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Painani EL MENSAJERO DE LA CIENCIA Y LAS HUMANIDADES

año 2 núm.7 issn en trámite junio - septiembre 2015 distribución gratuita

DETERMINANTES PSICOSOCIALES DE LA ENFERMEDAD CRÓNICA


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a séptima edición del “mensajero de la ciencia y las humanidades” nos abre algunas puertas de la UAM Iztapalapa y de su entorno, que quizá pocas personas de nuestra comunidad hayan traspasado antes: el valioso trabajo que desde hace ya muchos años (1989) han emprendido profesores y alumnos de Psicología Social en San Miguel Teotongo, en un proyecto de salud pública, concretamente sobre la diabetes; nos enteramos de que existen unos habitantes poco usuales en Casa de las Bombas, así como de la tradición de la tienda de don Lauro Flores, en el mercado La Purísima. También en esta entrega de Feria de las Ciencias, nos acercamos a dos profesores extraordinarios, y no solo desde el punto de vista académico, sino como seres humanos: Tessy López y Juan Castaingts, además conoceremos la historia de la telefonía celular y las funciones de las algas. A fin de cuentas, lo que tenemos entre las manos es una muestra del inmenso tesoro que se resguarda en el oriente de la Ciudad de México. Es importante abrir puertas y asomarnos a conocer lo que hay detrás de ellas para, dependiendo de nuestra curiosidad e instinto, penetrar más a fondo en las habitaciones de la ciencia, la tecnología, las humanidades. Y, fundamentalmente, abrir la puerta y llevarnos siempre la sorpresa de acercarnos un poco más al ser humano. Los invitamos pues a abrir las puertas de los sentidos y del corazón. Disfruten de este Painani número 7.


Painani DIRECTORIO Rector

Dr. José Octavio Nateras Domínguez

Secretario

Dr. Miguel Ángel Gómez Fonseca

Director de la División de CBI

Dr. José Gilberto Córdoba Herrera

Directora de la División de CBS Dra. Edith Ponce Alquicira

Directora de la División de CSH

ÍNDICE DETERMINANTES PSICOSOCIALES DE LA ENFERMEDAD CRÓNICA ......................................................................................... 3 Mario Carranza Aguilar LAS AGUILILLAS DE LAS BOMBAS ............................................................................... 6 José Luis Arredondo Camarena TESSY LÓPEZ, LA CREADORA DE LA NANOMEDICINA CATALÍTICA........................................................................................... 7 Elizabeth Hernández Apráez

Dra. Juana Juárez Romero

LOS GENES DE LAS ALGAS AL SERVICIO DEL HOMBRE ......................................10 Jhoana Díaz Larrea

Coordinadora de Extensión Universitaria

EL EFECTO DOPPLER.........................................................................................................12 ...................................................................12

Comité Editorial

JUAN CASTEINGTS:: ANTROPÓLOGO, ECONOMISTA E HIDROCHILANGO ............................................................................................................13

Dra. Milagros Huerta Coria

Dr. Javier Velázquez Moctezuma Dr. Óscar Monroy Hermosillo Dra. Concepción Gutiérrez Ruiz Dr. Pedro Moctezuma Barragán Dr. Mario Pineda Ruelas Dr. Emilio Domínguez Salazar Dra. Beatriz Gómez González Mtro. Ricardo Campos Verduzco Painani Coordinadora del Proyecto Divulgación de la Ciencia y las Humanidades y Editora Responsable: Norma Lilia Anaya Vázquez. Formación e ilustraciones: Avelino Solano Jiménez. Asesor literario: Elizabeth Hernández Apráez. Corrección de estilo: Ma. Guadalupe Olvera Arellano. Guión de Historieta: Jorge Figueroa Nolasco

EL NACIMIENTO DE LA TELEFONÍA CELULAR..........................................................14 ..........................................................14 Miguel López Guerrero UN TENDERO CON ESTRELLA ....................................................................................... 16 CIENCIA PARA TODOS ......................................................................................................18

Asesores:

Dra. Laura Josefina Pérez Flores Dr. Román Linares Romero Dr. Octavio Loera Corral Dr. Luis Enrique Gómez Quiroz Mtra. María Del Carmen Herrera Fuentes Mtro. Dimas Mejía Sánchez

Painani Contacto: Divulgación de la Ciencia y las Humanidades Feria de Ciencias. UAM Iztapalapa Edificio G. Planta Baja Tel: 58 04 46 00 ext. 3115 fciencias@xanum.uam.mx feriaeventos@yahoo.com.mx Versión electrónica en www.feriacienciasuami.com Feria Ciencias Uam-i @fcienciasuami PAINANI. EL MENSAJERO DE LA CIENCIA Y LAS HUMANIDADES. Año 2, Número 7, junio – septiembre de 2015, es una publicación cuatrimestral editada por la Universidad Autónoma Metropolitana a través de la Unidad Iztapalapa, Coordinación de Extensión Universitaria. Prolongación Canal de Miramontes 3855, Col. Ex-Hacienda San Juan de Dios, Delegación Tlalpan, C.P. 14387, México, D.F., y Av. San Rafael Atlixco 186, Colonia Vicentina, Delegación Iztapalapa, C.P. 09340, México, D.F. Tel. 58044600, ext. 4825. Página electrónica del boletín: www. feriacienciasuami.com y dirección electrónica: feriacienciasuami.com/?op=painani.. Editora Responsable: Norma Lilia Anaya Vázquez. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo de Título No. 04-2013-071217111000-106, ISSN en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Título y de Contenido en trámite, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impreso en los talleres de la Sección de Impresiones y Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, ubicados en Av. San Rafael Atlixco No. 186, Col. Vicentina, Delegación Iztapalapa, C.P. 09340, México, D.F. Tel. 58046553. Este número se terminó de imprimir en México, D.F., el 1º de junio de 2015, con un tiraje de 3000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Metropolitana.

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DETERMINANTES PSICOSOCIALES DE LA ENFERMEDAD CRÓNICA Por: MARIO CARRANZA AGUILAR*

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éxico está experimentando dos procesos de enorme trascendencia social que generan riesgos para la salud: el rápido envejecimiento de la población y la acelerada y desordenada urbanización. En el Programa Sectorial de Salud del Plan Nacional de Desarrollo 2013 - 2018 se señala que estos cambios han influido en la transición epidemiológica, la cual implica reducción de las enfermedades transmisibles y el incremento de las cardiovasculares, las degenerativas, las ocupacionales y las derivadas del deterioro ambiental, incluyendo el social. El aumento progresivo de las enfermedades crónicas, particularmente la hipertensión arterial, el cáncer, la diabetes y otros trastornos metabólicos se debe principalmente a la modificación del estilo de vida y a la proliferación de hábitos poco saludables, como tabaquismo y sedentarismo. Esto ha traído cambios en las relaciones sociales, en la demanda de servicios de salud y en los requerimientos asistenciales. Todo indica que el sistema de atención se enfrentará dentro de poco a una creciente población de ancianos, discapacitados y pacientes terminales. Las enfermedades crónicas tienen una determinación multicausal y la necesidad de intervenciones multidisciplinarias. Sin embargo, es necesario identificar los factores psicosociales involucrados y la dinámica de sus interacciones con la finalidad de contribuir a su comprensión integral. Las tasas de morbilidad y mortalidad crecientes de estas enfermedades crónicas han puesto de manifiesto la importancia epidemiológica de elementos psicosociales para explicar y solucionar sus causas y consecuencias. Hay componentes que son perjudiciales, otros que generalmente son protectores y también existen algunos que son moduladores en el desarrollo de la enfermedad, como lo ha indicado Grau en 2013. * Universidad Autónoma de Sinaloa. Profesor Visitante en la UAM-I.

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Entre los factores psicosociales perjudiciales están los estados emocionales mal manejados (ansiedad, depresión e ira), el aislamiento social, la comunicación inadecuada, los afrontamientos defensivos ante los eventos estresantes, el pesimismo y la desesperanza. El conocimiento que se tenga de la enfermedad, sus causas y manifestaciones tempranas; el cumplimiento terapéutico adecuado (adherencia a medidas de prevención o tratamiento), el apoyo social deseado y percibido procedente de familiares y amigos, los afrontamientos eficaces ante la enfermedad, las creencias de control positivas (autoeficacia), el optimismo y la “resiliencia” (capacidad para afrontar la adversidad) constituyen factores protectores. Algunos factores modulares de la enfermedad son: las actitudes, creencias y representaciones de los objetos de salud; la interpretación y expresión de síntomas (dolencia, padecimiento o cuadro interno), la percepción y tolerancia al tratamiento, las limitaciones de la actividad física y psicológica, el riesgo y vulnerabilidad al estrés, el uso de los servicios, la relación y comunicación médico-paciente, la calidad de vida y el bienestar subjetivo del enfermo y sus cuidadores, así como el nivel de desgaste en profesionales de salud. En nuestro país, la coexistencia epidemiológica de las enfermedades crónicas con las infecto-contagiosas refleja la desigualdad social y económica en la que vivimos, y esto no puede ser resuelto solo con respuestas de orden individual, biológico y tecnomédico. Es necesario plantear respuestas de orden civil, político y psicosocial que recuperen las iniciativas públicas ciudadanas; también se deben conformar propuestas que permitan el control de la salud y la gestión de los recursos de la misma por parte de los individuos, grupos y comunidades. En este contexto, desde 1989, un grupo de profesores y estudiantes de la licenciatura en Psicología Social de la UAM-I realiza en la colonia San Miguel Teotongo el Proyecto Psicología Social de la Salud Comunitaria. Este programa rescata las iniciativas públicas ciudadanas desarrolladas esa zona, con el objeto de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, a través de la construcción de un poder civil capaz de impulsar y llevar a la práctica una propuesta de política social para la ciudad.

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En su primera etapa (1989-1992), priorizó la vinculación con los sectores pobres del lugar y el acompañamiento de su organización popular (Unión de Colonos de San Miguel Teotongo), en sus procesos de reivindicación de servicios básicos (drenaje, pavimentación, banquetas, etc.) y en el desarrollo y consolidación de servicios socioculturales y psicosociales (farmacodependencia, sexualidad, espacios recreativos y culturales, organización juvenil e historia de la comunidad). En una segunda etapa (1993), se sumó a una estrategia de autodesarrollo integral que contempló diversas líneas de investigación e intervención en materia de salud, ecología, alimentación, educación, cultura, del consumo, producción, comunicación y organización social. En la tercera etapa (1998-2000), el vínculo que se estableció con diferentes organizaciones civiles, organismos no gubernamentales y la Delegación Iztapalapa, permitió construir desde la práctica una propuesta centrada en la gestión y control ciudadano de la problemática de salud en la zona Suroriente de la Ciudad de México, específicamente en la Sierra de Santa Catarina. Actualmente, el Proyecto Psicología Social de la Salud Comunitaria pretende vincular la formación del psicólogo social de la UAMI con propuestas de política social, y colaborar en el mejoramiento del bienestar y la calidad de vida de las personas diabéticas, no diabéticas y discapacitadas de San Miguel Teotongo, Iztapalapa. A través de acciones psicosociales de salud, se desarrolla una estrategia a nivel comunitario, donde se evalúan los efectos de la enfermedad crónica en pacientes ambulatorios y se les capacita, a ellos y a sus familiares, en el manejo psicológico y en la modificación y adaptación de su estilo de vida. El Proyecto Psicología Social de la Salud Comunitaria ha logrado en el último año mayor interlocución con la comunidad y sus organizaciones, a través de la integración de una red de más de 60 personas diabéticas y cuidadores, que fomentan la prevención y el control de esta enfermedad. Así mismo, ha permitido la valoración y aceptación del trabajo del psicólogo, el fortalecimiento de competencias profesionales y la autoafirmación de nuestra identidad disciplinaria.

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Por: JOSÉ LUIS ARREDONDO CAMARENA*

Foto: José Luis Arredondo Camarena

LAS AGUILILLAS DE LAS BOMBAS

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n noviembre de 2012 me invitaron a visitar la Casa de las Bombas, ubicada en la demarcación de Iztapalapa, a unos pasos de la UAM. Apenas pisé el lugar, me llamó la atención el canto de las aves. Los anfitriones de este centro cultural notaron mi interés por aquellos animales y me contaron que existía una pareja de “águilas” que anidaba en el parque. Me era difícil creerlo, pero más tarde lo pude comprobar. A partir de entonces, asistí regularmente al jardín de Las Bombas por dos años para observar a estas hermosas rapaces. Pude darme cuenta de que en realidad no son águilas, sino aguilillas, concretamente, la llamada aguililla rojinegra, cuyo nombre científico es Parabuteo unicinctus. Su distribución geográfica va desde el suroeste de los Estados Unidos hasta Argentina; aquí en México, la podemos ver en las tierras bajas y estribaciones de montaña desde Baja California hasta Chiapas, en una gran variedad de hábitats: matorrales, bosques dispersos, sabanas, semidesiertos. Es un ave que mide entre 47 y 55 centímetros de alto y alcanza 1.30 metros de envergadura, es decir, de punta a punta con las alas abiertas, siendo la hembra más grande que el macho. Me sorprendió descubrir que eran dos parejas de esta especie las que habitaban en la Casa de las Bombas. El mejor momento para verlas era en la mañana, de 10 a 12, y en la tarde, de 5 a 6. Era fácil notar su presencia cuando crascitaban; guiándome por el sonido, ubicaba el árbol donde se posaban y me regodeaba al ver cómo

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se acicalaban entre ellas. Tuve la oportunidad de observar que el macho le ofrecía a la hembra parte de su “botín”, recuerdo que en una ocasión parecía regalarle un pájaro zanate —de esos a los que la gente llama cuervos chiquitos―. Las aguilillas, al igual que las demás aves de presa, se alimentan de casi todo lo que se mueva y puedan dominar, como pequeños mamíferos, pájaros o reptiles. En la época de apareamiento, la hembra deposita de tres a cuatro huevos en el nido, construido en los árboles más altos; la incubación tarda entre 33 y 35 días, y las crías son asistidas por ambos padres durante 40 o 45 días. Cuentan los responsables del lugar que las aguilillas ya no hacen sus nidos allí, pues en esta primavera no las han visto, ni han escuchado a los polluelos, pero una pareja al menos sigue frecuentándolos de vez en cuando.

* Biólogo, maestro en ciencias. Colaborador de la oficina de divulgación, UAM-I.


TESSY LÓPEZ

en

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acción

TESSY LÓPEZ,

LA CREADORA DE LA NANOMEDICINA CATALÍTICA Por: ELIZABETH HERNÁNDEZ APRÁEZ*

l ingeniero químico Wenceslao López solía llegar a su laboratorio de la Universidad de Guanajuato con una bebé metida dentro de un canasto. También se aparecía con la pequeña en las aulas y la dejaba a un lado mientras daba clases. La recién nacida era su primogénita y estaba tan orgulloso de ella, que le gustaba presumirla ante sus colegas y alumnos. La niña, que se llamaba Tessy María López Goerne, tiene ahora 53 años, es la creadora de la Nanomedicina Catalítica y suena como candidata para el Premio Nobel de Química. La ciencia se le pegó a la doctora Tessy como una varicela desde que era niña. Se la contagió su padre, un científico dulce y altruista que le donó todos sus trabajos a la ciudad de Guanajuato. De la mano de ese hombre, caminaba ella por el Centro de Investigaciones de Química Inorgánica cuando era un poco más grande. “Subíamos las escalinatas de la universidad. Como él era el director, se iba a su oficina, y yo, al laboratorio, a jugar con los ingenieros químicos. Les preguntaba: ¿Les ayudo? A ellos les hacía mucha gracia porque yo era muy pequeña. Me decían: ¡Muévele aquí!, ¡ábrele allá!”, cuenta la investigadora con una sonrisa dibujada en el rostro. Le encantaba visitar a una química que se llamaba Conchita. “Me daba una manguera y me hacía estirarla. Me decía: ¡Rómpela, rómpela! Yo no podía, después ella metía esa manguera en nitrógeno líquido y la rompía como si fuera cristal. Yo pelaba los ojos y me preguntaba ¿qué pasó aquí? Ella me aclaraba: Esto no es magia, después me explicaba las bases de lo que estaba haciendo”. En su casa de Guanajuato tenían un jardín grande, en donde Tessy niña salía a ver las estrellas y soñaba con ser química. Su papá, que le puso el apodo de “Pilla”, se sentía feliz de que su hija quisiera seguirle los pasos. “Persigue tus sueños”, le repetía.

Por los caminos de la ciencia “Pillita, yo creo que Guanajuato te queda chico, me gustaría que fueras a la UNAM”, le dijo Wenceslao López a su hija Tessy. Quería que ella estudiara en la universidad donde él se había formado académicamente. “Nos vinimos a México a ver los planes de estudio y resultó que la UNAM estaba cerrada por huelga de estudiantes. La UAM acababa de formarse con puros doctores que estaban muy entusiasmados. A mi papá le encantó y me dijo: “Yo quiero que estudies aquí”, cuenta. Entonces, empezó a estudiar en la UAM Iztapalapa la carrera de fisicoquímica. Su primer día de clases fue

* Licenciada en Comunicaciones. Colaboradora en Divulgación de la Ciencia y las Humanidades. UAM-I

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inolvidable. “Llevaron mariachis porque se festejaba el quinto año de la universidad, toda la gente estaba contenta, había fiesta en un departamento, en otro, en otro”. Le decían la "Fresita" y era buena para jugar dominó en las horas de descanso. “Éramos tres grupos de cien y habíamos dos mujeres: una que parecía tucán y yo que daba el gatazo, entonces ¡tenía una cantidad de pretendientes, tanto profesores como alumnos! Con estas piernas y esta sonrisa, porque 'hay que ser coqueta', decía mi abuela. 'Una mujer que no es coqueta es como una iglesia sin altar'. Coqueta significaba para mi abuela, ser elegante, arreglada, dulce, sonriente, caminar adecuadamente, como decía el libro de Carreño”. Cuando estaba terminando la licenciatura se enamoró de Ricardo Gómez Romero, su profesor de Cinética Química y se casó con él. El matrimonio no impidió que continuara con su formación académica. Se declara cien por ciento iztapalapense, porque tanto la maestría como el doctorado los realizó en la unidad Iztapalapa; la maestría la hizo en fisicoquímica del estado sólido, y el doctorado en ciencia de materiales, en especial, nanomateriales. Estudiando las nanopartículas Con su esposo no solo compartía techo, amor y familia, también un laboratorio de investigación en la UAM Iztapalapa. Trabajaban con nanomateriales y nanocatalizadores, que usaban en la industria petroquímica. Ella hacía los materiales y los caracterizaba, él, los probaba en unos reactores pequeños que simulaban una planta. Después del doctorado también se dedicó a dar clases y a dirigir tesis. Aunque no todo fue color rosa en la vida de esta pareja, pues las enfermedades acabaron con la relación. Se separó de su esposo y empezó a hacer su propio camino en la ciencia. Un importante acontecimiento ocurrió después: Julio Sotelo Morales, director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, y José Lema Labadie, rector de la UAM Iztapalapa, realizaron un convenio para crear el Laboratorio de Nanotecnología Aplicada a la Medicina en ese instituto, que estaría dirigido por Tessy López. Allí empezó a entrar a los quirófanos para observar los tejidos malignos que extirpaban de los pacientes. “En el microscopio electrónico de barrido descubrí que en los enfermos con algún tumor

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o enfermedad neurodegenerativa, se formaban cristales de calcio, los cristales eran más grandes entre más enferma se encontraba la persona o más grande fuera el tumor, además se formaba oxalato de calcio, acetil acetonato de calcio e hidroxiapatita dentro del cerebro. Después tomé tejido sano y observé que allí no aparecía el calcio, o si lo había, era en cantidades normales”. Por sugerencia del doctor Sotelo también se dedicó a estudiar la epilepsia, hizo nanorreservorios que guardaban antiepilépticos para colocarlos en el lóbulo temporal, éstos se liberaban durante un año en un modelo de ratas. Sin embargo, cuando lo aplicaron en seres humanos, el nanorreservorio solo liberó tres meses. Suspendió el proyecto. Decidió jugársela con otro experimento. “Junté todos mis conocimientos de fisicoquímica con la nanotecnología y la neurociencia para hacer nanomedicina en el cerebro, quería liberar fármacos en el cerebro con el fin de tratar enfermedades neurodegenerativas, porque hasta ahora la medicina tradicional puede darse tomada, intramuscular, intravenosa, y llega solamente entre el uno y diez por ciento del fármaco que se suministra”, aclara la doctora Tessy. Cuatro años más tarde, tuvo que suspender el proyecto por motivos de salud: le dio un infarto cerebral. Los médicos le pronosticaron que moriría. “Después tuve un coma, y creían que iba a quedar como vegetal. Me regresaron a mi casa a morir. Lo único que podía mover era del cuello para arriba y los ojos. Yo me veía y decía: ¡Dios santo!, ¡qué sombreros me pusieron!, ¡qué es esto! Pero empecé a hacer terapia, como la generala que soy”, señala esta mujer fuerte llamada Tessy López. A la enfermedad que padecía, los doctores la denominaron encarcelamiento en el cuerpo. Así, “encarcelada en su cuerpo”, continuó siendo jefa del Laboratorio de Nanomedicina del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Pronto, empezó a buscar la manera de romper el ADN. No quería hacer liberación controlada de quimioterápicos porque sabía que no funcionarían. Un día se percató de que las cadenas moleculares del petróleo eran muy parecidas a las del ADN. “Diseñé un catalizador, al que llamé nanobiocatalizador para el cáncer. El primero fue platinio 1 % con titania. Julio Sotelo dijo: Vamos a hacer una muestra con 100 ratas, porque me interesa, no suena mal”.


el GBM; todos los experimentos se hacen con gente desahuciada. Primero lográbamos una sobrevivencia de un año, después subió a dos. Ahora no sabemos, porque hicimos cambios al nanobiocatalizador y los pacientes nuevos los operamos hace 12 meses, y aún siguen vivos”, confirma la investigadora guanajuatense. La doctora Tessy llamó a esta técnica Ciencia Nanocatalítica. Por este aporte, la egresada de la UAMI figura como candidata al Premio Nobel de Química. Sin embargo, la noticia no la desvela. “Si logro dar salud a la gente, ese es mi Premio Nobel. Si yo puedo tener más salud, ese es mi Premio Nobel. No el de Estocolmo”, dice. También creó una nanopartícula para curar el pie diabético que contiene titania-sílice y cobre, que ha logrado generar nuevo tejido y músculo en los pacientes. Ya empezó a trabajar con esclerosis múltiple y está diseñando partículas para combatir el virus del papiloma humano.

Los resultados fueron sorprendentes: el 56 por ciento de las ratas sobrevivieron. “Era muchísimo contra el 24 que tienen los quimioterápicos muy seleccionados. Las células morían. Pensé que podíamos subir el porcentaje. En la actualidad, tenemos un 90% de éxito”. El primer experimento en humanos lo realizaron en el año 2008 y la doctora Tessy lo describe como “una experiencia divina”. Hasta el momento han logrado alargar la vida de los pacientes con el Glioblastoma Multiforme (GMB). Trabajan con un neurocirujano que se encarga de quitar un tumor hasta donde pueda y después lo llenan de nanopartículas. “En los lugares más difíciles y en el tumor sólido, le pasábamos 'arrocitos' de nanopartículas, que medían cerca de un milímetro y los encajaba en el tumor. Después cerraba y observábamos. Todavía no hemos podido curar

La mitad contralateral de su cuerpo está paralizada. Aun así, ella continua siendo una científica activa. Probablemente es la única investigadora del mundo que trabaja desde su cama, que ella dividió en cinco partes: la UAM, Neurología, la UNAM, el Gea González y la Universidad de Guanajuato. Tiene una enorme pantalla de televisión que está conectada a una computadora, a través de la cual está en contacto con sus alumnos. “Desde aquí puedo darme cuenta por qué se equivocaron en una síntesis, los regaño como si fueran mis hijos, les pido los teléfonos de su casa, los busco por celular. Yo recibo un hijo cada vez que digo sí, soy muy maternal en el laboratorio, para bien y para mal. Pero todos están contentos porque no se van, ahí siguen”. Se autoproclama como una mujer discapacitada que hace ciencia. En sus ratos libres le gusta ver telenovelas y teleseries. Practica la natación, le encanta escuchar música medieval, clásica y disco. Y tiene una moto para discapacitados en la que sale a pasear a Perisur. Pero sobre todo, Tessy López Goerne es una mujer que disfruta cada instante de su tiempo. Desde una habitación, en donde la acompaña una muñeca vestida de blanco que tiene su edad, hace ciencia. Hay días que amanece con graves malestares, pero ella no se queja: sonríe, conversa, recibe con abrazos a sus alumnos y a los periodistas que llegan a preguntarle qué la inspira a seguir adelante. “Amo la vida porque en ella están mis hijos, me gusta el mar y el calor. Mi laboratorio es esencial, por mis venas corre la ciencia”, responde.

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LOS GENES DE LAS ALGAS AL SERVICIO DEL HOMBRE Por: JHOANA DÍAZ LARREA* Y ABEL SENTÍES GRANADOS*

l hombre utiliza más de 200 especies de algas con diferentes fines, y por ello, el estudio de su material genético ha despertado gran interés en la última década. Debido a su importancia económica, la ciencia ha echado mano de la biología molecular y la genómica para conocer y explotar de la mejor manera estos recursos. A continuación, algunos usos y beneficios de estudiar el ADN de las algas: Malteada y gelatina

Las algas que nos sirven de alimento son ricas en minerales y oligoelementos (calcio, hierro, yodo), también en fibras solubles (alginatos, carragenina, agar) y son fuente importante de aminoácidos esenciales, vitaminas A, C, E y B12, encontrándose en ambientes marinos y salobres fundamentalmente. A través del estudio de su genoma, como en el caso del alga roja (Chondrus crispus), se ha podido conocer cómo y cuándo producen sus biomoléculas, por ejemplo la carragenina que se utiliza en la industria de bebidas como la leche, y el agar que se emplea para hacer gelatinas. En diferentes sectores industriales, estos compuestos representan un volumen de negocio de cerca de 2,000 millones de dólares al año.

¿Sin filtro solar?

A raíz del cambio climático, numerosos científicos se han interesado en investigar cómo las algas pardas se adaptan a la luz ultravioleta y a la elevación de las temperaturas. La genómica, ciencia que estudia de manera integral los genes, ha permitido observar y conocer los mecanismos que el material genético de estas algas utiliza para sobrevivir en ambientes de estrés (condiciones extremas de salinidad, temperatura, luz, desecación, pH). Se sabe que las algas pardas producen compuestos que las protegen frente a la radiación ultravioleta, y enzimas que les ayudan a sobrellevar las adversidades del medio. Por otra parte, varias algas microscópicas ―como Emiliania huxleyi― tienen un genoma particularmente grande, el pan-genoma, el cual les ha servido para adaptarse a cualquier condición del mar en el que viven, desde latitudes cálidas a otras más gélidas. El "truco" de la microalga es su gran diversidad genética, que le ha conferido un enorme potencial de adaptación a diferentes medios. Gracias a la genómica se identificaron genes que le permiten sobrevivir en ambientes de escasos nutrientes y con elevados índices de radiación solar. Estas especies contrarrestan el cambio climático, pues a largo plazo absorben y fijan grandes cantidades de carbono de la atmósfera mediante la fotosíntesis. Los genes de las algas ofrecen indicios de que pueden estar involucradas en el ciclo de azufre a escala mundial, pues son capaces de producir un compuesto que puede influir en la formación de nubes y, por lo tanto, en el clima. El genoma, por así decirlo, es el disco duro de un organismo. Todas sus propiedades están codificadas allí.

* Investigador del Departamento de Hidrobiología, Área Ficología Comparada, UAM-I.


Si conocemos los datos de este disco duro, es posible aprender mucho acerca de lo que el organismo es capaz de hacer y cómo reacciona a las modificaciones de su medio ambiente. En el botiquín Los alcances de la genómica también han llegado a la industria farmacéutica, lo que ha permitido explorar los genes implicados en rutas metabólicas de las algas, de gran importancia en biotecnología, por su conocida actividad antiviral, antimicótica, antimalaria, antinflamatoria y anticancerígena. ¿Sustentable? El hombre ha utilizado aproximadamente 40 especies de algas como fuente de combustible ilimitada que pudiera sustituir al petróleo, pero el mayor reto para la comunidad científica es la producción en cantidades suficientes para cubrir la demanda mundial. De esto se encarga el campo emergente de la biología sintética, que aplica los principios de la ingeniería a los seres vivos. Su objetivo es manipular células para conseguir propósitos concretos, mediante la modificación y manipulación a voluntad del ADN. Los beneficios de este nuevo campo permitirán la creación de algas modificadas genéticamente, las cuales podrían ser utilizadas como fuente no solo de biocombustible, sino de biopetróleo y, a su vez,

lograr la reutilización a gran escala del dióxido de carbono, para la creación de un material plástico que pueda emplearse en los productos derivados del crudo. La generación de biocombustible a partir de algas es un campo poco explorado en nuestro país hasta la fecha. Sin embargo, grupos de investigación ―adscritos a diferentes universidades, como la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)― han trabajado en esta línea. El Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, mediante la modificación molecular de algas, ha desarrollado un método que serviría para producir etanol, biodiésel, plásticos biodegradables y en el futuro, biopetróleo. Es significativo el aporte realizado por el grupo de trabajo del Área de Ficología Comparada del Departamento de Hidrobiología de la UAM-I en el estudio de las algas y su ADN, pues se ha orientado a resolver problemas de clasificación e identificación de diferentes especies y de relaciones de parentesco, así como de genética de poblaciones, en colaboración con ficólogos internacionales de España, Brasil y Estados Unidos. Han desarrollado proyectos de investigación enfocados al estudio de la diversidad y relaciones filogenéticas de algas marinas con potencial farmacológico en las costas del Atlántico. Actualmente se desarrollan varias tesis de posgrado enfocadas a resolver problemáticas de macroalgas rojas y pardas de importancia económica. Se analizan también grupos de microalgas (fitoplancton) marinas y salobres en costas mexicanas, que son productores de sustancias tóxicas y causantes de mareas rojas, eventos que representan un peligro para la salud humana.


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EL EFECTO

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. an hristi austriaco fuente C r o p a os, co 1842 ico y físi uando un a nosotr nte. El n e c t , e o ón escrit r, matemá manifiesta en relaci ón a la fu se acerca al i e e c l u e to cto Dopp nómeno s ovimien os en rela ulancia q do respe trario, on m fe mb agu nm Este stá e nos move el de la a a es más e; por el c a es más e z u o o l nosotros ocido es e su siren se muev e la siren de presión d i n o d d on or o s no de s uand ncillo y c e el tono bulancia el sonido son onda gan may a c , n o bie o más se bimos qu do la am l tono d oras, que , y nos lle aleja, pas e i n a n n pl e ejem caso perc sirena cua alejando, ondas so s se acort ulancia s an más e e s d b e a r e t a a n l s a v m u o en e e la mism ncia se ntras e oscilaci ando la a , y éstas t idemos q e i m a l d u ras bu ,c olv ntr que tono la am ucede es istancia e embargo ones sono encia. No o d n n i s d ue cua o. ilac recu , la o; si . Lo q proximan nor tiemp re las osc es en la f or segund e v a an r t n g de gr , se a las en me tancia en variacio s ondas p e o r i d i a s a is de el hay ha e el ular más d ecir, nes d dad d das y afía vasc n o canti rario: hay ídos. Es d oscilacio e d e la ogr e o nt o tipo usa la ec células d d o lo co nuestros número d t a un par que iento de el ra licar edicina, ad de llega uencia es p d m i a i c v e o c vel ued la m l mo o la la fre r se p como en partir de alcular la ia cuand e l p p a , enc Do nc áreas íneo, cono ecto uede frecu El ef n muchas ujo sangu radares p ia en la l hombre ue e los ad e y los erenc del fl utilid estudio trol vial, dir la dif antes de q rciélagos n e u el para . En el co eras, al m ro mucho ler, los m . e e n p et sangr las carr coche. P por Dop colocació n l o e t e e i auto ebota en no descr vés de la e r ra onda ste fenóm izaban a t e I. il AMciera s ya lo ut es, U d a d e i n uman delfi las H Divu

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LOS ROSTROS DE LA CIENCIA EN LA UAM - I

JUAN CASTEINGTS: ANTROPÓLOGO, ECONOMISTA E HIDROCHILANGO

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a ciudad era hostil cuando llegó a cumplir su sueño. Los carros iban y venían por todos lados. Si se subía a un camión, no sabía dónde bajarse. Si caminaba por la calle, sentía que entraba en un verdadero laberinto del que difícilmente podía salir. No faltaba el capitalino mal encarado que se acercaba a quitarle algo porque le veía cara de provinciano. Juan Castaingts Teillery tenía miedo, pero más temor le daba no hacer realidad su anhelo de convertirse en economista. El joven hidrocálido, que vino al Distrito Federal en enero de 1961, ahora se declara hidrochilango. Su papá, Enrique Castaingts, fue un comerciante francés que llegó a Aguascalientes durante la guerra Cristera. Carmen Teillery, su mamá, era hija de un vasco francés, que había migrado a México antes de la Revolución para dedicarse a la minería. Cuando concluyó la preparatoria, su padre ya había decidido un futuro para él: quería que fuera contador y por eso le ordenó que se inscribiera en Contabilidad. Pero una vez inició la carrera en Monterrey, una materia llamada Economía le fascinó. “Me fui a Aguascalientes y le dije a mi papá: no quiero estudiar contabilidad, sino economía, y me voy a México. Me preguntó qué era economía, y no le supe explicar bien”. Se vino al Distrito Federal en 1961, cuando los estudiantes de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM estaban poseídos por el espíritu revolucionario. “Era la época de invasión de bahía de Cochinos y encontré a jóvenes haciendo cola para ir a pelear a Cuba”, cuenta. Empezó a usar traje y corbata en el tercer año de la carrera porque consiguió trabajo en el Banco Nacional de México. También fue ayudante del célebre economista mexicano José Luis Ceceña, que era su profesor de Teoría Monetaria. Trabajó después en la Presidencia de la República durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Por aquella época se casó con una joven llamada Esther Mejía, que era estudiante de Sociología en la UNAM. Los recién casados se fueron a trabajar a Yucatán en agricultura. Allí su carrera tomó un nuevo rumbo: se volvió antropólogo.

Juan Casteingts

Ya eran padres de una niña cuando Juan Castaingts y Esther Mejía viajaron a Francia para estudiar el doctorado en París. Asistió a las clases de Maurice Godelier, uno de los fundadores de la antropología económica francesa. También se inscribió en la cátedra que impartía Claude Lévy Strauss, uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX, con quien aprendió de antropología simbólica (el estudio de los relatos), tema que se convirtió en su línea de investigación. En el avión que lo trajo de nuevo a México traía un sueño: ligar la antropología con la economía, propósito que ha podido cumplir en la UAM. Considera que la economía necesita de la antropología porque tiene mucho de simbolismo. “Los economistas tienen dos carencias: han olvidado al ser humano como es, y lo definen a través de hipótesis que se hicieron en el siglo XVIII, pero ahora hay que cambiarlas”, asegura. Uno de los temas de investigación de este profesor distinguido de la UAM es el dinero. Asegura que para los economistas, el dinero es un poder de compra, mientras que para los antropólogos es un símbolo: de riqueza, de bienestar, de belleza, de estatus social. “El dinero desde esta perspectiva antropológica es el dios de la economía moderna. Dios en la teología católica es el principio y el fin de todas las cosas; y el dinero, en la época actual, es el principio y el objetivo de todo, nada se hace sin él”.

Divulgación de la Ciencia y las Humanidades, UAM-I.

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EL NACIMIENTO DE LA TELEFONÍA CELULAR

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Por: MIGUEL LÓPEZ GUERRERO*

oy en día la telefonía celular es un servicio indispensable en la vida diaria de muchas personas. Aunque podría suponerse que esta tecnología apareció hace cuatro décadas, en realidad su estado actual es el resultado de una evolución iniciada muchos años antes. Es interesante recordar que en 1946 empezó a operar en los Estados Unidos un «servicio de telefonía móvil», el cual utilizaba radioteléfonos que se instalaban en los autos de los clientes. Estos equipos se conectaban a la batería del vehículo y requerían de un peculiar proceso de operación. Después de prender el radioteléfono, había que esperar unos minutos a que sus bulbos se calentaran lo suficiente para empezar a utilizarlo. Después, se debía girar el selector de canales hasta encontrar uno donde no se escuchara una conversación (se suponía que un cliente no debería escuchar las conversaciones de otros, pero no había forma de evitarlo). Cuando se localizaba un canal desocupado, se presionaba un botón para comunicarse con una operadora, a quien se le daba el número telefónico al que uno se quería comunicar. La operadora en forma manual establecía las conexiones necesarias para lograr la comunicación y, finalmente, la llamada podía comenzar.

Los radioteléfonos eran grandes, pesados, poco eficientes y caros. Éstos ocupaban casi la totalidad de la cajuela de un auto y pesaban poco menos de 80 kilos. Sus bulbos consumían tanta energía eléctrica que cuando el equipo se encendía, las luces del auto se opacaban y su motor tenía que mantenerse encendido o la batería se descargaba. En cuanto a los costos, el radioteléfono se vendía en alrededor de 75,000 pesos y por el servicio se pagaba una renta mensual de 230 pesos; una llamada de solo tres minutos se cobraba a 55 pesos y la larga distancia podía aumentar otros 120 pesos (costos estimados a sus equivalentes actuales). Es increíble que alguien pudiera estar interesado en pagar por un servicio de estas características, sin embargo, en las ciudades en donde se ofreció ¡había listas de espera para contratarlo! Para proporcionar el servicio de telefonía móvil, se instalaba una antena en una torre de comunicaciones lo más alto posible en una zona céntrica y se transmitía con la máxima potencia permitida. Con esta única torre se podía proporcionar el servicio en una ciudad grande. Sin embargo, conforme más clientes contrataron el servicio, se empezó a ver que en horas pico con tan solo 250 usua-

* Doctor en Ingeniería Eléctrica. Investigador en el Área de Redes y Telecomunicaciones del departamento de Ingeniería Eléctrica, UAM-I.

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rios ya era muy difícil encontrar un canal disponible para hacer una llamada. Esto era porque una sola conversación entre dos personas acaparaba un canal en una región del tamaño de toda la ciudad. En 1947 se planteó la solución a este problema, que consistió en dividir la ciudad en zonas del tamaño de un vecindario, llamadas «células». Cada célula atendería a sus usuarios con su propia torre de comunicaciones, la cual sería de baja altura y transmitiría con una potencia pequeña para no interferir las llamadas en las células vecinas. Además, para evitar aun más las interferencias, las células vecinas no usarían los mismos canales. El único problema por resolver era lograr que la llamada de un usuario en movimiento no se perdiera cuando éste pasara de una célula a otra. En su inicio, éstas eran las características básicas de la telefonía celular. Sin embargo, a finales de ese mismo año, se inventaría el transistor y tendrían que transcurrir otros 26 años de investigación y desarrollo tecnológico para que Martin Cooper pudiera construir el primer teléfono celular y realizar la primera llamada en 1973. Una vez que Cooper mostró que era posible proporcionar servicios de comunicación con las ideas de la telefonía celular, las grandes compañías de telecomunicaciones empezaron a construir este tipo de redes. En pocos años la nueva tecnología fue ampliamente aceptada por el público en general y la oferta se vio sobrepasada por la demanda. Por ejemplo, para 1980, en los Estados Unidos había 120,000 usuarios y al menos otros 25,000 en listas de espera. En los años ochenta y noventa, las redes de telefonía celular se expandieron tan rápido que las estimaciones de crecimiento frecuentemente resultaron superadas por un gran margen. En 1980, un estudio de McKinsey & Company estimó que para el año 2000 se tendrían 900,000 usuarios, pero la cantidad resultante fue 120 veces más grande, de 109 millones. Esto es una muestra del éxito que la telefonía celular ha tenido, el cual continúa hasta nuestros días. Algunos es-

tudios indican que en el presente año, el número global de suscripciones excederá, por primera vez, la población total del planeta (esto es posible ya que algunas personas tienen contratados dos o más números). El éxito de la tecnología celular obedece probablemente a que ha sabido adaptarse a las necesidades del momento. En sus orígenes era principalmente una herramienta de negocios sumamente útil para las personas que requerían efectuar una conversación en cualquier momento y lugar. A mediados de los noventa, los teléfonos empezaron a incorporar funciones basadas en el procesamiento de datos, las cuales hasta ese momento solo estaban disponibles en computadoras (tal como la capacidad de consultar correo electrónico). Entonces surgió la necesidad de mejorar el diseño de las redes celulares que en principio se pensaron para efectuar conversaciones, pero no para transmitir datos. Alrededor del año 2000, los teléfonos empezaron a incorporar cámaras digitales con lo cual las personas ahora requerían enviar y recibir imágenes. Ésta y otras nuevas necesidades obligaron a las compañías de telefonía celular a mejorar sus redes, para hacerlas más rápidas y confiables. Cada rediseño ha dado lugar a lo que se conoce como una nueva generación. En un futuro podremos esperar que las redes y teléfonos celulares sigan evolucionando e incorporando características que hasta hace poco parecían de ciencia ficción. Ya no parece increíble que un teléfono pueda detectar cuando su dueño se encuentra en un teatro y automáticamente conmute a modo vibratorio. Tampoco parece muy lejano el día en que un teléfono pueda monitorear los signos vitales de su dueño y, en caso de algún problema, automáticamente realice una llamada a un servicio de emergencia. Las aplicaciones seguramente nos maravillarán en un futuro próximo.

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UN TENDERO CON ESTRELLA

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arece que vende sonrisas, pero no, esas las regala. Lo que sí vende son abarrotes. En el local 11, del mercado La Purísima, se puede ver a un hombre de baja estatura, pelo cano, lentes gruesos y una sonrisa perpetua que se le riega por toda la cara. Se llama Lauro Flores Jiménez, tiene 61 años y es el dueño de una colorida tienda que lleva el nombre de La Estrella. La Estrella brilla con luz propia en medio de 121 locales. La cabeza de Lauro Flores se pierde entre comidas, bebidas y útiles de aseo. Una vitrina lo separa de sus clientes, pero su alegre rostro lo acerca a las personas que llegan a comprarle desde un kilo de azúcar hasta un detergente embolsado. En ese reducido espacio, en donde escasamente alcanza a dar diez pasos, ha estado los últimos 30 años de su vida. Antes de ser tendero, trabajó como operador de trolebús durante 8 años. Al mercado La Purísima, llegó gracias a su tío. “Él era el dueño del local, como el lugar estaba decaído ya no quiso seguir y me traspasó los derechos”, cuenta Lauro. Su tío fue uno de los primeros locatarios. Empezó a vender abarrotes a finales de los años 50, cuando el mercado todavía era provisional y callejero, y los puestos estaban ubicados en lo que ahora es el Deportivo La Purísima. En 1966 se inauguró el mercado y los comerciantes fueron trasladados al nuevo edificio. Lauro afirma que desde que llegó, la plaza no ha cambiado, aunque el ambiente sí, ya que los mismos locatarios hacen peticiones a la autoridad, en este

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caso a la oficina de mercados, para solicitar un nuevo giro. “Cuando ven que un local está vendiendo bien, quieren cambiar de giro para hacer la competencia. A veces se los conceden sin tomar en cuenta a los que ostentan el mismo giro, entonces ahí se va deteriorando la amistad entre compañeros”. Ganarse a los clientes no ha sido problema para él. La clave, según afirma, es tener surtida la tienda, atender bien a la gente, dar precios cómodos y mantener el local lo más limpio que se pueda. Abre La Estrella faltando diez minutos para las ocho de la mañana y sólo la cierra hasta las siete de la noche. “Me gusta mi trabajo porque a pesar de que es un poco esclavizado, llevo una vida económicamente más desahogada, por lo menos no nos falta la comida en la casa”, dice. Lo que más le agrada de ser tendero es el trato con las personas. A su local llegan a diario sus “clientes de siempre”, por lo general, amas de casa, a quienes no reconoce por su nombre, sino por su cara. “Vienen y me piden: Don Lauro deme esto, deme lo otro”. Y aunque la competencia con los grandes supermercados es difícil, cree que la gente de Iztapalapa seguirá comprando en La Purísima porque “todos los productos de primera necesidad que se venden aquí, como abarrotes, carnicerías, tocinerías, cremerías, frutas y legumbres son más frescos que en un centro comercial”. El mercado La Purísima tiene 121 locales, cada locatario paga 2,400 pesos al año por el derecho de piso, cuenta con una guardería y permanece abierto 363 días al año. Solamente dos días no atiende al

público: el 25 de diciembre y el primero de enero. Estas son las únicas fechas en las que don Lauro descansa. El resto del año trabaja 11 horas diarias. Aunque a veces, cuando se siente agobiado, deja el local a cargo de una de sus dos hijas y “me voy a dar la vuelta con mi esposa al Zócalo, al cine o a la casa de algún familiar”. En La Estrella ha tenido momentos inolvidables, sobre todo en Navidad y en la fiesta de Reyes, cuando la gente se pelea por comprar en su tienda. Pero su peor día fue cuando empezó a circular un rumor: que los Zetas y la Familia estaban saqueando los locales de los mercados del Distrito Federal. Por primera vez, el mercado La Purísima cerró sus puertas en un día ordinario por temor a que los delincuentes fueran a robarlos. Por fortuna nada pasó. Al otro día, el mercado siguió siendo ese lugar que huele a frutas, verduras, carne cruda, a quesadillas, pambazos, tacos de mixiote, a chiles secos, a comida mexicana; donde los vendedores invitan a los visitantes a pasar a sus puestos con un: “Acá está lo bueno” o un “llévele llévele”. Ese mercado que Lauro Flores conoce como la palma de su mano, pues hace algún tiempo fue su secretario general y hasta trazó el croquis de la plaza, porque no solo es un tendero con estrella, sino también buen dibujante. Los clientes de La Purísima saben que en ese mercado cualquier cosa pueden comprar: comida, ropa, zapatos, perfumes, relojes. Pero en el local 11, las sonrisas son gratis, las regala Lauro Flores, el propietario de abarrotes La Estrella.

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EL PROTECTOR DEL HÍGADO

CIENCIA PARA TODOS SE LLAMA FACTOR DE CRECIMIENTO de hepatocitos. Es una proteína producida por el cuerpo humano que protege a capa y espada al hígado, y que desde hace más de diez años es estudiada por científicos de la UAM. Conocida como HGF, por sus siglas en inglés, esta proteína fue descubierta en 1984 en ratones. Veinte años más tarde, es decir, en 2004, ya era investigada en el Laboratorio de Fisiología Celular de la UAM Iztapalapa, con tanto éxito que en la actualidad los científicos buscan la manera de optimizar su producción en el cuerpo humano, pues se sabe que el HGF protege a los órganos y tejidos frente a agentes patógenos, y también los ayuda a regenerarse tras un daño ocasionado por enfermedad o traumatismo. El hígado es el principal generador de HGF; los pulmones y riñones también fabrican este factor de crecimiento, aunque en menor cantidad. La proteína se encuentra en nuestro organismo en niveles muy bajos, pero si se presenta algún daño se incrementa su producción general, para que nuestro cuerpo pueda defender a los órganos de enfermedades y acelerar el proceso de renovación celular después de alguna agresión. ¿CÓMO ACTÚA? Las drogas, los virus de la hepatitis B y C, medicamentos como el paracetamol que con frecuencia las personas ingieren para calmar el dolor de cabeza, dañan a las células del hígado. “El aire que respiramos en esta ciudad tan contaminada agrede al hígado, sin embargo, seguimos vivos porque este órgano tiene capacidad de regeneración a través del HGF”, asegura el doctor Luis Enrique Gómez Quiroz, titular responsable de esta línea de investigación del Departamento de Ciencias de la Salud, quien agrega que el principal aporte del Laboratorio de Fisiología Celular es haber observado que “el HGF induce un efecto antioxidante, siendo éste el principal mecanismo de protección”.

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El HGF es generado en el hígado por las células que no son parte de la función principal de éste, llamadas en su conjunto células no parenquimales, como las células endoteliales (que cubren los vasos sanguíneos), las células estelares (que fabrican elementos para la matriz extra celular) y las células de Kupffer (macrófagos residentes en el hígado), pero el factor no lo producen para ellas mismas sino para los hepatocitos. El HGF actúa a través de un receptor: el c-Met. El doctor Gómez Quiroz asegura que el Factor de Crecimiento de Hepatocitos y el receptor c-Met forman un dúo dinámico: “El uno no es nada sin el otro. c-Met es una proteína que está en las membranas de las células y descodifica la información que le lleva el factor, además ensambla la señal que va dirigida a los fenómenos de reparación, protección y proliferación”. Los investigadores de la UAM han observado que las funciones del HGF/c-Met son necesarias para evitar la gravedad de enfermedades como la cirrosis, la enfermedad hepática alcohólica, el daño por fármacos, el cáncer y la esteatosis. También se han observado efectos protectores a nivel pulmonar en un modelo de tuberculosis pulmonar progresiva, así como en pancreatitis. El grupo de científicos trata de encontrar la manera de intervenir terapéuticamente a los pacientes que se enferman del hígado debido a fallas en el HGF, para lograr que ellos puedan tener una respuesta benéfica. El Dr. Gómez Quiroz es optimista con respecto a la investigación. Hasta el momento únicamente se han realizado ensayos preclínicos en animales de experimentación, básicamente en ratones. Pronto se iniciarán ensayos clínicos, pero pasarán al menos diez años para poder aplicar la terapia en humanos de forma masiva. Mientras tanto, el equipo de investigadores encabezado por cinco profesores y doce alumnos de distintos niveles, trabaja para que en el futuro las enfermedades hepáticas, que ocupan el quinto lugar en el país, dejen de ser un problema de salud para los mexicanos.

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CIENCIA PARA TODOS

HONGOS ALIADOS DE LOS AGRICULTORES

ES DIFÍCIL PENSAR EN LA COMIDA mexicana sin limón. Para darle un toque especial a sus platillos, mexicano que se respete le pone unas cuantas gotitas de este cítrico a las ensaladas, al caldo de pollo, al adobo, a los frijoles charros, a los tacos, e incluso a una simple tortilla de maíz con aguacate y un poco de sal. Pero desde hace unos meses en el país hay escasez de esta apetecida fruta, lo que ha derivado en el aumento de su precio. La razón, entre otras cosas, es la presencia de una plaga del insecto conocido como “dragón amarillo”, procedente de Asia. Su nombre científico es Diaphorina citri Kuwayama, y en cierta etapa de su desarrollo se alimenta de la planta causándole un daño directo, sin embargo, indirectamente le ocasiona otro daño más grave, ya que cuando la muerde le transmite una bacteria que le provoca una enfermedad muy destructiva llamada Huanglongbing. En la agricultura se utilizan productos químicos para controlar a las plagas, pero a largo plazo, este método puede ir en contra del medio ambiente y de nuestra salud. Con el paso del tiempo las sustancias utilizadas se filtran en el suelo o son arrastradas por las corrientes de agua, hasta llegar a lugares lejanos y causar contaminación. Algunas revistas científicas han publicado artículos que hablan de una relación entre enfermedades crónico-degenerativas como el Parkinson y el uso de plaguicidas. La ciencia ha buscado la forma de controlar a las plagas de los cultivos con técnicas mucho más amigables con el medio ambiente, utilizando enemigos naturales de los insectos: hongos, virus y bacterias. Al igual que los humanos y otros seres vivos, los insectos se pueden enfermar a causa de microorganismos. A estos seres microscópicos que enferman a los insectos se les llama entomopatógenos.

En la UAM Iztapalapa, el Dr. Octavio Loera Corral, del Departamento de Biotecnología, y otros científicos, trabajan en aislar hongos de muestras del suelo o de plantas de cultivos que han sufrido de plagas, las cuales fueron aniquiladas de manera natural por algún hongo. Las muestras también las reciben de otras instituciones. Una vez que se obtienen estos microorganismos, el equipo de investigadores se da a la tarea de buscar la identidad de los hongos y de asegurarse de que sean estrictamente entomopatógenos, es decir, que no dañen a los seres humanos, ni a la misma planta, ni a otros animales, para así poder utilizarlos en el control de plagas de insectos. Las semillas de los hongos entomopatógenos estudiados, llamadas esporas, se asperjan en los cultivos dañados, con la idea de que caigan sobre los insectos y se peguen a su cutícula para iniciar la infección. Luego de un tiempo, los hongos perforan al insecto con ayuda de unas enzimas que van degradando esta capa exterior. El hongo entra en el organismo del insecto y lo usa como sustrato para crecer, es decir, se lo come. A esto se le llama control biológico de plagas. La UAM forma parte de una red muy activa en este sentido. Envía muestras de hongos al Centro Nacional de Referencia de Control Biológico, ubicado en el estado de Colima, donde trabaja el Dr. Roberto Montesinos, egresado de esta casa de estudios. En el Distrito Federal se trabaja para aislar hongos que ayudan a los agricultores de Xochimilco, Cuajimalpa y Milpa Alta, entre otras zonas del Valle de México. No hay que olvidar que los microorganismos, como los hongos entomopatógenos, son parte de la riqueza de la biodiversidad de nuestro país.

Divulgación de la Ciencia y las Humanidades, UAM -I.

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¡ABUELA FILOMENA, TIENES QUE HACER ALGO, TUS PLANTAS SE ESTÁN LLENANDO DE ÁCAROS Y HORMIGAS! ¡SE VAN A MORIR!

RECETA DE LA ABUELA

¿QUÉ VAS A HACER?

FILOMENA FILOMENA

LA MEJOR MANERA DE CONTROLAR LOS ÁCAROS ES DISOLVER DOS CUCHARADAS ¿CUÁNTOS RALLO, DE JABÓN LÍQUIDO ABUELA?PARA TRASTES EN MEDIO LITRO DE AGUA.

JORGE FIGUEROA

LAURA JOSEFINA PÉREZ MARÍA DEL CARMEN HERRERA DIMAS MEJÍA

¡TRANQUILA! TODO TIENE SU CIENCIA.

DIBUJO Y COLOR: AVELINO

ESTA MEZCLA SE ROCÍA EN LAS HOJAS POR LOS DOS LADOS.

¿Y QUÉ VAS A HACER PARA ESPANTAR A LAS HORMIGAS?

PODEMOS APLICAR DE NUEVO, PERO HAY QUE OBSERVAR QUE NO SE DAÑE LA PLANTA.

VAMOS A ESPOLVOREAR CANELA MOLIDA,PORQUE A ELLAS LES DESAGRADA.

¡!

¡!

H

SWIS

POR EJEMPLO, CUANDO VENGAS A VISITARME, PUEDES TOMAR OTRO CAMINO, ESTO HARÁ QUE TU ATENCIÓN Y TU MEMORIA MEJOREN PORQUE VERÁS NUEVOS ESCENARIOS.

BZZZZZ

MIRA ABUELITA, LAS HORMIGAS YA NO VIENEN POR AQUÍ, CREO QUE TU RECETA DE LA CANELA RESULTÓ.

H

TE LO DIJE: TODO TIENE SU CIENCIA.

SWIS

DEBES HERVIR UN LE HARÁ BIEN APUÑADO DE CLAVOS DE OLOR Y MEZCLARLO CON EL NUESTROS SESOS. JUGO DE CINCO PRUÉBALA. LIMONES.

ABUELITA, DAME TAMBIÉN UNA RECETA PARA ALEJAR A LOS MOSQUITOS, MIRA, ¡ ESTOY LLENA DE PICADURAS POR TODO EL CUERPO !

FIN

SNIFF... ASÍ PODRÁS DORMIR PLÁCIDAMENTE TODA LA NOCHE.



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