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El dolor virreinal guanajuatense
Doris Zendejas Reynoso3
La tradición de celebrar con gran fervor el Viernes de Dolores, en la ciudad de Guanajuato y pueblos aledaños, tiene su origen en la arriesgada forma de vida de los mineros, además de la relación con las celebraciones religiosas de la época virreinal, específicamente con la Semana Santa y sus preparativos. Lo que viven los mineros y sus familias de alguna forma es similar a lo que vivió la Sagrada Familia, especialmente durante la “Pasión de Jesucristo”, que consiste en el periodo desde que Jesús es condenado a muerte hasta su resurrección.
Festejar a la Virgen María en sus diferentes advocaciones es una tradición muy antigua, pero dentro del calendario católico, a partir del año 1472, el papa Benedicto XIII estableció que toda la Iglesia conmemorara a la Virgen de Dolores el viernes previo al Viernes Santo.4 Esta celebración consiste en reflexionar sobre los siete dolores que la Madre de Jesucristo vivió: la Profecía de Simeón en la presentación de Jesús en el templo sobre la daga que atravesaría su corazón, la huida a Egipto por la amenaza de muerte del rey Herodes, la perdida del Niño Jesús en el templo de Jerusalén platicando con los doctores después de las fiestas de la Pascua judía, el encuentro con Jesús cargando la cruz por la condena recibida, la crucifixión, muerte y entierro de su amado hijo.
Todo el sufrimiento, angustia y riesgo de vida que pasa en el mundo de la minería, comparable con la pasión de Jesucristo, queda resumido en la celebración de la Virgen Dolorosa. Podemos identificarla en una gran cantidad de obras de arte que se elaboraron en la época virreinal, con la riqueza del auge minero y que ahora son parte del patrimonio histórico y cultural guanajuatense las cuales, en términos de monumentos, han pasado a ser patrimonio del mundo entero, ya que se han conservado por las tradiciones de la Cuaresma y Semana Santa.
Los testimonios artísticos de temática pasionaria los podemos encontrar en diferentes partes de la ciudad de Gua-
3 Las imágenes son propiedad de la autora.
4 Harumi Suzuki. (2022, 8 de abril). “Hoy es Viernes de los Dolores: ¿Qué es y dónde se celebra?”. En ACI Prensa. Recuperado de: https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-es-viernesde-los-dolores-que-es-y-donde-se-celebra-22888/. Fecha de consulta: 23 de febrero de 2023 najuato y pueblos mineros de los alrededores, especialmente en los templos. Más allá de los crucifijos y estaciones del Vía Crucis que oficialmente deben tener, así como de las representaciones de la Virgen Dolorosa que podemos encontrar, hay una gran cantidad de pinturas y esculturas pasionarias decorando fachadas e interiores, por lo que haremos un breve recorrido por algunos recintos para identificarlas.
La colección de esculturas pasionarias que se utiliza en la representación escénica del Vía Crucis, llamada Tres caídas, está conformada por: El Nazareno o Nuestro Padre Jesús que es un Jesús de Nazaret, vestido con una túnica roja o morada, escultura regularmente articulada para estar en diferentes posiciones, con la cruz a cuestas y la corona de espinas; la Virgen Dolorosa es una imagen femenina con aspecto doliente y en llanto, vestida de color morado, con una o siete dagas encajadas en el pecho; el apóstol San Juan es la figura de un joven, con túnica roja y manto verde; el Divino Preso es Jesús atado de las manos, encarcelado, con corona de espinas; el Señor de la Columna es Jesús atado a la columna donde fue flagelado, con la espalda descubierta y llena de heridas sangrantes; la Virgen de la Soledad es la advocación de María vestida de luto; y el Santo Entierro es Jesús yaciente envuelto en sabanas dentro de una urna.
Estas piezas las encontramos en los templos de La Compañía y San Roque, así como en templos de los pueblos mineros de Mellado, Santa Ana, la Luz y Monte de San Nicolás, justamente porque existe la tradición de representar el Vía Crucis: se realiza una procesión donde las figuras son decoradas con flores y llevadas en andas por los miembros de las hermandades de cargadores y cargadoras, a manera de penitencia los viernes santos.
Cargadores del templo de La Compañía
En la fachada del templo del Señor de Villaseca, en Mineral de Cata, encontramos en el relieve de cantera estilo barroco, una serie de medallones con las escenas de la pasión de Cristo, aunque dicha narración inicia y termina en el interior del recinto. Además, en el interior de la base de la cúpula también encontramos una serie de pinturas que remiten a objetos utilizados en la pasión de Jesucristo.
Detalle de la fachada del templo del Mineral de Cata
Dentro de una de las capillas laterales del templo de San Diego, la dedicada al Señor de Burgos está decorada con elementos pasionarios. Destacan las figuras en las pechinas, que no sólo muestran objetos utilizados en el martirio y muerte de Jesús, también presentan su presencia en el sacrifico del altar, como la vid y el trigo, el cáliz y la hostia, símbolos del cuerpo y sangre de Jesucristo, similar a la decoración interior de la cúpula del templo de San Sebastián.
Pechina de la capilla del Señor de Burgos
En las fachadas de algunas casas del centro histórico hay relieves en cantera de tema pasionario. Una de ellas es la que encontramos en la calle Sopeña, donde se representa El Calvario que iconográficamente simboliza las tres cruces donde ejecutaron a los dos ladrones y a Jesús.
Calvario en la calle Sopeña
La representación del dolor, fruto del sacrificio para obtener la gloria, está presente en diferentes formas, no sólo en los templos, sino en la cosmovisión heredada por los mineros fundadores de la ciudad. Esta se mantiene viva en la tradición del Viernes de Dolores, a pesar de que oficialmente en el calendario católico la conmemoración de la Virgen Dolorosa cambió de fecha, desde 1814, cuando el Santo Padre Pío VII propuso festejarla el 15 de septiembre, un día después de la Exaltación de la Cruz, día que también podemos relacionar con otro importante acontecimiento histórico con impacto nacional. Conservar nuestras bellas tradiciones sin olvidar su origen y todos los elementos que la componen, que en este caso son testimonios que nos remiten a la reflexión sobre la recompensa que trae del sacrificio voluntario por amor, lleva a disfrutar de la Gloria. Cada Viernes de Dolores preguntamos, “¿aquí ya lloró la Virgen?”, para saciar nuestra sed de ser reconfortados de todas nuestras aflicciones, con las lágrimas de María, madre de Dios y madre nuestra, representadas en el agua y nieve que ofrecen los guanajuatenses, quienes ponen sus altares dedicados a la Virgen Dolorosa en las entradas a las minas, las casas particulares y edificios emblemáticos.