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Capítulo VII

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Capítulo II

Capítulo II

CAPÍTULO VII: CARACTERÍSTICAS EN EL USO CINEMATOGRÁFICO

Alo largo de su inmensa trayectoria en el cine, el horror ha tenido muchísimas variaciones; sin embargo, hay otras que han quedado arraigadas en lo más profundo de este, de tal manera que ya podrían ser consideradas como pilares fundamentales que cualquier película de horror-sin importar su subdivisión- debe de tener.

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Escena de la película tailandesa “Shutter” de 2004. Imagen obtenida de: www.septimomausoleo. wordpress.com

“When we start to analyze the power of the media and their effect on the recipient, without any doubt, it is film and the television that take over the leading positions. It is because sight and hearing are simultaneously involved into the process of reception that intensifies the experience. They reach that ‘part of our minds where the imagination moves most fruitfully’ they do so by imposing the dictatorship of

the visual set.” (King Stephen 1981 p.118)

“Cuando comenzamos a analizar el poder de los medios y su efecto en el destinatario, sin duda, es el cine y la televisión los que toman las posiciones de liderazgo. Es porque la vista y la audición están simultáneamente involucradas en el proceso de recepción que intensifica la experiencia. Llegan a esa “parte de nuestras mentes donde la imaginación se mueve más fructíferamente” lo hacen imponiendo la dictadura del conjunto visual”. (King Stephen 1981 p.118)

Entre las características que deben de perfilar en la cinematografía de horror es la de un orden que pueda llegar a producir pavor hacia las fuerzas exteriores desconocidas. Expresando asombro ante una idea que resulte terrible para el cerebro.

Escena de la película “Void” de 2016. A lo largo de la trama se presenta el miedo de los personajes ante aquellos seres que no conocen, y especialmente al culto que los venera.

“La de la suspensión o transgresión de las leyes de la Naturaleza y de la Sociedad que son la única salvaguardia frente a los ataques del caos y del desorden.”(Olavarría, 1989, p 114.)

La segunda característica importante en la identificación del horror preternatural es la atmósfera, puesto que con ella se lograba que el relato no se sostenga solo por la trama de la película, sino que a su vez se cree un escenario que pueda provocar determinadas sensaciones hacía la audiencia.

“Aunque existen varias interpretaciones del horror, la mayoría de los teóricos están de acuerdo con un elemento central que separa el horror de otros conceptos similares; el asco. Una de las características intrínsecas del horror es la repugnancia, aquello que nos produce un inmenso asco y nos causa una incontrolable sensación de vómito. Es importante destacar que el sentimiento de

repugnancia, como todo sentimiento, no es innato al objeto en sí, sino a la persona que reacciona ante ese objeto” (Reyes, 2015, pág. 25)

Escena de la nueva versión de la película mexicana “Más Negro que la Noche” (2014). En está cinta el ambiente es mucho más trabajado que la versión anterior por medio de colores oscuros o neutros que provocan un cierto misterio en la trama.

Como tercera característica principal, tenemos una confrontación del espectador con aquellos aspectos de su propia vida. La función de está característica es simple, ya que consiste en revelar las ansiedades de la sociedad por medio del horror estético, involucrándose de forma social o en algunos casos llegando hasta una conexión personal entre el espectador y el personaje principal o con la situación presentada en la trama o en alguna escena de la película.

Escena de la película “Audrey Rose” de 1977. En cuya trama se centra en, el miedo a perder la propia identidad. A que otros te reconozcan, pero que no sientas que eres tú.

“Freeland asegura que las películas de horror no solamente provocan ciertas emociones sino que estimulan pensamientos acerca del concepto que se tiene sobre el mal en sus distintas formas: interno o externo, limitado o profundo, físico o

mental, natural o sobrenatural.“ (Reyes, 2015, pág. 35)

La crítica de Freeland dice que el horror es el que convoca al mal; sin embargo, todo varia del contexto y la cultura de un continente o país. Un ejemplo de esto es la figura de un brujo tanto en oriente como en occidente. En algunas sociedades africanas esta persona es considerada como un sabio o una persona de bien; aunque en una sociedad occidental esta figura la asociamos como una persona que vive de hacer acciones que dañen a los demás. Por tanto, el horror siempre va a estar orientado a aquello que en una cultura represente el mal.

¿Y qué es el mal? El mal es el elemento central que le da vida a las historias de horror. El aspecto principal que infunde terror y hace que un libro o una película sea exitosa. Cuya influencia radica en los temores específicos de los espectadores, los cuales son moldeados socialmente.

Escena de la película “The Invisible Man” de 2020. Imagen obtenida de: www.elpais.com

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