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EMPRENDIMIENTOS SOCIALES
POR MIRNA GUTIÉRREZ GÓMEZ
POR MIRNA GUTIÉRREZ GÓMEZ
UNA NUEVA RUTA
EL MARCO LEGAL Y FINANCIERO COMPLICA EL CRECIMIENTO DE LAS EMPRESAS SOCIALES DE LA REGIÓN, LAS CUALES BUSCAN NUEVAS MANERAS PARA SEGUIR IMPACTANDO POSITIVAMENTE A LAS COMUNIDADES. L
La falta de instrumentos financieros y de legislación específica para emprendimientos sociales en Centroamérica y República Dominicana (CARD) limita su crecimiento y los obliga a implementar nuevos modelos de negocio, y a buscar recursos económicos fuera de la región.
Este tipo de organizaciones tienen como objetivo generar un bien social o ambiental por encima de los intereses económicos, pero al mismo tiempo deben lograr sostenibilidad.
En los países latinoamericanos, donde no hay cultura de diversificación de la inversión, es complicado obtener financiamiento social, por lo que no hay que limitarse por las fronteras cuando se buscan inversionistas, dice Jason Grullón, fundador de VirtuRocks, emprendedor dominicano especializado en la producción ética de textiles.
La Encuesta Anual de Inversión de Impacto 2019 del Global Impact Investing Network (GIIN), confirma que gran parte de la inversión de impacto que se realiza en América Latina proviene de empresas con sede fuera de la región: 78% tiene base en mercados desarrollados, entre ellos Estados Unidos y Canadá (45%), y Europa (27%), en tanto que 18% tiene sede en mercados emergentes, y sólo 3% en Latinoamérica.
Para lograr dicha sostenibilidad, los emprendedores han optado por implementar un modelo de negocio híbrido, pero esto implica contar con dos figuras legales para poder operar el proyecto (una asociación civil y una empresa),
lo que trae consigo una doble
MICHELLE BERKOWITZ
CINCO AZUL tributación, debido a que no existe legislación que les permita operar como empresa social, alerta Nallely Valdez, directora de Alianzas Estratégicas de Ashoka México, Centroamérica y el Caribe.
Al respecto, Michelle Berkowitz, fundadora de Cinco Azul, explica que en Guatemala cuando generas más de 20,000 dólares automáticamente ingresas a un régimen fiscal en el que hay que pagar 12% de IVA, porcentaje que se puede reducir a través de las adquisiciones que realiza la empresa, por ejemplo facturas de compras, y de proveedores. El problema es que las facturas de pequeño contribuyente no generan crédito fiscal (derecho que tienen los tributarios para compensar el IVA con empresas exentas de este impuesto), lo que incentiva la compra a grandes empresas.
“Es importante entender que este sistema existe y si tu misión es apoyar a pequeños productores tienes que ver cómo poder seguir comprando tu materia prima sin estas facturas que generan crédito fiscal”, subraya Berkowitz.
Sin embargo, en la región comienza a haber más opciones de financiamiento como el capital de riesgo filantrópico, y las alianzas por la inversión de impacto, ejemplo de ello es la creación del Foro Latinoamericano de Inversión de Impacto Centroamérica y el Caribe (FLII).
Este foro demuestra que hay empresas interesadas en invertir, pero aún no ha cambiado la plataforma financiera latinoamericana donde los sistemas todavía están regulados por los bancos, no
por emprendedores o por los objetivos sociales, menciona Alejandro Ortega, ceo de Costa Rica Insect Company (CRIC).
“Aún no se sabe cómo medir realmente ese impacto social en números y entonces se le tiene mucho miedo, por lo que es necesario un cambio de paradigma para evaluarlo y contar con un sistema estandarizado, que en nuestro caso han sido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas”, refiere Ortega.
Debido a las problemáticas sociales y políticas por las que atraviesan algunos países del Istmo, existen más obstáculos por superar: “Hay una situación muy fuerte en Centroamérica con todo el problema de migración, y los contextos políticos no tan favorables que no permiten que la gente pueda emprender como alguien lo haría por ejemplo en la Ciudad de México”, refiere Valdez.
Asimismo, comenta que cuando buscan líderes innovadores en la región el nivel de exigencia baja, ya que, por ejemplo, encontrarlos en países como Nicaragua es muy complicado. Ashoka tiene presencia en el Istmo desde hace 15 años, sin embargo, de su red, que está integrada por alrededor de 250
emprendedores, sólo 20% corresponde a Centroamérica y el Caribe.
En el caso de República Dominicana, recién en 2019 incluyeron al primer Ashoka Fellow. A pesar de ello, Valdez señala que existe un gran interés por parte del gobierno dominicano por impulsar su crecimiento y tanto el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), como el de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) cuentan con programas para ello.
El año pasado Ashoka, en conjunto con Cemex y el MESCyT, realizó una transferencia tecnológica en la que capacitaron a más de 40 líderes de incubadoras de universidades con el objetivo de que ellos a su vez pudieran transferir la metodología.
Los desafíos sociales y ambientales que enfrenta la región representan a su vez múltiples oportunidades, ya
45% DE LA INVERSIÓN DE IMPACTO DE LATAM VIENE DE EU Y CANADÁ, 27% DE EUROPA, 18% DE MERCADOS EMERGENTES Y SÓLO 3% ES LOCAL: GIIN
que las iniciativas responden a los contextos locales, por ejemplo, en Centroamérica predominan los temas de educación y medioambiente, mientras que en República Dominicana destacan el desarrollo económico, la agricultura, y el empleo, detalla María Cerdio, Venture & Fellowship Coordinator de Ashoka México, Centroamérica y el Caribe.
La crisis generada por el Covid-19 ha demostrado que incluso los países más fuertes son vulnerables, al tiempo que ha generado un sentido de unión y comunidad, que los emprendedores esperan impulse el crecimiento de iniciativas que contribuyan a la sociedad.
“Las empresas sociales han sido las más resilientes durante esta pandemia y son las que menos han cerrado; debemos aprender que se mantienen vivas por el impacto que generan”, opina Ortega.
COSECHA SOSTENIBLE
MEDIANTE LA AGROECOLOGÍA, CINCO AZUL DA MAYOR RENTABILIDAD A LOS CULTIVOS DE DIVERSAS ZONAS DE GUATEMALA PARA MEJORAR SU CALIDAD DE VIDA. C
Cinco Azul apoya a pequeños y medianos productores a salir del círculo de la pobreza, al fomentar de manera gratuita la implementación de agroecología y ayudarlos a colocar sus productos en mercados locales mejor pagados, mismos que también comercializan a través de su plataforma de e-commerce, de donde obtiene recursos para financiar su proyecto social.
Michelle Berkowitz, quien desde temprana edad había trabajado como voluntaria en comunidades rurales, se cuestionó por qué si el país tenía suelos fértiles y capacidad para desarrollar la agricultura, tenía uno de los mayores índices en desnutrición infantil.
Entonces se dio a la tarea de promover mejores prácticas agrícolas en el campo, que ayudan a proteger los recursos naturales y a mejorar la nutrición de las familias. Así, en 2017 fundó Cinco Azul, con recursos provenientes de familiares, y tiempo después levantó una ronda de inversión a través de crowdfunding.
Trabajan con agricultores en 10 diferentes departamentos de Guatemala, como Petén y Alta Verapaz, y otros ubicados en el altiplano central y occidental, y en la costa, apoyándolos en su transición a la agroecología, que busca sistemas agrícolas sostenibles que optimizan y estabilizan la producción, y refuerzan la viabilidad económica en zonas rurales.
También incentivan las parcelas diversificadas, que son más resilientes y los productos pueden venderse en mercados locales mejor pagados.
A la fecha han establecido una red con asociaciones y cooperativas, que en conjunto suman más de 1,000 agricultores: “Las relaciones que establecemos con los productores son a largo plazo, y muy transparentes”, afirma Berkowitz.
La emprendedora comenta que decidió involucrarse también en la comercialización, porque si bien hay proyectos que apoyan las buenas prácticas en el campo, los productores se ven limitados por el acceso a los mercados.
La solución fue crear una plataforma de e-commerce para la venta de productos éticos y sostenibles, donde dependiendo del producto pagan dos o tres veces más que los mercados locales, generan menos pérdidas y los productos llegan más frescos debido a que las compras a los agricultores se realizan de acuerdo con lo que se vendió en la tienda; por eso sólo tienen entregas dos días a la semana en la Ciudad de Guatemala y en Antigua.
Asimismo, establecieron un compromiso ‘cero basura’, por lo que la mayoría de sus empaques son retornables y/o biodegradables, y ya trabajan en un proyecto de compras a granel.
Berkowitz espera que, al ver que su modelo tiene viabilidad, más productores se sumen y puedan salir de la pobreza: “de aquí a tres años me gustaría haber comprobado que la agroecología es comercialmente viable, y que si existe un incentivo económico más personas van a querer hacer la transición a este tipo de agricultura”.
En términos de expansión, dice que le gustaría documentar el modelo para que pudiera replicarse en otros países con su producción local: “Ayudar a más productores a salir del círculo de la pobreza y apoyar el movimiento de agroecología en la región tiene que crecer más rápido, porque estamos contra el tiempo para proteger nuestro planeta”.
CON LAS ANTENAS BIEN PUESTAS
COSTA RICA INSECT COMPANY EMPLEA A PERSONAS DE SECTORES VULNERABLES PARA CRIAR GRILLOS, LOS CUALES SON VENDIDOS EN POLVO DEBIDO A SUS ALTAS PROPIEDADES NUTRICIONALES.
C
Costa Rica Insect Company (CRIC) tiene el propósito de crear productos a base de grillos, como una solución de alto valor nutricional para la escasez alimentaria, así como proveer una solución para la malnutrición. Asimismo, apoyan a personas en sectores vulnerables mediante un programa de socios productores, con la finalidad de generar la materia prima.
El negocio surgió luego de que, tras múltiples investigaciones, Alejandro Ortega y Daniela Arias, encontraron que el polvo de grillo tiene un perfil nutricional completo, posee tres veces más proteína que la carne de res, cuenta con aminoácidos esenciales, grasas saludables comparables a las del pescado, como Omega 3 y 6, así como fibra, vitaminas y minerales.
Así, en 2018 nació CRIC, con una inversión inicial de 5,000 dólares. Actualmente cuenta con una granja con capacidad para criar 3 millones de estos insectos (al mismo tiempo y en sus diferentes fases), donde supervisan todo el ciclo de vida para después ser cosechados, procesados y empacados. Su mercado meta son empresas que utilizan esta materia prima para incorporarla en su producto final.
En el mercado el producto se vende en alrededor de 60 dólares el kilo, mientras que el costo para CRIC es de 40 dólares. Para lograr este precio utilizan técnicas de crianza y procesamiento simples que no requieren grandes inversiones en tecnología, y recientemente crearon el primer Programa Nacional de Socios Productores, en alianza con Impact Hub San José, Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible y la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
El programa fue creado con la finalidad de que personas en sectores vulnerables puedan producir los insectos y generar ingresos mensuales de entre 500 y 1,000 dólares por 100 m2 de producción.
Para diversificar sus operaciones fundaron SIBO, compañía que busca crear nuevas soluciones sostenibles y saludables a través de materias primas limpias y eficientes. Actualmente desde una planta de manufactura en Reino Unido desarrollan productos a partir del polvo de grillo como snacks, galletas y harina para hotcakes, que estiman lanzar en noviembre.
Asimismo, desarrollan tecnología para utilizar los desechos de grillos que quedan después de procesar la proteína, como fibra y grasa, para crear nuevas líneas como empaques comestibles a base de insectos.
A futuro tienen la meta de llegar a producir 10 toneladas de materia prima al mes, y facturar 2 millones de dólares este 2020: “Esta es la década de los negocios con propósito y esperamos que otros emprendedores se inspiren y entiendan que salvar el mundo es un muy buen negocio”, afirma Ortega.
PRENDAS QUE el sobrepago va a un fondo único cuyos recursos se destinan a una inversión de impacto. Siguieron diversificánIMPACTAN dose y establecieron una producción de bolsos con una compañía familiar en Portugal. Con las operaciones en los tres países, han mejorado la EL MODELO DE VIRTUROCKS LOGRÓ QUE UN GRUPO DE calidad de vida de 45 familias. MAQUILADORES DE REPÚBLICA DOMINICANA CUADRUPLICARAN En el camino se encontraSU SALARIO EN EL SECTOR TEXTIL. ron con diversos retos, como E impacto social del mismo”, recomienda el dominicano Grullón. Su primer prenda fue una camisa blanca básica con un botón rojo, que más tarde se convertiría en el sello característico de la marca, y cada uno de sus productos incluye la firma de la persona que lo produce, con el objetivo de crear la distribución directa, debido a que las tiendas exigían ganar tres veces el valor del producto, lo que los limitaba porque no podían ofrecer más de dos veces ese valor. Asimismo, Grullón cuenta que subestimaron el costo de la logística del envío directo, por lo que alrededor de 40% una conexión con el cliente. de las personas abandonaPosteriormente iniciaron una produc- ban su sitio web cuando al ción en Bolivia con una cooperativa en momento de pagar veían el El emprendimiento dominicano Virtu- la que vendían productos de alpaca en monto por este concepto. Para Rocks apuesta por la producción ética Alemania. Allí se encontraron con que solucionar el problema inde textiles para mejorar la calidad de no podían entregar el dinero de manera cluyeron ese costo en el valor vida de las personas que trabajan en la lí- directa a los empleados porque generaba del producto, y agregaron una nea de producción, mediante la creación problemas en la cooperativa, por lo que nota en el recibo final. de productos que combinan materiales crearon el fondo Etica Impact, donde todo “Estamos rompiendo el de primera calidad y precios justos. esquema de que un empren-
La firma, fundada en 2015 por Jason dimiento social es una especie Grullón y Guillaume Vaslin, innova la for- de ONG, pero tenemos que sema en que se producen, venden y entregan guir trabajando para promover prendas de comercio justo, lo que acerca a que un emprendimiento social consumidores y fabricantes. debe ser rentable y generar
Su sistema tiene como objetivo promo- recursos para poder llevar ver el emprendimiento y la tracción social bienestar a las personas”, dentro de las comunidades. afirma el emprendedor.
Para iniciar operaciones contaron con Grullón decidió vender un el apoyo de un inversionista ángel, y pos- porcentaje de su participación teriormente realizaron una campaña de y ceder la gerencia a personas Kickstarter en la que recaudaron alrede- relacionadas con el mundo de dor de 80,000 dólares, lo que les permitió la moda para escalar el negofinanciar la primera producción de la cual cio, pero con el compromiso vendieron alrededor de 1,500 camisas en de mantener el impacto social. Europa y Estados Unidos. Asimismo, se encuentra desa-
“En una etapa temprana es muy difí- rrollando distintos proyectos cil tratar de levantar capital tradicional, de emprendimiento social y por lo que hay que buscar un inversor consultorías de responsabiliángel que se enamore del negocio y del dad corporativa.