Cita con Dios - Amor que Conquista (Febrero 2013)

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AMOR QUE

CONQUISTA FEBRERO 2013


Ediciones Ginosko Año III Número 2 “Cita con Dios” ES UNA PUBLICACIÓN MENSUAL GRATUITA Tiraje 11,000 ejemplares

CENTRO DE ALABANZA Y PROCLAMACIÓN Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca), San Sebastián Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Reuniones dominicales: 10:00 am, 12:30 y 6:30 pm Martes: 7:00 pm Oficinas: 2ª Privada de Orquídeas No. 103, Col. Las Flores, C.P. 68050, Oaxaca de Juárez, Oax. Tel. 01 (951) 5151733/Tel. Fax (951)5184878 www.familiacap.org


AMOR QUE CONQUISTA “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”1 Juan 4:18

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na de las principales ocupaciones del ser humano consiste en conquistar al ser amado. ¿A quién no le interesa ser amado o amar a alguien? La mayor parte de nuestros esfuerzos van encaminados hacia quienes amamos; trabajamos y nos esforzamos por ellos; aun en nuestra manera de actuar pretendemos agradar a quienes nos aman. Las más grandes hazañas de la humanidad involucran increíbles historias de amor. Naciones fueron conquistadas, retos fueron alcanzados, reinos cayeron y gobiernos cambiaron movidos por el amor. Pero ¿cómo olvidar la historia de amor más grande de todas las edades, el mayor sacrificio, al más alto precio pagado? Un Padre que sacrificó a su único Hijo para poder adoptar a quienes no lo merecían. Un Hijo que por amor a Su Padre y a quienes ama, le obedece y se ofrece para pagar las deudas de quienes eran Sus enemigos, con el único propósito de transformarles en amigos, en ciudadanos de Su reino y en hijos que reciben herencia. No existe una historia de amor y conquista mayor que ésta. El Creador de los Cielos y la Tierra, ofreció a Su propio Hijo para rescatarnos a nosotros quienes no merecíamos ser llamados hijos de Dios. Jesucristo se dio a sí mismo para pagar las consecuencias de nuestros pecados. Ante nosotros se presenta este nuevo año lleno de retos y metas por conquistar, pero difícilmente podremos alcanzarlos si no tenemos amor por lo que hacemos. El amor es el motor que te proporciona la pasión necesaria para subir la cuesta, soportar la aflicción, pagar el precio, perdonar la ofensa, iniciar de nuevo. Dios nos conquistó con Su amor, Jesús nos ganó por amor, el Espíritu Santo nos cubre cada día con Su amor. Seamos personas que se mueven por amor.

“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.” 1 Juan 4:19

Pastor Elías Betanzos Luis Director General



Lectura del día: Génesis 29:16-28

Viernes 1º de febrero

Una conquista por amor “Y Jacob amó a Raquel, y dijo:Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.” Génesis 29:18

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a historia de Jacob cuando conoce a Raquel en los campos de Harán es muy interesante. Fue la primera muchacha que vio al llegar y resulta que la pastora era “de lindo semblante y de hermoso parecer”, así que prendió el corazón del joven. Y cuando un muchacho se enamora de una joven es capaz de hacer cualquier cosa. Jacob quitó la piedra del pozo, que normalmente la cargarían entre varios hombres, pero ante la muchacha se sintió lleno de vigor y quería demostrar que tenía potentes brazos. Luego, sin esperar más, cántaro por cántaro sacó agua del pozo y dio de beber al rebaño de la muchacha.Y en un acto de emoción desbordado hasta las lágrimas, le dio un beso a la chica y su corazón fue conquistado por ella. Pero la conquista tiene un precio que pagar. Jacob estuvo dispuesto a trabajar para Labán. Dice Génesis 29:20 “Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba”. Cuando hacemos algo por la persona amada, el tiempo pasa volando. Jamás hubiera imaginado Jacob que el costo se duplicaría, porque después de la noche de bodas, descubrió que era Lea y no Raquel.Y preguntó ¿Por qué, pues, me has engañado?” y el argumento cultural es que “No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor”. Allí Jacob decidió trabajar otros siete años por Raquel, el amor de su vida. En el mundo de la naturaleza, el periodo de gestación hasta llegar al tiempo del alumbramiento, puede significar mucho tiempo de espera. Por ejemplo: Un bebé elefante toma alrededor de 22 meses de gestación; el tiburón conocido como pez lija tiene entre 22 y 24 meses de gestación; y la salamandra alpina, que vive a más de 1500 metros de altura, tiene un periodo de gestación de hasta 38 meses. Aunque para Jacob fue larga la espera, 14 años para casarse con la mujer amada, Raquel, valió la pena. Aprendamos a esperar. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: Juan 15:14-21

Sábado 2 de febrero

La confianza en la amistad “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando… os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:14-15

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a base de la relación amistosa con Cristo Jesús no se funda en los méritos, ni en la obra del ser humano, sino en la soberanía de Dios. Cuando nos dice Juan 15:16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca…” la iniciativa de la salvación, de la amistad y del ministerio que Jesús nos ofrece la tomó nuestro Señor. Nosotros tenemos la opción de aceptarla o rechazarla, con sus consecuencias o resultados. El poder del ministerio de los discípulos estaba en el hecho de que no era un ministerio escogido por ellos mismos, sino uno dado por Jesucristo. Un elemento maravilloso es la confianza que se puede tener, de tal manera que se comentan los planes y se revelan hasta lo secreto. Juan nos dice que un siervo no sabe lo que hace su señor, pero nosotros, por la amistad con Jesucristo, recibimos toda la información de los planes de Él para con el ser humano. Se hace hincapié en la intimidad del amor y el nivel de acercamiento, que supera la de un siervo con su amo. Por medio de la Palabra de Dios escrita, tenemos todo el propósito y deseo de nuestro Dios para sus criaturas, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Hace años, un hombre caminaba por las obscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era obscura en las noches. Un amigo se da cuenta de que era Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dijo: - ¿Qué haces Guno?, Tú, un ciego, con una lámpara en la mano, si tú no ves… Entonces el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino.Yo conozco las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí… Agradezcamos a Jesucristo por la confianza que tenemos en Él como quien ilumina nuestro camino.

“Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 1 Juan 4:7-16

Domingo 3 de febrero

Un pacto asombroso “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10

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l pacto de Dios con la nación de Israel estaba basado en el amor de Dios por ellos, no en el amor de ellos por Él. ¡Qué maravilloso! De la misma manera, el pacto de Jonatán con David estaba basado en el amor de Jonatán, no en la respuesta de David. Los que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador somos parte del pacto más maravilloso que Dios haya hecho alguna vez con la humanidad. Dios nos ama por un único motivo: porque ha elegido hacerlo. A la luz de la primera carta del apóstol Juan, reflexionemos acerca de la manera en que nuestro pacto se compara con el pacto de Jonatán con David.

La señal. Dios envió a su único Hijo El sacrificio.“Envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (v. 10). El compromiso de palabra. “Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios” (v.15). La base de ese pacto es la misma que la base del pacto de Jonatán con David: “no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros” (v.10). ¿Podría existir un pacto mayor que éste? ¿Recuerdas el momento en que ingresaste al pacto con Dios a través de Cristo? Si has aceptado a Cristo como Salvador, comparte tu decisión con alguien más lo antes posible. Si ya eres parte de la familia de Dios, toma un tiempo para orar, agradece a Dios por tu salvación y ora por alguien que conoces que aún no ha aceptado a Cristo como su Salvador.

“Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 1 Samuel 18:1-5

Lunes 4 de febrero

Pacto de amistad “E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.” 1 Samuel 18:3

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veces las amistades florecen a lo largo de meses o años. Otras veces alguien toca tu corazón casi de manera instantánea, y parece que le conocieras de toda la vida. ¿Te ha pasado alguna vez? Así de profunda y perdurable fue la amistad entre Jonatán y David. La palabra pacto en el versículo 3 deriva del término hebreo berít, que significa “decisión, convenio. Era un tratado, una alianza de amistad, una promesa. Era un contrato que estaba acompañado de señales, sacrificios y un juramento solemne que sellaba la relación con promesas de bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia”. Si bien en el pacto de Jonatán y David estos tres elementos no son tan evidentes como en otros de las Escrituras, si se hallan presentes.

La señal. Jonatán manifestó su pacto con David al darle su manto, su túnica y sus armas. El sacrificio. Aunque en este caso el sacrificio es menos visible que en otros ejemplos, no por eso es menos profundo. Saúl tenía la intención de que Jonatán se convirtiera en el segundo Rey de Israel, pero su hijo tenía otros planes. Jonatán vio en David a la persona adecuada para convertirse en rey. Se despojó de sus vestiduras reales y se las colocó a David, como símbolo de que él sería rey en su lugar. Es extraño encontrar hombres como Jonatán. Pocas personas ponen “la mira en las cosas de Dios”, arriesgando su propio beneficio y posición. El compromiso de palabra. Jonatán simbolizó el juramento solemne al entregarle a David sus armas de protección: su espada, su arco y su cinturón. Le dio simbólicamente a David todo lo que tenía para protegerle de todo mal y asegurar su posición como futuro rey. ¿Tienes el privilegio de conocer a alguien como Jonatán? ¿Has conocido a alguien que haya renunciado al poder o a una posición para cumplir la voluntad de Dios? Agradece a Dios por habernos dado ejemplos a imitar. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 1 Samuel 19

Martes 5 de febrero

Control sobre las emociones “Cuando lo supo Saúl, envió otros mensajeros, los cuales también profetizaron. Y Saúl volvió a enviar mensajeros por tercera vez, y ellos también profetizaron.” 1 Samuel 19:21

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os celos de Saúl aumentaban cada vez más. Su locura le hizo ir varias veces de un extremo a otro. Se volvió paranoico y homicida para con David; luego volvió en sí por un tiempo sólo para dejar que su locura le consumiera nuevamente. Probablemente todos hemos estado en el lugar de Saúl en algún momento. Algo nos enfurece, y entonces alguien intenta “hacernos entrar en razón”. Nos sentimos un poco mejor y prometemos alejar nuestra ira para siempre. Sin embargo, luego vuelve con el poder de un vendaval. Nuestras emociones encendidas de manera negativa pueden ser más poderosas de lo que somos nosotros. Cuando las emociones negativas comienzan a controlarnos, nuestro mejor recurso es buscar a Dios, acercarnos confiadamente al trono de su gracia y así alcanzar misericordia. Consuélate en el hecho de que Cristo sabe lo que se siente al ser tentado por los sentimientos (Hebreos 2:18; 4:15). Este pasaje termina con un relato gracioso. Cuando Saúl se enteró de que David estaba con Samuel, envió soldados para que capturaran al joven, pero cada vez que entraban a la presencia de los profetas de Samuel, el Espíritu de Dios venía sobre ellos y ellos también comenzaban a profetizar. Finalmente, a él le sucedió lo mismo. Cuando el Señor se involucra vemos verdaderos resultados.Vemos cómo el amor es más poderoso que los celos, la piedad es más poderosa que la maldad y el Espíritu de Dios es más poderoso que cualquier otra cosa. Los mejores planes trazados por reyes y reinas se desmoronan bajo el poderoso Espíritu de Dios. Como hijos de Dios, no tenemos que dejarnos llevar por la manera en que nos sentimos. Nuestro Dios es grande. ¡Entrégale a Él tu corazón! “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: Juan 15:11-17

Miércoles 6 de febrero

La amistad eterna “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:15

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ay de amistades a amistades: desde las fugaces, las que duran poco, hasta las que duran muchos años, inclusive pueden durar toda la vida. Pero solamente hay una que es eterna y es la amistad con nuestro Señor Jesucristo. Comienza en esta vida, pero continúa después de la muerte. Cambia nuestra conducta, nuestra mentalidad, nuestra manera de ser al conocerle e iniciar una amistad con Él y como dice el salmista: “Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte”.

La amistad que Cristo ofrece está basada en el amor. El amor nos lleva a la obediencia. La obediencia tiene una lógica simple, dice Jesús: “Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Si me aman, guarden mis mandamientos”. La obediencia nos lleva al gozo, al gozo del Señor, no al del mundo que es pasajero.Y llega a la máxima expresión del amor y la amistad: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (13). Poner la vida por los amigos, muchas veces significa sacrificar los propios deseos, anhelos, intereses o planes. Tal vez invertir tiempo, esfuerzo, finanzas, todo lo necesario. Jesús nos demuestra su amor, por medio de su muerte voluntaria que ganó nuestra salvación. Policarpo, obispo de Esmirna, quien fue sacrificado en la hoguera en el año 155 d. C., durante el gobierno del emperador Antonino Pio, respondió cuando quisieron hacerle apostatar de su fe en Jesucristo -- “Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?”. Su profunda amistad con su Señor no le permitió negarle. La amistad que Cristo nos ofrece supera la posición de ser siervos, porque hay tal confianza que nos comparte los planes de Su Padre Celestial. Agradezcamos a Dios esta amistad eterna con Jesucristo. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 2 Samuel 1:1-27

Jueves 7 de febrero

Una amistad verdadera “Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres.” 2 Samuel 1:26

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n el mundo comercial, en febrero se celebra “El mes del Amor y la Amistad” y se fomenta la demostración de cariño por medio de regalos, tarjetas, serenatas, comidas y otras. En el mundo cristiano, todos los días son de amor y amistad. En el Antiguo Testamento encontramos como ejemplo de amistad verdadera la de David y Jonatán, muy por encima del amor hacia las mujeres. Una amistad a toda prueba. Saúl se disgustó por celos, ya que regresando con David de la pelea ganada a Goliat y a los Filisteos, el pueblo comenzó a vitorear: “Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles. Se enojó en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino… y considerando que Jehová estaba con David, tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días” (1 Samuel 18:7-8, 29). A partir de ese momento David fue perseguido y Jonatán se dispuso a protegerle de su padre, creando un código para avisarle cuando estuviera en peligro. Un amigo estará siempre dispuesto a cuidarnos en los momentos de riesgo en la vida. La disciplina aplicada en cierta cárcel cuando alguien escapaba era seleccionar a diez hombres al azar y encerrarles en una celda donde se les dejaba morir de hambre. Cuando Franciszek Gajowniczek oyó su nombre, sollozó diciendo:”! Mi mujer… mis hijos!” En aquel momento, su amigo y compañero de cárcel llamado Koble se adelantó y dijo: “Yo moriré en su lugar. No tengo ni mujer ni hijos...” El comandante del campo de concentración le concedió su petición. Desde entonces, Gajownizek ha vuelto cada año a Auschwitz el 14 de agosto para recordar al hombre que murió por él en aquella fecha en 1941.Y en su patio ha puesto una placa para honrar ese gran sacrificio. Siempre habrá alguna manera de demostrar una verdadera amistad. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 2 Crónicas 20:31-36

Viernes 8 de febrero

Las malas amistades “Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual era dado a la impiedad:” 2 Crónicas 20:35

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sta es la segunda ocasión en que un profeta de Dios reprende a Josafat, rey de Judá. Se registra la primera en 2 Crónicas 19:1-3 cuando Hanani le llama la atención por dar ayuda al impío y amar a los que aborrecían a Jehová, al haber hecho alianza con Acab. Posiblemente esto retrasó el avivamiento espiritual que había comenzado y permitió que quedaran algunos lugares altos, un rezago de la idolatría. Ahora es Eliezer, quien le reclama que al hacer amistad con Ocozías, quien era dado a la impiedad, terminó haciendo alianza para construir barcos que navegarían a Tarsis o algunos dicen, que a Ofir, en el este de África. Por reprensión de Dios, éstas naufragaron y no pudieron cumplir su propósito de negociar algo que no agradaba al Señor. De fondo, todo el asunto que Dios no acepta y lo hace fracasar, comienza con haber principiado una amistad con la persona equivocada, quien, dice el escritor sagrado, “era dado a la impiedad”. Impiedad significa falta de piedad y de religión, falta de observación pública religiosa o de culto. Puede también significar escepticismo, sacrilegio, irreverencia, apostasía. Diríamos nosotros, una persona que no tiene temor de Dios, ni le busca, ni cree en Él, ni le toma en cuenta para nada en su vida. Francisco comenzó a frecuentar a amigos de la universidad donde estudiaba, quienes tenían actitudes y prácticas muy diferentes a la educación cristiana que él había recibido desde su infancia. Continuando con esas amistades, muy pronto comenzó a fumar, a participar en fiestas paganas y a consumir drogas. Se dedicó a la venta de sustancias prohibidas entre los mismos estudiantes, y muy pronto fue aprehendido por la policía, terminando en la cárcel, con una sentencia de 30 años. Allí reconoció que, “las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. Pide a Dios que te de sabiduría para saber cuándo una amistad no te conviene y, aunque duela, es mejor dejarla, para evitar que dañe tu testimonio y tu vida como cristiano. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 1 Samuel 20

Sábado 9 de febrero

Amistad que conquista “Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más.” 1 Samuel 20:41

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n 1 Samuel 18:1 nos dice: “El alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo”. La palabra hebrea que se traduce por “ligada” es qashár, que significa “atar, unir, ligar”. Jonatán y David son ejemplo de dos personas unidas por algo más poderoso que las circunstancias o la afinidad. El Espíritu de Dios a veces une a dos personas como parte de Su plan. Dios nunca habría escogido a David como futuro rey si no hubiera planeado sostenerle y llevarle finalmente a salvo al trono. Sin duda, Jonatán constituyó una parte importante del plan de Dios.Veamos por qué la amistad de David y Jonatán es una amistad que conquista. Los amigos pueden decir lo que piensan sin temor alguno. En los versículos 1 y 2 vemos que las palabras de David reflejan el temor que sentía. Prácticamente descargó su frustración en Jonatán y casi le hace responsable por los actos de su padre.Y Jonatán estuvo muy cerca de ponerse a la defensiva. Sin embargo, tuvieron la libertad para decirse lo que pensaban y después actuar con determinación sin mayores incidentes. Los amigos pueden abrir su corazón sin sentir vergüenza. La amistad entre Jonatán y David fue mucho más que una simple emoción, y fue un refugio donde había lugar para la confianza y la demostración de los sentimientos. Ambos tenían una meta en común: la voluntad de Dios. Sus vidas se complementaban. Los amigos pueden mantenerse cerca a pesar de la distancia. Esta amistad no fue creciendo durante un tiempo prolongado. Jonatán y David fueron unidos por lazos espirituales, no por el tiempo (v. 42). Su amistad era un vínculo de tres. Si Dios no tiene un lugar activo en tus amistades, te estás perdiendo uno de los tesoros más importantes de la vida. “Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: 1 Samuel 18:6-30

Domingo 10 de febrero

Consumido por los celos o por el celo “… A David dieron diez miles, y a mí miles;… Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.” 1 Samuel 18:8-9

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otivado por los celos, Saúl envió a David a pelear con el ejército. El rey esperaba que el joven David resultara herido. Sin embargo, vemos de qué manera tan eficaz el joven David cumplió con las tareas que Saúl le asignaba. Lamentablemente para David, la gente le amaba casi por demás. Esto comenzó a irritar a Saúl. El rey se convenció de que sería sólo cuestión de tiempo hasta que David se apoderara de su reino. Entonces, al día siguiente, intentó matar a David. Saúl arrojó una lanza para inmovilizar a David contra la pared, pero este las esquivó dos veces. Desde ese momento, las maquinaciones para asesinar al futuro rey eran incesantes. La palabra hebrea para la clase de ira que sentía Saúl es “jará”, que significa “arder, encenderse, resplandecer de ira, tener rabia, ser celoso, actuar con celo”. Es muy raro que logremos algo provechoso en el momento en que nos enojamos. Las acciones y las palabras que siguen de inmediato a la explosión de la ira son casi siempre lamentables. En la vida de Saúl, vemos un retrato de cómo podría ser nuestra vida arrastrada por los celos.

Pero ¿son los celos alguna vez la respuesta adecuada? ¡La respuesta es sí! Existe una gran diferencia entre estar celoso de alguien y estar celoso por alguien. Los celos de alguien constituyen un deseo egoísta de tener lo que tiene la otra persona. La envidia es la que motiva esos celos. El celo por alguien es un deseo desinteresado de que esa persona tenga y sea lo mejor. El amor es lo que motiva el celo desinteresado. Y tú… ¿eres consumido por los celos, o por el celo? Recuerda, el celo por el bien de alguien viene de parte de Dios.

“Todo mundo quiere tener un amigo, pero pocos se toman la molestia de ser uno.”


Lectura del día: Job 2:7-13

Lunes 11 de febrero

Consuelo en la enfermedad “Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.” Job 3:11

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n dicho popular dice que: “En la cama y en la cárcel se conocen los amigos”, para afirmar que la amistad se prueba en los momentos de problemas, de enfermedad, de angustia o de mayor necesidad. En el caso de Job, a quien el examen final de su integridad a Dios fue la pérdida de su salud física, la presencia de sus amigos significó mucho para él. La amistad se puso a prueba.

Para entender un poco la situación de Job, al leer su libro, hallamos una descripción tremenda de lo que estaba sufriendo. La infección causada por la sarna le provocaba una intensa comezón, que procuraba aliviar rascándose con pedazos rotos de cerámica. Se desfiguró tanto por la enfermedad que sus amigos no le reconocieron. Sus heridas se abrían y supuraban. La piel, de seguro, se le gangrenó. El dolor hacía que sus huesos se sintieran como brazas de fuego. Su sueño era intermitente y más que sueño, tenía pesadillas terroríficas. Parecía que la muerte era una buena salida y su esposa se lo aconseja, sufriendo a la par de él, la vergüenza y la burla de quienes le han visto venirse a menos en todo. Mientras Felipe se tomaba un café con su amigo de la infancia, Jacinto, fue avisado por teléfono que un negocio que esperaba cerrar ese día se vino abajo. Una segunda llamada fue para decirle que su hijo menor, por un descuido, se había quemado con agua hirviendo y estaba en el hospital grave. Jacinto estuvo a su lado, sin decir nada, pero apoyando a su amigo, en el hospital y después en el funeral, ya que el pequeño murió. Los amigos de Job traen consuelo a su corazón, “… se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande” (13). Acompaña a tus amigos en el dolor y la enfermedad. Cuando tú lo necesites, ellos estarán ahí. “Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Proverbios 27:5-11

Martes 12 de febrero

¿Viejos amigos o amigos viejos? “No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.” - Proverbios 27:10

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ay amigos que superan el paso del tiempo y se mantienen por dos o tres generaciones. El consejo de Salomón es a no dejar, ni olvidar a los amigos de nuestros padres. Esos veteranos, a quienes vemos poco y de los que casi no nos acordamos, tienen una sabiduría que bien podríamos aprovechar para nuestro bien. En esto el beneficio es mutuo, tanto para el que tiene menos edad como para el mayor. De cuando en cuando deberíamos hacer algunas llamadas a esos viejos amigos, hacerles una invitación a comer o tomarnos un café, traerles a casa para una reunión de personas de su misma edad, enviarles una tarjeta o una carta, hacerles un pequeño regalo, visitarles para saber cómo están. Estas pequeñas acciones pueden significar mucho para aquellos que siendo amigos de nuestra familia, ahora viven en otra ciudad o con alguno de sus hijos. Marcos se quejaba de que en la actualidad se hace muy poco para proteger a los pobres y a los necesitados, y platicaba: “En un lugar de la India había un anciano fanático que en su taller tenía colgada una caja, en la cual estaban escritas unas palabras que, traducidas, decían esto: ‘Fondo para alimentar a las vacas’. El dinero reunido allí se usaba para alimentar a las vacas que por estar demasiado débiles no podían trabajar, o a las que habían sido compradas de los carniceros mahometanos. Se le preguntó a ese hindú cómo eran atendidos los niños huérfanos y pobres en su comunidad, a lo cual él respondió: ‘¿Por qué hemos de alimentarles y sostenerles? Deben de haber hecho alguna cosa muy mala en su vida anterior…” Los ancianos pueden tener conceptos que para nosotros “están pasados de moda”, sin embargo la amistad puede superar la diferencia de opiniones entre nosotros, manteniéndose firme en la diversidad de conceptos.

Platica con un anciano, tiene recuerdos y anécdotas que te enriquecerán “Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Romanos 16:1-10

Miércoles 13 de febrero

Amigos en el peligro “Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.” Romanos 16:3- 4

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uando las cosas van bien y no hay ninguna situación que altere la tranquilidad de la vida, es muy fácil tener amigos. En el momento en que hay peligro o situación difícil, la mayoría nos dejan solo. Si se trata de exponer la vida, los que se dicen nuestros amigos huyen y no están a nuestro lado. El apóstol Pablo termina su carta a los Romanos con saludos y expresiones de agradecimiento para unas dos docenas de personas diferentes y a cada uno de ellos por distintas razones. Después de recomendar a la Iglesia en Roma que reciban a Febe “como es digno de los santos” y que la ayuden en todo lo que necesitara, comienzan los reconocimientos y los saludos personales. Encabezan la lista Priscila y Aquila. Priscila sería el diminutivo de Prisca. Este matrimonio fue expulsado de Roma en el año 49 D.C. por el edicto de Claudio y tuvieron que viajar a Corinto, donde conocieron a Pablo y se hicieron muy buenos amigos y colaboradores. Después se fueron a Éfeso, donde pudieron estar involucrados en los disturbios que se mencionan en Hechos 19:23 al 40, y es posible que allí es donde expusieron su vida por la de Pablo.

Alejandro se hallaba paseando con unos amigos del trabajo en una plaza comercial, cuando uno de ellos tuvo un altercado con otro joven, lo cual derivó en un pleito entre dos grupos. Para mala fortuna de Alejandro, como pudieron todos sus amigos huyeron del lugar, menos él, quien recibió una descomunal golpiza del grupo opositor. Mientras convalecía en el hospital, este muchacho reflexionaba y aprendió que cuando otro te dice: “Si alguien quiere hacerte algún daño, primero tiene que pasar por mi cadáver”, hay que tomarlo con reservas. El amigo verdadero está dispuesto a exponer la vida por uno, si es necesario. Agradezcamos a Dios por los buenos amigos que nos ha concedido tener y procuremos ser excelentes amigos para otros.

“Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Juan 11:1-11

Jueves 14 de febrero

Amor fraternal “Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo” Juan 11:3

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n la muy conocida historia de Jesús y sus amigos María, Marta y Lázaro, quienes vivían en Betania, a unos tres kilómetros de Jerusalén, se destaca el hecho de que Jesús les amaba. En primer lugar, cuando “Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.” (3). La segunda referencia la hallamos cuando en el verso 5 Juan escribe: “Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.” Y la tercera, cuando viene a la tumba de su amigo Lázaro, “Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.” (11:35.36). El término griego que se usa aquí es Phileo, que se traduce como amor fraternal. La iglesia primitiva se caracterizó por el amor de hermanos que se tenían, “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo…” (Hechos 2:47). Por amor, nuestro Señor Jesucristo espero el momento adecuado para visitar a Lázaro y resucitarle, aunque sus hermanas consideraran que se había tardado en llegar. ¿Por qué Mahatma Gandhi no fue cristiano? El permaneció hindú hasta el final. Adoraba a Cristo como una de las encarnaciones de Dios, no como la única. Nunca dio el paso final para hacerse cristiano. En una autobiografía que se publicó en la India, é1 dice que en sus días de estudiante se impresionó mucho al leer los Evangelios, y que pensó seriamente en ser miembro de una Iglesia cristiana. Pensaba que en el cristianismo estaba la solución a los prejuicios raciales y a las diferencias de casta que afectaban a la India y al África del Sur. Un domingo por la mañana, Gandhi fue a una Iglesia cristiana que estaba cerca para hablar con el pastor al terminar el culto. Cuando entró en el templo, los edecanes se negaron a proporcionarle un asiento, y le sugirieron que fuera a una Iglesia de los negros. Gandhi reflexionó: “Si también los cristianos tienen diferencias de clase —pensó, permaneceré siendo hindú, y desde allí atacaré el mal.” Demostremos el amor fraternal con todas las personas, sin distinción

“Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Génesis 22:10-14

Viernes 15 de febrero

Despréndete de lo que amas “Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.” Génesis 22:12

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n lo que respecta a Abraham, el drama no tuvo un final sorpresivo. Levanta el cuchillo para hundirlo en el pecho de su hijo. ¡Esto es real! Esta es fe pura, donde es increíblemente grande lo que está en juego: ¡La vida o la muerte! Sin embargo, Dios interviene de repente en el último momento. Cuando el Señor detuvo en el aire la mano de Abraham, le dijo en realidad: “Has pasado la prueba, mi fiel amigo. Me has demostrado quién está primero. También has demostrado que tu fe ha madurado. Tu disposición de darme a tu único hijo ha puesto en evidencia que aunque amas el regalo, amas más al Dador”. Después de todo esto, cientos de años y el paso del tiempo han cubierto el lugar. Sin embargo, en la cima de esta misma montaña albergaría un día a una ciudad y a un templo. Se convertiría en la capital del reino con el que Dios había hecho un pacto, y también su casa de adoración hasta que, finalmente, sería el lugar donde Cristo, el Rey y el holocausto consumado, moriría. Moriah, Jerusalén, el lugar donde otro Padre renunció a su Hijo, le llevó al altar, y le sacrificó por nosotros.

Una visión de Dios debe a menudo primero morir, y luego el Señor resucita la visión de en medio de sus cenizas Sobre esta misma montaña en la región de Moriah, un lugar llamado después “El Señor proveerá”, un cordero se convirtió en el sustituto de Isaac, y Cristo en el sustituto nuestro. Sin duda, este es un amor que conquista. “Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Hebreos 13:1-7

Sábado 16 de febrero

Amor abundante “Permanezca el amor fraternal.” Hebreos 13:1

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l tema inicial del capítulo 13 de la Epístola a los Hebreos es el amor fraternal y tiene su aplicación inmediata en la hospitalidad, el recordar a los presos, amar a los maltratados y muchas expresiones más. Este término de amor fraternal, Philadelphia, fue escogido por William Penn para expresar el principio fundamental de su colonia y llegó a ser la cuarta ciudad en importancia en los Estados Unidos de Norteamérica. Es el amor de Dios derramado en nuestro corazón y que tiene su expresión social, en forma abundante, hacia nuestro prójimo. Comienza este amor a derramarse hacia el extranjero. El término Philia que en el versículo 1 se combina con “hermanos”, en el versículo 2 lo combina con zenos, extranjero. Este amor, dice el escritor sagrado, debe permanecer a toda costa. Bien sea que se gane o que se pierda, esta clase de amor debe seguir habitando entre nosotros. Nuestro afecto al ser hospitalarios con los extranjeros o con nuestros hermanos en la fe, eventualmente nos llevará a “hospedar ángeles”. Luego nos recomienda tener compasión por los que sufren, bien sea pérdida de su libertad física, como quienes están presos de los vicios, de las drogas u otra adicción. El llamado es a hacer empatía con ellos, “como si estuvierais presos juntamente con ellos”. Continúa diciendo:“Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.” Cierta señora que se caracterizaba por ser amable, yendo de paseo, vio de pronto a una niña que en sus brazos llevaba a un pequeño, tan gordito, que la señora pensó: “Debe pesar más que ella.” Se acercó amablemente, y le dijo: —Hijita, ¿no te parece que este niño es demasiado pesado para ti? Y la pequeña, sonriendo feliz, le contestó: — ¡Oh, no, señora! ¿No ve usted que es mi hermanito? — ¡Qué bendición sobrellevar las cargas de nuestros hermanos más débiles, y cumplir así la ley de Cristo! Oremos para que el amor de Dios sea tan abundante en nuestro corazón, que lo podamos compartir con otros. Que consideremos un privilegio y una bendición amar a otros. “Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Juan 13:21-34

Domingo 17 de febrero

La cercanía del amigo “Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.” Juan 13:23

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lgunos comentaristas bíblicos nos ayudan a comprender la escena de nuestro pasaje de hoy. La postura de los invitados a una fiesta consistía en estar reclinados sobre divanes o canapés. La mesa era de la misma altura que los divanes, la persona apoyaba su codo izquierdo sobre un almohadón colocado sobre la mesa, y la mano derecha quedaba libre para tomar la comida. La mesa era en forma de U y los canapés estaban alrededor por la parte exterior. El anfitrión o la persona principal estaba en el centro, y el lugar de honor estaba delante de él, es decir, a su izquierda, de tal manera que su cabeza quedaba a la altura del pecho del anfitrión, por lo tanto le sería muy fácil decir palabras confidencialmente. El apóstol Juan, que se hallaba al lado del Señor, se identifica como un discípulo “a quien Jesús amaba”. Esto manifiesta la cercanía y la confianza que el Maestro le dispensaba. Refieren los historiadores que aunque entre Martín Lutero y Felipe Melanchton había una considerable diferencia de edad y de temperamento, pues el primero era unos catorce años mayor que el segundo y era, aquél más violento que éste en la manera de tratar los asuntos relacionados con la Reforma, y aunque algunas veces también estuvieron distanciados un poco por tener algunas diferencias doctrinales, los dos grandes reformadores siempre estuvieron vinculados por profundos y fuertes vínculos de compañerismo cristiano que les hicieron olvidar las aludidas diferencias y ponerse de acuerdo. En el fondo de su corazón se amaban cristianamente, y por lo mismo triunfaban el amor y el respeto que se tenían mutuamente; y cuando murió Lutero, Felipe Melanchton pronunció una oración fúnebre muy elogiosa para aquel héroe de la Reforma. No solo en las fiestas, sino también en los días de prueba, de enfermedad o de angustia, debemos procurar estar cerca de nuestros amigos. La cercanía es señal de confianza y de disposición de apoyar a otros. Pide a Dios que te permita acercarte a alguien necesitado para ayudarle.

“Amigo es aquel que cuida tus espaldas mientras tú se las cuidas a él.”


Lectura del día: Romanos 8:28-39

Lunes 18 de febrero

¿Quién nos separará del amor de Cristo? “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?” Romanos 8:35

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n la elección y en el llamado de Dios a la salvación hay una inmensa seguridad, en medio de un mundo con tantas inseguridades. El Evangelio de Jesucristo es un mensaje de seguridad en nuestro Señor. Seguridad de que si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (8:31). Tenemos además la certeza de que, “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (8:32). Luego, la seguridad de que nada nos podrá separar de Su amor y lo hace en forma de pregunta: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?”. En la lista de posibles experiencias que nos podrían separar del amor de Dios, menciona: Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada. Si había una persona que sabía, en carne propia, lo que la vida cristiana había significado en términos de eventos negativos, era el apóstol Pablo. Si había alguien que podía testificar que la vida en Cristo no siempre es “miel sobre hojuelas”, era Pablo. Su conclusión es muy elocuente: “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.” (8: 36) Una multitud enardecida gritaba en contra del reo que era juzgado. Todos pedían la pena máxima para él, le gritaban obscenidades e insultos, y exigían al juez una severa pena para él. Una mujer, solamente miraba, con lágrimas rodando por sus mejillas, y una profunda tristeza en su corazón reflejada en su rostro. Otra persona le preguntó por qué no decía nada contra el acusado. Solo acertó a decir: “es mi hijo”. El amor de madre no le permitía decir algo contra ese pobre enjuiciado. Más que pensar en lo difícil que puede ser seguir a Cristo o en que Él permite que experiencias duras lleguen a nuestra vida, debemos dar gracias a Dios que ningún evento negativo nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.

“En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura de día: Efesios 6:14-24

Martes 19 de febrero

Amor inalterable “La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén” Efesios 6:24

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ermina la carta del apóstol Pablo a los Efesios con una oración que tiene mucha enseñanza para nosotros. Menciona tres grandes cualidades de la vida cristiana: la paz, el amor con fe y la gracia. Estas no son virtudes naturales en el ser humano, sino dones de Dios el Padre y del Señor Jesucristo. Paz no es un sencillo saludo que tenga que ver con el bienestar de uno, es más que la tranquilidad mental, es una relación entre Dios y el ser humano, es reconciliación, es la medida de la presencia de Cristo en nosotros. Es el morar de Cristo en nuestra vida. En 2:14 nos dice que, “Él es nuestra paz”. Amor con fe nos recuerda que debemos combinar ambas virtudes. Es cierto que la fe nos hace cristianos, pero el amor de Cristo derramado en nuestro corazón nos identifica como cristianos. La fe se manifiesta en amor hacia los demás, eliminando toda barrera de separación. La gracia, es el amor inmerecido de Dios derramado en nuestros corazones. Termina diciendo que seremos bendecidos y reconocidos si amamos a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Inalterable habla de un amor libre de cualquier elemento susceptible de corrupción. Un amor tan duradero como Dios mismo. Un día, el rabino Eglón recibió la visita de un hombre muy religioso, muy rico, pero muy avaro. El rabino le llevó a una ventana. ¿Qué ves? —le preguntó.Veo personas —le respondió el rico. Entonces el rabino le llevó ante el espejo. ¿Y ahora qué ves? —volvió a preguntarle. Me veo a mí mismo —le contestó el otro. El rabino entonces le dijo: Pues, en la ventana como en el espejo, hay un cristal; sólo que el del espejo se halla recubierto por una capa de plata y, a causa de la plata, no se ve al prójimo, ni a Dios, sino se ve uno a sí mismo. Propongámonos amar a Dios y amar a nuestros semejantes. Esto agrada a Dios.

“En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura del día: 2 Crónicas 20:1-9

Miércoles 20 de febrero

Amigo para siempre “Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?” 2 Crónicas 20:7

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no de los motivos de satisfacción y a veces hasta de un orgullo sano, si es que lo hay, es el hecho de tener amigos de reconocimiento popular o, por lo menos, que sean personas con cierto cargo en la política o en la vida pública de nuestra sociedad. Así podemos ufanarnos de ser amigo del Presidente de la República, del Gobernador del Estado o del Presidente Municipal. Tal vez ser amigo de alguno de los cantantes de moda o de algún artista, pintor o escultor reconocido internacionalmente. Sin embargo, Abraham experimentó un gozo mayor cuando Dios mismo dijo de él, que era su amigo.

Por lo menos en tres pasajes se habla de la relación entre Dios y Abraham. En 2 Crónicas 20:7, Josafat ora a Dios, pidiendo fortaleza en ese tiempo de crisis y al recordar experiencia anteriores llama a Abraham amigo de Dios “para siempre”; en Isaías 41:8, Dios llama a Israel “descendencia de Abraham mi amigo” y en Santiago 2:23 menciona que Abraham fue llamado amigo de Dios.Tal parece significar que “Dios no ocultó a Abraham lo que se proponía hacer” (Génesis 17:17) y que Abraham, por su parte, le creyó a Dios. Es célebre la amistad que ligaba a los dos guerreros griegos Pelópidas y Epaminondas.Tanta era, que en la batalla de Mantinea unieron sus escudos para poder pelear juntos y ayudarse mutuamente. Lucharon así durante algún tiempo y estuvieron derrotando a sus enemigos, hasta que Pelópidas cayó herido y estaba a punto de morir. Entonces Epaminondas decidió seguir peleando al lado del cuerpo de Pelópidas, aunque él mismo tuviera que morir junto a su amigo. Epaminondas, también herido gravemente, permaneció luchando allí hasta que llegaron otros compatriotas que rescataron a los dos amigos moribundos. Desde aquel día esa amistad llegó a ser proverbial. Después fueron ascendidos a generales del ejército Tebano, con igual autoridad, y nunca existió ninguna rivalidad ni envidia entre ellos. En Cristo, Dios nos ofrece su amistad para siempre. “En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura del día: 1:1-17

Jueves 21 de febrero

Lecciones de Jonás 1 “Jonás se fue, pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor. Bajó a Jope, donde encontró un barco que zarpaba rumbo a Tarsis. Pagó su pasaje y se embarcó con los que iban a esa ciudad, huyendo así del Señor”. Jonás 1:3 (NVI)

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odas las historias de los personajes que están en la Biblia tienen enseñanzas para nosotros, pero en su momento también Dios quería que ellos aprendieran de dichas experiencias. La historia de Jonás nos muestra 3 cosas que podemos tomar en cuenta para evitar pasar por el mismo proceso que él vivió.

La primera lección que aprendemos y que, en su momento, aprendió Jonás, es que no podemos huir ni escondernos de la presencia de Dios Tú puedes decir: esto ya lo sé, ya he leído el pasaje donde dice “¿A donde huiré de tu presencia?”, a cualquier lugar que fuere ahí estás tú oh Dios, pero una cosa es saberlo y otra es vivirlo. Jonás sabía también que no podía huir de la presencia de Dios, pero estaba tratando de escapar a tierras muy lejanas, exactamente al lado opuesto de donde el Señor le había enviado, pensando que así escaparía de Su presencia. Uno de los atributos de Dios es que Él es omnipresente, lo que significa que está en todo lugar y en todo momento, ¿Cómo se explica esto? No se puede explicar con palabras, pero si no fuera así no sería Dios. Los hombres estamos limitados por el tiempo y el espacio, si estoy en la oficina no puedo estar en otro lugar al mismo tiempo. A veces pensamos que Dios es como nosotros y por eso el hombre crea ídolos que puedan llevar de un lado a otro. La Biblia nos enseña que Dios está en todo lugar, que siempre estará con nosotros, que Él es un Dios universal, que su presencia lo llena todo, sin importar el lugar, el tiempo o el espacio. Aprende de Jonás y no trates de huir de la presencia de Dios; simplemente no se puede. “En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura del día: Jonás 2

Viernes 22 de febrero

Lecciones de Jonás 2 “Yo, en cambio, te ofreceré sacrificios y cánticos de gratitud. Cumpliré las promesas que te hice. ¡La *salvación viene del Señor!” Jonás 2:9 (NVI)

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yer leímos la historia de Jonás y aprendimos que no podemos huir de la presencia de Dios. La segunda lección que aprendió Jonás, y que lo aprendió bastante bien por cierto, es lo que dice en la parte final del versículo 9:“la salvación viene del Señor” ¿Por qué esto es tan importante? Porque Jonás no quería que los ninivitas se arrepintieran de sus pecados, él quería que ellos se fueran al infierno; él conocía algunas cosas malas que los ninivitas hacían y desde su punto de vista ellos no merecían ser perdonados y amados por Dios, y también sabía que si les compartía el mensaje de arrepentimiento, ellos podrían arrepentirse y, por consiguiente, Dios les perdonaría y eso era algo que Jonás no quería que sucediera. Esto es algo que nos pasa muy a menudo: pensamos que nosotros y algunos amigos sólo podemos ser escogidos y amados por Dios; a veces nos queremos autonombrar albaceas o administradores de la salvación que Cristo ganó en la cruz del Calvario; algunos hasta piensan que pueden abrir o cerrar las puertas del Cielo, ponen condiciones y requisitos que ellos han inventado, limitando lo que Dios ofrece por medio de su gracia y su misericordia. Lo que Jonás aprendió, y lo dice, es lo que nosotros tenemos que aprender: que sin importar condición, raza, lengua o sexo, todos somos objetos del amor de Dios, porque Cristo murió por toda la humanidad, sin excepciones, como dice el apóstol Pedro en Hechos 10:34-35 “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace Justicia”.

La salvación viene del Señor, nosotros sólo hemos sido llamados a ser portadores de esa buena noticia y canales de bendición para todas las personas “En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura del día: Jonás 3 y 4

Sábado 23 de febrero

Lecciones de Jonás 3 “Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado.” Jonás 3:10 (NVI)

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emos aprendido dos lecciones a través de la vida de Jonás. La tercera lección la encontramos en los capítulos 3 y 4 que esta mañana leímos: “tengo que aceptar la voluntad de Dios”. Jonás aprendió que eso era lo mejor para él y nosotros también debemos saberlo, aceptarlo y vivir en esa perfecta voluntad de Dios para nuestra vida. El problema de aceptar con gozo la voluntad de Dios es que en ocasiones esa voluntad no coincide con la nuestra.

Una cosa es lo que Dios quiere y otra es la que nosotros queremos Después de mucho esfuerzo y arrepentimiento, Jonás predicó en Nínive como Dios se lo había pedido, y una vez que terminó, se sentó a observar lo que pasaba. Cuando se dio cuenta que no había destrucción por parte de Dios sino al contrario, salvación y felicidad entre los ninivitas, se enojó tanto que deseó morirse. Su comportamiento fue como el de un niño pataleando y haciendo berrinche contra de Dios, pero aquella experiencia le llevó a aprender una gran lección que es la que nosotros aprendemos hoy: Es mucho mejor que aceptemos de buen modo y con gozo la voluntad de Dios como lo hizo Jesús en el huerto de Getsemaní, donde su voluntad era diferente a la de Dios, pero hizo la voluntad de Su Padre (Mateo 26:39). Finalmente Jonás hizo la voluntad de Dios, pero mientras decidió obedecer tuvo que enfrentar situaciones que le ocasionaron aflicción y sufrimiento. Si quieres tener una vida de éxito y de poder, acepta de manera absoluta y con agrado la voluntad de Dios. Todo lo contrario será una lucha sin objetivo, frustrante y perdida de antemano. “En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura de día: 1 Samuel 13:1-15

Domingo 24 de febrero

La desobediencia de un rey “Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.” 1 Samuel 13:13

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n las acciones de desobediencia de Saúl podemos ver por lo menos tres grandes errores. Primero, los reyes no podían ofrecer holocaustos a favor de la comunidad. Podían ofrecerlos por sí mismos, pero nunca por la nación. Eso sólo podían hacerlo los sacerdotes. Segundo, era Samuel quien iba a comunicar los planes de batalla del Señor. Saúl tenía que esperar por él. Sin embargo, se llenó de pánico y se dio prisa a hacer las cosas por su propia cuenta. Esta acción redujo el holocausto a una ceremonia sin sentido, que parecía más pagana que hebrea. Los generales paganos decidían dónde, cuándo y a quién atacar, movilizaban sus tropas, y después ofrecían sacrificios a sus dioses para ganarse su favor. El holocausto hebreo era diferente; debía ser uno de sumisión, no de soborno. Tercero, en medio de la crisis, Saúl tomó la decisión de confiar en sí mismo. Así como el deseo de Israel fue tener un rey humano, y por eso se apresuraron a aceptar a Saúl basándose en su apariencia exterior, el nuevo rey se apresuró a atacar al enemigo basándose en una estrategia humana. A Saúl le faltó fe.Vio que su ejército se le evaporaba como el agua, y que el pueblo de Micmas era una multitud de filisteos. Vio que los siete días señalados habían transcurrido, y que Samuel se tardaba. En efecto, se puso el atuendo sacerdotal con su corona y anillo, y trato de hacer del altar su instrumento de poder, algo a lo que no tenía derecho.

La confrontación rara vez es agradable, pero con frecuencia es necesaria A todos nos hace falta un Samuel, alguien a quien le importe más nuestro carácter que nuestra comodidad. “En todo tiempo ama al amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.”


Lectura del día: 2 Crónicas 26:16-23

Lunes 25 de febrero

La ruina del orgullo “Más cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.” 2 Crónicas 26:16

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uestras pruebas más grandes casi nunca vienen durante tiempos de debilidad o tragedia, sino en tiempos de prosperidad y éxito. El orgullo arruina más a hombres y mujeres que cualquier arma de guerra jamás inventada. Cuando nos apoyamos en nuestras propias fuerzas para combatir el pecado o lograr nuestras metas, aseguramos nuestra derrota. Al fin y al cabo, todo lo que adquiramos fuera de la voluntad de Dios termina convirtiéndose en cenizas. Un buen ejemplo de este principio fue el rey Uzías de Judá. Uzías fue un gran reformador y un guerrero fiero que disfrutó grandes éxitos mientras “persistió en buscar a Dios” (2 Crónicas 26:5). Este rey habría podido gozar toda una vida de victorias si hubiese mantenido su enfoque en Dios. Lamentablemente, Uzías volcó su atención en todo lo que había logrado y cayó presa del orgullo. El resultado predecible fue que su conducta se corrompió y le fue infiel al Señor. Este rey se dejó alterar a tal punto por su orgullo que creyó estar por encima de la ley y entró al templo para hacer algo estrictamente prohibido por la Palabra de Dios (Éxodo 30). El Señor hirió a Uzías con lepra por usurpar la labor exclusiva de los sacerdotes y profanar el templo. Creyó falsamente que estaba por encima de la ley de Dios, pero el Señor no iba a ser irrespetado de tal manera. No debe sorprendernos que Dios aborrezca el pecado, ya que este incita lo peor en sus hijos y siempre conduce a la corrupción y la ruina. El orgullo puede llevarnos a lugares donde no nos compete estar, y destruirnos en cuestión de poco tiempo.

Si quieres andar con Dios, debes escuchar cuando Él te diga que seas humilde y le obedezcas “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.”


Lectura del día: 1 Samuel 15:1-35

Martes 26 de febrero

Pretextos “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” 1 Samuel 15:22

¿P

or qué Saúl tuvo que actuar de esa manera? Desobedeció el mandamiento expreso del Señor, quedándose no con unas pocas cosas que eran anatema (maldición), sino con todo lo que era de valor. Además de no pensar lo que hacía, no tenía vergüenza. En vez de sentirse humillado por la culpa, se erigió un monumento a sí mismo para conmemorar ese día y presentarse como el héroe de Dios. La respuesta de Samuel es divertidísima: “Entonces, ¿qué es ese balido de ovejas en mis oídos y el mugido de vacas que oigo?” (v. 14). Es increíble como unos hechos tan sencillos pueden poner tan fácilmente en evidencia a un corazón mentiroso. Sin embargo, podemos aprender dos principios imperecederos de este relato. Primero: La manera como uno termina, es más importante que la manera como uno comienza. Nadie se gradúa de la universidad pensando: “muy bien y ahora ¿cómo fracaso?”. Ningún novio o novia le dice a los invitados a su boda: “disfruten de la fiesta; esto no va a durar más de dos años”. Un buen comienzo no garantiza un buen final. Un final feliz es el resultado de las buenas decisiones, y de una disciplina fiel y constante durante toda la vida.

Segundo: El pretexto es desobediencia, porque se niega a aceptar la verdad. He escuchado decir que la mentira más destructiva es la que uno se dice a uno mismo. La justificación de los errores es una forma perversa de autoengaño. Comienza siendo pequeña, y calladamente tuerce la mente para definir la verdad a su conveniencia. Al final, la mente autoengañada justifica todo de manera tan conveniente, que la persona no tiene idea de lo absurda que se ha vuelto su conducta. Nunca lo olvides, nadie es inmune. “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.”


Lectura del día: Deuteronomio 10:8-19Miércoles 27 de febrero

Amor imparcial “Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.” Deuteronomio 10:19

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l fundamento del amor imparcial e inclusivo que Dios demanda al amar al extranjero, no es sólo el recuerdo de que Israel vivió la experiencia de ser extranjero, sino: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándoles pan y vestido” (10:17-18). En ninguna legislación del mundo antiguo se encuentra una solicitud de esta clase. La vida de Cristo es un comentario al versículo 18 de Deuteronomio 10. Los desdichados y los más necesitados atrajeron siempre su compasión. La maravillosa revelación que se hace de un Dios que tiene soberanía, inmensidad, poder, imponencia y equidad, en la práctica demuestra todos estos atributos haciendo justicia al huérfano y a la viuda, y dando pan y vestido al extranjero. Dios ama al extranjero y espera que nosotros demostremos ese amor imparcial, que nos llega de Él a todos por igual, sin distinción alguna, sin acepción de personas, ni de clase social o de escolaridad. Al final de cuentas, nosotros somos extranjeros en este mundo. Nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20). El periódico Courier-Journal de Louisville, Kentucky, EE.UU. de N.A., informó en uno de sus números del año de 1956, que un juez se juzgó a sí mismo, se sentenció a pagar una multa, y la pagó. Hizo todo esto delante de su tribunal. Dicho juez procedió así porque sabía que la aplicación de la justicia debe ser imparcial, sin hacer “acepción de personas”. Por lo mismo, los habitantes de aquel lugar pueden tener confianza en que ese juez es justo. Pidamos a Dios que nos ayude a demostrar a los demás esa clase de amor imparcial, que Dios nos ha dado a todos, sin excepción alguna. Si conoces a alguien que es extranjero, ciudadano de otro país, visítale esta semana y demuéstrale, de alguna manera, un amor cristiano imparcial. “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.”


Lectura del día: 1 Samuel 10

Jueves 28 de febrero

Un día triste “Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey!” 1 Samuel 10:24

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uando la gente dio con el nuevo rey, lo celebraron. ¿Y por qué no? Era un día glorioso. Saúl era alto, fuerte, modesto y tenía el apoyo de toda su nación. Desde el punto de vista humano, era el inicio de una nueva era “¿te suena familiar?” Pero desde el punto de vista de Dios, fue un día triste. Su pueblo le había rechazado a Él como Rey, sustituyéndole por alguien tan impresionante como un apuesto actor de cine. A diferencia de todo el pueblo alborozado, Dios sabía que pronto comenzaría a producirse un desastre.

Casi de la noche a la mañana, Saúl rompió todos los índices de popularidad. Había demostrado que era un guerrero valiente y capaz, un competente general y un gran líder. Cuando los amonitas atacaron, Saúl atacó con arrojo y firmeza, y lo hizo con honra. Esto le ganó la confianza del pueblo. Pero la vida de Saúl era como el perfil de los techos, y había llegado al punto más alto de este perfil. Después de su desbordamiento de gloria, la vida de Saúl comenzó a trastornarse. Se convirtió en una víctima de sí mismo: se llenó de orgullo, impaciencia, rebeldía, celos y de intentos de asesinato. Después de varios años muy dolorosos, se convirtió en un tipo cruel, maniático y digno de lástima que finalmente se suicidaría. Una de las principales cualidades que considero debería tener una persona con algún potencial, es la modestia. Es decir, que pueda estar segura de sus capacidades, pero con los pies sobre la tierra.

Una persona modesta, siempre estará más inclinada a confiar en el Señor para su éxito y mucho menos propensa a fracasar. No permitas que la arrogancia y el orgullo te cierren las puertas que Dios quiere abrirte. “Amar es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.”


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