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SANANDO EL CORAZÓN ESPIRITUAL
¿Existe algo llamado "corazón espiritual"? ¿Puede mantenerse sano? La respuesta a estas preguntas es un rotundo Sí. Podemos inferir que el "corazón espiritual" es una estructura formada por la comunicación cerebro-corazón, en una dimensión relacionada con lo divino, intangible a los sentidos físicos y primordial en la historia de las creencias religiosas. Abarca la búsqueda de conexión con lo inefable para superar la fragilidad y finitud humana.
Si bien es el cerebro el órgano de la capacidad cognitiva (memorizar, razonar, aprender), también nuestro corazón posee neuronas, ya que se ha descubierto una distribución neuronal en este músculo que alberga unas 40,000 neuronas . La autora francesa Annie Marquier, aborda temas similares en su libro "El maestro del corazón" (2010, Luciérnaga). 1
Asimismo, los estados de ánimo suelen relacionarse con la salud en general, por lo que cuidar nuestros sentimientos resulta esencial para el bienestar integral. El desasosiego es sinónimo del alma que sufre, en un mundo repleto de conflictos, heridas y traumas, donde el ideal de sanidad general luce poco accesible.
En cualquier dogma y creencia, nos robustece la posibilidad de encontrar refugio en la confianza, la fe y esperanza en aquello que nos ayude a trascender nuestra limitación humana en armonía con los demás.
Entonces, ¿cómo sanarnos rodeados de congojas de toda índole sin volvernos insensibles? Algunos buscaremos huir del dolor hasta que las dificultades nos derriben. De esta manera paradójica las crisis en sí mismas contienen caminos hacia la sanidad interior.
Podemos censar el estado de salud emocional haciéndonos preguntas como:
¿Qué debería existir/dejar de existir para sentirme totalmente pleno?
¿Qué o quién me resulta difícil de aceptar?
Estas respuestas pueden ayudarnos a revisar el encuadre, es decir, la interpretación personal que damos a circunstancias incómodas y, de esta forma, poder reconocer que el cómo las vivimos resulta tanto o más importante que las dificultades mismas.
Por lo tanto, un "corazón espiritual" puede sanar cuando se cambia el ¿por qué, yo/a mí? por el ¿para qué?
Quedaremos sorprendidos de cuántas posibilidades encontraremos al considerar otras perspectivas vitales.
Por Lic. María del Pilar Ventura García Psicología clínica | Mindfulness Psicoterapia