Todo centelles para issuu

Page 1

TODO CENTELLES

Agustì Centelles comentado

David Barrado, Ramón Jiménez, Alejandro del Castillo, María Marín, Jorge Rández, Marta Gonzalo, Miguel Gimeno, María Sobaberas, Marta Espinosa, Sara Argón, Elena Ramón, Daniel Vilas, Irene Gilaberte, Marina Rodríguez, Ana Sierra, Laura Moreno, Paula Calleja, Samuel Rodrigo, Jorge Fernández, Víctor Sáez, Jorge Beltrán, Jaime Magallón , Rocío Bouzagou y Sara Arnal.


BARCELONA, 19 DE JULIO DE 1936. Tres guardias de asalto detrás de una barricada de caballos. Porque la he elegido: He elegido esta foto porque me impacto en el momento en que la vi, ya que la barricada de los tres hombres que están en posición de disparar está formada por los cuerpos de algunos de los caballos muertos. Además me pareció que sería una buena foto de la cual podría sacar información. Contexto histórico: El 18 de julio de 1936 en Barcelona se planeo un golpe de estado de los sublevados contra la república liderado por Manuel Goded. Su plan era que los 5000 soldados, aproximadamente, que había en los diferentes cuarteles de la periferia de la ciudad convergieran sobre la Plaza de Cataluña. Suponían que, después de esto, sería fácil dominar la ciudad.


Los rebeldes esperaban, a lo largo del día 18, quien debería liderar la sublevación en Barcelona en concordancia con los demás jefes facciosos. El 19 de julio aún sin contar con la presencia del general Goded, los rebeldes de Barcelona dirigidos por el comandante López Amor salieron a las calles barcelonesas al lanzándose primero el Regimiento de Infantería N° 13 a ocupar los puntos claves de la ciudad. Poco después se les unieron el Regimiento de Caballería de Montesa y el Regimiento de Dragones de Santiago, todos dirigidos por oficiales sublevados. Se les unió también una batería del 7° Regimiento Ligero de Artillería. Una columna de infantería, al mando de López-Amor, llegó hasta la Plaza de Cataluña y se hizo con el edificio de la Telefónica mediante una estratagema, pero no pudo hacer nada más. Los oficiales que dirigían la rebelión fueron incapaces de ejecutar su plan cuando se encontraron con la fuerte resistencia de las fuerzas de seguridad y las milicias obreras. Para esas horas, grupos de Guardias de asalto y de milicianos de la CNT ya esperaban la rebelión y se les habían unido militantes del POUM y del PSUC. Ante ello, las tropas sublevadas afrontaron desde el primer momento feroces combates callejeros, y pudieron tomar algunos puntos estratégicos de la ciudad. Sin embargo, estos no constituían más que una serie de puntos aislados entre ellos, puesto que se encontraban bloqueados por barricadas y situados demasiados lejos los unos de los otros como para poder ayudarse entre sí. La plaza de Cataluña quedó cubierta de caballos y hombres muertos. Hacia el mediodía, los militares rebeldes habían perdido el control de algunos de los edificios que habían conquistado y su dominio se extendía apenas ya a un par de edificios. A estas alturas la lucha parecía estancada, siendo inviable para Goded y sus hombres vencer a las milicias obreras y dominar la ciudad. A las dos de la tarde, cuando parecía obvio que los rebeldes no podrían vencer, la Guardia Civil se puso del lado de la Generalidad y se lanzó a la calles para socorrer a las milicias, rompiendo el equlibrio en contra de los sublevados. A las once de la mañana el general Manuel Goded llegó al puerto de Barcelona. Fue a recibirle el Coronel Jacobo Roldán, quién le dijo que los soldados estaban luchando bien. Rápidamente se dirigió al viejo edificio de la Capitanía General, donde arrestó y depuso al general Francisco Llano de la Encomienda, jefe de la 4ª División Orgánica, que aún seguía fiel a la República. Pero no consiguió inculcar suficiente valor a sus hombres ni convencer a la Guardia Civil para que se rebelara. La situación de Goded no mejoró y al atardecer fue asaltado el edificio de la Capitanía General, el cual Goded había convertido en su cuartel general y fue tomado después de unos cuantos cañonazos. El puerto y sus instalaciones estaban situadas junto a la Capitanía y también cayeron. Goded fue capturado y se le hizo radiar un llamamiento a sus seguidores en el que, en un tono digno aunque derrotado, les pedía que depusieran las armas. El 20 de julio seguían los combates en algunos puntos, aunque los sublevados tenían la batalla perdida. Al atardecer de ese día, el alzamiento ya había sido plenamente dominado. El Cuartel


de San Andrés, el principal arsenal de Barcelona, se rindió a los anarquistas durante la noche y dejó en sus manos unos 30.000 fusiles. Descripción: En la foto se puede observar una barricada en la que se protegen unos hombres armados – guardias de asalto- con fusiles. Encima de la barricada formada por cuerpos de caballos muertos se observa un casco, del cual se ha dicho que era un “trofeo de guerra” cuando en realidad los guardias de asalto llevaban doble equipamiento – la gorra y el casco - . Esta “instantánea” fue tomada junto con una serie de otras veinte en el espacio de una hora. Sabemos que esta foto no fue tomada en tiempo real sino que una vez acabados los combates cuando los guardias de asalto “posaron” para Centelles que consiguió convertir este momento en un símbolo de la lucha del pueblo contra el fascismo, contra los golpistas que se habían sublevado Encuadre original de Centelles

Otra instantánea de los mismos hechos

Valoración: Esta es una de las fotografías más famosas tomadas por Centelles y aunque no sea una “instantánea” refleja lo que ocurrió. A mí me parece que representa bastante lo que fue el 19 de julio de 1936, el enfrentamiento del pueblo “en armas” frente al ejército sublevado contra el legítimo gobierno de la II República española. David Barrado Sanz, 4º A He elegido esta fotografía llamada "Los caballos de Centelles" porque es muy impactante a la vista, muestra lo horrible que fue la guerra civil y que fue muy sangrienta, además la imagen muestra bastante información sobre cómo eran las confrontaciones que había entre un bando y otro, a pesar de la brutalidad de la imagen, ya la habían preparado, el fotógrafo hizo un pacto con la guardia de asalto, que cuando estuviera toda la calle limpia y despejada haría la foto y así fue, también quiero añadir que esta es una de las fotos más conocidas de la guerra civil. Esta imagen fue tomada el 19 de julio de 1936, al día siguiente del golpe de estado. Se había librado un combate decisivo. Tropas leales, compuestas por agentes de seguridad y paisanos, habían detenido el avance de una agrupación de 70 hombres, del regimiento de Artillería Ligera


núm. 7, procedente del cuartel de San Andrés. Tenían por misión enlazar con las tropas de infantería que ocupaban desde la madrugada la plaza de Catalunya y, desde allí, descender por el Portal de l’Angel y Laietana, para ocupar los edificios de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume. Sobre las 11 de la mañana fueron sorprendidos por un pequeño grupo de guardias y civiles a la altura de la calle Bruch. Al oír los disparos, acudieron compañías de Guardias de Asalto desde la Comisaria de Laietana y desde la plaza de Catalunya. Los militares lograron avanzar hasta Pau Clarís. Allí consiguieron montar una de las piezas para cañonear la Comisaría. No se sabe si efectuaron esos disparos o no. Fueron cercados entre Llúria y Clarís y hostigados desde las azoteas de algunos edificios. El combate duró dos horas y se produjeron numerosas víctimas, entre ellas, los mandos de Artillería. Algo más tarde de la una, los guardias de seguridad y milicianos tomaron al asalto las posiciones rebeldes. Se hicieron con los cañones y numerosos prisioneros. Esta imagen muestra a 4 hombres armados 3 de ellos cubriéndose sobre tres caballos que aparentemente están muertos, uno de esos tres hombres está apoyado sobre el caballo que está más arriba, los 4 hombres están apuntando con sus armas hacia el frente pero como la foto es de perfil derecho se ve que están mirando hacia la derecha, los tres caballos están amontonados uno encima de otro, los tres hombres que están cubriéndose en los caballos van con su uniforme oficial de guardias de asalto mientras que el otro hombre se ve que es un civil porque no lleva uniforme de militar ni de policía, sino de ciudadano, los tres guardias de asalto llevan tres fusiles y el civil un revólver, lo que más destaca del uniforme de los 3 guardias de asalto y lo que los hace más llamativos es que llevan un gorro y además llevan un casco en la mano, ellos eran la resistencia junto con los ciudadanos que se unían al combate contra los sublevados. Esta imagen me ha transmitido lo dura y cruel que puede ser una guerra, incluso más si se trata de una guerra civil, también la imagen es un símbolo de la guerra, todo vale en el campo de batalla y la frialdad de los combatientes se hace notar ya que no dudan en ningún momento en matarse, y tampoco les preocupa los animales ni los que no combaten, la imagen de los caballos refleja que con tal de sobrevivir se cubrían hasta en los propios animales o en lo que hiciera falta y eso quiere reflejar centelles en la fotografía. RAMÓN JIMÉNEZ MEDINA, 4º C


BARCELONA. Plaza de Cataluña. Domingo, 19 de julio de 1936. Después de las 16:00 horas. Aspecto del centro de la plaza de Cataluña al finalizar los combates; al fondo, la esquina con la Rambla y calle Pelai.

1.- ¿Por qué la he elegido? Me parece que esta fotografía describe perfectamente la situación vivida en la Guerra Civil, lo cruel que fue y la cantidad de muertos que hubo. Lo que más me llamó la atención en el momento de elegirla fueron los cuerpos de los combatientes y de los caballos tendidos sobre la plaza, transformada en un verdadero campo de batalla. Sin duda, esta imagen nos aporta información valiosa sobre el ambiente que había en las calles de la Barcelona de 1936, y el aspecto que sufría la plaza de Cataluña en esos momentos. Esta imagen hace referencia a las luchas que tuvieron lugar el 19 de julio de 1936 en Barcelona. La capital de la región catalana había sido un tradicional bastión del republicanismo español desde el siglo XIX. En Barcelona, los oficiales afectos al alzamiento habían logrado reunir una gran fuerza. En la tarde del 18 de julio, los jefes de la Generalidad catalana habían negado la "entrega de armas al pueblo" (sindicatos) por el temor a un estallido de violencia. Aún sin contar con la presencia del general Goded, los rebeldes de Barcelona dirigidos por el comandante López Amor salieron a las calles la madrugada del 19 de julio, con el fin de ocupar los puntos claves de la ciudad.


Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:VictorHurtado-LaSublevacion-Bcn1.jpg

Una columna de infantería llegó hasta la Plaza de Cataluña y se hizo con el edificio de Telefónica mediante una estratagema, pero no pudo hacer nada más. Los oficiales que dirigían la rebelión fueron incapaces de ejecutar su plan cuando se encontraron con la fuerte resistencia de las fuerzas de seguridad y las milicias obreras. Ante ello, las tropas sublevadas afrontaron desde el primer momento feroces combates callejeros, y pudieron tomar algunos puntos estratégicos. Sin embargo, éstos no constituían más que una serie de zonas aisladas entre sí, y los refuerzos de las tropas del comandante López Amor no podían montar su artillería, por lo que la lucha continuó. La plaza de Cataluña, como se puede observar en la fotografía, quedó cubierta de caballos y hombres muertos.


Hacia el mediodía, los militares rebeldes habían perdido el control de algunos de los edificios que habían conquistado, y su dominio se extendía apenas a un par de edificios. A estas alturas, la lucha parecía estancada, y resultaba imposible para Goded y sus hombres vencer a las milicias obreras y dominar la ciudad. A las dos de la tarde, cuando parecía obvio que los rebeldes no podrían vencer, la Guardia Civil se puso del lado de la Generalidad y se lanzó a la calles para socorrer a las milicias, rompiendo el equilibrio en contra de los sublevados. Goded fue capturado y se le hizo comunicar por radio un llamamiento a sus seguidores en el que, en un tono digno aunque derrotado, les pedía que depusieran las armas, al igual que había hecho Companys durante los sucesos de 1934. En esta fotografía se puede ver el aspecto de la plaza de Cataluña el 19 de julio de 1936. Un ambiente hostil, con caballos y hombres muertos tras el combate. En primer plano, un vehículo de motor (quizá un Ford Victoria modelo 1930), que seguramente pertenezca a una persona importante o con influencia política. Vemos que el coche tiene la puerta entreabierta y la ventanilla abierta por completo, lo que nos propone la siguiente interpretación: los cadáveres que se encuentran a su lado probablemente irían montados en ese vehículo, y resultarían muertos tras un ataque producido por el bando enemigo. No se aprecia ningún arma al lado de los fallecidos, lo que reafirma la hipótesis de que fueran asesinados. Se pueden ver también los cuerpos de unos caballos en el centro de la plaza. Al fondo, se puede intuir la esquina entre la Rambla y la calle Pelai, con los edificios antiguos y abundante vegetación. Centelles hizo esta fotografía con el objeto de mostrar los desastres de la guerra civil. No obstante, como republicano que era, esta imagen supone el orgullo de una batalla ganada. Gracias a las fotografías de Centelles, hemos podido ver como era la realidad de la época, y sus interpretaciones han aportado importantes datos históricos. Esta fotografía me ha transmitido lo fatídica que puede llegar a ser una guerra, enfrentando a la población de un mismo estado, y la cantidad de muertos que puede llegar a causar. Pero sobre todo, me ha hecho ponerme en la piel de los hombres, mujeres y niños que han vivido durante ese periodo de guerra y postguerra, sufriendo todas las consecuencias. Bibliografía:


http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_julio_de_1936_en_Barcelona http://moncayo.unizar.es/unizara/actividadesculturales.nsf/2841b4a151d2c840c1256cf30069329f/192cc41b90bff404c1257bf6002dd226/$F ILE/dossier%20prensa.pdf http://es.wikipedia.org/wiki/Llu%C3%ADs_Companys http://almunecarg.blogspot.com.es/2012/04/fotografia-con-historia-los-caballos-de.html http://www.inmemoriamagusticentelles.org/

Alejandro del Castillo Buey, 4ยบ A


BARCELONA .La Rambla . Viernes, 28 de agosto de 1936 . Entre las 16:00 y 17:00 horas Un miliciano de la columna Los Aguiluchos, acompañado de su familia, se dirige hacia la estación del Norte para integrarse en el frente de Huesca.

He elegido esta imagen por su poder evocador ya que me ha parecido una imagen bastante conmovedora, y me asombra que en esta época, solo son unos años atrás, los hombres tenían que dejar todo lo que tenían para ir a la guerra. Y también porque aporta información muy valiosa sobre cómo era el ambiente que se vivía en esos momentos de despedida en los cuales los hombres por una parte iban contentos a defender a su patria pero por otra parte quedaba la tristeza y el miedo de las familias por no saber si se volverían a ver. En esta imagen podemos observar que nos encontramos en La Rambla en Barcelona. Pertenece al día 28 de agosto de 1936, sobre las 16:00 y las 17:00. Cuando un grupo de milicianos de la columna de los Aguiluchos se dirigen a la estación del Norte para integrarse en el Frente de Aragón que existió desde julio de 1936 hasta la primavera de 1938, cuando la Ofensiva de Aragón provocó la retirada del Ejército Republicano del territorio. Durante el Golpe de Estado en España del 19 julio del 1936, hubo un único general jefe que ordenó la detención en Zaragoza de muchos dirigentes de los partidos republicanos y las organizaciones obreras (aunque algunos consiguieron escapar). En el resto de las poblaciones importantes sólo Jaca ofreció resistencia al golpe gracias a un grupo de guardias civiles leales, mientras que las otras dos capitales aragonesas, Huesca y Teruel, también cayeron bajo el control de los sublevados. Así Aragón queda dividida en dos franjas norte-sur, una occidental dentro de la zona sublevada y otra oriental que los sublevados no logran controlar y que permanecerá en la zona


republicana, gracias a que, diversas columnas, en su mayoría integradas por milicianos de la CNT, intentan recuperar Aragón y fundamentalmente Jaca, Huesca y Zaragoza. El frente de combate permaneció estabilizado durante el invierno 1936-1937 con algunas pequeñas variaciones territoriales. Durante las llamadas "Jornadas de Mayo", en Aragón unidades anarquistas se fueron concentrando en Barbastro con la intención de atacar la capital catalana, aunque al final permanecieron en sus posiciones Pero algunas unidades pensaron en abandonar el frente hasta que el comandante de la aviación republicana en Aragón las amenazó con bombardearlas. En cuanto al análisis de la fotografía, se trata de una imagen en blanco y negro, tomada por Agustí Centelles i Ossó. Esta fotografía está tomada en Barcelona, concretamente en La Rambla. Podemos observar a bastantes personas la mayoría de sexo masculino, vestidos con ropas viejas y armas que se dirigen hacia la estación del Norte para integrarse en el frente de Aragón. En esta imagen lo que más podemos apreciar son las tres personas que se encuentran en el centro de la imagen, observamos un hombre, una mujer y un bebe. Deducimos que la mujer acompaña al hombre hasta la estación para despedirse de él. Podemos decir que esta familia pertenece a una clase social media-baja por la manera de vestir etc. También deducimos que no están pasando por su mejor momento ya que por las caras, se nota que hay tristeza y angustia; el hombre tiene que dejar todo para irse y la mujer arreglárselas para seguir adelante ella sola con el bebe y encima en la situación que se encuentra el país. Siempre me han fascinado esas antiguas y trasnochadas fotografías. Es innegable que una imagen fotográfica, que refleja hechos recientes del pasado, nos traslada a épocas anteriores y situaciones diferentes. Las fotografías así generan nostalgia. Esas imágenes, nos permiten volver a ver un fragmento del pasado congelado en el tiempo, observar cómo se vivía en esos tiempos, las adversidades que te presentaba la vida, los objetivos que tenían y sobre todo la valentía de tener que dejar todo para empezar una nueva etapa de tu vida, una etapa en la que podías vivir o morir, La Guerra. Esta imagen me ha sorprendido bastante, ya que yo creo que ahora si entráramos en Guerra, con lo absorbido que esta el mundo con las nuevas tecnologías muy pocos sobreviviríamos y muy pocos hombres tendrían la valentía de dejar todo e ir a luchar por su patria. A mi particularmente esta fotografía me aporta información sobre la Guerra Civil y el Frente de Aragón ya que son acontecimientos que desconocía y me han parecido curiosos y muy cercanos a mi entorno. En general todas las fotos de la exposición me han permitido volver atrás en el tiempo y así conocer una de las partes más importantes que sucedieron en Aragón. María Marín Lacambra, 4º C


BARCELONA. Estación del norte. Viernes, 28 de agosto de 1936. 17:45 horas. Milicianos de la columna Los Aguiluchos saludan desde las ventanillas del vagón en el momento de su salida hacia Lérida, para integrarse en el frente aragonés.

He escogido esta foto principalmente por la primera impresión que me provoco, tiene un gran poder evocador, ya que se ve el momento en el que los hombres de esta columna se despiden en el tren que va a salir de la estación y en sus caras se ve felicidad a pesar de que van a luchar contra el ejército nacional en una dura batalla apoyando al Frente Aragonés. De todas las fotos de la exposición esta me pareció la más interesante por el momento que representa. El pie de foto nos dice que este grupo de hombres de una columna del bando republicano se dirige desde Barcelona hasta Lérida para incorporarse en el frente Aragonés. La foto está tomada el 28 de agosto de 1936, 41 días después del golpe de estado organizado por los tres generales Emilio Mola, José Sanjurjo y Francisco Franco que inicia la guerra civil el 18 julio de 1936 y enfrenta al bando republicano contra los golpistas. Las principales ciudades sublevadas con éxito fueron Oviedo, Pamplona, Zaragoza, Burgos, Salamanca, las Islas Baleares excepto Menorca, Córdoba, Sevilla, Las Canarias excepto La Palma y Marruecos. Por otra parte las milicias Republicanas logran controlar el levantamiento en una gran parte de España que incluye la parte oriental de Aragón (menos las tres capitales), Cataluña, País Valenciano, Murcia, Andalucía oriental (menos la ciudad de Granada), Madrid y Castilla-La Mancha. En el oeste controlaba las provincias de Badajoz y de Huelva. Aislada de esta zona quedaba la franja cantábrica formada por Asturias (menos Oviedo y Gijón), Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa. El territorio leal era superior en extensión al rebelde y se trataba, por lo general, de las zonas de España socialmente más evolucionadas, con importante población urbana, más industrializadas y con núcleos de obrerismo modernos organizados". En esta etapa de la guerra, el bando republicano es apoyado por las brigadas (nacionales e


internacionales) y las milicias (como la de la foto) que son un grupo de civiles alistados voluntariamente para defender la zona republicana. Las columnas de milicianos republicanas enviadas hacia Arag贸n no consiguieron parar la ofensiva de Arag贸n y esta sigui贸 avanzando hasta el sur-este.


El encuadre de la foto abarca desde el primer pasajero que asoma por la ventanilla hasta casi los últimos del vagón; la angulación es bastante bonita porque parece que están en un desfile militar haciendo una línea y haciendo el saludo comunista alzando el puño cerrado; todos los hombres visten de milicianos republicanos, con el gorro y la camisa distintiva. Todos los hombres de esta columna son jóvenes, porque después de formarse pasaran a llamarse Los Águilas. Este tipo de foto con los soldados en el tren son características de las guerras:

Tren con soldados del regimiento vizcaíno con destino a Marruecos 1-9-1913

Soldados que parten al frente en la guerra civil española. Foto de Robert Capa


Soldados de la división azul española partiendo hacia Alemania en el año 1941

Soldados de la 1º división de infantería polaca marchan a luchar a Lenino, otoño de 1943

Desde mi punto de vista, creo que Centelles quiere retratar la movilización de columnas y milicias formadas por civiles catalanes alistados para defender su región, creo que la alegría que se refleja en sus caras es por la emoción de ir a su primera batalla. La reflexión personal que hago en general del trabajo y de la exposición es positiva ya que he podido ver cual fue la respuesta de la sociedad (civiles, políticos, militares y jefes de ejércitos) ante unos momentos tan difíciles como son un golpe de estado que provoca una guerra civil. La valentía de algunos civiles como los de la foto para irse a la batalla o el sufrimiento de todos los españoles que vivieron la guerra civil o la pobreza que provocó en el periodo de posguerra me han impresionado. Jorge Rández Aguillo,, 4º B


TORRALBA (HUESCA) 16-19 de agosto de 1936. La familia Galindo Oliva de Tardienta en la carretera de Senés de Alcubierre, huyendo de los combates

El motivo más importante por el que he elegido esta fotografía, es el impacto que me ha producido ver lo que se refleja en la misma; los desastres y las consecuencias de la guerra sobre la población civil más indefensa, mujeres, niños y personas muy mayores, todas ellas huyendo solamente con lo que en ese momento de destrucción llevaban puesto, en segundo lugar, porque las personas que aparecen en la citada fotografía, el lugar de inicio de su huida fue la localidad de Tardienta (Huesca), lugar de nacimiento de mi madre. La imagen refleja los hechos que se desarrollaron a partir del 18 de julio de 1936, fecha en el que se produjo el golpe de Estado en toda España, aunque el día anterior ya lo habían iniciado las guarniciones militares ubicadas en las posesiones que disponíamos en el norte de África, al llevar a cabo el complot que todos ellos habían acordado en secreto y el cual fue dirigido, por los generales Mola y Franco que coordinaron la sublevación de todos las guarniciones militares contra el gobierno legitimo de la República.


El alzamiento del 18 de julio de 1936 sorprendió a la población de Tardienta en plena tarea de recolección del cereal, cuando llegaron las primeras noticias a través de la radio de lo que estaba ocurriendo en África . A partir de ese momento su alcalde convoco a los concejales del ayuntamiento, todos ellos representantes de candidaturas del Frente Popular, Izquierda Republicana y así como de los sindicatos CNT Y UGT, a quienes hizo entrega de las armas que había depositadas en el ayuntamiento. Después de varios enfrentamientos con la Guardia Civil que se había inclinado por el bando sublevado, esta fue neutralizada, levantándose el estado de guerra que anteriormente esta había dictado y declarando la huelga general, para posteriormente formar el Comité Local desde el que se dirigió y organizo la defensa de la villa hasta la llegada de tropas leales a la República. Dado que tanto en Zaragoza como en Huesca triunfaron los golpistas, desde las mismas se enviaron tropas para la toma de Almudévar y Tardienta (distantes a 8 km) pues ambas estaban a favor del gobierno de la República. Tras varios días de lucha y después de recibir nuevos refuerzos los golpistas, estos ocuparon Almudévar tras una fuerte resistencia, procediendo a la detención de quienes habían ofrecido resistencia armada y de los militantes de izquierda más significativos, siendo conducidos a Huesca donde muchos de ellos fueron luego fusilados. Después de la toma de Almudévar por los golpistas estos intentaron desde distintas posiciones ocupar Tardienta, la cual por su estratégica situación y la ocupación de las milicias ya se había convertido en un objetivo militar importante, de ahí que se formara una de las primeras y más estables líneas del Frente de Aragón, acudiendo al combate unidades de uno y otro bando, por lo que fue sometida a intensos bombardeos tanto de la artillería como de la aviación de Zaragoza, estos ataques continuaron así hasta el 23 de marzo de 1938 en que las


tropas sublevadas rompieron el Frente de Aragón. Durante los meses de la guerra, Tardienta fue primera plana de la prensa nacional de uno y otro bando, el pueblo, el acueducto (símbolo de la defensa) y la ermita de Santa Quiteria, alcanzaron renombre internacional. De ello se encargaron periodista como Mijail Koltsov, reporteros como Robert Capa, Agustí Centelles, etc. Desde la posición que los sublevados tenían en la ermita de Santa Quiteria, estos bombardeaban el casco urbano de la localidad de Tardienta ,el cual quedó prácticamente destruido, asimismo y dado que un tramo del acueducto del canal de Monegros no estaba finalizado, produjeron la inundación completa del pueblo, al abrir las compuertas del pantano de la Sotonera lo que causo graves daños a todo el núcleo urbano y al importante enlace ferroviario desde el que se bifurcan por una parte la línea Huesca-Canfranc y por otra la de LéridaBarcelona, a través de esta última se transportaban desde Barcelona columnas de milicianos y material de guerra a dicho frente, con el fin de recuperar las ciudades de Zaragoza y Huesca que se encontraban en manos de los rebeldes. De ahí que la población civil tuvo que abandonar Tardienta, retirándose a las localidades próximas a la misma. Entre ellas, la familia Galindo Oliva representada en la fotografía. La ermita de Santa de Quiteria se encuentra ubicada en uno de los altos de la Sierra de Alcubierre (a unos 5 km de Tardienta) y desde la que se alcanzaban con las piezas de artillería tanto la carretera nacional como el ferrocarril entre Zaragoza y Huesca, siendo esta la que marcaba la línea del frente colindante con Zaragoza, de ahí la importancia que tuvo, siendo estas posiciones ocupadas por unos y otros con el coste de numerosas pérdidas humanas mientras se mantuvo el citado Frente de Aragón. En la fotografía elegida podemos observar como la familia Galindo Oliva en su desplazamiento (el 16-19 de agosto de 1936) a las poblaciones de la retaguardia, lo hacen por un camino de tierra en el que se aprecian diversos postes de madera y sifones de conducción del agua procedente del canal. Se aprecia en primer lugar a una mujer joven con su hija en brazos tras la cual van su madre y su suegra y los nietos de ambas, de los cuales algunos aun viven en la localidad de Tardienta. En dicha fotografía llevan únicamente encima el “pañuelo ropero” que contenía algo de ropa y comida para el viaje, teniendo en cuenta que era el mes de agosto vestían con ropa propia del verano y algunos niños debido a su corta edad iban en brazos al no soportar dicho desplazamiento.

La familia Galindo Oliva de Tardienta , huyendo de los combates 16-19 de agosto de 1936

Otra toma, menos lograda, del mismo hecho


Las fotografías que componen la obra de Centelles, constituyen sin duda alguna, un documento histórico que vivió en primera persona y en la imagen que he seleccionado, creo que trata de explicarnos lo que para él significaba la supervivencia de las personas indefensas , huyendo del horror de la guerra y lo hace de tal manera que apreciamos su espontánea y forma natural de ver este periodo de la historia de España, marcado por la guerra civil y que no solo quedo reflejada a través de sus fotografías, sino también de sus escritos, en los que aparte de su defensa y compromiso por los valores democráticos, transmite su lucha en contra de la intolerancia, la sinrazón y de la crueldad que las guerras causan a las personas (pérdidas de vidas humanas, dolor, sufrimiento, etc.) con el fin de que las generaciones posteriores tomen conciencia de ello , invitándonos a la reflexión y al análisis de la condición humana. MARTA GONZALO OLONA, 4º C *Bibliografía: Barrachina Bolea, Pedro José y Viñuales Alcubierre, José Ángel. En el frente de Tardienta 1936-1938. Editado por el Ayuntamiento de Tardienta con la colaboración de la Diputación Provincial de Huesca. ISBN: 978-84-616-3377-7

__________________________________________________________________________________________________________________

He elegido esta fotografía de la familia Galindo Oliva, porque me ha recordado a mi abuela, a esas historias de su infancia, tan diferente de la mía.

Setiles (Guadalajara)

Ella nos cuenta, la huida de su padre y su abuelo del pueblo (Setiles-Guadalajara), de cómo vivieron escondidos en los campos. Eran perseguidos por ser “rojos”, es decir, republicanos, en una zona tomada por los nacionales. Era muy pequeña, pero recuerda los fusilamientos, la prisión de su madre y la muerte de su hermana Carmen recién nacida en la cárcel. Gracias a la


ayuda del cura del pueblo, consiguieron salir y poder refugiarse en Mediana de Aragón, aún zona republicana, en una casa destruida por las bombas, durante más de un año, hasta que acabó la guerra. La imagen evoca en silencio el dolor de los que tenían que abandonar todo, el miedo e incertidumbre por sus familias y por un destino y futuro incierto. La escena de la foto, se sitúa en el principio de la Guerra Civil, cuando tras el alzamiento militar (18 de Julio de 1936) a cuyo frente estaba el General Francisco Franco, parte del territorio español fue rápidamente “tomado” o se consideraba que estaba en esa parte nacional, aunque las ideas de la población podían ser diferentes de las impuestas, lo que la obligaba a huir de sus casas sino querían acabar fusilados o encarcelados. En Aragón, el pueblo del que huye la familia Galindo, Tardienta, estaba en territorio republicano, y era una plaza importante por su estación de tren; que la convertía en zona de paso importante para las comunicaciones con Madrid y Cataluña. Eso hizo que los enfrentamientos fueran muy fuertes en esa zona, teniendo que huir las familias a zonas menos conflictivas. Una curiosidad de esta fotografía, es que se pudo identificar a la familia retratada, cuando esta exposición de Agustí Centelles, se mostró en Tardienta, y los actuales supervivientes se vieron en la imagen y pudieron recordar a sus familias y esos momentos de sus vidas. La imagen nos muestra una carretera de una zona rural; las mujeres y los niños son los protagonistas, porque los hombres están huyendo o luchando en el frente. Sus caras y sus ropas reflejan la pobreza y tristeza de aquel momento. Los niños juegan, ajenos probablemente a la situación, o están cansados en brazos de su madre, después de una jornada andando y huyendo de sus casas. Las ancianas visten de luto, imagen del dolor por sus ausencias y por el que les quedará por sufrir en los años siguientes de la guerra. Toda su vida va con ellos, pequeños hatillos en los que llevan lo justo para el camino, porque todo lo demás lo han tenido que abandonar. Agustí Centelles, nos trasmite a través de esta imagen toda la crudeza de la guerra. No hay sonido ni movimiento, pero no hace falta, pues es suficientemente evocadora de lo que vivieron nuestros antepasados, de lo que conocemos a través de los libros. Esta simple fotografía se convierte en historia. Puedo imaginar a los hombres en una guerra que muchos no entendían, luchando contra familiares, vecinos… españoles. A las familias que deben abandonar sus casas, huir sin haber cometido ningún mal, recorriendo un camino para salvar sus vidas. Las persecuciones por unas ideas, y el afán de imponerlas. Esta fotografía hay que ubicarla en toda la exposición, en la que Centelles nos enseña la cruda realidad de aquel momento, él se convierte en parte de esas historias que fotografía, es parte de ese tiempo y ese momento. MIGUEL GIMENO FERNÁNDEZ

4ºA


He elegido esta fotografía, a pesar de que sus personajes no fueron relevantes en la contienda y sus nombres no aparecerán en los libros de historia, porque refleja el sufrimiento de una familia que debe abandonar su casa, su pueblo…para huir de los combates. No es un momento decisivo para la guerra ni para la historia pero si es un momento decisivo para ellos. Huir de Torralba puede significar salvar sus vidas. La fotografía refleja los hechos acontecidos en El Frente de Aragón, en concreto en Torralba (Huesca). La fecha de realización de esta fotografía es entre el 16-19 de agosto de 1936. En ella la familia Galindo Oliva, de Tardienta (Huesca), se dirige a Senés de Alcubierre en busca de refugio. Esta realizada a la altura de los sifones del acueducto de Tardienta. El Frente de Huesca se mantuvo desde el inicio de la guerra hasta finales de marzo de 1938. Fue un frente estable en cuanto se refiere al conjunto del territorio nacional pero muy duro para quienes se movieron en esta línea ya que las posiciones caían sucesivamente en manos de uno u otro bando. Cuando miramos la fotografía vemos un paisaje árido y seco, no hay árboles, solo una carretera polvorienta por la que caminan mujeres y niños. En primer plano vemos a una mujer con un niño en un brazo y un hato de ropa en el otro. Su cara refleja cansancio y preocupación. Su equipaje es un pañuelo de cuadros en el que las ropas que contiene parecen querer escapar. Probablemente ha tenido que salir corriendo. Detrás encontramos niños y otras mujeres vestidas de negro, no podemos saber si son jóvenes o viejas. Una mira hacia atrás, quizás a lo que abandona. Solo hay mujeres y niños probablemente los hombres se han quedado en el pueblo, tal vez para luchar o quizás han muerto. Las mujeres visten ropas sencillas y desgastadas y su piel esta tostada por el sol son pues mujeres del campo que han tenido que trabajar duramente. Centelles fotografía lo que ve, sus imágenes son instantes que quedan prendidos en la retina. Reflejan la vida en ese momento, en esa situación. Nada es ficticio, todo es real. Cada una de sus fotografías es un documento gráfico que refleja una historia ya sea personal o colectiva y que detalla la locura de la guerra. La imagen me ha transmitido la sensación que debían tener esas mujeres al dejar su vida atrás, su pueblo, sus casas, sus maridos…teniendo que enfrentarse a una nueva vida que ni ellas mismas sabían cómo sería pero con la única seguridad de que debían huir e intentar proteger a sus hijos a pesar del miedo. Centelles me ha hecho ver La Guerra Civil no como un hecho histórico si no como la historia personal de aquellos que lo vivieron día a día. MARÍA SOBABERAS HERNÁNDEZ, 4º ESO C


El motivo por el que me decidí a hacer mi trabajo sobre esta fotografía fue que nada más verla, me di cuenta de que tiene un gran poder evocador y emotivo. Me impactó sobre todo ver niños en esas condiciones, solamente pensar lo que tuvieron que pasar durante la guerra me hizo reflexionar. Aunque cuando de verdad me convencí a hacerla sobre esta imagen, fue cuando empecé a investigar sobre la familia y la historia que había detrás del objetivo. La imagen se sitúa en el comienzo del Frente de Aragón, ya que foto es tomada en agosto de 1936 y éste comienza en julio de 1936.

El frente de Aragón es un conjunto de batallas que ocurren durante la Guerra Civil Española. Aragón se divide en dos; al oeste, los sublevados o nacionales y al este, los republicanos. Acaba en la primavera de 1938 con la retirada del ejército republicano por parte de la Ofensiva de Aragón, que fue una importante campaña militar llevada a cabo por el Ejército Franquista.

Zona donde fue tomada la imagen

La fotografía se localiza en Torralba (Huesca). La familia Galindo Oliva decide huir de su pueblo natal, Tardienta, entre los días 16 y 19 de agosto de 1936. Huyen por la carretera de Senés de Alcubierre con el fin de encontrar un refugio en Alcubierre; ya que en Tardienta estaba habiendo una batalla y no pueden continuar viviendo allí. La fotografía fue realizada a la altura de los sifones del acueducto de Tardienta. En un primer golpe de vista se ve un camino de tierra, dentro de un paisaje sin ningún tipo de relevancia estética y nueve personas. De estas personas, hay dos mujeres de edad avanzada, y una de mediana edad situada en el primer plano de la foto. Hay también seis niños de entre uno y ocho años aproximadamente. Visten de forma desaliñada, ya que se trata de una época donde había mucha pobreza, también trabajarían en el campo, lo que hace que estén muy desmejorados. Las dos mujeres mayores es probable que fueran viudas, debido a que visten completamente de negro. Y el marido de la mujer de mediana edad estuviera en la guerra, y por eso, huyen solo del pueblo las mujeres y los niños de la familia. Dos de las mujeres y una niña llevan un hato, donde guardarían algo de comida y agua y ropa de repuesto. José Galindo se reconoció en la foto (niño cogido a corderetas por otro niño), reconoció también a su madre Nicolasa Oliva (mujer en el primer plano de la foto) y a su hermana Pilar Galindo (niña del fondo con un saco), además de los otros niños que también eran sus hermanos. Agustí Centelles estaba en el bando de los republicanos por lo que a través de su fotografía el quería transmitir un punto de


vista donde se reflejara sus ideas políticas; como sufrían los republicanos, y ante todo inocentes, una guerra que no habían elegido. A través de esta imagen, al igual que de la fotografía documental en general, él nos quiere transmitir la pobreza, la fragilidad, el miedo... Su intención es captar aspectos de la realidad con los que nos intenta emocionar y sensibilizar. Él cree que la mejor forma de hacerlo es por medio de la fotografía, ya que cada uno puede opinar sobre como tuvo que cambiarse la gente de ciudad, pero esta imagen proporciona una información sobre cómo tenían que huir familias enteras en busca de refugio, que nadie puede negar. Esta imagen me ha transmitido tristeza; pero por otra parte, fuerza, porque cuando la ves y te pones en el lugar de ellos, sientes como alguien que no tiene nada hace lo posible por sobrevivir lo que tendría que hacer sentirnos fuertes a nosotros. Que es lo que intenta transmitirnos Centelles. Gracias a este trabajo y a esta foto he aprendido mucho sobre lo que fue el Frente de Aragón y cómo se vivió la guerra aquí, ya que sólo tenía una idea general de lo que fue la Guerra Civil Española. Mi experiencia familiar. Mis dos abuelas han vivido la Guerra Civil Española, y yo a través de lo que me cuentan, he podido conocer como fueron sus vidas en aquella época. Mi abuela materna nació en Renales, un pueblo situado en la provincia de Guadalajara y que en esa época sufrió las consecuencias de la batalla de Guadalajara (1937). Tiraron una bomba en su casa por lo que ella y sus hermanos tuvieron que pasar varios años en casa de unos familiares, en un pueblo cercano; hasta que terminó la guerra. Desde pequeña tuvo que trabajar en el campo para poder mantener a su familia y a ella. Mi abuela paterna nació en Casalarreina, un pueblo que pertenece a la provincia de Logroño. Pero a los tres años tuvo que venirse a Zaragoza con su madre y sus hermanos, debido a que fusilaron a su padre porque pertenecía a un partido socialista-republicano, y no podían continuar viviendo allí. Vinieron a Zaragoza porque aquí estaba su abuela que les proporcionó refugio. Desde los once años estuvo trabajando como modista en un taller de costura para poder sacar adelante a su familia. Las dos han vivido en la pobreza durante la guerra y la post-guerra y han tenido que trabajar muy duro para poder vivir. Mis dos abuelas han vivido lo que Centelles nos intenta transmitir a través de sus fotografías; la pobreza de una guerra pero también las secuelas políticas. Marta Espinosa Insa, 4º A


MONTEARAGÓN (Huesca) Ruinas del castillo . Miércoles, 30 de septiembre de 1936 .Milicianos de la columna Lenin, del Partido Obrero de Unificación Marxista, ondeando la bandera comunista

He elegido esta imagen por los aspectos estéticos. Parece tomada al amanecer con dos soldados subidos encima de unas ruinas celebrando una conquista como plano principal y único. También la he elegido porque he visitado las ruinas del castillo de Montearagón.

Castillo de Montearagón

Otra instanánea de los hechos


Contexto: Desde 1931 el régimen político instaurado en España era la Segunda Republica. En las elecciones de Febrero de 1936 triunfó “el Frente Popular”, una unión de partidos heterogéneos de izquierdas como PSOE, Izquierda Republicana, Unión Republicana, ERC,PCE, POUM, Partido Sindicalista. Una de las primeras medidas que tomo el gobierno fue alejar de los centros de poder a los militares más antirrepublicanos (Franco, Mola), lo que provoco un malestar entre ellos. Otros problemas a los que se tuvo que enfrentar la Segunda República Española fueron la reforma agraria, las oleadas de huelgas obreras, divisiones internas en el PSOE, ataques políticos de la derecha antirrepublicana y aumento de la violencia política entre organizaciones juveniles paramilitares tanto de derechas como de izquierdas. Esto provocó una cierta crispación social entre las distintas ideologías lo que sirvió de excusa para la sublevación militar. El golpe de Estado empezó a planearse nada más ganar “el Frente Popular” las elecciones en Febrero de 1936. Fue el general Mola quien tomó la dirección de la trama golpista. Contando con la mayoría de los oficiales militares. Buscó el apoyo de las milicias de los partidos antirrepublicanos (requetés y falangistas) y el respaldo financiero de los partidos de la derecha. El plan consistía en sublevar las tropas de África que eran las más numerosas y mejor entrenadas, y a continuación, las principales capitales, obligando al gobierno a dimitir. Aunque el gobierno tuvo sospechas del golpe que se organizaba, no hizo nada, creyendo que no tenían capacidad para preparar una acción seria y esta seria neutralizada con facilidad como ocurrió con la de Sanjurjo de 1932. El día 17 de Julio se sublevaron las tropas de África y al día siguiente se extendió por la península. Fracasaron en la mayor parte de las grandes ciudades, especialmente en Madrid y Barcelona, por el gran apoyo popular y de las organizaciones obreras (CNT, UGT) a la República y que se organizaron contra la sublevación. Tras el fracaso del golpe se perfilan dos zonas: • Zona republicana (Sur de Castilla y Extremadura, casi toda Andalucía, cornisa cantábrica y todo el Levante) • Zona sublevada (Norte de Castilla y Extremadura, Galicia, casi todo Aragón, puntos de Andalucía y los archipiélagos)

La zona de la fotografía (Huesca) queda dentro de la parte controlada por los sublevados.


Una vez derrotados los sublevados en Barcelona, se empezaron a organizar columnas de milicianos para ir a liberar Aragón. Para la zona de Huesca salió la columna anarquista Ascaso, formada por 2.000 milicianos. A esta se unieron miembros del POUM y voluntarios reclutados en Barbastro, ya que esta no se sublevó. A continuación narro las experiencias de Antonio López Cobos un vecino de Ricla, que cuenta con 100 años, y que fue un superviviente de la toma de Montearagón. Lo he encontrado en http://dequicena.blogspot.com.es/2013/12/el-asedio-del-castillo-de-montearagon.html El 18 de julio de 1936 tuvo lugar una sublevación militar contra el Gobierno de la República. Antonio López Cobos estaba en su pueblo, Ricla, fue movilizado y se trasladó a Jaca. El día 25 de julio fue destinado a Huesca donde pasó 20 días defendiendo la ciudad. El grupo de soldados se trasladó a Quicena. La primera noche se acercaron camiones con fuerzas republicanas que venían de Barbastro. Antonio y sus compañeros se trasladaron a Montearagón la noche del 1 de septiembre para hacerles frente desde una mejor posición. Estuvieron durante treinta días sin comida ni comunicación con el exterior. La tercera semana de Septiembre se terminó el alimento. Los enfrentamientos entre militares sitiados y republicanos eran constantes. Aun así, Antonio recuerda que “los enemigos no eran soldados sino milicianos de la CNT y no estaban bien organizados”. Ello sirvió para que los militares aun contando con poca munición, pudieran hacer frente a sus enemigos. El día 20 de asedio recibieron apoyo exterior de un grupo de legionarios que llegaban de una batalla en Irún. Pero cuando su superior murió se retiraron. Antonio y sus compañeros estaban solos de nuevo, pero ahora no tenían ni comida ni munición. La única comunicación de los sitiados con el exterior era a través de heliógrafo, un sistema de señales de luces, con el que conectaban con la Catedral de Huesca con la que les llego un mensaje: “Con la salida del primer rayo de sol los supervivientes deberán estar preparados cerca del río y cuando escuchen una salva deberán salir corriendo hacia Huesca”. Esta fue la comunicación que los militares recibieron el día 30 de Septiembre.

Descripción de la fotografía: En la fotografía imagen se ve dos soldados sobre las ruinas del castillo de Montearagón agitando una bandera en la que se ve una hoz y un martillo (en otra fotografía de la misma fecha, son tres los soldados y en el otro lado de la bandera se aprecian unas letras OUM) símbolos seguramente de las milicias del POUM que eran trotskistas, una escisión de los comunistas. Los soldados van vestidos uno con un mono y otro pantalones y camisa civiles por lo que parecen milicianos que podrían ser de los voluntarios de Cataluña, seguramente comunistas o anarquistas.

Valoración:


La imagen que comentamos es una fotografía de carácter propagandística utilizada con el fin de dar a conocer las victorias republicanas para elevar la moral de las tropas y el pueblo. Sin embargo la toma de Montearagón no tuvo efectos prácticos, ya que su objetivo era tomar Huesca y no lo consiguieron.

Esta fotografía, aparece publicada en la Vanguardia el día 1 de Octubre de 1936

En la exposición había otra foto de una manifestación publicada el 7 de Octubre de 1936 en la Vanguardia donde los manifestantes portaban una bandera en la que se podía leer: Bandera tomada en Montearagón.

Olalla Díez Pérez, 4º B

ENA


LLEIDA Cementerio de la ciudad . Miércoles, 3 de noviembre de 1937. Por la mañana

He escogido esta fotografía, porque desde el momento en que la vi, me atrajo mucho. Me parece que es una fotografía muy dramática, puedes sentir el sufrimiento de la mujer arrodillada junto al cadáver de su marido, la impotencia que debía sentir. Es una imagen muy conmovedora y aporta información sobre la procedencia humilde de la mayor parte de las víctimas de la guerra civil a través de su vestimenta. Después de ver dos veces la exposición me decidí por esta, por la cantidad de emociones y sensaciones que transmite. La fotografía está realizada en el cementerio de Lleida, el 3 de noviembre de 1937, dos días después de que la aviación franquista bombardeara la ciudad. La mujer es María Riu Esqué, y el hombre fallecido Josep Pernau. Centelles y algunos compañeros estaban volviendo a Barcelona desde el frente de Aragón cuando recibieron el aviso del bombardeo en Lleida. Cuando llegaron, los amigos y familiares estaban allí para reconocer los cadáveres. Algunos de los cadáveres llevaban un pañuelo blanco en el pecho, otros estaban tapados por una sabana, excepto el rostro y había una gran cantidad de niños entre los cadáveres. Eligió el encuadre ligeramente picado porque se centraba en la pareja y excluye buena parte del entorno. La mujer está arrodillada, al reconocer a su marido entre los cadáveres, está llorando, desconsolada, el rostro desfigurado por el dolor. Todo en la mujer transmite dolor y tristeza, el gesto de la cara, las manos, una extendida y la otra en el pecho, el hombre a sus pies, tendido con los brazos en cruz y la cabeza vuelta hacia la mujer. El traje este destrozado, y en la corbata se notan partes más oscuras, se da por hecho que es sangre. En la imagen se capta muy bien el


dolor de la mujer, y se ve, borrosa, a la izquierda del plano, un antebrazo y una mano cuya intención parece dirigirse hacia la mujer, para agarrarla del brazo, o pasarla por la espalda, en señal de apoyo. El hecho de que, aunque no se aprecie, la imagen está tomada en un cementerio, un lugar triste, realza aún más el sufrimiento de la mujer. La mujer llorando ocupa la parte central de la imagen, y su vestido negro contrasta con el traje, más claro, del hombre y con la mano que se entrevé en la parte superior. La imagen está formada por estas tres partes que no son individuales, sino que están unidas entre sí mediante el cuerpo: la mano del desconocido que se dirige a la mujer, el gesto de la mujer que interroga el cuerpo del marido y el brazo de este que no le devuelve el gesto. Para entender los gestos debemos entender el contexto en el que ocurre, la situación dolorosa implica una causa del dolor que, en este caso, está presente en la escena y ocupa el primer plano de ella. La muerte del hombre es la causa de la desesperación. El cuerpo del fallecido es el lugar al que debería dirigirse la atención, sin embargo, la mirada de la mujer desplaza la atención del cuerpo a la cara porque no se fija en el estado del cuerpo, busca que se le devuelva la mirada. La mujer sufre, y lo transmite por sus gestos al resto de personas, de ahí la mano de una persona que se compadece de ella, una persona piadosa que intenta responder ante su sufrimiento.

Otras imágenes acontecimiento

del

mismo

Esta imagen ha sido tomada como un símbolo de la guerra civil española, y también, como símbolo del sufrimiento que implica toda guerra y en este caso, de las víctimas en el bando republicano. Centelles es uno de los fotoperiodistas más importantes del s XX. Realizó una importante labor documental durante la guerra civil española tomando fotografías tanto del frente como de la retaguardia y del exilio. Entre ellas las de los bombardeos a la población civil, que documenta hasta los detalles más macabros. Sus fotografías muestran sin filtros la monstruosidad de las guerras, que no solo se ve reflejada en los cuerpos de los fallecidos, sino también en las manifestaciones de dolor del resto de personas presentes. De todas las imágenes que vi en la galería, esta fue la que más me atrajo, porque me transmitió muchas sensaciones, a mi parecer,


la imagen está captada en el momento exacto para mostrar el dolor y el sufrimiento de la mujer, y representa muy bien la guerra. Fuente de información: https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=40&ved=0CGcQFjAJOB4&url=http%3A%2F%2Fdspace.unive.it%2Fbitstream %2Fhandle%2F10579%2F1156%2FTESI_lisa%2520_pelizzon.pdf%3Fsequence%3D1&ei=wfzWUty9HuV0QWX3oGgCg&usg=AFQjCNFxK8voAGsJCbv3IYK0Rx77AtJRFw&bvm=bv.59378465,d.Yms a partir de la pag. 101/294

SARA ARGÓN LACLETA, 4º C

Yo he elegido esta foto porque cuando la vi en la exposición me impactó bastante ver a la mujer llorando desconsolada en el cementerio tras reconocer el cadáver de su marido entre todos los muertos que fueron trasladados al cementerio de Lérida tras el bombardeo que hubo en la ciudad, el 2 de noviembre de 1937. En esta imagen también se puede ver reflejada la soledad y tristeza de la mujer tras la pérdida de su marido, puede que fuera su única familia ya que en la foto aparece sola aunque detrás de ella se puede ver una mano, pero no parece ser la de un familiar, ya que si fuera un familiar aparecería al lado de la mujer, consolándola incluso llorando la pérdida de aquel hombre, así que suponemos que únicamente es la mano de alguna de las personas que trabajaban en el cementerio donde habían llevado todos los cadáveres que había dejado el bombardeo. Y por lo tanto esta imagen me hizo ver y pensar todo lo que la gente en aquella época había sufrido, tras las pérdidas de muchos de sus seres queridos y todo lo que tuvieron que pasar para poder sobrevivir.


Cuando terminó la Campaña en el Norte a finales de octubre de 1937 con la conquista por los sublevados de la franja cantábrica republicana, los bombardeos sobre el resto de la zona republicana se intensificaron y la primera víctima fue la ciudad de Lérida. En este bombardeo del 2 de noviembre, fue uno de los más violentos de toda la guerra, participaron 9 bombarderos italianos que en pocos segundos convirtieron la ciudad “en un infierno y sus calles en un campo sembrado de cadáveres”. Las bombas de los aviones cayeron en numerosas puntos del casco urbano, especialmente en los alrededores del Puente viejo, la Calle Mayor, el Mercado de San Luis, la sede local del Banco de España y el Liceo Escolar, donde más de 60 alumnos de edades comprendidas entre los 9 y los 13 años quedaron sepultados bajo los escombros. Una de las bombas alcanzó de lleno un autobús lleno de viajeros en medio del puente del río Segre. No hubo supervivientes. El número de fallecidos en el ataque superó los 250, lo que causó un escándalo internacional. Las autoridades franquistas de la posguerra hicieron desaparecer el libro del registro civil donde habían sido consignados los fallecidos y los ejemplares del diario local “HP” de aquellos días donde aparecía la relación nominal de las víctimas. En la imagen que comentamos podemos ver como una mujer reconoce el cuerpo de su marido en el cementerio. En tan solo una imagen se puede ver la tristeza tras la pérdida de un ser querido. Se ve a la mujer vestida de luto, lo que significa que a lo mejor algún otro familiar ya había muerto o se esperaba la muerte de su marido. A su lado se ve una mano, lo que se intuye es que sea alguna de las personas que acompañaron a la mujer a ver los cadáveres para reconocer si alguno de ellos era el de su marido, por la posición de la mano parece que aquel hombre del cementerio le estuviera haciendo alguna indicación de que se tenían que marchar ya, además parece que la posición de la mujer es como que se está levantando para marcharse, aunque por su cara parece que no quiere dejar el cuerpo de su marido, también se puede apreciar como la mujer tiene un pañuelo en la mano. Yo creo que lo que la intención de Centelles era reflejar la desolación que produjo la guerra en aquella época, únicamente quería reflejar la realidad. Esta imagen es un reflejo de todo lo que ocasiono la guerra, como destrozaba familias. A mi esta imagen me ha trasmitido tristeza, al ver a la mujer desolada ante el cadáver de su marido, me ha hecho pensar en la suerte que hemos tenido de no vivir una guerra, ya que lo ocasionaba era muertes y destrozaba familias enteras. Además me ha aportado información nueva ya que desconocía de aquel bombardeo que hubo en Lérida y lo que me ha sorprendido mucho es que hicieron desaparecer los documentos donde aparecían todos los muertos que ocasiono el bombardeo. Sara Arnal González, 4º C

http://www.lavanguardia.com/local/lleida/20121112/54354357672/cumplen-75-anos-bombardeo-lleida.html https://www.google.com/search?q=2+de+noviembre+1937&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=pEwXU7jANInkoATdr4DYBQ&ved=0CAcQ_AUoA Q&biw=1024&bih=616#facrc=_&imgdii=_&imgrc=8PeKDPW6ps4ojM%253A%3BF2X8TrpXVAMEfM%3Bhttp%253A%252F%252Fwww.barcelona bombardejada.cat%252Ffiles%252Ffotos.jpg%253FphpMyAdmin%253Dfb99d67e06f99d67c41527c19f1aaf40%3Bhttp%253A%252F%252Fwww. barcelonabombardejada.cat%252F%253Fq%253Des%252Facatalunya%3B527%3B545 http://es.cyclopaedia.net/wiki/Bombardeo-de-Lerida


LOPORZANO (Huesca).Finales de agosto de 1936. Agustí Centelles con una miliciana madrileña.Foto: Lluís Torrents

La Guerra Civil es el hecho que más ha marcado la historia de España del siglo XX. Dividió a la sociedad española en dos bandos irreconciliables como consecuencia del fracaso parcial de la insurrección iniciada el 17 de julio de 1936 contra el legítimo Gobierno de la República. Las consecuencias de la guerra fueron muy traumáticas: una gran cantidad de víctimas mortales, un desastre económico y el final de un gobierno democrático, que fue sustituido por una dictadura personal. La foto que he elegido me sugiere la capacidad del autor de dicho reportaje para captar el momento del descanso de dos milicianos republicanos , un hombre y una mujer en el frente de Aragón, en Loporzano. Esta imagen congela la realidad de finales de Agosto de 1936.


La foto está situada cuando la columna anarquista de Buenaventura Durruti intenta llegar la zona ocupada por los sublevados. Para ello se organiza una ofensiva militar con tropas compuestas tanto por militares profesionales republicanos como por gente que nunca habían cogido un arma de guerra , estos últimos llamados milicianos, la mayoría vinculados a las organizaciones sindicales y políticas de la izquierda.

El Frente de Aragón, es un término empleado por la historiografía para referirse al teatro de operaciones que existió en esta región durante la Guerra Civil Española. Técnicamente existió


desde julio de 1936 hasta la primavera de 1938, cuando la Ofensiva de Aragón provocó la retirada del Ejército Republicano del territorio. En marzo de 1938 el ejército de Franco comenzó una ofensiva contra el frente de Aragón, situado entre los Pirineos y el Ebro. El 3 de abril Franco ocupó las primeras plazas catalanas, incluida Lleida, y el día 5 derogó el estatuto de autonomía de Cataluña .El 15 de abril las tropas insurrectas llegaron a Vinarós, al norte de la comunidad valenciana, en la margen derecha del Ebro, con lo que la zona republicana quedaba dividida. El ejército republicano preparó una contraofensiva en la zona del Ebro para volver a unir el territorio republicano. El ataque dirigido por el coronel Juan Modesto y otros mandos militares procedentes de la milicias comunistas como Enrique Líster comenzó en la noche del 24-25 de Julio. La batalla del Ebro se prolongó durante 5 meses y en ella se produjeron muchas bajas en ambos bandos. Finalmente Franco consiguió romper el frente republicano y tuvo libre el acceso hacia Cataluña. Agustì Centelles, que aparece en la imagen , titula a esta fotografía ” Agustí Centelles hablando con una miliciana republicana de Madrid ‘’ . Ella sostiene un fusil que cruza su cuerpo y su mono de trabajo, y entre los dedos de su mano izquierda un cigarrillo encendido. En la imagen, podemos ver que los milicianos no vestían con uniformes militares, además eran gentes que tenían un escaso entrenamiento bélico aunque un gran entusiasmo revolucionario. La instantánea refleja un tiempo de descanso en la zona de guerra: la actitud de los personajes , sentados , la mirada dialogante y atenta del fotógrafo y la postura de otro hombre sosteniendo su arma de combate , con otro cigarro entre sus labios y dirigiendo la mirada también a esa mujer que parece el centro de atención de ellos dos . Lógicamente la realización de esta imagen es obra de otra persona, porque Centelles , forma parte de este triángulo de personas rodeadas de un paisaje de tierra donde se ve un hoyo (trinchera) para disparar o esconderse del fuego enemigo. ¿De qué están hablando Centelles y la miliciana de Madrid? ¿de cómo ha llegado hasta allí siendo ella de Madrid? Me sugiere que ella es una mujer de izquierdas, alistada como un combatiente más en un frente de guerra, posiblemente por unos ideales en los que ella creía y dispuesta a morir por esa causa . Es una mujer que sostiene un cigarro entre las manos , y un arma de guerra en la otra . Simboliza una igualdad entre el hombre y la mujer cuando los dos


luchan por la misma causa. Tres años después de esa fotografía de “ igualdad “ en blanco y negro , la mujer que parecía haberla alcanzado, y tras instaurarse un régimen militar , tenía que empezar de nuevo para reconquistar todo aquello de ese momento ,que tal y como nos cuenta la fotografía de Luis Centelles , era un triunfo de igualdad entre personas de distinto sexo , aunque fuera en un contexto tan dramático como lo fue la guerra civil española. ELENA RAMÓN PUERTAS, 4º A En este artículo voy a hablar sobre una fotografía que pude observar en la visita a la exposición Todo Centelles, en la que se mostraban 83 fotografías de Agustí Centelles i Ossó, el primer gran fotógrafo español digno de ser igualado a Robert Capa, que se podrían dividir en tres etapas: los sucesos de 1934, la Guerra Civil en el frente de Aragón y el campo de concentración de Bram. Tras esta pequeña introducción toca el momento de empezar a presentar mi imagen, que se sitúa en la segunda etapa. En el momento que vi esta imagen la elegí, por el mero hecho de que representa perfectamente lo que es una guerra en la que se ven afectados todos los integrantes de una sociedad sin elegirlo, como en esta instantánea de Luis Torrents donde podemos observar a un integrante del ejército republicano, a una joven voluntaria y a nuestro reportero Centelles, arrastrados los tres a una situación bélica autodestructiva en la que no se puede decir que hubo un vencedor, ya que el único vencido fue el pueblo español, que quedó destrozado, desolado y sumido en una durísima posguerra. Ahora debemos situar esta imagen a lo largo de este sangriento suceso de nuestra historia, lo que nos traslada a agosto del 36 al pequeño municipio de Loporzano, situado a 8 km de Huesca, en el que se llamó el frente de Aragón. Su inicio fue el 18 y 19 de julio de ese mismo año con la declaración de estado de guerra por parte del general Cabanellas en Zaragoza, y las anteriores detenciones de personajes favorables a la República, junto con la adhesión de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto, lo que propició la caída de las tres capitales aragonesas, con las únicas excepciones de Jaca y Barbastro, donde hubo una gran resistencia, aunque la primera acabó cayendo a favor del bando sublevado. Tras esta rápida victoria por parte de los sublevados, su avance se vio frenado por la llegada de las columnas catalanas, la más conocida la columna Durruti, que obtuvieron una estabilización del frente después de la cual no dejaron de hacer innumerables intentos de recuperar las capitales aragonesas, intentos que terminaron con continuas derrotas, excepto la batalla de Teruel, en la que se recuperó esta localidad en diciembre de 1937. Pero esto es avanzar demasiado para nuestra fotografía. Tan solo un apunte más: el suceso más importante en las tierras que aparecen captadas por esta instantánea se dio en junio de 1937. Fue la llamada ofensiva de Huesca, en la que los republicanos bajo el mando del General Pozas iniciaron un ataque en superioridad el 12 de junio, pero tras una semana de estériles intentonas acabaron por abandonar el 19 de junio con la sensación de una humillante derrota debido a su ridícula dirección militar. A continuación trataré de analizar la instantánea protagonizada por los tres personajes antes mencionados. En ella podemos observar a los dos integrantes del ejército con ropas cotidianas de verano. La ausencia de uniforme nos indica que no había un ejército regular, carencia que a la postre fue un gran lastre para el bando republicano durante gran parte de la guerra. También se debe destacar el uso de los fusiles Mauser Español modelo 1893, los predominantes en las armerías de las filas republicanas. Además, ambos personajes aparecen fumando un cigarro, un producto de gran contrabando a lo largo de la guerra. Y para terminar el apartado de los militares, me gustaría que se fijaran en la cara de la mujer que mira al suelo con el rostro cansado. Este factor fue seguramente clave en la derrota de las filas republicanas, ya que la falta de relevos en sus frentes debido a la constante pérdida de sus recursos tanto humanos como armamentísticos a consecuencia de su inexistente dirección, encaminó dicho bando a una


derrota absoluta. Por otro lado, no debemos dejar de lado a nuestro reportero, que viste con ropa de calle y su mayor arma sujeta en el cuello, su Leica III modelo de 1933, que le permitió realizar unas fotografías sencillas pero que hoy en día son el más fiel testimonio que poseemos sobre nuestra guerra civil, ya que gracias a ellas se levantó el telón de distorsión y heroísmo dibujado en la posguerra por el régimen franquista, pues como se ve en esta imagen la guerra en su mayor parte se realizó en un enfrentamiento de trincheras sin apenas actividad. Para finalizar me gustaría decir que esta imagen me ha gustado por dos motivos: me resulta convincente la aparición de un frente de guerra sin acción, porque en las películas actuales parece que en una guerra todo el tiempo se está pegando tiros, y eso es una gran mentira; y en segundo lugar, la presencia de una chica como una igual entre camaradas. Las mujeres son uno de los elementos más olvidados de la guerra, pero combatieron honrosamente en el bando que les empezaba a dar los derechos que merecen y que el régimen franquista les negó. Para finalizar, solo deseo destacar la virtud de la obra de Centelles, que es la de sumergirnos en una reflexión en torno a la desesperación provocada por una guerra. Víctor Sáez Toledo 1º BTO. D


BELCHITE (Zaragoza) .Del 3 al 6 de septiembre de 1937. Trinchera de soldados republicanos durante la conquista de Belchite.

La foto está tomada durante la batalla de Belchite, que fue escenario de cruentas batallas entre el bando republicano y el nacional. En una de ellas, la República tomó el pueblo el 6 de septiembre de 1937; en la otra, lo perdió el 10 de marzo de 1938. Hubo muchísimas víctimas y el pueblo quedó devastado. Al terminar la Guerra Civil, en lugar de reparar los edificios destrozados, el régimen franquista decidió construir un Belchite nuevo al lado usando para ello mano de obra de prisioneros republicanos. La imagen, tomada de espaldas, muestra a unos hombres harapientos, desaliñados y firmes en la defensa de su posición. Es obvio que no son soldados profesionales, sino milicianos probablemente armados por sindicatos o partidos políticos de la izquierda. La barricada, símbolo del himno de los anarquistas, es un parapeto frágil, pero la voluntad y fervor de los hombres que la defienden jugarán a su favor. Alimentados por las ideas de igualdad y libertad, que enarbolaban la bandera de la República e impulsaban a las gentes del Frente Popular, serían capaces de resistir con más fuerzas contra los embates fascistas. Se dice que el fascismo es la ideología política que más vidas ha destrozado. No es para menos. Solo teniendo en cuenta las actuaciones del régimen nazi durante su breve existencia se pueden cuantificar unas 40 millones de muertes. En España fueron algo diferentes las cosas. Las víctimas del fascismo italiano y del nazismo alemán fueron extranjeras, pueblos ajenos a las fronteras del país agresor. En España nos vimos enfrentados entre nosotros, hermanos contra hermanos, padres contra hijos, “rojos” contra “patriotas”… El golpe de estado de julio del 36 lanzó a millones de españoles a las barricadas: para defender a su “República” o para luchar por su “España de Dios”. El “NO PASARÁN” se repitió en numerosas plazas, un lema para levantar los ánimos de los milicianos, para recordarles que


defendían la libertad, que luchaban contra el fascismo internacional y que si sus posiciones caían, las consecuencias serían fatales para el futuro de sus hijos, de su nación. He escogido esta imagen porque mi abuela paterna nació en Belchite y cuando comenzó la Guerra Civil tuvo que refugiarse en Zaragoza, lejos del frente. Al acabar la guerra volvió y permaneció allí hasta los 16 años, cuando se estableció definitivamente en la capital aragonesa. Ya en el siglo XXI, con 12 años, visité el Pueblo Viejo y pude comprobar el horror de la guerra, que el franquismo quiso recordar como propaganda a favor del Movimiento Nacional, ya que Belchite fue de los pocos lugares que fueron reconquistados por la República. Agustí Centelles fue un héroe, una persona que logró inmortalizar diferentes escenarios y situaciones de la Guerra Civil. Dejó huella en la memoria del pueblo español, que sufría un proceso de amnesia colectiva tras años de silencio en la Dictadura, a la que no le convenía airear el asunto de su indiscutible victoria y de que los que vencieron fueron los buenos.

Jorge Beltrán Felipe 1º BTO. D He escogido esta foto de Agustí Centelles i Ossó que pudimos ver en la exposición Todo Centelles porque representa muy bien lo que es el campo de batalla, lo dura y destructiva que es una guerra, la pobreza y miseria que la rodea. Otro aspecto importante que ha influido en mi elección es que la imagen está tomada en Belchite, localidad muy cercana a Zaragoza, que sufrió grandes destrozos en el periodo de guerra. La batalla de Belchite se produjo en el verano del 37, en el conocido como frente de Aragón. El objetivo de los republicanos con este frente era frenar el avance de los nacionales y tomar la capital aragonesa. Las divisiones 11ª y 35ª fueron las encargadas de atacar este municipio y liberarlo del poder franquista. Los primeros combates comenzaron entre el 24 y el 26 de agosto, fechas en las que la localidad quedó totalmente cercada por los nacionalistas, bajo el mando del alcalde Alfonso Trallero, quienes se atrincheraron en su interior, aprovechando las construcciones y fabricando parapetos con sacos de arena como los que vemos en la imagen. El ejército republicano no se podía permitir perder tiempo, así que decidió asaltar la ciudad. Se libró una batalla campal en las calles, y para ganar tiempo el ejército republicano bombardeó también el pueblo. Finalmente se produjeron luchas casa por casa hasta eliminar a los últimos franquistas que quedaban escondidos en el municipio. En consecuencia, los republicanos lograron el poder en la localidad, tras una dura batalla de 14 jornadas con un total aproximado de 5.000 fallecidos, entre ellos el alcalde Trallero. Aunque ganaron la disputa por Belchite, el tiempo perdido en conseguirlo permitió a los nacionalistas reforzar la defensa zaragozana, impidiendo así que fuera tomada por el bando rojo. El pueblo quedó totalmente destrozado. Al final de la guerra, el gobierno franquista ganador de la contienda, en lugar de restaurar el pueblo destruido, decidió construir uno nuevo, que se encuentra pegado al ya conocido Pueblo Viejo de Belchite. Estas ruinas, que ya se aprecian en la imagen, son un claro ejemplo de la destrucción que provoca una guerra, que no deja nada a su paso. En cuanto a la imagen, distinguimos cinco hombres del ejército republicano en medio de la batalla, detrás de un parapeto creado con sacos de arena. Ninguno de ellos va vestido con ropa militar adecuada, son ropajes normales, sucios y harapientos de hombres de campo. Esto nos


permite intuir la organización de este bando republicano. Un ejército creado por civiles mayoritariamente sin educación militar, mal equipado y mal organizado. Cuatro de ellos llevan también una gorra en la cabeza. Los tres de la izquierda parece que visten el mismo modelo de gorra, que podría ser militar, pero el cuarto, el de la derecha, lleva simplemente una boina. Estos hombres están en tensión, lo que nos indica que estaban en un momento de la batalla. También cabría la posibilidad de que estuvieran posando, pero la rapidez de la lucha que se produjo en Belchite me hace pensar que esto no ocurrió en esta ocasión. Es bastante posible que los cinco hombres tengan un arma y estén apuntando con ella, pero únicamente puedo decir con seguridad que dos lo están haciendo. Uno de ellos con una ametralladora y otro con un fusil, posiblemente el Mauser modelo Español de 1893, el más empleado por los republicanos durante la Guerra Civil. Al fondo se pueden distinguir tres casas prácticamente destrozadas. Esto nos hace pensar en la crueldad de la guerra, que además de cobrarse la vida de miles de personas, tanto soldados como civiles, dejando familias rotas detrás, deja a tanta gente sin hogar y sin aquello que antes era suyo. Para terminar, me gustaría decir que gracias a este artículo he podido aprender muchos más aspectos de la Guerra Civil española, y concretando más, de los hechos que se produjeron en nuestra tierra hace casi ya 80 años.

Jorge Fernández Martín 1º BTO. D


Juego de niños; 1936 He elegido esta foto porque personalmente creo que refleja el destrozo moral y psicológico que causa la guerra. Es decir, las otras fotos pueden ser duras (muertos, heridos etc.) pero en esta foto se puede ver cómo la guerra trae consigo la locura.

De esta foto he encontrado pocos datos. Pero fue tomada en 1936 poco antes del frente de Aragón. Concretar en lugar y la fecha me ha sido imposible. En esta foto podemos ver cómo una serie de niños de muy poca edad juegan en un descampado de cualquier parte de España. La importancia está en el juego al que juegan. Se puede ver claramente que están jugando a imitar fusilamientos con palos. Podemos ver a cinco de ellos imitando a los fusileros, tres haciendo de víctimas y uno dando la orden de disparo a los fusileros.


4- Yo creo que Centelles fotografió esta imagen para reflejar la locura que había en España por aquel entonces. Porque para que unos niños puedan jugar a fusilarse primero tienen que haberlo visto y no una vez sino varias. Imagino que estos niños pudieron observar numerosos fusilamientos, ya que durante la guerra era una costumbre las ejecuciones entre bandos contrarios, cuyas víctimas eran enterradas sin ninguna identificación por lo cual hoy en día se siguen descubriendo fosas comunes de víctimas de este tipo de actos . ¿ Qué diversión pueden encontrar unos niños en jugar a matarse? Ninguna, simplemente lo imitan porque desde su inocencia es algo que ellos veían como un simple juego impuesto por la clase de vida que les tocó vivir. Además de que posiblemente hubiesen visto a familiares suyos hacerlo, o a familiares suyos recibirlo. Al igual que los niños de nuestra época juegan a pelearse entre ellos porque lo ven por la tele y buscan imitarlo, estos niños simplemente imitaban lo que veían por cualquier descampado de la España de los años de la guerra. Por eso pienso que lo que pasó en la guerra civil Española y en el mandato de Franco se debería considerar un genocidio. Dado que solo en el corto periodo de la guerra hubo 380.000 muertos y 350.000 exiliados. Y no solo los muertos sino la deformación psicológica que vivieron los participantes de la guerra y la que sufrieron los que eran simples observadores como estos niños. Además quiero resaltar que todos


estos sucesos ocurrieron hace ochenta años, y es nuestro deber no olvidar lo que sufrió esta tierra hace nada. Y que en las ciudades, en las que vivimos actualmente nuestros abuelos vieron cosas muy distintas de las que nosotros tenemos. Vieron las cosas que Centelles nos muestra en sus fotografías y gracias a ellas podemos sentir y opinar sobre una parte muy pequeña de lo que fue la guerra Civil Española hace ochenta años.

Daniel Vilas Naval- 4ºA


BARCELONA .Plaza de toros Monumental .Domingo, 7 de marzo de 1937 Entre las 10:00 y las 14:25 horas Intervención de Federica Montseny (1905– 1994), ministra de Sanidad, en la Jornada Internacional de la Mujer Antifascista.

Cuando estaba en la exposición, vi esta fotografía de lejos, y entre que estaba alejada y mis problema de vista me pareció un hombre, por lo que, sinceramente, no le di importancia, pero al pasar al lado, vi que me equivocaba, que era una mujer y que toda esa multitud, que aparece al fondo, la estaba escuchando a ella, por lo que deduje que esa mujer era importante, ya que pensaba que en esos años las mujeres seguían sin ser valoradas y, entonces, me interesé por saber quién era. Era Federica Montseny, también conocida como "la pasionaria anarquista". Fue la primera mujer en ocupar el cargo de ministra en España y Europa Occidental. Primero, vamos a conocer cuál era la situación de la mujer en la Guerra Civil, y así podremos entender bastantes cosas. La España republicana defendía el ideal de la "nueva mujer", una mujer independiente, mientras que en la zona nacional el modelo de mujer era el de la mujer sumisa, que obedecía sin mostrar ninguna resistencia. Se puede decir entonces, que la Guerra Civil española, desde el bando republicano, ayudó a eliminar los sentimientos de inferioridad a los que estaban expuestas la mayoría de las mujeres en esos tiempos. "Las mujeres ya no éramos objetos sino seres humanos, personas a la misma altura que los hombres", así lo explican algunas de ellas.


Si lo miramos ahora, en el siglo XXI, esto no nos sorprende nada, sin embargo, que una mujer fuera capaz de aprender, realizar un trabajo o intervenir en una conversación masculina, en esos años era un logro inaudito, del cual todas las mujeres que aún lo recuerdan se sienten muy orgullosas. Y esto lo vemos claramente reflejado en esta fotografía, realizada en Marzo de 1937, en la jornada internacional de la mujer Antifascista en Barcelona, por Agustín Centelles, un fotoperiodista. Aquí podemos observar que respetan, escuchan y apoyan las ideas de una mujer, en este caso de Federica, la cual tenía unos 31 años aunque no lo aparente debido quizás a su vestimenta o su aspecto físico. Ella estudió en su casa y compartía las mismas ideas que sus padres, dos anarquistas que fundaron las publicaciones libertarias La Revista Blanca y Tierra y libertad. En plena guerra se hizo cargo del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Por este motivo, las primeras funciones de Federica tuvieron mucho que ver con la evacuación de refugiados y las urgencias hospitalarias. Además, planeó lugares de acogida para la infancia, comedores para embarazadas, liberatorios de prostitución, una lista de profesiones a ejercer por minusválidos y el primer proyecto de Ley del aborto en España. Como otros miles de españoles, con el final de la Guerra Civil se tuvo que exiliar a Francia. Pero con la llegada de la democracia a España, regresó y continuó defendiendo sus ideales, donde tuvo gran prestigio hasta su muerte. Además de sus labores en el gobierno, escribió alguna obra como: La mujer, problema del hombre; Heroínas; Cien días de la vida de una mujer o Crónicas de la CNT. Imaginaos las dificultades a las que debió de enfrentarse, ya que era la primera y única ministra y a esto hay que sumarle las duras circunstancias en las que tuvo que desempeñar su cargo, en plena Guerra Civil, además de a las críticas que estuvo expuesta, pues con sus ideales anarquistas, algunos sectores del anarquismo no conseguía entender porqué formaba parte del gobierno, pero hay que saber qué ella aceptó este cargo porque consideraba necesaria la presencia de la CNT, organización mayoritaria en el mundo obrero de la época, en el gobierno para acabar con la sublevación fascista. Pero, sobre todo, Federica Montseny ha pasado a la historia porque, como he mencionado antes, promulgó una ley del aborto y creó unos centros de atención a las prostitutas, algo impensable hasta la época, y que muestran en todo momento sus ideales


libertarios. Ella hasta renunció a su vida social y como madre, para dedicarse exclusivamente a su lucha política y a luchar por la liberación de la mujer. Por todo ello me parece una mujer valiente, fuerte y un gran ejemplo a seguir no tanto por sus ideales políticos, sino por su forma de ser y de implicarse en los problemas de la gente que la rodeaba. BIBLIOGRAFÍA     

El pie de foto de la exposición. http://es.wikipedia.org/wiki/Federica_Montseny http://centros5.pntic.mec.es/ies.parque.de.lisboa/alumnos2001/index.html http://www.uv.es/~dones/temasinteres/historia/federica.htm http://www.elmundo.es/elmundolibro/2005/02/07/historia/1107797501.html

Irene Gilaberte Gimeno 4ºA


He elegido esta foto por la aportación de información sobre el armamento, la vestimenta, el ambiente y sobre todo de los pocos recursos de los Republicanos en la época de la Guerra Civil española. Hubo una gran diferencia de medios entre el bando sublevado y republicano pero eso no bastó para que el frente popular se rindiera y no luchara por sus derechos, ellos defendieron la legalidad gubernamental de la Segunda República Española hasta que la guerra se dio por terminada y vencida por los fascistas el 1 de abril de 1939 cuando Francisco Franco firmó el último parte de guerra y estableció una dictadura que duraría hasta su muerte en 1975.


La foto está tomada en agosto de 1936, poco después del intento de golpe de Estado del 17 y 18 de julio de ese mismo año. Muestra a una patrulla de control de carretera de la CNT, descansando después del relevo en un pueblo. Las Patrullas de Control del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña fueron un organismo para-policial formado como fuerza de orden público, en sustitución de las fuerzas policiales oficiales, que habían perdido la credibilidad tras el golpe de estado. En la situación revolucionaria en que se encontraba Barcelona, cualquier acción armada de la Guardia de Asalto o de la Guardia Civil durante aquellos días habría sido vista como un acto contra-revolucionario. Entre el 21 de julio y mediados de agosto de 1936 se constituyen las Patrullas de Control como "policía revolucionaria" dependiente del Comité Central de Milicias Antifascistas (CCMA). La mitad aproximada de los 700 patrulleros tenía carnet de la CNT, o eran de la FAI.

En la imagen aparecen tres hombres Republicanos, se sabe que son de este bando ya que se muestra los escasos recursos que tuvieron para combatir contra el bando fascista. Llevan una vestimenta humilde, simplemente ropa cotidiana: camisas, pantalones, gorras y alpargatas. Su armamento esta compuesto únicamente por lo que parecen ser escopetas de caza, no tenían prácticamente dinero para alimentarse y menos para gastarse en armas. La gente aún sin capital para obtener el equipo necesario para vencer a las tropas fascistas salió a defenderse y contraatacar, ya que no tenían la misma ideología que los sublevados, quienes eran partidarios de un nuevo régimen de carácter nacionalista totalitario (que posteriormente se transformó en el franquismo).

Creo que Centelles quiere reflejar en esta fotografía el cansancio y preocupación de los combatientes después de una dura jornada de trabajo controlando las calles y carreteras. Todas las instantáneas de Centelles tienen un gran potencial comunicativo porque parece que detiene la acción en el tiempo. Cualquier fotografía habría sido buena para comentar porque todas tienen detrás una historia, y en todas ellas está reflejado el dolor y muerte que una guerra conlleva.


Gracias a esta imagen he aprendido de la existencia de las Patrullas de Control, formadas como fuerza de orden público. Esta foto lo que me ha hecho ver, como ya he reflejado anteriormente, es la situación en la que tuvieron que combatir los republicanos frente a la fuerza y el armamento superior de los sublevados, el bando popular no tenía casi recursos pero aún resistieron porque querían seguir siendo demócratas. Marina Rodríguez Bailo, 4º B


MILICIANA EN LA SIERRA DE GUADARRAMA 1936.

He elegido esta fotografía porque me ha impresionado ver a una mujer dentro de la trinchera, luchando en primera línea junto con hombres, en igualdad de condiciones, ya que no pensaba que esto hubiera sucedido.

INFORMACIÓN SOBRE LA FOTOGRAFIA: La fotografía está sacada durante la batalla en la Sierra de Guadarrama, que fue la primera campaña militar de la Guerra Civil y tuvo lugar en la última semana de julio y principios de agosto de 1936. Se enfrentaron las columnas del bando sublevado y las columnas del bando republicano, que estaban compuestas principalmente por milicianos. En la fotografía se ve las condiciones en las que tenían que luchar, el bando republicano tenia peor formación que el bando sublevado ya que los milicianos eran voluntarios que no tenían ningún tipo de formación militar, aunque al frente de algunas unidades había militares y guardias civiles profesionales que no se habían sumado al golpe militar, como, los que intentaron desalojar a los rebeldes del puerto de Somosierra (Sierra de Guadarrama) que estaban al mando de Francisco Galán teniente de la guardia civil junto con otros dirigentes de la CNT de Madrid como Cipriano Mera. Una de las columnas milicianas más importantes fue la del Quinto Regimiento, organizada por el Partido Comunista de España. Como se puede ver en la foto aparece un grupo de milicianos formado por hombres entre los que se encuentra una mujer disparando en el frente, debido a que la guerra civil impulsó la participación de las mujeres republicanas en actividades políticas, sociales y militares que hasta entonces las tenían vetadas.


En los carteles triunfó la figura heroica de la miliciana tal y como la que se ve en la foto, una mujer joven, fuerte, decidida y con vínculos políticos, familiares o afectivos con sus compañeros de milicias, que marcha al frente y que se convirtió, además, en el símbolo de la movilización contra el fascismo. Actuaron motivadas por su conciencia política y social, sus motivaciones fueron el rechazo al fascismo, y la defensa de los derechos políticos y sociales adquiridos durante la Segunda Republica.

Durante la Guerra Civil las mujeres participaron en la fortificación de barricadas, cuidando de los heridos, en la organización de la asistencia y ayudando en la retaguardia, pero su importancia no es debido solo a estas actividades, si no que como esta mujer que aparece en la foto, estuvieron en las trincheras luchando codo con codo, junto con los hombres al principio de la guerra. La movilización popular femenina englobaba a miles de mujeres españolas hasta entonces marginadas de la sociedad y cultura, que se comprometieron en el empeño colectivo de combatir el fascismo. Evidentemente, todo este deseo de renovar los roles de género necesitaba de una serie de organizaciones femeninas que canalizaran el esfuerzo del colectivo de mujeres En un principio se formó un frente unido entre la Agrupación de Mujeres Antifascistas (AMA), su homónima catalana, la Unió de Dones de Catalunya (UDC), y las organizaciones juveniles Unión de Muchachas (UM) y la catalana Alianza Nacional de la Dona Jove (ANDJ). La AMA, de orientación comunista, existía antes del alzamiento militar, pero fue durante la guerra cuando adquirió su definitivo impulso. Para el verano tenía más de 50.000 afiliados. Su objetivo era integrar a las mujeres en la causa antifascista y al mismo tiempo promocionar al Partido Comunista de España.

DESCRIPCIÓN: Los personajes que aparecen en la fotografía son milicianos que pertenecen al bando republicano y se encuentran en Batalla de la Sierra de Guadarrama. Hay cuatro hombres y una mujer, dentro de la trinchera escondidos y medio tumbados en el suelo y apoyados sobre un muro de piedras. Todos ellos llevan rifles, pero se observa su poca preparación ya que no todos van uniformados, algunos van de paisanos, vestidos con una camisa blanca, un pantalón y una chaqueta encima, la mujer está tapada con una capote para protegerse del frío y no se puede ver cómo va vestida debajo del abrigo, algunos de los hombres y la mujer llevan un mismo gorro, que es el único elemento de la vestimenta que parece que tienen en común. Se percibe la tensión del momento en las caras de los milicianos, especialmente en la cara de la mujer que parece preocupada y atenta mirando y apuntando fijamente al objetivo. El resto de los hombres también están atentos aunque uno de ellos tiene el rifle bajado.


RELEVANCIA E IMPORTANCIA: La fotografía deja constancia de un hecho importante de la Guerra Civil por un lado sirve para saber cómo se enfrentaban, las armas que utilizaban y como iban vestidos y además al aparecer una mujer sirve para reflejar su participación e importancia en la guerra. Para mi esta imagen simboliza el esfuerzo que todo el mundo hace en tiempos de guerra, que la gente de unas mismas ideas se une e intenta luchar por aquello en lo que cree, como hombres sin ser militares profesionales van al frente como voluntarios y también que las mujeres republicanas lucharon por su futuro contra el fascismo. Ana Sierra Moro, 4º B


BRAM (Carcasona, Francia) Campo de concentración .Jueves, 9 de marzo de 1939

He elegido esta foto porque aporta información sobre la vestimenta y el ambiente que reinaba en los campos de concentración. Tras la caída de Barcelona, en los últimos meses de la Guerra Civil española, junto con otros refugiados Agustí Centelles, fue internado en el campo de concentración de Bram en territorio francés, dónde permaneció preso del 1 de marzo al 13 de septiembre de 1939 y consiguió establecer un pequeño laboratorio fotográfico, gracias a que poseía carné de periodista expedido por las autoridades francesa. Pudo salir del campo para ir a trabajar a un estudio fotográfico de Carcasona. Tres años más tarde entró a colaborar con los grupos de resistencia organizados por españoles republicanos en torno al Grupo de Trabajadores Extranjeros 422. He elegido esta foto ya que él vivió la experiencia en primera persona en este mismo campo. Al principio Francia mantuvo una política de acogida con los refugiados, concediéndoles asilo. Poco a poco el gobierno se vio obligado a aplicar una política más restrictiva debido a la llegada masiva de españoles a sus fronteras. Posteriormente la mayoría de los prisioneros fueron confinados en campos de concentración improvisados que ellos mismos ayudaron a construir. Terminaban en estos campos de concentración desde excombatientes republicanos del Ejército Popular, las Fuerzas aéreas y la Marina de guerra, hasta disidentes políticos, homosexuales y presos comunes. Los campos se caracterizaron por la explotación laboral de los prisioneros, organizados en batallones de trabajadores. Para salir de estos campos los españoles tenían cuatro opciones: 

Regresar a España


  

Una nueva emigración,(requería relaciones y apoyos para intentarlo)tuvo como destino principal América Latina. Trabajar fuera del campo Alistarse en la Legión extranjera o en regimientos de voluntarios extranjeros.

Durante la ofensiva alemana de mayo-junio 1940 muchos prisioneros españoles fueron deportados a campos de concentración alemanes, fundamentalmente al de Mauthausen donde trabajaban en la explotación de canteras de granito y más de 5.000 españoles perecieron. En julio de 1940 se instaura en Francia el gobierno de Vichy que habilita estructuras de represión específicas contra los republicanos españoles, estos eran sometidos a una vigilancia permanente por parte de los representantes franquistas en Francia (que no dudaban en denunciarles a Vichy y solicitar las extradiciones hacia España. En la fotografía observamos en primer plano una alambrada de espino que delimita el espacio que ocupan los diferentes edificios que conformaban el campo de concentración; más allá vemos a los nuevos internos del campo de Bram cargados con sus escasas pertenencias y ataviados con los típicos abrigos de la época y las boinas que solían llevar entonces los hombres. Abriendo el paso camina un guardia al que le siguen ocho nuevos internos, dos de ellos miran a la cámara sorprendidos. En un tercer plano aparecen prisioneros que observan la escena detrás de otra alambrada y tras ellos distinguimos dos barracones que suponemos serían los dormitorios de los internos. He elegido esta imagen porque creo que esta historia está un poco olvidada ya que todos habrán oído hablar de los campos de exterminio nazis pero pocos de la historia de los campos de concentración franceses y de los españoles que allí estuvieron. Esta imagen refleja la realidad tal como era, no intenta ocultar la desgracia de los prisioneros que llegan al campo de concentración, se intuye que el fotógrafo está intentando dar a conocer al mundo lo que está pasando y que quede constancia para la posteridad y documentar algo para que nadie pueda negar los hechos. Los medios de comunicación se convirtieron pues en elementos de propaganda en la que la imagen toma protagonismo como nuevo elemento bélico. Me ha trasmitido tristeza ,desolación, hambre, pobreza, falta de libertad y dolor. BIBLIOGRAFÍA http://www.levante-emv.com/cultura/2010/06/15/centelles-innovador/714716.html http://www.20minutos.es/noticia/321492/0/biografia/centelles-las-vidas-de-un-fotografo/exposicion/ http://es.wikipedia.org/wiki/Francia_de_Vichy

Laura Moreno Bernad, 4º A


He elegido esta imagen ya que en ella se muestra claramente cómo llegan un grupo de refugiados españoles al campo de concentración de Bram, esto se observa al ver las vallas propias de estos lugares y las amplias extensiones de terreno a parte de los barracones tan rudimentarios. Aporta por lo tanto una información muy valiosa respecto a como eran tratados los refugiados en esos lugares que no eran tan bien recibidos como se creía. En esta imagen se observa la huida hacia el exilio, se conoce como exilio republicano español al conjunto de ciudadanos españoles que durante la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 y la inmediata posguerra, se vieron forzados a abandonar su tierra natal y desplazarse a otros países por motivos ideológicos y de conciencia, o por temor a las represalias por parte del bando vencedor y del régimen político autoritario instaurado en España, permaneciendo en el extranjero hasta que la evolución de las circunstancias internas del país les permitió regresar paulatinamente, aunque fueron muchos los que finalmente se integraron en las sociedades que les dieron refugio, contribuyendo en algunos destacados casos a su desarrollo. Una gran parte de los primeros refugiados, hasta 440 000 en Francia según un informe oficial de marzo de 1939, tuvieron que afrontar inicialmente duras condiciones de vida, que se agravaron como resultado del estallido de la Segunda Guerra Mundial y aunque muchos de ellos lograron regresar en la década de 1940, el exilio republicano "permanente" quedó constituido por unas 220 000 personas de las cuales muchas eran excombatientes, políticos o funcionarios comprometidos directamente con la causa republicana pero entre las que había también miles de parientes y civiles, junto con un número significativo de niños, intelectuales, personalidades de la cultura y artistas, científicos y docentes, y personas de profesiones cualificadas, lo que supuso un condicionante más en el proceso de reconstrucción del país, a consecuencia del conflicto. Los campos de refugiados fueron evolucionando con el tiempo. Delante de la mascarada humana de la retirada, las autoridades francesas, desbordadas, reagruparon a los refugiados en centros de "control" o de "clasificación" en la frontera más tarde en campos de concentración (término oficial de la época) o de "internamiento" como podemos ver en la imagen En realidad, el campo de Bram era de concentración. Pero como las connotaciones de esta palabra la vinculan con el nazismo, por eso los franceses suavizaron la denominación de un lugar en el que los refugiados españoles vivían hacinados, con una pésima alimentación y un mal trato por parte de las autoridades francesas. Aquellas prisiones se crearon para alojar a unas 300.000 personas de las 450.000 (la mitad, combatientes) que cruzaron la frontera entre el 31 de enero y el 9 de febrero de 1939. La avalancha humana conmocionó a la sociedad francesa, que sacó a relucir su faceta más racista. De ahí, que los campos tuvieran las mínimas condiciones. El de Bram se levantó en solo 20 días. En esta imagen se ve que estamos es un campo de concentración porque lo primero que vemos es la alambrada, y a el van llegando hombre de diferentes edades que llevan sus pertenencias a cuestas, lo que han podido sacar de su casas. Un gendarme al frente del grupo los dirige hacia el lugar donde son recogidos mientras otros compatriotas que llegaron antes observan su entrada en el campo. Parece ser un campo exclusivo para hombres, de hecho las autoridades francesas separaban a familias tras cruzar la frontera.


Es muy importante para la memoria histórica que quede constancia de los hechos en las fotografías porque así podemos apreciar cómo eran realmente los acontecimientos y no como nos lo quieren contar y ente caso además fotografiado por un protagonista del hecho, personalmente esta imagen me transmite la crueldad de la guerra, el hecho de que las personas tengan que abandonar sus casas y con ellas, sus familias y por ello me transmite también tristeza. Aporta conocimientos nuevos a lo que ya sabía porque solo conocía los hechos históricos y con fotografías como esta he conocido la situación de las personas que sufrieron la guerra. PAULA CALLEJA FABRA, 4º C He escogido esta fotografía por el poder evocador que de ella surge, además de la información curiosa que aporta sobre el paradero de todos aquellos (naturalmente opositores, de las tendencias que fueran) que fueron capturados por el Estado francés. La imagen muestra la situación de cerca de 550.000 españoles que huyeron de la represión franquista hacia Francia tras la Guerra Civil española y fueron encerrados en los campos de internamiento, construidos la mayoría en la frontera y que no cumplían con las condiciones higiénicas y de salud básicas para su habitabilidad. Muchos represaliados murieron de desnutrición, por diversas enfermedades, por torturas o asesinatos. En esta foto se puede observar una muchedumbre de gente, se ha de entender que todos son gente que recurre al exilio como vía para sobrevivir ya que, una vez acabada la guerra, estarán en “busca y captura” por el régimen todos aquellos que aún queden en España. Al fondo se encuentran las personas que ya están internadas en el campo, expectantes por los recién llegados, que correrán su misma suerte. En primer plano de la foto se ve a los nuevos exiliados y delante de todos a un oficial o miembro del ejército francés (el personaje vestido de negro) que los conduce a su destino, ser encerrados en el campo de internamiento por ser considerados “extranjeros indeseables”. Naturalmente, ni los que están al fondo ni los que proceden a entrar en ese momento se esperarían el destino que se encontraron tras cruzar la frontera después de su gran sacrificio en busca de una alternativa para poder vivir. Se ha de entender que Francia, al ser una democracia bien asentada y con su lema de “igualdad, fraternidad y libertad”, tendería su mano a aquellos que necesitasen ayuda y más siendo de un país vecino. Pero por desgracia para los exiliados, el gobierno conservador de Daladier no opinaba igual. Para concluir, se podría decir que la imagen va cargada de un simbolismo encaminado hacia la penumbra, el trágico futuro próximo que les aguardaba, la deshonra, las ilusiones rotas de esa gente que esperaba algo mejor y, desde luego, distinto de como se les recibió. Jaime Magallón Salegui 1º BTO. D

Elegí esta foto por el interés de poder documentarme sobre los campos de refugiados, tema poco conocido cuando se trata de hablar sobre la Guerra Civil o la Dictadura franquista.


Este campo de refugiados se sitúa en Bram, Carcasona. Viendo la fecha en la que fue tomada la fotografía (primavera de 1939) podría decirse que se trataba de personas que se exiliaban al otro lado de la frontera pirenaica, en territorio francés, tras la victoria del bando franquista. Parece casi increíble, a día de hoy, ver a tanta gente refugiándose tras una alambrada y en unas condiciones prácticamente inhumanas. Se suponía que era un campo de refugiados pero era un campo de concentración en el cual españoles, sobre todo provenientes del norte de España, vivieron como animales en un espacio claramente con una capacidad inferior a la que soportó, haciendo de este modo que la situación incómoda, antihigiénica y casi puede decirse que cruel, se agravase. Se dice que Francia mostró su lado más xenófobo e intransigente con todas aquellas personas acogidas en aquel campo de concentración, debido a que solo les dio un espacio donde estar pero nada más. No se preocupó por el hacinamiento o la escasez de recursos alimentarios y sanitarios que había. Otras fuentes, más benevolentes con Francia, dicen que fue la insuficiencia de recursos económicos de nuestro país vecino fueron los que impidieron una mayor financiación en los campos de concentración franceses, puesto que casi todo el dinero francés estaba invertido en la inminente Segunda Guerra Mundial, en la cual se vio Francia, junto con Reino Unido, involucrada tras la invasión nazi en Polonia en septiembre de 1939. Pero retomando el tema de los campos de refugiados franceses, hay que destacar que por unos motivos u otros, los exiliados recibieron un trato desagradable y poco apropiado. Habitaban en espacios con condiciones poco mejores que las de una pocilga. En estos campos había personas de ambos sexos y de todas las edades, lo que hizo que los más débiles, niños y ancianos en especial, decayeran por la insuficiencia de alimentos o por enfermedades. Esta situación tan insostenible empeoró con el paso del tiempo, deteriorándose todavía más las condiciones en las que vivían estos exiliados. En el caso de Agustí Centelles, debido a su condición de fotógrafo pudo hacer alguna que otra salida fuera del campo, pero todas las fotos que había tomado durante su “aventura” en la Guerra Civil española tuvo que esconderlas y no pudo recuperarlas hasta que finalizó la dictadura. Estas fotografías han sido las que han permitido ver muchas escenas previas y durante la guerra. Esta fotografía y la investigación y lectura de diversas fuentes, me han permitido reflexionar sobre la dureza que trae consigo una guerra. No solo es dura para los que combaten sino que lo es también para todos esos civiles que aunque no son ajenos a la lucha, no tomaron las armas y fueron asesinados; y también lo fue para todas aquellas personas que tuvieron que huir de su propio país por el riesgo a morir, teniendo que dispersarse por todo el mundo. En este caso se ve reflejado lo ocurrido en el contexto francés puesto que fue allí donde estuvo refugiado el fotógrafo Agustí Centelles, pero también emigraron a países del continente americano, sobre todo de Sudamérica, o a países del norte de África. Las guerras no muestran más que el lado más cruel y egoísta del ser humano, y se quiera admitir o no, llevan estando presentes desde hace miles de años. Además de todo lo que me ha transmitido esta imagen, todo el proceso de documentación que he tenido que realizar antes de escribir este comentario, ha contribuido a


aumentar mis conocimientos tanto sobre la Guerra Civil, como de la Segunda Guerra Mundial, como de los campos de refugiados y los de concentración. Rocío Bouzagou 2º BTO D


BRAM (Carcasona, Francia). Campo de concentración. Miércoles, 5 de abril de 1939

La fotografía que he elegido es la de una zona de letrinas del campo de concentración de Bram en Carcasona ( Francia ). Me ha llamado la atención esta fotografía porque me parece muy impactante ver como los refugiados tenían que hacer sus necesidades a la intemperie y todos juntos sin intimidad alguna.

Tras años de guerra entre los dos bandos ( republicanos y franquistas ), muchos republicanos se vieron obligados a exiliarse fuera de nuestras fronteras, muchos de ellos recalaron en el campo de concentración de Bram en Carcasona ( Francia ), este campo fue creado en 1939.

Esta es una fotografía sobrecogedora, muestra una de las zonas de letrinas del campo Bram, denominada por los internos como “ el piojódromo “ donde los refugiados en cuclillas, con el culo al aire, defecan en barreños para luego vender sus heces a los labriegos de la zona, que la utilizaban como abono para sus cultivos ( información recogida en el articulo “ gestión de residuos “ escrito por Quim Monzó, publicado en el magazine de la Vanguardia de fecha 3 de Julio de 2011).

Esta fotografía, nos muestra las condiciones infrahumanas a las que se vieron sometidos algunos de nuestros antepasados. Centelles, creo que quiere mostrar al mundo en esta y


otras fotos, lo denigrante y absurdo de las guerras, también intenta transmitir hasta donde es capaz de llegar el ser humano. En cuanto a mi punto de vista, esta fotografía, lo que me transmite es repulsa y fuerza moral suficiente para luchar contra todo tipo de violencia o guerras y así no tener que ver nunca más fotografías de esta índole.

Esta fotografía y todas las demás fotografías de Centelles del campo de concentración de Bram en Carcasona ( Francia ) ha puesto imágenes a lo que mi abuelo me ha contado unas cuantas veces sobre su exilio con su padre en este mismo campo, mi abuelo (*) me ha relatado su dura experiencia en ese tiempo y lo duro que fue vivir en aquellos barracones. TESTIMONIO PERSONAL

(*) El nombre de mi abuelo es Félix Mariano Egea Larrosa, nació en Belchite ( Zaragoza ) en 1926 , y se dedicó a la ganadería y agricultura. Mi bisabuelo se llamaba Santiago Egea Navarrete, natural también de Belchite, nació en 1893 y se dedicaba también a la ganadería y agricultura. Mi bisabuelo no tuvo tanta suerte como mi abuelo, cuando estalló la 2ª Guerra Mundial, los alemanes invadieron Francia y lo capturaron en el campo de Bram, fue trasladado al campo de concentración de Mauthausen ( Austria ) y seguidamente al campo de Gusen ( Austria ) donde fue asesinado en una cámara de gas. Samuel Rodrigo Egea, 4º C


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.