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RECONOCER UN CORAZÓN SANO
El corazón es un órgano formado por tejido muscular, normalmente del tamaño de un puño, que funciona como bomba, encargado de enviar la sangre a los pulmones, riñones y el resto del cuerpo. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial cobrando más de 18 millones de vidas al año, por tanto es importante saber cómo cuidar y mantener saludable este órgano vital.
Muchas veces tomamos acciones que dañan nuestra salud y esto nos predispone a que ocurran eventos cardiovasculares. Entre estas conductas adquiridas está una dieta rica en grasas, sal y azúcares que favorece el desarrollo de hipertensión arterial, diabetes y aumento del colesterol en sangre. Todas estas contribuyen a que se deposite grasa en las arterias del corazón obstruyéndolas y provocando infartos cardíacos e insuficiencia cardíaca.
El sedentarismo o falta de ejercicio favorece a la obesidad y a que se desarrollen eventos cardiovasculares.
Está comprobado que el consumo excesivo de alcohol tiene un efecto tóxico directamente en el músculo del corazón ocasionando que este se dilate, así como también que se provoquen arritmias, aterosclerosis e hipertensión arterial. Así como el tabaco que favorece a que se aumente el colesterol en sangre y que se formen trombos que obstruyen las arterias del corazón y del cerebro provocando infartos.
Las afecciones del corazón son altamente prevenibles tomando conductas adecuadas en nuestro estilo de vida. La prevención primaria cobra mucha importancia ya que busca evitar eventos cardiovasculares futuros en individuos con corazones sanos. Se sugiere una dieta balanceada con frutas, vegetales, proteínas e hidratos de carbono, ya que estas aportan nutrientes que permiten regular la presión arterial y el acúmulo de grasa en las arterias. Se rechazan los alimentos procesados por su alto contenido en grasas y las bebidas no alcohólicas como son las energizantes y los refrescos, al contener excesiva cantidad de azúcar.
Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol es imperativo porque se ha demostrado que estos son enemigos de nuestra salud cardiovascular. El ejercicio cobra mucha importancia al reducir el riesgo de padecer hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto.
Comencemos a controlar de manera temprana los factores de riesgo que dañan nuestro corazón para mantener una salud cardiovascular óptima a largo plazo.
Por Dra. Aimeé Flores Cardióloga Intervencionista
La actividad física es conocida desde hace siglos como un elemento esencial para promover la salud. Por lo tanto, se recomienda el ejercicio para luchar contra el sedentarismo. La actividad física se refiere a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos y que resulta en gasto de energía, abarcando ampliamente el ejercicio y los deportes, que se realizan como parte de la vida diaria, la ocupación, el ocio y el transporte activo.
La actividad física ha sido convencida por estudios clínicos y experimentales como un elemento esencial de la vida diaria y crucial para promover la salud y la longevidad.
Es importante señalar que la inactividad física se ha convertido en la cuarta causa de muerte en el mundo en la actualidad. De acuerdo con las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2020, se establece que se deben realizar de 150 a 300 minutos de intensidad moderada, o de 75 a 150 minutos de actividad física de intensidad vigorosa por semana.
SALTAR LA CUERDA
Aumenta la frecuencia cardíaca tanto como cuando corremos o montamos bicicleta. Este tipo de ejercicio permite que el cuerpo use el oxígeno eficientemente, de modo que brinda beneficios al corazón, los pulmones y el aparato circulatorio.
Beneficios
Tonifica los músculos ya que al saltar la cuerda se involucra todo el cuerpo. Se queman unas 12 calorías por minuto, eso convierte a este ejercicio en un gran aliado cuando queremos perder peso y para mejorar la salud cardiovascular, ya que mejora la resistencia porque optimiza el rendimiento cardiovascular optimizando la capacidad aeróbica.
Asimismo, mejora la respiración, ayuda a mejorar la capacidad cardiaca, aporta velocidad, agilidad y coordinación mientras mueves todos los músculos del cuerpo. Mejora la coordinación, porque involucra a todo el sistema nervioso, activando la coordinación de cada salto entre el movimiento de los brazos para llevar la altura y velocidad de la cuerda.
Recomiendaciones
Antes de empezar debes ser evaluado por un médico, iniciar con estiramientos saltos suaves y períodos cortos. Luego podrás ser capaz de saltar más rápido y por períodos más largos.
Por Dra. Rosa Noemí Cueto P. Secretaria General de SODOCARDIO