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Viva México y su toro, Javier Borrego

RNE o mundotoro.com, y es columnista de varias revistas y diarios en España y México.

VIVA MÉXICO Y SU TORO DE LIDIA Javier Borrego Ganadero de Santa Bárbara

Hablar de Javier Garfias de lo Santos es honrar a uno de los pilares de la ganadería brava mexicana y de Latinoamérica, su importancia en su perfil ganadero representa una trascendental obra en la expansión y conservación del toro mexicano, hasta nuestros días Su legado ésta presente aún en muchos de nosotros ganaderos, que vivimos enamorados de este encaste tan mexicano que iniciaron los hermanos Llaguno hace más de 100 años.

Él, Javier Garfias, junto con don Luis Barroso Barona, (Mimiahuápam) , Reyes Huerta Velasco (Reyes Huerta), José Chafik (San Martin) y don Jorge Martínez y Gómez del Campo (Los Martínez ) fueron las ganaderías dónde se extendió la obra genética de los hermanos Antonio y José Julián Llaguno González; estas ganaderías que mencionamos por exitosas, forman parte de la historia del toro bravo mexicano actual. Todas ellas como parte de un legado importante. este legado histórico es que, a través de los años, don Javier convirtió su obra personal en un legado particular para nosotros los ganaderos que formamos nuestros hierros junto a él y bajo su tutela. El legado es lo que se deja de generación en generación nuestros conocimientos, los que no son propios y que forman parte de algo compartido. Es lo que heredamos a través de sus conocimientos, su arte y con su ejemplo de vida.

Don Javier desde joven tuvo afición, pasión, sensibilidad y bebió de la fuente la obra ganadera de los Llaguno y así formar su propia historia. Un legado que nos permite comprender que para trascender sin generosidad y sabiduría difícilmente lo haces y él formó con hechos su propia obra, la que muchos de nosotros queremos honrar y seguir para que la actividad ganadera no sea nada más formar una ganadería y tener éxito. Es algo más profundo, más del alma, un modo de existir en nuestro paso por la vida: eso nos dio don Javier y como consecuencia obligada los frutos de su sensibilidad siguen presentes.

Inició muy joven su sueño recurriendo a su tío don Manuel Labastida y Peña que por su amistad con don Julián Llaguno lo llevó primero a Torrecilla donde se iniciaron sus

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