Ediciones Ginosko Año iv Número i
‘Cita
con
Dios’
es una publicación mensual gratuita
con un tiraje de 13,000 ejemplares. Centro de A labanza y P roclamación Km. 6.5 Carretera Oaxaca-Tule (Deportivo Oaxaca) San Francisco Tutla Oaxaca de Juárez, Oax. Reuniones dominicales: 10:00 am, 12:30 y 6:30 pm Martes: 7:00 pm Oficinas: 2ª Privada de Orquídeas No. 103, Col. Las Flores, C.P. 68050 Oaxaca de Juárez, Oax. Tel. 01 (951) 515 17 33 Tel. (951)518 48 78 www.familiacap.org Si deseas anunciarte en esta publicación, llama al 515 1733 (951) 135 36 75 Mario Mejía / (951) 135 36 76 Susana Lozano e-mail: susanloz@hotmail.com
Cor azones Alegres
El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos. Proverbios 17:22 (lbla)
U
n equipo de investigadores estadounidenses ha constatado en un estudio reciente que la risa sirve para mejorar la salud humana, tanto física como mental. Según afirman, la risa ayuda a optimizar las hormonas del sistema endócrino, incluso reduciendo los niveles de cortisona y epinefrina (hormonas relacionadas con el estrés). Por otro lado, también han demostrado que tiene efectos positivos en la regulación del sistema inmune porque incrementa la producción de anticuerpos y la activación de ciertas células protectoras del organismo, como los linfocitos T citotóxicos responsables de la inmunidad celular e importantes para evitar la formación de tumores. Los estudios de Beck y de sus colaboradores han demostrado también que las carcajadas o risas alegres repetitivas mejoran el estado de humor, reducen los niveles de colesterol en sangre y regulan la presión sanguínea. Lo anterior no deja de sorprendernos, pues podemos considerar la risa como tratamiento médico, pero deseo que sepas que muchos siglos antes de que todas estas investigaciones se llevarán a cabo, la Biblia, quien fue inspirada por el Dios que nos creó, resalta el valor medicinal y anímico de un corazón alegre. Estamos iniciando un nuevo año y no podemos dejar de pensar en qué forma las condiciones actuales de la economía, la política y la sociedad pueden perturbar nuestra alegría, pero deseo que recuerdes en todo momento tres motivos para estar alegre: • Estaré alegre porque Cristo me salvó, al morir por mí en la cruz. • Estaré alegre porque Dios tiene todo bajo control y sus ojos están puestos sobre mí. • Estaré alegre porque mi economía depende directamente de las finanzas de mi Padre celestial, quien promete darme todo conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús mi Señor. El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13 ¡Deseo que sepas que estaré orando por ti con la alegría de saber que nuestro Dios velará por nosotros todos los días hasta el fin del mundo! Pastor Elías Betanzos Luis Director General
Miércoles 1º de enero
Lectura del día: Proverbios 17:22-28
Corazones alegres: Remedio eficaz
El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. Proverbios 17:22
L
a enseñanza de este versículo del libro de Proverbios se adelantó a su tiempo. Actualmente hay una especialidad médica llamada risoterapia, que es una técnica psicoterapéutica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. Cuando se empezó a utilizar la risoterapia como técnica curativa se creía en el poder que tenía de influir en el cuerpo, sobre todo en los estados de ánimo alegre y de felicidad, los cuales crean una predisposición favorable para la curación física. En China los taoístas enseñaban que una simple sonrisa aseguraba la salud, la felicidad y vivir muchos años. En la Edad Media aparecieron los bufones que hacían reír a las personas, para lograr una buena digestión. El filósofo alemán Emmanuel Kant decía que la risa es «un fenómeno psicosomático». El médico inglés William Battie, realiza tratamientos a los enfermos mentales complementándolos con la utilización del sentido del humor. Sigmund Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar nuestro organismo de energía negativa. Esa catarsis -según él- nos permitiría vivir mejor. El neurólogo estadounidense William Fry, dice que, “La risa es un verdadero desintoxicante moral capaz de curar o por lo menos atenuar la mayoría de nuestros males. Y además, no hay ningún peligro si se supera la dosis”. Allá por los años setenta, a Norman Cousins, un importante ejecutivo de Nueva York, editor de Saturday Review, le fue diagnosticada Espondolitis anquilosante o sea Artritis espinal sumamente dolorosa, que lo dejó lisiado. El padecimiento se hizo cada día más intenso y cayó en depresión severa. Los médicos le dijeron que un poco de alegría le vendría bien, así que pidió varias películas cómicas y apenas comenzó a verlas y a reírse a carcajadas, se sintió mejor. Descubrió que por diez minutos de risa a mandíbula batiente lograba eliminar el dolor por dos horas, mientras más se reía mejor se sentía. Gracias a sus sesiones diarias de risa también pudo conciliar otra vez el sueño. Agradece a Dios por la alegría que pone en nuestro corazón con su presencia en nuestra vida, y este nuevo año decide reír más.
Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil.
Jueves 2 de enero
Lectura del día: Proverbios 12:18-25
La alegría que traen las palabras La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra. Proverbios 12:25
A
los niños en la actualidad se les enseña que tres palabras: “Gracias”, “Por favor” y “perdón” son tan poderosas que abren muchas puertas y manifiestan una buena educación. En los versos 17 al 19 de Proverbios 12, encontramos tres expresiones contrastantes sobre la palabra. Los últimos versículos de este capítulo tratan del uso de la lengua. Fritsch dice que en este libro hay más de un centenar de versículos que se ocupan de la lengua. Una de las enseñanzas que descubrimos es que las palabras de una persona revelan su carácter. Un necio lastima con sus expresiones, pero las palabras de un sabio son curativas. La preocupación, el miedo y la tristeza traen congoja al ser humano, pero una buena palabra, aplicada con fe, alegra el corazón. Es increíble el efecto que producen nuestras palabras en la vida de otras personas, aunque en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta de lo que decimos o cómo lo decimos. Es maravilloso saber que nuestras expresiones encierran un poder que desconocemos. Las palabras llegan a nuestro cerebro, le envían información que genera sentimientos, actitudes, pensamientos. Si hablamos cosas positivas, buenas, agradables, de reconocimiento, traerán alegría al corazón de nuestros oyentes. Hay palabras que nunca se olvidan y cada vez que las recordamos traen gozo a nuestro corazón. Cuando el profesor Ramón le dio palabras de reconocimiento a uno de sus pequeños alumnos, cursando apenas el tercer año de primaria y le habló de la capacidad que Dios le había dado para el estudio, nunca imaginó que, no sólo traerían alegría y esperanza a este humilde muchacho, sino serían el estímulo para que en el futuro fuera buen estudiante, hiciera una licenciatura, una maestría y un doctorado. En la licenciatura obtuvo el primer lugar en el promedio de calificaciones. Iniciemos este nuevo año poniendo alegría en los demás a través de nuestras palabras y por medio de la Palabra de Dios. Procura esta semana tener una buena palabra que alegre algún corazón necesitado.
Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil.
Viernes 3 de enero
Lectura del día: Salmos 103
La alegría de vivir en gratitud Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Salmo 103:1-2
J
oel sufrió quemaduras de tercer grado, a los 9 años de edad, ya llevaba 70 injertos de piel y operaciones porque la piel que le ponían no crecía al mismo ritmo que él. A los 14 años le preguntaron si no sentía que había perdido la infancia en los hospitales. A lo que contestó, con una sonrisa, estoy vivo, y para mí eso es suficiente. Hay una gran diferencia entre agradecer (dar las gracias) y tener un carácter agradecido. Dar las gracias (que ya es mucho pedir en algunas personas), tiene que ver con la expresión después que has recibido algo. Pero un espíritu (un carácter agradecido) es el estado del corazón antes que alguien haga algo por ti. Este espíritu se desarrolla en momentos de necesidad y pobreza, cuando descubrimos que Dios es suficiente. A veces no sabemos que Jesús es lo único que necesitamos, hasta que Jesús es lo único que tenemos. Lo contrario a la gratitud es la ingratitud. Tenemos entonces a la persona agradecida, pero también existe la persona desagradecida, mal agradecida o también llamada ingrata. ¿Quién es una persona ingrata? Es aquella que cree que tiene derecho a “más”. La comida nunca está bien preparada. EI tránsito nunca es de su agrado. Las políticas son inadecuadas, y el liderazgo, incompetente. Vivir en gratitud con alegría es otra forma de decir “suficiente”. Y cuando comencemos a desarrollar la gratitud, nos daremos cuenta de que nuestro vocabulario cambia. Ya no es: “Tengo que... “, sino: “Quiero... “. Ya no es… • “Tengo que ir a la iglesia”; ahora es: “¡Quiero ir a la iglesia!”. • “No tengo que servir” ahora es: “quiero servir.” • “No tengo que sacar la basura” ahora es “quiero sacar la basura.” Más que sólo agradecer, decide este año tener un carácter agradecido en todo tiempo.
Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil.
Sábado 4 de enero
Lectura del día: Proverbios 19:16-22
Misericordia: fuente de contentamiento Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; Pero mejor es el pobre que el mentiroso. Proverbios 19:22
A
la luz de la Palabra de Dios, una fuente de contentamiento es: hacer misericordia. Que es una virtud del ánimo que lleva a los seres humanos a compadecerse de las miserias ajenas. Se trata de una actitud bondadosa que, por lo general, puede mostrar una persona acaudalada hacia alguien que tenga más necesidad que ella o una persona que haya sido ofendida hacia su ofensor. Para los cristianos, la misericordia es un atributo divino entendido como sinónimo de consideración, amabilidad y perdón, que los fieles piden a Dios para que Él tenga piedad por sus pecados y sus desobediencias. En latín: Misere, se traduce como miseria, necesidad. Cor, cordis, corazón e ia, hacia los demás. Tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad. La palabra que se usa en el Antiguo Testamento para misericordia es Hesed, que puede traducirse como amor, fidelidad, lealtad y misericordia. Es compartir con el necesitado. En cuanto a la misericordia de Dios, Miqueas 7:18-20 nos comparte: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.” Nuestro Señor espera que seamos misericordiosos con otros, así como Él lo es con nosotros. Un catálogo de las obras de misericordia hablaría de las espirituales, tales como: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesite, corregir al que yerra, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo, interceder en oración por otros. Las misericordias físicas podrían ser: visitar y cuidar a los enfermos, dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, ser hospitalarios, vestir al desnudo, redimir al cautivo, entre otras. Encuentra contentamiento en hacer misericordia con quienes más lo necesitan, de acuerdo a tus posibilidades y oportunidades.
Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil.
Domingo 5 de enero
Lectura del día: Proverbios 23:10-15
Hijo sabio, alegría del padre
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, también a mí se me alegrará el corazón. Proverbios 23:15
E
l segundo grupo de proverbios, que empieza con este verso, son instrucciones para la vida piadosa. Comienza con una cálida apelación personal, un padre que instruye a su hijo a buscar la sabiduría en las Sagradas Escrituras y en el temor de Dios, diciéndole lo que será para su propio bien. Y cuando el hijo responde a las expectativas del padre, traen alegría a su corazón. Bien podría también entenderse como un maestro que se alegra en el progreso de su alumno. Según el Diccionario Manual de la Lengua Española Vox, “Sabiduría es la capacidad de pensar y de considerar las situaciones y circunstancias distinguiendo lo positivo de lo negativo. Conocimiento profundo en ciencias, letras o artes. Sapiencia.” También se puede definir como una habilidad que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia, obteniendo conclusiones que le dan al ser humano un mayor entendimiento, capacitándolo para reflexionar y obtener discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. Algunas veces se toma sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común. Tomás de Aquino define la sabiduría como “el conocimiento cierto de las causas más profundas de todo”, por eso, para él, la sabiduría tiene como función propia ordenar y juzgar todos los conocimientos. Contaba un maestro en cierta ocasión la historia de una antigua vasija de cerámica de valor inestimable por la que había pagado una fortuna en una subasta pública. La vasija había sido usada durante años por un mendigo que acabó sus días en la miseria, ignorante totalmente del valor de aquel objeto en el que pedía limosna. Cuando un discípulo le preguntó qué representaba aquella vasija, el maestro le dijo: “A ti mismo” –Luego prosiguió: “Tú centras toda tu atención en el insignificante conocimiento que adquieres de los libros y de los maestros. Sería mejor que le prestaras atención a la vasija en la que lo guardas”. Pidamos a Dios que nos ayude a tomar decisiones sabias, para alegrar el corazón de nuestros padres y de nuestros líderes espirituales.
Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil.
Lunes 6 de enero
Lectura del día: Mateo 1:1-16
Adorando al Rey
“… y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” Mateo 1:11
D
esde nuestra perspectiva, los regalos que trajeron los magos pueden parecer raros para un bebé, pero Jesús no era un niño común y corriente. Estos regalos simbolizaban quién era Él, y qué había venido a hacer. La mirra era un perfume costoso que se utilizaba principalmente en los sepelios. En el antiguo Oriente, los cuerpos de los muertos eran envueltos en sábanas rociadas con mirra. Este regalo hablaba proféticamente de la muerte de Jesús y de su papel como nuestro Redentor. El incienso tenía un papel importante en el culto judío que se hacía en el templo. Cuando los sacerdotes lo rociaban sobre los carbones encendidos del altar de oro, el fragante humo ascendía, simbolizando la ofrenda de sus oraciones. El incienso apuntaba proféticamente al papel de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote. En latín, la palabra traducida como sacerdote es “pontiface”, que significa “constructor de puentes”, y eso es exactamente lo que Jesús es para nosotros. Él es el único mediador entre el hombre pecador y un Dios santo (1 Timoteo 2.5). El oro puede parecer un regalo no apropiado para un niño nacido en el hogar de un humilde carpintero. Pero el simbolismo de este presente revela el porqué era tan adecuado. En el mundo antiguo se regalaba oro como demostración de honra y alta estima. Era un regalo digno de un rey, y eso es exactamente lo que es Jesucristo. A lo largo de su ministerio, afirmó tener un reino. De hecho, cuando Pilato le preguntó si Él era el Rey de los judíos, Cristo respondió: “Tú dices que yo soy rey. Para esto he nacido, y para esto he venido al mundo” ( Juan 18.37). Además, aclaró el asunto al decir: “Mi reino no es de este mundo” (v. 36). Los magos vinieron a adorar al Mesías, inclinándose humildemente ante Él. Le honraron como Redentor, Sumo Sacerdote y Rey. Si tú lo aceptas como tu Rey, Redentor y Sumo Sacerdote, descubrirás el gozo y las insondables riquezas de su maravilloso reino.
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Martes 7 de enero
Lectura del día: Deuteronomio 26:1-11
La actitud básica cristiana
Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti. Deuteronomio 26:11
S
e ha dicho que la gratitud moldea y da forma a la vida cristiana. Martín Lutero se refirió a la gratitud como “la actitud básica cristiana” y hoy en día todavía se la menciona como “el corazón del evangelio.” Dado que los cristianos creemos que hemos sido creados por un Dios personal, tenemos que vivir en gratitud alabando a nuestro creador. En la gratitud cristiana a Dios se le ve como el dador generoso de todas las cosas buenas, debido a esto, hay un gran sentido de deuda moral que nos permite compartir un vínculo común, la configuración de todos los aspectos de la vida de un creyente. La gratitud cristiana no se ve como un mero sentimiento, sino como una virtud que da forma no sólo las emociones y pensamientos, sino también las acciones y hechos. Según Jonathan Edwards, uno de los más grandes predicadores de todos los tiempos, el amor y la gratitud hacia Dios están entre los signos de la verdadera vida cristiana. La gratitud hace que nuestra vida sea especial. Le agrega una chispa; no una felicidad falsa, de castillos en el aire, sino un gozo genuino que surge de ver las cosas de la manera en que Dios las ve. Y cuando somos fieles para depositar ese tesoro en nuestro corazón, Pablo dice que nos volvemos sabios. Robinson Crusoe dijo: “No hay condición en la vida que sea tan miserable en la que no se pueda encontrar algo para estar agradecido” Hoy te invito a darle gracias a Dios por tres tipos de personas por las que regularmente no lo hacemos pero es importante hacerlo: Por la persona, familia, iglesia, etc., gracias a la cual viniste a los pies de Cristo; por las personas difíciles quienes te hacen mirar al Cielo y pedir paciencia. Quizá es por ellos que tu fe se ha profundizado; y por las personas que debido a su necesidad te van a dar la oportunidad de servirles. Muchas veces pensamos en todo lo que vamos a recibir ¿por qué no pensamos, por gratitud en todo lo que podemos dar?
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Miércoles 8 de enero
Lectura del día: Hechos 8:30-39
Un camino de gozo
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Hechos 8:39
E
sta sección del libro Hechos de los apóstoles describe el avance de la Iglesia “en toda Judea y Samaria” (1:8). El capítulo 8 nos habla de Felipe en Samaria y de su testimonio al eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar. La predicación del Evangelio en Samaria señala una transición de la misión judía a la gentil. Los samaritanos eran resultado de la mezcla de judíos y gentiles. El Evangelio se mueve de Judea hacia Samaria, que se encontraba inmediatamente al norte. Es interesante que el evangelista Felipe pudiera predicar a multitudes y también hacer obra de evangelismo con una sola persona en un camino desierto. El etíope fue convencido, guiado por el Espíritu Santo a través de Felipe, del cumplimiento exacto de las Escrituras. Comprendió la naturaleza del reino de Cristo y su salvación, y deseó ser contado entre sus discípulos. Cuando el etíope fue bautizado, el Espíritu de Dios llevó a Felipe y no lo volvió a ver. Éste recién convertido empezó un camino de regocijo. Por medio del estudio diligente de las Sagradas Escrituras y la enseñanza de un siervo de Dios, había obtenido fe en Jesucristo y había establecido sus principios en su corazón. Iba por un nuevo camino regocijándose en la vida cristiana. El gozo era una de las características principales de los primeros cristianos, perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos (2:4647). Los apóstoles fueron perseguidos. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre (5:41). En la cárcel… a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Disfruta y gózate en la vida cristiana cada día.
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Jueves 9 de enero
Lectura del día: Juan 6:60-68
La alegría de ser llamado
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Juan 6:68
L
os doce hombres que siguieron a Jesucristo y que finalmente fundaron la Iglesia, constituían un extraño grupo. A ninguno de ellos (con la posible excepción de Juan) habríamos escogido usted y yo para dirigir un movimiento de las proporciones de la misión de Cristo. No, no los habríamos elegido a ellos; pero Jesús los llamó y ya conoce usted los resultados. Jesús rechazó a muchos: gente dinámica, que reconocía algo bueno cuando lo veía. Además, al parecer, rebosaban de entusiasmo; sin embargo, Él no les dio la omisión que tuvieron los discípulos. ¿Por qué? Tal vez Jesús, con su extraordinario discernimiento, examinó el mundo interior de ellos y percibió señales de peligro; o quizá les consideró hombres impulsivos, dispuestos a labrarse un futuro. Pero Jesucristo no hace obras poderosas en el mundo interior de aquéllos que son impulsivos. Nunca las ha hecho. Al parecer El prefiere trabajar con gente a la que Él llama; por eso la Biblia no habla de voluntarios, sino sólo de llamados. Jesús separó a las personas según la tendencia que tenían a seguir sus propios impulsos o lo dispuestas que estaban a ser llamadas. Jesús se ocupó de los motivos de la gente, de la base de su energía espiritual, y de la clase de gratificación que les interesaba. ¿Cómo puede usted distinguir a una persona impulsiva? En la actualidad resulta relativamente fácil: la gente impulsiva da señales de tensión nerviosa. Se puede distinguir a la gente impulsiva? Naturalmente que sí. 1. La mayoría de las veces a este tipo de personas sólo lo satisfacen los logros. 2. …y por supuesto le preocupan, sobre todo, los símbolos del logro. 3. Es propensa a tener una consideración limitada por la integridad. 4. Con frecuencia posee aptitudes limitadas de trato con la gente o subdesarrolladas. 5. Por lo general está anormalmente atareada. Los apóstoles aprendieron a descansar en Aquél que los había llamado, no en sus capacidades ni en lo que en sus fuerzas podrían hacer sino en la fortaleza que venía, y a nosotros también nos viene de Él.
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Viernes 10 de enero
Lectura del día: Habacuc 3:17-19
A pesar de todo
Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Habacuc 3:18
E
n el capítulo 3 de su libro, Habacuc puede visualizar una visita redentora. Al igual que Débora en Jueces 5:4, ve a Dios viniendo de la región entre Sinaí y Edom para ayudar a su pueblo. Viene como una gran tormenta en el Cielo. Muestra el aterrador sentido de la presencia de Dios y la confiada certidumbre de la liberación de su pueblo. En el versículo 16 expresa su sentir personal del momento, cuando dice: Al oírlo, se estremecieron mis entrañas; a su voz, me temblaron los labios; la carcoma me caló en los huesos, y se me aflojaron las piernas. Pero yo espero con paciencia el día en que la calamidad vendrá sobre la nación que nos invade. (nvi) No podemos entender con seguridad si la descripción del versículo 17 es el resultado de la cautividad babilónica en el 586 a. C. o una calamidad natural. La enseñanza con la que nos podemos quedar es que frente a las condiciones adversas de la vida, nuestra fe en Dios puede permanecer invariable. La confianza en nuestro Señor no depende de la prosperidad o del bienestar o de las circunstancias que nos rodeen. Por el contrario, a pesar de todas las situaciones negativas que experimentemos en la vida, podemos alegrarnos y gozarnos en Dios. El gozo del Señor es especialmente oportuno cuando confrontamos pérdidas o las provisiones están escasas y nos demuestra que podemos ser abastecidos por la gracia de Dios. Eric Liddell, quien obtuvo medalla de plata en los juegos olímpicos en Munich 1924, escribió: “Las circunstancia pueden parecer que arruinen nuestra vida y los planes de Dios, pero Dios no es impotente ante las ruinas. Nuestra vida quebrantada no se ha perdido ni tampoco se ha vuelto inútil. El amor de Dios todavía sigue operando. Él viene y toma la calamidad y la utiliza en victoria, pues opera en su maravilloso plan de amor”. Decidamos deleitarnos, alegrarnos, gozarnos en Dios, aunque nuestra salud esté quebrantada o nuestras finanzas limitadas, recordando que cuando todo se va, nuestro Señor permanece con nosotros.
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Sábado 11 de enero
Lectura del día: Filipenses 4:10-13
Contentamiento aprendido
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Filipenses 4:11
C
uando el apóstol Pablo ha terminado su sección de enseñanzas, expresa su gratitud a la Iglesia de Filipos por el donativo que le enviaron por medio de Epafrodito. Expresa que, una vez más, los filipenses habían demostrado su amor por él, reconociendo la buena disposición de ellos en orar por él y ayudarle, aunque no habían tenido la oportunidad de hacerlo. Solícitos acá significaría preocupados, es decir, tener continuamente el deseo de ministrar a sus necesidades. Luego les comparte que, sin estar conforme con su situación actual, había aprendido a ser independiente. El concepto viene de los estoicos, quienes creían que siguiendo un proceso mental, el ser humano podría llegar a ser totalmente independiente de todas las cosas y de todas las personas. Enseñaban que la autosuficiencia no consistía en poseer mucho, sino en desear poco. Decían “si quieres hacer feliz a un hombre, no aumentes sus posesiones, sino reduce sus deseos”. Se proponían eliminar toda emoción, para que no les importara lo que le sucediera a él o a otro. Y creían que no había absolutamente nada que pudiera suceder que no fuera la voluntad de Dios y que debía aceptarse, con serenidad todo. Un rey vio en su jardín que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el pino. El pino, porque no podía dar uvas. Y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa. La rosa lloraba porque no podía ser alta como el roble. Entonces encontró una fresa, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó: — ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín marchito y sombrío? —No lo sé. Quizá sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresas. Si hubieras querido un roble o una rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser fresa de la mejor manera que pueda.” Pidamos a Dios que nos enseñe a estar contentos con lo que tenemos, en lugar de lamentar por lo que no poseemos.
El gozo del Señor es mi fortaleza.
Domingo 12 de enero
Lectura del día: 1 Samuel 9:1-12
Las apariencias engañan
Y tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo. 1 Samuel 9:21-2
E
n la Biblia pocos personajes tipifican mejor al hombre impulsivo que Saúl, el primer rey de Israel, quien lo único que hizo fue amontonar sobre sí tensiones cada vez mayores, y eso lo destruyó. Al principio de su vida pública, Saúl poseía tres características, no ganadas, que podían convertirse en ventajas o en serios impedimentos para él. ¿Cuáles eran esas características? Primeramente, la riqueza; en segundo lugar, un aspecto atractivo; y tercero, un cuerpo grande y bien desarrollado. Todas esas cosas constituyen atributos del mundo público de la persona. La primera impresión hacía de Saúl un hombre mejor que cualquier otro a su alrededor. Cuando Saúl llegó al trono de Israel, disfrutó de un éxito inmediato excesivo. Eso al parecer, hizo que no fuera consciente de que tenía ciertas limitaciones en su vida. El rey dedicó poco tiempo a sopesar su necesidad de otros, a cultivar una relación con Dios, o siquiera a afrontar sus responsabilidades para con el pueblo al que gobernaba. Las señales de un hombre impulsivo comenzaron a aparecer. Saúl se convirtió en un hombre atareado, pero imprudente: (1 Samuel 13:14), con una ira explosiva. Al final de su vida era un hombre descontrolado, que veía enemigos por todas partes. ¿Por qué? Porque desde el comienzo mismo había sido un impulsivo que jamás cultivó el orden en su mundo interior. ... por último lo condujo a una muerte ignominiosa. Saúl fue el clásico hombre impulsivo. En la medida en que descubramos a Saúl en nosotros, deberemos trabajar en nuestra propia persona, ya que una vida interior cargada de impulsos sin resolver no podrá reconocer la voz de Cristo cuando Él llame. El ruido y el dolor de la tensión serán demasiado grandes. Por desgracia, en nuestra sociedad abundan los saúles; hombres y mujeres atrapados en jaulas de oro, impulsados a acumular, que pugnan por ser reconocidos o por conseguir logros. Dios quiere que tengamos logros y que nos apliquemos en el trabajo para desarrollarnos, pero cuando descuidamos Su dirección, y la comunión con Su Santo Espíritu, perdemos la paz, nos vamos tensionando por lo que no podemos tener y nos olvidamos que la prosperidad y la bendición no sólo depende del trabajo, sino sobre todo de la misericordia y la dependencia en Dios. El gozo del Señor es mi fortaleza.
Lunes 13 de enero
Lectura del día: Proverbios 12:15-20
Cosechando alegría
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan el bien. Proverbios 12:20
E
l físico estadounidense, que a los dos años de edad fue llevado a Munich, Alemania, Albert Einstein escribió: “Nuestro lenguaje forma nuestra vida y hechiza nuestros pensamientos”. Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos y de nuestros sentimientos. Cuando tenemos un pensamiento, bueno o malo, éste puede llegar a transformarse en palabras y después en acciones. Por ello es importante revisar y tener cuidado con nuestros pensamientos, porque allí comienza todo. El proverbista dice que hay alegría en el corazón de los que piensan el bien. En Filipenses 4:8, el apóstol Pablo nos comparte: “Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Sería ésta una especie de norma mínima de virtudes que cualquiera admitiría como deseables. Es una invitación a llenar la mente y el corazón con toda manifestación de virtud. Lo verdadero en contraste con lo falso, lo honorable a cambio de lo vulgar, lo justo, lo correcto, lo puro en contraste con lo injusto, lo incorrecto o lo impuro. Luego lo de buena reputación, concluyendo que hay que pensar en todo lo que merece alabanza o aprobación divina. Y la promesa apropiada para esta clase de pensamientos es que la paz de Dios estará con nosotros. El pastor Norman Vincent Peale escribió hace algunos años un libro titulado: “El Poder del Pensamiento Tenaz”, que se volvió una guía de acción práctica, un manual de superación personal. Se publicitaba diciendo que, si se retenían sus enseñanzas y se practicaban sus principios, se experimentaría un asombroso avance en todos los aspectos de la vida, se mejoraban las relaciones con las personas, se gozaba de un delicioso sentimiento de bienestar y se transformaba en una persona más útil y de influencia cada vez mayor. Llena tu mente de la Palabra de Dios y de pensamientos de bien y cosecharás alegría.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Martes 14 de enero
Lectura del día: Juan 1:29-34
La alegría de reconocer que todo lo que tengo es de Dios
Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Juan 1:30
P
uedo tener la alegría de vivir si me considero un mayordomo de Cristo, y no dueño de mi propósito, de mis obligaciones e identidad. Juan el Bautista es ejemplo de un hombre llamado por Dios. Juan parece haber tenido desde el principio mismo un claro sentido de destino, resultado de la asignación celestial que brotaba de las profundidades de su ser. Observa a Juan cuando le llegan las noticias de que su popularidad puede estar al borde de un serio declive. El relato comienza después de que Juan ha presentado a Cristo a las multitudes, y que éstas han empezado a transferir su afecto al “Cordero de Dios” ( Juan 1:36). Entonces se le hace ver a Juan que el gentío, e incluso algunos de sus propios seguidores, están acudiendo a Jesús, escuchando su enseñanza y siendo bautizados por sus discípulos. Se recibe la impresión de que aquellos que llevaron a Juan las noticias del descenso de su fama, esperaban tener la oportunidad de verle reaccionar de un modo negativo. Pero no se les dio esa oportunidad. Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo. ( Juan 3:27). Juan el Bautista se pensaba como un mayordomo. El trabajo de mayordomo consiste simplemente en administrar debidamente algo para el propietario, hasta que éste viene a recuperarlo. El concepto que Juan tenía de la mayordomía pone ante nosotros un importante principio contemporáneo, ya que las multitudes pueden ser nuestra profesión, nuestras posesiones, nuestros dones naturales y espirituales, nuestra salud… ¿Poseemos estas cosas o simplemente las administramos en nombre de Aquel que nos las ha dado?
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Miércoles 15 de enero
Lectura del día: Eclesiastés 11:5-10
La alegría de la juventud
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Eclesiastés 11:9
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l autor del libro de Eclesiastés se identifica a sí mismo como “El predicador”, en hebreo Koheleth, un orador que reúne a una asamblea para hablarle. En la Septuaginta, se empleó el término griego Ecclesiastés, que significa “un miembro de la ecclesia, la asamblea de los ciudadanos griegos”. En los comienzos de la Iglesia cristiana, ecclesia fue el término empleado para la Iglesia. El lenguaje de 1:1 y la descripción del capítulo 2 parecen indicar al rey Salomón como Koheleth. En su búsqueda de significado, Koheleth pasa de decir que la muerte es mejor que la vida a que la vida es mejor que la muerte y termina diciendo que la vida, al menos, puede ser de un gozo moderado. Al concluir su libro, se dirige a los jóvenes para invitarlos a que vivan generosamente, con alegría y con la vista puesta en el futuro. En la juventud las energías y los goces de la vida son muy reales. Uno debe disfrutar esta etapa de la vida con todas sus bendiciones y oportunidades, sin olvidar que daremos cuenta de todo ante Dios. El poeta nicaragüense Rubén Darío, cuyo nombre verdadero era Félix Rubén García Sarmiento, quien nació en Metapa, Nicaragua un 18 de enero de 1867, trabajó como periodista y diplomático, pero alcanzó renombre mundial como poeta. Siendo empleado de la biblioteca municipal de Managua, publicó su primera obra: “Epístolas y Poemas”. En Chile, publicó, “Abrojos y Rimas”. Su abundante obra dio lugar al movimiento llamado Modernismo, que significó una revolución en el lenguaje y el estilo poético. Retirado en un monasterio, falleció en León, Nicaragua, el 6 de febrero de 1916, a los 49 años de edad. En su poema: “Juventud, divino tesoro”, dice: Juventud, divino tesoro, ¡Ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar no lloro… y a veces lloro sin querer.” Disfruta la juventud en Cristo y alegra tu corazón cada día.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Jueves 16 de enero
Lectura del día: Juan 3:28-36
Identidad correcta
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. Juan 3:28
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quellos cuya vida se encuentra en desorden tienden a experimentar confusión acerca de su identidad. Pueden tener una creciente incapacidad para separar el papel que realizan de la persona que son. Por esta razón, a los individuos que han ejercido gran autoridad les resulta muy difícil renunciar a ella, y a menudo luchan hasta la muerte por conservarla. Esta es también la causa de que muchos hombres y mujeres tengan dificultad en aceptar la jubilación, y ayuda asimismo a comprender por qué una madre puede sufrir de depresión una vez que su último hijo deja el hogar. Debemos sopesar cuidadosamente este tema de la identidad, ya que es de actualidad. A Juan el Bautista le habría sido fácil aprovecharse de la credulidad de las multitudes durante aquellos días tempranos en que gozaba de popularidad o dejarse seducir por los aplausos de las mismas. El hecho de que la gente estuviera transfiriendo la lealtad que tenía a los sacerdotes de Jerusalén a su propia persona, podría haberlo sobrecargado de arrogancia y ambición. Habría sido bastante sencillo para él asentir a las preguntas de si era el Mesías o no. Las personas que viven su vida con alegría tienen un firme sentido de propósito. El Bautista, el profeta del desierto, también comprendía el propósito de su actividad como precursor de Cristo. Para aquellos que le preguntaban respecto de sus sentimientos acerca de la creciente popularidad del Hombre de Nazaret, Juan el Bautista comparó su propósito con el del padrino de una boda: “El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo [es decir, Juan], que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo” ( Juan 3:29). El propósito del padrino es simplemente estar a lado del novio y asegurarse de que toda la atención se centre en él. El padrino cumple su propósito del modo más admirable cuando no atrae en absoluto la atención sobre sí mismo, sino que la enfoca en los novios. El conocer tu correcta identidad te dará alegría.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Viernes 17 de enero
Lectura del día: Números 10:1-10
Adoración y alegría
Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios. Números 10:10
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a tarea de movilizar a una congregación tan grande, tanto en la guerra como en la adoración, no era fácil para Moisés. El campamento había sido organizado cuidadosamente para facilitar la tarea. Dios ordenó que se hicieran dos trompetas de plata, diferentes a las hechas con cuernos de carnero llamadas Shofar. Al sonar ambas trompetas indicaba que toda la congregación debía reunirse, cuando tocaba sólo una, era un llamado a los príncipes y cuando tocaba alarma o un soplo prolongado, era un llamado a las tribus para que iniciaran la partida. La primer señal era para los acampados al oriente, la segunda para los del sur y luego los campamentos del oeste y del norte. Varios elementos se unen en nuestro verso central: Alegría, solemnidad, holocausto, trompetas y sacrificios de paz. Luego el Señor pone su firma: «Yo Jehová vuestro Dios». El motivo de alegría en el contexto de este pasaje es ser librado de los enemigos. Nos enseña que la alegría debe ser un elemento en cada reunión de adoración, porque celebramos que Dios es nuestro libertador, que tenemos independencia, que somos librados de los que nos han esclavizado. Esta era una buena manera de comenzar cada mes en el pueblo hebreo. Pedro Pablo Sacristán escribió un cuento infantil titulado: “La báscula de las cosquillas” y relata las experiencias de los animales de la selva que encontraron una báscula. Cada día se pesaban y se enojaban por mantener o subir de peso. Hasta que la báscula decidió hacerles cosquillas al subirse a ella. “Con los meses y los años, la báscula dejo de marcar el peso para marcar el buen humor y el optimismo, y todos descubrieron que esa era una forma mucho mejor de medir la belleza y el valor de las personas…” concluye este escritor. Pidamos a Dios que nos ayude a mantener un espíritu alegre mientras le adoramos.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Sábado 18 de enero Lectura del día: Deuteronomio 28:45-51
Servicio a Dios con alegría Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas. Deuteronomio 28:47
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omienza Moisés la segunda etapa de la renovación del pacto con Dios. En este capítulo 28 de Deuteronomio se señalan las bendiciones y las maldiciones en el pueblo de Dios. El orden nos enseña que el Dios de Israel vino, primero para bendecir y cuando por desobediencia no cumplieron el pacto, las maldiciones sobrepasaron a las bendiciones. El primer ciclo son maldiciones al hombre y a la naturaleza (20-24). El segundo ciclo recaerían sobre el ser humano: enfermedad, locura, opresión y frustración. El tercer ciclo son maldiciones materiales, llegando al final a un derrumbe nacional, por medio de una derrota militar. Los versículos 47 y 48 contrastan la actitud de Israel: No quisieron servir a Dios con alegría y con gozo de corazón y por ello servirían a sus enemigos con hambre, con sed, con desnudez, con falta de todas las cosas y con yugo de hierro sobre su cuello. Para nosotros, que estamos bajo la gracia, la bendición está en servir a Dios con alegría, con regocijo, con gozo en nuestro corazón. Teresa de Calcuta escribió: “El que tiene a Dios en su corazón, desborda de alegría. La tristeza, el abatimiento, conducen a la pereza, al desgano. Nuestra alegría es el modo de predicar el cristianismo. Al ver la felicidad en nuestros ojos, tomarán conciencia de su condición de hijos de Dios… la alegría del Señor es nuestra fuerza…” Rabindranath Tagore, poeta y filósofo indio, nació en Calcuta en 1861, se dedicó a escribir desde niño y a los 17 años publicó su primer libro. En 1878, estudió Derecho en Inglaterra y luego regresó a su país. Escribió poesía, novelas, cuentos y obras de teatro. Recibió el Nobel de Literatura en 1913. En su poema “Servir” dice: «Dormía, y soñaba que la vida era alegría. Desperté, y vi que la vida era servicio. Serví, y vi que el servicio era alegría». Sirve a Dios y a los demás con alegría, no importa el lugar en el que lo hagas.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Domingo 19 de enero
Lectura del día: Génesis 2:1-7
La alegría del descanso
Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Génesis 2:2
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uedo ser tener la alegría de vivir si mi mundo interior está en orden porque he escogido imprimir la paz que viene de Dios en el ajetreo y la rutina de mi vida diaria, con el objeto de encontrar el descanso perfecto en Dios. Necesitamos descanso. Somos una generación cansada. Las pruebas de este cansancio abundan en un sinfín de artículos sobre problemas de salud relacionados con el exceso de trabajo y el agotamiento. Adicción al trabajo es una expresión moderna. Lo raro acerca de nuestra fatiga general es que tenemos lo que se llama una industria del ocio entre las más rentables de nuestra economía. En la actualidad probablemente tenemos más tiempo para el ocio que nunca antes en la historia. Entonces, ¿por qué existe tanto agotamiento y fatiga hoy? Hay un enfoque bíblico del descanso que necesitamos descubrir y examinar. De hecho, las Escrituras revelan que Dios mismo fue el primero que “reposó”. “y reposó el día séptimo.... “Otro comentario aún más esclarecedor es el que hace Moisés en Éxodo 31:17: “... En seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.” ¿Pero realmente necesita Dios descansar? ¡Pues claro que no! Pero ¿Por qué optó Dios por reposar? Porque El sujetó la creación a un ritmo de descanso y trabajo, el cual reveló observándolo El mismo, sentando así un precedente para los demás. De esta manera el Señor nos mostró una clave para la alegría de vivir. El significado del día de reposo. Cuando Dios descansó, miró su obra, disfrutó del aspecto de la misma y luego reflexionó sobre su significado: “Y vio Dios que era bueno.” Esto nos enseña el primero de los tres principios que gobiernan el descanso verdadero. Dios confirió significado a su obra y reconoció que estaba completa. Al hacerlo así, nos enseñó que nuestros quehaceres cotidianos requieren un ejercicio de aprecio y dedicación. En el séptimo día Dios “cerró el circuito” de su actividad de creación. Lo hizo descansando y examinando aquello que se había llevado a cabo. Aprende a descansar y contemplar la obra que has hecho.
Dolor compartido, mitad de dolor. Alegría compartida, doble alegría.
Lunes 20 de enero
Lectura del día: Isaías 9:1-6
El aumento de la alegría
Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Isaías 9:3
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ste es uno de los más bellos poemas del profeta Isaías, en el que muestra una visión maravillosa de toda una nación redimida y establecida en paz bajo un Rey divino. Se proyecta en la pantalla del futuro la gran liberación de su pueblo. La verdadera esperanza de Isaías estaba en Dios, que es la salvación. Esta “gran luz” brilló primero en Galilea cuando Jesús comenzó su ministerio allí. Su persona y su mensaje fueron como un gran amanecer para las personas errantes, cansadas y desesperadas en “tierra de sombra de muerte”. En la tradición judeo-cristiana es característico que la “edad de oro” nunca está en el pasado, sino siempre en el futuro. La descripción que hace Isaías de ese futuro lo muestra lleno de alegría, de regocijo, de gozo. Luego menciona dos ilustraciones: La alegría en ocasión de la cosecha y los soldados que salen victoriosos de una batalla nunca son más felices que cuando reparten despojos. El versículo 4 menciona el motivo de la felicidad en el pueblo: la liberación de la tiranía y la opresión que Dios obró, como lo hizo Gedeón contra Madián ( Jueces 7:20-21). El niño de naturaleza milagrosa, Jesús, lo muestra el profeta como, “Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno y Príncipe de paz”. En cierta ocasión, tras un largo viaje de una familia, un paquete de cacao en polvo se abrió dentro de la maleta manchándolo todo. En el momento en que abrieron su equipaje, pudieron haberse quejado y lamentado por la ropa. En lugar de eso bromearon diciendo que meterían el pantalón de papá en un utensilio con leche para hacer un chocolate o que vaciarían la leche directo al veliz y tendrían allí “una malteada de chocolate”. Es bueno ver el lado amable de las situaciones negativas. Siempre habrá motivos de risa y buen humor, pero ninguna alegría mayor que estar en la presencia de nuestro Padre Celestial y disfrutar de su bendición.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Martes 21 de enero
Lectura del día: Judas 1:17-25
Un Dios alegre
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría. Judas 1:24
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os versículos finales del libro de Judas contienen la doxología más completa del Nuevo Testamento. En nuestro tiempo es la doxología más utilizada en las Iglesias cristianas. Judas dirige la mente de sus lectores a Aquél que puede protegerles de los errores y males acerca de los que ha estado hablando. Dios es poderoso para guardarnos de resbalar, tropezar o caer y si obedecemos lo que nos indica, después de superar las pruebas, puede presentarnos sin mancha delante de su gloria. La expresión “sin mancha” es un término técnico aplicado a un animal para el sacrificio “sin tacha”. Nos detenemos unos minutos para escuchar la declaración de Judas cuando dice: “¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia”, en la Nueva Versión Internacional. En la Versión Reina Valera 1960 se lee: “Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. Ambas versiones mantienen la expresión, «Con gran alegría», que literalmente significa “una alegría desbordante, un salto de alegría”, un resonar de cánticos de victoria y triunfo. Durante la edad media, en pinturas, esculturas, el teatro y la literatura, se mostró la imagen de un Dios serio, enojado, con el rostro duro, con el ceño fruncido, que no corresponde al Dios alegre, feliz, que Judas y los Evangelios nos presentan, por medio de Cristo. Aline Barros canta una alabanza muy festiva que han titulado “Mi Dios es alegre”, su primera estrofa nos dice: Nuestro Dios es Dios alegre, mi Dios es alegre, Sofonías 3:17 me dice que El se regocija en mi. Nuestro Dios es Dios alegre Oh, mi Dios es alegre Oh, Sofonías 3:17 me dice que El se regocija en mi. Agradece a Dios que hoy te ofrece alegría, regocijo, gozo, mientras tocas a una persona destinada a ser infeliz, para compartirle de Cristo y su futuro sea cambiado por Él.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Miércoles 22 de enero
Lectura del día: Ester 8:10-17
Alegría y gozo para todos
Y los judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra. Ester 8:16
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l libro de Ester lleva el nombre de su personaje principal, una judía de nombre Hadasa o “Mirto”, renombrada como Ester o “Una estrella”, posiblemente considerando su belleza, después que fue nombrada reina. Cronológicamente, según el Comentario Bíblico Beacon, el relato se ubica entre el retorno de Zorobabel y el de Esdras, es decir, entre los capítulos seis y siete de Esdras. Desde el tercero hasta el décimo-segundo años del reinado de Jerjes, del 483 al 474 a. C. La historia de Ester es la historia de la intervención maravillosa de Dios para librar a su pueblo de su enemigo del momento, Amán, por la participación de esta mujer singular que llegó a ser reina, aconsejada por su primo Mardoqueo, quien la había adoptado como hija. Por causa de que la reina Vasti no quiso venir al banquete que el rey Jerjes o Asuero ofrecía, fue destituida para no ser mal ejemplo para las mujeres de la nobleza de Persia y de Media. Junto con otras jóvenes vírgenes y hermosas, Ester fue preparada durante un año con tratamientos de aceite de mirra, perfumes y cosméticos, para ser presentada al rey, quien al verla se enamoró de ella y la proclamó reina. Cuando la conspiración de Amán contra los judíos fue descubierta y él fue condenado a la muerte, Mardoqueo fue el encargado de enviar decreto a todas las provincias, con el sello real, en veloces corceles de las caballerizas reales. Y nos relata el texto bíblico, «Mardoqueo salió de la presencia del rey vistiendo ropas reales de azul y blanco, una gran corona de oro y un manto de lino fino color púrpura. La ciudad de Susa estalló en gritos de alegría. Para los judíos, aquél fue un tiempo de luz y de alegría, júbilo y honor. En cada provincia y ciudad adonde llegaban el edicto y la orden del rey, había alegría y regocijo entre los judíos, con banquetes y festejos. Y muchas personas de otros pueblos se hicieron judíos por miedo a ellos.» (8:15-17 nvi). Que nuestras acciones puedan traer alegría y felicidad a cuantos no imaginamos.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año
Jueves 23 de enero
Lectura del día: Éxodo 20:1-17
La necesidad de reposar Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Éxodo 20:8
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l verdadero descanso tiene lugar cuando hacemos regularmente una pausa en medio de nuestras tareas cotidianas para distinguir sobre qué verdades y valores tomamos las decisiones diarias. Recordemos que la Biblia nos enseña que el corazón es engañoso. Por lo tanto, el descanso no es sólo un mirar atrás al significado de mi trabajo y a la senda en que he andado más recientemente en mi vida; sino también una renovación de mi fe en Cristo y de mi compromiso con Él. Se trata de un ajustar bien mis instrumentos de navegación interiores de modo que pueda abrirme paso por el mundo. Para el judío, el sábado era, ante todo un día apartado en obediencia a Dios. La ley prohibía todo tipo de trabajo, y sólo permitía cierta clase de ritos. Los cristianos saben poco acerca de lo especial que era el día de reposo para los judíos piadosos. Esto es lo que ellos piensan del día de reposo: Haz del día de reposo un monumento eterno del conocimiento y la santificación de Dios, tanto en el centro de tu ajetreada vida pública, como en el pacífico retiro de tu hogar. Durante seis días cultiva la tierra y sojúzgala... Pero el séptimo día es reposo para el Señor tu Dios... Por tanto comprenda [el hombre] que el Creador de la antigüedad es el Dios vivo de hoy; [que El] observa a cada persona y cada esfuerzo humano para ver cómo el hombre usa o abusa del mundo que se le ha prestado y de las fuerzas que le han sido otorgadas; y que Él es el único arquitecto a quien todo individuo debe rendir cuentas de sus labores de la semana. Nosotros no descansamos porque nuestro trabajo esté acabado, sino porque Dios lo ordenó y nos creó con esa necesidad. La mayoría de nosotros pensamos en el descanso como en algo que hacemos después de haber terminado nuestro trabajo. Pero el día de reposo no es algo que suceda después, puede ser antes, sobre todo porque hay tareas que nunca se terminan.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Viernes 24 de enero
Lectura del día: Hechos 20:32-38
La alería de dar
En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:35
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l enemigo más grande de la vida cristiana es la avaricia, el egoísmo y vivir en idolatría (Colosenses 3:5). Cuando un cristiano no ha aprendido a dar, recibir y administrar, es un cristiano que tiene conflictos y angustias espirituales muy graves. Debemos reconocer que la alegría de la vida no depende de cuánto pueda recibir de los demás, sino en aprender a disfrutar de la vida compartiendo con los demás. La Biblia dice: · Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado. Proverbios 11.24 y 25 · Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia. 2ª Cor. 9:9 y 10 Dios dice que se acuerda de las personas que dan a los pobres. Lo tiene en justicia. ¿Te acuerdas de Cornelio y Dorcas en el libro de los hechos, cómo sus obras a los necesitados fueron determinantes en su relación con Dios? Cuando usted ore a Dios en necesidad Él se acordará de lo que ha hecho, pero si usted es mezquino, Dios no se acordará de usted, porque sabe que no tiene campo para cosechar. Lucas 6:38 dice: Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. Dios es bueno y le devolverá mucho más de lo que le des a Él de 30, 60 y 100 por uno. Tenemos que aprender a vernos a nosotros mismos como administradores de una compañía, que ha sido puesto para administrarla, como el ama de casa que recibe el gasto, como aquel que ha de entregar cuentas de cómo maneja las finanzas de su compañía. Dios es generoso y nosotros, como sus hijos que somos, debemos tener esa misma naturaleza. Aprende a dar y comprobarás cuán feliz puedes ser al hacerlo.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Sábado 25 de enero
Lectura del día: Proverbios 19:1-17
Lo que alegra el corazón de Dios A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar. Proverbios 19:17
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a palabra de Dios nos instruye a darle a Él (Malaquías 3:10). Pareciera una contradicción hablar de la alegría de vivir con el hecho de dar, pero precisamente aquí es donde la Palabra de Dios cobra mayor relevancia. Para las personas ordinarias, lejos de Dios, la alegría de la vida está en cuánto recibes, pero las Escrituras nos enseñan, precisamente lo contrario: Es más feliz la persona que da que la que recibe. Y una de las primeras personas a quien tenemos que darle es a Dios. Pero ¿cómo darle a Dios quien es dueño de todo? ¿Necesita Él mi dinero? Realmente no, pero cuando le damos a Él de lo que primero hemos recibido estamos confirmando su señorío sobre nuestra vida. Es además una expresión de confianza y de dependencia de él. Otra forma de dar, y que en las escrituras confirmamos que Dios ve con muy buenos ojos y alegra su corazón, es cuando das a los pobres para sus necesidades. La alegría de dar se aprende y disfruta cuando damos con sacrificio. No damos lo que nos sobra, no damos lo que no nos va a hacer falta, damos aquello que es verdaderamente representativo, que mengua nuestra comodidad, pero que significa una gran diferencia en la vida de aquellos a quienes Él ha escogido, a los pobres, para que sean ricos en fe. (Santiago 2:5) “No hay crimen más grande que el tener demasiados deseos; no hay un mayor desastre que el no aprender a estar contento; no hay una peor desdicha que el ceder frente a la codicia”. Tao te Ching
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Domingo 26 de enero
Lectura del día: Proverbios 23:22-26
El hijo justo alegra al padre
Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él. Proverbios 23:24
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as dos virtudes que son un manantial de alegría para los padres son la justicia y la sabiduría en las acciones de los hijos. El texto bíblico dice, “Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él”, es decir que son una fuente de mucha alegría. El término justo se usa como adjetivo calificativo para describir a personas, situaciones o circunstancias en las cuales se aplica la justicia y la búsqueda del equilibrio entre diferentes elementos, mientras que una situación justa es aquella en la que las partes involucradas reciben un trato apropiado de acuerdo a sus características o comportamientos. A la luz de la Palabra de Dios, justo es aquél que vive conforme a la Palabra y la voluntad de Dios. Es aquella persona que aplica los valores cristianos, tales como la verdad, la equidad, la ética, el amor, la santidad en situaciones en las que un conflicto pudiera surgir. En la simbología tradicional se representa a la justicia como una dama con los ojos vendados, que implican la necesidad de la imparcialidad y con una balanza en la mano, haciendo referencia a su interés por equilibrar los elementos en pugna. Un panadero quería conocer al profeta Uways y este fue a su panadería disfrazado de mendigo. Tomó un pan y empezó a comérselo. El panadero lo golpeó y lo echó a la calle. Un discípulo que llegaba le dijo: “¿Qué hiciste? ¡Acabas de golpear al profeta que querías conocer! -Arrepentido, el panadero salió y preguntó qué podía hacer para que lo perdonase. Uways le pidió que lo invitara a comer y a sus discípulos. Así lo hizo y los llevó a un restaurant, pidiendo para ellos platillos caros. -“Así distinguimos al hombre justo del malo, dijo Uways a sus seguidores a mitad de la comida. Este panadero es capaz de gastar mucho dinero en un banquete porque soy célebre, pero no puede dar un pan para que se alimente un mendigo hambriento”. Viviendo cristianamente alegremos a nuestros padres.
Graba esto en tu corazón: cada día es el mejor del año.
Lunes 27 de enero
Lectura del día: Salmos 126:1-6
Vive en la alegría de la prosperidad de Dios Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres. Salmos 126:3
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ace algunos años alguien hizo una encuesta en la que descubrieron que el porcentaje de americanos con ingresos menores de los $15,000 al año que cree que han llegado a alcanzar el “sueño americano” fue de cinco por ciento. Creo que podemos comprenderlo. Quince mil dólares no es una gran suma de dinero. Así que tiene sentido que sólo el cinco por ciento de esas personas creen que $15,000 forman el “sueño americano”. La misma investigación mostró que de los americanos que ganan más de $50,000 al año, el porcentaje que creía haber realizado el sueño americano fue de 6 por ciento. ¡Imagínate! Es una diferencia de $35,000, pero sólo uno por ciento de diferencia en la felicidad. ¡La cantidad de dinero que ser requiere para decir que hemos realizado un sueño es probablemente mucho más de lo que tenemos ahora! Los judíos mencionados en el salmo no habían perdido dinero solamente. Perdieron casi todo. Porque los babilonios los habían vencido, perdieron su tierra natal, sus centros religiosos, sus viviendas –casi todo, menos su vida. Cuando los persas conquistaron el imperio babilonio, el rey persa dejó salir a los israelitas para que regresaran a su tierra. El Salmo 126 celebra éste evento. Casi podemos sentir el júbilo que los acompañaba en su regreso. Eran como “hombres que soñaban”. Sus “bocas estaban llenas de risa”, sus “leguas de alabanza” (Salmo 126:1-2). Casi se tuvieron que pellizcar el uno al otro para creerlo. Las otras naciones, viéndolos regresar a su tierra, dijeron, “El Señor ha hecho grandes cosas por ellos” (v. 2). El pueblo de Israel dijo: “Sí, el Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y eso nos llena de alegría” (v. 3). La alegría de vivir nunca debería depender de tu condición económica. No es un asunto de conformismo, sino de contentamiento. Al mismo tiempo que nos esforzamos por lograr más debiera haber en cada uno de nosotros un alto sentido de gratitud por lo que tenemos, y vivir con la satisfacción de saber que nuestra paz y alegría no dependen de lo que tenemos sino de lo que somos. Y ¿quiénes somos? Hijos de Dios cuyas promesas se cumplen día a día.
Un día sin sonreír es un día perdido.
Martes 28 de enero
Lectura del día: Éxodo 2:11-14
Calor, pero nada de luz
¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: ciertamente esto ha sido descubierto. Éxodo 2:14
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oisés creía que él iba a ser el libertador, muchos años antes de recibir su comisión junto a la zarza ardiente. Creyó que todo el mundo lo reconocería. ¿Por qué volvió Moisés a la escena del crimen? Quizá regresó para llevar a cabo su plan. Había probado su lealtad a los hebreos matando a un funcionario egipcio. Ese fue el primer plan, ahora vendría el segundo. Volvería a la escena de su acción para formar un ejército con sus seguidores. Pero estos no le hicieron caso. De hecho, no le mostraron el más mínimo respeto. ¡Cómo debieron haber herido estas palabras a un hombre que acababa de arriesgarlo todo! Era un plan muy simple, ¿no te parece? Una premisa sencilla. Si eres un líder espiritual, la gente espiritual te seguirá. Eso es lo que sucede con cualquier líder. Si conoces a la gente, ésta te seguirá. Pero ellos no siguieron a Moisés. En ese momento, el príncipe de Egipto estaba solo. Había llegado la hora de pagar la factura de su carnalidad. ¿Alguna vez has experimentado algo así? Tienes todo listo para hacer algo grande para Dios. Has fijado metas, has invertido tiempo y dinero. Lo has compartido con mucha gente. Sin embargo, aunque sea doloroso reconocerlo, las metas que no han sido empapadas con la oración ni presentadas primero al Señor con humildad, resultan inútiles. No llegan a ninguna parte. Generan calor, pero nada de luz. Y tú quedas confundido y derrotado. Lo que quiero decirte es: Si te estás moviendo en la energía de la carne, tus esfuerzos están condenados al fracaso. Pero si le pides con fe al Señor que te indique el siguiente paso, si esperas humildemente en Él, Dios te abrirá las puertas o te las cerrará, y tu podrás descansar y estar tranquilo hasta que Él te diga: “Ve”.
Un día sin sonreír es un día perdido.
Miércoles 29 de enero
Lectura del día: Éxodo 2:15-25
Fines espirituales Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. Éxodo 2:15
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os fines espirituales nunca se logran a través de medios carnales. En Egipto, Moisés “miró a uno y otro lado”, y luego asesinó al egipcio y lo enterró en la arena. Como ya dijimos, Moisés pudo haber pensado que estaba siguiendo el plan de Dios en ese momento, pero nunca se tomó el trabajo de saber si así era. Como resultado, los sueños de Moisés se volvieron nada. El hecho es que tú no puedes plantar una semilla carnal y cosechar una planta espiritual. No puedes plantar un árbol carnal y cosechar fruto espiritual. Si tú manipulas, disimulas, engañas y mientes para llegar a la cima, ¡no le des gracias a Dios por la promoción! Dios sabe, al igual que tú, que maniobraste para lograr tu ascenso. Por tanto, cuando tengas esa oficina más grande o hayas alcanzado es puesto, no le des el crédito a Dios, porque él no lo necesita. Son tus huellas, no las de Él las que están en todo el plan. Hay veces que le decimos al Señor: “Gracias por esto, Padre”. Y el Señor tiene que responder: “¿Quién? ¿Yo? Eso yo no lo hice. Fue obra tuya”. Quizá has copiado en un examen, obtienes una buena calificación, y le das gracias a Dios por ello. Quizá has mentido en tu declaración de impuestos, obtienes un buen reembolso, y le das gracias a Dios por el dinero extra que puedes dar al fondo de construcción de la Iglesia. De nada vale hacer las cosas así, porque el Señor te dice: “Eso no lo hice yo, fue tu plan”. Moisés supo que estuvo mal. Y lo supo muy bien cuando volvió a reunirse con los hebreos al siguiente día para convertirse en su líder, pero solo fue ridiculizado y rechazado. Afortunadamente, Moisés aprendió bien esa primera lección. En todas tus decisiones importantes debes considerar el consejo de Dios, y obrar siempre con fines espirituales.
Un día sin sonreír es un día perdido.
Jueves 30 de enero
Lectura del día: Éxodo 3:1; Hechos 7:29-30
La escuela del desierto Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Éxodo 3:1
O
bserva cuidadosamente cómo se llevó a cabo el proceso de aprendizaje en el desierto a través de esos años, porque es lo mismo que sucede contigo y conmigo. Dios tiene que abrirse paso a través de barreras externas y duras que hay en nuestra vida, antes de que Él pueda renovar nuestro corazón. Su objetivo permanente es introducirse en lo más íntimo de la persona. ¿Cómo lo hace Dios? en primer lugar, Él encuentra orgullo, y utiliza el papel de lija del anonimato para quitarlo poco a poco. Después de esto, nos encuentra atrapados por el temor, el temor a nuestro pasado, la ansiedad por el presente y el terror por lo que puede haber en el futuro, y utiliza el paso del tiempo para quitarnos ese temor. Aprendemos que las cosas no están de ninguna manera fuera de control; están en sus manos. Luego Él encuentra la barrera del resentimiento y la amargura. El Señor destruye esa capa con la soledad. En el silencio de su presencia, recibimos una nueva perspectiva, renunciamos poco a poco a nuestros preciosos derechos, y desistimos de las expectativas que nos tenían cautivos. Por último, Él examina los hábitos básicos de la vida, penetra nuestra intimidad, y allí produce malestar y penalidades para quitar esa última capa de resistencia. ¿Por qué razón? Para que Él pueda renovar la esencia de nuestro ser. Así que, ¡tómate de la mano de tu guía! Él es el Señor del desierto. El objeto más precioso del amor de Dios es su hijo que está en el desierto. Y aunque no lo creas, tú significas más para Él durante ese tiempo, que en cualquier otro momento. Eres su amado estudiante que está tomando sus cursos más difíciles. Y mientras te prueba, Él te ama con un amor sin medida e infinito. Puedes tener la seguridad de que Él nunca olvidará a quien lo sigue a través de este desierto.
Un día sin sonreír es un día perdido.
Viernes 31 de enero
Lectura del día: Proverbios 4:20-27
Jesús habita en mi corazón
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Proverbios 4:23
E
l corazón humano, físicamente hablando, es una de las maravillas más increíbles que Dios pudo haber creado. Posee 4 cámaras, encargadas de bombear sangre a todo el organismo, en perfecta sincronía la una con la otra; el corazón es un órgano involuntario, que funciona sin necesidad de que nosotros le demos una orden y que ha estado latiendo desde que nacimos; se estima que un corazón late 100.000 veces al día, 35 millones de veces al año, y 2.500 millones de veces a lo largo de toda nuestra vida. ¿No te parece increíble que aun cuando duermes, ese pequeño músculo sigue funcionando calladamente, manteniendo tus signos vitales dentro del rango normal y permitiéndote seguir viviendo aun cuando no tienes control de nada más? Es simplemente sorprendente; el corazón nos da vida. Antiguamente, cuando los egipcios preparaban un cuerpo para enterrarlo, dejaban el corazón dentro porque creían que poseía los poderes necesarios para entrar en la vida eterna. El corazón siempre ha sido reconocido como un órgano increíble, poderoso. Aunque nosotros sabemos que al morir el cuerpo se queda en esta Tierra, Dios nos ha puesto un corazón, espiritualmente hablando, que va a sobrepasar esta vida, y es donde Jesús ha decidido habitar. Me gusta mucho como Dios hace referencia al corazón como el lugar de donde mana la vida, porque esto es totalmente cierto en ambas áreas (física y espiritual), y es por eso que cuando le damos entrada a Jesús en nuestra vida, Él comienza a habitar en nuestro corazón, de tal forma que si tú ya aceptaste a Cristo, lo único que puede manar de ese corazón es Él, Sus virtudes, Su luz, Su vida, y saber esto nos debe ayudar a guardarnos del pecado, para no ensuciar el lugar dentro de nosotros donde Jesús vive. ¿Qué mana de tu corazón cada día? ¿Estás mostrando realmente que Jesús vive dentro de ti? Hoy tomemos un tiempo para analizar lo que hay en nuestro corazón, y recordemos que si Jesús vive en Él, de nosotros debe salir lo mejor, y esa es la principal razón para tener un corazón alegre.
Un día sin sonreír es un día perdido.