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MARCELO MAZZARELLO
"LOS PRECANDIDATOS ESTÁN ESPERANDO PARA BAJARSE LOS PANTALONES” EL
ACTOR, QUE DEBUTÓ EN TELEVISIÓN CON SU INOLVIDABLE PERSONAJE DE
FRANCELLA,
Y SE CONSAGRÓ COMO
EN LA TIRA
MORGAN
EN
MUÑECA BRAVA,
VIUDAS E HIJOS DEL ROCK & ROLL. ADEMÁS,
COCO
EN
PROTAGONIZADA POR
NARANJA Y MEDIA, NATALIA OREIRO,
E
54 > CLASE
GUILLERMO
VOLVIÓ AL PRIME TIME
ESTRENÓ UN UNIPERSONAL DONDE CONSTRUYE, DESDE UNA CRÍTICA
POLÍTICA SIN CONCESIONES, UNA MAQUETA DEL SER ARGENTINO EN TIEMPOS
l teatro Picadero es un buen refugio de un viernes al que le queda bien la garúa. Marcelo Mazzarello entra en escena ante la mirada de amigos y periodistas para convertirse en otro, en otros. Interpreta a un prócer, a un economista de solárium, a un bombero adicto a las selfies, a una maestra jardinera fatigada, a un psicoanalista de café, a un rey inca y hasta a un Hamlet guaraní desopilante. Confecciona, en tanto, una maqueta del ser nacional, con una visión muy personal. Revisionista y audaz, Mazzarello no chilla es un unipersonal en el que el actor deja la piel, aprovechándose de historias comunes de gente común: argentinos. Algunos días después, el versátil actor que actualmente se destaca en la tiraViudas e hijos del rock & roll (Telefé), estaciona cuidadosamente su motocicleta en la vereda del bar amigo y se dispone al encuentro con Clase Ejecutiva. Esta vez, cita al escritor Piotr Ouspensky y al médico Abel Albino. Habla de la psicología para la posible evolución del hombre y de un proyecto nutricional para que el país vuelva a ser potencia en 25 años, para la posible evolución de los argentinos. No reniega de lo que somos como sociedad porque confía en el cambio. Es crítico con el gobierno nacional, pero destaca virtudes de su gestión. Se muestra bien opuesto al macrismo, pero tampoco lo despelleja. Piensa, Mazzarello piensa. “Prender o no prender...” Así comienza tu obra, refiriéndote a la posibilidad de encender o no el televisor. ¿Los medios atentan directamente contra el ánimo de la gente? Sí, mucho. Están haciendo un daño cultural en el sentido de la cultura que vive la gente, no de lo ‘culturoso’. Si el tango fue música clásica hecha popular, eso demostraba un nivel de nuestra cultura. Ahora estamos lejos de generar eso. Los medios juegan un papel, pero creo que son una herramienta nomás, y yo no le echo la culpa a las herramientas. Hay decisiones que se toman a través de los
JUNTO A
medios, con determinado tipo de contenidos, que no es lo que pide la gente: es lo que le dan. Y la gente, por aburrimiento, lo toma. A la larga, terminan por marcar la agenda de la calle hasta para quienes no miramos televisión. Es un poco lo que dice mi espectáculo. ¿Qué pasa si apagás la tele y te bancás a vos mismo? Lo que pasa ahí es que comienza a surgir un punto de vista propio. Si te bancás un poco de silencio, nadie te va a imponer los temas que pretenden. En Mazzarello no chilla, ¿cuánto hay de análisis de la argentinidad en tiempos K? Mucho. Me motivó hacer una especie de tesis, cerrar un poco mi mirada sobre mi trabajo y sobre la Argentina, sobre lo que somos y lo que a mí me gustaría que seamos. Es una visión bastante crítica pero con un horizonte, con una posibilidad, con una búsqueda. ¿Cuál es tu balance entre realidad y ficción en cuanto a la inseguridad? Unos hablan de ‘sensación’, otros la padecen. Es parte de la sociedad de consumo. Si el otro tiene ese celular que me hicieron creer que hay que tener y yo no lo tengo, debo sacárselo. Es un juego mentiroso. Tampoco es cierto que el que no tiene sale a robar, lo sé. Es fundamental acotar la desigualdad social para que se resuelvan los problemas, pero también hay que bajar un ejemplo desde el poder político. La justicia tiene que ser para el de arriba y para el de abajo. Inclusive para el juez, que no paga impuestos y es el primero en estar fuera de la ley. ¡Es increíble! Eso se resuelve con decisiones políticas honestas, para lo cual se deben romper pactos de silencio que hay entre oficialistas y opositores. Si la justicia fuera para todos igual, seguramente bajaría el nivel de delincuencia. Parece que sólo pedimos justicia para el motochorro, porque es lo más fácil. Pero todos tienen que ser juzgados de la misma manera: sindicalistas, políticos... Tenemos a los mismos tipos dando vueltas hace 30 años. Nos fijamos siempre en el perejil, que igual
K. Txt: Federico Cornali
en la calle es peligrosísimo, pero no nos indignemos sólo por él. Como actor, ¿sentís el apoyo del gobierno nacional hacia la industria del cine y la TV? Sí. Está clarísimo que a los actores y al mundo de los medios audiovisuales este Gobierno les ayudó mucho. Sadaic y el derecho de intérprete, por ejemplo, fueron factores muy importantes para cuidarnos. El apoyo a las artes audiovisuales desde Néstor Kirchner para acá no sólo tuvo que ver con el Incaa. Hay otras formas de apoyo que se han generado desde las provincias con los créditos para miniseries, abriendo mucho el juego para actores poco conocidos. Eso diversificó la posibilidad de tener ficción. Otro de los beneficios fue que la Ley de Medios despertó en el lector de noticias la desconfianza. Ya no se creen todo lo que leen o ven, y eso es fundamental. ¿Y qué opinás de los programas del estilo 6-7-8? A mí me parece que ellos utilizan las mismas armas que usan los que ellos critican. Vos tenés que demostrar que la imparcialidad es la forma de mostrar las cosas. Si no, también van a desconfiar de tu palabra. El rol de la tevé estatal debe ser imparcial, objetivo. Tras 12 años, en 2015 se terminará la era K. ¿Qué destacás y qué echás en falta? La Ley de Medios es muy destacable, era un problema que yo conocía profundamente. En cuanto al país, se mejoró la obra pública, eso lo pude percibir en mis giras: si bien falta, mucho se hizo. En algunos casos, se mejoró la vivienda. También el enfrentamiento con ciertos poderes me parece positivo. Al Alca se le cerró la puerta y eso es un acierto. Esa decisión de vivir con lo nuestro es lo que hay que profundizar. El enfrentamiento con los fondos buitre me parece justo e inteligente, y es lo que hay que hacer. En cuanto a lo pendiente, creo que la gente desplazada sigue en
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SIN OLAS NO HAY PARAÍSO Es fanático deL deporte. Mientras está en Buenos Aires, hace boxeo, una disciplina que lo atrapa. Sin embargo, pocos años atrás descubrió que una de sus grandes pasiones es el surf. La búsqueda de olas lo llevó a construirse una casa en Chapadmalal, para plantarse sobre la tabla en lo más alto de la temporada teatral. “No hay nada más lindo: es deporte y naturaleza. Y soy un loquito: me voy a las 6 de la mañana a la playa y hasta me hice amigo de los bañeros. Por ese estilo de vida resigno lo que haga falta”.
niveles inaceptables. No puede ser que haya personas revolviendo la basura. ¡Los cordones de pobreza alrededor de la ciudad no pueden ser! Somos uno de los territorios más ricos del mundo y con poca población, así que no veo el justificativo de la miseria. La brecha social debería solucionarse. Aunque no depende de una sola fuerza social: trasciende a los políticos y debe emerger de los votantes. Debemos asimilar que tiene que existir un pacto de gobernabilidad, un plan de acá a 50 años. No podemos seguir resolviendo crisis tras crisis pateando la pelota para adelante. Hay lugares mucho más pobres que nosotros en Latinoamérica que están cambiando eso. ¿Cómo ves la lucha por la presidencia en 2015 con Scioli, Massa y Macri como precandidatos? Es muy difícil. Creo que todos están esperando para bajarse los pantalones ante los poderes internacionales. No escuché un candidato que me den ganas de votar, porque ninguno me dice qué país vamos a ser en 10 o 20 años. ¿Cuál es el plan? ¿Qué tipo de país queremos? Hay que decidir un perfil. Pero seguimos hablando de coyuntura: inflación, inseguridad, dólar. No necesitamos guita de afuera: necesitamos gobernar con la nuestra. Nosotros crecimos cuando nos cerramos porque podemos hacerlo. No cualquier país tiene con qué, pero nosotros sí. Los argentinos somos facilistas: queremos que Palermo meta los goles de pedo y no es así. Hay que planificar y laburar las cosas desde abajo. Eso del dinero rápido y de la viveza criolla se terminó. Ahora somos los más giles. ¿Qué opinás de la militancia juvenil? Confío en que las buenas decisiones van a venir de ellos. Confío en que haya un dirigente que hoy esté tapado y de repente se haga visible. Aunque creo que se van a topar con ciertos vicios de la vieja política. Esperemos que nos toque alguien a quien podamos seguir, así nos enderezamos un poquito. Se necesita una persona muy honesta, que sirva como ejemplo. Una posibilidad casi milagrosa. Está buenísimo el compromiso de los chicos, y la próxima figura tiene que salir del hartazgo que ellos acarrean. Sos porteño, ¿qué opinás de la gestión del Pro en la ciudad? Desde ya, no soy macrista. Pero es destacable el Metrobús, que es una medida acertada. En la red vial hay más de un acierto. Hay una movida cultural que está bien, con La noche de los museos, con el Festival de Tango y demás. En eso está bien, aunque considero que hay muchas deudas con los hospitales públicos, con la educación pública... Esos son los bastiones de nuestro crecimiento y los estamos descuidando. Hay que hacer política, pero no para sacarse fotos. Muy linda la bicisenda, pero primero pensemos en la escuela y el hospital. ¿Cuál sería tu deseo para el país? Quiero una clase política a la altura de lo que la gente se merece. Que tomemos un camino de entendimiento mutuo y decidamos sacar a este país de la crisis eterna. Quiero una sociedad de igualdad de posibilidades, que es lo que nos formó como país.◆ CLASE <
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