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Número Especial:: Homenaje a Antonio Gamoneda. Abril de 2007
Portada y contraportada Dirección:
Ilustración de Hugo Fontela
Fernando Menéndez
Consejo de redacción: Fernando F1órez Fernánd ez-Y illaranzo Xosé Lluis Rodríguez Alberdi Gustavo Adolfo Ferná¡dez Fernández
Ilustración
Administ¡ación:
Homenaje a Antonio Gamoneda
José
a/
Alberto Mendívil
L/
Luis Rodríguez Tamargo
Diseño y Gustavo Adolf o Ferná¡
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Diseño del logotipo del Foro: José Luls Rodríguez Tamargo
Publicación estacional (trimestral) de difusión gratuíta
Gamoneda] Marcos Canteli
6/ Blues de la casa 6/ Blues de la escalera 7
/
Blues del tren eléctrico
9/Geología 10/Sin título
500 ejemplares
D.L:
4/He envejecido dentro [un par de retales para Antonio
A3-A1487-2006
12f Tarareando Nazim Edita: Biblioteca Municipal de Grado "Valentín ArLdrés
C/
Alvatez"
Cerro de
1a
Muratla s/n
33820 Grado (Aslurias) 985 75 48 13
biblioteca@ayto-grado.es r.l'ww.bibliotecaspublicas.es/
grado/
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Subvenciona: cajAstur Concejalía de Cultura
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Filmación e impresión: Graficas SUMMA S.A. (Llanera) Imágenes interiores:
Reproducción de 1as dedicatorias de
Antonio Camoneda
a1 Aula de 1as Metáforas y a la Biblioteca durante su
visita a Grado en marzo de 2005. No está permitida la reproducción
total o parcial de los textos, ilustraciones e imágenes incluÍdos en
esta revista sin el consentimiento prev¡o de sus autores.
12/ Arnor y resistencia 13/En la carretera del norte 1,4f Garnoneda y el Norte
Ilustración 31/
Antonio Gamoneda Antonio Gamoneda Hermes GonzáLez Antonio Gamoneda Ángel Huerga Antonio Gamoneda Fernando Menéndez Antonio Garnoneda Luis Muñiz
Alberto Mendívil
HOMLN
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l-J. enve! ecíáo dentro [rn ?u, de ret ul." yáru {nto nío C"rnon-dr] Marcos Canteli 1.- Sobre Descripción de la mentira Si en el relato de Gamoneda se cumple el famoso imperativo de Benjamin de pasar por lahistoria el cepillo a contrapelo es porque queda claro que (en é1, para é1) hablar de la historia equivale, necesariamente, a señalar una grieta profunda de silencio: Los que sabían gemir fueron amordazados por los que resistían la verdad, pero la verdad conducía a la traición.
Algunos aprendieron a viajar con su rnordazay éstos fueron más hábiles y adivinaron un país donde la traición no es necesaria: un país sin verdad. Era un país cerrado; la opacidad era la única existencia.
El olvido,la retracción,la mentira -las zonas negativas- se convierten en los temas privilegiados de un relato consumido en la enunciación obsesiva de los reversos: "Larealidad se ahuyenta en estos labios tan sólo expertos en formas invisibles". Contrahistoria, er:rtre la muerte y la memoria, en la invocación de la memoria de la muerte.
Gamoneda (vía Blanchot): escribir para poder morir. Gamoneda (vía Agamben): escritura como testimonio, tarea del superviviente.
Talvez de ahí venga
metamórfico (posibilidades: forma del amor, del yo, de la amistad, de 1o colectivo, etc.) en fuga. Invocarlo es hablar a una sombra. ese tú
O la espectralidad delavoz del superviviente, la de un sujeto poético agotado (" guárdale de mí porque la negación ha tocado mi cuerpo"), cuya mirada sólo parece capacitadapara la percepción de la finitud porque su "lucidez está ofrecida a la muerte". No extraña, por tanto, la inercia interrogativa como suspensión del concepto de verdad: No recurriré a la verdad porque la verdad ha dicho no y ha puesto ácidos en mi cuerpo. ZQué verdad existe en el vientre de las palomas? ¿La verdad está en la lengua o en el espacio de los espejos?
El valor crítico del poema podría residir entonces en en esta cancelación de la posibilidad afirmativa.
1o
que Keats llamó negatitte capability, es decir,
Pensar, entonces, Descripción de la mentira en sus coordenadas más estrictamente históricas, frente a la fábula amable de la Transición: conciencia del valor corrosivo de la palabra para denunciar que hay unapaz levantada en olvido o borradura. El gesto políüco de Gamoneda consiste en dejar al descubierto, a través de un acto ineludible de memoria, la naturaleza fraudulenta de la sutura y en desvelar su materialidad negativa: silencio, ácidos, suciedad. Só1o una vez llevada a cabo esa tarea de revelación (oerdad) y pwga, uttavez quitados los velos de la mentira, podría abrirse una grieta a la posibilidad de una existencia no opaca ("Éste es el único día digno de ser vivido ya que
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A GAMONLDA
todos lós otros días fueron días de negación"). No obstante, el libro concluye en un escepticismo sin cicatriz, respirando aún por la herida, alavez que añade un interrogante más; éstos son sus últimos fragmentos: Profundidad de la mentira: todos mis actos en el espejo de la muerte. Y los carbones resplandecen sobre la piel de los héroes aun despiertos en la imbecilidad. Y ese alarido entre cristales, esas heridas que no son visibles más que en el instante del amor... ¿Qué hora es ésta, qué yerba crece en nuestra juventud?
Al fondo delayerba negra de la mentira queda este escribir preguntando al olvido y ala historia aún no escrita, constatación, pero tal vez también ahí un resquicio de apertura. [Inciso Casi un leitmotia de gravedad sombría, esa insistencia: el relato de cómo aaanzo hacia la muerte. Y, sin embargo, la propia perplejidad se responde (a sí misma, asimismo) cada vez con el cuerpo en las palabras, las palabras del cuerpo, sus materias, deteniendo toda pulsión trascendente aquí.
Una conciencia paradójica que tensa el poema, afilando Io
inocente, dulcificando sus sabores de muerte.] 2.- lntimidades
Una anécdota,Iaprimera experiencia de 1o que podría entenderse como una forma de comunicación poética: la aparición de una palabra (sargn era en este caso), desconocida, nunca oida, etc. y sin embargo a través de aquel poema (¿delLibro del fi0, talvez?), un saber instantáneo, un conocimiento físico, inmediato, que el asombro iba a verificar más tarde en el diccionario. Paradoja: la lengua en majestad de un poéta republicano. (Redefinir, de paso, otra herencia de las preposiciones en en).
El temblor de la correspondencia. Grafías, ya entretelas. Acoso y lamento de la boca impaciente contra la lentitudl. arnordazarse y escuchar. IJna resonancia insustituible en el oído, piel en el poema. Queno temblaránlas columnas del templo, no, ¿pero aquello? De entre todos, El libro del frío. ¿Por qué? algunos datos para una (imposible) ecuación:
Profundidad
emoción suspensión
memorla exactitud levedad
intimidad
intimidad intimidad, etc.
Decir sin decoro, porque saber de memoria es saber de corazón, desde este (otro) lado: no vemos agua pero hay muchos árboles y, como siempre, para dejar de tiritar Paula tararea: "Tengo frío junto a los manantiales...". Durham, T de marzo,2007
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Antonio Gamoneda
blu"r d.lu casa En mi casa están vacías las paredes
y yo sufro mirando lacalfría. Mi casa tiene puertas y ventanas: no puedo soportar tanto agujero.
Aquí vive mi madre con sus lentes. Aquí está mi mujer con sus cabellos. Aquí viven mis hijas con sus ojos. ¿Por qué sufro mirando las paredes? El mundo es grande. Dentro de una casa no cabrá nunca. El mundo es grande. Dentro de una casa -el mundo es grandeno es bueno que haya tanto sufrimiento. (de Blues castellano)
blres Por con Por con
de la escal.ru
la escalera sube una mujer un caldero lleno de penas. la escalera sube Ia mujer el caldero de las penas.
Encontré a una mujer en la escalera y ella bajó sus ojos ante mí. Encontré la mujer con el caldero. Ya nunca tendré paz en la escalera. (de Blues castellano)
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tren elé.trí.o Hermes González
Hermes Puede decirse que aprendí ahablar contando. Me explico: nací en Les Cases Nueves; me imagino que las llamaban así porque eran los primeros bloques de viviendas que construyeron en el pueblo. Cada bloque tenía cuatro viviendas: dos en la planta baja, qrue tenían acceso directo desde la calle, y dos en el primer piso, a las que se llegaba a través de una escalera de mader a. La escalera de madera no tenía hueco ni pasamanos. Nosotros vivíamos arriba, ala izquierda. Para el cartero nuesfra dirección era "Les Cases Nueves, tercer poftal, atriba, a la izquierda". Pero las cartas no ponían esa direccióry ponían otra que no recuerdo. Bueno, 1o que importa aquí es la escalera de madera. Recuerdo el número de peldaños de la escalera de madera. lJno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce y quince. Según quién me subiese o bajase en cuello la escalera de madera era diferente. Todos, papa, mama, el Nene y Juan, hacían una escala de la escalera de madera. Y la escalera de madera sonaba diferente. Mama: uno, dos, tres... cuatro, cinco, seis... siete, ocho, nueve. .. diez, once, doce... trece, catorce y quince. Papa: uno, uno, tres, uno, uno, tres... cuatro, cinco, seis, cuatro, cinco, seis... trece, catorce y quince. El Nene: uno, dos, tres... kece, catorce y quince, cuatro, cinco y seis. .. diez,once y doce. .. diez, diezy diez. Juan: uno/ uno/ uno... uno/ dos, uno... uno/ tres, uno... uno/ cuatro, uno... uno/ uno/ uno... EI primer poema que publiqué formaba parte de un número colectivo sobre ciudades que editó una pequeña colección de poesía. El número 1o tifularon "El viajero". Mi poema, que se 1o dediqué a mi madre, 1o firmé con el nombre de mi padre. Lo tifulé "Desde las afueras". Entiendo que no me entendiesen.
Mateo Dos meses antes de que naciese Mateo le escribí cuatro poemas para que no se perdiese al llegar. Los titulé "mitufuyo" . Estaban encabezados por una cita de San Juan de la Cruz: "Paravenir a donde no sabes has de ir por donde no sabes". Cada poema miraba hacia un punto cardinal y todos comenzaban de Ia misma manera: " catedráttco gimeno cuatro sexto a" .Ése es el nombre de nuesko planeta, un planeta de sesenta y seis metros cuadrados. A é1se accede por el ascensor más pequeño que conozco o por una horrible y oscura escalera. Una escalera que no es de madera y que sólo tiene pasamanos en su primer tramo, hasta el descansitlo del portal. En nuestro planeta hay una reproducción de una lámina, la número doce, de "El pensamiento infantil. Método de lecfura conforme con la inteligencia de los niños". Según una nota a pie de cartel, éste "es de suma utilidad para que los niños comprendan las sílabas inversas con las directas, y las de contracción con las de juego duplo". ¿Sílabas directas?, ¿sílabas inversas? Ir y venir. Y cada mañana Mateo esperaba: " elladrón,la lechuza, el almendro... el labrador, la alcoba, el lecho... el lomo, el olmo, el alma'.. el lagarto, la prole, el pobre... el portero, el prado, la alpargata... el alrnizcle,la celda, el grano . . . la garganta, la gordura, la grosería. . . la guirn alda, la envoltura, la nevada. . . la entrega, el interventor, el astro... el sabio,la espada, elsepulcro... ay,madre... el escorpión... el circo, la criba, una silla. '. una isla, un catre, un intérprete... un retrato, una tarde, una flauta... el vómito... unafa\ta, esta seta, este sebo... este sello, esa astilla, ese ratón... ese árbol, esa rama, ese arco... esas rosas, estas orlas, papel... blanco... balcón estrecho, niño terco, traje nuevo... carne cruda, cráneo duro, perder a su padre ..." perdón, madre...
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Nicolás A Nico no le escribí cuatro poemas antes de nacer. Só1o le escribí un haiku: "Remate unmar f zícalos de papel / collage... arco iris". No estaba preocupado porque no pudiera llegar. Mateo ya se encargaba de eso. Le escribí un haiku porque desde hace tres años sólo puedo escribir haikus. Me canso. No sé si inspirar por la nauriz o por la boca. Me dicen que según. Debe de ser problema de hiperventilacióru de escritura sincopada... No hay intensidad. Escalera, escala, esquela. Quinientos ochenta y uno. La escritura no respira... Coge una bolsa y sopla.. . sopla, sopla antes del mareo, antes de que todos lo hagan bien. Coge elfápiz y escribe esto antes del veintiocho de febrero. .. Nico nació el veintinueve de matzo. " a, e, i, o,1J... eme, ene, eñe, zeta,ka... ce/ ce hache, ese, equis...Be, jota,efe, te, erre... ele, elle, i griega, uve, be... de, pe,clJ". Nico tambiénespera. Espera su mapa de transportes: el cohete, el avióru el helicóptero... el tren, el tren eléctrico... la furgoneta, el tractor, el barco... el camióru el autobús de dos pisos, el autobús... el motocarro, el todoterreno, el coche... el taxi motocarro, el ciclomotor, la motocicleta... el scooter, Ia bicicleta, el taxi bicicleta... el carro de camellos, el carro de bueyes, el bote...
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(3.ología Antonio Gamoneda I
Algunas veces salgo hacia las montañas a mirar a 1o lejos. Piso unas lomas donde tierra vieja se pone hermosa con el sol y veo subir la sombra por los cuestos.
Ando mucho tiempo en silencio.
Pero hay días que ando por estas lomas, y miro hacia las montañas, y ni allí hay libertad.
Y me vuelvo. Yo sé bien que es inútil buscarla como a una llave perdida, y que también es inútil mirar al fondo de mi corazótt. (de Blues castellano)
Soy el que ya comienza a no existir
y el que solloza todavía.
Es
horrible ser dos inútilmente. (de Ldpidas)
Esta casa estuvo dedicada a Ia labranza y la muerte.
En su interior cunden las ortigas, pesan'las flores sobre las maderas atormentadas por la lluvia. (de Libro del frío)
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Ángel Huerga
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atierraque nos deja sentados -cabeza sobre pared, piernas estiradas, zapatlllasdesiguales.
arenal disperso en boca de todos: de aquelia permanencia. nos tienes: maniatados boca abajo resultado del eccema de oro joven
para nosotros la industria en el manejo del tiempo. bocanadas. vocales intermitentes: parches medicinales para alelar el calor muerto de otras encías.
(problemático perseguir tus actitudes) nos convences para el análisis de las fugas y enciendes los efectos de 1o abortado: rnaneras de oit¡ir; maneras de morir. así -entre hombros y movimientos de ave rapaz- sopesamos los gramos de esa otra época
(intensas nevadas sobre el idioma cerúIeo de la protección) llamadas, de eskategias sobornables, de luz licuada en la ventana, de sueño aminorado por las músicas del vapor r.rna época de
en efecto
todo un paraíso de vísceras brillantes y respaldos desconchados un entorno de dijistey miénteme desvestirse entre la espuma neutra de fu corrección y Ia humedad de piedra (reales
las láminas de colores en bierusenidas y puertas)
mojar ambas sienes en tantas curvas del pensamiento: volvemos mil veces más allá. un estertor arropado por las manos del cambio. redondear un saludo deshonesto ((co)habitar desde la misma urgencia)
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¡it,GÁr\,lüNLDA
emitir la señal azucarada de tu invierno: uÍravezcolgaste todos tus cascabeles enfermos para fuagoarel camino de siempre. oímos aullidos de plomo detrás de los peffos. corrimos y ya estabas dentro.
nos anillaste para siempre:
una estancia perpetua en el subdesarrollo de larva
(aguijón doblado hasta la adecuación) bocanadas de espacio libre en esta tradición de vuelo raso
incluso ahora te aplaudimos (pañuelos de hojas deshechas) convulsos:
ahora: la transparencia de nuestras voces en horas de entretiempo
como relleno de esta espera descrita desde atrás 1
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Antonio Gamoneda
Tengo ruidos en la nuca, doctor. Siento el cráneo apretar y crulír, sobre todo si hay penas. No sé... Hace ya siete años, doctor, que en vez de pensamiento tengo un ruido y una pasta muy triste en la cabeza.
Yo haré lo que me diga; yo tendré paciencia y confianza. Puede ser. Yo tomaré las medicinas para poder pensar en mis amigos. Pero si 1o que ocurre, doctor, es que tengo algún mal que se produce a causa del amor y el pensamiento de la resistencia, entonces, déjelo; esto no es más que nuestro sonido natural. Yo viviré mejor con este ruido en la cabeza. (de Blues castellano)
A*
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re s ístencía Fernando Menéndez
DONDE no alcanza la memoria, estira su mano el tarareo. Tararear: calentarse con rescoldos, compartir rancho. Siempre hay una madre prematura que canta para espantar su miedo. Siempre hay un joven huraño que recela del pésimo gusto que supone ser feliz. Se tararea a un poeta: su melodía intermitente y sentenciosa provoca como respuesta vital una adicción. EL lector, sujeto puntual y precavido,llega a los lugares antes que nadie. Es elvértice que disuelve coordenadas. Y en el punto exacto donde se cruzaron Langston Hughes, Nazim Hikmet y Antonio
Gamoneda barrunta
un ruido ancestral que mira con descaro hacia el futuro.
LA desgracia de los otros entró en mi carne. Simone Weil, como cada uno de nosotros al fin y al cabo, habló de sí mismapara hablar de todos. Pero uno habla, escribe o calla para ser irresponsable; para que otros te tomen por la palabra y empiecen de nuevo. La frase de Simone Weil es también mi estigma y mi justificación. Qué implacables son algunos sustantivos: desgracia, carne. Y qué frág¡Ies, sin embargo, sus expectativasi amo1 resistencin.
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lu .urrete ru á.1 n orte Antonio Gamoneda
Por la carretera del norte hay luz sobre los cuestos.
Ana, Amelia,
venid conmigo a recibir laluz. En mi mano izquierda tengo la mano de Amelia y en la derecha la de Ana. Los tres sentimos nuestra vida y laluz. Los tres sentimos nuestras m¿rtos yLaluz. Los tres sentimos laluz, el silencio y las manos.
Hubo un día que anduve por la tierra sin nadie. Aún caía el sol sobre el cuesto amarillo pero la soledad era más fuerte que la luz. Aunque haya sol sobre la tierra, amigos, no vayáis nunca solos a la carretera del norte. (de Blues castellano)
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C"mon"d,
y.l Norte Luis Muñiz
l poema dice, "Ana, Amelia, / venid conmigo a recibir lalutz", pero yo pienso en Julia e Irene, mis propias hijas, una en cada mano, los tres mirando hacia la carretera del norte; así, con minúscula, porque el poema no habla de un Norte lejano y maléfico, sino de uno más próximo (sobre todo si lo mira desde León), al que, se nos advierte, tampoco conviene viajar nunca solo. ¿Por qué? Siempre he pensado que ese norte somos nosotros; ese norte que sólo se ve (si se 1o mira desde León) subido a 1o alto de un cuesto. Allí es fácil sentir el silencio, y también laluz que aquí tanto nos falta (aquí no basta un cuesto, es precisa una cima). Pero en el poema se siente también otra presencia: dos pequeñas manos, tibias entre otras dos, grandes y frías, y una transmisión de conocimientos basada más en el calor que en la palabra: así, en silencio, a pocos pasos de la carretera que hay que temer. norte somos nosotros, decía; ese norte somos los del Norte; donde nació Gamoneda y ahora se le reclama. ¿Qué hay de temer en ese norte? ¿Nosotros? Talvezno; pero sí, tal vez,lasoledad que mata laLuz, y puede incapacitarnos para percibir nuestra propia vida, ésa que pasa, a través de Antonio, desde la mano de Amelia hasta la de Ana; o desde la mano de Ana, por el cuerpo de Antonio, hasta la de Amelia. Da igual la dirección que el reguero vital tome; lo que importa es que fluya y, como dice el poema, "haya sol sobre latierra".Laluz de las luces es la que más cuesta mirar en la vejez, casi molesta; en su lugar, dice el poeta, ya viejo, se ve :unafuz vacía, que trae el vacío: laluz, me parece, que tanto pesa a los del Norte cuando decimos que no hay ltz, o que la que hay, escasa, tiene color parrza de burro. Nos pesa como elplomo. Por eso, siempre viajamos con agrado al León que adoptó al poeta; o por el que el poeta se dejó adoptar para alejar de sí el norte: norte, en su caso, significaba muerte, la del padre, y huida, la de 1a madre con é1 enbrazos, y por una carretera que lleva al norte, pero en sentido inverso, camino delaLuz,llegó a León. Ese
Decía John Lee Hooker que el blues empieza cuando un hombre echa de menos a una mujer; y 1o que en este blues echa de menos (teme) Gamoneda, aunque no sea una mujer (al menos no una franca y generosa), se le parece bastante: sería, desde luego, más misteriosa, y también más excluyente, acaparadora, egoísta; exige verrros en completa soledad, e indefensos, para revelarse; y que la vida nos duelaz eue vivir nos haga enfrentarnos, por carreteras que van hacia el norte, o hacia elsur, a 1o que escondemos.
Como, casi siempre, é1lo sabe,la poesía.
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