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Competencia digital docente. ¡"Marco" a la vista!
from Revista EC 101
Abraham Gutiérrez (@abrahamprofesor) _ Asesor pedagógico de EC
Alberto Mayoral (@albertomayoral) _ Responsable TIC de EC
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Es complicado iniciar un escrito sobre competencia digital sin tener la sensación de que, diga uno lo que diga, está recorriendo lugares comunes y transmitiendo mensajes que otros trasladaron antes. Sin embargo, la causa lo merece y nos pondremos manos a la obra de nuevo sabiendo que la importancia de fomentar la competencia digital de los estudiantes y de sus docentes es un reto acuciante para la escuela.
Hace ya más de 20 años que Prensky acuñó los términos “nativos digitales” e “inmigrantes digitales” para designar dos grupos básicos de población en función de su relación con la tecnología. Si se habían criado en y con tecnologías digitales, se les consideraba nativos. A todos los demás, que por contra hemos llegado a las TIC desde una trayectoria más analógica, inmigrantes. Estos dos términos se han utilizado multitud de veces para analizar uno de los retos más importantes que ha tenido la educación, me atrevería a decir que en toda la historia, ya que los responsables de educar en un buen uso de la tecnología, son (somos) un sector de población que ha llegado a ella a fuerza de formarse y, por tanto, que no tiene un dominio natural del entorno tecnológico.
Existe, creo, un riesgo muy grande a la hora de conceptualizar esta circunstancia, y es el hecho de pensar que, por ser nativo digital, ya se manejan con fluidez todos los apartados de la tecnología. Esto no es cierto y todos los docentes lo sabemos. Alumnos muy competentes en el uso de dispositivos y que pasan el día frente a pantallas no son capaces de hacer alguna tarea básica de ofimática, no distinguen la fiabilidad de las fuentes de una información o se muestran desbordados a la hora de crear algo con tecnología, por citar solo tres ejemplos cotidianos. A este perfil se le empezó a llamar desde varias voces y sectores el “huérfano digital”. El término describe por sí mismo la realidad de miles de niños, adolescentes y jóvenes que se están educando en el uso de herramientas y plataformas digitales sin ningún tipo de acompañamiento o supervisión por parte de los adultos de su entorno.
Para evitar que este perfil prolifere de una forma extensa, la escuela es, obviamente, uno de los agentes implicados y sus profesores, por tanto, responsables directos de dar respuesta a un reto que tiene no solo una deriva pedagógica, sino también una sociológica, e incluso política y económica. Se buscan, por tanto, “progenitores” digitales para esos huérfanos digitales y de esta búsqueda surge la gran pregunta: ¿qué competencias digitales tienen que dominar los docentes para poder acompañar a sus alumnos?
La importancia de seguir el “mapa”
Se atribuye a Séneca la frase: “No hay viento favorable para el barco que no sabe dónde va”. Sea o no suya, la sentencia encierra una gran verdad que se aplica, también, en el caso de los retos relacionados con el desarrollo de la competencia digital. Por tanto, para tripular convenientemente nuestro barco, debemos mirar el mapa que en nuestro caso son los marcos europeos para la competencia digital, y más concretamente el DigCompEdu que, desde su publicación en 2020, ha fijado un lenguaje común en lo que a la competencia digital docente se refiere. Dicho documento establece 6 áreas de desarrollo que abarcan las competencias profesionales y pedagógicas de los educadores y las de los estudiantes, y fija diferentes elementos dentro de cada una de ellas.
Al hilo de esta publicación, y nutriéndose de otros documentos europeos como el “Plan de Acción de Educación Digital (2021-2027)”, el Ministerio de Educación y Formación Profesional empezó a actualizar el Marco de Referencia de la Competencia Digital Docente, cuya última versión vio la luz en el mes de enero de este año. Este marco establece un modelo progresivo de competencia para las 6 áreas de acción y 22 competencias concretas que ya establece el DigCompEdu. Esta progresión se nombra con los niveles que ya les sonarán a los lectores como habituales de las certificaciones de idiomas, es decir, A1, A2, B1, B2, C1, C2, siendo el nivel A1 el de acceso a la competencia digital y el C2 el que identifica a aquellos docentes que son líderes en investigación, innovación e impacto en la profesión docente.
Por tanto, ya tenemos en España un mapa claro que debemos conocer para guiar las decisiones que tomemos en este ámbito tan necesario. Sin embargo, sabemos que el mapa no es el territorio, y que el hecho de que tengamos un marco de referencia no transforma la educación, pero nos ayuda a dirigir nuestras acciones que, no siendo poca cosa, nos auguran un horizonte en el que aún queda mucho por hacer. Contamos con una red de profesores comprometidos cuyo valor y esfuerzo no se ponen en duda. Tras unos años de movimientos vertiginosos en lo que a tecnología y educación se refiere, todas las instituciones se enfrentan ahora al reto de mostrar que la calidad de sus docentes se encuentra a la altura del momento de cambio de época que estamos viviendo, también en educación.
EC-DIGITAL PARA PROFESORES… UN PROGRAMA “SIN COMPETENCIA”
Seguro que no es la primera vez que leeis en nuestros canales que para poder educar a ciudadanos digitalmente competentes (DigComp), necesitamos profesores digitalmente competentes (DigCompEdu) y para ello a su vez centros digitalmente competentes (DigCompOrg) que apoyen y faciliten esta transformación.
Seguro que tampoco es la primera vez que escucháis hablar del Programa ec-digital, nacido para la certificación de centros digitalmente competentes y que el próximo curso comenzará su tercera convocatoria.
No me cabe duda de que también sabéis que “ec-digital” es un programa vivo, en constante cambio y pionero por ser el único que certifica a centros en el ámbito nacional con el apoyo de Apple, Google y Microsoft…
Entonces… ¿qué hay de nuevo? Parafraseando a Abraham Gutiérrez, tenemos mapa nuevo (o no tan nuevo), un tiempo para recorrer un camino en dos tramos (2023 y 2025), y un grupo de capitanes que nos van a ayudar a gobernar el barco.
Desde Escuelas Católicas hemos creado un nuevo programa para la capacitación docente en competencia digital. Un programa que cuenta con grandes y expertos capitanes y una gran tripulación que nos irán guiando a lo largo de las 22 competencias de las 6 áreas del Marco Europeo, tanto en el nivel medio como en el avanzado. Cada profesor podrá personalizar su viaje eligiendo los bricks que necesita para alcanzar el nivel óptimo en cada una de las competencias y áreas, y contarán con financiación FUNDAE para pagar los pasajes necesarios.
Atención a navegantes… Si hay alguno despistado… No os preocupéis, dispondreis de una herramienta de autodiagnóstico que os ayudará a construir vuestro propio itinerario brick a brick.
Muy pronto (tened paciencia) podréis reservar vuestros billetes a través de nuestra web. Permaneced atentos a nuestros canales y redes sociales. Zarparemos y os queremos a todos en el muelle, cada uno con su equipaje, para acompañaros a buen puerto.