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El Rincón Poético
Tres Mujeres
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Ayer, sin nada que hacer con gente refinada (como era de esperar) tres mujeres contaban aventuras con ritmo desigual. Entre bromas y risas ni el sueño con quietud ni los ojos enamorados creían lo que oían ni veían una verdad.
A todas golpeó el amor en su corazón. Juntas partieron de su patria tomando distintos caminos. Todas consagraron su vida por su trabajo con tanto orgullo… que no podían silenciar sus labios.
T R E S M U J E R E S
Tres mujeres. Son tres mujeres ideales. Son jóvenes, guapas, alegres y soñadoras -aunque de distinta manera-. Son tres mujeres para dialogar, para escucharlas. La musicalidad y sinceridad de sus palabras, unas veces abren horizontes, otras ablandan al corazón más duro, hay ratos que animan y otros enseñan cómo vivir la vida.
La más joven nació en Cataluña, se viste de corto y de colores llamativos, tiene los ojos muy abiertos y la boca con labios delgados ávidos de deseo. Es esa catalana con acento cerrado que desde muy pequeña deseaba ser actriz, actuaba con soltura en los castings.
Un día estaba tranquilamente en su piso, y de pronto una llamada, le ofrecieron un papel para ser la protagonista de una película basada en hechos reales. Por fin llegaba su hora en la eterna ausencia.
Ahora marcha por un camino blanco mirando al futuro, guiada por una estrella.
Fue atravesando delirios, deseos de hacer; luego tuvo que resistir a los encantos de su propio cuerpo y perforar el corazón para entrar en la divinidad de la fama.
La más esbelta y enjuta de carnes es castellana de pura cepa, nació en una familia de hacendados y no le gustaba oír decir a los criados, los amos. No creía en el matrimonio para toda la vida.
Desde que tenía uso de razón quería ser bailarina, a los doce años fue a una escuela de baile, ahora viaja mucho, hace desnudismo mostrando sus encantos siameses al mundo, en salas de fiestas de alto standing, cuando actúa parece ingenua, dulce, tímida, pero nada de eso, sabe vestir el tanga y tiene ese movimiento sexi que le hace famosa con su cuerpo desnudo y la melena al viento. Su cuerpo está cuajado de juventud, todas las miradas de la noche son para ella.
En todas partes la reconocen, la miran y admiran, es una mujer (como dicen los lugareños) de armas tomar. Disfruta de las pequeñas cosas que le regala la vida, el sol, la comida, la buena vida, la amistad, el amor, el sexo, el juego y los juegos, muchas veces de tanto jugar acaba en un juego embarazoso y llega la llamada del hogar, y con el primer hijo la llamada de una danza que apenas deletrea ligeros movimientos.
La más guapa, simpática y graciosa, andaluza de razón y corazón, tiene un carácter voluble, un día arisco y al día siguiente complaciente hasta el exceso. Es una joven con todos los encantos de la mujer andaluza, de cuerpo sano cargado de energía y sensualidad, independiente, caprichosa y a veces excéntrica, pero fiel a sus ideas. Ha estudiado música y quiere ser cantante. El viento de la estepa había acunado sus primeros sueños oyendo canciones desde niña, cantos que tenían ese sentimiento del amor que arraiga con libertad en el corazón.
Amaba aquel viento de calma absoluta. Amaba los sonidos de las canciones de su tierra. Desde muy temprano ensayaba sin descanso, comía precipitadamente y siempre con una partitura en la mano. Un día llegó el sueño soñado, iba a cantar en un festival.
La luz del día le achica y agudiza sus oídos cuando le proclaman ganadora del festival. Con más extrañeza que reverencia entra en el escenario saludando al público que le colma de aplausos, su cara estaba resplandeciente. El sacrificio había dado su fruto, una cierta alegría y un pequeño cosquilleo recorren su cuerpo consciente del mito que el tiempo, la vida y las gentes la han reconocido y recompensado. Con estas historias mi corazón se llena de un extraño perfume. Cuando terminé de escribirlas, me asusté al ver que una alegre lágrima humedecía mis arrugadas mejillas. Permanecí largo rato en silencio. Había comprendido finalmente el gran misterio del amor, el trabajo y la libertad.
La vida pasará de largo si no tienes ilusiones.