Mejores son dos que uno - Febrero 2015

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Mejores son dos que uno Febrero 2015



Mejores son dos que uno

El铆as Betanzos 路 febrero 2015



Mejores son dos que uno Pastor Elías Betanzos Febrero 2015 es unapublicación mensual gratuita Ediciones Ginosko Año iv Número 12 20,000 ejemplares. Versión digital en www.familiacap.org Centro

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A labanza

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P roclamación Reuniones dominicales: 10 am, 12:30 y 7:00 pm Martes: 7 pm Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca) San Francisco Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Oficinas: Jazmines No. 909, Col. Reforma Oaxaca de Juárez, Oax. C.P. 68050. Tels: 01 (951) 5151733/ 01 (951)5184878 Si deseas anunciarte en esta publicación llama con Mario Mejía o Susana Lozano (951)1353675 / (951)1353676 susanloz@hotmail.com

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Mensaje Una amistad firme Mejores son dos que uno El tren de la amistad La generosidad fomenta la amistad La soledad no es buena Buena relación con los vecinos Todos necesitamos ayuda Vive intensamente Las relaciones que prevalecen Defiende a tus amigos Los beneficios de tener amigos Amistad con Dios Lo que destruye las relaciones El amor es la clave Un amor activo El valor de la lealtad La comunicación entre nosotros Una comunidad llamada Iglesia Buenas relaciones con la familia La familia de Jesús Dificultades para relacionarnos Un interés genuino La santidad en las relaciones interpersonales Un consejo para mantener buenas relaciones Somos uno en Cristo El amor siempre permanece Relacionarnos unos con otros Confía siempre en Dios



Cita con Dios · la reunión a la que no puedes faltar

Mejores son dos que uno ejores son dos que uno” no es un refrán popular, sino una declaración bíblica que nos muestra la idea de Dios para el ser humano. Nosotros fuimos creados para vivir como comunidad y en familia; de hecho, la Biblia relata que cuando Dios vio al hombre solitario, creó a Eva con la finalidad de que se formara una familia. Durante sus tres años y medio de ministerio en la tierra, Jesús trabajó intensamente en la formación de un grupo sólido de discípulos al que conformó como la Iglesia, y es a través de una congregación que funge como una familia de fe, que tenemos un fundamento sólido para nuestra vida. La razón por la que muchas personas caen en depresión es porque descuidan esta verdad bíblica y se aíslan, poniéndose a merced del enemigo, quien al verlos solos los ataca con sus dardos y los vence. Por esta y muchas otras razones, “mejores son dos que uno”. Este es un buen momento para tomar decisiones y determinaciones para el 2015; te aconsejo que te decidas a no vivir solo, sino a ser parte de una familia. Busca una Iglesia, sí es que aún no la tienes y comprométete con ella. Colócate bajo el consejo de un mentor para que te discipule, e intégrate a un grupo pequeño de estudio bíblico donde encontrarás amigos que te apoyarán en momentos difíciles de tu vida y se alegrarán contigo por tus éxitos. Si eres un hijo de Dios, tienes a Jesucristo viviendo en tu corazón y una familia espiritual; la promesa de la Palabra de Dios es: que si aun el infierno se levantara en tu contra, se topará contra el poder de una Iglesia que está guerreando por ti con el arma más poderosa que tenemos: la oración. “Mejores son dos que uno” porque cuando estamos unidos ahí envía Dios bendición y vida eterna. Sé parte de esta gran comunidad de creyentes en Cristo; comprométete con una familia y también ayuda a otros que andan solos por la vida; así garantizarás que este nuevo año tendrás a Dios y a una familia con quien compartir.

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Pastor Elías Betanzos Director General

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Domingo 1 de febrero | Lectura del día: Proverbios 17:1-17 Una amistad firme En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia. Proverbios 17:17

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s lamentable que en nuestros días la amistad sea tan frágil, tan superficial. Son pocos los que podemos considerar nuestros verdaderos amigos, pero en honor a ellos, debemos fomentar la amistad y proponernos ser nosotros los mejores amigos para otros. El ejemplo que hallamos en la Biblia de lo que es una buena amistad, además de la verdadera amistad que es la de nuestro Señor Jesucristo, es la de David y Jonatán. Cuando este poeta y salmista se enteró de la muerte de su amigo más querido a causa de las flechas de los filisteos, además de lamentarlo y dolerse grandemente, le escribió un poema que fue conocido como “El cántico del arco”, con el fin de conservar vivo el recuerdo de su amigo. Es como un memorial suyo. Cuando tenemos un amigo fiel, debemos procurar sujetarnos a él con garfios de acero. Y cuando se nos adelantan en el camino, debemos complacernos en levantar monumentos en honor del que ha partido, conservando los momentos de comunión feliz que compartimos. David le dijo en su canto a Jonatán: “Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce. Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres.” (2 Samuel 1:26) y la razón la da el mismo texto en el 1:23, “Saúl y Jonatán, amados y queridos; Inseparables en su vida, tampoco en su muerte fueron separados; Más ligeros eran que águilas, más fuertes que leones.” En este mes que los comerciantes se encargan de recordarnos el amor y la amistad, demos gracias a Dios por todos los buenos amigos y amigas que tenemos. Usemos todos los medios posibles para recordar y agradecer su amistad. Hablemos siempre bien de ellos con los demás, recordando los buenos momentos que hemos pasado juntos. Con nuestro buen amigo Jesús, bien haríamos en entonarle alabanzas que exalten Su nombre y compartir con otros la historia de Su amor y Su perdón. Digamos como el salmista: “Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.” (Salmos 45:1). El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Lunes 2 de febrero | Lectura del día: Eclesiastés 4:9-12 Mejores son dos que uno Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Eclesiastés 4:9

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ay dichos populares que hacen referencia a la soledad, por ejemplo que la soledad es mala consejera, aunque por otro lado también se dice: más vale solo que mal acompañado. Lo cierto es que las grandes cosas de la vida no tienen sentido en soledad. Piensa en algo material muy grande, algo que te haría feliz; pero ahora, piensa que lo tienes y no hay nadie a tu lado. La esencia de Dios es comunión, interactúa con la trinidad desde el principio de la creación. La esencia de la vida cristiana es comunión. No podemos pretender una vida cristiana en donde sólo estamos Dios y yo. Juan Wesley declaró: “La frase ‘santos solitarios’ contradice la enseñanza del Evangelio tanto como la contradice la frase ‘adúlteros santos’. El Evangelio de Cristo sólo conoce la religión que es social, y sólo conoce la santidad que es social”. No podemos pretender un cristianismo frente al televisor o a la computadora “participando” de programas cristianos y haciendo de estos su único enlace con la comunidad de fe, viviendo una fe a la distancia La cruz tiene dos travesaños: uno que apunta al cielo, el vertical, que se refiere a nuestra relación con Dios y un travesaño horizontal que se refiere a Dios y a los hombres. Un autor evangélico llamado Samuel Rodríguez ha dicho que esto tiene que ser una mezcla de Billy Graham y Martin Luther King. Tenemos que levantar una mano al cielo y la otra la tenemos que extender a nuestro hermano. Mejores son dos que uno. Esta declaración es una verdad que debemos poner en práctica. No te aísles, busca siempre tener a alguien que te apoye y a quien apoyar. Pidamos a Dios que nos ayude a demostrar el amor de Cristo con nuestros amigos, aunque seamos muy diferentes en carácter, pensamiento o antecedente familiar. Lo importante es armonizar nuestras diferencias y apreciar verdaderamente a nuestros amigos, reconociendo su carácter y sus virtudes. Jesús es nuestro mayor ejemplo de cómo debemos amar. Él puso su vida por cada uno de nosotros, no importando cómo éramos, simplemente nos amó y se entregó a sí mismo para demostrar ese perfecto amor. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Martes 3 de febrero | Lectura del día: Salmos 55:1-15 El tren de la amistad Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios. Salmos 55:14

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ace algunos meses tuve la oportunidad de mirar un video de una niña que con marcado acento español y de manera simpática hablaba del tren de la vida. Me gustó y me parece que también podemos viajar en otro que podríamos llamar “El tren de la amistad”. Compramos nuestro boleto cuando nuestros padres nos concibieron y nos subimos a este tren al nacer. Nuestros primeros amigos los encontramos en la estación llamada “familia”. Para algunos, a papá, a mamá, a nuestras hermanas, a nuestros hermanos los recordamos más como amigos que como linaje, por la confianza que nos brindaron. Nos detuvimos en estaciones llamadas “vecindario”, “escuela”, “iglesia”, “trabajo” y otras. Bajaron algunos y subieron otros, dejamos amigos y conocimos nuevos que viajaron con nosotros un tramo de la vida. Nos encontramos, entre estación y estación, a muchos amigos interesantes. Nos tuvimos tanta confianza con algunos de ellos que nos conocíamos más por el apodo que nos pusimos o nos pusieron que por nuestro nombre propio. Conocimos palabras como “pérdida, separación, abandono y muerte”, entre otras de significado doloroso. Algunos amigos dejaron un espacio vacío en nuestro corazón cuando, por alguna razón, dejaron su lugar desocupado. Conocimos a quien creímos que sería “el amor por el resto de nuestra vida”, aunque antes tuvimos que besar muchos sapos y ranas. Así llegó nuestra mejor amiga, nuestro mejor amigo. Seguirá siendo un misterio para muchos de nosotros entender el por qué algunos entrañables amigos se bajaron en la estación llamada muerte y los extrañamos. El escritor sagrado nos habla en Salmos 55:12-14 de la experiencia de ser defraudados por aquel, “… íntimo mío, mi guía, y mi familiar; Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios.” Pero también nos habla de la maravillosa amistad con Jesucristo, quien nos dice: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” ( Juan 15:15). El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Miércoles 4 de febrero | Lectura del día: Proverbios 19:1-6 La generosidad fomenta la amistad Muchos buscan el favor del generoso, y cada uno es amigo del hombre que da. Proverbios 19:6

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uy pocas veces nos detenemos a reflexionar en cuanto al origen de nuestra amistad, es decir, qué tanta pureza hay en el fondo de nuestro corazón como fundamento de nuestra relación amistosa con alguien. Muchas veces es el interés, como dice Proverbios 19:6, lo que nos motiva a buscar la amistad de alguien que es generoso y da. En realidad esa amistad dista mucho de ser sincera, ni duradera y no resiste la prueba del mínimo conflicto. Las Sagradas Escrituras nos hablan en 2 Samuel 1:26 que el origen de la amistad entre David y Jonatán era una admiración mutua. Cuando regresó con la cabeza de Goliat, Jonatán le admiró como un hombre valiente admira a otro igual. Nos comparte la Palabra en 1 Samuel 18:4: “Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte.” Un príncipe heredero al trono de su padre iniciando una amistad con un humilde pastor de ovejas, que confiaba en un Dios Todopoderoso que lo haría victorioso sobre todos sus enemigos. Inspiró David una confianza plena a Jonatán, si tomamos en cuenta que Jonatán era el siguiente rey, aunque David había sido ungido por Dios para tomar este lugar. El Señor había decidido quitar la sucesión de Saúl, de quien se había apartado y dársela a David, de quien dice 1 Samuel 18:14, “Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.” La lealtad sobresale en esta amistad modelo entre David y Jonatán. A toda costa Jonatán protegió a su amigo del odio y de los ataques de su padre, el rey Saúl. Fomenta la amistad con tus amigos siendo generoso con ellos. ¿Practicas la generosidad con tus amigos o sólo estás esperando recibir de ellos? Sería bueno que este próximo 14 de febrero dieras un regalo, no tiene que ser caro, a alguno o algunos de tus amigos. Seguramente lo agradecerán y eso ayudará a fortalecer su amistad. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Jueves 5 de febrero | Lectura del día: Génesis 2:18-25 La soledad no es buena Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Génesis 2:18

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l huerto en el Edén es emblema de protección y provisión, en el cual fue puesto Adán para labrarlo y cuidarlo; sin embargo en medio de este lugar paradisiaco, faltaba el toque femenino. No podemos pretender que Dios lo hubiera olvidado, sino que en la secuencia del escritor de Génesis, la mujer aparece como respuesta a una gran necesidad en medio del perfecto huerto. El pasaje nos hace sensibles a que Dios vio la soledad del hombre y decidió hacerle una ayuda idónea, adecuada, para que contribuyera en toda la responsabilidad y el trabajo que Adán tenía, así que le dio los animales. Como es natural para nosotros, los animales satisficieron parcialmente la necesidad del primer hombre, pero ninguno de ellos era la ayuda complementaria que se requería. En este momento de la historia, el varón continúa en un lugar precioso, rodeado de todo tipo de animales, pero le hace falta lo más importante: una compañera igual a él. Es entonces que aparece la historia de la creación de la mujer. Cuando Dios creó al hombre, lo mismo que a los animales, los creó del polvo y sopló aliento de vida, pero cuando hizo a la mujer, la hizo de una costilla de Adán mientras dormía. Es aquí donde la narración se torna fenomenal y extraordinaria, y la Palabra de Dios nos enseña ese precioso momento en la vida de la humanidad en la que el hombre deja de estar solo y se vuelve una comunidad con su compañera. ¿Qué sucede exactamente en el huerto? Hay un reconocimiento de que no es buena la soledad. El ser humano está hecho para ser sociable. Dios había hecho todo bueno (Génesis 1:31), pero dentro de todo lo bueno, había algo que no era bueno, y era la soledad del ser humano. Agradezcamos a Dios haberse preocupado porque estemos siempre acompañados, en sociedad. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Viernes 6 de febrero| Lectura del día: Proverbios 27:10-17 Buena relación con los vecinos No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Proverbios 27:10

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n los pueblos pequeños la relación con los vecinos es casi una extensión de la familia. A los hijos, algunos padres, les enseñan a decirles “tíos” a los vecinos mayores. Se comparten muchas cosas. Las tareas hogareñas se hacen por “tequio” o comunitariamente. Las fiestas familiares se vuelven “fiestas de la cuadra o de la calle”. Las relaciones son muy cercanas, pero en la ciudad no lo es tanto. Hay ocasiones en que ni siquiera sabemos quiénes son nuestros vecinos, porque sus puertas siempre están cerradas. Vivimos por años en una casa y cuesta mucho tener acercamiento con los que son nuestros vecinos. Afortunadamente, poniendo un poco de nuestra parte, es posible establecer una buena relación con los que viven cerca de nosotros. El proverbista habla de la conveniencia de tener buena relación con los vecinos cercanos, porque nos apoyarán en el momento de la angustia, sobre todo si nuestra familia está lejos. Pero independientemente de este beneficio, dentro de nuestros deberes cristianos está bendecir a nuestros vecinos con nuestro testimonio, con nuestra amabilidad, con apoyarles cuando lo necesiten, con procurar beneficios en la comunidad, con buscar respetuosamente compartirles las buenas noticias de salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos que la Palabra de Dios nos manda amar a nuestro prójimo, que en realidad es nuestro próximo, o el más cercano a nosotros, nuestro vecino. Hoy o en esta semana, sería bueno demostrar nuestro aprecio por los vecinos, los buenos y los no muy buenos; por los que nos saludan y por los que ni nos contestan el saludo, con los que sabemos sus nombres y los que para nosotros son anónimos, llevándoles una maceta de flores o una tarjeta de agradecimiento por vivir cerca de nuestra casa. Si lo acompañamos con un folleto evangelístico bien impreso, de buena calidad, puede hasta tener un efecto espiritual positivo en sus vidas. Intentarlo no cuesta nada. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Sábado 7 de febrero | Lectura del día: Juan 5:1-9 Todos necesitamos ayuda Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Juan 5:6-7

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a soledad es carencia de ayuda. En algún momento de nuestra vida, todos necesitamos de ayuda; seguramente alguien te ayudó o te está ayudando, pero tú ¿estás ayudando a alguien? Hay en la Biblia dos historias de paralíticos. Uno que está en el estanque de Betesda: Este hombre se encontraba completamente solo, aunque a su alrededor había gente, pero dice el pasaje que no había alguien a su lado para ayudarle en el momento preciso que él necesitaba ser metido en el estanque. ¿Por qué no estaba con él algún ser querido? No lo sabemos, tal vez no tuvo la oportunidad de hacer amigos o no supo conservarlos, pero la realidad para él era triste y eso ocasionó que pasara mucho tiempo esperando un milagro de sanidad en su cuerpo. Pero hay otro paralítico en el Evangelio de Marcos: Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Marcos 2:3 Ve como la sanidad o falta de ésta estaba en relación a tener alguien que le ayudara, un compañero, un amigo. Mientras que el paralitíco en el Evangelio de Juan no tiene quien lo meta en el estanque, el paralitico narrado en Marcos tiene cuatro amigos que lo llevan delante de Jesús. El pasaje dice que es por la fe de ellos que fue sanado. La diferencia en esta historia entre ser sanado y no, está en relación a tener a alguien al lado de uno. ¿Cuántas veces has obtenido algo gracias a un amigo, familiar o compañero que te ha ayudado a conseguirlo? Tal vez sin la ayuda de ellos te hubiera sido muy difícil o imposible obtenerlo. Las buenas relaciones con los demás, en muchas ocasiones, pueden hacer más que el dinero. Valora a tus amigos y agradéceles los favores y beneficios que has obtenido por su ayuda y, en la medida de lo posible, procura ayudar a otros en necesidad. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Domingo 8 de febrero | Lectura del día: Proverbios 27:1-10 Vive intensamente No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Proverbios 27:10

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eneralmente si hablamos de intensidad, nos referimos a un amor entre un hombre y una mujer. Sin embargo, la intensidad podría ser característica de una amistad verdadera. Me refiero al hecho de que la amistad puede llegar al punto de exponer la vida por el amigo. Muchas son las ocasiones en que alguien está dispuesto a regresar al campo de batalla para levantar al amigo que ha sido herido por el enemigo; alguien que, sin tomar en cuenta las llamas en un incendio, se lanza a rescatar a alguien, exponiendo la vida. Recientemente las noticias dieron cuenta de un joven que se lanzó a su amigo en su auto en llamas, después de un choque, para sacarlo del vehículo antes de que explotara. Jonatán estuvo dispuesto a exponer su vida con tal de proteger a su amigo David, considerándola de mayor valor que la suya propia. Su vida se volvió intensa día a día, por la terrible persecución que su padre Saúl hizo contra su amigo David. Inventó códigos de advertencia cuando había peligro para su amigo. En algún momento tendremos oportunidad de desarrollar esta clase de amistad con alguno de nuestros amigos. Algunos no luchan contra otra persona, pero sí con las adicciones a las drogas, al sexo o a los juegos de azar. Dios nos concede estar al lado de ellos en sus luchas, sus caídas, sus fracasos y sus triunfos. Pide a Dios que te ayude a demostrar intensidad en tus relaciones, sobre todo, en tu relación con Él. No seas una persona tibia o apática. Sé conocido como una persona llena de entusiasmo y fortaleza. Vive intensamente a diario, buscando Su presencia y andando en Sus caminos. El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte.


Lunes 9 de febrero | Lectura del día: Amós 3:1-7 Las relaciones que prevalecen ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3

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ay un dicho popular que dice: “Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”. La verdadera ayuda viene de personas con la misma naturaleza. Hay un pasaje que se ha ocupado mucho pero de forma parcial: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14 Este pasaje se ha ocupado para referirse a que las personas no se casen con alguien de otra religión. Pero esta es la forma más sencilla y pobre de interpretarlo. La intención es mucho más amplia, nos ayuda a entender que cuando no hay igualdad, cuando hay desigualdad de pensamiento, de intenciones, de intereses, de sueños, no es posible que prevalezca. ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amos 3:3 La ayuda para que sea idónea tiene que ser de la misma naturaleza. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.1 Corintios 2:14. Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Santiago 3:15- 17 Una cosa es la socialización, otra cosa la interacción y otra aquella persona con la que te vas a envolver y a formar una comunidad con ella, a quien vas a ayudar o va a ayudarte. Las personas alrededor de ti te van a fortalecer o te van a debilitar. Podemos estar llenos de amistades como en Facebook o Instagram, pero no recibir ayuda de nadie. Dios nos presenta en Génesis la intención de relacionar a Adán con alguien de su misma naturaleza, anticipando para nosotros que las relaciones fuertes y sólidas son aquellas que tendrán su base en una misma fuente: la gracia y la sabiduría de Dios. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Martes 10 de febrero | Lectura del día: Proverbios 17:9-16 Defiende a tus amigos El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo. Proverbios 17:9

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a amistad es una relación de doble avenida, ida y vuelta en la comunicación y el trato en general. Es una dependencia recíproca. Si por alguna razón no se da el equilibrio, surgen diversos problemas. Los enemigos de la amistad pueden ser internos o externos. Uno de los conflictos internos que tienen que ver con las otras relaciones, es faltar a la confianza del amigo o de la amiga: contar algo muy personal con otros, cuando se sabe de antemano que se pidió que no se divulgara dicho evento u opinión. Otro puede ser el quedarse callado cuando alguien se está refiriendo mal de un amigo y no se le defiende. Alguna vez en la vida tendremos la oportunidad de salir a la defensa de un amigo, cuando alguien expresa alguna opinión negativa y no cierta de él. Defender a alguien de los ataques injustos de otra persona es señal del cariño que le tenemos al amigo. Jonatán no dudó ni un solo instante al ubicarse del lado de David, su amigo, frente a toda la oposición de su padre, quien llegó a odiarlo y desear verlo muerto. Lo persiguió ferozmente y Jonatán se ubicó frente a la peligrosa jabalina de su padre, que pudo en un momento de rencor atravesarle a él, en lugar de David. Decidió mantener la amistad por encima de la actitud de odio de Saúl contra el que Dios había escogido para sucederle en el trono, David. Se experimenta un gran gozo en la vida cuando tenemos una amistad verdadera con alguien. Siempre es bueno contar con un amigo que nos defienda de los ataques de otros, pero más aún, sería excelente que nosotros seamos quienes salgamos a la defensa de nuestros amigos, ante los ataques injustos, negativos y hasta mentirosos de otros. Ante el enemigo de nuestras almas, cuyo nombre es acusador, tenemos en Cristo a alguien que de día y de noche aboga por nosotros y nos defiende ante el Padre Celestial de las acusaciones del malo. Por eso oramos en el Padre Nuestro: “Líbranos del mal”. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Miércoles 11 de febrero | Lectura del día: Marcos 2:1-12 Los beneficios de tener amigos Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Marcos 2:3

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sta es la historia de un paralítico que fue presentado delante de Jesús de una forma extraordinaria. Era cargado por cuatro, quienes al ver la imposibilidad de entrar a la casa donde Jesús estaba, decidieron abrir el techo y bajarlo por ahí. ¿Quiénes eran estos cuatro? Es importante pensar en estos cuatro por varias razones. Se requiere de un gran compromiso o valor o amor, para hacer lo que ellos hicieron. Ellos lo estaban cargando. Cargar un cuerpo entre cuatro pude sonar fácil, los primero 100 metros, pero ¿cuánto tiempo lo estuvieron cargando? No lo sabemos, pero es muy posible que tuvieran que lograr una gran distancia para poder llegar hasta donde Jesús estaba, lo que nos habla de que querían ayudarle, por lo que si eran sus familiares y amigos, no es tan trascendente, lo cierto es que eran personas muy comprometidas con él. Todos hemos sido cargados por alguien, sí, todos hemos sido ayudados de una o de otra manera, hay alguien que ha estado tan cerca de nosotros que nos conoce con todo y debilidades, las partes más crudas de nuestra vida, pero ¿has sido tú el que ha cargado a alguien? La pregunta es válida: ¿Quiénes son esas personas, que a pesar de lo pesado que son, a pesar de las incomodidades e inconveniencias que representan hemos estado ahí para ayudarlos? Así como hay personas para las que es difícil tratar, hay personas para quienes nosotros somos los difíciles de tratar. Los investigadores descubrieron que las personas más aisladas tenían el triple de posibilidades de morir que aquellos que tenían conexiones de relaciones fuertes. Según el Journal of the American Medical Association, se infectó a 266 voluntarios con un virus que produce el catarro común. El estudio halló que las personas con fuertes conexiones emocionales combatieron 4 veces mejor la enfermedad que aquellos que se hallaban más aisladas. Todos necesitamos de alguien y alguien necesita de nosotros. Mejores son dos que uno. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Jueves 12 de febrero | Lectura del día: Job 22:21-30 Amistad con Dios Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Job 22:21

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uando pensamos que dos son mejor que uno, sin duda también nos vienen a la mente las personas con las que tenemos una relación de amistad. Aquellas personas que sin ser de nuestra familia a veces se vuelven mucho más cercanos que ella. Hay un sentido de admiración por el amigo. Los amigos tienen elementos en común. A los amigos les gusta hacer cosas juntos, ellos comparten un interés o una distracción y los amigos se quieren por lo que son y no por lo que tienen. No podemos forzar a nadie a que sea nuestro amigo, es una realidad que se da con espontaneidad; hay una cohesión tan fuerte que comparten información y también sentimientos personales. La amistad es como una calle de doble sentido: -las dos personas tienen que dar para poder recibir. Los amigos confían el uno del otro, se cuidan y se respetan. Todas la amistades son importantes, pero estar en amistad con Dios nos representa muchos más beneficios. En el pasaje que leímos, Job nos invita a volver en amistad con Él, si es que en algún momento rompimos con esa amistad. Tal vez ni te has dado cuenta, pero si te enojaste por algo doloroso que sucedió en tu vida y lo culpaste a Él o no recibiste eso que estabas esperando y por lo cual oraste mucho tiempo y te decepcionaste de Dios, eso pudo ocasionar que ahora no le busques con todo tu corazón y que haya dejado de ocupar el primer lugar en tu vida. Hoy es un buen día para volver en amistad con Dios. Reconcíliate con Él. Te está esperando. Solo acércate a Él y Él se acercará a ti. Y podrás comprobar todas las bendiciones que se obtienen al ser amigos de Dios. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Viernes 13 de febrero | Lectura del día: Proverbios 16:20-28 Lo que destruye las relaciones El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos. Proverbios 16:28

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l igual que todas las cosas buenas de la vida, la amistad tiene sus enemigos. Uno de ellos suele ser el chisme. Dice el proverbista que, “el chismoso aparta a los mejores amigos” (Proverbios 16:28). Reza un dicho popular: “Aquel que habla mal de su amigo en tu presencia, hablará mal de ti en tu ausencia.” Cuando los comentarios acerca de alguien no tienen sustento en la verdad son chismes y en la vida del creyente en Cristo Jesús no tienen lugar de ninguna manera. El daño que causan los chismes es desastroso y terminan con las buenas relaciones cuando se le permite. Es tan dañino que puede destruir buenas amistades y familias. Otro enemigo de la amistad son los celos. La mayor expresión de desconfianza y de inseguridad son los celos. Cuando una persona no puede soportar el éxito, el triunfo del amigo y no se alegra con él, es porque tiene celos de sus avances. Destruyen las relaciones de amistad más profundas. Manifiestan amistades egoístas, absorbentes o interesadas. No hay como ser sinceros en nuestra amistad con los demás. Un enemigo más es la mentira. Cuando las mentiras se introducen en una relación de amistad, la ruina llega. Todas las mentiras, tarde o temprano, se descubrirán. Lo mejor será conducirse con verdad todo el tiempo, y cuando se ha dicho una mentira, pedir perdón y confesar, antes que la verdad llegue. La mentira afecta la confianza, el perdón la fortalece. La hipocresía es también enemiga de la amistad. Cuando no hay sinceridad y transparencia en la relación de amistad, pronto se deteriora y termina. Gilberto Brenson llama a la hipocresía una máscara y escribe: “Cada vez que me pongo una máscara para tapar mi realidad, fingiendo ser lo que no soy, fingiendo no ser lo que soy, lo hago para atraer a la gente; luego descubro que solo atraigo a otros enmascarados… Lo hago para preservar mis amistades; luego descubro que cuando pierdo un amigo por haber sido auténtico, realmente no era amigo mío sino de la máscara…” Pidamos a Dios vencer a los enemigos de la amistad, entre ellos también al egocentrismo, y aprendamos a decir la verdad, a hablar bien de los amigos, a no tener celos y a dar, a ser generosos. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Sábado 14 de febrero | Lectura del día: Juan 13:31-35 El amor es la clave Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. Juan 13:34

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mor es un requisito para las relaciones, de hecho en este pasaje vemos que el amor que Jesús nos pide para los demás no es una sugerencia, es un mandamiento: “Un nuevo mandamiento os doy” y un mandamiento se da para ser obedecido. Además Jesús nos dice que el amor es una señal distintiva del cristiano “En esto conocerán todos que son mis discípulos” no dijo que seríamos conocidos como seguidores de Jesús por el emblema del pescadito o por llevar una cruz en el pecho o por una buena publicidad, sino por el amor que nos mostramos unos a otros. La Biblia nos dice dos cosas respecto al amor: 1. El amor es una elección. En la carta a los Colosenses 3:14 nos dice que nos debemos vestir de amor, o sea que nosotros elegimos amar, es una decisión, no es un sentimiento; por lo tanto no hay ninguna excusa para no obedecer este mandamiento. 2. El amor también es una acción. En 1 Juan 3:18 dice la Biblia “Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad”. El amor es acción, es algo que hacemos, no es solamente algo de lo cual hablamos. El amor es más que un sentimiento, es más que un pensamiento, el amor es acción. “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo…” Dieciséis veces en el Nuevo Testamento la Biblia dice: “Ámense los unos a los otros” así que si se enfatiza de esta manera es que para Dios el amor al prójimo es algo de lo más importante; sin excusa debemos obedecer este mandamiento a partir de hoy. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Domingo 15 de febrero | Lectura del día: Proverbios 6:1-11 Un amor activo Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. Proverbios 6:3

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uchas veces en la vida podemos enorgullecernos de ser amigo de alguien, pero en realidad, hemos hecho muy poco o nada en favor de nuestra amiga o de nuestro amigo. Nuestra amistad es pasiva, en lugar de ser activa. Jonatán, en 2 Samuel 18-23 nos muestra que cuando tenemos una amistad verdadera buscaremos hacer algo en favor del amigo. En el caso de él, abogó ante su padre, hizo planes e inventó métodos para salvaguardar la vida de su amigo. Su amistad no fue asunto de solo palabras, sino de acciones prácticas, reales, en las que se involucró para proteger a David. Por su parte, David también ejerce un amor activo en la relación de amistad con Jonatán. Pasan los años y siendo rey de Israel pregunta, ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? (2 Samuel 9:1,3) e insiste cuando hace venir a Siba: “El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.” Y de esa manera beneficia a Mefi-boset, trayéndolo al palacio real como un hijo suyo. Le devolvió sus tierras y le puso administradores para que le ayudaran. La historia termina diciendo: “Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies” (2 Samuel 9:13). ¡Qué bueno es tener un amor activo en nuestra amistad con los demás! En este mes comercialmente llamado “Mes del Amor y la Amistad”, aunque para los cristianos todos los días y ninguno en particular deben ser del amor y de la amistad, podríamos proponernos ser un poco más activos con nuestros amigos. Tal vez preguntarles sobre sus problemas y ver la manera de ayudarles a resolverlos. Hablar un poco sobre su situación financiera y ver si podemos respaldarlos. Estar más al pendiente de ellos y escucharlos con atención. Eso hará nuestra amistad más activa y más valiosa para nuestros amigos y amigas. Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.


Lunes 16 de febrero | Lectura del día: 2 Samuel 21:15-17 El valor de la lealtad E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David. 2 Samuel 21:16

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l rey David se encontraba en una clara desventaja, ya sea por la edad, ya sea por el cansancio, ya sea porque el otro soldado supo aprovechar mejor las condiciones; el caso es que David se encontraba en peligro de muerte. ¿Fue un descuido de David?, entendemos que no, ¿David tenía alguna culpa? parece que no y aun así se encuentra en peligro de muerte delante del gigante. David se cansó. ¿Era una mala persona por cansarse? Sin duda que no, aunque en la práctica muchas veces lo pensamos. Cuando estás más cansado es cuando el gigante te va querer matar. David había matado a Goliat; Goliat era mucho más grande que Isbi-benob. ¿Cómo puede ser que ahora un hombre con menos fortaleza esté a punto de matarlo? Por la razón que hemos mencionado, y que el mismo texto dice, que estaba cansado y viejo. Detengámonos solo un momento para reflexionar juntos que las victorias pasadas no son una garantía para las futuras, y en muchos casos el riesgo va a venir por asuntos menos complejos. A David ya le habían advertido que no participara de las guerras, pero él se obstino en hacerlo; quizá su orgullo de guerrero le impedía ver que ya no estaba capacitado para pelear. Mas Abisaí llegó en su ayuda. ¿Quién era Abisaí? Era el sobrino de David, hijo de su hermana. Qué bendición cuando los mejores aliados los tienes en tu propia casa. Eso se llama lealtad. Era un hombre diestro, muy hábil, con una fortaleza increíble. (2 Samuel 23:18) “Y Abisaí hermano de Joab, hijo de Sarvia, fue el principal de los treinta. Este alzó su lanza contra trescientos, a quienes mató, y ganó renombre con los tres.” Un hombre altamente capaz. David se hizo de los mejores hombres. Qué importante es que podamos ser escuderos leales de nuestro líder; que podamos defenderlo en los momentos de vulnerabilidad; que estemos dispuestos a ser aliados en las buenas y en las malas. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Martes 17 de febrero | Lectura del día: Efesios 5:19 La comunicación entre nosotros Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; Efesios 5:19

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esde el comienzo de los tiempos encontramos a Dios comunicándose con el ser humano y al ser humano comunicándose con los demás utilizando las palabras. Este nivel es elemental para establecer relación con los demás. De hecho, deberíamos fomentar cada día el hablar entre nosotros, porque la sociedad moderna nos aísla y favorece el que lo hagamos por mensajes de texto escritos. Necesitamos cada vez más intercambiar nuestros valores, conceptos, sentimientos, actitudes y conocernos mejor. Es maravilloso saber que, aun en el vientre de nuestra madre, ya nos comunicábamos con movimientos al reconocer la voz de ella. Al nacer lo hicimos con balbuceos, nuestras primeras palabras, con el llanto, con nuestra sonrisa. Existe también el lenguaje no verbal. Es lo que decimos con la mirada, con los movimientos de nuestras manos, de nuestro cuerpo, los gestos, nuestras actitudes, el tono de nuestra voz o con el contacto físico. De muchas maneras, Dios nos permite establecer relaciones con quienes nos rodean. Reconocemos, por supuesto, que hay ciertas relaciones que tienen lazos más fuertes, como las que se dan con la pareja, con la familia y con nuestros mejores amigos. Es bueno establecer y mantener buenas relaciones con otros. Así como Dios quiere que “hablemos entre nosotros con salmos, con himnos y con cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones”, también quiere que busquemos cada día la comunión con Él a través de la oración, la lectura de Su Palabra y la adoración a Su nombre. La meditación y el silencio son excelentes disciplinas espirituales, pero usar las palabras para comunicarnos con nuestro Creador y con los que nos rodean, en la familia, en la Iglesia, en nuestra comunidad, tiene un beneficio terapéutico maravilloso. Demos gracias a Dios que la palabra nuestra y la Palabra de Él traen sanidad y medicina. Llama hoy a alguien con quien tienes amistad y ha pasado algún tiempo que no lo ves, y dale un saludo afectuoso; les hará mucho bien a él y a ti. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Miércoles 18 de febrero | Lectura del día: Hechos 2:42-47 Una comunidad llamada Iglesia Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones. Hechos 2:42

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l mundo está preguntando a gritos: “¿Hay alguien allí? ¿Hay alguien que conoce mi nombre?” “¿A alguien le interesa que estoy vivo?” Palabras como soledad, aislamiento y alienación ocurren con frecuencia en las páginas impresas actualmente. Una estudiante joven de la Universidad de Wake Forest recientemente tuvo el privilegio de trabajar por un tiempo corto con la Madre Teresa de Calcuta. Cuando ella le preguntó a la Madre Teresa acerca de la pobreza, ella respondió que la pobreza más dolorosa es “el sentimiento de abandono, el sentido de soledad” y agregó “la gente tiene hambre no solamente de pan, sino de amor; está desnuda no solamente porque no tiene ropa, está desnuda porque no tiene dignidad humana ni respeto; está sin hogar no simplemente porque no tiene cuarto de ladrillos, sino porque se siente rechazada.” Trágicamente las personas que buscan el calor de una comunidad llegan a nuestras Iglesias y con frecuencia encuentran apenas una delgada capa de ambiente familiar, pero sin la sustancia de las relaciones familiares. La Iglesia primitiva rompió con la diversidad en la Iglesia. No somos tan diferentes unos de otros como en la Iglesia primitiva. La barrera entre los judíos y los gentiles había existido durante generaciones. No era simplemente una barrera racial y cultural sino también religiosa. Los judíos tenían buenas bases bíblicas para evitar todo contacto social con los odiados gentiles. Pero la gracia de Dios se evidenciaba por el partimiento de los judíos y los gentiles alrededor de la mesa. La barrera fue derribada por el poder del Evangelio. Gálatas 3:26-28. La Iglesia de hoy se enfrenta con barreras parecidas que estorban la comunión, pero no podemos olvidarnos del poder de la gracia que rompió las barreras que impedían la comunión en el primer siglo y está disponible para nosotros hoy. El peligro de la Iglesia moderna es que esté tan ocupada en sus asuntos personales que olvida que una familia se fortalece con las relaciones. ¿De qué forma estás buscando las relaciones con los demás? Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Jueves 19 de febrero | Lectura del día: Efesios 5:21-33 Buenas relaciones con la familia Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efesios 5:21

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n nuestra Biblia, que es nuestro Manual de fe y conducta, encontramos principios que nos ayudan a desarrollar buenas relaciones con nuestra familia. Partiendo del modelo divino, cada miembro de la familia cumple una función que es interdependiente con los demás y que crea un ambiente de armonía y paz, que ayuda en el desarrollo integral. En cambio un ambiente donde tiene lugar la violencia verbal y física, los malos tratos y otras agresiones, la comunicación se vuelve temerosa y desconfiada, con falta de libertad y con obstáculos para alcanzar las metas propuestas en la vida. Debemos admitir que, gracias a Dios, es posible cambiar la atmósfera de comunión en la familia, si le damos el primer lugar a Dios y dejamos que Él tome el control de cada vida. Las Sagradas Escrituras comienzan, en Efesios 5:22, 24 y 33, aconsejando a la mujer casada sujeción y respeto hacia su esposo, de la misma manera en que la Iglesia se sujeta a Cristo. Luego en los versos 23, 25, 28 y 33 le enseña al esposo a asumir la responsabilidad de ser cabeza de la esposa, a amarla de la misma manera como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Luego en Efesios 6:1-3, aconseja a los hijos a ser obedientes en todo a sus padres; a honrarles, dándoles la promesa: “para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”. Y el consejo máximo lo hallamos en el versículo 21, “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. Si cada uno reconoce su lugar y su responsabilidad en el organigrama familiar de Dios: Padre, madre e hijos, seguramente contribuirá a relaciones armoniosas, pacíficas y de bendición en la familia. Pidamos a nuestro Padre Celestial que nos ayude, en el lugar que nos ha tocado, a hacer una contribución positiva en nuestra familia. Que podamos ser ejemplo para otras familias, para honra y gloria de Dios. Haz el propósito de invitar a una familia a la Iglesia a la próxima reunión; les compartirás de tu bendición. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Viernes 20 de febrero | Lectura del día: Hechos 11:19-30 La familia de Jesús Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; Hechos 11:29

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a comunión implica no pasar por alto las necesidades de otros. Una de las tendencias perturbadoras de nuestra gran ciudad es pasar por alto las necesidades de los demás. El pasaje que encabeza este devocional nos muestra que los cristianos seguían teniendo su vida privada, por eso es que podían partir el pan en sus casas. Se reunían juntos en forma regular, para instrucción, compañerismo y partimiento del pan y para orar, seguramente, por las necesidades de cada uno. Somos una familia, porque somos nacidos de nuevo del mismo Padre. Jesús mismo nos llamó hermanos. “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios, y la hacen” (Lucas 8:21) ¿Puedes imaginar el impacto de las palabras de Jesús? Nos llamó familia. Somos sus hermanos y sus hermanas. Hay que recordar que algunos de los primeros cristianos se encontraron sin hogar cuando se decidieron a seguir a Cristo. Esta situación hacía más imperante la necesidad de apoyo y respaldo mutuo El amor de Dios se conoce en la comunidad de los santos. Individualmente nunca vamos a conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo nuestro entendimiento. Solamente puede conocerse “con todos los santos”, esto es, dentro del contexto de la comunidad cristiana. Las Iglesias sanas están comprometidas a la edificación de las relaciones de comunidad. Nunca vamos a edificar un espíritu de comunidad si permitimos que las personas permanezcan como espectadores aislados de una audiencia. Tienen que llegar a ser miembros de la familia. La Iglesia tiene la oportunidad para alcanzar y asimilar a grande número de personas que sufren por el dolor y la soledad, si en verdad llegamos a ser la familia como hemos sido llamados a ser. El mundo no se impresionará por nuestra retórica sobre nuestra familia; tiene que ver el amor de Dios modelado en una comunidad de creyentes que se aman, que son auténticos y que contraen un compromiso con la comunidad. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Sábado 21 de febrero | Lectura del día: Romanos 12:10-18 Dificultades para relacionarnos Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Romanos 12:18

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unque aparentemente es fácil relacionarnos con las demás personas, encontramos que muchas veces las diferencias de edad, escolaridad, de sexo, de posición social se vuelven un obstáculo para lograr tener buenas relaciones. Muchas ocasiones hasta parece que no hablamos el mismo idioma y eso nos hace sentir frustrados. Las causas pueden ser variadas: porque nosotros no escuchamos con suficiente atención a otras personas, o tal vez oímos con prejuicio y hacemos suposiciones de lo que nos dice o piensa la otra persona. Quizá no establecemos buena comunicación porque lo que otros nos dicen es diferente a lo que nosotros creemos, pensamos o decimos y eso nos bloquea. Gracias a Dios que podemos superar estos obstáculos, perdiendo el miedo a hablar con los demás, a expresar nuestros sentimientos, a compartir nuestras experiencias, a decir lo que pensamos, a establecer buenas relaciones. Tenemos que aprender también a escuchar con atención. Escuchar todo, aun lo que no nos agrada o no nos conviene, sin molestarnos o lastimar a los demás. Debemos comunicarnos con respeto con las demás personas. Debemos tratarles de la manera como nos gustaría ser tratados. Hablar de manera sencilla, clara, de preferencia viendo siempre a los ojos de la otra persona. Comunicarnos con todos nuestros sentidos, especialmente confirmar lo que decimos con nuestro lenguaje corporal. Jamás ridiculizar, ni burlarse de nadie, aunque esté evidentemente equivocado, ni demostrar lo que se es o lo que se sabe. Reconocemos que hay personas con las que es difícil relacionarse, pero la gracia de Dios es suficiente para ayudarnos a tener comunión con ellos, aunque no estemos de acuerdo con sus opiniones o conceptos o sean de difícil carácter. Nuestro deber cristiano es poner todo lo que esté de nuestra parte para superar toda situación y relacionarnos adecuadamente con las demás personas. La Biblia nos dice que debemos perdonar y amar a nuestros enemigos. Con mucha más razón podremos relacionarnos con los difíciles, y es una buena forma de darles testimonio de nuestra fe y darle gloria a nuestro Dios. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Domingo 22 de febrero | Lectura del día: Proverbios 19:1-8 Un interés genuino Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su amigo. Proverbios 19:4

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s bastante común que cuando una persona tiene recursos económicos y está en la prosperidad, tiene muchos amigos. Lo podemos observar fácilmente entre los deportistas famosos, entre los artistas de cine y entre personas de la política o del servicio público que ganan mucho dinero. El detalle es que cuando se termina el dinero o se acaba el sexenio, los supuestos amigos desaparecen; lo vi con una persona que llegó a ser Gobernador de un estado del sureste mexicano. Cuando la amistad es verdadera y se fundamenta en un amor desinteresado, prevalece a pesar de los cambios. El único interés es disfrutar de la compañía del amigo o de la amiga, crecer juntos, aprender de lo bueno de la vida. La amistad de Jonatán con David era muy desinteresada. El heredero natural del trono, se daba cuenta de que Dios había decidido cambiar el reinado de la casa de Saúl a la casa de David. Reconoce Jonatán la voluntad de Dios y le dice a David, según 1 Samuel 23:17: “Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe.” Un amigo dispuesto a tomar el segundo lugar y ceder el primero que le correspondía. Sería su amigo y su asistente personal y se gozaba en que su amigo llevara la corona de rey que a él le correspondía. Reconocemos que esta actitud no es común en este tiempo, donde todo el mundo quiere el primer lugar a toda costa. Muy bueno será que durante este mes que se celebra la amistad podamos demostrar a nuestros amigos que no nos liga a ellos el interés, en ninguna de sus formas negativas, sino un interés genuino en su bienestar, en compartir sus días tristes, difíciles, de problemas, de tribulación o lágrimas. Que lo que queremos es estar a su lado cuando nos necesite, no solamente en los momentos de alegría, de felicidad y cuando todo marcha bien en la vida, sino también cuando las cosas se ponen duras. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.


Lunes 23 de febrero | Lectura del día: Mateo 7:1-12 La santidad en las relaciones interpersonales Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12

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uando hablamos de santidad, como doctrina o como un estilo de vida, nos causa un poco de sorpresa, posiblemente por el concepto tan elevado que la Iglesia tradicional le ha dado. Algunos hasta consideran que no es posible hacerla realidad mientras estamos en esta vida y que solo la lograremos cuando la muerte nos haya llevado a la presencia de Dios. Pero este no es el concepto bíblico, ya que el apóstol Pablo cuando se refiere en sus cartas a los hermanos Romanos, Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses y Tesalonicenses se refiere a ellos como santos o llamados a ser santos o a los santificados. Es decir que en esta vida es posible vivir en santidad, porque todos ellos eran personas normales, con virtudes, debilidades y capacidades como nosotros. En términos prácticos, nos podríamos preguntar: ¿Cómo se manifiesta la santidad en las relaciones interpersonales? Seguramente que lo podemos hacer cuando aplicamos la regla de oro en nuestro trato con los demás. Sería como la ley de la siembra y la cosecha enfocada al área de las relaciones con otros. Si siembras cosas buenas, así cosecharás. Si cultivas odio, rencor, amargura, hostilidad, discordia, incomprensión, así será la cosecha. No se puede esperar nada bueno si sembramos incorrectamente. Si como hijos de un Dios santo, manifestamos una pureza de palabras, actitudes, trato, acercamiento con los demás, sabrán que esto nace de un corazón limpio. No olvidemos el respeto hacia todos. Tampoco dejemos de practicar el perdón hacia aquellos que nos ofenden o dañan. Y si mantenemos una sensibilidad hacia las necesidades de nuestro prójimo para estar a su lado cuando nos necesite, demostraremos el amor de Cristo hacia ellos. Como el orfebre que limpia el oro en el crisol con fuego, hasta reflejar su rostro en el metal, pidamos a Dios que quite toda impureza de nuestro corazón que impida que los demás puedan ver a Cristo en nuestro trato y acciones hacia los demás. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Martes 24 de febrero | Lectura del día: Efesios 4:17-32 Un consejo para mantener buenas relaciones Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. Efesios 4:29 nvi

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uchas relaciones se han perdido por nuestras palabras. Las relaciones padre-hijo a veces se han dañado por una discusión donde dijimos palabras que no debíamos decir. ¿Cuántos amigos hemos perdido solo por haber ofendido con una palabra? Con nuestras palaras podemos sanar a la gente o podemos dañarlas: podemos construirlas o derribarlas; podemos humillarlos o levantarlos. Si utilizas constantemente la práctica de humillar a las personas con tus palabras muy seguramente te vas a ir quedando solo. Según estudios que se han realizado, las personas valoran más los cumplidos que resaltan quienes son que lo que hacen; entonces cuando felicitas a alguien por lo que es, en lugar de felicitarlo por lo que hace, aumenta diez veces más su valor. De igual manera, cuando criticas a alguien por algo que hizo mal, le afecta digamos un 10%, pero cuando juzgas a alguien en su persona, le afectas 100% y muy probablemente esa será una herida que difícilmente va a olvidar. Es común que todas las personas tienden a olvidar los elogios y a recordar las críticas. ¿Quieres establecer relaciones saludables de amistad? Mi consejo es: Elogia constantemente a las personas por lo que hacen bien, pero sobre todo por lo que son (resalta sus cualidades y virtudes); evita el sarcasmo, las comparaciones y las humillaciones. Cuando corrijas a alguien hazlo sin condenar; señala los errores sin humillar a las personas, pero inmediatamente recuérdale todas las cosas buenas que hace y sus cualidades personales, de esta manera construirás relaciones duraderas y saludables. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Miércoles 25 de febrero | Lectura del día: Juan 17:1-26 Somos uno en Cristo …para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21

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l propósito de la Iglesia es estar adheridos al Padre, en comunidad. Comunión tiene que ver con el desarrollo de la vida orgánica; tiene que ver con el sistema de relaciones entre los miembros y la comunidad en donde está incrustada, así como en el tipo de actividades en que invierte su tiempo y recursos. Las características que distinguen la unidad por la cual Jesús ora, se indica en dos proposiciones (“Que todos...”, “a fin de que...”): la primera afirma que el conjunto de los fieles debe de constituir una unidad comparable a la que existe entre el Padre y el Hijo. En forma análoga también los fieles deben estar unidos por un vínculo de amor mutuo, gracias al cual se hace efectiva su unidad. Mejores son dos que uno, somos diseñados unos para otros. Dios nunca nos habría dado la Gran Comisión de ir al mundo y predicar el Evangelio, si jamás hubiera tenido la intención de que nosotros realmente avanzáramos. Pedro nos dice que el Señor no quiere que “ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Dios jamás diría tal cosa si no fuera posible. Nosotros, todos, somos llamados a esta gran tarea, pero ninguno de nosotros puede hacerla solo. Ningún pastor puede, por sí solo, llevar a cabo tal llamado, sin importar cuán dotado sea. A menos que cada uno de nosotros agarre el fuego, a la larga nos faltará el calor contra la frialdad de la era presente. Pocas cosas le son a Dios más hermosas que ver a Su pueblo servir y trabajar juntos en armonía. Es como una sinfonía a Sus oídos. Así es como fuimos creados para funcionar. Dios nos diseñó para necesitarnos los unos a los otros. Para alcanzar a nuestras comunidades, y mucho más aun al mundo, necesitamos que cada ministerio haga su parte y que cada congregación entusiasmada haga el trabajo de la Iglesia en equipo. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Jueves 26 de febrero | Lectura del día: 1 Corintios 13 El amor siempre permanece Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:7

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uando un hombre y una mujer se conocen y sienten atracción el uno por el otro, empiezan a ocurrir una serie de sucesos sentimentales muy interesantes. Las miradas chocan, hay un nerviosismo inexplicable dentro del cuerpo; dentro de cada uno de ellos ya hay cientos de reacciones al mirar a la otra persona. Todo este proceso romántico y sentimental se denomina “enamoramiento”. El enamoramiento es la emoción primera, el sentimentalismo, el cariño que sale sin esfuerzo, y es algo que Dios puso en nosotros para poder conectar con la otra persona. Sin esa atracción, sin ese sentimiento, no podríamos acercarnos y no sería posible tener ese encuentro romántico. Pero este evento no es eterno, porque Dios permitió que después viniera algo más real, aunque mucho más difícil, que es el amor, y el amor sí implica un esfuerzo. Muchas personas en el matrimonio se lamentan de que su etapa de enamoramiento haya terminado después de un tiempo de casados, y que ahora tengan que vivir con una persona por la cual ya no sienten la misma atracción; una persona llena de defectos físicos y emocionales que ya no muestra su lado más amable como cuando eran novios y se conocieron, y piensan que indudablemente, la otra persona cambió, pero no es así, sino que ahora viene el momento de la verdad, de demostrar verdaderamente lo que en un principio los unió. Dios es amor, y nos diseñó para amar y ser amados, pero la etapa del enamoramiento no es el verdadero amor, porque amar es decidir que la otra persona, no importando sus defectos y su condición, es con quien verdaderamente deseas estar, y aceptar vivir con eso no es fácil; sin embargo, eso es lo verdadero, eso es el amor que “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”; es ese amor que nunca deja de ser. Hoy piensa que lo mejor que te puedo haber pasado es que Dios te haya dado la capacidad para amar. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Viernes 27 de febrero | Lectura del día: Mateo 22:35-40 Relacionarnos unos con otros Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39

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odas las relaciones interpersonales en las que nos movemos están basadas en el Gran Mandamiento que cita el Señor Jesucristo, cuando un intérprete de la ley le preguntó para tentarle: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:37-40). Estas relaciones pueden basarse en sentimientos, intereses, por negocios, por actividades eclesiásticas, por actividades sociales, entre otras. Se dan en diferentes contextos como el matrimonio, la familia, las amistades, los compañeros de trabajo, en la escuela, en la colonia donde vivimos, en los clubes deportivos, en la Iglesia, entre muchas más. Las relaciones interpersonales sirven para el sano desarrollo de una persona y es muy importante considerar los valores que favorecen estas buenas relaciones. Si tomamos en cuenta que, como dice el dicho popular para destacar las diferencias entre los seres humanos, “cada cabeza es un mundo”, diremos que entraña cierta dificultad el relacionarnos con los demás. Sin embargo, también descubrimos que, en la diversidad de caracteres, de antecedentes familiares se enriquecen las amistades y las buenas relaciones, porque intercambiamos experiencias, ideas, intereses, afinidades y conocimientos. En la actualidad hay grandes obstáculos a las buenas relaciones unos con otros. Pueden ser las redes sociales, los teléfonos celulares y otros medios de comunicación, que propician relaciones superficiales o poco profundas y en algunas ocasiones hasta engañosas, y que pueden aislarnos de los demás, especialmente en la juventud, y hasta podemos llegar a perder las relaciones persona a persona. Agradezcamos a Dios el tener a alguien cerca de nosotros para hablar y relacionarnos cuando lo necesitemos. Y agradezcamos ser esa persona que apoya a alguien cuando más lo necesita. Oremos hoy por un amigo y recordemos con afecto a los que han partido hacia la Patria Celestial. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.


Sábado 28 de febrero | Lectura del día: Jeremías 17:7-10 Confía siempre en Dios Bendito el hombre que confía en el señor, y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto. Jeremías 17:7-8 nvi

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ste se ha convertido en uno de mis textos favoritos: Bendito, completo, feliz, el hombre que confía en el Señor. La razón de esa felicidad son los dos beneficios que recibimos por depositar toda nuestra confianza en Él. El verso 8 nos dice que cuando llegue el calor no temeremos y cuando llegue la sequía no nos angustiaremos; calor y sequía, dos clases de dificultades. “Calor” se refiere a aquellas crisis repentinas que vienen a nuestra vida. Un ejemplo de lo anterior es Job, quien tenía una vida muy buena, pero de repente perdió todo, incluso su salud, nadie le previno; la crisis llegó de repente. Así es la vida, difícil, injusta a veces, este mundo está quebrado por el pecado y de repente nuestra situación cambia, el “calor” llega sin avisar, pero si confiamos en Dios, Su Palabra nos promete que no temeremos cuando las malas noticias lleguen, porque sabemos que todas las cosas obran para bien a los que aman a Dios y sabemos que Dios tiene control de todo. La “sequía” representa aquellos periodos prolongados en que no tenemos algo que necesitamos; tal vez no tengamos empleo por un tiempo, tal vez no tengamos buena salud por un tiempo o falte dinero; la “sequía” llegará, pero si confiamos en Dios no caeremos en angustia, no seremos presa del pánico, sino que esperaremos confiadamente en que Él cumplirá sus promesas en nosotros. Por favor este 2015 no confíes en aquello que puedes perder: el dinero lo puedes perder en un solo segundo, puedes perder a una persona querida, mejor confía en aquello que no te puede ser quitado; confía en Dios y vivirás feliz, aunque el “calor” y la “sequía” lleguen a tu vida. Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.






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