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Linguística General Manual de lengua española
Fernando Javier Mendoza Urbina Graciela Jesús Paredes Blancas
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TÍTULO: Lingüística General. Manual de Lengua Española Autor-editor Fernando Javier Mendoza Urbina Prolongación Lima Norte N°399 Don Bosco, Chosica - Lurigancho Graciela Jesús Paredes Blancas Calle 7 de Junio N°126 Pedregal Bajo, Chosica - Lurigancho 1ra. edición – Setiembre, 2021 HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ N° 2021-11128 Diseño de cubierta: Antonio Flores Quispe Se terminó de producir la versión digital en setiembre del 2021. Prolongación Lima Norte N°399 Don Bosco, Chosica - Lurigancho
________________________________________________________ Versión digital, Lima, Perú
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Dedicatoria A los profesores de Lengua Española, que se esmeran en conocer la estructura y función de la ciencia del lenguaje para que sus estudiantes aprendan a comunicarse de forma eficiente y adecuada de acuerdo al contexto donde interactúan.
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Contenidos
Portada……………………………………………………………………………………...1 Dedicatoria………………………………………………………………………………….5 Índice de contenidos..............................................................................................................7 Presentación………………………………………………………………..……………….8 Capítulo I. Lingüística estructural…………………………………………..………………9 1.1 El objeto de estudio de la lingüística…………………………………………………….9 1.2 El estructuralismo: lingüística estructural…………………………………………..…..9 1.3 El lenguaje, lengua, habla……………………………………………………….……..15 1.4 El signo lingüístico…………………………………………………………………….17 1.5 Relaciones sintagmáticas y asociativas…………………………………………….…..24 1.6 Sistema, norma, habla………………………………………………………………….26 1.7 Dialecto, idiolecto……………………………………………………………….…..…30 1.8 Principales escuelas estructuralistas…………………………………………………...30
Capítulo II. Lingüística generativa………………………………………………………...33 2.1 La gramática…………………………………………………………………………...33 2.2 Innatismo y universales lingüísticos…………………………………………………..34 2.3 Competencia y actuación……………………………………………………………...37 2.4 Conocimiento lingüístico. Tipos………………………………………………………38 2.5 Reglas lingüísticas…………………………………………………………………….41 2.6 Estructura profunda y superficial…………………………………………….….…….42 2.7 Transformación………………………………………………………………..………43 2.8 Reglas sintácticas………………………………………………….………………..…44
Acerca de los autores……………………………………………………………...………46 Referencias…………………………………………………………………………..…….47
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Presentación El desarrollo del curso de Lingüística General exige el conocimiento de información básica sobre la ciencia del lenguaje. Sus enfoques y finalidad de esta ciencia; conocer los antecedentes históricos y las disciplinas que confluyen en su desarrollo. El presente Manual de Lengua Española está dividido en dos capítulos, el primero abarca aspectos que se estudian en la Lingüística Estructural y el segundo los aspectos de la Lingüística Generativa, ambos proponen una aproximación crítica de la naturaleza de la lengua (estructura y función). Esperamos sea un aporte que motive a seguir investigación sobre la complejidad y entendimiento de la ciencia del lenguaje.
Piura, 31 de julio del 2021.
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Capítulo I Lingüística estructural 1.1 El objeto de estudio de la lingüística La lingüística es la ciencia del lenguaje articulado y de su funcionamiento general como sistema de comunicación entre los seres humanos. La lingüística estudia el lenguaje humano en toda su extensión y, técnicamente hablando, abarca tanto la gramática (estudio de la estructura formal del lenguaje), como la filología (estudio de los testimonios escritos de las lenguas dentro de su contexto histórico). En un sentido más amplio, se define como la ciencia que estudia el lenguaje articulado en todos sus aspectos, no sólo estructuras sino también fisiológicos, psicológicos, sociales, etc. Estudia el lenguaje articulado en niveles o disciplinas: Fonética, que estudia los sonidos o alófonos; Fonología, estudia los fonemas; Morfología, estudia la forma y constitución de palabras (lexemas, morfemas...); Sintaxis, estudia las relaciones lineales, jerárquicas y de constitución que se dan entre los elementos de un enunciado; Semántica, estudia el significado lingüístico. Se distingue en lexicología (trata de las palabras de la lengua en general) y terminología (trata los términos pertenecientes al lenguaje científicotécnico), y lexicografía y terminografía (sirve para crear diccionarios); y la Pragmática, que estudia el contexto y situación de los enunciados, los elementos extralingüísticos. A partir de 1916 y con la publicación del libro de Ferdinand de Saussure Curso de lingüística general, esta disciplina adquiere un carácter científico.
1.2 El estructuralismo: lingüística estructural Ahora vamos a revisar la línea cronológica de cómo se fue formulando el Estructuralismo: Génesis del Estructuralismo Lingüístico La Lingüística tuvo un Siglo de Oro: la segunda mitad del XIX y la primera mitad del XX. Pero si bien éste fue un siglo de un florecimiento extraordinario de los estudios lingüísticos, ellos estaban orientados casi exclusivamente hacia los aspectos históricos. De aquí que De Saussure comience a interesarse por los problemas sincrónicos del lenguaje como reacción hacia tanto diacronismo. Antes de Saussure, Guillermo de Humboldt, que había tenido suficiente conciencia de los problemas dinámicos del lenguaje, también comienza a considerado como un todo
10 coherente. El lenguaje es ciertamente “enérgeia”, pero es también “ergon”. También Humboldt se convierte en un lejano precursor del estructuralismo. Para De Saussure se pueden hacer dos tipos de análisis sobre el lenguaje: el descriptivo y el histórico. El primero, que es sincrónico, se ocupa de la estructura del lenguaje, es decir, de la relación que existe entre los fenómenos lingüísticos en una determinada época. La lengua es un todo coherente. Por consiguiente, es peligroso considerar los diferentes elementos como una unidad aislada. El lenguaje hay que estudiado como un sistema contenido en sí mismo en sus diversas partes. Al lingüista le corresponde mostrar, no ya cómo una palabra evoluciona y se transforma a través del tiempo, sino, sobre todo, cómo un sistema completo cambia o desaparece bajo la aparición de un sistema nuevo más poderoso que el anterior. Lo diacrónico y lo sincrónico corresponden a facetas presentes en cada uno de los instantes de la evolución de un lenguaje. En De Saussure tiene importancia capital la distinción entre lengua (langue) y habla (parole). Malmberg prefiere conservar los términos originales, porque piensa que ninguna de las traducciones conocidas refleja apropiadamente el sentido saussuriano. Langue designa el auténtico sistema del lenguaje: suma de todas las reglas que determinan el uso de sonidos y léxicos de expresión. A la lan gue no le concierne el individuo hablante ni el enunciado individual. Es un cuerpo de convenciones, una abstracción, cuya existencia es esencial para la comunicación apropiada entre los miembros de una comunidad lingüística. Pdrole es el lenguaje realizado, el auténtico enunciado. Mientras la parole es individual, la lan gue es social. La langue es un sistema que no conoce más que su propio orden. Le pasa como al ajedrez. No importa el estilo de las figuras ni el material de que estén hechas éstas. Lo que importa son las reglas de juego. Junto con la distinción de langue y parole, en De Saussure hay que distinguir entre signo, significante y significado. Por signo entiende la asociación entre un concepto y una imagen acústica. Pero, a su vez, el signo se descompone en significante y significado. Generalmente se admite que en la actualidad el signo lingüístico es arbitrario. Pero no se puede defender de igual manera esta arbitrariedad en el origen de los idiomas. Entonces, tal vez la mayor parte de las palabras primitivas tuvieron su origen en onomatopeyas, con lo que se destruye su arbitrariedad.
11 La arbitrariedad actual del signo lingüístico no significa ni mucho menos que el hablante pueda cambiado. Existe una compulsión social que impide al individuo cambiar el signo lingüístico. Pero la convencionalidad del signo lingüístico está atestiguada por la multiplicidad de las lenguas. Además, existe una distinción al respecto ·entre el signo verbal y el símbolo Este signo es de carácter social, mientras que el símbolo es individual. Lo que se ha dicho acerca de la arbitrariedad del signo, no se aplica desde luego al sistema. El sistema es demasiado complejo para ser arbitrario. En él impera una razón relativa. Esto hace que la masa sea impotente frente al sistema de una lengua. El Estructuralismo Lingüístico En síntesis, se puede decir que el estructuralismo lingüístico es una corriente de pensamiento que, arrancando de Ferdinand de Saussure, considera que el lenguaje es una estructura, esto es, una armazón de elementos solidarios. Se puede hablar de varias escuelas estructuralistas. Las principales son: la de Ginebra (Suiza), la de Praga (Checoslovaquia), la de París (Francia) y la de Copenhague (Dinamarca). Además, existe una corriente estructuralista en los Estados Unidos y elementos aislados en otros países. La escuela de Ginebra está representada por Bally, por Sechehage y por Frey. La de Praga, que se conoce también con el nombre de escuela fonológica, la representan Jakobson, Trubetzkoy y Trnka. La de París tiene un eminente representante: Martinet. La de Copenhague la representan Hjemlev, Uldall, Brandal, Togeby y Holt. Entre los estructuralistas norteamericanos podemos citar a Bloomfield, a Sapir, a Bloch, a Harry y otros. Aparte mencionaremos a Chomsky, que se sitúa en el estructuralismo, pero como una superación del sistema. Ahora bien, si preguntamos qué es el estructuralismo, resulta que no sólo existe una dificultad grande en definido, sino que también sus representantes se negarán a definido. Dirán que el estructuralismo no existe como cuerpo de doctrina y que no sólo no tiene fronteras, sino que tampoco tiene cuerpo. He aquí lo que piensa Foucault (s.f): El estructuralismo es una categoría que sólo existe para los otros, para los que no son. Sólo desde el exterior puede decirse: talo cual son estructuralistas. Es a Sartre a quien puede preguntársele qué son los estructuralistas, pues considera que ellos constituyen un grupo coherente (Lévi-Struss, Althusser, Dymézil, Lacan y yo), un grupo que constituye una especie de unidad, pero esta unidad, puede usted decírselo, nosotros no la percibimos (p. 71).
12 Para Jean Piaget, el estructuralismo es un método y no una doctrina. Y en la medida que se convierte en doctrina conduce a una multiplicidad de doctrinas. Tabla 1 Análisis estructural 1era. El lenguaje es objeto para una ciencia empírica. Cuando Saussure distingue entre lengua y habla, reserva las reglas del código para la lengua.
2da. En la lengua hay que distinguir una ciencia de los estados de sistema y una ciencia de los cambios. La segunda se subordina a la primera.
3era. En un estado de sistema no hay términos absolutos, sino relaciones de mutua dependencia.
4ta. El conjunto de los signos del lenguaje se ha de considerar como un sistema cerrado. El lingüista puede considerar que el sistema no tiene exterior, sino sólo relaciones internas.
5ta. El signo no reemplaza a la cosa.
Nota: Análisis estructural por premisas. Fuente: Ricoeur, s.f.
El lenguaje, dice Piaget, es una institución colectiva cuyas reglas se imponen a los individuos. Entre las realidades humanas es el lenguaje el que goza de una categoría más privilegiada. Cuando se piensa en él como fuente de estructuras particulares, se hace pensando en su edad, en su generalidad y en su poder. El Estructuralismo nació el día en que De Saussure mostró que los procesos de la lengua no se reducen a la diacronía y que la historia de una palabra está muy lejos de explicar su significación actual. Cada momento de la historia depende de la sincronía. Sincrónico es esencialmente el estructuralismo inicial por las siguientes razones: Primera. Las leyes de equilibrio son independientes en relación con las leyes de desarrollo. Segunda. Existe una voluntad de liberarse de los elementos ajenos a la lingüística. Tercera. El estructuralismo saussuriano es sincrónico. El signo verbal es arbitrario y no guarda relación con su significado. La crítica del Estructuralismo Lingüístico Paul Ricoeur nos habla de la validez del análisis estructural y de los límites de esa validez. Los estructuralismos, nos dice, trabajan sobre un corpus ya constituido, detenido, cerrado, muerto. En él establecen inventarios de elementos y de unidades. A los elementos les adjudican relaciones de oposición, especialmente de oposición binaria. Finalmente, establecen una especie de álgebra de esos elementos de oposición. Pero se deja fuera, continúa Ricoeur, la comprensión de los actos, las operaciones y procesos del discurso. Surge la antinomia entre lengua y discurso.
13 Por otra parte, hay investigaciones que escapan al modelo estructuralista. Entre ellas tenemos las que realiza actualmente en los Estados Unidos Noam Chomsky. Parte del estructuralismo, pero no se queda en él, sino que de alguna manera lo supera. La palabra es el lugar donde se realiza el intercambio entre la estructura y el acontecimiento. De ahí su importancia. El lenguaje está hecho de una jerarquía de niveles. El problema es saber si esos niveles son o no homólogos. Las críticas al estructuralismo lingüístico no son sólo de este momento histórico. Meillet lo criticaba porque decía que el estructuralismo no toma en cuenta a los seres humanos que hacen el lenguaje. Subrayó los vínculos y relaciones de dependencia con respecto a la cultura y estructura social de una comunidad lingüística. En opinión de Paul Ricoeur, cuando intentamos estructurar el acontecimiento nos encontramos con la antinomia. Pero el paso por la antinomia no es inútil. Se dan dos tiempos: en primer lugar, la oposición de 10 sistemático y de 10 histórico; en segundo lugar, el fenómeno del lenguaje que no es estructura ni acontecimiento, sino continúa conversión de uno en la otra en el discurso. La antinomia se presenta porque el estructuralismo quiere mantenerse en el interior de la clausura del universo de los signos. Pero esto excluye el lenguaje como habla, como decir. Pensar el lenguaje sería pensar la unidad de la lengua y del habla. Pero, ¿cómo hacerlo? Porque existe un peligro, que consiste en erigir una fenomenología del habla frente a la ciencia de la lengua. En la frase se dan todos los rasgos de la antinomia: estructura-acontecimiento. Aquí el lenguaje no se opone a sí mismo: 1° porque el discurso es un acto que tiene la naturaleza del acontecimiento, mientras el sistema es atemporal; 2° porque el discurso es una serie de elecciones, mientras el sistema es constricción; y 3° porque las elecciones producen combinaciones nuevas en número infinito, mientras el repertorio de los signos es cerrado y finito. Hay más razones en el plano de la antinomia estructura-acontecimiento: 1) el lenguaje se refiere al discurso. Hablar es decir algo de algo. El lenguaje dice algo en el plano de la frase, no por debajo de ella. 2) La comunicación es decir algo a alguien. El acto del habla se opone al anonimato del sistema. La lengua es un instrumento neutro, un instrumento disponible solamente; no tiene persona, no es nadie. Respecto a la sintaxis, Ricoeur cita a Gustave Guillaume en el pensamiento siguiente. Somos víctimas de un prejuicio. Tendemos a representamos la sintaxis como la forma más interna del lenguaje. Nada más falso. La sintaxis no asegura la escisión de la lengua.
14 La sintaxis depende del discurso y no de la lengua. Está en el camino de regreso del signo hacia la realidad. Las formas del discurso, tales como el nombre y el verbo marcan el trabajo del lenguaje para aprehender la realidad en sus aspectos espaciales y temporales. En el camino de la superación de la antinomia estructura-acontecimiento, nos encontramos con un dato fundamental: la palabra. En opinión de Weisgerber, la palabra es la unidad básica del lenguaje. Consiste en el conocimiento de un signo sonoro unido a la posesión del correspondiente concepto. Por consiguiente, la tarea que superará la antinomia será el análisis del contenido. La palabra es mucho más y mucho menos que la frase. Menos, porque no hay palabra antes de la frase, sino sólo signos. Todavía no hay significación, unidad semántica. En semiología, no hay palabra, sino valores relativos, diferenciales, opositorios. A la lengua le corresponde el esquema. Su uso está en la encrucijada de la lengua y del habla. La palabra nombra al mismo tiempo que la frase dice. La palabra nombra en posición de frase. Entonces, la palabra sale del diccionario, se convierte propiamente en palabra en el momento en que el hombre la convierte en habla, de habla en discurso, y de discurso en frase. Las palabras son signos en posición de habla. Articulan lo semiológico y lo semántico. Por consiguiente, la palabra es un intercambiador entre el sistema y el acto, entre la estructura y el acontecimiento. Depende de la estructura como valor diferencial, como virtualidad semántica. Pero depende también del acto, del acontecimiento. Como todas nuestras palabras son en algún grado polisémicas, la univocidad o la multivocidad de nuestro discurso no es obra de las palabras, sino de los contextos. Si el contexto tolera varias isotopías a la vez, nos encontramos con un lenguaje verdaderamente simbólico que dice una cosa diciendo otra. En la palabra el lenguaje está de fiesta. La estructura de la frase no crea absolutamente nada, pero en ella se ordena y se despliega la abundancia de la palabra. De aquí se desprende una conclusión importante. Una filosofía del lenguaje no debe limitarse a las condiciones de posibilidad de una semiología. Debe atender también las condiciones de posibilidad del discurso, en la medida en que éste es un intento, renovado incesantemente, de expresar lo pensado y lo pensable de nuestra experiencia. Lo esencial del lenguaje comienza más allá de la clausura de los signos. Mantenerse, en ella es descender hacia los elementos, los inventarios y las nomenclaturas. El misterio mismo del lenguaje se presenta en el surgimiento del decir en nuestro hablar. El decir es la apertura, la apertura del lenguaje.
15 1.3 El lenguaje, lengua y habla El lenguaje Se puede hablar, con razón, de la existencia de dos concepciones del lenguaje: - La que lo entiende en su sentido más amplio, como sistema de señales o signos más amplio, como sistema de señales o signos que permiten y facilitan cualquier modo de expresión, en cuyo caso aceptaríamos hablar del lenguaje animal, del lenguaje de las flores, del lenguaje del arte, etc. - La concepción restringida y que se emplea con insistencia creciente, que entiende al lenguaje como capacidad exclusiva del hombre. Funciones del lenguaje
Según Jakobson cumple la función emotiva cuando se centra en el emisor; la apelativa, en el receptor; la poética, en el mensaje; la metalingüística, en el código; la referencial, en la fuente o referente; y la fática, en el canal. Se deben tomar en cuenta las funciones del lenguaje para una comunicación afectiva:
Funciones del lenguaje
Poética
Metalinguística -
Se centra el código. Profundiza en el conocimiento De la lengua o idioma.
- Se centra en el mensaje - Expresa sentimientos por medio de las figuras literarias
Referencial
- Se centra en el emisor. - Proporciona información o conocimiento
Apelativa - Se centra en el receptor. - Sirve para rogar, pedir, ordenar.
Emotiva o expresiva - Se centra en el emisor - Expresa mensajes con emoción según el estado ánimo Figura 1. Funciones del lenguaje. Fuente: Jakobson.
Fática -Se centra en el canal -Sirve para iniciar o prolongar una conversación
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Figura 2. Funciones del lenguaje. Fuente: Autoría propia.
La lengua Conjunto de signos arbitrarios, adoptados por los miembros de una comunidad lingüística, para ejercitar con ellos (poner en práctica) la facultad universal de la comunicación, del lenguaje.
Se manifiesta en los actos de habla concreta
Instrumento
Relación social esencial
Constante creación
Signos y reglas para crear mensajes
Código
Inmanente y exterior al individuo
Conjunto de relaciones
Figura 3. Precisiones al definir la lengua. Fuente: Autoría propia.
Sistema
17 El habla Es la utilización por las personas de los signos que ofrece la lengua, para darse a entender, en una determinada circunstancia. Constituye un acto individual de voluntad y lucidez para expresar el mensaje del emisor. Las manifestaciones del habla son momentáneas. Es indicio de la personalidad básica y emocional momentánea del individuo, por la forma de hablar se puede hacer deducciones con quién se habla y en qué circunstancias. El habla está cortada por pausas, vacilaciones, interrupciones, repeticiones, y es psicofísica porque, para exteriorizarse, se vale de los actos de fonación y articulación, previa orden del cerebro.
Figura 4. Diferencias entre lenguaje, lengua, dialecto y habla. Fuente: Autoría propia.
1.4 El signo lingüístico Es la unidad psíquica asociativa entre un concepto (significado) y una imagen acústica (significante). Estos dos elementos están profundamente unidos y se reclaman recíprocamente. Ejemplo: palabra “árbol”
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Figura 5. Unidades del signo lingüístico. Fuente: Autoría propia.
Llamamos signo lingüístico a cada uno de los signos orales que componen una lengua. Estos signos orales que componen una lengua, dotados como todo signo de significado y significante, pueden ser de naturaleza muy diversa. Veamos ejemplos de signos lingüísticos:
Enunciados • Luis se ahogó en un vaso de agua.
Palabras • mesa, silla, sófa.
Expresiones • Boca de jarro.
Figura 6. Ejemplos de segmentos-signos lingüísticos. Fuente: Autoría propia.
Ejemplo: En la palabra “pescaderías”, podemos identificar las siguientes secuencias con significado:
19 La secuencia pescad, que nos remite a la idea de ¨pescado¨ La secuencia ería, que nos remite a la idea de local donde se vende algo. La secuencia s, que nos remite a la idea de plural. El significado y el significante del signo lingüístico. En los signos lingüísticos se pueden distinguir dos planos: el significado o plano de la expresión y el significado o plano del contenido. El significado de un signo lingüístico es el concepto o la imagen que asociamos en nuestra mente a un significado concreto. Así, cualquier hispanohablante asocia a la cadena de sonidos l-á-p-i-z una imagen similar a está:
Figura 7. Lápiz, objeto real. Fuente: Autoría propia.
El significado no es un objeto real, sino solamente el concepto que una cadena de sonidos nos sugiere. Por eso, cuando escuchamos la palabra lápiz podemos pensar en un lápiz de madera o en un lápiz de metal, o en un lápiz negro o en un lápiz, siempre pensaremos en un instrumento que contiene una mina de grafito o de cualquier otro material con el cual se puede escribir. Principios Según Saussure, cuatro son los principios del signo lingüístico: - La arbitrariedad del signo El vínculo que une el significado con el significante es arbitrario, el lazo que une a ambos es inmotivado; es decir que el significado puede estar asociado a cualquier nombre y que por lo tanto no existe un nexo natural entre ellos. Por ejemplo: los sinónimos (varios significantes y un solo significado), las lenguas (español: tiza, inglés: chalk), en las onomatopeyas del español: quiquiriquí; francés: coquerico) y las exclamaciones (español: ¡ay! alemán: ¡aua!
20 Este hecho evidencia que la relación entre significante y significado es arbitraria: los hablantes de una lengua han asignado históricamente una cadena de sonidos a un determinado concepto, pero podrían haber asignado cualquier otra cadena. ¿Cómo aprendemos en la vida real la arbitrariedad del signo lingüístico? Participemos de este diálogo: Primera pregunta: ¿Alguna vez, a usted le consultaron para que el sitio donde vive se llame casa? Respuesta: No Pregunta: ¿Existe un motivo especial o real para que ese lugar donde vive se llame casa? Respuesta: No Pregunta: ¿Esta relación se la impone o no? Respuesta: Sí Entonces entendemos que el signo lingüístico es arbitrario porque se nos impone sin motivo ni consulta. - La linealidad El significante se desenvuelve sucesivamente en el tiempo, es decir no pueden ser pronunciados en forma simultánea, sino después del otro, en unidades sucesivas que se producen linealmente en el tiempo. Por ejemplo: /a-c-a-b-o-d-e-ll-e-g-a-r/ - La inmutabilidad (el signo lingüístico puede cambiar) Sabemos que cuando aprendemos un sistema lingüístico no nos cuestionamos por qué llamamos “casa” a la casa o “rosa” a la rosa, simplemente aprendemos que ese es su nombre. Entonces la inmutabilidad consiste en que la comunidad impone el uso de un signo lingüístico en un momento determinado de la evolución de una lengua. Vale decir, pues, que esta característica únicamente es posible desde una perspectiva sincrónica. Sincronía o lingüística sincrónica se refiere al estudio de cómo funciona una lengua (sus sonidos, sus palabras, su gramática, sus reglas, etc.) en un momento dado, dejando de lado su historia pasada y su destino futuro. La diacrónica o lingüística diacrónica, estudia los cambios o transformaciones que se producen en la lengua con el devenir del tiempo; por ejemplo, encontramos el latín pode, que ha dado lugar al italiano piede, francés pied, al español pie.
21 - La mutabilidad (el signo puede cambiar) Desde una perspectiva diacrónica, las unidades de una lengua pueden transformarse: por ejemplo, las palabras en latín nocte y pectus que derivaron respectivamente en ´´noche´´ y ´´pecho´´. Diacrónicamente (a través del tiempo) Cabe destacar que el signo lingüístico adquiere un valor de significación. Ejemplo: no es lo mismo decir “pez” que “pescado”. Representan lo mismo, pero “pez” se refiere al animal vivo, y un “pescado” ya está muerto y listo para comer. Este valor va a depender de las lenguas a que pertenezcan; además, el signo tiene fonemas relativos (cualquier semejanza que tengan), negativos (lo que completamente de los otros signos no son) y o positivos (cada fonema se opone a los otros fonemas). También las letras se pueden escribir de diferentes maneras siempre y cuando no se confundan con los otros sonidos. A lo largo del tiempo (diacronía lingüística), tanto significado como significantes pueden desgastarse y sufrir cambio o fragmentación, de la misma manera que una moneda se desgasta y hace borrosa con el uso y hasta puede partirse. Cuando el significado se fragmenta tiene lugar la llamada polisemia. Asimismo, si el significante se fragmenta ocurre lo que se denomina metaplasmo o evolución fónica.
Arbitrariedad
Inmutabilidad
Características del signo linguístico
Linealidad
Mutabilidad
Figura 8. Características del signo lingüística. Fuente: Autoría propia.
22 Signo, símbolo y señal
- Signo Al menos hipotéticamente, la palabra signo, a través del latín signum, viene del griego secnom, raíz del verbo “cortar”, “extraer una parte de”. La raíz primitiva parece indicar que ´´signo´´ sería algo que debía de referirse a una cosa mayor, de la cual había sido extraído: una hoja con relación a un árbol; un diente con relación a un animal, etc. El signo es una unidad capaz de trasmitir contenidos representativos, es decir, es un objeto material, llamado significante, que se percibe gracias a los sentidos y que en el proceso comunicativo es portador de una información llamada significado. En el signo, el significado es preciso, por ejemplo, el sustantivo “araña”, en el sistema de signos que configuran el idioma castellano, representa un animal concreto, así como los sustantivos “spider”, “araignée” o “ragno” designan respectivamente en inglés, francés e italiano, el animal de ocho patas que todos conocemos. Con relación a la cosa a la que se refiere o designa, el signo puede ser clasificado en:
Signos
Ícono
Índice
Símbolo
Mantiene una relación directa con su referente o la cosa que produce el signo.
Posee semejanza con su referente: fotografía, estatua, esquema, pictograma.
Ej. Suelo mojado, indicio de que llovió; huellas, indicio del paso de un animal o persona.
Figura 9. Clasificación de los signos. Fuente: Autoría propia.
Signo cuya relación con el referente es arbitraria, convencional: Ej. Las palabras habladas o escritas: la cruz roja.
23 - Símbolo De acuerdo a la clasificación anterior del signo, encontramos allí al símbolo, de modo que podríamos señalar que el signo es arbitrario, mientras que el símbolo menos arbitrario, porque entre el significado y el significante hay un rudimentario vínculo natural, por ejemplo, la bandera blanca, es, símbolo de paz, no podría ser reemplazaba por otro objeto, llámese piedra, árbol, carro, etc.
Figura 10. La bandera blanca como símbolo de paz. Fuente: Autoría propia.
Podríamos, entonces, señalar que un signo no sólo informa de un significado, sino que además evoca valores y sentimientos, representando ideas abstractas de una manera metafórica o alegórica, se conoce como símbolo. Veamos el ejemplo, la araña ha sido representada visualmente en casi todas las culturas, como la mesopotámica, la egipcia y la maya. Simboliza la creación y la vida, por su capacidad para formar hilos a partir de su propio cuerpo, pero también ha simbolizado la muerte y la guerra por su aptitud cazadora y lo letal de su veneno. En las religiones se utilizan símbolos que evocan en sus seguidores los valores y creencias propios de cada una de ellas, por ejemplo, la Luna creciente simboliza al islamismo; la cruz es el símbolo de los cristianos y la estrella de David representa a la religión hebraica.
- Señal Es un tipo de signo que tiene por finalidad cambiar u originar una acción y actúa de manera directa e inmediata sobre el receptor del mensaje. Cuando vemos una señal, ella nos indica que debemos prestar atención a un hecho en un momento determinado o modificar una actividad prevista.
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Figura 11. Ejemplos de señales. Fuente: Autoría propia.
Las señales deben ser respetadas ya que son de gran ayuda, nos permiten orientarnos. Cuando paseamos por un zoológico o un parque y queremos saber dónde quedan los cafetines, los baños o los animales, observamos señales pertinentes que nos indican su ubicación. Su sentido no es tanto la comunicación sino la indicación, la orden, la advertencia, prohibición o instrucción. La señal debe introducirse en el campo de visión del individuo aun en contra de su voluntad. El código de color ya ha sido aprendido: rojo, prohibitivo; amarillo, preventivo; azul, comunicativo. Algunos tipos de señales: Pictogramas. Señalización direccional encontrada en carreteras, redes ferroviarias, líneas marítimas, aéreas, etc. Traspasan fronteras, lenguajes y etnias. Algunos son de carácter icónico; otros son aprendidos. Orientación en sitios públicos. Señales ubicadas dentro de entornos cerrados para guiar y orientar al visitante. Ejemplo: aeropuertos, museos, edificios públicos, etc.
1.5 Relaciones entre los signos Normalmente los signos no aparecen aislados. Se relacionan con otros y forman estructuras, como en este ejemplo a nivel fónico: Fonema: /b/ Suma de fonemas (vocales y consonantes): /b/ + /a/ Formación de una sílaba: /bar/ + /ko/ > creación de un monema: <barco>
25 Las relaciones entre signos pueden ser de dos tipos: sintagmáticas y paradigmáticas, expresadas así:
Figura 12. Eje vertical de las relaciones sintagmáticas. Fuente: Autoría propia.
Las relaciones sintagmáticas Son las que se producen entre varios signos que unidos realizan una misma función, a través, precisamente, de un sintagma (en el plano morfosintáctico y semántico) o una sílaba (en el plano fónico). Las relaciones paradigmáticas Son las que se dan entre iguales. Cuando alguien dice la casa, la podría ser sustituido por otro determinante (y sólo por un determinante): mi casa; aquella casa; esa casa. Lo mismo ocurre con los chicos jóvenes, donde chicos, núcleo de un SN, sólo puede ser sustituido por otros núcleos de SN, que debe ser forzosamente otro sustantivo. La figura anterior se transformaría:
el
vecino
Juan
mi
hermano
mayor
primo
de Canarias
ese
Figura 13. El eje horizontal de las relaciones paradigmáticas. Fuente: Autoría propia.
Relaciones de oposición entre los signos Ya hemos visto que los signos necesitan relacionarse entre sí para alcanzar un significado (> formación de estructuras). Pero, además, el signo a menudo se opone a otros signos, por lo que se define negativamente frente a otros signos, en una relación de oposición.
26 Así, las oposiciones se encuentran en muy distintos niveles: - Semántico: claro
oscuro;
helado
frío
fresco
templado
cálido
caliente
ardiente.
- Morfológico: hablo
hablé
perro
perra
hablaré perras
- Sintáctico: libro con dibujos
libro sin dibujos
libro de dibujo
1.6 La lengua como sistema La lengua es, pues, un conjunto de: Elementos: monemas y morfemas Reglas que los combinan: morfosintaxis Contenido de significado: semántica Todos estos sistemas, interconexionados, forman un sistema y se caracteriza porque sus elementos son: Aislables, se reconocen monemas y fonemas como elementos aislados. Ser idénticos formalmente, aunque se integren en mensajes diferentes. Tener reglas estables para combinarse en la codificación de mensajes. Cada elemento está clasificado en una categoría determinada, definida por ciertas posibilidades de combinación, aunque también hay incompatibilidad de combinación entre ciertos elementos. Así, en español se puede combinar un determinante con un sustantivo: GN
Det.
La
N
gente
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Pero, en cambio, un determinante no va con un verbo finito: *SV
Det.
*Este
N
comemos
Las reglas y combinaciones que ofrece la lengua son finitas, mientras que las posibilidades de elaborar mensajes son, en teoría, finitas. Dicho de otro modo, las estructuras son limitadas, pero no así su capacidad de combinarse para formar mensajes.
Figura 14. Niveles de la lengua. Fuente: García, 2012.
La combinación de los signos no viene siempre dada por la combinación de los elementos en el plano morfosintáctico. Muchas veces las incompatibilidades son de orden semántico, aunque gramaticalmente una oración sea correcta: Es correcto: Mi cuadro se ha ido a acostar. Es incorrecto: # Mi moto se ha ido a acostar. La descripción sistemática de la lengua Ya dijimos que los elementos que componen el código lingüístico se caracterizan por relaciones de oposición, según indicamos antes. Así, yo se opone a tú y a él/ella.
28 Por tanto, las unidades que constituyen los niveles de la lengua son: fónico, morfosintáctico, semántico, sintáctico y textual. Algunos otros aspectos del estudio del lenguaje A la hora de estudiar el lenguaje, es necesario tener en cuenta una serie de aspectos que no necesariamente tienen que ver con los tres sistemas que constituyen los niveles de la lengua. Es preciso, además, atenderá: la visión temporal; la norma y los criterios de corrección lingüística. La visión temporal: diacronía y sincronía El estudio del lenguaje se puede hacer dese dos perspectivas: sincrónica y diacrónicamente. A ambas ya hicimos mención en el capítulo anterior al referirnos al signo lingüístico. La sincronía es el estudio de la lengua en el momento presente, no sujeto, por tanto, a cambios históricos y sin atender a las razones que motivaron que un fenómeno sea de tal o cual manera. Así, por ejemplo, en fonología, la Lingüística describe como fonemas sibilantes del español moderno /x/, /s/ y /Ɵ/, deteniéndose en describirlos concienzudamente y, como máximo, describiendo la ausencia de / / en la inmensa mayoría del mundo hispanófono. La diacronía es el estudio de la lengua a lo largo de su evolución, es decir, históricamente, reconstruyendo los momentos del idioma desde su origen hasta el momento actual. Así, a la Lingüística diacrónica o histórica le interesa saber qué sonidos había en castellano antes de /x/, /s/ y /Ɵ/ actuales, por lo que reconstruye que en el castellano medieval el paradigma era bien distinto, dado que existían varias sibilantes que evolucionaron hasta dar los resultados actuales: Tabla 2 Fonemas sibilantes /s/
/s/
/s/
/Ɵ/
/Ɵ/
/ʃ/
/x/
/z/ /s/ /Ɵ/ /ƾ/ /ʃ/ /ɜ/ Nota. Representación de fonemas sibilantes. Fuente: Autoría propia.
/x/
29 Sólo cabe añadir que la combinación de ambas visiones, que en algún momento trajo de cabeza –y de hecho lo sigue haciendo- a los lingüistas confluyen en la pancronía, concepto que trata de acercar los dos conceptos y demostrar que ambos son compatibles y complementarios en la lingüística. Se puede justificar diciendo que la lengua es lo que es por lo que ha sido. La norma La norma es el conjunto de modelos que el hablante posee para comunicarse a través del habla. En la lengua existen una serie de estándares que se consideran correctos y otros que no. Cuando en el habla se utilizan los correctos, se sigue la norma, pero si se utilizan los incorrectos, entonces se entiende que alguien habla mal (con todo lo subjetivo y discutible que esto puede ser). La norma viene impuesta, está codificada y es mucho más rígida en la lengua escrita que en la oral. El habla tiene como objeto evitar que la diversidad de hablas acabe atomizando una lengua hasta transformarla en diversas lenguas distintas, algo que ocurre de modo natural con cualquier idioma (cfr. la historia del latín que dio paso a los idiomas romances desde el momento en que la norma se resquebrajó). Habla y sus variantes Toda lengua posee variantes. Suelen conocerse como dialectos, aunque el término dialecto está bastante discutido en cuanto a su contenido. Toda lengua posee dos tipos de variantes: - Variantes diatópicas (dialectos regionales). Se refiere a las variedades de tipo gramatical (fonomorfosintáctico) que presenta cualquier lengua en el territorio en que se habla. Así, por ejemplo, los idiomas de España tienen dialectos: el castellano tiene el andaluz, el canario, el castellano propiamente dicho, etc.; el catalán tiene el catalán propiamente dicho, el valenciano y el balear; el gallego tiene el gallego de Asturias, el occidental, etc.; el eusquera tiene el vizcaíno, el guipuzcoano, el labortino, el suletino, etc. Su origen está fundamentalmente en razones históricas del idioma y la disciplina lingüística que lo estudia es la dialectología. - Variantes diastráticas (dialectos sociales). Se refiere a las diferencias que existen en los usos lingüísticos entre grupos de una misma área (ciudad, región, etc.) dependiendo de su estatus social, por lo que juegan factores tan distintos como el nivel socioeconómico y cultural, el acceso a la cultura, la pertenencia a gremios o grupos
30 sociales, etc. Una de las manifestaciones más típicas son las jergas, ya sean propias de profesionales o las jergas juveniles. La disciplina lingüística que se ocupa de estas variantes es la sociolingüística.
1.7 Dialecto, idiolecto Se conoce como dialecto al sistema lingüístico que deriva de otro, pero que no exhibe una diferenciación suficiente respecto a otros de origen común. Los dialectos, por lo tanto, suelen ser considerados con relación a un conjunto de varios sistemas lingüísticos de un tronco común o que se encuentran en un mismo límite geográfico. Otra definición de dialecto hace referencia a la estructura lingüística que no alcanza la categoría social de lengua. Dialecto, hace referencia a una de las posibles variedades de una lengua; en concreto, un dialecto sería la variante de una lengua asociada con una determinada zona geográfica. Idiolecto (del griego: idios – propio– + leksis –lenguaje–) es la forma de hablar característica de cada persona (cuando la expresión es por escrito se denomina estilo). Se manifiesta en una selección particular del léxico, de la gramática y también en palabras, frases y giros peculiares, así como en variantes de la entonación y la pronunciación. Los idiolectos cumplen la función de hacer compatible la necesidad de comunicarse con los demás, con la necesidad de que cada persona pueda expresar su forma particular de ser y de pensar, sus gustos y sus necesidades. Cada ser humano posee un idiolecto, o varios (si es bilingüe, trilingüe, etc.). Un idiolecto siempre tiene, como mínimo, zonas de contacto con un ecolecto, un sociolecto y un dialecto o un idioma.
En concreto el idiolecto son las características individuales de cada individuo a la hora de hablar un idioma. Sociolecto o dialecto social no es una variedad lingüística usada por una clase social. El sociolecto describe más bien las variaciones de la lengua en su uso social y cultural.
1.8 Principales escuelas estructuralistas Aprincipios del siglo XX la lingüística se concibe como una ciencia descriptiva y autónoma que tiene como objeto el estudio de la lengua considerada como sistema de relaciones y en su aspecto sincrónico. Se distinguen dos escuelas europeas y norteamericana. Ambas agrupan diversas concepciones que tienen en común como resume Bierwisch, los modos de conducta del hombre no se deben considerar como fenómenos particulares, aislados, sino sobre el
31 transfondo de una cohesión sistemática que determina su estructura. Los estructuralistas configuran el lenguaje desde un punto de vista descriptivo y funcional y estudian la lengua como un conjunto de elementos interrelacionados arbitrariamente que se oponen entre sí. Escuelas Europeas
Praga (Mathesius)
Ginebra
Les interesa la función desempeñada por los elementos linguísticos:
Discípulos de Saussure
- 1926: Trubetzkoy, Jakobson
Recogen la obra pero no aportan
.Funciones de la lengua, fonología , rasgos distintivos de los fonemas. -1945: Danes, Firbas. .La oración se organiza según la información que se desea transmitir.
Copenhague (Hjemslev) Creador de la teoría de la glosemática. Estudio del plano del contenido y en paralelismo habla de rasgos distintivos semánticos que se denomina glosemas.
Paris (Martiet) Describe el conjunto de elecciones que puede hacer quien habla y que puede reconocer quien la comprende. 2 tipos de elecciones: elección de unidades provistas de sentido y elección de unidades solamente distintivas.
Tesnière Gramática de dependencias de gran eficacia para el tratamiento automático de la lengua humana. Las relaciones estructurales son relaciones de dependencia y el estudio de la oración es el estudio de la jerarquía de sus conexiones.
Firthy Halliday
Estudio contextual del significado: contexto de situación y no del linguístico.
Figura 15. Secuencia de escuelas europeas. Fuente: Autoría propia.
Escuela Norteamericana Una de las diferencias palpables con la escuela europea es que el estudio de la lengua en la lingüística norteamericana, no se relaciona con la semiología, sino que se enlaza con otras ciencias dando lugar a diversas tendencias. Así, se une con la psicología y nace la psicolingüística (estudia los aspectos psicológicos de los aspectos verbales). También se une a la sociología y nace la sociolingüística que tiene como objeto el estudio de la interacción entre los datos de la lengua y los datos sociales, uno de los representantes de esta corriente es Labov. Se puede unir también a la antropología por el interés con el estudio de las lenguas amerindias. Otra de las ramas con gran peso es el behaviorismo y conductismo. Uno de los representantes es Bloomfield que publicó en 1933 su teoría que va a ser desarrollada por dos alumnos suyos Harris y Wells. Esta teoría se centra en conocer el contexto de una unidad gramatical para establecer clases distribucionales, así una clase
32 distribucional sería para ellos el conjunto de elementos que se caracterizan por tener una misma distribución. La gramática estructural fue la dominante hasta que surgieron las investigaciones del lingüística americano Noam Chomsky, creador de la gramática generativa o transformacional. A partir de ese momento se inicia un nuevo enfoque en el estudio del lenguaje conocido como el nombre de gramática generativa o transformacional y como su nombre indica la generación y la transformación son dos conceptos claves que van a ayudar a comprender mejor las gramáticas antiguas.
33
Capítulo II Lingüística generativa 2. 1 La gramática La gramática se define como el estudio de las reglas y principios que regulan el uso del lenguaje dentro de la oración, pero esta ciencia se subdivide en niveles específicos donde cada cual se preocupa de un área determinada. A continuación, te presentaremos la definición de cada uno de ellos. La gramática es parte del estudio general del lenguaje denominado lingüística. Didácticamente el estudio de la lengua se divide en cuatro niveles: Tabla 3 Niveles de estudio de la lengua Nivel Fonético- fonológico Sintáctico-morfológico Léxico-semántico Nota: Los 4 niveles de la lengua. Fuente: Autoría propia.
Pragmático
A veces se restringe el uso del término gramática a las reglas y principios que definen el segundo de estos niveles. Sin embargo, la separación de los niveles no es totalmente nítida porque ciertas reglas gramaticales se realizan en el nivel fonético-fonológico e igualmente existen parámetros o criterios semánticos que sirven para decidir cuándo una determinada construcción es agramatical. Tabla 4 Descripción de estudio de los niveles de la lengua Fonética
Morfología
Sintaxis
Semántica
Etimología
Estudia la producción y percepción de los sonidos de una lengua en sus manifestaciones físicas. Sus principales ramas son: fonética experimental, fonética articulatoria, fonemática y fonética acústica.
Estudia la estructura interna de las palabras para delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de palabras a las que da lugar (morfología flexiva) y la formación de nuevas palabras (morfología léxica).
Se encarga del estudio de las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes y la formación de unidades superiores a éstos, como los sintagmas y oraciones. La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.
Es el estudio del significado de las expresiones del lenguaje, es decir, del significado atribuible a expresiones sintácticamente bien formadas. La semántica examina el modo en que los significados se atribuían a las palabras, sus modificaciones a través del tiempo y aún sus cambios por nuevos significados. La lexicografía es otra parte de la semántica que trata de describir el significado de las palabras de un idioma en un momento dado, y suele exhibir su resultado en la confección de diccionarios.
Es el estudio del origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma, según La Real Academia Española (RAE). Se estudia el origen de las palabras, cuándo son incorporadas a un idioma, de qué fuente, y cómo su forma y significado han cambiado.
Nota: Detalles de estudio de cada nivel de la lengua española. Fuente: Autoría propia.
34 En idiomas con una larga historia escrita, la etimología se trata de una disciplina relacionada con la lógica y la lengua histórica que estudia el origen de las palabras estudiando su significación originaria y su forma, así como los posibles cambios sufridos a lo largo del tiempo. Además, utilizando métodos de lingüística comparativa, se puede reconstruir información de lenguas que son demasiado antiguas como para obtener alguna fuente directa, como escritura. Así, analizando otros idiomas relacionados, los lingüistas pueden hacer inferencias acerca de la lengua de la que son originarias, y su vocabulario. Gramática Generativa Universal García (2004) “Gramática Generativa debe entenderse como tres conceptos diferenciados: Una gramática universal (GU), común a todas las lenguas del mundo, otra modular constituido por principios y parámetros; y gramáticas particulares (GP) que difieren entre sí en propiedades parciales concretas” (p. 39). Chomsky afirma que existe una gramática universal que forma parte del patrimonio genético de los seres humanos, quienes, al nacer, poseemos un patrón lingüístico básico determinante al cual se amoldan todas las lenguas. Esta capacidad singular es propia de la especie humana y el uso corriente del lenguaje evidencia las enormes posibilidades del potencial creativo de la humanidad. En efecto, observará Chomsky que la habilidad con la que los niños aprenden la lengua aun poseyendo una escasa experiencia externa y careciendo aún de un marco de referencia en el cual basar su comprensión, puede deberse a que no solo la capacidad para el lenguaje sino también una gramática fundamental es innata. Es casi seguro, afirma, que las personas no nazcan 'programadas' para un lenguaje en particular (un bebé chino criado en USA hablará en inglés idénticamente a un norteamericano en tanto que un norteamericano rodeando de gente que hable chino hablará chino idénticamente a un chino), de modo tal que existe una gramática universal subyacente a la estructura de todas las lenguas. Chomsky empleará un sistema de símbolos comparables a las operaciones matemáticas con el objeto de formular las operaciones de tal gramática universal.
2.2 Innatismo y universales lingüísticos Revisemos cada una por una: El innatismo Abraham Noam Chomsky postula que algunas reglas gramaticales son excesivamente complejas como para que los niños puedan "inventarlas", por lo tanto, estas habilidades
35 no pueden ser 'adquiridas' sino que son innatas. Un niño no ha incorporado aún la cantidad de información suficiente como para elaborar por sí mismo un sistema tan complicado como el de la gramática de su lengua materna ni tampoco, por lo tanto, la capacidad de improvisar fluidamente dentro de ese sistema sin “cometer errores”. En este sentido, es necesario diferenciar entre: - Adquisición del lenguaje: es una etapa evolutiva espontánea. La lengua materna se asimila con gran rapidez y con un estímulo mínimo y asistemático del mundo externo. Chomsky dirá que este proceso es innato puesto que sigue una línea determinada como consecuencia de los estímulos exteriores. - Aprendizaje del lenguaje: más adelante se producirá de manera similar a cualquier otro tipo de aprendizaje: a través de la ejercitación, la memorización, etc. ¿El lenguaje es genético o adquirido por experiencia? La polémica entre estas dos posibilidades dadas por la herencia o por la influencia del medio, tiene una larga historia. Lo cierto es que resulta harto difícil realizar una separación estricta entre ambas categorías, porque su despliegue sobre la realidad parece evidenciar que ambas se fusionan y retroalimentan. Como es sabido, la línea teórica del conductismo, sostiene que toda conducta es adquirida a través del aprendizaje puesto que, al nacer, los seres humanos son tablas en blanco y que, por tal motivo, es posible moldear cualquier tipo de conducta en los seres humanos a través del entrenamiento. Chomsky critica la posición conductista puesto que considera que su simplismo no condice con lo que sucede en la realidad. En el caso particular del lenguaje, es notable como los niños alcanzan a dominar algo tan complejo en poco tiempo y sin instrucción sistemática alguna. Sin embargo, todo niño alrededor de su segundo año de vida, comenzará a utilizar con fluidez un sistema que comprende numerosos principios gramaticales que no pudieron se aprendidos puesto que los datos de los que disponen respecto al sistema en sí mismo, es claramente insuficiente. La pregunta es pues, si es posible aprender la gramática, porque incluso para un lingüista profesional resulta difícil por elaborado y complejo, enumerar las sutilezas gramaticales que intervienen en la creación de las frases para que sean tenidas por “correctas”, esto se expresa claramente en la amplia variedad de combinaciones posibles. Estudiar un sólo párrafo pone sobre la mesa de análisis un riquísimo sistema de sutiles interrelaciones coherentes dentro de un sistema gramatical. En efecto, la mayoría de las oraciones reductibles a una estructura matemática son, probablemente “antigramaticales” y, sin embargo, resulta difícil explicar por qué estas son “incorrectas”.
36 Chomsky considera que para estudiar la naturaleza del lenguaje es necesario comprender lo que sucede en el organismo del niño con la información que ingresa en él y las construcciones gramáticas que luego surgen de él a través del uso de la lengua. De esta forma es posible construir una idea a cerca de las operaciones mentales del organismo y la transición entre lo que entra y lo que sale. A fin de comprender el tipo de reglas gramaticales que se empelan en oraciones simples, tenemos que proponer estructuras abstractas que carezcan de conexión directa con los hechos físicos que adquieren forma de datos al ingresar y solo puede ser derivados de ellos mediante operaciones mentales de naturaleza abstracta. Universales lingüísticos
Figura 16. Los girasoles. Fuente: Autoría propia.
¿Por qué es posible afirmar que la frase ¿De qué color son los girasoles que pintó Vincent? es 'correcta' y ¿Qué Vincent son girasoles que de color pintó? ¿no lo es? Es posible que una propiedad común a todas las lenguas es que ciertas frases nominales complejas, como “El color de los girasoles que fue pintado por Vincent” no pueda mantenerse igual cuando se requiere transformar la proposición afirmativa en interrogación. Chomsky postula que esto es un universal lingüístico que no se aprende puesto que los datos con los que contamos son insuficientes como para que se produzca aprendizaje alguno al respecto. Por otra parte, la situación no sería reducible al modelo propuesto por el conductismo (estimulo-respuesta). Tal modelo, solo podría dar lugar a un sistema de hábitos o a una red de asociaciones; pero dicho sistema nunca podría explicar la relación entre el sonido y el significado que todos poseemos intuitivamente al alcanzar el dominio de una lengua.
37 Por otra parte, las gramáticas que utilizamos son creativas puesto que caracterizan un número virtualmente inacabable de oraciones. En efecto, un hablante puede utilizar y comprender oraciones que carecen de similitud física entre sí con cualquier otra oración que haya escuchado antes. Chomsky llamará pues gramática universal al conjunto de propiedades que, siendo comunes a cualquier lenguaje por necesidad biológica, funciona como una estructura compleja y articulada dentro de la cual existen estrictas restricciones sobre las operaciones que son consideradas correctas (aunque sea simple el modo en que estas pueden ser transgredidas). Los universales del lenguaje deben distinguirse rigurosamente de los universales de la lingüística. Si los unos son propiedades del lenguaje mismo, que pueda ser establecidas e identificadas por la lingüística, los otros son propiedades de la lingüística que sólo se justifican por exigencias de orden interno de la lingüística como ciencia: corresponden a nociones y decisiones formales del metalenguaje.
2.3 Competencia y actuación Así como en el estructuralismo Saussure establece la diferenciación entre lengua y habla, el generativismo establece una oposición similar (no equivalente) entre los términos competencia-actuación. Chomsky (1965) menciona sobre estas 2 categorías: Actuación [performance] vs. competencia [competence], que para él permite distinguir la conducta lingüística real y observable (actuación) en contraste con el sistema interno de conocimiento que subyace a ella (competencia). Chomsky asume explícitamente que la competencia es una facultad idealizada, que resulta de abstraer los juicios de un hablante/ oyente ideal de una comunidad lingüística completamente homogénea, al que no lo afectan condiciones irrelevantes para la gramática como limitaciones de memoria, distracciones, errores, etc. (p. 3). En ese sentido, Chomsky separa la competencia, que es una capacidad idealizada (mental o psicológica), de la producción real de enunciados, que es la actuación. La dicotomía recuerda a la distinción entre lengua y habla de Saussure, como el mismo Chomsky nota. Ambos pares de conceptos pretenden extraer de la masa de hechos del lenguaje una entidad sistemática, que pueda servir como objeto de estudio legítimo de la lingüística (la lengua, para Saussure; la competencia para Chomsky), a la que diferencian
38 de otros fenómenos ligados con el lenguaje que son heterogéneos y difíciles de sistematizar (el habla y la actuación, respectivamente).
2.4 Conocimiento lingüístico. Tipos El conocimiento lingüístico es uno de los componentes fundamentales de la capacidad de usar la lengua, objetivo final de un programa de enseñanza de una L2. En todo hablante de una lengua, tanto nativo como extranjero, se supone un determinado conocimiento de esa lengua. La investigación sobre adquisición de segundas lenguas estudia en qué consiste ese conocimiento y describe las distintas formas que adopta. El concepto de conocimiento lingüístico se difunde ampliamente entre los docentes por primera vez con la publicación de la obra “Estructuras sintácticas”, de Chomsky en 1957. En ella el eminente lingüista utiliza el término de competencia para referirse al conocimiento de las reglas de la lengua, y el de actuación para referirse a su uso. Posteriormente, el sociolingüista Hymes acuña la expresión competencia comunicativa para referirse a una competencia para el uso de la lengua que él define en otros términos. La propuesta de Hymes es adoptada casi inmediatamente por los especialistas en metodología de la enseñanza de segundas lenguas, que la aplican a la elaboración de programas y de exámenes. En cambio, en el campo de los estudios sobre la adquisición de segundas lenguas, el estudio del conocimiento lingüístico se ha limitado generalmente a su componente gramatical, dejando de lado los otros conocimientos lingüísticos y extralingüísticos necesarios para el uso del lenguaje. En ese campo de estudio han alcanzado gran difusión algunas de las explicaciones propuestas por las escuelas cognitiva y constructivista. Desde esta óptica, el conocimiento lingüístico suele ser descrito en una serie de dicotomías: - Una primera dicotomía es la que se da entre conocimiento y control, es decir, entre la comprensión e interpretación de un determinado fenómeno y su dominio activo. Los hablantes nativos tienen conocimiento y control simultáneos de la gramática de su lengua; los alumnos extranjeros, normalmente, han de poder comprender determinados fenómenos de la L2 antes de controlarlos. - En cuanto al conocimiento propiamente dicho, el cognitivismo distingue entre el conocimiento declarativo y el procedimental: el conocimiento declarativo consiste en “saber” algo, el procedimental, en “saber hacer” algo. Puede darse el caso, por ejemplo, de un filólogo capaz de dar razón de una gran cantidad de fenómenos de la gramática y el vocabulario de una determinada lengua, pero ser incapaz de
39 desenvolverse en una situación de comunicación mediante el uso de esa lengua. A la inversa, una persona que haya pasado por una etapa de inmersión lingüística sin ningún tipo de estudio de la lengua, puede ser capaz de realizar muchas actividades de comunicación, careciendo al mismo tiempo de un conocimiento declarativo sobre las reglas que sigue o las relaciones que se establecen entre las palabras que usa. Todos los hablantes nativos tienen un gran conocimiento instrumental de su lengua, mientras que el conocimiento declarativo deben adquirirlo en su mayor parte durante la etapa de su escolarización. - Muy próximo a este par de conceptos está el de conocimiento implícito y conocimiento explícito. Al uso de la lengua por parte de toda persona subyace un conocimiento implícito de la totalidad de reglas que esa persona sigue; el conocimiento explícito que de ellas tiene es, sin embargo, mucho más restringido. Todo hablante de español conoce de forma implícita todo el conjunto de relaciones de oposición que se establecen en el interior del sistema de los pronombres átonos, pero hay muchos hablantes incapaces de reconocer la diferencia que hay entre el artículo femenino y las formas idénticas del pronombre átono. - Finalmente, algunas escuelas distinguen entre conocimiento consciente y conocimiento inconsciente de la lengua. En el proceso de aprendizaje de una lengua, existen grandes áreas de conocimiento consciente y otras, también grandes, de conocimiento inconsciente. A este tipo de conocimiento consciente se lo ha designado con la expresión conciencia lingüística (language awareness). Tiene relación con la conciencia que el sujeto tiene de los recursos lingüísticos que maneja en una determinada situación (tanto en los usos sociales y comunicativos de la lengua por parte de hablantes nativos cuanto en los procesos de aprendizaje por parte de extranjeros) y de la funcionalidad de esos recursos, más que de su estructura formal o sistemática. Todo ello ha cristalizado en nuevas propuestas para el tratamiento de la gramática. Los estatutos de la Association for Language Awareness definen la consciencia lingüística como “el conocimiento explícito de la lengua y la percepción y sensibilidad conscientes en las actividades de aprendizaje, enseñanza y uso de la lengua”. Todas estas distinciones han tenido importantes repercusiones sobre la didáctica en los últimos años. Por un lado, se ha promovido el desarrollo del conocimiento instrumental de la lengua, subordinando el declarativo a su consecución. Por otro lado, se han estudiado las relaciones entre uno y otro y se han investigado las condiciones que mejor favorecen la interrelación mutua. También se ha estudiado el papel que la conciencia lingüística
40 desempeña en el aprendizaje y uso de la lengua, tanto en hablantes de L1 como en hablantes de L2. Para Gardner (1993) la competencia lingüística es la inteligencia que parece compartida de manera más universal y común en toda la especie humana. Considera que las médulas de tal tipo de inteligencia son la fonología y la sintaxis, mientras que la semántica y la pragmática se relacionan más con la inteligencia lógica-matemática y la inteligencia interpersonal. Define pues la competencia lingüística como aquella que permite procesar información de un sistema de símbolos para reconocer la validez fonológica, sintáctica o semántica en un acto de significación de esa lengua. Según Chomsky (1971) la competencia lingüística es la capacidad que tiene todo ser humano de manera innata de poder hablar y crear mensajes que nunca antes había oído. Esta competencia se centra en las operaciones gramaticales que tiene interiorizadas el individuo y se activan según se desarrolle su capacidad coloquial. Es decir, el lenguaje nace desde dentro del individuo y no desde lo social como sostenía Saussure. El maestro lo que tiene que hacer es desarrollar esta competencia lingüística en el alumno haciéndole que hable y enseñándole vocabulario y no solamente gramática. La competencia lingüística se hace realidad a través de reglas generativas que se relacionan con la gramática que es saber organizarse y estructurarse. Ámbitos de la competencia lingüística - Competencia lectora: el fomento de la lectura en el aula debe ser algo primordial, a través de la lectura el individuo comprende y se relaciona en la sociedad. La mayor parte de las cosas que sabemos, las aprendemos a través de los libros. - Competencia para hablar y escuchar: son dos conceptos imprescindibles en nuestra sociedad, debemos escuchar y comprender, el ser humano necesita hablar para comunicarse, para relacionarse y transmitir mensajes a través de su lengua. Los alumnos deben aprender a comprender lo que escuchan y a expresarse correctamente para poder llegar a establecer una buena comunicación. - Competencia en composición de textos: habilidad para componer distintos textos de carácter escrito, transmitiendo un conocimiento o satisfaciendo las necesidades personales y participando en la vida social. - Competencia plurilingüe y pluricultural: en la última década ha habido un aumento considerable de la diversidad lingüística, hoy en día en una misma aula pueden existir varias culturas, esto no debe ser un obstáculo para la enseñanza-aprendizaje, sino una oportunidad para enriquecerse y conocer otras culturas y otras lenguas.
41 2.5 Reglas lingüísticas La norma lingüística comprende una serie de rasgos gramaticales, o de reglas de uso de la gramática, que se entienden como parte del empleo correcto de una lengua determinada. La comunidad de los hablantes de dicha lengua acepta esas reglas como propias y las aplica sin mayor dificultad. Estas reglas comprenden tantos aspectos relacionados con la interpretación semántica o el significado social de las oraciones, hasta los aspectos sociolingüísticos, de estandarización y de política lingüística La normal lingüística más conocida y extendida es la que se denomina lengua estándar. La lengua estándar representa el uso correcto de una lengua determinada, con sus normas y hábitos asociados. Hay que entender, en este punto, que una lengua, entendida en modo extenso, permite una multiplicidad de usos y modos mayor de la que generalmente se utiliza. El conjunto total de usos lingüísticos se restringe por convención de los hablantes para facilitar las tareas comunicativas. Así, por ejemplo, ciertas palabras de origen extranjero se adaptan al nuevo idioma y, convencionalmente, adoptan sus reglas: como club o film, cuyos plurales son clubes y filmes; y no clubs y films, como en sus respectivos idiomas de procedencia. Entre otros ejemplos podríamos citar la formación de diminutivos, que se realiza mediante la adición de sufijos en español (de “casa” a “casita”), y mediante la adición de una palabra significante en inglés (de “house” a “little house”). Nuevamente, la regla tiene que ver con la convención que entendemos por norma lingüística. El caso del español tiene una conocida particularidad, y es la diferencia de usos y hábitos entre el español de España y el de Latinoamérica. Si bien ambos comparten numerosas reglas morfológicas y sintácticas, existen bastantes divergencias en cuanto al léxico, donde abundan las peculiaridades regionales. Y más divergencias encontraremos en el caso de la fonética. De esta forma, se ha desarrollado toda una corriente entre los lingüistas que se denomina prescriptivismo -o normativismo- lingüístico. Se trata, en resumidas cuentas, de aquella parte de la lingüística que se ocupa de establecer reglas para el uso de una lengua determinada. Que estas reglas sean obligatorias o sólo recomendadas, y que, por lo tanto, salirse de ellas sea considerado un error en el uso de la lengua, o simplemente un uso propio y original, es asunto de acalorado debate. En cualquier caso, este tipo de reglas suelen seguirse y tomarse muy en serio en el ambiente de la lengua culta y de la lengua escrita. Para la lengua oral suele dejarse un espacio mayor de libertad de uso, si bien también se aplican numerosas correcciones en determinados contextos sociales.
42 2.6 Estructura profunda y superficial Los conceptos de estructura profunda (latente) y estructura superficial (patente), son básicos a la hora de comprender que la gramática chomskiana, además de generativa, también es transformacional. Quizá, para entenderlos bien, lo mejor sea lanzar algunos ejemplos: El fortísimo viento derribó los árboles. El viento, que era fortísimo, derribó los árboles. El viento era fortísimo. Derribó los árboles. Por poco que nos fijemos, estas tres secuencias dicen exactamente lo mismo. Se afirma en ellas que el viento era muy fuerte, y que ese viento muy fuerte derribó los árboles. Tienen, por tanto, idéntica estructura profunda (o latente). En cambio, su estructura superficial (o patente), es mucho más diversa: poseen palabras distintas (“que” aparece en el ejemplo dos, pero no el uno ni en el tres; “era” aparece en el dos y en el tres, pero no el uno…); se ordenan de diferentes maneras, y sus pausas internas no se corresponden para nada. Visto este ejemplo, establezcamos algunos conceptos. Para empezar, está bien claro que todas las oraciones poseen una estructura profunda y una estructura superficial. La estructura profunda soporta o contienen el significado de la oración. La estructura superficial es la forma según la cual se presenta la oración, al ser dicha o escrita. Visto desde otro punto de vista, podemos decir que la estructura profunda es abstracta, mientras que la estructura superficial es una realidad física. Pero, si bien en los ejemplos uno, dos y tres hemos visto oraciones que, poseyendo una misma estructura latente, tenían distintas estructuras patentes, es necesario recalcar que puede darse el caso contrario. Veámoslo en otro ejemplo: Yo hago el cuarto. En este caso, a la estructura superficial corresponden varias estructuras profundas, a saber: a) “Yo hago (o construyo) el cuarto (objeto)”; b) “Yo construyo o limpio la habitación”; c) “Yo estoy en cuarto lugar”; etc. En términos chomskianos diríamos, entonces, que esta oración es ambigua. En general, el estructuralismo clásico sólo se ocupaba de las estructuras superficiales. Y, cuando entraba a analizar las estructuras profundas, lo hacía con instrumentos tan poco rigurosos que sus resultados distaban mucho de ser satisfactorios.
43 Además, pare terminar esta aproximación, nos falta decir lo más importante, la definitiva aportación de la gramática chomskiana: se parte de la base que la estructura latente de la frase “El viento era fortísimo. El viento derribó los árboles”, será exactamente idéntica en todas las lenguas. Esas dos proposiciones constituirían el armazón subyacente en cualquier lengua, si un hablante se quisiera referir al viento, a su fuerza y a lo que hizo con los árboles. Lo que variaría, en realidad, serían las manifestaciones patentes de la oración. Así, según Chomsky, las lenguas se diferencian exclusivamente en la estructura superficial de sus oraciones.
2.7 Transformación Entre las ideas más influyentes de Estructuras sintácticas, cabe mencionar lo que se llamó luego problema lógico de la adquisición del lenguaje o problema de Platón. El planteo es que hay un conocimiento específico acerca de la propia lengua, que no es manejada por una “inteligencia general” y que no “se aprende”, en la medida que la producción e interpretación de oraciones requieren un número de operaciones formales complejísimas que es implausible que los niños adquieran por “instrucción explícita” de sus mayores. Nadie le enseña a un niño cómo mover el verbo a la posición adecuada en el caso de una pregunta, razona Chomsky: así, la pregunta ¿Dónde está Juan? parece derivarse de la oración afirmativa Juan está en X reemplazando el circunstancial por un pronombre interrogativo y moviendo el verbo a la segunda posición. Las oraciones agramaticales *¿Dónde Juan está? o *¿Dónde está Juan en casa? sugieren que un niño de un año y medio (que ya puede producir preguntas) tiene que tener un conocimiento intuitivo de nociones tales como circunstancial o verbo, sobre las que, evidentemente, nadie lo ha instruido. Crucialmente, los casos con sujetos o verbos complejos indican que, además, tiene que manejar las nociones de sintagma, de subordinación y de perífrasis para producir sin errores preguntas como ¿Dónde está el chico? ¿Dónde está el chico que invitaste ayer? ¿Dónde ha ido Juan? A partir de ejemplos como estos, Chomsky infiere que debe existir un conocimiento formal, previo a la experiencia, que permita que el niño maneje todas esas nociones con suma rapidez y sin instrucción explícita. De este modo, se opone a las visiones de la mente como una tabula rasa, que son típicas de las visiones conductistas del lenguaje (como lo indica Bloomfield) y de las visiones extremas de que el lenguaje determina el pensamiento, que no tendría previamente ninguna categoría.
44 Otra propiedad del lenguaje que Chomsky señala se expresa en el llamado problema de Descartes, que destaca el hecho de que, a partir de un conjunto finito de unidades y de reglas, un hablante puede generar infinitas oraciones gramaticales y, por lo tanto, interpretables para los oyentes (independientemente de que las hayan escuchado antes o no). De esta idea se deriva uno de los nombres habituales de la perspectiva teórica desarrollada por Chomsky, gramática generativa o generativismo. En cuanto al modelo en sí, Chomsky propone que existen transformaciones, esto es, operaciones de movimiento, borrado, agregado o permutación de material que permiten captar las conexiones entre oraciones emparentadas (como la que señalamos anteriormente para
una pregunta
y su correspondiente oración asertiva). De
esta noción
de transformación de una estructura en otra se deriva otro de los nombres que ha recibido la corriente teórica encabezada por Chomsky (lingüística transformacional). Otros pares de oraciones relacionadas entre sí que, para Chomsky, pueden ser explicados por medio de transformaciones son las oraciones marcadas por la polaridad afirmativa/negativa (por ejemplo, la serie Juan fue al cine / Juan no fue al cine / Juan sí fue al cine) o el contraste entre la voz activa y la pasiva (Juan destruyó los diques / Los diques fueron destruidos por Juan). Por su parte, también la morfología verbal (por ejemplo, la concordancia entre verbo y sujeto) es introducida por medio de transformaciones. Nótese que, mientras algunas transformaciones son obligatorias (la concordancia de verbo y sujeto, por ejemplo), otras son optativas (la pasiva o la negación). En Estructuras sintácticas, las transformaciones están ordenadas entre sí rígidamente, con el fin de explicar ciertos fenómenos empíricos de la morfosintaxis del inglés. Por dar un ejemplo del español, la transformación de pasiva (la regla número 12) debería preceder necesariamente al agregado de morfología que surge de la concordancia del verbo con el sujeto (regla número 15), como puede observarse en el par de oraciones precedentes (Juan destruyó los diques / Los diques fueron destruidos por Juan).
2.8 Construcciones sintácticas Son los métodos en los que se puede validar o dar forma a una aplicación, siendo solamente un criterio que busca evaluar la combinación de distintos símbolos, y su correcta aplicación en forma gramatical, teniendo por todo lado tener que hacer un análisis. También puede ser la producción de sentencias o instrucciones validas que permiten y dan forma a un programa.
45 Las reglas sintácticas permiten reconocer si una cadena o serie de símbolos es correcta gramatical mente. ¿Qué son las reglas sintácticas? Del aspecto sintáctico. El antiguo afán de algunos lingüistas, como Hjelmslev, Tesnière y Chomsky (citado en Mounin, 1968), en buscar universales sintácticos sigue siendo ambiguo en la actualidad. El conjunto de excepciones que poseen las lenguas y la cantidad de relaciones sintagmáticas particulares en las cuales se organiza cada una de ellas, no son reportados por las teorías desarrolladas por estos autores. La sintaxis se ocupa de asignar a las palabras ciertas etiquetas que las incluyen dentro de una clase. Etiquetas como: nombre, verbo, pronombre, adjetivo, adverbio, preposición, conjunción, artículo e interjección han tropezado con numerosas dificultades. Diferencias de Sintáctica y Pragmática Se diferencia que en la sintáctica se refieren al lugar que ocupa dentro de una oración mientras que en la pragmática es la función que ocupa en la práctica. En la pragmática se estudia el lenguaje de la función que desempeñan los usuarios y en la sintáctica estudia la estructura de la oración y el modo en que se enlazan las palabras. ¿Para qué sirven? Las reglas sintácticas sirven para dar forma a una aplicación. Sirve para evaluar la combinación de distintos términos. Sirve para analizar la relación existente entre los distintos símbolos o signos del lenguaje. Sirve para producir sentencias o instrucciones válidas. Otro término introducido en Estructuras sintácticas es el de gramaticalidad, que se refiere a las intuiciones de los hablantes frente a construcciones de su lengua materna. Chomsky diferencia los problemas de gramaticalidad de los problemas de significado que pueden surgir por factores extragramaticales, que no afectan la estructura (ni, por lo tanto, la interpretabilidad) de una oración. Para Chomsky, la noción de gramatical no equivale a ‘significativa’ o ‘con significado’: una oración como Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente [en inglés, colorless green ideas sleep furiously], aunque presente diversas clases de incongruencia semántica, está bien formada desde el punto de vista sintáctico y, por lo tanto, puede recibir alguna interpretación.
46 Acerca de los autores
Fernando Javier Mendoza Urbina (1981, Perú) Profesor del Departamento Académico de Comunicación y Lenguas Nativas de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades en la Universidad Nacional de Educación. Doctorando en Ciencias de la Educación en la Escuela de Posgrado Walter Peñaloza Ramella de la UNE EGyV – La Molina. Magíster en Administración de la Educación por la Universidad César Vallejo. Licenciado en Literatura y Lengua Española por la Universidad Nacional de Educación; con amplia experiencia docente en el área de Comunicación. Asimismo, con estudios de segunda especialidad en Inglés en la misma universidad. Ha publicado Confidencias en la ciudad de la esperanza (2006), Poemas flojos (2006), Tayta Cóndor y otros relatos (2017) y Escúchame y dímelo. Manual de Comunicación Oral (2020). _________________________________________________________________________
Graciela Jesús Paredes Blancas (1950, Perú) Docente del Departamento Académico de Comunicación y Lenguas Nativas de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades en la Universidad Nacional de Educación. Maestra en Administración de la Educación por la Universidad César Vallejo. Licenciado en LenguaLiteratura por la Universidad Nacional de Educación; cuenta con experiencia en educación básica regular y 30 años en docencia universitaria.
47 Referencias
Alarcos, E. (1951). Gramática estructural. Madrid: Gredos. Alcina, J., y Otros (1999). Gramática española. Barcelona: Ariel. Bianchi, E. (1979). Gramática estructural. Enciclopedia de la lengua. Madrid: Corfer S.A. Coseriu, E. (1969). Teoría del lenguaje y lingüística general. Madrid: Gredos. Chomsky, A. (1971a). El lenguaje y el entendimiento. Barcelona: Seix Barral, S.A. Chomsky, A., y Otros (1979). Principios de la fonología generativa. Madrid: Fundamentos. Chomsky, A. (1971b). Aspectos de la teoría de la sintaxis. Madrid: Aguilar. Contreras, H. (1971). Los fundamentos de la gramática transformacional. México: Siglo Veintiuno. De Saussure, F. (1980). Curso de lingüística general. Madrid: Akal. Estructura profunda y estructura superficial. La guía de Lengua. Recuperado de http://lengua.laguia2000.com/gramatica/estructura-profunda-y-estructurasuperficial#ixzz3iSx89m18 Gardner, H. (1993). Estructuras de la mente. Santafé de Bogotá: Fondo de Cultura Económica. García, F. (2004). Aprendizaje significativo de la Gramática Generativa. Lima: San Marcos. INPEDE San Luis Gonzaga. (2010). Módulo de especialización profesional. Lima: UNE EyGV. Jakobson, R., y Halle, M. (1967). Fundamentos del lenguaje. Madrid: Ayuso. López, M. (s. f). El estructuralismo lingüístico. Material de estudio. Malmberg, B. (1967). Los nuevos caminos de la lingüística. Méjico: Siglo XXI. Miranda, L. (1988). Gramática estructural del español. Lima: CONCYTEC. Moreno, C. (2000). Curso universitario de lingüística general. Madrid: Síntesis. Norma lingüística. La guía de Lengua. Recuperado de http://lengua.laguia2000.com /general/norma-linguistica#ixzz3iSwr4W71 Sagüés, M. (1983). Manual de gramática española. San Sebastián: Txertoa.
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