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Capítulo 7. Curro Girón, figura del torero

Curro Girón, figura del toreo

Si nos preguntan qué torero tiene el perfil de figura, responderíamos que Curro Girón, sin reparos. Curro lo encarnaría de las zapatillas a la castañeta, sin necesidad de improvisados ajustes. Todo en él era natural, además, propio.

Tan natural era su actitud, que siempre se distinguió entre sus competidores, porque fue figura tanto en Europa como en las plazas importantes de nuestra América. Hombre de simpatía genuina que con su gracia natural, se colocaba en el centro de la atención en cualquier reunión. Hablar de toros con Curro, era delicioso. Además del ingrediente de su experiencia, salpicaba la plática con anécdotas por él vividas.

Viene hoy a estas páginas su recuerdo, porque conmemoramos su partida, cuando teniendo varios contratos firmados para actuar en México bajo el apoderamiento de nuestro paisano Rafael Báez, se fue de este mundo dejando inconclusa la temporada de 1988 aquella noche del 28 de enero.

Consideramos que Curro Girón ha sido uno de los grandes toreros de América y una auténtica figura de la fiesta respetado por España. Las 187

razones que fundamentan este racionamiento son que si un torero se califica por sus triunfos, deben evaluarse las plazas donde actúa y sus alternantes en la medida de la estatura y de su jerarquía profesional de con quienes ha realizado su carrera y, sobre todo, con quienes ha competido.

Cuando Curro entra en la escena histórica del escenario de su brillante carrera, encuentra en el escalafón de matadores de toros a Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín, Manolo González, Rafael Ortega, Pepín Martín Vázquez y Antonio Ordóñez como capitanes del grupo español de figuras del toreo, que contaba además con Pedrés, Litri, Julio Aparicio, Antonio Chenel “Antoñete”, Manolo Vázquez, Diego Puerta, Paco Camino y Curro Romero, y sin olvidar el imbatible Manuel Benítez “El Cordobés”. Alternó con todos y con todos pudo. Su hermano César vivía la intensidad de su legítimo estrellato. Su competencia con Luis Sánchez Olivares “El Diamante Negro”, Joselito Torres y César Faraco llenaban el momento más importante de nuestra historia taurina.

Cuando Curro Girón daba sus primeros pasos en la profesión, en México, nación taurina por excelencia siempre muy ligada a Venezuela por sus toros y sus toreros, tenía una baraja variada de toreros importantes. Era la época de Manuel Capetillo, que le marcaba el paso a grandes figuras del toreo universal. Eran los días de Juan Silveti, torero consagrado en España por sus triunfos en Madrid. Eran los días de la moda impuesta por el maestro Alfonso Ramírez “El Calesero”, Rafael Rodríguez “El volcán de Aguascalientes”, Humberto Moro, Antonio del Olivar… y más tarde le abrirían las plazas para el caudal de pasiones que provocarían Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Mariano Ramos y Curro Rivera. Eran ellos los que cortaban el bacalao, y Curro Girón alternó y pudo con todos.

Lo mismo ocurrió con la gran figura de Colombia, el maestro Pepe Cáceres, que vivía su rivalidad local con Joselillo de Colombia, sembrador de la fiesta de los toros en muchas ciudades de Venezuela y que aún espera la justicia del reconocimiento. Cáceres y Curro tuvieron encuentros llenos de pasión en Maracay, Caracas, Tovar y diversas plazas venezolanas. Cada uno sembró peñas alrededor de sus nombres, como nunca antes había ocurrido.

En Cali este par de auténticos maestros llenó toda una época inolvidable para los aficionados. En aquella época Portugal estaba representado

por sus dos grandes toreros, Manolo dos Santos y Paco Mendes. Figurones del toreo a los que el de Maracay puso firmes en el terreno de la competencia que abarcaba desde Madrid a Lima cruzando Sevilla, Bogotá y México.

Con todos estos grandiosos toreros compitió el irreverente venezolano, y lo hizo en las plazas de ellos y ante sus aficiones y frente a los toros de aquellas latitudes ya que en Venezuela no existía el toro de lidia.

Curro Girón vivió como figura que fue. Tuvo los mejores coches, habitó en las mejores casas, las más bellas mujeres escribieron apasionantes páginas en su vida y los mejores toreros estuvieron en su cuadrilla, como su hermano Rafael, Carlos Saldaña, Rigoberto Bolívar, Vicente Aray “Camachito” y Mario González, en Venezuela, porque en España Andrés Luque Gago le acompañó en sus temporadas como puntero. Más tarde Enrique Bernejo “Bojilla”. Al picador “Chavito” lo bajó del caballo y lo convirtió en su apoderado, sustituyendo a Fernando Gago.

Aquellos que sostienen la jerarquía de un torero en cifras o acontecimientos satisfarán sus exigencias y no dudo de que han de calificar el rango a Curro, con sus cinco salidas a hombros en Las Ventas, los triunfos en la Maestranza de Sevilla. Éxitos continuados en Pamplona. En Lima, durante dos, años recibió el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Tardes de cuatro orejas y dos rabos en la Feria de Cali, una pata entre los muchos éxitos en Manizales y triunfos arrolladores en Medellín.

En Venezuela no tuvo rivales entre los nacionales o los visitantes: fue el amo de La Pluma de Oro en el clásico de la temporada nacional, la Corrida de la Prensa y fue triunfador permanente de San Cristóbal, Maracaibo y Valencia donde escribió páginas muy destacadas en los anales de la Historia de la Monumental de El Palotal.

Ángel Escobar “Bola de Nieve”, célebre Mozo de Espadas venezolano que de joven se dio el lujo de vestir y servirle las espadas al maestro vallisoletano Fernando Domínguez, vistió por primera vez a Curro Girón en el Hotel Potomac de San Bernardino cuando reapareció como matador de toros en el Nuevo Circo el 3 de febrero de 1957. Fueron toros del doctor Manuel Labastida, toros berrendos de Santo Domingo. Cuenta en la biografía Curro, Yo, Girón, que “esa fue la corrida de toros más importante de mi vida.” Fue el triunfador: cuatro orejas y un rabo y salida a hombros en compañía de César y de Rafael, una oreja cada uno. Allí se encontraron sentimientos, recuerdos e ilusiones. 189

El 17 de febrero del 57, Curro Girón toreó una corrida de toros de Santacilia con Antonio Ordóñez y Alfonso Ramírez “Calesero”. Cartelazo con dos grandes, dos históricos de la fiesta. “El Calesero”, torero de Aguascalientes al que anunciaban como “el poeta del toreo”, tuvo a su servicio, antes de esta su reaparición en Caracas a “Bola de Nieve”. El Calesa, como Fernando Domínguez, fueron muy aficionados al flamenco, el de Valladolid lo bailaba casi tan bien como toreaba con el capote y el de México con su improvisación de coplas y fandangos competía en ingenio de improvisación con el negro “Bola de Nieve”. Los íntimos disfrutaban de las cosas de estos artistas, ante los que Ángel Escobar no se quedaba corto.

Luego de triunfos que consolidaron su condición de matador de toros de jerarquía en España, Curro confirmó su alternativa en Madrid. Ha sido la Plaza de Madrid, ya fuera la antigua de La Carretera de Aragón o la actual de Las Ventas del Espíritu Santo, un bastión incuestionable para poder ser considerado el torero una figura de la fiesta o, Maestro del Toreo. Bastión que debe ser tomado por el triunfo, éxito subrayado con la salida a hombros por la Puerta Grande.

Nelson Arreaza, apreciado e infatigable investigador de los números en la Fiesta de los Toros, ha sido considerado como el ordenador del toreo nacional. Especie de “disco duro” de los toros en Venezuela, a quien recurrimos con frecuencia para ordenarnos en nuestras apreciaciones, comparaciones y reportajes. A continuación cifras y datos suministrados por este distinguido investigador, referidas a las actuaciones de Curro Girón en Las Ventas de Madrid.

Fue su debut en Las Ventas, arena que no pisó de novillero, el 12 de junio de 1958 con una corrida del ganadero salmantino Antonio Pérez de San Fernando. Tarde de debut, día de consagración. Curro Girón, ese día tan importante para un torero, cortó tres orejas. Una al toro de la alternativa, y dos en el sexto; además, abrió la Puerta Grande. Trofeos y reconocimiento que consagran a un gran torero. Aquella tarde de San Isidro el rejoneador Josechu Pérez de Mendoza abrió plaza con el sevillano Manolo Vázquez y el madrileño Ramón Solano “Solanito”, que meses antes había tomado la alternativa con Manolo Vázquez de padrino. “Solanito” terminaría su carrera de banderillero a las órdenes de Efraín Girón. Manolo Vázquez, gran figura del toreo y aunque sevillano de cuna fue un madrileño de corazón.

Otras tardes memorables de Curro en Las Ventas de Madrid fueron:

15 de mayo de 1959. Dos orejas al segundo toro de la ganadería del duque de Pinohermoso. Alternó esa tarde con Antonio Bienvenida y Luis Segura. Curro Girón salió a hombros por la Puerta Grande.

30 de mayo de 1959. Feria de San Isidro. Toros de Juan Cobaleda. Una oreja a su primero y vuelta al ruedo, en su segundo.

21 de mayo de 1961. Toros de Pablo Romero, Curro Girón cortó una oreja, alternando con Gregorio Sánchez y Jaime Ostos.

8 de junio de 1961. Corrida de la Beneficencia, con la presencia del Jefe de Estado, Generalísimo Francisco Franco y su esposa Carmen Polo de Franco. Toros de Samuel Flores. Triunfo grande una oreja en el primer toro y las dos orejas del segundo. Curro Girón fue el triunfador, saliendo a hombros por la Puerta Grande.

22 de junio de 1961. Corrida del Montepío de Toreros, toros de Barcial Cobaleda. Alternaron Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Los tres toreros fueron premiados cada uno con una oreja, fueron ovacionados y sacados a hombros. Curro Girón cortó una oreja en su primero y escuchó palmas en su segundo.

06 de julio de 1961. Corrida de la Prensa con Diego Puerta y Curro Romero, lidiando reses de la ganadería de Doña María Teresa de Oliveira.

14 de junio de 1962. Plaza Monumental de Las Ventas de Madrid. Corrida a beneficio del Montepío de Toreros. Se lidiaron toros de la ganadería de don Antonio Pérez de San Fernando para los diestros Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el triunfador esa tarde. Los tres espadas torearon de manera desinteresada apoyando esa noble causa. Curro Girón siempre estuvo dispuesto a torear a favor de los más necesitados, colaborando con las instituciones benéficas. 4 de julio de1963. Corrida de la Prensa. Toros de Alipio Pérez-Tabernero Sanchón para César Girón, Pedro Martínez “Pedrés”, Curro Girón y Curro Romero. Los toreros escucharon ovaciones toda la tarde. Curro Girón cortó una oreja a cada uno de sus toros, saliendo a hombros de la multitud por la Puerta Grande.

14 de junio de 1962. Corrida del Montepío de Toreros, toros de don

Antonio Pérez de San Fernando para Gregorio Sánchez, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón le realizó una gran faena al quinto toro, cortándole una oreja, siendo el triunfador esa tarde.

15 de mayo de 1967. Toros de Pablo Romero para Rafael Ortega, Curro Girón y Manuel Cano “El Pireo”. Curro Girón, a su primer toro, le cortó una oreja. Luego, al quinto toro de la tarde lo toreó muy bien, matándolo de una gran estocada, sin puntilla, premiándose su labor con una oreja. Fue el triunfador esa tarde, saliendo a hombros por la Puerta Grande.

En el registro de Nelson Arreaza tenemos que Curro Girón toreó 33 tardes en Las Ventas, cortó 22 orejas y mató 66 toros. Curro Girón salió cinco veces a hombros en Madrid.

Con semejante pergamino ¿Habrá quien dude que Curro Girón tuvo bien ganada la jerarquía de figura del toreo?

Sus inicios no fueron fáciles, pero sí importantes porque estuvieron marcados con su carácter.

Cuando Curro Girón toreó su primer becerro en Caracas, César Girón se preparaba para la alternativa de matador de toros en Barcelona. Curro se presentó en el Nuevo Circo junto a Rafael, hermano mayor, en el Festival de los Carteros con Eduardo Antich y Rafael Cavalieri, los dos novilleros con mayor cartel que había en Venezuela. Venían de torear en España. Curro, además de cortar dos orejas y un rabo, se llevó el premio del festejo. Un reloj de oro, cuya esfera estuvo a punto de desgastar pues pasó toda la noche y madrugada observándola. Aquel festival fue una catapulta que le lanzó al estrellato. Al día siguiente la prensa caraqueña sólo hablaba de los Girón: César había cortado un rabo en Valencia de España y Curro las dos orejas y el rabo en Caracas.

Aquella presentación de los hermanos Girón en el Nuevo Circo estimuló

a otros empresarios taurinos y los hermanitos Girón se presentaron en la novillada de la Casa España. Fue su debut como novillero con novillos criollos, con el español Paco Roldán en el cartel. Roldán también estuvo en la novillada inicial de César como novillero en Maracay.

El día de su debut como novillero, Curro Girón recibió su bautizo de sangre. Una cornada grave, que le perforó la pleura. Despertó en el Hospital de Maracay. Cuenta en su biografía que ese es el día que más torero se ha sentido en su vida. En “el hule” Curro firmó una novillada para Valencia. También en esa oportunidad el novillo le pegó una cornada, que le cercenó la femoral. Le llevaron de urgencia al Hospital Central donde le atendió en emergencias el doctor Juan Vicente Seijas. El Negro Seijas, como le llamaban sería más tarde Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carabobo, Presidente del Concejo Municipal de Valencia y Médico de la Plaza de Toros Monumental. Los hechos que narramos antes ocurrieron en Arenas de Valencia, plaza de la que el doctor Seijas fue Médico, junto al doctor Ignacio Romero, otra eminencia y gran taurino.

La cornada fue considerada gravísima. Tan grave que cuando César supo la noticia hizo planes con Fernando Gago para que Curro se fuera a España. Don Carlos Girón, se plantó en sus trece y le dijo a César que si no iba Rafael entonces tampoco iría Curro.

La resolución de César fue:

–Mire vale, usted se jodió. Al viejo se le ha metido en la cabeza que el que va a ser torero es Rafael y que si Rafael no se va a España no viaja ninguno de los dos. Como usted es un carajito menor de edad olvídese del asunto porque yo ya tengo suficientes vainas para ponerme a pelear con el viejo.

Cuando el primo César Perdomo Girón se enteró de todo esto le preguntó a su pariente Carlos Girón qué cuál era el problema, que él se ocuparía del asunto. Perdomo viajó con los dos a Madrid, costeando el viaje. Así que el año de 1955 se inició con el viaje a España.

César había sido contratado para torear en Bogotá con Chicuelo II y el madrileño Dámaso Gómez una corrida de don Benjamín Rocha. El viejo Girón organizó al viaje a Colombia, odisea que hizo en un viejo camión hasta Bogotá. Fue la tarde histórica en la Santamaría. Eran días de turbulencia política entre liberales, conservadores y rojaspinillistas. La corrida se celebró en medio de la turbulencia política en

un ambiente muy tenso. César cortó dos orejas, un rabo y una pata. El triunfo de Girón fue el explosivo para que saltaran luces de bengala en la felicidad de la ciudad, olvidándose del pulso político que antes del festejo pronosticaba situaciones de conflicto. Cuenta Curro en su Yo Girón que al salir de la corrida, felices el padre y los hermanos de César, se encontraron con que al camión le habían desmontado el motor mientras ellos estaban en la plaza de toros.

Con el cartel logrado por César y sus triunfos, el de Curro Girón por las cornadas de Maracay y de Valencia, se celebró un Festival a beneficio de la Fundación Venezolana contra la Parálisis Infantil. Fue la despedida de Venezuela de los hermanos Rafael y Curro Girón que no regresarían a Venezuela sino convertidos en toreros profesionales. Fue la primera vez que Curro lidió un becerro de casta. Completó el cartel con los hermanos Girón el histórico Julio Mendoza. Fue Curro el triunfador. Le cortó las orejas al novillo y se apropió con todo su derecho de los titulares de la prensa al día siguiente.

Curro Girón vivió su primer tentadero en España, en la Ganadería de Rodríguez Arce en El Espinar, Provincia de Segovia. La ganadería estaba representada por el padre de Jumillano, Isidro Ortuño, que era un buen amigo de César. El tentadero lo hizo en compañía de los matadores de toros Juanito Bienvenida y Julio Aparicio. Cuenta Curro en Yo Girón que tuve el honor de desarrollar el texto como si fuera el propio matador quien narrara su relato en primera persona, que en aquel su primer tentadero le pegaron una paliza las becerras y el resultado fue desastroso. Esto provocó el disgusto e ira en César, además de burlas de Bienvenida y de Aparicio. La excusa de la falta de experiencia con el ganado bravo no era justificativo válido. Rafael, su hermano, había estado muy bien y los mozos de espada, Dionisio Sanz y Juanito Mora, entre ellos, comentaban primores de Rafael y sentenciaban el fracaso de Curro.

Dionisio Sanz será más tarde y para toda la vida profesional de Curro Girón, su Mozo de Espadas.

El 12 de abril de 1955 Curro Girón se presentó en Salamanca cortando cuatro orejas y un rabo a los novillos de Encina, ganadería de segunda. Novillada sin picadores. Eduardo Mergal novillero venezolano y su hermano Rafael completaron el cartel de tres venezolanos. Tarde de poco público y mucho frío. Curro con un triunfo a toda ley despejó los aires de la derrota sufrida en el tentadero de Rodríguez Arce. Aquel día comenzó una temporada sin caballos que lo llevó hasta La Línea

de la Concepción, para su debut con picadores, con novillos de Pareja Obregón. Cortó cuatro orejas y un rabo superando al torero local Miguelito Campos y al novillero aragonés El Tano .

Más tarde, su debut en la emblemática Monumental de Barcelona. Domingo de Resurrección primero de abril de 1956, con novillos de Bernardino Jiménez. Cuatro orejas y puerta grande. Alternó con el rejoneador de la Puebla del Rio (Sevilla) Ángel Peralta, el castellonense Pepe Luis Ramírez y su hermano Rafael Girón que ese día sufrió una cornada.

Barcelona, plaza importante, plaza emblemática para la torería venezolana, sería el escenario el 27 de septiembre de 1956 para la alternativa de Rafael y Curro Girón en la Feria de La Merced. Mucho cartel el de la terna venezolana. Graderíos a reventar y la Ciudad Condal con sabor tricolor en bares y tascas taurinas. César, como gran figura de la fiesta, sería el padrino de sus hermanos Rafael y Curro, triunfadores en la temporada de novilladas en plazas de España con destacadas presentaciones en la Monumental.

El toro de la alternativa de Curro Girón, “Chucero” perteneció a la ganadería de los Hermanos Peralta “Viento Verde”. Curro fue triunfador de la tarde. Les cortó las orejas a sus dos toros y fue herido por el sexto de la tarde de un puntazo por el que fue atendido en la enfermería.

Comenzaba a distanciarse Curro Girón, en el escalafón, de su hermano Rafael, y se acercaba en rango profesional e interés de las empresas al maestro César. Fernando Gago, su apoderado, aprovechando la estela dejada en el camino por César consiguió que Rafael y Curro fueran contratados por la empresa del doctor Carlos Gallece a Lima, a la Temporada de Acho en Lima para la Feria del Señor de los Milagros de 1956.

Curro Girón repitió en 1958, temporada en la que realizó soberbias faenas premiadas con cinco orejas y un rabo. Aunque Curro no tuvo rivales y a la vista fue el triunfador indiscutible, los jueces prefirieron dejar desierto el Escapulario del Señor de los Milagros. Esta decisión provocó indignación, como se puede comprobar en las hemerotecas de los principales diarios de la ciudad virreinal. Volvió Curro en otras temporadas a Lima. Más tarde, en 1967 fue premiado con el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros. Trofeo que le habían escamoteado en 1956 y que ahora ganaba abiertamente y sin dudas, compitiendo con 195

la mejor baraja de toreros del mundo: Manuel Benítez “El Cordobés”, Santiago Martín “El Viti”, Julio Aparicio, Paco Camino, El Pireo, Paquirri y el valiente Pedrín Benjumea. Cortó orejas en todas sus actuaciones, entre ellas un rabo, la segunda tarde.

En el 68, cuando repetía como triunfador y figura del toreo reconocido por los peruanos, compitió con Manolo Martínez, Diego Puerta, Palomo Linares, Miguel Márquez, Dámaso González y el peruano Daniel Palomino.

Volvió en los años setenta y la gran Chabuca Grande le rindió un homenaje, junto a las peñas criollas que le secuestraron, como hemos señalado, ofreciéndole la gran dama de la canción peruana su admiración en interpretaciones que se prolongaron hasta el amanecer.

Curro fue un torero grandioso en el Perú, como lo sería en Madrid. Auténtica figura del toreo como lo fue en España. Su última visita al Perú fue en la Feria de 1974 cuando alternó con el 27 de octubre con dos toreros de Sanlúcar de Barrameda, José Martínez “Limeño” y José Luis Parada. Los toros fueron de la divisa peruana de Salamanca. Le tocaron en suerte a Girón dos grandes toros, los que aprovechó con emotiva intensidad. Cortó las orejas y salió a hombros de Acho. Las peñas “lo secuestraron”, se lo llevaron por el puente dejando atrás la plaza de Acho de y a un lado el camino de La Alameda. Curro estuvo por las calles de Lima hasta altas horas de la noche. El diario El Comercio tituló “Magistral faena de Curro Girón” y su comentario fue: “… el valor de la maestría y el pundonor de Curro Girón, equilibrado por la bravura y nobleza de sus toros hizo revivir el sentido de la fiesta brava en tarde sin sol ayer en Acho… Lima se le ha entregado a los Girón desde que César se llevó la última pata que cuenta la historia de Acho”. Para ser reconocido como figura del toreo, dicen los más exigentes, hay que triunfar en plazas importantes, como lo hemos demostrado con los números aportados por Arreaza. Ya Curro lo había hecho en Barcelona, en Madrid y lo hizo en Lima y el 23 de abril de 1958 lo haría en la Maestranza de Sevilla ante una corrida de Villamarta.

Curro Girón, para quienes dudaron de su grandeza, salió a hombros en Sevilla aquella tarde abrileña luego que cortó dos orejas, una en cada toro, superando al torero de la Isla de San Fernando, el maestro Rafael Ortega y al ecijano Jaime Ostos con quien siempre tuvo una enconada y muy profesional rivalidad, en la que Girón siempre salió triunfador. Ostos fue herido y Curro lidió tres toros, la del sexto fue la

faena de la Feria de Abril, premiada por la prensa y las peñas, porque el de Villamarta fue un toro peligrosísimo que Girón sometió con valor y torería.

En Sevilla, para la Feria de Abril de 1959, Curro fue contratado para tres tardes. Ese era su rango y así se manifestaba su importancia. La última participación de Curro Girón en la Feria de Abril de Sevilla, fue el año de 1964. Toreó dos tardes y cortó una oreja. En la séptima corrida de Feria, el 24 de abril de 1964, ante toros de Miura, toreó con Fermín Murillo. Su última corrida en la Maestranza de Sevilla fue el 26 de abril de 1964, toros de Clemente Tassara y alternó con Fermín Murillo, Victoriano Valencia y Andrés Vázquez una corrida de ocho toros. En la lidia de su último toro, Curro Girón cortó una oreja.

Conquistó en el año 1961 la “Oreja de Plata” de la Feria Taurina de San Jaime de Valencia (España), por haber cortado siete orejas y un rabo, en dos actuaciones. El 11 de agosto de 1961, en Manzanares (España), se lidiaron ocho toros de la ganadería de doña Carmen Ramírez, de Salamanca, para los matadores Curro, Joaquín Bernadó, Curro Montes y el venezolano Sergio Díaz que tomaba ese día su alternativa. Curro Girón, aquella tarde, cortó cuatro orejas y dos rabos en el mismo escenario que presenció la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, tragedia que provocó el poema desgarrador de Federico García Lorca.

En la Feria de Pamplona de 1958, Curro Girón fue premiado en tres corridas con siete orejas y un rabo. Salió a hombros el 8 de julio de 1958; el 10 de julio realizó ¡La Faena de Pamplona! ante un toro de Garci-Grande; el 12 de julio de 1958 triunfó con ganado de Miura cortándole las orejas al toro “Naranjero”, que le brindó a la bella joven Carmen Tuason, “Miss Filipinas”. San Fermín de 1959 tres actuaciones, seis toros y cinco orejas y un rabo. San Fermín de 1961 Curro Girón tuvo cuatro actuaciones, lidió ocho toros y cortó diez orejas; 1964, en la Plaza Monumental de Pamplona (España), Curro Girón tuvo dos actuaciones, lidió cuatro toros y cortó dos orejas.

Curro Girón ha sido, después de Diego Puerta, el torero que ha cortado más trofeos en Pamplona: 41 orejas y 2 rabos en 22 presentaciones. Diego Puerta cortó un total de 43 orejas y 2 rabos en 30 paseíllos.

No existe otro torero venezolano que haya sido tan reconocido en Colombia, como lo fue Curro Girón. En Medellín le corto las orejas, el rabo y una pata a un toro “Aguas Vivas” y las dos orejas al otro de su lote, epopeya del 19 de enero de 1959. 197

Ese mismo año de 1959 en la Feria de Cali, Curro cortó cuatro orejas y dos rabos a toros de don Benjamín Rocha. … En 1965, también en Cali, toros del doctor Ernesto González Caicedo, “Las Mercedes”, cortó cuatro orejas y un rabo. Santiago Martín “El Viti” y Manuel Cano “El Pireo”, una oreja cada uno. … El 3 de enero de 1967, en Cali toros de González Piedrahita, para Paco Camino, Antonio Chenel “Antoñete” y Curro Girón. Girón, dos orejas a su primer toro y una oreja a su segundo.

El 1 de abril de 1962, en el Nuevo Circo de Caracas, Curro Girón toreó un mano a mano con el diestro sevillano Paco Camino, lidiando toros mexicanos de Santín. Curro Girón tuvo una tarde triunfal al cortar cuatro orejas. Paco Camino fue muy aplaudido por su voluntad y deseos de agradar, pero nada pudo hacer con los mansos toros que le tocaron en suerte. Curro Girón fue sacado a hombros del coso caraqueño.

El 26 de enero de 1964, en el Nuevo Circo de Caracas, torearon los hermanos Girón, César, Curro y Efraín, una corrida con ganado mexicano de La Laguna. Fue una tarde apoteósica; cortaron nueve orejas, dos César, tres Curro y cuatro Efraín. El público asistente los sacó en hombros por las calles de Caracas.

El 7 de febrero de 1965, se realizó la Corrida de la Prensa Deportiva, en el Nuevo Circo de Caracas. Torearon los diestros César Faraco, Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón fue el ganador del premio “La Pluma de Oro”. En el año de 1966, Curro Girón volvió a conquistar el premio de “La Pluma de Oro” en la Corrida de la Prensa de Venezuela. Actuó esa tarde con Paco Camino y Manuel Cano “El Pireo”. El 13 de febrero de 1966, en la Maestranza de Maracay (Venezuela), se lidiaron toros mexicanos de “El Rocío” para los diestros Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”, quien reaparecía; Curro Girón y Santiago Martín “El Viti”. Curro Girón al quinto toro de la tarde le cortó las dos orejas y fue sacado a hombros de la histórica plaza aragüeña.

En la Feria de San Fermín de 1967, en la Plaza Monumental de Pamplona (España), Curro Girón tuvo dos actuaciones, lidió cuatro toros y cortó dos orejas. Esta sería su última actuación en los sanfermines.

El 21 de noviembre de 1967, por realizar la mejor faena de la Feria de La Virgen de la Chiquinquirá “La Chinita”, en Maracaibo (Venezuela),

fue galardonado con el “Rosario de Oro y Brillantes”. En la Plaza de Acho en Lima (Perú), el año de 1967 conquistó “El Escapulario de Oro del Señor de los Milagros” como triunfador indiscutible de la feria.

En 1968, en la Feria de San Sebastián de San Cristóbal (Venezuela), lidiando reses de “Torrecillas”, Curro Girón cortó en un mano a mano con el diestro español Paco Camino, seis orejas. El diestro sevillano no estuvo bien esa tarde. Ese mismo año, Curro Girón conquistó el trofeo “La Naranja de Oro”, como triunfador de la feria inaugural de la Plaza Monumental de Valencia (Venezuela).

El año 1969, conquistó Curro Girón, nuevamente, la “Pluma de Oro” en la Corrida de la Prensa, la cual se celebraba por primera vez en la Plaza Monumental de Valencia (Venezuela). Alternó esa tarde con el diestro español Manuel Benítez “El Cordobés” y el mexicano Manolo Martínez.

Curro Girón toreó por última vez en España, en la Plaza de Toros de Granada, el 11 de septiembre de 1977, concediéndole la alternativa a su coterráneo Luis de Aragua, lidiando reses de Salvador Gavira. Alternaron esa tarde los diestros Agustín Parra “Parrita” (hijo) y Manuel Ruiz “Manili” quienes fueron los testigos de la ceremonia. El diestro venezolano Luis de Aragua fue quien le cortó la coleta a Curro Girón en su despedida.

Curro Girón, cortó su última oreja en la ciudad de Maracaibo (Venezuela), en el mes de noviembre de 1987.

En su tiempo, logró una de las hazañas más importantes al convertirse en el matador de toros extranjero con mayor número de presentaciones en la madrileña Plaza de Las Ventas, lidiando un total de 66 toros en 33 tardes, cortando 22 orejas. El torero portugués Víctor Mendes lo igualó en la Feria de San Isidro de 1992 y superó en la Feria de San Isidro de 1993. Curro Girón toreó en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid (España), en 14 temporadas. Es el torero venezolano que más orejas ha cortado en esa plaza un total de 22, seguido muy de cerca por su hermano César, que cortó 21 orejas en un número menor de actuaciones, con 28.

Curro Girón salió 5 veces por la Puerta Grande de la Plaza Monumental de las Ventas de Madrid, los años: 1958, 1959, 1961, 1963 y 1967,

igualando, con ese mismo número de salidas a hombros de esa plaza, a los diestros Marcial Lalanda, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, su hermano César Girón y Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”. Toreó cuatro Ferias de Abril de Sevilla. Las temporadas de 1958, 1959, 1960 y 1964. En total toreó 10 tardes y cortó 5 orejas.

A la sombra de su hermano César, el mejor torero venezolano de la historia, siempre se le exigía a Curro mucha entrega y responsabilidad, y él dignamente soportó todas las presiones y comparaciones, dedicándose a realizar su toreo variado, alegre, largo y expresivo que le valieron ser el número uno del escalafón en España las temporadas de 1959 (81 corridas) y 1961 (74 corridas). Abrió las puertas de las plazas de toros españolas, siempre tan difíciles para los diestros extranjeros. Durante varias temporadas superó la suma de actuaciones de su hermano César, totalizando 629 actuaciones en la Península Ibérica. En Venezuela, toreó un total de 157 corridas, cortó 153 orejas y 3 rabos.

Estuvo casado con la reina de la belleza de Colombia, Marlene Lozano, con la que tuvo dos hijos, Marco Antonio y Mónica. Tuvo mucho éxito en España, hizo fortuna y hasta llegó a comprarse un lujoso Mercedes Benz y un Jaguar.

Su gran amigo, el maestro mexicano Eloy Cavazos, con quien compartió cartel muchas tardes, lo ayudó a torear sus últimas corridas en México. Estaba próximo a conmemorar el 32º aniversario de su alternativa. El 28 de enero de 1988 falleció en el Hospital Universitario de Caracas, víctima de una afección hepática, a la edad de 49 años. Estaba casado en segundas nupcias con la aragüeña Clarivel Mora, con quien tuvo una hija bautizada como Daniela. Este año 2015, se cumplieron 27 años de su triste partida.

C a p í t u l o 8

César Faraco “El cóndor de los Andes” la mañana inaugural de la Monumental de Mérida con Manuel Benítez “El Cordobés” y Francisco Rivera “Paquirri”

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