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MÁLAGA
54 DÍAS EN CUARENTENA 54 DÍAS EN CUARENTENA
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Decirle hasta pronto a un ser querido ha sido el reto más grande que he tenido que afrontar hasta este momento de mi vida. Embarcarte en un viaje sola, a un destino desconocido en el que nadie te espera, no se compara con el miedo que sentí al dejar mi casa.
María Andrea León
Lugar de intercambio:
Málaga, España
Universidad receptora:
Universidad de Málaga Tiempo:1 año, intercambio 2019-2 más prácticas 2020-1
Cómo olvidar ese 16 de septiembre
de 2019. Me desperté sin querer que llegara la noche, una semana antes de mi viaje me había despedido de todas las personas que quería, porque mis últimos días en Bogotá serían para estar exclusivamente con mi mamá: yo no quería estar con nadie ni saber de nadie.
A las cuatro de la tarde, cuando salimos para el aeropuerto, mi mamá empezó a llorar y dijo: “Sé que salimos de acá y regreso sola”.
Hasta ese momento ambas habíamos sido muy fuertes. Ella era la que me había dado toda la fuerza para seguir adelante. La despedida tenía que llegar, el momento más doloroso de mi vida. Mi mamá me dijo: “Por más de que me duela en lo más profundo de mi ser, sé que tienes que volar”, y me fui.
Creo que nunca fui consciente de lo que iba a hacer hasta que llegué a mi destino (Málaga, España). Ni siquiera
en el vuelo, porque lloré las 10 horas. Me bajé del avión, había llegado, mi corazón estaba que explotaba, estaba lleno de tristeza, pero al mismo tiempo toda la emoción por descubrir, conocer, aprender, empezaba a emerger.
Eran las diez de la noche del 17 de septiembre cuando llegué al lugar que sería mi casa los próximos seis meses: Álvaro, Raúl y María, mis roomies, todos españoles, todos andaluces, que para mí –hasta el día de hoy– son lo mejor que tiene España. A pesar de que no tuve ningún problema respecto al idioma, puesto que era el español, no significaba que fuera igual de fácil entendernos; los andaluces tienen un acento totalmente diferente al que yo había estereotipado gracias a las series españolas. Es como cuando un rolo escucha hablando a un costeño y, más encima, con otros términos que jamás había oído.
El primer evento al que asistí cuando llegué era una fiesta de bienvenida para Erasmus en Playa Bolonia, una de las playas más bonitas que tiene el sur de España. ¡Vaya fiesta y vaya playa! A partir de ahí empecé a conocer gente de todas partes y desde ese momento mi forma de ver el mundo cambió.
Recuerdo uno de mis primeros day trips en Granada. Conocí a una chica de Italia y desde ese día no nos separamos, es la amistad más fuerte que hice en esta experiencia. Llegó a tal punto que ella y su familia me invitaron a pasar navidad en su casa en Italia. Los que son Erasmus pueden volver a su casa más fácil que los estudiantes de movilidad. No es lo mismo pagar un tiquete de 50 euros a uno de 300 para volver a casa, así que todos los latinos buscábamos un plan para hacer en esas fechas. El mío fue pasar una navidad italiana. De Italia me llevo el pesto, bendito sea el pesto, obviamente la pizza, pizzetta sfoglia y las variedades de pasta que existen, y por supuesto me llevo a una familia, ahora sé que tengo una casa en Italia y ellos saben que también tienen una casa en Colombia por conocer.
Hay muchas maneras de viajar: la mía fue la del “presupuesto de estudiante”. Para empezar, los vuelos en Europa, cuando los compras con tiempo de antelación y siendo flexibles con tus fechas de viaje, puedes conseguirlos de 20 euros, que es extremadamente barato. Claramente en vuelos low cost y con una maleta pequeña; es ahí cuando aprendes a viajar con dos pantalones, tres camisas y unos zapatos.
Portugal fue mi experimento, fue uno de los primeros viajes que hice. Viajé en bus y me quedé en un hostal, tener que compartir habitaciones y baños por un precio bajo, no estuvo tan mal. En París dormí en el aeropuerto, y en mi vida lo volvería a hacer; en Barcelona me intentaron robar dos veces en una misma noche, y de las dos me salvé. En fin, todo vale la pena, cumplí 21 años estando aquí en Europa, fue mi primer cumpleaños lejos de mi familia y, por más que hubiera sido uno de mis mejores cumpleaños, me di cuenta de que nada remplaza un abrazo de mamá.
Mi tiquete de vuelta era para el 27 de febrero. Para mi familia esa era la fecha de regreso, pero cuando decidí venir acá, sabía con la mentalidad que venía, sabía qué quería lograr, y uno de esos puntos era alargar mi estancia consiguiendo prácticas profesionales.
Para ser muy honesta, nunca perdí la esperanza de conseguir las prácticas, tanto así que había programado un viaje a Italia para los primeros días de marzo. Faltando una semana para mi regreso, me llamó una empresa a decirme que me habían aceptado, así que firmé contrato y el 16 de marzo empezaría mis prácticas.
¿Recuerdan mi viaje a Italia? Pues bueno, desde ahí la situación cambió y esa situación me trajo al momento en el que estoy hoy, de incertidumbre, en ocasiones soledad, tristeza, pero también felicidad.
El asunto del coronavirus explotó en Italia, por ende, no viajé, luego explotó aquí en España, nuestra cuarentena comenzó el 16 de marzo, el día en que yo comenzaba mis prácticas.
El principio de la cuarentena fue tiempo para aprovechar y resolver cuestiones pendientes, mi visa se venció el 4 de abril y hasta el día de hoy (8 de mayo) no he podido renovarla, la empresa de mis prácticas tuvo que cerrar como todos y hasta el momento sigue así.
Ya llevamos casi dos meses en cuarentena. Hay días en los que me levanto y solo quiero estar en casa con mi familia. Hay días que se me pasan muy rápido y otros son eternos; llegué a enfermarme, duré 4 días con fiebre, tos seca, dolores musculares y dolor de cabeza, estuve a punto de llamar al médico para ver si era positiva para Covid 19, pero afortunadamente mejoré, al final nunca supe qué tuve.
Hay momentos en los que solo espero que alguien llegue a decirme que hay un vuelo ahora mismo para que me regrese, no quiero tener que darme por vencida por lo que esta situación me hace sentir; no me iré porque tengo el apoyo de mi familia y personas espectaculares que han hecho que mi estancia aquí sea la mejor. En un principio dije que haría mis prácticas acá y eso es lo que voy a hacer con el mismo impulso, la misma emoción y las mismas ganas que me trajeron a este país.
Terminaré mis prácticas y volveré a Colombia siendo una persona totalmen-
glosario
1. Andalucía: Comunidad autónoma del sur de España.
2. Erasmus: Intercambio en Europa.
3. Bocadillo: Sándwich.
4. Copa: Vaso con algún tipo de alcohol.
5. Caña: Cerveza con una medida específica. 6. Piso: Apartamento.
7. Billete: Tiquete.
8. Boquerón: Malagueño.
te diferente, volveré al lado de mi familia, pero sin verlos como ese lugar de refugio, ahora los veo como los que me impulsan a adentrarme al mundo, a crecer como persona para así mismo hacerlos crecer a ellos.
Por más duro que sea estar separados, sé que quiero seguir viajando. Eso significa que en repetidas ocasiones me encontraré lejos de los que quiero y precisamente eso es lo que me hace apreciar cada segundo que tengo con ellos. Siempre voy a tener ese sentimiento latente, esperando el día en que me vuelva a encontrar con mi familia, ese es mi significado de felicidad, saber que atraviesas por una cantidad de experiencias, haciendo lo que sueñas, lo que amas y en lo que crees, para luego volver y sentirlos otra vez.
Solo espero que esta situación se acabe pronto y terminar de la mejor manera mi paso por España, para regresar a casa y empezar a construir mis nuevas metas y proyectos que tengo aún más claros después de haber vivido esta experiencia. Amo a la gente que conocí, amo mi nueva forma de ver la vida, amo mi vida y amo la experiencia que tuve.
Si todas las personas tuvieran la oportunidad de viajar, de intercambiar ideas, seríamos una sociedad totalmente distinta. Entender las diferentes formas de ver la vida te hace dar cuenta que al final todos somos iguales, solo que algún día a alguien se le ocurrió trazar fronteras, ponerle nombres y decidir que unos hablaran un idioma y otros, otro; no estamos solos, y si seguimos trabajando cada uno por su lado, no vamos a lograr nada, estamos en el mundo para hacernos crecer unos a otros, para ayudarnos, enseñarnos, intercambiar energías, experiencias, somos ciudadanos del mundo, y eso es lo que necesitamos entender.
9. Perita – guay: Bonito, chévere.
10. Illo: Oye, amigo.
11. Tapas: Snack.
12. Moraga: Fiesta en la playa de noche.
13. Merdellón: Se dice de alguien “ordinario“, que no tiene demasiada educación y que va llamando la atención.
NOTAS DE VIAJE
No importa el lugar al que vayamos, nunca tendremos las mismas experiencias, todo depende de nosotros mismos. Sé abierto, sonríe y mira siempre a los ojos.
Sé parte del lugar al que vas, da tu 100 %, sé parte de la gente, de la cultura, del ambiente, no estés en tu mente en otro lugar, no estés deseando ir a otro lugar, no pienses en qué pudiste haber hecho si hacías otra cosa o si ibas a otro lado, cada lugar o actividad tiene su magia, así que, si estás ahí, aprovéchala al 100.
La música hace que vivamos mejor cualquier momento, le agrega valor a la memoria, te acordarás de alguna experiencia porque escuchaste alguna canción estando ahí.
No sientas que no perteneces a algún lugar, siéntelo como en casa, haz cosas que harías en tu casa, porque el mundo es nuestra casa.
No pienses en obtener algo del lugar al que vas, piensa en qué puedes llevar a ese lugar.