Cita con Dios - Ser como niños (Abril 2014)

Page 1



Ser como niĂąos abril 2014 ElĂ­as Betanzos Luis


Ediciones Ginosko Año iv Número 4 «Cita con Dios» es una publicación mensual gratuita con un tiraje de 15,000 ejemplares. Descargue la versión digital en www.familiacap.org

CENTRO DE ALABANZA Y PROCLAMACIÓN Reuniones dominicales: 10 am, 12:30 y 6:30 pm Martes: 7 pm Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca), San Sebastián Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Oficinas: Jazmines No. 909, Col. Reforma Oaxaca de Juárez, Oax. C.P. 68050. Tels. 01 (951) 5151733/ 01 (951)5184878 Si deseas anunciarte en esta publicación, llama al 515 1733 (951)1353675 Mario Mejía / (951)1353676 Susana Lozano e-mail: susanloz@hotmail.com




Ser como niños

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos, y les dijo: —Les aseguro que para entrar en el reino de Dios, ustedes tienen que cambiar su manera de vivir y ser como niños. Mateo 18:2-3 tla

E

n abril celebramos a los niños y esto me recuerda que Jesús siempre dio a los niños un lugar especial dentro de su ministerio. En este ejemplar veremos algunas de las características que la Biblia resalta de ellos. Una de las cualidades más valiosas de un niño es la risa sincera y espontánea que perdemos conforme vamos creciendo. ¿Puedes considerar cuán diferente sería tu vida si pudieras sonreír frecuentemente? Otra es la inocencia que nos permite ver lo mejor de la vida y de la personas. ¡Qué hermosa manera de vivir si podemos ver y esperar lo mejor en cada situación! La capacidad de creer con simpleza y sin complicaciones, la facilidad para perdonar y olvidar las ofensas, y muchas características más, son reconocidas en la infancia, desafortunadamente las malas experiencias que vivimos nos roban esas virtudes. Decimos con frecuencia: -ten fe como la de un niño-, pero nos es muy difícil hacerlo. Tan importante es esta actitud para Dios, que Jesús mismo enseñó que quien no fuera como niño, no podría ver el reino de Dios. La verdadera madurez no implica evitar la niñez, sino las actitudes infantiles. Por el contrario, una persona madura conserva aquellas cualidades con las que nació y las perfecciona para ser mejor. Procura tomar el consejo de la Palabra y determínate a ser como esos niños que buscaban a Cristo con el único anhelo de estar cerca de Él todo el tiempo. Seguramente esto te traerá muchas bendiciones. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan; porque el reino de Dios es de los que son como ellos.» (Mateo 19:14 tla) Pastor Elías Betanzos Luis Director General



Lectura del día: 1 Pedro 2:1-3

Martes 1º de abril

Lactantes

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.” 1 Pedro 2:2

D

esechando es en el griego “como una ropa quitada”. La instrucción es sólo para cristianos, ya que en ningunos otros existe la nueva naturaleza, la cual, como “el hombre interior” (Efesios 3:16), se desviste del hombre viejo como algo exterior ajeno, de modo que el cristiano, por la continua renovación de su hombre interior, puede mostrarse también de manera externa como un nuevo hombre. La malicia es del todo inconsecuente con el amor fraternal. De ella nace el engaño; del engaño nacen los fingimientos (aparentar ser lo que no somos y disimular lo que en realidad somos; que es lo opuesto del amor no fingido); de los fingimientos nacen las envidias y las detracciones. La malicia se deleita en el daño ajeno; el engaño imparte la duplicidad al corazón; la hipocresía imparte la duplicidad a la lengua; las detracciones hieren el carácter de otro. Sin embargo, el espíritu propio de un niño es indispensable, si queremos entrar en el Cielo. La “leche” aquí no significa las verdades elementales en contraposición con las verdades cristianas más adelantadas (1 Corintios 3:2), sino en contraste con “engaño, fingimientos, etc. del 2:1; la misma “gracia” que es el instrumento de la regeneración, también es el instrumento de la edificación o crecimiento. Por tanto, así como el niño, lejos de analizar químicamente la leche, instintivamente la desea y se alimenta de ella; de la misma manera, no nos toca a nosotros la racionalización arrogante ni las interrogaciones, sino la simple aceptación de la verdad en el amor de la verdad. Así como el recién nacido anhela la leche materna, así debe ser el impulso natural de los que han sido renovados, porque como no se necesita enseñar a los recién nacidos qué alimento tomar, así el creyente debe tener sed de la Palabra de Dios.

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Miércoles 2 de abril

Lectura del día: Mateo 6:25-34

Suelta la ansiedad

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33

D

ios no te diseñó para vivir preocupado y ansioso. Sin embargo, en algún punto, todos nos hemos afanado por los aspectos básicos de la vida. En todos estos asuntos, el factor determinante es nuestra fe y nuestra confianza en Dios. ¿Creemos realmente que Él hará lo que ha prometido hacer en su Palabra? Si das por sentado que eres tú quien está a cargo de tu vida, batallarás con la ansiedad y el temor. ¿Por qué un niño no vive afanado pensando en las cosas que a nosotros si? Porque él no tiene control de su vida, sino sus papás. Un niño no está preocupado pensando en qué va a comer el día de mañana. De la misma manera, Dios tiene cuidado de nosotros. Si te preocupas y dudas de su bondad, jamás tendrás la paz que Él quiere que experimentes. A medida que tu mente se llena de temores, empiezas a correr más rápido, redoblando tus esfuerzos para cumplir las exigencias de los demás o para prevenir un desastre incierto. Sin embargo, jamás tendrás el control absoluto sobre tus circunstancias porque Dios es el único que realmente está en control de todo. La única manera de salir del ciclo de la ansiedad, es reconociendo la capacidad del Señor para encargarse de todas y cada una de tus necesidades. Dios te creó. Él conoce tus necesidades y los deseos más profundos de tú corazón (Salmos 37:4). Él anhela que pongas fin al ciclo de la ansiedad y lo dejes guiarte (Mateo 11:28). “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:6-7). La raíz de la palabra “echar”, describe el movimiento brusco de soltar algo y a la misma vez descargarlo. Jesús quiere que le entregues todas tus ansiedades y preocupaciones, y que las descargues en Él, que seas como un niño y confíes en que Él tiene cuidado de ti.

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Jueves 3 de abril

Lectura del día: Filipenses 4:10-20

Él suplirá

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19

T

e has preguntado ¿qué pasó con esa necesidad que tengo desde hace un tiempo? ¿Acaso a Dios no le interesa? ¿Por qué no satisface mis necesidades automáticamente de ahora en adelante? La verdad es que Dios quiere que confiemos en Él y no busquemos solamente mirar la bendición. Las circunstancias tienen muy poco que ver con el gozo duradero. La paz, el gozo y el contentamiento vienen como resultado de conocer a Dios y tener una relación personal con Él. La única manera de ser felices es teniendo un corazón que se mantenga fijado en Jesucristo. Así cuando vengan las dificultades, no nos sentiremos perdidos, confundidos ni desilusionados. El primer paso para satisfacer nuestras necesidades es confiar completamente en Dios en todos los aspectos de nuestra vida. Él sabe qué es mejor para nosotros, y su propósito al permitir cualquier tardanza es para nuestro bien. El aprender a esperar nos prepara para recibir una bendición más grande. La paciencia fortalece nuestra fe y nuestra dependencia de Él. El segundo paso es obedecer a Dios y permitirle obrar como Él quiera en nuestra vida. Muchas veces, Él ensancha nuestra fe permitiéndonos pasar por alguna necesidad. Él sabe cómo responderemos, pero quiere que aprendamos a decirle “sí” a su designio, incluso cuando no tengamos toda la información y no conozcamos todos los hechos. El tercer paso es confiar y esperar en Él. En un sentido muy real, tu necesidad insatisfecha es una forma de prueba y tentación. Es una prueba porque tu carencia de realización puede producirte mucho dolor al no ser satisfecha, y es una tentación porque te impulsa a soltarte de Dios para querer satisfacerla por tus propios medios. Pero su Palabra dice: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12). Mantén tu mirada en el Señor y síguelo pase lo que pase.

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Viernes 4 de abril

Lectura del día: Marcos 9:33-37

¿Quién es el mayor?

Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos… Marcos 9:36

J

esús había dejado viajar solos a sus discípulos por un tiempo; en parte, para tener Él cierto aislamiento a fin de meditar en lo que tenía por delante, y en parte para que ellos fueran inducidos a considerar juntos los terribles acontecimientos que Él les había anunciado y prepararse para enfrentarse a ellos. Sin embargo, ¡qué diferente fue la conducta de ellos! Jesús conocía los pensamientos del corazón de ellos (Lucas 9:47); así que, cuando estuvieron juntos, les preguntó acerca del tema de su discusión, y ellos tuvieron que avergonzarse, conscientes de la mala disposición que entre ellos había despertado tal discusión. Todo esto surge por la transfiguración de Jesús, y especialmente por la preferencia que se dio a tres de ellos en aquella escena. Aprovechando esta situación, Jesús les dice que el que quiera ser el primero tiene que estar preparado para ocupar el último lugar y el lugar más humilde. A veces caemos en la trampa de creer que podemos medir nuestro éxito tal como el mundo lo hace. Creemos erróneamente que si el Señor recibe gloria de nuestro servicio, también deberíamos gloriarnos de nuestro esfuerzo. El mensaje de Jesús era que el corazón no sólo tiene que volverse a Dios en un sentido general, dejando las cosas terrenales por las celestiales, sino en lo particular; es decir, si no se convierten de aquella ambición carnal que todavía arde dentro de ustedes, a aquella libertad de todo sentimiento similar como este niño, no tendrán parte ni suerte en el reino mismo; y el que más se parezca a un niño en su carácter, será el más importante allá. El camino hacia el reino de los cielos es el de la simple confianza y entrega de un niño; y el camino hacia la grandeza en el reino se recorre con la humildad de un niño, expresada en humilde servicio. Así que, cualquiera que se humillare como este niño, éste es el mayor en el reino de los cielos; porque el que fuere (o estuviera dispuesto a ser) el menor entre vosotros, éste será el grande (Lucas 9:48).

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Sábado 5 de abril

Lectura del día: Marcos 10:13-16

Jesús y los niños

Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Marcos 10:13

E

l evangelista Marcos pone el pasaje de los niños siendo traídos por sus padres para acercarlos a Jesús en seguida de la enseñanza sobre el divorcio. Es posible que tomara en cuenta que en una situación de divorcio, son los primeros y más tristemente afectados. Jesús defiende tanto a la mujer como a los niños en toda situación. Aunque justificáramos a los discípulos, diciendo que protegían al Señor de la multitud, y por lo tanto reprendían a quienes presentaban a sus hijos, buscando que nuestro Salvador pusiera sus manos sobre ellos, que los tocase como lo hizo con tantos enfermos para sanarlos, nuestro Señor Jesucristo, se indignó y se entristeció, diciendo: “… Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” Un pequeño es receptivo, confiado y estas cualidades ayudan para tener entrada al reino de Dios; aunque no debemos dar por hecho que la entrada es por méritos propios, sino por gracia y depositando nuestra fe en la obra terminada de Cristo Jesús. Para ilustrar sus sentimientos, Jesús abrazó fervorosamente a los niños, puso sus manos sobre ellos y los bendijo. Freddy y Sofía dejaron que su hijo William Tadeo asistiera a una escuela bíblica vacacional a una Iglesia cercana a su casa. No le impidieron que continuara con un curso de discipulado infantil. Sorpresivamente el mes pasado, el pequeño de 12 años bronco aspiró y el vómito se fue a sus pulmones, falleciendo en poco tiempo. En el culto funeral sus padres dieron testimonio de la fe en Cristo que este niño encontró y les compartió. Los cantos que sus compañeros de clase entonaron, les hicieron recordar el cambio positivo que Tadeo experimentó y su familia pudo ver. Si tienes hijos, esta semana pon tus manos sobre su cabeza o toma tiempo para abrazarlos y orar por ellos cada noche al acostarse y cada mañana al despedirte para llevarlos a la escuela.

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Domingo 6 de abril

Lectura del día: Salmos 131

Madurando espiritualmente

En verdad que me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma. Salmo 131:2

E

l rey David nos enseña que la fe y la dependencia de nosotros en Dios debe ser como la de un niño, pero no la de un niño a quien se le cumplen todos sus caprichos, sino la fe de un niño que se ha abandonado totalmente a su padre, dejando nuestro destino en Sus preciosas manos. Nuestro Señor nos dejó la imagen de un niño como modelo de la fe cristiana, pero modelo en el sentido de que lo lideren, lo enseñen y lo bendigan. Pero en ese salmo de David, el modelo del niño es aún más singular, porque habla de un niño destetado, y un niño destetado es un niño diferente a un niño que todavía está totalmente apegado a la madre en caprichos, en lloros, en un control de la madre. El destetado, aunque también tiene una necesidad, ya tiene cierta independencia. La transición de un niño de pecho a un niño destetado, de un niño que llora constantemente a un hijo o hija tranquilo, no es sencilla. El niño que mama no puede entender que la mamá le ha negado algo, pero mientras más crece, mejor entiende las negativas de su madre. El cristiano que es como un niño destetado, que ha dejado su infancia espiritual, es capaz de no llorar caprichosamente por lo que quiere, y reconocer que en el amor de Dios, aun las negativas son parte de Su amor. La fe infantil cree que llorando va a obtener estrictamente todo lo que pide, mientras que la fe madura cree que tanto lo que recibe, como lo que no recibe son muestras de la sabiduría y del amor de Dios. El consuelo divino atraviesa nuestra desesperación y nos convence de que todo estará bien y que toda clase de cosas estarán bien Hay una fe infantil y una fe madura. Al primer amor le distingue la euforia y la pasión por Dios, una fe que nunca debiéramos perder; pero la fe madura es una fe que confía con compromiso y pasión. El cristiano no es como un bebé que llora a gritos porque desea mamar, sino que descansa tranquilamente como un niño destetado.

Los niños son el reflejo de la bondad olvidada de los adultos.


Lunes 7 de abril

Lectura del día: Salmos 127:3-5

Hijos: herencia de Dios

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Salmos 127:3

E

s cierto que hay hogares en donde Dios no ha enviado hijos, pero en aquellos en donde si los hay, traen bienaventuranza a sus padres. La primera enseñanza que Salomón nos da en este salmo atribuido a su autoría es que los hijos son un don de Dios, el fruto de Su gracia, herencia de nuestro Padre celestial. Significa que no son nuestros de origen y que nosotros al recibirlos somos administradores de ellos, durante los años que el Señor nos los concede en esta vida. El honor, la satisfacción, la felicidad a través de los hijos se prolonga de generación a generación hacia el futuro, además de que hace dichosos a todos los seres humanos, que por la gracia de Dios han trasmitido la vida. Hay un valor especial en aquellos hijos que han nacido cuando sus padres son relativamente jóvenes: Serán fuerza y defensa contra sus enemigos. Además los hijos traen seguridad y son una fuente de satisfacciones y gozo para los padres. Una Biblia y un premio nobel de la paz que pertenecieron a Martin Luther King, Pastor bautista y defensor de los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos de Norteamérica, tienen confrontados a sus hijos Bernice Albertine, Martin Luther King III y Dexter Scott, ya que quieren vender estos objetos. Bernice considera que la venta sería “inadmisible, negligente en el plano histórico y totalmente criticable en el plano moral”. Los hijos han obtenido unos 32 millones de dólares por la venta de documentos personales del Dr. Martin Luther King. Es evidente que no todas las herencias son una bendición, algunas ocasiones son motivo de división y querellas civiles. Si tienes hijos, considéralos una bendición de Dios, ora siempre por ellos y recuerda que son una herencia valiosa que el Señor te concede.

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Martes 8 de abril

Lectura del día: Mateo 21:12-17

La alabanza

…y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza? Mateo 21:16

¿Q

ué es alabanza? Es la expresión de un alma agradecida, que siente alegría, júbilo, emoción, por la grandeza de un Dios lleno de amor y por las bendiciones que recibe de Él. Expresa esa emoción sin inhibiciones con palabras, cantando, clamando, con instrumentos musicales, aplaudiendo, danzando, ofrendando, etc. Es importante reconocer que la alabanza es la expresión de un sentimiento genuino del corazón. Es más que simplemente cantar, palmear o decir frases aprendidas, imitando a otros. Es exteriorizar una vivencia interior genuina. ¿Y quién mejor para actuar de esta manera que un niño? En las Escrituras se encuentra con frecuencia la alabanza y la acción de gracias en un mismo movimiento del alma. En ellas se suscitan las mismas manifestaciones de gozo, sobre todo en reuniones y donde los creyentes rinden una y otra vez gloria a Dios. Es evidente la necesidad en el creyente de adorar y alabar a Dios. Nadie que haya experimentado y conocido el amor de Dios puede permanecer indiferente ante Su presencia y gloria, aunque sabemos que la alabanza es voluntaria (Sal. 54:6); y sin embargo es un mandamiento (Sal. 103:1) y no una sugerencia. En la alabanza no hay distinción de clases, sexo, ni edades (Sal. 148:12). Los niños no son más ni menos delante de la presencia de Dios. Jesús nos invita a que los niños se acerquen a tener una relación personal con Él mismo. Según el Salmo 8:2, de la boca de los niños y de los que maman perfeccionó Dios la alabanza. El niño no tiene inhibiciones, mucho menos complejos para expresar su amor a Dios, y en su debilidad Dios se perfecciona. ¿Deberíamos imitarlos? Sin lugar a dudas. Si nuestro acercamiento a Dios fuera con la naturalidad y sencillez de un niño, nuestra adoración sería más genuina; sería más producto del corazón como fruto de una verdadera relación, más que del compromiso social de la participación del culto.

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Miércoles 9 de abril

Lectura del día: Marcos 9:33-37

Adorando juntos

Y tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dijo: El que reciba en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió. Marcos 9:36-37

E

n más de una ocasión encontramos a Jesús involucrando a los niños en Su ministerio y enseñanzas. No podemos enseñar algo que no conocemos o creemos, pues su resultado será muy débil. Cuando alabamos a Dios con los niños no debemos bajarnos a su nivel, más bien tenemos que subirnos a su nivel. (Mt. 18:1-4) Jesús tomó a un niño para ayudar a Sus egocéntricos discípulos a captar la idea.

No necesitas ser infantil (como los discípulos, que discutían por insignificancias), sino más bien como niño de corazón humilde y sincero.

Según los versículos 5 y 6 de Mateo 18, este privilegio de enseñar y guiar a los niños es una enorme responsabilidad, y no un pasatiempo. Sólo a través de una experiencia personal con Cristo, a través de la alabanza, podremos transmitir ese sentir de acción de gracias a los niños y gozar de la unidad. La invitación a la unidad en el amor y la fe es hoy para nosotros, de la misma manera como vemos a nuestros hijos vivir en armonía aun con aquellos que no conocen. La relación se forma en un instante y después, de un pequeño juego, se han hecho verdaderos amigos. Hoy en día el reto como servidores e Iglesia es compartir la bendición de alabar y adorar a Dios todos juntos: adultos y niños. Recuerda que ellos también son parte de nuestra familia. A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza. Miqueas 2:9

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Jueves 10 de abril

Lectura del día: Salmos 139:14-24

Capacidad de asombro

Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. Salmos 139:14

L

a inocencia de un niño no refleja ignorancia, ingenuidad o falta de madurez, sino que refleja la sorpresa, la ilusión, la imaginación, su limpia y maravillosa manera de ver las cosas. Hace unos días fui testigo de una improvisada conversación entre un padre y su niño de 4 o 5 años. Sentados tras de mí en un avión, un papá explicaba con cariño a su hijo cómo era el avión, cómo se echaría a volar por los aires, supongo que con la intención de tranquilizar y enseñar al niño aquella nueva experiencia. El pequeño atendía a su padre con los ojos vivaces, con la boca abierta por todas las novedades que le contaba su papá; prestaba mucha atención, miraba con curiosidad y tocaba todo con entusiasmo. Todo esto ocurría mientras despegó el avión y cuando ya estábamos muy alto, el niño miró con atención las alas del avión que se veían desde la ventanilla, se volvió sorprendido a su papá y preguntó: “Pero papá ¿por qué las alas del avión no se mueven? ¿Cómo puede volar?” En su inteligencia inocente, él esperaba que el avión volase batiendo las alas como si fuera un pajarillo. Madurar no debiera suponer el abandono de esta capacidad de respuesta sincera, el dejar de aprender.

Dejémonos sorprender y ejercitemos nuestra curiosidad por las cosas, por las personas, por el mundo que nos rodea y, sobre todo, por la inocencia. No debemos perder la capacidad de asombrarnos. Esa es una cualidad de los niños que perdemos con el paso del tiempo. Ya casi nada nos impresiona. Incluso, somos testigos de milagros que suceden a nuestro alrededor y lo vemos “normal”. Hoy te invito a recuperar esa capacidad de asombrarte por lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en nuestros días.

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Viernes 11 de abril

Lectura del día Lucas 9:46-48

Infancia espiritual

… y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande. Lucas 9:48

J

esús ilustra de una manera gráfica la doctrina esencial de la relación divina: Dios es nuestro Padre y nosotros Sus hijos; nuestro comportamiento se resume en saber hacer realidad la relación que tiene un buen hijo con un buen padre. Ese espíritu de relación divina lleva consigo el sentido de dependencia del Padre del Cielo y el abandono confiado en Su providencia amorosa, igual que un niño confía en su padre; la humildad de reconocer que por nosotros nada podemos; la sencillez y la sinceridad, que nos mueve a mostrarnos tal como somos. Volverse interiormente como niños, siendo personas mayores, puede ser tarea costosa: requiere de un carácter recio y fortaleza en la voluntad, y un gran abandono en Dios. «La infancia espiritual no es ingenuidad o infantilismo espiritual, ni “blandenguería”: es camino cuerdo y recio que, por su difícil facilidad, el alma ha de comenzar y seguir llevada de la mano de Dios». El cristiano decidido a vivir la infancia espiritual, practica con más facilidad el amor, porque «el niño es una criatura que no guarda rencor, ni conoce el fraude, ni se atreve a engañar. El cristiano, como el niño pequeño, no se aíra si es insultado, no se venga si es maltratado. Más aún: el Señor le exige que ore por sus enemigos, que deje la túnica y el manto a los que se lo llevan, que presente la otra mejilla a quien le abofetea (Mt 5, 40)». El niño olvida con facilidad y no almacena los agravios. El niño no tiene penas. La infancia espiritual conserva siempre un amor joven, porque la sencillez impide retener en el corazón las experiencias negativas. « ¡Has rejuvenecido! Efectivamente, adviertes que el trato con Dios te ha devuelto en poco tiempo a la época sencilla y feliz de la juventud, incluso a la seguridad y gozo -sin niñadas- de la infancia espiritual... Miras a tú alrededor, y compruebas que a los demás les sucede otro tanto: transcurren los años desde su encuentro con el Señor y, con la madurez, se robustecen una juventud y una alegría indelebles; no están jóvenes: ¡son jóvenes y alegres! »

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Sábado 12 de abril

Lectura del día: Lucas 18:15-17

El lenguaje del amor

Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. Lucas 18:16

E

n los relatos de los Evangelios, Jesús reconoció el gran valor de los niños. En una cultura que tendía a ignorar, y por lo tanto, a devaluar a los niños, Jesús puso en claro que Él veía a los niños como personas con gran valor ante los ojos de Dios. Jesús extendió Su alcance a los niños, recibiéndolos en Su presencia y bendiciéndolos (Mateo 19:14-15). En varias ocasiones Jesús se desvió de Su camino para sanar niños (Lucas 8:49-56). Él estaba dispuesto a ser “molestado” para poder ministrar a los niños. ¿Cómo podemos extender nuestro alcance con el amor de Jesús para bendecir a los niños en nuestro hogar, vecindario, Iglesia y comunidad? Una clave es entender que el amor es como un lenguaje—debe ser hablado (expresado) y entendido (recibido).

Aprender cómo un niño percibe y recibe el amor es esencial para aquellos que buscan bendecir a los niños con el amor de Jesús. No todo niño habla el mismo lenguaje del amor. Un adulto puede generosamente extender amor a un niño usando un lenguaje del amor, sólo para encontrar que el niño no se siente amado porque él no “habla” ese lenguaje particular. Quizás el lenguaje del amor preferido en un niño es el toque físico apropiado, pero los padres, aunque generosos al darle regalos, están físicamente distantes del niño, y como resultado él se siente no amado. Tenemos que ser cuidadosos para discernir cómo un niño recibe el amor y entonces extender nuestro alcance usando ese lenguaje del amor.

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Domingo 13 de abril

Lectura del día: 1 Corintios 14:20-25

Siendo sencillos

Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1ª Corintios 14:20

L

a sencillez es una de las principales manifestaciones de la infancia espiritual. Es el resultado de haber quedado abandonados ante Dios, como el niño ante su padre, de quien depende y en quien confía. Delante de Dios no cabe el aparentar o el disimular los defectos o los errores que hayamos cometido, y también hemos de ser sencillos al abrir nuestra alma en la dirección espiritual personal, manifestando lo bueno, lo malo y lo dudoso que haya en nuestra vida. Somos sencillos cuando mantenemos una recta intención en el amor al Señor. Esto nos lleva a buscar siempre y en todo el bien de Dios y de las personas, con voluntad fuerte y decidida. Si se busca a Dios, el alma no se enreda ni se complica inútilmente por dentro; no busca lo extraordinario; hace lo que debe, y procura hacerlo bien, de cara a Él. Habla con claridad: no se expresa con medias verdades, ni anda continuamente con restricciones mentales. No es ingenuo, pero tampoco suspicaz; es prudente, pero no receloso. En definitiva, vive la enseñanza del Maestro: Sed prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas. «Por este camino llegarás, amigo mío, a una gran intimidad con el Señor: aprenderás a llamar a Jesús por Su nombre y a amar mucho el recogimiento. La disipación, la frivolidad, la superficialidad y la tibieza desaparecerán de tu vida. Serás amigo de Dios, y en tu recogimiento, en tu intimidad, gozarás al considerar aquellas frases de la Escritura: Dios hablaba a Moisés cara a cara, como suele hablar un hombre con su amigo». Pidámosle hoy a Dios que nos dé un corazón sencillo y lleno de amor para tratar a Su Hijo; que aprendamos de los niños, que con tanta confianza se dirigen a sus padres y a las personas que quieren.

Ser humilde no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti.


Lunes 14 de abril

Lectura del día: Juan 12:1-8

Preparándose para el final

Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. Juan 12:7

E

l Evangelio según San Juan ubica este evento antes de la entrada de Jesús a Jerusalén. El sábado anterior del día que hemos llamado “Domingo de palmas” o “La entrada triunfal”, y que puede interpretarse como que el Señor Jesús se prepara para descender a Jerusalén y enfrentarse al cumplimiento del propósito por el cual había venido a este mundo: Morir por la humanidad y ganar el perdón de pecados para el ser humano. El evangelista Juan dice que ocurrió seis días antes de la pascua y en Betania, durante una cena en casa de su amigo Lázaro. Mientras Marta estaba en su papel característico sirviendo, María apareció en escena y derrama un perfume de nardo puro, de una libra o su equivalente, 340 gramos, de mucho precio y ungiendo los pies del Señor Jesucristo y enjugándolos con sus cabellos. La interpretación que Judas Iscariote le dio es que se había desperdiciado un recurso de doscientos denarios para dar a los pobres. Para el Señor Jesús este acto de amor significó que ella estaba anticipándose a Su sepultura, y le preparó ungiéndole. Hay cosas que podemos hacer en cualquier tiempo, pero María supo entender la acción precisa de preparación para el momento último de la tarea y plan de Cristo Jesús en la Tierra. El resultado fue que muchos judíos creyeron en Jesús, aunque los principales sacerdotes acordaron dar muerte también a Lázaro. Mientras recorría un reo el pasillo hacia la silla eléctrica, uno de sus guardias le compartió su testimonio de cómo había sido salvo. El reo le pidió que orara por él, diciéndole que estaba arrepentido por el crimen que había cometido. De manera oportuna, al clamar a Dios mientras esperaba su muerte, le preparó para la eternidad al invitarlo y el sentenciado a aceptar a Cristo en su corazón. Si Dios pone en tu corazón realizar un acto de amor en Su obra durante esta semana, hazlo. Hay oportunidades que se nos van por no actuar en el momento indicado.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Martes 15 de abril

Lectura del día: Lucas 19:37-42

Iniciando el final

Diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos. Lucas 19:42

S

eguramente que la vista de la ciudad de Jerusalén desde el Monte de los Olivos era un contraste con el estado de ánimo que nuestro Señor Jesucristo tenía. El majestuoso templo, los palacios, los jardines, las construcciones lujosas y el muro que rodeaba la ciudad daban una visión de belleza y esplendor, unida a la gran historia sagrada de siglos. En el maestro Jesús, esta impresión provocó lágrimas, porque Él vio lo que otros no podían ver: El juicio que vendría sobre esta ciudad, su destrucción. Todos sus esfuerzos para evitarlo habían sido rechazados y menospreciados. En el libro; “El Príncipe que ha de venir”, de Editorial Portavoz, se cita: «Sir Robert Anderson, el famoso estudioso de la Biblia, ha puesto gran significado en las palabras “en este tu día”. Según la profecía de Daniel 9:24-27 (frecuentemente llamada la profecía de las setenta semanas), Dios dijo a Daniel que trataría con Israel por otras setenta “semanas” o 483 años, el Mesías sería rechazado y crucificado. La profecía empezaría el 14 de marzo del 445 a. C. Anderson sugiere que si empezamos a contar a partir de esa fecha descubrimos que los 483 años (173,880 días) terminan el 6 de abril del año 32 d. C. Fue exactamente en ese día que Jesús entro en Jerusalén montado en un pollino y, aunque bien recibido por las masas, fue oficialmente rechazado por los líderes de Israel. Según Anderson, nuestro Señor pensaba en esto cuando pronunció esta declaración.» El Médico Lucas nos dice: “Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto”. El pueblo no sabía que Jesús había principiado la semana final de Su vida y ministerio terrenal, para llegar al propósito redentor de Dios para la humanidad. Para nosotros, seguramente, en “este nuestro día” Dios tiene planes maravillosos que quiere cumplir, si podemos verlos y creerlos.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Miércoles 16 de abril

Lectura del día: Mateo 21:18-22

Limpieza del camino

Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. Mateo 21:19

L

a limpieza del templo lo relata Mateo inmediatamente después de la entrada triunfal, como si hubiera sucedido el mismo día. Marcos (11:15-19) indica que sucedió el lunes. La razón pudiera ser la costumbre de Mateo de unir dos narraciones en una, como Lucas también lo hace (19:45-48). Juan 2:13-17 relata una limpieza del templo, cerca del comienzo del ministerio de Jesús. Alfredo Plummer dice: “No es creíble que haya habido dos limpiezas”. Salmón escribe: “Estamos en libertad de aceptar el relato de Juan, de que nuestro Señor hizo Su protesta contra la profanación del templo en una visita anterior al sagrado lugar y creer que después de una ausencia de más de un año, al regresar con una compañía de discípulos galileos, Él presentó sus exigencias con más vigor”. En el atrio de los gentiles había un mercado donde se vendían ovejas y bueyes para los sacrificios, aunque había otro comercio que era controlado por los parientes del sumo sacerdote, así los peregrinos de Galilea se evitarían los inconvenientes de traer una oveja desde lejos. El otro negocio bastante productivo era el de los cambistas, quienes cobraban una cuota por cambiar moneda romana o griega por moneda fenicia, que era la aceptada para pagar el impuesto del templo de dos dracmas (Mateo 17:24), que todo varón adulto judío debía cubrir. Cuando Jesús venía de Betania hacia Jerusalén, sintió hambre y buscó frutos en una higuera, pero no los encontró y al maldecirla, el arbusto se secó en seguida. Dos lecciones recibieron los discípulos: primero, una amonestación contra la hipocresía. La higuera tenía hojas, pero no frutos. Si lo aplicamos al pueblo de Israel, diríamos que se decían ser hijos de Dios, pero no daban frutos de la gracia de Dios. Negaban su posición con la impiedad de su conducta. La segunda enseñanza que Jesús les da es que, todo lo que pidieran en oración, creyendo, lo recibirían. Pidamos a Dios limpieza de toda mala obra.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Jueves 17 de abril

Lectura del día: Marcos 14:1-15

Jueves de comunión

Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí. Marcos 14:15

D

e la última reunión de Cristo con sus discípulos tenemos cinco relatos. Cuatro de ellos los escribieron los evangelistas (Mateo 26:17-29; Marcos14:12-25; Lucas 22:7-20; Juan 13:1-38) y el quinto el apóstol Pablo (1 Corintios 11:23-26). El Evangelio de Juan presenta el relato de la Cena en sí, sin los detalles y el diálogo que los otros evangelistas escriben. Pero con un elemento que los otros Evangelios no tienen, que es el lavatorio de los pies de los discípulos por el Señor. Es una lección actuada de la esencia del evangelio. Concluye el relato con un sabor agridulce: anunciando la traición y cantando un himno, para salir al Monte de los Olivos. El escrito del apóstol Pablo es muy distinto. Está escribiendo a una iglesia que se autoproclama espiritual, pero que viven carnalmente. En cuanto a la Cena del Señor, invalidaban su eficacia con egoísmo evidente, divisiones y embriaguez. La reflexión es elemental: Si nuestras relaciones humanas no son cordiales y benéficas, si el egoísmo y la falta de amor norman nuestra conducta, especialmente en la distribución de lo que tenemos, se invalida la obra de Cristo. En Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, un grupo evangélico renta un pequeño local para sus cultos de adoración. Este local fue, antes de templo, una lavandería. Allí llegaba ropa sucia, ajada, sucia, para ser lavada, planchada, renovada. En cierta forma, el lugar sigue siendo una lavandería, pero ahora espiritual, porque allí llegan corazones, voluntades, cuerpos manchados, cansados, arrugados por el pecado, para ser lavados y renovados en su comunión con el Cristo de la toalla y el lebrillo. La fortaleza queW recibimos ahora al participar del sacramento de la Cena del Señor es para que recordemos y compartamos con otros el mensaje del amor de Cristo, que ama, que perdona, que trasforma nuestra vida y nos da la esperanza de la vida eterna.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Viernes 18 de abril

Viernes 18 de abril

El fin de las edades

«Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? » Mateo 24:3

M

ateo capítulo 24 registra lo que se ha llamado “El Sermón en el Monte de los Olivos”. Es el único mensaje extenso que aparece en los tres evangelios Sinópticos. Juan, en su evangelio, nos presenta el último discurso de Jesús en el Aposento Alto. El tema de este discurso es el Espíritu Santo que hace que la presencia de Cristo sea real para nosotros. Algunos estudiosos de la Biblia consideran que el tema de Mateo 24 se refiere a la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.; otros creen que se refiere al final de los tiempos. Más bien, parece que el material está entrelazado y algunas predicciones pueden aplicarse a ambos períodos. Crisóstomo y algunos Padres de la Iglesia sostenían que hasta el verso 22 se refería a la caída de Jerusalén. Esto parece más acertado, en lugar de aplicar todo el capítulo a uno de los dos temas solamente. A la pregunta de los discípulos: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?, el Señor Jesús les da por lo menos diez señales del fin de las edades: la aparición de falsos mesías, guerras y rumores de guerras, pestes, hambres, terremotos, los seguidores de Cristo serán entregados a tribulación, muchos tropezarán y se aborrecerán, aparecerán falsos profetas que engañarán a muchos, habrá enfriamiento del amor cristiano y la evangelización del mundo. Y en el verso 13 concluye con una promesa: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Un sitio de internet llamado: “Nosotros.cl” ha encontrado hasta 44 señales del fin. Hablan de la conclusión de la dispensación del cristianismo gentil y el retorno de Israel a creer en Cristo. Hablan también del enriquecimiento económico del pueblo judío, de la restauración del idioma hebreo como lengua oficial y del Ciclo Shekel como moneda de intercambio. Estemos preparados como si hoy fuera la Segunda Venida de Cristo.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Sábado 19 de abril

Lectura del día: Isaías 40:12-31

Resultados de la espera

Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas; correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40:31 nvi

D

ios puede estar moviéndose en muchos lugares al mismo tiempo, actuando en circunstancias que están más allá de nuestro control. Durante un período de espera, Dios no solo está actuando en nuestro corazón, sino también en el corazón de otras personas. Y todo ese tiempo está aumentando nuestras fuerzas. Aunque la pluma del profeta puso estas palabras hace siglos, este versículo de la Biblia es tan pertinente y relevante como lo que tú lees en el periódico de la mañana, pero mucho más confiable. De este versículo aprendemos que cuando esperamos suceden cuatro cosas. Primero, recibimos nuevas fuerzas. Es posible que nos sintamos débiles, e incluso intimidados, cuando nos volvemos a nuestro Señor. Pero sorprendentemente, mientras esperamos, cambiamos nuestra debilidad por fortaleza divina. Segundo, tenemos una mejor perspectiva. El versículo dice que “volarán como las águilas”. Las águilas pueden divisar a varios kilómetros de distancia a un pez en un lago, en un día claro. Al remontarnos como las águilas cuando esperamos, tenemos una mejor perspectiva de nuestra situación. Tercero, almacenamos más energías. “Correremos y no nos fatigaremos”. Observa que está en tiempo futuro. Cuando nos enfrentamos a las cosas que tememos, las enfrentaremos con nuevas fuerzas, con más energías que podremos utilizar. Cuarto, nuestra determinación de perseverar será mayor. “Caminaremos y no nos cansaremos”. El Señor nos comunica seguridad. Pone acero en nuestros huesos, por así decirlo. Comenzamos a sentirnos cada vez más invencibles. Recibiremos nuevas fuerzas. Tendremos una mejor perspectiva. Almacenaremos más energías. Nuestra determinación de perseverar será mayor. Todo esto sucede cuando… esperamos. Él es quien nos levanta, nos revitaliza y nos capacita para perseverar cuando todo en nuestro interior nos dice que no podemos dar un paso más.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Domingo 20 de abril

Lectura del día: Marcos 10:13-16

Dios nos bendice para bendecir

Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Marcos 10:16

E

s muy interesante la manera como nuestro Señor Jesucristo dejó de atender a las necesidades de los adultos para enfocarse a los niños, quienes con más sencillez que los mayores de edad reciben su bendición. En términos generales, la bendición puede interpretarse en dos actos: Dios bendice a su pueblo y el pueblo bendice a Dios. El apóstol Pablo en Efesios 1:3 nos comparte: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. En Mateo 26:26 nos dice, “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.” La bendición de Dios viene sobre nosotros y a su vez, nosotros bendecimos a Dios dando gracias, alabanza y adoración. Dicen los estudiosos de la Biblia que la bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona, confiriéndole prosperidad, paz, gozo y felicidad. Por eso cada vez que alguien te dice: “Que Dios te bendiga”, no sólo está deseando lo mejor para ti, sino también está atrayendo el favor de Dios hacia tu persona. La bendición comienza en una relación íntima con Dios. La persona que vive en la presencia de Dios, amándole, obedeciéndole, haciendo su voluntad, puede disfrutar de la bendición de Dios en su vida. Luego continúa en la familia, en la Iglesia y en todas las relaciones interpersonales que desarrollamos. Javier, Héctor y sus hermanas tienen la bendición de haber nacido en el hogar de Héctor Guillermo y Martha, quienes son padres cristianos. La fidelidad de ellos hacia Dios y su servicio hacia Él, hacen de esta familia una bendición e inspiración para quienes les conocemos y les amamos. Él provee para las necesidades en su hogar y comparte la Palabra por medio de su testimonio de vida y sus palabras. Ella dando amor, ropa limpia y planchada, comida deliciosa y mucha atención y alegría a los suyos. Pide a Dios esta semana bendición para una familia que conoces y amas.

Cristo murió por mí, ahora yo vivo por Él.


Lunes 21 de abril

Lectura del día: Ester 4:1-17

Un silencioso interludio

… yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca. Ester 4:16

E

ntre los capítulos 4 y 5 de Ester, hay una pausa de tiempo. Es un espacio de suspenso en el que no sabemos qué está sucediendo. No hay nada escrito que podamos leer. Al final del capítulo 4 dejamos a Ester cuando ésta le manda a decir a Mardoqueo que iba a presentarse delante del rey sin ser invitada, lo cual podía significar su muerte inmediata. En seguida hay una pausa, y retomamos la historia en el capítulo 5, 3 días después cuando Ester está preparándose para entrar a la presencia del rey sin saber qué le reserva el futuro. Literalmente desobedece la ley del país importunando consciente y deliberadamente al rey. Este espacio representa un interludio silencioso pero importantísimo en el que Ester acude a su fuente de fortaleza. Qué fácil nos resulta olvidarnos de esa fuente. Qué fácil nos resulta creer que ella nació con la conciencia de una mujer como la madre Teresa de Calcuta y con la valentía de una Juana de Arco. Sin embargo, de la misma manera que nadie nace con prejuicios, nadie nace tampoco siendo valeroso. ¿Enseñas a tus hijos a salir en defensa de lo que creen? ¿Estás enseñando a tus nietos a ser personas de carácter, cueste lo que cueste? Así es como aprenderán a tenerlo. Déjame ahora hacerte una pregunta más aguda. ¿Estás siendo un ejemplo de verdadero carácter? Eso dejará grabado el mensaje de manera permanente en sus mentes. Ester no vino a este mundo con una conciencia sensible y un corazón valiente. Lo aprendió de su primo Mardoqueo, quien se convirtió en su mentor y padre adoptivo. Él sabía hasta dónde podía llevarla con el desafío que le hizo. Ella estuvo a la altura del reto y dijo: “Haré exactamente lo que me has enseñado a hacer”. “Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo, no se apartará de él” (Proverbios 22:6).

No tengas miedo de ser el mejor.


Martes 22 de abril

Lectura del día: Salmos 128:1-4

Los hijos son una buena inversión Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. Salmos 128:3

R

econocemos que los hijos significan una enorme responsabilidad, pero que también vienen a ser una gran bendición y alegría en la familia. El Salmo 128 presenta a los hijos como de ayuda, apoyo y defensa de sus padres en todos los terrenos, incluso ante el tribunal y frente a sus adversarios. Los que tienen hijos han hecho una buena inversión para el futuro. Se presenta al padre como el guerrero con su aljaba llena de flechas, bien preparado, nunca le faltarán recursos en el peligro. La bienaventuranza es para el hombre que anda en los caminos de Dios, que le tiene un reverente respeto, que está dispuesto a tomarle en cuenta siempre. Ha conseguido la bendición de tener un trabajo fructífero, un sustento asegurado, prosperidad. Remata el Salmista con un “y te irá bien”. La esposa es presentada como una viña fecunda, con numerosos hijos. En el Antiguo Testamento, la fertilidad es considerada como una bendición de Dios y la esterilidad como una maldición. Se presenta una escena de comida familiar: Llega el padre con el fruto de su trabajo en las manos, comparten el pan, hay cariño entre ellos y felicidad. Esta es la bendición que Dios derrama sobre los que le honran. Concluye el salmista que esta bendición permanece por toda la vida y continuará con su larga descendencia. Alejandro y María se habían casado y no tenían hijos. Una noche, durante el Culto de Fin de Año su pastor dijo que oraría por aquellos que tuvieran la petición de un milagro a Dios y ellos oraron por un hijo. Dios pronto les contestó y en los años siguientes tuvieron dos hijas y un hijo. La bendición fue triple. Pero la dicha mayor vino cuando una de sus hijas se fue al campo como misionera y su hijo sirve a Dios en una Iglesia como pastor, la otra está felizmente casada. Da gracias hoy por tus hijos y declara bendición sobre ellos.

No tengas miedo de ser el mejor.


Miércoles 23 de abril

Lectura del día: Lucas 10:21-24

De niños a niños

En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. Lucas 10:21

E

n numerosas ocasiones la Biblia nos habla de los niños biológicos y de los niños espirituales. De los primeros dice nuestro Señor Jesucristo que de ellos es el reino de los cielos” y en Mateo 18:3 nos exhorta: “… De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” Y en una oración maravillosa dice: “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó” (Lucas 10:21). También nos habla el Nuevo Testamento de los niños en la fe. Escribiendo el apóstol Pablo su primera carta a los Corintios les dice: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.” Después les dice en 14:20: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar”. En Efesios 4:14 aconseja: “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”. Pedro enfatiza la conveniencia de tomar el alimento espiritual adecuado para crecer espiritualmente. El pastor Eduardo Duque tiene la costumbre de agradecer a las mujeres cristianas que le hacen algún bien o servicio, diciéndoles: “¡Muchas gracias hermanas. Que Dios les bendiga con hijos!” y generalmente, sobre todo si son mayores de edad, le contestan: “¡Gracias Pastor, pero ya no más de los que tengo!” y él concluye: “No se preocupen mucho, mis hermanas. Alégrense que Dios les bendiga con hijos espirituales”. Las risas enmarcan siempre ese peculiar saludo. Es una bendición maravillosa sufrir “dolores de parto” para tener hijos espirituales. Ora para que Dios te conceda esta bendición o adopta a un recién nacido espiritualmente, que acaba de aceptar a Cristo en su corazón, y apóyalo en su discipulado.

No tengas miedo de ser el mejor.


Jueves 24 de abril

Lectura del día: Éxodo 2:1-10

Dios cuida de sus hijos

Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, l a cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. Éxodo 2:10

E

n la providencia divina, justo en el tiempo en que Faraón manda matar a los niños hebreos, nace el que sería el libertador de este pueblo. Una y otra vez la historia se repite: cuando los seres humanos se ponen en contra de la Iglesia, Dios está preparando su salvación. Amram y Jocabed, padres del pequeño Moisés lo vieron hermoso y decidieron esconderlo, pero al cabo de tres meses se volvió difícil mantenerlo oculto y echan a andar otro arriesgado plan. Cuando coloca Jocabed a Moisés en la débil arquilla de juncos a la orilla del río y a su hermana para que lo vigilara, su vida depende de la protección de Dios. Son minutos en los que todo puede cambiar. Un tronco de árbol en el cauce del río puede voltear la canastilla. Una roca o una ola más fuerte pueden cambiar el rumbo de la vida del pequeño. Una distracción de su hermana mayor puede dar un giro a la historia Son momentos en que la vida del futuro caudillo de Israel depende totalmente de Dios. Recordamos que cuando más abandonados y desamparados nos encontramos sabemos que nuestro Señor está a nuestro lado. Son numerosos los testimonios de pastores y misioneros, como el de Axel, que cuando tenía pocos años de nacido se enfermó gravemente y los médicos dijeron que había muerto, pero un Pastor dijo a sus padres que si creían en Cristo el niño podría sanar y confiaron en el maravilloso Médico Divino y la respuesta llegó rápida y notable. Sus padres lo dedicaron al Señor y ahora le sirve en el ministerio. Si pasas por uno de esos momentos en que te sientes muy vulnerable, recuerda que muy cerca de ti está el Dios maravilloso que cuidará de ti, porque tiene un plan futuro para tu vida. Confía plenamente en Él, aunque sientas soledad y desamparo.

No tengas miedo de ser el mejor.


Viernes 25 de abril

Lectura del día: 1 Samuel 17:33-37

Dios de victorias

Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. 1 Samuel 17:33

L

a historia de la pelea tan desigual entre Goliat y David nos demuestra que cuando Dios está de nuestro lado y contiende por nosotros, la victoria está asegurada. Si consideramos las características de ambos, humanamente hablando, era imposible que el ganador fuera el jovencito David. En altura, en peso, en edad, en experiencia, en armadura, toda la ventaja era para Goliat. Pero el pastorcillo de Israel no venía a pelear con sus recursos o en su propio nombre, sino en el nombre de nuestro buen Dios. Nos dice el verso 45: “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”. Es cierto que David argumentó que en su trabajo de pastor había defendido su rebaño de los leones y de los osos y los había vencido. También que no pudo usar la armadura del rey Saúl, por pesada y de una talla mayor que la suya. Prefirió tomar cinco piedras lisas del arroyo y su honda. Y con esos recursos limitados, a la vista de los humanos, venció al gigante, porque depositó toda su confianza en el Dios que todo lo puede y nos ayuda a vencer a todos nuestros enemigos, por grandes que estos sean. A Jacinto la presunción, el orgullo y la vanagloria lo amenazaban continuamente. Era un alumno brillante, con muy altas capacidades, pero con un espíritu de menosprecio hacia los demás. Solamente cuando tuvo un encuentro personal con Cristo, en el que le entregó su vida completa y le pidió el poder del Espíritu Santo, fue cuando pudo ser victorioso sobre esos gigantes que estaban a punto de vencerlo. Dios le dio humildad y sencillez de corazón que lo hicieron victorioso. Si como David depositamos nuestra confianza en el Dios de la victoria, seguramente nos hará triunfadores sobre aquellos gigantes que nos confrontan cada día.

No tengas miedo de ser el mejor.


Sábado 26 de abril

Lectura del día: 1 Reyes 17:1-7

Un paso a la vez

Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. 1 Reyes 17:4

L

a dirección de Dios incluye también su provisión. Dios dice: “Ve al arroyo, yo te sustentaré”. En su libro, “Se hace de noche”, Vance Havner cuenta la historia de un grupo de agricultores que cultivaban algodón en el sureste de los Estados Unidos cuando el devastador gorgojo invadió los sembradíos. Estos hombres habían invertido todos sus ahorros, dedicado todas sus tierras y puesto todas sus esperanzas en el algodón. Pero luego llegó el gorgojo. No pasó mucho tiempo sin que pareciera que todos ellos estarían destinados a vivir de la beneficencia. Sin embargo, ellos dijeron: “Bueno, no podremos sembrar algodón, así que sembraremos maní”. Asombrosamente, el maní les produjo más dinero que lo que habrían ganado jamás sembrando algodón. Cuando los agricultores se dieron cuenta de que aquello que parecía un desastre, en realidad había sido una bendición, erigieron un monumento en honor al gorgojo. “A veces caemos en una aburrida rutina, tan monótona como cultivar algodón año tras año”, dice Havner. “Luego Dios envía el gorgojo. Nos saca violentamente de nuestra rutina, y tenemos que encontrar nuevas maneras de vivir. Los reveses económicos, una gran aflicción, un padecimiento físico, la pérdida de una posición. ¡Cuántos han llegado a ser mejores agricultores por causa de un problema, y tener una mejor cosecha en sus almas! Lo mejor que nos ha sucedido a algunos de nosotros fue que tuviéramos nuestro propio gorgojo”. ¿Notaste que Dios nunca le dijo a Elías cuál sería el segundo paso, hasta que dio el primero? Dios le dijo a su profeta que fuera donde Acab. Cuando Elías llegó al lugar, Dios le dijo lo que debía decir. Después que dijo todo lo que debía decir, el Señor le indicó: “Ve ahora al arroyo”. No le dijo qué iba a suceder en Querit. Elías no conocía el futuro, pero sí tenía la promesa de Dios: “Te sostendré mientras estés allí”.

No tengas miedo de ser el mejor.


Domingo 27 de abril

Lectura del día: Lucas 2:46-52

Crecimiento integral

Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. Lucas 2:52

E

n dos ocasiones en Lucas 2 se nos menciona algo relacionado con el crecimiento del niño Jesús. En el verso 40 leemos: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” Y en el 52 se señalan las dimensiones de su desarrollo: En el área intelectual, en lo físico, en el aspecto espiritual y en lo social. Creo que todos los padres de familia estamos interesados en un crecimiento integral, sano, completo de nuestros hijos. Una evidencia de que Jesús era un niño sano es que cuando regresaban de Jerusalén a Nazaret, después de la celebración de la Pascua y teniendo sólo doce años, fue capaz de burlar la vigilancia o de aprovechar el descuido de José y María, para quedarse en la ciudad sin que se dieran cuenta de ello. Fueron tres días de angustiosa búsqueda que concluyó, finalmente, en el templo, donde lo encontraron en medio de los eruditos bíblicos conversando y respondiendo a sus preguntas. Por supuesto que no se libró de la regañada que su mamá le dio frente a tan importantes líderes religiosos, incluyendo su “jalón de orejas” y la reprimenda de José durante el camino de regreso a casa. Concluye este evento con el decir del Médico Lucas de que “Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos…” La abuelita Olga se siente contenta de compartir con las visitas que sus nietos y nietas están creciendo y evidencia de ello es lo que han aprendido a hacer. Generalmente llama a la más pequeña de edad y le pone a repetir el Salmo 23 de memoria o que a dúo canten la alabanza que ya se saben, aunque todavía no leen, ni escriben. Algunas veces las chicas se niegan y se ponen a llorar. El abuelo Eduardo sólo atestigua que los nietos están creciendo, sin dar más datos de ello. Si un chico o chica que conoces es inquieto, agradece a Dios que está sano y ora por él o ella.

No tengas miedo de ser el mejor.


Lunes 28 de abril

Lectura del día: Juan 6:8-13

El don de la generosidad

Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Juan 6:9

L

os padres, generalmente estamos interesados en que nuestros hijos aprendan principios, valores y virtudes, que les servirán para el resto de sus días de vida, y que les harán ser positivamente diferentes al resto de los chicos de su edad. Tenemos como recursos de enseñanza el ejemplo, los consejos y las historias de otros que podemos contar. Una de estos valores cristianos es la generosidad que podemos definir como, “la inclinación a dar y compartir con otros por sobre el interés propio o la utilidad”. La acción del generoso se basa en reconocer las necesidades de los demás y tratar de satisfacerlas en la medida de sus posibilidades. Lo contrario a la generosidad es la avaricia. El evangelista Juan no lo menciona, pero podemos inferir que cuando Andrés, el hermano de Simón Pedro señala al jovencito de la historia, éste voluntariamente ha decidido compartir su pequeña porción de alimentos con los demás. Destacamos el hecho de la disposición del niño de poner en las manos de Jesús y los discípulos su comida, sin tomar en cuenta que es muy limitada o de una calidad menor que otras. Simple y sencillamente quiso ser generoso y compartir lo que tenía. La lección aprendida es que cuando ponemos en las manos de Dios nuestros pobres recursos, con su bendición los trasforma en algo extraordinario. En nuestra historia, sirvieron para alimentar a cinco mil hombres, “sin contar a las mujeres y a los niños” que también comieron. Charles Dickens escribió “Un cuento de Navidad” en 1843, que narra la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre muy tacaño que trata mal a las personas y que tiene como única obsesión el dinero. Éste cambia en las fechas navideñas cuando unos fantasmas le hacen recordar su pasado, ver su presente y descubrir su futuro. Como la generosidad no sólo está asociada con el dinero o lo material, podemos ser generosos con nuestro tiempo, cuidando un enfermo, ayudando a un anciano o limpiando una playa. Reconozcamos a los chicos que son generosos con los demás.

Aquel que no es capaz de comunicarse con un niño, no es capaz de comunicarse con nadie.


Martes 29 de abril

Lectura del día: 2 Tesalonicenses 1:3-12

Enseñados a perseverar

Tanto, que nosotros nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis. 2 Tesalonicenses 1:4

L

a nuestra es la generación de lo instantáneo. Queremos todas las cosas de inmediato. Nos negamos a esperar para recibir la dirección o la provisión del Señor, y por eso cedemos al desánimo o procedemos a actuar por iniciativa propia en una total independencia de Dios. Sin embargo, rechazar a Dios porque no podamos hacer las cosas a nuestra manera o adelantarnos al tiempo perfecto en el reloj de Dios, constituyen cursos de acción costosos y decepcionantes. El Salmo 27:14 dice: “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová”. Los tesalonicenses estaban haciendo precisamente esto con excelencia, y Pablo los elogió por mantenerse firmes en la fe, aunque enfrentaban una terrible oposición. Los problemas de estos creyentes no los estaban llevando a renegar de la fe. Más bien, los tesalonicenses estaban confiando en el Señor y madurando en su relación con Él. Por medio de sus dificultades, Dios les estaba enseñando a apropiarse de una esperanza constante y la clase de perseverancia que nada podría destruir. De la misma manera, Él puede permitir que experimentemos dificultades por diversas razones. Él nos enseña a tener disciplina y entereza por medio de esperar. Él puede usar la adversidad para revelar un pecado oculto en nuestra vida. Él quiere enseñarnos a depender de Él como un niño, no de nosotros mismos ni de otras personas. Dios está moldeando nuestro carácter de tal modo que lo honremos con nuestra vida. Dios quiere enseñarnos a confiar en sus caminos y en su tiempo de hacer las cosas, para que también reconozcamos que esto es lo mejor para nosotros. En tiempos de dificultad, aprendemos a perseverar y a asirnos del Señor como nuestra esperanza y nuestra victoria. Nuestros problemas podrán no ser agradables, pero son provechosos en nuestra relación con Él y para nuestro carácter, pues nos enseñan a confiar, depender, esperar en Él y a tener confianza total en su provisión.

Aquel que no es capaz de comunicarse con un niño, no es capaz de comunicarse con nadie.


Miércoles 30 de abril

Lectura del día: 2 Crónicas 34:1-6

Un ejemplo a seguir

De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén. 2 Crónicas 34:1

C

oinciden los relatos del segundo libro de Crónicas 34 con 2 Reyes 22 y 23 cuando dicen que Josías tenía ocho años cuando subió al trono, tras el asesinato de su padre y reinó durante treinta y uno. Resulta sorprendente que un niño llegue a ser ungido rey a tan temprana edad. Podría bien tratarse de una crisis de liderazgo, de tal manera que no hubiera alguien de mayor edad para ese tan importante cargo. O bien por sucesión familiar los descendientes de David van tomando su lugar. Lo interesante es la edad a la que Josías comienza a reinar. El testimonio en 2 Crónicas 34:2 y 1 Reyes 22:2 es: “E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda”. Y de manera acertada, a los ocho años de reinado, siendo un adolescente de dieciseis años, empezó una reforma al interior del pueblo, antes de ir y conquistar otros territorios. Fomentó la búsqueda de Dios, prohibiendo las prácticas idólatras, destruyendo los santuarios a Baal, las imágenes de Asera y del Sol, limpiando a Judá, Jerusalén y las ciudades de Manasés, Efraín, Simeón, Neftalí y los lugares alrededor. El siguiente paso consistió en reparar la Casa de Jehová su Dios, con una inversión económica muy grande. El equipo humano que participó incluía carpinteros, canteros, cargadores, mayordomos, levitas, inclusive los entendidos en instrumentos de música. Y fue allí donde encontraron el libro de la ley de Jehová dado por medio de Moisés y una reforma espiritual comienza. Josías y el pueblo hicieron pacto de guardar la ley de Dios, celebraron la pascua y la fiesta solemne de los panes sin levadura, restituyeron el ministerio sacerdotal, el de los cantores y el de los levitas. Nunca fue celebrada una pascua como esta en Israel desde los días de Samuel el profeta. Ora hoy por los niños que pueden comenzar un avivamiento espiritual en sus familias, a pesar de su temprana edad.

Aquel que no es capaz de comunicarse con un niño, no es capaz de comunicarse con nadie.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.