FAO El Salvador Nota Informativa No. 7 Año 2016
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a visita de una comitiva conformada por delegados de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y de la sede subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), permitió explorar los territorios de El Salvador y determinar que a un año de inicio del Programa Mesoamérica sin Hambre el país se está convirtiendo en modelo a seguir. Durante la visita, la misión sostuvo encuentros con representantes de los poderes ejecutivo y legislativo, autoridades municipales, sociedad civil, comunicadores, la academia y familias productoras que intervienen en Mesoamérica sin Hambre (MSH). El itinerario incluyó encuentros con grupos productores de hortalizas, de artesanías y sorbete, jóvenes emprendedores, huertos caseros y producción automatizada de aves, entre otras acciones que se promueven actualmente en 21 municipios de los departamentos de San Miguel, Morazán y Usulután donde se ejecuta el programa desde el año 2015. “Lo que hemos visto pone a El Salvador como un ejemplo de las acciones que se están haciendo en Agricultura Fami-
liar y en Seguridad Alimentaria y Nutricional. Tener este enfoque de huertos urbanos y periurbanos así como el manejo del agua y las plantaciones en las comunidades para poder encontrar soluciones a la Seguridad Alimentaria y Nutricional, pone a El Salvador como un ejemplo de lo que se puede hacer”, aseguró el Asesor Técnico Principal (ATP) del Programa, Alfredo Mayén. Por su parte, la Directora General Adjunta de Desarrollo Social – Humano y Sustentable de la AMEXCID, Adriana Obregón, destacó la organización y el compromiso de los actores locales para aportar a las acciones. “Me dio gusto ver en la reunión que tuvimos con gobernadores y presidentes municipales, el compromiso de ellos poniendo de los propios recursos de los municipios para la contratación de especialistas. Eso suma y de eso se trata la cooperación internacional, este es el nuevo enfoque que tenemos que tener, no nada más se trata de un solo donante, sino que las propias comunidades aporten ya sea con mano de obra o con recursos para que las políticas se vean fortalecidas y de esta manera; al ellos aportar se apropian de estas actividades y eso hace que también se garantice la sostenibilidad de los proyectos”, acotó Obregón.
© FAO/Karla Velásquez
EL SALVADOR, MODELO EN AGRICULTURA FAMILIAR Y SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL