Y sí, al final se publicaron esos poemas que dije que no, que no. Estos son, esos poemas vergonzosos que se fueron juntando, escritos más o menos entre el 2004 y el 2009. Adaptándose a la consigna de la colección, este librito hace las veces de antología personal de mis poemas viejos aunque también reúne algunos textos escritos y presentados con Meras Conjeturas, mi proyecto actual de performance literaria.
¿Y que vas a hacer cuando pasadas las madrugadas leído el poema la noche siga su curso y contra todo pronóstico estés viva? ¿Vas a escribir el mismo verso? ¿Vas a lamer mermelada de durazno sangrando? ¿Vas a acallar las balas? Qué balas, si aca no pasa nada. Cada cual apila palabras y las aplasta en el plato. Cenamos mejunje. Escribimos.
No es la muerte el problema es vivir mientras otros juegan al tarot y la calle, siendo más fría que su suelo no alcanza a desmentir el horóscopo. Cancer y Escorpio se miran intentan decir. Pero no es la muerte, el problema es vivir haciendo meras conjeturas sabiendo que la contingencia no nos contiene. Que se acaba el tiempo y oscilan las formas. Que la hora de verse aparece amarilla como labios pesados que fuman en la noche. Que siempre hay un verso que presagia malos ratos. Ese se nos hará piel. Somos un poema del desencanto.
La luvia se va abriendo paso en el verano implacable. Coraz贸n impermeable en la esquina observa la inundaci贸n. Las cuerdas duelen en la punta de los dedos y sin embargo la canci贸n aparece en el ojo de la tormenta.
EscribĂ tu amor con lĂĄpiz para poder borrarlo cuando duela. para volver al comienzo sin volver al recuerdo para escribirle encima sin tener que tachar. Para poder buscar tranquilo el singular de nosotros.
El fin justifica los medios o los medios justifican al fin?
Tu nombre se parece a la arena. Fonéticamente, sí. Pero también tiene eso de áspero eso de pegarse al rostro eso de no irse con la ducha.
Ya descubr铆 mi laberinto y ya puse mi mano en la pared. Salir es ahora solo cuesti贸n de tiempo. Llegar a la salida o volver a la entrada es solo cuesti贸n de suerte.
Necesidad necedad de sĂ. SĂ resuelve en Do en Do mayor pero no resuelve su necedad. Necesidad de caer siempre en Do.
Mariposa un día para volar para morder el pólem de las camelias cantar desfilar en los ensueños de las chicas. Un día mariposa para bañar al río sorber el perfume de los enamorados. Un día mariposa después los largos epitafios.
Este día está durando años y no porque estés en la letanía abstracta del pensamiento entre espinas y flores bailando bajo mis lluvias. Es que esta inercia me tiene atado a las horas como si mi corazón sirviera solo para escribir poemas.
Comenzar implica siempre una reticencia. Pero ella también peca de perezosa. le falta la tensión que va de Mi a Si bemol... Un tritono empuja a la canción acéfala a girar. Rota la cadencia la ilusión pero también la inercia.
No importa la poesĂa si aunque grite o duela ame u odie calle o diga cada verso es una caĂda derrota del cuerpo a golpes en las calles y ni decir del alma abandonada al lento devenir del tiempo en versos.
EncontrĂŠ las palabras para no decir nada y que se entienda que me desarmo con cada verso con cada caĂda.
Entre la paranoia y el facilismo quedamos haciendo meras conjeturas sobre arte meras conjeturas sobre amor llegando tarde a las vanguardias reconociendonos en el vaho por las cordiales imprecaciones, la inutil lontananza y porque no hacemos epifanĂas sino que jugamos severos lento devenir del tiempo en versos.
Una Z se hilvana junto a otras y forma un sueĂąo largo donde figuras simples de lineas bien definidas buscan una continuidad, una brecha, para que al despertar el mundo este un poco mĂĄs perfumado.
Alma nada va a parar hasta las mañanas van a cazarte. Cada cama caerá en soledad cada cárcel se sabrá cuerpo ávido de placer muecas ávidas de placer muertes ávidas de placer Alma ávida de nacer cargá las armas, matá a mansalva que se ven desde el tren moros como locos en la vera del camino riendo como el fuego de tus marcas de agua de tus tajos al viento.
de tu caricia lasciva trocada en la tierra por silencio. Alma cansada cantá que el desdén del deber es urgente y las horas claman por el horror entre dientes. Cuando caiga alma la madrugada algo habrá muerto y será tarde para volver sobre la desidia.
Siempre nos Sorprendemos de lo Inefable de la Estela de los Encantamientos que Moribundos nos Mantienen Presos de Palabras Pérfidas Robustas que Ríen Entrópicas En Este Extremo del Enigma Soñando como Soles Implotando Insulsos En Estos Extremos, Manejando la Miseria Paso a Paso Rienda Rota Esperando Escapar Esta vez del Ensueño.