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“Cada bailarina en el escenario pone su verdad” Senegal: ritmo, danza y percusión

La danza y la música son algo vital en Senegal, forman parte de las celebraciones y son expresiones de la cotidianidad. Los hombres tocan, las mujeres bailan y todos juntos celebran y disfrutan en comunidad. El Sabar es el baile étnico destacado y el tambor o yembé es el instrumento de percusión por excelencia.

Arantxa, vecina del barrio y colaboradora en Batean durante años, nos cuenta su experiencia en Senegal, un viaje en busca de la esencia del ritmo, la danza y la percusión. El objetivo era conocer las raíces de la danza y la percusión en un país muy unido a estas dos formas de expresión.

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Arantxa nos dice, que siempre ha bailado, desde danzas tradicionales a salsa, bachata y otras más. Conoció la escuela Baobab, y de la mano de María y Ainhoa, profesoras de esta, se adentró en el mundo de la danza africana que le llevó este diciembre a emprender el viaje a Senegal. 25 mujeres y un hombre fueron el equipo viajero que se embarcó en esta aventura.

Nos explica que su manera de entender la danza no es desde el aprendizaje de la técnica de baile, sino que es la oferta de una propuesta coreográfica al grupo y desde ella, cada una se lo lleva a su terreno, a sus emociones, a su momento, y luego lo comparte con el resto. El baile les unía como forma de expresión, pero también como herramienta de empoderamiento, de poner en valor los cuidados, sin juzgar.

“Al llegar el recibimiento fue brutal” -dice- “La teranga, como dicen allá, es el espíritu de la hospitalidad, una palabra que hace referencia a la forma única que los senegaleses tienen de acoger a sus invitados. Toda la aldea nos acogió con tambores y danzas, y una gran cena. Fue increíble”.

Se alojaron en una aldea en la costa, y el día a día estaba muy organizado alrededor de la danza. “Por la mañana -nos cuenta- teníamos clases de baile afrourbano con una profesional del país. Después teníamos otra tanda de clases de danza tradicional, y por último clases de percusión. Tras la comida, que por lo general compartíamos con la gente, a la tarde hacíamos excursiones para conocer otros lugares y costumbres”.

En cuanto a la convivencia con la gente del poblado; “Tuvimos un buen entendimiento; como dicen ellos en estos casos, Ñofar, fuimos una”-dice Arantxa.

Baile en el poblado.

Una anécdota que comparte con la Ezkaba: “Clarisse, que era nuestra profesora de baile, nos propuso bailar la canción de la artista senegalesa Mia Guisse que era el top 1 en el país, y grabar un videoclip. Esta canción habla sobre el maltrato hacia las mujeres visibilizando esta problemática. Lo hicimos y lo subieron a las redes con un gran éxito. A raíz de esto, íbamos por la calle y nos decían: Sois las del vídeo”. Desde la revista Ezkaba hemos querido compartir este vídeo. Aquí abajo os dejamos el código QR para que podáis verlo.

Clase de percusion.

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