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Si esto es un hombre Comentarios de imágenes inspirados en la lectura de la obra de Primo Levi y en la película “La zona gris”
María Abenia, Nuria Antón, Ana Cristina Santiago, Víctor Sáez, David Fuentes , Ana Lahoz, Germán Arcos, Noelia Montes, María Pérez
Hola amigo: En esta imagen puedes ver a algunos prisioneros de un campo de concentración, llama la atención el estado en el cual se encuentran, lo escuálidos y débiles que aparentan y deben ser. Como todos, tienen la cabeza bien rapada, con muy poco pelo. También llama la atención que, como ya leímos en el libro, tienen que dormir con la escudilla en la cabeza para que no se la quiten mientras duermen y así la utilizan de almohadón rodeándola de alguna tela ya que no tienen otra cosa. Como sus condiciones de vida eran tan pésimas, dormían muy apretados y con muy poca distancia de una litera a otra. Además las literas estaban hechas de madera, imagínate lo incómodo que debía ser no tener un colchón, y tan solo poseían un manta fina para protegerse del frío. Aquí al ser todo tan oscuro ya te transmite esa sensación de crueldad y brutalidad que ya lo hacía el libro. Un saludo María Abenia (4º A)
Esta imagen nos muestra a un hombre enseñando su brazo en el que tiene tatuado un número: 69673. El número tatuado se realizó en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra mundial. Cuando llegaban nuevos prisioneros, les tatuaban un número para identificarlos; durante su estancia en el campo de concentración, estos perdían su nombre y para todo eran identificados y llamados según el tatuaje de su antebrazo. El numero servía para conocer la procedencia del individuo, si era o no judío, en ocasiones para conocer el motivo de su estancia allí, si eran presos políticos, criminales, homosexuales, y dependiendo de la cifra, para conocer cuánto tiempo llevaba en el campo según si ésta era más o menos elevada.
Nuria Antón (4º A)
Este es mi Block, mi barracón. Aquí dormimos, apilados como ratas, compartiendo litera de dos en dos o de tres en tres, cada noche, las pocas horas que podemos hacerlo. El olor que se crea por las noches al juntarse el de los sudores de más de 100 hombres es nauseabundo, pero me he ido acostumbrando, como a todo. Acostumbrarnos es lo único que nos queda. Por las noches nos vemos obligados a orinar en pozales. El último que lo llena es el encargado de vaciarlo, con lo cual hay que agudizar el oído para saber cuándo no es conveniente hacer uso de él. Por las mañanas, con el toque de campana, el despertar es agitado. Nos levantamos muy rápido, nos vestimos y salimos corriendo a la plaza de la Lista para comenzar la jornada. Entre los pertenecientes a mi Block hay poca relación. Aquí es difícil mantener relación con alguien sin que haya intereses de por medio. Ana Cristina Santiago (4ºA)
Ayer estuve en Auschwitz, y pude observar una de las puertas que más terror provocó durante los años del régimen nazi. Quién diría que en los apenas cinco años que estuvo en funcionamiento este campo de concentración, fueron asesinadas en su interior entre 1,5 y 2,5 millones de presos. Pero además de la terrible historia que ella encierra, lo más peculiar de esta imagen es la frase que preside la entrada escrita en alemán, "Arbeit macht frei", que en español significa "el trabajo te hace libre". Con ella el régimen nazi demuestra su gran desprecio hacia las victimas de su locura sin sentido, no conformándose con masacrarlas de manera sistemática, sino que además se burlaban de ellos prometiéndoles una libertad que no existía, porque su único destino era la muerte. Victor Sáez (4º B)
Que mejor manera de simbolizar la locura del genocidio nazi, que mostrando uno de los métodos que usaron para intentar la supremacía de su raza aria sobre el resto; éste no era otro que la construcción de campos de exterminio. Aquí podemos observar como los sonderkommandos se encargaban de quemar en fosas crematorias a otros judíos, que podían llegar a ser familiares suyos o conocidos. Estos sonderkommandos eran grupos especiales que se encargaban del contacto con los judíos bajo la dirección de las SS, eran los encargados de todo el proceso de exterminio durante 3 o 4 meses, tras los cuales eran asesinados. Lo que más me sorprende es la perfección y crueldad de la táctica nazi, que conseguía deshumanizar tanto a las personas que eran capaces de hacer estos trabajos tan penosos, sabiendo que al cabo de no mucho tiempo, ellos iban a ser también pasto de las llamas. Victor Saez (4º B)
Podemos observar un montón de zapatos mezclados. En la entrada del campo, los guardias les obligaban a desnudarse haciendo hincapié en que colocaran la ropa ordenada y colgada en perchas, junto a los zapatos, quizás una muestra del “humor negro teutónico”. Acto seguido algún Sonderkomando barría los zapatos y los mezclaba ante la atónita mirada de los presentes que no comprendían cómo los iban a reconocer después. Con otro gesto de crueldad, les decían que entraran a unas duchas para asearse si bien su destino iba a ser otro bien distinto. Los zapatos, serían almacenados para su uso por los presos del lager, teniendo en cuenta que al estar mezclados sería casi una lotería conseguir dos del mismo tamaño. David Fuentes (4º C)
En esta imagen podemos observar a un padre con sus hijos y a cuatro personas más, por detrás, que posiblemente sean parte de su familia. El padre lleva la estrella de David, que identificaba a los judíos, por lo que debían de estar en un gueto o en algún campo de concentración. Se puede observar sus caras de preocupación, miedo y tristeza, ya que en aquellos momentos, posiblemente, no sabían lo que les iba a pasar. Casi con toda seguridad podemos decir que separaron al padre de sus hijos y muy posiblemente, ya no se volvería a ver. La imagen muestra la falta de compasión y la crudeza hacía miles de familias. En ocasiones, algunos de los que trabajaban en los crematorios tuvieron que quemar los cadáveres de seres conocidos, incluso de sus propios familiares. David Fuentes (4º C)
Esta imagen esta cogida desde un punto de vista exterior al campo ya que podemos observar en primer plano las rejas. Tras las rejas observamos a decenas de hombres que están cavando unos metidos en una zanja y otros arriba de la zanja. Van todos vestidos con un traje de rayas y con un gorro que es el uniforme que tenían que llevar en el campo. Están todos muy delgados debido a las duras condiciones de los campos. Esta imagen se asocia con el libro cuando habla Primo Levi tenía que cavar una zanja con su Kommando, también se asocia con el libro con el trabajo ya que representa que están trabajando y muestra lo duro que era y en las duras condiciones que se realizaba, todos amontonados , en condiciones insalubres, además eran trabajos muy duros que requerian mucho esfuerzo y energía y debido a esto enfermaban rápidamente provocando muchas veces su muerte ya que si no morían en el Ka-Be , morían en el crematorio ya que allí eran llevados los más débiles. Esta imagen provoca odio y frustración al ver que personas son tratadas como animales, ya no tienen la condición de hombres, ni siquiera de esclavos y de cómo hay gente que ha podido hacerles eso y peor, que nadie les ayude que les dejen ahí como si fueran monstruos, seres que no tienen derecho a la vida. Ana Lahoz (4º A)
Esta es una cámara de gas en la que los nazis mataban a los prisioneros seleccionados que ya no les parecían útiles. La muerte era producida por intoxicación con el gas Zyklon B. Para evitar la rebelión, los nazis decían a los prisioneros que iban a unas duchas y que después recuperarían toda su ropa. Además, las cámaras estaban camufladas de tal forma que verdaderamente parecieran duchas, ya que había tuberías en las paredes, aunque dichas tuberías no estaban conectadas al agua. En el proceso de gaseamiento, una vez habían tranquilizado a los prisioneros, los Sonderkommando y las SS salían de la cámara . Una vez se cerraba la puerta, se vertía Zyklon B por las tuberías y observaban a través de un cristal en la puerta. Una vez muertos, los Sonderkommando transportaban los cuerpos hasta el crematorio y los incineraban. Germán Arcos (4º A)
Esta imagen fue tomada en el campo de concentración de Auschwitz, construido por el régimen de la Alemania nazi. En ella, se puede observar un convoy con miles de prisioneros que habían sido detenidos y desalojados de sus casas, que llegan al campo con sus pertenencias y enseres personales. A la izquierda, se puede observar la gran alambrada que rodeaba todo el campo y también las chimeneas de los hornos crematorios, donde una vez muertos, los cadáveres se quemaban. Una vez llegaban, les clasificaban según sexo, edad y estado de salud, y a los que consideraban que no eran útiles, mediante engaños, les conducían a las duchas o cámaras de gas, donde eran exterminados. Afirma Primo Levi en su libro Esto es un hombre : "En menos de 10 minutos todos los que éramos hombres útiles estuvimos reunidos en un grupo. Lo que fue de los demás, de las mujeres, de los niños, de los viejos, no podíamos saberlo ni entonces ni después: la noche se los tragó pura y simplemente". Esta imagen a nivel moral nos trasmite tristeza y melancolía ya que sabemos lo cerca que tenían la muerte. Noelia Montes (4º A)
En la imagen podemos ver las diferentes categorías de los presos de Auschwitz. Los prisioneros judíos eran la mayoría y se identificaban con una estrella de David amarilla cosida en la ropa. Vivían en las peores condiciones en el campo, junto con los prisioneros asociales, que era sobre todo gitanos y llevaban un triángulo marrón. Los presos homosexuales, todos alemanes, eran una minoría, como los Testigos de Jehová, que llevaban un triángulo morado cosido. Los prisioneros políticos llevaban un triángulo rojo y vivían mejor que todos los presos nombrados anteriormente. Los presos criminales ocupaban cargos altos en el campo de concentración. Mandaban a los demás presos ya que solían ser alemanes y eran muy crueles.
María Pérez (4º C)