0. Introducción Año 271. Hace 60 años desde que el emperador Alejandro Severo fue asesinado por sus soldados sin dejar heredero alguno. Esta situación provocó un vacío de poder que llevó a la mayor crisis del Imperio Romano hasta la fecha. Un periodo al que los historiadores posteriores llamarían La crisis del siglo III, un siglo de inestabilidad política y militar del que el Imperio jamás se recuperará y que sentará las bases de la futura sociedad feudal. Desde entonces, todo cuanto se recuerda del Imperio Romano son ya leyendas. Todas sus gestas, todos sus logros, forman parte del pasado. Han pasado ya tres siglos desde que la dinastía Julio Claudia acabó con la república e inició la época imperial. Tres siglos de gloria y orgullo, de sombras y muerte. Llegados al siglo III, todos los héroes de la república se han convertido textos para poetas, filósofos y abogados. En cambio, todo lo relacionado con los primeros emperadores es idolatrado y divinizado. Nombres como Julio César y Cleopatra, Augusto y Marco Antonio, Tiberio, Claudio, o incluso los perturbados Nerón y Calígula forman parte del panteón de mitos que conforman la cultura romana. Unos como dioses del culto imperial. Otros como leyendas para el uso y disfrute de los dramaturgos. Con un pasado glorioso, silenciosas columnas y majestuosos arcos del triunfo recuerdan aún a los ciudadanos tiempos mejores. Las gestas del Emperador Trajano hace un siglo y medio llevaron al Imperio a su máxima expansión. Desde Finisterre hasta Persia y de Egipto hasta Britania toda persona libre podía aspirar a la ciudadanía romana mediante el servicio militar. Gracias a las conquistas, el comercio de esclavos reavivó la economía. Mientras, fuera de las fronteras, los pueblos bárbaros reunían a sus ejércitos para intentar conquistar el Imperio.
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Después de Trajano la ciudad de Roma se convirtió en el centro del mundo conocido. Sin embargo, con el paso del tiempo el Imperio se estancó debido al sobrecostes que suponía proteger sus extensas fronteras. Emperador tras emperador, el ejército acumulaba más y más poder, mientras el senado lidiaban con la necesidad de pagar unas tropas cada vez más caras y peligrosas. Un delicado equilibrio que sólo se mantenía gracias a la imponente figura del emperador. Al morir Alejandro Severo hace 60 años, al Imperio colapsó. La economía romana entró en recesión, las arcas del estado no podían abastecer a la vez al ejército y garantizar el bienestar de la población. La sostenibilidad de Roma pasó a depender del grano importado de África y la moneda empobreció su proporción de materiales nobles, devaluando el sestercio romano. Las fronteras se llenaron de militares cegados por la ambición que aprovecharon el vacío de poder para marchar hacia Roma. Los usurpadores empezaron a sucederse cada vez más rápido y la anarquía se adueñó del Imperio. Cada pocos años, un emperador moría debido a las conspiraciones o era asesinado por las tropas si se negaba a subirles el salario o bajarles los impuestos. El Imperio se encuentra en una situación insostenible. De no mejorar la situación, en menos de un siglo Constantino I fundará Constantinopla. La división del imperio y la cristianización iniciarán un cambio social que llevarán a la creación del Imperio Bizantino y al fin del Imperio Romano en la vieja Europa. Sin embargo, para los romanos del siglo III la historia está aún por escribir. Todos ellos sueñan que el Imperio se repondrá cuando aparezca un nuevo emperador con la fortaleza suficiente para reunificar el territorio bajo un único mando. En estos tiempos de cambio Roma necesita, más que nunca, nuevas leyendas. Nuevos héroes.
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¿Y ahora qué? Durante los próximos 8 capítulos se narrarán los 20 años de la historia del Imperio Romano anteriores al evento. Se trata de una época frenética y emocionante que creemos que merece la pena conocer. Para hacerlo más comprensible, se ha dividido la historia en fragmentos donde sólo aparecen unos pocos personajes. También se han simplificado algunos aspectos históricos para facilitar la lectura. Esta épocas conoce como el periodo de los 30 usurpadores, pero tranquilos, hemos reducido el número de personajes al mínimo imprescindible. Cada capítulo contendrá un resumen de lo más importante acontecido anteriormente, así como un esquema de los personajes que aparecen para que os sirva de consulta durante la lectura. Además, estamos a vuestra disposición para resolver cualquier duda por un módico precio ;) Sin embargo, somos conscientes de que no podemos pretender que a todos los jugadores les parezca igual de apasionante la historia. Por este motivo, si crees que realmente te costará leerlo o que te supondrá un auténtico dolor de cabeza, puedes pasar directamente a los capítulos 7 y 8, donde se narran los eventos más próximos a la partida. A continuación os dejamos algunos esquemas que os pueden servir como referencia para entender cual es el contexto de la partida respecto al total de la historia del Imperio Romano.
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