 2009. Cortesía Fundación Nicanor Parra.
sergio andrés ramírez cadena
P 83
Figura 6: Exposición de trabajos prácticos Nota: Ejemplos de trabajos prácticos que pierden temporalmente su condición domestica al ser expuestos como objetos artísticos. Fotogramas del video Exposición Nicanor Parra (Biblioteca Nacional de España, 2013).
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
Figura 7: La mamadera mortífera Nota: Primer trabajo práctico de Nicanor Parra.
REVISTA 180
Cortesía Fundación Nicanor Parra, 2013.
durante la primera estadía de Duchamp
No me gusta la palabra crear, la encuentro
Cristalina Parra para enseñar un texto de
en Nueva York, a principios de la década
enorme” (Larraín, 1990, citado en Cárdenas
su abuelo, en el documental Materiales de
de 1910, su lugar de trabajo (su estudio) y
2011, p. 133). El filtro del artista que seleccio-
demolición (Marra, 2001). En 1998 Parra de-
su espacio habitable/doméstico fueron
na desaparece ante el acto espontáneo de
claraba: “Debo haber buscado La poética de
los mismos… La mayoría de los encuen-
encontrarse algo casualmente.
Aristóteles o Hamlet. Y fíjese que buscaba
tros con los readymades ocurrieron, en ese momento, en las habitaciones de Duchamp. Por lo tanto, la recepción inicial de los readymades y el trabajo inicial de Duchamp se llevó a cabo en un entorno doméstico (p. 68).
Otra diferencia entre ambas expresiones artísticas está relacionada con el uso de los objetos. Los objetos seleccionados por Duchamp perdían su condición original práctica al transformarse en obra artística. El orinal o la rueda sobre el taburete no
y buscaba y en lugar de encontrar el libro encontré una mamadera. ¡Una mamadera!” (Espina, 1998, p. 37). La condición de encontrar es quizás el factor más vinculado al ámbito cotidiano al presentarse como un acto espontáneo que se da en el espacio de la casa, como se puede ver en los fragmentos audio-
Los objetos con los que trabajó, un riel y
volvían a su condición de uso original. En
un perchero, un peine, una cubierta de una
contraste, los trabajos prácticos, conser-
visuales antes mencionados (Figura 5).
máquina de escribir, un urinario, un estante
van la propiedad de ser usados más allá de
o una pala son objetos mundanos de la vida
ser presentados como arte. Así, cualquier
El loft, espacio surgido entre los años se-
cotidiana. En su estado normal sirven para
objeto doméstico tiene el potencial de ser
limpiar, colgar, almacenar, secar y orinar,
trabajo práctico en la medida en que Parra
pero al ser seleccionados para convertirse
lo encuentre, pero sigue conservando su
en readymade, el artista bloquea el valor de
cualidad de uso al retornar a la casa.
uso de sus objetos y altera el significado de valor de cambio.
Esto queda manifiesto, en algunos fragmentos de documentales realizados en torno
senta y setenta en el SoHo de Nueva York, estrechamente relacionado con las neovanguardias artísticas del mismo período, es otro caso asociado al planteamiento de Huyssen (2006). James Hudson (1984) afirma que, tras el abandono progresivo de la industria establecida en el lugar, grupos
Es en esta condición de “seleccionar”, en
a la vida del poeta. En la grabación Nicanor
pertenecientes a corrientes artísticas como
la cual se distancian operativamente las
Parra 91 (Camiruaga y Rosenfeld, 1991), se
fluxus, op-art, minimalismo y pop art se
obras de Duchamp y Parra. André Breton
puede observar a Parra en los primeros
instalaron en esta zona deteriorada de la
reafirma esta cualidad, cuando declara
segundos del video usando El teléfono de
ciudad, fundamentalmente por dos motivos:
que los readymade son “objetos manufac-
Hitler, Colección Vicente Huidobro, acto se-
la necesidad de grandes espacios por el tipo
turados alzados a la dignidad de las obras
guido se prepara un café, en donde usa un
de obras artísticas que se realizaban y la
de arte a través de la elección del artis-
fósforo El último cartucho, para prender la
necesidad de un lugar para vivir y trabajar.
ta” (Iversen, 2004, p. 45). A diferencia de
estufa, y una cuchara para revolver el líqui-
En este contexto “los materiales de produc-
Duchamp, y como se mencionó con ante-
do Madre e hija. En 2009 se graba Retrato de
ción se mezclaron con los materiales de la
rioridad, Parra tenía un discurso alrededor
un antipoeta (Jiménez Adkin, 2009), donde
vida. Las herramientas cotidianas de la pro-
de lo encontrado¹⁰0, marcando una relación
se observa cómo concede una entrevista
ducción artística se yuxtapusieron a las he-
diferente con su espacio doméstico. Parra
usando las sillas que conforman el trabajo
rramientas cotidianas de la vida. Las cocinas
afirmaba: “Yo prefiero seguir buscándole el
práctico con la etiqueta 69, al igual que La
abiertas se veían tan fácilmente como los
cuesco a la breva. O la quinta pata al gato.
mesa imaginaria, que es vuelta a usar por
montones de lienzos” (Hudson, 1984, p. 125).
sergio andrés ramírez cadena
vanguardias artísticas en la obra de Parra
tiempo; un matamoscas en Armas nuclea-
aspectos de la vida cotidiana, no hubo un in-
es clara y se extiende más allá de una coin-
res no basta y sobra con una matamoscas;
tento por distinguir los espacios de acuerdo
cidencia temporal.
una silla en Please, sit down; un huevo en El
con una actividad específica.
Así, como Duchamp, por medio de sus
Según esto, la combinación del trabajo con
readymades, pone en crisis el límite entre lo
uso residencial significó “una declaración
artístico y lo doméstico, y los loft en Nueva
artística sobre la totalidad de la vida, que
York que se transformaron en espacios
es una característica del arte en sí mismo y
artísticos en donde este límite desaparece,
una declaración del valor de todos aquellos
al usar objetos domésticos para la creación
que son productivos sin importar dónde
de sus trabajos prácticos, Parra, consciente
trabajan” (Hudson, 1984, p. 135).
o inconscientemente, manifiesta una crítica
Ambos casos ilustran las condiciones bajo las cuales las vanguardias, en diferentes períodos, fijaron una posición crítica,
a la idea de arte elevado, expone un modo de habitar particular, pero, sobre todo, pone en crisis la idea de lo doméstico.
huevo de Colón; o un cumulo de cachureos en El mercado persa; entre otros casos. Todos los objetos se encuentran en la vida cotidiana, no los crea ni los compra. Esto hace que cualquier objeto dentro de la casa pueda ser transformado en la medida en que Parra lo encuentre. Es necesario decir, que esta condición ocurre en el contexto privado de Parra, y solo se convierte en arte en el momento que se exhibe. En ese justo instante, la cualidad doméstica desaparece y es reemplazada por una artística.
no solo ante el arte elevado, sino ante el
la domesticidad como modo de
límite entre lo doméstico (Hudson, 1984)
producción artística
y la producción artística. A su vez, puede
En cuanto a la condición doméstica de los
los objetos se presentaron como arte por
encontrarse el vínculo con el caso de
objetos usados, Parra afirmaba “yo sigo
primera vez en la exposición “Obras públi-
estudio a través del propio Parra. El poeta
con mi práctica del cachureo. Jamás voy
cas” en 1990 para el encuentro Nacional de
afirmaba que la intención de los trabajos
a comprar artefactos a los anticuarios”
Artes de Santiago (ENART), luego en 1992
prácticos era la de
(Sierra, 1982, citado en Cárdenas, 2011, p.
en la Universidad de Valencia y en el Smart
149), de manera que la condición domés-
Museum of Modern Art of Chicago.
tica de los objetos usados está implícita,
A continuación, se volvieron a exhibir en el
en la medida en que están presentes en el
año 2001 en “Artefactos visuales, dirección
contexto inmediato del poeta. Basta con
obligada” y “Obras públicas” en 2006. Ambas
revisar algunos de los trabajos prácticos
exposiciones fueron curadas por Colombina
que denotan el tipo de material que usaba
Parra y Hernán Edwards. La última exposi-
Parra, como unas botellas de vino vacías en
ción en donde estuvieron presentes fue en
Las botellas vacías del autor; unos calceti-
“Voy y vuelvo” (2014) para la Universidad Diego
terminar con el arte como enajenación. ¡No hay que aprender ningún oficio para esto! ¡Porque, en realidad, el trabajo práctico viene a uno! El trabajo práctico se fabrica a sí mismo. Uno es un simple vehículo. O sea, la noción tradicional de artista a la Leonardo Da Vinci, desaparece (Espina, 1998, p. 43).
En contraposición a la condición doméstica,
nes entrelazados en Calcetines huachos;
Así mismo, Parra reafirma la idea de que:
un zapato con papel enrollado en Mensaje
“El poeta es como un hombre del montón
en una zapatilla: levántate y anda; rollos de
y tiene que escribir entonces para todos,
papel higiénico con un diario en Burgueses
sin pensar que hay lectores privilegiados”
y proletarios; un vaso roto en El vaso roto;
(Cárdenas, 2014, p. 33). La influencia de las
una máquina de escribir en La máquina del
Figura 8: Ventana como objeto que pierde condición de uso al sobreponerse sobre muro Nota: Trabajo realizado sobre axonometría.
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
P 85
El trabajo no estaba separado de los demás
Portales. Adicionalmente, las fotografías de
asociado al objeto está conformado por
los trabajos prácticos se muestran en for-
un “chorro de palabras”, que eliminan
mato impreso en Hojas de Parra (1996), Parra,
cualquier tipo de discurso. Las palabras en
Artefactos visuales (2002), Obras completas
este contexto “son armas prohibidas, armas
& algo † (2011) y en la revista Diseño etc. n°56
nucleares” (Espina, 1998, p. 41). El verso es
(Espina, 1998) (Figura 6).
reemplazado por el eslogan, una palabra
Justamente es en esta transición entre un objeto doméstico a uno artístico, en donde se revela un método aplicado a la producción del trabajo práctico. En una entrevista concedi-
misma. Parra, ve en el lenguaje, el humor y lo cotidiano su principal herramienta crítica El mayor atributo del modo de producción
da a Juan Andrés Piña en 1990, Nicanor Parra
identificado —el objeto encontrado, la ener-
no solo describe de manera más detallada el
gía contenida y el lenguaje aplicado— es que
surgimiento del primer trabajo práctico, La
se da en el espacio de la casa, como parte de
mamadera mortífera (1969), también ilustra su
la vida cotidiana de Parra. Antes de ser obje-
modo de producción, en donde se yuxtapone
to artístico, es parte de la realidad domésti-
la condición cotidiana del objeto con la condi-
ca del antipoeta, de manera que yuxtapone
ción artística del T.P. Parra expresaba:
la vida cotidiana con la producción artística.
Un día ocurrió que estuvo una amiga con su guagua aquí. Después que se fue, me encontré con una mamadera que se le había quedado. Adentro tenía leche descompuesta. ‘Aquí hay gato encerrado’, dije yo, y se me ocurrió ponerle una etiqueta: ‘peligro: no dejar al alcance de los
REVISTA 180
compuesta que tiene significado en sí
De esta forma, Parra es transgresor en términos lingüísticos a través de su obra escrita, pero también lo es en términos de su modo de habitar, encontrando un enlace directo con la transgresión de lo doméstico manifestada por las vanguardias artísticas del siglo XX.
niños’, y abajo dibujé una calavera con
En este contexto, la casa actúa como con-
una tarjetita que dice ‘anti DDT’. ‘La ma-
tenedor de objetos y operaciones prácticas.
madera mortífera’ la titulé. Einstein dice
La domesticidad de Parra estuvo determi-
que la teoría no está equivocada, si no
nada por la continua experimentación en el
que la energía está acumulada en alguna
interior de su casa. En este sentido, bajo la
parte. Este principio yo lo he llevado al
lógica de un escenario hermético en donde
plano de la poesía, ya que el mundo está
se presentan experimentos prácticos, y en
lleno de objetos aparentemente inertes,
donde opera solo el poeta con sus objetos/
lleno de piedras que no tienen energía
instrumentos, es que se plantea la hipótesis
potencial ni cinética. ¿No ocurrirá que
que puede entenderse la casa de La Reina,
también son acumuladores de energía?
bajo la figura de una casa-laboratorio. La
La respuesta es sí. Por ejemplo, lo único
doble condición de los objetos con los que
que se podía hacer con esa mamadera
trabajaba Parra, que son tanto domésticos,
era desecharla por inútil, pero con el
como artísticos, les confieren una cualidad
tratamiento que se le da, irradia, despide
híbrida. Esta característica de los objetos, en
energía (Piña, 2014, p. 66) (Figura 7).
donde existe una ambigüedad entre lo que
De acuerdo con las palabras de Parra, hay tres rasgos identificables que demarcan el método aplicado en la creación de la serie
es parte de la obra de Parra y lo que no, no solo se limita a los objetos contenidos, sino al contenedor en sí mismo, es decir a la casa.
de trabajos posteriores. El primero relacio-
la reina : contenedor y contenido
nado con el acto casual de encontrarse un
Vale mencionar dos cualidades particulares
objeto cotidiano, el segundo el potencial
propias de la casa. La primera relacionada
que observa en ese objeto, y el tercero la
con su progresiva construcción. En 1958,
transformación de algo sumamente domés-
Nicanor Parra adquiere el sitio en donde se
tico en un trabajo práctico al asociarlo al
emplazarían dos casas mediaguas prefabri-
lenguaje a través de una etiqueta.
cadas: el “living” y la “capilla”, denominadas
Atendiendo a estas consideraciones, la identificación de la energía contenida de los objetos domésticos y el acto de asociarlos a una etiqueta surge de la necesidad personal del poeta por comunicar un mensaje a través del lenguaje. Los trabajos prácticos tienen la energía acumulada y Parra, al yuxtaponer un objeto doméstico a la categoría de trabajo práctico y relacionar el lenguaje al objeto los hace hablar, los vincula con un relato —en este caso al contexto cultural en el cual está inmerso—,
así por el propio Parra. Con el tiempo, a estas dos construcciones iniciales se le fueron añadiendo nuevos espacios. Es así como en 1973, se le hace una adición a la capilla, cinco años después, en 1978, se construye el pabellón de dormitorios, obra de Francisca Parra (hija de Nicanor Parra). Finalmente, en 1986 aparece la “pagoda”, planteada por Kim Cordua. De esta manera, la conformación de la casa surge a partir de la adición progresiva de recintos, y a la participación de personas cercanas a él (Figura 3).
expulsando así su energía contenida y
La segunda condición está relacionada con la
transformado los objetos en actores de
construcción de la casa a partir de escom-
ese contexto. En este sentido, el mensaje
bros y objetos. Así como en la conformación
sergio andrés ramírez cadena
de sus trabajos prácticos, Parra utilizó objetos preexistentes, de igual forma implementó la misma lógica en la constitución de su casa al usar escombros. Es en el límite de la casa, es decir en sus muros, en donde es más evidente esta condición. En relación con el caso de estudio, es necesario remarcar las contradicciones entre el exterior y el interior de la casa de La Reina a partir de la condición particular de los muros que demarcan sus límites. En el texto Complejidad y contradicción en la arquitectura (1966), Robert Venturi aborda diferentes manifestaciones en donde la arquitectura es capaz de ser compleja y contradictoria a partir de su riqueza y ambigüedad. Una de las manifestaciones de la contradicción en la arquitectura más importantes, según el autor, y que guarda relación con el objeto de estudio, se encuentra en el contraste entre el interior y el exterior de una obra. En torno a esto concluye que: La arquitectura se da en el encuentro de las fuerzas interiores y exteriores de uso y de espacio. Estas fuerzas interiores y ambientales son generales y particulares, genéricas y circunstanciales. La arquitectura como muro entre el interior y el exterior es el registro espacial y
P 87
el escenario de este acuerdo (Venturi, 2014, p. 139). El muro en la casa de La Reina, en este sentido, toma el protagonismo como un hecho arquitectónico, como el mediador entre interior y exterior. Al observar el muro del living que da hacia el patio trasero, esta cualidad queda manifiesta en el momento en que Parra superpone una ventana a la pared exterior, sin que exista un vano. Es decir, existe como objeto superpuesto en la fachada externa, pero no influye interiormente al no estar este. La ventana, en este caso pierde su condición de uso y se convierte en un objeto particular impuesto a la casa por el propio Parra (Figura 8). De igual forma, al observar las fachadas externas e internas de la capilla y el pabellón de dormitorios es posible identificar que existe una diferenciación clara entre ambas. El mismo muro se presenta como una adición de elementos independientes, en donde no hay correspondencia entre el exterior y el interior. En ambos casos el muro actúa como el registro de las acciones del propio Parra, que es tanto constructor, como habitante de la casa. Sumado a estos casos relacionados con los límites físicos de la casa, aparecen objetos singulares como la antena de dos metros de diámetro ubicada sobre el living, denominada por el propio Parra como Andrea 2000. En los jardines se sitúa una bañera que se vincula a Vicente Huidobro, y numerosos respaldos
Figura 9: Objetos singulares como parte de la casa Nota: Andrea 2000, bañera de Vicente Huidobro y respaldos de cama como barandas son algunos de los objetos singulares que conforman el conjunto de la casa.
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
REVISTA 180
de cama que son usados como las barandas que delimitan las terrazas (Figura 9). Así como los objetos dentro de la casa adquieren una condición híbrida, a causa de una yuxtaposición entre una vertiente doméstica y una artística; la casa en sí misma actúa
ambigüedad, ya que actúa tanto como contenedor de la experimentación, como experimento en sí mismo. El límite entre lo que es obra y lo que no es difuso, no solo con los objetos que contiene, si no con la casa misma (Figura 10).
como un dispositivo híbrido, ya que está
De esta condición ambigua de la casa se
constituida por una sumatoria de elementos
desprenden dos ideas fundamentales que
particulares que produce que el límite entre
enmarcan el desarrollo del texto. La prime-
esta y los objetos que contiene no sea tan
ra, la de entender la casa como contenedor.
claro. En este sentido la casa es tanto con-
En esta, la figura de la casa-laboratorio
tenedor como contenido. Tanto laboratorio,
adquiere relevancia al enmarcar el modo
como instrumento de experimentación.
de producción —lo encontrado, la energía
entre laboratorio y experimento
Parra, al trabajar con objetos domésticos de
potencial y el vínculo con el lenguaje— al espacio en el que se desarrolla.
su contexto inmediato, yuxtapone los instru-
El trabajo de campo y la experimentación
mentos o artefactos con la materia prima de
se dan en el espacio de la casa, sin perder
trabajo, pues no hay distinción entre ambos,
la condición doméstica de la misma. La
a la vez que no son objetos externos, sino
publicación de resultados está dada por
lizado en el marco del Taller de investigación “Quite
que están ahí mismo, en la cotidianidad.
la exposición y publicación de los trabajos
The Opposite, casas y cosas de Nicanor Parra”.
La casa, en este sentido, adquiere cierta
prácticos. Los objetos pierden su cualidad
Figura 10: La capilla Nota: Límite difuso entre trabajo práctico —objeto doméstico— característica que aplica tanto a la casa, como a los objetos que contiene. Trabajo rea-
sergio andrés ramírez cadena
doméstica y esta es reemplazada por una condición pública. Por medio de esta transformación, las personas se enteran de lo que ocurre en el ambiente privado y hermético de la casa de La Reina. Lo particular en el caso de Parra, es que, así como los objetos salen del entorno doméstico, de igual forma vuelven y recuperan su condición de uso original. La casa es un laboratorio en donde el poeta encuentra objetos, experimenta con ellos a través del lenguaje y es capaz de enmarcarlos tanto en el campo artístico, como en el doméstico. La segunda idea que se desprende del texto es la de entender la casa como experimento mismo de Parra. En este sentido, no solo lo hace con los objetos en su interior, si no que la casa, a través de su constitución progresiva en el tiempo, su construcción desde fragmentos y los elementos particulares que la componen resignificados a través del lenguaje por el poeta, la dotan de una dualidad particular, que es tanto laboratorio como experimento. Finalmente, a modo de reflexión, así como Parra afirmaba que todo tenía el potencial de ser parte de su obra, a través de su artefacto visual Todo es poesía, vale preguntarse, hasta qué punto al activar un modo sumamente cotidianos, la condición de la casa-laboratorio es una cualidad potencialmente aplicable a cualquier casa. Los objetos que condicionan la vida cotidiana son a su vez objetos potencialmente artísticos,
7. Los readymades fueron objetos que tenían función y uso cotidiano, a los cuales el artista resignificó, exponiéndolos en galerías de arte, poniendo en tela de juicio las concepciones tradicionales del arte en su momento. En el año 1917, Marcel Duchamp presentó La Fuente, una de las obras más significativas del siglo XX, perteneciente a esta expresión artística. 8. La columna transparente hace parte del grupo de artefactos visuales que desarrolló Nicanor Parra, en donde, a través de un lenguaje coloquial, expresaba sus pensamientos encarnados en la figura de Marcel Duchamp. La imagen es parte del compendio de obras publicadas en Manuscritos del año 1975. 9. Marcel Duchamp residió en diferentes lugares en Nueva York: 1915-1917- 33 West 67 th Street; 1917-1918 - 34 Beekman Place and 1947 Broadway; 1920-246 West 73 rd Street, back to 1947 Broadway. 10. Respecto del —acto de encontrarse— en el documental Nicanor Parra 91, el poeta hace referencia a otro trabajo práctico en donde es posible observar su aproximación hacia el objeto antes de ser transformado, Parra decía: “‘Revolución Industrial’, bueno esta es una simple, una plancha económica, una plancha de sastre que está humeando y la tarjeta correspondiente dice ‘Revolución Industrial’, ese fue el primer trabajo práctico con el que me encontré, digo con el que me encontré, porque estos trabajos prácticos no se improvisan, no se inventan, no hay relación de causa efecto”. referencias bibliográficas Benjamin, W. (1982). The Arcades Project. Paris, The capital of the Nineteenth century. The Belknap of Harvard University Press. Bürger, P. (2009). Teoría de la vanguardia. Editorial Las Cuarenta.
pudiendo convertir la casa en el escenario
Biblioteca Nacional de España. (10 de junio de 2013).
en donde se transforma uno en el otro, en
Exposición Nicanor Parra [Video] YouTube. ht-
la medida en que el habitante lo determina.
tps://www.youtube.com/watch?v=S-wTjqMVQtg Cárdenas, M.T. (2014). Nicanor Parra: en sus cuarteles de invierno. En Costa, L. (Ed.), Chanchullos, Parra antes de las Cruces (pp. 6-7). Alquimia Ediciones.
Huneeus, C. y Kay, R. (Eds.) (1975). El Quebrantahuesos. En Revista Manuscritos (pp. 2-25). Departamento de Estudios Humanísticos, Universidad de Chile. Hudson, J. (1984). The Material Culture of the SoHo Artist. Material Culture, 16(3), 121-136. http://www. jstor.org/stable/41784570 Huyssen, A. (2006). Después de la gran división. Adriana Hidalgo Editora. Iversen, M. (2004). Readymade, Found Object, Photograph. Art Journal, 63, 44-57. https://doi.org/10.1 080/00043249.2004.10791125 Jiménez Atkin, V. (2009). Retrato de un Antipoeta. Inacap. Larraín, A. M. (1990). Nicanor Parra “& Remember: hacéis mal en sacarme de ni tumba”. En M. T. Cárdenas (Ed.) (2011), Así habló Parra en el Mercurio (p. 133). El Mercurio Aguilar. Sierra, M. (1982). Otro Nicanor Parra ha nacido. En M. T. Cárdenas (Ed.) (2011), Así habló Parra en el Mercurio (p. 149). El Mercurio Aguilar. Marra, S. (2001). Materiales de demolición. Productora Ornitorrinco. Molesworth, H A. (1998). At Home with Duchamp: The Readymade and Domesticity (Tesis doctoral, Cornell University, New York, Estados Unidos). Repositorio institucional. https:// library.nga.gov/discovery/fulldisplay/alma991478963504896/01NGA_INST:NGA Morales, L. (1998). Diccionario enciclopédico de las Letras de América Latina, tomo III, Capítulo IV: La antipoesía: Estructuras formales. Monte Ávila Editores http://www.archivochile.cl/Cultura_Arte_Educacion/np/s/npsobre0017.pdf Parra, N. (1954). Poemas y antipoemas. Editorial Nascimento. Parra, N. (2011). Obras completas & algo +. Editorial Galaxia Gutemberg. Parra, N., Etchevers, M. y Errázuriz, P. (1996). Hojas de Parra. Ediciones CESOC. Piña, J. A. (2014). Nicanor Parra: La Antipoesía no es un juego de salón. En L. Costa (Ed.), Chanchullos, Parra antes de las Cruces (p. 66). Alquimia Ediciones. Rybczynski, W. (2009). La casa historia de una idea. Editorial Nerea. Venturi, R. (2014). Complejidad y contradicción en la arquitectura. Editorial Gustavo Gigli.
Cahn, G. [El gato Vargas] (24 de octubre de 2012). Cachureo apuntes sobre Nicanor Parra. [Video]
notas al pie 1. Recibido: 22 de noviembre de 2020. Aceptado: 24 de septiembre de 2021. 2. Este trabajo se elaboró a partir de la tesis de Magíster en Arquitectura titulada “La Casa=La Física de la Matemática Poética. Domesticidad como modo de producción en la casa-laboratorio de Nicanor Parra”, desarrollada entre los años 2017 a 2019 en la Pontificia Universidad Católica de Chile. 3. Contacto: sramirezc.arq@gmail.com 4. Los trabajos prácticos fueron una serie de objetos comunes asociados a etiquetas con un mensaje crítico que buscaban problematizar el contexto político, social o ecológico. 5. Taller de investigación “Quite The Opposite, casas, cosas de Nicanor Parra” a cargo de los profesores Emilio de la Cerda, Pedro Correa Fernández y Cristóbal Ugarte (sobrino de Nicanor Parra) como ayudante. Formaron parte del grupo de investigación, levantamiento de información y dibujo: David Tait, Pablo Camus, Rodrigo Pérez de Arce, Rodrigo Pérez Vásquez, Bárbara Salazar, Benjamín Howard, Maite Raschilla, Luciana Truffa y Sergio Andrés Ramírez. Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2017-2019.
YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=u1N8wDPObCk Camiruaga, L. y Rosenfeld, L. (Productor) (1991). Nicanor Parra 91 [Documental]. Televisión Nacional de Chile. De Certeau, M. (2000). La invención de lo cotidiano. Universidad Iberoamericana, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. Diez, C., Durá, C., Rico, A. y Mattalia, S. (2002). Justificación teórica. En C. Parra (Curadora exposición), Parra, Artefactos Visuales. Dirección de extensión/pinacoteca Universidad de Concepción. Espina, V. (1998). Nicanor Parra, trabajos prácticos, engendros visuales del antipoeta. Revista Diseño etc., 34-43. García, M. (2006). Nicanor Parra: No hay que dejarse tragar el discurso cuico. En M. R. Cárdenas (Ed.) (2011), Así habló Parra en el Mercurio (p. 43). El Mercurio Aguilar. Gottlieb, M. (1974). Del antipoema al artefacto al: la trayectoria poética de Nicanor Parra. Hispamérica, 2(6), 21-38. Heynen, H. (2016). Modernidad y domesticidad: tensiones y contradicciones. Revista Bitácora Arquitectura, (34). http://dx.doi. org/10.22201/fa.14058901p.2016.34.58103
el experimento doméstico . domesticidad y experimentación : la casa- laboratorio de nicanor parra
P 89
de producción sobre la base de objetos
6. En torno a la relación entre las vanguardias históricas y la praxis cotidiana ver Bürger, 2009.
La pluralidad de un concepto singular. “Casa Chilena: Imágenes domésticas” (2020)1 [ the plurality of a singular concept. “chilean house: domestic images” (2020). ] pablo brugnoli
·
francisco díaz
·
amarí peliowski *
* Pablo Brugnoli2 Centro Cultural La Moneda Santiago, Chile * Francisco Díaz3 Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile * Amarí Peliowski4 Universidad de Chile Santiago, Chile
> Cómo citar este artículo: Díaz, F. (2021). La pluralidad de un concepto singular. "Casa Chilena: imágenes domésticas" (2020). Revista 180, (48), 90-99. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-1017 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-1017
REVISTA 180
Abstract: Opened exactly three months after the
del estallido social del 18 de octubre de 2019 y cerra-
massive demonstrations of October 18, 2019, and
da temporalmente dos meses después por el brote
temporarily closed two months later due to another
del COVID-19, la exposición “Casa Chilena: Imágenes
outbreak —the COVID-19 pandemic— the exhibition
domésticas” estuvo montada en el Centro Cultural
Chilean House: Domestic Images was on show at the
La Moneda en medio de dos estados de excepción.
La Moneda Cultural Center in between two states
El presente texto busca explicitar los criterios y
of exception. This text seeks to describe the criteria
decisiones detrás del tema de la exposición, su
and decisions behind the exhibition's theme, its posi-
postura en relación con los debates en torno a la
tion concerning the debates about the ways of exhi-
forma de exponer arquitectura hoy, la selección de
biting architecture today, the selection of the pieces
las piezas a ser expuestas y la estructura de orden
to be displayed, and the structure of the exhibit. The
de la muestra. El objetivo es no solo proponer que
goal is twofold: on the one hand, to propose that the
la casa en Chile supone una multiplicidad de mani-
house in Chile entails a multiplicity of manifesta-
festaciones y formatos diversos, sino también que
tions and diverse formats; and, on the other, that it
ella puede ser entendida como un objeto cultural en
can be understood as a cultural object instead of
vez de uno arquitectónico. Reforzando esos puntos,
an architectural one. To strengthen these points,
la exposición planteó una mirada alternativa a los
the exhibition set forth an alternative approach to
discursos disciplinares de la arquitectura y una for-
the disciplinary discourses of architecture, as well
ma poco habitual de exhibir arquitectura, en la que
as an uncommon way of exhibiting architecture in
la diversidad tomaba primacía respecto del marco
which diversity took priority over the comparative
comparativo entre los distintos casos expuestos.
framework between the different cases exposed. In
De esta manera, la exposición logró dialogar con los
this way, the exhibition managed to establish a dialo-
excepcionales acontecimientos entre los que estu-
gue with the two exceptional events that framed the
vo abierta al público.
time in which it was opened to the public.
Palabras clave: arquitectura; casa; Centro Cultural La
Keywords: architecture; Chile; exhibition; house; La
Moneda; Chile; exposición
Moneda Cultural Center
P 91
Resumen: Inaugurada exactamente a tres meses
“Es como un cosmos”, dijo una de las trabaja-
rango de visitas que se esperaban para esta
doras del Centro Cultural La Moneda (CCLM)
exposición suponía que la muestra no podía
en la visita previa a la inauguración de la
ser de nicho. La misión, entonces, consistía en
exposición “Casa Chilena: Imágenes domés-
hacer una exposición de arquitectura, pero
ticas”, en que los curadores explicaban la
pensada para un público amplio.
exposición al equipo de mediación encargado de guiar al público. Quizás esa reacción se debiera al contraste entre la luz tenue del interior y la luz natural del exterior, que daba la impresión de estar entrando en otro mundo. También puede haberse debido al efecto que generaban las más de trescientas piezas que atiborraban los 600 m2 de la sala Andes del CCLM. La excesiva cantidad de piezas expuestas estaba intencionalmente pensada para que la muestra fuese abrumadora por la cantidad de información; pero, además, porque aspiraba a representar a una pluralidad que pocas veces había sido puesta de relieve: la diversidad de formas de vida que hay en Chile. La palabra “cosmos”, sin embargo, no deja de ser paradójica. En “La propuesta cosmopolítica”, Isabel Stengers (2005) justamente utiliza el concepto de cosmos para referirse a aquello que escapa de las definiciones.
REVISTA 180
Quizás esa indefinición sea una posible clave para entender lo que fue y sigue siendo una exposición como “Casa Chilena...”
Ahora bien, ¿cómo trasladar estas reflexiones a una exposición de arquitectura? Es posible observar que hay dos lugares en los que el público general logra conectarse con la arquitectura: en el espacio público y en la casa. No solo todos ocupamos y experimentamos el espacio público, sino que también todos vivimos en alguna forma de casa. Al tomar uno de esos lugares como el motivo de la exposición es posible localizar un espacio intermedio que no es de dominio absoluto ni de una disciplina ni de la cultura general. De ambas opciones se optó por la casa, pues permite apelar de manera más radical a las diversas manifestaciones de las distintas identidades de las que se compone nuestro país. Esto supone entender a la casa no tanto como un objeto material que aloja la vida íntima, sino más bien como un objeto cultural; es decir, como un prisma que permite mirar de vuelta a la sociedad que la produce, y así observar a un país a través de sus casas. A través de más de trescientas piezas la
definiciones
Ante el encargo de realizar una exposición de arquitectura, la primera operación consistió en reflexionar sobre el lugar en el que se realizaría; es decir, entender cuál era la lógica del propio espacio para ver qué era factible hacer ahí. Que la exposición fuera en un centro cultural abría nuevos grados de libertad, pues al no tratarse de un museo o galería no era necesario justificar que lo expuesto entraba en la categoría del arte. Así se podía exponer arquitectura evadiendo la pregunta de si ella estaba validada en términos artísticos. Además, al mirar la historia de exposiciones del CCLM, e incluso la propia condición de este increíble espacio cultural ubicado bajo el palacio de gobierno, se hace evidente una fuerte búsqueda por dar un lugar a las distintas formas de identidad chilena, visible no solo en las temáticas de las exposiciones temporales sino también en las tiendas o restaurantes de su nivel de acceso. Se trata de
exposición buscaba mostrar la diversidad de casas chilenas, no solo las que han sido validadas por la comunidad arquitectónica (Figura 1). La idea era que cada persona que visitara la exposición se pudiera reconocer en al menos una de ellas. Esa diversidad se evidencia en los distintos formatos, materiales y registros que se presentaron: obras de arte, fragmentos de películas, fotografías, recortes de prensa, videoclips, reportajes televisivos, posters, escombros, platos, materiales de construcción y, marcando una diferencia respecto de los materiales tradicionales de las exposiciones de arquitectura, tan solo tres planos y dos maquetas. Además, la decisión curatorial fue utilizar solo materiales existentes, sin comisionar nada; más bien se buscó el material en archivos públicos y privados, de museos, de universidades y obras cedidas por artistas o sus autores6⁴.
un centro cultural que ha ofrecido un espacio
Esta forma de operar intentaba alejar la
para que se expresen las distintas manifes-
muestra de la lógica de las exposiciones
taciones de “lo chileno” desde una perspecti-
habituales de arquitectura en las que
va culturalmente amplia y que intenta evadir
se tienden a homologar los formatos de
los clichés, evidenciando un compromiso con
exposición para posibilitar la comparación
la diversidad, de miradas y de públicos. No
de parte de los espectadores, enmarcando
es un espacio “de nicho” ni exclusivamente
y encasillando producciones diversas bajo
para un público de élite, pero que no por ello
un mismo modo de representación. En este
renuncia a la calidad. Es, de hecho, un espacio
caso, parecía que si esta exposición inten-
en el que se puede exponer a John Turner y
taba posicionar a la casa como un objeto
a las alfareras de Quinchamalí con el mismo
que es parte de la cultura y cuyas manifes-
cuidado y respeto. Finalmente, el CCLM es un
taciones son diversas, no se podía utilizar la
lugar al que accede un público masivo, lo que
forma usual de exponer arquitectura basa-
lo convierte en uno de los tres espacios de
da en representaciones como planimetrías
cultura que más visitas tienen en Chile5. El
o maquetas. Más bien, era necesario dejar
pablo brugnoli
·
francisco díaz
·
amarí peliowski
Figura 1 Vista del acceso a la exhibición "Casa Chilena. Imágenes Domésticas" (2020). Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural La Moneda.
P 93
Figura 2 Vista interior de la exposición "Casa Chilena. Imágenes Domésticas" (2020). Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural La Moneda.
la pluralidad de un concepto singular . “ casa chilena : imágenes domésticas ”
(2020)
REVISTA 180
que las evidencias hablaran por sí mismas y
e imaginarios son múltiples. Es decir, el plural
tomaran el protagonismo (Figura 2).
verifica la diversidad: no hay una definición ni
Al titular la exposición “Casa Chilena” el
una imagen única de casa en Chile.
objetivo también era disputar el concepto.
exposición
Desde la época de la dictadura, la noción de
A pesar de que su recorrido permite
casa chilena se asocia comúnmente a lo que
múltiples cruces y lecturas, la narrativa
se conoce como “arquitectura colonial”: una
que estructuró la exposición se dividió en
casa grande, de gruesos muros de adobe
seis grandes capítulos. En "Territorios" se
pintados con cal blanca, techos de teja, y
presentaron casas que se adaptan a (o
ubicada al centro de una hacienda o un lati-
se protegen de) las inclemencias climá-
fundio (Errázuriz, 2009). Este sorprendente
ticas o de las condiciones topográficas.
masoquismo cultural, que forma parte de un
Aquí incluíamos la casa vernácula —lo que
discurso que buscaba borrar la diversidad de
Bernard Rudofsky (1964) llamó la “arqui-
pueblos e identidades nacionales, transforma el adjetivo “chileno” en sinónimo de “colonial”. De ahí que parecía necesario ampliar este concepto, asociándolo a una diversidad de manifestaciones que expanden ese imaginario colonial impuesto en dictadura. Por eso el título es en singular: casa chilena. Si la exposición se hubiese llamado “casas chilenas”, se le podría haber entendido como
tectura sin arquitectos”— la casa adaptada al territorio, o la casa refugio ante las inclemencias climáticas (Figura 3). Por ejemplo, en este capítulo se podía apreciar el primer dibujo de arquitectura de Chile: en 1646, un siglo después de la llegada de los españoles a Chile, el jesuita Alonso de Ovalle publicó en Roma la Histórica relación del reyno de Chile, una crónica que pre-
un catálogo. A su vez, si se titulaba “la casa
tendía dar a conocer la capitanía chile-
chilena”, hubiese implicado un intento por es-
na y atraer a misioneros europeos para
tablecer una definición única. Porque si bien
que fueran a trabajar a ese lejano lugar.
el interés era disputar el imaginario de la casa
En dicho libro se incluye un grabado con
chilena, la idea tampoco era apoderarse de
una inscripción en latín que dice: “De este
él. De esa forma, se invitaba al espectador a
modo los indios llevan sus casas, trasla-
hacerse la pregunta sobre ese imaginario en
dándolas de un lugar a otro” (Figura 4). La
vez de darle una respuesta. El plural aparece
idea de este libro era convencer a gente
en el subtítulo —imágenes domésticas— por-
que se viniera a Chile. Pero el dibujo parece
que si las casas son diversas, las imágenes
un tanto inverosímil: una casa de casi tres
pablo brugnoli
·
francisco díaz
·
amarí peliowski
Figura 3 Vista interior de la exposición "Casa Chilena. Imágenes Domésticas" (2020). Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural La Moneda. Figura 4 (p. 95) Grabado contenido en Alonso de Ovalle, Histórica relación del Reyno de Chile. Nota: Grabado de Francesco Cavalli. Memoria Chilena. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-8380.html
metros de altura y de forma rectangular,
cuyas características dependen de facto-
pero lo suficientemente liviana como para
res económicos, ya sea en su fabricación
ser transportada a mano. Se trataba así
o su bajo costo. Uno de los casos emble-
de una fantasía hecha para convencer,
máticos es la mediagua, un invento chileno
como cualquier dibujo de arquitectura.
cuya fecha de origen se disputa entre las
Esto podría implicar que uno de los pri-
viviendas de madera construidas tras el
meros dibujos de arquitectura en Chile no
terremoto de Chillán de 1939 y las radica-
fuera sino una imagen publicitaria.
ciones de pobladores desde fines de los
El capítulo titulado “Densidades” observó aquellos casos en que la escala del proyecto —sea un edificio o un conjunto de casas— construye grandes agrupamientos de viviendas que posibilitan formas de vida comunitarias y permiten a su vez el manejo de grandes cantidades de población. Ejemplo de ello es el póster desplegable titulado Ahora vamos p’arriba —puesto en circulación en 1972 por la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu) dependiente en ese entonces del gobierno de Salvador Allende— que tomaba la posta del trabajo iniciado durante el período de Frei Montalva y se hacía cargo de una serie de proyectos de vivienda en altura que ya estaban en curso. Este afiche intentaba convencer a compatriotas de que probablemente vivían en casas aisladas, habían migrado del campo a la ciudad, o bien vivían en campamentos, de que se atresuelo. Entonces este eslogan “ahora vamos p’arriba” tenía una doble connotación: por una parte, era un intento por transmitir la idea de que al país le estaba yendo bien, pero también “vamos p’arriba” porque se invitaba a la población a vivir en altura (Figura 5). El póster trata de educar a la población en una forma de vida moderna, y sus principios aparecen narrados de forma sumamente nítida en los distintos fragmentos del afiche. En este caso la casa —colectiva— es utilizada como un medio para generar un nuevo tipo de sujeto —una nueva subjetividad— que en ese momento aún no existía. Un caso clave en este sentido fueron las Torres de San Borja, el laboratorio de prueba de estas
de emergencia, cuyo diseño fue simplificado y hecho más eficiente en 1966 por el sacerdote jesuita Josse Van der Rest. Con la instauración de la Fundación Viviendas del Hogar de Cristo ese mismo año, Van der Rest logró masificar e industrializar la mediagua. Luego, con casos como “Un techo para Chile”, ya se ha transformado en una marca de fábrica y en una suerte de producto de exportación. La mediagua tiene una superficie de 18 m² (3x6 metros), no tiene instalaciones sanitarias y su diseño es simple, barato y fácil de construir, transportar e instalar. Por eso se ha convertido en la solución estándar para dar privacidad y proteger de la intemperie en casos de emergencias. Ahora bien, en lugar de exponer la mediagua como un objeto terminado, en la exposición se desplegó el conjunto de materiales con los que
luchar, una condición que históricamente ha
se construye; la idea era, por una parte,
afectado a las capas más pobres de nuestra
mostrar cómo en Chile es posible llegar a
sociedad. Clave en este capítulo es el Mapa
construir casas con tan pocos elementos
de las erradicaciones de Santiago, elaborado
(que, de hecho, ocupan un espacio de 3x4
en 1986 por los sociólogos Ernesto Morales
metros y no más de 60 centímetros de
y Sergio Rojas, que grafica con brutal
altura); pero a la vez, se evitaba “estetizar”
simpleza el programa de relocalización de
la mediagua al exponerla pues, pese a su
campamentos llevado a cabo por la dicta-
eficiencia, no es una vivienda que permita
dura, y que delineó la estructura desigual
una vida digna y, por ende, no se puede cele-
que la capital chilena tiene hasta nuestros
brar como objeto ni fetichizar su condición
días (Figura 7). Entre 1979 y 1985, el régimen
precaria (Figura 6). Es una vivienda temporal,
militar llevó a cabo un programa de erradi-
transitoria, de emergencia, que lamenta-
caciones de campamentos que afectaron
blemente en muchos casos termina siendo
no solo a las cerca de 330.000 personas
definitiva. Aún así, los 18 m² de la mediagua
que fueron relocalizadas, sino también a la
son más que los 17 m² de algunos micro-
propia capital de Chile que, con una nueva
departamentos que ofrece el mercado in-
división por comunas estrenada en 1981,
mobiliario actual en Chile. Para representar
se transformó en una ciudad segregada
este último caso se expusieron fotografías
según la condición socioeconómica de cada
de Cristián Valenzuela junto a la recons-
ideas: una intervención gigantesca en
trucción a escala 1:1 de uno de esos depar-
pleno centro de Santiago, donde se logró
tamentos; además, se incluyó un registro
despejar una gran área para mostrar esta
de la intervención “Acción vivienda digna”
nueva forma moderna de ciudad. Doce
realizada en octubre del 2019 en pleno esta-
años después, en 1984, una teleserie como
llido social por un colectivo de arquitectos
La Torre 10 —de la cual se expusieron frag-
y estudiantes. Estos edificios de densidad
mentos en la muestra— hizo un trabajo
extrema —mal llamados “guetos verticales”
similar al del afiche: al ayudar a domesticar
— multiplican en altura la miseria de las
la vida en altura hace que esta posibilidad
mediaguas. La diferencia es que la media-
sea factible, llevándola a las casas por
gua es barata y, al menos teóricamente, es
medio de la televisión y transformándola
de emergencia, mientras que los microde-
en una alternativa familiar.
partamentos son proporcionalmente ca-
El apartado sobre “Economías” buscaba mirar a la casa no solo como un bien que puede ser transado, capitalizado o hipote-
ros y van a estar ahí de forma permanente, como símbolos de un modelo de vida que ha perdido el sentido de dignidad.
hogar. Este plan permitió además liberar suelos para la construcción inmobiliaria en comunas centrales y de altos ingresos de Santiago. Con una sorprendente eficiencia gráfica, el mapa muestra en puntos blancos los lugares desde donde se erradicó a los pobladores, mientras que los negros marcan los lugares hacia donde fueron llevados, y el tamaño de cada uno de los puntos indica la cantidad de gente erradicada. Pero más allá del mapa en sí, interesaba recalcar que esta operación de erradicación ha conformado la ciudad de Santiago tal como la conocemos hoy: a partir de la definición de dónde alguien tiene que vivir se conforma la estructura de segregación de una ciudad,
cado (cuando más que un lugar para vivir,
La sección “Disputas” se concentró en epi-
consolidando y petrificando unas desigual-
la casa pasa a ser considerada como una
sodios en que la casa no ha sido algo dado,
dades sociales que hasta el día de hoy no
propiedad), sino también aquellas casas
sino más bien algo por lo que se ha debido
han sido resueltas.
la pluralidad de un concepto singular . “ casa chilena : imágenes domésticas ”
(2020)
P 95
vieran a vivir en departamentos, lejos del
años cincuenta. Se trata de una vivienda
torre inmobiliaria cayó acostada llevándose consigo la vida de ocho personas y dejando a cerca de setenta heridos. Este episodio trastocó por completo el rol y el significado de la arquitectura. El desplome no solo significó ver al piso y el cielo de los departamentos transformados en muros y los muros transformados en pisos y cielo, sino que también, al tratarse de un edificio inaugurado un año antes, puso en duda el rigor de los controles de calidad de las construcciones inmobiliarias en Chile. Para la exposición se trajeron los escombros de los cimientos recogidos del tristemente célebre edificio, que estaban guardados en la sede de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (ONEMI) en Santiago, y se pusieron en diálogo con un afiche diseñado por los hermanos Vicente y Antonio Larrea para el terremoto de Santiago y Valparaíso de 1971. De esa forma se intentaba poner en perspectiva esta temporalidad de la casa en Chile, no solo para evidenciar la circularidad entre destrucción y reconstrucción que ca-
REVISTA 180
racteriza a nuestro país, sino también para El capítulo “Singularidades” mostró casas
que señalar la importancia de contar con
que buscan comunicar el mensaje de su
normativas que eviten los errores que cues-
propia peculiaridad, defendiendo su dife-
tan vidas (Figura 8). Pero además la intención
rencia ante la homogeneidad de gran parte
era recalcar que la casa, esa arquitectura
de la vivienda contemporánea. Esta sección
que supuestamente nos protege, en ciertos
exponía la “casa experimento”, que pone a
momentos se puede convertir en una ame-
prueba una cierta hipótesis arquitectónica,
naza al punto de llegar a quitarnos la vida.
la “casa fantasía”, que busca materializar los sueños de sus habitantes, y la “casa manifiesto”, donde, tomando prestada la definición realizada por autores como Mondragón (2017), se expusieron casos que discuten los consensos disciplinares locales. En ese contexto se incluyó a la Casa Kiltro del arquitecto Juan Pablo Corvalán (2008). Esta casa es un manifiesto sobre la posibilidad de hacer arquitectura con humor. En Chile se llama quiltros a los perros que no tienen una “raza pura” sino que son producto de la mezcla de distintas razas. Sobre la base de esto, esta casa propone una “arquitectura quiltra”, donde una serie de casos paradigmáticos a nivel internacional se “cruzan” para dar luz a una casa en donde, de manera muy “a la chilena”, nada es puro y todos los elementos cumplen más de una función. En la muestra también se exhibió el clip de un noticiero con un reportaje sobre esta casa, cuando Figura 5 Afiche Ahora vamos p’arriba Nota: Afiche realizado por Cormu en 1972.
en 2009 fue elegida por un sitio web como “la mejor casa del mundo”.
Estos seis capítulos de la exposición se organizaron en un perímetro que rodeaba a un gran espacio al centro de la sala. El montaje, realizado con andamios, hacía explícito el espesor de los muros de exposición y, aprovechando además la proporción rectangular de la sala, su disposición jugaba de forma abstracta con el modelo de la “casa chilena” de gruesos muros de adobe y un corredor perimetral que rodea el volumen. En el espacio central, a modo de panóptico, siete proyecciones de gran escala mostraban piezas fílmicas o fragmentos de películas que referían a los distintos capítulos, como Se arrienda (Alberto Fuguet, 2005), Largo viaje (Patricio Kaulen, 1966), o Caluga o menta (Gonzalo Justiniano, 1990), entre otras. En ese mismo espacio central, a unos metros de la colección de materiales que componen una mediagua, estaba ubicada una maqueta llamada Living, de los arquitectos Pezo von Ellrichshausen (2012) (Figura 9). La imponente obra —compuesta
Finalmente, en “Temporalidades”, se ob-
por dos piezas de 25x125 centímetros, y
servaron aquellas casas que, lejos de ser
2,7 metros de altura— es una recreación
objetos inertes, son afectadas por el paso
a escala de un edificio de viviendas donde
del tiempo a través de cambios de uso, am-
se han retirado los muros exteriores, que
Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural
pliaciones, ajustes, o bien por su respuesta
permite al espectador observar una grilla
La Moneda.
al clima u otros fenómenos naturales. Con
perfecta enmarcando una infinidad de
esa intención se expuso quizás una de las
interiores privados. En ese momento, como
imágenes más dramáticas de los del terre-
una predicción totalmente involuntaria, la
moto del 27 de febrero de 2010: el desplome
exposición representó la realidad en medio
Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural
del edificio Alto Río en Concepción. Al “que-
del confinamiento, cuando las reuniones
La Moneda.
brarse” estructuralmente en la base, esta
de teletrabajo o la enseñanza online nos
Figura 6 (p. 97) Vista interior de la exposición "Casa Chilena: Imágenes Domésticas" (2020). Sector central, con los materiales de una mediagua en primer plano.
Figura 7 (p. 97) Vista de la sección “Disputas” de la exposición "Casa Chilena: Imágenes Domésticas" (2020).
pablo brugnoli
·
francisco díaz
·
amarí peliowski
P 97
la pluralidad de un concepto singular . “ casa chilena : imágenes domésticas ”
(2020)
REVISTA 180
Figura 8 Vista de la sección “Temporalidades” de la exposición "Casa Chilena: Imágenes Domésticas" (2020). En primer plano, fragmentos de las fundaciones del edificio Alto Río. Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural La Moneda. Figura 9 Vista interior de la exposición "Casa Chilena. Imágenes Domésticas" (2020). Al centro, la pieza Living de los arquitectos Pezo Von Ellrichshausen. Nota: © Cyril Pérez, 2020. Cortesía Centro Cultural La Moneda. Figura 10 Detalle de la pieza Living de los arquitectos Pezo Von Ellrichshausen. "Exposición Casa Chilena. Imágenes Domésticas" (2020). Nota: © Cyril Pérez. Cortesía Centro Cultural La Moneda.
pablo brugnoli
·
francisco díaz
·
amarí peliowski
permitieron acceder, a la manera del voyeur, a un sinnúmero de imágenes domésticas (Figura 10). conclusiones
Inaugurada exactamente a tres meses del estallido social del 18 de octubre de 2019 y cerrada temporalmente dos meses después por el brote del COVID-19, la exposición estuvo montada en medio de dos estados de excepción. Lamentablemente, ambas condiciones excepcionales hicieron evidente la fragilidad de la casa chilena. Por un lado, con el estallido social se visibilizaron con fuerza las demandas por el derecho a una vivienda digna, de la mano con el surgimiento de una serie de diagnósticos (como, por ejemplo, Encinas et al., 2019) que revelan las falencias de las políticas públicas de vivienda desde la dictadura en adelante, y que se representaban con fuerza en la exposición en el capítulo llamado “Disputas”. Por otro lado, las cuarentenas obligatorias para combatir la pandemia de la COVID-19 evidenciaron tanto aquella desigualdad socioespacial que ya preveía el mapa de Morales y Rojas para el caso de Santiago (Mena et al., 2021), como también los problemas de hacinamiento habitacional que
notas al pie 1. Recibido: 17 de julio de 2021. Aceptado: 5 de noviembre de 2021. 2. Contacto: pablobrugnoli@centroculturallamoneda.cl 3. Contacto: fdiazp@uc.cl 4. Contacto: apeliowski@uchile.cl 5. Los otros dos espacios que completan la terna de centros culturales con más visitas en Chile son el Centro GAM y el Museo Nacional de Bellas Artes. 6. Los archivos que prestaron obras para la exposición fueron: Archivo Cenfoto-UDP; Archivo de Originales. FADEU Pontificia Universidad Católica de Chile; Archivo Histórico José Vial Armstrong. Escuela de Arquitectura UCV; Archivo Fílmico Pontificia Universidad Católica de Chile; Cineteca Nacional de Chile; Cineteca Universidad de Chile; Biblioteca Lo Contador. Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos. Pontificia Universidad Católica de Chile; Biblioteca Nacional de Chile; Museo Histórico Nacional (MHN); Museo Nacional de Bellas Artes; Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile; Ediciones ARQ; Gitano Films; Banco Central de Chile; Instituto Nacional Antártico Chileno (INACH); Servicio Nacional del Patrimonio Cultural; Área de Arquitectura, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; Ministerio de Obras Públicas; Ministerio de Vivienda y Urbanismo; y más de 50 artistas y autores que prestaron sus obras para la exposición.
la exposición relevaba en capítulos como
Puesto que la principal premisa de la exposición era mostrar la diversidad de la casa chilena, esto implicaba proponer una nueva interpretación de los relatos museográficos en torno a la arquitectura chilena —habituados a un lenguaje en clave autoral o formal— para dar cabida a una mirada atenta a la dimensión social, económica, histórica y política que determina las condiciones y formas, muchas veces precarias, de la casa chilena. En otras palabras, y siguiendo nuevamente a Stengers (2005, p. 995), la exposición buscaba ser “una propuesta que no intentaba decir lo que es, o lo que debería ser, sino a incitar el pensamiento”. Desde esa perspectiva, y en un momento en que la percepción en torno a nuestras casas sufre una profunda trasformación, quizás las preguntas que configuraron "Casa chilena: imágenes domésticas" siguen teniendo vigencia.
referencias bibliográficas Cavalli, F. (1646). Sin título [Grabado]. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-8380.html De Ovalle, A. (1646). Histórica relación del reyno de Chile. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/ w3-article-8380.html Encinas, F., Aguirre, C., Truffello, R. y Hidalgo, R. (2019). Especulación, renta de suelo y ciudad neoliberal. ARQ (Santiago), (102), 120-133. http://dx.doi. org/10.4067/S0717-69962019000200120 Errázuriz, L. H. (2009). Dictadura militar en Chile: antecedentes del golpe estético-cultural. Latin American Research Review, 44(2). Mena, G., Martínez, P., Mahmud, A., Marquet, P., Buckee, C., & Santillana, M. (2021). Socioeconomic status determines COVID-19 incidence and related mortality in Santiago, Chile. Science, 372(6545), http://dx.doi.org/10.1126/science.abg5298 Mondragón, H. (2017). Manifiestos: argumentos que tensaron el discurso de la arquitectura en Chile entre 1990 y 2015. En Hugo Mondragón (Ed.), El discurso de la arquitectura contemporánea chilena. Cuatro debates fundamentales (pp. 16-27). Ediciones ARQ. Pezo Von Ellrichshausen (2012). Living. Ediciones CasaPoli. Rudofsky, B. (1964). Architecture without architects: an introduction to nonpedigreed architecture. Museum of Modern Art. Stengers, I. (2005). The cosmopolitical proposal. En B. Latour, & P. Weibel (Eds.), Making Things Public (pp. 994-1003). MIT Press.
la pluralidad de un concepto singular . “ casa chilena : imágenes domésticas ”
(2020)
P 99
“Densidades”, o “Economías”.
The Plot: Milagro y Espejismo 1,2 [ the plot: miracle and mirage ] alejandra celedón forster
·
javier correa vergara
·
nicolás stutzin donoso *
* Alejandra Celedón Forster³ Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile * Javier Correa Vergara4⁴ Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago, Chile * Nicolás Stutzin Donoso⁵5 Universidad Diego Portales Santiago, Chile
> Cómo citar este artículo: Stutzin, N., Correa, J. y Celedón, A. (2021). The Plot: milagro y espejismo. Revista 180, (48), 100-109. http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-902 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-902
REVISTA 180
P 101
Resumen: Santiago y Chicago son dos ciudades
Abstract: Santiago and Chicago are two distant
distantes, pero conectadas por sus políticas de vi-
cities but connected by their housing and land
vienda y mercado de suelo. Estas relaciones estu-
market policies. These relationships were at the
vieron al centro de la exhibición The Plot: Miracle and
center of the exhibition The Plot: Miracle and Mirage
Mirage curada por Alejandra Celedón, Nicolás Stutzin
curated by Alejandra Celedón, Nicolás Stutzin and
y Javier Correa para la edición 2019 de la Bienal de
Javier Correa for the 2019 edition of the Chicago
Arquitectura de Chicago “...and other such stories...”.
Architecture Biennial "... and other such stories ...".
La operación curatorial fue doble: la primera maniobra
The curatorial operation was twofold: the first ma-
fue dirigir la mirada al pasado a través de un trabajo
neuver was to look at the past through archival
de archivo centrado en declaraciones sobre la ciudad
work focused on statements about the city made
realizadas por los Chicago Boys y sus seguidores. La
by the Chicago Boys and their followers. The se-
segunda fue examinar y registrar audiovisualmente
cond was to examine and to audiovisual record the
la ciudad actual buscando los síntomas de un modelo
current city looking for symptoms of an implicit
urbano implícito, escasamente pronunciado. Si bien la
urban model, barely pronounced. Although the city
ciudad del filme es Santiago actual, las imágenes son
of the film is Santiago present, the images are the
efectos de políticas pasadas. La ciudad y su eviden-
effects of past politics. The city and its evidence —
cia —presentes y pasadas— se volvieron huellas de un
present and past— became traces of a retroactive
manifiesto retroactivo sobre Santiago.
manifesto on Santiago.
Palabras clave: Bienal de Arquitectura de Chicago;
Keywords: architectural exhibition; Chicago
Chicago Boys; ciudad neoliberal; exhibición de arqui-
Architecture Biennial; Chicago Boys; neoliberal city;
tectura; límite urbano; Santiago de Chile
Santiago de Chile; urban limit
The Plot: Miracle and Mirage fue una pieza
Estas políticas no fueron concebidas en
para las ciudades chilenas, siendo el mate-
encargada por la edición 2019 de la Chicago
Santiago, sino en Chicago. El “Milagro de
rial histórico más preciso de una declara-
Architecture Biennial, “...and other such
Chile”, como el Premio Nobel Milton Friedman
ción conjunta de la economía y lo urbano.
stories...”. El llamado de los curadores fue a
describió la reorientación de la economía
El Wall Street Journal ya había anunciado
rastrear narrativas —microhistorias— con
chilena en la década de 1980, fue un guion
en su columna “Revisión y perspectivas”
origen en Chicago, capaces de revelar cone-
(plot) diseñado por un conocido grupo de
de noviembre de 1973: “varios economistas
xiones entre prácticas variadas y preguntas
economistas chilenos: los Chicago Boys.
chilenos que estudiaron en la Universidad
comunes. La contribución de The Plot… se en-
A partir de la década de 1950, este grupo
de Chicago, conocidos como la ‘Escuela de
focó en la relación entre Chicago y Santiago,
asistió a la Universidad de Chicago para
Chicago’ en Santiago, están esperando que
dos ciudades distantes, pero conectadas
aprender con Friedman. Las ideas desarro-
se les dé rienda suelta. Eso también sería
por sus políticas de vivienda y mercado de
lladas allí se reunieron en un libro que llegó
un experimento que veríamos con interés
suelos. The Plot… presentó a Santiago como
a conocerse como El Ladrillo⁷7 (De Castro y
académico” (Gunder, 1976, p. 16)8⁸. Unos años
un experimento no solo económico sino
Méndez, 1992). Escrito en 1969, fue presen-
antes, en 1969, mientras Friedman ocupaba
también social, en el que el suelo urbano
tado como modelo económico posible a
la portada de la revista Time, Cedric Price,
fue sujeto a las fuerzas del mercado. Sin
Jorge Alessandri, entonces candidato pre-
Rayner Banham, Peter Hall y Paul Barker pu-
resistencia posible, la vivienda fue desplaza-
sidencial y contendiente del candidato so-
blicaron su texto “Non-Plan: An Experiment
da hacia la periferia de la ciudad siguiendo
cialista Salvador Allende. Solo después del
on Freedom” en Londres. Non-Plan fue un
la presión de especuladores y desarrollado-
golpe militar de 1973 que derrocó a Allende,
artículo, pero, sobre todo (y como Santiago),
res inmobiliarios privados. La investigación
sus principios fueron puestos en práctica
un experimento, así lo afirmaron sus propios
por la Junta Militar. Tal como El Ladrillo no
autores.
previa a la exhibición fue doble: la primera maniobra fue dirigir la mirada al pasado a través de un trabajo de archivo centrado en declaraciones sobre la ciudad realizadas por los Chicago Boys y sus seguidores. La segunda fue examinar la ciudad actual buscando
REVISTA 180
los síntomas de un modelo urbano implícito, escasamente pronunciado. La ciudad y sus evidencias presentes y pasadas —registradas audiovisualmente— se volvieron huellas de un manifiesto retroactivo sobre Santiago. La pieza empleó el típico cierro de un lote vacío en construcción como una caja de resonancia para visibilizar estas fuerzas: las presiones y fricciones sobre el suelo urbano. El vacío confinado sirve como soporte para presentar un proyecto audiovisual. Al interior de esta caja rodeada de espejos se replican y amplifican las imágenes de la ciudad actual haciéndola totalmente infinita e ilimitada y dejando el modelo ya no solo aparente, sino inconfundible. Si bien la ciudad del filme es Santiago presente, las imágenes son efectos de políticas pasadas (Figuras 1 y 2). Alrededor de 1979, Santiago de Chile se convirtió en un “experimento en libertad”, parafraseando la idea de Non Plan⁶6 propuesta por Reyner Banham, Paul Barker, Peter Hall y Cedric Price (1969) una década antes. Leyes, programas y operaciones concebidas e implementadas bajo la dictadura del general Pinochet sentaron las bases para que las fuerzas económicas probaran marcos ilimitados de acción urbana, convirtiendo a Santiago en el primer experimento de este fenómeno en todo el mundo. Santiago fue el borrador de un enfoque de libre mercado para la planificación urbana —un abandono radical de la regulación, pero “cuidadosamente observado” (Banham et al., 1969, p. 436)— que luego se extendería a ciudades en distintas partes del mundo. Si bien se suponía que estas ciudades estarían go-
incluye un capítulo específico sobre planificación urbana o sobre la ciudad, el Non-Plan inglés tampoco ofrece una representación específica de cómo debería ser una ciudad en libertad, más allá de concebirla como un tablero de ajedrez. Si bien no es evidente que la Escuela de Economía de Chicago haya previsto un modelo para la ciudad, su visión parece entender el territorio como un juego de fuerzas.
Las secuelas urbanas del experimento chileno de la Escuela de Chicago fueron el punto de partida de la pieza The Plot: Miracle and Mirage. Estas fueron representadas mediante un lote de tierra entendido como un pedazo de suelo urbano (plot como sitio) y como la secuencia de eventos que narran una historia (plot como guion). El terreno vacío se dio a la tarea de visibilizar las fuerzas en juego en el Santiago de hoy —marcos le-
¿Existió un modelo de ciudad implícito en
gales, intereses económicos y voluntad pú-
el programa de la Escuela de Economía de
blica—, como también de dar cuenta de una
Chicago? ¿Qué síntomas de tal manifiesto
historia pasada en que Chicago y Santiago
podemos encontrar en la actual Santiago?
estaban conectados, existiendo en el mismo
¿Es el milagro de Chile solo un espejismo
espacio conceptual.
de Chicago?
En la exhibición, el visitante se acerca a
La revista AUCA (Arquitectura, Urbanismo,
una caja rectangular. Desde la distancia, ve
Construcción, Arte) —una publicación de
un cerramiento de obra común, paneles de
arquitectura chilena de izquierda indepen-
madera con apuntalamientos propios de un
diente— asumió la tarea de formular un
lote en construcción. Al inspeccionar más
debate en torno a las políticas públicas y la
de cerca, se abre una ventana a la ciudad
economía de libre mercado en su número
desde el lote. Las imágenes son de Santiago
37 de 1979, el mismo año en que la nueva
de Chile, pero también es posible reconocer
Política Nacional de Desarrollo Urbano
muchas otras ciudades. El interior cercado
liberaría el límite de la ciudad. Santiago
de la caja recuerda que la consecuencia
metrópolis en crisis reunió en sus pági-
fundamental de las visiones de los Chicago
nas las ideas de la Escuela de Economía
Boys se relaciona con el suelo urbano. Así,
de Chicago (a través de Arnold Harberger,
The Plot: Miracle and Mirage toma las pro-
profesor del Departamento de Economía
porciones de los lotes de 9x18 metros de la
de la Universidad de Chicago y consejero
periferia de Santiago (provenientes de la
de varias dictaduras latinoamericanas), de
operación sitio⁹)9, una de las herramientas
los Chicago Boys (a través de Miguel Kast),
físicas que facilitaron la transformación
y de arquitectos y planificadores urbanos
de la ciudad¹0⁰. El sitio vacío sirve como un
locales (Figura 3). Este año, no solo la nueva
lienzo en blanco para contar esta historia
política sentó nuevas bases, sino que vino a sumarse a una serie de Decretos Ley relacionados con el programa de erradicaciones, a delegar responsabilidades a municipios y a agilizar la entrega de títulos de propiedad, consolidando un cambio desde las operaciones inaugurales de prueba o emergencia, a las políticas sistematizadas
Figura 1 (p. 103) Instalación The Plot: Miracle and Mirage Nota: Fotografía de Nicolás Navarrete, Chicago, septiembre de 2019.
y estabilizadas.
Figura 2 (p. 103)
personas, la pretendida libertad, hasta hoy
Al poner voces distantes en un mismo espa-
Nota: Fotografía de Nicolás Navarrete, Chicago,
ha sido una promesa incumplida.
cio, este número imaginó futuros posibles
bernadas por la autodeterminación de las
alejandra celedón forster
·
javier correa vergara
·
Instalación The Plot: Miracle and Mirage septiembre de 2019.
nicolás stutzin donoso
P 103
the plot: milagro y espejismo
REVISTA 180 a través de la proyección de un conjunto
que “el suelo no es un recurso escaso, sino
de imágenes: registros y rastros que aún
que su aparente escasez es provocada en
existen en el presente. El artefacto amplifi-
la mayoría de los casos por la ineficiencia
ca estas evidencias proyectadas mediante
y rigidez de las normas y procedimientos
una superficie reflectante fijada a los lados
legales aplicados para regular el crecimiento
interiores de la caja, lo que resulta en una
de las ciudades” (Minvu, 1979, p. 33). Gobierno
grilla abstracta que recuerda la posibilidad
y empresarios se alinearon. Miguel Kast
de una ciudad infinita, formada por las ruinas de un modelo no declarado. El visitante dirige la vista hacia el interior y encuentra la repetición genérica de fragmentos de ciudad desarrollados sin un plan, pero, efectivamente, con un guion (Figura 4).
estuvo a cargo de la Oficina de Planificación Nacional (Odeplan) —la agencia estatal que lideró muchas políticas públicas y cambios económicos después de 1973—. En AUCA, apenas unas páginas después del anuncio del nuevo Plan Nacional, Kast (1979) declaró
1/3 la ciudad sin límites es la
que permitir a las ciudades crecer hori-
administración de la tierra
zontalmente beneficiaría a los usuarios de
¿Qué queda de la ciudad cuando el lote pri-
la vivienda (siendo menos costoso y de su
vado se convierte en la unidad mínima de su
preferencia, en sus palabras); los agriculto-
construcción? (Figura 5).
res verían un aumento en el precio de sus
El Decreto Nº420 de 1979 liberó a Santiago de su límite urbano, haciendo a la ciudad potencialmente infinita. El régimen cívico-militar, a través del Ministerio de Vivienda, tenía en mente este objetivo: “estructurar un conjunto de ideas destinadas a servir de
tierras y el Estado disminuiría el gasto en infraestructura. Así, la ciudad terminaría donde la ciudad termina, donde la infraestructura privada ya no está disponible y, a veces, continúa a pesar de esto. La especulación inmobiliaria, apoyada y subvencionada por
Figura 3 Portada revista AUCA (37), 1979 Nota: La revista, que plantea un primer debate sobre las modificaciones que se proponían al Plan
base a las nuevas normas y disposiciones
el Estado, resultó sumamente rentable. Su
que orientarán el desarrollo urbano en el
efecto directo fue la creación de grandes
formuladas en el Decreto N°420 de octubre de 1979,
futuro, de modo de asegurar la adecuada
extensiones de vivienda sin el mínimo trans-
fue publicada en agosto de 1979.
complementación del modelo de economía
porte e infraestructura social para atender
social de mercado” (Ministerio de Vivienda y
a sus ciudadanos. Los límites de la ciudad
Figura 4
Urbanismo [Minvu], 1979, p. 33). El nuevo Plan
fueron liberados por las mismas fuerzas
Nota: Fotografía de Nicolás Navarrete, Chicago,
Nacional de Desarrollo Urbano declaraba
que liberaron el mercado (Figura 6).
septiembre de 2019.
alejandra celedón forster
·
javier correa vergara
·
Regulador Intercomunal de Santiago y que fueron
Instalación The Plot: Miracle and Mirage
nicolás stutzin donoso
Friedman visitó Chile en 1975. Solo un año después de recibir el Premio Nobel en medio de manifestaciones en su contra dentro y fuera del Ayuntamiento de Estocolmo. La semana en que estuvo en Chile fue portada de todos los periódicos junto a su esposa Rose, Arnold Harberger y Augusto Pinochet. Esas imágenes se transformaron en una forma de legitimación. Su visita fue organizada por empresarios locales, pero también fue la culminación de una alianza académica de dos décadas: un programa de intercambio educativo realizado conjuntamente por la Universidad de Chicago y la Universidad Católica de Chile: el “Proyecto Chile”. En 1978, Harberger (1979, p. 39), acólito de Milton Friedman y llamado el “padre intelectual” de los Chicago Boys, en su puesto de consultor en el Ministerio de Vivienda, declaró que “el crecimiento hacia afuera [de las ciudades] es un fenómeno natural [...] Eliminar el perímetro (urbano) restablecerá la relación económica normal y superará la escasez artificial en la ciudad”. Este fenómeno no solo fue autorregulado, sino también naturalizado por el mercado. La sección “Vivienda” de la revista Hoy del 21 al 27 de marzo de 1979 describió la nueva política como “un vuelco en 180 grados”. La columna escrita por Ignacio González y Manuel Délano vivienda —y de su base en la flexibilidad de la planificación y la eliminación de trabas para el crecimiento de las ciudades— en un documento escrito por Harberger en 1978 por encargo de la Corporación para el Progreso (entidad privada creada en 1976). Lo que afirmaba la Política Nacional de Desarrollo Urbano (Minvu, 1979, p. 34), sigue siendo cierto:
sino a la propia tierra. La proliferación de
2000 será una ciudad dividida, preñada
personas viviendo en carpas en el centro de
de temores y conflictos. En el cuadrante
la ciudad de Santiago —incrementada por la
oriente una ciudad "jardín" en la que la
crisis social y económica del último año— es
calidad material se verá amagada por la
un reclamo visible por vivienda, pero tam-
contaminación, la saturación vehicular
bién por suelo urbano central en su forma
y la destrucción del entorno natural. El
más urgente. Detrás de las autopistas, en
resto de la ciudad, norte, sur y poniente
los pasos subterráneos, sobre parques, bajo
estará constituído (sic) por una masa hu-
los puentes, en el desnivel de los zócalos, en
mana resentida, viviendo en un ambiente
las arcadas, entre los tejados, en propie-
de deterioro físico y ambiental, a media
dades abandonadas, sobre los viaductos,
urbanización y a medio empleo. Habrá
estos nuevos inquilinos evocan el déficit de
creciente escasez y racionamiento de
viviendas y la desigualdad que propicia la
agua y la movilización, a pesar de soluciones masivas será siempre deficiente e insuficiente. La ciudad se habrá extendido en un submundo de auto-construcción
La oferta de suelo no puede estar
ocupando la totalidad del valle, mientras
restringida por delimitaciones y zonifi-
las clases acomodadas se encaraman
caciones basadas en estandares (sic)
cada vez más alto en los faldeos cordille-
teóricos y normas rígidas. Para una ope-
ranos (Martínez, 1979, p. 14).
ración adecuada del mercado, es conveniente que exista la posibilidad fácil de incorporar nuevos stocks de tierras para los usos de mayor demanda. ¿Tiene algún propósito la zonificación además de maximizar el valor de la tierra? 2/3 la ciudad no es para todos , es el sitio
regla, la ciudad deja de ser un territorio
lotes de 9x18 metros para regularizar dé-
común (Figura 9).
cadas de ocupación de terreno y políticas
El experimento de los Chicago Boys en Chile
improvisadas frente a la crisis habitacional;
Ministerio de Vivienda vendió 1.800 hectá-
cha gente prefiere una vivienda con patio y jardín” (Kast, 1979, p. 38). Urbanistas y arqui-
historia.
Cuando la excepción se convierte en la
2018 (Forno, 2019) (Figura 7).
Chile, Kast (1979) declaraba en AUCA: “mu-
de una disputa por el suelo con su propia
sesenta, el gobierno chileno entregó 60.000
casas. Sin embargo, entre 1979 y 1981, el
título de uno de los libros de Friedman; en
últimas décadas, las carpas son síntoma
empresarial continua
se fueron a manos de los inversionistas en
Mientras que Free to Choose¹¹ (1980) es el
proliferación de personas sin hogar en las
es una condición. A fines de la década del
los pobladores construyeran sus propias
propiedad privada y la elección individual.
alto. Si bien Santiago ha sido testigo de una
3/3 la ciudad se convierte en una zona
El 43,5% de los departamentos en Santiago
en Santiago se basó en la defensa de la
índole; espacios que el capitalismo pasa por
Más que un tejido, la periferia de Santiago
lotes rayados con tiza en el suelo para que
tadas a fines de los años setenta y ochenta
cercana a infraestructuras de diversa
No se equivocaron.
de disputas de propiedad
La retórica detrás de las políticas implemen-
ciudad. Las carpas ocupan tierra de nadie
reas de esta reserva de suelo público a los habitantes que ya lo ocupaban. Estos ciudadanos se convirtieron luego en deudores y Santiago, en una ciudad de potenciales terratenientes, sin equipamiento social ni proyecto de ciudad común. Infraestructura mínima, pura optimización de servicios: siempre una cuestión de cantidad sobre calidad (Figura 8).
influyó en otros países: fue parte de un cambiante clima mundial contra el estatismo iniciado entre las décadas de 1950 y 1960. Chile fue un ejemplo a seguir para Thatcher en 1979 y para Reagan en 1981. Los perímetros en los que se modificaron o suspendieron leyes en Santiago se aplicaron para estimular la libre empresa y activar la inversión. Estos pueden verse como los terrenos de prueba de lo que Peter Hall (1982) describió luego como “zonas empresariales” (Enterprise Zones): “esencialmente un ensayo en Non-Plan”. “¿Qué incentivos se pueden recomendar para la renovación de
tectos chilenos, por su parte, debatían y se
El discurso promovido por los Chicago Boys
zonas deterioradas de la ciudad?” preguntó
preocupaban por el pronóstico del futuro:
no solo refería a la propiedad de la vivienda,
Harberger (1979, p. 39) en AUCA. La Política
the plot: milagro y espejismo
P 105
ubicaba el origen de las nuevas políticas de
en caso contrario, si fallamos, SANTIAGO
Nacional de Desarrollo Urbano estableció — al modo de las Enterprise Zones— que: El Estado se limitará a crear incentivos para que el sector privado pueda llevarlas a cabo, resguardando el efectivo funcionamiento del mercado inmoviliario (sic). (Minvu, 1979, p. 34). La recuperación de zonas deterioradas o de utilización ineficiente deberá ser abordada Por el sector privado para lo cual el Gobierno deberá proveer las normas técnicas y legales y los estímulos necesarios que la hagan factible. (Minvu, 1979, p. 33). Ante la falta de regulación, la excepción y la especulación tomaron el control. Los edificios de apartamentos anormalmente grandes y altos se convirtieron en ciudades encerradas en sí mismas. Surgió un nuevo ámbito urbano potencial y se desencadenó el debate sobre la hiperdensidad. Las exenciones fiscales y el congelamiento de tasaciones inmobiliarias fueron las principales herramientas de incentivo. Harberger
REVISTA 180
(1979, p. 41) aclaró: “El fisco no pierde, y la economía gana”. Entre la reducción de las reglas burocráticas y la planificación mínima, el crecimiento de la ciudad se hizo equivalente al desarrollo del mercado inmobiliario. Las excepciones formales marcaron las condiciones autónomas de los distritos comerciales más nuevos y, como muchas otras veces, el dinero se movió por circuitos cerrados. (Figura 10). santiago fue el laboratorio de chicago
The Plot es una manifestación y un manifiesto de las consecuencias —no tan milagrosas— que tuvo el modelo urbano fundado en las premisas de la Escuela de Economía de Chicago sobre Santiago. Si bien se ha dicho muchas veces que la revolución global del libre mercado comenzó en Chile en 1975, esto fue solo un ensayo: un primer borrador. Las ideas se desarrollaron y se difundieron en un orden diferente, en el que Chicago fue el centro de un juego mundial. Han pasado décadas desde que se inició este experimento en Chile. El milagro de los discípulos chilenos de Friedman resultó ser un espejismo en muchos sentidos. La visión y el sueño de una economía de libre mercado produjeron una imagen borrosa, en que el objeto real siempre se desplazaba hacia una miríada de posibilidades insatisfechas. Los Chicago Boys lograron establecer un marco de acción sin restricciones, amparados por la falta de derechos cívicos y de libertad política (Figuras 11 y 12). El lote de 9x18 metros, citado por la exhibición, se levantó como solución de vivienda
Figura 5:
común para acomodar a los más vulne-
Gráfica 1. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Afiche diseñado por Kathryn Gillmore para
rables en la periferia de Santiago, repre-
acompañar la pieza, Chicago, septiembre de 2019.
sentando una clave para comprender las
alejandra celedón forster
·
javier correa vergara
·
nicolás stutzin donoso
P 107
Figura 7 Gráfica 2. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Afiche diseñado por Kathryn Gillmore para acompañar la pieza, Chicago, septiembre de 2019.
Figura 9 Gráfica 3. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Afiche diseñado por Kathryn Gillmore para acompañar la pieza, Chicago, septiembre de 2019.
the plot: milagro y espejismo
REVISTA 180
Figura 6 Límite urbanizado, comuna de Quilicura, Santiago. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Imagen de dron por Tomás Bravo, 2019. Figura 8 Urbanización continua, comuna de Quilicura, Santiago. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Imagen de dron por Tomás Bravo, 2019. Figura 10 Edificios de alta densidad, comuna de Estación Central, Santiago. The Plot: Miracle and Mirage Nota: Imagen de dron por Tomas Bravo, 2019. Figura 11 Lotes de 9x18, La Pincoya, comuna de Huechuraba, Santiago. The Plot: Miracle and Mirage. Nota: Imagen de dron por Tomás Bravo, 2019.
Figura 12 Instalación The Plot: Miracle and Mirage Nota: Fotografía de Nicolás Navarrete, Chicago, septiembre de 2019.
alejandra celedón forster
·
javier correa vergara
·
nicolás stutzin donoso
condiciones posibles de un Santiago futuro. La manzana urbana gradualmente dejó de ser la unidad de desarrollo de la ciudad, el lote privado independiente se impuso por sobre el proyecto de ciudad colectiva. Las imágenes de la película proyectada en The Plot: Miracle and Mirage fueron tomadas del Santiago actual, trazando una ciudad que se desvanece en sus fronteras, en un mercado de tierras sin fin. Las políticas implementadas en Santiago durante los años setenta y ochenta dieron como resultado una ciudad en la que el acceso al suelo urbano y su distribución se basó en el poder
a las personas acceso a suelo urbano y, sobre todo, un terreno propio dentro de la ciudad. Los críticos la llamaron “operación tiza”, ya que lo recibía la mayoría de las personas era el trazado con tiza de un sitio semiurbanizado de 9x18 metros; en otras palabras, tierra. 10. El Laboratorio 9x18 en la Universidad Católica de Chile a cargo de Rodrigo Tapia ha continuado el interés y el legado sobre el potencial de tales lotes iniciado por Monserrat Palmer y Francisco Vergara a fines de los ochenta. 11. Además del libro se realizó una serie de televisión de diez capítulos transmitida en la televisión pública por los economistas Milton y Rose D. Friedman que defendían los principios del libre mercado.
adquisitivo de lotes privados. La ciudad fue entendida como un tablero de juego en que, en algunos lugares y momentos, las reglas podían cambiar, o incluso suspenderse, como el espejismo de un milagro. notas al pie 1. Recibido: 30 de diciembre de 2020. Aceptado: 14 de julio de 2021.
3. Contacto: alceledon@uc.cl 4. Contacto: fcorreav@uc.cl 5. Contacto: nicolas.stutzin@udp.cl 6. “Non-Plan: Un experimento en libertad”, fue publicado el 20 de marzo de 1969 en la revista New Society. Los autores Reyner Banham, Paul Barker, Peter Hall y Cedric Price, proponían una crítica frontal a la planificación urbana encarnada en la idea de masterplan, como una visión oligárquica propia de los arquitectos y urbanistas que imponían un modo de vida a otras personas desde arriba. 7. El libro, que llegó a ser conocido como El Ladrillo, por su formato y tamaño, fue editado por Sergio de Castro (ministro de Economía de Chile entre 1975 y 1976 y ministro de Hacienda de Chile entre 1976 y 1982) y Juan Carlos Méndez para el Centro de Estudios Público (CEP), y contó con la participación de Pablo Barahona, Sergio Undurraga y Emilio Sanfuentes. Solo se hizo público en 1992, después del regreso de Chile a la democracia. 8. Columna citada por André Gunder Frank en su “Carta abierta sobre Chile a Arnold Harberger y Milton Friedman” (1976) que fue escrita en respuesta a la entrevista concedida por Friedman al diario El Mercurio, de Santiago de Chile, publicada en su edición del 14 de julio y reproducida en su edición internacional del 15 al 21 de julio de 1974. 9. “Operación sitio” fue un programa de vivienda implementado en el gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970) en un intento por frenar la proliferación de tomas de terreno ilegales en áreas centrales de la ciudad. Fue una política nacional de vivienda de autoayuda que respondía a la grave crisis de vivienda en Chile, otorgando
the plot: milagro y espejismo
Chitester, B. & Peacock, M. (Productores). (1980). Free to Choose [Serie]. PBS. De Castro, S. y Méndez, J.C. (Eds.) (1992). El Ladrillo: Bases de la política económica del gobierno militar. Centro de Estudios Públicos. Decreto Nº 420 de 1979. Por el cual se modifica el Plan Regulador Intercomunal de Santiago de 1960. 31 de octubre de 1979. Délano, M. y González, I. (21 al 27 de marzo 1979). Vivienda. Vuelco en 180° grados. Hoy. Friedman, M., & Friedman, R. (1980). Free to Choose. Harcourt. Forno, M. (3 de septiembre 2019). Dónde están los departamentos que compran los inversionistas. Las Últimas Noticias, p. 12. https://www.lun.com/ Pages/NewsDetail.aspx?dt=2019-09-03&PaginaId=12&bodyid=0 Gunder Frank, A. (1976). Capitalismo y genocidio económico. Carta abierta a la Escuela de Economía de Chicago a propósito de su intervención en Chile. Zero. Hall, P. (1982). Enterprise Zones: A Justification. International Journal of Urban and Regional Research, 6(3), 416-421. https://doi.org/10.1111/j.1468-2427.1982. tb00389.x Harberger, A. (1979). Notas sobre los problemas de vivienda y planificación de la ciudad. AUCA, (37), 39-41. Martínez, R. (1979). Santiago Metrópoli en crisis. AUCA, (37), 8-14. Ministerio de Vivienda y Urbanismo. (1979). Política Nacional de Desarrollo Urbano 1979 (versión extractada). AUCA, (37), 33-37. Kast, M. (1979). El uso de suelo por las ciudades. AUCA, (37), 38-39. Revista Auca (1979). Santiago Metrópoli en crisis, n° 37 [Imagen de portada]. https://revistaauca. uchile.cl/index.php/AUCA/issue/archive
P 109
2. El proyecto fue encargado y financiado por los curadores de la exhibición “Chicago Architecture Biennial, ...and other such stories”. Contó con apoyo del Fondo de Apoyo a la Internacionalización de la Obra Artística 2019, Vicerrectoría de Investigación-Dirección de Artes y Cultura, Pontificia Universidad Católica de Chile, VDA, del 30° Concurso Dirección de Investigación y Postgrado Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos-Apoyo a la Difusión Artística y Cultural, DIRIP 2019 y del Fondo de Apoyo a Viajes, Vicerrectoría Académica y de Desarrollo, Universidad Diego Portales, 2019.
referencias bibliográficas Banham, R., Price, C., Hall, P., & Barker, P. (1969). NonPlan: An experiment in freedom. New Society Review, (338), 435-443.
Hacer(nos)fuego: Una propuesta curatorial en curso1,2
[ hacer(nos)fuego: a curatorial proposal in progress ] bernardita croxatto
·
guillermina mongan
maría josé muñoz
·
elena blesa
·
carolina chacón
·
·
isabel ibáñez
sofía tasara*
·
luisa villegas
·
* Bernardita María Croxatto Díaz3 Universidad Diego Portales Santiago, Chile * Elena Blesa Cábez4 Universidad de Granada, Granada, España * Carolina Chacón Bernal5 Bogotá, Colombia * Isabel Ibáñez Figueroa6 Valparaíso, Chile * Luisa Villegas G.7 Museo Casa de la Memoria Medellín, Colombia * Guillermina Mongan8 Universidad de la Plata, La Plata, Argentina * María José Muñoz9 Chile
> Cómo citar este artículo: Croxatto, B., Blesa, E., Chacón, C., Ibañez, I., Villegas, L., Mongan, G., Muñoz, M. y Tasara, S. (2021). Hacer(nos) fuego: una propuesta curatorial en curso. Revista 180, (48), 110-119.
* Sofía Tasara Sánchez10 Madrid, España
http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-988 DOI: http://dx.doi.org/10.32995/rev180.Num-47.(2021).art-988
REVISTA 180
P 111
Resumen: Este texto se detiene en distintas prácticas
Abstract: This text focuses on different artistic/
artísticas/curatoriales que, desde finales de los años
curatorial practices that, since the late 1980s, have
ochenta, han propuesto posibles respuestas al anqui-
proposed possible responses to the stagnation of
losamiento de las instituciones y su imposibilidad de
institutions and their incapacity to dialogue —from
dialogar —desde el sistema del arte— con procesos
the art system— with conjunctural socio-political
sociopolíticos coyunturales en territorios de Abya Yala.
processes in the territories of Abya Yala. We make
A partir de las nociones de virtualidad de G. Pollock,
an approach to these situated practices based on G.
encuentro y fabulación de D. Haraway, y lo ch’ixi de S.
Pollock's notions of virtuality, D. Haraway's encoun-
Rivera Cusicanqui, nos aproximamos a estas prácticas
ter and fabulation, and S. Rivera Cusicanqui's ch'ixi.
situadas. En ellas destacamos distintas operaciones
In them we highlight different poetic/political ope-
poéticas/políticas que funcionan como antecedentes
rations that function as antecedents to propose an
para proponer una práctica artística/curatorial en el
artistic/curatorial practice in the present, which we
presente, que hemos llamado Hacer(nos) fuego. Esta
have called Hacer(nos) fuego. The aim of the project
busca tensionar, entre otras, las siguientes preguntas:
is to tension, among others, the following questions:
¿Qué tipo de operaciones artístico/curatoriales pode-
What kind of artistic/curatorial operations can we
mos pensar hoy, en el contexto de los estallidos socia-
expect today, in the context of social and pande-
les y pandémicos? ¿En qué espacio-tiempo y con qué
mic outbursts? In what space-time and with what
metodologías pueden ocurrir acontecimientos artísti-
methodologies could artistic events take place and
cos que den lugar a otras epistemologías?
give rise to other epistemologies?
Palabras clave: descolonialidad; encuentro; fabula-
Keywords: curatorial/artistic practices; decoloniality;
ción; prácticas artísticas/curatoriales; virtualidad
encounter; fabulation; virtuality.
(MFV) para explorar y leer las intervencio-
Desde marzo de 2020 se reproducen en
nes feministas en los estudios del arte. El
el neoliberalismo y, todos estos a su vez in-
algunos medios especializados y análisis de
proyecto propone otras posibilidades de
terrelacionados con la neocolonialidad, han
expertos, dudas y preocupaciones acerca
reconfiguración de las maneras en las que
sido reconocidos por los proyectos desa-
del rol y funcionamiento de los museos y
experimentamos y estudiamos las artes a
rrollados a continuación: el Museo bailable,
de las instituciones culturales en general11.
partir de la construcción de contrahistorias
Museo travesti del Perú y M.A.M.I.
Está claro que estas inquietudes derivan
que, en lugar de expandir o abolir los cánones
de la crisis de la experiencia presencial
del arte, generan formas de diferenciación
provocada por la pandemia de COVID-19.
de los relatos que estos representan. El
Sin embargo, dichas lecturas del presente
MFV es un espacio virtual, esta virtualidad
son ambivalentes. Por un lado, responden
enuncia algo que no es real o realizable bajo
a una forma radical de crítica institucio-
las condiciones de posibilidad actuales, sino
nal y al deseo de reinventar los espacios y
más bien la potencialidad o futuridad que
sistemas, por otro, la pandemia está siendo
permite imaginar cambios en las formas en
instrumentalizada por los estados y pode-
las que nos comprendemos en los espacios
res fácticos como causa de las crisis que
reales (Pollock, 2010).
arrastra el sistema artístico global, invisibilizando factores económicos y políticos de precarización de la cultura en escenarios
Junto con el concepto de virtualidad, otra de las ideas vertebradoras del MFV es la noción de encuentro. Este se establece como un
neoliberales y neocoloniales12.
REVISTA 180
Aspectos como la sexualidad, el patriarcado,
introducción
territorio dialógico que conecta lecturas
Consecuentemente, este texto se detiene
situadas entre y con las obras. La idea de
en distintas prácticas artísticas/curato-
encuentro implica una aproximación perfor-
riales realizadas en Abya Yala13 que, desde
mativa a la interpretación de los procesos
finales de los años ochenta han propuesto
artísticos basada en prácticas activas y
diversas respuestas al anquilosamiento
creativas de lectura, por lo que no existe,
de las instituciones y su imposibilidad de
sino que está siendo (Pollock, 2010). En este
dialogar —desde el sistema del arte— con
sentido abordamos las epistemologías chi´xi
los procesos sociopolíticos coyunturales
de Silvia Rivera Cusicanqui, como ese lugar
contemporáneos. Abordamos esta serie de
de enunciación basado en la contradicción
propuestas para sentar las bases sobre las
que requieren los procesos de desfamilia-
que preguntarnos: ¿Qué tipo de operacio-
rización y toma de distancia de aquello en
nes artístico/curatoriales podemos pensar
lo que ya se participa, para problematizar el
hoy, en el contexto de los estallidos sociales
colonialismo interno “la participación no es
y pandémicos? ¿En qué espacio-tiempo
un instrumento al servicio de la observación
y con qué metodologías pueden ocurrir
sino su presupuesto” (Rivera, 2015, p. 21).
acontecimientos artísticos que den lugar a otras epistemologías?
A partir de la identificación del concepto de virtualidad, y de la potencia del encuentro
Planteamos Hacer(nos)fuego como un ejerci-
en los que Pollock centra el MFV y operando
cio artístico/curatorial que reconoce, desde
desde lugares de enunciación chi´xi, reco-
el presente, posibilidades de contrarrestar y
nocemos una serie de proyectos artísticos/
deconstruir imaginarios culturales hegemó-
curatoriales que, en tiempos disímiles y
nicos. Este proyecto, a la fecha de la escritu-
con distintos gestos contrahegemónicos,
ra del texto, no ha sido formalizado; es una
han enfrentado crisis políticas y epis-
propuesta en curso, construida colectiva-
témicas, vinculadas con América Latina,
mente por ocho artistas-investigadoras que
Latinoamérica o Abya Yala, ese espacio geo-
conforman Frente Sudaka. Hacer(nos)fuego
gráfico que ya en sí mismo resulta imposible
se despliega en el encuentro y reconocimien-
nombrar unívocamente.
to de procesos de resistencia emparentados con las prácticas artísticas. En curso implica dos acepciones: la idea de virtualidad de Griselda Pollock14 (Pollock, 2010), entendida mente podemos suspender las hegemonías del discurso para releer nuestras prácticas; y la idea de fabulación, de Donna Haraway15, como formas colectivas de hacer(nos) cargo del problema en el presente, generando colaboraciones simbiogenéticas. Nociones apropiadas como método para construir el relato
modernidad y su dualismo antropológico, partiendo del pensamiento cartesiano heredero de la mundovisión colonial, ha generado procesos de asociación de fenómenos o conceptos como la oscuridad, la noche y lo negro con una acepción negativa de dichos términos, definidos por el Yo que piensa: hombre, heterosexual, blanco, ilustrado. .El dualismo descrito por el pensamiento cartesiano es una ficción operativa18 en la que navegamos hasta el presente. Sus manifestaciones se evidencian en una interpretación binaria del mundo sensible, siendo, quizás la más representativa del pensamiento moderno la categoría de lo bueno y lo malo —absoluto— desde donde se reproducen una infinidad de conceptos con los que aprehendemos la realidad. Así, la noche ampara lo ilícito, la oscuridad representa la maldad y la irracionalidad, y lo negro se asocia a la barbarie. Estas interpretaciones son replicadas y accionadas desde multiplicidad de individuos y colectividades, incluso desde lugares de resistencia que buscan contrarrestar los efectos de la colonialidad. En 1996, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional usaba la metáfora “la larga noche de 500 años” en la Cuarta Declaración de la Selva Lacandona (Ejército Zapatista de Liberación Nacional [EZLN], 1996) para referirse a los procesos de desposesión y borramiento de las comunidades indígenas de Abya Yala, producto del colonialismo. Esta metáfora, si bien reproduce la asociación de la maldad con la noche, propia de la cultura europea occidental, también evidencia la sistemática violencia perpetrada en este espacio temporal en
La noción de prácticas artísticas/curatoria-
territorios latinoamericanos por instrumen-
les que adoptamos aquí, lejos de plantearla
tos de la ley y el orden colonial.
como un concepto libre de debate, involucra
como un espacio-tiempo donde potencial-
El establecimiento y consolidación de la
una serie de tensiones y contradicciones sin zanjar que han generado amplias discusiones durante las últimas dos décadas. Por una parte, asume la producción de un tipo específico de arte vinculado con procesos colectivos y colaborativos; y, por otro, aborda la curaduría como campo de conocimiento, que amplía su materialización
Sin embargo, en esta contradicción radical que afecta a los pueblos colonizados, la noche, la oscuridad y lo negro, también se ampara la construcción de formas de resistencia y maneras de apropiar el agravio19. Una de ellas, la fiesta, que durante los períodos de dictadura y posdictadura en países como Argentina y Chile:
más allá del formato expositivo tradicional.
propusieron, en contrapunto con el
Lo curatorial y lo artístico no responden
martirio y el padecimiento de la tor-
aquí a una escisión disciplinar, ambos están
tura, la exacerbación de los sentidos
atravesados por el activismo accionado por
y la recuperación del cuerpo como
desde abya yala
agentes cuya práctica, situada en Abya Yala,
superficie de placer [y] desafiaron
A finales de los años noventa, la historiadora
reelabora relatos que intervienen, agitan o
las técnicas de disciplinamiento y
del arte Griselda Pollock propuso la noción
desestabilizan las historias construidas a
normalización desplegadas por el
de Encuentros en el museo feminista virtual
partir de la opresión de otras17.
poder militar con una estrategia
curatorial, que conjugamos con las epistemologías chi´xi de Silvia Rivera Cusicanqui16. estrategias artístico/curatoriales
bernardita crox atto
·
elena blesa
·
carolina chacón
·
isabel ibáñez
·
luisa villegas
·
guillermina mongan
·
maría josé muñoz
·
sofía tasara
política que apuntó a la mutación,
Museo travesti del Perú (2003)
a la protección del estado de ánimo
El Museo travesti del Perú (MTP) es un pro-
y a la dispersión de afectos alegres
yecto de Giuseppe Campuzano —activista,
(Lucena, 2014, p. 65).
travesti, filósofo, artista—, el cual reescribe y
Museo bailable (1988) Una de estas iniciativas artísticas/curatoriales de resistencia fue el Museo bailable (1988), organizado y curado por Fernando Bedoya y Mercedes Idoyaga en la Ciudad Autónoma
recupera los relatos no narrados de las desobediencias sexuales en la historia del Perú, incidiendo en sus procedimientos y fracturando los modelos normativos de producción de saber sobre el cuerpo.
de Buenos Aires, Argentina. Este proyecto se
El MTP surge ante la ausencia de una historia
formalizó en una serie de cuatro eventos que
narrada en primera persona del travestismo
convocaron a diversas artistas a irrumpir y
peruano. Centrar la discusión de un proyec-
mezclarse con la actividad de una discoteca
to museal en lo travesti, es una forma de
por una noche. Las propuestas artísticas
plantear una historia propia del Perú, trazada
se desplegaron en estos espacios a través
a través de una línea temporal (Figura 2)
de obras montadas a gran altura en condi-
donde se resalta toda una contranarrativa
ciones de poca visibilidad: performances de
de la historia tradicional del travestismo
quince segundos, atuendos extravagantes
en esta zona. Así, el MTP construye en cada
e intervenciones inclasificables. Todo ello
presentación —y durante su permanente
tramado en un nivel de legibilidad que ope-
investigación— un territorio que sirve para
raba en el terreno del hacer colectivo y del
plantear reflexiones y tensionar el diálogo
encuentro, todavía marcado por el trauma
social, incorporando lecturas alternativas de
instalado por la dictadura, en la que el cuer-
aquellas fuentes silenciadas.
po estaba en constante riesgo de desaparecer y el discurso era una construcción unilateral. Trama que podemos observar en el fanzine de la primera activación del Museo bailable, en el que conjuga la “fuga colectiva” y despertar de la alineación, con una crítica
Davis (2014), la noción de desobediencia sexual designa a un conjunto múltiple y heterogéneo de prácticas contraproductivas que interfieren y desorganizan las mecánicas de producción disciplinaria de la bio/sexopolítica capitalista. No solo para denunciar o
“El propio nombre del acontecimiento con-
señalar aquello que la norma excluye, silencia
tenía el oxímoron, la invitación al desorden:
o invisibiliza, sino para interrogar los cuer-
¿se puede bailar en un museo? ¿puede una
pos y activar modos de subjetivación que
discoteca devenir museo?” (RCS et al., 2012, p.
se arriesgan a interrumpir la producción y
189). La función del museo, en cuanto espacio
gestión normalizada por la heterosexualidad
público, ha sido ampliamente discutida en
obligatoria (Rich, 1980). Uno de estos ejem-
los últimos años. Por este motivo, la potencia
plos, un poco más reciente, dentro del traba-
de la propuesta radica en el uso no hege-
jo de Giuseppe Campuzano, lo podemos ver
mónico de la palabra museo, a la vez que
en la Figura 3, donde se pone de manifiesto
complejiza los criterios y valores en torno a
esta crítica hacia el imaginario heteronorma-
aquello que debe ser patrimoniable, desple-
tivo y binario en el que habitamos, señalando
gando la posibilidad de entender el museo
cómo se cristalizan dentro de estas estruc-
como un espacio de naturaleza difusa, vir-
turas los conocimientos o fábulas que se
tual y de resistencia política de los cuerpos.
han creado para escapar de ellas. Teresa
Figura 1 Invitación del Museo bailable Nota: Carlos Negro Tirabassi, 1988. Papel (11x31 cm).
hacer(nos) fuego : una propuesta curatorial en curso
P 113
multidimensional al canon del arte (Figura 1).
Según el investigador argentino Fernando
REVISTA 180
de Lauretis (2000) nos advierte acerca del
Es un Museo embozado cuyas máscaras
lugar crucial que tienen las imágenes fijas y
—artesanías, fotocopias, gigantografias, sis-
audiovisuales de nuestra cultura, en tanto
temas de producción en masa— no ocultan,
son poderosas tecnologías que operan en
sino al contrario, muestran. No camuflan,
la producción y reproducción de cuerpos
sino travisten” (Campuzano, 2008, p. 9).
sexuados y generizados. Estas sancionan y administran las condiciones de legibilidad de las sexualidades. Por ello, la historia del arte y su escritura se presentan como una tecnología sexopolítica.
acrónimo que puede ser utilizado libremente y con múltiples combinaciones como Musea
los relatos institucionales oficiales, hetero-
Arqueológico del Machismo Inmemorial,
patriarcales y coloniales proponiendo con-
Musea de Antigüedades Misóginas
tranarrativas a partir de un modelo museal
Increíbles o Musea Autônomo de Mulheres
errante y travesti.
Intergalácticas, entre otras. M.A.M.I. nace
galerías, zonas rojas o espacios institucionales, en tanto que es el propio cuerpo de Giuseppe Campuzano desde donde el museo se despliega y articula. El MTP se presenta, según su libro Toda peruanidad es un traves-
obra de Giuseppe Campuzano, 2015.
bernardita crox atto
·
elena blesa
·
colectivo de 15 artistas y activistas pro-
como virtual, pues tensiona y desestabiliza
puede desplegarse en plazas, mercados,
Nota: Maxime Delvaux,
creada en el año 3020, a partir del trabajo
Es decir, el MTP, también puede ser leído
dicho museo es no tener sede fija, ya que
Línea de vida
M.A.M.I. es una musea de arte y arqueología
cedentes de Abya Yala. Su nombre es un
Por otro lado, una de las características de
Figura 2
M.A.M.I. (2017)
ante la necesidad de guardar la memoria de comunidades feministas radicales y disidentes que juntaron esfuerzos mediante el desarrollo de tecnologías de jaqueo encriptadas y conectadas a la Pachamama, las cuales produjeron una gran grieta terrestre en la que colisionaron todas las estructuras y seres patriarcales del planeta.
tismo (Campuzano, 2008), como un “museo
Así, el eje fundacional del proyecto es la
falso, como el apelativo de falsa mujer con
conmemoración del 19 de febrero de 2052
que este lenguaje maniqueo nos adjetiva.
como día de abolición del patriarcado. Su
carolina chacón
·
isabel ibáñez
·
luisa villegas
·
guillermina mongan
·
maría josé muñoz
·
sofía tasara
acervo está compuesto por expresiones
te de manera crítica y porosa, poniendo
cias machistas, androcéntricas y coloniales,
en juego nuevos modos de imaginación
y continúa en constante crecimiento.
institucional y de acción colectiva. En ellos
especulativa, pone en el centro la posibilidad de un jaqueo feminista al sistema de la institucionalidad museológica en sus principales aspectos definitorios (Haraway, 2015). En este sentido, entendemos el jaqueo como el uso del “conocimiento que tenemos sobre un sistema de cualquier tipo para desarrollar funcionalidades para las que no había sido diseñado originalmente o hacerle funcionar de acuerdo con nuevos objetivos” (Fossatti, 2011, s.p.). M.A.M.I. es un proyecto virtual, tanto en el sentido de albergarse en el ciberespacio, como en el sentido que Pollock le da a este concepto. Construye una institución museal que transforma todas las lógicas patriarcales y estáticas en nuevas metodologías de acción o nomenclaturas de enunciamiento: su estructura administrativa responde a un matronato; su colección obedece a criterios de catalogación enmarcados en la violencia patriarcal a la que responde; los formatos
la noción de museo aparece como práctica que es activada desde el goce, la máscara travesti, los conocimientos ancestrales y lo colectivo. Los Museos bailables, el MTP y M.A.M.I. pueden ser entendidos como gestos de resistencia a la implementación de procesos de desposesión y borramiento y, a su vez, como propuestas que presentan alternativas a los modos hegemónicos de subjetivación y activan nuestra capacidad de imaginar otros presentes. hacer(nos)fuego: fabulaciones transfronterizas
El proyecto artístico/curatorial Hacer(nos) fuego nace de la pulsión de desmantelar el estado actual de las cosas, sus lógicas y sistemas. Implica la necesidad de crear el presente clamado desde los sures simbólicos en línea con corrientes de pensamiento transfeminista, descolonial y antirracista. Este presente habrá que repensarlo, por eso es necesario recuperar la capacidad de activar la imaginación radical, entendida aquí como la posibilidad de crear alternativas y actuar
de su colección son acciones colectivas,
como si estuviésemos fuera de este sistema
memes, gifs, textos, videoclips; su financia-
neocolonial. Estamos atravesando un perío-
ción es autogestionada y su conformación
do de crisis de la imaginación en general, y de
es participativa y colectiva, cualquiera
la imaginación política en particular.
puede incluir una pieza al acervo o hacer un curaduría. M.A.M.I. es una institución mutable que cualquiera tiene la posibilidad de imaginar.
En 2019, territorios como Puerto Rico, Cataluña, Bolivia, Haití, Ecuador, Estados Unidos, Brasil, Colombia o Chile, entre otros, fueron escenarios de protestas, mani-
Con este breve recorrido queremos eviden-
festaciones, levantamientos y revueltas
Nota: Ines Doujak y Oliver Ressler, obra de Giuseppe
ciar estrategias artísticas/curatoriales que
masivas. En la mayoría de los casos, estas
Campuzano y Miguel Ángel López, 2014.
desplazan, interpelan, reinventan y crean
revueltas surgieron en contra de políticas
Beauty Salon (Salón de belleza)
hacer(nos) fuego : una propuesta curatorial en curso
P 115
espacios que se repiensan constantemen-
realizaron como resistencia ante las violen-
Este proyecto, mediante el uso de la ficción
Figura 3
nuevas formas de alterinstitucionalidad:
creativas y políticas que muchas feministas
proyectadas desde la hegemonía económi-
sido golpeados por el mundo se convierte
ca y cultural, que vienen dándose de manera
en energía de transformación mediante
global desde finales del siglo XX con la
un proceso de politización del malestar
sistematización de procesos neoliberales de
(Fernández-Savater, 2017). Este estar juntas
privatización de los derechos en el marco de
se encuentra en el corazón del estallido so-
democracias no resolutivas.
cial generalizado que dio comienzo en 2019 y
Estos procesos de resistencia volcada y multiplicada en las calles dibujan un pa-
de la pandemia, continúa.
norama de luchas que se sitúan en lo que
Ese mismo año, un grupo de artistas, in-
entendemos en este texto como sures sim-
vestigadoras, curadoras y activistas, cada
bólicos, es decir, posicionamientos críticos
una procedente de distintos territorios, nos
y resistentes frente a un sistema mundo
encontramos en Madrid y creamos Frente
sostenido sobre el binarismo cartesiano
Sudaka, no solo como un espacio de inves-
que fundamenta filosófica y sociológica-
tigación curatorial y artística, sino también
mente, la desigualdad social. Como parte de
como un lugar de contención desde donde
este proceso, las calles se han erigido como
fabular juntas en un estado crisis. Este
espacios desde los que contrarrestar los
texto se escribe al calor de una de las mayo-
discursos hegemónicos mediante acciones
res insurrecciones populares de la historia
poético/políticas que buscan la construc-
en Colombia durante 2021, que similar a la
ción de nuevos imaginarios sociales. Así,
iniciada en Chile y que logró la Convención
el derribo de monumentos y el renombra-
Constitucional, busca transformaciones
miento de calles pueden entenderse como
estructurales radicales, en otras palabras:
un espacio de confrontación agonista, tal y
quemarlo todo.
como es descrito por la filósofa y politóloga
Fabular en su definición etimológica se asi-
Chantal Mouffe. Esta lucha entre discursos hegemónicos supone un intento de crear
REVISTA 180
que hoy, pese o a consecuencia del manejo
mila al verbo fari; que solo puede aparecer en terceras
una forma diferente de articulación entre
personas. De ahí que [...] en ciertos
espacios públicos, las personas que los ha-
contextos poéticos puede significar
bitan y los relatos históricos que los deter-
celebrar y cantar, y en otros inclu-
minan, sin posibilidad alguna de conciliación racional final (Mouffe, 2008).
so predecir, formas que siempre
En el contexto pandémico configurado a
receptor del mensaje. [...] el cam-
implican una fuerte relación con el
partir de marzo de 2020, y bajo la necesidad
po semántico de fari, remite muy
de seguridad sanitaria, se han intentado
especialmente a la posibilidad de la
reprimir estos levantamientos. Las res-
recepción del mensaje en público o
tricciones del libre movimiento y uso del
por el oyente en general. [...] Así, fábu-
espacio público, el autocuidado, el quédate
la es tanto la conversación como lo
en casa, han sido instrumentos para poner
que públicamente circula por el habla
en segundo plano las demandas sociales de
—leyendas, historias, o habladurías
las movilizaciones. La pandemia ha remasterizado el miedo al otro bajo discursos sanitarios que anulan el encuentro y la presencia de los cuerpos. Al mismo tiempo que ha puesto en el centro de los discursos públicos asuntos como la desigualdad, los cuidados o el acceso a la salud, exponiendo con claridad las consecuencias de las lógicas de producción del neoliberalismo. Tal y como explicaba Amador FernándezSavater a raíz del auge de los movimientos populistas de extrema derecha en 2017, pero que también es perfectamente aplicable al momento actual, “el ideal normativo de la presencia soberana —el control, el dominio, la autosuficiencia— nos hace ver las crisis como algo que no debería pasar o, en todo caso, como algo de lo que tenemos que salir enseguida, algo que debemos reparar cuanto antes para volver a la normalidad” (Fernández-Savater, 2017, p. 47). Frente a esta presencia soberana, contrapone la fuerza de la presencia compartida, el acompaña-
(H., 2020). Este proceso de fabulación, que se articula mediante el habla, es necesariamente colectivo, es un proceso que solo existe cuando se activa y se pone en circulación. Siguiendo la lógica del verbo fari, que pone a la receptora del mensaje en el centro de la acción, esta fabulación no termina si no es compartida, el lenguaje es un hecho social. En este sentido resulta ineludible nombrar a la filósofa y activista Donna Haraway quien en su libro Seguir con el problema (2019), propone una figura ubicua para imaginar futuros a partir de o desde un presente en problemas. Nombrará a esta figura como SF conteniendo en ella: ciencia ficción (science fiction), fabulación especulativa (speculative fabulation), figura de cuerdas (string figures), feminismo especulativo (speculative feminism) hechos científicos (scientific facts), hasta ahora/aquí (so far) (Haraway, 2015, p. 35). Dirá respecto de ella:
miento mutuo y la complicidad afectuosa de
Pienso en SF y el juego de cuerdas
Figura 4 (p. 117)
los cuerpos, que generan una fuerza vulne-
en un triple sentido de la figura-
Gráfica del proyecto Hacer(nos) fuego, 2020
rable y horizontal. El sufrimiento de haber
ción. En primer lugar, sacando fibra
bernardita crox atto
·
elena blesa
·
carolina chacón
·
isabel ibáñez
·
luisa villegas
·
guillermina mongan
·
maría josé muñoz
·
sofía tasara
imagen también viene su revés: es en este contexto donde la imaginación colectiva se vuelve, más que nunca, una herramienta imprescindible. En este sentido, Hacer(nos) fuego es un proyecto curatorial que busca re-apropiar colectivamente la noche que acuna las resistencias, a través del fuego en sus múltiples formas y potencias (Figura 4). Los contextos de estallidos sociales y de pandemia se enlazan como motor para articular esta propuesta, al mismo tiempo que son constitutivos de sus formas de hacer: el proyecto fue desarrollado en su etapa inicial dentro de una convocatoria institucional que ha quedado en suspenso por falta de recursos producto de la pandemia. Esto afecta la metodología de trabajo propuesta inicialmente, pero posibilita el inicio del proyecto de manera virtual (en el sentido de encuentros: entrelazando redes de pensamiento y personas que se suman a intercambiar resistencias y formas de hacer), al mismo tiempo que transforma la intuición nos entrelazará en nuestras co-
eventos densos y coagulados, inten-
munidades y territorios locales, en
to seguir el camino de los hilos para
nuestras biorregiones para construir
poder rastrearlos y encontrar sus
redes de sentido y “ecologías de sa-
marañas y patrones cruciales para
beres” que también sean “ecologías
seguir con el problema en tiempos y
de sabores”, con la compartencia
lugares particulares. En este sentido,
en lugar de la competencia (a decir
SF es un método de rastreo, seguir
Jaime Luna 2013), como gesto vital y
un hilo en la oscuridad, es un peli-
la mezcla lingüística como táctica de
groso relato verdadero de aventuras
traducción (Rivera, 2008, pp. 80-81).
en el que quién vive, quién muere y de qué manera podría llegar a ser más evidente para el cultivo de una justicia multiespecie. En segundo lugar, la figura de cuerdas no es el rastreo, sino más bien la cosa en cuestión, el patrón y ensamblaje que requiere respuesta, la cosa que no es una misma, pero con la que se tiene que seguir andando. En tercer lugar, hacer figuras de cuerdas es pasar y recibir, hacer y deshacer, coger hilos y soltarlos (Haraway, 2015, p. 21).
Ch´ixi, en idioma aymara, refiere al gris jaspeado, formado a partir de puntos negros y blancos que el ojo asimila como un gris, pero que físicamente permanecen puros y separados. Este concepto enuncia “un modo de pensar, de hablar y de percibir que se sustenta en lo múltiple y lo contradictorio, no como un estado transitorio que hay que superar —como en la dialéctica—, sino como una fuerza explosiva y contenciosa, que potencia nuestra capacidad de pensamiento y acción” (Rivera, 2015, p. 295). Así, en su libro Un mundo Ch´ixi es posible, ensayos
de crisis en un estado de estar generalizado con amplio reconocimiento social, que el colectivo lee como evidencia para abortar el simulacro de un futuro mejor, y poner en movimiento otros horizontes epistemológicos. Así también, los distintos clímax de agitación social, antes y durante la pandemia en Abya Yala han operado como pulsos para desarrollar esta propuesta artística/ curatorial: desde la crisis de sentido que genera la violencia, hasta la puesta en valor del fuego en el paisaje urbano, como elemento material y simbólico que da nombre a la propuesta. Uno de los ejes fundamentales de Hacer(nos)fuego es la conectividad transterritorial, pensada como una suerte de carrera de relevo, con la figura de testigo en su doble acepción: objeto y sujeto —pues en ambos casos esta figura requiere de una presencialidad—. El sujeto testigo es aquel que debe presenciar los hechos para dar cuenta mediante el relato de unos determinados acontecimientos. En su condición ob-
Así como Haraway propone estas figuras
sobre un presente en crisis (Rivera, 2008),
de cuerdas e invita a fabular abiertamen-
Cusicanqui desarrolla el concepto de pre-
te acerca del futuro multiespecie en un
sente en crisis, que guarda relación con la
mundo superpoblado de humanas, en su
idea de seguir con el problema de Haraway,
proyecto “Make kin not babies”, la socióloga
ya que ambas plantean un estar en el pre-
Silvia Rivera Cusicanqui, desde otro lugar de
sente de manera no proyectiva; y también
enunciación, plantea la creación de nuevas
el de metodologías de fabulación que, en el
epistemologías o epistemes Ch´ixi refirién-
caso específico de Cusicanqui, se definen
dose a estas como la posibilidad de auto-
desde lo Ch´ixi como procesos colectivos
el chasqui (mensajero) de relevo corría al
construcción en un presente en crisis:
orales y performáticos descolonizadores en
encuentro del chasqui que traía el mensaje
busca de una episteme propia, y de modo
y ambos recorrían un tramo juntos. Durante
de traducirnos y encarnarnos para dialogar
este trayecto compartido, el portador pasa-
con nuestros entornos particulares y com-
ba oralmente el mensaje a su relevo hasta
prometernos con los seres con los que co-
que este lo memorizaba (De Velasco, 1988).
Sobre las premisas de una brújula ética y la igualdad de inteligencias y poderes cognitivos —ciertamente expresables en una diversidad de lenguas y epistemes— podrá tejerse quizás una epistemología Ch´ixi de
habitamos los territorios, así como Haraway lo hace desde SF y los juegos de cuerda.
jetual, el testigo es el dispositivo propio de las carreras de relevo que da cuenta de que ha habido un traspaso de mano en mano conectando una trayectoria. Esta imagen de carrera de relevo la tomamos de la red de carreteras del Imperio Inca y su sistema de transmisión de mensajes a lo largo de este:
Hacer(nos)fuego propone una concatenación de encuentros ocurridos en espacios
carácter planetario que nos habili-
En nuestro presente en crisis, el capitalis-
públicos, o intimidad, donde el fuego y su
tará en nuestras tareas comunes
mo nos devuelve una imagen cerrada, fija
multiplicidad de acepciones opera como
como especie humana, pero a la vez
y perpetua: nada podemos. Junto con esa
posta, como chasqui portador de saberes
hacer(nos) fuego : una propuesta curatorial en curso
P 117
promiscuamente entre prácticas y
que no reconoce las fronteras geopolíticas,
establecen con animales, otras plantas,
pero está arraigado a territorios singulares.
agua y suelo. El encuentro está en el centro
Esta cartografía de fuegos vincula relatos
de este proyecto en tanto tiene una función
de resistencias a la neocolonialidad y su
recorrido por cuatro proyectos que operan
pedagógica que se activa en la interacción.
capitalización de los cuerpos, territorios,
desde artístico/curatorial como dispositivos
En primer lugar, hacia dentro de las comu-
historias e identidades desde nuestro sur
de resistencia y toma de posición política,
nidades en la medida en que opera como
materializando la conexión entre ciertas
herramienta de lectura del territorio para la
prácticas y reivindicaciones sociales. Estos,
transmisión de conocimientos entre gene-
a su vez, problematizan la noción de institu-
raciones que se están perdiendo con la tala
ción museal, como sistema de creación de
de la selva. En segundo lugar, como dispo-
discursos hegemónicos tanto por sus crite-
sitivo de divulgación llevando el bosque a
rios de conservación, sus modos y estéticas
centralidades urbanas, para problematizar
de despliegue y circulación, como por los
el extractivismo del bosque amazónico.
agentes de enunciación e interlocutores
simbólico. Así, esta cartografía singular, plantea una serie de acciones —de distintas artistas y colectivos— ideadas de acuerdo con las lógicas de cada lugar, que ocurrirán de manera concatenada a lo largo de una sola noche virtualmente expandida. Siguiendo los husos horarios de cada ubicación, desde Uppsala, propagándose hacia Barcelona, Chile Chico, Temuco, Santiago,
A través de este texto planteamos un breve
con los que construyen sus discursos.
Iquique, Montevideo, La Plata, CABA, Córdoba
ciones que funcionan como un sistema de
Desde el cuerpo y el uso del espacio, se dis-
y Bogotá.
irrupción sobre diversas estrategias de
loca la idea misma de museo mediante tres
dominación, a nivel geopolítico, corporal y
operaciones distintas: primero, a partir de la
epistémico. Prácticas que interpelen, cam-
puesta en valor de lo efímero y lo dinámico,
biando la función de un dispositivo que ha
el Museo bailable evidencia el carácter está-
sido pensado para otros fines, la usurpación
tico del museo tradicional y su incapacidad
de los cuerpos: indígenas, femeninos, femi-
como elemento heredero del pasado para
Esta idea de conectar territorios mediante relevos se presenta como un procedimiento para extender la noche y pararnos frente al presente. Aquí opera la écfrasis, haciendo aparecer las imágenes mediante el relato. Estas acciones se entretejen conceptualmente en tres ejes:
nizados, deshumanizados o no humanos; los signos: lengua, objetos sagrados, calendario y cosmogonía; recursos: alimentos, minera-
Sostener el calor colectivo atiende a una
les, fuerza de trabajo, sexo y capacidad re-
serie de desplazamientos de prácticas
productiva. A la manera del museo M.A.M.I. y
artístico políticas de la institucionalidad
su jaqueo de las instituciones, Paula Baeza
del arte, hacia la toma del espacio público
REVISTA 180
Por último, Jaquear la noche recoge ac-
conclusiones
Pailamilla y su proyecto Mi cuerpo es un mu-
con el objetivo de posibilitar encuentros efímeros que operan desde y con el cuerpo de un modo análogo a las operaciones del Museo bailable, ya sea por la reunión en un espacio concreto para transformarlo en un acontecimiento colectivo o por hacer de la noche el lugar desde el cual subvertir lo normado. Uno de los proyectos que recogemos en esta línea de trabajo es Arde el closet, activo desde 2007 en la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, que, generando encuentros cada 28 de junio en la plaza de la Noche de los Lápices —nombre acuñado en homenaje a las estudiantes secundarias de la ciudad desaparecidas durante la
seo (2019) realiza una performance que pone en tensión los saqueos de tumbas, viviendas y espacios sagrados, que luego se exhiben en museos, distorsionando y exotizando su sentido y función. Esta acción, donde ella exhibe su cuerpo en una vitrina, completamente cubierto de negro cargado de joyería tradicional mapuche, pone de manifiesto el constante borramiento que las instituciones hacen de los cuerpos mapuches, a la vez que se apropian de sus valores —cuerpo, signo y recursos—. De esta manera, la artista jaquea la larga noche de 500 años, a la vez que lo hace, alterando el sentido y
reaccionar a las luchas sociales que pretenden modularlo y resignificarlo. En segundo lugar, el Museo travesti del Perú expone la normalización del museo como dispositivo constructor de identidades nacionales fijas. A partir de la idea de lo falso trasviste los sistemas de representación oficial, así como sus espacios y modos de montaje, desplazando tanto al narrador como al espacio de enunciación. Al otro lado del prefijo trans, nos encontramos con una narradora (falsa mujer) en primera persona que subvierte los mecanismos de producción de sentido. Por último, M.A.M.I., a través de su estructura y criterios de colección, rechaza la configuración patriarcal de los museos ilustrados y su pretensión de objetividad universal, construyendo su propio relato a partir de la ficción que abre la posibilidad de relativizar e impugnar su horizonte epistemológico hacía una configuración matriarcal.
dictadura— o en zonas rojas de la ciudad,
función de la concepción hegemónica del
Estos procesos, que consideramos ante-
en un ritual que reúne activistas y artistas
dispositivo museo y devolviendo al cuerpo
cedentes o resonantes de Hacer(nos)fuego,
para hacer arder en el fuego el closet de la
abyecto los signos que le fueron usurpados.
heterosexualidad obligatoria. En torno a una
Aquí la idea de encuentro colectivo funciona
fogata colectivos, activistas y transeúntes
por contraforma, un solo cuerpo inscribe la
se toman el espacio público bajo el lema: Al
historia no contada y violenta de una comu-
closet no volvemos nunca más.
nidad, musealizando su desencuentro.
desobedientes, proponiendo alterinstitucio-
Alumbrar otros relatos tiene como idea
Los tres ejes curatoriales presentados
fuerza poner en valor la construcción de
como núcleos conceptuales son factibles
tos hegemónicos desde espacios de virtua-
contranarrativas a la manera del Museo
de contener y desbordarse entre sí. De esta
travesti del Perú. El Museo de la madera20
manera, las propuestas seleccionadas para
(2019) presenta una estrategia análoga a
cada uno de ellos podrían moverse entre
la de Campuzano en su voluntad de construir narrativas contrahegemónicas desde una perspectiva de praxis descolonial21. Proyecto llevado a cabo con la participación de comunidades originarias del Amazonas,
unos y otros.
confrontan los relatos institucionales oficiales del sistema del arte a partir de la creación de contranarrativas situadas, que relatan historias propias, insubordinadas y nes y formas de diferenciación de los relalidad y encuentro. Estos espacios activan modos de subjetivación que interfieren y desorganizan las mecánicas de productivización disciplinaria capitalista y contrarrestan los efectos de la colonialidad.
El verbo en infinitivo de cada uno de los ejes que organizan la propuesta artística/ curatorial Hacer(nos)fuego contiene una
Esta propuesta funciona como un ejercicio de fabulación colectiva y de conectividad transterritorial del sur simbólico.
variedad de prácticas que se caracterizan
Se presenta como un proyecto que, pese
por ser encuentros, acontecimientos, si-
a no estar materializado, tiene virtud para
tuaciones con los cuales accionar contra-
producir una resonancia en el presente.
de madera de 400 árboles, identificadas
narrativas, territorios, con el fuego como
Hasta la fecha de finalización de la escri-
por cerca de 20 indígenas, dispuestas para
testigo, en un ejercicio político colectivo que
tura de este texto, Hacer(nos)fuego solo ha
interactuar con ellas y con dibujos de los
concibe la práctica curatorial como un es-
sido invocado mediante un ejercicio lingüís-
árboles a los que corresponden, de mane-
pacio poético/político desde el cual habitar
tico con diversidad de agentes, entendido
ra que activen las redes de relaciones que
el presente.
en el sentido del chasqui, de transmisión de
para difundir y conservar los conocimientos sobre el bosque amazónico. Este es un museo portátil conformado por muestras
bernardita crox atto
·
elena blesa
·
carolina chacón
·
isabel ibáñez
·
luisa villegas
·
guillermina mongan
·
maría josé muñoz
·
sofía tasara
conocimiento y aprendizaje compartido, de acompañamiento, que se constituye en una fuerza vulnerable para hacer frente a nuestros múltiples presentes. Desde Hacer(nos)fuego reivindicamos la noche, la oscuridad y lo negro, como lugares que amparan la construcción de formas de resistencia. Entendemos esta resistencia como una fuerza afirmativa, una resistencia propositiva no anclada en unas lógicas puramente reactivas. Así, las fabulaciones y los ejercicios lingüísticos y epistemológicos planteados aquí, a través de la lectura de Haraway, Pollock y Rivera Cusicanqui, se articulan como métodos situados en la potencia del espacio-tiempo virtual, que no se pueden ubicar en campos disciplinares estáticos. Estos aparecen como espacios de inscripción poéticos y políticos, desde el cual crear visualidades complejas, trazar narrativas contrahegemónicas, desplazar o tensionar las instituciones, evidenciar el extractivismo y recuperar el espacio público con la noche y el fuego como un lugar de encuentro de saberes. notas al pie 1. Recibido: 1 de junio de 2021. Aceptado: 18 de noviembre de 2021.
3. Contacto: bernardita.croxatto@mail.udp.cl 4. Contacto: e.blesa.cabez@gmail.com 5. Contacto: ca.chaconb@gmail.com 6. Contacto: isaibafi@gmail.com 7. Contacto: luisafernanda.villegasg@gmail.com 8. Contacto: guillerminamongan79@gmail.com 9. Contacto: joaliciamunozv@gmail.com 10. Contacto: sofiatassarasanchez@gmail.com 11. Véase: Los museos rompen moldes (2020); Reyes Ahumada (2020). 12. Por neocolonialidad nos referimos a procesos contemporáneos de orden económico que reafirman los procesos simbólicos y materiales de la colonialidad y sus consecuencias en las excolonias. 13. En este texto se utilizarán indistintamente las denominaciones América Latina, Latinoamérica o Abya Yala, dependiendo del contexto en que se inscriban, entendiendo la primera como una nomenclatura desde el afuera, y la segunda como una forma actual de autonombrarse. 14. Griselda Pollock (1949), asentada en Inglaterra, es catedrática de Historia social y crítica del arte y directora del Centre for Cultural Analysis, Theory & History de la Universidad de Leeds. Es una de las teóricas e historiadoras del arte más influyentes desde finales de los años setenta, por su consistente crítica feminista a la historia del arte occidental. 15. Escritora estadounidense, graduada en Zoología y Filosofía, con un doctorado en Biología. D. Haraway (1944) entrelaza diferentes campos de conocimiento en su trabajo, creando un entramado entre tecnología, biología, feminismo e historia. Destaca por tomar la ciencia como una ficción que construye diferentes etimologías o narrativas posibles.
17. La escritura de este texto utiliza el femenino plural como plural inclusivo en consonancia a la posición ideológica de los casos de estudio analizados y de las autoras del mismo. 18. Esta idea alude a las realidades ficticias del mercado en las que nos vemos forzados a operar y a comprender el mundo (Taussig, 2020). 19. Esto se refiere a operaciones de resistencia desde el lenguaje en las que palabras usadas como insulto son apropiadas por las poblaciones minorizadas que enuncian como elemento identitario que reivindica prácticas sexuales, orígenes étnicos y sociales, entre otros, transformándose en bandera de lucha, por ejemplo, sudaka, marica, puta. 20. Uno de los proyectos realizados por la Fundación Tropenbos: tropenboscol.org 21. Con praxis descolonial nos referimos al concepto desarrollado por Silvia Rivera Cusicanqui desde la sociología de la imagen (Rivera, 2015).
referencias bibliográficas Campuzano, G. (2008). Museo travesti del Perú. Edición del autor. Davis, F. (2014). Tecnologías sexopolíticas, contraescrituras críticas y dispositivos de subjetivación. Desobediencias sexuales. Revista ERRATA#, 12, 17-19. De Lauretis, T. (2000). Diferencias. Etapas de un camino a través del feminismo. Horas y HORAS. De Velasco, J. (1988). Historia del Reino de Quito en la América Meridional. Biblioteca de Ayacucho. Delvaux, M. (2015). Línea de Vida. Obra de Giuseppe Campuzano [fotografía]. Museo travesti del Perú. Visible. Office and Project, Galerie de l’erg, Bruselas. https://artishockrevista.com/2015/04/14/ museo-travesti-del-peru-se-exhibe-primera-vez-completo-europa/ Doujak, I y Ressler, O. (2014). Beauty Salon (Salón de belleza) [Impresión digital sobre vinilo]. Utopian Pulse – Flares in The Darkroom, Museo Reina Sofía. https://www.museoreinasofia.es/coleccion/ obra/beauty-salon-salon-belleza Ejército Zapatista de Liberación Nacional. (1996). Cuarta Declaración de la Selva Lacandona. https://palabra.ezln.org.mx/comunicados/1996/1996_01_01_a.htm Fernández-Savater, A. (2017). Una fuerza vulnerable. El malestar como energía de transformación social. En N. Ancarola, L. Manonelles y D. Gasol (Eds.), Politizaciones del malestar. Derecho a la angustia. El arte y los procesos creativos como instrumento para canalizar el malestar (pp- 3751). Rayo Verde. Fossatti, M. (2011). El arte de hackear la ciudad. Ártica, Centro Cultural Online. https://www.articaonline.com/2011/11/el-arte-de-hackear-la-ciudad/ H. (2020). Etimología de infancia. Etimologías de Chile. http://etimologias.dechile.net/?infancia Haraway, D. (2015). El patriarcado del osito Teddy. Taxidermia en el Jardín del Edén. Sans Soleil Ediciones. Haraway, D. (2019). Seguir con el problema. Generar parentesco en el Chthuluceno. Edición Consonni.
hacer(nos) fuego : una propuesta curatorial en curso
Los museos rompen moldes (24 de mayo de 2020). El Cultural. https://elcultural.com/los-museos-rompen-moldes Lucena, D. y Laboureau, G. (2014). Estéticas disruptivas en el arte durante la última dictadura y los 80. Revista de la Facultad de Ciencias Sociales, 85, 59-65. http://www.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/SOCIALES-85-LUCERNA-LABOREAU. pdf Mouffe, C. (2008). Prácticas artísticas y política democrática en una era pospolítica. En Prácticas artísticas y democracia agonística (pp. 59-70). Museu d'Art Contemporani de Barcelona. Pollock, G. (2010). Encuentros en el Museo Feminista Virtual. Cátedra. Red Conceptualismos del Sur, Carvajal, F., Mesquita, A. y Vindel, J. (2012). Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina. Departamento de Actividades Editoriales del MNCARS. Reyes Ahumada, F. (24 de mayo de 2020). ¿Cómo construyen los museos un nuevo modelo durante la crisis? Artishock. Revista de arte contemporáneo. https://artishockrevista.com/2020/05/24/ museo-latinoamerica-covid19-programas-virtuales/ Rich, A. (1996). Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana. Duoda. Revista d'estudis feministes, 11, 13-37. Rivera, S. (2008). Un Mundo ch´ixi es posible, ensayos sobre un presente en crisis. Tinta y Limón. Rivera, S. (2015). Sociología de la imagen, miradas chi’xi desde la historia andina. Tinta Limón. Taussig, M. (2020). El diablo y el fetichismo de la mercancía en Sudamérica. Traficantes de Sueños. Tirabassi, C. N. (1988). Invitación del Museo bailable [Volante]. Museo Bailable. Desaprendizaje Artístico, Buenos Aires, Argentina. https:// libreriaelastillero.com/documentos/museo-bailable-desaprendizaje-artistico-buenos-aires-21-de-junio-1988.html. M.A.M.I. (s.f.). Día Internacional de la Caída del Patriarcado museamami.org/caidadelpatriarcado/
P 119
2. La redacción de este texto forma parte de un diálogo transnacional sostenido a lo largo de 2020 y 2021 por las distintas autoras, situadas en Argentina, Chile, Colombia, España y Suiza.
16. Silvia Rivera Cusicanqui (1949), feminista, activista y teórica boliviana y aymara. Su trabajo abarca los campos de la sociología y la historia, dentro de las líneas de pensamiento anarquista, en simbiosis con las cosmologías quechua y aymara; siendo una de las pensadoras descoloniales más influyentes del contexto de América Latina.