Capítulo IX

CAPÍTULO IX: EL TERROR CÓSMICO COMO MEDIO PSICOLÓGICO

Después de haber entendido la importancia del uso de la multimedia en el género del horror cinematográfico, es fácil deducir que esta misma característica es totalmente indispensable en la adaptación del terror cósmico, ya que con ella se crea un ambiente que hable más allá de los diálogos.

El primer paso para poder generarla es creando una adaptación efectiva en la escena, dándole a esta misma una disposición de ánimo y generando por medio de la multimedia sensaciones en los espectadores. Esta escena comienza desde lo subconsciente, utilizando el sonido para generar una sensación al sujeto, ya sea tensión, miedo o serenidad. De tal forma que se prepare a la persona con respecto a lo que va a ocurrir.

Escena de la película “Dead Silence” de 2007. Más conocida como “El títere” en hispanoamérica. Considerada una de las mejores que influye en el terror psicológico y la cuál tiene diversos elementos propios del terror cósmico.

La música rápida, así como la aguda y tensa, produce que el espectador anticipe algo que genere un sobresalto. En este caso un susto no es una sorpresa, sino una reacción provocada por la adrenalina que actúa en el cuerpo y el cerebro que ya anticipan un suceso. Entonces la reacción es naturalmente fuerte. A este tipo de reacciones se les llama “jump scare” traducido literalmente como susto de brinco o de sobresalto.

De segunda instancia se puede hacer lo contrario a lo anterior, es decir,, relajar primero al observador con un falso sentido de seguridad para después sobresaltarlo. Generando así reacciones impulsadas por una adrenalina que segundos antes no se encontraba ahí.

A menudo las reacciones del público se presencian en las salas de cine, en donde el terror se hace presente en sus gestos.

Estos usos son comunes en el género de horror cinematográfico normal; pero al ser utilizados en el terror cósmico, los patrones se modifican. La razón es que el terror cósmico no utiliza los “jump scares” de una manera tradicional. Es más común cuando se le da sutileza a su uso. Esto no quiere decir que la función es no generar nada en el espectador, al contrario, sí se genera la tensión y la adrenalina; pero en lugar de llevar a cabo el susto y dejar que este “estrés” se disipe, se deja crecer. Avanzando hasta un punto exacto en donde todo eso se libere, aunque en algunos casos esto no ocurre.

Aunque el uso de sonidos agudos y tensos sea el más común, eso no quiere decir que siempre se lleve a cabo, los sonidos extremadamente graves también son importantes.

“The scariness of a (scary) sound is causally related to how well it affords localizing a potentially harmful source and this probably has its root cause in the evolutionary link between fear and survival. The inability to localize a sounds is generalized to a lack of ease or fluency in processing sound” (Grimshaw 2009, pág. 4)

“La sensación de miedo de un sonido (aterrador) está causalmente relacionada con lo bien que permite localizar una fuente potencialmente dañina y esto probablemente tenga su causa raíz en el vínculo evolutivo entre el miedo y la supervivencia. La incapacidad de localizar un sonido se generaliza a la falta de facilidad o fluidez en el procesamiento del sonido” (Grimshaw 2009, pág. 4)

Un sonido muy grave que no tiene una causa o raíz, aparentemente genera un sentimiento diferente al de sonidos más agudos. El estrés no está activo y mucho menos presente para el observador; aunque si hay una sensación de incomodidad. Es común que en películas de terror cósmico se generen soundtracks con sonidos graves, muy sutiles para mantener al público tenso en escenas específicas.

El uso correcto de este recurso se da en el balance, para mantener a los espectadores tensos pero no demasiado. Generando emociones necesarias en los momentos oportunos para realzar el efecto de la película. Y que el uso de sonido en éste caso esté muy bien pensado para relacionarse fluidamente con los efectos visuales de la película.

La famosa película de A. Bayona y Guillermo del Toro “The Orphanage” (2007), es un ejemplo de mezcla entre sonidos graves y agudos. Especialmente en su banda sonora.