MIGUEL DE CERVANTES DIA 1: Ahora me encuentro de camino a Italia, donde me uniré al ejército; como decisión de Felipe II a batallar en su honor. La verdad es que no era uno de mis planes para mi futuro, pero siendo decisión del rey he decidido ir. Ya he llegado a Italia y me han presentado a mi general y a mis compañeros. Estoy algo nervioso, porque me han comunicado que lucharemos en la batalla de Lepanto. DIA 2: Hoy es el gran día, voy a participar en la batalla de Lepanto, formando parte de la armada cristiana, y nos vamos a enfrentar contra los turcos. No es mi primera vez en guerra, pero si la más importante. Espero que ganemos la batalla, y que no sea la última en la que participe. DIA 3: La batalla ya ha acabado, aunque ahora me encuentro en el hospital de Mesina, ya que aunque sigo vivo, no podré reanudar mi vida militar al instante. Todo tiene un precio, y el participar en esta guerra, me ha hecho perder la mano izquierda. Por esto estaré unos meses en reposo, pero espero que después de estos meses pueda volver al ejército. DIA 4: Ya me encuentro mejor, y estoy volviendo a mis orígenes, Madrid. Desgraciadamente he sido capturado por los que fueron en su momento mis enemigos, los turcos, y me encuentro preso en Argelia. Va a ser muy duro, pero espero no pasarlo muy mal. DIA 5: ¡Por fin!, ya he salido de la cárcel, y mi estancia allí me ha hecho pensar mucho, y ahora creo que voy a probar suerte como dramaturgo.
DIA 6: Por desgracia no he tenido mucho éxito en el mundo de los dramaturgos, y ahora me dirijo a Andalucía, donde voy a ser comisario de abastos y recaudador de impuestos. La verdad es que me hace bastante ilusión, aunque es cierto que el ser recaudador de impuestos, no seré bien recibido en Andalucía. DIA 7: Estoy un poco preocupado, porque para ser un buen recaudador de impuestos tienes que saber cómo mentir y hacer trampas, la cual yo no era nada tramposo y no sabía disimular la realidad. Entonces me quede muy asustado, por el pensar de que podía volver a ser encarcelado de nuevo . DIA 8: Al final como yo pensaba, me volvieron a meter en la cárcel, cosa que yo ya me esperaba. No es nada nuevo es fría y tenebrosa. Lo que menos me importaba era estar ahí aunque me molestaba porque estaba yo solo, pero encontré debajo del colchón un trozo de papel que me dejaría escribir todo lo que se me pasara por la cabeza y así poder pasar esos ratos que no estaba durmiendo o en el patio exterior. DIA 9: Pasaron los días y yo tan concentrado como siempre y igual de desolado, empecé a escribir en aquel papel que me encontré en el colchón y en esos momentos eran el tiempo para poder divertirme y así poder expresar todos mis sentimientos y emociones por medio de mis propias pal a bras. DIA 10: Pasados varios días me dijo la justicia que podía salir de la cárcel. En efecto, salí y me puse a acabar una magnífica novela que empecé a escribir estando dentro de la cárcel.Pasado un tiempo la acabe y decidí publicarla con el nombre de “ Don Quijote”