EDITORIAL “jugando a ser dios”
¿Dónde empieza todo? En el dedo acusador del profesional médico que te diagnostica. No nos engañemos, el estigma se crea en el primer momento que escuchas como eres etiquetado. Esa persona con bata blanca que te está señalando es el que te inserta el estigma en el alma y cuando sales de la consulta ya no eres el mismo, ya has sido marcado y la sociedad hará el resto. Ahora la pelota está en tu tejado, tú decides volver a ese personaje o acudir a gente que te comprenda realmente,
que no te atiborre de pastillas y que te trate como lo que eres: una persona. Hay una inmensa cantidad de alternativas que puedes encontrar en internet de gente que trabaja a diario por esa normalidad que todos necesitamos. En este caso, debemos comentar el próximo congreso de Escuchadores de Voces, que se celebrará en Alcalá de Henares los días 6 y 7 de Noviembre (tienes más info en la pág. 10).
CREENCIAS LIMITANTES Alicia Arce Cuando empecé a trabajar con PNL (programación neurolingüística) lo que más me sorprendió es tomar conciencia de la cantidad de pensamientos sobre nuestras capacidades que nos limitan a la hora de actuar, ser, vivir, sentir... Hay una premisa en PNL que dice: "tanto si crees que puedes como si no, tienes razón". Esto es así en todos los casos sin excepción. En esta época se oye cada vez con más frecuencia que somos lo que sentimos, que atraemos a nuestra vida aquello en lo que creemos. Así es, debido a nuestro sistema de creencias. Pero ¿Qué es en realidad una creencia limitante? Es una idea, opinión, concepto o pensamiento negativo que consideramos como cierto, aunque esto no sea así. Las creencias limitantes tienen una influencia condicionante en nuestra vida. Se originan en nuestra infancia, especialmente durante el proceso de socialización. Es decir, antes de los siete años. Sucede porque a esta edad todo lo que vemos y oímos, lo grabamos y archivamos directamente sin cuestionarlo.
Algunos ejemplos de creencias limitantes serían: "No tengo suerte en el amor", "No sirvo para trabajar en X", "soy incapaz de ceder", "siempre me utilizan" o "no sé decir que no". La PNL nos ofrece herramientas sumamente útiles para deshacernos de estas creencias. Hay tres pasos importantes para conseguir este objetivo: 1. Tomar conciencia de cuáles son esas creencias y observar cuándo y cómo aparecen en nuestra mente. 2. Sustituir la creencia limitante por una nueva creencia potenciadora y estimulante y preguntarnos "¿Cómo sería mi vida si creyera esto nuevo?" 3. Entrenar o repetir la nueva creencia hasta incorporarla. Este último paso requiere más constancia En los procesos de PNL y coaching a través de distintas técnicas lo que conseguimos es convertir la creencia limitante en temporal y sustituirla por una creencia potenciadora de forma permanente.
Si cambiamos nuestras creencias, podemos cambiar nuestra vida.
La delgada línea que separa la locura de la cordura. “LOS DELIRIOS” Pau Peset
Delirio viene del latín delirium, que a su vez viene de la palabra latina lira, surco. Quienes no podían trazar un surco de manera correcta “deliraban”, lo que luego se comenzó a aplicar a quienes tienen sus facultades mentales perturbadas y se alejan del surco de la realidad. En psicopatología entendemos por delirio, a la idea férreamente sostenida pero con fundamentos lógicos inadecuados, incorregible con la experiencia o con la demostración de su imposibilidad, o inadecuada para el contexto cultural del sujeto que la sostiene. Igual que un pez vive en el agua, el ser humano está inmerso en una sociedad cultural de referencia que no puede eludir, lo cual determinará si su comportamiento es o no normal. Hay muchas ideas que pueden ser sostenidas con firmeza y convicción más o menos incorregibles por diversas personas (por ejemplo, ideas religiosas o políticas) y sin embargo no constituir delirios: se
requiere pues, que el proceso por el que se llega a la convicción sea inadecuado. Por ejemplo, un sujeto puede afirmar que es portador de una verdad que debe propagar por el mundo, porque observa cómo el comentarista de una noticia en TV le mira (como a cualquier espectador). El delirio no se diagnostica por la convicción de “ser portador de una verdad que revelar” (muchas personas podrían decir algo parecido), sino por la forma extravagante por la que llega a esa convicción. Es lo que se conoce por ideas delirantes autorreferenciales, que llegan a crear en algunos casos las comunidades delirantes, proceso en el cual el paciente siente que todo su alrededor está inmerso en su delirio. Cualquier comentarista de la TV mira hacia el espectador, pero en un estado delirante, el paciente atribuye a este hecho algo mágico, especial y autorreferencial.
Aunque es característico de las psicosis, el delirio puede aparecer tanto en enfermedades médicas como mentales o por efecto fisiológico de algún tóxico o sustancia, y según el contenido del delirio, éste puede ser de persecución, de celos, culpa,, nihilistas, místicos… Por su convicción, el delirio es difícilmente refutable por el diálogo, hasta que la persona no se encuentre en un estado de compensación clínica que permita el abordaje terapéutico. Existen pues fármacos antipsicóticos que inciden en esta sintomatología. Recomiendo al lector, para entender mejor el tema, ver el documental “Solo” de Vicente Rubio. Un punto y aparte en el
sufrimiento de una enfermedad que persigue. Un testimonio vivo y enternecedor de una realidad no tan distante para un alto porcentaje de nuestra sociedad.
Fanzines invita2 GAY ART 15# Es increíble, lo vi nacer y ya van por el número 15. Estas cosas solo se consiguen con tesón y un buen director de orquesta, en este caso, Agustí Pericay, incansable creador que mueve a tantos otros para llevar a cabo una revista multicultural llena de grandes artículos.
POLO NORTE NEWS 5# Otro que come pilas alcalinas es Suby Subaru y su PNN. No contento con deslumbrarnos con sus historietas, edita este fabuloso fanzine que tiene a la crem de la crem del fanzineo patrio entre sus páginas.
personas que crean: carmen cobos garcía
En este número tenemos de invitada a una joven fotógrafa que plasma instantáneas muy interesantes. Conozcamos a Carmen. Empecé a hacer fotos hace más de seis años cuando empecé a estudiar Fotografía, pero tuve que abandonar los estudios. Desde entonces he intentado seguir, pero para mí es una afición más. Es una forma de evadir mi mente de los problemas. Me gustaría invertir más tiempo.
Tengo que seguir aprendiendo mucho más y como me gusta el arte, este año voy a iniciar la carrera de Bellas Artes.
La fotografía de retratos me parece muy interesante, mis fotógrafos favoritos son García Alix y Chema Madoz, aunque en este trabajo me centré en expresar el desdoblamiento de una mente bipolar, con dobles y triples exposiciones para conseguir ese efecto.
Vida bipolar Marisol ploreto Hoy quiero compartir un nuevo emprendimiento de mi vida como persona bipolar que soy. Ya, listo, ya avancé el primer paso que es reconocer públicamente mi enfermedad. Hace unos seis años tuve una depresión muy fuerte (una más pero constante) desencadenada por una situación precaria laboral, profesional, social y también familiar (hay que decirlo, claro). A partir de entonces el diagnóstico siquiátrico iba de aquí para allá hasta que definitivamente me diagnosticaron trastorno bipolar hipomaníaco. Les voy a explicar qué es eso, cómo se come eso. Imagínense una línea que llamaremos "Depresión", otra línea más arriba llamada "Normal", y otra mucho más arriba llamada "Manía" (Ah, pero no crean que es la misma manía de un maniático por la limpieza, por ejemplo, no, es la manía como "trastorno o enfermedad mental que se caracteriza por una euforia exagerada, la presencia obsesiva de una idea fija, un estado anormal de agitación y delirio, y preocupación injustificada"). Pues bien, ahora imagínense una línea paralela entre la normal y la manía, bueno, ahí estoy yo, un poco por encima de la normalidad aunque no llego a la manía. Es la bipolaridad hipomaníaca. Los síntomas son muy variables de un día para el otro. Abarcan en mi caso muchos miedos, miedo a salir a la calle caminando porque puedo caerme y romperme un hueso (y no tengo seguro médico), o que de pronto me dé un ataque de pánico y caiga desmayada en plena vía andando yo sola (el que me acompaña generalmente es mi perrito, pero lamentablemente en la mayoría de los sitios no me dejan entrar con él), o que me asalten los choros o que me esperen en la puerta de la casa, me secuestren y entren a robar. Hay otro tipo de miedos a cosas menos visibles como por ejemplo a reunirme con alguien y ponerme verborreica (hablachenta), a decir cosas que se supone no se deben decir (indiscreciones o juicios de valor), a sentirme "como cucaracha en baile de gallina", a que me dé un ataque de pánico mientras viajo en carro (automóvil), a que nos asalten los piratas de
carretera cuando viajo por la autopista por la zona de Veroes (Yaracuy), en fin, son muchos los miedos que me hacen quedarme en la casa. Además hay otro tipo de síntomas aparte de los miedos. Principalmente son los estados de ánimo exagerados. Down o Up. A veces no me puedo concentrar en lo que hago y evado lo que debería hacer, y otras veces me enfrasco en algo y le doy y le doy hasta más no poder. Me ha pasado que investigando algo en la web para algún trabajo no paro hasta que amanece y llego al punto que me dan ganas de vomitar del esfuerzo mental agudo y la fatiga. Como mi bipolaridad es hipomaníaca casi no tengo episodios depresivos, pero los tengo. Trato de controlarlos desde que he asumido mi responsabilidad con mi enfermedad y con mi tratamiento. También sufro de ansiedad (200 pulsaciones por minuto y etc.), insomnio, comilonas nocturnas, tabaquismo, adicción al Facebook y muchos otros síntomas desagradables que campeo como mejor puedo. Hay un síntoma que es muy desagradable para mí, o no sé si será un síntoma o una percepción de la realidad que me rodea. Y es la percepción dolorosa de la indiferencia, de la negación por parte de los otros; eso que define otro bipolar llamado Juan Rodríguez Peláez “Cicli” como la invisibilidad de mi trastorno bipolar por parte de las personas más allegadas y no tan allegadas, y por parte de las instituciones (sean de la categoría que sean: en las farmacias, en los supermercados donde deberíamos tener preferencia y no calarnos la cola desde las 4:00 am que se forman aquí en Venezuela, en los bancos, etc.). Somos invisibles. Todos prefieren mirar para otro lado. Claro, hasta yo, si no fuera bipolar. Lo bueno de ser bipolar es que la bipolaridad selecciona a los amigos. En este punto de la escritura me estoy dando cuenta de que ya he escrito más de lo que a mí misma me provocaría leer en un post, así que termino mi primera entrega contándoles algo interesante: Me decidí a desnudar mi trastorno porque quiero participar en la divulgación de un proyecto llamado "PROYECTO PARA LA NORMALIZACIÓN DE LAS ENFERMEDADES INVISIBLES, LAS MENTALES", y adicionar estos escritos personalísimos a favor de hacerlas visibles. Les dejo un esquema que hice sobre una de mis pinturas sobre cómo veo mi trastorno bipolar.