Mantones Abanicos y Peinetas

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Tonaya, 16 de Abril 1916 – Autlán 12 de Octubre 1987

Gran preservadora del arte flamenco y protectora del patrimonio cultural y de mantener viva esta centenaria tradición de las majas o manolas, en nuestras fiestas de carnaval y día de jóvenes, choferes y pollos.

17 de febrero de 2025

Colección: “Romance de las Tres Manolas”

En homenaje a la Srita. Hildeliza Paz Espinoza

Esta colección surge de la preservación de prendas a lo largo de los años, primero dentro de la familia y posteriormente mediante adquisiciones indirectas, compras, donaciones y legados. Es un

testimonio del interés por la indumentaria tradicional del vestido de faralaes, también conocido como traje de maja, andaluza, flamenca o manola, y de su impacto cultural, social y económico a lo largo de la historia. Su influencia en el diseño de moda es atemporal, y en mi carrera como diseñador, marcó de manera profunda mi visión creativa.

Srita Hildeliza Paz Espinoza

“El Romance de las Tres Manolas” toma su nombre de la obra teatral Doña Rosita la soltera, o el lenguaje de las flores, del dramaturgo español Federico García Lorca, estrenada en 1935 en el Principal Palace de Barcelona. En ella, el autor describe de manera poética y evocadora los trajes de las manolas:

Fragmento:

“Granada, calle de Elvira, Donde viven las manolas, Las que se van a la Alhambra, Las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde, Otra de malva, Y la otra, Un corselete escocés, Con cintas hasta la cola. Las que se van delante, garzas; Las que van detrás, palomas.”

Sobre la colección

Esta muestra se compone de más de 150 piezas procedentes de diversas regiones de España, incluyendo:

· Mantones de Manila y sevillanos

· Faldas y vestidos de volantes con flecos y detalles artesanales

· Trajes de alta costura y piezas únicas, como mantillas, peinas y peinetones elaborados en carey, celuloide y otros materiales

· Mantillas ibicencas y tocados de blondas, hechos a mano o en máquina

· Dengues de hombros y mantillas veils, utilizadas en bodas, ceremonias religiosas y audiencias eclesiásticas

· Chaquetillas toreras, hoy conocidas como toreras

· Capotes de paseo de la histórica casa de las hijas de Enriqueta Marsen (La Maestra Madrileña)

Complementan la colección una selección de pinturas con escenas de tablaos flamencos, la clásica maja de Mirurgia, y una parte importante de la colección de muñecas de la prestigiosa Casa Marín de Chiclana de la Frontera, que estuvo en funciona-

miento desde 1928 hasta su cierre en 2014.

Una tradición centenaria

Mi propósito es resaltar cómo las manolas y majas andaluzas siguen vivas en nuestras fiestas y carnavales, una tradición que se remonta a principios del siglo XX. En aquellos años, las manolas acompañaban a los toreros en sus recorridos previos al encierro, permitiendo al público admirar sus trajes y elegancia. Desde la década de 1920, su presencia ha sido protagonista, recorriendo el ruedo en carrozas, automóviles, caballos o a pie, lanzando claveles al público taurino.

Estas figuras emblemáticas compartieron espacio con otros cortejos igualmente significativos, como las chinas poblanas y charras, quienes, junto a sus gallardos acompañantes, participaron en bailes tradicionales, destacando el icónico jarabe tapatío, compuesto por una mezcla de sones representativos de la danza mexicana.

Un legado que sigue creciendo

Esta exposición es el resultado de años de búsqueda, recopilación y conservación de un sinnúmero de prendas y objetos que hoy pueden admirarse. Mi deseo es que esta muestra continúe inspirando a diseñadores, modistas y amantes de la moda, preservando así los rasgos distintivos del vestir hispano.

Por primera vez, presentamos una parte de esta colección, que sin duda seguirá creciendo con el paso del tiempo y el interés de nuevas generaciones.

Dedicado a Autlán de la Grana, Jalisco. A

D.M. Federico Paz

Romance de las tres Manolas

Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas.

Una vestida de verde, otra de malva, y la otra, un corselete escocés con cintas hasta la cola.

Las que van delante, garzas; la que va detrás, paloma; abren por las alamedas muselinas misteriosas.

¡Ay, qué oscura está la Alhambra! ¿Adónde irán las manolas mientras sufren en la umbría el surtidor y la rosa?

¿Qué galanes las esperan?

¿Bajo qué mirto reposan?

¿Qué manos roban perfumes a sus dos flores redondas?

Nadie va con ellas, nadie; dos garzas y una paloma.

Pero en el mundo hay galanes que se tapan con las hojas.

La catedral ha dejado bronces que la brisa toma.

El Genil duerme a sus bueyes y el Dauro a sus mariposas.

La noche viene cargada con sus colinas de sombra; una enseña los zapatos entre volantes de blonda; la mayor abre sus ojos y la menor los entorna.

¿Quién serán aquellas tres de alto pecho y larga cola?

¿Por qué agitan los pañuelos?

¿Adónde irán a estas horas? Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas.

Vicente Maeso (1917-1993

George Owen Wynne Apperley (1884-1960

HISTORIA Y ORIGEN DEL MANTÓN DE MANILA

Tiene

sus raíces en el comercio internacional del siglo XVI. Durante el periodo del Galeón de Manila, los mantones de seda bordados en China eran transportados desde Manila, Filipinas, a través del Océano Pacífico hasta Acapulco, México, y posteriormente llevados a España. Estos mantones, hechos de fina seda y decorados con intrincados bordados de flores y aves, rápidamente se convirtieron en una prenda de moda entre las mujeres españolas.

El auge del mantón de Manila en España se dio en el siglo XIX, cuando se convirtió en un accesorio esencial en la vestimenta femenina, especialmente en Andalucía. Su uso se popularizó en eventos festivos y en el vestuario tradicional flamenco, adquiriendo un significado cultural y simbólico que perdura hasta hoy.

EL MANTÓN EN EL FLAMENCO

El mantón de Manila tiene un lugar especial en el flamenco, tanto en la vestimenta como en la danza. Las bailaoras lo utilizan no sólo como un accesorio decorativo, sino como una extensión de su cuerpo que añade dramatismo y expresividad a sus movimientos. Los mantones utilizados en el flamenco suelen ser grandes, con flecos largos que crean un efecto visual impactante al moverse.

MANTONES

PARA BAILAR

En el baile flamenco, el mantón se maneja con destreza para complementar la coreografía y el ritmo de la música. El movimiento del mantón añade una capa adicional de complejidad y belleza a la danza, permitiendo a la bailaora interactuar con el espacio y el público de una manera única.

EL BAILE DE LOS MANTONES

El baile de los mantones es una forma de arte en sí misma dentro del flamenco. Las bailaoras utilizan el mantón para crear

figuras y movimientos en el aire, sincronizándolos con la música y los pasos de baile. Esta técnica requiere práctica y habilidad, ya que el mantón debe moverse de manera fluida y controlada.

CÓMO LLEVAR EL MANTÓN

Es una prenda versátil que puede llevarse de diversas formas, dependiendo de la ocasión y del estilo deseado. Aquí se presentan algunas de las formas más comunes de llevarlo:

Como chal: La forma más tradicional de llevar el mantón de Manila es como un chal, colocado sobre los hombros y dejado caer hacia atrás, permitiendo que los flecos cuelguen libremente. Esta forma es elegante y adecuada para eventos formales.

Como falda: El mantón también puede usarse como una falda, envolviéndolo alrededor de la cintura y ajustándolo con un nudo o un broche. Esta técnica es popular en el ámbito del flamenco y añade un toque único a la vestimenta.

Como vestido: Para usar el mantón como vestido, se extiende completamente y se coloca sobre el cuerpo, envolviéndolo y asegurándolo con un broche o un cinturón. Esta forma es ideal para un look bohemio y elegante.

EL BROCHE: UN ACCESORIO ESENCIAL

El broche es un accesorio fundamental para llevar el mantón de Manila. Los broches sevillanos, en particular, son conocidos por su diseño intrincado y su capacidad para mantener el mantón en su lugar sin dañar la tela. Se utilizan en la parte delantera, asegurando el mantón sobre el pecho o en el hombro, y son una pieza decorativa que complementa el conjunto.

Fuente Museo del Traje, Madrid

CONCHITA CINTRÓN “La Diosa Rubia del Toreo”

PEINETA FLAMENCA

Historia y tradición de un accesorio icónico del traje de flamenca.

La peineta flamenca es un accesorio tradicional y emblemático del traje de flamenca. Su origen se remonta a la época de los Reyes Católicos, cuando las mujeres de la nobleza llevaban peinas decoradas con joyas. Con el paso del tiempo, la peineta se popularizó en el contexto de la cultura popular andaluza y se convirtió en un símbolo del flamenco. Existen diferentes tipos de peinetas flamencas, que se caracterizan por su tamaño, forma y decoración.

Las peinetas más grandes y ornamentadas se utilizan en ocasiones especiales como bodas y eventos de flamenco, mientras que las más sencillas se usan para el día a día. Además de ser un elemento decorativo, la peineta cumple una función práctica al sujetar el mantón o la flor en el cabello. Aprender a colocarla correctamente es esencial para lucir un peinado auténtico de flamenco. En este artículo, exploraremos la historia, diseño y técnicas de uso de las peinetas flamencas, así como su uso en ocasiones especiales y dónde encontrarlas en tiendas físicas y en línea.

HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA PEINETA FLAMENCA

Orígenes de la peineta en la cultura española.

La peineta es un peine de metal que se utiliza para recoger y sujetar el cabello en lo alto de la cabeza, comúnmente asociada con la moda y la cultura española. Su origen se remonta al siglo XV en la Corte de los Reyes Católicos, donde se usaba para mantener el pelo apartado del rostro y lucir una tez pálida. Las peinetas eran un símbolo de estatus social, ya que solo las mujeres nobles podían permitirse peinetas elaboradas con materiales costosos, mientras que las mujeres de clase más baja debían conformarse con peinetas simples hechas de madera.

LA PEINETA EN EL CONTEXTO DEL FLAMENCO

Con el tiempo, las peinetas se popularizaron en toda España y se convirtieron en un accesorio icónico del traje de flamenco. La peineta se convirtió en un elemento esencial de la indumentaria flamenca y se usaba para complementar el recogido de cabello de la mujer que baila. La peineta fue adoptada por el flamenco gracias a la alta costura española, desde las primeras décadas del siglo XX, donde se fusionaron las corrientes artísticas del costumbrismo y del folclore en los diseños de trajes de flamenca.

TIPOS DE PEINETAS Y SUS CARACTERÍSTICAS

Peineta clásica: es la más sencilla y suele estar fabricada en diferentes aleaciones de metal.

Peineta de carey: es una de las más elegantes y lujosas, y se elabora a partir de la carapace de la tortuga imitación al carey, hoy día su fabricación está prohibida precisamente para proteger la especie animal.

Peineta en acetato: es un material sintético, que imita a la perfección la apariencia de las peinetas de carey.

Cada peineta flamenca tiene su propia personalidad y se elige por su tamaño, forma, color y material. Hay peinetas para diferentes ocasiones, en el flamenco y además de las anteriores existen otros modelos que llevan incrustaciones de diamantes o pedrería.

DISEÑOS Y COMPLEMENTOS DE LA PEINETA FLAMENCA

Materiales utilizados en la fabricación de peinetas flamencas

Las peinetas flamencas pueden estar diseñadas con diversos materiales, desde los más sencillos hasta los más elaborados. Algunos de los más utilizados son la celu-

losa, que es una especie de plástico duro, el acetato de celulosa, que es una resina sintética similar a la celulosa, y la resina. Algunas peinetas también se elaboran con materiales naturales, como el carey, la madera, el hueso y el nácar. La elección de materiales depende del modelo de la peineta y de la calidad que se busque.

COLORES, FORMAS Y TAMAÑOS POPULARES

Las peinetas flamencas suelen estar disponibles en diversos colores, formas y tamaños. Los colores populares son el negro, el rojo y el blanco, aunque también se pueden encontrar peinetas de colores brillantes como el azul, el verde, el morado o el naranja. En cuanto a las formas, las peinetas suelen ser anchas y planas, aunque también hay modelos más angostos y curvados. Los tamaños varían en función del diseño, aunque las peinetas más grandes suelen tener una longitud de aproximadamente 18 centímetros.

COMBINACIÓN CON OTROS ACCESORIOS FLAMENCOS

La peineta flamenca suele combinarse con otros accesorios típicos del flamenco, como el mantón de Manila, el abanico, el castañuelas o las flores. El color y el estilo de estos complementos deben ser cuidadosamente elegidos para combinar con la peineta y no competir con ella. Por ejemplo, una combinación popular es la peineta roja con un mantón de Manila negro y un abanico a juego. En el caso de las flores, se colocan en la base de la peineta y su color debe combinar con los detalles del traje de flamenca.

TÉCNICAS DE USO DE LAS PEINETAS FLAMENCAS

Cómo colocar la peineta en el cabello

Para colocar correctamente una peineta flamenca en el cabello, es importante seguir algunos pasos básicos para que quede bien sujeta y se vea bien. Primero, debes dividir el cabello en dos secciones, toman-

do una sección desde el punto más alto de la cabeza y otra desde el lateral. Después, debes hacer una pequeña coleta en la sección de la coronilla y sujetarla con una goma elástica, que luego cubrirás con la peineta. Una vez que la coleta esté sujeta y oculta bajo la peineta, adornarás el cabello con flores o un mantón, sujetándolos también con la peineta.

PEINETAS PARA DIFERENTES TIPOS DE CABELLO Y PEINADOS

Las peinetas flamencas se pueden usar en diferentes tipos de peinados y cabellos. Para cabello corto, lo mejor es colocar la peineta en la parte superior de la cabeza y sujetar el cabello con unas horquillas. Para cabellos largos y con volumen, lo ideal es sujetar la peineta en la parte posterior de la cabeza, cubriendo la goma elástica que sujeta la coleta. En cuanto a los peinados, las peinetas pueden ser la pieza clave de un recogido bajo o un semirecogido con ondas.

CUIDADO Y MANTENIMIENTO DE LAS PEINETAS

Para mantener en buen estado una peineta flamenca, es importante tener ciertos cuidados. En primer lugar, evitar el uso de productos agresivos como lacas o fijadores para el cabello que puedan estropear la peineta. Se aconseja guardar la peineta envuelta en papel seda o en un pañuelo para evitar que se raye o deteriore. Si la peineta se ensucia, se puede limpiar con un paño húmedo y suave. Además, se recomienda no doblarla demasiado para evitar que se rompa o sufra cambios en su forma original. Si se siguen estos cuidados básicos, una peineta flamenca puede durar muchos años.

Información tomada de: https://nuestroflamenco.com/peineta-flamenca/

ABANICO FLAMENCO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Elabanico se relaciona principalmente con el elemento aire y la manipulación del viento, aunque también ha sido considerado un instrumento de seducción. Estudiando la historia del arte, usualmente vemos abanicos en el arte japonés y de los impresionistas donde simbolizan al abanico como arma de seducción. A continuación más sobre su historia y su introducción al flamenco.

ORÍGENES DEL ABANICO

Se considera originario de Oriente, aunque en la historia de la humanidad vemos los primeros tipos de abanicos gigantes con plumas desde los egipcios, griegos y romanos, evolucionando al que tenemos hoy en día: el plegable que fue diseñado en Japón aproximadamente en el siglo VII.

Cuenta la leyenda que en Japón, en una noche calurosa en la casa de un artesano de abanicos, un murciélago entró por la ventana y se estrelló contra un candil encendido mientras el artesano lo trataba de espantar. Aparentemente el murciélago no sobrevivió y la curiosidad del señor le llevó a imitar las membranas plegables de las alas del murciélago trasladando a la elaboración del abanico plegable que hoy conocemos.

Es curioso saber que los orientales fueron los primeros en introducir el abanico a la danza, ya que ¡hay historias del uso de éste en danzas coreanas de miles de años de antigüedad!

HISTORIA BREVE DEL ABANICO EN ESPAÑA

Su llegada a Europa fue hasta el siglo XV, gracias a las rutas comerciales de los portugueses comunicando a la península ibérica con el Oriente. Así desde Portugal llegó a su vecino España, cuya adopción fue inmediata, principalmente al Sur donde es más caluroso, como en Andalucía.

Sin embargo, los primeros diseños distribuidos en España tenían algunos defectos técnicos, así es que su producción fue superada a finales del XVII más bien por los fabricantes franceses e italianos. La fama del abanico español se estableció a finales del siglo XVIII, cuando el gobierno de Carlos II decidió impulsar ésta

industria, contratando desde Italia a un buen maestro en el oficio y limitando la entrada de abanicos extranjeros.

Adicionalmente, bajo la protección del conde de Floridablanca, se instaló en España el artesano francés Eugenio Prost, quien junto con su esposa, estableció la calidad a la altura del resto del continente. Casi a punto de concluir el siglo XVIII, se oficializó el gremio de abaniqueros fundándose en Valencia la Real Fábrica de Abanicos para la perfección del artículo.

El abanico se convirtió en un complemento del atuendo entre las señoritas que se presentaban en sociedad. Con encajes y bordados, el abanico combinaba bien con los vestidos y sombreros de la época. Por consiguiente, solía ser considerado raro y caro, y en principio solo era usado por damas de la alta sociedad, aunque con el tiempo se popularizó tanto que se creó un lenguaje para la seducción; un lenguaje sutil durante el cortejo comunicado por medio del abanico.

Como resultado, algunos de los mensajes se podían transmitir con tan solo con un simple gesto de muñeca. Por ejemplo: al abanicarse despacio significaba indiferencia. Al abanicarse sobre el pecho lentamente decía “estoy buscando novio”. Pero abanicar rápidamente quería decir “ya estoy comprometida” o era muestra de rechazo y cerrarlo bruscamente comunicaba impaciencia u odio. Incluso podemos ver una pequeña lección sobre cómo usaban el abanico para el cortejo en la serie Bridgerton, basada en los libros de la saga, escritos por Julia Quinn.

EL ABANICO EN EL FLAMENCO

El abanico flamenco es un elemento que ha sido importante en ésta danza, pues saber manejarlo como aprendimos, era casi un lenguaje en sí, ya que permite diversidad y da más gracia a los movimientos, generando ilusiones casi mágicas para los espectadores. Un paso ya pre-establecido puede tener variaciones con tan solo complementarlo con el abanico. Siendo el flamenco un baile tan enigmático y hermoso, era lógica la inclusión de este artículo para destacar el encanto de los movimientos. De hecho el escritor inglés Joseph Addi-

son dijo: “Los hombres tienen las espadas, las mujeres el abanico, y el abanico es, probablemente, un arma igual de eficaz”.

En Sevilla se llama al atuendo del baile “traje de flamenca o de gitana” por que en los primeros años de la Feria de Abril, las mujeres vistas en el evento eran en su mayoría de etnia gitana y éstas portaban batas de percal, con uno o dos volantes de varios colores. Será a partir de 1929 cuando el traje de flamenca, o de gitana, se consagra como el vestido oficial para las mujeres.

Actualmente, los complementos en el flamenco son tan importantes como el mismo baile y el cante, haciendo que la danza sea aún más llamativa y atractiva. De acuerdo con la Real Academia Española, el cante es “el canto andaluz agitanado”. Además, el típico traje de flamenca está compuesto por el vestido, con sus varias capas de tela (olanes), zapatos elegantes de tacón, mantoncillo bordado, castañuelas de madera fina, y por supuesto el abanico flamenco.

DESCRIPCIÓN DEL ABANICO FLAMENCO

La bailadora o bailaora principalmente usa el abanico pericón, cuya belleza hace más espectacular los shows flamencos. El abanico rojo que se puede apreciar de tamaño más grande en la imagen anterior es un pericón. Los más pequeños en comparación también se utilizan, aunque, es recomendable el pericón por que debido a su tamaño, la audiencia aprecia mejor los movimientos a distancia y es más sensacional.

El abanico flamenco pericón suele ser de 27 cm a 31.5 cm aproximadamente. Sus materiales de calidad y sus diseños artísticos lo convirtieron rápidamente en un accesorio a la moda. De hecho, antes había algunos manufacturados con plumas o papel, incluso otros con nácar o piedras preciosas. Aunque realmente se buscaba su ligereza, por lo que más bien se confeccionaban buscando su fácil manejo.

EL ABANICO FLAMENCO TRADICIONAL ESTÁ COMPUESTO POR:

La baraja, el esqueleto plegable que consta de tres elementos fundamentales: las varillas, el clavijo y el país.

Las varillas son las tiras que forman el abanico, pueden ser de madera o plástico para que

sean rígidas.

El clavijo es el eje del abanico, por el cual las varillas están unidas por éste único punto. También se le conoce como el “ojo”.

El varillaje es el conjunto de varillas.

Las orillas: cuando el abanico está cerrado, la primera y última varilla son más anchas y se denominan guardas, las cuales protegen al resto de las varillas.

El País o paisaje: Es la parte que más variaciones posee el abanico flamenco, ya que se puede decorar con tela o en versiones económicas de papel. El paisaje o país es lo que mantiene a las varillas en su lugar.

El Calado: Algunos abanicos cuentan con agujeros en las varillas que sirven tanto de decoración como para aumentar su aerodinámica.

USO DEL ABANICO FLAMENCO

Algunos de los palos o ritmos de danzas españolas que se bailan con abanico son: las alegrías, sevillanas, guajiras, tangos, entre otros.

Es cierto que el incorporar al abanico en la danza requiere de práctica y destreza. Por lo tanto, se recomienda siempre calentar manos con floreos antes de comenzar tu práctica.

Además de aprender los pasos tradicionales o ya pre-establecidos con tu abanico flamenco, atrévete a improvisar y crear tus nuevas combinaciones relacionando a el flamenco nuevo.

¡Realmente es como crear trucos de magia con las manos, mientras el resto del cuerpo coordina armoniosamente los pasos!

Incformacion tomada de su pagina https:// www.tracyrhaj.com/historia-del-abanico-flamenco/

Las manolas embellecen la fiesta de los toros

Dentro de la XV Semana Cultural Tauri-na, dentro del Carnaval de Autlán 2025, se inauguró en Casa Granada una gran exposción de Mantones, peinetas y vesti-dos de la colección particular de Federico Paz, una noche pletórica de emociones.

Un poema de Federico García Lorca mo-tivó al prestigiado diseñador de modas Federico Paz a crear un espacio de en-cuentro entre las personas y sus emo-ciones.“ElRomancedelasTres Manolas” dice en su primer verso: “Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas”, así que fundó Casa Granada, bellísima casa tradicional en la que el pasado lunes 17 de febrero se inauguró la XV Semana Cultural Taurina.

Uncentenardepersonascoincidieronen el patio central de la casa, en la que pu-dieron escuchar los discursos inaugura-les. En primer lugar, Óscar Ruiz Esparza, director de Fomento CulturalTauromaquia Hispanoamericana, quien en repre-sentación del ganadero Juan Pablo Corona, expresó los motivos de la empresa taurina para realizar la semana cultural, que son principalmente promover los valores de la fiesta brava, haciéndolos llegar a jóvenes para que se formen como nuevos aficionados. También agradeció a las autoridades y a Federico Paz por la generosidad de abrir las puertas de su casa.

El maestro Vidal Paz Martínez, presiden-te del Patronato Organizador del Carna-val, fue el responsable de inaugurar for-malmente las actividades de la Semana Cultural. Motivado en una metáfora del árbol que hay que sembrar y dar frutos, animó a todos los presentes a promover la fiesta de los toros, con la que hay en la ciudad tanta relación que conforma la identidad de la ciudad.

Federico Paz, por su parte, en un emo-tivo mensaje, recordó que su familia ha sido durante décadas coleccionista de accesorios y atuendos de las manolas y las reinas, por los que guarda un vín-culo cariñoso, incluso a nivel personal, al recordar que uno de los vestidos ex-puestos lo utilizó su hermana el año que le correspondió fungir como manola. De ahí que la tradición hispana ha sido una inspiración en sus creaciones.

También recordó el poema de García Lorca y la inspiración que le brindó para imaginar esa noche, en la que puso a disposición del público una bellísima co-lección de mantones de Manila, peinetas y abanicos, que más que prendas de ves-tir, dejaron constancia de dos poderosas fuerzas estéticas. Por un lado, cada una de las piezas está confeccionada con fi-nos materiales y labrada con el cuidado amoroso de manos artesanas que for-man piezas únicas. La segunda virtud es que visten una tradición centenaria que en Autlán une sus raíces con las de la fiesta brava, en la que en cada corrida hay en el tendido manolas que engala-nan la fiesta.

La exposición estuvo abierta a lo largo de la semana, y el público tuvo la opor-tunidad de conocerla, convivir con ella y con cada una de las historias que los vestidos, las peinetas, los abanicos y los mantones tuvieron para ofrecer, con la posibilidad de llevar la exposición a es-cenarios de la capital de Jalisco.

La noche mágica de la inauguración estuvo coronada por un gran espectáculo musical y de danza, con la actuación de la escuela de danza Almería, quienes deleitaron a los asistentes con música y baile flamenco.

Fotografía: Pepe Pelayo

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Mantones Abanicos y Peinetas by FCTH - Issuu