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OPORTUNIDAD DE ORO PARA LOS CURSOS A DISTANCIA

El 11 de marzo de 2020, la OMS proclamó el nuevo virus covid-19 como pandemia. Algunos días después el mundo entero se paralizó en una cuarentena sin precedentes. En México las consecuencias eran de esperarse al detenerse todos los sectores económicos, entre ellos, el aeronáutico, el cual, a través de la SCT y la AFAC (Agencia Federal de Aviación Civil) emitió comunicados sobre cómo actuar ante la crisis sanitaria que se avecinaba.

Estos comunicados cubrieron diversas áreas como aeropuertos, operaciones terrestres y aéreas, procesos de documentación, restricciones, carga, y, por supuesto, los centros de capacitación y adiestramiento aeronáuticos.

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En el comunicado dirigido a todos estos centros de capacitación bajo la jurisdicción de la Subdirección de Escuelas de la AFAC, la cual es atinadamente dirigida por el C.P. Lázaro Delfino; se mencionó por primera vez en la historia la total aceptación de las nuevas tecnologías para continuar con las clases a distancia, en línea, online o virtuales, que, dicho sea de paso, nunca, salvo algunas muy pocas excepciones, habían sido autorizadas.

Si bien es cierto que en la mayor parte del mundo los cursos a distancia o cursos en línea para capacitar pilotos, oficiales de operaciones y sobrecargos de aviación tienen años y años impartiéndose sin ningún problema; en México esto no ocurre, debido, en parte, según la AFAC, a que los centros de capacitación y adiestramiento no cuentan o no contaban con la infraestructura necesaria para impartir un curso en línea de calidad.

Los mismos directivos o dueños de los centros de capacitación y adiestramiento no invertían en desarrollar o en adquirir tecnología para este fin ya que se consideraba que el sistema tradicional (presencial) es más rentable y barato; solo algunos tuvimos la visión de apostar por dichas tecnologías que, aunque no se usaban para dar cursos a distancia, sí forman parte de nuestro día a día y en el de nuestros alumnos. Hoy el coronavirus y todas sus restricciones de acercamiento social nos han abierto los ojos a este mundo al cual parecía que nos rehusábamos a entrar, un mundo totalmente digital. Hoy aquellos centros donde sí se buscó invertir en tecnologías desde antes del covid-19 están adecuándose mucho mas fácil a este sistema totalmente online, y, claro, los mismos alumnos están mucho más adaptados para adquirir conocimiento de esta forma.

“Si tú preparas y enseñas al alumno a utilizar tecnologías de información para aprender, este va a adquirir un conocimiento mucho más dinámico, acorde a su forma de pensar y a su época, no quieras enseñarle a un chico millenial que utiliza su teléfono inteligente como si fuera una computadora de alta gama con presentaciones en papel rotafolio o con manuales impresos…”

Esto, como lo mencioné anteriormente, ya ocurre en Estados Unidos, Europa y en algunas partes de Sudamérica; es tan normal y aceptado como el sistema tradicional. Este tipo de cursos donde el alumno aprende por su propia metodología y a su ritmo están totalmente comprobados, funcionan igual o mejor que los tradicionales, solo falta que nuestra Agencia Federal de Aviación Civil se anime a explorarlo y aplicarlo en México.

Esta es la oportunidad ideal que el mundo le presenta a la AFAC mediante su Subdirección de Escuelas para probar y analizar a detalle cómo funciona este nuevo sistema (para nosotros) y replicarlo en las demás áreas de nuestro querido sector aeronáutico, parece inevitable caminar de a poco a esta nueva realidad donde tener todo o la mayor parte de las actividades de forma digital será lo más conveniente y adecuado.

Nosotros como directivos de centros de capacitación y adiestramiento aeronáutico tenemos la responsabilidad moral de solicitar encarecidamente que esta nueva realidad para las escuelas de aviación venga además de con el apoyo para los cursos en línea o a distancia, también con cambios significativos y contundentes en los procedimientos de tramitología para los centros de capacitación y adiestramiento, ya que es bien sabido que antes del covid-19 todo se hacía presencial, en papel y a la antigüita.

¡Y en este punto surge la pregunta del millón!

¿Realmente qué se necesita para impartir un curso en línea de calidad?

¿Qué tan difícil o costoso puede ser para un directivo de un centro de capacitación aeronáutica invertir en crear o adquirir tecnología?, ¿será tan complicado hacer un curso online de calidad? Porque si bien es cierto que con una presentación Power Point que se envíe por correo y una videollamada en el mismo WhatsApp ya podríamos dar un curso a distancia, hacerlo solo de esa forma dejaría mucho que desear.

Un verdadero curso a distancia o en línea debe estar constituido por distintos factores:

Lo primero sería unificar y revisar el material que se está impartiendo en los centros de capacitación y adiestramiento, que dicho sea de paso hay muchas escuelas que ni siquiera saben qué imparten sus instructores en las aulas, lo cual (unificar y revisar el material) parecería mucho trabajo, trabajo que no siempre se está dispuesto a hacer.

Lo segundo, ya con un material unificado y revisado, sería adaptarlo a una versión a distancia, donde se incluyan actividades como tareas, evidencias de aprendizaje, videos, audios, etcétera, tomando en cuenta técnicas didácticas y factores externos como la capacidad de los alumnos de tener tecnología suficiente para cumplir con los requerimientos del curso.

Y una vez teniendo todo esto, entonces, lo ideal sería conjuntarlo en una herramienta potente de software que no solo muestre el material a nuestros alumnos, sino que también provea de datos a los instructores y alumnos sobre avances y evidencias de aprendizaje. Hablamos de una plataforma virtual.

En esta plataforma, el alumno debería poder ver su material, subir sus tareas, ver videos y escuchar audios de la materia en cuestión, contestar sus evidencias de aprendizaje (exámenes) y al mismo tiempo obtener resultados de avances y logros. Y para ponerle la cereza al pastel sería ideal que la autoridad pudiera tener acceso y ver los avances en ella. Sí, sé que suena a fantasía, a mucho dinero o a tiempo de inversión, pero si en países no tan desarrollados como es el caso de Colombia o Ecuador tienen este tipo de sistemas, entonces, ¿qué les falta a los centros de capitación y adiestramiento de nuestro México para poder estar a la par? ¿Ganas de hacerlo?

Creo que la respuesta está en que aceptemos que el nuevo coronavirus llegó para transformar radicalmente nuestra interacción social y nuestra forma de aprender. De verdad espero que la AFAC se ponga las pilas con esto y le dé la seriedad que se merece al asunto, así como lo ha venido haciendo con otros temas, y reforme sus reglamentos e incluya a las nuevas tecnologías de aprendizaje, así como también los centros de capacitación y adiestramiento pongamos de nuestra parte invirtiendo como es debido en desarrollar o adquirir estas tecnologías de educación. Esto beneficiará significativamente a todo el sector aeronáutico.

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