Cita con Dios - Amado, rescatado, perdonado (Abril 2015)

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Amado, rescatado, perdonado ABRIL 2015



Amado, rescatado, perdonado

Elías Betanzos • Abril 2015



Amado, rescatado, perdonado Pastor Elías Betanzos Abril 2015 es unapublicación mensual gratuita Ediciones Ginosko Año v Número 4 20,000 ejemplares. Versión digital en www.familiacap.org Centro

de

A labanza

y

P roclamación Reuniones dominicales: 10 am, 12:30 y 7:00 pm Martes: 7 pm Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca) San Francisco Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Oficinas: Jazmines No. 909, Col. Reforma Oaxaca de Juárez, Oax. C.P. 68050. Tels: 01 (951) 5151733/ 01 (951)5184878 Si deseas anunciarte en esta publicación llama con Mario Mejía o Susana Lozano (951)1353675 / (951)1353676 susanloz@hotmail.com

Día • Pág. • Mensaje 7 • Editorial 1 • 9 • Miércoles de silencio 2 • 10 • Jueves de comunión 3 • 11 • Viernes de dolor y muerte 4 • 12 • Un sábado de silencio 5 • 13 • Un domingo diferente 6 • 14 • Lunes de limpieza 7 • 15 • Discutiendo en martes 8 • 16 • El grito final de victoria 9 • 17 • Amados por Dios 10 • 18 • La bendición del perdón 11 • 19 • Permite que Dios potencie tu propósito 12 • 20 • Pecados perdonados 13 • 21 • Jesucristo nuestro mediador 14 • 22 • La perseverancia cristiana 15 • 23 • Rescatados del fuego 16 • 24 • La fe viene del oír la Palabra de Dios 17 • 25 • Ama a tu prójimo 18 • 26 • Tú eres muy valioso 19 • 27 • Somos esclavos de Cristo 20 • 28 • Rescatado para un propósito 21 • 29 • Tu descanso está en Él 22 • 30 • Fe significa confiar en las promesas de Dios 23 • 31 • ¿Cuánto amas a Dios? 24 • 32 • Cristo transforma tu vida 25 • 33 • Necesitas un Salvador 26 • 34 • El dar a Dios fortalece mi fe 27 • 35 • Dios no hace acepción de personas 28 • 36 • Fe significa que yo me niego a darme por vencido 29 • 37 • El amor perfecto de Dios 30 • 38 • Perdonar y ser perdonados



Cita con Dios · la reunión a la que no puedes faltar

Amado, rescatado, perdonado

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odas las personas tenemos un nombre con el cual hemos sido identificados desde muy pequeños. En la mayoría de los casos, ninguno de los nombres reviste en algún significado especial, pero aunque no lo sepamos, seguramente nuestro nombre tiene un significado y es a través de él que nos describen. Del mismo modo, algunos de nosotros hemos sido nombrados por alguna característica física, por nuestro comportamiento o por alguna debilidad de nuestro ca- 7 rácter, y en la mayoría de los casos es de manera ofensiva. ¿Quién de • nosotros no tuvo alguna vez un apodo que hacía notar algún defecto 41 en nuestro físico o en nuestra personalidad que nos avergonzaba? En nuestro país entró en vigencia una ley que prohíbe poner nombres raros o feos a los menores, con el fin de evitarles “bullying” , ya que algunos papás no reparan en el nombre que pondrán a sus hijos y esto puede ocasionar burlas o declaraciones negativas sobre ellos. Las culturas orientales tienen por costumbre poner los nombres de acuerdo al deseo de bien de los padres para sus hijos. La Biblia nos narra la historia de personas a quienes Dios les dio un nuevo nombre que vino a ser determinante en su vida, como en el caso de Jacob a quien Dios le cambió el nombre por Israel Lo anterior es motivo de alegría para nosotros porque Dios se ha determinado a darnos un nuevo nombre a través de Cristo. Sin importar con qué nombre o apodo te conocieron, ahora tus nombres son: Amado, Rescatado y Perdonado, y estos nombres ahora determinan tu presente y tu futuro. A lo largo de este mes aprenderemos cuánta libertad y cuánto propósito tenemos con nuestros nuevos nombres. Confío plenamente que tu vida cambiará al conocer cómo Dios te llama. Pastor Elías Betanzos Director General



Miércoles 1º de abril | Lectura del día: Mateo 26:1-13 Miércoles de silencio Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado. Mateo 26:2

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se día Jesús permaneció en Betania con Sus discípulos, en casa de Marta, María y Lázaro. Posiblemente, aunque no lo registra ninguno de los Evangelios, pudieron haber ido a un lugar apartado para tomar un retiro, considerando que los siguientes días iban a requerir de una gran fuerza espiritual. Mientras tanto, Judas pudo haber ido a Jerusalén a comprar el cordero para celebrar la Cena Pascual al siguiente día y aprovechar para hacer arreglos con los líderes religiosos 9 judíos sobre la entrega de Jesús, previo pago de treinta monedas de • plata. Se entrelazan, con la traición de Judas, los designios de Dios y la 41 libre voluntad del ser humano. Aunque Judas actuó libremente, se estaba cumpliendo la profecía de Salmos 55:12-14 y de Zacarías 11:1213, cuando estaba llegando “la hora” de nuestro Señor Jesucristo. Simón el leproso sanado por Jesús le invitó, junto con Sus discípulos, a comer en su casa. Una mujer ungió al Señor Jesús con un perfume de mucho precio, rompiendo un frasco de alabastro. Juan registra una unción parecida, hecha por María durante una cena en el hogar de ella y sus hermanos María y Lázaro. Se hicieron dos interpretaciones de este acto: Para Judas fue un desperdicio, porque el precio hubiera alcanzado para ayudar a muchos pobres; para nuestro Señor, le estaba preparando para Su muerte. Como aplicación a nuestra vida de este hecho histórico único, podemos hablar que necesitamos eventualmente apartarnos de todas nuestras actividades y trabajos, para fortalecernos por medio de un retiro espiritual, para recargar fuerzas; que debemos cuidar nuestra experiencia cristiana para no negar a nuestro Salvador, bajo ninguna circunstancia, mucho menos por un costo económico, y que todo lo que entregamos para la obra de nuestro Dios debe ser de lo mejor, sin poner mucha atención en la etiqueta del costo en dinero. Nuestro Dios merece siempre lo mejor. Debemos darle lo excelente, lo principal, simplemente lo mejor. La belleza de una persona está en tus ojos; es lo que tú quieras ver.


Jueves 2 de abril | Lectura del día: Mateo 26:17-29 Jueves de comunión Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Mateo 26:27-28

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or la tarde de ese día, Jesús subió a Jerusalén. Por la mañana había enviado a Pedro y Juan para preparar el lugar donde celebrarían la Cena Pascual. Durante esta cena de gran significado para el pueblo hebreo, porque recordaban por medio de cada elemento los años en que fueron esclavos en Egipto y la manera como Dios, por medio de Moisés los liberó para llevarlos a Canáan, la tierra prometida, se levantó nuestro Señor y les dio una de las lecciones que jamás olvidarían los discípulos. Se ciñó una toalla a la cintura, puso agua en una bandeja y comenzó a lavar los pies de cada uno de ellos. Se dispuso a hacer el trabajo propio de un esclavo, siendo Él el Señor de señores. Pedro, al principio no quería que Jesús hiciera eso, pero cuando supo que si no lo hacía no tendría parte con el Maestro, pidió hasta ser bañado. El segundo evento de ese día fue la institución de la Cena del Señor o la Comunión. Les dio a comer, de manera simbólica o como emblema de Su cuerpo roto. Les dio a beber, memorialmente Su sangre. Terminó con una promesa: “Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”. Cantaron un himno y salieron al Monte de los Olivos, a un lugar llamado Getsemaní, donde oró y les invitó a hacerlo también ellos, pero el sueño se los impidió. Permaneció allí hasta que fue aprehendido, señalado por Judas con un beso. Las enseñanzas para nosotros son: Si nuestro Señor Jesucristo estuvo dispuesto a servir a Sus discípulos, como lo haría un esclavo, nosotros debemos aprender a servir a los demás por amor. Al participar del sacramento de la Cena del Señor, debemos llenarnos de gratitud porque con Su muerte ganó nuestra salvación. La belleza de una persona está en tus ojos; es lo que tú quieras ver.


Viernes 3 de abril | Lectura del día: Juan 18:1-11 Viernes de dolor y muerte Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? Juan 18:11

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ste día es el de máximo dolor, de la muerte de nuestro Señor Jesucristo. En la madrugada del jueves una compañía de soldados, seiscientos, ya que era la décima parte de una legión que se componía de seis mil, se presentaron para arrestar a Jesús, y comenzaron los injustos y viciados juicios judíos y romanos: de Getsemaní a la casa de Anás; de la casa de Anás al palacio de Caifás; de allí al Sanedrín; luego del palacio de Caifás al pretorio de Pilato; después al palacio de 11 Herodes y de nuevo al pretorio de Pilato, al cuartel de los soldados y • 41 finalmente al Calvario. Anás, suegro de Caifás, había dado consejo a los judíos de que, “convenía que un solo hombre muriera por el pueblo”. Pilato les dijo que juzgaran a Jesús según las leyes judías y ellos le respondieron que a ellos no se les permitía dar muerte a nadie. Tuvieron una larga conversación con Jesús acerca del Reino de Dios y de la verdad. Su dictamen fue: “No hallo en Él ningún delito”, les dio la opción de soltarlo, pero prefirieron que soltara a Barrabás. Ordenó que lo azotaran y lo entregaran a la multitud, quienes gritaban que fuera crucificado. A las 9:00 de la mañana de un viernes de abril fue puesto en la cruz y después de seis horas de angustia a las 3:00 de la tarde murió. José de Arimatea y Nicodemo pusieron el cuerpo de Jesús en una tumba nueva. Todo este peregrinar de Jesús significó dolor, burla, castigo, vergüenza, con el propósito de ganar para nosotros la salvación, el perdón de nuestros pecados. Tengamos suficiente gratitud a Dios por haber enviado a Su Hijo amado, glorifiquemos Su nombre por la obediencia de Jesús al ir a la cruz, y adorémosle porque el Espíritu Santo aplica hoy los beneficios de Su muerte en favor de nuestra salvación. Traduzcamos nuestro agradecimiento en fidelidad a Él, servicio, ayuda al prójimo y bendición para los que nos rodean. La belleza de una persona está en tus ojos; es lo que tú quieras ver.


Sábado 4 de abril | Lectura del día: Mateo 27:57-66 Un sábado de silencio Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Mateo 27:59-60

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l ponerse el sol el viernes, comenzaba el Día de reposo judío y terminaba al ponerse el sol el día sábado. Algunos rabinos enseñan que el “Shabbat”, día de reposo o cesación de trabajo comienza cuando se pone el sol y se pueden ver en el cielo tres estrellas. Fue instituido por Dios para que el pueblo tuviera descanso del trabajo, y a la vez, recobrara fuerzas físicas, emocionales y espirituales y tomara tiempo para adorar a Dios. En Israel como en el resto del mundo, la puesta del sol depende de las estaciones del año. Jesús se declaró dueño del sábado (Mateo 12:8), razón por lo cual nuestro descanso está en Él, y no en el día. Según el rabino Hayin Halevy las reglas para el judío moderno siguen siendo tan estrictas como lo fueron para la época del reinado de Salomón, por lo que deben bañarse, afeitarse y cambiarse de ropa antes de que entre el sol. Toda la familia tiene que estar cambiada y arreglada; la comida preparada y la mesa puesta; no pueden hacer nada en absoluto que requiera esfuerzo o trabajo. En el Talmud se llegaba al extremo de que si un animal caía en un barranco, no se podía sacar. En la época del Antiguo Testamento si a alguien se le sorprendía en alguna actividad laboral, se le aplicaba la pena de muerte (Éxodo 31:15). Por ello el cuerpo de Jesús no podía quedarse en la cruz y José de Arimatea, junto con Nicodemo, lo bajaron y lo colocaron en una tumba nueva labrada en la roca, antes de la puesta del sol. Adoremos a nuestro Padre Celestial porque nuestro Salvador estuvo bajo el poder de la muerte, descansó en ella y guardó su día de reposo, cumplió totalmente la ley. Para nosotros nuestro reposo es en Cristo, es espiritual y no más ceremonial. Descansar en nuestro Señor es una enorme bendición. La belleza de una persona está en tus ojos; es lo que tú quieras ver.


Domingo 5 de abril | Lectura del día: Lucas 19:28-40 Un domingo diferente Diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Lucas 19:38

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quel domingo de hace un poco más de dos mil años fue diferente. Tiene una nota de fiesta, de regocijo, de alegría, de alabanzas, de grandes voces, como nos lo platica Lucas 19:37-38, «Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!» ¿Cómo? ¿Un rey vie- 13 ne? Sí, y en son de paz, montado sobre un burrito. El pueblo le dio • adoración como Dios y reconocimiento como Mesías prometido. El 41 lenguaje usado es profético y único. A ningún otro rey se le ha recibido de esa manera. Todo, de manera espontánea, era nuevo: el burrito montado por el Señor no había sido utilizado por nadie. Los mantos y las ramas que cortaban de los árboles y de las palmeras, como nos lo relata Mateo 21:8 y Juan 12:13, formaron una alfombra única; la multitud que era muy numerosa, a la que nadie convocó por las redes sociales; los cantos reservados solo para el Mesías que habría de venir; las alabanzas a Dios por ese coro innumerable; las grandes voces de quienes exaltaban las maravillas que Jesús había hecho; las expresiones de “Paz en el cielo y gloria en las alturas” tocando dimensiones espirituales elevadas; la turbación de Jerusalén; inclusive la primera luna llena antes del equinoccio de la primavera. Hoy puede ser un domingo diferente si permitimos que Jesucristo entre en nuestra vida, en nuestro matrimonio, en nuestra familia, en nuestro negocio, en nuestra intimidad, en nuestros planes, en nuestros proyectos. Aún más si tomamos oportunidad de adorarle, bendecirle, glorificarle, cantar para Él. Nos llenaremos de regocijo, de gozo, de alegría, para contagiar a otros. Qué tal si hoy o mañana invitamos a un hermano nuevo en la congregación a cenar y alegramos su corazón y el de nuestro Rey Jesús. La belleza de una persona está en tus ojos; es lo que tú quieras ver.


Lunes 6 de abril | Lectura del día: Mateo 21:12-22 Lunes de limpieza Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto.Y luego se secó la higuera. Mateo 21:19

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ara algunos los días lunes son de descanso. Para otros son el primer día de trabajo.Tal vez para otros el día de comprar la despensa para la semana. En la última semana de vida terrenal de Jesús fue un lunes de reprensión y de limpieza. Salió esa mañana de Betania, ubicado a unos cuatro kilómetros de Jerusalén. Había dormido en casa de sus amigos: Marta, María y Lázaro. En el camino, sintiendo un poco de hambre, se acercó a una higuera para buscar frutos, pero al encontrar solamente hojas y ramas, la maldijo y la condenó a secarse y no fructificar más. Nos preguntamos: ¿Qué pasaría si nuestro Señor Jesucristo viniera hoy a nuestra vida para buscar frutos de justicia, dignos de alguien que se ha arrepentido de sus pecados y le ha aceptado como Salvador personal? ¿Qué encontraría? Al llegar a Jerusalén, se dirigió al templo. Encontró que éste se hallaba lleno de comerciantes, de animales en venta y bancos de cambistas de monedas. ¿Podemos imaginar la irreverencia que había en un lugar dedicado para adorar a Dios y para recibir la instrucción de las Sagradas Escrituras? Los corderos, las ovejas, palomas, animales vacunos y aves que podían comprar para ofrecer en sacrificio, evitando así tener que traerlos desde su casa. Sin embargo, estos animales no siempre serían lo mejor del ganado y su precio podría ser mayor que el justo. Allí también hubo limpieza, recordando que era Casa de Oración y no una “cueva de ladrones”, refiriéndose seguramente a los negocios que hacían. Juan 2:15-16 nos dice, “Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.” Permitamos que el Espíritu Santo limpie nuestro corazón, para agradar a Dios. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Martes 7 de abril | Lectura del día: Mateo 21:23-27 Discutiendo en martes Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad? Mateo 21:23

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uestro Señor Jesucristo inició ese día contestando la pregunta de los discípulos acerca de ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? y haciendo algunos comentarios sobre la fe que mueve montañas. Al llegar al templo en Jerusalén, durante todo el día, se dedicó a enseñar, sosteniendo algunas discusiones con los fariseos y con los herodianos. Este mismo día por la tarde, los líderes religiosos 15 judíos se reunieron en el palacio de Caifás y tomaron el acuerdo de • prenderle y dar muerte a Jesús. Judas se unió a la conspiración por 41 treinta piezas de plata. Los fariseos centran su discusión en demandar a Jesús que dijera en base a qué autoridad hacía aquellas cosas. Antes de contestar, Jesús les preguntó si el bautismo de Juan era de Dios o de los hombres. Inmediatamente se dieron cuenta los fariseos que estaban en un serio problema. Si respondían que «de Dios», él sin duda les iba a preguntar “¿Por qué, pues, no creísteis en él?” y si respondían «de los hombres», el pueblo podría apedrearlos, porque reconocían a Juan como profeta. Como no pudieron contestar Su pregunta, Él tampoco contestó la de ellos. Los herodianos discuten el asunto de pagar impuestos al Emperador romano y Él pidió que le dijeran de quién era la imagen y la inscripción en un denario, a lo que contestaron: “De César.Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. Luego tocaron el tema de cuál es el mandamiento más importante de la ley. Los saduceos le preguntaron acerca de la resurrección y les contestó diciéndoles que ignoraban las Escrituras, “Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos”. Agradezcamos que creemos en un Dios de vivos y no de muertos. Y sometamos nuestra vida voluntariamente a la autoridad de Cristo. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Miércoles 8 de abril | Lectura del día: Mateo 16:1-9 El grito final de victoria Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Mateo 16:9

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n los capítulos 26 y 27 del Evangelio según San Mateo, que hablan de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, bien podríamos titularlos: “¡El Rey ha muerto! ¡Viva el Rey resucitado!” A la mañana del primer día de la semana, domingo para nosotros hoy, María Magdalena fue al sepulcro para poner especias aromáticas en el cuerpo de Jesús, tal como lo había planeado (Juan 20:1-2), pero encontró removida la piedra que servía como puerta. Inmediatamente fue a avisarles a Pedro y a Juan, quienes corriendo llegaron a la tumba, para confirmar que los lienzos estaban puestos aparte del sudario. Había habido un terremoto, el Ángel del Señor descendió del Cielo, su apariencia era como de un relámpago, su ropa blanca como la nieve, removió la piedra y se sentó en ella. Los guardias temblando de miedo, se quedaron como muertos y finalmente huyeron del lugar que resguardaban. Las diez apariciones del Cristo resucitado: a María Magdalena en el huerto, a las mujeres que regresaban de la tumba, a dos discípulos en el camino a Emaús, a Pedro en Jerusalén, a diez de los discípulos en el aposento alto, a los once en el mismo lugar, a siete apóstoles en el mar de Galilea, a los once y a quinientos creyentes en el monte Tabor y a los once en el monte de los Olivos, son evidencia sin duda de que la resurrección fue real. El Cristo que aparentemente fue derrotado en los tribunales humanos, por los líderes religiosos, por el enemigo de nuestra alma, por la muerte en la cruz del Calvario, por la tumba, fue levantado por Dios como un Cristo victorioso, vencedor, triunfador, conquistador. En la victoria de nuestro Señor y Salvador está garantizada nuestra victoria. En Él encontramos la fortaleza y el coraje suficiente para ser vencedores. Cada día debemos agradecer a Dios por tener en Cristo la ayuda necesaria para vencer toda situación espiritual que enfrentemos. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Jueves 9 de abril | Lectura del día: Romanos 5:1-8 Amados por Dios Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

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l diccionario define amor como “un intenso afecto por otra persona, basado en lazos familiares o personales”. Generalmente, el ser humano ama de manera condicional. Amamos a alguien que cumple las condiciones que nosotros ponemos. Este “intenso afecto” tiene su fundamento en la atracción sexual hacia la otra persona. Nuestro amor se basa también en nuestros sentimientos y emociones, que pueden cambiar en cualquier momento. En el caso de muchos 17 matrimonios, llegan al punto en el que “ya no sienten” amor el uno • por el otro y optan por la separación o el divorcio. Lo más cercano 41 a un amor incondicional es el amor de padres, porque amamos a los hijos aunque no cumplan nuestras expectativas o se comporten en rebeldía o desobediencia. Cuando consideramos el amor de Dios para con nosotros, nos damos cuenta que este es un amor incondicional, sacrificial, eterno, único. No se basa en sentimientos o emociones. No nos ama nuestro Señor porque seamos fáciles de amar o porque le hagamos sentirse bien. Él nos creó para tener una relación de amor y estuvo dispuesto a sacrificar a Su Hijo único para demostrarlo. En Oseas 11:8 nos dice: “¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.” Y en Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Qué privilegio tan grande el que seamos objetos del amor de Dios.Y que bendición es ser recíprocos y amarle a Él con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas.Y en este mundo podemos demostrarlo amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esta semana tenemos la oportunidad de demostrar amor, ayudando a alguien que lo necesite, de manera directa, compartiendo nuestros alimentos, dándole algo de ropa, ayudarle en alguna necesidad que tenga o dando una palabra de ánimo al desanimado. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Viernes 10 de abril | Lectura del día: 2 Pedro 3:1-9 La bendición del perdón El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:9

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l perdón de Dios se fundamenta en el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo a favor de nosotros, seres humanos pecadores. Es fruto del amor de Dios hacia la humanidad. Requiere del arrepentimiento, que es un cambio en el corazón y en la dirección de la persona. La palabra perdonar, en el griego original, significa “liberación, remisión, condonar una deuda”. Así que, el perdón es una experiencia personal cuando nos arrepentimos, reconocemos nuestro fracaso en cumplir la voluntad de Dios, creyendo en Cristo como nuestro Salvador y Señor. Lo respaldamos con un esfuerzo sincero de encaminarnos en la dirección correcta. Lucas 15 nos platica tres historias que hablan sobre el arrepentimiento. Describen la alegría de Dios cuando una persona se vuelve para seguir por el camino correcto. Jesús usó estas parábolas alrededor del concepto de lo perdido y luego encontrado. La primera habla de una oveja que se perdió. El pastor sale a buscarla, “y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” La segunda historia trata de una mujer que ha perdido una moneda de plata, “Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” El tercer ejemplo, no es un animal, ni una moneda, sino uno de los dos hijos que tenía un padre. Cuando el joven regresó al hogar, el padre dijo, “porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.” Gracias demos a Dios por el perdón que nos da cuando nos arrepentimos y obedecemos Su Palabra. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Sábado 11 de abril | Lectura del día: Filipenses 4:10-20 Permite que Dios potencie tu propósito Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas. Filipenses 4:12-13 ntv

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ecesitas más que pensar positivamente para vivir una vida de fe. Tienes el poder de Dios. Ya lo dijo Pablo en los versículos que leímos al principio en Filipenses 4:12-13. En otras palabras, tú puedes hacer cualquier cosa con la ayuda de Dios. Una vez un hombre vino a Jesús y le pidió que sanara a su 19 hijo. Le dijo: “Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. • Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. ¿Cómo que si 41 puedo? Para el que cree, todo es posible. –Sí creo- exclamó de inmediato el padre del muchacho -. ¡Ayúdame en mi poca fe!” (Marcos 9:22-24 nvi). Esta es una de mis oraciones favoritas en la Biblia. Es muy honesto.Y eso es lo que Dios quiere de ti en la oración: honestidad. Si oras esa oración: “Yo creo, ayúdame con mi incredulidad”, Dios te contestará. Él quiere que seas fuerte en tu fe. Quiere que superes tu incredulidad. Fe significa que creemos que Jesús puede hacer lo que le pedimos, y que con Su ayuda podemos hacer también lo que Él nos pide que hagamos. ¿Has estado intentando vivir en tu propio poder? Si es así, te garantizo que no vas a llegar a ninguna parte, al menos en las cosas que realmente importan en la vida. Puedes leer todos los libros motivacionales en el mundo y aún no hacer ningún progreso sobre tus sueños. Necesitas la ayuda sobrenatural de Dios para vivir una vida de fe. Entregar tu vida a Jesús es la decisión más segura que puedes hacer. Te enseñará a confiar en Dios, y extenderá tu fe mientras ves que “puedes hacer todo a través de Cristo”, que te da la fuerza. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Domingo 12 de abril | Lectura del día: Romanos 5: 10-17 Pecados perdonados Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanos 5:10

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ara poder entender la bendición de ser perdonados, necesitamos comprender lo que es el pecado. Para ello, si vamos a las Sagradas Escrituras encontraremos que, “toda injusticia es pecado” (1 Juan 5:17), lo que significa que el pecado es todo lo contrario a la justicia o hacer lo opuesto a lo que nos ordena la Palabra de Dios. En 1 Juan 3:4 nos dice que, “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.” En otras palabras, todo lo que no esté de acuerdo con la norma establecida por Dios está fuera de su ley, es maldad y, por lo tanto, es pecado. Siempre que las personas actúan en sentido contrario a esa ley, pecan en contra de Dios o del ser humano y, con frecuencia, de ambos. Al apóstol Pablo le impactó la condición humana en el mundo grecorromano del primer siglo, cuando las personas “estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios”, por lo tanto Dios, “los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer” (Romanos 1:28 nvi). El resultado es una lista de personas que, “estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”. A pesar de que una conducta pecaminosa, conlleva una condena y juicio, tenemos bendición, “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.” (Romanos 5:6) y luego agrega, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). No importa cuánto hayamos pecado, por la gracia de Dios, en Cristo tenemos salvación y vida eterna. Muchos nacen como original, y mueren siendo copia.


Lunes 13 de abril | Lectura del día: Hebreos 4:11-16 Jesucristo nuestro mediador Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Hebreos 4:15

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n mediador es una persona que habla o pide por otro. Cuando oramos por otras personas, estamos intercediendo por ellas. Nuestra petición delante de Dios, a veces, es por la salvación de una persona o por alguna necesidad que tenga. Los sacerdotes en el Antiguo Testamento hacían la labor de intercesores del pueblo ante Dios, y de entrega del mensaje de Dios a Su pueblo. Nuestro Señor Jesu- 21 cristo durante Su ministerio en esta tierra continuamente oró por Sus • discípulos. Pedía que fueran guardados del mal y del malo. Pedía al 41 Padre que los protegiera como Él lo había hecho mientras estuvo con ellos y que estuvieran unidos. El apóstol Pablo nos enseña: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5) y el escritor a los Hebreos dice “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.” Y comparándolo con el sacerdocio humano que cambia, dice: “mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Así que Jesucristo es para nosotros, el mediador perfecto ante el Padre Celestial. Agradezcamos a Dios hoy porque tenemos a un mediador que intercede por nosotros cuando somos tentados, cuando le fallamos a Dios en algo, cuando pecamos, cuando el enemigo de nuestra alma nos acusa o cuando la comunión con nuestro Padre celestial se rompe, y Él la restablece. De tal manera que, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” Glorifiquemos a nuestro Señor, porque por medio de Él tenemos entrada libre a nuestro Dios. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16). Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Martes 14 de abril | Lectura del día: Eclesiastés 5:1-8 La perseverancia cristiana Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu. Eclesiastés 5:8

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iviendo en un tiempo en el que todo cambia, es difícil mantenerse en lo que hemos comenzado. Se habla muchas veces de lo difícil que es comenzar una obra o un trabajo o un ministerio. Diríamos que lo más difícil es mantener lo que hemos comenzado. De allí la importancia de reflexionar sobre la perseverancia cristiana. Salomón nos dice en Eclesiastés 5:8, que «mejor es el fin del negocio que su principio...», entendiendo que entre el principio y el fin, se encuentra la perseverancia. Perseverancia significa mantenerse constantemente en seguir, continuar, adherirse firmemente, perseverar en lo que se ha comenzado. Debemos poner todo nuestro esfuerzo para perseverar en la fe, en la vida cristiana, en la gracia de Dios, en la oración, en las Sagradas Escrituras y en la comunión unos con otros. Si lo hacemos así, nos mantendremos en conexión con el Espíritu Santo, alimentados con las enseñanzas de la Palabra de Dios, fortalecidos con una vida de constancia en la oración, obedeciendo a nuestro Señor, dependiendo de Su gracia y viviendo en la comunidad de fe. Cosechando amor, comprensión, armonía como nos lo dice el Salmo 133. Animándonos unos a otros a seguir adelante en la vida cristiana, mirando hacia la meta, a la que queremos llegar, con un final glorioso y eterno. Gracias a Dios que podemos vivir victoriosamente en Cristo, siendo perseverantes, no deteniéndonos, sino superando todo obstáculo que pudiéramos tener, aprendiendo a convertir cada piedra de tropiezo en un peldaño que nos permita hacer crecer nuestra fe, siguiendo adelante, aunque otros se queden a mitad del camino por cualquier motivo o pretexto. Vale la pena continuar, aunque la ruta sea difícil o cuesta arriba, porque los beneficios de llegar al final son muy valiosos. Además, podemos ser ejemplo para todos aquellos que vienen tras de nosotros. Santiago 1:25 nos dice: “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Miércoles 15 de abril| Lectura del día: Daniel 3:1-25 Rescatados del fuego Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. Daniel 3:25

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adrac, Mesac y Abed-nego, los jóvenes judíos traídos a Babilonia, que estaban ahora en un lugar de privilegio, frente a los negocios del rey Nabucodonosor, cómodos, bendecidos, cuando manda el rey a construir una estatua de oro, de unos 30 metros de altura, 3 metros de ancho, toda de oro y establece culto a ella, se hallan entre obedecer al rey o desobedecerle. Posiblemente haya sido una réplica de Nabuco- 23 donosor o de Bel, un ídolo babilónico principal. La orden era, “que • al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de 41 la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.” Les llegó, de manera inesperada, la prueba.Y al no obedecer al rey Nabucodonosor, son lanzados al horno de fuego. El significado de los nombres de estos jóvenes indica la confianza que tenían en su Dios: «Jehová ha favorecido», «El Señor ha ayudado» y «El que es lo que Dios es». Aun cuando el calor del horno fue aumentado hasta siete veces más, Dios envió a su ángel para protegerlos y librarlos de la muerte. Llama nuestra atención que el texto bíblico dice que veían dentro del horno a cuatro varones, es decir, no estaban solos. Estaban sueltos, sin ninguna atadura. Se paseaban, es decir, no sufrían como sus enemigos querían, en medio del fuego, allí donde Dios transforma las circunstancias adversas en bendiciones, no sufrieron ningún daño, cumpliéndose la promesa en Isaías 43:2-3. Gracias a Dios que permite que, el fuego de las pruebas nos haga crecer en fidelidad a Él, en perseverancia, en fe. Que cuando confiamos en nuestro Señor, no cedemos a la presión de lo que hacen la mayoría. Y que nuestro Dios se manifiesta en el momento preciso para ayudarnos. Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Jueves 16 de abril | Lectura del día: Romanos 10:8-17 La fe viene del oír la Palabra de Dios Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17 nvi

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n jardinero puede plantar el mismo tipo de semillas en tres lugares diferentes y obtener tres resultados diferentes. En un lugar, él cosechará tomates gigantes; en el otro, tomates pequeños; y en un tercero, no cosechará nada. ¿Cuál es la diferencia? No es la semilla, sino el suelo. El suelo debe estar preparado para la semilla. Lo mismo sucede cuando oyes la Palabra de Dios. Tú puedes llevar a dos personas a la Iglesia, sentarlas juntas, y mientras uno saldrá pensando que Dios realmente le habló, el otro no se llevará nada de la reunión. El corazón de una persona fue preparado, mientras que el corazón de la otra no. ¿Puedes preparar el suelo de tu corazón por la Palabra? La Biblia dice: Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida. (Santiago 1:19-21. nvi). Para tener una buena recepción, este pasaje nos enseña a tener cuatro actitudes: • Debes estar callado. “Sé rápido para escuchar, tardo para hablar.” Tú no puedes oír a Dios si estás hablando. • Debes estar tranquilo. “Lento para enojarte.” Si estás desesperado, no vas a oír a Dios. La Biblia dice: “Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios…” Mi traducción de eso es “siéntate y cállate”. • Debes estar limpio. “Despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda.” Antes de que te encuentres con Dios, tienes que sacar la basura emocional y espiritual. Deshazte de las cosas que apestan en tu vida; te deshaces de la basura cuando confiesas tu pecado a Dios y cuando estás de acuerdo con Él de que lo que hiciste estuvo mal. • Debes ser humilde. “Recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes.” Estar listo para hacer lo que Dios dice de Su Palabra. Una actitud soberbia hace un corazón duro. Hoy, ¿cómo está tu suelo? Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Viernes 17 de abril | Lectura del día: 1 Juan 4:13-21 Ama a tu prójimo Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:21

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unque Dios no puede ser visto directamente, su vida se puede experimentar por la gente al amarse unos a otros. Siendo que Dios es amor, ellos le conocen cuando aman. Cuando amamos a otros, el amor de Dios por nosotros ha alcanzado su pleno efecto en crear la misma clase de amor como el suyo en nosotros. Debido a que Dios vive en nosotros, su amor se ha perfeccionado en nosotros. ¿Cómo sabemos que Dios nos ama? La razón de la confianza 25 que los creyentes tendrán en el día del juicio es que ellos conocen a • Dios como su Padre en cuyo amor ellos han habitado. La gente no 41 puede amar y temer en el mismo momento; por ejemplo: es imposible acercarnos a Dios con un corazón lleno de temor servil y con un sentido abrumador de su amor por ellos y de su amor por Él. El amor echa fuera el temor. Muchas personas viven en constante temor, ellos creen que Dios los va a castigar. Se les olvida que son hijos perdonados, como tal, no hay condenación para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1). El amor que los creyentes exhiben es una respuesta al amor anterior de Dios por ellos. El amor engendra amor. El amor por Dios no son meramente sentimientos cálidos. El amor no es amor a menos que encuentre expresión concreta vía cuidado activo por otros. Además, siendo que es más fácil amar a una persona visible que amar a un Dios invisible, el reclamar tener éxito en la tarea más difícil (amar a Dios) mientras fracasamos en la tarea más sencilla (amarnos unos a otros) es una contradicción absurda y sin esperanzas. ¿Te cuesta trabajo amar a alguien? Pídele a Dios que te llene de Su amor y que te ayude a amar como Él lo hace. Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Sábado 18 de abril | Lectura del día: Romanos 5:8-11 Tú eres muy valioso Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

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l amor de Jesús no depende de lo que nosotros hagamos por Él. No, de ninguna manera. Ante los ojos del Rey tú tienes valor simplemente porque existes. No tienes que lucir bonito o cumplir bien. Tu valor es interno e intrínseco. Eres valioso, no por lo que haces o por lo que has hecho, sino simplemente por lo que eres. Yo no merezco un amor como el de Jesús. Ninguno de nosotros lo merece. Ningún esfuerzo que nosotros hiciéramos sería suficiente. Todos nosotros –por “puros” que seamos- no merecemos el Cielo como tampoco el ladrón en la cruz lo merecía, pero hacemos valer la obra de Jesús por nosotros. El murió por nosotros, y eso nos dio un nuevo gran valor. Dios quiere que entendamos que una persona vale simplemente porque es una persona. Nos hemos dejado convencer que el ser humano sólo vive el momento presente. Que el hombre no tiene sentido, que no hay ninguna razón para esta absurda existencia. De algún modo tuvimos la idea de que carecemos de significado. La creación resultó por casualidad y la humanidad no tiene dirección. Perfectamente sombrío, ¿verdad? Si el hombre no tiene destino, entonces no tiene deber, obligación ni responsabilidad. Si el hombre no tiene destino, entonces no tiene una dirección o meta. Si el hombre no tiene destino, entonces ¿Quién puede decir qué es lo correcto o qué está equivocado? El mundo proclama que no hay absolutos. Que no hay principios ni ética. No hay normas. Si el hombre no tiene deber ni destino, el resultado lógico es que no tiene valor. Si el hombre no tiene futuro, no vale mucho.Vale, en efecto, tanto como un árbol o una roca. No hay diferencia. No hay razón de estar aquí, por eso no tiene sentido. Este es el sistema de valores del hombre, no el de Dios. Su plan es mucho más brillante En el libro de Dios, el hombre es de suma importancia. Nosotros contamos, somos valiosos. Y lo que es más, ¡nuestro valor es edificado desde adentro! Nuestro valor nace de nuestro interior. Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Domingo 19 de abril | Lectura del día: Éxodo 21:1-11 Somos esclavos de Cristo Y si el siervo dijere:Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre. Éxodo 21:5-6

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a intención no era hacer de la esclavitud una forma de vida u de opresión sino una forma de ayuda entre el pueblo hebreo, de tal modo que aun a pesar de lo grande que fueran las deudas de una persona quedaba libre, como lo describe el pasaje, al séptimo año. Las instrucciones eran muy claras: Al séptimo año quedaría libre, sin que 27 • tuviera que pagar nada por su libertad. En ese tiempo, aunque para nosotros suene trágico, era una 41 forma de seguridad para no dejar en la desprotección a personas que habían caído en la desgracia económica. No había instituciones de beneficencia ni asociaciones civiles, por lo que las personas que no tenían dinero literalmente se podían morir de hambre. La esclavitud era una forma de tener bajo cuidado a los pobres por gente que podía sustentarlos a cambio de trabajo. Pero este pasaje que regula estas relaciones sociales nos hace pensar también que podemos apelar a una “esclavitud voluntaria”. Como en aquel entonces, cuando alguien pagaba la deuda de un desprotegido económicamente y éste se constituía en su esclavo, de la misma forma Dios nos ha rescatado y pagado nuestra deuda, que era mucha, y llegado el momento nos enfrentamos a la decisión de qué queremos hacer con aquella persona que pagó nuestra deuda. Tenemos la libertad de irnos con esa libertad pagada o quedarnos a servir voluntariamente a aquel que sin pedir nada a cambio compró nuestra libertad. La marca en la oreja de los “esclavos voluntarios” era un símbolo externo de un esclavo que estaba dispuesto a vivir con aquél que pagó por su libertad. Ahora de la misma forma, nuestra vida y conducta son evidencias que vivimos bajo el señorío de aquél que pagó por nuestra libertad y en Él vivimos libres. Si haces lo que siempre has hecho nunca llegarás más allá de donde siempre has llegado.


Lunes 20 de abril | Lectura del día: Hechos 9:1-6 Rescatado para un propósito Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Hechos 9:6

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i hay alguien en las Escrituras que sería el ejemplo perfecto de un hombre rescatado fue Saulo, quien a la postre se levantaría como el gran apóstol Pablo. Saulo fue el prototipo del hombre religioso celoso dispuesto a todo con tal de vindicar la fortaleza del judaísmo y luchar contra los herejes, en este caso los cristianos. Con gran erudición podía justificar su fe y los dogmas que había aprendido desde la infancia, pero que no habían transformado su vida. Fue rescatado porque era un hombre sinceramente entregado a un propósito equivocado. No fue una decisión de él en primera instancia, sino la intervención abrupta de Dios en su vida que lo obligó a dar una vuelta de 180 grados. Una vez que tuvo su encuentro personal con Jesús a quien perseguía y que supo que estaba mal y que no podía seguir haciendo lo que hacía, expresó: ¿qué quieres que yo haga? Algunas personas ya saben qué es lo que Dios quiere que hagan, pero no han tenido la fuerza para hacerlo o no han tomado la decisión de decir: Sí Señor. Algunos otros todavía están en ese proceso de saber cuál es la voluntad de Dios. Pero llega el momento en que uno debe detenerse a la mitad de camino y decir: “Está bien Señor, voy a hacer lo que tú quieres. Qué quieres que yo haga”. Esta bonita frase corta tiene un elemento central básico que va a cambiar nuestra vida, porque es un acto de renuncia a nuestro deseo y es una supeditación a la voluntad de Dios. ¿Qué es lo que quieres que yo haga? Es concederle a él la dirección de mi vida, reconociendo que soy yo el que ya no sé qué hacer, y que estoy dispuesto a hacer lo que Él quiera. Si haces lo que tú crees, tus convicciones pueden cambiar cuando tengas mayor información, pero si haces siempre lo que Él quiere, si buscas obedecerle, si quieres hacer Su voluntad, entonces no importarán las circunstancias; tu móvil para hacer las cosas será hacer lo que el Señor quiera. Para eso fuiste rescatado. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Martes 21 de abril | Lectura del día: Mateo 28:25-30 Tu descanso está en Él Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28

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ste descanso es un regalo. No es un descanso por grados que depende de nosotros, sino un regalo dado instantánea e inmediatamente por Dios. El versículo habla de descanso hallado, trabajado, descubierto; pero éste es un descanso otorgado por Dios. A Jesús venimos; extendemos con fe la mano vacía, y se nos da luego descanso gratuitamente. Es descanso presente, actual, no después de la muerte; no descanso después de un tiempo de prueba y creci- 29 miento y progreso, sino descanso concebido cuando vengo a Jesús, • inmediatamente entonces. Y descanso perfecto también; nada indica 41 que no lo sea. No leemos: «les daré algo o un poco de descanso», sino «descanso». ¿Cuál es el significado de este descanso? ¿Has venido a Jesús y te ha dado descanso perfecto y presente? Si es así, sé que verás con gozo esta palabras, “yo”, y te recordaré quién es el que lo está prometiendo. Jesús promete, y Jesús hace. ¿No vino de Él todo nuestro descanso cuando fue perdonado nuestro pecado? Desapareció la carga, pero ¿quién la tomó? Se quitó el yugo, pero ¿quién lo levantó del hombro? ¿No das a Jesús hoy la gloria de todo el descanso de la carga de la culpa? ¿No alabas Su nombre con toda el alma? Sí, yo lo sé. Y sabes cómo te vino ese descanso: por su sustitución y tu fe en esta obra de Dios, que Él tomó toda tu culpa, tu carga, tu pecado y la puso sobre sí. Tu pecado no fue perdonado violando la justicia divina; la justicia quedó satisfecha en Jesús; él te dio descanso. El hecho de que hizo expiación plena es el descanso de nuestro espíritu. Sé que esa profunda calma de tu conciencia proviene que crees en el sacrificio vicario de nuestro Señor. Llevó la inquietud para que pudiésemos tener el descanso que recibimos hoy en calidad de regalo suyo gratuito. Ardientemente deseo que muchos que nunca han sentido ese descanso vengan por él; es todo lo que hay que hacer para obtenerlo, venir por él. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Miércoles 22 de abril | Lectura del día: Hebreos 11:32-40 Fe significa confiar en las promesas de Dios Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros. Hebreos 11:39-40 ntv

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o es fácil vivir por fe. Vivimos en un mundo quebrantado. Cuando Dios echó a Adán del Edén, le dijo que la vida sería difícil, y lo es. Hay una batalla cósmica pasando tanto dentro como fuera de ti; el tiempo no funciona bien, nuestros cuerpos no funcionan bien, nuestras relaciones no funcionan bien. Tienes batallas con tu propia naturaleza pecaminosa y contra Satanás, quien no quiere nada más que “robar, matar y destruir”, y muchas veces nos atrapa y lo único que queremos es darnos por vencidos. Pero en Hebreos 11, Dios nos insta a la espera, porque Él no se ha olvidado de nosotros y cumplirá Sus promesas un día. Él promete darnos un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11). Él promete quitar nuestras lágrimas (Apocalipsis 7:17) y promete muchas cosas más a través de Su Palabra. Este mismo pasaje menciona una variedad de héroes bíblicos que demostraron su fe en las promesas de Dios: Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, David, Gedeón y Sansón, solo por mencionar algunos. Aunque tuvieron que soportar muchas dificultades, continuaron en sus jornadas espirituales. Cuando te sientes como que quieres darte por vencido, recuerda a los héroes de la Biblia e imita su fe. Un día, tu fe y la de ellos será recompensada, y llegaremos todos juntos a la perfección. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Jueves 23 de abril | Lectura del día: 7:41-50 ¿Cuánto amas a Dios? Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Lucas 7:47

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esús se paró junto a Simón y miró hacia la mujer para que Simón también la mirara. Pero no solo Simón, todos voltearon a mirarla. La mujer quería hacer algo por Jesús, quería demostrarle su gratitud, pero ahora Jesús hace mucho por ella.Y le dice a Simón ¿Ves lo que ha hecho esta mujer? Tú no me diste agua para los pies, tú no me besaste, tú no me ungiste la cabeza con aceite, tú, al parecer no tienes 31 nada que agradecer. Entonces uno puede entender la historia que Jesús le contó a • Simón. Los dos deudores son Simón y la mujer, la proporción de la 41 deuda es muy grande (de 10 a 1) la mujer es quien debe más, y Simón, a quien Jesús le está diciendo que también debe, aunque quizá él creyera que no, es el que debe menos. Los pecados de la mujer que muchos relacionan con María Magdalena son evidentes, son lo que llamaríamos pecados de la carne, entre los cuales están todos aquellos que legalmente se sancionan; los pecados de Simón son los pecados del espíritu que no son punitivos legalmente y que, sin embargo, hacen tanto daño o más que los otros: orgullo, hipocresía, murmuración, egoísmo, celos, las envidias, etc. Jesús dijo entonces que aquellos que más aman son los que se han tenido que enfrentar con sus grandes quebrantamientos y una gran gracia los ha hecho abrirse. Jesús termina diciendo: Por eso te digo que sus muchos pecados le han sido perdonados. No hay nada que Dios no pueda perdonar, salvo el pecado que no se confiesa. Si lo confiesas eres perdonado, lo sabrás cuando estés invadido por la gratitud por lo que Dios ha hecho en tu vida. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Viernes 24 de abril | Lectura del día: Lucas 19:1-10 Cristo transforma tu vida Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Lucas 19:8

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sta es la expresión de Zaqueo cuando Jesús decidió visitarlo en su casa y comer con Él. Zaqueo había oído hablar de Jesús y quería verlo, lo que él no sabía era que Jesús ya lo había visto y había ido a Jericó para encontrarse con él. Cuando Zaqueo tuvo un verdadero encuentro con Jesús, se decidió a hacer más de lo que demandaba la ley, y mostrar con sus obras que era un hombre cambiado. La conversión es algo que no se demuestra con palabras, sino con obras. Zaqueo era parte de un sistema injusto, Jesús no cambió el sistema, no le pidió que renunciara a su trabajo. Todo comenzó con una transformación interna que tuvo repercusiones económicas en la sociedad. Hay tres momentos muy importantes en la vida de Zaqueo que nos muestran que la salvación había llegado a su vida y a su hogar: cuando él decidió buscar a Jesús, cuando lo recibió en su casa como símbolo de que lo recibió en su corazón y cuando mostró evidencias repartiendo sus bienes a los pobres. Después de estos tres eventos es cuando Jesús dice: “Hoy ha vendido la salvación a esta casa.” Muchas veces nos quedamos con la idea de la oración del pecador y creemos que es suficiente que repita, pero nos olvidamos que la conversión necesariamente debe tener repercusiones en la propia vida, en la vida de los que están alrededor de la persona y en la comunidad. Una persona perdonada no puede pretender que es solo una experiencia subjetiva, la obra interna que Dios hace en el corazón no se detiene ahí. Comienza en el interior de la persona pero se evidencia, como todo fruto, externamente. Ese fruto es el producto del agradecimiento por lo que Dios produce en el corazón humano gracias al perdón. Jericó no volvió a ser igual después de la conversión de este hombre. Tu familia, tu comunidad, tu trabajo deben ser diferentes gracias a los frutos que estás dando por tener a Cristo en tu corazón. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Sábado 25 de abril | Lectura del día: Juan 3:1-16 Necesitas un Salvador Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16

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uando Nicodemo, una persona muy importante entre los judíos se acercó a Jesús, lo hizo porque se sentía vacío. Era una persona religiosa, reconocida, y quizá tenía mucho dinero, sin embargo estaba vacío. Jesús, que conoce los corazones, y sabiendo su condición espiritual, le dijo que le era necesario regenerarse, es decir, morir a su antigua forma de vida y nacer a una verdaderamente espiritual. La 33 felicidad de la vida no está en lo que uno posee, y eso incluye una • 41 religión, sino en la clase de relación que tenemos con Dios. La historia de Jesús y Nicodemo en Juan 3 nos remonta a la historia narrada en Números 21:4-9. Cuando las personas picadas por las serpientes veían con fe a la serpiente de bronce no morían. Lo mismo tenemos que hacer con Cristo. Todos nosotros hemos sido picados por la serpiente del pecado. Todos hemos pecado y por lo mismo teníamos que pagar por nuestro propio pecado, sin embargo Cristo padeció en la cruz en lugar de cada uno de nosotros, de tal manera que si vemos con fe la muerte que Jesús hizo en la cruz, no moriremos, sino que hemos pasado de muerte a vida. La Biblia dice que Dios nos ama, pero ese amor de Dios hacia nosotros no es como el que vemos comúnmente en la calle o en la televisión. Es un amor perfecto porque no lo merecemos, no se termina, se da sin pedir nada a cambio. Ninguno de nosotros sería capaz de dar a un hijo por alguien, ni aun alguna cosa que quisiéramos mucho por alguien que no lo merece. Pero Dios si pudo dar a su único Hijo, para que todos aquellos que creen no vivan perdidamente ni ahora ni nunca, sino que puedan gozar de las bendiciones de Dios por siempre. ¿Has creído en Cristo como tu Salvador? ¿Lo has recibido en tu corazón? Ahora solo tienes que recibir su amor y agradecer que tendrás vida eterna. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Domingo 26 de abril | Lectura del día: Malaquías 3:1-12 El dar a Dios fortalece mi fe Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10

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ios usa las finanzas para probar tu fe. ¿Has tenido que decidir entre pagar una factura y diezmar? Solo tienes cierta cantidad de dinero ¿a dónde va a ir? Esto es una prueba. Dios te está diciendo: ¿realmente crees que puedo cuidar de tus facturas? o ¿crees que tienes que cuidar de ellas por tu cuenta? Él dice: “Traed todos los diezmos al alfolí (depósito en la iglesia). Si lo haces, derramaré bendición sobre ti hasta que sobreabunde. Te daré una bendición tan grande que no tendrás suficiente espacio para guardarla. ¡Inténtalo! Ponme a prueba”. En esencia, Dios te está diciendo: “Atrévete, atrévete a ver lo que voy a hacer si te conviertes en una persona generosa, dando. Diezma y ve lo que pasa en tu vida”. ¿Sabías que hay más promesas en la Biblia acerca de dar que cualquier otro tema? Jesús habló más sobre dar que lo que lo hizo sobre el Cielo o el Infierno combinado. Creo que es porque es la esencia del ser como Jesús. De hecho, la Biblia dice que Dios en un dador (Juan 3:16). Cuando damos, le demostramos a Dios que confiamos en Él y que creemos en sus promesas para proveernos. El dar fortalece, estira y pone a prueba nuestra fe. ¿Crees que Dios se encargará de tus facturas? Si estás luchando en esta área, pídele a Dios que te ayude en tu incredulidad. Luego da un paso audaz de fe y comienza a diezmar. Él quiere ayudarte a encontrar la libertad en tus finanzas y eso sólo viene de confiar en Él. Mientras oras sobre tus necesidades financieras, escríbelas y luego ve cómo Dios provee. La persona más influenciable con la que hablarás todo el día eres tú. Ten cuidado entonces con lo que te dices a ti mismo.


Lunes 27 de abril | Lectura del día: 1 Pedro: 1-13-21 Dios no hace acepción de personas Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. 1 Pedro 1:18-19

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uando pensamos en personas rescatadas, no podemos menos que pensar en cuatro mujeres. En algunos círculos en nuestro mundo moderno, todavía es de cabal importancia conocer el linaje, particularmente entre la nobleza. La pureza de la sangre a algunos le significaría la legitimidad para la ascendencia al trono. Las genealogías en el 35 pueblo de Israel cumplían también ese propósito, máxime cuando se • 41 quería comprobar que venía uno de familia real. No es común o normal que aparezcan nombres de mujeres en las genealogías judías. La mujer no tenía derechos legales; se le consideraba, no como una persona, sino como una cosa. No era más que una posición de su padre o de su marido, quienes podían hacer de ella lo que quisieran. Estas mujeres son: Tamar (Génesis 38) Tamar fue culpable de prostitución y, sin embargo, Dios permitió que fuera parte de los antepasados de Cristo. Salmón engendró de Rahab a Booz. (Josué 2.1-7). Rahab era tanto una prostituta como una extranjera. Su fe la salvó. Booz engendró de Rut a Obed. (Rut 4:17) Rut aunque su historia no es escandalosa, más bien virtuosa, no deja de ser extraordinario que era una mujer moabita. El rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías (Betsabé). Betsabé fue la compañera del terrible pecado de David y, a pesar de eso, Dios la perdonó y le permitió ser uno de los antepasados de Cristo por medio de Salomón Si Mateo hubiera escarbado las páginas del Antiguo Testamento buscando candidatas improbables no podría haber descubierto cuatro antepasados de Jesucristo más increíbles. Hoy nosotros tenemos que aprender que hay quienes se sienten olvidados por Dios, fuera de sus planes, pero hoy tenemos que reconocer que el amor de Dios es tal que supera cualquier maldad, por grande que sea. “Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20). Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.


Martes 28 de abril | Lectura del día: Hebreos 12:1-8 Fe significa que yo me niego a darme por vencido Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Hebreos 12:1 haces cuando tienes ganas de darte por vencido? Todo el ¿Q uémundo tiene ese momento cuando no ve ninguna luz al final

del túnel. Ellos han estado luchando con algo, quizá una cuestión de salud, una relación rota, problemas financieros o depresión, y empiezan a preguntarse si tienen la fuerza para seguir adelante. Si te encuentras en ese momento hoy, quiero compartirte algo de ánimo de Hebreos 12 y darte un motivo poderoso para seguir adelante. Hebreos 11 es el “capítulo de la fe” que nos habla de grandes personas de la fe: Abraham, Moisés, David y muchos otros. Sus historias son fuentes de estímulo de sí mismos. Pero una frase con la que comienza el primer versículo del capítulo siguiente es en la que me quiero enfocar. Hebreos 12:1 dice: “por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos…” No te des por vencido, porque el Cielo te está mirando y alentándote. Es una noticia alentadora. Tienes una audiencia. Nada de lo que haces es privado. Nada de lo que has hecho ha estado oculto desde el Cielo. Dios lo ve todo. Como Job dice: “Ve todo lo que hago y cada paso que doy” (Job 31:4 tlb). Dios conoce cada detalle de tu vida. Él observa cada aliento que das. No hay nada que Él no sabe, y Él te ama a pesar de todo.Y no es sólo Dios quien te está mirando. Abraham, Jacob, Moisés y todos los santos también están allí. ¿No es alentador? Cuando comiences a desanimarte, recuerda que las personas que han pasado por peores circunstancias que tú, te están mirando para ver lo bien que estás soportando. Y ellos te están animando desde las tribunas del Cielo. Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.


Miércoles 29 de abril | Lectura del día: 1 Juan 4:7-12 El amor perfecto de Dios El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 1 Juan 4:7-8

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l amor se origina con Dios. Siendo que el “amor viene de Dios”, todos los actos de amor son reflexiones de la naturaleza de Dios. John Stott dice que reclamar ser cristiano sin vivir una vida de amor, es como reclamar tener relación con un extraño cuyo lenguaje no podemos hablar o haber nacido de un padre a quien no nos parecemos. El amor se inicia con Dios. El amor es Su postura hacia la raza humana, y este amor recibe su substancia por la encarnación de Su 37 Hijo. La gente no llega a Dios con sentimientos cálidos o actos de • devoción y así despiertan el amor de Dios por ellos. Dios es el aman- 41 te primario. Es Su acción que saca una respuesta. El amor principia con Dios. El amor de Dios se expresa en la obra de salvación que Jesús hizo a favor de la raza humana. El asunto era el pecado. Todos habíamos pecado y el pecado había bloqueado la comunión con Dios. Los seres humanos eran incapaces de hacer alguna cosa para rectificar su propia situación, al contrario, siendo que el pecado hizo su trabajo de corrupción, ellos eran llevados más y más lejos de Dios, así que necesitaban ayuda, necesitaban a alguien que quitara sus pecados y que abriera el camino de regreso al compañerismo con Dios. Esto es lo que Jesús hizo: vino a la Tierra como hombre y vivió una vida perfecta. A causa de que no tenía pecados propios, le era posible estar en el lugar de otro y sufrir las consecuencias del pecado de esa otra persona. A causa de que era divino, le fue posible llevar el pecado no sólo de una persona sino de todas. Así que cuando Jesús murió, no era por sus propios pecados, sino por los pecados de todo el mundo. Jesús ya abrió el camino para que tú puedas llegar a la presencia de Dios, sólo tienes que creerlo y disfrutar de ese compañerismo con tu Padre celestial. Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.


Jueves 30 de abril | Lectura del día: Lucas 17:1-6 Perdonar y ser perdonados Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Lucas 17:3

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l perdón de Dios y el perdón humano son diferentes. Dios no tiene ningún problema para perdonarnos. Los seres humanos tenemos mayor dificultad para otorgar el perdón bajo cualquier circunstancia. Nos olvidamos de lo grande de nuestra deuda condonada y exigimos a los demás el pago inmediato de una deuda mucho menor. Nuestro Señor Jesucristo habla del procedimiento para reconciliarse con alguien que nos ofendió y perdonarlo. Primero hablar a solas con el ofensor; si no nos escucha, “toma aun contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia…” (Mateo 18:15-17). Esto provocó que Pedro hiciera la pregunta: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” Jesús le dijo: “No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”.Y por supuesto que nuestro Salvador no le está diciendo que perdone 490 veces, sino que perdone siempre. Sería bueno que recordáramos que nuestro Dios enfatiza que, cuando Él perdona, se borra el registro. “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18). Además, “cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmos 103:12). Este debe ser el verdadero espíritu del perdón. No debemos guardar rencor o molestia. Mucho menos tener deseos de venganza. La Palabra de Dios nos dice que, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda (Mateo 5:22–24, nvi). Agradezcamos a Dios que, en su infinita misericordia, sin merecerlo, nos ha perdonado y nos concede el privilegio de desarrollar un espíritu de perdón hacia todos aquellos que nos ofenden, nos hacen daño o hablan mal de nosotros. Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad.






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